Biocompatibilidad: conceptos básicos Dr. Jose Antonio Correa Ortiz Dra. Gloriana Pacheco Introducción La biocompatibilidad puede parecer un tema de poca importancia dentro del campo de la odontología, pero en realidad es vital tener un amplio conocimiento sobre la complejidad y naturaleza de éste tópico, ya que afecta directa e indirectamente aspectos éticos, legales, sociales y técnicos de la práctica odontológica, principalmente en el campo de la rehabilitación y endodoncia, en donde las terapias dependen en gran parte de los biomateriales dentales (1). La biocompatibilidad se define como la capacidad de un material de generar una respuesta biológica apropiada al ser aplicado sobre un tejido, ya que no existe un material inerte, dependiendo de la función física y de la respuesta biológica que deseamos de un material. Esta definición implica la interacción entre un huésped, el material y la función esperada del material (1). Muchos autores comparan la biocompatibilidad con el color, ya que el color de un objeto es una propiedad que depende tanto del material, su interacción con la luz (el medio ambiente) y finalmente como lo interpreta el observador. Modificaciones en la fuente de luz, características del objeto o un cambio de observador hará que el color percibido sea distinto. (Imagen 1) (1). Imagen 1. ilustra como el color del objeto percibido cambia según la posición del observador y la fuente de luz. Figura 1 Por ejemplo, existen muchos materiales utilizados para obturar cavidades retrógradas en una apexificación, como son el MTA (Mineral Trióxido Agregado), la amalgama y el Super EBA. Ninguno de los materiales mencionados son inertes, todos son hasta cierto grado citotóxicos y generan una respuesta distinta sobre los tejidos periapicales, pero se siguen utilizando ya que cada uno tiene ventajas y desventajas (2). La amalgama es un material que ha mostrado buenos resultados clínicos aunque se ha demostrado que es corrosivo, tóxico y que libera mercurio. El Super Eba por otra parte tiene ventajas como alta resistencia compresiva y tensil, su pH es neutro, tiene una baja solubilidad, y se adhiere a la dentina, pero posee muchas desventajas como su alta sensibilidad a la humedad, irrita los tejidos periapicales, es parcialmente soluble en fluidos orales y es reabsorbible. En estudios de citotoxicidad, se ha observado que el MTA no afecta la actividad de la deshidrogenasa mitocondrial y que causa una pequeña pero estadísticamente significativa reducción de la proliferación celular. Además este material es el único que consistentemente favorece la regeneración del ligamento periodontal, la aposición de material parecido al cemento y la formación ósea (Imagen 2) (3). Imagen 2. ilustrando la interacción entre un huésped, el material y la función esperada del material. Figura 2 MATERIAL FUNCIONANDO La bicompatibilidad es un proceso dinámico continuo ya que la respuesta del cuerpo a los materiales dentales sufre cambios con el paso del tiempo, además todos los materiales sufren cambios, ya sea por procesos de corrosión, fatiga entre otros. Para explicar lo anterior se puede tomar como ejemplo un implante dental oseointegrado, que con el paso del tiempo, debido a varios factores, fracase (1). También estudios comparativos muestran que el material más citotóxico, cuando está recién preparado, es la amalgama, y el menos citotóxico en esta condición es el MTA. Por el contrario, al evaluar los materiales luego de 24 horas, la amalgama disminuye su citotoxicidad y el MTA la aumenta (4). El personal de trabajo es el que presenta un mayor riesgo de generar reacciones adversas ante los materiales dentales, ya éstos se encuentran en contacto constante con los mismos, durante su manipulación o fraguado. Un ejemplo clásico es la amalgama, ya que la liberación de vapores de mercurio de las amalgamas durante su colocación y remoción es sustancialmente mayor que cuando se encuentra colocada dentro de la cavidad oral. Otro ejemplo es el contacto crónico con el látex y los materiales a base de resina (1). Como existe mucha evidencia que demuestra que siempre existe un riesgo inherente a que los materiales dentales generen una respuesta tanto a nivel local como sistémico, ya sea a menor o mayor grado, tanto en el paciente como en el personal de trabajo, los odontólogos asumen un riesgo legal al utilizarlos. Un enfrentamiento legal como consecuencia de un daño causado por un material dental es poco frecuente, pero no imposible, por lo que es indispensable contar con el debido respaldo (1). En los últimos 30 años, el público y varios organismos gubernamentales han solicitado pruebas que demuestren que los materiales utilizados en odontología sean biológicamente seguros y efectivos. La importancia de regular los materiales dentales ha sido un tema de discusión debido al auge de grupos organizados que luchan por el tratamiento ético en los pacientes, además de que existe mayor conciencia por parte de los pacientes con respecto a los riesgos que involucran el cuidado de la salud y las preocupaciones del personal de salud con respecto a las posibles demandas de los pacientes. Desafortunadamente, determinar la biocompatibilidad de un material es un tema sumamente complejo, que implica el uso de varias pruebas, las cuales en su mayoría son costosas y complicadas. A pesar de estos inconvenientes las pruebas de biocompatibilidad continúan siendo el único medio por el cual se puede asegurar la seguridad o no de un material (1). Pruebas de biocompatibilidad Historicamente, nuevos materiales eran simplemente evaluados en humanos para observar si eran biocompatibles. Desde hace muchos años esto no ha sido aceptable, en la actualidad los nuevos materiales deben pasar por varias pruebas arduas antes de ser utilizados en humanos. Estas pruebas se clasifican en: In Vitro, In vivo y por último Pruebas de uso. Investigadores reconocen que la manera más eficiente, económica y relevante para evaluar la biocompatibilidad de los materiales es realizando estudios que combinen los tres grandes grupos (5). PRUEBAS IN VITRO Citotoxicidad: 1. # de crecimiento celular. 2. Permeabilidad de la membrana celular. 3. Biosíntesis enzimática: DNA, MTT. 4. Pruebas indirectas (uso de barreras). 5. Pruebas de barrera dentinal. IN VIVO Irritación de mucosas Sensibilidad cutánea Implantación PRUEBAS DE USO En animales En humanos Mutagénesis y carcinogénesis: 1. AMES 2. STYLES Pruebas In vitro Se llevan acabo en un tubo de ensayo o en una placa de cultivo, fuera de un organismo vivo. Son ensayos muy diversos, pero en general se realizan colocando el material en contacto directo con poblaciones celulares o bacterias y miden: el grado de citotoxicidad o crecimiento celular, funciones metabólicas de la célula y el efecto del material sobre el material genético de la célula (mutagénesis) (1). Dentro de las ventajas que tienen estas pruebas es que son rápidas, fáciles de realizar y relativamente menos costosas en comparación a otros ensayos disponibles, permite tamizaje a gran escala, se logra obtener un excelente control experimental y son altamente reproducibles. La desventaja principal es que la relevancia clínica es cuestionable, debido a que no hay presencia de una respuesta inflamatoria u otros mecanismos de protección por parte de los tejidos que podrían modificar los resultados, como consecuencia se pueden obtener resultados poco fiables sobre la respuesta biológica de un material (1). Imagen 3 tomada de www.uchile.cl/.../ publicaciones/cesaf/n10/1.html, mostrando pruebas In Vitro Utilizando tubos de ensayo. Figura3 Cuando las pruebas son directas se puede mostrar el efecto tóxico de un material sobre un cultivo celular, pero no permite medir efectivamente el efecto de sustancias tóxicas solubles presentes en el material. Con las pruebas indirectas, en donde hay algún tipo de barrera entre el material y el cultivo celular, sí es posible medir el efecto de las sustancias solubles, por lo que se considera importante realizar ambas pruebas para evaluar un solo material (6). Las pruebas directas se pueden subdividir; en el primer grupo, el material está físicamente presente con el cultivo celular y en el otro grupo, algún extracto del material entra en contacto con el cultivo celular (5). Los cultivos idealmente utilizados para estas pruebas son las de células primarias. Aquí las células son tomadas de tejido animal, crecen durante un periodo corto de tiempo y mantienen las características In vivo, pero tienen la desventaja de provenir de un solo individuo. También se utilizan cultivos de células continuas, éstas son células primarias transformadas para ser cultivadas indefinidamente, son más estables genética y metabolicamente que las primarias, por lo que permite estandarizar las pruebas, aunque son la segunda opción para estudios de citotoxicidad (6). Distintas líneas celulares están siendo utilizadas para examinar materiales dentales, por ejemplo se ha demostrado que gránulos de hidroxiapatita inhiben en diferente grado el crecimiento de fibroblastos humanos, además se han utilizado células parecidas al osteoblasto de ratas para probar diversos materiales para relleno óseo (6). Se han realizado ensayos directos e indirectos de distintos materiales dentales sobre cultivos de células parecidas al osteoblasto humano y fibroblastos humanos de tejido gingival, en donde se ha observado que hay un mayor efecto de los materiales sobre las células parecidas al osteoblasto humano que sobre los fibroblastos. Esto indica que las células parecidas al osteoblasto humano representan un sistema altamente sensible para evaluar toxicidad celular específica, principalmente cuando se quieren probar materiales que estarán en contacto directo sobre el tejido óseo (6). Pruebas de citotoxicidad Estos ensayos evalúan el efecto de los materiales sobre diferentes poblaciones celulares midiendo el número o crecimiento celular luego de la exposición a los materiales. Además estas pruebas determinan daños a nivel de la membrana celular, biosíntesis o actividad enzimática y el material genético (7). Número y crecimiento celular Cuando se evalúa el crecimiento o número celular, el material es colocado directamente en contacto son un cultivo celular. Si el material no es citotóxico, las células permanecen en contacto con el material y continúan creciendo normalmente, por otra parte si el material es citotóxico, el crecimiento celular se detiene y se observará un halo de inhibición alrededor del material. La densidad celular puede ser descrita de forma: cualitativa, semi-cualitativa, o cuantitativamente. El Teflón es utilizado como control negativo ya que es un material inherte, por otra parte el Cloruro de polivinilo plastificado es utilizado como control positivo ya que es un material altamente citotóxico (5). Estas pruebas son utilizadas para medir la capacidad antimicrobiana de los materiales endodónticos sobre microorganismos patógenos. Materiales endodónticos con una elevada capacidad antibacteriana, frecuentemente inducen inducen efectos adversos severos durante y después del tx endodóntico, además de ser citotóxicos y mutagénicos (8). Clutivo deAgar Imagen tomada de www.troybio.com/images/ Product_I mages_BBL/BBL.htm Figura4 Permeabilidad de la membrana Otro grupo de pruebas miden la citotoxicidad de un material evaluando los cambios en la permeabilidad de membrana celular. Esto se realiza observando la facilidad con que un colorante pueda atravesar la membrana celular, estas pruebas se basa en la primicia que la pérdida de la permeabilidad de la membrana es equivalente a un daño celular severo o a la muerte celular. La gran ventaja de estas pruebas es que identifican tanto células vivas como muertas, esto es importante debido a que las células pueden estar físicamente presentes pero muertas. Existen dos tipos de tintes utilizados para realizar estos ensayos: Colorantes vitales, estos son transportados activamente al interior de la célula y quedan retenido cuando la célula está vital y el material no generado un efecto citotóxico sobre la célula. Por otra parte, si el material es citotóxico, el colorante sale del interior de la célula, indicando así muerte celular. Dentro del los colorantes vitales utilizados se encuentran el Na51CRO4 (51Cr) y el Rojo neutro (RN) (5). Colorantes no vitales, estos no son transportados activamente al interior de una célula viva, por otra parte si un material es citotóxico, genera daños a nivel de la membrana celular, ocasionando así que el colozrante sea transportado al interior de la célula indicando muerte celular (5). Imagen ilustrando la permeabilidad selectiva de una célula con la membrana intacta, en donde componentes como el Cromo 51 y el Rojo Neutro son secuestrados activamente por células sanas, pero salen cuando se pierde la integridad de la membrana. Otros componentes como el Tripán azul son excluidos por una célula sana, pero pueden difundirse a través de una membrana celular lesionada. Biosíntesis enzimática Algunas pruebas in Vitro utilizan la actividad biosíntesis enzimática de las células para evaluar la respuesta citotóxica. Pruebas que miden la síntesis de DNA o la síntesis proteica son un ejemplo de este tipo de pruebas, estas se llevan acabo agregando precursores de radioisótopos marcados (3Htimidina o 3H-leucina) al cultivo celular y luego los que son incorporados al DNA o proteína, son cuantificados. De esta forma se determina la influencia del material sobre la síntesis de proteínas en un cultivo celular (5). El ensayo con MTT es otra prueba encimática comúnmente utilizada para medir la citotoxicidad de los materiales, tiene como propósito medir la actividad de la deshidrogenasa celular. Es una prueba simple debido a que no requiere de radioisótopos, es rápida y precisa ya que permite cuantificar exactamente el número de células viables (9). La deshidrogenasa celular tiene la capacidad de convertir la molécula denominada MTT, por medio de distintos agentes reductores, en un compuesto de formazan, azul insoluble. Si la deshidrogenasa se encuentra inactiva por efectos citotóxicos de un material, no se formará el formazan. La producción de formazan puede ser cuantificada disolviendo el líquido y midiendo la densidad óptica de la solución restante. La cantidad de Formazan producida es directamente proporcional al número de células viables (Imagen #4) (5). Figura 4 Imagen 4 tomada de CRAIG, R. Materiales de Odontología restauradora. Ed. Harcourt Brace. 11 edición p 137, para ilustrar como la deshidrogenasa celular convierte la molécula MTT (la cual es amarilla y soluble), por medio de distintos agentes reductores, en un compuesto de formazan, azul insoluble. Pruebas indirectas (uso de barreras) En la mayoría de las pruebas de citotoxicidad, el material entra en contacto directo con los cultivos celulares. Investigadores reconocen que In vivo, existe poco contacto directo entre las células y el material, esto debido a la presencia de un epitelio queratinizado, dentina o matriz extracelular, debido muchos estudios sin el uso de barreras, no son extrapolables a lo que sucede en la clínica. Por ejemplo, el Oxido de zinc y Eugenol, es un material que genera una respuesta relativamente leve sobre el tejido pular, en comparación con las respuestas severas que se obtienen cuando el mismo material entra en contacto directo con células In Vitro, o en ensayos de implantación. Debido a lo anterior, se han ideado pruebas In Vitro utilizando barreras para simular mejor las condiciones In Vivo. Un ejemplo de ensayos indirectos es Método de cubierta de Agar. El Agar forma una barrera entre las células y el material dental, el cual es colocado encima del agar. Nutrientes, gases y sustancias tóxicas solubles pueden difundirse a traves del agar, si el material es citotóxico, las células serán lesionadas y el rojo neutro será liberado, dejando así una zona de inhibición de crecimiento celular (Imagen 5) (10). Imagen # ilustrando el Método de cubierta de Agar. MÉTODO DE CUBIERTA DE AGAR Figura 6 Si el material es citotóxico → lesiona las células → rojo neutro se libera → zona de inhibición Estrato de células teñidas con rojo neutro Pruebas de barrera dentinal Muchos estudios han demostrado que la dentina forma una barrera por la cual atraviesan sustancias tóxicas que logran lesionar el tejido pulpar, por este motivo se han ideado ensayos que utilizan discos de dentina como barrera entre el material y el cultivo celular. Este método ofrece la ventaja de difusión direccional entre el material restaurador y el medio de cultivo celular (Imagen # 6). Imagen 6 tomada de http://www.ccs.ufpb.br/ morfologia/atlasdente.htmn Para ilustrar como la dentina forma una barrera por la cual atraviesan sustancias tóxicas que logran lesionar el tejido pulpar. Figura 6 Para llevar acabo esta prueba (Imagen 7), se coloca el material a evaluar (A) sobre el disco de dentina (B). Al otro lado del disco se encuentra en contacto con el cultivo celular o cámara de recolección (C). Componentes del material se logran difundir atreves de la dentina y el efecto sobre el medio de cultivo puede ser evaluado. Para determinar la rata de difusión, se puede recolectar el fluido circulando dentro y fuera de la cámara de recolección. A. El material B. Disco de dentina en el aparato utilizado para sujetarlo C. Lado del disco en contacto con cultivo celular (cámara de recolección). D. Cultivo celular Citotoxicidad del material Figura 7 Imagen 7 cortesía del Dr. Carlos Andrés Ochoa para ilustrar un modelo utilizando discos de dentina como barreras para tratar de predecir la toxicidad de los materiales In vivo. Pruebas de Mutagénesis y carcinogénesis Estas pruebas estudian el efecto de los materiales sobre el material genético tanto en células como en bacterias y posteriormente se evalúan los materiales en mamíferos. Se realizan en un orden específico y se detienen cuando existe cualquier indicio de mutagenicidad por parte del material o químico. Existen muchos mecanismos por los cuales una sustancia puede afectar el material genético de la célula. Los mutágenos genotóxicos alteran directamente el DNA de la célula a través de diferentes tipos de mutaciones, pero estos no son considerados cancerígenos. Pueden ser mutagénicos en su estado nativo, o en algunos casos requieren de activación o biotransformación, por lo que se denominan promutágenos. Los mutágenos epigenéticos no alteran el DNA directamente, pero si favorecen el crecimiento tumoral alterando la bioquímica celular, su sistema inmune, actuando como hormonas o por medio de otros mecanismos. Debido a lo anterior, estos materiales sí se consideran cancerígenos. Carcinogénesis se denomina como la capacidad del material dental para producir neoplasia In Vivo. Los mutágenos pueden o no ser carcinogénicos, de igual manera los materiales carcinogénicos pueden o no ser mutágenos, por esto la cuantificación y relevancia de las pruebas que intentan medir mutagénesis y carcingénesis de los materiales son extremadamente complejas (Imagen#8). Imagen 8 tomada de http://www.sandia.gov/newscenter/news-releases/2005/images/ mitopic.jpg Para ilustrar los cambios estructurales que se pueden observar entre una célula en estado normal y una célula cancerígena. Célula normal Célula cancerigena Figura 8 El ensayo de mutagénesis a corto plazo más comúnmente utilizado y con excelente valides es la prueba de AMES. Se utilizan Cepas mutantes de Salmonella typhurium (Imagen #9), las cuales requieren de histidina exógena, las cepas nativas no necesitan histidina exógena, por esto la exclusión de la histidina exógena del medio de cultivo permite evaluar si un material tiene la habilidad de convertir células mutantes en células nativas. Químicos con una elevada frecuencia de conversión celular tienen una alta probabilidad de ser carcinogénicos en mamíferos, ya que altera el material genético celular (Imagen #10). Imagen 9 tomada de www.zdravljeizivot.com/hrv/ index.php?k=saznaj... mostrando Salmonella typhimurium Figura 9 Figura 10 Imagen 10 ilustra como se puede evaluar si un material tiene la habilidad de convertir células mutantes en células nativas, por medio de la exclusión de la histidina exógena. Otra prueba para evaluar la mutagénesis es la prueba de transformación celular de STYLES. Fue creada con el objetivo de ofrecer una alternativa a los ensayos en bacterias como la de AMES, ya que utiliza cultivos celulares de mamíferos, principalmente fibroblastos. Cuantifica la capacidad de cancerígenos potenciales para transformar líneas celulares estandarizadas, esto se lleva acabo de la siguiente forma: normalmente fibroblastos nativos no crecen en un cultivo de agar blando, en cambio células geneticamente transformadas sí crecen en este medio, basandose en esto, fibroblastos nativos son colocados en contacto con el material que se esta evaluando, luego de un tiempo determinado los fibroblastos son colocados en un gel de agar, si el crecimiento celular es positivo, significa que las células fueron transformadas a una cepa mutante y por ende el material evaluado es un potencial cancerígeno (Imagen 11) (11). Figura 11 Imagen11 ilustra como los fibroblastos nativos crecen en un Medio de Eagle, luego de colocar el material dental sobre el cultivo, si las células son capaces de crecer en el gel de agar, las células fueron mutadas por el material, por lo que se concluye ya que el material es un potencial cancerígeno. Es importante mencionar que aunque la mayor parte de las pruebas de Mutagénesis y carcinogénesis son realizadas In Vitro, también se mide el aumento en la inducción tumoral por reacciones químicas cuando los materiales son evaluados en animales por otra serie de pruebas que se van a mencionar a continuación. Pruebas In vivo (en animales) Se realizan directamente sobre mamíferos como ratones, ratas, hamseters y conjillos de indias, aunque se utilizan muchos otros animales. Se mide la alteración en la fx hepática y el aumento en en la inducción tumoral por una reacción química. Estas son diferentes a las Pruebas de uso (realizadas en algunos casos en animales), ya que el material no es colocado en el animal para observar su uso final. Imagen 12 tomada de www.boulesis.com/.../ bioetica/conclusion/ Mostrando un estudio in vivo realizado en una rata Figura 12 La gran ventaja de estos ensayos es que permiten muchas interacciones complejas entre el material y un sistema biológico funcional, por ejemplo, se puede generar una respuesta inmune o del sistema de complemento, difícilmente recreado en un ensayo In Vitro. Lo que permite la obtención de resultados más relevantes (5). Estas pruebas presentan la desventaja que los resultados son difíciles de interpretar y controlar. Además son muy costosas, se demoran mucho tiempo, e involucran muchos aspectos ético-legales (5). Prueba de Irritación de mucosas Determina si un material puede generar inflamación a nivel de mucosas o piel erosionada. El ensayo se realiza colocando el material a evaluar, además de los controles positivos (+) y negativos (-) sobre la mejilla de un animal, en estos casos se utilizan preferiblemente animales pequeños como por ejemplo el hámster, rata o conejo. Luego de varias semanas de estar en contacto con el material los animales son fotografiados y luego sacrificados para llevar acabo los respectivos estudios histopatológicos del tejido y así determinar finalmente la respuesta inflamatoria que generó el material (Imagen 13). Figura 13 Se coloca el material Luego de varias semanas se observa la respuesta Imagen 13, ilustra como se coloca el material a evaluar sobre la mejilla de un animal. Luego los animales son fotografiados y posteriormente sacrificados para llevar acabo los respectivos estudios histopatológicos. Prueba de Sensibilización cutánea Estos ensayos evalúan si un material genera una respuesta inflamatoria ya sea con eritema, edema o puede no generar respuesta alguna. Se llevan acabo inyectando el material de forma intradérmica para crear una respuesta de hipersensibilidad de la piel. Primer se debe inyectar el coadyuvante de Freund, para potencializar la respuesta. Seguidamente se colocan parches adhesivos que contienen el material que se está examinando y se observa la respuesta que se genere sobre los tejidos, las cuales pueden ser desde muy leves hasta muy severas con enrojecimiento intenso e inflamación. El grado de respuesta y el porcentaje de animales que muestren una reacción frente al material son la base para estimar el grado de alergenicidad de un material (Imagen 13). Figura 13 Imagen 13, muestra como primero se inyecta el coadyuvante de Freund, para potencializar la respuesta. Seguidamente se colocan parches adhesivos que contienen el material que se está examinando y se observa la respuesta que se genere sobre los tejidos. Las pruebas en animales que miden las propiedades mutagénicas y carcinogénicas de un material han sido creadas por toxicólogos. Estas pruebas se realizan bajo un orden específico, y se detienen cuando hay algún indicio de que un material o químico es un potencial mutagénico. La valides de cualquiera de estas pruebas depende de la especie del animal, el tejido, genero entre otros factores. Los experimentos normalmente se dividen en los que son a corto plazo o con límite de tiempo, o pruebas a largo plazo o sin límite de tiempo. Las pruebas a corto plazo miden alteración funcional del hígado o un aumento en la inducción tumoral cuando los animales son expuestos a los químicos. Las pruebas a largo plazo se llevan acabo manteniendo el químico en contacto con el animal durante la mayor parte de su vida. Prueba de Implantación Estos ensayos sirven para evaluar los materiales que entrarán en contacto con tejidos subcutáneos o hueso, ya que determinan la alergenicidad, inflamación crónica o formación de tumores. El implante es colocado dependiendo de los tejidos que entren en contacto con el material durante su uso clínico (por ejemplo tejido conectivo, hueso o músculo). La mayoría de estas pruebas se llevan acabo en materiales que entren en contacto directo con tejidos blandos como son los implantes dentales, materiales utilizados en endodoncia y en periodoncia, aunque la amalgama y ciertas aleaciones son evaluadas también ya que entran en contacto con tejido gingival en algunas restauraciones. La prueba de implantación a corto plazo se realiza colocando el material a evaluar en tubos de polietileno con un extremo abierto. Se colocan tanto las muestras como los controles en zonas aparte y se dejan durante 1-11 semanas, posteriormente la respuesta de los tejidos es evaluada ya sea histológicamente, por métodos de histoquímica o inmunohistoquímica. Las pruebas de implantación a largo plazo, se llevan a cabo para identificar inflamación crónica o formación de tumores. Se realizan de igual forma que las de corto plazo, la diferencia es que el material se deja durante 1-2 años antes de ser examinado (Imagen 14). Figura 13 Imagen 14 muestra como se implantan los Tubos de polietileno abiertos con el material y luego de un periodo de tiempo se evalúa la respuesta que generó el material sobre los tejidos. Pruebas de Uso Son estudios clínicos esenciales de un material ya que son las más relevantes de todas y se diferencian de otros ensayos en animales porque en este caso el material debe ser utilizado bajo las condiciones idénticas a las de su futuro uso clínico. Esta relevancia es directamente proporcional a la exactitud con que se hayan recreado las condiciones clínicas, tomando en cuenta el tiempo, localización, ambiente y la técnica con que se coloca el material (8). Debido a lo anterior se utilizan animales mas grandes con condiciones orales similares a las de los humanos, como por ejemplo perros y monos. Si se realizan en humanos, estás pruebas se denominan ensayos clínicos (8). La gran ventaja que presentan las pruebas de uso es su relevancia clínica, todas las otras pruebas se deben comparar con esta, finalmente se puede decir que los ensayos de Uso son definitivas para probar si un material es biocompatible o no. Por otra parte tiene las desventajas de ser extremadamente costosas, se demoran mucho tiempo, son sumamente difíciles de controlar e interpretar e involucran muchos aspectos ético-legales por lo que pocas veces se realizan en humanos (8). En humanos los estudios pueden ser de tipo retrospectivos, o preferiblemente prospectivos controlados, pero siempre se debe tener en cuenta que ningún estudio es definitivo, aunque un material obtenga excelente resultados de biocompatibilidad, podrían aún ocasionar respuestas adversas en muchos pacientes. Pruebas de Irritación pulpar No existe un material artificial que pueda ser colocado dentro de un diente que sea o actue mejor que la dentina ni que brinde una mejor protección a la pulpa que la dentina, por esto, el tejido pulpar, al estar frente a diferentes estímulos ya sea de tipo primarios o secundarios, responde depositando una matriz de dentina terciaria. Los estímulos pueden ser por ejemplo caries, atrición, abración, erosión, trauma y cualquier tipo de proceso restaurativo (9). Esta dentina terciaria, a diferencia de la primaria y secundaria que se depositan a lo largo de toda la unión pulpo-dentinal, se localiza localmente. Además la dentina terciaria se puede clasificar en reaccionaria o de origen reparativa. En general, la dentina reaccionaria es secretada por odontoblastos pre.-existenes y la reparativa por células parecidas a los odontoblastos. La secreción de dentina reaccionaria es la principal respuesta postoperatoria del odontoblasto ante algún proceso restaurativo (10). Existe mucha evidencia que muesta que los efectos de una preparación cavitaria, especialmente el grosor de la dentina residual pueden jugar un paple muy importante en la estimulación de formación de dentina reaccionaria que la irritación o toxicidad de los materiales de restauración. Aunque la naturaleza exacta de esta realción aún es incierta. La dificultad de medir la respuesta pulpar al corte de la dentina, se da porque es multifactorial, ya que los cambios a nivel pulpar se dan desde el momento en que se inicia la preparación hasta que finalmente se coloca la restauración final. Por otra parte los eventos que se llevan acabo varían entre una restauración y otra (12). Debido a lo anterior, existen muchas variantes que se deben considerar cuando se realizan pruebas de irritación pulpar, como por ejemplo: el método de preparación, la condición de la pared de dentina remanente, la presencia de bacterias, el método de aplicación del material restaurativo, entre otros (12). Generalmente estos ensayos se llevan acabo colocando el material a evaluar sobre preparaciones clase V en igual número de dientes y tanto maxilares como mandibulares, asegurándose así una distribución uniforme de todos los dientes, además se utilizan dientes sanos de monos u otros animales. Primero se coloca anestesia y luego de realizar profilaxis de los dientes, se preparan las cavidades bajo estricto control de esterilización y suficiente irrigación para evitar generar cambios de temperatura en la pulpa, asegurándose de que todas las preparaciones sean lo más uniformes posibles. El material es colocado sobre las cavidades y se deja durante 1-8 semanas. Finalmente los dientes son extraídos y seccionados para ser evaluados bajo el microscopio, además por medio de un fotomicrómetro se mide el grosor de la dentina remanente y reparativa. Los tejidos seccionados son evaluados y las respuestas tanto inflamatorias como necróticas son clasificadas, basándose en su apariencia, disrupción de la estructura del tejido y el número de células inflamatorias (tanto crónicas como agudas) presentes, en tres grupos principales: Leve: se observa poca hiperemia del tejido, pocas células inflamatorias y ligera hemorragia en la zona odondoblástica. Moderado: hay un aumento considerable de células inflamatorias, hiperemia y una ligera desorganización de la capa odondoblástica Severa: se observa un marcado infiltrado de células inflamatorias, hiperemia, desorganización completa de la capa odondoblástica en la zona de la preparación cavitaria, reducción o ausencia de la predestina y en algunos casos abscesos localizados. Al igual que en procesos cariosos, las células mononucleares son usualmente más prominentes en respuestas inflamatorias. Si hay presencia de neutrófilos, se debe sospechar la presencia también de bacterias o productos bacterianos se deben sospechar. La mayor parte de estos estudios han sido realizados en dientes sin caries con tejido pulpar sano o intacto. Actualmente se reconoce el hecho de que el tejido pulpar inflamado responde de forma diferente que el tejido pulpar sano a las bases cavitarias, los cementos y agentes restaurativos, por lo que se han hecho esfuerzos para crear técnicas que logren identificar las diferentes respuestas generadas por los tejidos pulpares en distintos estadíos. Estas pruebas son de suma importancia ya que el éxito de de una restauración depende del entendimiento y conocimiento por parte del clínico, sobre todos los posibles daños que se puedan generar sobre el tejido pulpar. De esta forma se el odontólogo podrá tomar decisiones más adecuadas, sobre el tratamiento a realizar, que no generen daños innecesarios sobre la pulpa. Correlación entre las pruebas de biocompatibilidad Uno de los primeros en proponer una forma estructurada para el estudio de la biocompatibilidad fue Autian, y lo esquematizó en tres niveles (13): 1. Toxicidad Inespecífica (en cultivos celulares o en pequeños animales). 2. Toxicidad Específica (pruebas de uso por ejemplo en primates subhumanos). 3. Pruebas clínicas en humanos. Solamente los materiales que pasaban exitosamente el primer nivel de evaluación, podría continuar al segundo nivel y así sucesivamente. Según Autian el término inespecífico se refiere al hecho de que las pruebas no reflejan la aplicación clínica del material. El término específico indica el uso de modelos biológicos en donde se intenta simular el uso clínico del material (13). Figura 15 Imagen #15 mostrando como el número de pruebas disminuía con la progresión de las distintas etapas, los materiales no aceptables eran eliminados desde etapas tempranas. Langeland propuso otro esquema, el cual fue adoptado como Reporte técnico 7405 en 1984, que consistía de tres etapas (13): 1. Pruebas de inicio o primarias (citotoxicidad, toxicidad sistémica, mutagénesis). 2. Pruebas secundarias (sensibilidad cutánea, pruebas de implantación, irritación de mucosas e inflamación). 3. Pruebas de Uso (equivalentes a las pruebas clínicas). En ambos conceptos los materiales dentales deben pasar por las tres etapas, iniciando con las más simples hasta las más complicadas, desde pruebas In Vitro a pruebas en animales y de ensayos preclínicos a clínicos en humanos. Al igual que Rutian, Langeland proponía que solamente los materiales que pasaran exitosamente el primer nivel, podrían ser evaluados en un segundo nivel y finalmente los materiales con los mejores resultados pasaban a la tercera etapa (13). Figura 16 Imagen #16 ilustra como el número de pruebas disminuía con la progresión de las distintas etapas, los materiales no aceptables eran eliminados desde etapas tempranas. Los modelos anteriores presentaban la desventaja de que las pruebas iniciales no tenían la capacidad de predecir el comportamiento de los materiales a futuro, ocasionando así que muchos materiales buenos fueran descartados en etapas muy tempranas y por otra parte materiales malos podrían avanzar. En la actualidad nuevos esquemas mantiene el concepto piramidal, en donde las pruebas primarias y secundarias continúan teniendo un papel importante aunque a menor escala conforme progresan las distintas etapas, ya que se reconoce la necesidad de utilizar diferentes tipos de pruebas al mismo tiempo y además que la biocompatibilidad de un material es un proceso continuo que evoluciona con la experiencia clínica del mismo. Estos modelos han sido creados para reflejar la complejidad de las pruebas de biocompatibilidad de los materiales, involucrando aspectos regulatorios y científicos. Tienen como objetivo principal reducir los experimentos en animales, mejorando las pruebas In Vitro (simulando al máximo las condiciones In vivo). Esto ha sido logrado utilizando barreras apropiadas en las pruebas, cultivos celulares y tejidos más convenientes, además marcadores biológicos clínicos relevantes para medir los efectos biológicos inducidos por un material (13). Figura 16 Imagenes Muestra un nuevo esquema para las pruebas de biocompatibilidad, en donde se reconoce la necesidad de usar varios tipos de pruebas al tiempo y tratar la biocompatibilidad como un proceso continuo. Hoy en día la flexibilidad para el uso de las distintas pruebas, permite que las 3 tipos de pruebas de biocompatibilidad continúen siendo efectivas a lo largo de la evaluación de un material y durante su servicio clínico. Por ejemplo una pruebas In Vitro puede ser útiles para investigar una respuesta biológica específica observada durante las pruebas clínicas o después de haber introducido el material al mercado. Conclusión El tema de la biocompatibilidad es especialmente relevante en el campo de la endodoncia debido a que el éxito de los tratamientos depende, en gran parte, de los materiales que se mantienen en contacto con los tejidos durante largos periodos de tiempo. Desafortunadamente no existe una sustancia inherte, por lo que es fundamental realizar las debidas pruebas para poder elegir materiales que reúna las mejores propiedades clínicas deseadas. Distintos motivos han ocasionado un desarrollo y perfeccionamiento de las pruebas in Vitro, principalmente la preocupación de los profesionales de la salud ante el aumento de las demandas por responsabilidad profesional y la promulgación de distintas normas y reglamentos que buscan un desarrollo tecnológico que permitan un bienestar humano que no se de a expensas del maltrato a otras especies. Bibliografía 1. JOHN C. WATAHA, Principles of biocompatibility for dental practitioners. The journal of prosthetic dentistry, agosto 2001 p203-209. 2. OSORIO, R., HEFTI, A., VERTUCCI,F., SHAWLEY, A.Cytotoxicity of endodontic materials. J of Endod. 1998;24(2):91-96 3. ADAMO,H. A comparison of MTA, Super-EBA, composite and amalgamas root end filling materials using a bacterial microleakage model. 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