La protección de los Derechos Fundamentales en el Trabajo en la jurisprudencia constitucional de Costa Rica Dr. Alexander Godínez Vargas * PUBLICADO EN: Relaciones Laborales, La Ley, Madrid, No.22, noviembre-diciembre, 2009. SUMARIO: 1. Competencia funcional de la Sala Constitucional. 2. Acceso a la tutela judicial. 2.1. Protección del interés difuso. 2.2. Amparo entre sujetos de Derecho Privado. 3. La singular eficacia de los instrumentos de Derechos Humanos. 3.1. Jerarquía. 3.1.1. Incorporación al texto constitucional. 3.1.2. Primacía sobre la Constitución. 3.2. Diversidad de instrumentos internacionales sobre derechos humanos. 3.2.1. Normas no suscritas o aprobadas. 3.2.2. Principios cristianos de justicia social. 3.3. Interpretaciones vinculantes. El reconocimiento de los derechos fundamentales en el trabajo y el reforzamiento de su régimen de protección puede ser resultado, como lo recuerda la misma Sala Constitucional, de la expansión de estos derechos por medio de la ampliación de su contenido y alcance, o mediante el reconocimiento de la singular significación de los instrumentos de derechos humanos 1. La expansión de estos derechos puede ser producto de una reforma expresa del texto legal, como sucedió con la prohibición del trabajo forzoso u obligatorio (reforma del artículo 20 Constitución Política en adelante C.Pol.- mediante Ley No. 7880 de 27 de mayo de 1999), la introducción del principio de no discriminación (reforma del artículo 33 C.Pol. mediante las Leyes No. 4123 de 31 de mayo de 1968 y No. 7880 de 27 de mayo de 1999) y ciertas medidas relacionadas con el derecho a la seguridad social (reforma del artículo 73 C.Pol. mediante la Ley No. 2737 de 12 de mayo de 1961). Pero también puede ser consecuencia de la interpretación constitucional sobre el alcance y contenido de determinados preceptos constitucionales. Así, con el fin de evitar un trato discriminatorio por razón de género y alentando su vocación genérica extensible, por consiguiente, a los derechos sociales-, la Sala Constitucional sostuvo que al aplicarse la Carta fundamental, los términos de hombre o mujer , deberían entenderse como sinónimos del vocablo <<persona>> 2. En cuanto al reconocimiento de la singular significación que se les atribuye a los instrumentos de derechos humanos, que se entienden integrados en el texto Profesor de Derecho Laboral de la Universidad de Costa Rica y de la Universidad Estatal a Distancia. La responsabilidad de las opiniones expresadas en este artículo incumbe exclusivamente a su autor y su publicación no significa que la OIT las sancione. 1 Res: 2000-9685. Sala Constitucional, a las catorce horas con cincuenta y seis minutos del primero de noviembre de dos mil. 2 Res: 3435-92. Sala Constitucional, a las dieciséis horas con veinte minutos del once de noviembre de mil novecientos noventa y dos. * constitucional, la reforma introducida al artículo 48 a partir de la Ley No. 7128 de 18 de agosto de 1989 no ha pasado inadvertida para la Sala, para quien es incuestionable que una norma constitucional puede resultar inaplicable por ser contraria a los valores fundamentales de la propia C.Pol. y que se encuentran tutelados por las normas internacionales, cuyo efecto erga omnes es de obligada vigencia y acatamiento en el ámbito nacional por su misma naturaleza y por imperativo del artículo 48 de la Constitución 3. 1. Competencia funcional de la Sala Constitucional. Con la reforma de los artículos 10 y 48 C. Pol. por medio de la Ley No. 7128 de 18 de agosto de 1989 y la promulgación de la Ley No. 7135 de 11 de octubre de 1989 de la Jurisdicción Constitucional en adelante L.J.C.-, se establece el marco normativo que determina la competencia funcional de la Sala Constitucional. De acuerdo con las normas ya citadas, la Sala tiene entre sus amplias competencias, la de "declarar la inconstitucionalidad de las normas (art.10 C.Pol.) y conocer del recurso de amparo (art.48 C.Pol.) En el ejercicio de estas competencias la Sala debe garantizar la supremacía de las normas y principios constitucionales y del derecho internacional o comunitario, especialmente, los instrumentos internacionales de derechos humanos vigentes en Costa Rica (art.1 L.J.C.). En este sentido, la Sala Constitucional se transforma en un Tribunal de Derechos Humanos4, pues no solamente se limita a declarar las violaciones a los derechos constitucionales, sino a todo el universo de derechos fundamentales que forman parte del contenido de los instrumentos internacionales de derechos humanos que se encuentren vigentes en el país5. 2. Acceso a la tutela judicial. El sistema costarricense de protección de los derechos fundamentales en la jurisdicción constitucional, tiene una doble caracterización que permite comprender, de una mejor forma, sus alcances. Tanto por medio del concepto de interés difuso (2.1.) como de la admisibilidad de recursos de amparo entre sujetos privados (2.2.), se ha facilitado el acceso a la tutela judicial. 2.1. Protección del interés difuso. De acuerdo con el art.75 L.J.C., si bien, como regla general, para interponer la acción de inconstitucionalidad es un requisito necesario que exista un asunto pendiente de resolver 3 Ibíd. Como lo ha indicado uno de sus Magistrados, vid. Gilbert Armijo. La tutela supraconstitucional de los Derechos Humanos en Costa Rica, Ius et praxis, Universidad de Talca, Chile, año/vol.9, número 001, 2003, p.62. 5 Res: 2313-95. Sala Constitucional, a las dieciséis horas con dieciocho minutos del nueve de mayo de mil novecientos noventa y cinco. 4 ante los tribunales, en el que se invoque esa inconstitucionalidad como un medio razonable de amparar el derecho o interés que se considera lesionado; ello es innecesario cuando se trate de la defensa de intereses difusos. Precisamente, la mayoría de las acciones de inconstitucionalidad que la Sala ha resuelto, por las que declara la anulación de cláusulas convencionales de negociaciones colectivas celebradas en el Sector Público y que han sido fuertemente criticadas por la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones de la Organización Internacional del Trabajo en adelante C.E.A.C.R.-6, han sido admitidas a trámite y estudio, con fundamento en la protección de intereses difusos, al haber sido promovidas por un Partido Político con representación parlamentaria. Para la Sala, sobre la base de que la actividad financiera del Estado supone el cumplimiento de criterios de economía y eficiencia al utilizarse los fondos públicos, es decir de racionalización que impide legal y moralmente el derroche y da el derecho a la colectividad de exigir la eficacia y eficiencia del uso de los dineros que destina al financiamiento del Estado , el hecho de que quienes presenten la acción sean diputados de la Asamblea Legislativa, no representa un obstáculo para la admisibilidad de la acción, pues esta Sala ha reconocido que la legitimación para la defensa del buen manejo de fondos públicos es un interés difuso, de tal forma que los accionantes, pueden cuestionar en esta vía la constitucionalidad de las normas que autorizan esos gastos directamente en su condición de ciudadanos, sin necesidad de ninguna otra legitimación especial o acreditación de la vía incidental 7. 2.2. Amparo entre sujetos de Derecho Privado. Contempla el art.57 L.J.C. que el recurso de amparo también se concederá contra las acciones u omisiones de sujetos de Derecho Privado, cuando éstos actúen o deban actuar en ejercicio de funciones o potestades públicas, o, se encuentren, de derecho o de hecho, en una posición de poder frente a la cual los remedios jurisdiccionales comunes resulten claramente insuficientes o tardíos para garantizar los derechos o libertades fundamentales. De los casos que podrían citarse en los que la Sala ha aceptado la admisibilidad del recurso de amparo entre sujetos privados, dos deben destacarse. El primero, en materia de libertad sindical y el segundo, en relación con el principio de no discriminación en el empleo por motivo de salud. En el primer supuesto, los trabajadores fueron despedidos después de asistir a una reunión en el Ministerio de Trabajo y Seguridad Social, en su carácter de miembros del Comité Permanente de los Trabajadores de una Compañía Bananera, para renegociar un arreglo directo y la Sala al examinar la admisibilidad del recurso de amparo, sostuvo que 6 Vid. entre otras, CEACR: Observación individual sobre el Convenio núm. 98, Derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 Costa Rica (ratificación: 1960) Publicación: 2004. 7 Res: 2006-7261. Sala Constitucional, a las catorce horas con cuarenta y cinco minutos del veintitrés de mayo del dos mil seis. era evidente que la empresa se encontraba en una posición de poder frente a los trabajadores despedidos, a quienes, dada la naturaleza del caso concreto, los remedios jurisdiccionales comunes no los amparan debidamente por insuficientes o tardíos, entre otras razones porque las normas legales vigentes no han sido aplicadas de manera adecuada y satisfactoria, ni jurisdiccional ni administrativamente . En efecto, el único remedio jurisdiccional previsto hasta ese entonces era el procedimiento ordinario de trabajo, cuyo plazo de resolución entre 3 y 5 años, aproximadamente-, permitiría que al ejecutarse una eventual sentencia favorable para los demandantes, la posibilidad de ejercer sus derechos colectivos, ya no fuera posible8. En el segundo supuesto, el trabajador es despedido sin una causa objetiva algunos meses después de que notificó a la empresa que se le había diagnosticado que padecía un Linfoma Folicular Mixto Grado II, es decir, cáncer del sistema linfático. Para la Sala, aunque el recurso de amparo contra sujetos de derecho privado es de naturaleza excepcional, la particular situación del amparado derivada de la mencionada enfermedad, cuya existencia es respaldada con suficiente prueba documental, coloca al afectado en una evidente posición de debilidad en relación con la empresa recurrida y, además, revela una probabilidad razonable de que los remedios jurisdiccionales comunes resulten tardíos para resolver el fondo de lo alegado . A semejanza del caso anterior, no cabe duda alguna de que la probabilidad de que el recurrente pueda reintegrarse a su puesto de trabajo, padeciendo una enfermedad terminal y una vez resuelta en forma definitiva su demanda ordinaria de trabajo, es inexistente9. 3. La singular eficacia de los instrumentos de Derechos Humanos. Los instrumentos de Derechos Humanos tienen una especial eficacia en el ordenamiento jurídico costarricense. Por un lado, su jerarquía (3.1.) ha evolucionado desde un encuadre tradicional que los situaba como normas estrictamente supralegales, hasta situarse en una relación de primacía sobre el texto constitucional; de otro, existe una significativa diversidad (3.2.) de textos que pueden calificarse de instrumentos de Derechos Humanos ; y por último, estos instrumentos han sido y siguen siendo objeto de interpretaciones vinculantes (3.3.) que adquieren el mismo valor de la norma interpretada. 3.1. Jerarquía. El art.7 C.Pol. otorgaba a los convenios internacionales debidamente aprobados por la Asamblea Legislativa, desde la fecha de su promulgación o desde el día que ellos designen, autoridad superior a las leyes ; mientras que de acuerdo con el art.15 del Código de Trabajo en adelante C.T.- eran fuente supletoria de las leyes ordinarias, las disposiciones contenidas en los Convenios y Recomendaciones adoptados por la Organización Internacional del Trabajo en adelante O.I.T.-, en cuanto no se opongan a las Leyes del país, y los principios y Leyes de derecho común . 8 Res: 5000-93. Sala Constitucional, a las diez horas con nueve minutos del ocho de octubre de mil novecientos noventa y tres. 9 Res: 13205-05. Sala Constitucional, a las quince horas con trece minutos del veintisiete de setiembre del dos mil cinco. Por consiguiente, hasta antes de la reforma del art.48 C.Pol. en 1989, los instrumentos internacionales sobre Derechos Humanos, incluyendo los aprobados en el ámbito de la O.I.T., estaban subordinados al texto constitucional, siempre que estuvieran ratificados por la Asamblea Legislativa y si no, incluso estaban sometidos a las leyes ordinarias. Aunque en el tiempo inmediatamente posterior a la reforma todavía se seguía reconociendo mayor preponderancia a lo dispuesto en el art.7 C.Pol., si es importante resaltar que desde inicios de 1990, la Sala Constitucional ya había admitido que las normas de los tratados internacionales eran autoejecutables, haciendo desaparecer así la antinomia entre el tratado y la ley ordinaria. En efecto, si bien el art.73 inciso d) L.J.C. le otorga a los interesados la posibilidad de plantear la acción de inconstitucionalidad contra las disposiciones legales que se opongan a las de un tratado internacional, ello no impide que en tales circunstancias, las disposiciones del tratado resulten ejecutivas y ejecutables por sí mismas, sin necesidad de otras normas que las desarrollen en el derecho interno , por lo que las normas legales internas que las contradigan deben tenerse simplemente por derogadas, en virtud precisamente del rango superior del tratado 10. 3.1.1. Incorporación al texto constitucional. Con la reforma constitucional introducida por la Ley No.7128 del 18 de agosto de 1989 al art. 48 C.Pol. se creó una nueva categoría de normas, compuesta por los instrumentos internacionales sobre derechos humanos , los cuales, conforme al criterio que sostendría la Sala Constitucional, no sólo tienen un rango superior al de los demás tratados, sino que incluso, y es su característica más importante, complementan la Constitución Política en su parte dogmática 11. Pero más allá de los límites siempre estrechos de la norma aplicable, para la Sala el texto constitucional costarricense de hoy, no solamente está compuesto de normas (formas gramaticales escritas) de origen interno y externo, sino también de principios y valores, que se deben conjugar en un texto armonioso, aunque pueda parecer heterodoxo desde un punto de análisis tradicional 12. Uno de estos valores a los cuales se refería la Sala Constitucional, quizás el más importante es, desde la perspectiva de los derechos sociales, el respeto de la dignidad humana, pues la condición de persona y la dignidad inherente a ella acompañará al ser humano en todos y cada uno de los momentos de su vida, cualquiera que fuere la situación en que se encontrare 13. 10 Res: 282-90. Sala Constitucional, a las diecisiete horas del trece de marzo de mil novecientos noventa. Res: 3805-92. Sala Constitucional, a las nueve horas treinta minutos del veintiocho de noviembre de mil novecientos noventa y dos. 12 Res: 5759-93. Sala Constitucional, a las catorce horas quince minutos del diez de noviembre de mil novecientos noventa y tres. 13 Res: 6740-97. Sala Constitucional, a las diez horas con cuarenta y dos minutos del diecisiete de octubre de mil novecientos noventa y siete. 11 El respeto de la dignidad humana y de cada una de sus manifestaciones, es un auténtico derecho fundamental de todo ser humano, como tal universal, igual y exigible, no una concesión graciosa de la Nación o del Estado que éstos puedan a su arbitrio condicionar, limitar o suprimir 14. Precisamente, este valor ha sido reiteradamente utilizado para declarar inconstitucionales las limitaciones que por edad, las normas estatales e internacionales ratificadas por el país, imponen al derecho de contratación laboral. En los períodos iniciales a la entrada en funcionamiento del Tribunal, ya se establecía el criterio de que "la ancianidad es un estado natural del ser humano, que no trae necesariamente consigo indolencia, incapacidad ni disminución en la inteligencia. Es decir, no existe relación de causalidad necesaria entre la vejez y la incapacidad. Por lo tanto la premisa legal de que a los sesenta y cinco años se debe hacer retiro forzoso del empleo, es absolutamente irracional e injustificada"15. Tal precedente serviría posteriormente de fundamento para afirmar, en relación expresa al valor de la dignidad humana, que los requisitos médicos para ejercer como piloto y de caducidad de la licencia por el sólo hecho de cumplir 60 años, creaban una incapacidad generalizada para trabajar que amputa el derecho constitucional al trabajo y el principio de igualdad porque se basa en una ineptitud iuris et de iure lo cual es contrario a la dignidad humana 16. 3.1.2. Primacía sobre la Constitución. Dando un paso más allá, para la Sala Constitucional, en un Estado democrático de derecho los valores que reflejan la dignidad del hombre, protegidos formalmente en la parte dogmática de nuestra Constitución, son y deben ser la principal preocupación de toda persona y en especial de aquéllos llamados a cumplir funciones públicas y por ello existen como normas -escritas o no- superiores a las demás 17. Como los tratados o convenios referidos a los derechos humanos tratan, de una u otra forma, de manifestaciones del respeto a la dignidad humana, no cabe duda alguna que conforme a la doctrina judicial expuesta, los principios y valores contenidos en esos textos ocupan un lugar relevante en el ordenamiento jurídico interno. Ese lugar es de privilegio y muestra de ello es que cuando se está en presencia de instrumentos internacionales de Derechos Humanos, su jerarquía no es la que indica el 14 Res: 1147-90. Sala Constitucional, a las dieciséis horas del veintiuno de setiembre de mil novecientos noventa. Res: 1146-90. Sala Constitucional, a las catorce horas treinta minutos del veintiuno de setiembre de mil novecientos noventa. 16 Res: 138-93. Sala Constitucional, a las quince horas cincuenta y cinco minutos del doce de enero de mil novecientos noventa y tres. 17 Res: 3805-92. Sala Constitucional, a las nueve horas treinta minutos del veintiocho de noviembre de mil novecientos noventa y dos. 15 art. 7 C.Pol., es decir, supralegal, sino la del art. 48 Ibídem, que es la norma especial que se refieren a los derechos humanos. En tal sentido, ha reconocido finalmente la jurisprudencia de la Sala, los instrumentos de Derechos Humanos tienen no solamente un valor similar a la Constitución Política, sino que en la medida en que otorguen mayores derechos o garantías a las personas, priman por sobre la Constitución 18. La afirmación realizada no ha pasado desapercibida y admite el Tribunal que por ese motivo, algunos estudiosos han señalado que la reforma constitucional de 1989, sobre la jurisdicción constitucional, es tal vez la mayor conquista que desde el punto de vista jurídico ha experimentado Costa Rica, en los últimos cincuenta años 19. Tal doctrina, aun en ausencia de una norma expresa que recogiera la prohibición de discriminación en el empleo u ocupación, bajo la sombra del genérico principio de igualdad, ha permitido dar protección al trabajador despedido con motivo de enfermedad, en circunstancias que afecten la dignidad humana, a pesar de que derivado del art.63 C.Pol., se había venido reconociendo un monolítico régimen del libre despido, con la sola obligación del pago de una indemnización legal. Disposición que era coincidente con el art.80 C.T., que legaliza el despido con responsabilidad patronal del trabajador que encontrándose incapacitado por enfermedad, supera los 3 meses continuos de suspensión de su contrato de trabajo. En esas circunstancias, para la Sala Constitucional la nulidad del despido procede y la consecuente reinstalación del trabajador, dada la edad del amparado y el motivo real de su despido, que era su enfermedad, ya que se encuentra en una situación particularmente perjudicial tanto para su salud como para su dignidad como ser humano, pues cuenta con menos posibilidades de encontrar otra opción laboral y, consiguientemente, de obtener los recursos necesarios para atender su problema de salud y obligaciones familiares, aparte de que en la práctica, lamentablemente, a una persona de cierta edad, despedida abruptamente y afectada por una enfermedad tan severa como el cáncer, se le dificulta enormemente la obtención de un empleo digno, habida cuenta de los problemas operativos y de costo que podría depararle a un nuevo empleador el tener que encontrar sustituto para eventuales incapacidades por internamiento hospitalario o algún tipo de tratamiento médico 20. 3.2. Diversidad de instrumentos internacionales sobre derechos humanos. El alcance del concepto de instrumentos internacionales sobre derechos humanos contenido en el art.48 C.Pol. lo ha venido construyendo la Sala Constitucional en diversos fallos. No sólo quedan allí comprendidos los tratados o convenios internacionales, sino también, otra serie de textos acordados en órganos de reconocida 18 Res: 2313-95. Sala Constitucional, a las dieciséis horas dieciocho minutos del nueve de mayo de mil novecientos noventa y cinco. 19 Ibíd. 20 Res: 13205-05. Sala Constitucional, a las quince horas con trece minutos del veintisiete de setiembre del dos mil cinco. legitimación en el derecho internacional público; pero tampoco pueden dejarse de lado, las normas no suscritas o aprobadas y aún más, en el particular ordenamiento jurídico costarricense, los principios cristianos de justicia social que fueron incorporados en el mismo texto constitucional como fuente integradora de los derechos y garantías sociales (art.74 C.Pol.). 3.2.1. Normas no suscritas o aprobadas. La referencia específica que la Constitución Política hace a los instrumentos internacionales sobre derechos humanos , significa en el discurso de la Sala Constitucional, que en ella quedan comprendidos no sólo las convenciones, tratados o acuerdos, formalmente suscritos y aprobados de acuerdo con el trámite constitucional mismo (art.124 C.Pol.), sino cualquier otro instrumento de tenga la naturaleza propia de la protección de los Derechos Humanos, aunque no haya sufrido ese trámite y en consecuencia, gracias a la naturaleza de los derechos regulados, para todos los efectos, tiene vigencia y es aplicable en el país 21. Así sucede, por ejemplo, recuerda la misma Sala, con la Declaración Universal de Derechos Humanos (suscrita en París, el 10 de diciembre de 1948), que por su carácter y naturaleza, no ha necesitado de los trámites constitucionales de aprobación, para entenderse como vigente y con la fuerza normativa que le otorga la materia que regula 22. Precisamente, la Declaración Universal de los Derechos Humanos ha sido utilizada como fuente normativa para fundamentar diversas resoluciones de la Sala Constitucional, conociendo temas relacionados con: a) el derecho de toda persona que trabaja a una remuneración oportuna, equitativa y satisfactoria, que le asegure, tanto al trabajador como a su familia, una existencia conforme a la dignidad humana 23; y b) el derecho de todo trabajador de recibir las prestaciones del Seguro de Enfermedad y Maternidad aunque su patrono se encuentre moroso, sin que se condicione la prestación del servicio médico a la firma y suscripción de una factura de cobro por tales servicios, pues el solo hecho de obligarle al trabajador a firmar esa factura, constituye una amenaza de su derecho a la salud 24. Tienen también el valor de cualquier normativa internacional que formalmente se hubiera incorporado al derecho interno costarricense, otra serie de instrumentos de la Organización de Naciones Unidas, aunque sean producto de reuniones de expertos o el trabajo de algún departamento de esa organización, por pertenecer nuestro país a ella, y por referirse a derechos fundamentales 25, como sería el caso de las resoluciones 21 Res: 2000-9685. Sala Constitucional, a las catorce horas con cincuenta y seis minutos del primero de noviembre del dos mil. 22 Ibíd. 23 Res: 2000-1601. Sala Constitucional, a las once horas con veintisiete minutos del dieciocho de febrero del dos mil. 24 Res: 2002-5615. Sala Constitucional, a las diez horas con cinco minutos del siete de junio del dos mil dos. 25 Res: 2000-9685. Sala Constitucional, a las catorce horas con cincuenta y seis minutos del primero de noviembre del dos mil. adoptadas por el Consejo Económico y Social26 o por su Asamblea General e incluso, las declaraciones derivadas de conferencias organizadas por aquella institución27. En ese sentido y a modo de ejemplo, aunque no han sido todavía invocadas como fundamento normativo de sus resoluciones, tendría la condición de privilegio prevista en el art.48 C.Pol., los siguientes documentos: la Declaración de la O.I.T. relativa a los Principios y Derechos Fundamentales en el Trabajo y su Seguimiento, aprobada por la Conferencia Internacional del Trabajo en su 86ª reunión, en Ginebra, el 16 de junio de 1998; y la Declaración de Johannesburgo sobre el Desarrollo Sostenible, aprobada en la Cumbre Mundial sobre este tema, celebrada del 2 al 4 de setiembre del 2002. 3.2.2. Principios cristianos de justicia social. El art.74 C.Pol. señala que los derechos y beneficios incluidos en el capítulo de Garantías Sociales, no excluye otros que se deriven del principio cristiano de justicia social . La Sala Constitucional al declarar la nulidad del despido discriminatorio de trabajadores en ejercicio de la libertad sindical, incluyó como parte de su fundamentación el párrafo No.68 de la Constitución Gaudium et Spes, promulgada por el Concilio Vaticano II en diciembre de 1965, que recordaba que: Entre los derechos fundamentales de la persona humana debe contarse el derecho de los obreros a fundar libremente asociaciones que representen auténticamente al trabajador y puedan colaborar en la recta ordenación de la vida económica, así como también el derecho de participar libremente en las actividades de las asociaciones sin riesgo de represalias 28. Al incluir el texto ya indicado, reconocía la Sala, que de acuerdo con el artículo 74 C.Pol. los derechos y garantías sociales deben considerarse desde la perspectiva de los principios cristianos de justicia social . Pese a la trascendencia del art.74 C.Pol. no ha intentado realizar la Sala una elaboración más completa de lo que puede llegar a significar la referencia constitucional a una fuente de tal magnitud y dinamismo. En tal sentido, es importante recordar que por principios de la Doctrina Social de la Iglesia, se hace referencia, en sentido amplio, a las proposiciones o criterios doctrinales que fundan una visión cristiana sobre el hombre y la sociedad humana , que además, son los que inspiran, de forma implícita o explícita, los documentos que conforman aquella Doctrina29. 3.3. Interpretaciones vinculantes. 26 Res: 709-91. Sala Constitucional, a las trece horas con cincuenta y seis minutos del diez de abril de mil novecientos noventa y uno. 27 Res: 2002-10693. Sala Constitucional, a las dieciocho horas con veinte minutos del siete de noviembre de dos mil dos. 28 Res: 5000-93. Sala Constitucional, a las diez horas con nueve minutos del ocho de octubre de mil novecientos noventa y tres. 29 Juan Souto Coelho (Coordinador). Doctrina Social de la Iglesia: Manual abreviado, Biblioteca de Autores Cristianos/Fundación Pablo VI, Madrid, 2ª edición, 2002, p.103. También adquieren importancia las interpretaciones que de estos instrumentos sobre derechos humanos, han realizado aquellas instancias u órganos a quienes se les reconoce tal legitimación. Fue el caso concreto de las opiniones consultivas emitidas por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. Para la Sala, debe advertirse que si la Corte es el órgano natural para interpretar la Convención Americana sobre Derechos Humanos (Pacto de San José), la fuerza de su decisión al interpretar la convención y enjuiciar leyes nacionales a la luz de esta normativa, ya sea en caso contencioso o en una mera consulta, tendrá -de principio- el mismo valor de la norma interpretada. No solamente valor ético o científico, como algunos han entendido 30. No obstante, la Sala no ha seguido ese mismo criterio en materia de Libertad Sindical y específicamente en lo que se refiere al valor de las observaciones o comentarios que emite la C.E.A.C.R. Creada en 1926 por la O.I.T., la C.E.A.C.R. la integran 20 juristas de reconocido prestigio que son nombrados por el Consejo de Administración y que evalúan el estado en el que encuentra la aplicación de las normas internacionales del trabajo. Al realizar tal examen pueden emitir observaciones que contienen comentarios específicos para un Estado y en lo que respecta al tema de la sumisión de la negociación colectiva en el sector público costarricense a criterios de proporcionalidad y racionalidad, desde el 2002 la Comisión ya había indicado31 que el criterio de la Sala Constitucional en relación con la Refinería Costarricense de Petróleo32, por el cual se declara inconstitucionales determinadas cláusulas de una convención colectiva, atendiendo en particular a criterios de legalidad, proporcionalidad, racionalidad e igualdad, e invocando privilegios irrazonables y desproporcionados sobre la administración de fondos públicos, puede tener efectos muy perjudiciales en el grado de confianza de la negociación colectiva como medio de resolución de conflictos y dar lugar a una desvalorización de la autonomía de las partes y del instrumento de la convención colectiva misma . De allí, que la Comisión expresaba en ese entonces, la esperanza de que en el futuro las autoridades tendrán en cuenta el principio mencionado y que no se volverán a anular cláusulas de convenciones colectivas en función de criterios de mera proporcionalidad y racionalidad . Los criterios de razonabilidad y proporcionalidad empleados por la Sala Constitucional y a los cuales alude la C.E.A.C.R., ya habían sido utilizados en el reconocimiento de otros derechos sociales. Así, por ejemplo, en materia de jubilación se había indicado que este derecho como cualquier otro previsto en el texto constitucional, está sujeto a las condiciones y limitaciones legales que establecen las normas que las reconocen y garantizan y 30 Res: 2313-95. Sala Constitucional, a las dieciséis horas con dieciocho minutos del nueve de mayo de mil novecientos noventa y cinco. 31 Para las citas de la Comisión, vid. CEACR: Observación individual sobre el Convenio núm. 98, Derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 Costa Rica (ratificación: 1960) Publicación: 2002. 32 Res: 2000-7730. Sala Constitucional, a las catorce horas cuarenta y siete minutos del treinta de agosto del dos mil. resulten, además, razonablemente necesarias para el ejercicio del derecho mismo, de acuerdo con su naturaleza y fin , lo que es consecuencia de un conocido principio del Derecho de los Derechos Humanos, que puede denominarse de proporcionalidad (arts. 29.2 y 30 de la Declaración Universal de Derechos Humanos, 29 y 30 de la Convención Americana sobre Derechos Humanos, 5 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y 4 y 5 del Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales)33. Aunque las críticas de la C.E.A.C.R. parecen apuntar en materia de convenciones colectivas de trabajo, en buena parte, a la ausencia de parámetros objetivos que permitan determinar con mayor precisión si se han respetado o no los principios de proporcionalidad y en consecuencia, de razonabilidad, en el otorgamiento de beneficios convencionales, hay que indicar que con posterioridad a la resolución ya citada, relacionada con la Refinería Costarricense de Petróleo, han seguido dictándose muchas otras sentencias más en semejantes términos34 por parte de la Sala Constitucional. No obstante, también debe reconocerse que las decisiones de la Sala Constitucional tradicionalmente han venido resolviéndose por una estrecha diferencia en la votación de sus integrantes -4 a 3-. Para la minoría, las acciones debían de haberse rechazado por improcedentes, pues el contenido de los convenios no podía ser revisado mediante una acción de inconstitucionalidad, sino en la vía ordinaria de legalidad. A partir de mayo del 200635, uno de los Magistrados que suscribían el voto de minoría, ha optado por hacer una nota aparte, al considerar que las acciones debían haberse declarado sin lugar, pero acogiendo para ello, los mismos argumentos de la C.E.A.C.R. 33 Res: 1147-90. Sala Constitucional, a las dieciséis horas del veintiuno de setiembre de mil novecientos noventa. Vid. entre otras: (Universidad de Costa Rica) Res: 2007-55. Sala Constitucional, a las catorce horas treinta minutos del diez de enero del dos mil siete.; (Instituto Costarricense de Electricidad) Res: 2006-17746. Sala Constitucional, a las catorce horas treinta y seis minutos del once de diciembre del dos mil seis; (Junta de Administración Portuaria y de Desarrollo de la Vertiente Atlántica) Res: 2006-6730. Sala Constitucional, a las catorce horas cuarenta y cinco minutos del diecisiete de mayo del dos mil seis; y (Compañía Nacional de Fuerza y Luz) Res: 2006-6728. Sala Constitucional, a las catorce horas cuarenta y tres minutos del diecisiete de mayo del dos mil seis. 35 Res: 2006-7261. Sala Constitucional, a las catorce horas con cuarenta y cinco minutos del veintitrés de mayo del dos mil seis. 34