Ley general sobre Medio Ambiente y Recuros Naturales

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SECRETARIA DE ESTADO DE MEDIO AMBIENTE
Y RECURSOS NATURALES
“QUE NOS TRAE LA LEY GENERAL SOBRE MEDIO AMBIENTE
Y RECURSOS NATURALES.
(Ley No.64-00 del 18 de Agosto de 2000)”
GUSTAVO J. MENA G., MDE.
CONSULTOR JURÍDICO
SECRETARIA DE ESTADO DE MEDIO AMBIENTE
Y RECURSOS NATURALES
Del 17 al 19 de Octubre del 2001
Santo Domingo, República Dominicana
LA LEY GENERAL
SOBRE MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES.
(Ley No.64-00 del 18 de Agosto de 2000)
GENERALIDADES.La preocupación por este tema se generaliza y en el año
1972, bajo los auspicios de la Organización Mundial de las
Naciones Unidas, se realiza en Estocolmo durante los días del
5 al 16 la Conferencia Sobre el Medio Ambiente Humano, mejor
conocida como Conferencia de Estocolmo.
En esta Conferencia se dictó una Declaración que
consagra 25 principios, entre los cuales citaremos los que, a
nuestro entender, son los principales:
Principio 1ero.
“
El hombre tiene el derecho fundamental a la libertad, a
la igualdad y al disfrute de condiciones de vida
adecuada, en un medio ambiente de calidad tal que le
permita llevar una vida digna, gozar de bienestar y es
portador solemne de la obligación de proteger y mejorar
el ambiente para las generaciones presentes y futuras”
Ultimo párrafo del Principio 4to.
“
En consecuencia al planificar el desarrollo económico,
debe ser atribuida importancia a la conservación de la
naturaleza incluidas la flora y la fauna silvestre.”
Principio 8avo.
“
El desarrollo económico y social es indispensable para
asegurar al hombre un ambiente de vida y trabajo
favorable y crear en la tierra, las condiciones
necesarias para la mejoría de la calidad de la vida”
Principio 13avo.
“
A fin de lograr un ordenamiento más racional de los
recursos
y
así
mismo
mejorar
las
condiciones
ambientales, los Estados deberán adoptar un enfoque
integrado y coordinado de la planificación de su
desarrollo
de
modo
que
quede
asegurada
la
compatibilidad del desarrollo con la necesidad de
proteger y mejorar el medio ambiente humano en beneficio
de su población.”
Principio 17avo.
“
Debe ser confiada a las instituciones nacionales
competentes, la tarea de planificar, administrar y
controlar la utilización de los recursos ambientales de
los Estados, con el fin de mejorar la calidad del medio
ambiente.”
Principio 18avo.
“
Como parte de su atribución al desarrollo económico y
social deben ser utilizados la ciencia y la tecnología
para descubrir evitar y combatir los riesgos que
amenazan el medio ambiente, para solucionar los
problemas ambientales y para el bien común de la
humanidad”.
A partir de ese momento vemos cómo las naciones en su
responsabilidad por garantizar la preservación de su medio y
de garantizar del disfrute de este por sus habitantes inician
un proceso, mediante el cual, llevan al seno mismo de sus
constituciones algunos de estos principios. Ejemplo de estos
casos, lo tenemos en países como Panamá año 1972, Perú 79,
Chile 80, Honduras 82, Ecuador y Salvador 83, Guatemala 85,
Nicaragua y México 87 y Brasil 88.
Algunos de manera expresa y sistemática lo logran, otros
como el caso de nosotros tenemos que en nuestra Constitución
última reforma del 1994 se mantiene una regulación de los
aspectos ambientales de manera implícita indirecta (VER MENA,
G. LA PROTECCIÓN AMBIENTAL EN LA CONSTITUCIÓN DOMINICANA STO.
DGO., ESTUDIOS JURÍDICOS VOL IX, PAG. 161 y 162).
Los Estados latinoamericanos incluyendo el nuestro, a
través de sus constituciones establecen la soberanía ejercida
sobre un espacio determinado, una geografía determinada y a
través de sus tres poderes ejercen su ejercicio del poder o
gobierno. De tal manera, vemos que nuestro poder legislativo
dictará las leyes y ratificará los tratados y convenios
firmados a los fines de ingresarlos a nuestro ordenamiento
jurídico de lo contrario se mantiene como meras referencias
normativas o soft law. El ejecutivo ejecutará e implementará
las normas anteriores dictadas y las conformará en medidas o
Políticas de Desarrollo y a través del poder reglamentario
del Art. 55 de nuestra Carta Magna dictará decretos. Por
último, veremos a través de nuestro Poder Judicial cómo se
interpreta y aplica la norma.
Si el Estado no dicta normas y regula las diferentes
relaciones producidas en el mismo se produce la anarquía,
descontrol y caos.
Aquí es importante destacar cómo coinciden autores y
doctrinarios del derecho ambiental (tales como el argentino
Guillermo Cano, el mexicano Raúl Bráñes y la costarricense
Roxana
Salazar
en
sus
obras
“Derecho,
Política
y
Administración Ambientales, Argentina, Edic." Depalma 1979,
Derecho Ambiental Mexicano, México, D. F., México Edit.
Universo Veintiuno Págs. 38 a 41, 1987, Bráñes, Raúl
“Aspectos Institucionales y Jurídicos del Medio Ambiente
Incluida
la
Participación
de
las
Organizaciones
No
Gubernamentales en la Gestión-Ambiental", Washington, D. C.
1991, BID Págs. 12 a 19, Salazar C. Roxana “Legislación y
Ecología en Costa Rica”, San José, Costa Rica, 1991, Libro
libre, Págs. 14 a 25.), en cuanto a los tres tipos de
disposiciones ambientales que surgen a todo lo largo de su
desarrollo normativo y estas son:
a. Normas de relevancia ambiental o casual, no
se generan con el propósito de regular la
preservación de este, pero si produce y
genera efectos ambientales, además regulan
conductas que inciden de manera significativa
en la protección ambiental (Ejemplos: Carta
Magna, Código Civil, Penal, Ley de Policía,
Ley de Caza, Ley Minera, etc.)
b. Normas sectoriales no regula el ambiente como
un sistema o un todo, sino a cada uno de los
elementos que lo conforman. La preocupación
del ambiente se expresó en el campo jurídico,
a través de la protección de cada uno de los
elementos ambientales que lo constituye. C/u
de esas regulaciones existían, sin considerar
las relaciones que preexisten entre ellos,
con otros elementos ambientales (Ejemplos:
5852 sobre dominio de aguas terrestres 5856,
la conservación forestal de árboles frutales,
las de pesca 5914.
c. La última constituye la fase final de la
evolución y como vemos el Derecho Ambiental
ha tenido en los últimos 25 años una
transformación producto de la concepción del
ambiente como un conjunto sistematizado de
elementos. Sobre esta base los ordenamientos
jurídicos se han convertido en leyes que se
superponen a las preexistentes visualizándose
la protección del ambiente en ese conjunto y
que
consideran
la
totalidad
de
sus
componentes y de sus procesos de interacción,
es decir de parte del ambiente como un todo
organizado a la manera de un sistema.
Nuestro país tuvo que esperar 10 años de
análisis, formulación, reformulación, labor
de lobby, asesorías, de presentaciones y de
conciliación hasta la promulgación del 18 de
agosto del 2000 (Ejemplo Ley General sobre
Medio Ambiente y Recursos Naturales, No.64
del 18 de Agosto de 2000). (Sobre estos 3
tipos de Normas Ambientales y el Desarrollo
de la Normativa Ambiental en la Rep. Dom. ver
Mena, Gustavo Suplementos Agropecuarios “El
Caribe 27-3-97, pág. 5 y del 24/4/97 Págs. 16
y 17.)
ENFOQUE DE LAS NORMAS ANTES DE LA PROMULGACIÓN DE LA LEY
No.64-00.De manera general, la mayoría de nuestra legislación
ambiental se concentraban en normas sectoriales manteniéndose
la ausencia de una norma general o marco con una coexistencia
de un conjunto de disposiciones que tratan diferentes
materias. Pero otras se concentran en un tipo casual y no
sistematizada de la norma, no completándose sino difiriendo y
contradiciéndose una de la otra, además de dispersión y así
ser una legislación con una heterogeneidad material. Tenemos
además
heterogeneidad
estructural que se expresa en
innumerables reiteraciones y contradicciones, estas últimas
derivadas de los distintos criterios que convergen y que
además en el transcurso del tiempo y dependiendo de las
circunstancias políticas, económicas y sociales se han tenido
en cuenta para proteger el ambiente.
Otra característica era el marcado proteccionismo
prohibitivo llegando a los extremos de la represión
desnaturalizando la esencia misma del carácter eminentemente
preventivo de aquellas conductas contrarias del orden
jurídico ambiental, que siempre debe prevalecer y garantizar
a través de un sistema de controles previos o autorizaciones.
La última característica, no menos importante, era la
incapacidad de definir la política ambiental para su
aplicación, que sumado a la diversidad institucional nos
refleja cuan problemática era nuestra gestión ambiental y
cuan imposible era lograr una administración ambiental en un
marco de coordinación y ejecuciones interinstitucionales.
ENFOQUE MACRO.-
a) Ley Marco o General. Esta pieza legal constituye un
nivel positivo de evolución y desarrollo de la normativa
ambiental dominicana, la cual pretende efectuar la
protección ambiental sistematizada o de visión de
conjunto. Pero uno de los aspectos positivos de adoptar
este tipo de normas es que permite establecer las bases
de
toda
acción
legislativa
y
administrativa
en
cuestiones tan importantes como el papel del Estado en
el campo del medio ambiente, responsabilidad de los
contaminadores y restricciones del derecho de propiedad,
establecer las líneas de una política y las autoridades
encargadas de su gestión.
Sobre el contenido deseable de una Ley general de
protección del medio ambiente tenemos que “el objeto
concreto de la misma debe contener el sistema normativo
de principios jurídicos básicos en la materia, la
configuración de los instrumentos y técnicas jurídicas
de intervención pública y la reforma organizativa de la
Administración del Estado al servicio de la tutela y
ordenación del medio ambiente” (ver JORDANO FRAGA, JESÚS
LA PROTECCIÓN DEL DERECHO A UN MEDIO AMBIENTE ADECUADO,
BARCELONA, ESPAÑA EDIT. J. M. BOSCH EDITOR, 1995, PAG.
157).
Dicha Ley establece los principios básicos de la
regulación ambiental en la Rep. Dom., vemos como ejemplo
como en el Título I de Los Principios Fundamentales,
Objetivos y Definiciones Básicas, Capítulo I, el
artículo 1 expresa que la presente Ley “tiene objeto
establecer las normas para la conservación, protección,
mejoramiento y restauración del medio ambiente y los
recursos naturales, asegurando su uso sostenible.” En el
mismo tenor vemos que el artículo 2 nos indica que “el
contenido en la presente Ley son de orden público”
imponiendo su aplicación a todos los habitantes de
nuestro país, sea persona física o jurídica publica o
privada, y estableciendo el Orden Publico Ambiental ya
que la relación física ambiental se entabla entre entre
uno o mas sujetos y terceros a traves del ambiente y
nadie puede dañar a terceros directamente ni a traves
del ambiente, esa comunidad de intereses ambientales
genera el principio cardinal de que el uso que el hombre
haga del ambiente debe ser inocuo para el ambiente.
Como ejemplo de lo mencionado anteriormente tenemos que
constituye “una responsabilidad del Estado, de la
sociedad y de cada habitante del país proteger,
conservar, mejorar, restaurar y hacer un uso sostenible
de los recursos naturales y del medio ambiente, y
eliminar los patrones de producción y consumo
sostenible” (artículo 5 de la Ley No.64-00).
no
El Derecho al Ambiente. Sancionado como vimos en el
Principio 1 de la Conferencia de Estocolmo, es inherente
al derecho a la vida, pues protege la integridad física
de la persona, es inherente también a la libertad y a la
igualdad, por cuanto protege, asimismo, su integridad
moral. Se encuentra consagrado en el artículo 6 de la
Ley cuando expresa que “la libertad de los ciudadanos
en el uso
de los recursos naturales se basa en el
derecho de toda persona a disfrutar de un medio ambiente
sano.” (ver MENA G., GUSTAVO EL DERECHO A UN AMBIENTE
SANO COMO UN DERECHO HUMANO, GACETA JUDICIAL No.60, DEL
1ERO AL 15 DE JULIO DEL 1999, STO. DGO. REP. DOM.).
El Derecho a la Información Ambiental. El derecho al
ambiente implica también el derecho a acceder a la
información necesaria
para protegerlo y protegerse
contra riesgos ambientales. La Conferencia de las
Naciones Unidas sobre Ambiente y Desarrollo (Conferencia
de Río, 1992) proclamó “el derecho de toda persona a la
información de que disponga la autoridad publica,
incluso la información sobre los materiales y las
actividades que ofrecen peligro en sus comunidades...”.
También reconoció a “los Estados que pudieran verse
afectados
por
actividades
que
pudieran
tener
considerables
efectos
ambientales
nocivos
transfronterizos el derecho a la notificación previa y
oportuna, a la información pertinente y a la consulta
temprana y de buena fe.” (ver Principio 19).
Vemos como el artículo 6 de nuestra Ley No.64-00 en su
parte in fine nos incorpora dicho principio que “El
Estado garantizara la participación de las comunidades y
los habitantes del país en la conservación, gestión y
uso sostenible de los recursos naturales y el medio
ambiente, así como el acceso a información veraz y
oportuna sobre la situación y el estado de los mismos.”
Y en el Título II de Los Instrumentos para la Gestión
del Medio Ambiente y los Recursos Naturales, Capítulo V
del Sistema Nacional de Información de Medio Ambiente y
Recursos Naturales de los artículos 49 al 52, se
establece el Sistema Nacional de Información de Medio
Ambiente y Recursos Naturales bajo la responsabilidad de
la Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, estando integrado dicho sistema por los
organismos dedicados a generar información técnica y
científica sobre el estado del medio ambiente, sean
publicas o privadas. Siendo los “datos del Sistema
Nacional de Información Ambiental serán de libre acceso
y se procurará su periódica difusión, salvo los
restringidos por leyes específicas.” (ver artículo 50 de
la Ley No. 64-00)
El Criterio de Prevención. Establecido en el artículo 8
de la Ley se deriva del Principio 15 de las
Declaraciones de Río sobre el Medio Ambiente y el
Desarrollo que expresa que con el fin de “proteger el
medio ambiente, los Estados deberán aplicar ampliamente
el criterio de precaución conforme a sus capacidades.
Cuando haya peligro de daño grave o irreversible, la
falta de una certeza científica absoluta no deberá
utilizarse como razón para postergar la adopción de
medidas eficaces, en función de los costos para impedir
la degradación del medio ambiente.”
El artículo 8
indica que el criterio de prevención “prevalecerá sobre
cualquier otro en la gestión publica o privada del medio
ambiente y los recursos naturales. No podrá alegarse la
falta de una certeza científica absoluta como razón para
no adoptar medidas preventivas y eficaces en todas las
actividades
que
impacten
negativamente
el
medio
ambiente”, conforme a este principio, vale mas prevenir
que curar, pero para prevenir primero hay que observar ,
diagnosticar y pronosticar.
Los Estudios de Evaluación de Impacto Ambiental y los
Informes Ambientales. Consagrados como “instrumentos
básicos de la gestión ambiental” (ver artículo 9 de la
Ley No. 64-00). Estos instrumentos surgen por la
necesidad de la búsqueda de métodos y procedimientos
“que facilitaran la consideración de lo ambiental en los
procesos de decisión sobre las acciones y proyectos con
consecuencias ambientales negativas o positivas” (ver
TRATADO DEL MEDIO AMBIENTE, REZZA EDITORES, MADRID,
ESPAÑA, TOMO 5, 1993, PAG.592).
La Evaluación de Impacto Ambiental es uno de los ejes
técnicos jurídicos que se incorporan a la nueva fase de
nuestro Derecho Ambiental. Como técnica jurídica
ambiental ha marcado un comienzo del Derecho Ambiental
moderno introduciendo la consideración de los factores
ambientales en el proceso de la toma de decisión.
El método que ha ido probando tener una mayor adecuación
y eficacia operativa, y que se ha ido generalizando es
el
llamado
“Evaluación
de
Impacto
Ambiental”
(terminología
anglosajona
environmental
impact
assessment, abreviadamente E.I.A.). Tales evaluaciones
se iniciaron en Estados Unidos como consecuencia de la
publicación en 1970 de la National Environment
Protection Act., o ley federal de protección del medio
ambiente,
que
exigía
se
evaluaran los impactos
ambientales de los proyectos que tuvieran financiación
estatal.
Desde su surgimiento, desarrollo y perfeccionamiento,
los
E.I.A.
con
su
principal
característica
de
instrumento específicamente preventivo que defiende los
valores ambientales frente a los meramente económicos,
con la tendencia de superar el oportunismo de los
beneficios económicos a corto y medio plazo y hacer
prevalecer la protección del medio ambiente con una
visión de beneficios socio-económicos a largo plazo, en
especial cuando se trata de la protección de recursos
naturales
y de aspecto de la calidad ambiental que
puedan afectar a la salud y al bienestar humanos.
Vemos como su utilización se ha ido generalizando e
insertándose en diferentes ordenamientos jurídicos como
Colombia (ver Decreto Ley 2811 del 1974 que dicta el
Codigo Nacional de Recursos Naturales Renovables y de
Protección al Medio Ambiente”, Venezuela (ver Ley
Orgánica del Medio Ambiente del 1976), Francia (ver le
décret du 12 oct. 1977), la Comunidad Económica Europea
con la Resolución 85/337/CEE del 27 de junio, impuso la
obligatoriedad de evaluar el impacto sobre el medio
ambiente de aquellos proyectos públicos y privados
susceptibles de generar importantes efectos negativos
por su naturaleza, dimensiones o localización. En España
(ver el Real Decreto Legislativo 1302/1986), México (Ley
General del Equilibrio Ecológico y la Protección al
Ambiente 1988) y la Declaración de Río (1992) establece
en su principio 17 que “debe emprenderse una evaluación
del impacto ambiental, en calidad de instrumento
nacional, respecto de cualquier actividad propuesta
probablemente haya de producir un impacto negativo
considerable en el medio ambiente y que esta sujeta a la
decisión de una autoridad competente.”
Nuestra Ley No.64-00 en su Capítulo III de Definiciones
Básicas del Título I, artículo 16, numerales 26 al 28
inclusive nos da la definición de Evaluación de Impacto
Ambiental como el “instrumento de política y gestión
ambiental formado por el conjunto de procedimientos,
estudios y sistemas técnicos que permiten estimar los
efectos que la ejecución de una determinada obra,
actividad o proyecto
puedan causar sobre el medio
ambiente”. Los Estudios de Impactos Ambientales son el
“conjunto
de
actividades
técnicas
y
científicas
destinadas a la identificación, predicción y control de
los impactos ambientales de un proyecto y sus
alternativas, presentado en forma de informe técnico y
realizado según los criterios establecidos por las
normas vigentes.”
Para no confundirnos la evaluación de impacto ambiental
es todo el proceso de evaluación mientras que el estudio
de impacto ambiental es la documentación sea el estudio
o informes técnicos que se realicen con el fin de
investigar las incidencias ambientales de una actividad
o proyecto.
La Ley General sobre Medio Ambiente establece en el
Capitulo IV de la Evaluación Ambiental, del Título II de
los Instrumentos para la Gestión del Medio Ambiente y
los Recursos Naturales, con la finalidad de prevenir,
controlar y mitigar los posibles impactos sobre el medio
ambiente y los recursos naturales ocasionadas por obras,
proyectos y actividades se incorporan ocho instrumentos
para el proceso de evaluación ambiental y estos son:
Declaración de Impacto Ambiental, Evaluación Ambiental
Estratégica, Estudio de Impacto Ambiental, Informe
Ambiental, Licencia Ambiental, Permiso Ambiental,
Auditorias Ambientales y Consulta Pública (ver art. 38).
Todo proyecto o cualquier actividad que por sus
características pueda afectar, de una u otra manera, el
medio ambiente, deberá obtener de la Secretaría de
Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales, previa a
su ejecución, el permiso ambiental o la licencia
ambiental, según la magnitud de los efectos que pueda
causar (ver art. 40). Entre los proyectos o actividades
que la ley en su artículo 41, requiere la presentación
de una evaluación de impacto ambiental tenemos: puertos,
muelles, canales de riego, acueductos, embalses, presas,
aeropuertos, terminales de autobuses, vías férreas,
autopistas, carreteras, caminos públicos, proyectos de
asentamientos urbanos y humanos, plantas industriales,
agroindustrias, mataderos, proyectos mineros, extracción
de agregados, ejecución de obras y actividades en
parques nacionales y otras áreas protegidas, proyectos
de plantaciones forestales, instalaciones hoteleras o de
desarrollo
turísticos
y
polígonos
o
parques
industriales, maquiladoras o industrias de zonas
francas.
Esa lista puede ser ampliada por resolución de la
Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos
Naturales, tal
artículo 41.
como
lo
establece
el
párrafo
I
del
El párrafo II de ese artículo indica que los proyectos,
instalaciones u obras, tanto privados como del Estado,
se someterán al sistema de evaluaciones de impacto
ambiental.
Los Permisos ambientales se expedirán cuando no se
requiera un Estudio de Impacto Ambiental adicional, en
el caso que sea necesario un Informe Ambiental o un
Estudio de Impacto Ambiental se expedirá una Licencia
Ambiental. Ambos serán otorgados o no por la Secretaría
de Estado de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El permiso y la licencia ambiental obliga a quien se le
otorga a:
Ø Asumir
la
responsabilidades
administrativas,
civiles penales de los daños que causaren al medio
ambiente. Si estos daños son el producto de la
violación a los términos de los permisos o al
licencia, deberá asumir las consecuencias jurídicas
y económicas pertinentes.
Ø Observar las disposiciones establecidas en las
normas vigentes.
Ø Ejecutar el programa de manejo y adecuación
ambiental.
Ø Permitir la fiscalización ambiental por parte de
las autoridades competentes. (ver art. 45)
b) Estructura
Administrativa.
La
integración
y
reorganización en un solo órgano estatal de todas las
instituciones
que
de
manera
dispersa
se
responsabilizaban de la gestión ambiental en la Rep.
Dom., constituye uno de los motivos y razones de la
existencia de la Ley No.64-00. Vemos como en uno de sus
considerandos de manera expresa indica “que es de vital
importancia integrar las instituciones oficiales,
autónomas
y
semiautónomas,
involucradas
en
la
planificación, gestión, uso, manejo, administración,
reglamentación y fomento de los recursos naturales y la
preservación y protección del medio ambiente, ahora
dispersos, lo cual dificulta la aplicación de una
política integral por parte del Estado...” (ver
Considerando 12avo.).
En la tendencia de crear un Ministerio especializado
tenemos ejemplos tales como Brasil (ver Ministerio de
Desarrollo Urbano y Medio Ambiente), México (Secretaría
de Desarrollo y Ecología), Venezuela (Ministerio del
Ambiente y los Recursos Naturales Renovables).
En el Capítulo IV del Título I, artículo 17 de la Ley
No. 64-00 se crea la Secretaría de Estado de Medio
Ambiente y Recursos Naturales como organismo rector de
la gestión del medio ambiente, los ecosistemas y de los
recursos naturales, para que cumpla con las atribuciones
que de conformidad
con la legislación ambiental en
general, correspondan al Estado, con el fin de alcanzar
el desarrollo sostenible.
Entre las atribuciones expresas que la ley le confiere a
dicha
Secretaría,
tenemos:
elaborar,
ejecutar
y
fiscalizar la política nacional sobre medio ambiente y
recursos naturales del país; administrar los recursos
naturales de dominio del Estado que les hayan sido
asignados; velar por la preservación, protección y uso
sostenible del medio ambiente y los recursos naturales;
procurar el mejoramiento progresivo de la gestión,
administración
y
reglamentación
relativas
a
la
contaminación del suelo, aire y agua, para la
conservación y mejoramiento de la calidad ambiental;
elaborar normas , revisar las existentes y supervisar la
aplicación eficaz de la legislación, para garantizar la
conservación y el uso sostenible de los recursos
naturales;
estimular
procesos
de
reconversión
industrial, ligados a la implantación de tecnologías
limpias
y
a
la
realización
de
actividades
de
descontaminación, de reciclaje y de reutilización de
residuos; establecer el Sistema Nacional de Información
Ambiental; controlar y prevenir la contaminación en las
fuentes emisoras e impulsar la incorporación de la
dimensión ambiental y de uso sostenible de los recursos
naturales al Sistema Nacional de Planificación, entre
otras (ver art. 18).
La Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos
Naturales se estructura en cinco Subsecretarías de
Estado como veremos a continuación, las cuales surgen de
la transferencia y dependencia de la nueva institución:
SUBSECRETARIAS
GESTION AMBIENTAL
ANTES
INSTITUTO NACIONAL
DE PROTECCIÓN
AMBIENTAL (INPRA)
SUELOS Y AGUA
OFICINA DE PROTECCIÓN
DE
LA
CORTEZA
TERRESTRE DE SEOPC
RECURSOS FORESTALES
INSTITUTO NACIONAL DE
RECURSOS FORESTALES
(INAREF)
AREAS PROTEGIDAS Y
BIODIVERSIDAD
DIRECCIÓN NACIONAL DE
PARQUES (DNP) Y
SUBSECRETARIA
DE
ESTADO DE RECURSOS
NATURALES (SURENA)
RECURSOS COSTEROS MARINOS
DOS DEPTOS DE SURENA
(VER ARTS 20 Y 22)
Se transfiere y dependen de la Secretaría de Estado de
Medio Ambiente y Recursos Naturales bajo su nueva
estructura además el Departamento de Medio Ambiente de
la Oficina de Nacional de Planificación (ver art. 22 de
la Ley No. 64-00).
Se adscriben y dependerán de la Secretaría de Estado de
Medio Ambiente y Recursos Naturales, pero manteniendo su
autonomía funcional, jurisdiccional y financiera el
Jardín Botánico Nacional Dr. Rafael M. Moscoso, el
Parque Zoológico Nacional Arq. Manuel Valverde Podestá,
el Acuario Nacional, el Museo Nacional de Historia
Natural y el Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos
(INDRHI), y debiendo crear los Consejos Directivos de
estos como órganos de control administrativo
y
financiero, los cuales serán presididos por el
Secretario de Estado de Medio Ambiente y Recursos
Naturales (ver art. 23 y párrafo I de la Ley No. 64-00).
La Ley No. 64-00 en sus artículos 188 y 189 faculta a la
Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos
Naturales de ejercer, en lo relacionado con el medio
ambiente y los recursos naturales, las funciones que no
hayan sido expresamente atribuidas por la ley a otra
institución y ha ejercer en lo adelante las funciones
que en materia de protección del medio ambiente
y
recursos naturales venían desempeñando las instituciones
que le han sido transferidas.
La Secretaría de Estado de Medio Ambiente y Recursos
Naturales es la responsable de laborar en coordinación
con instituciones a los fines de modificar, actualizar y
modernizar la legislación sectorial existente (ver Art.
192, párrafo I y II).
BIBLIOGRAFÍA
Ø Ley General sobre Medio Ambiente y Recursos Naturales,
No.64-00 del 18 de agosto de 2000, publicada en la
Gaceta Oficial 10056 del 24/08/00.
Ø Jordano Fraga, Jesús “La Protección del Derecho a un
Medio Ambiente Adecuado” Barcelona, España Edit. J. M.
Bosch, 1995.
Ø Rezza Editores “Tratado del Medio Ambiente” Madrid,
España, Tomo 5, 1993.
Ø Mena G., Gustavo J. “La Protección Ambiental en la
Constitución Dominicana” Sto. Dgo. Rep. Dom. Edic
Capeldom, Estudios Jurídicos Nueva Epoca Vol.IX, eneroabril 2000.
Ø Mena “El Derecho a un Ambiente Sano como un Derecho
Humano” Sto. Dgo., Rep. Dom. Gaceta Judicial No. 60, del
1ero. al 15 de julio del 1999.
* Abogado, Consultor Jurídico de la Secretaría de Estado de
Medio Ambiente y Recursos naturales.
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