7 LATERCERA Jueves 16 de junio de 2016 Avenida Vicuña Mackenna 1962, Santiago de Chile. Declaración de intereses en www.grupocopesa.cl/declaracion Impreso en Santiago por Copesa S.A. Teléfono de Atención a Suscriptores: 600 8 372 372 EL HUMOR DE HERVI Director: Juan Pablo Larraín Medina Subdirector: Víctor Cofré Soto Representante Legal: Rodrigo Errázuriz R. Condición para recuperar la inversión privada No basta con recuperar la confianza empresarial, sino que también debe revertirse el déficit fiscal para restablecerle el financiamiento requerido. P ARA MUCHOS, los males de la economía se corregirían si mejorase la “confianza” empresarial. El estancamiento derivaría de la caída en la inversión, y una reconciliación de los empresarios con las políticas oficiales sacaría a la economía de su marasmo. La situación, sin embargo, es más difícil: el aumento en el gasto público cerró el espacio a la inversión privada, tal que un repunte de esta a los niveles históricos, sin ajuste fiscal, llevaría a la economía a un déficit excesivo en sus cuentas externas. Más allá del discurso oficial, el país no está en condiciones de acomodar una mayor inversión privada mientras el gobierno no logre revertir el déficit fiscal. Este gobierno, ignorando el buen desempeño de nuestra economía logrado con las políticas previas, debilitó fuertemente los incentivos a la inversión privada. Desde luego está la reforma tributaria, que incrementó el impuesto a la renta de las empresas, en contra de la fuerte evidencia de que las reformas tributarias recientes en países avanzados -buscando incentivar la inversión- han reducido este tipo de impuestos. Luego, estaba la reforma laboral, que bajo la consigna de “emparejar la cancha” de las negociaciones colectivas, ha buscado generar las condiciones para que las empresas deban pagar remuneraciones en exceso de la productividad, y así acomodar las demandas sindicales. En sectores específicos, como educación, más allá de desincentivar la participación privada se la ha descartado derechamente. Pero a la destrucción de incentivos pro crecimiento se ha agregado también, por el mayor gasto públi- co, una restricción de recursos para la inversión privada. Si se toma como referencia el período de crecimiento rápido de nuestra economía, que va desde 1990 a 1997, el déficit en cuenta corriente de la balanza de pagos, esto es, el uso neto de ahorros externos por parte del país, alcanzó en promedio al 2,94% del PIB. Con esos recursos del exterior, más un superávit del fisco que en promedio alcanzó al 2,17% del PIB, el sector privado chileno pudo invertir en ese período un 5,11% del PIB (2,94%+2,17%) en exceso de sus propios ahorros, para llegar a una inversión privada equivalente a 22,17% del PIB. La situación hoy es muy diferente: en 2014-2015 se ha dado algo de mayor ahorro privado (1,6% respecto del período de comparación) y una fuerte caída de la inversión privada (3,95% del PIB), lo que determina que el sector privado esté financiando por completo su inversión con recursos propios. Los recursos liberados por el sector privado (5,25% del PIB respecto de 1990-97) han ido a financiar déficit del sector público (que por comparación a 1990-97 está absorbiendo el equivalente a 4% del PIB de recursos adicionales) y a reducir el déficit en la cuenta corriente de la balanza de pagos (en el equivalente a 1,25% del PIB). Lo que esto significa es que, si el fisco no corrige su déficit, una eventual recuperación del 4% del PIB en que ha caído la inversión privada llevaría el déficit de la cuenta corriente de la balanza de pagos a una cifra cercana al 6% del PIB, algo difícil de sostener sin riesgos mayores. La “confianza” empresarial parece ser condición necesaria, pero no suficiente, para volver a crecer. Inseguridad en La Araucanía EN ENTREVISTA radial, el intendente de La Araucanía manifestó que “en materia de delincuencia general, porque aquí hay que preocuparse de toda la región –porque parece que existiera una región chiquitita y no existiera toda la región-, quiero decirle que en materia de delincuencia es la tercera región más segura de Chile”. Sus declaraciones resultan desafortunadas, porque el grave problema de seguridad que vive la región no tiene que ver propiamente con la delincuencia tradicional —donde la región efectivamente se ubica dentro del promedio nacional, conforme la última encuesta de victimización, lo que tampoco ha de verse como un triunfo—, sino que con formas de violencia propias del terrorismo o de células bien organizadas que buscan la desestabilización política o el amedrentamiento. Bajo esa perspectiva, no cabe duda de que La Araucanía es por lejos la zona más insegura del país, fenómeno que lamentablemente no ha logrado constituir una prioridad política, y que se ve refrendado por el desconcertante análisis que se hace desde la propia intendencia. La pérdida del estado de derecho en esa región es un fenómeno de especial gravedad, que producto de la impunidad hasta ahora reinante ha alimentado actos cada vez más violentos, como la indiscriminada quema de templos religiosos o ataques incendiarios a escuelas, pequeños agricultores y empresas forestales. Ese cuadro ameritaría una intervención policial y del Ministerio Público muy distinta al combate de la delincuencia común, donde cabría esperar que el propio gobierno regional liderara los esfuerzos para denunciar la grave inseguridad que se vive en la zona. El conflicto que se vive en La Araucanía no debería reducirse a una cuestión puramente policial, pues la solución pasa por un esfuerzo político a gran escala, que sigue siendo una materia pendiente en el país. Pero ello no puede llevar a perder de vista que el control de los grupos subversivos es también una condición indispensable para avanzar en cualquier solución, porque sus actuaciones son del todo ajenas a las reivindicaciones pacíficas del pueblo mapuche; de allí que no cabe ver el fenómeno como mera “delincuencia”. r Y usted, ¿qué opina? Comente en www.latercera.com ECOS DE UNA NOTICIA Nuevo caso de corrupción golpea al kirchnerismo La imagen de José López, exministro de Cristina Fernández, detenido mientras intentaba enterrar 160 lotes de billetes (US$ 9 millones), es el último episodio de una lista de hechos de corrupción que habrían ocurrido durante los 12 años de gobiernos kirchneristas. bJosé López no pudo enterrar los dólares, pero enterró al kirchnerismo (...) Fue la síntesis de una época. ¿Cuántos ex funcionarios como él dan vueltas por Argentina cargados de dólares que no pueden usar, ni depositar, ni lavar? López es hijo de la escuela política de Néstor Kirchner . La Nación. Joaquín Morales Solá, Argentina I 15.06. 2016 bQue López fuese pescado de modo flagrante hizo que adquirieran sentido definitivo las denuncias sobre la hipercorrupción kirchnerista (...), la mentira acerca de los verdaderos fines de la camarilla que gobernó 12 años y la propaganda abrumadora destinada a tapar y distraer la atención. Clarín. Julio Blanck, Argentina I 14.06. 2016 bEl obsceno espectáculo del exsecretario pillado tratando de enterrar millones de dólares cruza una línea (...) Ningún factor sirve para retrasar más una explicación del kirchnerismo en general y de Cristina en particular. Buenos Aires Herald. Argentina I 16.06. 2016 “ ENTRECOMILLAS Mi opinión personal es que no debiera quedar excluido el Ministerio Público de la facultad de llevar adelante una querella (por colusión), porque ése es el órgano que está establecido para la persecución penal, y tiene fundamento constitucional ”. Lamberto Cisternas Cooperativa | 15 | 06 | 2016