Teoría del desarrollo económico de la Escuela Post-clásica

Anuncio
La idea del progreso sostiene que la humanidad ha avanzado en el pasado a partir de una situación inicial de
primitivismo, barbarie o incluso nulidad, y que sigue y seguirá avanzando en el futuro. En cierto modo la idea
del progreso es una síntesis del pasado y una profecía del futuro.
El progreso consiste de hecho en el lento y gradual perfeccionamiento del saber en general, de los diversos
conocimientos técnicos, artísticos y científicos, económicos, de las múltiples armas con el que hombre se
enfrenta a los problemas que plantea la naturaleza o el esfuerzo humano por vivir en sociedad.
La palabra crecimiento tiene un referente solo cuantitativo: se refiere a una expansión, a un aumento, a más
de cualquier cosa que uno determina que es el sujeto del crecimiento, sea esto un objeto, organismo biológico
o formas sociales y económicas.
Los teóricos de la post−clásica parten de un enfoque claramente evolucionista y conciben el desarrollo de
forma teleológica, es decir, como un fin al que todas las naciones deben aspirar. El desarrollo económico es
un medio para que los habitantes de todo el mundo, especialmente los que viven en los países de ingreso bajo
y mediano, tengan una vida mejor. Una condición social dentro de un país, en la cual las necesidades
auténticas de su población se satisfacen con el uso racional y sostenible de recursos y sistemas naturales.
La Teoría del Desarrollo, que en sus inicios centra los análisis en la búsqueda de esquemas que permitieran el
crecimiento económico de las antiguas colonias y que comienza un proceso de personalización a partir de la
desaparición del colonialismo una vez finalizada la II Guerra Mundial (1945) se ha convertido en una
especialidad orientada a la problemática de las estrategias de desarrollo de los países del Tercer Mundo. Entre
las décadas del 50 y 60 este concepto se fue modificando, al demostrarse que el crecimiento económico no
resultaba suficiente para garantizar el desarrollo, ya que un grupo de países que lograron importantes
crecimientos no reflejaron mejoras relevantes en índices sociales como la salud y la educación.
El crecimiento para la escuela post−clásica procedería de dos procesos: el aumento de los factores productivos
(más capital y más trabajo) y de la mayor productividad de éstos relacionado al avance tecnológico. Un
descenso de la tasa de crecimiento de la población contribuye al crecimiento económico. Para los
post−clásicos, los mercados en los países en desarrollo funcionan.
Para esta escuela el crecimiento económico es un proceso lineal asegurado por el mercado. Consideran que el
comercio y los flujos internacionales de capital y trabajo generan un beneficio mutuo para países ricos y
países en desarrollo. Sus principales representantes son Keynes y Rostow, y vale la pena mencionar a
Schumpeter y Harrod.
KEYNES
John Maynard Keynes (1883−1946), que militó siempre en el liberalismo, un hombre educado en Cambridge,
culto, rico. Era radical, no en política, sino en el pensamiento. Sus tesis básicas, resumidas en su Teoría
general del empleo, interés y dinero (1936), rompían con los principios de la economía clásica. Así, mientras
los economistas ortodoxos pensaban que el libre juego de las fuerzas del mercado aseguraría el reajuste de la
economía y el retorno del empleo, Keynes creía que sólo la intervención del gobierno estimulando la
inversión y la demanda pondría fin a la situación de recesión y desempleo.
Keynes entendía, que se necesitaba una acción directa del gobierno encaminada a favorecer las inversiones
mediante una regulación adecuada de la demanda agregada a través del triple mecanismo de la política
presupuestaria, de la política monetaria y de la política fiscal, estimulando directamente la inversión y el
1
empleo y aumentando para ello el gasto público. Esas fueron las ideas que permitirían la reconstrucción de
todas las economías europeas occidentales después de 1945 y que propiciarían sus espectaculares niveles de
crecimiento y que son tal útiles hoy en día.
Su concepción de la teoría económica es distinta de la de los autores anteriores, clásicos o marginalistas. Para
Keynes hay que tener en cuenta la sociedad entera y no los individuos. Plantea el problema en términos de
renta global, empleo global y demanda global, para elaborar una teoría del funcionamiento del sistema
económico tomado en su conjunto. Se trata de una concepción macroeconómica, en oposición a la concepción
microeconómica hasta entonces dominante.
La Gran Depresión del decenio de 1930 no solo fue una tragedia humana, para la cual ninguna de las
herramientas de la Economía tradicional podía encontrar explicación y mucho menos remedio. La depresión
golpeó a Estados Unidos como un tifón. La mitad de la producción desapareció. Una cuarta parte de la fuerza
laboral perdió su trabajo. Mas de un millón de familias de las ciudades se encontraron con sus hipotecas
vencidas y perdieron sus casas. Se perdieron nueve millones de cuentas de ahorros cuando cerraron los
bancos, para no abrir nunca más. Fue en este ambiente de consternación y casi pánico donde apareció el gran
libro de Keynes: Teoría General del Empleo, El Interés y el Dinero (1936).
La esencia de su teoría consistió en hacer del ahorro el eje de la dificultad del sistema y en afirmar que no
había nada automático en el mecanismo del mercado que mantuviese a la economía en empleo total. En su
libro, Keynes presenta cinco ideas principales:
• Keynes sostenía que en una economía de mercado era posible mantener una situación de equilibrio con
desempleo. El Estado tiene la obligación de intervenir para estimular la demanda agregada y así propiciar el
pleno empleo. El desempleo masivo es el resultado de una demanda agregada insuficiente. Por lo tanto,
para corregir tal situación el Estado debía intervenir y establecer ciertos controles vitales a fin de ejercer
una influencia orientadora del gasto público.
• Keynes subrayó que la prosperidad depende del fluir continuo de un volumen suficiente de gasto en la
economía. Como quiera que el gasto de los consumidores es realmente estable, los cambios en la
prosperidad depende de la inversión; porque si no se hace uso del ahorro, entonces se inicia la contracción
de la economía. La prosperidad depende del fluir continuo de un volumen suficiente de gasto en la
economía. Como quiera que el gasto de los consumidores es realmente estable, los cambios en el ciclo
económico están determinados por los cambios en el volumen del gasto en inversión. Si la inversión decae,
el gasto disminuye, la fluidez del dinero disminuye también y se inicia la contracción económica.
• La inversión es una rueda motriz de la economía en la que no se puede confiar; sin que los empresarios
tengan de esto culpa alguna, se encuentra amenazada constantemente, y esto equivale a la contracción
económica. Keynes atribuye a la importancia de las expectativas como una fuerza motriz que pone en
marcha la inversión. Cuando la perspectiva es desalentadora, la inversión se detiene simplemente.
• Una economía en estado de depresión puede muy bien no salir de ella; no hay nada inherente en esta
situación que sea capaz de rescatarla. Este es la idea más compleja. Los economistas anteriores a Keynes
pensaban que durante una recesión existirían ahorros no utilizados, y que estos ahorros darían lugar a que
bajase el precio de los mismos, es decir, el tipo de interés. El efecto de la baja del tipo de interés estimularía
de nuevo la inversión, con lo cual comenzaría un movimiento ascendente. Keynes hizo notar que en el
fondo del ciclo económico no se produciría una crecida de los ahorros, porque a medida que el poder
adquisitivo de la gente disminuía, también se mermaban sus ahorros.
• Cuando vacila el gasto en inversión, se precisa de una intervención del gobierno con el fin de mantener en
la economía el nivel del gasto. Este punto se basa en la necesidad de la intervención del gobierno para
mantener el empleo total. El mecanismo de compensación que Keynes proponía cuando se debilitara la
inversión privada, era el gasto gubernamental. Esto produciría simultáneamente un doble efecto:
introduciría mas dinero a la economía y, al hacerlo estimularía la inversión privada.
La idea central que Keynes aportó al pensamiento económico moderno fue la de que no existe ningún
2
mecanismo automático para mantener el empleo total ni para sacar a la economía de una caída. Por esta razón
resultaba necesaria una acción consciente por parte del gobierno, haciendo entrar en juego el gasto público, lo
cual significa él estimulo público de la inversión o del consumo privados.
ROSTOW
En el siglo XIX se amplió la distancia entre el conjunto de los países occidentales, base del desarrollo
económico, y el resto. En 1880 la renta per cápita era más del doble que en el tercer mundo. En 1913 la
diferencia era de tres a uno, o de siete a uno si tenemos en cuenta solamente los países industrializados (Reino
Unido, Alemania, Francia, Bélgica, Holanda, Suiza, Suecia, Estados Unidos y Japón). La revolución industrial
hizo que determinadas economías nacionales tuvieran estructuras capaces de contribuir al crecimiento de la
actividad económica.
El economista norteamericano Walt Rostow introdujo la noción de "take off" o despegue. Según este autor, en
un período variable, de veinte a cuarenta años, una economía tradicional casi sin crecimiento daría lugar a una
nueva economía que se desarrollaría, a partir de entonces, de manera casi automática. Con ciertos declives o
ajustes por crisis, el sistema se afianzaría. La tendencia, en todo caso, sería de creación de mayor riqueza y de
expansión de ésta a capas sociales cada vez más amplias.
Rostow escribió su principal libro con el proceso muy avanzado en muchos países y su proyección sería
válida para aquellos países que en el futuro podrían desarrollarse. Esta hipótesis se aplica al período que
abarca desde 1870 a finales del siglo XIX. Hay, por tanto, que precisar qué países habrían tenido ya el
despegue y cuáles otros estaban en él o aún no lo habrían iniciado. En Gran Bretaña, la cronología es bastante
temprana, entre 1770 y 1815. Para Francia, Rostow propone los años 1830−1860. Los demás países
industrializados habrían tenido un despegue más tardío. Alemania, aun con las dificultades de estadística
retrospectiva antes de la unidad en 1870, comenzaría entre 1860 y 1880. Estados Unidos tuvo su período
continuado de despegue entre 1870 y 1890, si bien se había iniciado en torno a los años cuarenta y fue
interrumpido por la Guerra Civil. Por la misma época hay que situar el "take off" de otros países menores
como Bélgica, Holanda, Luxemburgo, Suecia y Suiza. Japón, según Rostow, despegaría entre 1880 y 1900.
Entre 1870 y 1900 sólo un pequeño grupo de países estarían, pues, en pleno despegue económico o lo habrían
pasado ya. Son los países que venimos denominando industrializados que, junto a los que estaban en proceso
de desarrollo, hacen de motor del resto de la economía mundial aunque, como hemos visto, su crecimiento les
distancia aún más del resto. Este conjunto económico, por primera vez en la historia, se constituía como una
enorme masa productiva.
Algunos economistas piensan que el subdesarrollo no es más que una fase anterior o una etapa previa al
desarrollo, de manera que todos los países han sido subdesarrollados en algún momento de su historia. Esa es
la tesis defendida por W. W. Rostow, quien en 1960 publicó Las etapas del crecimiento económico. Para ese
autor, todas las situaciones pueden analizarse con unos pocos instrumentos de análisis (estructura y
crecimiento de la producción, tasa de inversión, etcétera). Además, y sobre todo, la teoría de las etapas de
Rostow considera que existe una senda universal de desarrollo por la que transitan todos los países,
independientemente de su situación geográfica. Para ese enfoque carece además de importancia que unos
países empiecen a seguir esa senda antes o después.
Rostow distinguió cinco etapas principales del desarrollo, por las que habrían pasado países tan distintos
como Gran Bretaña o la India: a) la "sociedad tradicional", en la que predomina la agricultura; hay una baja
productividad y se registra una débil movilidad social; b) las "condiciones previas al despegue", que conllevan
el desarrollo de las infraestructuras de transporte, el aumento de productividad (por las mejoras en la
educación, la tecnología y los valores sociales) y la constitución de una clase de empresarios innovadores; c)
el "despegue" ("take off"); un punto de inflexión durante el cual se diversifica la actividad productiva con la
aparición de industrias motrices, aumenta la tasa de inversión (inversión/PNB) y se desarrolla la clase
3
capitalista, lo que desemboca en un crecimiento sostenido o autoentretenido; d) el "camino hacia la madurez",
en el que aparecen nuevos polos de crecimiento (siderurgia, química, electricidad), vuelve a incrementarse la
tasa de inversión hasta y se consolida la burguesía, y e) la "era del consumo de masas", período culminante en
el que la actividad productiva se reorienta hacia los bienes duraderos de consumo (automóviles,
electrodomésticos...), se mantiene el nivel de la tasa de inversión y se consolida una amplia clase media con
un alto nivel de vida. Rostow llegó incluso a asignar fechas a las tres últimas fases para varios países del
mundo. Por ejemplo, el "despegue" se habría producido en 1780−1830 en Inglaterra y en 1952−63 en la India.
En suma, Rostow y la teoría convencional conciben el subdesarrollo como una situación de retraso respecto
del desarrollo o como una etapa previa al mismo.
KEYNES
ROSTOW
República Bolivariana de Venezuela
Universidad Rafael Urdaneta
Facultad de Ciencias Políticas, Administrativas y Sociales
Escuela de Ciencias Políticas y Administrativas
Cátedra: Macroeconomía
Prof. José de León García García
4
TEORIA DEL DESARROLLO ECONOMICO
ESCUELA POST−CLASICA
5
Descargar