antecedentes de hecho

Anuncio
Roj: STSJ GAL 6/2016 - ECLI:ES:TSJGAL:2016:6
Id Cendoj: 15030330012016100006
Órgano: Tribunal Superior de Justicia. Sala de lo Contencioso
Sede: Coruña (A)
Sección: 1
Nº de Recurso: 38/2015
Nº de Resolución: 64/2016
Procedimiento: Recurso de Apelación
Ponente: BENIGNO LOPEZ GONZALEZ
Tipo de Resolución: Sentencia
T.S.X.GALICIA CON/AD SEC.1
A CORUÑA
SENTENCIA: 00064/2016
PONENTE: DON BENIGNO LÓPEZ GONZÁLEZ
RECURSO: RECURSO DE APELACIÓN 38/2015
APELANTE: DON Saturnino y DOÑA Sacramento
APELADA: SERVICIO GALEGO DE SAÚDE
APELADA: ZURICH ESPAÑA, S.A.
EN NOMBRE DEL REY
La Sección 001 de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia ha
pronunciado la
SENTENCIA
Ilmos. Sres. Magistrados
DON BENIGNO LÓPEZ GONZÁLEZ.- Pte.
DON JULIO CÉSAR DÍAZ CASALES
DON JOSÉ RAMÓN CHAVES GARCÍA
A CORUÑA , diez de febrero de dos mil dieciséis.
En el RECURSO DE APELACION 38/2015 pendiente de resolución ante esta Sala, interpuesto por
DON Saturnino y DOÑA Sacramento , contra la SENTENCIA de fecha 17 de septiembre de 2013 dictada
en el procedimiento ordinario 632/2012 por el JDO. DE LO CONTENCIOSO-ADMINISTRATIVO Núm. UNO
de los de SANTIAGO DE COMPOSTELA sobre RESPONSABILIDAD PATRIMONIAL. Son partes apelada
el SERVICIO GALEGO DE SAÚDE, representada y dirigida por el Letrado del Sergas y ZURICH ESPAÑA,
S.A., representada por la Procuradora Doña María Dolores Villar Pispieiro y asistida del Letrado Don Eduardo
María Asensi Pallares.
Es Ponente el Ilmo. Sr. D. BENIGNO LÓPEZ GONZÁLEZ.
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO .- Se dictó, por el Juzgado de instancia, la resolución referenciada anteriormente,
cuya parte dispositiva dice: "Desestimando totalmente el recurso contencioso administrativo tramitado
como Procedimiento Ordinario nº 63272012, ENTRE LAS SIGUIENTES PARTES: como recurrentes, Doña
Sacramento y Don Saturnino , representados por el Procurador Sr. Paz Montero y asistidos por el Letrado
Sr. Iglesias Fernández, siendo parte demanda el Sergas, representado y asistido por el Letrado de la Xunta
de Galicia, y como codemandada la entidad aseguradora Zurich S.A., representada por la Procuradora Sra.
Sánchez Sil y asistida por el Letrado Sr. Asensi Pallarés, sobre impugnación de la desestimación presunta
1
de la resolución previa de responsabilidad patrimonial formulada por los actores, Declaro dicha resolución
ajustada a derecho ".
SEGUNDO .- Notificada la misma, se interpuso recurso de apelación que fue tramitado en forma, con
el resultado que obra en el procedimiento, habiéndose acordado dar traslado de las actuaciones al ponente
para resolver por el turno que corresponda.
FUNDAMENTOS JURÍDICOS
No se aceptan los fundamentos jurídicos de la resolución recurrida, y
PRIMERO .- Don Saturnino y Doña Sacramento , en nombre propio y en representación de su
hijo menor de edad, Arcadio , interpusieron recurso contencioso administrativo contra la desestimación por
silencio administrativo por parte del Servicio Gallego de Salud a solicitud deducida por los actores, en fecha
26 de octubre de 2011, en reclamación de responsabilidad patrimonial de la administración por deficiente
funcionamiento de los servicios públicos sanitarios.
El Juzgado de lo Contencioso administrativo nº 1 de Santiago de Compostela, por sentencia de fecha
17 de septiembre de 2013 , desestimó la pretensión de la parte demandante al entender que no quedaba
adecuadamente justificada la mala praxis que dicha representación procesal denunciaba respecto de los
servicios médicos asistenciales.
Contra dicha sentencia, se promueve por los Sres. Saturnino y Sacramento , en la representación
que ostentan, el presente recurso de apelación, interesando su revocación y que, en su lugar, se dicte otra
por la que se acojan íntegramente las pretensiones deducidas en el suplico de la demanda rectora.
SEGUNDO .- Los actores, entendiendo que las secuelas de su hijo traen causa de una defectuosa
asistencia sanitaria, consecuencia de una mala praxis en el control del embarazo de su progenitora así como
en el acto del parto, por no haber seguido los protocolos exigidos y que demandaba la situación, de la que
hacen responsable a los servicios médicos del Hospital Xeral de Vigo, dependiente del SERGAS y, en cuanto
a su cobertura económica, por vinculación derivada del contrato de seguro suscrito, a la entidad de Seguros
y Reaseguros Zurich España, S.A., postulan, en concepto de responsabilidad patrimonial, una indemnización
por importe de 2.000.000 de euros.
En apoyo de esta pretensión, aducen en esta alzada que el hijo de los actores, menor de edad,
nacido el 1 de noviembre de 2009, presenta desde su nacimiento una distocia de hombros, siendo la causa
fundamental de la misma la macrosomía -pesó al nacer 5.000 gramos-, que pasó desapercibida hasta el
momento mismo de su nacimiento y que debió de ser detectada en la ecografía del tercer trimestre del
embarazo. Añaden los recurrentes que fue tras la expulsión de la cabeza fetal del recién nacido, mediante
aplicación de vacioextracción, cuando se produjo la distocia de hombros referida. Dicho nacimiento, por las
razones expuestas, se produjo en apnea, bradicárdico, hipotónico y con palidez cutánea. El test de Apgar, al
minuto, a los cinco y a los diez minutos, tras el nacimiento, fue de 1-1-1. La gasometría del menor al ingreso
en la Unidad de Neonatología mostró un Ph de 6.92, un bicarbonato de 14 mq/l y un ácido láctico de 15.0 mq/l.
El menor fue dado de alta hospitalaria el 22 de diciembre de 2009, con los siguientes diagnósticos:
Recién nacido a término macrosómico. Distocia de hombros. Depresión neonatal severa. Pneumotórax.
Encefalopatía hipóxico-isquémica. Hematoma subdural crónico izquierdo. Discreta hidrocefalia (compensada).
Convulsiones neonatales. Colonización por Acinetobacter Baumani. Reflujo gastroesofágico. Sepsis por S.
Epidermis. Candiasis área pañal. Necrosis grasa subcutánea. Hipomagnesemia. Portador de gastrostomía.
En fecha 20 de mayo de 2011, revisado por el Servicio de Neurología Infantil del Hospital Xeral de Vigo,
se le diagnosticó: Encefalopatía epiléptica en relación a un síndrome hipóxico-isquémico. Síndrome de West
sintomático. Parálisis cerebral infantil tipo tetraparesia espástica. El 23 de marzo de 2011 la Consellería de
Traballo e Benestar reconoció al menor una minusvalía de un 89% como consecuencia de una encefalopatía
hipóxica, hipoacusia bilateral, déficit visual y retraso madurativo.
Frente a dicha pretensión el Letrado del Servicio Gallego de Salud y la representación de la Compañía de
Seguros y Reaseguros Zurich España, articulan oposición para justificar la improcedencia de la reclamación,
aduciendo que ninguna deficiencia cabe apreciar en la asistencia sanitaria en su día prestada.
TERCERO .- No debe olvidarse que la finalidad revisora de este Tribunal en esta alzada impide analizar
otras cuestiones distintas de las ya examinadas por el Juzgador de instancia, limitándose su valoración a
determinar si los razonamientos que en la sentencia apelada se recogen son ajustados al ordenamiento
jurídico y dan adecuada respuesta a la cuestión que a su debate se somete.
2
A tal fin, se hace preciso concretar dos cuestiones. En primer lugar, si pudo existir responsabilidad
patrimonial de la parte demandada, lo que nos lleva a examinar la concurrencia de los requisitos establecidos
para que se produzca ese nacimiento. En segundo lugar, y para el caso de afirmar la existencia de dicha
responsabilidad, si en el supuesto de autos se puede, en su caso, reconocer cantidad alguna en favor de
los demandantes por ese concepto. El artículo 139 de la Ley 30/1992, de 26 de noviembre, de Régimen
Jurídico de las Administraciones Públicas y del Procedimiento Administrativo Común , proclama el derecho
de los particulares a ser indemnizados por las Administraciones Públicas correspondientes de toda lesión
sufrida en cualquiera de sus bienes y derechos, salvo en los casos de fuerza mayor, siempre que la lesión
fuera consecuencia del funcionamiento normal o anormal de los servicios públicos, lo que ya venía previsto
con anterioridad en similares términos por la Ley de Expropiación Forzosa de 16 de diciembre de 1954, el
artículo 40 de la Ley de Régimen Jurídico de la Administración del Estado , Texto Refundido de 26 de julio
de 1957, y está recogido igualmente en el artículo 106.2 de la Constitución . En la interpretación de estas
normas, el Tribunal Supremo -entre otras, Sentencias de 5 de diciembre de 1988 , 12 de febrero , 21 y 22
de marzo y 9 de mayo de 1991 , 2 de febrero y 27 de noviembre de 1993 -, ha estimado que para exigir
responsabilidad patrimonial por el funcionamiento de los servicios públicos es necesario que concurran los
siguientes requisitos o presupuestos: 1.- Hecho imputable a la Administración. 2.- Lesión o perjuicio antijurídico
efectivo, económicamente evaluable e individualizado en relación a una persona o grupo de personas. 3.Relación de causalidad entre hecho y perjuicio, y 4.- Que no concurra fuerza mayor u otra causa de exclusión
de la responsabilidad. O como señala el mismo Alto Tribunal en sus Sentencias de 14 de julio y 15 de diciembre
de 1986 , 29 de mayo , 17 de febrero y 14 de septiembre de 1989 , para que nazca dicha responsabilidad
era necesaria "una actividad administrativa (por acción u omisión -material o jurídica-), un resultado dañoso
no justificado y relación de causa a efecto entre aquélla y ésta, incumbiendo su prueba a quien reclama; a
la vez que es imputable a la Administración la carga referente a la existencia de la fuerza mayor cuando se
alegue como causa de exoneración".
Debemos, verificar, por tanto, si en el supuesto de autos concurren esos requisitos.
Refieren los actores que las graves secuelas que presenta su hijo menor se deben a una mala práctica
asistencial durante el seguimiento del embarazo y en el acto del parto toda vez que, en su opinión, a la vista
del tamaño del feto procedía haber practicado a la madre una cesárea en lugar de acudir a la vía del parto
vaginal instrumental.
La valoración que hace el Juzgado de instancia no es coincidente con la posición que mantienen
los demandantes, puesto que del conjunto de prueba practicada, con especial incidencia en las pruebas
testificales-periciales, y en concreto de las declaraciones y testimonios emitidos por los Dres. Teodoro ,
Pedro Enrique y Constancio , alcanza otra conclusión.
El Dr. Teodoro , especialista en Obstetricia y Ginecología, en su informe aportado a instancia de la
parte recurrente, sostiene que ha habido mala praxis al considerar que la macrosomía del feto debió haberse
detectado con antelación, durante el embarazo, lo que hubiera permitido una cesárea electiva (caso de que se
alcanzase el peso que protocolariamente se establece) o una cesárea de urgencia (caso de surgir ésta, como
así fue, en el acto del parto) en lugar del parto vaginal instrumental, a su juicio, determinante de la distocia de
hombros producida en el nacido así como de su depresión neonatal severa, tributaria de reanimación ampliada
y con las graves consecuencias antes descritas.
Por el contrario, el Perito propuesto por la codemandada aseguradora, Dr. Pedro Enrique , mantiene
una postura totalmente diferente al afirmar que, en el presente caso, no ha habido mala práctica asistencial
dado que, realizadas a la gestante las tres ecografías que marcan los protocolos del SEGO a efectos de
detección de la macrosomía fetal, ésta no se manifestó en ningún momento ni en sus resultados aparecieron
signos que permitieran presumirla, destacando que, en todo caso, es la tercera de las ecografías, practicada
en el tercer trimestre de embarazo, la más determinante a los efectos de esa valoración y ningún resultado
arrojó o hizo presumir en tal sentido.
Tal parecer es compartido por el Dr. Constancio , Jefe del Servicio de Obstetricia del Complejo
Hospitalario Universitario de Vigo, al señalar que el parámetro más fiable para valorar la posible existencia de
una macrosomía viene determinado por la circunferencia abdominal del feto, estableciéndose el límite entre
los 35 y los 38 centímetros, y la tercera ecografía realizada a la madre arrojó un resultado de 31,2 centímetros,
por debajo del límite referido, lo que, en su opinión, nada hacía sospechar acerca de la existencia de aquel
anómalo crecimiento fetal, por lo que todo apuntaba a un parto normal.
3
A nadie escapa, como recoge la sentencia apelada, que nos encontramos ante una evidente disparidad
de opiniones, todas ellas doctas y razonadas, que trasladan al órgano jurisdiccional no la decisión de inclinarse
por una u otra según su conciencia y tras la valoración conjunta de la prueba realizada, sino la de analizar si
la pretensión de la parte demandante encuentra, para su éxito, adecuado sustento en la misma.
CUARTO .- Respecto de este extremo podría decirse, desde un punto de vista estadístico que, aun
cuando la incidencia de distocia de hombros se incrementa proporcionalmente con el peso al nacer, sin
embargo casi la mitad de los recién nacidos que la presentan pesan menos de 4000 gramos, y la predicción
ecográfica de la macrosomía puede aumentar el número de cesáreas sin una reducción significativa de la
incidencia de distocia de hombros o de lesión fetal. Según los estudios más recientes sobre la distocia de
hombros, en presencia de un feto macrosómico cuya macrosomía es detectada con anterioridad al parto, no
debe ofrecérsele a la paciente la posibilidad de una cesárea electiva para prevenir, entre otras complicaciones,
la aparición de una distocia de hombros. Ello permitiría concluir en el presente caso que carecería de relevancia
alguna el hecho de que no se hubiese detectado la macrosomía durante el embarazo a través de pruebas
ecográficas pues, aunque así fuese, ello por sí solo no podría determinar la práctica de la cesárea.
Si así lo entendemos, las lesiones causadas al hijo de los recurrentes en el momento de su nacimiento,
provocadas por una distocia de hombros, no representarían en este caso una actuación contraria a la lex
artis, pues ha de tenerse en cuenta que la distocia de hombros es una de las situaciones más difíciles que se
pueden vivir en la obstetricia al producirse el atrapamiento de los hombros por encima de la pelvis materna
después de que la cabeza fetal haya coronado la vulva, y que en esta situación hay que intentar liberar al
feto lo más rápido posible ya que su vida corre peligro. La distocia de hombros es una de las complicaciones
obstétricas más temidas pues no es previsible y, cuando se produce, la aparición de lesiones es muy frecuente.
No existe maniobra ni secuencia de maniobras que evite completamente el riesgo de lesiones fetales durante
la extracción del feto con distocia de hombros.
QUINTO .- Y así podría inferirse, también, del resultado de la prueba pericial médica acordada, por esta
Sala, como diligencia final. En ella el Dr. Carlos Antonio , especialista en Ginecología y Obstetricia, concluye
su exhaustivo informe técnico, con las siguientes afirmaciones:
"1.- La asistencia prestada durante el embarazo ha sido correcta habiéndose cumplido los protocolos
vigentes.
2.- El hecho de que en la 40 semana más 6 días Doña Sacramento presentara hipertensión, edemas
y proteinuria justifica la indicación de inducción del parto.
3.- La maduración del cuello realizada con prostaglandinas locales por vía vaginal se recomienda
siempre que el cuello del útero no está lo suficientemente maduro para la inducción y fue efectiva.
4.- La duración del período de latencia que transcurre entre el inicio de la infusión de oxitocina y el
momento en que la dilatación del cuello alcanza 3-4 centímetros de dilatación, fue muchísimo menor que el
establecido para diagnosticar fracaso de inducción. Es decir, fue efectiva.
5.- La duración de la fase activa del parto, incluyendo el período expulsivo, fue mucho menor que el
establecido para tener que proceder a indicar una cesárea. En ningún momento se detectó detención ni falta
de progresión del parto.
6.- La indicación de la ventosa para abreviar el expulsivo por riesgo de pérdida de bienestar fetal es
correcta, así como las condiciones necesarias para poder practicarla: Dilatación completa y cabeza encajada.
7.- Una vez evidenciada la distocia de hombros se avisó al neonatólogo de forma inmediata y se
realizaron las maniobras que indica la SEGO para su resolución. El hecho de no haberse detectado en el
recién nacido ningún traumatismo (siendo los más frecuentes la fractura de clavícula y la parálisis braquial)
hace pensar que las manobras realizadas se hicieron correctamente.
8.- El Colegio Americano de Ginecólogos y Obstetras (ACOG) afirma que es razonable ofrecer una
cesárea profiláctica cuando el peso fetal estimado es mayor de 4.500 gramos en gestantes diabéticas o
mayor de 5.000 gramos en no diabéticas (en nuestro caso la gestante no es diabética y el recién nacido pesó
5.000 gramos, no más de 5.000 gramos como precisa ACOG). Sin embargo, el Real Colegio de Obstetras y
Ginecólogos (RCOG) considera innecesaria la estimación del peso fetal en gestantes de bajo riesgo y por lo
tanto no establece ninguna recomendación en referencia al peso fetal en mujeres no diabéticas, criterio con
el que está de acuerdo la SEGO, como ya se ha dicho más atrás.
4
9.- El protocolo de la SEGO matiza respecto a la estimación de peso: Si se practicara una cesárea
electiva a todas las gestantes no diabéticas cuyo peso fetal estimado fuera > 4.500 gramos, se necesitarían
3.695 cesáreas para prevenir una lesión permanente del plexo braquial y, dada la mayor mortalidad materna
de la cesárea sobre el parto vaginal, cabría esperar una muerte materna por cada 3,2 lesiones permanentes
del plexo braquial evitadas.
10.- Después de las anteriores consideraciones, en el protocolo de la SEGO se afirma: El único punto
en que podemos realizar profilaxis (prevención) de la macrosomía es en el control anteparto, ajustando la
alimentación de las pacientes obesas, evitando ganancias ponderales excesivas. Esto sí se ha hecho de forma
reiterada, aunque sin éxito, en el caso que nos ocupa. Y,
11.- En todo momento de la asistencia al embarazo y al parto de Doña Sacramento y a la reanimación
y atención del recién nacido Arcadio , se actuó de acuerdo con la Lex Artis ad hoc."
Pero tales asertos decaen a la vista de las respuestas dadas por dicho especialista a las aclaraciones
formuladas por las partes al anterior informe. El Dr. Carlos Antonio no hace sino ofrecer una valoración
estadística y protocolaria de la problemática que se plantea, expresada en términos de generalidad, pero sin
aplicarla o referirla al supuesto concreto que nos ocupa.
Dicho informante, respondiendo a las aclaraciones formuladas por la parte recurrente, calificó de grave
el incremento de peso (32 kg.) experimentado por la demandante durante el embarazo, ya que lo normal es
que oscile entre los 8 y los 14 kg. Reconoció igualmente que el feto era macrosómico (5 kg. al nacer), así
como que existe una absoluta relación entre el exceso de peso de la madre y la macrosomía del feto.
Afirma también que los parámetros biométricos de la semana 33ª correspondían a un crecimiento fetal
de 35ª semanas, si bien considera que la sensibilidad de la ecografía es muy débil para la estimación del peso
fetal, no recordando el percentil de peso calculado en que se encontraba el feto en la semana 33ª; que en
esa semana se determinó la circunferencia abdominal de la madre e incluso se practicaron nuevas ecografías
con posterioridad, la última diez días antes del parto. Entiende el perito que, en su opinión, tales pruebas
médicas carecen de valor predictivo en relación al peso fetal; desconoce si se valoró tal aspecto en esa última
ecografía, pero manifiesta su opinión técnica sobre la base de criterios científicos internacionales y el resultado
es variable según la capacidad y experiencia del ecógrafo que realice la prueba.
El Dr. Carlos Antonio sigue afirmando que le causó sorpresa comprobar que en el resultado de la
ecografía practicada el día anterior al parto se hiciese constar la expresión "feto único", cuando se habían
realizado cinco ecografías previas. Sostiene también que la indicación a la embarazada de una cesárea
electiva no es preceptiva según protocolo de la SEGO del año 2015, olvidando que sí lo era cuando se produjo
el nacimiento (año 2009), aunque reconoce que desde el año 2002 la Sociedad Americana de Obstetricia y
Ginecología aconseja la cesárea cuando el feto presenta un peso estimado superior a 4.500 gramos.
En conclusión, a juicio de este Tribunal, concurren en el supuesto enjuiciado circunstancias claramente
determinantes de la omisión de los protocolos establecidos para situaciones de fetos macrosómicos como el
que nos ocupa; macrosomía que debió ser detectada a través de las pruebas ecográficas practicadas a la
embarazada, así como a la vista del exagerado peso alcanzado por la misma, máxime cuando el peso fetal
se desarrolló excesivamente en los últimos días del embarazo. Mantener, como hace el Dr. Carlos Antonio
, que las anomalías neurológicas que presenta el recién nacido, ya existían durante el embarazo y que no
guardan relación con el parto constituye una mera opinión del referido galeno, respetable, pero carente de
sustento técnico al estar apoyada en simples datos estadísticos. Tampoco comparte esta Sala su opinión en
cuanto a que la distocia de hombros fue resuelta adecuadamente en el momento del alumbramiento; puede
que las maniobras practicadas fueran las correctas, pero lo cierto es que, de haberse llevado a cabo la cesárea
electiva, aquella distocia no habría surgido ni se habría producido la hipoxia isquémica padecida por el feto
durante tiempo suficiente para provocar tan graves consecuencias, pues no debemos olvidar que el niño
nació en parada respiratoria y bradicardia, con una frecuencia cardíaca inferior a 60 latidos por minuto que
hizo precisas maniobras de reanimación (adrenalina, primero por vía endotraqueal y, posteriormente, por vía
endovenosa), hasta la recuperación del ritmo cardíaco. Pero el daño neurológico era ya irreversible.
SEXTO .- Determinada pues la responsabilidad patrimonial de la Administración sanitaria por el
deficiente funcionamiento de los servicios públicos asistenciales de ella dependientes, corresponde ahora fijar
el importe indemnizatorio tendente a resarcir los perjuicios acarreados a los recurrentes.
Atendiendo a las secuelas derivadas, así como a las limitaciones y exigencias que las mismas le van a
deparar en el futuro, este Tribunal, teniendo en cuenta los baremos orientativos así como su habitual criterio
5
en esta materia, estima ajustado a derecho fijar una indemnización en favor del hijo menor por importe global
de 700.000 euros; y, por daños morales, en favor de cada uno de sus progenitores, la suma de 150.000 euros.
En ambos supuestos, dichas indemnizaciones abarcarán todos los conceptos (intereses moratorios, índices
correctores, etc.).
Por todo lo cual procede la estimación del recurso de apelación promovido y el consiguiente acogimiento
parcial de la demanda rectora.
SÉPTIMO .- Con arreglo a lo dispuesto en el artículo 139.2 de la Ley de la Jurisdicción Contencioso
administrativa de 1998 , al estimarse el recurso no procede hacer imposición de las costas procesales
causadas.
VISTOS los artículos citados y demás preceptos de general y pertinente aplicación.
FALLAMOS
que estimando el recurso de apelación interpuesto por Don Saturnino y Doña Sacramento , en
nombre propio y en representación de su hijo menor Arcadio , debemos revocar y revocamos la sentencia
apelada, dictada por el Juzgado de lo Contencioso administrativo nº 1 de Santiago de Compostela, en fecha
17 de septiembre de 2013 .
Y estimando en parte la demanda en su día promovida, debemos condenar y condenamos al Servicio
Gallego de Salud y, solidariamente, a la entidad Zurich España, S.A, Seguros y Reaseguros, a satisfacer al
hijo menor en la cantidad de 700.000 euros y a cada uno de sus progenitores en la suma de 150.000 euros.
En ambos casos, dichas indemnizaciones abarcarán todos los conceptos.
Se desestima la demanda rectora en cuanto al exceso económico pretendido.
Todo ello sin hacer imposición de las costas procesales.
Notifíquese a las partes, y entréguese copia al Ministerio Fiscal, haciéndoles saber que la misma es
firme, y que contra ella las personas y entidades a que se refiere el art. 100 de la Ley 29/1998, de 13 julio ,
reguladora de la Jurisdicción Contencioso-Administrativa, podrán interponer el recurso de casación en interés
de Ley del artículo citado, dentro del plazo de los tres meses siguientes a su notificación. Asimismo, podrán
interponer contra ella cualquier otro recurso que estimen adecuado a la defensa de sus intereses. Para admitir
a trámite el recurso, al interponerse deberá constituirse en la cuenta de depósitos y consignaciones de este
Tribunal (1570-0000-85-0038-15-24), el depósito al que se refiere la Disposición Adicional Decimoquinta de
la Ley Orgánica 1/2009, de 3 de noviembre (BOE núm. 266 de 4/11/09); y, en su momento, devuélvase el
expediente administrativo a su procedencia, con certificación de esta resolución.
Así lo pronunciamos, mandamos y firmamos.
PUBLICACION .- La sentencia anterior ha sido leída y publicada el mismo día de su fecha, por el
Ilmo. Sr. Magistrado Ponente DON BENIG NO LÓPEZ GONZÁLEZ al estar celebrando audiencia pública la
Sección 001 de la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Tribunal Superior de Justicia de Galicia. Doy fe.
A CORUÑA, diez de febrero de dos mil dieciséis.
6
Descargar