ACCIÓN DECLARATIVA DE CERTEZA. JUICIO SUMARÍSIMO.(ART.498 CPCCN). REVOCACIÓN RECHAZO IN LIÍMINE. ALCANCE DE LA CATEGORÍA "AMPARO" (ART. 43 C.N.).PREVENCIÓN DE LESIONES CONSTITUCIONALES.PRECEDENTES SALA II //Plata, 19 de agosto de 2008.-Rtro.S.II T. 169 f* 105 AUTOS Y VISTOS: este expte. n°° 14.346, caratulado AGABAGI S.A. c/ AFIP s/ sumarísimo@, proviene del Juzgado Federal de Primera Instancia n° 4 de esta ciudad. Y CONSIDERANDO QUE: EL DR. SCHIFFRIN DIJO: I- Llega este expediente a la alzada en virtud del recurso de apelación interpuesto por la actora(...) y su respectivo memorial(...), contra la resolución de primera instancia(...) que rechazó in limine la acción interpuesta. II- Cabe señalar que (...)en nombre y en representación de GABAGI S.A , promovió una acción declarativa de certeza contra la Administración Federal de Ingresos Públicos, solicitando, igualmente, el dictado de una medida cautelar de no innovar. En su presentación sostiene la grave afección a sus derechos al haber sido notificado su mandante el 23/04/07 de la pretensión de la AFIP-DGI- de cobrar, siguiendo la vía del art. 14 de la LTP, el importe de $ (...), más intereses en concepto de impuestos a los créditos y débitos bancarios. Frente a ello el actor se agravia de la conducta del fisco, que, con el hecho referido ha demostrado su intención de considerar gravadas operaciones que no pasaron por la entidad bancarias con el impuesto a los créditos y débitos bancarios (pagos realizados de contado), como también su propósito de utilizar incorrectamente el art. 14 de la LPT, es decir librar boleta de deuda sin realizar ningún tipo de procedimiento administrativo de discusión previa a aquel suceso, para obtener el cobro vía ejecutiva de lo que dice estar sujeto a tributo. III- El rechazo in limine de la acción sumarísima fue resuelto por el señor juez a quo por considerar que para la procedencia de la vía intentada es necesaria la concurrencia de un estado de incertidumbre sobre la existencia y modalidad de una relación jurídica, un interés jurídico suficiente y la carencia de otra vía alternativa para articular la pretensión que se trae al proceso. IV-Cabe subrayar que la categoría Aamparo@ que regla el art. 43 de la Constitución Nacional abarca distintos remedios procesales que no tienden a la reparación de lesiones constitucionales ya producidas, sino básicamente a prevenirlas. Tuve oportunidad de extenderme sobre estas cuestiones en los casos A La Pequeña Plan de Salud S.R.L: c/Estado Nacional s/ acción de amparo@, expte. n° 970/99, fallado el 25 de noviembre de 1999 (1) y AAsociación de Trabajadores del Estado c/ Armada Argentina s/ alcances del proceso constitucional del amparo. Publicado en JA. 2000-IV331)(2), aclarando también las acciones específicas subsumibles en la categoría genérica del amparo (hábeas corpus, hábeas data, acción de amparo propiamente dicha , acción declarativa de certeza). También aclaré allí que en la materia de la protección constitucional directa deben emplearse los medios enumerados antes con la designación genérica del amparo, dando preferencia a los trámites sumarísimos en tanto no existan cuestiones probatorias de cierta complejidad a dilucidar, que tornen más adecuada la utilización de los procesos ordinarios, excepto en los casos del hábeas corpus y del hábeas data, que se rigen siempre por las leyes especiales del Congreso que estatuye sus reglas. Así, pues, la vía sumarísima elegida en autos resulta ser la correcta, en el marco de las disposiciones constitucionales que de modo directo o indirecto rigen la materia. En efecto, el actor reclama de manera expedita y rápida la dilucidación de su pretensión con base en derechos protegidos por la Carta Magna, en lo que hace al cercenamiento a la garantía constitucional del debido proceso y al derecho de defensa en juicio, que no puede verse dilatada por el requisito del agotamiento de la instancia administrativa. En el caso, la urgencia expuesta por el accionista, en orden a los derechos que dice conculcados, justifica la admisibilidad de la vía que resulta ser la más idónea para examinar la cuestión planteada, con lo cual los autos deben volver a la instancia de origen para que continúe con el trámite según las reglas del medio procesal elegido por el actor. Así lo voto. EL DR. COMPAIRED DIJO: En orden a las consideraciones expuestas en el voto formulado en los autos AMaldonado, Miguel Angel c/ Uniersidad Nacional de La Plata s/ amparo ley 16.986", expte. n° 14.060/07, de fecha 13 de diciembre de 2007(3), las que entiendo resultan plenamente aplicables al sub lite, adhiero al voto del distinguido colega preopinante. Así lo voto. EL DR. FLEICHER DIJO: Que adhiere al voto del Dr. Schiffrin. Por ello, SE RESUELVE: revocar la resolución(...)en cuanto al rechazo in limine de la acción, debiendo volver los autos a la instancia de origen para que continúe con el trámite según las reglas del medio procesal elegido por el actor. Regístrese, notifíquese y devuélvase. Fdo.Jueces Sala II Dres.Leopoldo Héctor Schiffrin.Gregorio Julio Fleicher.Carlos Román Compaired. Dra. Laura Benavides de Salvático.Secretaria. NOTAS (1):publicada en el rubro FALLOS DESTACADOS-carpeta temática CONSTITUCIONAL (FD.119) - del sitio WWW.PJN:GOV:AR.Cliquear:1)Fueros Federales;2)Justicia Federal La Plata y fallos destacados-carpeta temática;(2):publicado en el mismo sitio, y rubro, carpetas temáticas CONSTITUCIONAL y PROCESAL CIVIL (FD.476);(3). A continuación se transcribe el voto referido del Dr. Compaired:" que el aquo en el resolutorio atacado rechaza in límine la acción entablada con fundamento en la existencia de una vía legal para el amparo de los derechos que se estiman lesionados.Que la aplicación prácticamente escueta y sin más de la normativa contenida en el art. 2 inc. a) de la ley 16.986 que se refiere a la existencia de recursos o remedios judiciales o administrativos que permitan obtener la protección del derecho o garantía constitucional de que se trata, que se advierte en la decisión en crisis – la que no obstante omite citar -, no resulta de aplicación en el sub-lite en tanto contradice la naturaleza de la tutela constitucional impetrada.Desde este orden de ideas no puede en modo alguno pensarse que el constituyente ha querido limitar esta acción constitucional, en tanto el amparo debe constituir un medio apto para juzgar hechos, actos y comisiones de autoridades públicas o de particulares conforme la manda del actual art. 43 de la Ley Fundamental, máxime cuando de la lectura del primer párrafo de tal precepto se advierte que no recepta en su texto la referencia a recursos o remedios administrativos contenida en la ley 16.986 en su art. 2, inc. a).Cabe señalar que mayoritariamente los doctrinarios del derecho constitucional coinciden en que la ley de Amparo subsiste en la medida en que su régimen sea compatible con la cláusula constitucional, por lo que consideran la inconstitucionalidad sobreviniente de la ley en muchos de sus preceptos.De ello cabe colegir que los jueces no pueden seguir aplicando automáticamente la exigencia contenida en el citado artículo de la ley de amparo toda vez que cuando la norma constitucional omite aludir a la vías administrativas elimina una traba legal y jurisprudencial que entorpecía el amparo y que sólo se superaba al entenderse que el uso de la vía administrativa antes de deducir el amparo originaba daño irreparable al afectado.Por último, si bien la acción de amparo no está destinada a reemplazar los medios ordinarios para la solución de controversias, su exclusión por la existencia de otros remedios no puede fundarse en una apreciación meramente ritual e insuficiente, toda vez que el instituto del amparo tiene por objeto una efectiva protección de derechos más que una ordenación o resguardo de competencias(Fallos 299:358,417;305:307; 320:2177,1339;321:2823),entiendo que el decisorio en trato respecto de la procedencia formal del amparo ha sido adoptado a través de un criterio restringido que no se adecua al espiritu y a la letra del art. 43 de la Constitución Nacional.Por lo tsnto, corresponde admitir la sustanciación de la presente acción, debiendo procederse en origen como lo dispone el art. 8 de la ley 16.986, así como tambien debe expedirse el a quo en torno a la medida cautelar impetrada.(...)."