Tapices con escenas bíblicas del Perú colonial

Anuncio
Tapices con escenas bíblicas del
Perú colonial
Isabel lriarte
En la historia del arte colonial los tejidos de tapiz configuran un capítulo único. En ellos
sobrevivió la tradición del más fino tejido de la época inca, el cumbi, en manos de quienes
habían sido los tejedores especializados del estado inca: los cumbicamayos. Los españoles
aprovecharon esta mano de obra que les recordaba lo mejor de la producción textil de Flandes,
y aportaron tipologías e iconografías novedosas. La nobleza inca, por su parte, les encargó
unkus y llicllas a la usanza tradicional pero con una libertad en la composición y los motivos
que no aparecía en los ejemplos anteriores a la conquista.
El interés de estos tejidos coloniales reside, en parte, en el hecho de que los tejedores,
a la vez que debían afrontar los nuevos modelos propuestos por los españoles, seguían
realizando unkus y 1/icllas que, aunque con variantes, mantenían vivo el recuerdo de la
antigua tradición de diseño. Esta simultaneidad de vocabularios y mentalidades parece un
fenómeno único dentro del panorama del arte colonial.
Los tapices coloniales de inspiración europea presentan un carácter marcadamente
ornamental, con una multiplicidad de motivos pequeños organizados generalmente en un
campo y una o varias orlas y, a veces con un escudo de armas en el centro del tapiz. En su
exhaustivo estudio de la colección de tapices peruanos coloniales del Museo de Boston de
1967, Ca vallo señalaba que ninguno de los tapices peruanos coloniales conocidos mostraba
una escena narra ti va como su tema principal, y que, por otra parte, no había evidencias de que
en el Perú colonial se hubiesen realizado tapices en serie (Cavallo 1967:188).
Nº 1, julio 1992
81
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
El tema de este artículo es un grupo de tapices peruanos coloniales con escenas bíblicas:
La Creación de Eva (foto 1), El Pecado Original(l)(foto 2) y un tercero que combina dos
momentos de la vida del rey David (foto 3): David y Betsabé y el David salmista rezándole
Foto 1. Tapiz de la Creación de Eva. Círculo de Armas, Buenos Aires .
(1) Ambos tapices han sido reproducidos en Exposición de Tapices... 1939:N2 85 y 86; y en Furlong
1969: 734-735 . La Creación de Eva también se reprodujo en Presencia de Siglos... 1986:51 .
82
Revista Andina, Año 1O
- - -- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
Foto 2. Tapiz del Pecado Original. Colección particular, Buenos Aires.
Nº 1, julio 1992
83
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Foto 3. Tapiz del Rey David. Colección particular, La Paz.
84
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
a Dios(2). Estos tapices parecen haber conformado una serie ya que los tres tienen las mismas
dimensiones (con pequeñas variaciones debidas a la irregularidad de las formas) y poseen
orlas idénticas. Los dos primeros se encuentran en Buenos Aires, y el tercero en La Paz.
PROCEDENCIA DE LOS TAPICES
El tapiz de la Creación de Eva se encuentra en la Argentina desde el siglo pasado. Fue
regalado en Potosí a Francisco R. Madero en el afio 1841. Francisco Madero era uno de los
unitarios, compañero de Lavalle, que huyó a Bolivia, llevando su cadáver para evitar que
fuera decapitado por los federales(3). Su nieta, Francisca Madero de Lynch, lo donó al Círculo
de Armas de Buenos Aires, donde se encuentra actualmente. En el revés de tapiz se ha cosido
un cartel en el que se lee: "Tapicería hecha en el Cuzco en el s. XVII. Regalada en Potosí a
D. Francisco Madero en el año 1841". en el mismo texto se remite al Libro de Actas de la
institución . Allí está consignada la donación y aparecen más datos acerca del tapiz pero que
contradicen el origen que le adjudica el cartel: " ... tapiz Hispano-Americano tejido en lana de
alpaca por los indios del Alto Perú en el siglo XVII y bajo la dirección de los P.P. de la
Compañía de Jesús".
El tapiz del Pecado Original fue comprado por el padre de su actual poseedor en Munich
antes de la Primera Guerra Mundial (comunicación personal de su dueño).
El tapiz del Rey David fue comprado hacia principios de siglo en una iglesia del Cuzco,
donde era utilizado como alfombra de de altar, y llevado a Bolivia (comunicación personal
de su dueña) .
Similitudes y diferencias entre los tres tapices
El tapiz de la Creación de Eva y el del rey David, además de compartir medidas y orlas,
son claramente de un mismo dibujante, lo que se refleja en el tratamiento de las manos, las
cabelleras, la anatomía, y, en general, en un manejo más seguro de la forma y de la
composición. Entre los dos tapices se observan ciertas similitudes compositivas: la presencia
de una construcción de aproximadamente el mismo ancho, sobre un lado del campo, la
importancia de un eje diagonal que organiza la escena, y de otro, horizontal, en el tercio
interior del conjunto que marca, en un caso, el apoyo de los pliegues de la túnica del rey
arrodillado, y en el otro, el cuerpo dormido de Adán . También en los tres, hacia el centro de
la escena se ubica a uno de los protagonistas con las manos y la cara levantadas hacia Dios.
El dibujante del Pecado Original, en cambio, resuelve su tema en una composición mucho
más sencilla y revela mayores dificultades en el tratamiento de los desnudos. Las orlas de los
(2) Este tapiz ha sido ilustrado en Teresa Gisbert et al., 1987:fig. 362 y frente a p.300.
(3) Su padre se había dedicado a la explotación minera en Potosí y llegó a ser Ministro de Hacienda
del Mariscal Sucre. Para la fecha en que Francisco Madero llega a Potosí, su familia ya no tenía
allí intereses económicos. Este tapiz debió haber tenido para él un especial valor ya que Jo llevó
consigo durante todo el itinerario de sus años de exilio y se sabe, además, que en Montevideo Je
hicieron.una importante oferta por el tapiz que él rechazó. A su muerte pasó al poder de su hijo
Alejandro. (Exposición de tapices ... , 1939:64).
Nº 1, julio 1992
85
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
tres tapices son idénticas y, por su estilo, se podría pensar que su autor fue el mismo del Pecado
Original.
INTENTOS DE DATACION
Relación con la pintura
Si bien la figura humana aparece en varios tapices coloniales, e incluso se encuentran
en ellos esbozos de escenas, por ejemplo de cacería o mitológicas como un un tapiz del
Metropolitan Museum (MMA 56.153)(4), lo reducido de su tamaño obliga a una representación esquemática y sumaria más similar a la de los keros que a la de la pintura.
En cambio, el carácter narrativo de estos tapices, la presencia de composiciones
complejas y de figuras de considerable tamaño, permiten una comparación con la pintura a
fines de encontrar una orientación cronológica.
En el plano ornamental los roleos vegetales, los mascarones tipo hombre verde de cuya
boca salen ramas, y los angelitos intercalados entre el follaje que se observan en las orlas de
los tres tapices son motivos frecuentes entre los muralistas cuzqueños de comienzos del siglo
XVII. Los encontramos en los frisos de San Jerónimo, Chinchero, Sangarará, Oropesa y
Andahuaylillas. Esta temática de mascarones y grutescos es considerada por Mesa y Gisbert
como característica del período manierista (Mesa y Gisbert 1982:232).
Por otra parte, el motivo del jarrón con flores que aparece en el tapiz del Pecado Original
y en el del Rey David, y que gozará de gran popularidad en toda la tapicería colonial desde
las "llic/las de transición" hasta los tapices del siglo XVIII, conoce en la pintura su auge más
notable con Riaño en Andahuaylillas y Calapujio, y con Diego Cusi Huamán en Urcos.
Pero los puntos de contacto con estos muralistas no se dan únicamente en el plano de
la ornamentación sino que también pueden observarse algunas similitudes estilísticas. Los
tapices del Rey David y de la Creación de Eva son de un mismo dibujante y sus planteas
espacial y compositivo son más ambiciosos y complejos que los del Pecado Original. Son
sobre todo algunos elementos en esos dos tapices los que sugieren un paralelo con la pintura
cuzqueña de fines del siglo XVI y comienzos del XVII.
La concepción marcadamente lineal, una característica de la pintura manierista,
aparece como un rasgo compartido por la obra de los muralistas y los tapices. Esto pudo
también haberse debido en parte, a la influencia de los grabados que les sirvieron de
inspiración o modelo y a los cuales se les agregó el color sin que éste debilitara el carácter
dibujístico de las figuras. Este estilo gráfico se hace más evidente aún en los tapices, en los
cuales incluso la transición entre el plano de luz y el de sombra es creada por la interpenetración de líneas claras y obscuras como en una xilografía. Un espíritu común parece animar
también la representación de los paños en murales y tapices. En ambos casos el drapeado es
sintetizado en unas pocas y reducidas zonas oscuras y varias líneas gruesas y destacadas algunas quebradas- para indicar los pliegues principales.
Otros puntos de contacto son el predominio de figuras estáticas cuyo interés se
concentra sobre todo en las manos y las miradas como indicadoras de la acción o del asunto
(4) Ilustrado en Weibel 1939: fig . 1; en Zimmem 1944: lárns. 1 y 2; y en Muthmann 1977: Abb. 17.
86
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
representado, y los ojos grandes, las frentes amplias y las manos delicadas que parecen un eco
de la búsqueda de elegancia propia de la pintura manierista.
En cuanto al espacio, los temas representados en los tapices exigen una caracterización
del ámbito en donde se desarrollan las escenas. No son planos abstractos en los que aparecen
personajes conocidos, sino escenarios ricos en connotaciones: el Paraíso Terrenal y el palacio
del Rey David. La necesidad de hacer figurar los elementos que los definen como tales da
lugar a peculiares composiciones. En ellas, el tratamiento espacial resulta fuertemente
arcaico.
En el tapiz del Pecado Original el dibujante se ha despreocupado por completo de la
creación de un espacio. El mismo fondorojosobreelqueapoyan los pies Adán y Eva continúa
por detrás de el los y de la copa del árbol. Todo transcurre en un mismo plano paralelo al tapiz
Foto 4. David asomado al balcón de su palacio contemplando a Betsabé. (Detalle del tapiz del Rey David) .
Nº 1, julio 1992
87
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
y el cuerpo enroscado de la serpiente o la mano de Eva por delante del árbol, no alcanzan a
sugerir profundidad.
En cambio, el dibujante de los oLros dos tapices ha intentado dar una "idea" de espacio
recurriendo a elementos arquitectónicos y ejes temáticos diagonales. En la Creación de E va,
el paralelismo entre el techo de la choza y los brazos de Dios y de E va refuerza la orientación
diagonal que se completa con la cabeza de Adán. Pero a la vez, la sensación de profundidad
que podría dar la perspectiva de la cabaña en un plano posterior, se debilita por la ambigüedad
espacial de la transición del plano de apoyo al cielo, basada exclusivamente en el color
mediante una gradación muy suave entre el rojo y el azul. Algo similar ocurre en el tapiz de
David: las miradas y las manos del rey arrodillado y de Dios marcan un eje al que acompañan
la parte posterior del palacio, los rayos que salen de la nube y el lagarto al costado de David.
en cuanto a la arquitectura, su fuga en diagonal no logra disimular el aspecto de bambalinas
escalonadas que tienen los distintos cuerpos del palacio; y las líneas del estanque de Betsabé
y del cantero lateral no se integran como espacio exterior del palacio sino que, en cambio,
acentúan el efecto de plano rebatido.
Estos intentos de dinamizar la composición y crear fugas arquitectónicas en profundidad no pueden ocultar el carácter fuertemente arcaico de la representación que se desprende
del gran rebatimiento del plano de apoyo y de las incongruencias en los puntos de vista y en
las escalas de tamaño relativas de las figuras según su ubicación. Así, por ejemplo, la cara del
balcón está vista de frente mientras que las ménsulas en las que apoya están de perfil (foto
4); los óculos del tercer cuerpo del palacio mantienen su posición frontal y horizontal a pesar
deque la cornisa y el límite inferior del muro fugan en diagonal; en cuanto al tamaño, el David
del balcón jamás podría salir por la puerta de su palacio, y el elefante de la Creación de E va
es más gordo pero no más alto que los perros del paraíso.
Por último, el tapiz de David, en especial, recuerda a El Bautismo de San Ginés del
Maestro de la Almudena (Mesa y Gisbert 1982:il.8). En este cuadro el plano de apoyo csLá
también muy rebatido y lo cierra una arquitectura con una perspectiva acelerada similar a la
de la parte posterior del palacio del rey. En ambos casos, la proximidad que parece haber entre
la figura que domina la escena y la arquitectura se contradice con la desproporción de tamaños
que impone la perspectiva. El Maestro de la Almudena, según Mesa y Gi sbcrt, se encuentra
entre un grupo de pintores cuzqueños de fines del siglo XVI y comienzos del XVII, que acusan
influencias italianas, ya superadas en Europa, en el manejo de la arquitectura. Es un estilo
arcaizante que convivirá con el manierismo (Mesa y Gisbert 1982:54).
RELACION CON OTROS TAPICES
Dentro del conjunto de tapices coloniales conocidos hay dos con los que se pueden
establecer algunos paralelismos. El primero es el tapiz del Musco Metropolitano de Nueva
York (MMA 56.153) cuya orla está dominada por la presencia de gran cantidad de personajes
de todo tipo -cazadores, figuras mitológicas, campesinos.jinetes- intercalados con animales,
elementos vegetales y algunas construcciones. La multiplicidad de anécdotas, que se van
desplegando a lo largo de la orla, da lugar a variadas representaciones de la fi gura humana:
de frente, de perfil, vestidas, semidesnudas, montadas sobre animales, cazando, etc.También
en el campo aparecen personajes aunque en una cantidad mucho menor.
88
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
Algo similar ocurre con el tapiz del Museo Británico(S) cuya orla está ocupada por
hombres y mujeres vestidos a la usanza inca y en cuyo campo una serie de sirenas tocan arpas
y guitarras alrededor de un escudo de armas.
La intención de trasladara! tapiz la figura humana y de hacer de ella el motivo principal,
a través de la reiteración, la caracterización de los personajes y la importancia de los asuntos
que representan, convierten a estas dos piezas en un caso único dentro del conjunto de tapices
de inspiración europea. Su interés por la representación de la figura humana, a pesar de la
diferencia de escala, los aproxima a la serie de escenas bíblicas.
Es interesante, además, que la misma idea de la máscara de hombre verde de cuya boca
salen ramas -presente en las bandas de la orla de los tapices en serie- reaparece en la banda
interna de la pieza de Londres y en el campo de la de Nueva York. En este tapiz, por otra parte,
las medias figuras de connotaciones manieristas que sostienen ramas en sus manos, ubicadas
en el campo y en la banda exterior, recuerdan a los angelitos que sujetan roleos vegetales en
las orlas de los tapices con escenas bíblicas. También entre estos últimos y algunas de las
figuras del tapiz de Nueva York se observan similitudes en los rasgos faciales, y la misma
cabellera de los angelitos reaparece en los querubines de la nube central.
El tapiz del Musco Metropolitano mide 227 cm. x 207 cm., y el del Museo Británico,
244 cm x 216. El primero fue datado por Zimmem hacia comienzos del siglo XVII (Zimmem
1944:41 ). Esta investigadora calificó de "único" al primero, y de "sobresaliente" al segundo.
Más allá de las similitudes señaladas con los ejemplos de las escenas bíblicas, es este carácter
notable de las piezas de Nueva York y de Londres, que se desprende de su calidad y de lo
ambicioso de su propuesta, lo que también las acerca al nivel de singularidad de los tapices
en serie.
Por úItimo, en un tapiz de la colección Ganoza, en Trujillo, Perú (Gisbert 1987: fig . 369370), hay unas máscaras, vistas de perfil que se combinan con otros elementos dentro de un
recuadro, cuyas facciones y sombreado recuerdan a la serpiente enroscada en el árbol en el
tapiz del Pecado Original. Esta pieza sería del seiscientos(6).
OTROS CRITERIOS: BIGOTES Y VESTIMENTA
Los grandes bigotes y la barbita que llevan los dos Adanes y el David arrodillado
introducen un toque de actualidad en el lejano tiempo bíblico de las escenas representadas.
Con la libertad propia del artista que no ha recibido una rigurosa formación académica, el
dibujante convierte a estos personajes en sus contemporáneos.
En la pintura peruana, la aparición más temprana de esta moda se da en el Bautismo de
San Ginés del Maestro de la Almudena, fechado por Mesa y Gisbert hacia fines del siglo XVI.
También se lo encuentra en el retrato de don Diego de Vargas (Dorta 1973:fig. 592) -según
Dorta-dcentre 1618 y 1626(Dorta 1973:367), y en el donante del Bautismo de Cristo pintado
por Riaño en Calapugio, hacia los años treinta (Mesa y Gisbert 1982:61 ).
(5) Ilustrado en Joyce 1913:147.
(6) Comunicación personal de Ruth Corcuera.
Nº 1, julio 1992
89
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
No sabemos qué alcance tuvo esta moda en el Perú ya que no es un elemento que se
repita en todos los retratos masculinos de la época. Es posible que haya quedado circunscripta a un cierto nivel social.
En España aparece en los retratos de Velázquez de los años treinta. Al hablar de los
bigotes del conde duque de Olivares en los retratos de este pintor, comenta Muthmann:
" ... hasta el mismo monarca usaba el popular "bigote levantado". Sin embargo al ser rubio, no
lucía como los de Olivares. Relata Justi en su obra sobre Yelázquez que este 'bigote de la nueva
era' equivalía a un sello del rey." (Muthmann 1977:15)
Es probable que, a través de la presencia de los grandes bigotes y la barbita, se haya
intentado dar una connotación de la importancia de los personajes representados y en especial
de la realeza de David, curiosamente también rubio como Felipe III y Felipe IV.
En cuanto a la vestimenta, el David del balcón viste a la usanza de la época de Felipe
III: jubón azul abotonado, del que salen mangas rojas, y puños y golilla alechugados. En
varios dibujos de Guamán Poma se encuentra el mismo tipo de ropa. La golilla alechugada
fue prohibida por la pragmática de austeridad dada por Felipe IV en los años veinte.
ICONOGRAFIA
La similitud de estos tapices en cuanto a orlas, medidas y carácter narrativo, plantea la
posibilidad de que haya existido un número mayor de piezas que conformaran una serie. En
base a las piezas conocidas es difícil adivinar cuál pudo haber sido el eje argumental de ese
conjunto. En principio, tienen en común la presencia de una pareja bíblica y el representar
escenas del Antiguo Testamento.
Hay otros ejemplos de tapices coloniales con temas bíblicos, pero en ninguno de ellos
la escena representada ocupa todo el campo, como en estos ejemplos. Uno es la lliclla que se
encuentra en Munich(7), en cuyo campo aparece, entre muchos otros motivos igual de
pequeños, Eva naciendo del costado de Adán y estirando su mano hacia el fruto del árbol
prohibido. Un segundo ejemplo está ilustrado en un catálogo de un remate llevado a cabo en
Buenos Aires en 1973. En el campo aparece un escudo de armas, rodeado por cuatro escenas
bíblicas en pequeña escala. Ellas son el sacrificio de Isaac; Caín matando a Abe!; Sansón y
el león; y Tobías con el pez(8).
· Estos ejemplos, sin embargo, no aclaran la relación temática que pudo justificar la
presencia de las tres escenas en una misma serie. El Pecado Original y la Creación de Eva se
agrupan fácilmente como ilustraciones del Génesis. ¿Cuál pudo ser el nexo con el Rey David?
El único antecedente que pude encontrar en el que se relaciona al Pecado Original con el
David salmista, es la Biblia de los Pobres, compilada en el siglo XIII y que tuvo ediciones
(7) DesStaatlichenMuseums Für Volkerkunde, Munich. 34-41-3; ilustrado en Muthmann 1977:lám.7
(8) Bullrich, Catálogo Nº26, Remate 13-15 de mayo de 1973, n2 230 (bis), lám. 30. En la entrada
correspondiente se lo describe como de seda, hecho en el Alto Perú en el siglo XVIIl. Un tercer
tapiz con tema del Génesis fue descrito por Kendrick, en 1925, como "La tentación en el Jardín
del Edén" y dijo que había estado en venta en Londres a comienzos de los años veinte (Kendrick
1925:297). No ha sido reproducido y se desconoce su paradero actual.
90
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
hasta en el siglo XVI(9). En la composición de la página, a modo de tríptico, las dos escenas
del Antiguo Testamento se leen como prefiguración de una del Nuevo -la Anunciación- en
medio de ambas(l O). en este caso la relación consiste en la promesa de la Inmaculada que Dios
hace inmediatamente después del Pecado, y la del Salvador en la descendencia de David.
El material de grabados europeos que llegó al virreinato del Perú fue muy abundante
y abarcó orígenes y calidades diversas. Asimismo, las ilustraciones de biblias u otros libros
de devoción correspondieron, en muchos casos, a imágenes de un estilo popular y arcaico.
Junto a ellas arriban grabados que podrían encuadrarse dentro de un arte culto, y que estaban
reflejando las novedades del lenguaje formal en Europa. A este último grupo pertenecen los
grabados de Martín de Vos.
Es interesante observar que, entre las varias estampas que este artista dedicó al tema del
Paraíso( 11 ), y el tapiz de la creación de Eva, existen coincidencias iconográficas. Entre ellas,
las más llamativas son probablemente las que tienen que ver con los animales. Ellos pueblan
las distintas versiones grabadas del Paraíso y, si bien Martín de Vos hace aparecer especies
tanto reales como fantásticas que no figuran en el tapiz de la Creación de Eva, la mayoría de
animales representados en el tejido tienen su correlato en aquellas imágenes -en algunos
casos- en actitudes prácticamente idénticas.
El conejo aparece en cuatro grabados. En dos de ellos,que representan la creación de
la mujer, la ubicación muy próxima al cuerpo dormido de Adán recuerda al conejo que
curiosea las piernas de Adán en el tapiz. También en varios grabados aparece el buey, el
elefante, el camello, la tortuga y zorros que se parecen al perro sentado sobre sus patas
posteriores a la derecha de la cabeza de Adán dormido. En todos los grabados hay un
puercoespín. En algunas de las versiones éste tiene características similares al animal que se
desliza por debajo del cobertizo.
Pero el estilo, la composición y el tratamiento espacial son diferentes, lo que descarta
una copia textual. Seguramente existieron otras fuentes que pudieron también haberle servido
de referencia al dibujante de tapiz, ya que la presencia de animales en el Paraíso conformaba
una tipología iconográfica cuyo significado se relacionaba con la naturaleza original del
hombre y las consecuencias del Pecado Original.
(9) "Se llamó la 'Biblia de los pobres' porque se entregaba en mano de los 'pobres predicadores' para
facilitarles el cumplimiento de su tarea, y, por este motivo, la imagen tuvo más valor que el texto,
recordando en forma sintética y concentrada, los sucesos de la historia bíblica y su relación
recíproca con base en las concordancias tipológicas". (Sebastián López n/d:110).
(10) Dos de estas páginas se ilustran en Westheim 1981:26, 27.
(11) Entre el grupo de grabados que realizó para ilustrar el Credo, el que corresponde a la primera frase:
CREDO IN DEUM PATREM ONMIPOTENTEM CREATOREM COELI ET TERRAE",
muestra a Dios en cinco momentos diferentes de su creación. En el primer plano tiene lugar en
forma destacada la creación de Eva. Una copia de este grabado se encuentra en San Francisco de
Cochabamba (Mesa y Gisbert 1977: il. 10).
En, por lo menos, otros cinco grabados, correspondientes a otros cuadernos, este artista retoma el
tema de Adán y Eva desde su creación, su vida en el Paraíso y finalmente, el pecado original.(nota:
Ejemplares de estos grabados así como del Credo se encuentran en la Biblioteca Nacional de París
en Oeuvre de Martín de Vos, CC. 17, fo.4, nº7, nº9; fo.5, nºlO, nºl 1; CC. 18, nº140. p.91; CC.
20, fo. 2, p.3 ).
Nº 1, julio 1992
91
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
La representación de Adán rodeado de animales en el Paraíso aparece desde épocas
tempranas en el arte occidental. En la Edad Media una doctrina escolástica del siglo XII
estableció un nexo entre la Caída del Hombre y la teoría de los cuatro "humores" o
"temperamentos". Panofsky, en su estudio sobre Durero, analiza un grabado a buril y una
xilografía, ambos con el tema del Pecado Original y sefíala que la selección de los animales
representados debe entenderse a la luz de esta teoría, de la cual había dos versiones:
"Según una, en el principio el hombre no tenía temperamento alguno, mientras que cada animal
tenía uno de los cuatro conocidos. Según la otra, en el principio el hombre era 'sanguíneo', en
tanto que los animales eran 'coléricos', 'flemáticos', o 'melancólicos'" (Panofsky 1982: 159).
El Pecado habría hecho que el hombre se vea expuesto al desequilibrio producido por
el predominio de uno de estos fluidos con todas sus consecuencias nefastas: la enfermedad,
la muerte y los vicios.
Cuando se atiene a la primera versión, Durero coloca cuatro animales como representantes de los cuatro humores y sus connotaciones morales: el alce, el conejo, el gato y el buey
para la tristeza melancólica, la sensualidad sanguínea, la crueldad colérica y la indolencia
flemática, respectivamente.
Para la segunda versión, los reduce a tres, que simbolizan los temperamentos no
sanguíneos, la cólera del león, la melancolía del bisonte y la indolencia flemática del tejón .
Posiblemente, el dibujante del tapiz de la creación de Eva tuvo oportunidad de conocer
grabados europeos en los cuales estaba vigente esta doctrina, pero parece haberle otorgado
a la presencia de los animales en el Paraíso un significado simbólico algo distinto. Así lo
sugiere la comparación con los animales representados en el tapiz del Pecado Original.
Mientras que en la Creación de Eva conviven pacíficamente, como lo indicaría la proximidad
del pájaro y la víbora debajo del cuerpo de Adán, en la zona inferior del otro tapiz -en cambiotres parejas de animales se enfrentan con violencia (foto 5) y en la esquina una especie de
cobra se yergue como dispuesta a atacar. A diferencia de la doctrina medieval, acá se afirmaría
que el desorden introducido por el pecado no sólo afectó al hombre, sino también a los
animales.
Curiosamente, los animales del Pecado Original no son los mismos que aparecen en la
Creación de Eva. Los dos tapices corresponden claramente a dos dibujantes diferentes y cada
uno nos da su versión de la fauna del Jardín del Edén . En los grabados de Martín de Vos, en
cambio, los mismos animales se repiten independientemente de que estén presenciando una
u otra escena del Génesis.
En su estudio sobre las llicllas coloniales, Muthmann propone, como otra posible
fuente iconográfica para la representación de animales, los tejidos importados que llegaban
al Perú. De las listas de tejidos de procedencias muy diversas que se mencionan en los Anales
de la Villa Imperial de Potosí de 1656, concluye este autor en que los principales proveedores
de productos textiles de alta calidad eran los italianos (Muthmann 1977:50). Reproduce dos
ejemplos de ese origen con representaciones de animales que recuerdan a los que aparecen
en las llicllas. Uno de ellos, un ribete de altar florentino, incluye varias escenas del Antiguo
Testamento: la creación del mundo, la creación de Adán, y Caín y Abe) (Muthmann 1977:
Abb. 27).
92
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
Foto 5. Pelea entre animales. (Detalle de la zona inferior del campo del tapiz del Pecado Original).
En los tres tapices hay un grupo de animales que conforman una categoría aparte por
su carácter fantástico. El más extraordinario es la serpiente con alas y cabeza de dragón (foto
6) que se enrosca en el árbol del Pecado Original.
Es la imagen más lograda de ese tapiz y quizás, una de 1~ más notables de toda la serie.
El estatismo e inexpresividad de Adán y Eva contrastan con su cuerpo ondulante y la
expresión maligna de su cara. La superficie de su cuerpo de compone de una gran cantidad
de pequeñas áreas redondeadas de colores distintos. Una sombra azul cubre su mandíbula
inferior mientras que su frente y hocico son beige. Su mirada se clava en Eva y sus dientes
afilados dejan salir una lengua en forma de flecha. En la pintura colonial suele aparecer la
serpiente combinada con rasgos de mujer. Una representación del Pecado Original, en la que
la serpiente tiene cabeza de dragón, se encuentra en la cara interior de la tapa de un bargueño
de fines del XVII o comienzos del XVIII (Zimmem 1947: fig. 1).
Pero la presencia del mal no se limita a la serpiente, y como para reforzar su acción, el
dibujante ha colocado a la altura de la oreja de Eva un dragoncito que parece murmurarle las
seducciones del pecado. Esta figura sería el "familiar", denominación popular referida al
intermediario del demonio en los pactos diabólicos. No hemos encontrado antecedentes para
la representación del demonio y su ayudante. Dragones con rasgos similares a los de la
serpiente y su "familiar" aparecen en un arcón decorado al modo de un quero del Museo
Murillo de La Paz (Mesa y Gisbert 1982: il.2). También el dragón combinado con arcoiris es
motivo en algunos queros. Liebscher comenta que en los Andes el dragón ha sido asociado
Nº 1, julio 1992
93
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Foto 6. Serpiente con alas y cabeza de dragón y "familiar". (Detalle del tapiz del Pecado Original) .
con el "amaru" y cita el Diccionario Castellano-Kechwa/Kechwa-Castellano de Perroud y
Chouvenc, en el cual una de las acepciones de amaru es:
"ser fabuloso y monstruoso, dragón con cuernos de fuego que se aparece de las entrañas de la
tierra causando un terremoto o una erupción" (Liebscher 1986:71 ).
En el mismo tapiz otro animal fantástico escapado de la heráldica -el águila bicéfalase repite a los costados de Adán y Eva como un pájaro más del Paraíso. Pero su inclusión
parece responder más a fines decorativos que simbólicos.
En el tapiz de David, el lagarto ubicado a espaldas del rey arrodillado, si bien no es un
animal fantástico, parece tener una connotación simbólica como alusión al pecado de David,
representado en segundo plano. La fiereza de sus fauces, su ubicación y su tamaño le otorgan
un dramatismo que lo convierte en un protagonista más de la historia.
Desde el punto de vista de la iconografía tradicional sobre Adán en el Paraíso, llama
la atención la inclusión de un cobertizo y el hecho de que Adán vista una túnica de pieles (foto
7). Pero estos dos elementos y la presencia de los animales suelen ser notas características en
las escenas de las vidas de los ermitaños. Quizás el dibujante del tapiz imaginó al Adán
anterior a la creación de Eva, como un ermitaño que habitaba el jardín del Edén.
El tapiz del Rey David reúne en una escena dos temas que recibieron por lo general, una
representación independiente. El David arrodillado rezando, con el arpa en el suelo,
corresponde al autor de los salmos. Así solía aparecer, en el jardín de su palacio, en los
94
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
salterios medievales. También arrodillado y con el arpa, pero a campo abierto y con un
ejército a sus espaldas, se lo ve en los grabados al frente del título, en libros de reflexiones
sobre el Salmo Miserere impresos en Espafia en el siglo XVI (Lyell 1976: figs. 16 y 235).
Foto 7. Eva surge del costado de Adán. (Detalle del tapiz de la Creación de Eva).
En la escena del tapiz de Betsabé llama la atención el que se haya recurrido a una serie
de rayas horizontales para representar el agua. Lo arcaico de este sistema no condice con las
características más modernas del desnudo. La explicación probablemente resida en que se
haya utilizado varias fuentes iconográficas, lo que también quedaría sugerido por la combinación de dos escenas en una única composición. Esa misma impresión deque el cartón del tapiz
fue una composición hecha especialmente para el caso, aún cuando se haya inspirado en
algunos modelos iconográficos, se tiene con el de la Creación de Eva. Las coincidencias en
el esquema compositivo que se comentaron anteriormente señalarían en la misma dirección.
Nº 1, julio 1992
95
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Por último, a propósito de las escenas del Génesis es interesante recordar dos tesi s
producidas por españoles en el siglo XVII, que ubicaron al Paraíso Terrenal en América del
Sur, en un caso en Tiahuanaco, y en el otro, en la Amazonia. El Padre Baltazar de Salas, que
recorrió detenidamente la zona del lago, escribió un libro titulado Aymaru-Aymaru, que se
publicó en Madrid en 1625, y en el que decía que el Paraíso Terrenal estuvo en las faldas del
Illampu. Un cuarto de siglo más tarde, León Pinelo, en su libro El Paraíso en el Nuevo
Mundo, lo ubicaba en la Amazonia y afirmaba que la fruta prohibida no fue una manzana sino
una granadilla en cuyo interior se hallaban los símbolos de la Pasión de Cristo (León Pinelo,
I, 1943 [1656]:208-220; Baptista 1975:8-9).
ASPECTOS TECNICOS
El tapiz del Pecado Original mide -de alto- 257 c m, en su extremo izquierdo, y 265 en
el derecho; y de ancho, entre 243 cm y 251 cm. El de la Creación de Eva mide 264 de alto por
251 de ancho. Las medidas del tapiz del rey David serían 264 cm y 243 cm(12). Las urdimbres
de los tapices son de algodón, .hilado Z, plegado doble S; y las tramas son de camélido, hilado
Z, plegado doble S. La cantidad de urdimbres por centímetro es de 1O. La densidad de tramas
varía según las zonas del di seño entre 34 y 40 por centímetro.
El tapiz del Pecado Original es el único que tiene parte de sus orillos de trama y uno de
los de urdimbre, a la vista. En el orillo de urdimbre visible, se observan lazos de urdimbre
encade nados y sobrebordados con hilos de camélido de colores, en puntada de fi gura de ocho,
de aproximadamente 8 mm de ancho. Este tipo de bordado es característico de los tejidos
incas (Rowe 1978: 16). Las puntadas forman secuencias de bloques de rayas rojas y amarillo/
ocre, y bloques lisos en rojo, azul y amarillo-ocre. el orden de repetición es: azu l-rayas-rojorayas-ocre/amarillo-rayas, azul. Este mismo bordado se repite en los orillos de trama .
En las túnicas incas anteriores a la conquista la norma es que las urdimbres queden
horizontales en la pieza acabada y, por lo tanto, el di seño se teje lateralmen te. La mi sma
relación entre urdimbre y diseño se da en la tapicería europea. En estos tapices, en cambio,
la urdimbre y el diseño son paralelos. Dado que otros aspectos técnicos del tapiz s í se
mantienen dentro de la tradición inca, es posible que este cambio se haya debido a la neces idad
de controlar visualmente la construcción de un tipo de diseño que les resultaba novedoso y
complejo por la gran cantidad de detalles y variaciones.
Dos de los tapices son completamente reversibles. El del Rey David está forrado y no
se pudo ver la otra cara. La cara no expuesta del Pecado Original está mucho más sucia, lo
que podría indicar que habría sido usado también de ese lado . En el del Rey David Dios
extiende su mano izquierda hacia el protagonista mientras que en el de la creación de Eva,
dirige hacia ella su derecha, como correspondería a los gestos divinos. Quizás esta anomalía
indique que la cara que fue pensada como derecho del tej ido es la que hoy está oculta.
Posiblemente al ser comprado se prefirió forrar esa cara del tapiz y dejar a la vista el revés
por su mejor estado de conservación.
(12) No pude medir personalmente ese tejido por hallarse colgado muy alto, pero alguien que lo tuv o
en sus manos y lo midió, me dijo que sus medidas correspondían a las de los existentes en Buenos Aires.
96
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
Un rasgo técnico de los tapices coloniales, que se vuelve muy notorio en estas piezas,
es la presencia de varias nervaduras verticales distribuidas a lo ancho del tejido que, a primera
vista, parecen costuras. El hecho de que estas líneas suelen estar desfasadas en su recorrido
o, en algunos casos, no llegan a atravesar todo el largo del tapiz, prueba que no se trata de
costuras. Según Cavallo el relieve que tienen se debe a que ellas son el resultado de la
acumulación de tramas enlazadas (dovetailed) y entrelazadas (interlocked) a lo largo de un
par de urdimbres adyacentes (Cavallo 1967: 184).
De los tapices con escenas, el que tiene mayor cantidad de nervaduras es el del Pecado
Original: seis en total. La nervadura que arranca desde más abajo es la que pasa por el brazo
extendido de Eva y su comienzo está en el borde inferior del campo. La que nace más arriba
es la de la orla vertical izquierda, y lo hace a la altura del hombro de Adán. Llegan hasta el
orillo superior del tapiz las dos nervaduras correspondientes a las dos orlas laterales y también
las dos que enmarcan el cuerpo de Adán. Las dos que se encuentran a ambos lados de la cabeza
de Eva, se interrumpen a la altura de sus hombros y se desfasan cinco centímetros hacia
adentro para coincidir con el punto de arranque de los brazos. También la que pasa por el borde
exterior del antebrazo de Adán, se desfasa levemente hacia la derecha entre el codo y la mano.
De las cinco nervaduras que tiene el tapiz de la Creación de Eva, tres van prácticamente
de orillo a orillo de la urdimbre: la que pasa entre la mano de Dios y el cobertizo (foto 8), y
las que se encuentran en las orlas laterales. La que pasa por el borde izquierdo del manto de
Dios, nace en la pata del animal que se halla debajo de la nube y sube hasta el orillo superior.
La quinta nervadura es menos visible y más discontinua. Va desde el orillo de urdimbre
inferior hasta el conejo, donde desaparece para dejarse ver recién por encima de la nube y del
perro, ascendiendo hasta llegar a la mano de Dios. Vuelve a ser visible en el nimbo triangular
y sube hasta la mitad de la orla superior donde se desplaza unos centímetros hacia la derecha.
En las cuatro piezas del Museo de Boston que presentan estas nervaduras -estudiadas
por Ca vallo- los intervalos entre estas líneas van desde 30,48 cm hasta 38, 1Ocm. En el tapiz
del Pecado Original, a la altura de la copa del árbol, los intervalos entre las nervaduras -de
izquierda a derecha- son de: 50 cm, 35 cm, 36 cm, 28 cm y 3(> cm. Desde las más externas
hasta los orillos de trama quedan aproximadamente 32 cm. Las distancias entre las nervaduras
de la Creación de Eva -de izquierda a derecha- son de: 34 cm, 40 cm, 34 cm, y 74 cm. Las
dos más externas están a 36 cm de los orillos de trama. El intervalo de 74 cm sugiere un
múltiplo de los de alrededor de 35, que son los que más se repiten, como si ese fuera un módulo
de trabajo.
Al tapiz del Rey David sólo lo pude ver una vez y a una cierta distancia por lo tanto la
descripción de las nervaduras se basa en las fotografías tomadas. En ellas se ve muy
claramente una nervadura continua que va desde el límite superior del campo hasta el jarrón
ubicado entre el estanque y el arpa. De una segunda, sólo se ven dos tramos muy distantes
entre sí: uno desde el borde interno del arco de la ventana donde se asoma David, hasta el borde
superior del campo; el otro, atravesando los pliegues de la túnica del rey arrodillado. Estas
dos nervaduras dividirían el campo en tres sectores aproximadamente del mismo ancho.
En estos tapices las nervaduras son casi siempre muy visibles. A ella contribuyen -en
distinta proporción según el caso- dos razones. La primera es la que cita Cavallo: el relieve
que se produce por acumulación de tramas enlazadas y entrelazadas a lo largo de dos
urdimbres, en vez de una.
Nº 1, julio 1992
97
r
1
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Foto 8. Detalle de la figura de Dios . (Tapiz de la Creación de Eva).
Pero, en algunas zonas, parecería que este abultamiento, producido por los métodos de
unión empicados, aumenta porque las urdimbres son tomadas, por lo menos, en pares. No hay
dudas deque ese procedimiento se utilizó en el Pecado Original, una pequeña área del fondo
rojo a la derecha de la pata del águila (foto 9). Mediante este recurso se pasa de 12 a 16
urdimbres. Estas c uatro urdimbres adicionales habrían sido tomadas en pares en una zona
inferior del tejido. En la misma foto se ve un detalle de la nervadura que pasa por el hombro
derecho de Adán a la altura del águila bicéfala. El relieve comienza dentro del hombro poco
antes del borde superior. Allí la nervaduracambiasu ancho con respecto a las urdimbres adyacentes, y a la que le correspondería hac ia abajo. Antes del punto de arranque parecen haber
dos urdimbres que ingresan dentro de la columna en relieve. Estas variac iones en el ancho de
las nervaduras no se dan en forma uniforme a todo lo largo de ellas sino en algunos sectores.
Según Cavallo el propósito práctico de estas nervaduras era equilibrar las tensiones desiguales producidas por un uso excesivo de tramas excéntricas. A esa función se añadiría -a través
del agrupamiento de urdimbres- la de controlar el ancho del tejido en las áreas en que éste
hubiese aumentado por la multiplicación de cambios de color en el sentido horizontal.
En segundo lugar, también , en algunos casos, las nervaduras se destacan porque se
presentan como una estrecha área de tejido más abierto, dejando por momentos, visibles las
urdimbres. Este efecto sería el resultado de varios factores: primero, las áreas de trama
adyacentes sonde bajadensidad,al puntoquedejan verlas urdimbres (sobre todo en las zonas
de piel); segundo , la sec uencia de uniones no es continua sino que se saltea algunos pares de
98
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
tramas; y, finalmente, no siempre se mantiene la misma relación de por arriba y por debajo
entre las tramas que se entrelazan. Los dos últimos factores también explicarían la inclinación
que presentan algunos de los hilos de trama que forman la nervadura.
Como ya se mencionó más arriba, la función de las nervaduras sería equilibrar las
tensiones producidas por un uso excesivo de tramas excéntricas. En este grupo de tapices, por
el tipo de diseño, se recurre frecuentemente a ellas. Siempre que el diseño lo permita, los
contornos se resuelven de ese modo. En las cintas que salen de las bocas de los mascarones
en las bandas de la orla, se observa que en el interior, de color claro, en los tramos diagonales,
ha sido trabajado por escalonamiento de tramas horizontales. Pero los contornos obscuros
están realizados con tramas que bordean a las cintas en un recorrido diagonal, lo que produce
una definición neta de la forma. Al llegar al ángulo, el tejedor prefiere un tramo vertical para
mantener la definición del contorno ya que, de elegir una curva, no podría evitar el quebrar
la línea en una serie de uniones escalonadas.
La figurn de la serpiente enroscada al árbol es un buen ejemplo de cómo se trata de llevar
todas las líneas curvas que componen la imagen a una proporción apaisada que permita
resolverlas con tramas curvas y recurrir lo mínimo posible a las uniones horizontales entre
colores distintos, ya que éstas, en recorridos diagonales, producen bordes quebrados. No
queda más remedio que recurrir a ellas cuando las curvas se aproximan demasiado a la vertical
como en la frente y el hocico, o en las zonas del borde en que el cuerpo cambia de dirección
(fotos 6 y 10).
Foto 9. Detalle del hombro de Adán . (Tapiz del Pecado Original) .
Nº 1, julio 1992
99
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
Toda la superficie de los tapices está surcada de líneas diagonales (lazy lines; Emery
1980:83) en las zonas de color uniforme, que se producen, no por uniones de trama, sino por
escalonamiento de puntos en los que dos tramas del mismo color invierten su dirección entre
urdimbres adyacentes sin relacionarse entre ellas. Estas líneas dan una idea de la secuencia
en que fueron tejidas las distintas áreas (Bird y Skinner 1974:7) (foto 5).
Foto 10. Detalle de la cara de Adán . (Tapiz del Pecado Original).
EL COLOR
El grado de perfección técnica al que habían llevado los tejedores incas el tejido de tapiz
le hace decir a Murúa, a propósito de una camiseta que tuvo en su mano:
" ... porque es muy finísima y no hay quien la vea que no quede espantado y admirado de ver cosa
tan notable" (Gisbert et al. 1987: 157).
Pero estos eximios tejedores se habían manejado dentro de una tradición de diseño que,
a diferencia de la de Occidente, privilegiaba la abstracción y el signo. La preocupación por
la verosimilitud, que en la Europa del Renacimiento se concentró en la creación de sistemas
figurativos orientados a rescatar el volumen y el espacio, les fue ajena.
El carácter singular de estos tapices no reside solamente en que ellos son el único caso
conocido de tejidos coloniales con escenas narrativas de gran tamaño, sino en que, además,
muestran la selección y el modo de apropiación de sistemas de representación de esa tradición
figurativa occidental.
100
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
Las soluciones que debieron implementar los autores de estos tapices no eran iguales a las
que utilizaría un pintor de la época. Aún cuando hubiernn contado con un cartón realizado por
unpintorcontododetalle,ellosdebíanencontrnrlatraducciónaténninostextilesdelaspinceladas,los
modelados y el esfumado. De la consideración detenida de estas "traducciones", surge la
impresión deque estos maestros -a quienes probablemente los españoles no consideraron que
hiciera falta enseñarles nada- aprendieron, por la observación directa de tejidos europeos, una
serie de convenciones del lenguaje formal del tapiz occidental, referidas a la indicación de
volumen, el tratamiento de carnaciones y los pliegues, el pasaje de la zona de luz a la de
sombra, etc.
En base a lo observado, armaron su propio sistema y lo aplicaron, en forma selectiva,
a algunos motivos de las escenas dejando a veces, inexplicablemente, al margen de esos
intentos de representación de volumen elementos de la misma composición. Una ilustración
de ello es la vecindad entre los cuerpos de Adán y Eva con los sombreados que indican el
carácter ci Iíndrico de los brazos, y el tronco del Arbol de la Ciencia del Bien y del Mal, carente
por completo de esos recursos. En el mismo tapiz, sucede algo similar con los jarrones cuyas
1uces y sombras contrastan fuertemente mientras que los ramos que los coronan se mantienen
ajenos a esos contrapuntos.
Es a través del estudio del color como mejor se puede apreciar el peculiar uso de este
lenguaje textil figurativo. Los colores utilizados en estos tapices son los siguientes: negro,
azul obscuro, azul índigo, celeste, marrón obscuro (parece natural de la fibra), beige obscuro,
beige, marfil, blanco, rosa, gris, fresa, rojo y violeta morado. A ellos se suma la gama de los
jaspeados: marrón y beige, rosa y blanco, beige y blanco, rojo y beige, azul y blanco, y azul
y negro . No todos los colores son utilizados en cada tapiz. El azul obscuro aparece en el
Pecado Original. el celeste y el gris, en la Creación de Eva, y el violeta morado en el del Rey
David.
Esta paleta tiene también una extensión de matices en la alternancia de finas líneas
horizontal es de dos colores, y en las áreas de interpenetración de rayas de dos colores vecinos. Estos recursos,j unto con el jaspeado, le permiten al tejedor,creartres tonos distintos entre
el az ul y el negro en los pliegues inferiores de la túnica de Dios, en la Creación de Eva (foto
11 ). La alternancia de finas líneas crea un primer matiz en el revés horizontal de la túnica; en
el primer pliegue vertical a la derecha, el jaspeado de negro y azul, da un segundo grado; y
en el pliegue central , las áreas de interpenetración con el jaspeado crean el último paso antes
del negro.
Un recurso para dar volumen a la figura humana es el uso de líneas de sombra pegadas
a los contornos, de las que salen rayas marcando una transición hacia las áreas claras. Pero
la ubicación sobre uno u otro lado de la figura puede variar dentro de un mismo cuerpo. Así,
en el Pecado Original, la línea de sombra recorre los límites derechos de la<; piernas de Eva
y los izquierdos de sus brazos. En Adán se da la misma situación, pero invertida en espejo.
Para la representación de la piel humana, sobre la base del jaspeado de rosa claro y
blanco, se van intercalando líneas muy finas blancas. Cuando se quiere destacar un área, por
ejemplo las mejillas o mentones de los distintos personajes (foto 10), o las rodillas y líneas
de costillas de Eva en el Pecado Original, las líneas intercaladas son rosas. La indicación de
que algunas zonas pequeñas del cuerpo están en sombra se concreta en la utilización de áreas
de color rosa homogéneo de las que se desprenden rayas que se interpenetran con el color
Nº 1, julio 1992
101
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
circundante. Este tratamiento se encuentra en párpados, cuello, orejas, punta de la nariz y
algunos dedos de la mano o del pie.
Foto 11. Detalle de los pies de Dios. (Tapiz de la Creación de Eva).
En general, las indicaciones de volumen o profundidad se realizan porobscurecimiento
del color. Pero en la Creación de E va la indicación de la posición relativa de las distintas partes
de algunas figuras se enriquece con la introducción de otros colores. Los postes en segundo
plano del cobertizo son azules, a pesar de que éste es beige. El mismo color cubre las patas
y la oreja más alejadas del elefante, mientras que su pata delantera y su trompa son rosas, a
la vez que su cuerpo pasa del beige al jaspeado con marrón, a través de una transición en la
que también interviene el rosa. Quizás el ejemplo más hermoso de la presencia de un color
inesperado sean las rayas azules que bordean las tiras inferiores más obscuras de la túnica de
Adán, resueltas en finas líneas de beige y negro. La reiteración de un azul más claro en las
pequeñas zonas del revés de la túnica que se ven en la manga y en el cuello, junto con el rojo
intenso de la herida de donde surge Eva, convierten a esta túnica en uno de los más sutiles
ejemplos de manejo del color en estos tapices (foto 7).
La sugerencia de reflejos azulados en la túnica de Adán, el tratamiento del cuerpo del
elefante, el paso del rosa al azul entre el lomo y la panza del animal que se encuentra debajo
de los pies de Dios, y finalmente, el precioso degradé, que relaciona cielo y tierra evitando
un límite preciso, podrían representar una peculiar versión del cangiamento -recurso
colorístico que crea una gradación entre dos colores distintos, y, que desde los tapices y
miniaturas góticas-, llegó hasta la pintura manierista.
102
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
En cuanto a las líneas que, en la casi totalidad de las figuras, marcan los contornos, ellas
varían su color dentro de una misma forma. Así, en la Creación de Eva, el manto de Dios se
dibuja con un trazo negro en la parte superior derecha, donde limita con un fondo claro; y en
cambio, se vuelve blanco al delinearse contra el azul de la túnica (foto 8). Las facciones de
Dios son líneas negras pero su pelo y su barba se marcan con azul. En el Adán dormido, los
contornos de la cara y de los brazos son azules, mientras que los límites de sus piernas y las
líneas de sus facciones son negras.
CONCLUSIONES
Estos tapices fueron tejidos simultáneamente o con poca diferencia de tiempo. Así lo
indica la identidad de orlas, medidas, paleta y procedimientos técnicos. Esto implica un
trabajo de taller muy bien coordinado. El programa iconográfico sugiere algún tipo de
supervisión de los contenidos; el planteo estético, la cooperación de pintores o dibujantes; y
la faz técnica reíleja una serie de decisiones que se mantuvieron sistemáticamente en los tres
tapices.
Estos tejidos con escenas bíblicas deben haber gozado, desde su fabricación, de un
aprecio y una valoración especiales por su calidad, su tamaño y lo vistoso de sus temas. ¿Por
qué, entonces, no se conocen otros ejemplos con las características de este grupo si tantos
otros tapices de una importancia menor lograron sobrevivir hasta nuestra época? El azar
podría ser una respuesta válida. Pero, al menos como hipótesis, se puede plantear la
posibilidad de que el taller o grupo de tejedores que los produjo haya sido el único en intentar
este tipo de empresa y, por lo tanto, la producción de piezas como las que aquí se consideran,
se habría visto reducida.
Las preguntas acerca de dónde y bajo qué régimen trabajaron estos tejedores, de cuál
fue la relación entre su producción y la de los obrajes, de su estatus en la sociedad colonial,
etc. no han hallado por ahora respuesta en los documentos de la época. Pero hay todavía
mucho por hacer en tomo a la profundización del estudio y co¡nparación de las piezas . Así,
por ejemplo, la identificación de un origen común para algunos grupos de tejidos nos daría
un panorama del volumen de la producción de esos tejedores y de la versatilidad de las
propuestas que fueron capaces de encarar.
Isabel Iriarte
Talcahuano 981
1014 Buenos Aires
Argentina
AGRADECIMIENTOS
A Ruth Corcuera, por haberme introducido en el estudio de los tapices coloniales, y por compartir
conmigo, generosamente, sus conocimientos y puntos de vista sobre el tema. Al Profesor Héctor
Schenone, por sus valiosas enseñanzas sobre el arte colonial, y porque fue la primera persona que me
habló de la existencia de estos tapices.
A Darko Sustersic (fotos 1 y 7), Gustavo Sosa Pinilla (fotos 2, 5, 6, 9 y lO)y David Batilana(fotos
8 y 11), por su buena voluntad y dedicación en la realización de las fotos.
A Teresa Gisbert, por haberme facilitado una copia del campo del tapiz del Rey David (foto 3).
Nº 1, julio 1992
103
Artículos, Notas y D o c u m e n t o s - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - -
BIBLIOGRAFIA
BAPTISTA, Mariano
1975
Tiwanaku . Plata Publishing Ltd., Chur.
BIRD, Junius B. y Milica Dimirrijevic Skinner
1974
"The Technical Fcatures of a Middle Horizon Tapestry Shirt from Pcrn".
Textile Museum Journal, vol. 4, nº l, pp.5 -13.
CA VALLO, Adolph S.
1967
EMERY, Irene
1980
Tapestries of Europe and of Colonial Peru in the Museum of Fine Arts,
Boston. 2 vols. Museum of Fine Arts, Boston, Massachuscns.
The Primary Structures of Fabrics: an lllustrated C lassification. Thc
Texlile Museum, Washington, D.C.
Exposición de Tapices. Siglos XV al XVIII
1939
Comisión Nacional Cultura, Museo Nacional de Arte Decorativo, Buenos
Aires.
FURLONG, Guillermo
1969
El transplante cultural. 3t. Ed. Tea, Buenos Aires.
GrSBERT, Teresa, Silvia Arze y Marta Cajías
Arte textil y mundo andino. Gisbert y Cía, La Paz.
1987
104
Revista Andina, Año 1O
- - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - lriarte: Tapices coloniales
JOYCE, T.A.
1913
KENDRICK, Albert F.
1925
"A Peruvian Tapestry, probably of the 17th Century", The Burlington
Magazine, XXIII, Nº 123, junio 1913, pp.146-150.
"A Peruvian Tapestry", The Burlington Magazine, XL VII, Nº273, pp.292297.
LEON PINELO, Antonio de
[1656] 1943
El Paraíso en el Nuevo Mundo. 2 vols. Imprenta Torres Aguirre, Lima.
LIEBSCHER, Verena
1986
La iconografía de los keros. Herrera Editores, Lima.
LYELL, James P.R.
1976
Early Book lllustration in Spain. Hacker Art Books, Nueva York.
MESA, José y Teresa Gisbert
1977
Holguín y la pintura virreinal en Bolivia. Librería Editorial "Juventud",
La Paz.
MUTHMANN, Friedrich
1977
Eine peruanische Wirkerei der spanischen Kolonialzeit. Abegg-Stiftung, Berna.
PANOFSKY, Erwin
1982
Vida y arte de Alberto Durero. Alianza Forma, Madrid.
Presencia de Siglos. Arte Latinoamericano
1986
Secretaría de Cultura de la Nación y Comité Argentino del ICOM. Buenos
Aires.
ROWE, Ann Pollard
1978
"Technical Features oflnca Tapestries Tunics", Textile Museum Journal,
vol. 17, pp.5-28. Washington, D.C.
SEBASTIAN LOPEZ, Santiago
s/f
Iconografía medieval. Editorial Etor, San Sebastián.
WEIBEL, Adele Coulin
1939
WESTHEIM, Paul
1981
"'Creolerie', a Peruvian Tapestry of the Spanish-Colonial Period", The Art
Quarterly, II, Nº3, pp.197-206.
El grabado en madera. Fondo de Cultura Económica, México.
ZIMMERN, Nathalie H.
1944
"The Tapestries of Colonial Peru", Brooklyn Museum Journal, 19431944, pp.27-52.
1947
NQ 1, julio 1992
"A PeruvianBargeño.Colonial VariationoftheEuropean WritingCabinets",
Gaz. de Beaux Arts, 6th series, vol. XXXI, pp.109-122.
105
Descargar