I DERECHO Y NATURALEZA •

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I DERECHO Y NATURALEZA
• La TeorÃ−a jurÃ−dica Pura es propia del Derecho positivo. Lo limita a conocer qué es y cómo es el
Derecho. Es Pura ya que se propone como única finalidad asegurar un conocimiento preciso del Derecho,
esta aspira a librar a la ciencia jurÃ−dica de elementos extraños; debido a que el jurista se ha declarado
competente en el entendimiento de otras ciencias, y como consecuencia se ha desnaturalizado la ciencia del
Derecho.
• La delimitación es del objeto de conocimiento de los dos dominios fronterizos que provocan confusión
metódica del Derecho. La ciencia jurÃ−dica no distingue entre Derecho y naturaleza, por lo que se
presentan dificultades. El Derecho aparentemente posee una existencia del todo natural. Si analizamos,
podremos distinguir dos electos: primero un acto o comportamiento humano; un “sentido” inmanente a este
acto, segundo: una “significación” especÃ−fica.
Alguien causa la muerte de otro, la significación jurÃ−dica de este hecho es una asesinato.
• Si el acto se produce en palabras y puede expresar por si mismo algo de su significación, puede indicar
cuál es su sentido especÃ−fico, es una caracterÃ−stica del conocimiento jurÃ−dico. Un acto social puede
llevar en sÃ− mismo su autoexplicación, es decir, es comprendida por aquellos a quienes el acto se dirige.
Por regla general, el conocimiento en torno al Derecho se encuentra ya ante la “autoexplicación”.
• De ahÃ− la necesidad distinguir lo subjetivo y lo objetivo de un acto, aunque pueden coincidir. Se debe
tomar el sentido objetivo y no el subjetivo como Derecho, ya que el fin no justifica los medios.
• Este hecho está sometido a las leyes de causalidad. Pero no es objeto del conocimiento especÃ−ficamente
jurÃ−dico, conviene someterlo al “sentido” objetivo, de la “significación” que posee es en virtud a una
norma, de tal modo que el acto es interpretado por la función de la misma, ya que constituye un “esquema
de interpretación”. El contenido de un acto debe coincidir con el contenido de una norma.
• El conocimiento jurÃ−dico se endereza a estas normas de ciertos hechos que son producidas por actos
jurÃ−dicos.
Cuando se habla en la “creación” de una norma, se piensa en su contenido espiritual. Pero cuando la
TeorÃ−a Pura del Derecho pretende conocer las normas no se refiere a concebirlo como Derecho. Y esta
interpretación no es posible más que si el contenido del hecho es contenido de una norma.
• La TeorÃ−a jurÃ−dica Pura del Derecho se endereza al conocimiento de las normas jurÃ−dicas, no en
cuanto a hechos ni a la representación de las normas, sino a las normas mismas. Y si se conocen
determinados hechos, es únicamente en cuanto a que son contenido de las normas. El problema de la
TeorÃ−a Pura del Derecho es la autonomÃ−a especÃ−fica de una esfera de significaciones.
II DERECHO Y MORAL
• La teorÃ−a pura aspira a separar la naturaleza del espÃ−ritu. La ciencia del Derecho es ciencia del
espÃ−ritu, no ciencia natural. Porque el Derecho considerado como norma, no es una realidad natural sino
espiritual; se debe distinguir entre Derecho y los fenómenos espirituales rompiendo la conexión que se
ha presentado del Derecho con la moral. No significa que esta deba ser moral la concepción según la cual
el Derecho es una parte de la moral y por tanto un fenómeno ético. Pero observemos que esa obscuridad
sirve para atribuir al Derecho el valor absoluto que recaba la moral y considerándolo como categorÃ−a
ética, equivale a la Justicia que es la noción de un orden social justo. En este sentido, lo justo se alcanza
mediante una ordenación que satisface un interés a costa del otro, o bien establece una compensación
entre los contrapuestos; dado que persigue el propósito del Derecho positivo, por eso, solÃ−a presentar la
realidad jurÃ−dica a una luz mucho más desfavorable de la que en realidad correspondÃ−a.
• Contra estas tendencias ideológicas se dirige la teorÃ−a jurÃ−dica pura, expone al Derecho tal y como es
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por el real y el posible, no por justo, lo conoce en su esencia y estructura. Por eso se halla en oposición
con la teorÃ−a tradicional del Derecho, la cual posee un carácter ideológico; además toda ideologÃ−a
tiene sus raÃ−ces en la voluntad más que en el conocimiento, proviene de ciertos intereses que no es por
la verdad.
III EL CONCEPTO DEL DERECHO Y LA TEORÃ A DE LA PROPOSICIÃ N JURÃ DICA
• El concepto de Derecho se encuentra totalmente bajo la influencia de la teorÃ−a del Derecho natural
conservador, ya no supone que el Derecho es una categorÃ−a absoluta y eterna, se admite que su
conocimiento esta sometido a mutaciones históricas. Pero la idea de un valor jurÃ−dico absoluto no
desaparece por completo en la idea de la ética de la justicia. El Derecho positivo responde a justo y es
una idea modesta del Derecho; su legitimación queda asegurada
por la teorÃ−a ética de Derecho natural.
• Esta situación manifiesta al Derecho con el concepto de norma o de deber ser, no se discute el valor
absoluto de la moral. Sin embargo, la teorÃ−a jurÃ−dica no niega la existencia de un valor absoluto. Y en
efecto, considerando como norma tanto al Derecho como a la moral, se traduce en un “deber ser” por lo que
ele Derecho no carece de un cierto elemento ideológico. La TeorÃ−a Pura del Derecho aspira a librar la
norma jurÃ−dica de la norma ética, rompiendo con la concepción tradicional de Derecho como un
imperativo a imagen de la norma moral, afirmándola como un juicio hipotético. La ley natural enlaza
una causa con un efecto, en el primer caso, la forma de enlace con los hechos es la causalidad; en el
segundo, la imputación y para la teorÃ−a jurÃ−dica pura, la “legalidad” especifica al Derecho que es el
“deber ser” y la traducción de la legalidad causal es el “tener que ser”. En este sentido es imprescindible
comprender y expresar la forma en la que el Derecho positivo enlaza los hechos, pues no es el de
causa-efecto. Cuando se dice que se realiza el hecho ilegal “debe” aplicarse la consecuencia jurÃ−dica, este
“debe ser”. A ninguna realidad social se le puede discutir la compatibilidad con esta categorÃ−a jurÃ−dica.
• La TeorÃ−a Pura del Derecho sigue la tradición de la ciencia jurÃ−dica positiva del siglo XIX, para ella,
una determinada conducta antijurÃ−dica constituÃ−a un delito y exclusivamente el hecho de que el
precepto jurÃ−dico la establece como condición de una consecuencia especÃ−fica.
• Considerando la TeorÃ−a Pura del Derecho, el concepto de antijuridicidad es la conducta que el precepto
jurÃ−dico establece como condición, realizada por aquel hombre contra el cual se dirige el acto coactivo
determinado en la norma como consecuencia de aquella. Planteándose asÃ− el problema, la
antijuridicidad, que desde el punto de vista de la PolÃ−tica del Derecho aparece como negación del
Derecho. La TeorÃ−a Pura del Derecho demuestra que el Derecho no puede ser infringido por la
antijuridicidad, cumple su función esencial a merced de ella. También en este punto incurre la TeorÃ−a
Pura del Derecho en contradicción con la ciencia jurÃ−dica de nuestros dÃ−as. Sólo si la fuerza
obligatoria del Derecho se basa directamente en la evidencia de su valor; descansa en la coacción interior
que lleva consigo la evidencia de su fuerza obligatoria.
• El Derecho considerado con un criterio puramente positivista es un orden coactivo exterior, que se
convierte en una técnica social. De este modo, carece de todo valor ético o polÃ−tico, porque su valor
depende del fin trascendente al Derecho. También esto constituye una interpretación del hecho
jurÃ−dico. La TeorÃ−a Pura del Derecho no se interesa por el fin que se persigue con el orden jurÃ−dico,
sino por el orden jurÃ−dico mismo.
• Se considera que los actos creadores del Derecho constituyen más medios para provocar una determinada
conducta de los hombres, y por tanto es posible concebir el orden jurÃ−dico en la regularidad de un cierto
curso de la conducta humana. Como un ensayo de determinar a los hombres a abstenerse o a castigar la
realización de la conducta inadecuada; y según este punto de vista, el Derecho como norma es un
engaño ya que no “hay” normas en ningún sentido especÃ−ficamente jurÃ−dico-positivo distinto del
moral, como supone la TeorÃ−a Pura del Derecho.
• La manifestación que se hace desde un punto de vista trascendente. No contesta a la cuestión jurÃ−dica
“qué es Derecho”, sino a “qué sucede y qué es probable que suceda”; la teorÃ−a jurÃ−dica pura,
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que trata de captar el sentido inmanente del mismo y aspira a conocerlo tal como se presenta.
Enderezándose a establecer la legalidad autónoma de una ideologÃ−a, teniendo un soporte en actos
naturales, que son los que le dan sentido al Derecho. Lo necesario no es suprimir la ciencia jurÃ−dica con
la categorÃ−a del deber ser o de la norma, sino limitar a su objeto y aclarar crÃ−ticamente su método.
• La teorÃ−a jurÃ−dica pura asegura su tendencia antiidelógica al aislar el estudio del Derecho de toda
relación con la ideologÃ−a jusnaturalista en torno a la justicia. Está fuera de de discusión la posibilidad
de validez de un orden superior al Derecho positivo, se impide que la ciencia jurÃ−dica lo eleve a un orden
superior, o trate de derivar de este la justificación del Derecho. La TeorÃ−a Pura del Derecho es la
teorÃ−a del positivismo jurÃ−dico.
IV EL DUALISMO DE LA TEORÃ A PURA DEL DERECHO Y SU SUPERACIÃ N
• El dualismo jusnaturalista consiste en suponer que sobre el orden estatal del Derecho positivo existe un
orden jurÃ−dico superior o natural. Debe hablarse de ese dualismo abiertamente transistemático que se
traduce en la antÃ−tesis entre Derecho objetivo y subjetivo, entre Derecho público y privado. La función
de este, no es únicamente la de legitimar el orden jurÃ−dico positivo, si no también poner limites a su
configuración material.
• la teorÃ−a general del Derecho instala una base de su sistema como contradicción fundamental, pues
afirma que el Derecho en sentido objetivo como complejo de normas es orden, en sentido subjetivo es
interés o voluntad. Primeramente nace en los Derechos subjetivos y más tarde e Derecho objetivo como
orden estatal que protege y garantiza los Derechos subjetivos. Por eso es erróneo y anti histórico suponer
que los Derechos subjetivos son concesiones del Derecho objetivo.
• Con esta Ã−ntima conexión se ha formado el concepto que asÃ− escribe Puchta: “El concepto
fundamental del Derecho es la libertad…; el concepto abstracto de la libertad es éste: posibilidad de
determinarse a algo… El hombre es sujeto de Derecho porque posee esa voluntad de determinarse, porque
tiene voluntad”.
• Salta a la vista lo ficticio de esta definición de la persona, pues nadie puede concederse de Derechos a sÃ−
mismo, sino bajo el supuesto del deber de otro, la base es que la determinación jurÃ−dica procede del
mismo Derecho objetivo, y no de unos sujetos de Derecho sometidos a él. La idea de un Derecho distinto
del objetivo sirve para proteger la institución de la propiedad privada de los posibles ataques del orden
jurÃ−dico. Un orden que no concede ni garantiza Derechos subjetivos, no puede ser un orden jurÃ−dico.
• Es propio de esta ideologÃ−a considerar la relación entre Derecho, sociedad y economÃ−a como una
relación de forma y contenido, existe una “relación vital”. La relación jurÃ−dica real es la propiedad
del Derecho, debe de no mermar al propietario sus posibilidades de disposición sobre una cosa, consiste
precisamente en la relación del propietario con todos los demás; se debe respetar al propietario en su
poder exclusivo y excluyente de disposición sobre la cosa de su propiedad.
• La teorÃ−a general del Derecho afirma que no hay mas que deberes morales, esta vinculación normativa
no puede designarse sino mediante la palabra “deber”, puesto que le mismo debe moral significa la
vinculación que experimenta un individuo por la valides de un orden ético.
• Pero justamente para la teorÃ−a pura del Derecho, el deber jurÃ−dico no es más que la norma de Derecho
aplicada a la conducta concreta, es decir, la norma jurÃ−dica individualizada. El deber jurÃ−dico es la
única función esencial del Derecho objetivo y es posible que otorgue facultades, Derechos subjetivos.
Ocurre esto cuando entre las condiciones de la consecuencia jurÃ−dica incluye una manifestación de la
voluntad del prejuiciado en sus intereses por el acto anti jurÃ−dico realizado por otro. La facultad
jurÃ−dica es un contenido posible, una técnica peculiar de la que puede servirse o no el Derecho, según
le plazca.
• Con esto queda abierto el reconocimiento del concepto de sujeto de Derecho o “persona”: es una
expresión unitaria personificadora de un haz de deberes y facultades jurÃ−dicas. La “persona fÃ−sica” no
es el hombre (bio-psicológico), pero es la personificación de las normas reguladoras de un hombre, con
esto se demuestra que los Derechos y deberes de la persona se reducen a Derechos y deberes de hombres, a
normas reguladoras de la conducta humana.
• Admitido que el orden jurÃ−dico objetivo funda una unidad sistematica entre los Derechos el los Derechos
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y deberes de todas las “personas”, el Derecho de una es siempre el deber de otra por eso el “individuo”
situado en un conflicto al parecer insoluble con la comunidad es una ideologÃ−a a la lucha de determinados
intereses contra su limitación por un orden colectivo.
• Una vez privado el concepto de Derecho subjetivo y al de sujeto de Derecho de toda función ideológica,
la relación jurÃ−dica es la relación entre dos hechos, de los cuales, el uno consiste en una conducta
humana estatuida en forma de deber jurÃ−dico y el otro en forma de facultad y se suprime la orientación
subjetivista del Derecho. El Derecho desde el punto de vista del interés significa para el interesado,
según le aproveche y sirva, o le dañe y perjudique amenazándole. En cambio la teorÃ−a pura del
Derecho es eternamente objetivista y universalista, trata de comprender cada fenómeno en su conexión
sistemática con los de más y se convierte en un análisis de la estructura del Derecho positivo, lo mas
exacto posible y todo juicio ético-polÃ−tico de valor.
V EL ORDEN JURÃ DICO Y SU ESTRUCTURA ESCALONADA
• El Derecho como orden jurÃ−dico es un sistema de normas jurÃ−dicas y la cuestión que se plantea la
teorÃ−a pura del Derecho es ¿Qué es lo que funda la unidad de una pluralidad de normas jurÃ−dicas y
porque pertenece a un cierto sistema? Esa norma fundamental constituye la unidad de la pluralidad de todas
las normas que constituyen un orden, es por la razón de que su validez puede ser referida a la norma
fundamental del mismo. Se puede distinguir dos clases de normas, la primera clase “valen” en virtud de su
contenido que son las normas de la moral y se derivan fundamentalmente de la veracidad.
• Segundo, las normas del Derecho, su validez no es en cuestión de contenido, vale como norma
únicamente porque nació de cierta manera, porque fue producida con arreglo a un método
especÃ−fico. Tienen que ser creadas por un acto especial de determinación positiva, el cual no es ya un
acto de la mente sino de la voluntad. Si se pregunta la razón por la cual un acto cualquiera de coacción la
contestación es porque ese acto fue prescrito por una determinada norma individual, una sentencia judicial
creada de acuerdo con el código penal.
• Para la teorÃ−a para del Derecho, esta norma fundamental tiene el carácter de un fundamento
hipotético. Suponiendo la validez de dicha norma, vale también el orden jurÃ−dico que en ella se
basa. Se limita a resaltar con claridad lo que todos los juristas hacen cuando rechazan un Derecho natural
del cual pudiera derivarse la validez del orden jurÃ−dico positivo, con las condiciones
lógico-trascendentales del método del conocimiento jurÃ−dico.
• La significación de la norma fundamental se revela con máxima claridad en el caso de un orden
jurÃ−dico que no es modificado por los cauces legales, sino que es sustituido por orden nuevo. “Con
arreglo al hecho que crea aquel orden al cual corresponde, hasta cierto punto, la conducta efectiva de los
hombres a los que dicho orden se refiere”. De este modo, tenemos determinado el contenido de un orden
jurÃ−dico positivo del Derecho internacional, que determina: 1ª que la comunidad constituida por dicho
orden tiene claridad de estado y 2ª que aquel gobierno que ha alcanzado el poder a consecuencia de un
golpe de estado, debe considerarse como un gobierno legitimo.
• A) Este análisis establece que el Derecho regula su propia creación. Un sistema de normas de Derecho
coordinadas es una serie escalonada de diversas zonas normativas, el grado supremo esta formado por la
constitución y el grado inmediato lo constituyen las normas generales, que necesitan ser individualizadas
para tener sentido. La función de la jurisdicción no tiene carácter declarativo, es mas bien la creación
de Derecho y determina que existe un hecho concreto, señala la consecuencia jurÃ−dica que debe
enlazarse a el. Por esta razón la sentencia judicial es individual. B) La administración es concreción de
leyes administrativas, una buena parte de la administración del Estado se realiza técnicamente por
medio de los tribunales, se habla de “justicia” y de “administración”, la diferencia funcional existe en el
caso de que el fin del Estado sea realizado directamente por lo órganos estatales. Si la administración y la
justicia son diferentes es porque en la primera es un caso de administración directa. C) La
individualización y concreción de las normas generales constituyen el hecho de que los tribunales han de
establecer para enlazarle en la sentencia. D) Supuesto que no hay un solo orden jurÃ−dico estatal valido, el
Derecho internacional es un orden jurÃ−dico superior a todos, de este modo queda garantizada la unidad de
todo Derecho. E) Examinando la estructura escalonada del orden jurÃ−dico, vemos en que cada uno de los
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actos es aplicada una norma de orden superior y creada una norma inferior.
VI LA INTERPRETACIÃ N
• En el caso normal, la interpretación de la ley de cómo deducir la norma general de la ley, hay una
interpretación de las normas individuales puesto que todas han de ser aplicadas ya que el proceso de
creación y ejecución pasa de una grada a otra de la pirámide jurÃ−dica.
• La norma de grado superior, regula el acto por la cual es creada la norma de orden inferior, asÃ− prescribe
también cual ha de ser el contenido de la misma. En la relación entre la ley y la sentencia judicial o el
acto administrativo, háyanse equilibradas la regulación del procedimiento y la del contenido de la norma
inferior, que está determinada, pero no es nunca completa.
• Por eso resulta que todo acto jurÃ−dico se halla en parte determinado e indeterminado, esta
indeterminación puede ser intencionada para constituir un propósito consistente del órgano creador de
la norma de orden superior. La ley penal prevé para el caso de un delito y deja al juez la decisión de
aplicar una pena u otra y el grado de ésta.
• La indeterminación puede ser consecuencia inevitable de la estructura de la norma, ante todo, los distintos
sentidos que puede tener una palabra. Se encuentra una discrepancia entre su sentido gramatical y la
voluntad del legislador que la creó, finalmente puede ser consecuencia de que las normas que pretendan
vigencia simultánea se contradicen.
• En todos los casos, se ofrecen varias posibilidades en la ejecución. La norma que ha de ejecutarse, es un
marco dentro del cual existen varias posibilidades y todo acto que se realiza dentro de éste es un acto
jurÃ−dico regular. La interpretación de la ley no tiene que llevar necesariamente a una decisión única,
la teorÃ−a corriente de la interpretación quiere hacer creer que el intérprete ponga en juego su
inteligencia y no su voluntad.
• Desde el punto de vista jurÃ−dico positivo, no hay ningún método según el cual una de las distintas
significaciones gramaticales de la norma pudiera ser “justa o recta”. Todos los métodos hasta ahora, no
hay llevado una solución posible y los medios usuales de la interpretación carecen de todo valor y no hay
un criterio para decidir cuando aplicar uno u otro. La necesidad de la “interpretación” deriva del hecho de
que las normas dejan abiertas varias posibilidades y esa jerarquización de los intereses queda
encomendada a la sentencia judicial.
• La cuestión acerca de la cual de las posibilidades existentes en el marco de una norma es la justa, es
porque la naturaleza, escapa al conocimiento jurÃ−dico y es un problema de polÃ−tica del Derecho. Pero
también el juez crea Derecho y posee una libertad en su función, por eso, el procedimiento de
ejecución está en función de la voluntad. A veces el Derecho positivo delega en normas como la moral
y la justicia, convirtiéndolas en normas positivas de Derecho.
• La concepción según la cual la interpretación es un conocimiento del Derecho positivo es la
“jurisprudencia conceptualista” que también es rechazada por la teorÃ−a pura del Derecho, porque la
interpretación misma no seria mas que el hallazgo de normas ya “seguridad jurÃ−dica” a la que aspira la
teorÃ−a tradicional del Derecho.
• Un papel peculiar se reserva la interpretación al llenar las “lagunas de la ley”. Sin embargo, urge advertir
que no existen, en el sentido de que no fuese posible decidir un arreglo con las normas vigentes; todo litigio
consiste en el hecho de que una parte hace valer una pretensión jurÃ−dica contra la otra. El orden
jurÃ−dico no sólo contiene el principio de que se está obligado a una determinada conducta, sino
también el contrario. Sin embargo, cuando se habla de “lagunas” significa que la decisión afirmativa o
negativa adoptada por la instancia para aplicar la ley es inconveniente o injusta, en todo caso, será
difÃ−cil demostrar su exactitud; asÃ−, la laguna es la diferencia entre el Derecho positivo y un orden
tenido por mejor y más justo. La interpretación no tiene que aplicar la norma, sino eliminarla para poner
en su lugar a la mejor.
• Existen aparte de las lagunas “auténticas” las “lagunas técnicas”, es aquÃ− donde la interpretación
puede jugar un papel decisivo. Existen cuando el legislador ha omitido la regulación de algo que hacia
posible la aplicación de la ley. Tenemos una laguna en el primer sentido cuando la ley determina la fuerza
obligatoria, pero no escribe nada acerca de quien soporta el riesgo y una laguna del segundo tipo existe
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cuando una ley determinada, por ejemplo, que un órgano debe ser creado mediante elección, pero no
regula el procedimiento electoral. También las normas pueden contener faltos de sentido, entonces
ninguna interpretación es capaz de dárselo, pues no se puede extraer de una norma aquello de lo que
ésta carece.
• Estas lagunas son cosa distinta de aquello que el legislador mismo considera como tales. Las leyes
contienen con frecuencia disposiciones para el caso que no pudiera decidirse con arreglo a sus normas y no
queda otra posibilidad que poner en manos del juez esta decisión.
VII LOS MÃ TODOS DE LA CREACIÃ N DE DERECHO
• La teorÃ−a de la estructura escalonada del orden jurÃ−dico, es una teorÃ−a dinámica que considera al
Derecho ya creado, estudiando su validez y su ámbito de vigencia, tiene el punto de vista decisivo para
juzgar la creación de las normas del Derecho; ésta es la antÃ−tesis entre autonomÃ−a y heteronomia.
Ahora bien, la forma del Estado, es el método con arreglo al cual regula la Constitución la creación de
las normas generales, que considera al Derecho como un sistema de normas generales, sin tener en cuenta
la abstracción e individualización de las mismas.
• Como ejemplo, la antÃ−tesis entre el Derecho privado, que seria una relación entre sujetos coordinados y
jurÃ−dicamente equivalentes; el Derecho público, por el contrario, una relación entre el sujeto superior y
uno inferior entre los dos sujetos. Del mismo modo, la diferencia tiene la tendencia a convertirse en la
antÃ−tesis entre el Derecho y un poder extrajurÃ−dico o no jurÃ−dico.
• Si se admite que la distinción decisiva entre el Derecho público y el privado no es más que la diferencia
de los distintos métodos de la creación jurÃ−dica, ya no parecerá tan paradójica. La teorÃ−a pura del
Derecho relativiza la antÃ−tesis y la eleva por la ciencia jurÃ−dica tradicional a una categorÃ−a absoluta,
la transforma y se convierte en una distinción intrasistemática; comprueba su carácter cientÃ−fico,
rompiendo con la ideologÃ−a implicada en el reconocimiento de un valor absoluto. Ahora bien, no quiere
resolver la cuestión acerca de la cual las dos formas de regulación es más satisfactoria o la más justa.
VIII EL DERECHO Y ESTADO
• Las teorÃ−as tradicionales del Estado y el Derecho consideran sus respectivos objetos como cosas distintas,
sin perjuicio de afirmar que el Estado es un ser jurÃ−dico, sin embargo, es independiente del orden
jurÃ−dico. Hoy la teorÃ−a del Derecho polÃ−tico dice que el Estado es independiente de Derecho y a
veces anterior a él, y constituye en su calidad de (sujeto) de Derechos y obligaciones por él
concedidos.
• La teorÃ−a tradicional no puede renunciar al dualismo, para que el Derecho pueda justificar al Estado que
le crea, para someterse después a su obra. De este modo, el Estado, deja de ser un hecho de poder y se
convierte en Estado de Derecho, el cual se “justifica” creando Derecho. Esta teorÃ−a convierte al Estado en
objeto del conocimiento jurÃ−dico al afirmarlo como persona jurÃ−dica, puesto que constituye una entidad
esencialmente distinta del Derecho.
• Pero una vez reconocido como lo ha hecho la teorÃ−a jurÃ−dica pura, el Estado es un orden coactivo de la
conducta humana que no puede ser de un orden diferente del jurÃ−dico, y se demuestra también que
todo “acto estatal” tiene que ser un acto jurÃ−dico. El Estado como persona es la personificación del
orden jurÃ−dico y como poder, la eficacia de dicho orden. En consecuencia, no es posible concebir al
estado más ni menos jurÃ−dicamente que al Derecho.
• La teorÃ−a jurÃ−dica pura rechaza y niega únicamente que la ciencia jurÃ−dica sea capaz de llegar a la
legitimación del Estado por el Derecho o viceversa. La ciencia del Derecho ha de estar al servicio
exclusivo de dicho conocimiento si quiere ser verdadera ciencia y no polÃ−tica.
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