1 LECCIÓN 11 HISTORIA CLÍNICA Y SECRETO PROFESIONAL José Antonio Sánchez Sánchez [email protected] LA HISTORIA CLÍNICA EN SUS ASPECTOS ÉTICOS Y JURÍDICOS. Concepto médico: Según el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, se entiende por “historia” la narración y exposición ordenada de los acontecimientos pasados y cosas memorables; si a este concepto se le añade la característica de “clínica” se puede definir la historia clínica como aquella narración y exposición ordenada de los acontecimientos y hechos clínicos o médicos ocurridos en una persona. Desde el punto de vista de definición médica, suele aceptarse la de Noguer Mollins y Balcells Gorina, que entienden por historia clínica el relato escrito o verbal de la enfermedad del paciente y por extensión, el documento en que aquel relato se recoge o refleja y se guarda o conserva. Concepto jurídico: Según Cantero, la historia clínica desde el punto de vista jurídico sería el conjunto de información ubicada en cada área de salud, que persigue integrar la máxima información relativa a cada paciente, sometida al principio de unidad la cual estará a disposición de los enfermos y de los facultativos que directamente estén implicados en el diagnóstico y tratamiento del enfermo, así como a efectos de inspección médica o para fines científicos, debiendo quedar plenamente garantizados el derecho del enfermo a su intimidad familiar y el deber de guardar el secreto por quien, en virtud, de su competencia tenga acceso a la misma. En la ley Básica de Autonomía del Paciente se define historia clínica e información clínica de la siguiente forma: Historia clínica: el conjunto de documentos que contienen los datos, valoraciones e informaciones de cualquier índole sobre la situación y la evolución clínica de un paciente a lo largo del proceso asistencial. Información clínica: todo dato, cualquiera que sea su forma, clase o tipo, que permite adquirir o ampliar conocimientos sobre el estado físico y la salud de una persona, o la forma de preservarla, cuidarla, mejorarla o recuperarla. Por otra parte en el artículo 14.1. encontramos la siguiente definición: La historia clínica comprende el conjunto de los documentos relativos a los procesos asistenciales de cada paciente, con la identificación de los médicos y de los demás profesionales que han intervenido en ellos, con objeto de obtener la máxima integración posible de la documentación clínica de cada paciente, al menos, en el ámbito de cada centro. Esta ley establece también las obligaciones de los centros sobre conservación de las historias clínicas: 2 Artículo 14.2. Cada centro archivará las historias clínicas de sus pacientes, cualquiera que sea el soporte papel, audiovisual, informático o de otro tipo en el que consten, de manera que queden garantizadas su seguridad, su correcta conservación y la recuperación de la información. Artículo 14.3. Las Administraciones sanitarias establecerán los mecanismos que garanticen la autenticidad del contenido de la historia clínica y de los cambios operados en ella, así como la posibilidad de su reproducción futura. Artículo 14.4. Las Comunidades Autónomas aprobarán las disposiciones necesarias para que los centros sanitarios puedan adoptar las medidas técnicas y organizativas adecuadas para archivar y proteger las historias clínicas y evitar su destrucción o su pérdida accidental. Contenido de la historia clínica de cada paciente. 1. La historia clínica incorporará la información que se considere trascendental para el conocimiento veraz y actualizado del estado de salud del paciente. Todo paciente o usuario tiene derecho a que quede constancia, por escrito o en el soporte técnico más adecuado, de la información obtenida en todos sus procesos asistenciales, realizados por el servicio de salud tanto en el ámbito de atención primaria como de atención especializada. 2. La historia clínica tendrá como fin principal facilitar la asistencia sanitaria, dejando constancia de todos aquellos datos que, bajo criterio médico, permitan el conocimiento veraz y actualizado del estado de salud. El contenido mínimo de la historia clínica será el siguiente: a) La documentación relativa a la hoja clínicoestadística. b) La autorización de ingreso. c) El informe de urgencia. d) La anamnesis y la exploración física. e) La evolución. f) Las órdenes médicas. g) La hoja de interconsulta. h) Los informes de exploraciones complementarias. i) El consentimiento informado. j) El informe de anestesia. 3 k) El informe de quirófano o de registro del parto. I) El informe de anatomía patológica. m) La evolución y planificación de cuidados de enfermería. n) La aplicación terapéutica de enfermería. ñ) El gráfico de constantes. o) El informe clínico de alta. Los párrafos b), c), i), j), k), I), ñ) y o) sólo serán exigibles en la cumplimentación de la historia clínica cuando se trate de procesos de hospitalización o así se disponga. 3. La cumplimentación de la historia clínica, en los aspectos relacionados con la asistencia directa al paciente, será responsabilidad de los profesionales que intervengan en ella. 4. La historia clínica se llevará con criterios de unidad y de integración, en cada institución asistencial como mínimo, para facilitar el mejor y más oportuno conocimiento por los facultativos de los datos de un determinado paciente en cada proceso asistencial. Usos de la historia clínica. 1. La historia clínica es un instrumento destinado fundamentalmente a garantizar una asistencia adecuada al paciente. Los profesionales asistenciales del centro que realizan el diagnóstico o el tratamiento del paciente tienen acceso a la historia clínica de éste como instrumento fundamental para su adecuada asistencia. 2. Cada centro establecerá los métodos que posibiliten en todo momento el acceso a la historia clínica de cada paciente por los profesionales que le asisten. 3. El acceso a la historia clínica con fines judiciales, epidemiológicos, de salud pública, de investigación o de docencia, se rige por lo dispuesto en la Ley Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de Carácter Personal, y en la Ley 14/1986, General de Sanidad, y demás normas de aplicación en cada caso. El acceso a la historia clínica con estos fines obliga a preservar los datos de identificación personal del paciente, separados de los de carácter clínicoasistencial, de manera que como regla general quede asegurado el anonimato, salvo que el propio paciente haya dado su consentimiento para no separarlos. Se exceptúan los supuestos de investigación de la autoridad judicial en los que se considere imprescindible la unificación de los datos identificativos con los clínico-asistenciales, en los cuales se estará a lo que dispongan los jueces y 4 tribunales en el proceso correspondiente. El acceso a los datos y documentos de la historia clínica queda limitado estrictamente a los fines específicos de cada caso. 4. El personal de administración y gestión de los centros sanitarios sólo puede acceder a los datos de la historia clínica relacionados con sus propias funciones. 5. El personal sanitario debidamente acreditado que ejerza funciones de inspección, evaluación, acreditación y planificación, tiene acceso a las historias clínicas en el cumplimiento de sus funciones de comprobación de la calidad de la asistencia, el respeto de los derechos del paciente o cualquier otra obligación del centro en relación con los pacientes y usuarios o la propia Administración sanitaria. 6. El personal que accede a los datos de la historia clínica en el ejercicio de sus funciones queda sujeto al deber de secreto. 7. Las Comunidades Autónomas regularán el procedimiento para que quede constancia del acceso a la historia clínica y de su uso. Conservación de la documentación clínica. 1. Los centros sanitarios tienen la obligación de conservar la documentación clínica en condiciones que garanticen su correcto mantenimiento y seguridad, aunque no necesariamente en el soporte original, para la debida asistencia al paciente durante el tiempo adecuado a cada caso y, como mínimo, cinco años contados desde la fecha del alta de cada proceso asistencial. 2. La documentación clínica también se conservará a efectos judiciales de conformidad con la legislación vigente. Se conservará, asimismo, cuando existan razones epidemiológicas, de investigación o de organización y funcionamiento del Sistema Nacional de Salud. Su tratamiento se hará de forma que se evite en lo posible la identificación de las personas afectadas. 3. Los profesionales sanitarios tienen el deber de cooperar en la creación y el mantenimiento de una documentación clínica ordenada y secuencial del proceso asistencial de los pacientes. 4. La gestión de la historia clínica por los centros con pacientes hospitalizados, o por los que atiendan a un número suficiente de pacientes bajo cualquier otra modalidad asistencial, según el criterio de los servicios de salud, se realizará a través de la unidad de admisión y documentación clínica, encargada de integrar en un solo archivo las historias clínicas. La custodia de dichas historias clínicas estará bajo la responsabilidad de la dirección del centro sanitario. 5 5. Los profesionales sanitarios que desarrollen su actividad de manera individual son responsables de la gestión y de la custodia de la documentación asistencial que generen. 6. Son de aplicación a la documentación clínica las medidas técnicas de seguridad establecidas por la legislación reguladora de la conservación de los ficheros que contienen datos de carácter personal y, en general, por la Ley Orgánica 15/1999, de Protección de Datos de Carácter Personal. Propiedad de la Historia Clínca. Respecto a la propiedad de la historia clínica, clásicamente se ha planteado si pertenece al paciente, al médico o al centro sanitario. El debate sobre estas cuestiones ha sido amplio, tanto por sectores médicos como jurídicos. Los hay que mantienen que el paciente tiene un derecho de acceso absoluto a los que opinan que el acceso del paciente debe ser indirecto a través de los datos que le facilite el médico. Desde este punto de vista vamos a analizar a la luz de la doctrina que existe hasta el momento y de la Ley Básica reguladora de la Autonomía del Paciente, a cual de estos tres estamentos pertenece la Historia Clínica. Desde el punto de vista de la doctrina que se ha venido manteniendo hasta ahora que pertenece al paciente los autores aluden para ello: a) El médico cuando ejerce por cuenta propia, el paciente arrienda los servicios del médico a cambio de un precio. El paciente por tanto compra la actividad y los actos médicos que realiza el médico (uno de ellos la historia clínica), que al término de la relación debe entregar el médico al paciente. Si es por cuenta ajena, el médico mantiene una relación contractual en el que una parte se obliga a realizar determinados servicios para otros a cambio de un salario. El médico efectúa actos médicos y entre ellos la historia clínica, y como quiera que al centro médico le paga el paciente, bien de forma directa (centros privados) o de forma indirecta (centros públicos), la historia es del paciente. b) Otro argumento es que cuando un paciente acude a un centro sanitario en la mayoría de las veces cuando se le interroga recuerda los datos biográficos acerca de enfermedades anteriores, pero a veces los recuerda parcialmente y en algunos casos no recuerda nada. De tener la historia clínica en su poder podría pasar toda la información al nuevo centro. c) Un tercer argumento es que la información que contiene la historia clínica es de la persona que la cede, el paciente, y que por tanto la historia clínica pertenece al mismo. Otros autores aluden que la historia clínica pertenece al médico, sobretodo cuando se practica la medicina privada. En este sentido la historia clínica se 6 considera como una propiedad intelectual del médico. En el caso de que el médico trabaje en régimen de dependencia de un centro hospitalario la historia clínica sería del centro, ya que es consecuencia de la actividad natural del empleado, o sea, de lo que constituye parte integrante de su deber de prestación típica o sistemática. Finalmente un tercer grupo de autores defiende la tesis de que la propiedad de la historia clínica es del centro sanitario. Para ello aluden: a) La obligación legal que se deriva del art. 61 de la Ley General de Sanidad, relativa a la ubicación de las historias clínicas en el Centro de Salud. b) La Ley Básica reguladora de la Autonomía del Paciente y de Derechos y Obligaciones en materia de Información y Documentación Clínica, que en su artículo 14.2 señala: Cada centro archivará las historias clínicas de sus pacientes, cualquiera que sea el soporte papel, audiovisual, informático o de otro tipo en el que consten, de manera que queden garantizadas su seguridad, su correcta conservación y la recuperación de la información. Y en el apartado 3. Las Administraciones sanitarias establecerán los mecanismos que garanticen la autenticidad del contenido de la historia clínica y de los cambios operados en ella, así como la posibilidad de su reproducción futura. Basándose en este artículo los autores señalan que parece claro que en el ámbito del Sistema Nacional de Salud la custodia y conservación de la historia clínica corresponde a la dirección del centro, así como el cumplimiento de las finalidades establecidas por la ley Básica. En este sentido se expresan entre otros Criado del Río (1999). Finalmente para otro grupo de autores que defienden una tesis integradora o ecléctica y que es la que mas seguidores tiene vienen a coincidir en la cotitularidad de la historia clínica entre paciente, médico y centro sanitario. La Ley Básica reguladora de la Autonomía del Paciente, parece ir en el sentido de la última teoría expuesta, como veremos al comentar los usos y derechos de acceso a la Historia Clínica. Derechos de acceso a la historia clínica. 1. El paciente tiene el derecho de acceso, con las reservas señaladas en el apartado 3 de este artículo, a la documentación de la historia clínica y a obtener copia de los datos que figuran en ella. Los centros sanitarios regularán el procedimiento que garantice la observancia de estos derechos. 2. El derecho de acceso del paciente a la historia clínica puede ejercerse también por representación debidamente acreditada. 3. El derecho al acceso del paciente a la documentación de la historia clínica no puede ejercitarse en perjuicio del derecho de terceras personas a la confidencialidad de los datos que constan en ella recogidos en interés 7 terapéutico del paciente, ni en perjuicio del derecho de los profesionales participantes en su elaboración, los cuales pueden oponer al derecho de acceso la reserva de sus anotaciones subjetivas. 4. Los centros sanitarios y los facultativos de ejercicio individual sólo facilitarán el acceso a la historia clínica de los pacientes fallecidos a las personas vinculadas a él, por razones familiares o de hecho, salvo que el fallecido lo hubiese prohibido expresamente y así se acredite. En cualquier caso el acceso de un tercero a la historia clínica motivado por un riesgo para su salud se limitará a los datos pertinentes. No se facilitará información que afecte a la intimidad del fallecido ni a las anotaciones subjetivas de los profesionales, ni que perjudique a terceros. Derechos relacionados con la custodia de la historia clínica. El paciente tiene derecho a que los centros sanitarios establezcan un mecanismo de custodia activa y diligente de las historias clínicas. Dicha custodia permitirá la recogida, la integración, la recuperación y la comunicación de la información sometida al principio de confidencialidad con arreglo a lo establecido por el artículo 16 de la presente Ley. LEGISLACIÓN ESPAÑOLA SOBRE HISTORIAS CLÍNICAS Se encuentra recogida básicamente en la ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de los derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. Otros textos legales donde se recogen aspectos legislativos sobre historias clínicas son: Ley Orgánica 10/1995 de 23 de noviembre, del Código Penal que contiene: - Violación del secreto profesional (artículos 197 al 201). - Falsificación de la historia clínica (artículos 390 al 393) Ley 14/1986, de 25 de abril, General de Sanidad. Artículo 61. “cada área de salud debe procurar la máxima integración de la información relativa a cada paciente, por lo que el principio de historia clínico-sanitaria única para cada uno deberá mantenerse, al menos, dentro de los límites de cada institución asistencial. Estará a disposición de los enfermos y de los facultativos que directamente estén implicados en el diagnóstico y tratamiento del enfermo. Ley del Medicamento. (Ley 29/2006 de 26 de julio). Especialmente lo dispuesto en los artículos 85.5 y 98, que establecen la necesidad de respetar lo dispuesto en la Ley General de Sanidad en lo que se refiere a recetas y órdenes médicas. Ley Orgánica 15/1999, de Protección de datos de Carácter Personal. En esa ley se califican los datos de salud, especialmente los protegidos por sensibles. Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. 8 Legislacion de la Comunidad de Madrid La Comunidad de Madrid, promulga en uso de sus funciones las normas que deben regular la Protección de Datos de Carácter Personal en la Comunidad de Madrid: - Ley 8/2001 de 13 de julio, de Protección de Datos de Carácter personal en la Comunidad de Madrid. - Recomendación 2/2004, de 30 de julio de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid. B.O Comunidad de Madrid 12 de agosto de 2004 sobre Protección de Datos de Carácter Personal: Custodia, archivo y seguridad de los datos de carácter personal de las historias clínicas no informatizadas. En la segunda norma (Recomendación 2/2004) establece en su artículo segundo (Seguridad del fichero de historias clínicas) las obligaciones del personal y distingue entre profesionales asistenciales que realizan el diagnóstico o el tratamiento del paciente y que tienen acceso a la historia clínica completa de este, como instrumento fundamental para su adecuada asistencia y el personal de administración y gestión que solo podrá acceder a los datos de las historias clínicas relacionados con sus propias funciones. Termina por señalar que le corresponde a la Comunidad de Madrid establecer a través de la Ley, el procedimiento de adaptación y diferenciación de accesos a la historia clínica. Tambien el articulo 2.5 (Gestión de los documentos que constan en la historia clínica señala: A estos efectos se entiende conveniente diferenciar dos momentos de la historia clínica, y así el primer momento sería aquel en que la historia clínica esté activa y que la Ley entiende que deberá conservarse para la debida asistencia del paciente durante el tiempo adecuado a cada caso y, como mínimo cinco años desde la fecha de alta de cada proceso asistencial. El segundo momento sería cuando ha transcurrido el plazo anterior y la historia clínica se convierte en pasiva, pero sin embargo se debe conservar a efectos judiciales de conformidad con la legislación vigente o cuando existan razones epidemiológicas, de investigación o de organización y funcionamiento del Sistema Nacional de Salud. En el primer momento las historias clínicas deberían tener un único código identificador por centro y contener información suficiente para identificar de forma clara a cada paciente y tratar de evitar errores. En el segundo momento, cuando las historias clínicas se convierten en pasivas, se tratarían de archivar, como regla general, separando los datos identificativos de los documentos clínicos, de manera que se garantice el anonimato del paciente. En su artículo tercero. Conservación, expurgo y cesiones de datos de la historia clínica es de destacar: - La obligación que los centros e instituciones sanitarias tienen de conservar las historias clínicas, aunque no necesariamente en el soporte original, y como mínimo cinco años contados desde la fecha de alta de cada proceso asistencial. A estos efectos la Comunidad de Madrid puede establecer por Ley al igual que ya lo han realizado otras Comunidades Autónomas un plazo superior de conservación. - Por lo que se refiere a la gestión de la historia clínica no informatizada, en la actualidad se está extendiendo entre los centros sanitarios la práctica consistente en externalizar el tratamiento de las historias clínicas, a través 9 - - de los llamados contratos de outsourcing. Por medio de los mismos, son entidades privadas, con personalidad jurídica distinta de la del responsable de las historias clínicas, quienes custodian los archivos. Estas entidades privadas no pueden subcontratar el almacenamiento de las historias clínicas. Cesiones para estudios epidemiológicos. La Ley 12/2001 de 21 de diciembre de Ordenación Sanitaria de la Comunidad de Madrid, atribuye como función de la Autoridad de Salud Pública la promoción de la vigilancia epidemiológica tanto de las enfermedades transmisibles como no transmisibles, y de todos los determinantes del proceso saludenfermedad relacionados con la interacción del individuo con el medio, estableciendo el articulo 55.5 de dicha ley que para el cumplimiento de tal fin y con sujeción a lo establecido en la norma estatal y autonómica aplicable la materia de protección de datos de carácter personal, los datos relativos a la salud serán cedidos a la Administración Sanitaria de la Comunidad de Madrid por parte de los responsables de los ficheros cualquiera que sea su titularidad, cuando resulten necesarios para prevención de la enfermedad, o la realización de estudios epidemiológicos. Cesión a órganos judiciales. - - cuando la investigación de la autoridad judicial se considere imprescindible, se unificaran los datos identificativos de los pacientes con los clínicos asistenciales. E n consecuencia, en estos supuestos se entiende necesario que la petición judicial venga motivada y concrete los documentos de la historia clínica que sean precisos conocer para su actuación e investigación, procediéndose por el centro al envío de una copia de los mismos o a facilitar el acceso dentro del propio centro. Cesiones a las fuerzas y cuerpos de seguridad. Este es un supuesto de cesión de datos que con carácter específico la Ley 41/2002, no ha previsto. Con carácter general la LOPD regula esta situación de forma independiente en artículo 22.2 y establece que la recogida y tratamiento de datos de carácter personal por las fuerzas y cuerpos de seguridad para fines policiales se realizará sin consentimiento de las personas afectadas, siempre que obedezcan a dos finalidades, como son: la prevención de un peligro real para la seguridad pública o la represión de infracciones penales………. en consecuencia y dado que la LOPD, al tratarse de un acceso a datos de salud que tienen la consideración de especialmente protegidos, establece que: - la actuación policial debe de tener un control de legalidad, se entiende en estos supuestos que la petición policial deberá venir autorizada preferentemente por el órgano judicial correspondiente, y deberá motivarse, concretando los documentos de la historia clínica que sean precisos conocer para la investigación, procediéndose por el centro al envío de una copia de los mismos o a facilitar el acceso dentro del propio centro. 10 - - - Cesiones de datos para la intervención de la Comunidad de Madrid. En numerosas ocasiones, los responsables de los ficheros de la Comunidad de Madrid han planteado a la Agencia de Protección de Datos si es factible ceder datos de carácter personal a la Intervención de la Comunidad de Madrid. En este caso se ha interpretado con arreglo a la LOPD y la Ley 9/1990 de 8 de noviembre de Hacienda de la Comunidad de Madrid…..establece como competencia inherente a la función interventora recabar de quien corresponda, cuando la naturaleza del acto, documento o expediente que deban ser intervenidos lo requiera, los informes jurídicos y los informes técnicos que considere necesarios, así como los antecedentes y documentos para el ejercicio de esta función. Cesión de datos disociados. En la medida que los datos personales que obran en la historia clínica no informatizada se comuniquen de forma disociada, de tal forma que no puedan identificarse dichos datos con una persona física concreta y determinada, dejan de tener el carácter de dato personal y por tanto quedan fuera del ámbito de paliación de la misma, por lo que dicha información podría ser facilitada sin contravenir por ello la legislación en materia de protección de datos. Cesión por cambio médico y/o centro asistencial. Cuando el paciente ejerza su derecho a la elección o cambio de médico y/o centro, con arreglo a los términos que establezcan los servicios de salud competentes, el nuevo médico responsable podrá solicitar a través de la UNADC (Unidad de Admisión y Documentación Clínica) o servicio equivalente de su centro, a la UNADC o servicio equivalente del centro de origen, el original completo de la historia clínica de su nuevo paciente. Esta información se incorporará a la historia clínica abierta en el nuevo centro que sería responsable legal de su custodia y archivo a partir de ese momento. DOCUMENTOS DERIVADOS DE LA HISTORIA CLÍNICA Informe de alta. Todo paciente, familiar o persona vinculada a él, en su caso, tendrá el derecho a recibir del centro o servicio sanitario, una vez finalizado el proceso asistencial, un informe de alta con los contenidos mínimos que determina el artículo 3. Las características, requisitos y condiciones de los informes de alta se determinarán reglamentariamente por las Administraciones sanitarias autonómicas. El alta del paciente. 1. En caso de no aceptar el tratamiento prescrito, se propondrá al paciente o usuario la firma del alta voluntaria. Si no la firmara, la dirección del centro sanitario, a propuesta del médico responsable, podrá disponer el alta forzosa en las condiciones reguladas por la Ley. El hecho de no aceptar el tratamiento prescrito no dará lugar al alta forzosa cuando existan tratamientos alternativos, aunque tengan carácter paliativo, siempre que los preste el centro sanitario y el 11 paciente acepte recibirlos. Estas circunstancias quedarán debidamente documentadas. 2. En el caso de que el paciente no acepte el alta, la dirección del centro, previa comprobación del informe clínico correspondiente, oirá al paciente y, si persiste en su negativa, lo pondrá en conocimiento del juez para que confirme o revoque la decisión. Certificados médicos. Todo paciente o usuario tiene derecho a que se le faciliten los certificados acreditativos de su estado de salud. Éstos serán gratuitos cuando así lo establezca una disposición legal o reglamentaria. Información técnica, estadística y administrativa. Los profesionales sanitarios, además de las obligaciones señaladas en materia de información clínica, tienen el deber de cumplimentar los protocolos, registros, informes, estadísticas y demás documentación asistencial o administrativa, que guarden relación con los procesos clínicos en los que intervienen, y los que requieran Los centros o servicios de salud competentes y las autoridades sanitarias, comprendidos los relacionados con la investigación médica y la información epidemiológica. SECRETO PROFESIONAL DEL MÉDICO: CONCEPTO, NATURALEZA, PRECEDENTES HISTÓRICOS Y CLASES DEL MISMO. Concepto. La palabra secreto deriva de la raíz latina secr- “apartar una cosa de la comunicación con otros” o secretum del que deriva la palabra secreto, siendo por tanto todo aquello que se mantiene oculto y reservado, separado de la vista y del conocimiento de los demás. Precedentes históricos. En la evolución del secreto médico pueden distinguirse tres etapas: a) Época mitológica. La medicina es ejercida por sacerdotes y estos tienen la obligación sagrada de guardar secreto, pero este se refiere más a los conocimientos médicos que a las enfermedades de los pacientes. b) Época antigua. Se seculariza la medicina y los médicos seglares, con formación en filosofía intuyen el principio de beneficencia, lo que les obliga a guardar secreto de las confidencias de los pacientes. A esta época pertenece Hipócrates, que en su juramento incluye la obligación de no revelar aquello que conozca a consecuencia de su profesión. c) Época moderna. Se caracteriza por una posición de respeto al secreto médico y a la vez tolerancia a su incumplimiento, hasta el punto que antes de 1830 fueron pocos los médicos juzgados por incumplimiento del 12 secreto médico. Desde entonces y hasta finales del siglo XIX si se considera delito las revelaciones confidenciales, siguiendo las líneas marcadas por el secreto médico absoluto. A principios del siglo XX, en función de los cambios sociales (leyes de asistencia sanitaria, seguros sociales, etc, se plantearon situaciones nuevas basadas en la defensa del bien común, imponiéndose finalmente, la relatividad del secreto. Clases de secreto. Existen diferentes clases de secreto en función de las causas que obligan a guardarlo. 1. Secreto prometido. Es el resultado de una promesa formulada después de recibir una confidencia. El secreto prometido puede adquirirse por casualidad, por trabajo personal, por confidencia, etc. 2. Secreto confiado. Surge de una promesa formulada antes de recibir la confidencia, la cual no se hubiera hecho de no preceder la promesa. Es por tanto, un contrato oneroso que obliga en justicia. Este secreto admite dentro de su gravedad varios grados según la variada condición de la persona a quienes se hace la confidencia. Los límites serán: a) Cuando lo consienta el interesado. b) Cuando lo exija el bien común c) Cuando lo exija el bien de un tercero. En este caso para poder revelar el secreto han de concurrir tres condiciones: Que el daño que amenaza al inocente sea grave Que el daño que se teme, provenga precisamente de la persona a quien afecta el secreto. Que se descubra lo estrictamente necesario para evitar el mas del que se trate. Cuando esta revelación evita un daño grave a la misma persona a quien se ha hecho depositario de él. Cuando la confidencia se produce en el ejercicio de una profesión se habla de secreto profesional, el cual surge de una promesa tácita formulada antes de recibir una confidencia, por una persona destinada por su actividad profesional a recibir este tipo de revelaciones. Una variedad de secreto profesional es el secreto profesional médico, que es el resultado de aquellas confidencias que el facultativo reciba de sus pacientes como médico y con vistas a establecer cualquier servicio de los que corresponda a esta profesión. La legislación española y el secreto profesional del médico Las normas legales que hacen referencia al secreto médico en España son las siguientes: 1. Constitución Española de 1978. Hace referencia al secreto en sus artículos 18.1 (Derecho a la intimidad) y art. 18.4 (La ley limitará el uso de la informática para garantizar el honor y la intimidad personal). También el art. 20 (La ley regulará el derecho a la cláusula de conciencia y al secreto profesional) y 24.2 (La ley regulará los casos en que por razones de parentesco o de secreto profesional no estará obligado a declarar sobre presuntos actos delictivos) 2. Código de Ética y Deontología. Viene recogido en el Código de Ética y 13 Deontología de 2011, en su capítulo V. En este capítulo se establecen las siguientes características éticas y límite del secreto: CAPITULO V.- SECRETO PROFESIONAL DEL MEDICO Artículo 27 1.‐ El secreto médico es uno de los pilares en los que se fundamenta la relación médico‐paciente, basada en la mutua confianza, cualquiera que sea la modalidad de su ejercicio profesional. 2.‐ El secreto comporta para el médico la obligación de mantener la reserva y la confidencialidad de todo aquello que el paciente le haya revelado y confiado, lo que haya visto y deducido como consecuencia de su trabajo y tenga relación con la salud y la intimidad del paciente, incluyendo el contenido de la historia clínica. 3.‐ El hecho de ser médico no autoriza a conocer información confidencial de un paciente con el que no se tenga relación profesional. 4.‐ En las instituciones sanitarias informatizadas los médicos directivos velarán por una clara separación entre la documentación clínica y la administrativa. 5.‐ El médico no puede colaborar en ninguna base de datos sanitarios si no está garantizada la preservación de la confidencialidad de la información depositada en la misma. 6.‐ El médico podrá cooperar en estudios epidemiológicos, económicos, de gestión, etc., con la condición expresa de que la información en ellos utilizada no permita identificar ni directa ni indirectamente, a ningún paciente. 7.‐ El médico preservará en su ámbito social, laboral y familiar, la confidencialidad de los pacientes. Artículo 28 1.‐ El director médico de un centro o servicio sanitario velará por el establecimiento de los controles necesarios para que no se vulnere la intimidad y la confidencialidad de los pacientes ni la documentación referida a ellos. 2.‐ El médico procurará que en la presentación pública de documentación médica en cualquier formato, no figure ningún dato que facilite la identificación del paciente. 3.‐ Está permitida la presentación de casos médicos que hayan sido fotografiados o filmados para fines docentes o de divulgación científica habiendo obtenido la autorización explícita para ello o conservando el anonimato. 4.‐ Cuando se produzca algún problema de salud en personas de notoriedad pública el médico responsable de su asistencia o el designado específicamente para ello, podrá facilitar información haciendo constar la autorización de la persona afectada o responsable de la misma. Extremará en todo caso la prudencia en su labor informativa. 5.‐ La muerte del paciente no exime al médico del deber de secreto profesional. Articulo 29 1.‐ El médico debe exigir a sus colaboradores sanitarios y no sanitarios absoluta discreción y observancia escrupulosa del secreto profesional. 14 2.‐ En el ejercicio de la medicina en equipo, cada médico tiene el deber y responsabilidad de preservar la confidencialidad del total de los datos conocidos del paciente. 3.‐ El médico debe tener una justificación razonable para comunicar a otro médico información confidencial de sus pacientes. Articulo 30 1.‐ El secreto profesional debe ser la regla. No obstante, el médico podrá revelar el secreto exclusivamente, ante quien tenga que hacerlo, en sus justos límites, con el asesoramiento del Colegio si lo precisara, en los siguientes casos: a. En las enfermedades de declaración obligatoria. b. En las certificaciones de nacimiento y defunción. c. Si con su silencio diera lugar a un perjuicio al propio paciente o a otras personas, o a un peligro colectivo. d. Cuando se vea injustamente perjudicado por mantener el secreto del paciente y éste permita tal situación. e. En caso de malos tratos, especialmente a niños, ancianos y discapacitados psíquicos o actos de agresión sexual. f. Cuando sea llamado por el Colegio a testificar en materia disciplinaria. g. Aunque el paciente lo autorice, el médico procurara siempre mantener el secreto por la importancia que tiene la confianza de la sociedad en la confidencialidad profesional. h. Por imperativo legal: 1. En el parte de lesiones, que todo médico viene obligado a enviar al juez cuando asiste a un lesionado. 2. Cuando actúe como perito, inspector, médico forense, juez instructor o similar. 3. Ante el requerimiento en un proceso judicial por presunto delito, que precise de la aportación del historial médico del paciente, el médico dará a conocer al juez que éticamente está obligado a guardar el secreto profesional y procurará aportar exclusivamente los datos necesarios y ajustados al caso concreto. Artículo 31 1.‐ Los resultados de los exámenes médicos exigidos por la ley, deben ser explicados a la persona reconocida. Sólo se informará a la empresa o institución pertinente respecto de la aptitud laboral o de las limitaciones o riesgos para la asignación del trabajo. 2.‐ Los resultados de los exámenes practicados en el marco de la vigilancia de la salud se comunicarán exclusivamente a la persona afectada. No obstante, el médico de un centro de medicina preventiva o de medicina del trabajo debe trasmitir cualquier resultado que sea útil para el paciente, con su consentimiento, a su médico responsable. 3. Ley General de Sanidad. La Ley General de Sanidad de 1986 establece en su artículo 10 los derechos del paciente a la intimidad y a la confidencialidad. Artículo 10.Puntos 1 y 3. 15 Todos tienen los siguientes derechos administraciones públicas sanitarias: con respecto a las distintas 1. AL RESPETO A SU PERSONALIDAD, DIGNIDAD HUMANA E INTIMIDAD SIN QUE PUEDA SER DISCRIMINADO POR RAZONES DE RAZA, DE TIPO SOCIAL, DE SEXO, MORAL, ECONÓMICO, IDEOLÓGICO, POLÍTICO O SINDICAL. 3. A la confidencialidad de toda la información relacionada con su proceso y con su estancia en instituciones sanitarias públicas y privadas que colaboren con el sistema público. 4. Texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social. Aprobado por RD Legislativo 1/1994 de 20 de junio, en su artículo 36 modificado la ley 50/1998 de 30 de diciembre de Medidas Fiscales, Administrativas y del Orden Social, considera falta grave, no la revelación del secreto, sino “el acceso a los datos, informes, o antecedentes recaudatorios obtenidos por la administración de la Seguridad Social, por parte de un funcionario público y para fines distintos de las funciones que le son propias”. 5. Ley 41/2002 de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. En su capítulo III, sobre el derecho a la intimidad dice: Artículo 7. El derecho a la intimidad. a) Toda persona tiene derecho a que se respete el carácter confidencial de los datos referentes a su salud, y a que nadie pueda acceder a ellos sin previa autorización amparada por la Ley. b) Los centros sanitarios adoptarán las medidas oportunas para garantizar los derechos a que se refiere el apartado anterior, y elaborarán, cuando proceda, las normas y los procedimientos protocolizados que garanticen el acceso legal a los datos de los pacientes. Los demás artículos relacionados con la historia clínica y el derecho a la confidencialidad se analizarán en la lección correspondiente. 6. Código Penal. En su artículo 199 señala: 1º. El que revelare secretos ajenos, de los que tenga conocimiento por razón de su oficio o sus relaciones laborales, será castigado con la pena de prisión de uno a tres años y multa de seis a doce meses. 2º. El profesional que con incumplimiento de su obligación de sigilo o reserva divulgue los secretos de otra persona, será castigado con la pena de prisión de uno a cuatro años, muta de 12 a 24 meses e 16 inhabilitación especial para dicha profesión por tiempo de dos a seis años. Obligatoriedad de revelar el secreto a) Ley de Enjuiciamiento Criminal. Este deber se fundamenta en los artículos 259 y 262 de la Ley de Enjuiciamiento Criminal que lo impone como un deber general y que de forma expresa, se refiere al agravante que supone” cuando la omisión en dar parte fuere de un Profesor en Medicina, Cirugía o Farmacia y tuviere relación con el ejercicio de sus actividades profesionales”. b) Declaración de enfermedades infecto-contagiosas. Las enfermedades de declaración obligatoria aparecen relacionadas en el anexo que acompaña a la Resolución de la Dirección General de la Salud Pública de 22 de diciembre de 1981 a las que se han ido añadiendo otras enfermedades como enfermedades de transmisión sexual anti-VIH y SIDA o patologías asociadas. En este caso, los datos protegidos por el secreto se transmiten a profesionales de la medicina o profesionales comprometidos con la asistencia sanitaria. c) Declaración como testigo o perito. La Ley de Enjuiciamiento Criminal dispone: Art. 410. Todos los que residan en territorio español, nacionales o extranjeros, que no estén impedidos, tendrán obligación de concurrir al llamamiento judicial para declarar cuanto supieran sobre lo que les fuere preguntado si para ello se les cita con las formalidades prescritas en la ley. Art. 416. Están dispensados de la obligación de declarar: a) Los parientes del procesado b) El abogado del procesado con respecto de los hechos que éste le hubiera confiado en calidad de defensor. Art. 417. No podrán ser obligados a declarar como testigos a) Los eclesiásticos y ministros de los cultos disidentes, sobre los hechos que le fueron revelados en el ejercicio de las funciones de su ministerio. b) Los funcionarios públicos, tanto civiles como militares, de cualquier clase que sean, cuando no pudieran declarar sin violar el secreto que por razón de sus cargos estuviesen obligados a guardar, o cuando procediendo en virtud de obediencia debida, no fueren autorizados por su superior jerárquico para prestar la declaración que se pida. Art. 421. El Juez de Instrucción, o de distrito en su caso hará concurrir a su presencia y examinará los testigos citados en la denuncia o en la querella, o en cualesquiera otras declaraciones o diligencias y a todos los demás que supiesen hechos o circunstancias, o poseyeran datos convenientes para la comprobación o averiguación del delito y del delincuente. 17 Se procurará no obstante, omitir la evacuación de citas impertinentes o inútiles. Art. 716. El testigo que se niegue a declarar (en el acto del juicio oral) incurrirá en multa...que se impondrá en el acto. Si a pesar de esto persiste en su negativa, se procederá contra él como autor del delito de desobediencia grave a la autoridad. La ley 1/2000 de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil contiene numerosos artículos sobre la regulación del dictamen pericial, siendo de interés los siguientes: Artículo 371. Testigos con deber de guardar secreto. 1. Cuando por su estado o profesión, el testigo tenga el deber de guardar secreto respecto a los hechos por los que se les interrogue, lo manifestará razonadamente y el tribunal considerando el fundamento de la negativa a declarar, resolverá, mediante providencia, lo que proceda en Derecho. Si el testigo quedare liberado de responder, se hará constar así en acta. 2. Si alegare el testigo que los hechos por los que se le pregunta pertenecen a materia legalmente declarada o clasificada como de carácter reservado o secreto, el tribunal en los casos en que considere necesario para la satisfacción de los intereses de la administración de justicia, pedirá de oficio, mediante providencia al órgano competente el documento oficial que acredite dicho carácter. El tribunal comprobando el fundamento de la alegación, del carácter reservado o secreto, mandará unir el documento a los autos, dejando constancia de las preguntas afectadas por el secreto oficial. Este artículo afecta a los profesionales sanitarios y especialmente a los médicos. La propia ley admite que el médico que es conocedor de unos datos en razón de su profesión, pueda mantenerlos secreto si de forma razonada justifica que afectan a la intimidad de sus pacientes; estas circunstancias coinciden en la práctica con datos clínicos que puedan interesar en temas civiles (separación matrimonial, patria potestad, etc.), ya que el juez podrá proponer una pericial específica para esta finalidad, la cual no estará ya sujeta al deber de sigilo. No ocurre así cuando los datos conocidos por el médico puedan contribuir al esclarecimiento de un delito, en cuyo caso la Ley de Enjuiciamiento Criminal obliga a declararlos anteponiendo el bien público o general al particular. SECRETO E INFORMÁTICA. La informatización de la historia clínica tratando de mantener la confidencialidad de los datos contenidos en ella hace que se plantee la necesidad de establecer medidas que garanticen el secreto profesional con respecto a la informática. Los datos que van a ser sometidos a tratamiento informático, no solo son datos clínicos, sino que también son informaciones sociales y administrativas que pudieran influir sobre la salud del paciente. 18 En la Ley 15/1999 de 13 de diciembre, de Protección de Datos de Carácter Personal, se consideran los datos relativos a la salud especialmente protegidos y estableciendo que “los datos de carácter personal que hagan referencia al origen racial, a la salud y a la vida sexual solo podrán ser recabados, tratados y cedidos cuando por razones de interés general, así lo disponga una ley o el afectado consienta expresamente” Los datos que pueden ser informatizados son muy diversos, pero entre ellos a los que se exige un mayor nivel de confidencialidad son los que hacen referencia a la enfermedad del paciente en todos sus aspectos. La Ley Orgánica de Protección de Datos de Carácter Personal lo contempla en sus artículos 9 y 10. Artículo 9. Seguridad de los datos. 1. El responsable del fichero, y, en su caso, el encargado del tratamiento deberán adoptar las medidas de índole técnica y organizativas necesarias que garantice la seguridad de los datos de carácter personal y evite su alteración, pérdida, tratamiento o acceso no autorizado, habida cuenta del estado de la tecnología, la naturaleza de los datos almacenados y los riesgos a que están expuestos, ya provengan de la acción humana del medio físico o natural. 2. No se registrarán datos de carácter personal en ficheros que no reúnan las condiciones que se determinen por vía reglamentaria con respecto a su integridad y seguridad y a las de los centros de tratamiento, locales, equipos, sistemas y programas. 3. Reglamentariamente se establecerán los requisitos y condiciones que deban reunir los ficheros y las personas que intervengan en el tratamiento de los datos a que se refiere el artículo 7 de esta Ley. Artículo 10. Deber de secreto. El responsable del fichero y quienes intervengan en cualquier fase del tratamiento de los datos de carácter personal están obligados al secreto profesional respecto de los mismos y al deber de guardarlos, obligaciones que subsistirán aun después de finalizar sus relaciones con el titular del fichero o, en su caso, con el responsable del mismo Finalmente y en relación con la legislación española que regula la confidencialidad de los datos sanitarios informatizados, nuestro CP recoge en su artículo 197.2 que: “Las mismas penas se impondrán al que, sin estar autorizado, se apodere, utilice o modifique, en perjuicios de tercero, datos reservados de carácter personal o familiar de otro que se hallen registrados en ficheros o soportes informáticos, electrónicos o telemáticos, o en cualquier otro tipo de archivo o registro público o privado. Iguales penas a quien sin estar autorizado, acceda por cualquier medio a los mismos y a quien lo altere o utilice en perjuicio del titular de los datos o de un tercero” 19 BIBLIOGRAFÍA Casas Sánchez, JD., Rodríguez Albarran, M.: Manual de Medicina Legal y Forense Editorial Colex. Madrid, 2000. Cantero, R.: Historia Clínica: ¿Quién debe tener acceso a esta información? VI encuentro sobre Responsabilidad Sanitaria, Madrid, 2002. Criado del Río, M. T.: Aspectos médico-legales de la historia clínica. Editorial Colex, Madrid, 1999. Gisbert Calabuig, J. A. Villanueva, E. (2004): Medicina Legal y Toxicología (6ª edición). Editorial Massón, Barcelona. Sánchez Caro, J.: La historia clínica. Criterios básicos sobre el ejercicio del derecho de información y documentación clínica en el Sistema Nacional de Salud. Colegio Oficial de Médicos de Madrid, 1999. NORMAS LEGALES - Código Deontológico del Consejo General de Colegios de Médicos. 2011 - Código Penal, aprobado por Ley Orgánica 10/1995, de 23 de noviembre. - Constitución Española de 27 de diciembre de 1978. - Ley 41/2002, de 14 de noviembre, básica reguladora de la autonomía del paciente y de derechos y obligaciones en materia de información y documentación clínica. - Ley 1/2000, de 7 de enero, de Enjuiciamiento Civil. - Ley de Enjuiciamiento Criminal, promulgada por Real Decreto de 14 de septiembre de 1882, y modificaciones posteriores. - Ley Orgánica 15/1999, de 13 diciembre, Protección de Datos de Carácter Personal. - Ley General de Sanidad 14/1986, de 25 de abril. - Texto refundido de la Ley General de la Seguridad Social. Aprobado por RD Legislativo 1/1994 de 20 de junio. 20 - Ley 8/2001 de 13 de julio, de Protección de Datos de Carácter personal en la Comunidad de Madrid. - Recomendación 2/2004, de 30 de julio de la Agencia de Protección de Datos de la Comunidad de Madrid. B.O Comunidad de Madrid 12 de agosto de 2004 sobre Protección de Datos de Carácter Personal: Custodia, archivo y seguridad de los datos de carácter personal de las historias clínicas no informatizadas.