Prologo al libro coordinado por carmen caamaño

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Augusto PEREZ LINDO
PROLOGO AL LIBRO: CAAMAÑO, Carmen (coord.) (2011). Reflexión crítica,
experiencias e investigación en docencia. Montevideo: Facultad de
Humanidades. Universidad de la República.
ATREVERSE A PENSAR
La pedagogía de la educación superior se ha abierto camino en las últimas
décadas afrontando dos desafíos fundamentales. Por un lado el peso de las
teorías pedagógicas del pasado que se habían concentrado en los niños. Por otro
lado, los grandes saltos cognitivos, institucionales y tecnológicos de los sistemas
educativos actuales. Hace 25 años se consideraba normal en Europa y en
América Latina que los profesores universitarios no tuvieran una formación
pedagógica. Pero era normal también en América Latina considerar que las
maestras y profesoras secundarias no necesitaban una formación académica tan
rigurosa como la universitaria.
Saludar un nuevo libro que presenta experiencias pedagógicas diversas en
la educación superior y en otros niveles implica celebrar un acontecimiento
prometedor. Kant dijo en “¿Qué es la Ilustración?” (1784): ¡sapere aude! Ten el
valor de servirte de tu propia razón!. El significado de los trabajos que aquí se
presentan va en la misma dirección pues proponen que nos hagamos cargo de
nuestras experiencias pedagógicas. El lema del libro podría ser entonces: ¡hacete
cargo!.
El hecho de que docentes, alumnos y graduados se aboquen a reflexionar
sobre sus prácticas pedagógicas resulta también coherente con uno de los
principios de la psicología cognitiva: la metacognición. Conocer lo que enseñamos
y aprendemos era también una de los preceptos del ideario pedagógico de Paulo
Freire. Lo que nos hace esperar que este libro sirva al propósito de generar una
mayor consciencia de nuestras experiencias pedagógicas.
¿Para qué? La respuesta puede parecer obvia: para mejorar la educación.
Pero, seguramente, pronto descubriremos que en los procesos educativos
intervienen factores de los más diversos: el contexto social, el capital cultural de
los alumnos, las motivaciones de los docentes, el clima institucional, los recursos
disponibles, etc. Hoy necesitamos redescubrir la complejidad de los fenómenos
educativos para no caer en recetas simplistas y equivocadas.
Suponiendo que fuéramos capaces de mejorar nuestras instituciones
educativas para colocarlas en un nivel de excelencia, ¿qué nos haría falta?. Si se
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analizan las experiencias de Japón, Corea, China o Finlandia y otros países que
crearon sistemas educativos exitosos veremos que por una parte se produjo una
movilización de todos los recursos pedagógicos posibles (formación docente,
tecnologías, gestión institucional, financiamiento) y por otra parte se adoptaron
políticas de desarrollo coherentes para valorizar y aprovechar el potencial
educativo de calidad.
Uruguay fue durante varias décadas del siglo XX la promesa y la realidad
de una sociedad altamente escolarizada. La primera de América Latina. ¿Por qué
decayeron los rendimientos educativos? ¿Por qué faltó un impacto estratégico en
el proceso de desarrollo?
En el libro de Kant citado más arriba se dice que perseveramos en la
ignorancia porque nos acostumbramos a ser educados por otros, a depender de
otros. Por eso propone el mandato sapere aude, atrévete a saber. Puedo entonces
enunciar la hipótesis de que en países como Uruguay y Argentina donde se
organizó tempranamente un sistema educativo extendido y eficaz, la ciudadanía
internalizó este logro como un servicio público más. Pero, la educación, que es un
bien público como lo reafirman las declaraciones internacionales de las últimas
décadas, no es un servicio estático, necesita renovarse, actualizarse, proyectarse
hacia el futuro. Creo que en medio de otros contextos se perdió de vista la
necesidad de sostener un proyecto educativo que comprometa al mismo tiempo a
los miembros de la comunidad educativa y a las políticas públicas.
Volviendo a la consigna del hacete cargo! que propusimos más arriba
también debemos considerar el hecho de que los agentes educativos se han
multiplicado. Creo que muchos siguen pensando en la escuela cuando se habla de
la educación. Se olvida que un niño de 12 años ha pasado más tiempo frente al
televisor y la computadora que frente a una profesora.
El gran desafío que tenemos por delante en el Mercosur Educativo es lograr
que todos los agentes, formales e informales, de la educación confluyan en un
proyecto de universalización y calidad educativa. Universalización, en el sentido
de Comenio, quiere decir educación para todos. Para lograr este propósito
necesitamos que la radio, la televisión, Internet, los clubes de futbol, los partidos,
los sindicatos, las empresas, las escuelas y las universidades, asuman el proyecto
de una “sociedad educadora”. Esta es la verdadera clave del éxito de los procesos
educativos en el sudeste asiático y en otras partes.
Esto quiere decir que ya no podemos concebir a la escuela o a la
universidad como instituciones consagradas a una instrucción donde no
intervienen los medios de comunicación, los actores sociales o las relaciones
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culturales globales. La educación se ha vuelto global, multicultural,
transdisciplinaria. Este es uno de los ejes que han asumido los ministros que
formularon los propósitos del Mercosur Educativo. Desde este contexto se puede
comprender la importancia y la complejidad que hoy tiene la formación docente en
todos los niveles de nuestra región.
Pudiera ser que el mejoramiento de los sistemas educativos provenga de
un movimiento surgido de las bases mismas de las instituciones. En este caso, es
evidente que los profesores y los alumnos deberían revisar no solamente el
contrato pedagógico sino también una serie de situaciones que frenan el
mejoramiento de la educación. Las diferentes experiencias que componen este
libro pueden ayudarnos a identificar los obstáculos y también las estrategias
convenientes para lograr mejores resultados.
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