AGUILAR JIMÉNEZ_CONCEPTO NACIÓN

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H. CONGRESO DEL ESTADO
PRESENTE.
El suscrito, Rubén Aguilar Jiménez, Diputado a la Sexagésima Tercer Legislatura, con
fundamento en los artículos 68, fracción I y 64, fracciones I y II, de la Constitución Política
del Estado, así como los artículos 97 y 98 de la Ley Orgánica del Poder Legislativo,
someto a la consideración del H. Congreso de la Unión con la finalidad de reformar el
artículo 40 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, con el fin
de incluir el concepto de Nación, lo anterior con base en la siguiente:
EXPOSICION DE MOTIVOS
Según el diccionario “La nación se define como la comunidad de individuos, asentada en
un territorio determinado, con etnia, lengua, historia y tradiciones comunes, dotada de
conciencia para construir un cuerpo étnico-político diferenciado. Se entiende también,
como la población de un país regida por un gobierno que se encuentra asentada en un
mismo territorio y que cuenta con soberanía para decidir su camino”
El término nación, en el sentido en que hoy lo utilizamos habitualmente, surgió en el
discurso político de la Revolución francesa, con un sentido derivado de su etimología
latina, “nasceré”, que recoge san Isidoro de Sevilla y definía a un grupo de personas que
tienen o a quienes se atribuye un mismo origen, pero el concepto se fue desarrollando a lo
largo del siglo XIX.
En la historia, el concepto como hoy lo entendemos nació a fines del siglo XVIII cuando
comenzó la Edad Contemporánea y se empezaron a elaborar las primeras formulaciones
sobre qué es una nación y cómo tiene lugar en movimientos políticos. Estos estudios están
relacionados con los períodos de Ilustración y, más precisamente, con la Revolución
Francesa y luego la Americana.
EL concepto moderno de nación fue objeto de numerosas definiciones a lo largo del siglo
XIX, época en la que se asiste al surgimiento de los nacionalismos en diferentes países
europeos. Inspirado principalmente en el discurso de Herder y de Fichte, el concepto de
nación alemana se define como una unidad lingüístico-cultural y étnica, mientras que el
concepto de nación francesa define a ésta sobre todo como un territorio, con límites
precisos, cuya unidad no se basa en la lengua ni en la raza, sino en el consentimiento, «la
voluntad de vivir juntos», como decía el escritor francés Ernest Renan.
En España, en la constitución de 1978, se ven bosquejos del concepto de nación cuando
en su artículo 2 se lee a la letra “La constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de
la Nación española, patria común e indisoluble de todos los españoles, y reconoce y
garantiza el derecho a la autonomía de todas las nacionalidades y regiones que la integran
y la solidaridad entre todas ellas”.
La Nación es un concepto jurídico, pero antes que nada es cultural, es decir, se basa en
un conjunto de imágenes que le son propias a una sociedad, existe en dicho concepto una
especie de consenso implícito entre los gobernados y el gobernante, aunque a veces la
balanza se incline hacia alguno de ellos. Un concepto jurídico-cultural porque justifica el
ejercicio de un gobierno, el que de alguna manera sostiene la comunidad, al grado de
justificarlo y garantizarlo. En términos de representación, la Nación es aquella unidad de
responsabilidad de donde emana el poder, aquel reducto más puro donde la voluntad de
una comunidad llamada Estado, puede encontrarse aún sin tantas enmendaduras.
Decía Mancini (uno de los grandes teóricos de la Nación) que una Nación comprendía “un
pensamiento común, un derecho común, un fin común: esos son los elementos
esenciales…donde los hombres no reconocen un principio común, aceptándolo en todas
sus consecuencias, donde no hay identidad de intención para todos, no existe Nación sino
multitud y agregación fortuita que una crisis basta para disgregar”.
Otro de los grandes teóricos –a quien ya mencionamos anteriormente- de la Nación es
Renan (Ernest Renan teórico francés) quien dijo que “la Nación es el plebiscito de todos
los días”, así la Nación es un alma, un principio espiritual. “Dos cosas que, en verdad, tan
sólo hacen que se constituya esta alma, este principio espiritual.
Pero eso no es todo, para otros, la Nación es el elemento salvador, porque es el modo de
hacer frente a los despotismos locales. Un panfleto anónimo que circulaba en 1823 iba
dirigido: “A la Nación Mejicana, esto es, a la masa de todos los ciudadanos que la
componen, pertenece el derecho exclusivamente de dictar, por si o por medio de legítimos
apoderados, la Constitución que quiera establecer… no hay corporación ni individuo que
tenga ni pueda tener autoridad que no sea expresamente derivada de la Nación”. Quizá no
era claro, que o quien era la Nación, pero se entendía que en cualquier caso debía mediar
la representación popular.
Según José Ramón Narváez Hernández (catedrático de la UNAM) el termino de Nación,
que había funcionado como concepto jurídico, se convertiría en un termino retoricopoético, un ideal identitario cargado de imágenes, Benito Juárez, supo aprovechar cada
una de ellas, incluso la Constitución de 1857 “al resumir los ideales de la soberanía
política y territorial, independencia y respeto de los derechos individuales, la Constitución
de 1857 se convirtió en el emblema del Partido Liberal. Junto con este símbolo
aparecieron otras imágenes y alegorías de la patria, la republica y la nación. Al contrario
de los emblemas anteriores, asentados en la pertenencia étnica y en el territorio ancestral,
o en la imagen religiosa, los símbolos liberales son seculares, republicanos y cívicos, la
aparición de un programa dedicado a crear símbolos que expresaran la unidad y los
valores nacionales”.
De igual forma la nacionalidad quedaba salvada como emblema, como programa
permanente de gobierno, (más no como un concepto definitorio en si), sino como
justificación del Estado en la Constitución de 1957 y en la Reforma. Tres eran los grandes
desafíos: “construir una republica asentada en leyes; infundirle a los ciudadanos un
espíritu nacionalista; y definir los medios para alcanzar esas metas, que a la postre fueron
la educación, la literatura, las artes, los símbolos nacionales y el fortalecimiento del
Estado… la historia y la educación debían ser modeladoras del carácter nacional”
En si, la nación, es el sentimiento y la identidad de las personas que viven y comparten un
mismo territorio, una lengua, una historia en común, una cultura. Por eso es importante
que en el marco de los festejos del triunfo de la revolución, recordemos e incorporemos
este concepto en las leyes que nos rigen y dan pauta para actuar, ya que al identificarnos
con nosotros mismos, cumplimos con los propósitos de aquella guerra, que tenía por fin
unificarnos como nación, como mexicanos libres e iguales ante la ley. No podemos olvidar
aquel manifiesto a la nación (mayo 26 de 1911) de Madero, donde se dirigía al pueblo
mexicano, convocándolo a tomar las armas para reconquistar las libertades perdidas,
siendo este un claro ejemplo de patriotismo y nacionalismo puro, de identidad con sus
iguales y con el valor de buscar siempre el bienestar de la patria. Madero nos lego
principios indelebles, que al día de hoy hacen que nos identifiquemos como una nación
libre y soberana ante los ojos del mundo.
En tiempos como los que vivimos hoy en México, es trascendental, que cuando menos
intentemos darle vuelta a la página y busquemos reivindicar el camino de nuestra nación,
necesitamos realzar los valores que antaño nos dieron patria, vida y libertad, necesitamos
que el pueblo mexicano se vuelva a identificar consigo mismo, que recuerde que unido
puede cambiar el rumbo de la historia, que cada ciudadano comprenda que es igual ante
los ojos de su nación, pero también es igual de importante hacerle ver, que los tiempos
son otros y que hoy su nación no les pide tomar las armas (al menos no los fusiles) para
darle unidad al pueblo. Hoy la lucha es con ellos mismos, hoy se trata de cambiar los
malos hábitos, de trabajar en conjunto por un mejor país, de identificarse con el
sentimiento de libertad e igualdad que nos dio patria, y por ende nación para vivir. Decía
Napoleón Bonaparte -y decía bien- “aquel que salve a su nación, no violara regla
alguna”… Hoy nos toca salvar a la nación, hoy nos corresponde ponerla de pie
nuevamente, por eso es importante que aprovechemos el marco de estos festejos para
encaminarnos por buen sendero en pos de la unidad del pueblo mexicano y del presagio
de tiempos mejores para todos los habitantes de este país.
En virtud de lo antes expuesto, el Partido del Trabajo propone realizar esta reforma
política, a cien años del triunfo de la Revolución Mexicana en la H. Ciudad Juárez, para
conmemorar los motivos que hicieron posible que el pueblo de mexicano tuviera una
identidad, y la libertad de consolidarse como nación. Es necesario enviar mensajes claros
sobre el rumbo que queremos seguir, por eso es de suma importancia incluir este
concepto de Nación, para que todos los ciudadanos tengan el orgullo de identificarse con
los valores y principios que dan forma a este país, tales como, la libertad, la igualdad, la
identidad y el sentimiento de pertenencia, principios que todos los mexicanos debemos
sentir nuestros.
Por lo anteriormente fundado y expuesto, me permito presentar ante esta soberanía el
siguiente proyecto de:
DECRETO
ARTICULO UNICO.- Se reforman el artículo 40, párrafo segundo
de la Constitución
Política de los Estados Unidos Mexicanos, para quedar como sigue:
CAPITULO I
DE LA SOBERANIA NACIONAL Y DE LA FORMA DE GOBIERNO
ARTICULO 39. ….
ARTICULO 40. Es voluntad del pueblo mexicano constituirse en una república
representativa, democrática, federal, compuesta de estados libres y soberanos en todo lo
concerniente a su régimen interior; pero unidos en una federación establecida según los
principios de esta ley fundamental.
Para el pueblo mexicano la nación es el sentimiento y la identidad de las personas
que viven y comparten un mismo territorio, una lengua, una historia y una cultura
común. Pero además, la nación son los ciudadanos que la conforman en un
pensamiento común, un sentimiento de patria que liga solidariamente a todos los
mexicanos entre si. La nación, es la soberanía del estado mexicano que se
manifiesta a través de todos los ciudadanos del país.
ARTICULO 41. …
ECONOMICO.- Aprobado que sea túrnese a la Secretaría para que elabore la minuta en
los términos correspondientes.
Dado en el Salón de Sesiones del Palacio del Poder Legislativo, en la ciudad de
Chihuahua, Chih., a los 23 de Junio del año 2011.
ATENTAMENTE
DIP. LIC. RUBEN AGUILAR JIMENEZ
PARTIDO DEL TRABAJO
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