Hacia un Senado Europeo de las Regiones

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UNIÓN EUROPEA
Comité de las Regiones
AÑOS
Hacia un Senado Europeo
de las Regiones
Ramón Luis Valcárcel Siso
50
Informe sobre
el futuro del Comité
de las Regiones
Recomendaciones
Índice
1/ REFORZAR EL PAPEL POLÍTICO DEL CDR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 5
2/INFLUIR EN EL PROCESO LEGISLATIVO DE LA UE DESDE LA PRIMERA ETAPA . . . . . . . . 8
3/ REFORZAR LAS RELACIONES INTERINSTITUCIONALES. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 10
4/NUEVAS TAREAS Y AUMENTO DE LOS RECURSOS DEL CDR . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 12
5/EL CDR COMO UNA INSTITUCIÓN DEL SIGLO XXI CONECTADA EN RED . . . . . . . . . . . . . . . 14
6/ HACIA UNA UNIÓN EUROPEA BASADA EN LA GOBERNANZA
MULTINIVEL Y LA SUBSIDIARIEDAD .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 16
7/ AMPLIAR LA ACCIÓN EXTERIOR DEL CDR. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 18
8/ ACTUAR A ESCALA LOCAL Y COMUNICACIÓN DESCENTRALIZADA. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 20
9/ PERTENENCIA AL CDR .. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 22
10/ HACIA UN SENADO EUROPEO DE LAS REGIONES . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 24
AGRADECIMIENTOS.. . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 27
PREFACIO
Hace veinte años que el Comité de las Regiones (CDR) celebró
su sesión plenaria inaugural. Gracias a las aspiraciones
continuadas de los dirigentes políticos regionales y locales,
la visión de las asociaciones territoriales europeas, el
amplio apoyo del Parlamento Europeo, la propuesta firme
del presidente de la Comisión Europea Jacques Delors y
el liderazgo político de jefes de Estado o de Gobierno con
dedicación, la instauración del CDR se consagró formalmente
en el Tratado de Maastricht. Des de el comienzo se depositaron
grandes esperanzas en este nuevo organismo consultivo, que
agrupa a representantes políticos regionales y locales de toda
Europa.
Los retos a los que debía hacer frente el nuevo actor institucional eran considerables. El CDR tenía que establecer
los procedimientos de trabajo necesarios para elaborar dictámenes en el marco del proceso legislativo de la UE,
teniendo en cuenta la naturaleza política de una asamblea compuesta por representantes regionales y locales.
Desde su creación, el CDR ha reflejado claramente la gran diversidad que caracteriza a la Unión Europea.
El CDR también tenía que encontrar su lugar entre las instituciones de la UE y en la más amplia «comunidad de
Bruselas», y llevar a cabo las tareas que le asignaban los Tratados. Además de los ámbitos de acción en los que
las instituciones de la UE tenían la obligación de consultarlo, el CDR tenía que determinar en qué otras políticas
europeas –y en particular en qué fases del proceso decisorio– podía ofrecer el máximo valor añadido. Dicho de
otra manera, el CDR tenía que asegurarse de que aprovechaba al máximo las prerrogativas y los instrumentos
facilitados por los Tratados para llevar a cabo su papel como asamblea política y órgano consultivo, reflejando
la democracia local y regional en la UE.
Al instar a las instituciones de la UE a colaborar activamente con las regiones y ciudades, el CDR ayuda a generar
confianza y a compensar la «falta de resultados tangibles» de las políticas de la UE en el terreno. Las tareas y
prerrogativas del CDR han aumentado desde la entrada en vigor del Tratado de Maastricht y se le ha confiado
la función de guardián del principio de subsidiariedad, labor que lleva a cabo junto con los Parlamentos
nacionales. El Tratado de Lisboa también amplió las áreas políticas para las que es obligatorio consultar al CDR,
especialmente para expedientes de importancia territorial.
Durante estos veinte años de existencia, el Comité ha reforzado sus vínculos con las instituciones y organizaciones
de la UE que operan dentro y fuera de las fronteras de Europa. El CDR ha creado redes y plataformas para reunir
3
los conocimientos especializados de los entes locales y regionales sobre los expedientes políticos fundamentales,
como la Estrategia Europa 2020, y para colaborar más de cerca con los países vecinos de la UE. En la actualidad,
la Asamblea Regional y Local Euromediterránea (ARLEM) y la Conferencia de Entes Regionales y Locales de la
Asociación Oriental (Corleap) constituyen foros de gran utilidad que fomentan el diálogo y la acción política
entre, por una parte, los miembros del CDR y, por otra, los representantes regionales y locales de los países
vecinos.
Durante los últimos años, la UE se ha centrado firmemente en fomentar el crecimiento sostenible y la creación
de empleo en todos los niveles de gobernanza. No cabe duda de que el proceso de consecución de la unión
económica y monetaria (UEM) ha puesto a prueba la resistencia de las autoridades públicas a todos los niveles,
aunque sigue siendo esencial finalizarla gradualmente en colaboración con las regiones y ciudades.
En el siglo XXI, todos los niveles de gobernanza de la UE son «interdependientes» y están «interconectados». El
refuerzo de la cohesión entre Estados miembros debe convertirse en una prioridad fundamental, así como la
reversión de la creciente diferencia entre las regiones más ricas de la UE y las más pobres. Los dirigentes políticos
de todos los niveles únicamente tendrán la oportunidad de restaurar y consolidar el «estilo de vida europeo»
para el futuro si colaboran y construyen una Unión Europea que se base en una gobernanza multinivel. Para que
Europa tenga éxito, cada nivel de gobernanza debe asegurarse de que cumple sus funciones y actúa respetando
debidamente la coherencia y coordinación de las políticas, al mismo tiempo que persigue los objetivos de la UE.
En este contexto, las principales partes interesadas han participado en un proceso consultivo inclusivo y amplio
realizado con motivo del vigésimo aniversario del CDR. Su objetivo era elaborar un informe sobre la dirección
que debería tomar el CDR en el futuro, en función de los logros conseguidos hasta el momento. Quisiera dar
las gracias a todos aquellos que han contribuido a este debate de gran interés sobre el futuro del Comité. El
presente informe contiene un resumen de las principales propuestas y recomendaciones para la dirección que
debe tomar el CDR en el futuro. Algunas de ellas pueden ejecutarse a corto plazo, mientras que otras requerirán
debates adicionales en una Convención Europea que podría celebrarse más adelante, como es el caso de la
propuesta de crear un «Senado Europeo de las Regiones» en un futuro más lejano.
Espero que el informe estimule el debate político y que nos ayude a reflexionar sobre la función política e
institucional que desempeñará la Asamblea de Representantes Locales y Regionales de la UE el día de mañana.
Ramón Luis Valcárcel Siso
Presidente del Comité de las Regiones
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Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
1/ REFORZAR EL PAPEL
POLÍTICO DEL CDR
Hay al menos una respuesta rápida a las críticas de que la Unión Europea está demasiado alejada de
los europeos, y es que las instituciones de la UE intensificarán su colaboración estructural con los
representantes regionales y locales a lo largo de todo el proceso de elaboración de las políticas. Más del
70 % de la legislación de la UE y la mayor parte de sus programas de inversión se ejecutan a nivel regional
y local. Según muestran las encuestas del Eurobarómetro, los europeos consideran que las políticas de la
UE deben tener más en cuenta las características específicas de «su» región y que los políticos regionales
y locales se encuentran en una posición adecuada para defender sus intereses a escala de la UE en un
lenguaje comprensible. Aumentar la participación de las regiones y ciudades en el proceso decisorio de
la UE es la forma de establecer una nueva alianza de más de 92 500 políticos «europeos» que trabajan a
diario a nivel regional o local cerca de los ciudadanos de la UE.
Durante las últimas décadas, tanto en la UE como en todo el mundo se ha observado una tendencia clara
a la descentralización. En la actualidad, los niveles regional y local de muchos Estados miembros cuentan
con competencias clave que abarcan desde la cultura, la educación, el turismo y la integración de los recién
llegados hasta políticas «duras» como la industria, la iniciativa empresarial, la exportación, la innovación
y la investigación y el desarrollo. De forma global, los entes regionales y locales representan más de dos
tercios del total de la inversión pública de Europa. Las regiones y ciudades tienen una función clave que
5
desempeñar a la hora de transformar la UE en una sociedad sostenible, inteligente e integradora. Además,
los entes regionales y locales son importantes proveedores de servicios de interés general.
Paralelamente a esta tendencia de descentralización, el papel de las instituciones de la UE ha incrementado
gracias a los cambios consecutivos en los Tratados, al método abierto de coordinación y, más recientemente,
al nuevo proceso de coordinación del Semestre Europeo. No debe subestimarse el impacto que ha tenido la
crisis de la deuda soberana para las regiones y ciudades de Europa, combinado con las nuevas normas de
coordinación económica y presupuestaria. Para que Europa salga de la crisis, los entes locales y regionales
deben disponer de las capacidades necesarias para ayudar a elaborar las políticas de la UE, así como
para garantizar la consecución de los objetivos y las metas de la Unión. El 27 de marzo de 2007 en Berlín,
los jefes de Estado y de Gobierno y los líderes de las instituciones de la UE reconocieron lo siguiente en el
quincuagésimo aniversario de los Tratados de Roma: «Hay muchas metas que no podemos alcanzar solos,
pero sí juntos. Las tareas se reparten entre la Unión Europea, los Estados miembros, sus regiones y sus
municipios». Por este motivo, debe reforzarse el papel del CDR en todo el ciclo estratégico de la UE.
Recomendaciones
6
1
Reafirmar el Comité de las Regiones (CDR) como la asamblea política de los representantes
locales y regionales de la Unión Europea. El CDR es un organismo institucional autónomo con
presupuesto y recursos humanos propios cuya sede se encuentra en Bruselas.
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El CDR debe seguir evolucionando como asamblea política, por lo que necesita acentuar el
papel político de sus miembros y aumentar el apoyo para sus actividades políticas. Resulta
fundamental incrementar la función de los grupos políticos en el CDR, sus redes políticas y la
interconectividad de las actividades de los miembros en Europa y en su región.
3
Sacar el máximo rendimiento, de forma gradual pero plena, al Acuerdo de Cooperación
entre el Parlamento Europeo y el Comité de las Regiones, pidiendo una mayor cooperación
política entre los presidentes de comisión de ambas instituciones, los ponentes y las agrupaciones
políticas de ambas instituciones.
Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
4
La Comisión Europea debe ser más responsable ante el CDR en lo relativo a todas las
propuestas legislativas de la UE para las que sea obligatorio consultarle. Los miembros del CDR
también deben poder opinar al menos sobre el nombramiento del comisario europeo encargado
de la política regional y urbana. Una vez haya tomado posesión del cargo, el presidente de la
Comisión debe presentar el programa de trabajo del colegio de comisarios ante el pleno del CDR.
Asimismo, cada comisario debe hacerlo ante la comisión competente del CDR, presentando las
líneas generales del calendario de trabajo fijado para su cartera.
5
Debe garantizarse la participación del CDR en el proceso del Semestre Europeo y deben
emplearse las contribuciones de los entes locales y regionales para asegurar el éxito de las
recomendaciones específicas por país, así como una ejecución efectiva de los programas
nacionales de reforma.
6
Colaborar en mayor medida con los parlamentos nacionales y regionales mediante la organización
de «reuniones interparlamentarias» sobre cuestiones temáticas de la UE de interés común, al
mismo tiempo que se contribuye activamente a las actividades conjuntas de los parlamentos
nacionales y del Parlamento Europeo, incluidas las actividades parlamentarias relacionadas con el
proceso del Semestre Europeo.
7
Como parte del pleno del CDR, organizar sistemáticamente un debate político sobre las
cuestiones prioritarias con dimensión territorial que requieren la intervención de la UE. Las
peticiones e Iniciativas Ciudadanas de la UE de carácter territorial podrían avivar aún más el
debate en este contexto.
8
De forma similar a la Iniciativa Ciudadana de la UE, en su momento podría establecerse en los
Tratados de la UE una «iniciativa de ciudades o regiones de la UE». Podrían aplicarse umbrales
con valores similares a los de las Iniciativas Ciudadanas para este nuevo instrumento participativo,
acercando así los entes locales y regionales a la UE y viceversa.
7
2/ INFLUIR EN EL PROCESO
LEGISLATIVO DE LA UE
DESDE LA PRIMERA ETAPA
La UE debe contar con la estructura institucional necesaria para garantizar la máxima cooperación entre
todas las autoridades y los actores políticos competentes que pueden contribuir a ofrecer soluciones a los
retos a los que se enfrentan los europeos. El proceso decisorio de la UE debe asegurar la existencia de los
procedimientos apropiados para que el CDR participe a lo largo de todo el ciclo político.
Recomendaciones
9
8
En lo relativo al PE, los Tratados de la UE deben conceder al CDR la prerrogativa de instar
a la Comisión Europea a adoptar medidas (legislativas) de la UE en la fase prelegislativa.
Adelantándose a la modificación de los Tratados, el CDR puede aprovechar mejor sus dictámenes
de iniciativa al ofrecer a la Comisión Europea una orientación estratégica sobre las áreas en las que
se requiere la intervención de la UE y aquellas en las que no.
Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
10
En la fase legislativa, el CDR debe aspirar a participar como observador con derecho a opinar en
las reuniones de los diálogos tripartitos sobre cuestiones prioritarias. También debe ofrecerse al
CDR la posibilidad de participar en las reuniones preparatorias de los diálogos tripartitos a los que
se le haya invitado a asistir como observador.
11
La fuerza del CDR se basa en la fase política de la toma de decisiones. Por consiguiente,
debe ofrecerse más orientación a la administración del CDR a nivel político con el objetivo de
garantizar un seguimiento mejorado de los dictámenes recién aprobados. Con este fin, la
Conferencia de Presidentes del CDR, ampliada para incluir a los presidentes de comisión, podría
supervisar el seguimiento de todos los dictámenes y resoluciones prioritarios del CDR y otorgar
a la Secretaría del CDR un mandato para negociar en su nombre a fin de garantizar que tanto
la Comisión Europea como el legislador de la UE tengan en cuenta las opiniones del CDR. La
Conferencia de Presidentes también debe evaluar regularmente si los dictámenes del CDR piden
sistemáticamente la reducción de las cargas administrativas de los entes locales y regionales y, en
general, si ofrecen valor añadido y tienen una incidencia.
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El CDR debe centrarse en las cuestiones más importantes para los entes locales y regionales. La clave
del éxito reside en contar con prioridades claras y en elaborar un número limitado de dictámenes
de gran calidad. Con el fin de garantizar una mejora de la planificación y el seguimiento, puede
estudiarse la posibilidad de crear un nuevo formato de dictamen del CDR (breve, específico,
distintivo, crítico y centrado en la legislación). A pesar de los avances, aún cabe mejorar el
calendario, la inteligibilidad y el orden de los dictámenes del CDR. Los dictámenes deben resultar
atractivos para el público general. Para que realmente tenga una incidencia para el legislador de
la UE, el nuevo formato de dictamen del CDR debe permitir la presentación de enmiendas a los
textos legislativos de una forma fácilmente compatible con el sistema del Parlamento Europeo.
Los dictámenes y las resoluciones deben darse a conocer fuera de «Bruselas».
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Puede concebirse un nuevo tipo de dictamen del CDR que haga hincapié en la posición del
CDR sobre la reflexión estratégica y la conceptualización temprana de las estrategias de la UE a
largo plazo. Para tal fin, el CDR debe solicitar la participación en el Sistema europeo para el análisis
estratégico y político (ESPAS).
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A través de sus miembros, redes y contactos a nivel de los entes locales y regionales, el CDR
debe llegar a entender mejor la incidencia ex post, desde el punto de vista financiero y de la
reglamentación, de las normas de la UE para los entes locales y regionales. Para ello, el CDR
debe organizar audiencias sobre temas específicos de la legislación de la UE durante la fase de
aplicación, en las que participen la Comisión Europea y expertos de las administraciones locales
y regionales. Esto generaría un mayor interés en la consecución del mercado único. Las regiones
con competencias legislativas podrían ser socios de gran valor para analizar el impacto de la
legislación de la UE y para determinar si existen o no casos de sobrerregulación en la transposición
de las directivas de la UE.
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3/ REFORZAR LAS RELACIONES
INTERINSTITUCIONALES
UNIÓN EUROPEA
Comité de las Regiones
Para reforzar la labor política de sus miembros y encontrarse en una posición que le permita influir en el
proceso de toma de decisiones de la UE de forma más efectiva, el CDR tiene que trabajar conjuntamente con
todas las instituciones de la UE. Aún hay mucho que puede lograrse a través de acuerdos de cooperación
interinstitucional y de una mayor cooperación política, aun sin cambios en los Tratados.
Asimismo, una interpretación actualizada del «principio de equilibrio institucional» incluye al CDR en el
ámbito de aplicación de este principio. Por lo tanto, las instituciones de la UE deben cooperar de buena
fe con el CDR y realizar todos los esfuerzos posibles para tener en cuenta sus opiniones. Por consiguiente,
también deben intentar no tomar medidas que puedan ir en contra de cualquier posición política que haya
adoptado el CDR.
Además de las consultas de la Comisión Europea al CDR, está aumentado el número de consultas del
Parlamento Europeo, aunque por desgracia hay muchos diputados al PE que desconocen esta posibilidad.
En los últimos años, también se ha generalizado la práctica de que la presidencia del Consejo consulte al
CDR sobre diversos expedientes prioritarios. Debe aplicarse el mismo principio para todas las instituciones:
una consulta implica un compromiso para escuchar e intercambiar opiniones. En este sentido, resulta
fundamental mejorar el diálogo, es decir, justificar los motivos por los que se han tenido o no en cuenta
determinadas propuestas.
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Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
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La ejecución del Acuerdo de Cooperación entre el CDR y el PE debe dar lugar a una relación
de trabajo más cercana y recíproca con el Parlamento Europeo (reuniones conjuntas
de la Conferencia de Presidentes, cooperación entre los presidentes de las comisiones de
ambas instituciones, mayor cooperación entre ponentes, envío de los documentos del CDR
a las comisiones del PE, votación en el PE de las enmiendas legislativas prioritarias del CDR e
información de retorno obligatoria por parte del PE).
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En cuanto al PE, la relación de trabajo con el Consejo y con el Consejo Europeo debe
estructurarse mediante un acuerdo de cooperación (garantizar que el CDR pueda participar en
otras reuniones ministeriales que las de política regional, mejorar la transparencia y el acceso a los
documentos del Consejo, intensificar los contactos entre miembros del personal). Puede lograrse
una relación de trabajo estratégica más estrecha con la presidencia rotatoria de la UE gracias a
una participación más cercana de los líderes de las delegaciones nacionales del CDR. El CDR debe
ofrecer a las presidencias de la UE un punto de contacto administrativo único.
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Adelantándose a la modificación de los Tratados, el CDR debe fijarse como objetivo reforzar
su relación de trabajo con la Comisión Europea mediante la actualización de su Acuerdo
de Cooperación. Ambas instituciones deben acordar que los miembros del CDR tengan la
posibilidad de formular preguntas a la Comisión Europea. En las reuniones de la Mesa o en los
plenos podría presentarse un número fijo de preguntas escritas para la Comisión Europea, a las
que esta respondería en un plazo razonable. Las respuestas de la Comisión Europea se publicarían
en el sitio web del CDR. La Comisión podría dar más importancia al análisis de los aspectos
regionales y locales en las evaluaciones de impacto y animar al CDR a participar en las fases
preparatorias de elaboración de sus propuestas. El CDR podría participar como observador en las
redes, plataformas y grupos de expertos de la Comisión encargados de cuestiones territoriales.
Con vistas a su ejercicio de programación anual y plurianual, la Comisión Europea podría solicitar
la contribución del CDR.
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Las relaciones de trabajo con el Tribunal de Justicia, el Banco Europeo de Inversiones y el
Tribunal de Cuentas Europeo podrían estructurarse mediante un intercambio de cartas entre
presidentes. Podría organizarse una mesa redonda (bi)anual en la que participen la Conferencia
de Presidentes del CDR y los miembros principales de cada una de las instituciones anteriormente
mencionadas con el fin de debatir los aspectos y la incidencia territoriales del trabajo de estas
instituciones.
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4/ NUEVAS TAREAS Y AUMENTO
DE LOS RECURSOS DEL CDR
Habida cuenta del contexto de cambio continuo en el que trabaja la UE, las prioridades del CDR
evolucionan necesariamente. Tal y como ha demostrado la respuesta de la UE a la crisis de la deuda
soberana, hay mucho que puede lograrse dentro del ámbito de aplicación de los Tratados. En tanto que
asamblea política, el CDR puede adaptarse de forma flexible a los cambios de prioridades de la agenda de
la UE. Sin embargo, algunos de los nuevos ámbitos de acción política requerirán un cambio más profundo
y estructurado de la forma en la que se organiza el Comité de las Regiones.
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Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
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Cada año, el CDR debería examinar el «estado de las finanzas subnacionales de la Unión
Europea», lo que le permitiría debatir y ofrecer su opinión sobre la calidad del gasto público
de los entes locales y regionales. El CDR podría ayudar a determinar los tipos de inversión que
ofrecen resultados tangibles y sostenibles y los puntos en los que la financiación es un problema.
Esta recopilación anual también brindaría una oportunidad para debatir la incidencia para los
entes locales y regionales de las recomendaciones específicas del Consejo por país en el contexto
del Semestre Europeo, así como para cooperar con organizaciones con un conocimiento
especializado reconocido en este ámbito, como la OCDE y el BEI. Asimismo, el CDR debería seguir
elaborando su evaluación anual del presupuesto de la UE y de su ejecución, preferiblemente
en cooperación, respectivamente en cada caso, con la Comisión de Presupuestos y la Comisión
de Control Presupuestario del PE, además de establecer una cooperación más estructural con el
Tribunal de Cuentas Europeo para estas cuestiones.
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El CDR debe celebrar periódicamente debates políticos sobre posibles procesos de
descentralización en Europa. Para tal fin, el CDR debe seguir invirtiendo en optimizar sus
relaciones con el Consejo de Europa y con todas las asociaciones territoriales europeas activas
en este ámbito, con el objetivo de evitar la duplicación de esfuerzos. Si bien puede invitarse al
Congreso de Poderes Locales y Regionales del Consejo de Europa a presentar informes (bi)anuales
pertinentes sobre el respeto de la democracia local y regional, el propio CDR podría intensificar sus
actividades de seguimiento de la verdadera división de poderes en la ejecución de las políticas de
la UE sobre el terreno. Asimismo, podría invitarse a nivel político a aquellos Estados miembros que
estudien la posibilidad de realizar una reforma institucional o del sector público importante que
tenga repercusiones en los entes locales y regionales o en la gobernanza de la política regional y
urbana en el Estado en cuestión a que presenten sus propuestas de reforma en el pleno del CDR.
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De conformidad con el Acuerdo de Cooperación entre el PE y el CDR y con su estrategia
de evaluación del impacto territorial, el CDR debe insistir en que la Comisión Europea realice
evaluaciones del impacto territorial para expedientes prioritarios, y controlarlas. Asimismo,
debe debatir las enmiendas del PE y del Consejo que afecten a los entes locales y regionales. Los
resultados deben publicarse y utilizarse en sus propios dictámenes y el trabajo del legislador de la
UE y de la Comisión Europea. Más adelante, y en colaboración con el Parlamento Europeo, el CDR
podría establecer un «observatorio conjunto de la aplicación de la legislación de la UE» .
22
El CDR debería analizar, junto con la Comisión Europea y la Autoridad Presupuestaria, las
posibilidades de incrementar su presupuesto administrativo actual y garantizar una financiación
apropiada para sus nuevas tareas operativas.
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5/ EL CDR COMO UNA
INSTITUCIÓN DEL SIGLO
XXI CONECTADA EN RED
Además de la orientación política que ofrecen sus miembros, el CDR debe estar directamente conectado
con la administración de las regiones y ciudades de la UE. Los conocimientos especializados de gran
utilidad que facilitan al CDR estas administraciones enriquecerán sus dictámenes y el trabajo político de
sus miembros. En cuanto al resto de las instituciones, el CDR podrá ofrecerles conocimientos territoriales
específicos de primera mano, valiosos para el debate, así como darles información sobre la verdadera
incidencia de las políticas de la UE y las expectativas de los entes locales y regionales en relación con la
Unión.
Puesto que se trata de una institución conectada en red, el CDR es como «una casa con varias habitaciones
diferentes» que ofrece a todas las partes interesadas que representan los intereses de los entes locales y
regionales de la UE una plataforma desde la que intervenir en sus debates sobre la acción política. El CDR
reúne a todos estos actores en torno a las cuestiones políticas que les unen o para las que podrían cooperar
más estrechamente. En este sentido, las asociaciones territoriales y las agrupaciones temáticas o redes de
regiones y ciudades son socios de gran valor para el CDR.
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Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
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El CDR debe fijarse como objetivo conseguir una relación más directa con los líderes y
los expertos de los entes locales y regionales dentro de sus propias circunscripciones.
Este proceso puede organizarse con ayuda de las delegaciones nacionales del CDR, iniciando
una cooperación con las asociaciones territoriales a nivel regional o nacional y renovando
la colaboración con las asociaciones territoriales a escala de la UE. El CDR debe desarrollar una
estrategia de difusión con este fin.
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Debe evaluarse la pertinencia de los intergrupos del CDR. Cuando los intergrupos ofrezcan
valor añadido, deben fomentarse y considerarse como una plataforma dinámica en la que
realmente puedan participar las asociaciones territoriales (temáticas) de la UE. Los intergrupos
del CDR deben convertirse en un motor del diálogo y la acción políticos, que nutra el trabajo de
consulta del Comité. El CDR debe intentar incrementar su cooperación con los intergrupos del PE
y podría promover el establecimiento de un intergrupo conjunto PE-CDR para asuntos urbanos
o regionales. Como norma, y además de unos objetivos políticos bien definidos, debe fijarse una
cláusula de extinción que determine la fecha en la que el intergrupo en cuestión cesará en sus
actividades.
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6/ HACIA UNA UNIÓN
EUROPEA BASADA EN LA
GOBERNANZA MULTINIVEL
Y LA SUBSIDIARIEDAD
Charter for
Multilevel Governance
in Europe
subsidiarity
NETWORK
La firme determinación del CDR ha garantizado que la «gobernanza multinivel» ya no sea un mero
concepto teórico fundado en los principios rectores de subsidiariedad y proporcionalidad. En la actualidad
se trata de un principio rector vinculante para los Estados miembros. Sin embargo, todos los principios
también tienen una naturaleza dinámica, por lo que su aplicación debe controlarse y evaluarse de forma
adecuada.
El CDR es el guardián de estos principios en la UE y fomenta su respeto tanto en la Unión como en los
Estados miembros. Para que pueda desempeñar esta importante función, el CDR debe disponer de los
medios y las prerrogativas institucionales necesarios.
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Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
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Una vez aprobada su «Carta sobre una gobernanza multinivel para Europa», el CDR debe ofrecer
a los entes locales y regionales signatarios la oportunidad de intercambiar buenas prácticas sobre
el cumplimiento de los principios de la Carta. El CDR debe seguir promoviendo y supervisando
de forma proactiva el desarrollo de acuerdos de gobernanza multinivel tanto en la UE como en
los Estados miembros. En este sentido, debe asignarse a los vicepresidentes del CDR la función de
«embajadores de la gobernanza multinivel» en sus Estados miembros.
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Las instituciones de la UE y el CDR deben colaborar para seguir reforzando el respeto de los
principios de asociación y de gobernanza multinivel en todas las políticas de la UE para las
que sea obligatorio consultar al CDR.
27
El CDR debe fijarse como objetivo incluir una evaluación significativa de la subsidiariedad
en todos sus dictámenes. Debe reforzar su «función de alerta temprana» para los entes
locales y regionales. En este sentido, el CDR debe seguir desarrollando la cooperación con los
Parlamentos nacionales y con el Parlamento Europeo para realizar pruebas de subsidiariedad. En
la próxima Convención, el CDR debe abogar por el derecho a emitir un dictamen motivado de
subsidiariedad y pedir que se le asignen dos votos.
28
En tanto que actor institucional, el CDR debe analizar con regularidad si se han defendido
sus prerrogativas en el proceso de toma de decisiones de la UE. Debe estar preparado por si
fuese preciso incoar acciones judiciales urgentes y garantizar que se dispone de los medios
organizativos y financieros necesarios. Podría emitirse un informe anual de seguimiento sobre
el respeto de sus prerrogativas en la toma de decisiones de la UE, en el que también se destaquen
los casos que se encuentran ante el Tribunal de Justicia y que puedan tener graves consecuencias
para la autonomía (presupuestaria) de los entes locales y regionales.
17
7/ AMPLIAR LA ACCIÓN
EXTERIOR DEL CDR
Con el paso del tiempo, el CDR ha demostrado participar activamente en el diseño de las políticas interiores
de la UE, y desempeña una función cada vez más importante en términos de fomento de los valores de la
UE, de los derechos fundamentales y de la gobernanza en relación con los Estados en vías de adhesión a
la UE, los países de la vecindad europea y terceros países. Puesto que vivimos en un mundo cada vez más
interdependiente, también es importante que el CDR mejore el seguimiento de la toma de decisiones a nivel
internacional. Si se adopta un planteamiento ascendente, los entes locales y regionales y el CDR pueden
instar a las organizaciones internacionales y a sus Estados miembros a tener más en cuenta la incidencia
territorial del Derecho internacional.
En los casos en los que no se pueda progresar a nivel internacional en cuestiones sociales mundiales como
el cambio climático, pueden darse «pasos pequeños, aunque significativos» gracias a la voluntad política
de dirigentes elegidos localmente y a la mediación activa de organizaciones como el CDR. Los logros a nivel
regional o local pueden ser en muchos casos el primer paso importante hacia la paz, la reconciliación, la
democracia y la confianza mutua.
El CDR ya tiene una estrecha relación con varias organizaciones internacionales y redes mundiales que
trabajan en áreas políticas con una dimensión territorial. El refuerzo de las actividades externas del CDR
servirá en última instancia para fortalecer sus conocimientos especializados y su experiencia política sobre
las políticas internas de la UE.
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Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
29
Seguir respaldando el progreso realizado en materia de descentralización en países
candidatos, haciendo especial hincapié en los retos a los que se enfrenta la reforma administrativa
y la descentralización fiscal y aumentar la participación del CDR en los programas institucionales
de desarrollo de la capacidad para entes locales y regionales (por ejemplo, los programas del IAL).
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Contribuir a la ejecución de la Asociación Oriental y del diálogo euromediterráneo mediante
el diálogo político en asambleas regionales (ARLEM y Corleap) y garantizar la representación en las
reuniones de alto nivel (por ejemplo, en la cumbre de la Asociación Oriental y en las conferencias
ministeriales de la Unión por el Mediterráneo).
31
El CDR puede ayudar a mejorar la dimensión territorial de las diez asociaciones estratégicas de la
UE, especialmente con los países BRIC, así como intensificar la participación de los entes locales
y regionales de la UE en la ejecución de dichas asociaciones.
32
El CDR puede complementar el trabajo del Congreso de Poderes Locales y Regionales
del Consejo de Europa y las asociaciones paneuropeas, así como de los organismos
internacionales que fijan las referencias que emplea la UE (las Naciones Unidas, la OMC, la OIT,
la OCDE, etc.).
33
Respaldar iniciativas y medidas políticas e institucionales que faciliten la diplomacia local y
la paradiplomacia, que desempeña un papel fundamental en momentos de vulnerabilidad,
crisis y conflicto. Desarrollar sus relaciones con plataformas de regiones y entes locales que
fomenten la integración regional y la cooperación descentralizada, como la Unión Económica y
Monetaria del África Occidental (UEMOA) o el foro de la AELC de representantes elegidos de entes
locales y regionales.
34
Concluir y ejecutar memorandos de entendimiento con las organizaciones internacionales
pertinentes con vistas a incrementar la cooperación institucional con la Comisión Europea y el
Parlamento Europeo, así como estructurar la cooperación con el Servicio Europeo de Acción
Exterior a través de declaraciones de acuerdo concretas.
35
Desarrollar una cooperación sistemática con las delegaciones de la UE en países candidatos
o vecinos o en terceros países, especialmente en los diez países que son socios estratégicos de
la UE y en concreto en los BRIC. Reforzar las sinergias con las redes internacionales de entes
locales y regionales (CGLU, FOGAR, R20, nrg4SD, ICLEI, etc.).
19
8/ ACTUAR A ESCALA
LOCAL Y COMUNICACIÓN
DESCENTRALIZADA
A través de sus miembros, el CDR puede ayudar a explicar y dar a conocer las políticas de la UE a nivel
regional y local. La comunicación descentralizada es cada vez más importante en una UE que, al menos
para algunos, es algo lejano. Al aprovechar al máximo los recursos digitales, los miembros del CDR también
pueden llevar hasta Bruselas las opiniones de los ciudadanos de sus circunscripciones, de forma que entren
directamente en el debate político entre el CDR y las instituciones de la UE.
20
Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
36
Además de dar a conocer mejor sus dictámenes y trabajos entre los ciudadanos, puede
mejorarse la visibilidad del CDR entre los principales encargados de la toma de decisiones y los
líderes de opinión de Bruselas y de los Estados miembros. Para ello es necesario contar con una
comunicación más inteligente adaptada a públicos concretos. Resulta esencial contar con una
estrategia de comunicación a la medida para que las cuestiones del CDR lleguen a la prensa
europea. También deben utilizarse las redes sociales para llegar a un público más amplio.
37
Los responsables de comunicación de las administraciones regionales y locales deben
participar directamente en actividades de los medios y de comunicación relacionadas con los
miembros del CDR de su región, lo que se consigue a través de la red Europcom de comunicadores
públicos creada por el CDR.
38
El CDR debe esforzarse por cooperar de cerca con las oficinas de información del Parlamento
Europeo, las delegaciones de la Comisión Europea y los centros de información Europe
Direct en los Estados miembros, con el objetivo de informar a quienes estén interesados sobre su
trabajo y sobre las realidades de la aplicación práctica de la normativa de la UE.
39
Los miembros del CDR deben recibir apoyo cuando debatan las actividades del CDR en su
circunscripción nacional. Deben fomentarse de manera más activa las opiniones del CDR
cuando los miembros del Comité organicen reuniones en los ayuntamientos o eventos
descentralizados sobre asuntos de la UE.
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9/ PERTENENCIA AL CDR
En toda Europa se debate con frecuencia el papel que tienen los representantes de los entes locales y
regionales en la toma de decisiones. Es interesante que cada vez sean más los Estados miembros en los
que los políticos regionales y locales también tienen un lugar en la segunda cámara (Senado) a nivel
nacional o federal. En el caso de que estos políticos pertenezcan al CDR, podrían ofrecer incluso otro nivel
de conocimientos políticos especializados. En su calidad de asamblea de representantes regionales y
locales, se espera del CDR que tenga un buen conocimiento interno de los asuntos de la UE y una buena
comprensión de las políticas desarrolladas a nivel regional y local.
22
Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
40
Los miembros del CDR representan a los gobiernos y parlamentos locales y regionales.
Podrían establecerse directrices que animen a los Estados miembros a nombrar a miembros del
CDR que representen la diversidad territorial de su país. Asimismo, debe fomentarse un mayor
equilibrio de hombres y mujeres entre los miembros del CDR.
41
La eficiencia del CDR mejorará de forma significativa si se acelera el procedimiento de
nombramiento de sus miembros. Podrían elaborarse listas de suplentes que pasarían a
ser miembros del CDR si un miembro perdiera su mandato, en lugar de tener que esperar al
nombramiento. Como norma, los miembros que pierden su mandato en el CDR deberían ser
sustituidos en un plazo de seis meses.
42
El CDR debe mantener un contacto cercano con sus antiguos miembros, así como
informarles regularmente sobre sus principales dictámenes y futuros actos. Podría crearse una
red informal de antiguos miembros del CDR que tengan un puesto en instituciones de la UE, en
organizaciones internacionales o en su Estado miembro de origen.
43
La acogida y formación del personal, junto con las comisiones de servicio, podrían
incrementar su comprensión de las estructuras, las funciones y los retos de los entes locales
y regionales, así como de la forma en la que el trabajo de los políticos de los entes locales y
regionales puede contribuir en mayor medida a la consecución de los objetivos de la UE. El CDR
debe contar con más expertos de las administraciones de entes locales y regionales entre su
personal y presentar sus actividades a las oficinas de enlace en Bruselas y en segundas cámaras
compuestas por representantes de entes locales y regionales.
23
10/HACIA UN SENADO EUROPEO
DE LAS REGIONES
En una Unión Europea en la que cada vez se logra un mayor crecimiento sostenible y una mayor creación
de empleo gracias a una acción focalizada a nivel regional y local, resulta claramente necesario que los
representantes regionales y locales, su institución a escala de la UE y el Comité de las Regiones tengan una
mayor participación en la toma de decisiones de la UE. Para que se tengan debidamente en cuenta sus
opiniones, el CDR tendrá que centrarse más en las relaciones directas con las regiones y ciudades de toda
Europa, y se le debe asignar una función más destacada dentro de la arquitectura institucional general
de la UE. Existen varias prerrogativas útiles que podrían ayudar gradualmente a reforzar el papel del CDR.
Asimismo, se le debe conceder el estatus de «institución europea», sin que necesariamente se lo designe
formalmente como «tercera cámara legislativa» en la UE. No cabe duda de que la función, las prerrogativas
y la composición de varias segundas cámaras (Senados) que representan los intereses territoriales en los
Estados miembros ofrecen un modelo interesante para el desarrollo de un futuro «Senado Europeo de las
Regiones».
24
Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
Recomendaciones
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Si se convoca una Convención para debatir un cambio en los Tratados, el CDR debe formar parte
de ella, tal y como fue el caso en el pasado.
45
Al igual que la propia UE, el CDR únicamente puede conseguir más prerrogativas con el paso
del tiempo y siguiendo un enfoque progresivo. Sea cual sea su estatus en el futuro, debe
mantenerse el objetivo de contar con una institución independiente y sólida a nivel de la UE, que
represente su diversidad regional y local.
46
Para que el CDR esté realmente capacitado para actuar como un representante verosímil de
los entes locales y regionales en la UE y para ofrecer un buen asesoramiento y conocimientos
especializados al resto de las instituciones de la UE, debe empezar por solicitar prerrogativas
adicionales que refuercen su función política y consultiva. En cualquier caso, el CDR debe
convertirse en una institución oficial de la Unión Europea reconocida como tal en los Tratados.
47
En segundo lugar, el CDR podría evolucionar en su papel de institución de la UE para convertirse
en el «Senado Europeo de las Regiones». Esta asamblea de representantes políticos de los
entes locales y regionales de la UE será una «cámara de reflexión» con poderes semilegislativos
a escala de la UE, en lugar de una tercera cámara legislativa con funciones plenas. No obstante,
se requerirá el «dictamen conforme» oficial del Senado para todas las propuestas legislativas
relacionadas con la cohesión económica, social o territorial.
48
Las tareas principales del Senado serán la emisión de «posiciones de reflexión» o
«dictámenes de iniciativa» de gran calidad. El Senado fomentaría el debate político sobre la
dimensión territorial de las políticas de la UE y sobre los cambios sociales a largo plazo que
afectan a los entes locales y regionales. Promovería y defendería activamente el respeto de los
principios de subsidiariedad, gobernanza multinivel y proporcionalidad. Para tal fin, podría instar
a la Comisión Europea a proponer medidas de la UE para todas las áreas políticas en las que
sea obligatorio consultar al Senado, así como a revisar o derogar el Derecho de la UE vigente.
Si la Comisión Europea no tomara ninguna medida, debería ofrecer una respuesta razonada
exhaustiva a la solicitud presentada, en un plazo razonable. En cooperación con los Parlamentos
nacionales, el Senado se convertiría en el principal foro de la UE para coordinar el control de la
subsidiariedad, la gobernanza multinivel y la proporcionalidad de las propuestas legislativas de
la UE. También sería un foro esencial para debatir y para realizar un seguimiento de la incidencia
económica, social, financiera, reglamentaria y territorial de la legislación de la UE, al mismo
25
tiempo que examinaría las áreas políticas en las que la acción de la UE puede ofrecer el máximo
valor añadido desde el punto de vista de los entes locales y regionales.
49
En cuanto al legislador de la UE, el Senado podría disponer de un «derecho positivo de
intervención» para todas las áreas políticas de la UE en las que fuera obligatorio consultar
al Senado. Previa petición de este, un diálogo tripartito continuado sobre un expediente
prioritario debería, en su siguiente reunión, encontrar una solución en relación con los intereses
fundamentales que haya señalado el Senado, en un plazo razonable y a propuesta de la Comisión.
Por consiguiente, los ponentes del Senado podrían participar como observadores con derecho de
intervención en las reuniones tripartitas relativas a todos los actos legislativos prioritarios para los
que fuera obligatorio consultar al Senado.
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En un futuro más lejano, los senadores podrían querer que la institución, en sus funciones de
segunda «cámara alta», pasase a formar parte de una de las dos ramas del legislador de la
UE. En este contexto, el Senado debería esforzarse por mantener su autonomía, un presupuesto
independiente y prerrogativas específicas, mientras que, para todas las áreas políticas en las que
fuera obligatorio consultarle, su presidencia o sus ponentes participarían automáticamente, con
derecho de intervención, en todas las reuniones organizadas por el legislador en cuestión a lo
largo de todo el proceso de elaboración de las políticas.
26
Informe sobre el futuro del Comité de las Regiones
AGRADECIMIENTOS
Quisiera dar las gracias a todos los miembros del CDR y en particular a los miembros de la Mesa que han
contribuido activamente en los debates sobre el futuro del Comité. Sus valiosas aportaciones me han
ayudado a conseguir un equilibrio entre las diferentes perspectivas sobre la misión del CDR y sobre su
función política e institucional en el futuro.
También quisiera mostrar mi gratitud a los dirigentes de los grupos políticos del CDR, a los jefes de las
delegaciones nacionales del CDR, a la vicepresidenta primera Mercedes Bresso, a los expresidentes del CDR
Luc Van den Brande, Michel Delebarre y Jacques Blanc, al vicepresidente Michel Lebrun, a los presidentes de
las asociaciones territoriales europeas y al comisario europeo Johannes Hahn por sus ideas innovadoras,
sus propuestas prácticas y sus sugerencias de cara al futuro.
Por último, quisiera expresar mi más sincero agradecimiento a la Secretaría General del CDR por su apoyo
y dedicación al Comité de las Regiones.
Reunión del grupo de reflexión en Murcia, España, 2013
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CdR_2276/06-2014/ES
UNIÓN EUROPEA
Comité de las Regiones
25 de junio de 2014
Rue Belliard/Belliardstraat, 101 _ 1040 Bruxelles/Brussel
BELGIQUE/BELGIË
Tel. +32 22822211 _ Fax +32 22822325
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