fallo-68-2016

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Sindicato de Empresa Número 2 La Serena Store Ltda.
Ripley Store Ltda.
Reajustes e intereses
Rol N° 68-2016.- (O-371-2015 del Juzgado de Letras del Trabajo de La Serena)
La Serena, doce de septiembre de dos mil dieciséis.
ऀVISTOS:
ऀQue la abogada doña Paola Zuñiga Serrano, por la parte demandada, en
procedimiento ordinario sobre reajustes e intereses, caratulados “Sindicato de
Empresa N°2 La Serena Store Ltda. con Ripley Store Ltda.”, RIT O-3712015, RUC 1540041554-1, del Juzgado de Letras del Trabajo de La Serena,
dedujo recurso de nulidad en contra de la sentencia de fecha 15 de marzo de
2016, por la que se declara que la demandada ha modificado unilateral e
ilegalmente la malla de turnos de los demandantes, debiendo reponer su
jornada a la malla vigente para cada uno de ellos antes del 8 de junio de 2015,
rechazando en lo demás la demanda y estableciendo que cada parte pagará sus
costas.
Funda su recurso en la causal del artículo 477 del Código del Trabajo,
señalando que la sentencia ha sido dictada con infracción de lo dispuesto en el
artículo 38 bis del Código del Trabajo, en relación a los artículos 10 N°5 del
Código del Trabajo y los artículos 7, 19 y 20 del Código Civil, y que dicha
infracción ha influido sustancialmente en lo dispositivo del fallo. Solicita
acoger el recurso y, en definitiva, invalidar el fallo impugnado, dictando
sentencia de reemplazo que rechace la demanda en todas sus partes, con
costas.
Se lleva a cabo la audiencia respectiva con los alegatos del recurrente y
recurrido.
CON LO RELACIONADO Y CONSIDERANDO:
PRIMERO: Que, tal como se ha dicho, el presente recurso de nulidad se
funda en la causal del artículo 477 del Código del Trabajo, esto es infracción
de ley que ha influido en lo dispositivo del fallo, citando como normas
infringidas la de los artículos 38 bis del Código del Trabajo, en relación al
artículo 10 N°5 del mismo cuerpo legal, y los artículos 7, 19 y 20 del Código
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Civil. Al respecto, la recurrente aduce que con fecha 22 de septiembre de 2015
el Sindicato N°2 La Serena Store, presentó demanda solicitando la restitución
de la jornada y mallas de turno contractualmente pactadas, pago de
cotizaciones previsionales, pago de jornada extraordinaria, intereses, reajustes
y costas. Indica que su representada al contestar la demanda, reconoce que se
ha modificado la malla de turnos, en virtud del carácter imperativo de la
norma contenida en la Ley N°20.823 que aumentó en siete los domingos
compensatorios, afirmando que la modificación de turnos es facultad
exclusiva del empleador, citando varios fallos de primera instancia al efecto.
Añade que la Ley N°20.823 publicada en el diario oficial el 7 de abril de
2015, establece un beneficio para los trabajadores exceptuados del descanso
semanal, señalados en el numeral 7° del artículo 38 del Código del Trabajo, es
decir, aquellos trabajadores que prestan sus servicios en establecimientos de
comercio y de servicios que atienden directamente al público. Indica que dicha
ley incorpora un nuevo artículo, estableciendo un descanso de siete días
domingo por cada año de vigencia del contrato de trabajo, disposición que
complementa el inciso 4 del artículo 38 del mismo cuerpo normativo, que
establece como beneficios para dichos trabajadores, el de dos domingos al
mes. De esta forma, señala, dichos trabajadores finalmente gozan de un total
de 31 días domingos de descanso, lo que ha generado para la demandada un
deber de adaptar su sistema de turnos, a fin de que la distribución de los días
de trabajo se ajusten a la nueva ley y así incorporar más domingos de descanso
compensatorio. AL respecto, refiere que el artículo 10 N°5 del Código del
Trabajo preceptúa que el contrato de trabajo debe estipular la duración y
distribución de la jornada, “salvo que en la empresa existiere un sistema de
trabajos por turnos”, de ello la recurrente infiere que la duración y distribución
de la jornada de trabajo no siempre requiere acuerdo de las partes, puesto que
si en la empresa existe sistema de trabajo por turno, la modificación
corresponde a una facultad exclusiva del empleador, no siendo requerida la
estipulación de las partes de la relación laboral sobre la materia, agregando
que en ese sentido se habría pronunciado la Dirección del trabajo, mediante
dictamen ordinario 2205/37 de 6 de mayo de 2015. En dicho dictamen, aduce,
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se reconoce la atribución del empleador en la organización de la empresa de
distribuir unilateralmente la jornada de trabajo en términos que se permita
cumplir con el artículo 38 bis del Código del ramo. Por otra parte, alega,
teniendo presente la redacción de la normativa laboral, señala que el artículo
19 del Código Civil dispone que cuando el sentido de la ley es claro no se
desatenderá su tenor literal a pretexto de consultar su espíritu, mientras que el
artículo 20 dispone que las palabras deben entenderse en su sentido natural y
obvio, según el uso general de las mismas, pero cuando el legislador las haya
definido expresamente para ciertas materias se les dará su significado legal.
Así las cosas, expresa, aplicando dichas normas de interpretación, el artículo
10 N°5 del Código del Trabajo debe ser interpretado según su tenor literal, que
ha establecido una excepción expresa respecto de la distribución de la jornada
ordinaria cuando en la empresa existe el sistema de trabajo por turnos, no
siendo una cláusula esencial del contrato de trabajo, sino una materia propia
del Reglamento Interno de Orden, Higiene y Seguridad, cuya determinación es
una facultad exclusiva del empleador.
Añade que igualmente, del tenor literal de la norma del artículo 38 bis
del Código del Trabajo, es posible señalar que se ha requerido únicamente el
acuerdo de las partes con el o los sindicatos existentes, para reemplazar hasta
tres de dichos domingos por días sábados, siempre que se distribuyan junto a
un domingo también de descanso semanal, no estableciéndose un límite a la
facultad exclusiva del empleador de modificar un sistema de turnos cuando
esté contenida en el Reglamento Interno, según la excepción ya señalada del
artículo 10 N° 5 del Código del Trabajo. Además, manifiesta que según el
artículo 7 del Código Civil, la publicación de la ley se hará mediante su
inserción en el Diario Oficial y desde esa fecha se entenderá conocida por
todos y será obligatoria, por lo que la norma del artículo 38 bis del Código del
Trabajo es una norma imperativa desde el momento de su publicación, de
manera que resulta evidente que el cumplimiento de ley no es facultativo para
el demandado, sino un mandato legal y que por disposición de la misma
norma este derecho al descanso dominical que debe otorgarse a los
trabajadores en una anualidad (desde que se ha dictado la ley para trabajadores
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con contrato vigente) no puede ser compensado en dinero, ni acumulado de un
año a otro.
Conforme a los fundamentos anteriores, indica que, la sentencia se
habría dictado con infracción de las normas ya referidas, pues la exigencia de
la sentenciadora en orden a tener el acuerdo de los trabajadores para modificar
la malla de turnos, plantea a su entender un absurdo, ya que la vigencia de la
Ley N°20.823 quedaría supeditada a que las partes alcancen un acuerdo en la
mencionada materia. Agrega que al resolver la sentenciadora que se restituyan
los sistemas de turnos vigentes con anterioridad al 8 de junio de 2015, que no
cumple con los 7 días de descanso al año, no se estaría cumpliendo con la
normativa laboral actualmente vigente. Expone que el vicio ha influido
sustancialmente en lo dispositivo del fallo y concluye solicitando se acoja el
recurso y se invalide la sentencia, dictando sentencia de reemplazo que
rechace la demanda en todas sus partes, con costas.
SEGUNDO: Que la causal de nulidad contemplada en el artículo 477 del
Código del Trabajo e invocada en este caso -infracción de ley- teniendo
presente que estamos frente a un recurso de derecho estricto, que solo tiene
por objeto revisar que el derecho haya sido correctamente aplicado al caso
concreto, vale decir, examinar que la norma sea interpretada de manera
acertada a las circunstancias fácticas que se han tenido por acreditadas por el
juez del grado; por tanto, inconcuso resulta concluir que es inherente a ese
motivo de invalidación que aquel que intenta la aludida causal acepta los
hechos asentados en la sentencia impugnada, por cuanto los cuestionamientos
del recurrente pueden estar referidos solamente a la comprensión e
interpretación jurídica del asunto. En otros términos la causal se constituye en
el error de derecho en que incurre la sentencia impugnada en la cuestión
sustancial jurídica, o sea, en una errada aplicación de la ley, una debida
interpretación de la misma o una falsa aplicación del precepto legal a la
cuestión discutida (Juica, Milton, 2009:
Los Recursos Procesales en el
Nuevo Proceso Penal , Edit. Colegio de Abogados A.G.) [sic] (Esta misma
Corte rol 183-2015).
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TERCERO: Que de la lectura del fallo impugnado se desprende que el
Tribunal a quo en el considerando sexto de la sentencia indica que, de acuerdo
a lo expuesto por las partes, el asunto debatido es “si el empleador puede
alterar de manera unilateral la jornada de trabajo de aquellos trabajadores
que se encuentran sujetos a un sistema de turnos a fin de dar cumplimiento a
lo dispuesto en la Ley Nº 20.823 que, como se sabe, modificó el descanso de
los trabajadores del comercio y que atienden directamente al público
sumando a los domingos al mes de descanso obligatorio, siete domingos más
al año, mediante el nuevo artículo 38 bis”. “Y esta jueza estima que ello no es
posible” luego expone sus razones para afirmarlo así: Indica que la jornada de
trabajo es un elemento esencial de la relación laboral y que sólo puede ser
modificada de común acuerdo por las partes, respetando las convenciones a
que ellas han llegado; que el artículo 10 del código del ramo, que indica las
estipulaciones mínimas que debe contener el contrato de trabajo en su numeral
5 señala, entre ellas, la duración y la distribución de la jornada de trabajo,
luego la norma regula una excepción para el caso de la jornada organizada
mediante el sistema de turnos, que como en el caso de autos, debe estarse a lo
que disponga el reglamento interno, pero sindica la sentenciadora, que esta
excepción se refiere sólo a la forma, a permitir al empleador que la jornada no
se plasme en el contrato y se contenga en un documento distinto, pero lo
anterior no importa, que dicho documento -el reglamento interno- pueda ser
modificado a voluntad por el empleador y que como consecuencia pueda
modificar la jornada de trabajo a su arbitrio. Señala que del análisis de las
normas del Título II del Libro I ni siquiera es posible concluir que el
empleador tenga una amplia libertad para fijar el contenido del Reglamento
sino que por el contrario ella está delimitada. Agrega en su motivo séptimo
que lo dicho en el motivo sexto tiene su fundamento en lo previsto en los
artículos 7 y 10 del Código del Trabajo y también en el artículo 12 del mismo
cuerpo legal, al regular el derecho del empleador a alterar diversos aspectos de
las labores de los trabajadores, el ius variandi, que no es absoluto sino
restringido incluso con un procedimiento de reclamo [sic]. Cita el contenido
del mencionado artículo 12 y destaca que éste se refiere de manera expresa a
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la “jornada de trabajo convenida”. Indica también que en el artículo 24 del
mismo código encontramos otro ejemplo de que la jornada es una convención
entre las partes y por tanto cuando la ley quiere darle la facultad al empleador
de modificar dicha jornada, lo dice expresamente como la norma que cita. Lo
anterior no ocurre en el caso del artículo 38 bis, objeto de debate en su
aplicación en estos autos. Agrega que si bien la organización, dirección y
administración son facultades del empleador, no pueden importar, en caso
alguno, alterar los acuerdos alcanzados con el trabajador. Tampoco es
suficiente la simple notificación de la nueva malla [sic].
ऀEn su motivo noveno la jueza a quo, se refiere a que en relación con los
trabajadores representados por el Sindicato demandante, con la prueba
testimonial se acredita que durante años han tenido un determinado sistema de
turnos cuya modificación en la forma que pretende la demandada sin duda les
importa un menoscabo por el solo hecho del cambio, ya que perderían la
posibilidad de los descansos de tres días seguidos en un mes, que con la
implementación de la nueva malla lo pierden. Para enfatizar nuevamente que
la jornada de trabajo es un acuerdo al que llegaron las partes, señala que en
caso alguno la jornada contenida en la malla anterior al 8 de junio constituye
una ‘cláusula tácita’ o una simple aquiescencia del empleador. Indica que al
ingresar a la empresa demandada y mantenerse en ella los trabajadores sin
duda debieron considerar y a lo menos aceptar su jornada laboral [sic].
CUARTO: Que la Ley 20.823 introdujo al Código del Trabajo el artículo
38bis, el que dispone que “Sin perjuicio de lo señalado en el inciso cuarto del
artículo anterior, los trabajadores a que se refiere el número 7 del inciso
primero del mismo artículo gozarán, adicionalmente a ello, de siete días
domingo de descanso semanal durante cada año de vigencia del contrato de
trabajo. Solo mediante acuerdo escrito entre el empleador y los trabajadores,
o con el o los sindicatos existentes, hasta tres de dichos domingos podrán ser
reemplazados por días sábado, siempre que se distribuyan junto a un
domingo también de descanso semanal. Este derecho al descanso dominical
no podrá ser compensado en dinero, ni acumulado de un año a otro”. Por su
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parte, el artículo 10 Nº 5 del mismo cuerpo normativo, establece que la
duración y distribución de la jornada laboral es una clausula esencial del
contrato de trabajo, salvo que en la empresa existiera un sistema de trabajo por
turno, caso en el cual se deberá estar a lo previsto en el reglamento interno.
QUINTO: Que en cuanto a la infracción de ley en que habría incurrido el
tribunal a quo y luego del estudio de los motivos invocados en la sentencia
recurrida; de una lectura integral de la misma y de las normas legales
pertinentes, para estos sentenciadores, no es posible visualizar la infracción de
ley reclamada. Es así que, además de las razones expuestas en el motivo
tercero de este fallo, donde ha quedado de manifiesto que la sentenciadora del
grado es reiterativa en cuanto a señalar que la jornada de trabajo es parte de
aquellos elementos esenciales del contrato de trabajo y debe ser un acuerdo
entre trabajador y empleador; de la lectura de los considerandos décimo y
undécimo de la sentencia es meridiano que la jueza del grado no está
ordenando a la demandada no cumplir con su obligación legal emanada del
artículo 38 bis del Código del Trabajo, como ha sido reiterativa la recurrente
en afirmar, sino que le recuerda que en el ejercicio de sus facultades, debe ser
necesario el consentimiento de los trabajadores para modificar la malla que ya
los regía, en especial si se considera que gozaban de una malla más
beneficiosa como se ha dado cuenta en autos. Indica además el Tribunal a quo,
que las fórmulas para ajustar la malla de la jornada laboral y dar cumplimiento
al artículo 38 bis ya citado, pueden ser múltiples, pero debe ser hecha con
acuerdo de las partes. No se puede entender de otra manera la aplicación del
principio pro operario y la regla de la condición más favorable contenida en
dicho principio, la que “importa el respeto a aquella condición más
beneficiosa anteriormente acordada al trabajador y que se encuentra
permanentemente incorporada a su patrimonio, suponiendo de este modo la
existencia de una situación concreta anteriormente reconocida y que debe ser
respetada en la medida que resulte más favorable a la nueva norma que se ha
de aplicar” (Plá Rodríguez, Américo, 1998, Los Principios del Derecho del
Trabajo y en el mismo sentido Gamonal, Sergio, 1998, Introducción al
Derecho del Trabajo).
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SEXTO: Que además de lo ya expuesto ha quedado demostrado en el proceso
ante el tribunal de la instancia que la malla que regía a los trabajadores antes
del 8 de junio de 2015, era más beneficiosa, por cuanto establecía un descanso
de tres días corridos en un mes, situación que se perdió con la aplicación de la
nueva malla introducida por el empleador en cumplimiento del artículo 38 bis,
pero sin acuerdo de los trabajadores afectados, modificando de esta manera
unilateralmente el contrato de trabajo. El recurrente no ha desvirtuado lo
anterior y sus argumentos de manera reiterativa van en el sentido de que debe
cumplir la norma legal, porque para él es un imperativo jurídico. Cuestión que
no se ha puesto en duda, por lo demás. Que, si bien el recurrente cita seis
sentencias en las que se ha sostenido la tesis contraria a la magistrado
recurrida, no es menos cierto que todas ellas son de tribunales de primera
instancia y que en tres de los seis fallos citados, se señala expresamente que al
aplicar la norma no se debe perder de vista el objetivo del legislador, cual es
avanzar hacia una mayor compatibilización de la vida familiar –laboral para
este tipo de trabajadores y que no puede haber una disminución de sus
derechos. (sentencias citadas por el recurrente a fojas 14, 14 vuelta y fojas 16
vuelta de su recurso).
SÉPTIMO: Que es menester además tener presente la intención de los
legisladores al introducir esta reforma al Código del Trabajo, cómo ya lo ha
hecho antes esta Corte en causa rol 183-2015, al revisar la historia de la Ley
20.823, que contiene el citado artículo 38 bis, los legisladores al concurrir a su
aprobación han señalado: “Y es así que en este caso particular buscamos
conseguir una armonía en la dimensión laboral y familiar de nuestros
trabajadores” (senador Moreira); o bien , “voy a votar a favor, porque dentro
de los siete días que se agrega, al menos tres –confío que habrá un acuerdo
en ese sentido- serán un sábado y un domingo para que , como corresponde a
cualquier ser humano los trabajadores pasen un fin de semana disfrutando de
su tiempo y de su familia” (senadora I. Allende) dejando en claro entonces
cual ha sido el fin que se tuvo al introducir esta norma al Código del Trabajo.
Que sumado a lo anterior, el último dictamen del Director del Trabajo
sobre la materia de fecha 7 de agosto de 2015, instrumento que sin ser
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vinculante para la Judicatura, sí permite ilustrar cómo ha sido interpretada una
norma jurídica por los diferentes actores involucrados, y en este sentido ha
señalado que “la Ley 20.823 no contiene disposiciones que modifiquen las
reglas generales sobre el contenido esencial del contrato de trabajo, o
respecto de los acuerdos alcanzados por las partes sobre la distribución de la
jornada” para luego concluir que “no resulta jurídicamente procedente que el
empleador modifique el sistema de turnos que se venía utilizando con
anterioridad a la entrada en vigencia de la Ley Nº 20.823, sin que
previamente cuente con el acuerdo de los trabajadores, en orden a que éstos
accedan a modificar dicha cláusula esencial del contrato de trabajo”.
OCTAVO: Que atendido lo expuesto en lo motivos anteriores solo cabe
desestimar la causal de nulidad invocada por el recurrente, esta es, la
contemplada en el artículo 477 del Código del Trabajo, en cuanto la sentencia
habría sido dictada contrariando la norma legal y que esto ha influido en lo
dispositivo del fallo, cuestión que no se aprecia en el caso que nos ocupa, por
cuanto la sentenciadora del grado ha hecho una correcta interpretación de la
norma legal involucrada, a la luz de los antecedentes que ha tenido a la vista y
de los cuales ha dado cuenta en su fallo.
ऀPor estas consideraciones y visto además, lo dispuesto en los artículos 10 Nº
5, 38 bis; 474, 477, 478 y 482 del Código del Trabajo, SE RECHAZA, sin
costas, el recurso de nulidad interpuesto por la abogada doña Paola Zúñiga
Serrano en representación de la recurrente Ripley Store Limitada, en contra de
la sentencia definitiva de fecha quince de marzo de dos mil dieciséis,
pronunciada por la Juez Titular del Juzgado de Letras del trabajo de La Serena
doña Ximena Carolina López Avaría.
Redacción de la abogado integrante Elvira Badilla Poblete
Rol Nº 68-2016.-
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Pronunciado por la Tercera Sala Extraordinaria de esta Corte de Apelaciones integrada por
el Ministro Titular señor Vicente Hormazábal Abarzúa, el Fiscal Judicial (S) señor Jorge
Colvin Trucco y la abogado integrante señora Elvira Badilla Poblete.
ऀऀऀऀऀऀ
Soledad Sepúlveda Fonck
ऀऀऀऀऀऀऀऀऀऀSecretaria (S)
En La Serena, a doce de septiembre de dos mil dieciséis, notifiqué por el estado diario la
resolución que antecede.
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Pronunciado por la Sala Extraordinaria Sala de la C.A. de La Serena integrada por Ministro Presidente
Vicente Jesus Hormazabal A., Fiscal Judicial Jorge Alberto Colvin T. y Abogada Integrante Elvira Isabel
Badilla P. La serena, doce de septiembre de dos mil dieciséis.
En La serena, a doce de septiembre de dos mil dieciséis, notifiqué en Secretaría por el Estado Diario la
resolución precedente.
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