UNIVERSIDAD DE COSTA RICA Facultad de Derecho Ciudad Universitaria Rodrigo Facio Tesis para optar al grado de Licenciada en Derecho “Análisis de la prisión preventiva: antes y después de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal y la Ley Contra la Delincuencia Organizada, en las jurisdicciones penales del I y II Circuito Judicial de San José, durante los años 2008 y 2009” Stephanie Sáenz Villalobos Marzo 2011 1!f.~f~Y~ ~~ y~~~~¿?jf~ A QUIEN INTERESE Yo, Vilma Isabel Sánchez Castro, Máster en Literatura Latinoamericana, Bachiller y Licenciada en Filología Española, de la Universidad de Costa Rica; con cédula de identidad 6-054-080; inscrita en el Colegio de Licenciados y Profesores, con el carné No 003671, hago constar que he revisado el trabajo de investigación, con conclusiones y con su bibliografía. Y he corregido en él los errores encontrados en ortografía, redacción, gramática y sintaxis. El cual se intitula "ANALISIS DE LA PRISIÓN PREVENTIVA: ANTES Y DESPUÉS DE LA VIGENCIA DE LA LEY DE PROTECCIÓN A VÍCTIMAS, TESTIGOS Y DEMÁS SUJETOS INTERVINIENTES EN EL PROCESO PENAL Y LA LEY CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA, EN LAS JURISDICCIONES PENALES DEL 1Y 11 CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ, DURANTE LOS AÑOS 2008 Y 2009" DE STEPHANIE SÁENZ VILLALOBOS LICENCIATURA EN DERECHO FACULTAO DE DERECHO UNIVERSIDAD DE COSTA RICA Se extiende la presente certificación a solicitud de la interesada, en la ciudad de San José a los dos días del mes de febrero de dos mil once. La filóloga no se hace responsable de los cambios que se le introduzcan al trabajo posterior a su revisión. Y que no estén contemplados en el CD de respaldo. \(~~ Teléfonos 2227-8513fax 2286-3954. Cel8994- 76-93 Apartado 563-1011 Y Griega Correo electrónico: [email protected] Página Web: www.compuartecr.com San José, 24 de mero de 2011 Dr. Olivier Rémy Gassiot Director Área de Investigación Facultad d~ Derecho Universidad de Costa Rica Presenta Estimado seiior: Por medio de la presente, le imxmo mi aprobación definilf11a de la tesis titulada "Análisis de la. prisión preventiva: antes y después de la vigencia de la Ley de Protección a Victimas, Testigos y demás SUjetos rntermienfes en el Proceso Penal y la ley Comra la Delincuencia Organizada. en las iurisdicdones penales del 1y JI Circuito Judicial de San José. durante los años 2008 y 2009'". elaborada satisfactoriamente por la estudíanle Stephanie Sáenz Villabbr.JS, carné un~iafi!l) A55065, en mi COildDón de lector 004 Comité Asesm del Trabajo RnaJ de Grarli.!aclón. Ateo lamente, San José, 14 de enero de 2011 Doctor Olivier Rémy Gassiot Director Área de Investigación Facultad de Derecho Universidad de Costa Rica Presente.Estimado señor, En mi condición de Director. ti!B revisado el Trabajo Rnal de Graduación titulado "AnáfJSis de la prisión preventiva: antes y después de la vigencia de la ley de Protección a VICtimas, Testigos y demás Suietos fnteMnientes en el Proceso Penal y fa ley Contra la Defincuencia Organizada, en las jurisdicdones penales del 1y 11 Circuito Judicial de San José, durante los años 2008 y 2009~ elaborado por la estudiante Stephanie Sáenz Villabbos. para optar por el grado de Uceociarura en Derecho, el cual apruebo a efectos de que sea sometido a discusión ñnal. la investigación anariza el tema de la prisiDrl preventiva desde una perspectiva actual, pues contempla la nueva regula:iOO del tema a partir de la vigencia de dos leyes nacionales recientes. Además, en eUa se efectúa un lrnbajo de camJXl rei!rente al estudio de expa:fleotes y resoluciones que ordenan la prisión preventiva, pertenecientes a dos Juzgados Penales muy importantes del país, que ~ resrntabs muy interesantes y esclarecedores respecto al rema. De este modo. fa investigadó,1 coosMuye un valioso apcxte. ya que en ella se rea!iza un an!Jísis de los nuevos presupuestos p~ que permiten la ap¡)cación de la prisión preventiva, para compararlos coo la regul~ original qoo contempla e! Código Procesal P~. así romo también se muestran aspectus referentes a ~a ublización de esta medida en la prádi:ca judicial; tOOos estos ~bs teó.1fcos y ~ COflstituyen un estudio integraJ del problema y permiten a su vez, una oomprensión giDbal del mismo. De conkJrmidad con k> mencfooado tmterioo'ooote, considero que el tema ha sK1o desarmffado de manera técnica, y cump4e ron todos los requisitos tanto formales, mal&~ romo metodológicos exigidos en cl Reglamen1o de Trabajos Fmales de Graduación, por lo cua1 expreso mí 1brmal aproba;ión al mismo. Atentamente, Dr. Álvaro Burgos Mma Director UNIVERSIDADDE COSTA R1CA f acultad de Derecho Área de Investigación '10'l' 7 de febrero de 201 1 FD-AI-T-91-11 Doctor Daniel Godeo Nieto Decano Fa cultad de Derecho Estimado Decano: Para los efectos reglamentarios correspondientes, le informo que el Trabajo Final de Graduación (categoría Tesis) del (de la) estudiante (s) STEPHANIE LORENA SÁENZ VILLALOBOS, carné (s)A55066, titulado: " ANÁLISIS DE LA PRISIÓN PREVENTIVA: ANTES Y DESPUÉS DE LA VIGENCIA DE LA LEY DE PROTECCIÓN A VÍCTIMAS, TESTIGOS Y DEMÁS SUJETOS INTERVINIENTES EN EL PROCESO PENAL Y LA LEY CONTRA LA DELINCUENCIA ORGANIZADA, EN LA JURISDICCIONES PENALES DEL 1 Y 11 CIRCUITO JUDICIAL DE SAN JOSÉ, DURANTE LOS AÑOS 2008 Y 2009", fue aprobado por el Comité Asesor, para que sea sometido a su defensa final. Asimismo, el suscrito ha revisado los requisitos de forma y orientación exigidos por esta Área y lo apruebo en el mismo sentido. Igualmente, le presento a los (as) miembros (as) del Tribunal Examinador de la presente Tesis, quienes firm aron acuse de la tesis (firma y fecha) en conformidad con el Art. 36 de RTFG que: "ÉL O LA ESTUDÍANTE DEBERÁ ENTREGAR A CADA UNO DE LOS (AS) MIEMBROS (AS) bE(TRIBUNAl. UN BORRAD()R FINAL I)E SU TESIS, CON NO MENOS DE 8 DÍAS HÁBILES DE ANTICIPACIÓN A LA FECHA DE PRESENTACIÓN PÚBLICA ". Presidente (a} Tribu na l Exa minador Lic. Carlos Manuel Estrada Navas Secretario (a) Lic. Miguel Zamora Acevedo Informante Dr. Álvaro Burgos Mata Miembro (a) Dr. Rafael Ángel Sanabria Rojas Miembro (a) Dr. Ronald So lazar Murillo Por último, le comunico que la defensa de la tesis será el 1 de marzo de 201 1, a las 7:00p.m., en la Sala de Tesis, ubicada en el quinto piso de la Facultad de Derecho. Marta o Tel.-fax: 2511-4089 Sitio web: IMV'N.derecllo.uc.ac.cr correo: [email protected] 01 _¿"' ,) ÍNDICE GENERAL INTRODUCCIÓN....................................................................................................................................1 Capítulo I: Prisión preventiva en Costa Rica .........................................................................................8 Sección I: Concepto y regulación de la prisión preventiva. .......................................................8 Sección II: Requisitos materiales de la prisión preventiva.......................................................12 2.1. Probabilidad de la responsabilidad penal del imputado. .............................................................15 2.2. Causales de la prisión preventiva. ......................................................................................16 2.3. Respeto al Principio de Proporcionalidad. ...........................................................................23 2.4. Duración de la prisión preventiva........................................................................................25 Sección III: Aplicación de la prisión preventiva en la jurisprudencia costarricense. ................28 Sección IV: Uso de la prisión preventiva: algunas estadísticas de su empleo en la realidad nacional..........................................................................................................................................32 Capítulo II: Normativa actual de la prisión preventiva..........................................................................36 Sección I: Nueva regulación de la prisión preventiva a partir de las Leyes 8720 y 8754...........36 Sección II: Nuevos presupuestos o causales de la prisión preventiva.....................................37 2.1 Primer nuevo presupuesto procesal: flagrancia en delitos contra la vida, delitos sexuales y delitos contra la propiedad en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas y en delitos relacionados con estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, legitimación de capitales y actividades conexas...............................................................................41 2.2 Segundo nuevo presupuesto procesal: el hecho punible sea realizado presumiblemente por quien haya sido sometido al menos en dos ocasiones, a procesos penales en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, en los cuales se hayan formulado acusación y solicitud de apertura a juicio por parte del Ministerio Público, aunque estos no se encuentren concluidos. .............50 2.3 Tercer nuevo presupuesto procesal: personas reincidentes en la comisión de hechos delictivos en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas...........................................53 2.4 Cuarto nuevo presupuesto procesal: Delincuencia Organizada. ............................................57 Sección III: Plazo o duración de la prisión preventiva. ............................................................63 3.1 Regulación del plazo de prisión preventiva en el Código Procesal Penal................................63 i 3.2 Regulación especial del plazo de prisión preventiva en la Ley Contra la Delincuencia Organizada. .................................................................................................................................74 Capítulo III: .........................................................................................................................................79 Aplicación de la prisión preventiva en la práctica judicial: años 2008 y 2009 en los Juzgados Penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José. ..........................................................................79 Sección I: Juzgado Penal del Primer Circuito Judicial de San José.........................................79 1.1 Número de casos en los que se decretó prisión preventiva durante los años 2008 y 2009.......79 1.2 Tipo de delito investigado en las resoluciones que decretan la prisión preventiva. ..................79 1.3 Tipo de causal o presupuestos procesales utilizados en las resoluciones que decretan la prisión preventiva. ...................................................................................................................................82 1.4 Presupuestos procesales del artículo 239 del Código Procesal Penal....................................82 1.5. Presupuestos procesales del artículo 239 bis del Código Procesal Penal...............................88 1.6. Plazos de decreto de prisión preventiva. .............................................................................91 1.7. Número de indiciados según condición de género o sexo.....................................................91 Sección II: Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial de San José (Goicoechea)...............97 2.1 Número de casos en los que se decretó prisión preventiva durante los años 2008 y 2009.......97 2.2 Tipo de delito investigado en las resoluciones que decretan la prisión preventiva. ..................97 2.3 Tipo de causal o presupuestos procesales utilizados en las resoluciones que decretan prisión preventiva. ...................................................................................................................................99 2.4 Presupuestos procesales del artículo 239 del Código Procesal Penal..................................100 2.5 Presupuestos procesales del artículo 239 bis del Código Procesal Penal.............................111 2.6 Plazos de decreto de prisión preventiva. ...........................................................................113 2.7 Número de indiciados según condición de género o sexo...................................................114 Sección III: Análisis comparativo de resultados obtenidos entre los Juzgados Penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José...........................................................................120 LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN ............................................................................................128 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES.........................................................................................131 Conclusiones................................................................................................................................131 Recomendación............................................................................................................................133 BIBLIOGRAFÍA .................................................................................................................................135 ii ÍNDICE DE GRÁFICOS Gráfico 1: Tipo de delito investigado en las resoluciones que decretan prisión preventiva y número de casos en que se aplica. ...............................................................................................................................................81 Gráfico 2: Tipo de presupuesto procesal y número de veces que es utilizado en resoluciones que decretan prisión preventiva. .............................................................................................................................................87 Gráfico 3: Número de veces que son utilizados los presupuestos procesales del art. 239 bis. ........................90 Gráfico 4: Plazos de prisión preventiva según número de casos......................................................................91 Gráfico 5: Número de imputados según sexo. ..................................................................................................92 Gráfico 6: Tipo de delito investigado en resoluciones que decretan prisión preventiva y número de veces en que se aplica. ....................................................................................................................................................99 Gráfico 7: Tipo de presupuesto procesal y número de veces que es utilizado en las resoluciones que decretan prisión preventiva. ...........................................................................................................................................111 Gráfico 8: Número de veces que son utilizados los presupuestos procesales del art. 239 bis. ......................113 Gráfico 9: Plazos de prisión preventiva según número de veces en que se utiliza.........................................114 Gráfico 10: Número de imputados según sexo. ..............................................................................................115 iii ÍNDICE DE CUADROS Cuadro 1. Diferencias de los plazos de prisión preventiva y sus posibles prórrogas, según tipo de procedimiento.......................................................................................................................................78 Cuadro 2. Casos estudiados en el Juzgado Penal de San José, Primer Circuito Judicial, según número de imputados. ...........................................................................................................................................92 Cuadro 3. Casos estudiados en el Juzgado Penal de Goicoechea, Segundo Circuito Judicial de San José, según número de imputados................................................................................................................115 Cuadro 4. Número de delitos en que se aplicó prisión preventiva según su mayor o menor utilización, en los Juzgados Penales de San José y Goicoechea. .....................................................................................121 Cuadro 5. Presupuestos procesales del art. 239 del CPP más utilizados, según número de veces que se aplicaron............................................................................................................................................122 Cuadro 6. Presupuestos procesales del artículo 239 bis del CPP, según su menor o mayor utilización (número de veces en que se aplicó). ....................................................................................................124 Cuadro 7. Plazos de prisión preventiva mayormente utilizados y menormente usados en los Juzgados Penales de San José y Goicoechea. ....................................................................................................124 Cuadro 8. Número imputados según sexo, en los Juzgados Penales de San José y Goicoechea..............125 iv ÍNDICE DE ABREVIATURAS Art…………………………………………………………………………………………………………Artículo CP………………………………………………………………………………………………….Código Penal CPP……………………………………………………………………………………. Código Procesal Penal LJPJ……………………………………………………………………………...Ley de Justicia Penal Juvenil OIJ……………………………………………………………………… Organismo de Investigación Judicial Pág…………………………………………………………………………………………………………Página v Sáenz Villalobos, Stephanie. Análisis de la prisión preventiva: antes y después de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal y la Ley Contra la Delincuencia Organizada, en las jurisdicciones penales del I y II Circuito Judicial de San José, durante los años 2008 y 2009. Tesis de Licenciatura en Derecho, Facultad de Derecho. Universidad de Costa Rica. San José, Costa Rica. 2011. viii. y 142. Director: Dr. Álvaro Burgos Mata. Palabras claves: prisión preventiva, presupuestos procesales, peligro de fuga, reiteración delictiva, flagrancia, plazos de prisión, tramitación compleja, delincuencia organizada, protección a víctimas y testigos, juzgados penales. vi Resumen El tema de la prisión preventiva es importante investigarlo, considerando que en el año 2009 se promulgaron dos leyes que introdujeron una nueva regulación con respecto al tema. La Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal, adiciona un artículo al Código Procesal Penal, que contempla cuatro nuevas causales que permiten la aplicación de la prisión preventiva y la Ley Contra la Delincuencia Organizada, contiene una regulación especial enfocada en el plazo de prisión preventiva. Es necesario hacer un estudio de esta nueva regulación, no solo porque no se ha escrito mucho de ella doctrinalmente, sino también para conocer cuál ha sido la interpretación que se ha hecho de estas nuevas normas, en su ámbito de aplicación. La hipótesis de la investigación, consiste en determinar que la nueva regulación de prisión preventiva aplicable en nuestro país, producto de la utilización de los nuevos presupuestos procesales introducidos por la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal, ha generado un incremento de los casos en que se ha dictado prisión preventiva en los Juzgados Penales. Por su parte, el objetivo general es estudiar la regulación de la prisión preventiva aplicable en Costa Rica antes y después de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal y Ley Contra la Delincuencia Organizada, con el fin de determinar si se ha presentado un incremento de casos en los que se ha decretado prisión preventiva. Respecto a la metodología, la investigación parte de un enfoque cuantitativo, por cuanto se pretenden determinar aspectos meramente de número y cantidad, como el número de casos con prisión preventiva, la población penitenciaria que descontó prisión preventiva y los plazos que descontaron los indiciados, en los años 2008 y 2009. También, tiene un enfoque cualitativo, al efectuar un análisis de la nueva normativa y porque del trabajo de campo se extraerán datos como los tipos de delitos investigados, los presupuestos o causales utilizadas y aspectos de carácter social como la condición de género o sexo de los imputados. Se implementará la investigación documental, pues las fuentes primarias de investigación son libros, trabajos finales de graduación, vii leyes y jurisprudencia. Además, se llevará a cabo un trabajo de campo que se efectuará en dos jurisdicciones judiciales: Juzgado Penal del I y II Circuito Judicial de San José y consistirá en el estudio de expedientes judiciales iniciados en los años 2008 y 2009 en los que se haya fijado prisión preventiva en contra de los imputados. La principal conclusión de la investigación, es la comprobación de la hipótesis, por cuanto ha existido un incremento de casos en que se ordena la prisión preventiva en contra de los imputados, en los Juzgados Penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José, producto de la utilización de los nuevos presupuestos procesales introducidos por la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal. Además, otra de las conclusiones es que no se están creando nuevas posibilidades de aplicación de la prisión preventiva, sino mayores requisitos o elementos accesorios a los presupuestos clásicos contemplados en el numeral 239 del CPP, por cuanto el artículo 239 bis del CPP debe aplicarse en conjunto con el 239. En síntesis, la norma de la Ley de Protección a Víctimas y Testigos, que adiciona nuevas causales de prisión preventiva, es poco clara y no define en forma precisa cómo debe aplicarse. Esto, porque las interpretaciones que han efectuado los operadores del derecho respecto a su utilización, difieren de lo que buscaba el espíritu del legislador. Ante esta situación, es necesario que los legisladores reformulen el artículo, con el fin de lograr claridad y precisión. A partir de esta reforma al artículo, se obtendría mayor seguridad jurídica, pues si se determina claramente el sentido de la norma, la interpretación de la misma será más uniforme y menos divergente, aspecto que beneficiaría su correcta utilización. viii INTRODUCCIÓN El tema de la prisión preventiva es importante investigarlo, considerando que en el año 2009 se promulgaron dos leyes que introdujeron una nueva regulación respecto al tema. Es así, como a partir de la Ley Nº 8720 denominada Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal, se adiciona un nuevo artículo al Código Procesal Penal, que contempla cuatro nuevas causales que permiten la aplicación de la prisión preventiva. De este modo, es relevante estudiar en qué consisten estos nuevos presupuestos y determinar cuál ha sido la aplicación práctica que han tenido en su primer año de vigencia. También, la Ley Contra la Delincuencia Organizada, Ley Nº 8754, publicada en julio de 2009, contiene una regulación especial enfocada en el plazo de prisión preventiva, la cual se aplicará en procesos que hayan sido declarados como delincuencia organizada. Es por ello, que en dos artículos de la ley, se regula un plazo originario máximo de prisión preventiva diferente al contemplado para un procedimiento normal y además los plazos para prorrogar dicha medida cautelar, son diferentes de los previstos en la legislación general que establece el Código Procesal Penal. En ese sentido, es de gran importancia tener claras las diferencias que existen respecto al tema en la legislación penal actual. Además, es necesario hacer un estudio de esta nueva regulación, pues no se ha escrito mucho de ella doctrinalmente y es fundamental ofrecer un aporte respecto al tema, que en el futuro pueda ser utilizado para la formulación de otros trabajos de investigación. Del mismo modo, es importante conocer cuál ha sido la interpretación que se ha hecho de estas nuevas normas, en el ámbito de aplicación por parte de los jueces penales, con el fin de analizar sus planteamientos. En términos generales, la idea de estudiar este tema, obedece a razones de interés en el mismo, por tratarse de una legislación reciente en la materia procesal penal. Asimismo, es de suma importancia, analizar el tema de la prisión preventiva, pues ésta es la medida cautelar más restrictiva de la 1 libertad de las personas, que si bien se aplica con el fin de asegurar los fines del proceso penal, tales como la averiguación de la verdad y la acción de la justicia, también sigue siendo una medida estatal que limita uno de los derechos fundamentales del ser humano. En ese sentido, es esencial para los aplicadores del Derecho, conocer la legislación que existe respecto al tema y las constantes reformas, cambios o adiciones que se plantean al mismo. OBJETIVOS Objetivo General: Estudiar la regulación de la prisión preventiva aplicable en Costa Rica antes y después de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal y Ley Contra la Delincuencia Organizada, con el fin de determinar si se ha presentado un incremento de casos en los que se ha decretado prisión preventiva. Objetivos Específicos: A) Analizar los nuevos presupuestos procesales que admiten la aplicación de la prisión preventiva, introducidos con la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal, en su artículo 239 bis, para conocer la nueva regulación. B) Conocer en qué consiste la regulación especial introducida por la Ley Contra la Delincuencia Organizada respecto al plazo de prisión preventiva, para compararla con la regulación que existía antes de la ley. C) Recolectar información referente a casos judiciales en materia penal, donde se haya decretado prisión preventiva, durante los años 2008 y 2009 en las jurisdicciones penales del I y II Circuito Judicial de San José. 2 D) Analizar la información recolectada y describir el número de casos en los que se decretó prisión preventiva, la cantidad de imputados que descontaron prisión preventiva, los presupuestos procesales o causales por los cuales se decretó la misma, el tipo de delito investigado y el plazo impuesto. Además, distinguir a los imputados a quienes se les dictó dicha medida cautelar por condición de género o sexo. E) Realizar un análisis comparativo de la información recolectada referente a la prisión preventiva, entre los años 2008 y 2009 en las jurisdicciones penales del I y II Circuito Judicial de San José, a efectos de determinar diferencias o semejanzas entre ambas. HIPÓTESIS: La nueva regulación de prisión preventiva aplicable en nuestro país, producto de la utilización de los nuevos presupuestos procesales introducidos por la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal, ha generado un incremento de los casos en que se ha dictado prisión preventiva en los Juzgados Penales. METODOLOGÍA: La investigación es de carácter descriptivo por cuanto se expondrán los conceptos básicos referentes al tema de estudio, con el objetivo de brindar al lector un marco conceptual que permita comprender cuál es el estado de la cuestión existente en la materia. También, porque se explicará en qué consiste la nueva regulación de la medida cautelar de la prisión preventiva para luego pasar a describir datos relevantes referentes a la aplicación práctica de la misma, entre ellos tipo de delitos 3 investigados en los que se implementa, número de casos e indiciados1, distinción según sexo, tipos de causales utilizadas por los Jueces Penales para declarar la prisión y plazos. Además, tiene un enfoque cuantitativo por cuanto con el objetivo general de la investigación, algunos específicos y la hipótesis, se pretende determinar aspectos meramente de número y cantidad, al analizar los expedientes judiciales en los cuales los imputados estén descontando prisión preventiva, que permitan extraer información como el número de casos con prisión preventiva, la población penitenciaria que descontó prisión preventiva en los años 2008 y 2009 y los plazos que descontaron los indiciados, datos que evidentemente reflejan aspectos cuantitativos. No obstante, también la investigación parte de un enfoque cualitativo, al contener objetivos que buscan analizar y explicar la nueva normativa aplicable en esta materia producto de las reformas y adiciones introducidas por dos leyes aprobadas en el año 2009; además, porque se analizarán los nuevos presupuestos procesales que permiten la aplicación de la prisión preventiva, los nuevos plazos, sus fundamentos y finalmente porque del trabajo de campo se extraerán datos de carácter cualitativo y no cuantitativo, como los tipos de delitos investigados en los que se ha dictado dicha medida cautelar, los presupuestos o causales utilizadas para fundamentar las resoluciones y aspectos de carácter social como la condición de género de los imputados. Para la investigación del tema planteado se implementará la investigación documental, ya que algunas de las fuentes primarias de investigación a utilizar estarán constituidas por documentos, ya sean libros, trabajos finales de graduación, leyes y jurisprudencia. Además, se llevará a cabo un trabajo de campo que consiste en el estudio de casos. El mismo se efectuará en dos jurisdicciones judiciales: Juzgado Penal del I y II Circuito Judicial de San José y consistirá en el estudio de expedientes judiciales iniciados en los años 2008 y 2009 en los que se haya fijado prisión preventiva en contra de los imputados, es decir, se tratará de los casos de reos presos únicamente. Esto por cuanto, analizadas las estadísticas del Poder Judicial del año 2008 y 20092, al término del año 1 Imputados o personas que están siendo procesadas penalmente. Información obtenida de: Departamento de Planificación y Estadística del Poder Judicial. Estadísticas anuales año 2008 y tres primeros trimestres del año 2009. En: http://www.poderjudicial.go.cr/planificacion/Estadisticas/Anuarios/judiciales/2008/PRINCIPAL.html. 2 4 2008, el número de casos en el Juzgado Penal del I Circuito Judicial de San José fue de 5713, mientras que en el del II Circuito de la misma provincia se contabilizaron 5836. De este modo, se tomarán como muestras representativas para la investigación los Juzgados Penales de los circuitos judiciales antes mencionados, por cuanto son los que presentaron un circulante con mayor número de casos y de similar magnitud comparado con los demás juzgados penales del país, además, por tratarse de dos circuitos judiciales de suma importancia en la práctica judicial y pertenecer a una misma provincia, no se presentan grandes problemas con respecto a criterios de urbanidadruralidad, tipo de población e índices de criminalidad, que podrían influir en los resultados de la investigación y hacerla cuestionable. En ese sentido, la elección de la muestra parte de un criterio de equivalencia o similitud entre el número de casos a efectos de que una vez recolectada la información, pueda efectuarse un análisis comparativo entre ambas jurisdicciones. Además, es necesario aclarar, que el análisis se centrará en las resoluciones emitidas por primera vez y en materia penal de adultos, excluyéndose así las resoluciones de sucesivas prórrogas, de los tribunales de juicio y la materia penal juvenil. También, es fundamental mencionar, que para efectuar este trabajo de campo, se revisarán las resoluciones escritas que consten en los expedientes y en los casos donde éstas no consten, sino únicamente las minutas o resúmenes, se escucharán los discos compactos en los que se graban las audiencias orales, con el fin de extraer los datos requeridos y realizar el análisis objeto de esta investigación. Por otra parte, a efectos de explicar las normas jurídicas, se tomarán en cuenta los diversos esquemas metodológicos que han sido utilizados en la interpretación del Derecho escrito. Dichos No se hace referencia a las estadísticas específicas del año 2009, por cuanto el Departamento de Planificación y Estadística del Poder Judicial, no cuenta con los informes o reportes del Juzgado Penal del II Circuito Judicial de San José, ya que no lo suministraron. Además, es importante aclarar, que aún no se ha terminado de realizar el informe anual del año 2009 y únicamente se cuenta con la información de los primeros tres trimestres de ese año, la cual tampoco está totalmente completa con respecto a algunos despachos judiciales del país. 5 métodos son conocidos en la función hermenéutica3 como: el método literal-gramatical, el método histórico, los métodos lógico-dogmáticos, o bien, los métodos realista-sociológicos. ESTRUCTURA DE LA INVESTIGACIÓN La investigación está compuesta de tres capítulos, cada uno con secciones y apartados específicos. El capítulo primero, abarca el tema de la prisión preventiva en general, es decir, se establece la definición, su regulación en el CPP y los requisitos materiales que deben cumplirse para dictarla. Asimismo, en un apartado de este capítulo, se explican los peligros procesales clásicos que establece el artículo 239 del CPP y también, se hace referencia al tema de la duración de la prisión preventiva. En otra sección, se analiza jurisprudencia relevante de la prisión preventiva en general y finalmente, se mencionan algunas estadísticas importantes que reflejan cuál ha sido la aplicación práctica de este tema. En el capítulo segundo, se analiza la nueva regulación de la prisión preventiva, a partir de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal y la Ley Contra la Delincuencia Organizada, pues ambas legislaciones introducen algunas modificaciones en la utilización de esta medida cautelar. Así pues, se explican las nuevas causales de prisión preventiva que se introducen con la Ley de Protección a Víctimas y Testigos y se hace referencia a los plazos de prisión preventiva y su regulación, tanto en el Código Procesal Penal como en la Ley Contra la Delincuencia Organizada que contempla una regulación especial. Esto último, con el fin de plantear las diferencias existentes en el tema, a partir del tipo de procedimiento que se trate, sea ordinario, de tramitación compleja o de delincuencia organizada. Finalmente, el capítulo tercero comprende el análisis de los resultados del trabajo de campo realizado. Por consiguiente, se analiza la aplicación práctica de la prisión preventiva en los juzgados penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José, durante los años 2008 y 2009. 3 Interpretativa. 6 Este capítulo comprende tres secciones, la primera enfocada en los resultados obtenidos en el Juzgado Penal de San José, primer circuito judicial y la segunda sección, contempla los resultados conseguidos del estudio de expedientes judiciales en el Juzgado Penal de San José, segundo circuito judicial, Goicoechea. Cada una de estas secciones, se divide en apartados que corresponden a los siguientes títulos: número de casos encontrados, tipo de delito investigado, presupuestos procesales aplicados (tanto los contemplados en el art.239 y como los del 239 bis del CPP), el plazo de prisión preventiva impuesto y número de imputados según sexo. Al final de cada sección, se ubica un cuadro de resumen que contempla las variables antes indicadas, con el objetivo de visualizar mejor los resultados encontrados. La última sección del capítulo, contiene un análisis comparativo de los dos Juzgados Penales estudiados, respecto a los resultados obtenidos de la investigación. 7 Capítulo I: Prisión preventiva en Costa Rica Sección I: Concepto y regulación de la prisión preventiva. Concepto y aspectos generales de la prisión preventiva. Respecto al concepto de prisión preventiva, existen diversas concepciones de ésta a las cuales debe hacerse mención, con el fin de distinguirlas e integrarlas. El autor Alfredo Vélez Mariconde la definió como “(…) el estado de privación de libertad que el órgano jurisdiccional impone al procesado durante la sustanciación del proceso, cuando se le atribuye un delito reprimido con pena privativa de libertad a fin de asegurar la actuación de la ley penal”4. Por otra parte, el autor costarricense Dr. Javier Llobet Rodríguez, define la prisión preventiva como la privación de libertad ordenada por el tribunal competente en contra del imputado antes de la existencia de sentencia firme, basada en el peligro de que se fugue para evitar la realización del juicio oral o la ejecución de la eventual sentencia condenatoria, o en el peligro de que vaya a obstaculizar la averiguación de la verdad. En nuestro país también se contempla esta privación de libertad para evitar el peligro de reiteración delictiva5. También, se ha definido la prisión preventiva como una medida consistente en la limitación de la libertad individual ordenada por el órgano jurisdiccional competente y que tiene por objeto el ingreso de una persona en un centro penitenciario como instrumento para asegurar los fines del proceso y la ejecución de la sentencia. Además, se menciona que la prisión preventiva presenta dos 4 Vélez Mariconde, Alfredo. (1968). Derecho Procesal Penal. Tomo II. (2ª ed.). Buenos Aires: Ediciones Lerner. Págs. 217-218. 5 Llobet Rodríguez, Javier. (1997). La prisión preventiva (Límites constitucionales). (1ª ed.). San José: Imprenta y Litografía Mundo Gráfico, S.A. Pág. 35. 8 características esenciales: no es obligatoria y tiene un carácter excepcional, por lo que debe aplicarse como última ratio, es decir, como último recurso y cuando sea estrictamente necesaria6. Así pues, la excepcionalidad se convierte en el principio básico que regula la institución y que tiene jerarquía tanto constitucional como internacional al estar consagrada en los instrumentos de derechos humanos, concretamente en el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, en su artículo 9 inciso 3 que establece: "La prisión preventiva no debe ser la regla general"7. Del mismo modo, la Sala Constitucional ha determinado la constitucionalidad de la prisión preventiva en la sentencia Nº 1439-92 al señalar que: La prisión preventiva se encuentra constitucionalmente aceptada en el artículo 37 de la Carta Fundamental, relacionada directamente con el principio de inocencia contenido en el numeral 39 idem, que garantiza el trato como inocente, para toda persona sometida a juicio. Si la autoriza el citado artículo 37, ello hace que no resulte inconstitucional por estimarla contraria a lo reglado en el 39, siempre y cuando se la utilice cuando sea indispensable a los fines propios del proceso, ya sea impidiendo la fuga del encausado o el éxito de la investigación, imposibilitando la alteración u ocultación de la prueba. El constituyente permitió la afectación de la libertad de los encausados, por medio de la prisión preventiva, pero al aceptar el principio de inocencia en el artículo 39, ello tiene como consecuencia -cuando se interpretan ambas normas, relacionándolas-, que la prisión preventiva sólo pueda acordarse cuando así lo exijan los intereses del proceso, objetivamente señalados y debidamente fundamentados, pues sólo por la existencia de una colisión de intereses -en aras de proteger la libertad del encausado y posibilitar la administración de justicia- puede afectarse el estado de inocencia en el que se garantiza que sólo con base en un pronunciamiento judicial dictado con autoridad 6 Álvarez Gutiérrez, Sandra y Briceño Benavides, Juan. (2003). Aplicación, viabilidad y eficacia de las medidas cautelares alternativas a la prisión preventiva, previstas por el Código Procesal Penal de Costa Rica, una perspectiva de análisis socio-jurídico. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. Págs. 3031. 7 Sánchez Romero, Cecilia. (1997). La prisión preventiva en un Estado de Derecho. En Revista de Ciencias Penales Nº 14. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Disponible en: http://www.cienciaspenales.org/REVISTA%2014/sanch14.htm. (Consulta: 16/02/2010). 9 de cosa juzgada, pueda afectarse la libertad. Para adecuar la institución a las exigencias constitucionales, a la prisión preventiva se le constituyó en medida cautelar o precautoria, que como todas las del mismo género es provisional, ameritando ello que deba concluir cuando no resulte necesaria a los fines del proceso (el subrayado no es del original)8. Debe agregarse a lo anterior, que la prisión preventiva es una medida cautelar de carácter personal y éstas tienen como finalidad asegurar la sujeción del imputado al proceso, ya sea asegurando la presencia del presunto autor del hecho delictivo ante el órgano jurisdiccional, o para evitar su inasistencia y consecuente frustración de la realización del juicio oral9. Ahora bien, habiendo mencionado que la prisión preventiva es una medida cautelar de carácter personal, debe indicarse que existen otras diferentes a la prisión preventiva, entre éstas se encuentran la aprehensión y la detención10, que se diferencian principalmente por el sujeto que ordena la privación de libertad. La aprehensión, es una privación de libertad de corta duración (el tiempo suficiente para ponerlo a la orden del Ministerio Público), efectuada por parte de un oficial de la policía judicial o por un particular, sin orden de un juez ni del fiscal. Así pues, se trata de una medida coercitiva en la que pueden intervenir dos clases de sujetos activos: los funcionarios judiciales (oficiales de la policía y miembros del OIJ) en cuyo caso se le da el nombre de aprehensión policial, y los particulares, en cuyo caso se denomina aprehensión privada11. Por su parte, la detención ha sido definida como una medida coercitiva o cautelar esencialmente transitoria y perentoria de muy limitada duración, pues no puede exceder de un máximo de veinticuatro horas, esto de conformidad con el artículo 37 de la Constitución Política de Costa Rica12. 8 Sentencia citada por: Sánchez Romero, Cecilia. (1997). OP. CIT. Álvarez Gutiérrez, Sandra y Briceño Benavides, Juan. (2003). OP. CIT. Pág. 27. 10 Ver artículos 235 y 237 del CPP. 11 Breedy Jiménez, Carlos. (1986). La prisión preventiva. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. Pág. 13. Ver también: Llobet Rodríguez, Javier. (2005). Derecho Procesal Penal II. Garantías procesales (1ª parte). (1ª ed.). San José: Editorial Jurídica Continental. Pág. 416. 9 12 Gómez Salgado, María de los Ángeles. (1981). La prisión preventiva en el proceso penal costarricense. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. Págs. 116-117. 10 Además, es ordenada por el Ministerio Público cuando concurra alguna de las tres circunstancias que establece el artículo 237 del CPP: a) Cuando sea necesaria la presencia del imputado y existan indicios comprobados para sostener, que es autor o partícipe de un delito, y que puede ocultarse, fugarse o ausentarse del lugar. b) Cuando sea imposible individualizar a los imputados y a los testigos y deba procederse con urgencia para no perjudicar la investigación, a fin de evitar que los presentes se alejen del lugar, se comuniquen entre sí y se modifique el estado de las cosas y de los lugares. c) Cuando sea necesaria la concurrencia de cualquier persona, para la investigación de un delito13. A partir de lo anterior, pueden observarse las diferencias entre la figura de la detención y la prisión preventiva, pues la primera es de corta duración (24 horas) y es ordenada por el Ministerio Público, mientras que la prisión preventiva se ordena por más tiempo y requiere ser dictada por un órgano jurisdiccional14. Regulación de la prisión preventiva en el Código Procesal Penal La prisión preventiva está regulada en el CPP dentro del Libro IV denominado Medidas cautelares, título I que comprende las medidas cautelares de carácter personal15. Específicamente se abarca la regulación desde el artículo 238 hasta el 260, sin embargo no todos estos artículos se refieren solo a la prisión preventiva, pues también se regulan otras medidas cautelares alternativas a la prisión preventiva. Para esta investigación, los principales artículos a considerar son el 238, 239, 239 bis, 240, 241 y 258, pues los principales temas de ésta se encuentran regulados en dichos numerales. 13 Respecto al tema de la detención y los supuestos en que procede ver: Llobet Rodríguez, Javier. (2005). OP. CIT. Págs. 437- 440. 14 Sobre este tema ver: Breedy Jiménez, Carlos. (1986). OP. CIT. Págs. 10-11. 15 En materia penal juvenil, la regulación de la detención provisional está contemplada en los artículos 58 y 59 de la Ley de Justicia Penal Juvenil. 11 Sección II: Requisitos materiales de la prisión preventiva. Existen tres requisitos materiales para que pueda ser procedente el dictado de la prisión preventiva: a) La existencia de elementos suficientes de convicción para estimar que el imputado es, con probabilidad, autor o partícipe del hecho punible. b) La existencia de una causal de prisión preventiva. c) El respeto al principio de proporcionalidad. Respecto a los tres requisitos antes citados, la Sala Constitucional de nuestro país se refirió al tema en una de sus resoluciones manifestando: III. SOBRE LA PROCEDENCIA DE LA PRISIÓN PREVENTIVA. Para el Derecho de la Constitución la privación de libertad de un individuo, como medida cautelar, es una medida excepcional solo posible en estricta sujeción a la ley, mediante resolución judicial fundada y en los límites indispensables para asegurar el descubrimiento de la verdad, la actuación de la ley y la protección del orden jurídico. A fin de garantizar el respeto de esos valores, la prisión preventiva de un individuo deberá ser acordada, excepcionalmente, cuando exista indicio comprobado que éste ha cometido un delito, mediante resolución judicial fundada, y en los límites indispensables para asegurar el descubrimiento de la verdad y la actuación de la ley (…) IV. VALORACIÓN DEL CASO CONCRETO. El Juzgado recurrido analizó los elementos de juicio existentes para presumir en forma razonable, la participación de éste en los hechos investigados y la existencia de los peligros procesales que hacen necesario el dictado de la medida en cuestión. En primer término, para determinar la presunta participación del justiciable en los hechos endilgados, la autoridad judicial consideró la investigación realizada por la Unidad de Investigaciones sobre Drogas del Organismo de Investigación Judicial, en la que se pudo registrar a través de un vídeo a los encartados vendiendo droga. Además, se 12 tomó en consideración las compras experimentales de drogas. Respecto de los peligros procesales existentes, el A quo concluyó que existe riesgo de fuga del justiciable dado el monto elevado de la pena que podría llegar a imponérsele en caso de encontrarlo autor responsable del hecho que se le endilga y que por ello, podría evadir el proceso. Aunado a que no tiene un trabajo estable para concluir que goza de arraigo suficiente. En cuanto al peligro de obstaculización, se consignó que al quedar en libertad los imputados podrían atentar contra el colaborador, coaccionándole o intimándole para que no declare en las etapas procesales posteriores, más aún si se tiene que la comisión de este tipo de delito está relacionada con el crimen organizado. Atinente al peligro de reiteración delictiva, la autoridad consideró que la actividad de comercio de drogas es la realizada como “modus vivendi” de los imputados, lo anterior, basado en las diligencias de investigación citadas líneas atrás. Finalmente, respecto de la proporcionalidad de la medida, la recurrida autoridad estimó que se cumplía con esa exigencia pues se trataba de un delito sancionado con pena privativa de libertad de ocho a quince años de prisión (…) (el subrayado no es del original)16. Estos tres requisitos materiales de la prisión preventiva aplican en materia penal de adultos y en penal juvenil, sin embargo existen particularidades que distinguen ambos procedimientos. La Ley de Justicia Penal Juvenil (LJPJ), establece la regulación de la prisión preventiva en el proceso penal juvenil en sus artículos 58 y 59, y a partir de estos numerales se evidencian las cualidades propias que diferencian la prisión preventiva en esta materia. Primero debe destacarse que en materia penal juvenil, esta medida cautelar se denomina detención provisional y su procedencia depende que se presenten las siguientes circunstancias17: a) Exista riesgo razonable de que el menor de edad evada la acción de la justicia. b) Exista peligro de destrucción u obstaculización de la prueba. 16 Sentencia 9454-2007 de la Sala Constitucional. Ver también la sentencia 12385-2007 de la Sala Constitucional, considerando IV, en el cual se hace referencia al carácter excepcional de la prisión preventiva, su finalidad, al deber del Juez Penal de fundamentar la resolución que la decreta y a los requisitos exigidos para su procedencia. 17 Ver artículo 58 de la LJPJ. 13 c) Exista peligro para la víctima, el denunciante o el testigo. d) Existan motivos razonables para establecer que el menor es el posible responsable del delito que se investiga. e) Que el delito sea sancionado con una medida de internamiento18. Estas circunstancias se asemejan a las causales de prisión preventiva contempladas en el artículo 239 del CPP y que se explicarán más adelante, correspondientes a la materia penal de adultos. Sin embargo, para penal juvenil no se contempla la causal de reiteración delictiva, la cual sería difícil de demostrar en esta área, al carecer de un registro de delincuentes de menores de edad. Asimismo, el artículo 58 de la LJPJ establece otra exigencia en cuanto a la solicitud de prisión preventiva, pues la norma exige que se haya planteado la acusación en contra del menor de edad, pues de no ser así, no le estaría permitido al Juez Penal Juvenil analizar la solicitud de detención provisional19. Dicha exigencia implica, que el representante del Ministerio Público debe culminar la investigación rápidamente para poder plantear la acusación en conjunto con la solicitud de prisión preventiva, aspecto que incide en las deficientes piezas acusatorias efectuadas y en muchas ocasiones, en la falta de fundamentación de ambas solicitudes20. Finalmente, cabe resaltar que existen diferencias respecto a los plazos de la detención provisional, por cuanto el numeral 59 de la LJPJ establece como plazo máximo originario dos meses y la posibilidad de prorrogarla en una única ocasión por un plazo máximo de dos meses21, mientras que 18 Respecto a este tema ver: Amador Badilla, Gary. (2008). Algunos problemas respecto a la aplicación de la prisión preventiva en el proceso penal juvenil. En Revista de Ciencias Jurídicas Nº 115. Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho y Colegio de Abogados. Pág. 61. 19 Amador Badilla, Gary. (2008). OP. CIT. Pág. 66. Amador Badilla, Gary. (2008). Ibíd. Págs. 66-67. Además el autor hace otra crítica a la regulación de la detención provisional en la LJPJ, por cuanto ésta no concede una audiencia previa a las partes para discutir sobre la procedencia de la solicitud de prisión preventiva. Sobre este criterio ver págs. 68-74. 21 Sobre el tema de los plazos de prisión preventiva en materia de adultos ver: Art. 258 y Capítulo II, Sección III de esta investigación. 20 14 en penal de adultos el plazo originario máximo es de doce meses y pueden presentarse varias prórrogas dependiendo de las circunstancias del caso concreto. 2.1. Probabilidad de la responsabilidad penal del imputado. Se exige en nuestra legislación, como uno de los requisitos para el dictado de la prisión preventiva, la existencia de una sospecha suficiente o bien fundada de la culpabilidad del imputado22. Este requisito tiene sustento en el artículo 37 de la Constitución Política de Costa Rica, el cual menciona que para ordenar la detención de una persona debe existir indicio comprobado de haber cometido un delito. De esta forma, la resolución que ordena la prisión preventiva debe fundamentarse sobre la base de pruebas e indicios suficientes, que permitan acreditar la presunción razonable de que el acusado es con probabilidad autor o partícipe del hecho delictivo. En ese sentido, la sospecha viene a constituir un límite para la aplicación de la prisión preventiva, ya que mientras el proceso se encuentra en la etapa de investigación y no se desarrolle el juicio, debe respetarse la presunción de inocencia. Es por tal razón, que las sospechas de culpabilidad que motivan la prisión preventiva deben ser respaldadas por prueba fehaciente de la cual se presuma con alto grado de probabilidad la responsabilidad del imputado23. Asimismo, la autora costarricense Cecilia Sánchez Romero se refirió a este requisito de la prisión preventiva manifestando: Lo importante es que los jueces tengan claro cuál es el grado de convencimiento que deben tener sobre la posible participación como supuesto de la prisión preventiva. Pese a la dificultad de expresar fórmulas exactas para definir la existencia de un grado de culpabilidad suficiente para el dictado de la medida cautelar, se ha indicado que éste puede presumirse cuando los elementos afirmativos sobre la comisión del hecho delictivo son superiores a los 22 Llobet Rodríguez, Javier. (1997). OP CIT. Págs. 187 y 188. Jerez Zapata, Laura y Héctor Herrera, María Amelia. (2002). Prisión preventiva: condiciones prácticas de operatividad. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. Págs. 62-63. 23 15 negativos. Este juicio se hará al inicio de la investigación con base en el estado de la misma, pero como bien puede resultar que la posibilidad que se afirmó al inicio no se mantenga posteriormente, debiera dársele a la sospecha un carácter dinámico24. Respecto a este requisito material para ordenar la prisión preventiva, la Sala Constitucional se ha referido al tema en la sentencia Nº 09369-2001: Los requisitos para la procedencia de la prisión preventiva están estipulados en el artículo 239 del Código Procesal Penal, siendo el primero de ellos la existencia de elementos de convicción suficientes para sostener, razonablemente, que el imputado es, con probabilidad autor de un hecho punible o partícipe en él. En realidad éste es, más que un requisito, un presupuesto indispensable sin el cual sería absurdo ingresar al análisis de las demás circunstancias que contempla ese ordinal, pues como consecuencia del principio de proporcionalidad, sería un evidente exceso del poder estatal restringir un derecho fundamental tan importante como lo es la libertad personal a través de la prisión preventiva, sin que existan suficientes pruebas o indicios de que la persona es al menos probable autora o partícipe de un hecho punible. También, debe destacarse que la sospecha de responsabilidad penal es un requisito variable, ya que al iniciar la investigación pueden considerarse las pruebas que se hayan recabado hasta ese momento, pero puede ocurrir que las circunstancias con base en las cuales se decretó la medida hayan variado, especialmente si nuevos elementos probatorios son contradictorios o diversos de los obtenidos al inicio del proceso penal y por ende, excluyan la presunción de responsabilidad penal del imputado25. 2.2. Causales de la prisión preventiva. El artículo 239 del Código Procesal Penal establece las principales causales de prisión preventiva, que se explican separadamente a continuación. 24 25 Sánchez Romero, Cecilia. (1997). Ibíd. Jerez Zapata, Laura y Héctor Herrera, María Amelia. (2002). OP. CIT. Pág. 68. 16 2.2.1 Peligro de Fuga. Este presupuesto hace referencia a la probabilidad de que el imputado en caso de permanecer en libertad, vaya a sustraerse a la acción de la justicia, evitando ser juzgado o bien se vaya a sustraer de la pena que se le podría imponer26. Para determinar la existencia de un peligro de fuga deben considerarse varios aspectos27: a) el arraigo en el país, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia, de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país o permanecer oculto; b) la pena que podría llegar a imponerse en el caso; c) la magnitud del daño causado; d) el comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro proceso anterior, en la medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal. También, un punto importante de considerar respecto a esta causal es la falta a la verdad, por ejemplo que el imputado brinde datos o un domicilio falso, o decir que no tiene documento de identidad cuando sí lo posee, dicho de otro modo, la falta de información o falsedad de ésta, son factores que se consideran para establecer la existencia del peligro de fuga28. En ese orden de ideas, el Tribunal de Casación Penal del III Circuito Judicial de Alajuela, San Ramón, expresó en una de sus resoluciones, algunas de las circunstancias a considerar cuando se fundamenta la procedencia de la prisión preventiva con base en el peligro de fuga: (…) También se constata la presencia del peligro procesal de fuga, sustentado en la gravedad del hecho imputado, con una pena que podría llegar a los 20 años de prisión, y la ausencia de un adecuado arraigo domiciliar y laboral, aunado a la condición de adicta a las drogas de la encartada, circunstancias que valoradas en su conjunto permiten concluir de modo razonable que, de quedar en libertad, no se sometería voluntariamente a los rigores y exigencias del 26 Llobet Rodríguez, Javier. (1997). Ibíd. Pág. 214. criterios establecidos en el artículo 240 del Código Procesal Penal. Ramírez Vega, Carlos Humberto. (2003). Causales de la prisión preventiva como medida restrictiva de la libertad a la luz de los Derechos Humanos. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de La Salle. Pág. 207. 27 Los 28 17 proceso. De lo anterior se comprueba que hasta el día de hoy la aquí encartada se encuentra legítimamente privada de su libertad (…) (el subrayado no es del original)29. 2.2.2. Peligro de Obstaculización. A partir de esta causal se busca garantizar uno de los fines del proceso penal, cual es el descubrimiento de la verdad, ya que procede cuando existe peligro de que el imputado intente falsear los medios de prueba30. En ese sentido, el artículo 241 del Código Procesal Penal, enumera diversos actos de obstaculización que podría emprender el imputado y a partir de los cuales se amerita el dictado de la prisión preventiva: - Destruir, modificar, ocultar o falsificar elementos de prueba. - Influir para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente o inducir a otros a realizar tales comportamientos. Es importante mencionar, que dicho numeral dispone además, que la prisión preventiva decretada con fundamento en el peligro de obstaculización, no puede mantenerse luego de la conclusión del debate. Del artículo se desprende que el peligro de obstaculización como causal de prisión preventiva, reviste una menor importancia frente al peligro de fuga, pues lo cierto es que puede recurrirse a otras personas, vinculadas con el imputado, para producir alteraciones o falsificaciones de prueba, intimidación de testigos, entre otros actos. Por ello, en el caso concreto debe realizarse un efectivo análisis para demostrar el peligro real de obstaculización, sin que resulte prudente utilizar argumentos tales como la falta de conclusión de las investigaciones, la rebeldía de algunos de los coimputados, o el no haberse localizado testigos importantes31. 29 Sentencia 00335-2009 del Tribunal de Casación Penal del III Circuito Judicial de Alajuela, San Ramón, Sección segunda. 30 Llobet Rodríguez, Javier. (1997). Ibíd.. Págs. 225 y 226. 31 Sánchez Romero, Cecilia. (1997). Ibíd. 18 Además, como se extrae del artículo citado, los actos de obstaculización pueden recaer sobre medios de prueba como testigos y peritos, así como sobre objetos de importancia para la investigación tales como: armas, documentos, prendas de vestir, dinero, droga, entre otros. Respecto a los testigos, la obstaculización puede consistir en que el imputado los induzca a cometer falso testimonio mediante amenazas, soborno u otro grado de intimidación y con relación a los peritos, puede el imputado inducirlos u obligarlos a alterar datos u omitir información relevante. Ahora bien, los objetos como armas, documentos, dinero, droga, grabaciones y otros, pueden ser destruidos, ocultados o alterarlos para que se transformen en objetos distintos a los originales y carezcan de importancia para el proceso o se les atribuya un valor menor dentro del mismo 32. En referencia a este peligro procesal, la Sala Constitucional se refirió al mismo, al haberse interpuesto un recurso de hábeas corpus: En dicha resolución el Juzgador analizó que en el caso concreto el amparado ha venido perturbando de modo reiterado a la ofendida en su propiedad, intimidándola con armas en el lugar, destruyéndole cultivos y demás, a efecto de apoderarse del terreno. Se consideró la existencia de testigos presenciales y el acta de inspección de la fuerza pública, donde constan los actos perturbatorios del acusado. Se tomó en consideración que el amparado conoce donde reside la ofendida y los testigos, las veces que éste los amenazó e intimidó, existiendo peligro de reiteración delictiva y de obstaculización de la investigación, por cuanto las medidas cautelares menos gravosas impuestas al amparado por el despacho recurrido, fueron irrespetadas, por lo que se optó por el cambio de dichas medidas por la prisión preventiva (…) En esta resolución el Juzgador analizó que en el caso en cuestión no existe variación alguna de las razones procesales que justifican el dictado de la prisión preventiva. Se tomó en cuenta que se trata de un ilícito con considerable pena privativa de libertad. Se analizó la conducta reiterada del tutelado al perturbar y amenazar a la ofendida con disparos de arma de fuego y golpeando con machete la cerca de la propiedad de ésta. Además se estableció que el peligro de obstaculización se mantiene invariable pues de estar en libertad podría continuar tratando 32 Jerez Zapata, Laura y Héctor Herrera, María Amelia. (2002). OP. CIT. Págs. 82-83. 19 de apoderarse del bien objeto de litigio, lo cual es preciso evitar. También continúa el peligro de reiteración delictiva pues los hechos denunciados acontecieron en un corto espacio de tiempo y estando en libertad, podría reincidir. A partir de esos razonamientos se consideró oportuno y procedente dictar la prisión preventiva y en criterio de este Tribunal, esa resolución se encuentra bien fundamentada (…) (el subrayado no es del original)33. 2.2.3 Peligro de reiteración delictiva. Esta causal de prisión preventiva es la que ha causado mayor polémica, sin que exista acuerdo sobre la legitimidad de su regulación en un Estado de Derecho34. No obstante, la Sala Constitucional de nuestro país ha mencionado, que este presupuesto procesal encuentra su justificación legal en la protección al orden jurídico, es decir, atendiendo a la protección del interés de la comunidad, a diferencia de las causales de peligro de fuga y obstaculización, que se distinguen por su finalidad procesal35. En ese sentido, el autor costarricense Dr. Javier Llobet Rodríguez expresa, que respecto a la justificación de este peligro procesal el criterio de la Sala Constitucional es contradictorio, pues se ha dicho que se busca proteger el orden jurídico y en otras de sus resoluciones, se ha mencionado que la prisión preventiva como consecuencia de la presunción de inocencia debe cumplir una función de aseguramiento procesal36. Partiendo de tal criterio, una investigación llegó a concluir, que existe una contraposición legal entre los numerales 238 y 239 inciso b) del CPP, al autorizar esta última la prisión preventiva con base en la causal de continuación delictiva, pues con ella se está previendo la posible comisión de otros 33 Sentencia 5940-2008 de la Sala Constitucional. Llobet Rodríguez, Javier. (1997). Ibíd. Pág. 233. 35 Llobet Rodríguez, Javier. (1997). Ibíd. Pág. 235. Ver: sentencia 3255-93 de la Sala Constitucional y Sánchez Romero, Cecilia. (1997). OP. CIT. 36 Llobet Rodríguez, Javier. (1997). Citado por: Aguilar Sánchez, Ana Gabriela. (1999). La reiteración delictiva como fundamento de la prisión preventiva: su inconstitucionalidad. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad Internacional de las Américas. Págs. 245 y 266. 34 20 hechos ilícitos, con lo cual se atribuye a la prisión preventiva fines de prevención especial37 que son propios de la pena, abandonándose así los fines procesales que estatuye el artículo 23838. Asimismo, el autor Odone Sanguiné se refirió a este tema expresando: El peligro de reiteración delictiva es un criterio de prevención especial cimentado sobre el concepto de la peligrosidad, en virtud del cual se hace un juicio de prognosis en el que, partiendo de la conducta considerada probablemente delictiva que se le imputa en el proceso y de las circunstancias del inculpado, se especula sobre cuál puede ser su conducta en un futuro inmediato, y por ello se encausa la prisión provisiona hacia los fines propios de la pena y de la medida de seguridad39. Asociar la prisión provisional y la prevención especial significa vincular a la condición de justificable el valor de indicador de una peligrosidad específica, en cierto modo ya acreditada. La medida responde por tanto, a una finalidad de prevención especial contra la realización de otros delitos por parte del imputado y, al mismo tiempo, desempeña una función ejemplarizadora. Pero, en este caso, no hay duda de que el efecto profiláctico que se persigue con la privación preventiva de libertad, parte explícitamente de la presunción de que el imputado podría reincidir en el delito cuya realización ya se le atribuye sin ambages. En este supuesto el grado de identificación entre imputado y culpable llega al máximo40. 37 Sobre la prevención especial ver: Orozco Castillo, Martín. (1997). Estudio de la prisión preventiva en Costa Rica: origen y desarrollo histórico, tendencia actual y repercusiones hacia el preso sin condena. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Sociología, Universidad de Costa Rica. Pág. 35. 38 Aguilar Sánchez, Ana Gabriela .(1999). OP. CIT. Págs.262-263. Del mismo modo, el autor Carlos Humberto Ramírez Vega comparte el criterio de Aguilar Sánchez, en el sentido de que otorgarle a la prisión preventiva una función de prevención especial, implica violentar principios como el de inocencia y el de dignidad humana, al estarse autorizando una pena anticipada sin que exista sentencia condenatoria firme. Por ello, el peligro de continuidad delictiva se considera ilegítimo en un Estado de Derecho, al tener una naturaleza de prevención especial y no de aseguramiento del proceso. Ver: Ramírez Vega, Carlos Humberto. (2003). OP. CIT. Págs. 216 y 226. 39 Sanguiné, Odone. (2003). Prisión provisional y derechos fundamentales. (1ª ed.). Valencia: Editorial Tirant lo Blanch. Pág. 225. 40 Sanguiné, Odone. (2003). OP. CIT. Pág. 226. Y ver también: Ibáñez Perfecto, Andrés. (1997). Presunción de inocencia y prisión sin condena. En Revista de Ciencias Penales Nº 13. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Disponible en: http://www.cienciaspenales.org/REVISTA%2013/ibanez13.htm. 21 Además, otro problema que surge con este presupuesto procesal, es que el artículo 239 del CPP en su inciso b), no emite los criterios a considerar para determinar el peligro de reiteración delictiva, esto a diferencia de lo previsto para los otras dos causales anteriormente analizadas. De tal modo, pronosticar que en determinado caso existe posibilidad que el imputado continúe con su actividad delictiva resulta difícil. En la práctica judicial, se consideran los juzgamientos penales que tenga el imputado, los cuales constan en el Archivo Judicial de Delincuentes, pero este único elemento no es suficiente para dictar la prisión con base en este peligro procesal, pues es necesario analizar otras circunstancias, como su personalidad, su “modus operandi” delictivo y su pertenecía o ligamen a una organización delictiva41. Respecto a este presupuesto, el Tribunal de Casación Penal del II Circuito Judicial de San José, en una de sus resoluciones manifestó lo siguiente: La prueba que cita el Ministerio Público en su acusación, más su detención en flagrancia, hacen ver que se mantiene vigente el juicio de probabilidad en cuanto a la eventual responsabilidad penal del acusado (Artículo 37 Constitucional y 239 del Código Procesal Penal). Además, por la cantidad de causas que se le atribuyen, se evidencia que el encartado hizo de la actividad delictiva una forma de vida y de sustento, por lo que, la eventual pena que enfrenta por los hechos, así como reiteración delictiva, constituyen elementos suficientes para mantener y prorrogar la medida cautelar que se ha solicitado de prisión preventiva, no sólo para asegurar la sujeción al proceso, sino para, cautelarmente, evitar que continúe la actividad delictiva. Es de señalar, que la causal de reiteración delictiva no es del agrado de la doctrina, ni tampoco de este Tribunal, para someter a una medida cautelar como la prisión preventiva, pero en este caso en particular, la existencia de prueba abundante que respalda la acusación, así como la cantidad y secuencia de hechos que se atribuyen, dejan ver que el encartado inició una serie de acciones, que no hubieran cesado si no es detenido, por lo que en libertad podría continuar con ello, sin que el domicilio fijo o su contención familiar, que lo 41 Jerez Zapata, Laura y Héctor Herrera, María Amelia. (2002). Ibíd. Pág. 84. 22 tenía antes de ser detenido, sea motivo suficiente para pensar que se ajustará a la ley. (El subrayado no es del original)42. 2.2.4 Peligro para la víctima, persona denunciante o testigo. Establece el inciso d) del artículo 239 del Código Procesal Penal, que cuando la víctima se encuentre en situación de riesgo, el juez tomará en cuenta la necesidad de ordenar esta medida, especialmente en el marco de la investigación de delitos atribuibles a una persona con quien la víctima haya mantenido una relación de matrimonio, en unión de hecho declarada o no. 2.3. Respeto al Principio de Proporcionalidad. Este principio encuentra su fundamento en la dignidad del ser humano y constituye una garantía de los ciudadanos respecto de la actividad del Estado, pues si bien está permitida su intervención, debe hacerse una valoración para determinar si esa injerencia se justifica y si resulta adecuada, necesaria, proporcional y razonable43. De este modo, el principio de proporcionalidad en sentido amplio se divide en tres sub-principios: a) necesidad, b) idoneidad y c) proporcionalidad en sentido estricto. Respecto al sub-principio de necesidad, es relevante mencionar, que toda medida que represente una injerencia en un derecho fundamental, debe ser la última ratio, por cuanto si el fin buscado se puede lograr a través de medios que representen una menor lesión al derecho, debe recurrirse a ellos. Así pues en relación con la prisión preventiva, lo anterior se relaciona con el deber de optar por la aplicación de medidas cautelares alternativas cuando el caso en concreto lo permita. 42 Sentencia 0612-2009 del Tribunal de Casación Penal, II Circuito Judicial de San José. 43 Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). Disfuncionalidades en la aplicación de la prisión preventiva. Tesis para optar por el grado de Maestría en Ciencias Penales, Universidad de Costa Rica. Págs. 65-66. 23 De este modo, la aplicación del sub-principio de necesidad en la prisión provisional, exige que el órgano judicial verifique si existe alguna otra medida menos gravosa para restringir el derecho fundamental a la libertad personal, pero que sea igualmente efectiva y adecuada, que resulten igualmente aptas para la satisfacción del fin perseguido44. El sub-principio de idoneidad se refiere a que la prisión preventiva sea el medio idóneo para contrarrestar el peligro que se busca evitar y por tanto constituye un criterio de carácter empírico que permite verificar si la medida estatal empleada, en este caso, la prisión preventiva, es o no apropiada para alcanzar el fin pretendido por el legislador, es decir, si reúne las condiciones necesarias para contribuir a obtener el resultado deseado, finalidad que debe ser constitucionalmente legítima y socialmente necesaria45. Finalmente, el sub-principio de proporcionalidad en sentido estricto, denominado también principio de prohibición de exceso, exige que en el caso concreto se lleve a cabo un balance de intereses para determinar si el sacrificio del interés individual al aplicar la medida, guarda una relación proporcionada con la importancia del interés estatal que se busca proteger46. En ese sentido, este sub-principio se aplica con el fin de determinar, mediante la ponderación de intereses según las circunstancias del caso concreto, si existe una relación razonable entre los bienes e intereses en conflicto, de modo que la restricción que se establezca no sea desproporcionada con la importancia del interés estatal que se trata de salvaguardar47. A partir de lo dicho anteriormente, si se confronta la prisión preventiva con el principio de proporcionalidad, las objeciones que pueden plantearse son dos básicamente: 1. Su aplicación en casos donde el delito está sancionado con pena de prisión, pero a pesar de ello resulta admisible una sanción alternativa. 2. Su utilización para fines distintos al aseguramiento del proceso, como ocurre con la causal de reiteración delictiva. Sobre este aspecto, se cuestiona la legalidad o idoneidad de esta 44 Sanguiné, Odone. (2003). Ibíd. Págs. 650-651. Sanguiné, Odone. (2003). Ibíd. Pág. 644. 46 Llobet Rodríguez, Javier. (2005). Ibíd. Págs. 531-532. 47 Sanguiné, Odone. (2003). Ibíd. Pág. 654. 45 24 causal para efectos de decretar la prisión preventiva, por cuanto el peligro que existe de que el imputado continúe realizando actos delictivos, no constituye en sí mismo un peligro para la realización y finalización del proceso. En ese sentido, es importante agregar que el principio de proporcionalidad en relación con el tema de la prisión preventiva, exige un análisis de medios y fines, y por consiguiente, esta valoración debe enfocarse desde el plano cuantitativo y cualitativo, de manera que la medida cautelar debe aplicarse durante el tiempo que subsista el riesgo o peligro de afectación al proceso48. 2.4. Duración de la prisión preventiva49. La Convención Americana sobre Derechos Humanos en su artículo 7 inciso 5), establece que toda persona detenida tendrá derecho a ser juzgada dentro de un plazo razonable o a ser puesta en libertad. A partir de la indeterminación del concepto “plazo razonable”, las legislaciones han fijado límites temporales de la prisión preventiva como consecuencia del principio de proporcionalidad y el de aceleramiento procesal50. Sin embargo, tales límites no son absolutos, por cuanto, en algunos supuestos, lo plazos de prisión preventiva, pueden ser prolongados. En nuestro país, el artículo 257 inciso c) del Código Procesal Penal establece que el plazo máximo de duración de la prisión preventiva es de doce meses, no obstante puede prorrogarse hasta por un año más, resolución que debe ser dictada por el Tribunal de Casación Penal. Además, se menciona, que en caso de dictar sentencia condenatoria que imponga pena privativa de libertad, el plazo de prisión preventiva puede ser prorrogado por seis meses más. 48 Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). OP. CIT. Pág. 67. Sobre este tema ver: Llobet Rodríguez, Javier. (2005). Ibíd. Págs. 565-581. 50 Llobet Rodríguez, Javier. (2005). Ibíd. Pág. 566. 49 25 Dichos plazos varían cuando el procedimiento es calificado como un asunto de tramitación compleja51, pues en éstos, el plazo ordinario de la prisión preventiva es de un máximo de dieciocho meses, los cuales pueden ser prorrogados por dieciocho meses más, y en caso de sentencia condenatoria, hasta ocho meses más52. Es importante agregar, que la fijación de límites a los plazos de la prisión preventiva, es resultado del principio de proporcionalidad en relación con la garantía constitucional de justicia pronta y cumplida; esto por cuanto una prisión preventiva de larga duración no se convierte en un tipo de pena de prisión, mientras tenga una finalidad de aseguramiento procesal, lo que se vulnera con ello, es el principio de proporcionalidad53. En ese sentido, la Sala Constitucional de Costa Rica en una de sus resoluciones, se refirió al plazo de la prisión preventiva, manifestando que éste debe ser razonable y proporcionado con la posible pena a imponer: El objetivo al decretar la prisión preventiva es de índole procesal; no debe convertirse en una sanción anticipada. En lo que se refiere al tiempo por el que puede ser ordenada la prisión preventiva, la legislación procesal es clara al determinar que la misma debe ser proporcionada a la pena que podría imponerse al caso -artículo 238 párrafo segundo del Código Procesal Penal-, con lo cual, debe cesar cuando su duración supere o equivalga al monto de la posible pena a imponer. Precisamente para cumplir la obligación establecida en el artículo 7 inciso 5) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos -Pacto de San José-, de ser juzgado en un "plazo razonable", es que la ley establece unos límites temporales fijos para la duración de la prisión preventiva. Así, el artículo 257 inciso c) establece que el plazo máximo de la prisión preventiva 51 El artículo 376 del C.P.P establece los criterios para determinar si un asunto es de tramitación compleja: multiplicidad de hechos, elevado número de imputados o víctimas y cuando se trate de causas relacionadas con delincuencia organizada. Debe presentarse alguno de tales supuestos para que el Tribunal de oficio o a solicitud del Ministerio Público, declare que se está en presencia de un asunto de tramitación compleja y autorice la aplicación de la normativa especial. 52 Ver artículo 378 inciso a) del CPP. 53 Llobet Rodríguez, Javier. (1997). Ibíd. Pág. 292. 26 es de doce meses, pudiendo ser prorrogada hasta por otro año más por el Tribunal de Casación Penal (artículo 258 del código de rito), lo cual procede en casos excepcionales, plazo que puede extenderse a otros seis meses, si se ha dictado sentencia condenatoria. Estos plazos pueden extenderse cuando se sigue el procedimiento para asuntos de tramitación compleja (artículo 378 ejusdem, norma que se impugna y se analizará a continuación), el plazo ordinario hasta dieciocho meses, y la prórroga hasta por otros dieciocho meses, y en caso de sentencia condenatoria, pueden prorrogarse hasta por ocho meses más, reglas que protegen los intereses del encausado a efecto de no prolongar innecesariamente su restricción a la libertad, pero permitiendo se pueda cumplir con otra garantía constitucional que es la de administrar justicia (artículo 153 de la Constitución) 54. 54 Sentencia 03901-2004 de la Sala Constitucional. 27 Sección III: Aplicación de la prisión preventiva en la jurisprudencia costarricense. En esta sección, se hará referencia a jurisprudencia relevante de la Sala Constitucional, relacionada con el tema de la prisión preventiva en general. En la sentencia 776-2007 de la Sala Constitucional se resalta el carácter excepcional de esta medida cautelar y la finalidad de dictarla para asegurar el descubrimiento de la verdad real y la actuación de la ley penal. Asimismo, se enfatiza la necesidad de fundamentar la resolución que ordena la prisión preventiva, no con la mera repetición de los presupuestos que permiten su aplicación, sino con argumentos de hecho y de derecho que sustenten la decisión del juez penal. También, en este voto de la Sala se hace referencia a los requisitos materiales de la prisión preventiva, explicados en la sección primera de este capítulo. Expresamente se indica en la sentencia: IV.- Sobre el fondo. La jurisprudencia de esta Sala ha sido reiterada al determinar que la privación de libertad como medida cautelar es excepcional, y que únicamente puede ser decretada por el órgano jurisdiccional cuando existan razones procesales objetivas que la hagan indispensable, a fin de asegurar el descubrimiento de la verdad real y la actuación de la ley penal; asimismo, que al ordenar tan drástica medida, el Juez debe necesariamente fundamentar su decisión, para lo cual debe indicar los motivos de hecho y de derecho en que se apoya, pues no se trata de repetir los presupuestos legales que permiten la medida, sino de darles contenido, a fin de que el interesado pueda ejercer su derecho de defensa e impugnar la decisión ante el Superior, si a bien lo tiene. Partiendo de lo anterior, conviene realizar un análisis del reclamo planteado por el recurrente para determinar en definitiva si se produjo o no la violación alegada (…) Ahora bien, en cuanto a la prisión preventiva no considera esta Sala que dicha medida carezca de fundamentación o que sea desproporcionada por cuanto el Juzgado Penal de Puntarenas señala en la resolución que dictó la medida cautelar, cuáles son los indicios que le permiten concluir que el imputado es probable autor de los hechos que se investigan, lo cual se fundamenta con los siguientes elementos de prueba: “denuncia mediante la cual se constata la noticia criminis de la presente causa, informe del departamento especializado contra el robo de vehículos en el cual se 28 detalla que frente a la escuela en San Nicolás de Quircot de Cartago habitan unos orientales que se dedican a la aparente compra de mercancía robada mediante el modus operando que se indicó en la denuncia para lo cual utilizan una bodega que se ubica muy cerca del Super Nessa, propiedad del encartado y se trata de su casa de habitación, en vista de lo anterior la Fiscalía de Cartago solicitó allanamiento de dicha bodega donde se decomisó varias refrigeradoras marcas Atlas y Cetron y varias cajas de jugos de la marca Petit mercadería en apariencia robada mediante el asalto de furgones de diferentes empresas, se cuenta además con el dictamen de la sección de vehículos número 1345-DCLP-CI-206 en el cual se indica que mediante entrevista al señor Carlos Luis Granados Lobo y Lía María Portugués Díaz dueños de la bodega allanada y en donde se encontraban las refrigeradoras en apariencia robadas, manifiestan que ellos la alquilaron al chino del Super Nessa conocido como chino Danny y en apariencia el encartado junto con otro sujeto, llegaba a altas horas de la noche a cargar y descargar mercadería a la bodega en un Nissan Frontier placas CL194697, vehículo decomisado en el allanamiento realizado en la casa de habitación local comercial del encartado. Por lo antes expuesto existen suficientes indicios para tener al aquí encartado como presumiblemente parte de la banda organizada que se dedica al asalto de camiones o furgones con mercadería y en la presente causa se tiene que la mercadería sustraída al ofendido apareció en la bodega que alquilaba el imputado, indicio suficiente para tenerlo como probable autor del robo perpetrado en contra del ofendido.(…) En cuanto al peligro de fuga, por ser el imputado de nacionalidad china, el Juzgado estimó que el encartado cuenta con un estatus migratorio que aumenta ese peligro, siendo que se dedica al comercio sin especificar qué tipo, situación que la experiencia hace caer en cuenta que no existe mayor arraigo no solo con la zona sino en el país. Explicó también que el domicilio fijo no es razón por sí solo para determinar que no exista peligro de fuga. Señaló también la resolución, el peligro de obstaculización al indicar que el encartado, eventualmente podría no solo ubicar a la parte ofendida sino que podría pretender interferir en la recolección de sus relatos sobre los hechos, amenazando a los testigos que son entre otros los dueños de la Bodega que alquilaba el imputado, donde se ubicaron los objetos robados y que lo ligan directamente con el delito que se persigue. También mencionó la resolución la posible pena a imponer, siendo que el Robo 29 Agravado, por su alta penalidad, no permite siquiera la posibilidad de llegar a una medida distinta a la prisión de ser condenado. En lo referente al peligro de Reiteración delictiva, se estableció que existen elementos de prueba que hacen presumir que el imputado hace su modus de vida la actividad delictiva, pues existen indicios de su participación en crimen organizado, que lo vinculan al asalto de furgones o contenedores que contienen electrodomésticos de un alto costo y dentro de los cuales ya se han decomisado algunos en la bodega que el encartado alquilaba para el resguardo de dichos bienes, producto de su actuar ilícito, lo cual hace que de quedar en libertad podría continuar con dicha actividad delictiva. Por lo anterior estima esta Sala que la prisión preventiva decretada contra el amparado se encuentra fundamentada, y no es desproporcionada pues se motiva en la necesidad de garantizar el sometimiento del imputado al proceso, y su comparecencia a los estrados judiciales. Por otra parte, en la sentencia 017271-2009 de la Sala Constitucional, se hace alusión al tema de la fundamentación de la resolución que ordena la prisión preventiva del imputado, manifestando que el juez debe expresar las razones concretas que existen para restringir la libertad de una persona, es decir, tiene la obligación de exponer detalladamente los argumentos y pruebas existentes en la causa que sustentan su criterio, pues solo con esta correcta fundamentación se garantiza el derecho de defensa y el debido proceso. Expresamente en la resolución se establece lo siguiente: Sobre el particular, la Sala ha mantenido invariable su criterio definido en la sentencia 539695, de las quince horas cuarenta y cinco minutos del tres de octubre de mil novecientos noventa y cinco, que en lo que interesa dice: “Cuando se exige fundamentar debidamente la resolución que restringe la libertad de un imputado, tanto por imperativo constitucional, como por mandato específico del numeral 20 de la Ley de Jurisdicción Constitucional, lo que se exige en la resolución es la existencia y exposición del respaldo fáctico concreto existente en la causa, y respecto de cada imputado, así como el respaldo normativo que sustenta y justifica la adopción de la medida, pues sólo de 30 esa forma se logran individualizar las razones que motivaron la decisión, y sólo así surge la posibilidad de controlar en alzada esa disposición. Es decir, el juez ha de expresar las razones que existen en la causa que tramita, y respecto del imputado concreto, para decidir restringir su libertad como medida cautelar indispensable para asegurar la sujeción del acusado al proceso, la averiguación de la verdad y la eventual aplicación de la ley penal. Repetir en abstracto y como frases vacías, los supuestos que legalmente autorizan la privación de libertad, no es fundamentar. Fundamentar, motivar, significa documentar la decisión en el caso concreto, exponer y razonar por qué se estima en ese momento procesal, que los objetivos antes señalados están en peligro, y cuáles son los elementos de juicio que permiten sustentar la existencia de ese peligro y en consecuencia, justificar la medida adoptada. El juez no puede contentarse con decir que sospecha de la fuga del acusado, o sospecha que contaminará la prueba, sino que debe exponer en concreto en qué se basan esas sospechas, y para hacerlo debe referirse indefectiblemente a las pruebas existentes en la causa y a cualquier otra evidencia derivada del comportamiento procesal del acusado que respalde ese juicio emitido, sin que con ello se lesione el principio de inocencia, dado que como medida cautelar, la detención provisional debe encontrar pleno respaldo y justificación en el proceso. No son apreciaciones subjetivas del juez las que permiten limitar la libertad, son razones objetivas, amparadas legalmente y debidamente respaldadas en la causa y ello debe traducirlo y exponerlo el juez al resolver sobre la libertad.” De tal forma, para determinar si una resolución que dispone la detención provisional o la prisión preventiva se encuentra debidamente fundamentada, debe valorarse si tal resolución cumple con explicar adecuadamente –lejos de la simple enunciación- los motivos por los cuales el juzgador considera debidamente cumplidos los requisitos exigidos por el artículo doscientos treinta y nueve del Código Procesal Penal o, en su caso, por el artículo cincuenta y ocho de la Ley de Justicia Penal Juvenil., pues la presencia de tal explicación permite el pleno respeto del debido proceso y del derecho de defensa. 31 Sección IV: Uso de la prisión preventiva: algunas estadísticas de su empleo en la realidad nacional. Es relevante referirse al empleo en la realidad nacional de este tipo de medida cautelar, con el fin de tener una noción acerca de su utilización, pues cada vez es más aplicada y los casos de prisión preventiva se han incrementado en los últimos años, siendo así que en nuestro país y en otros de Latinoamérica, los porcentajes de presos sin condena son altos, datos que reflejan el excesivo uso de la medida y la consecuente problemática social de sobrepoblación y deficientes condiciones de vida de los reclusos, que se generan a lo interno del sistema penitenciario 55. Ahora bien, específicamente en nuestro país, se han realizado investigaciones jurídicas referentes a la utilización de la prisión preventiva en diversos circuitos judiciales. En tal sentido, es fundamental hacer mención a un estudio estadístico efectuado en el año 2002, propiamente de enero a marzo de ese año en los Juzgados Penales de Alajuela, Cartago, Goicoechea, Pérez Zeledón y Turrialba, y durante el mes de noviembre de 2002 en todos los Juzgados Penales del país56. En dicho estudio, se indica que con respecto a los tipos de delitos investigados, existen algunos en los cuales el porcentaje de aceptación de la prisión preventiva es mayor que en otros. Así pues en el caso de delitos relacionados con el narcotráfico, en el 96.7% se decretó prisión preventiva en el período del año 2002 anteriormente mencionado. Además, en segundo y tercer lugar se ubican los delitos de uso de documento falso y los delitos sexuales, respectivamente con un 87.5% y un 76.4%. 55 Respecto a este tema, existe un artículo que hace referencia al tema de la aplicación de la prisión preventiva en América Latina. Resultan interesantes las cifras o datos referentes al número de presos sin condena en diferentes países de América Latina (incluido Costa Rica), del año 1981 a 1995, pues tales datos reflejan no sólo la gran cantidad de personas que se estuvieron en prisión preventiva durante esos años, sino también permiten observar la excesiva utilización de la medida, a tal punto que el autor asimila las estadísticas con las tasas globales de los países europeos. Ver: Carranza Lucero, Elías. (1999). Estado actual de la prisión preventiva en América Latina y comparación con los países de Europa. En Revista de Ciencias Penales Nº 16. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Págs. 65-72. También ver análisis de estadísticas de aplicación de prisión preventiva en Costa Rica de 1985 a 1995, en: Orozco Castillo, Martín. (1997). OP. CIT. Págs. 121-125. 56 Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). Ibíd. Págs. 68-85. 32 Posteriormente, se encuentran los delitos de desobediencia con 70.3%, los delitos contra la vida y la integridad con 65.7% y finalmente los delitos contra la propiedad con 58.4%57. Por otra parte, con respecto a la condición de género, durante los tres primeros meses del año 2002, la mayoría de los privados preventivamente de su libertad fueron hombres (147), mientras que las mujeres fueron 14. Asimismo, en el mes de noviembre del mismo año, el 93.2% de los detenidos fueron hombres y el 6.7% mujeres. En ambos períodos estudiados, los delitos relacionados con el narcotráfico, son los que ameritaron mayormente las detenciones provisionales de mujeres58. Además, en relación con el tema de las causales o presupuestos procesales contemplados por el Juez Penal para el decreto de la prisión preventiva, la predominante fue la del peligro de fuga con 198 casos en noviembre de 2002, seguido por el peligro de reiteración delictiva con 161 y finalmente el peligro de obstaculización con 131 casos en los que se invoca dicha causal como fundamento59. Otro dato que es importante agregar, se relaciona con el plazo de prisión preventiva. En noviembre del año 2002, de las 229 solicitudes de dicha medida cautelar acogidas, en 189 casos, es decir, el 82.5% se dicta por un plazo de uno a tres meses, en 31 casos de tres a seis meses, a ocho personas por menos de un mes y a una por más de seis meses60. Es importante hacer referencia a estos datos, porque permiten comprender cómo ha sido la utilización de esta medida cautelar en la realidad y además, porque de ellos se extraen elementos relevantes respecto a la aplicación práctica de la prisión preventiva. Asimismo, es fundamental en esta investigación, referirse a este estudio, por cuanto en el desarrollo del capítulo III de ésta, se efectuará un análisis de la aplicación de la prisión preventiva durante los años 2008 y 2009 en los juzgados penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José y por lo tanto, el estudio al que se ha hecho mención constituye un antecedente importante del tema. 57 Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). Ibíd. Pág. 70. Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). Ibíd. Pág. 75. 59 Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). Ibíd. Págs. 77-79. 60 Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). Ibíd. Págs. 84-85. 58 33 Además, en otra investigación se analizaron las solicitudes y resoluciones que ordenan la prisión preventiva en el Juzgado Penal de Pavas, durante los años 2002 al 2005, pero únicamente en relación con delitos sexuales. En esta investigación se concluye que en relación con los delitos sexuales, el Ministerio Público solicita indiscriminadamente la prisión preventiva, pues de sesenta (60) casos estudiados, la medida cautelar se solicitó en el 100% de ellos. Sin embargo, únicamente en veintidós (22) casos, es decir, un 36.7% de las resoluciones estudiadas, los jueces penales de dicha jurisdicción optaron por imponer la prisión61. Se concluye también, que la mayoría de solicitudes planteadas por los fiscales carecen de fundamentos jurídicos y pruebas que demuestren la verdadera necesidad de la medida cautelar; así como en la mayoría de resoluciones estudiadas tampoco se efectuó un correcto análisis de la existencia de los presupuestos procesales. De tal forma, aunque no fue en la mayor cantidad de casos que en el Juzgado Penal de Pavas, durante los años 2002 a 2005, se ordenó la prisión preventiva, en dicho estudio se logró comprobar que en los asuntos en que sí se dictó la medida cautelar, no se realizó un análisis meticuloso, mediante el cual se valorara realmente la necesidad de restringir la libertad de los encartados62. Es relevante hacer referencia a este trabajo de investigación, por cuanto refleja las deficiencias en la aplicación práctica de la prisión preventiva por parte de los operadores del derecho, en este caso por parte de los representantes del Ministerio Público y los Jueces penales de la jurisdicción penal de Pavas. Finalmente, es necesario mencionar un dato relevante para esta investigación, cual es la totalidad de indiciados que se encontraron en prisión preventiva durante los años 2008 y 2009 en nuestro país. Según las estadísticas elaboradas por el Departamento de Investigación y Estadística de la Dirección General de Adaptación Social, el Instituto Nacional de Criminología y el Ministerio de Justicia63, la totalidad de procesados al 31 de diciembre de 2008 fue de 2082 y a octubre de 2009, 61 Briceño Rodríguez, Ana Gabriela. (2009). Prisión preventiva: ¿Excepción o regla en delitos sexuales?. Estudio de las resoluciones que ordenan dicha medida cautelar en casos de delitos sexuales, en el Juzgado Penal de Pavas, 20022005. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. Págs. 140-144. 62 Briceño Rodríguez, Ana Gabriela. (2009). OP. CIT. Pág. 145. Ver: Departamento de Investigación y Estadística, Dirección General de Adaptación Social, Instituto Nacional de Criminología y Ministerio de Justicia y Gracia. Cuadro 1: Población penitenciaria según condición jurídica, por tipo de 63 34 esta cifra se incrementó a 2592. Con estos datos, se puede visualizar la aplicación que tiene la prisión preventiva en la realidad nacional y además, se refleja el gran incremento (en este caso 510) de personas que se encuentran recluidas en un Centro de Atención Institucional sin que hayan sido condenados. programa al 31 de diciembre de 2008. Informe mensual de población penitenciaria. Diciembre 2008 En: http://www.mj.go.cr/Archivos%20PDF/Estadisticas/Diciembre_2008.pdf. Pág. 6 y Cuadro 1: Población penitenciaria según condición jurídica, por tipo de programa al 31 de Octubre de 2009. Informe mensual de población penitenciaria. Octubre 2009. En: http://www.mj.go.cr/Archivos%20PDF/Estadisticas/Octubre_2009.pdf. Pág. 6 35 Capítulo II: Normativa actual de la prisión preventiva. Sección I: Nueva regulación de la prisión preventiva a partir de las Leyes 8720 y 8754. Es a partir de la entrada en vigencia de la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás sujetos Intervinientes en el Proceso Penal, Ley Nº 8720, el veintidós de abril del año dos mil nueve, que se incluye dentro de la legislación y de la práctica judicial, la aplicación de nuevos presupuestos procesales de la prisión preventiva. En ese sentido, esta nueva regulación lleva a ampliar las posibilidades del Juez Penal para decretar la medida cautelar más restrictiva de la libertad de una persona, ya que se crean más causales que permiten su aplicación. Así pues, con dicha ley se incluye un artículo al Código Procesal Penal, el 239 bis, que adiciona cuatro nuevos presupuestos procesales: Flagrancia en delitos contra la vida, sexuales, contra la propiedad en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas y en delitos relacionados con estupefacientes. Personas que hayan sido sometidas al menos en dos ocasiones a procesos penales en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, en los cuales se haya formulado acusación y solicitud de apertura a juicio. Personas reincidentes en la comisión de hechos delictivos en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas. Delincuencia organizada. Por otra parte, propiamente respecto al tema del plazo de la prisión preventiva, debe mencionarse, que existe una regulación especial creada a partir de la promulgación y publicación de la Ley Contra la Delincuencia Organizada, Ley Nº 8754, del veinticuatro de julio de dos mil nueve. Esta ley en su artículo 7 contempla un plazo originario de prisión preventiva de veinticuatro meses máximo, cuando se trate de casos de delincuencia organizada, el cual es mayor al contemplado por el Código 36 Procesal Penal en su artículo 257. Asimismo, en el artículo 9, establece plazos de prórroga de prisión mayores a los previstos en el Código. Sección II: Nuevos presupuestos o causales de la prisión preventiva. Los nuevos presupuestos procesales de prisión preventiva contemplados en el artículo 239 bis del Código Procesal Penal, se crearon a partir de las adiciones que plantea el artículo 17 de la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal. Este numeral indica: Adiciónense los artículos 204 bis y 239 bis al Código Procesal Penal, Ley Nº 7594. Los textos dirán: (…) Artículo 239 bis.- Otras causales de prisión preventiva. Previa valoración y resolución fundada, el tribunal también podrá ordenar la prisión preventiva del imputado, cuando se produzca cualquiera de las siguientes causales, el delito esté sancionado con pena de prisión y se cumpla el presupuesto establecido en el artículo 37 de la Constitución Política: a) Cuando haya flagrancia en delitos contra la vida, delitos sexuales y delitos contra la propiedad en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas y en delitos relacionados con estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, legitimación de capitales y actividades conexas. b) El hecho punible sea realizado presumiblemente por quien haya sido sometido al menos en dos ocasiones, a procesos penales en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, en los cuales se hayan formulado acusación y solicitud de apertura a juicio por parte del Ministerio Público, aunque estos no se encuentren concluidos. c) Cuando se trate de personas reincidentes en la comisión de hechos delictivos en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas. d) Se trate de delincuencia organizada. 37 Para algunos autores, este artículo es una expresión del populismo penal64, a partir del cual, se enfrenta el miedo al crimen y la creciente inseguridad ciudadana, con el aumento de penas y la extensión de la prisión preventiva. De este modo, se crean plazos de prisión más fuertes y nuevas causas que conlleven a su dictado. En ese sentido, es relevante mencionar, que tal criterio no se discrepa tanto de la realidad, ya que si se analiza el espíritu de la norma y los fundamentos utilizados por los legisladores en las actas de la Asamblea Legislativa referentes a la Ley de Protección a Víctimas y Testigos, en ellas se explica, que el motivo de la implementación de las nuevas causales de prisión preventiva, obedece al sentimiento de inseguridad de la población y la desilusión de la misma al presenciar las frecuentes ocasiones en las cuales, el presunto autor de un delito queda en libertad por orden de un juez, a pesar de que exista sospecha de haberlo cometido. También, manifiestan los legisladores que en pocas ocasiones se permite la aplicación de la prisión preventiva, esto porque la ley contempla posibilidades muy restringidas para dictarla, a raíz de lo cual se considera una necesidad crear nuevas causales que se ajusten a la realidad social y que permitan aplicar en otras circunstancias esta medida cautelar. Expresamente un diputado manifestó: (…) de otras causas de prisión preventiva lo hicimos considerando que había un sentimiento de inseguridad en la población en aquellas circunstancias donde una persona comete un delito y a las pocas horas la víctima se la encuentra a la vuelta de la esquina, y se encuentra con el fundamento del juez, de que la ley vigente actualmente, el artículo 239 más concretamente del Código Procesal Penal, le permite de forma muy, para utilizar el término correcto, estrujada, a los jueces llevar a prisión preventiva a las personas en situaciones muy restringidas, básicamente cuando el delincuente no tiene un domicilio estable, o no tiene un trabajo estable o haya evidencia de que no se someterá al proceso, es decir, que huirá del 64 Llobet Rodríguez, Javier. (2009). Proceso Penal Comentado (Código Procesal Penal Comentado). (4ª ed.). San José: Editorial Jurídica Continental. Pág. 385, comentario (1) al art. 239 bis del CPP. 38 lugar de su residencia. Estas son las pocas probabilidades que actualmente tienen los jueces para llevar a prisión preventiva las personas (…)65 Del mismo modo, sobre este tema de la inseguridad ciudadana, la Comisión de Asuntos Jurídicos de la Asamblea Legislativa que estudió el proyecto de ley, realizó un análisis concluyente sobre la existencia de una verdadera alarma social con respecto a ciertos delitos, entre ellos los delitos contra la vida, los delitos sexuales, los delitos contra la propiedad y los delitos de narcotráfico. A partir de esa preocupación social, es que los legisladores consideran debe crearse una regulación que contemple esta tipología de delitos y les dé un trato diferenciado en cuanto al tema de medidas cautelares. Sin embargo, pese a ser la intención del legislador, implementar nuevas posibilidades que le permitan al Juez penal decretar la medida cautelar de la prisión preventiva, debe hacerse la observación, que la aplicación de estas nuevas causales o presupuestos procesales solamente procede en conjunto con las establecidas en el artículo 239 del CPP. Dicho de otro modo, ninguna de esas nuevas causales pueden ser aplicadas en forma aislada, ya que se considera un requisito de constitucionalidad que cualquier resolución judicial que dicte la prisión preventiva con base en ellas, debe contener además las causas del artículo 239 del CPP66. Respecto a este tema, una Circular de la Defensa Pública establece: Por otro lado, mediante esta Ley, se agregó el artículo 239 bis, que establece cuatro nuevas causales para poder dictar medidas cautelares, incluyendo la prisión preventiva. Sin embargo, debe considerarse que ninguna de estas causales pueden ser aplicadas aisladamente, por cuanto se considera un requisito de constitucionalidad que cualquier solicitud y resolución de medida cautelar concurran, además, las causales del artículo 239, por lo que corresponde a los/as defensores/as controlar que las causales del artículo 239 bis no sean consideradas o 65 Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Expediente Nº 16917. Acta de la sesión ordinaria Nº 42, miércoles 10 de diciembre de 2008. Tercera legislatura: del 1 de mayo de 2008 al 30 de abril 2009. Segundo período de sesiones extraordinarias (del 1 de diciembre de 2008 al 30 de abril de 2009). Pág. 50. 66 Circular 20-2009 de la Defensa Pública. Citada por: Llobet Rodríguez, Javier (2009). OP CIT. Pág. 385, comentario (1) al art. 239 bis del CPP. Ver también: sentencia 9346-2009 de la Sala Constitucional en la que se hace referencia a que las causales del 239 bis no son de aplicación automática, sino que requieren de una valoración por parte del Juez. 39 aplicadas de manera aislada. En aquellos casos en que esto suceda, el/la defensor/a deberá alegar la posible inconstitucionalidad del artículo 239 bis, después de lo cual informará del caso a la Dirección de la Defensa Pública, para efectos de la redacción y formulación de la correspondiente acción de inconstitucionalidad67. También, es importante resaltar, que este artículo 239 bis, no establece el dictado de la prisión preventiva de manera automática por parte del juez cuando se presenten los presupuestos mencionados68, pues expresamente el numeral en su enunciado menciona, que el tribunal podrá dictarla. Esto conlleva a concluir, que no se establece como una obligación, ya que esto iría en contra del principio de independencia del Juez69. En ese sentido, durante el proceso de aprobación de la Ley de Protección a Víctimas y Testigos, los diputados discutieron acerca del tema, mencionándose que en el proyecto de ley, la redacción original del artículo citaba el verbo “ordenará”, sin embargo, como consecuencia de las mociones presentadas por algunos diputados, que buscaron prevenir posibles roces de constitucionalidad, se varió el verbo a “podrá”. Con esta redacción, se está manteniendo la posibilidad de valorar y fundamentar la resolución que dicte el Juez Penal, sin imponerle la obligación de hacerlo cuando concurran las circunstancias contempladas en los incisos del artículo, es decir, aunque se presente alguna de las causales del artículo 239 bis, el juez puede rechazar la solicitud de prisión preventiva al valorar las circunstancias del caso70. Sobre este aspecto la misma Circular 20-2009 de la Defensa Pública manifiesta: 67 Defensa Pública, Poder Judicial. Circular 20-2009. Pág. 2. Suministrada por el defensor público de San José Lic. Miguel Zamora Acevedo, vía correo electrónico el día 9 de septiembre de 2010. 68 Ver sentencia 9346-2009 de la Sala Constitucional, en la que se hace referencia a que las causales del 239 bis no son de aplicación automática, sino que requieren de una valoración por parte del Juez. 69 Ver art. 5 del CPP. 70 Sobre este tema ver: Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Expediente Nº 16917. Acta de la sesión ordinaria Nº 42, miércoles 10 de diciembre de 2008. Tercera legislatura: del 1 de mayo de 2008 al 30 de abril 2009. Segundo período de sesiones extraordinarias (del 1 de diciembre de 2008 al 30 de abril de 2009). Págs. 50-53. 40 Es importante hacer notar que en la redacción del artículo 239 bis no se establece el dictado de la prisión preventiva de forma automática por parte del juez, cuando se presente los presupuestos ahí contemplados, ya que, desde el mismo inicio del enunciado, se establece que el/la juez/a podrá dictar la prisión preventiva en esos supuestos. Este argumento deberá ser utilizado frente a aquellos casos en que se pretenda interpretar que la prisión preventiva procede, de forma automática, ante las causales del artículo 239 bis71. 2.1 Primer nuevo presupuesto procesal: flagrancia en delitos contra la vida, delitos sexuales y delitos contra la propiedad en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas y en delitos relacionados con estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, legitimación de capitales y actividades conexas. Esta causal contempla la flagrancia en ciertos delitos, como presupuesto procesal que permite la aplicación de la medida cautelar. La flagrancia es definida en el CPP, propiamente el artículo 236 establece: Artículo 236.- Flagrancia. Habrá flagrancia cuando el autor del hecho punible sea sorprendido en el momento de cometerlo o inmediatamente después, o mientras sea perseguido, o cuando tenga objetos o presente rastros que hagan presumir vehementemente que acaba de participar en un delito. De este modo, puede decirse, que existe flagrancia cuando el sujeto activo está realizando actos de ejecución del delito, cuando ha terminado de cometerlo pero no se ha alejado del lugar de los hechos, cuando está siendo perseguido después de cometerlo o intentar hacerlo, cuando lleva consigo los instrumentos del delito, ya sea un arma o el bien sustraído, y finalmente cuando 71 Defensa Pública, Poder Judicial. Ibídem. 41 presenta rastros que hacen presumir que ha participado en la comisión de un delito, por ejemplo, que el sujeto corra ensangrentado por la calle72. Ahora bien, una vez aclarado el concepto de flagrancia en términos generales, de conformidad con el CPP, debe mencionarse que esta nueva causal para aplicar la prisión preventiva, se refiere únicamente a ciertos delitos: contra la vida, sexuales, contra la propiedad en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas y en delitos relacionados con estupefacientes73. La razón por la cual se decide establecer específicamente estos cuatro grupos de delitos, es su alto porcentaje en el índice de criminalidad y la grave situación que se genera en la sociedad con la comisión de estos delitos. Expresamente en las actas de la Asamblea legislativa, el diputado Jorge Méndez Zamora manifestó lo siguiente: Y si observamos los fundamentos cuando nosotros aprobamos esta moción son fundamentos amplísimos, presentamos estadística de los índices de criminalidad de delitos contra la propiedad, delitos sexuales, delitos de carácter contra la vida y delitos en causas de psicotrópicos. Y vimos que realmente hay indicadores que señalan que es una situación grave para la sociedad lo que estos delitos implican. Es decir, existe la necesidad de darle un trato diferenciado a estos delitos. Y ese criterio de igualdad que la Ley dice que todos tienen que ser iguales ante la Ley, también autoriza una aplicación desigual del criterio de igualdad. Es decir, hay circunstancias en las que se puede aplicar de forma desigual a la Ley, cuando los intereses de la colectividad lo requieren. Y por eso nosotros pensamos que en este tipo de delitos debía de aplicarse la prisión preventiva. Es decir, lo fundamentamos correctamente, pero esa razón que pensamos nosotros tener en esta Comisión, y la forma de fundamentarlo no ha bastado para que la Corte Suprema de Justicia en el informe que nos envió en su página 23, literalmente dice: “Se propone la prisión preventiva en cierto tipo de delitos, cuando exista la flagrancia este tipo de 72 Llobet Rodríguez, Javier (2009). OP CIT. Pág.377, comentarios 2-6 al art. 236 del CPP. Ver: Llobet Rodríguez, Javier. (2010). La prisión preventiva (Límites constitucionales). (3ª ed.). San José: Editorial Jurídica Continental. Págs. 236-237. 73 42 excepciones rompe con el sistema general que contiene el Código Procesal vigente, de manera que puede estarse ante un quebranto del principio de igualdad frente a la ley”, hago un paréntesis para interpretar lo que la Corte esté diciendo, lo que la Corte está diciendo es que, no es válido en una serie de delitos imponer prisión preventiva por el solo hecho de cometerse y en otros no, y que podríamos estarle dando un trato desigual a esos delincuentes. Y agrega la Corte: “Y el principio de igualdad que tutela el numeral 33 de la Constitución Política, ya que se estaría haciendo discriminación por tipo de delito, así como los artículos 24 de la Convención Americana de Derechos Humanos y el artículo 26 del Pacto Internacional de los Derechos Civiles y Políticos, todos referentes al mismo principio de igualdad. Es decir, la Corte lo que está diciendo es que nosotros estamos haciendo catálogo, estamos haciendo una lista de delitos en lo que si hay flagrancia debe de haber prisión preventiva y estamos dejando por fuera otros delitos donde puede haber flagrancia, y no estamos imponiendo la prisión preventiva” (el subrayado no es del original)74. Es relevante destacar de las manifestaciones anteriores, la clara intención del legislador de dar un trato diferenciado a este tipo de delitos por razones de interés común y tomando como fundamento que el Principio de Igualdad permite un trato desigual en situaciones desiguales. De ese modo, surgió la idea de implementar la prisión preventiva cuando se esté en presencia de alguno de los delitos anteriormente citados y exista flagrancia. Sin embargo, el mismo legislador hace referencia a un informe de la Corte Suprema de Justicia, que demuestra su desacuerdo con este inciso del artículo, en el tanto, podría vulnerarse el principio de igualdad ante la ley al crearse excepciones que transgreden el sistema general que contempla el CPP. Por lo tanto, a criterio de la Corte, la norma estaría vulnerando el principio de igualdad y por ende, contrariando lo establecido en la Constitución Política y en normas internacionales. 74 Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Expediente Nº 16917. Acta de la sesión ordinaria Nº 42, miércoles 10 de diciembre de 2008. Tercera legislatura: del 1 de mayo de 2008 al 30 de abril 2009. Segundo período de sesiones extraordinarias (del 1 de diciembre de 2008 al 30 de abril de 2009). Págs. 51-52. 43 En ese sentido, es evidente que los diputados tenían claro los alegatos de los Magistrados referentes a la disconformidad de establecer una lista taxativa de delitos en los que pueda aplicarse la prisión preventiva, pero a pesar de ello, no hicieron modificación alguna al proyecto de ley en su momento y por consiguiente el artículo se mantuvo con dicha redacción, resultando vigente, la nueva causal de prisión preventiva de flagrancia únicamente en los delitos mencionados. Así pues, respecto a este tema, se ha argumentado que con tal redacción del inciso a del 239 bis, puede llegar a interponerse una acción de inconstitucionalidad. La misma Defensa Pública75 manifestó, que los alegatos para plantear la posible inconstitucionalidad de este artículo, podrían ser los utilizados en la acción de inconstitucionalidad que se interpuso en los años noventas contra la Ley de Psicotrópicos ya derogada76. En ese momento, se interpusieron dos acciones de inconstitucionalidad, una en el año 1991 contra el artículo 27 de la Ley de Psicotrópicos, Nº 7093 del 22 de abril de 1988 y la otra en 1992 contra el artículo 33 de la Ley sobre Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas, Drogas de Uso no Autorizado y Actividades Conexas, N°7233 del 8 de mayo de 1991, ambas declaradas con lugar. Los argumentos de las mismas, se plasman en las sentencias 688-91 y 193-92 de la Sala Constitucional, que se proceden a explicar. a) Sobre la sentencia 688-91 de la Sala Constitucional: En esta acción de inconstitucionalidad, se impugnó el artículo 27 de la Ley Nº 7093, considerando que se vulnera el principio de igualdad ante la ley, al consagrarse dos regímenes de excarcelación: uno general, para cualquier tipo de delito en el cual el juez valora las circunstancias y resuelve si procede la excarcelación o no, y otro específico para los delitos relacionados con el tráfico de drogas, en los que el juez tiene prohibición de dejar en libertad al imputado. Además, se argumentó que el mismo numeral crea una diferenciación entre personas relacionadas con el mismo tipo de delito, al sentar que "a los partícipes sí será posible otorgar ese beneficio”, refiriéndose a la excarcelación. 75 76 Defensa Pública, Poder Judicial. Ibídem. Ley de Psicotrópicos Nº 7093, del 22 de Abril de 1988. 44 Expresamente la Sala Constitucional manifestó en su resolución: Lo primero que se trata es de definir si esa diferenciación entre los popularmente llamados "delitos de narcotráfico” y los otros delitos contemplados y sancionados en la legislación penal general (no obstante que la penalidad de algunos es igual o superior a la de aquellos) es constitucional o no. La Sala estima que en materia de excarcelación la ley no puede venir a sentar reglas, ad-hoc, según las características de cada delito, pues en un determinado momento pueden estar en vigencia reglas distintas, originadas en circunstancias muy particulares y no explícitas, que no solo atentan contra la seguridad jurídica, sino que convierten a la ley en un instrumento no de aplicación general, con reglas claras y racionales, sino en un conjunto amorío y contradictorio, en el trato de una misma materia. Esto es violatorio del principio de igualdad, pues per se pone a todo indicado como autor de violación a la ley de psicotrópicos, al margen de la excarcelación, posible para otras delincuentes de similar o mayor sanción77 (el subrayado no es del original). Asimismo, la Sala Constitucional se refirió al artículo 297 del Código de Procedimientos Penales, que contemplaba el instituto de la excarcelación y concluye que esta norma es la que debe aplicarse para cualquier tipo de delitos, pues es más razonable y ajustada al principio de igualdad ante la ley, que el contemplado por la Ley de Psicotrópicos cuestionada. El artículo 297 del Código Procesal Penal, en punto a la penalidad del tipo, ofrece mayor razonabilidad y le otorga más flexibilidad al Juez, pues simplemente le concede la posibilidad de denegar la excarcelación, cuando el extremo menor de la pena imponible sea mayor a seis años. Para que esa denegatoria se pueda dar, aunque no esté expreso en el texto debe mediar una necesidad procesal que el juez hará constar, a la luz de lo que establecen los artículos 3 y 265 del mismo cuerpo procesal. Se trata, pues, de una norma que consagra una discrecionalidad del juez, discrecionalidad que, por cierto, como también ha dicho esta Sala, tiene como límites criterios de justicia, técnica, lógica y conveniencia, que debe quedar patentes en la decisión judicial. Así, el legislador cumple con su objetivo de prevenir daños a 77 Voto 688-91 de la Sala Constitucional. 45 la sociedad, o de repararlos, pero siempre dentro de criterios que respeten la dignidad y la igualdad de los imputados. Precisamente por eso, el artículo 27 de la Ley No. 7093, rompe el tratamiento igual que se debe otorgar en punto a la excarcelación, no obstante que, en atención a la particularidad de cada proceso y de cada imputado, el juez tenga a su alcance medios para denegar o condicionar la excarcelación78 (el subrayado no es del original). Por otra parte, respecto al artículo 27 de la Ley sobre sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado y actividades conexas, en su momento se argumentó que podría resultar inconstitucional al contrariar el principio de culpabilidad consagrado en el artículo 39 de la Constitución Política. Esto por cuanto, para la autora María Gerarda Arias Méndez, el artículo 27 al prohibir la excarcelación para todos los indicados como autores de hechos delictivos tipificados en esa ley especial, ello equivale a ordenar la privación de libertad para todos los que fueran colocados en esa situación, ya sean acusados, denunciados o sospechosos, aspecto que violenta el espíritu de la Constitución, el cual exige la existencia de un indicio comprobado.79 A su vez, se agrega que al impedirse la excarcelación en ciertos delitos, implícitamente se está ordenando la detención y la prisión preventiva en forma genérica, prescindiendo de la comprobación concreta de las circunstancias que permiten dictarla80. Sin embargo, debe resaltarse que estos criterios no fueron considerados por la Sala Constitucional para declarar la inconstitucionalidad del artículo, por cuanto no fueron expuestos en la acción de inconstitucionalidad planteada, pero es importante mencionarlos a efectos de valorar las deficiencias de la norma cuestionada. b) Sobre la sentencia 193-92 de la Sala Constitucional: 78 Ibídem. Arias Méndez, María Gerarda. (1990). La naturaleza inconstitucional del art. 27 de la Ley sobre sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado y actividades conexas. En Revista de Ciencias Penales Nº 3. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Pág. 62. 79 80 Arias Méndez, María Gerarda. (1990). OP CIT. Pág. 63. 46 En este voto, se declaró con lugar una acción de inconstitucionalidad planteada por Gloria Navas Montero, contra el artículo 33 de la Ley sobre Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas, Drogas de Uso no Autorizado y Actividades Conexas, Ley N°7233, por considerarlo contrario al principio de igualdad, por las mismas razones que fue declarado inconstitucional el artículo 27 de la Ley de Psicotrópicos N°7093 del 22 de abril de 1988. El artículo 33 de la Ley sobre Estupefacientes, Sustancias Psicotrópicas, Drogas de Uso no Autorizado y Actividades Conexas, N°7233 del 8 de mayo de 1991, establecía: Artículo 33.- No será procedente la excarcelación de quien sea imputado como autor de dos hechos delictuosos tipificados en los artículos 16, 17, 18, párrafo primero, tercero y sexto y 19 párrafo primero de la presente ley. Sí procederá la excarcelación para aquellos imputados de los hechos tipificados en el artículo 18, párrafos primero y tercero, si lo vendido, cultivado o poseído es en cantidades para uso personal. También será posible el beneficio de la excarcelación para los instigadores y cómplices y para quienes puedan resultar beneficiados con el perdón o con la disminución de la pena, conforme a esta ley. En los casos en que no resulte procedente la excarcelación, según lo dispuesto en el párrafo anterior, la concesión de algún beneficio penitenciario que desinstitucionalice al interno, deberá ser consultada al juez por el Instituto Nacional de Criminología81. Dicho numeral es considerado inconstitucional por la accionante, por ser contrario al derecho de igualdad y al principio de inocencia. En este sentido, ya la Sala Constitucional al pronunciarse sobre la inconstitucionalidad del artículo 27 de la Ley de Psicotrópicos anterior, Ley N°7093 del 22 de abril de 1988, que señalaba: "no será procedente la excarcelación de quien sea indicado como autor de los hechos delictivos tipificados en la presente ley. Respecto de los partícipes, sí será posible el acuerdo de ese beneficio", estimó que con esta norma se consagraba la existencia de dos regímenes de excarcelación: uno general regulado por las normas correspondientes del Código de Procedimientos Penales, donde el juez tiene la posibilidad de ponderar diversos aspectos objetivos que inciden en su decisión de conceder o no la excarcelación al encartado y otro sistema específico 81 Ver sentencia 193-92 de la Sala Constitucional, considerando I. 47 para los delitos relacionados con el tráfico de drogas, en el que el juez tiene prohibición de dejar en libertad al procesado como autor del delito, sin entrar en ningún tipo de consideraciones. También, en esa oportunidad se señaló que: (...) en materia de excarcelación la ley no puede venir a sentar reglas ad-hoc, según las características de cada delito, pues en un determinado momento, pueden estar en vigencia reglas distintas, originadas en circunstancias muy particulares y no explícitas, que no sólo atentan contra la seguridad jurídica, sino que convierten a la ley en un instrumento no de aplicación general, con reglas claras y racionales, sino en conjunto amorfo y contradictorio, en el trato de una misma materia. Esto es violatorio del principio de igualdad, pues per se pone a todo indicado como autor de violación a la ley de psicotrópicos, al margen de la excarcelación, posible para otras delincuencias de similar o mayor sanción82. Así pues, sobre esta acción, la Sala expresó claramente: Como se observa de lo expuesto, el legislador reiteró en lo esencial el contenido del artículo 27 de la derogada ley de psicotrópicos, en el numeral 33 de la Ley N°7233 del 8 de mayo de 1991, en virtud de que la única modificación que introdujo fue una limitación de los supuestos en los que se debe denegar la excarcelación, a los casos en los que el extremo menor de la pena, con la que se sancionan los delitos imputados, sea de seis u ocho años de prisión. En consecuencia, se ha emitido una norma que nuevamente transgrede principios consagrados constitucionalmente, al volver a crear un régimen específico de denegatoria de excarcelación para ciertos casos regulados en la Ley N°7233, que rompe el esquema general establecido en el Código de Procedimientos Penales y discrimina también respecto de otros delitos estatuidos en la misma ley sobre estupefacientes que se sancionan con penas menores a las indicadas, por lo que el artículo 33 de la ley de cita es violatorio del principio de igualdad consagrado en el artículo 33 de la Constitución Política. Por no encontrar la Sala razones 82 Ibídem. 48 fundadas para variar su criterio expresado en el Voto 688-91 de las 16:00 horas del 2 de abril de 1992 y considerar que el artículo 33 de la Ley N°7233 de 8 de mayo de 1991, reitera la señalada violación al principio de igualdad, se declara con lugar la acción e inconstitucional el citado artículo (el subrayado no es del original)83. De este modo, puede observarse que en ambos votos de la Sala Constitucional, prevalece el criterio de que en materia de excarcelación no puede crearse un régimen especial para ciertos delitos, pues esto resulta violatorio del principio de igualdad ante la ley y genera inseguridad jurídica en el ordenamiento jurídico. Además, con dicho régimen se está limitando la posibilidad de valoración del Juez para decidir si ordena la libertad de una persona, aspecto que sí es aplicable en el régimen general que establece la normativa procesal penal. En ese sentido, tales argumentos pueden relacionarse con la interpretación que se haga al inciso a) del artículo 239 bis del CPP. Primero, porque se ha manifestado que al igual que se prohibía la excarcelación en los delitos relacionados con psicotrópicos en las leyes derogadas, en el inciso a) del 239 bis, se establece un catálogo de delitos en los cuales procede la aplicación de la prisión preventiva, vulnerándose de ese modo el principio de igualdad ante la ley, contemplado en el artículo 33 de la Constitución Política. Dicho de otro modo, resulta igualmente violatorio del principio de igualdad y por tanto discriminatorio, que se prohíba la excarcelación en ciertos delitos específicamente, como que se determine en cuáles delitos procede aplicar la prisión preventiva. Sin embargo, esta posibilidad de decretar la prisión preventiva cuando haya flagrancia en determinados delitos, no resulta obligatoria para el Juez penal, pues claramente el enunciado del artículo 239 bis establece que el juez podrá decretar la medida cautelar, sin imponerlo como obligación, diferencia con respecto a las normas derogadas de las leyes de psicotrópicos de los años 1988 y 1991, en las que se establecía la imposibilidad para el juez de ordenar la excarcelación. 83 Ibídem. 49 2.2 Segundo nuevo presupuesto procesal: el hecho punible sea realizado presumiblemente por quien haya sido sometido al menos en dos ocasiones, a procesos penales en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, en los cuales se hayan formulado acusación y solicitud de apertura a juicio por parte del Ministerio Público, aunque estos no se encuentren concluidos. La causal que se introduce en el presente inciso, persigue al igual que el peligro concreto de reiteración delictiva, la prevención especial negativa. Ésta es una de las teorías utilizadas para explicar las funciones de la pena y lo que busca, es evitar que el sujeto cometa nuevamente hechos ilícitos al aplicarle una pena o sanción, de manera tal, que la pena se aplica para alejar al sujeto de la sociedad con el fin de que no vuelva a delinquir y así no implique un peligro para ésta84. En ese orden de ideas, el peligro de reiteración delictiva utilizado como argumento para dictar la prisión preventiva, tiene como finalidad, evitar el peligro que para la sociedad supone el criminal, impidiéndole que continúe con la comisión de delitos. La diferencia es que la causal de peligro concreto de reiteración delictiva (la del art. 239 del CPP) es de difícil valoración, ya que se requiere que se demuestre con un grado de probabilidad la existencia de ese peligro, mientras que la presente causal pretende establecer criterios tasados (referentes a cantidad) de existencia del peligro de reiteración delictiva. Desde esta perspectiva, la causal resulta ser más problemática que la causal de peligro concreto de reiteración delictiva, ya que no se requeriría que en concreto exista razonablemente ese peligro85, sino que al comprobar que al imputado se le siguen dos causas en las que se ha formulado acusación y auto de apertura a juicio, donde se hayan ejecutado actos de violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, puede determinarse la existencia del peligro y ordenarse la restricción de su libertad. 84 Sobre la prevención especial negativa ver: García Cavero, Percy. Acerca de la función de la pena. Disponible en: http://www.revistajuridicaonline.com/index.php? Y Simon Campaña, Farith. Proceso penal e impunidad. Disponible en: http://www.flacsoandes.org/dspace/bitstream/10469/2290/1/04.%20Proceso%20penal%20e%20impunidad.%20Farith%2 0Simon%20Campa%C3%B1a.pdf. 85 Llobet Rodríguez, Javier. (2009). Ibíd. Pág. 387, comentario (8) al art. 239 bis del CPP. 50 En ese sentido, el Dr. Javier Llobet Rodríguez establece que: “Se trata de una causal resulta problemática con respecto a la presunción de inocencia, ya que se fundamenta en el peligro de reiteración presunto, es decir, que no se debe dar en el caso concreto, sino que se presume del hecho de que el sujeto haya sido acusado dos veces anteriormente en los delitos previstos”86. Otro aspecto a considerar respecto a este inciso, es el hecho de que se otorgue al Ministerio Público la facultad de determinar el peligro de reiteración delictiva, por cuanto expresamente el inciso menciona que al menos en dos ocasiones se haya formulado acusación y solicitado auto de apertura a juicio por parte del Ministerio Público, claro que propiamente respecto a delitos en los que haya mediado violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas. De este modo, debe destacarse, que el artículo indica, que se haya solicitado auto de apertura a juicio y no que efectivamente éste se haya dictado, aspecto que resultaría más acertado, en vista de que si se ha dictado el auto de apertura a juicio, esto implica que el juez de la etapa intermedia ha estudiado la acusación y la prueba aportada, para llegar a determinar si procede pasar a fase de juicio. Mientras que, con la mera solicitud que realiza la fiscalía, no existe aún un control jurisdiccional que valore si en el caso concreto procede llegar a la última fase del proceso penal, máxime considerando que a pesar de que el Ministerio Público tiene el deber de actuar con objetividad87, la práctica judicial demuestra que en la mayoría de los casos ello no se da y prevalece la idea de persecución penal a ultranza en los asuntos investigados. Sin embargo, el Dr. Javier Llobet Rodríguez tiene el criterio, que cuando no se llegó a dictar auto de apertura a juicio o en definitiva se dictó sentencia absolutoria, no procede el dictado de la prisión preventiva con base en la presente causal, ya que a través de esas resoluciones se habría demostrado la falta de fundamento de la acusación y con ello la inexistencia de un peligro de reiteración88. Por otra parte, esta causal de prisión preventiva debe interpretarse en el sentido de que el nuevo delito en el cual se está ordenando la prisión preventiva, haya mediado violencia contra las personas 86 Llobet Rodríguez, Javier. (2010). Ibíd. Pág. 239. Ver artículo 63 del CPP. 88 Llobet Rodríguez, Javier. (2010). Ibíd. Pág. 240. 87 51 o fuerza sobre las cosas, pues debe tomarse en consideración que la causal analizada parte de un peligro de reiteración delictiva presunto y por consiguiente debe tener relación con el delito concreto que se le atribuye al imputado en la nueva causa penal89. También, debe recalcarse que, este peligro de reiteración delictiva a diferencia del peligro de reiteración delictiva contemplado en el artículo 239 inciso b) del CPP, no se basa en el peligro concreto de reiteración delictiva, sino en una presunción general de que exista reiteración delictiva, pues con el simple hecho que el imputado tenga dos causas penales pendientes en las que se haya formulado acusación y auto de apertura a juicio y haya mediado violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, puede llegar a dictarse la prisión preventiva con base en este inciso b del numeral 239 bis. A su vez, es importante mencionar, que si bien la causal de reincidencia o reiteración delictiva se ha caracterizado por ser polémica y ha sido discutida doctrinalmente e incluso en materia de Derechos Humanos por la finalidad que persigue, resulta lógico también, que esta causal contemplada en el artículo 239 bis, así como la del inciso c) que posteriormente se explicará, se consideren cuestionables y contrarias al criterio de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, quien únicamente ha admitido como compatibles con la Convención Americana de Derechos Humanos, las causales de peligro de fuga y obstaculización, pues éstas conllevan un fin procesal, de aseguramiento del proceso y no persiguen fines preventivo-generales o preventivo-especiales, como los de la reiteración delictiva. Eso por cuanto, la prisión preventiva como medida cautelar, no puede perseguir fines de prevención general o especial, ya que éstos son propios de la pena que se aplica producto de una sentencia condenatoria, sino que debe tener fines meramente procesales que busquen garantizar el desarrollo del proceso y la acción de la justicia90. 89 90 Ibídem. Llobet Rodríguez, Javier. (2009). Ibíd. Pág.379 y 383, comentario (2) y (6), respectivamente. 52 2.3 Tercer nuevo presupuesto procesal: personas reincidentes en la comisión de hechos delictivos en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas. Respecto a esta causal, es necesario mencionar, que al igual que la anterior, se basa en el peligro de reiteración delictiva presunto. Sin embargo, el aspecto que distingue ambas causales, es que para considerar la existencia de este peligro, se requiere que se haya dictado sentencia condenatoria con anterioridad y que el nuevo delito sea también realizado con violencia sobre las personas o fuerza sobre las cosas91. Esto quiere decir que, el imputado debe tener juzgamientos previos de delitos en los que haya actuado con violencia o con fuerza sobre las cosas y además, para considerar que existe un peligro concreto de reincidencia, debe existir correlación respecto al delito investigado, por consiguiente éste debe haberse ejecutado del mismo modo. Esta es una interpretación lógica del inciso, por cuanto si se analiza el peligro de reiteración delictiva del artículo 239 inciso b) del CPP, se establece expresamente, que debe existir una presunción razonable de que el imputado continuará con la actividad delictiva, aspecto que se refiere a un peligro concreto de reincidencia o reiteración, en relación con el nuevo delito investigado y las condenatorias previas. Por otra parte, con respecto a la interpretación histórica del artículo y propiamente de este inciso, de las actas de la Asamblea Legislativa, se desprende que el sentido de los legisladores al aprobar este inciso, fue reprimir más los delitos en los que el imputado haya actuado con violencia sobre las personas o fuerza sobre las cosas, pues acerca de estas dos modalidades de delinquir, como se ha mencionado previamente, existe una gran preocupación social. Pero también, se habla de la reincidencia, en el sentido, de valorar no solamente a los imputados que cuenten con antecedentes penales o juzgamientos previos, sino también, los casos en que los sospechosos han sido pasados en muchas ocasiones ante los tribunales y quedan libres. Así pues, expresó un diputado: “ Igualmente vemos que una persona como aquí lo apreciamos con prueba documental y evidencias 91 Llobet Rodríguez, Javier (2009). Ibíd. Pág. 387, comentario (9) al art. 239 bis del CPP. Ver también: Llobet Rodríguez, Javier (2010). OP. CIT. Pág. 241. 53 que nos trajeron las autoridades entrevistadas, que hay personas que han pasado más de cien veces por los tribunales y según la ley actual tampoco esa es una razón para someter a nadie a prisión preventiva”92. De este modo, puede observarse que hay divergencia de criterios respecto a la interpretación del inciso, pues para unos, como el jurista costarricense Dr. Javier Llobet Rodríguez, la reincidencia de estos casos se considera respecto a antecedentes o juzgamientos previos que tenga el imputado, en la comisión de delitos en que haya actuado con violencia o fuerza sobre las personas, mientras que para los legisladores, deben considerarse las “pasadas”93 y no solo los juzgamientos que tiene el imputado, para determinar la existencia del peligro de reiteración. Respecto al este concepto de las “pasadas”, debe aclarase que se refiere a los antecedentes del imputado que constan en su expediente criminal (el cual se encuentra en el OIJ), sin embargo, tales antecedentes no solo se circunscriben a juzgamientos o condenatorias anteriores, sino a las detenciones que se han realizado en su contra, producto de la apertura de causas o investigaciones penales; dichas detenciones quedan registradas en el expediente criminal. No obstante, esas causas pueden haberse sobreseído o desestimado, sin que haya culminado el proceso con sentencia y por tal razón, al considerarse estos registros para ordenar una medida cautelar contra el imputado, resulta discutible, si se analiza desde el punto de vista del principio de inocencia, porque no se trata de una condena en la que se demostró su culpabilidad, sino que son procesos penales pendientes o causas que no terminan con sentencia. 92 Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Expediente Nº 16917. Acta de la sesión ordinaria Nº 42, miércoles 10 de diciembre de 2008. Tercera legislatura: del 1 de mayo de 2008 al 30 de abril 2009. Segundo período de sesiones extraordinarias (del 1 de diciembre de 2008 al 30 de abril de 2009). Págs. 51-52. 93 Debe aclararse que el término “pasadas” no es un concepto técnico-jurídico, sino que ha surgido del lenguaje popular en la práctica judicial, especialmente por el uso que ha hecho del mismo el OIJ en los registros de expedientes criminales de las personas. Este concepto no se ha definido ni doctrinalmente ni jurisprudencialmente, sin embargo en algunas resoluciones de los Tribunales y Salas especializadas del país, se menciona como fundamento del peligro de reiteración delictiva, cuando se analiza la prisión preventiva. El término, significa que el imputado ha sido pasado varias veces al OIJ para tomarle sus datos, fotografías y demás, cuando está siendo investigado por la comisión de algún delito. Estas pasadas implican básicamente, una actualización del expediente criminal del imputado. 54 Así pues, debe mencionarse, que si bien existen esas dos interpretaciones en cuanto al tema de la reincidencia, corresponde al Juez Penal al momento de analizar la procedencia o no de la prisión preventiva y la aplicación de los peligros procesales, determinar cuál será la interpretación que asuma dependiendo del caso concreto. Sin embargo, hay que resaltar el hecho que en la práctica judicial, el tema de las “pasadas” está siendo uno de los aspectos más considerados para dictar la medida cautelar, máxime producto de la implementación de los nuevos presupuestos contemplados en el artículo 239 bis del CPP (inciso b y c), que refieren a temas relacionados propiamente con la reincidencia. En ese orden de ideas, es importante referirse en este apartado de la sección, a las diversas interpretaciones que ha realizado la Sala Constitucional del peligro de reiteración delictiva, esto con el objetivo de observar la evolución que ha tenido la jurisprudencia respecto al tema. En primera instancia, el peligro de que el imputado continúe con la actividad delictiva, se ha relacionado con la existencia de condenatorias en su contra, es decir, los juzgamientos previos que tenga y los cuales constan en el Archivo Judicial de Delincuentes. Este ha sido y sigue siendo el principal argumento utilizado por los jueces penales, para valorar el peligro de reiteración delictiva, inclusive la misma Sala Constitucional en sus inicios, se refirió a este presupuesto procesal de la prisión preventiva y de cualquier medida cautelar, argumentando: En el caso que nos ocupa, el Juzgado Tercero de Instrucción denegó la excarcelación al recurrente por considerar que por los juzgamientos anteriores, según certificación del archivo judicial de delincuentes, podría eludir la acción de la justicia y que continuaría con la actividad delictiva. Estima esta Sala, que dadas las reiteradas condenatorias del imputado – cuatro de las cuales son por el delito de evasión-, lo dispuesto por la autoridad recurrida tiene fundamento en el artículo 298 inciso 3 del Código Procesal Penal94. En segundo lugar, también, se ha dado importancia al hecho de que al imputado se le sigan diversas causas penales por hechos similares. De este modo, la Sala Constitucional ha mencionado que, 94 Sentencia 1490-91 de la Sala Constitucional. Citada por: Llobet Rodríguez, Javier. (2009). OP CIT. Pág. 383, comentario (6) al art. 239 del CPP. 55 para dictar la prisión preventiva debe tomarse en consideración, que si existen dos delitos en contra del imputado que tengan la misma naturaleza que el investigado, la conducta del encartado se subsume dentro del inciso tercero del artículo 298 del Código de Procedimientos Penales de 1973, sea el peligro de reiteración delictiva; y por tanto, la denegatoria de excarcelación no es ilegal95. No obstante, dicha interpretación se ha ampliado aún más, pues la existencia de una sola causa pendiente es suficiente para determinar que existe un peligro de reiteración delictiva, siempre y cuando se valoren otras circunstancias como: la personalidad del imputado, la forma en que habría realizado el hecho investigado, o la pertenencia a una organización delictiva96. En ese sentido, a pesar de que existan antecedentes penales del imputado o causas anteriores pendientes en su contra, la Sala Constitucional consideró, que estos aspectos deben valorarse en relación con las circunstancias del caso concreto, es decir, que deben analizarse dichos antecedentes en conjunto con las particularidades del caso investigado en el cual se pretende aplicar la medida cautelar, para determinar que en concreto existe razonablemente un peligro de reincidencia y no una mera presunción del mismo. Ejemplo de ello, se destaca en la sentencia 09225-2007 de la Sala Constitucional, en que se considera que existe peligro de reiteración delictiva, porque la imputada hace de la actividad delictiva su modo de vivir, constituye un negocio y a su vez es una actividad consuetudinaria. Expresamente la sentencia indica: Adicionalmente el juzgador valoró que podría presumirse que la amparada continuará con la actividad delictiva pues no tiene un trabajo estable y de la investigación realizada se desprende que la venta de droga es su modus vivendi y una actividad consuetudinaria que han mantenido y ejecutado durante un espacio temporal importante. Por su parte, el Juez del Tribunal recurrido, al conocer el recurso de apelación contra el dictado de prisión preventiva contra la amparada, mencionó que lo procedente era confirmar en todos sus extremos la medida cautelar cuestionada pues en el caso concreto se daban los presupuestos procesales de peligro de fuga y el de reiteración delictiva. Señala que el hecho de que demuestren los 95 Sentencia 160-89 de la Sala Constitucional. Citada por: Llobet Rodríguez, Javier. (2009). OP CIT. Pág. 384, comentario (6) al art. 239 del CPP. 96 Ibídem. 56 amparados tener domicilio o tener arraigo en nada incide en la determinación del Tribunal, pues no puede soslayarse que el hecho de que se les acredite un delito severamente sancionado y que produce un gran perjuicio social, cuya reiteración delictiva debe ser evitada a toda costa, hace presumir razonablemente que la amparada de estar en libertad volverían a establecer su negocio pues es su modo de vivir. También, sobre el mismo tema del peligro de reiteración delictiva, la Sala Constitucional en la sentencia 4382-95, manifestó que: “(…) se ha visto aplicada desorbitadamente, toda vez que basta la constatación de “antecedentes”, para concluir que el imputado continuará la actividad delictiva, cuando más bien el juez debe detenerse en el examen de si los antecedentes pueden constituir indicios graves de que se continuará en esa actividad delictiva. De tal modo, la norma no es en sí misma inconstitucional, sino a lo sumo su aplicación (…)”. 2.4 Cuarto nuevo presupuesto procesal: Delincuencia Organizada. El artículo 1 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada, Ley Nº 8754, determina el concepto de delincuencia organizada: Artículo 1.- Interpretación y aplicación. Entiéndese por delincuencia organizada, un grupo estructurado de dos o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves. Lo dispuesto en esta Ley se aplicará, exclusivamente, a las investigaciones y los procedimientos judiciales de los casos de delitos de delincuencia organizada nacional y transnacional. Para todo lo no regulado por esta Ley se aplicarán el Código Penal, Ley Nº 4573; el Código Procesal Penal, Ley Nº 7594, y otras leyes concordantes. Para todo el sistema penal, delito grave es el que dentro de su rango de penas pueda ser sancionado con prisión de cuatro años o más (el subrayado no es del original). 57 Sin embargo, antes de la promulgación y entrada en vigencia de dicha ley, en nuestro país únicamente se aplicaba una norma de Derecho Internacional que también regula el tema de la Delincuencia Organizada y la define. Es así como la Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional, denominada también Convención de Palermo, aprobada en Costa Rica por ley Nº 8302 y publicada en el Diario Oficial La Gaceta, el 27 de junio del año 2003, prevé en su artículo segundo, una definición de delincuencia organizada: Artículo 2 Definiciones Para los fines de la presente Convención: a) Por "grupo delictivo organizado" se entenderá un grupo estructurado de tres o más personas que exista durante cierto tiempo y que actúe concertadamente con el propósito de cometer uno o más delitos graves o delitos tipificados con arreglo a la presente Convención con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material; b) Por "delito grave" se entenderá la conducta que constituya un delito punible con una privación de libertad máxima de al menos cuatro años o con una pena más grave; c) Por "grupo estructurado" se entenderá un grupo no formado fortuitamente para la comisión inmediata de un delito y en el que no necesariamente se haya asignado a sus miembros funciones formalmente definidas ni haya continuidad en la condición de miembro o exista una estructura desarrollada (…) Del artículo antes mencionado, se desprenden algunas diferencias respecto a la definición contemplada por la Ley Contra la Delincuencia Organizada, que entró en vigencia en el año 2009 en nuestro país. Primero, la Convención establece que el grupo estructurado, debe estar conformado por tres o más personas, mientras que en la ley, se requiere que el grupo esté formado por dos o más personas. De este modo, se observa que la ley pretende ampliar las posibilidades de su aplicación, al disminuir el número de personas que forman la organización, pues con el solo hecho que dos personas se dediquen a cometer uno o más delitos graves, pueden ser catalogados como un grupo dedicado a la delincuencia organizada. 58 Sobre este aspecto, se considera que resulta más acertada la definición dada por la Convención en cuanto al número de miembros del grupo, que la otorgada por la ley, pues la idea de crear un procedimiento especial para procesar a las bandas u organizaciones que se dedican a la delincuencia organizada, se plantea con el fin de dar un trato diferenciado a grupos peligrosos que actúan con una clara distribución de funciones y que lógicamente están conformadas por más de tres personas, pues las actividades que realizan requieren de muchos miembros. En segundo lugar, otra diferencia que se presenta entre ambas definiciones, es que la Convención establece la particularidad de referirse al propósito del grupo, pues se menciona en el artículo, que éste comete uno o más delitos graves con miras a obtener, directa o indirectamente, un beneficio económico u otro beneficio de orden material. En ese sentido, se enfatiza que el grupo busca un beneficio de carácter económico o material, el cual puede ser interpretado como un beneficio de carácter patrimonial. Por el contrario, en la ley no se especifica cuál es la finalidad última de la organización, aspecto que hace más amplia la definición de delincuencia organizada. Partiendo de los argumentos anteriores, en resumen, para calificar un caso de delincuencia organizada en nuestro país, deben considerarse tres aspectos fundamentales: 1. Que el delito o delitos sean cometidos por un grupo estructurado de dos o más personas. 2. Que dicho grupo actúe con el fin de cometer uno o más delitos graves. 3. Delito grave es el penado con prisión de cuatro años o más. De este modo, son estos puntos los que determinan la declaratoria especial del proceso como delincuencia organizada. Y una vez que se ha efectuado tal declaratoria, puede llegar a dictarse la medida cautelar de prisión preventiva, utilizando como argumento el inciso d) del artículo 239 bis del CPP en conjunto con alguna (as) causal (es) de las contempladas en el artículo 239 del mismo código. También, es importante hacer algunas críticas a este concepto de delincuencia organizada. Principalmente, hay que considerar que es una definición muy amplia, en el tanto, comprende no 59 solo a los grupos estructurados que se dediquen a la comisión de varios delitos, sino a los que han ejecutado un único delito. Por otro lado, aunque se establece una noción o idea del concepto de grupo estructurado, ésta es difícil de precisar, pues el término puede implicar diversos factores, que el grupo se caracterice por tener una estructura, un orden, jerarquía o una distribución de funciones. Por consiguiente, no se define claramente cuál de esos factores, si todos ellos o algún otro, deben evaluarse al momento de determinar que la organización se cataloga como grupo estructurado. También, tiene un carácter impreciso el concepto de que el grupo “exista un cierto tiempo”, que implica que la reunión no es casual, sino que implica cierta permanencia en el tiempo97. Asimismo, la definición de delito grave, como aquél que tenga una pena privativa de libertad de al menos cuatro años de prisión, es demasiado amplia, tomando en cuenta lo elevado de las penas en países como el nuestro, lo cual implica que existe gran probabilidad que la comisión de cualquier delito por un grupo de personas, sea catalogado como un asunto de delincuencia organizada98. Además, la definición de la ley, no hace referencia a los concursos de delitos99, tema fundamental en relación con la penalidad de los mismos. En ese sentido, si se analiza el tema de los concursos de delitos100, puede llegar a dictarse un asunto como delincuencia organizada con gran facilidad, pues 97 Llobet Rodríguez, Javier (2009). Ibíd. Pág. 120, comentario (12) al art. 22 del CPP. Sobre las críticas a la definición de Delincuencia Organizada ver: Llobet Rodríguez, Javier (2010). OP CIT. Pág. 244. 99 El concurso de delitos está relacionado con la unidad o pluralidad de acciones ejecutadas por el autor del hecho ilícito, y permite determinar si la acción ejecutada por el mismo autor, se adecúa a un tipo penal o a más de uno, o si varias acciones que ha realizado se adecúan a diferentes tipos penales. De este modo, a partir del tema del concurso de delitos, se determina si la acción realizada se subsume bajo un tipo penal o bajo varios (concurso ideal), o si el autor ha ejecutado varias acciones que implicarían diferentes lesiones a la ley penal y por tanto se subsumen en distintos tipos penales (concurso material o real). Además, a partir de la determinación del tipo de concurso, se puede llegar a definir el máximo o el mínimo de la pena a imponer, pues hay que determinar si es suficiente aplicar la sanción de un solo delito para una acción que se adecúa a diferentes tipos penales, o si ante una pluralidad de acciones, se deben sancionar todas y acumular las penas previstas para cada delito. Ver: Bacigalupo, Enrique. (1999). Derecho penal. Parte general. (2ª ed.). Buenos Aires: Editorial Hammurabi S.R.L. Págs. 569 y 570. 100 Ver artículos 75 y 76 del C.P.: Artículo 75.- Penalidad del concurso ideal. Para el concurso ideal, el juez aplicará la pena correspondiente al delito más grave y aún podrá aumentarla. 98 Artículo 76.- Penalidad del concurso material. 60 al ser investigados varios delitos en un mismo expediente (causas acumuladas) o si se investiga el mismo delito pero que haya sido cometido en varias ocasiones, evidentemente la posible pena a imponer a los encartados, será mayor a cuatro años de prisión, requisito que se estaría cumpliendo para considerar el proceso como delincuencia organizada, a pesar de que las circunstancias del caso o el mismo delito investigado, no sean propios o característicos de este tipo de delincuencia. A su vez, al no contemplarse los concursos de delitos, existe posibilidad que un delito de penalidad menor (por ejemplo, el delito de violación de domicilio) que haya sido cometido en varias ocasiones por un grupo de dos o más personas, permita la declaratoria del caso como un asunto de delincuencia organizada, aspecto que resultaría ilógico y absurdo, pero que resulta probable de acuerdo con la actual redacción del artículo. Finalmente, es importante mencionar, que en Costa Rica, el crimen organizado se relaciona principalmente con el tráfico internacional de drogas y en los últimos tiempos, se ha vinculado también con el tema de robo de vehículos. La comisión de estos delitos implica una constancia en su ejecución, es decir, que los autores o partícipes de ellos, generalmente hacen de la actividad delictiva su actividad regular o su modo de vida, premisa que nos lleva a concluir, que la causal de delincuencia organizada como presupuesto procesal para dictar la prisión preventiva, de conformidad con el artículo 239 bis del CPP, en el fondo, está orientada a prevenir la reiteración delictiva, pues la única forma de evitar que se continúe con la actividad de hechos ilícitos, es privando de libertad a los autores o partícipes de éstos101. Asimismo, conviene mencionar, que se trata de un peligro concreto de reiteración delictiva, pues existe la presunción razonable que los imputados seguirán actuando delictivamente si se encuentran Para el concurso material se aplicarán las penas correspondientes a todos los delitos cometidos, no pudiendo exceder del triple de la mayor y en ningún caso de cincuenta años de prisión. El Juez podrá aplicar la pena que corresponda a cada hecho punible, siempre que esto fuere más favorable al reo. 101 Sin embargo, en los casos de delincuencia organizada también puede afirmarse la existencia del peligro de fuga, debido a las facilidades que se tienen por parte de dicha delincuencia para ocultar a los miembros de la misma. Respecto al peligro de obstaculización, es menos probable su existencia en este tipo de asuntos, por cuanto la misma estructura de la organización, implica que no se requiere de la actuación propia del imputado para realizar actos de obstaculización. Ver: Llobet Rodríguez, Javier. (2010). Ibíd. Pág. 242. 61 libres, pues por la naturaleza de los delitos, éstos requieren continuidad102. Claro que dicha afirmación se puede plantear, siempre y cuando se parta de la idea, que los delitos catalogados como delincuencia organizada se refieren a delitos realmente graves, que afectan a la sociedad y no a delitos menores. Sin embargo, como se explicó en párrafos anteriores, no es acertado realizar tales aseveraciones con seguridad, cuando la definición otorgada por la ley, no es precisa ni completa, simplemente se exponen en esta investigación, como un aporte personal de una posible forma de interpretación del artículo analizado. 102 Ver también: Llobet Rodríguez, Javier (2010). Ibídem. Pág. 242. 62 Sección III: Plazo o duración de la prisión preventiva. 3.1 Regulación del plazo de prisión preventiva en el Código Procesal Penal. El Código Procesal Penal en sus artículos 257 y 258, regula lo referente al tema del plazo de la prisión preventiva, su duración máxima y sus posibles prórrogas. Esta regulación, es la que resulta aplicable en todos los casos excepto los procedimientos que hayan sido declarados de tramitación compleja y los de delincuencia organizada, los cuales tienen regulación especial como se explicará más adelante. Debe iniciarse este tema, mencionado que, en principio la duración máxima de la prisión preventiva es de doce meses, es decir, que este es el plazo máximo originario que puede decretarse. Sin embargo, se aclara, que el artículo 257 del Código Procesal Penal, no lo expresa de ese modo, pero se desprende del mismo tal afirmación. El artículo 257 del Código Procesal Penal menciona: Artículo 257.- Cesación de la prisión preventiva. La privación de libertad finalizará: a) Cuando nuevos elementos de juicio demuestren que no concurren los motivos que la fundaron o tornen conveniente su sustitución por otra medida, aún antes de que transcurran tres meses de haberse decretado. b) Cuando su duración supere o equivalga al monto de la posible pena por imponer, se considerará incluso la aplicación de reglas penales relativas a la suspensión o remisión de la pena, o a la libertad anticipada. c) Cuando su duración exceda de doce meses. (el subrayado no es del original). En ese sentido, como se mencionó, del artículo se extrae cuál es el plazo máximo por el que se puede dictar la prisión preventiva, cual es de un año o doce meses. Sin embargo, este plazo no es el único existente ni corresponde al tiempo máximo que una persona podría encontrarse descontando prisión preventiva, pues la ley procesal prevé las posibilidades en que puede decretarse la prórroga 63 de esa medida cautelar, una vez que ha transcurrido el plazo originario. Así pues, expresa el artículo 258 del Código Procesal Penal lo siguiente: Artículo 258.- Prórroga del plazo de prisión preventiva. A pedido del Ministerio Público, el plazo previsto en el artículo anterior podrá ser prorrogado por el Tribunal de Casación Penal, hasta por un año más, siempre que fije el tiempo concreto de la prórroga. En este caso, el tribunal deberá indicar las medidas necesarias para acelerar el trámite del procedimiento. Si se dicta sentencia condenatoria que imponga pena privativa de libertad, el plazo de prisión preventiva podrá ser prorrogado mediante resolución fundada, por seis meses más. Esta última prórroga se sumará a los plazos de prisión preventiva señalados en el artículo anterior y en el párrafo primero de esta norma. Vencidos esos plazos, no podrá acordarse una nueva ampliación al tiempo de la prisión preventiva, salvo lo dispuesto en el párrafo final de este artículo, para asegurar la realización del debate o de un acto particular, comprobar la sospecha de fuga, o impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad o la reincidencia. En tales casos, la privación de libertad no podrá exceder del tiempo absolutamente necesario para cumplir la finalidad de la disposición. La Sala o el Tribunal de Casación Penal, excepcionalmente y de oficio, podrán autorizar una prórroga de la prisión preventiva superior a los plazos anteriores y hasta por seis meses más, cuando dispongan el reenvío a un nuevo juicio. (el subrayado no es del original). Entonces, partiendo del artículo anterior, el plazo originario de la prisión preventiva, que corresponde a doce meses, puede prorrogarse en ciertas circunstancias: 1. Cuando a solicitud del Ministerio Público, el Tribunal de Casación Penal ordena la prórroga del plazo de prisión hasta por doce meses más (un año). 2. Cuando se dicta sentencia condenatoria que ordene una pena privativa de libertad, el plazo de prisión puede prorrogarse por seis meses más. 3. Cuando se requiera ampliar el tiempo de prisión preventiva, para asegurar la realización del debate o de un acto particular, o para comprobar la sospecha de fuga, o impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad o reincidencia. En estos casos la prórroga se dicta por el tiempo necesario que se requiera para cumplir la finalidad. Hay que hacer la 64 aclaración respecto a este punto, que la prisión preventiva no se prolonga para comprobar el peligro de fuga, obstaculización o de reincidencia, sino que se requiere que exista algún peligro de éstos, para poder prorrogarla103. 4. Cuando se ordena el reenvío104 a un nuevo juicio, la Sala Tercera o el Tribunal de Casación, pueden dictar una prórroga de la medida cautelar por seis meses más. Puede decirse, que de conformidad con lo estipulado en el artículo anterior, una persona podría descontar prisión preventiva por treinta meses, es decir, dos años y medio, esto sin considerar que dicho tiempo puede ser aún mayor, cuando sea necesario para asegurar la realización del debate o de un acto particular o cuando existe sospecha de fuga, o para impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad o reincidencia. Esto lleva a concluir, que el plazo máximo de prisión preventiva es un concepto relativo y las posibilidades de prolongación de la misma, van más allá de los plazos establecidos, ya que con la frase que establece el artículo, “…la privación de libertad no podrá exceder del tiempo absolutamente necesario para cumplir la finalidad de la disposición”, el plazo de prisión puede prolongarse por más tiempo, puede ser el tiempo necesario para realizar el debate105. En ese orden de ideas, la Sala Constitucional en varias oportunidades se ha referido a este tema y ha rechazado recursos de hábeas corpus, manifestando que resulta ajustado a derecho y acorde con el Derecho Constitucional, prorrogar el plazo de prisión preventiva con el fin de asegurar la realización del debate, a pesar de que se hayan agotado todas las posibilidades de ampliación de tal medida cautelar que contempla la legislación, o que se hubiera vencido el plazo ordinario y no se hubiera dictado la prórroga por parte del Tribunal de Casación Penal. Respecto a este último punto, en la sentencia 6718-2006 de la Sala Constitucional, se expresó lo siguiente: Sobre el fondo. Reclama el defensor del amparado que se dictara prisión preventiva en su contra, pese a que su defendido ya estuvo detenido cautelarmente durante un año, lo cual 103 Llobet Rodríguez, Javier. (2009). Ibídem. Pág. 409, comentario (8) al art. 258 del CPP. Reenvío se refiere a la orden que emite el Tribunal de Casación o la Sala Tercera, de remitir el expediente a otro Tribunal Penal para que realicen el juicio nuevamente, esto cuando se ha declarado con lugar el recurso de casación interpuesto. 105 Llobet Rodríguez, Javier. (2009). Ibídem. Pág. 408, comentario (7) al art. 258 del CPP. 104 65 tuvo como consecuencia que el Tribunal de Casación Penal se negara a mantener la medida. No lleva razón el recurrente, toda vez que la resolución del 20 de marzo de 2004 del Tribunal de Juicio de Heredia señala con claridad que el propósito del encarcelamiento que ahí se dispuso es asegurar la realización del debate, para lo cual no rigen los límites temporales fijados por el Código Procesal Penal (artículo 258) y habiéndose ausentado Delgado Fernández del primer señalamiento de ese acto del proceso, es razonable que el juez ocurra al recurso cuestionado para asegurarse la celebración del mismo. El recurso, en consecuencia, debe desestimarse, advirtiendo a la autoridad jurisdiccional recurrida, eso sí, que deberá señalarse y celebrarse el debate a la mayor brevedad posible. También, en la sentencia 439-2007 de la Sala Constitucional se indica que, es posible mantener al imputado privado de libertad, aunque se hayan sobrepasado los plazos ordinarios y extraordinarios que permite aplicar el CPP, cuando el proceso se encuentre en fase de juicio, esto con el fin de asegurar la realización del mismo. Además, se establece que no puede considerarse que la prisión preventiva se convierte en una pena anticipada, solo por el factor tiempo, es decir, por su duración, pues debe valorarse cuál es la finalidad que se persigue con ella, si se busca garantizar la culminación del proceso, la acción de la justicia y la averiguación de la verdad (fines del proceso), entonces la privación de libertad resulta legítima. Expresamente en la sentencia se argumenta lo siguiente: En ocasiones anteriores ha indicado la Sala que si el proceso se encuentra en la fase de debate, es posible mantener sujeto a éste al imputado mediante la prisión preventiva, aún si se han sobrepasado los plazos ordinarios y extraordinarios que para esa medida cautelar establece el Código Procesal Penal, sin que con ello se violente el Derecho de la Constitución. Por ejemplo, en la resolución #2006-008979 de las 11:12 horas del 23 de junio del 2006 se dijo: "Por su parte, la resolución del Tribunal de Juicio del Primer Circuito Judicial de San José, de las 11:00 horas del 2 de junio del 2006, que dispuso la prórroga de la prisión preventiva del amparado a partir del 3 de junio del 2006 hasta el dictado de la parte dispositiva del fallo que 66 se origine en esa causa, se fundamentó en la facultad legal que le otorgan los artículos 258 y 329 de Código Procesal Penal, en razón de que la medida tiene el propósito de asegurar la realización del debate y por el tiempo necesario para la culminación de aquel. Además fundamentó la procedencia de la prórroga de la prisión preventiva, en que aún está latente el peligro de fuga, pues el acusado con anterioridad aprovechó su estancia en libertad para salir de suelo nacional dirigiéndose a Canadá, lugar en el que permaneció cuatro años, burlando el impedimento de salida del país impuesto por una autoridad jurisdiccional en su contra; también la basó en el desinterés de someterse al proceso, la conducta procesal del imputado y además en que el delito por el que se le acusa cuenta con altas penas privativas de libertad”. VI.- Debe tenerse en cuenta que la duración de la prisión preventiva, aún y siendo prolongada, no se convierte en pena anticipada por ese solo hecho, y no se podría entender arbitraria, cuando se dicte por medio de resolución debidamente fundada, siempre y cuando cumpla una función de aseguramiento procesal como sucede en este caso. (…) el fin buscado con la medida es asegurar que se cumplan los fines del proceso, fines que también tienen raigambre constitucional, a saber, la actuación de la ley penal y la averiguación de la verdad material, lo que se vería obstaculizado obviamente si no se cuenta con la presencia del imputado, sobre quien ha pesado durante todo el proceso la presunción de fuga, que, a criterio del órgano jurisdiccional recurrido, solo puede evitarse con esa drástica medida restrictiva de la libertad, que en esa inteligencia no contraviene el artículo 37 constitucional. Esto es precisamente lo que ha hecho el Tribunal en ejercicio de su competencia, conferida expresamente por el ordinal 329 del Código Procesal Penal. No obstante lo anterior, no omite manifestar esta Sala que debe procurar el Tribunal accionado proceder a celebrar el debate de la manera más diligente y expedita posible. Por lo expuesto, lo procedente es desestimar el presente recurso, como en efecto se hace. (v. en igual sentido el pronunciamiento #200606718 de las 14:33 horas del 17 de mayo del 2006). 67 3.1.1 Regulación del plazo de prisión preventiva para asuntos de tramitación compleja. El procedimiento de tramitación compleja es un procedimiento especial regulado de los artículos 376 al 379 del Código Procesal Penal. Propiamente, este procedimiento implica una ampliación de los plazos previstos para el procedimiento ordinario, por ejemplo, el plazo de la prisión preventiva, el plazo para concluir la investigación preparatoria, el plazo de deliberación, el plazo para dictar sentencia y finalmente el plazo para interponer recursos. La finalidad de prever este procedimiento, es que debe darse un trato diferenciado a asuntos cuya tramitación sea difícil y así, ampliar los plazos previstos para el procedimiento ordinario en que los asuntos son normales. Además, con este tipo de procedimiento se busca evitar que asuntos relacionados con delincuencia económica queden impunes, por ejemplo cuando el imputado se da a la fuga debido al cumplimiento de los plazos de prisión preventiva o bien que se haya dictado un sobreseimiento definitivo por haberse agotado el plazo máximo para concluir la investigación106. También, es fundamental para la labor del juez que exista este procedimiento especial, por cuanto si se está en presencia de un asunto complejo, el dictado de la sentencia será igualmente arduo, circunstancia que amerita la ampliación de las reglas de deliberación y para el dictado de la sentencia. Consecuentemente, para las partes debe ampliarse el plazo para interponer recursos, en especial el de casación, que como veremos más adelante en estos casos será de treinta días hábiles. Ahora bien, el artículo 376 del CPP establece tres supuestos fácticos para calificar un asunto de tramitación compleja: Multiplicidad de hechos. Elevado número de imputados o víctimas. Causas relacionadas con la investigación de delincuencia organizada. 106 Llobet Rodríguez, Javier (2009). Ibídem. Pág. 566, comentario (1) al Título II del CPP: Procedimiento para asuntos de tramitación compleja. 68 Sin embargo, debe mencionarse, que sobre el último punto referente al tema de la delincuencia organizada, actualmente existe la normativa especial contemplada en la Ley Contra la Delincuencia Organizada, ley Nº 8754, que resulta aplicable cuando se está en presencia de este tipo de asuntos. Por consiguiente, deviene en inaplicable la regulación de este artículo del Código, en casos de delincuencia organizada. De este modo, los supuestos que deben considerarse como un asunto de tramitación compleja se reducen a dos: la multiplicidad de hechos y la pluralidad de imputados o víctimas. Expresamente el artículo 376 del CPP establece: Artículo 376.- Procedencia. Cuando la tramitación sea compleja a causa de la multiplicidad de los hechos, del elevado número de imputados o de víctimas o cuando se trate de causas relacionadas con la investigación de cualquier forma de delincuencia organizada, el tribunal, de oficio o a solicitud del Ministerio Público, podrá autorizar, por resolución fundada, la aplicación de las normas especiales previstas en este Título. En la etapa de juicio, la decisión sólo podrá adoptarse en el momento en que se convoca a debate. Cuando la aplicación del procedimiento complejo sea dispuesta durante las fases preparatoria o intermedia, no regirá la reducción del término de prescripción a la mitad, prevista en el artículo 33 de este Código. En cuanto a la multiplicidad de hechos, esto se refiere a cuando se han acumulado muchas causas por tratarse de causas conexas107, y el segundo supuesto, cuando se presenta pluralidad de sujetos procesales, sean imputados a quienes se les atribuye el hecho como autores, cómplices, instigadores o partícipes del ilícito. 107 El artículo 50 del CPP menciona: “Artículo 50.- Causas de conexión: Las causas son conexas cuando: a) Cuando a una misma persona se le imputen dos o más delitos. b) Si los hechos imputados han sido cometidos simultáneamente por varias personas reunidas o aunque estén en distintos lugares o tiempos, cuando hubiera mediado acuerdo entre ellas. c) Si un hecho punible se ha cometido para perpetra o facilitar la comisión de otro, o para procurar al culpable o a otros el provecho o la impunidad. d) Cuando los hechos punibles hayan sido cometidos recíprocamente. 69 Este procedimiento especial es incompatible con el de delincuencia organizada, es decir, son excluyentes. La gran diferencia entre ambos es que, en los asuntos de tramitación compleja la característica principal es la duplicación de los plazos de la etapa intermedia y los de la etapa de juicio, y en el procedimiento especial en contra del crimen organizado, lo que se regula es la ampliación de los plazos de la etapa preparatoria108. Por otra parte, en cuanto al tema de la prescripción, es necesario aclarar, que si bien el artículo establece la no reducción del término de prescripción a la mitad, cuando se declare la aplicación de este procedimiento en etapa preparatoria e intermedia, esta inaplicación de la reducción del plazo no es retroactiva, esto quiere decir, que si antes de la declaratoria de tramitación compleja ocurre una causal de interrupción de la prescripción, el plazo que continúa corriendo es reducido a la mitad. Sin embargo, cuando la causal se presenta después de haberse ordenado la declaratoria de este procedimiento especial, en ese caso sí opera la disposición de no aplicar la reducción del plazo a la mitad, sino que el mismo se contabiliza de forma completa109. El artículo 378 del CPP, establece los efectos que se originan producto de la declaratoria del proceso como un asunto de tramitación compleja: Artículo 378.- Plazos. Una vez autorizado este procedimiento, producirá los siguientes efectos: a) El plazo ordinario de la prisión preventiva se extenderá hasta un máximo de dieciocho meses, la prórroga hasta otros dieciocho meses y, en caso de sentencia condenatoria, hasta ocho meses más. b) El plazo acordado por el tribunal para concluir la investigación preparatoria será de un año. c) En la etapa intermedia y de juicio, los plazos establecidos en favor de las partes para realizar alguna actuación y aquellos que establecen un determinado tiempo para celebrar las audiencias, se duplicarán. d) Cuando la duración del debate sea menor de treinta días, el plazo máximo de la deliberación se extenderá a cinco días y el tiempo para dictar la sentencia a diez. Cuando la duración del debate sea mayor, esos plazos serán de diez y veinte días respectivamente. 108 109 Llobet Rodríguez, Javier. (2009). Ibídem. Pág. 567, comentario (4) al art. 376 del CPP. Ibídem. Comentario (9) al art. 376 del CPP. 70 e) Los plazos para interponer y tramitar los recursos se duplicarán. En todo caso, regirán las normas sobre retardo de justicia. (El subrayado no es del original). El inciso del artículo que resulta de interés destacar, es el inciso a que hace referencia al tema de los plazos de prisión preventiva. En él se menciona que el plazo ordinario de prisión se puede extender hasta dieciocho meses, la prórroga dieciocho meses más y cuando se dicta sentencia condenatoria ocho meses más. Estos plazos son mayores que los contemplados para el procedimiento ordinario, pues como se explicó en el apartado anterior, en este tipo de proceso el plazo originario es de doce meses, la prórroga se puede dictar hasta por doce meses más y en caso de sentencia condenatoria, por seis meses (art. 257 inciso c y 258 CPP). También, es importante mencionar que, estos plazos de prórroga de la medida cautelar, difieren de los contemplados para el procedimiento especial de delincuencia organizada, contemplados en el artículo 9 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada, que se explicará en el apartado siguiente 3.2.. En el numeral se indica, que la prórroga del plazo original de prisión preventiva y la prórroga en caso de sentencia condenatoria, puede ordenarse hasta por doce meses más. Finalmente, es relevante referirse a la sentencia 1029-2006 de la Sala Constitucional, en la que se rechazó por el fondo, una acción de inconstitucionalidad en la que se alegó que en el procedimiento de tramitación compleja, se amplía de manera desproporcionada el plazo de prisión preventiva. Expresamente en los considerandos V, VI y VII de la sentencia, se establece de manera resumida lo siguiente: (…) la ampliación de los plazos de la prisión preventiva no podría considerarse “per se” desproporcionada, porque para ello tendrían que analizarse y valorarse las circunstancias particulares de cada caso así como los presupuestos que la ley exige. Si bien la norma prevé un máximo de prisión preventiva por un período mayor, que en el caso de los procesos “ordinarios”, eso no significa que los juzgadores tengan una autorización abierta para mantener al imputado en prisión durante todo ese tiempo; deberán tener razones suficientes para decretarla y prorrogarla, dado su carácter de medida excepcional. En ese sentido, se ha resuelto: 71 “Precisamente para cumplir la obligación establecida en el artículo 7 inciso 5) de la Convención Americana sobre Derechos Humanos -Pacto de San José-, de ser juzgado en un "plazo razonable", es que la ley establece unos límites temporales fijos para la duración de la prisión preventiva. Así, el artículo 257 inciso c) establece que el plazo máximo de la prisión preventiva es de doce meses, pudiendo ser prorrogada hasta por otro año más por el Tribunal de Casación Penal (artículo 258 del código de rito), lo cual procede en casos excepcionales, plazo que puede extenderse a otros seis meses, si se ha dictado sentencia condenatoria. Estos plazos pueden extenderse cuando se sigue el procedimiento para asuntos de tramitación compleja (artículo 378 ejusdem, norma que se impugna y se analizará a continuación), el plazo ordinario hasta dieciocho meses, y la prórroga hasta por otros dieciocho meses, y en caso de sentencia condenatoria, pueden prorrogarse hasta por ocho meses más, reglas que protegen los intereses del encausado a efecto de no prolongar innecesariamente su restricción a la libertad, pero permitiendo se pueda cumplir con otra garantía constitucional que es la de administrar justicia (artículo 153 de la Constitución) y que indudablemente se puede ver afectada si asuntos de complicada tramitación deben ser en términos que se dispusieron para casos normales. Constituye una garantía de la libertad individual y expresión del principio de inocencia, el hecho de que si dentro de ese determinado plazo los órganos judiciales no arribaron al dictado un fallo condenatorio, el imputado preso debe ser liberado. (1999-07087 de las trece horas doce minutos del diez de setiembre de mil novecientos noventa y nueve.)” Contrario a lo que argumenta el accionante, este Tribunal considera que la ampliación de los plazos de prisión preventiva prevista en el artículo 378 inciso a) del Código Procesal Penal, no resulta contraria al principio de proporcionalidad en sentido amplio o prohibición de exceso (necesidad, idoneidad y proporcionalidad en sentido estricto). La prisión preventiva es una medida de aseguramiento ante peligros procesales, tales como el riesgo de evasión de la justicia y el de obstaculización de la investigación. En el caso de los delitos de tramitación compleja, se hace necesario otorgar un mayor plazo para dicha medida en virtud de que también el procedimiento requiere, por regla general, de mayor espacio de tiempo para 72 preparar la investigación, realizar el debate, redactar la sentencia e interponer los recursos. El alargamiento del plazo de la prisión preventiva, en los casos donde resulte absolutamente indispensable, sí es una medida idónea para asegurar tanto la presencia del imputado como la no obstaculización del proceso. De igual modo, la prisión preventiva sí resulta proporcionada a los fines que persigue, cuales son la asegurar la investigación y la realización del juicio. Ahora, claro está, que la sola tramitación compleja de una causa no hace por sí misma necesaria, idónea y proporcional la aplicación de la prisión preventiva. Esto es, la prisión preventiva no se dicta porque se está frente a un procedimiento complejo, sino porque se dan peligros procesales que hacen necesaria su aplicación. Es absolutamente factible que se tramite un procedimiento complejo sin que exista la necesidad de privar de libertad preventivamente al imputado. De forma tal que la valoración de la necesidad de la medida, de su idoneidad y proporcionalidad, deberá realizarse frente al caso concreto. (…) Cuando el legislador establece la posibilidad de un plazo más largo de prisión preventiva no pretende con ello imponer una sanción anticipada, sino equilibrar los intereses en juego, ajustando la necesidad procesal de esa medida a la particularidad que ostentan este tipo de procesos. Tampoco se persigue con el uso de la prisión preventiva, la aceleración de la causa ni una mejor investigación porque tales aspectos trascienden los fines de aseguramiento procesal de esta medida. A partir de lo expuesto anteriormente, la Sala Constitucional concluye que se debe rechazar la acción de inconstitucionalidad, por considerar que los artículos 376, 377, 378 y 379 del CPP, no vulneran el derecho a ser juzgado en un plazo razonable, el principio de inocencia ni el principio de prohibición de exceso o proporcionalidad en sentido amplio. Esto porque, la regulación especial para asuntos de trámite complejo, busca garantizar la administración de justicia al implementar plazos diferentes que los contemplados para un procedimiento ordinario, pues por la naturaleza diversa de cada procedimiento, los plazos a aplicar para la investigación, medidas cautelares, deliberación y otras etapas del proceso, deben adaptarse a cada uno de ellos y ajustarse a sus necesidades. 73 Además, el criterio de la Sala es claro en determinar, que deben valorarse las circunstancias del caso en particular para determinar si procede la aplicación de la prisión preventiva, esto quiere decir, que un asunto puede ser declarado de tramitación compleja, pero no por ello, se debe aplicar automáticamente la prisión preventiva y los plazos máximos establecidos en el artículo 378 del CPP, pues deben demostrarse la existencia de los peligros procesales y los requisitos legales establecidos en el artículo 239 del CPP. Finalmente, hay que considerar, que si el alargamiento de la prisión preventiva resulta ser una medida idónea para el aseguramiento de los fines del proceso, sea garantizar la investigación y la realización del juicio, entonces la regulación no resulta desproporcionada y por consiguiente, no es inconstitucional. 3.2 Regulación especial del plazo de prisión preventiva en la Ley Contra la Delincuencia Organizada. La Ley Contra la Delincuencia Organizada, Ley Nº 8754, del dos de julio del año dos mil nueve, contempla una regulación especial respecto al plazo de la prisión preventiva y sus posibles prórrogas a aplicar, en los casos que hayan sido declarados como delincuencia organizada. Así pues, dicha regulación se encuentra específicamente en los artículos 7 y 9 de tal ley. Artículo 7 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada: Artículo 7.- Plazo de la prisión preventiva. Sin perjuicio de los dispuesto de lo dispuesto en los incisos a) y b) del artículo 257 del Código Procesal Penal, Ley Nº 7594, el plazo originario de la prisión preventiva será hasta de veinticuatro meses. (el subrayado no es del original). De este artículo se desprende, que el plazo originario máximo que puede decretarse en casos de delincuencia organizada es de veinticuatro meses, es decir, dos años. Esta regulación se diferencia del plazo previsto para el proceso penal ordinario, en que se puede decretar originalmente la medida 74 cautelar por un año. También, se diferencia del plazo contemplado para los procedimientos de tramitación compleja, en los cuales se puede declarar la prisión preventiva por el plazo de dieciocho meses, es decir, año y medio110. Por su parte, en cuanto al tema de las posibles prórrogas al plazo de prisión que pueden decretarse en estos asuntos, el artículo 9 de la ley establece lo siguiente: Artículo 9.- Prórroga de la prisión preventiva. A pedido del Ministerio Público, del querellante o del actor civil, el plazo originario de la prisión preventiva podrá ser prorrogado por el Tribunal de Casación Penal, hasta por doce meses más, siempre que fije el tiempo concreto de la prórroga. En este caso, el Tribunal deberá indicar las medidas necesarias para acelerar el trámite del procedimiento. Si se dicta sentencia condenatoria que imponga pena privativa de libertad, el plazo de prisión preventiva podrá ser prorrogado mediante resolución fundada, por doce meses más. Vencidos dichos plazos, con la finalidad de asegurar la realización de un acto particular o del debate, comprobar la sospecha de fuga o impedir la obstaculización de la averiguación de la verdad o la reincidencia, el Tribunal podrá disponer la conducción del imputado por la Fuerza Pública y la prisión preventiva; incluso, podrá variar las condiciones bajo las cuales goza de libertad o imponer algunas de las otras medidas cautelares previstas por el Código Procesal Penal, Ley N.° 7594. En tales casos, la privación de libertad no podrá exceder del tiempo absolutamente necesario para cumplir la finalidad de la disposición. La Sala o el Tribunal de Casación, excepcionalmente y de oficio, podrán autorizar una prórroga de la prisión preventiva superior a los plazos anteriores y hasta por doce meses más, cuando dispongan el reenvío a un nuevo juicio. (el subrayado no es del original). De este modo, pueden observarse ciertas diferencias entre los posibles plazos de prórroga que establece el artículo antes descrito y el 257 del Código Procesal Penal transcrito páginas previas, en el cual se regula lo referente a prórrogas de prisión preventiva en los procesos ordinarios. En primer lugar, cuando se trate de asuntos declarados como delincuencia organizada, las prórrogas de prisión 110 Ver Sección III, puntos 3.1 y 3.1.1, páginas 73 y 78, respectivamente. 75 declaradas después de efectuado el debate y se haya dictado la condenatoria del imputado por un delito penado con prisión, el plazo se puede ampliar por doce meses más y también, cuando la Sala o el Tribunal de Casación dispongan el reenvío a un nuevo juicio, se permite la prórroga del plazo por doce meses más. De este modo, puede diferenciarse lo anterior con lo regulado para procesos ordinarios, en los que ante tales supuestos el plazo se prorroga por seis meses más (ver art. 258 párrafos 2 y 4 del CPP). También, hay que destacar algunas semejanzas entre estos plazos de prórroga de la prisión preventiva, que se contemplan para el proceso de delincuencia organizada y los que se establecen para el proceso ordinario. La primera es que prórroga del plazo ordinario de prisión preventiva que puede ordenar el Tribunal de Casación Penal, en ambos procesos es de un año más, es decir, doce meses (ver art. 258 párrafo 1 del CPP y art. 9 párrafo 1 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada). La segunda es la posibilidad de prolongar el plazo de prisión preventiva, con la finalidad de asegurar la realización de un debate o de un acto particular, o cuando existe sospecha de fuga, obstaculización o reincidencia. En ambos tipos de procesos, se establece que la prisión preventiva no puede exceder del tiempo absolutamente necesario para cumplir la finalidad de la disposición (ver art. 258 párrafo 3 del CPP y art. 9 párrafo 2 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada). Ahora bien, respecto al tema de los plazos de prisión preventiva y sus posibles prórrogas, se presentan diferencias en los casos declarados como delincuencia organizada y los de tramitación compleja. En primer lugar, en los casos de delincuencia organizada, el plazo ordinario de prisión preventiva corresponde a veinticuatro meses, es decir, dos años (art. 7 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada), mientras que un proceso declarado de tramitación compleja, el plazo ordinario de prisión es menor que el anterior, ya que puede extenderse hasta por dieciocho meses, equivalente a año y medio (art. 378 inciso a del CPP). En segundo lugar, existe diferencia en relación con la prórroga inicial del plazo ordinario de prisión preventiva, pues para asuntos de delincuencia organizada, la misma puede ser dictada hasta por 76 doce meses más (art. 9 párrafo 1 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada) y para los casos de tramitación compleja, la prórroga se puede extender por dieciocho meses (art. 378 inciso a del CPP). En este caso, el plazo contemplado para el procedimiento de asuntos de tramitación compleja es mayor al previsto para los casos de delincuencia organizada, aspecto que llama la atención, por cuanto la idea de crear un proceso especial para este tipo de delincuencia, implica ampliar los plazos del proceso y en especial la duplicación de la etapa preparatoria, con el fin de asegurar la investigación111. Finalmente, la última diferencia se da respecto a la prórroga de prisión preventiva, en caso de sentencia condenatoria que imponga pena privativa de libertad. En casos de delincuencia organizada, la prórroga se puede dictar por doce meses y en asuntos de tramitación compleja por ocho meses más (art.9 párrafo 2 de la Ley Contra la Delincuencia Organizada y art. 378 inciso a del CPP). A manera de resumen, en el siguiente cuadro, se establecen las diferencias respecto al tema de los plazos de prisión preventiva y sus posibles prórrogas, según el tipo de procedimiento que esté siendo investigado, es decir, si se está en presencia de un procedimiento ordinario, uno de tramitación compleja o uno de delincuencia organizada. Estas diferencias, se formulan a partir del análisis efectuado de los artículos explicados en esta sección de la investigación, tanto del CPP como de la Ley Contra la Delincuencia Organizada. 111 Ver artículo 2 párrafo último de la Ley Contra la Delincuencia Organizada. 77 Cuadro 1. Diferencias de los plazos de prisión preventiva y sus posibles prórrogas, según tipo de procedimiento. Plazos de prisión Procedimiento Procedimiento para Procedimiento preventiva ordinario asuntos de tramitación especial de compleja delincuencia organizada Plazo originario 12 meses 18 meses 24 meses Prórroga 12 meses 18 meses 12 meses Prórroga en caso de 6 meses 8 meses 12 meses 6 meses No se contempla en el 12 meses sentencia condenatoria Prórroga en caso de ordenar nuevo juicio art. por reenvío 78 Capítulo III: Aplicación de la prisión preventiva en la práctica judicial: años 2008 y 2009 en los Juzgados Penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José. Sección I: Juzgado Penal del Primer Circuito Judicial de San José. Analizados y estudiados veintisiete expedientes del Juzgado Penal del Primer Circuito Judicial de San José, correspondientes a casos de reos presos, en los cuales se decretó prisión preventiva durante los años 2008 y 2009, se obtuvieron los siguientes resultados: 1.1 Número de casos en los que se decretó prisión preventiva durante los años 2008 y 2009. Se estudiaron veintisiete (27) expedientes judiciales de reos presos, en los cuales la prisión preventiva se decreta en los años 2008 y 2009. De ellos, dos (2) iniciaron en el 2008 y veinticinco (25) corresponden al 2009, esto, en términos porcentuales correspondería a un 7% y 93%, respectivamente. Además, se aclara que, en algunos casos, en el mismo expediente existía más de un imputado (a) y por consiguiente, la totalidad del número de ellos es mayor al número de expedientes analizados, aspecto que se menciona en el punto 1.7 de este apartado, correspondiente al número de indiciados según sexo y en el cuadro que se adjunta al final del mismo. 1.2 Tipo de delito investigado en las resoluciones que decretan la prisión preventiva. La mayoría de delitos investigados en los cuales se dictó esta medida cautelar, corresponde a los delitos contra la propiedad, ocho se trataban de Robo Agravado (29.62%), tres de Robo simple con 79 violencia sobre las personas (11.11%), dos de hurto simple (7.40%) y uno de estafa de seguros (3.7%). En segundo lugar, se encuentran los delitos sexuales, dos de violación (7.40%), dos de abuso sexual contra persona menor de edad o incapaz (7.40%) y uno de abuso sexual contra persona mayor de edad (3.7%). En paridad de condiciones, se encontraron dos delitos contra la vida, uno de homicidio simple (3.7%) y otro de lesiones leves (3.7%), y dos delitos de venta de droga (7.40%). Es relevante señalar, que en el caso del Homicidio, se imputaba el hecho a dos personas, quienes descontaron prisión preventiva, ello quiere decir, que a pesar de tratarse de un solo expediente, se involucran dos reos presos. Por otra parte, es importante destacar, que se ubicaron delitos tipificados en legislación especial, tal es el caso de la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres, Nº 8589. Sobre la misma, se ubican cuatro delitos, tres de amenazas contra una mujer (11.11%) y uno de incumplimiento de una medida de protección (3.7%). 80 Tipo de delito investigado en las resoluciones que decretan prisión preventiva y número de casos en que se aplica 1 Incumplimiento de medida 3 Amenazas contra mujer 2 Venta de droga Lesiones leves 1 Homicidio simple 1 Abuso sexual contra mayor 1 Abuso sexual contra menor 2 Violación 2 1 Estafa de seguros 2 Hurto simple 3 Robo simple con violencia 8 Robo Agravado 0 2 4 6 8 Gráfico 1: Tipo de delito investigado en las resoluciones que decretan prisión preventiva y número de casos en que se aplica. 81 1.3 Tipo de causal o presupuestos procesales utilizados en las resoluciones que decretan la prisión preventiva. En la mayoría de expedientes analizados, los presupuestos procesales utilizados por el Juez Penal para decretar la prisión preventiva, fueron los peligros clásicos contemplados en el artículo 239 del Código Procesal Penal, es decir, el Peligro de Fuga, el de Obstaculización, el de Reiteración Delictiva y el Peligro para la Víctima. Sin embargo, es necesario aclarar, que en algunos casos se aplicó únicamente uno de ellos, en otros dos o tres, y en algunos se combinaron estos presupuestos con los nuevos previstos en el numeral 239 bis del mismo código. Además, es importante resaltar, que en ningún caso se utilizaron únicamente las nuevas causales de prisión preventiva implementadas a partir de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas y Testigos. Esto demuestra que en el Juzgado Penal del Primer Circuito Judicial de San José, ha prevalecido el criterio de que las causales del 239 bis deben aplicarse en conjunto y no aisladamente de los peligros que establece el artículo 239, al parecer para evitar cualquier posible inconstitucionalidad 112. 1.4 Presupuestos procesales del artículo 239 del Código Procesal Penal. Se hará referencia en esta parte de la investigación, a los presupuestos procesales clásicos contemplados en el artículo 239 del CPP y a su utilización en las resoluciones analizadas en el Juzgado Penal de San José. De esta forma, se aclara que los datos que se detallan en el texto y en los gráficos, expresan el número de veces en que son utilizados los presupuestos y no el número de casos en que se aplicaron, esto por cuanto, en una misma resolución de un expediente, se mencionan varios presupuestos para fundamentar la procedencia de la prisión preventiva, es decir, que en un solo caso se aplican varios presupuestos, por consiguiente, ello generará un mayor número de ocasiones en que se utiliza la causal respecto al número de casos encontrados. En los apartados siguientes, referentes al tema de los presupuestos o peligros procesales, se contabilizará el número de veces en que fueron aplicados y se obtendrá el valor porcentual que representa cada 112 Ver Capítulo II, Sección II de esta investigación. pág. 49, párrafos segundo y tercero. 82 causal, dependiendo del número de veces en que se aplicó con respecto al total de causales utilizadas. 1.4.1 Peligro de Fuga: Debe iniciarse este apartado de la sección, manifestando las ocasiones en que se aplicó este peligro procesal. En veintitrés (23) ocasiones, que representan el 39.65% del total de causales utilizadas, el peligro de fuga fue uno de los fundamentos procesales usados para decretar la prisión preventiva, resultando el presupuesto procesal más aplicado en el Juzgado Penal de San José para ordenar esta medida cautelar. Ahora bien, una vez manifestado un aspecto meramente cuantitativo, se procede a realizar la exposición y análisis de los argumentos utilizados por los jueces en las resoluciones que decretan la prisión preventiva, referentes al peligro de fuga. Se utilizaron principalmente los criterios planteados en el artículo 240 inciso a) del CPP, numeral que establece los criterios a considerar para valorar la existencia o no del peligro de fuga. De este modo, la mayoría de resoluciones relacionaron el peligro con la falta de arraigo, el cual puede ser de diversos tipos: domiciliar, laboral o familiar. La falta de arraigo domiciliar, se le atribuye a un imputado, cuando en su declaración de datos previos no brinda una dirección, o cuando la otorga pero de forma imprecisa. En los casos analizados, también se utilizó este argumento, cuando la persona investigada era extranjera y no tenía mucho tiempo de vivir en el país, lo cual puede llevar a pensar que probablemente huirá del territorio nacional a su país de origen; incluso en ocasiones, este fundamento tenía mayor sustento cuando el extranjero era indocumentado, pues en esas circunstancias, la condición migratoria del imputado no era clara y la probabilidad de fuga se considera aún mayor. Además, en uno de los casos estudiados, el Juez Penal fundamenta la ausencia de arraigo domiciliar, en el hecho que el encartado no vive en la dirección que dio, esto porque en dicho caso 83 en particular, se había tratado de corroborar la misma enviando a oficiales de la Fuerza Pública y no lo ubicaron en el lugar. Ahora bien, respecto a la falta de arraigo laboral, se explica en las resoluciones, que el mismo se presume, cuando el imputado tiene un trabajo informal o del todo no tiene, por ejemplo, en uno de los casos se mencionó que el imputado era comerciante y podría abstraerse de la acción de la justicia, por cuanto las características de dicha actividad, conllevan a pensar que no tiene un patrono único ni jornada laboral establecida, elementos esenciales que implican cierta contención para que la persona mantenga su trabajo y no huya a pesar de estar siendo investigada. Por otro lado, en cuanto a la ausencia de arraigo familiar, éste se utiliza en los casos donde la persona no tiene familia en el país, como el caso de extranjeros, o en caso de que exista dicho arraigo pero el mismo sea muy débil, por ejemplo, cuando el encartado únicamente tiene una compañera sentimental con la que ha convivido poco tiempo o cuando no convive o no tiene contacto con ningún familiar. Asimismo, es importante mencionar que en muchos casos, además de la ausencia de alguno o varios de los arraigos antes explicados, los jueces penales fundamentan el peligro de fuga, en la posible alta pena a imponer113, pues partiendo del delito investigado o si se trata de más de uno, se considera que el imputado puede sentir mucho temor al conocer cuál sería la sanción que llegaría a atribuírsele, determinándose a escapar. 1.4.2 Peligro de Obstaculización: Previo a realizar el análisis de los fundamentos utilizados por los jueces referentes a este peligro procesal, debe iniciarse este apartado de la sección, manifestando que el mismo fue aplicado en diecisiete (17) ocasiones, lo que representa un 29.31% del total de causales utilizadas. Aspecto que lleva a concluir, que es el segundo presupuesto procesal más aplicado en el Juzgado Penal de San José. 113 Ver artículo 240 inciso b) del CPP. 84 De esta forma, habiendo mencionado los datos anteriores, se continúa con el análisis cualitativo. Respecto a esta causal, en las resoluciones que decretan la prisión preventiva, se fundamenta dependiendo del caso concreto y del tipo de delito investigado, pero en general, el objetivo es el que indica claramente el Código Procesal Penal en su artículo 241 inciso b, es decir, para evitar que el imputado influya sobre otros posibles imputados, testigos o sobre la misma parte ofendida, para que se comporten de manera reticente y no colaboren con la investigación del proceso. Por ejemplo, cuando se presume que el imputado evitará que el (la) ofendido (a) o algún testigo rinda declaración, amenazándolos o intimidándolos para que no lo hagan o para que cambien la versión dada previamente. En uno de los expedientes estudiados, se decretó la prisión preventiva con base en este peligro procesal, argumentando que los encartados formaban parte de una organización criminal, de la cual muchos de ellos aún no se encontraban detenidos, así pues si los imputados quedaban en libertad podían alertarlos y evitar su detención. Asimismo, en otro caso de venta de drogas, se buscó evitar con la medida cautelar dictada, que el encartado diera aviso del proceso a sus cómplices o a los proveedores de la droga. Por otra parte, en casos de amenazas contra mujer, se explica que al tratarse de casos muy violentos, si el imputado queda en libertad, podría atentar contra la ofendida, lo cual implica un riesgo para su vida, máxime cuando ha sido amenazada de muerte. Esto se alega en casos que claramente reflejan que el imputado es un sujeto amenazante y violento. También, en otros supuestos se contempla dentro de este peligro procesal, el riesgo para el resto de la familia, cuando se está en presencia de violencia intrafamiliar. Igualmente, respecto a delitos de incumplimiento de medida de protección, se fundamenta este presupuesto procesal, en casos que el imputado se caracterice por ser una persona violenta o agresiva, que pueda persuadir a la parte ofendida para que desista del proceso o no rinda declaración, o simplemente que la pueda amenazar o intimidar. Dichos aspectos son valorados aún más cuando se está en presencia de un ciclo de violencia doméstica. 85 1.4.3. Peligro de reiteración delictiva: Previo a realizar el análisis de los argumentos utilizados por los jueces referentes a este peligro procesal, debe iniciarse este apartado, manifestando que el mismo fue aplicado en quince (15) ocasiones, es decir, representa un 25.86% del total de causales utilizadas. Dato que en conjunto con los expuestos en las causales antes explicadas, permite concluir que es el tercer presupuesto procesal más aplicado en el Juzgado Penal de San José. Sobre este presupuesto procesal, en los expedientes estudiados se explica que este peligro se presenta cuando el imputado tiene expediente criminal, incluido en éste, antecedentes criminales o cuando ha tenido que presentarse a estrados judiciales porque existen investigaciones de otros delitos en los que figura como sospechoso, aspectos que hacen presumir que el imputado tiene una actividad criminal regular. De este modo, puede decirse que este peligro procesal es más utilizado cuando el imputado ha tenido varias “pasadas”114 ante las autoridades judiciales, por la posible comisión de diferentes delitos o simplemente cuando cuenta con juzgamientos previos. 1.4.4. Peligro para la víctima: De la totalidad de expedientes estudiados, este peligro procesal se ubica en cuarto lugar en la escala de los peligros procesales contemplados en el numeral 239 del CPP más utilizados, pues únicamente en tres (3) ocasiones fue empleado como argumento para decretar la prisión preventiva, dato que representa el 5.17% del total de causales encontradas. Ahora bien, al analizar en cuáles casos se aplicó esta causal, debe mencionarse que se utilizó principalmente en los delitos contemplados por la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres, es decir, los de incumplimiento de medida de protección y en los de amenazas contra una mujer. En el primero de ellos, se explicó que existía un peligro para la víctima al considerar que el 114 Ver nota al pie 94, supra pág. 64. 86 imputado la había agredido en varias ocasiones y ella tenía una incapacidad física que le impedía defenderse de las mismas. También, en el asunto de las amenazas, el peligro para la víctima se presenta a raíz de que el imputado es muy violento y ha llegado a amenazarla de muerte, incluso a sus hijos. Finalmente, en el último caso que se aplicó esta causal, el delito atribuido al imputado era de lesiones leves. En éste, se explicó que el encartado era una persona muy violenta y agresiva, había lastimado a la ofendida causándole lesiones leves; además de considerar que se estaba en presencia de un asunto donde se encontraba a la víctima en un ciclo de violencia doméstica. Tipo de presupuesto procesal y número de veces que es utilizado en resoluciones que decretan prisión preventiva 25 23 17 Cantidad 20 15 15 10 3 5 0 Peligro de Fuga Peligro de Obstaculización Reiteración Delictiva Peligro para la Víctima Gráfico 2: Tipo de presupuesto procesal y número de veces que es utilizado en resoluciones que decretan prisión preventiva. 87 1.5. Presupuestos procesales del artículo 239 bis del Código Procesal Penal. Debe destacarse con respecto a las nuevas causales de prisión preventiva, que no fueron implementadas como fundamento de la resolución que decretó la medida cautelar en forma independiente a las contempladas en el numeral 239 del CPP, esto quiere decir, que en los casos en que fueron utilizadas, el Juez Penal aplicó alguno de los nuevos presupuestos en conjunto con alguno (os) de los previstos en el artículo 239. En ese sentido, reiteramos lo manifestado párrafos anteriores, respecto a la prevalencia de la interpretación de este artículo, de aplicar estas nuevas causales conjunto con las del artículo 239 y la imposibilidad de aplicarlas aisladamente por cuestiones de constitucionalidad115. Así pues, de los veintisiete expedientes estudiados en este Juzgado Penal, solamente en ocho de ellos se hizo mención a estos nuevos peligros procesales, lo que representa un 29.62% del total. De estos ocho expedientes, en siete de ellos (87.5%) la nueva causal utilizada, fue la del inciso a del numeral 239 bis, referente a casos de flagrancia en delitos contra la vida, delitos sexuales, delitos contra la propiedad en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas y en delitos relacionados con estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, legitimación de capitales y actividades conexas. En tres de los expedientes se investiga el robo agravado, en dos la venta de drogas, en uno violación y en otro el hurto simple. De éstos, en dos de los casos (robo agravado y violación), se usaron dos de las nuevas causales del 239 bis, la del inciso a (flagrancia) y del inciso c (reincidencia en delitos en que ha mediado violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas) y en otro expediente de robo agravado, también se usaron dos de los nuevos presupuestos procesales, el que establece el inciso a (flagrancia) y el b (que imputado haya sido sometido al menos en dos ocasiones a procesos penales en los que medie violencia sobre las personas o fuerza sobre las 115 Ver página 92 supra, apartado 1.3. Tipo de causal o presupuestos procesales utilizados en las resoluciones que decretan la prisión preventiva y nota 113. 88 cosas y se haya planteado acusación y solicitud de apertura a juicio). También, es necesario mencionar que en ningún expediente se aplicó la causal del inciso d del art. 239 bis, referente a la delincuencia organizada. Ahora bien, pasando a analizar los argumentos expuestos en las resoluciones, se inicia con los casos de delitos contra la propiedad en los que medió violencia contra las personas. En uno de ellos, los oficiales de la Fuerza Pública observaron cuando el encartado despojó a la víctima de su bolso y posteriormente lo aprehendieron. Además, en los delitos relacionados con estupefacientes, sustancias psicotrópicas y drogas de uso no autorizado, los oficiales se percataron del intercambio de droga y dinero, posteriormente al requisar al encartado le encontraron cincuenta y nueve envoltorios de crack y dinero. Asimismo, en el otro asunto de venta de drogas, se sorprendió al imputado con cuarenta y nueve puchos de marihuana y cuatro cajetas de esta droga, cantidad de droga que se presume era para la venta y no para consumo. Por otra parte, en uno de los expedientes de robo agravado en que se utilizó la causal de flagrancia, también se dictó la prisión preventiva con base en que el imputado ha sido sometido dos veces a procesos penales en los cuales se ha formulado acusación y en el delito investigado medió violencia contra las personas. Esto encuadra en el inciso b del artículo 239 bis del Código Procesal Penal. También, en otro caso que investigaba la comisión de un delito de robo simple con violencia sobre las personas, (caso que representa el 12.5% del total de ocho), se decretó la prisión preventiva argumentando que se cumplía con lo referido en el inciso c del numeral 239 bis CPP, por cuanto el encartado era reincidente en la comisión de hechos delictivos en los que media violencia contra las personas, había sido sometido en dos ocasiones a procesos que se caracterizaron por ese modo de actuar. En dos de los casos que consideraron la flagrancia como presupuesto para dictar la prisión preventiva, también se utilizó la causal contemplada en el artículo 239 bis inciso c, referente a la reincidencia en la comisión de delitos en los que ha mediado violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas. En uno de ellos el fundamento utilizado fue, que el imputado había sido detenido en varias oportunidades por la posible comisión de diferentes delitos, entre ellos, robo simple, agravado, 89 agresión con arma, resistencia y en general tenía seis “pasadas” por las autoridades judiciales, aspectos que llevan a concluir que el imputado siempre actuaba con el mismo “modus operandi” y hacía de esa actividad criminal su estilo de vida. Y en el otro asunto, se valoró que el encartado tenía diez “pasadas” a estrados judiciales por delitos contra la propiedad, de los cuales en algunos se había actuado con violencia sobre las personas o fuerza sobre las cosas. En estos últimos tres casos que hacen alusión al tema de la reincidencia prevista en el inciso c) del 239 bis del CPP, resulta de interés destacar, que los jueces penales interpretaron que la reincidencia en la comisión de hechos delictivos en los que media violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, no solo implica que el encartado tuviera juzgamientos penales anteriores, esto quiere decir, que también se considera reincidencia en estos casos, cuando ha mediado la violencia o la fuerza, pero no hayan condenatorias, simplemente con que existan detenciones o procesos judiciales pendientes en contra del encartado, aplica esta causal116. Número de veces que son utilizados los presupuestos procesales del art. 239 bis 8 7 6 5 4 3 2 1 0 7 3 1 Flagrancia 239 bis inc. a 239 bis inc. b 0 Reincidencia 239 bis inc. c Delincuencia organizada Gráfico 3: Número de veces que son utilizados los presupuestos procesales del art. 239 bis. 116 Sobre este tema ver: Capítulo II, Sección II, apartado 2.3. supra págs. 63-67. 90 1.6. Plazos de decreto de prisión preventiva. Los plazos de prisión impuestos varían, pero en la mayoría de casos se impusieron tres meses de prisión, esto en doce de los casos estudiados (veintisiete), lo que representan un 44.44% del total. Además, en cinco se decretan dos meses de prisión preventiva (18.5%). Además, solamente en seis de los casos estudiados, correspondientes al 22.22%, se decretó la prisión por un mes y en otros cuatro se decretó por cuatro meses, último dato que equivale al 14.8%. Plazos de prisión preventiva según número de casos 6 4 4 meses 5 12 3 meses 2 meses 1 mes Gráfico 4: Plazos de prisión preventiva según número de casos. 1.7. Número de indiciados según condición de género o sexo. En los expedientes analizados de los años 2008 y 2009 en este Juzgado Penal, todos los imputados son de sexo masculino, por consiguiente, 34 imputados son hombres y representan el 100% del total. 91 Número de imputados según sexo 35 30 25 20 15 10 5 0 34 0 Masculino Femenino Gráfico 5: Número de imputados según sexo. En el siguiente cuadro se hace un resumen de los aspectos explicados en los apartados anteriores, con el objetivo de reflejar los resultados de la investigación en forma breve, en cuanto al número de imputados, delitos investigados, presupuestos procesales utilizados, plazo de prisión preventiva impuesto y sexo del imputado. Cuadro 2. Casos estudiados en el Juzgado Penal de San José, Primer Circuito Judicial, según número de imputados. # de Delito Presupuestos procesales imputados Plazo Sexo de prisión Imputado 1. Estafa de seguros Peligro de Fuga 3 meses Masculino 2. Robo agravado Peligros: Fuga, 4 meses Masculino obstaculización y reiteración delictiva 3. Robo simple con Peligros: Fuga, 92 Masculino violencia sobre las Obstaculización, reincidencia y 4. personas 239 bis inc. b. Robo agravado Peligros: Fuga y 2 meses 1 mes Masculino Obstaculización. 5. Homicidio simple Peligro de fuga 3 meses Masculino 6. Robo agravado Peligro de fuga, Flagrancia 3 meses Masculino 2 meses Masculino 1 mes Masculino 2 meses Masculino (239 bis inc. a) y 239 bis inc. b. 7. 8. Amenazas contra Peligros: Fuga, obstaculización mujer y reiteración delictiva Robo simple Peligros: Fuga, obstaculización y reiteración delictiva 9. Abuso sexual Peligros: Fuga, obstaculización contra persona y reiteración delictiva. menor de edad 10 Homicidio simple Peligro de Fuga 3 meses Masculino 11. Incumplimiento de Peligros: Fuga, obstaculización 3 meses Masculino medida de y peligro para la víctima. 3 meses Masculino 4 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino protección 12. Venta de drogas Peligro de reiteración delictiva y Flagrancia (239 bis inc. a). 13. Violación Peligros: Fuga, obstaculización, reincidencia (239 bis inc. c) y flagrancia. 14. Robo agravado Peligros: Fuga y reiteración delictiva 15. Hurto simple Peligros: Fuga y reiteración delictiva 16. Violación Peligros: Fuga y 93 obstaculización 17. Robo Agravado Peligros: Fuga, 3 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino 3 meses Masculino 1 mes Masculino Obstaculización y reiteración delictiva 18. Robo Agravado Peligros: Fuga, Obstaculización y reiteración delictiva 19. Robo Agravado Peligros: Fuga, Obstaculización y reiteración delictiva 20. Robo Agravado Peligros: Fuga, Obstaculización y reiteración delictiva 21. Robo Agravado Peligros: Fuga, Obstaculización y reiteración delictiva 22. Robo Agravado Peligros: Fuga, Obstaculización y reiteración delictiva 23. Robo simple con Peligros: Fuga y reiteración violencia sobre las delictiva personas 24. Robo Agravado Peligros: Obstaculización, reiteración delictiva y flagrancia (239 bis inc. a) 25. Lesiones leves, Peligros: Fuga, incumplimiento de Obstaculización y peligro para medida de la víctima 94 protección y amenazas contra mujer 26. Venta de droga Peligros: Fuga, 4 meses Masculino 2 meses Masculino 2 meses Masculino Obstaculización y Flagrancia (239 bis inc. a) 27. 28. 29. Robo agravado y Peligros: Fuga, amenazas Obstaculización y Flagrancia agravadas (239 bis inc. a) Robo agravado y Peligros: Fuga, amenazas Obstaculización y Flagrancia agravadas (239 bis inc. a) Abusos sexuales Peligro de Fuga 2 meses Masculino Amenazas contra Peligros: Fuga, 4 meses Masculino mujer Obstaculización y reincidencia Amenazas contra Peligros: Fuga, 1 mes Masculino mujer y agresión Obstaculización y peligro para con arma la víctima y testigos Hurto simple Presupuestos procesales: 1 mes Masculino 1 mes Masculino 1 mes Masculino contra persona mayor de edad 30. 31. 32. reiteración delictiva y flagrancia (239 bis inc. a) 33. Robo Agravado Peligros: Fuga, Obstaculización y reiteración delictiva 34. Robo Agravado Peligros: Fuga, Obstaculización y reiteración 95 delictiva 96 Sección II: Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial de San José (Goicoechea). Al haberse efectuado el análisis de veintiocho expedientes ubicados en el Juzgado Penal del Segundo Circuito Judicial de San José, correspondientes a casos de reos presos, en los que se decretó la prisión preventiva durante los años 2008 y 2009, se obtuvieron los siguientes resultados: 2.1 Número de casos en los que se decretó prisión preventiva durante los años 2008 y 2009. Se ubicaron y analizaron en total, veintiocho (28) expedientes judiciales de casos de reos presos, iniciados en los años 2008 y 2009. De éstos, diez (10) de ellos iniciaron en el 2008 y dieciocho (18) en el 2009, lo cual en términos porcentuales, se refleja con un 36% para los expedientes del 2008 y 64% para los del 2009. Se hace la aclaración respecto a la diferencia entre el total de número de casos y el número de imputados, este hecho se genera porque en algunos casos estudiados, en el mismo expediente se atribuye la comisión del delito (s) a más de un imputado (a) y por consiguiente, la totalidad del número de ellos es mayor al número de expedientes analizados. Este aspecto, se menciona en el punto 2.7 de este apartado, correspondiente al número de indiciados según sexo y en el cuadro que se inserta al final del mismo. 2.2 Tipo de delito investigado en las resoluciones que decretan la prisión preventiva. Es relevante mencionar que en algunos casos estudiados, se investiga más de un delito, es decir, por el tema de los concursos de delitos117, en un solo expediente pueden ser atribuidos dos o más delitos al imputado. Siendo así, a pesar de tratarse de veintiocho casos en total, el número de delitos encontrados resulta mayor, en este caso treinta y ocho, cifra que en adelante constituye referencia para establecer los valores porcentuales. 117 Ver nota al pie 100, supra. Pág. 70. 97 Una vez efectuada tal aclaración, se continúa con el detalle de los resultados obtenidos en la investigación, en cuanto a este tema. La mayoría de delitos investigados en los cuales se dictó esta medida cautelar, corresponde a los delitos contra la propiedad; nueve son de robo agravado, que representan un 23.68%, tres son de robo simple con fuerza sobre las cosas (dos en grado de tentativa), correspondientes a 7.89%, uno de hurto simple, uno de fraude informático y uno de estafa, cada uno representa un 2.63% del total de delitos investigados. Además, se encontraron delitos contra la vida, dos homicidios calificados (5.26%), uno de ellos en grado de tentativa, tres homicidios simples (7.89%) uno en grado de tentativa y uno de agresión con arma (2.63%). Por otra parte, es importante destacar, que se ubicaron delitos tipificados en legislación especial, tal es el caso de la Ley de Penalización de la Violencia Contra las Mujeres. Se ubican cuatro delitos de incumplimiento de medida de protección (10.52%), dos de amenazas contra una mujer (5.26%) y una tentativa de femicidio (2.63%). Respecto a delitos contemplados en la Ley de Psicotrópicos, se encontraron dos: uno de venta de drogas (2.63%) y otro de posesión agravada de drogas ilícitas para el tráfico (2.63%). Además, dentro de los delitos contra la fe pública, se encontraron dos de falsificación de documento (5.26%) y dos de uso de documento falso (5.26%), y contra la autoridad pública, dos delitos de desobediencia (5.26%). Finalmente, en los demás casos se ubicaron uno de abuso sexual contra persona mayor de edad y uno de incendio, cada uno representa el 2.63% del total de delitos. 98 Tipo de delito investigado en resoluciones que decretan prisión preventiva y número de veces en que se aplica Incendio Abuso sexual contra mayor de edad Desobediencia Uso de documento falso Falsificación de documento Venta de drogas Femicidio Amenazas contra mujer Incumplimiento de medida de protección Agresión con arma Homicidio simple Homicidio calificado Estafa Fraude informático Hurto simple Robo simple con fuerza sobre las cosas Robo Agravado 1 1 2 2 2 2 1 2 4 1 3 2 1 1 1 3 9 0 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Gráfico 6: Tipo de delito investigado en resoluciones que decretan prisión preventiva y número de veces en que se aplica. 2.3 Tipo de causal o presupuestos procesales utilizados en las resoluciones que decretan prisión preventiva. En la mayoría de expedientes analizados, los presupuestos procesales utilizados para decretar la prisión preventiva, fueron los peligros clásicos contemplados en el artículo 239 del CPP, es decir, el Peligro de Fuga, el de Obstaculización, el de Reiteración Delictiva y el Peligro para la Víctima. En ese sentido, debe mencionarse, que en algunos casos se aplicó únicamente uno de ellos, en otros dos o tres, y en algunos se combinaron estos presupuestos con los nuevos previstos en el numeral 99 239 bis del mismo código. Además, es importante resaltar, que en ningún caso se utilizaron únicamente las nuevas causales de prisión preventiva implementadas a partir de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas y Testigos, esto por cuanto en este Juzgado Penal, se sigue el criterio de aplicar las causales del 239 bis en conjunto y no aisladamente de los peligros que establece el artículo 239, por tratarse de un requisito de constitucionalidad en la utilización de la nueva regulación de la prisión preventiva, aspecto que se explicó en el capítulo II, sección II de esta investigación. 2.4 Presupuestos procesales del artículo 239 del Código Procesal Penal. Se hará referencia en esta parte de la investigación, a los presupuestos procesales clásicos contemplados en el artículo 239 del CPP y a su utilización en las resoluciones analizadas en el Juzgado Penal de Goicoechea. De esta forma, se aclara que los datos que se detallan en el texto y en los gráficos, expresan el número de veces en que son utilizados los presupuestos y no el número de casos en que se aplicaron, esto por cuanto, en una misma resolución del expediente, se mencionan varios presupuestos para fundamentar la procedencia de la prisión preventiva, es decir, que en un solo caso se aplican varios presupuestos, por consiguiente, ello generará un mayor número de ocasiones en que se utiliza la causal respecto al número de casos encontrados. En los apartados siguientes referentes al tema de los presupuestos o peligros procesales, se contabilizará el número de veces en que fueron aplicados y se obtendrá el valor porcentual que representa cada causal, dependiendo del número de veces en que se aplicó con respecto al total de causales utilizadas. 2.4.1 Peligro de Fuga: En principio, debe iniciarse este acápite, manifestando en cuántas ocasiones fue aplicado este peligro procesal. Una vez efectuada la investigación, se llegó a determinar que en dieciocho (18) ocasiones, es decir, el 29.50% del total de causales utilizadas, el peligro de fuga fue uno de los fundamentos procesales usados para decretar la prisión preventiva. Sin embargo, no resultó ser el 100 presupuesto procesal más aplicado, sino que se ubica en segundo lugar, siendo superado por el peligro de obstaculización, el cual se expondrá más adelante en el apartado siguiente (2.4.2). Referente al peligro de fuga, se utilizaron como fundamento del mismo, los criterios establecidos en el artículo 240 del CPP118, principalmente los mencionados en el inciso a y b. En ese sentido, se hará mención al tema del arraigo y sus tipos. En cuanto al arraigo domiciliar, el cual está determinado por el domicilio o residencia habitual del imputado, en algunos casos se alegó la falta de domicilio, porque el mismo no tenía uno fijo, ya que deambulaba por diferentes hoteles y habitaciones de alquiler; además, porque en el expediente había constancias de diligencias donde no lograron ubicarlo. En otros casos, es interesante observar, que se trata de corroborar la dirección suministrada por el imputado de diversas formas, ya sea con llamadas telefónicas a familiares o por medio de diligencias de la fuerza pública. Así en uno de los casos, se conversó con un familiar del imputado quien manifestó, que el mismo no vivía regularmente en la dirección que brindó, sino que se encontraba allí esporádicamente; esto se plasmó en una constancia que llegó a utilizar el Juez penal, para determinar que existía un grado de duda respecto al arraigo domiciliar del encartado y así considerar la existencia de un peligro de fuga latente. En otro de los expedientes estudiados, se argumentó la falta de este tipo de arraigo, pues se trataba del domicilio de la madre del imputado, no el de éste y el hecho de que el encartado pasara regularmente por la vivienda de su madre, no implicaba certeza respecto a la frecuencia con la que podía estar allí, para efectos de ser citado. 118 Artículo 240.- Peligro de fuga. Para decidir acerca del peligro de fuga se tendrán en cuenta, especialmente, las siguientes circunstancias: a) Arraigo en el país, determinado por el domicilio, residencia habitual, asiento de la familia, de sus negocios o trabajo y las facilidades para abandonar definitivamente el país o permanecer oculto. La falsedad, falta de información o de actualización del domicilio del imputado constituirá presunción de fuga. b) La pena que podría llegar a imponer en el caso. c) La magnitud del daño causado. d) El comportamiento del imputado durante el procedimiento o en otro proceso anterior, en la medida que indique su voluntad de someterse a la persecución penal. 101 Ahora bien, pasando al tema del arraigo laboral, en las resoluciones se analiza si el tipo de actividad de trabajo y las condiciones del mismo, otorgan suficiente contención para que el imputado no lo abandone. De este modo, en un caso se atribuía al imputado la falta de este tipo de arraigo, por ser un recolector y vendedor de chatarra, pues la naturaleza de este trabajo, hace impredecible su paradero y por lo tanto es una persona difícil de localizar. En otros casos, se explica la falta de arraigo laboral, considerando que el imputado es taxista informal y dicha actividad puede realizarla en cualquier parte del país. También, en otro asunto, el encartado menciona que es mecánico pero ni siquiera conocía el nombre del taller, aspecto que hace presumir un peligro de fuga. Además, en otro asunto, se hizo referencia al arraigo laboral, analizando individualmente la situación de cada imputado, uno de ellos cuidaba carros, pero para el Juez, esta actividad no refleja estabilidad laboral, pues si se analiza la misma, pueden desprenderse diversos aspectos que incrementan la posibilidad de fuga, entre estos: no tiene patrono, no ofrece vinculación a una zona determinada y no cotiza para la Caja Costarricense de Seguro Social, todos estos factores no lo obligan a mantenerse en un lugar determinado. Por su parte, respecto del otro imputado, éste era conductor de tráiler y se consideró que dicha actividad no otorga permanencia ni estabilidad en un lugar específico. Finalmente, se considera que existe una carencia de este tipo de arraigo, cuando del todo, el imputado no tiene trabajo, es decir, se encuentra desempleado. En estos casos, es evidente la falta de arraigo laboral y es sumamente difícil para la defensa desvirtuar tal argumento utilizado en contra del encartado, pues ante esa situación la posibilidad de evadir la acción de la justicia, dándose a la fuga resulta mucho mayor si se compara con una persona que realiza algún tipo de trabajo. En general, de las resoluciones estudiadas, se puede extraer que los jueces penales consideran la falta de arraigo laboral y domiciliar, cuando no se garantiza la permanencia del imputado en un sitio determinado, en el que pueda ser localizado y así permitir el ejercicio de la acción penal y el desarrollo del proceso, evitando cualquier posibilidad de evasión del mismo. 102 Por otro lado, en cuanto al arraigo familiar, este aspecto fue valorado en pocos asuntos, únicamente en cuatro de ellos. En términos generales, puede decirse que respecto a este tema, que se considera que existe arraigo familiar cuando el imputado vive o tiene contacto con su familia, cuando tiene hijos o familiares que dependan económicamente de él, o cuando tiene un cónyuge o conviviente. Ahora bien, se pasa a continuación a analizar cada caso en particular. Primero, en un caso de robo agravado, se menciona que hay una carencia de arraigo familiar, porque el imputado es soltero y ninguna persona depende económicamente de él. En otro asunto de falsificación de documento, uso de documento falso y fraude informático (estos delitos en concurso, investigados en una sola causa), se explica que falta arraigo familiar porque la esposa del encartado se encuentra fuera del país y además, no tiene hijos. También, en un caso de tentativa de homicidio simple, se explicó que el imputado es nicaragüense, tenía facilidades para abandonar el país y ante esas circunstancias era posible que huyera a su país de origen. En última instancia, en uno de los expedientes de incumplimiento de medida cautelar y amenazas contra mujer, solo se menciona que el imputado no tiene arraigo de este tipo y que puede desaparecer o abandonar el país, pero no se explica el por qué, es decir, simplemente se cita, pero no se detalla y analiza claramente las razones por las cuales se concluye de tal manera. Por otra parte, también se fundamenta el peligro de fuga en la posible pena a imponer, en cuanto a este rubro, en muchos casos se argumenta que ante la posibilidad de imponer una alta pena al imputado, ello implica la no posibilidad de que le otorguen el beneficio de ejecución condicional de la pena o alguna otra medida alternativa, y esto puede motivarlos a evadir la acción de la justicia. También, se valoran los extremos de la pena del delito investigado y en algunos casos se detalla el quantum de ésta, por ejemplo, en casos de de robo agravado, que la penalidad va de cinco a quince años de prisión o en la posesión agravada de drogas para el tráfico, cuyo extremo menor es de ocho años de prisión. A partir de ello, los jueces manifiestan que no pueden optar por algún beneficio y al no poder acceder a algún tipo de medida alternativa, la alta penalidad resulta un aliciente para que los imputados se oculten o salgan del país y no se sometan al proceso. Igualmente, se analiza que 103 ante la multiplicidad de delitos investigados, la eventual condena y penas a imponer resultarían muy altas, razón por la cual el imputado podría fugarse. Finalmente, el último argumento utilizado para fundamentar el peligro de fuga, es la magnitud del daño causado y fue planteado en cinco de los casos estudiados. En el primero de ellos se menciona, que el daño tiene importancia y no es justificable que se dañe la propiedad ajena, además, que el delito es tentado porque intervino un tercero que lo aprehendió, sino probablemente lo hubiera consumado (caso de robo simple con fuerza sobre las cosas en grado de tentativa). En otro caso de robo agravado, se fundamentó la privación de libertad del imputado, en la magnitud del daño causado, argumentando que se atentó gravemente contra el bien jurídico propiedad y vida, pues los imputados apuntaron con un arma de fuego en los órganos vitales de los ofendidos. Y en los últimos dos casos, son mencionados como fundamento pero no se explican, solamente lo citan como una simple frase, aspecto que demuestra evidentemente una falta de fundamentación y una repetición de lo expuesto en el CPP en los artículos referentes a la prisión preventiva, sin hacer un análisis (casos de homicidio simple, homicidio calificado, robo agravado). 2.4.2 Peligro de Obstaculización: De la totalidad de expedientes estudiados, este fue el peligro procesal más utilizado, pues en veinte (20) ocasiones fue mencionado como argumento para decretar la prisión preventiva, dato que representa el 32.78% del total de causales aplicadas. Además, debe mencionarse que el aspecto más utilizado al explicar esta causal, es el que establece el inciso b) del artículo 241 del CPP, que se refiere a la sospecha de que el imputado influirá para que coimputados, testigos o peritos informen falsamente o se comporten de manera desleal o reticente, o inducirá a otros a realizar tales comportamientos. De este modo, expresamente en la mayoría de casos revisados en que se utilizó este peligro procesal, se menciona que existe peligro de que el imputado intimide a los testigos o al ofendido, para que no declaren o cambien la versión de los hechos, esto cuando el encartado se ha caracterizado por ser muy violento o cuando conoce a los testigos y puede llegar a ubicarlos. 104 En algunos casos, se analizaron hechos concretos, que hacían presumir un peligro de obstaculización mayor, por ejemplo, en un delito de homicidio simple, se manifestó que el imputado se había presentado varias veces frente a la vivienda de la madre del ofendido y demás familiares para intimidarlos. En otro asunto, se dijo que el encartado vive en la misma zona que los testigos y al haber demostrado ser una persona violenta, existe peligro de que quiera influenciarlos o que los intimide (esto en un caso de robo agravado). Por otra parte, es relevante referirse a uno de los casos estudiados en el que se dictó una medida de internamiento119 en el Hospital Nacional Psiquiátrico en contra de la imputada, pues en la resolución se analizó por parte del juez penal que existía un peligro de obstaculización, en el tanto la encartada padece de un desorden mental que la motiva a ejecutar actos peligrosos y puede llegar a afectar a otras personas. Así pues, se consideró que se requería internar nuevamente a la imputada, con el fin que no atentara contra la integridad de las personas. Respecto a la medida de internamiento, conviene establecer sus principales diferencias con la prisión preventiva, pues aunque ambas se caracterizan por ser medidas cautelares de carácter personal, es decir, medidas privativas de libertad, la prisión preventiva se aplica a sujetos contra los cuales existan elementos de convicción suficientes para estimar que realizaron un hecho típico, antijurídico y culpable, mientras que en el caso del internamiento, esta medida se aplica a sujetos que cometieron un hecho típico y antijurídico, mas no culpable, por haber actuado en estado de inimputabilidad o imputabilidad disminuida120. Por otra parte, en uno de los casos que se imputaba al encartado un delito de Robo Agravado, se explicó que existía un peligro de obstaculización, en el tanto, los imputados tienen conocimiento de quién es el ofendido y los testigos, y por consiguiente, éstos pueden llegar a ser intimidados por alguno de los cuatro imputados. Además, se manifiesta en la resolución que se trata de hechos muy graves, pues se puso en peligro la vida del ofendido que había sido apuñaleado con tres estocadas 119 El artículo 262 del CPP, establece en qué consiste la medida de internación. Esta es una medida cautelar de carácter personal, al igual que la prisión preventiva, que consiste en internar al imputado en un establecimiento asistencial, previa comprobación, por dictamen pericial, de que sufre una grave alteración o insuficiencia de sus facultades mentales, que lo tornan peligroso para sí o para terceros. 120 Briceño Rodríguez, Ana Gabriela. (2009). OP. CIT. Págs. 94-95. 105 por parte de uno de los encartados. Igualmente, se argumentó que faltaba prueba por recabar, propiamente un reconocimiento físico en rueda de personas, el cual constituía una prueba fundamental que podía llegar a entorpecerse con el actuar de los sospechosos. Además, en el caso de tentativa de femicidio, se alegó, que de encontrarse en libertad el imputado podía ponerse violento y amenazar a la víctima para que retirara la denuncia. En ese sentido, los casos de incumplimiento de medida cautelar, mencionan aspectos similares, pues generalmente se teme por la seguridad de la ofendida, al existir amenazas previas en su contra. En ese orden de ideas, en uno de estos delitos, con el dictado de la prisión preventiva en contra del imputado, se buscó impedir que éste intimidara, amenazara o agrediera a la ofendida y testigos, con el fin de que no declararan o comparecieran a la audiencia, o sencillamente para que cambiaran la versión de los hechos. A su vez, en este asunto, se expresó por el juez, que el imputado había demostrado ser sumamente violento y sabe cómo localizar a la ofendida y a los demás miembros de la familia, pues sabe sus horarios de estudio y de trabajo y específicamente en qué momentos se encuentran en la vivienda. En otro asunto, el imputado conocía el domicilio de los ofendidos, pues allí había ejecutado sus delitos, y se presentaba la situación de peligro porque podía amenazarlos o intimidarlos para que no comparecieran a los tribunales. También, en uno de los expedientes, el imputado había amenazado al ofendido después de cometer el delito, que si lo denunciaba lo mataría, aspecto que evidentemente demuestra un peligro de obstaculización del proceso. 2.4.3 Peligro de reiteración delictiva: Del estudio de expedientes judiciales efectuado en el Juzgado Penal de Goicoechea, el peligro de reiteración delictiva fue el tercero más utilizado, pues en diecisiete (17) ocasiones se aplicó. Este dato representa el 27.86% del total de causales encontradas. Debe destacarse, que este peligro se utilizó siempre en conjunto con uno o dos peligros procesales más y en términos generales, puede afirmarse, que los jueces penales interpretan que existe peligro 106 de reiteración delictiva, cuando el imputado cuenta con “pasadas” a los Tribunales de Justicia, es decir, las múltiples detenciones que generan su desplazamiento a al OIJ por la investigación de algún delito. También, cuando el encartado tiene juzgamientos previos, es decir, cuenta con antecedentes penales o cuando al analizar el caso en concreto, se considera que el imputado hace de la actividad delictiva su modo de vida y existen altas posibilidades de que continúe realizándolas. Otro de los argumentos, se presenta en casos en los que media violencia, pues en ellos se valora si el encartado ha desplegado sus actos delictivos de forma violenta en varias oportunidades y por tanto se presume que continuará con su comportamiento violento, por ejemplo, esto ocurre principalmente en casos de incumplimiento de medida de protección, pues en muchos de éstos, existe un ciclo de violencia doméstica. Ahora bien, una vez planteados en términos generales los argumentos principales utilizados por los jueces, para afirmar que existe peligro de reiteración delictiva, se procede a analizar los casos en particular. Primero debe destacarse uno de los casos, porque en éste se decretó una medida de internamiento en el Hospital Nacional Psiquiátrico en contra de la imputada, quien estaba siendo investigada por un delito de incendio. Así pues, se menciona en la resolución, que existía un peligro de reiteración delictiva, por cuanto la encartada ha sido internada en otras oportunidades en el hospital, al haberse comportado de forma violenta y atentar contra la integridad de otras personas. También, en un caso de falsificación de documento, uso de documento falso y fraude informático, todos en concurso material, se manifestó que el encartado tiene varias causas acumuladas, tiene expediente criminal y cincuenta y nueve pasadas a estrados judiciales por delitos contra la propiedad similares a los investigados. Considerando de este modo, que si se mantiene en libertad, continuará con el mismo comportamiento delictivo. Por otra parte, en un expediente de robo agravado, se analizaron diferentes aspectos a los mencionados en los asuntos anteriores, pues en éste presenta una condena pendiente por la comisión de un delito de la misma naturaleza y también se valoran aspectos de la materia de 107 ejecución de la pena, por cuanto el encartado tenía un beneficio de ejecución condicional de la pena, que fue revocado y por consiguiente le giraron orden de captura en su contra. También, en un caso de tentativa de femicidio, se consideró que existía reiteración delictiva porque se trata de un agresor reincidente y previamente la ofendida había solicitado medidas de protección en contra del imputado. Igualmente, en uno de los delitos de incumplimiento de medida de protección, se utilizó el peligro de reiteración delictiva para dictar la prisión preventiva, argumentando que el acusado tenía también dos causas penales pendientes con acusación, una en contra de la ofendida y en la cual el imputado se había sometido a una suspensión del procedimiento a prueba, en la que se comprometía a no amenazar ni perturbar a la ofendida, sin embargo, incumplió la medida impuesta. Del mismo modo, en otras dos causas por incumplimiento de medida de protección, existía peligro de reiteración delictiva, pues en uno de los casos se explicó que de encontrarse el imputado en libertad, podía atentar nuevamente contra la víctima, como lo estuvo haciendo desde hacía algunas semanas, instaurando un círculo de violencia doméstica que se era necesario detener. Se dijo además, que en pocos meses el imputado incurrió en reiteradas ocasiones a insultar, amenazar y agredir a la víctima desobedeciendo el decreto judicial. Por su parte, en el otro caso, se argumentó que no era la primera vez que el imputado agredía a la víctima, razón por la cual la misma lo había denunciado anteriormente, generando otra causa por el mismo delito en contra del encartado; además, lo habían detenido por el mismo delito en contra de la ofendida, razones todas estas para presumir que el imputado continuará con su actuar delictivo estando en libertad. En uno de los casos de hurto simple, se fundamentó la prisión preventiva en el peligro de reiteración delictiva, por cuanto el imputado tenía tres “pasadas” por los tribunales, todas por causas diferentes iniciadas en el 2009. Además, se consideró que había estado detenido por delitos similares al investigado, por cuanto era probable que de quedar en libertad, continuaría con un comportamiento delictivo. Por otra parte, en los delitos relacionados con sustancias psicotrópicas, el peligro de reiteración delictiva es muy frecuente, por cuanto se considera que el tráfico o venta de drogas es su modo de 108 vida, viven de ello y lo realizan muy frecuentemente, por lo cual existen altas posibilidades de que continúen con la actividad delictiva si se encuentran en libertad. Además, en un delito de desobediencia, se analiza el peligro de reiteración delictiva, explicando que el imputado ha desobedecido las medidas cautelares que tenía en su contra, lo que demostró un menosprecio por las decisiones judiciales. Además, que estando en libertad el imputado continuará amenazando y perturbando a la ofendida. Finalmente, es importante decir, que este peligro se utiliza cuando el imputado cuenta con expediente criminal (máxime cuando es muy amplio), éste incluye sus antecedentes, como juzgamientos, “pasadas” a los tribunales, detenciones previas o causas penales pendientes. Todos estos factores o alguno de ellos en particular, son usados como fundamento de este peligro procesal, sin dejar de lado, otros aspectos, como el incumplimiento de medidas impuestas en contra del imputado, o la agresividad y violencia con la que actúa. 2.4.4 Peligro para la víctima: De la totalidad de expedientes estudiados, este peligro procesal se ubica en cuarto lugar en la escala de peligros más utilizados, pues únicamente en seis (6) ocasiones fue empleado como argumento para decretar la prisión preventiva, dato que representa el 9.83% del total de causales encontradas. Ahora bien, al analizar en cuáles casos se aplicó esta causal, debe mencionarse que se utilizó mayoritariamente en los delitos contemplados por la Ley de Penalización de la Violencia Contra la Mujer, es decir, en el de tentativa de femicidio, en tres de incumplimiento de medida de protección y en uno de amenazas contra mujer. También, se aplicó en un caso de desobediencia, el cual se caracterizó por el tema de la violencia doméstica, aspecto que nos permite concluir, que este presupuesto procesal de prisión preventiva, se aplica principalmente en casos donde se presenta un ciclo de violencia doméstica y la parte ofendida es la mujer o personas menores de edad. 109 En ese sentido, es relevante mencionar algunos argumentos utilizados por los jueces penales para considerar que existe peligro para la víctima. En los delitos de incumplimiento de medida de protección, se explicó que en cuando el imputado ha agredido a la víctima en varias ocasiones y hay amenazas de muerte en su contra, existe un evidente peligro para la víctima. También, cuando el comportamiento del imputado es muy violento, se pone en peligro la seguridad e integridad de la ofendida y su grupo familiar. A su vez, uno de los principales aspectos que valoran los jueces, es la existencia de un ciclo de violencia intrafamiliar por muchos años, ya que en estos casos la víctima permanece en una situación de riesgo mientras conviva con el imputado. Es interesante resaltar, que en uno de los casos estudiados, en que la víctima había sido víctima de violencia doméstica por más de diez años, se hizo mención al Protocolo interinstitucional de intervención para la atención de mujeres en situación de alto riesgo por violencia, el cual establece que ante el peligro inminente de muerte o ataque físico muy severo, se debe tomar la decisión de restringir la libertad del imputado y además, las autoridades deben considerar diferentes factores, entre ellos, los ataques previos, las amenazas de muerte contra la mujer y el irrespeto a las medidas de protección. Por otra parte, en la tentativa de femicidio, se consideró que el agresor podía buscar a la ofendida para intimidarla o agredirla nuevamente, pues ese ha sido su patrón de conducta. También, en el delito de amenazas contra mujer, se menciona que el imputado había intimidado gravemente a la ofendida quien se encontraba atemorizada y por consiguiente estaba en peligro su integridad física y emocional, así como la de su hijo de siete meses de edad. Finalmente, en el caso de desobediencia, existía peligro para la víctima, pues el imputado había empleado agresiones físicas y psicológicas contra la ofendida y otros miembros de la familia, incluso la había amenazado de muerte con un arma blanca, aspectos que evidentemente demuestran un peligro inminente para la integridad de la víctima. 110 Tipo de presupuesto procesal y número de veces que es utilizado en las resoluciones que decretan prisión preventiva 20 15 10 18 20 5 17 6 0 Peligro de Fuga Peligro de Obstaculización Reiteración Delictiva Peligro para la Víctima Gráfico 7: Tipo de presupuesto procesal y número de veces que es utilizado en las resoluciones que decretan prisión preventiva. 2.5 Presupuestos procesales del artículo 239 bis del Código Procesal Penal. Respecto a las nuevas causales de prisión preventiva contempladas en el artículo 239 bis del CPP, únicamente fueron mencionadas expresamente en dos (2) de los casos estudiados, dato que representa el 7.14% del total de 28 casos analizados (100%). Los delitos en que fueron aplicados estos presupuestos corresponden a uno de robo simple con fuerza sobre las cosas y otro de tráfico de drogas, y debe mencionarse que específicamente, se utilizó la causal de flagrancia, prevista en el inciso a) del numeral 239 bis, no habiéndose encontrado ningún caso en que se utilizaran las causales previstas en los incisos b, c y d del mismo. Como se explicó en párrafos anteriores, estas causales se utilizaron como fundamento de la resolución que dictó la prisión preventiva, en conjunto con alguno (os) de los peligros procesales 111 contemplados en el artículo 239 inciso b) y d). Así pues, en uno de tales casos, la resolución se sustentó en la flagrancia y el peligro de fuga y en el otro, en la flagrancia y los tres peligros procesales más usados: fuga, obstaculización y reiteración delictiva. Ahora bien, pasando a analizar cada caso en particular, en el de robo simple con fuerza sobre las cosas, el encartado fue detenido en flagrancia después de haber cometido el delito, pues según el parte policial y el acta de decomiso, el mismo fue detenido con los bienes sustraídos al ofendido en su vehículo, aspecto que evidentemente constituye una de las formas de flagrancia de acuerdo al artículo 236 del CPP. Además, se cumple con lo estipulado en el inciso a) del artículo 239 bis, al existir flagrancia en delitos contra la propiedad en los que ha mediado fuerza sobre las cosas o violencia contra las personas, aplicándose en este caso el primero de los supuestos. Por su parte, en cuanto al delito de tráfico de drogas, a los imputados los detuvieron cuando disponían de la droga para la venta. Además, existió un seguimiento por parte de la Policía de Control de Drogas, quien había efectuado vigilancias que permitieron la identificación de los vendedores. También, existían intervenciones telefónicas, informes del OIJ y allanamientos en los cuales se decomisó gran cantidad de droga (cocaína base crack y marihuana). De este modo, con toda esta prueba que demostró la participación de los encartados en la comisión de los hechos delictivos y la detención con la tenencia de la droga, es que se configura la conducta flagrante establecida como causal de prisión en el inciso a) del numeral 239 bis. Así pues, en este caso se cumplía a cabalidad lo contemplado en el 239 bis, que permite la aplicación de la prisión preventiva cuando existe flagrancia en delitos relacionados con estupefacientes, sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado, legitimación de capitales y actividades conexas. 112 Número de veces que son utilizados los presupuestos procesales del art. 239 bis 2,5 2 1,5 1 2 0,5 0 Flagrancia 239 bis inc. a 0 0 0 239 bis inc. b Reincidencia 239 bis inc. c Delincuencia organizada Gráfico 8: Número de veces que son utilizados los presupuestos procesales del art. 239 bis. 2.6 Plazos de decreto de prisión preventiva. Son diversos los plazos de prisión preventiva que se decretaron. En la mayoría de los casos, en once de ellos, es decir, el 37.93% del total, se utilizó el plazo de tres meses. En segundo lugar, el plazo de prisión más utilizado fue el de dos meses, esto en siete de los expedientes (24.13%). En tercer lugar se ubica el plazo de seis meses, cual fue utilizado en cinco de los casos (17.24%); en uno de ellos se dicta una medida de internamiento en el Hospital Nacional Psiquiátrico porque el imputado padece de un trastorno de esquizofrenia. Los plazos de prisión menos utilizados fueron: un mes, cinco meses y cuatro meses, pues éstos fueron utilizados en tres, dos y un caso, respectivamente. Esto en términos porcentuales equivale a 10.34% para los 3 casos, 6.89% para dos de ellos y 3.44% para uno. 113 Es necesario aclarar, que a pesar de que respecto a este punto, la totalidad de asuntos suma veintinueve, la razón radica, en que en uno de los casos donde se investigaba a más de un imputado, se le dictó a cada uno individualmente, un plazo de prisión diferente. De este modo, se contabiliza aparte, considerando que en este punto, la variable determinante es el plazo de prisión impuesto. Plazos de prisión preventiva según número de veces en que se utiliza 2 5 1 4 meses 11 3 meses 2 meses 3 1 mes 7 6 meses 5 meses Gráfico 9: Plazos de prisión preventiva según número de veces en que se utiliza. 2.7 Número de indiciados según condición de género o sexo. De la totalidad de expedientes revisados, se ubicaron treinta y cinco (35) imputados de sexo masculino y tres (3) de ellos de sexo femenino, aspecto que demuestra la prevalencia del sexo masculino dentro de la población penitenciaria de indiciados. Además, cabe resaltar, que las mujeres están siendo investigadas en los delitos de incendio, venta de drogas y robo agravado, una en cada uno de ellos. Estos datos en términos porcentuales, se representan con el 92% para los hombres y el 8% para las mujeres. 114 Número de imputados según sexo 35 30 25 20 35 15 10 3 5 0 Masculino Femenino Gráfico 10: Número de imputados según sexo. En el siguiente cuadro se hace un resumen de los aspectos explicados en los apartados anteriores, con el objetivo de reflejar los resultados de la investigación, en cuanto al número de imputados, delitos investigados, presupuestos procesales, plazo de prisión preventiva impuesto y sexo del imputado. Cuadro 3. Casos estudiados en el Juzgado Penal de Goicoechea, Segundo Circuito Judicial de San José, según número de imputados. # de Delito imputados 1. Presupuestos Plazo prisión procesales Incendio Sexo de Imputado Peligros: Obstaculización 6 meses Femenino y reiteración delictiva 2. Falsificación de Peligros: Fuga 115 y 6 meses Masculino documento, uso reiteración delictiva de doc. falso y fraude informático 3. Robo Agravado Peligros: Fuga y 2 meses Masculino y 2 meses Masculino y 5 meses Masculino Fuga, 4 meses Masculino obstaculización 4. Robo Agravado Peligros: Fuga reiteración delictiva 5. 6. Homicidio Peligros: Fuga calificado obstaculización Homicidio simple Peligros: obstaculización y reiteración delictiva 7. Robo Agravado Peligros: Fuga y 2 meses Masculino obstaculización 8. Robo Agravado Peligros: Fuga 1 mes Masculino 9. Robo Agravado Peligros: Fuga 1 mes Masculino 10. Femicidio Peligros: Obstaculización, 6 meses reiteración delictiva Masculino y peligro para la víctima 11. Incumplimiento de Peligros: Obstaculización, 3 meses medida 12. de reiteración delictiva y protección peligro para la víctima Hurto simple Peligros: Obstaculización 2 meses 116 Masculino Masculino y reiteración delictiva 13. Venta de drogas Peligros: Fuga 5 meses Femenino 14. Venta de drogas Peligros: y 3 meses Masculino y 3 meses Masculino y 3 meses Masculino y 3 meses Masculino Incumplimiento de Peligros: peligro para la 3 meses Masculino Fuga reiteración delictiva 15. Venta de drogas Peligros: Fuga reiteración delictiva 16. Robo Agravado Peligros: Fuga obstaculización 17. Robo simple con Peligros: Fuga fuerza sobre las reincidencia cosas 18. medida de víctima, obstaculización y protección 19. reiteración delictiva Robo agravado y Peligros: abuso Fuga y 3 meses Masculino sexual reiteración delictiva contra mayor de edad 20. Robo simple con Peligros: Fuga y 239 bis 1 mes Masculino fuerza sobre las inciso a (flagrancia) cosas 21. Robo agravado Peligro: Obstaculización 3 meses Masculino 22. Robo agravado Peligro: Obstaculización 3 meses Masculino 117 23. Robo agravado Peligro: Obstaculización 3 meses Masculino 24. Robo agravado Peligro: Obstaculización 3 meses Femenino 25. Agresión con Peligros: Obstaculización, 2 meses Masculino arma y amenazas reiteración contra mujer 26. delictiva peligro para la víctima. Incumplimiento de Peligros: medida Fuga, 3 meses de obstaculización protección y Masculino y y reiteración delictiva. amenazas contra mujer 27. Robo Agravado Peligros: Fuga y 2 meses Masculino Incumplimiento de Peligros: Obstaculización, 3 meses Masculino reiteración delictiva. 28. medida 29. de reiteración protección peligro para la víctima. Posesión Peligros: agravada drogas 30. Fuga, 3 meses Masculino ilícitas reiteración delictiva y 239 para el tráfico bis inciso a (flagrancia). Posesión Peligros: drogas y de obstaculización, agravada 31. delictiva Fuga, 3 meses Masculino de obstaculización, ilícitas reiteración delictiva y 239 para el tráfico bis inciso a (flagrancia). Homicidio Peligros: Fuga 118 y 6 meses Masculino calificado y simple obstaculización. (causas acumuladas) 32. 34. Homicidio Peligros: Fuga y 6 meses calificado obstaculización. Desobediencia Peligros: Obstaculización 1 mes Masculino Masculino y reiteración delictiva. 35. Homicidio simple Peligros: Fuga y 3 meses Masculino Peligros: Obstaculización 2 meses Masculino obstaculización. 36. Desobediencia y peligro para la víctima. 37. Estafa, Uso de Peligros: doc. Falsificación Fuga, 6 meses falso, obstaculización Masculino y de reiteración delictiva. doc. 38. Estafa, Uso de Peligros: doc. Falsificación Fuga, 6 meses falso, obstaculización de reiteración delictiva. doc. 119 y Masculino Sección III: Análisis comparativo de resultados obtenidos entre los Juzgados Penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José. Se realizará en esta sección del capítulo, un análisis comparativo de los resultados obtenidos en el Juzgado Penal de San José, Primer Circuito Judicial y del Juzgado Penal de Goicoechea, Segundo Circuito Judicial. En principio, debe hacerse mención al número de casos de reos presos encontrados en cada Juzgado Penal. Respecto a este punto, se establece la primera diferencia entre ambos despachos judiciales, por cuanto en el Juzgado Penal de San José, se ubicaron y estudiaron veintisiete expedientes en que se dictó prisión preventiva contra el imputado en los años 2008 y 2009, mientras que en el Juzgado Penal de Goicoechea, el número de casos fue mayor, veintiocho expedientes de reos presos correspondientes a los mismos años. Además, referente al tema de los tipos de delitos investigados en los expedientes analizados, se encontró que en el Juzgado Penal de San José, la mayoría de delitos en los que se dictó la prisión preventiva corresponde a los delitos contra la propiedad, específicamente los robos agravados (en ocho casos). A su vez, en el Juzgado Penal de Goicoechea, también fueron los robos agravados, los delitos en los cuales se dictó mayoritariamente esta medida cautelar (en nueve de los casos). Esto representa una similitud o semejanza en la práctica judicial de ambos despachos y permite concluir, que los delitos contra la propiedad tienen un alto índice de incidencia en la problemática de la criminalidad, máxime que el estudio de expedientes se efectuó en la provincia de San José, zona urbana que se caracteriza por sus altos índices de delincuencia. También, en cuanto a la tipología de delitos, es importante diferenciar cuáles fueron los delitos con menor aplicación de prisión preventiva en cada Juzgado Penal. De este modo, en el Juzgado Penal de San José fueron: el incumplimiento de medida de protección, lesiones leves, homicidio simple, abuso sexual contra persona mayor de edad y estafa de seguros, cada uno con un solo caso en que se ordenó la prisión preventiva en contra del imputado. Por su parte, en el Juzgado Penal de Goicoechea, los delitos en que se utilizó en menor cantidad la prisión preventiva fueron: incendio, 120 abuso sexual contra persona mayor de edad, femicidio, agresión con arma, estafa, fraude informático y hurto simple, cada uno de éstos fue atribuido al imputado en un solo caso, en que se dictó la medida cautelar. Cuadro 4. Número de delitos en que se aplicó prisión preventiva según su mayor o menor utilización, en los Juzgados Penales de San José y Goicoechea. Tipo de delito Juzgado Penal de San José Juzgado Penal de Goicoechea Robo Agravado 8 9 Incumplimiento de medida de 1 4 Lesiones leves 1 0 Homicidio simple 1 3 Abuso sexual contra persona 1 1 Estafa de seguros 1 0 Incendio 0 1 Femicidio 0 1 Agresión con arma 0 1 Estafa 0 1 protección mayor de edad 121 Fraude informático 0 1 Hurto simple 0 1 Además, en cuanto al tema de los peligros procesales, cabe resaltar, que existe diferencia en ambos Juzgados respecto al presupuesto más utilizado, pues en el Juzgado Penal de San José, el peligro más aplicado fue el de fuga con veintitrés (23) casos, mientras que en el Juzgado Penal de Giocoechea fue el peligro de obstaculización con veinte (20) casos. También, hay que recalcar que a pesar de tal diferencia, existe la semejanza entre ambos Juzgados, que los presupuestos o causales más usados corresponden a los del artículo 239 del CPP y los menos citados los del 239 bis. Cuadro 5. Presupuestos procesales del art. 239 del CPP más utilizados, según número de veces que se aplicaron. Presupuesto Juzgado Penal de Juzgado Penal de procesal art. 239 San José Goicoechea Peligro de Fuga 23 18 Peligro de 17 20 Obstaculización En ese orden de ideas, otra de las diferencias respecto al tema de las causales de prisión preventiva, se relaciona con las contempladas en el numeral 239 bis del CPP. En el Juzgado Penal de San José, se utilizaron más las nuevas causales de prisión preventiva, comparado con el Juzgado Penal de Goicoechea, pues en el primero, en ocho (8) ocasiones se aplicaron tales presupuestos, mientras que en el segundo, únicamente en dos (2) de los casos fueron utilizados. No 122 obstante, existe la similitud, de que en ambos Juzgados, el presupuesto que se aplicó en mayor medida, fue el de Flagrancia, contemplado en el inciso a) del 239 bis, pues en San José, en siete (7) de los ocho casos se aplicó esta causal y en Goicoechea los dos (2) casos estudiados, la utilizaron también. Asimismo, dentro del tema de las causales de prisión preventiva, es importante hacer la comparación entre las contempladas en el artículo 239 y en el 239 bis del CPP y su utilización. De este modo, hay que resaltar que en el Juzgado Penal de San José, el presupuesto procesal clásico menos utilizado fue el peligro para la víctima (en 3 casos), mientras que respecto a las nuevas causales solamente en una ocasión se aplicó el contemplado en el inciso b del numeral 239 bis (que el imputado haya sido sometido al menos en dos ocasiones, a procesos penales en los que medie violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas, en los cuales se hayan formulado acusación y solicitud de apertura a juicio). En ese sentido, debe notarse que el peligro para la víctima fue superado en número de veces de aplicación, por la causal de flagrancia (art. 239 bis inciso a) que se utilizó en siete ocasiones, e igualado en número por la causal de reincidencia en hechos delictivos en los que ha mediado violencia contra las personas o fuerza sobre las cosas (art. 239 bis inciso c). Por su parte, en el Juzgado Penal de Goicoechea, el peligro procesal clásico menos utilizado también fue el peligro para la víctima, pero a diferencia de San José se aplicó en seis casos. Y el menos utilizado de los nuevos presupuestos contemplados en el artículo 239 bis, fue el del inciso a referente a la flagrancia, con dos casos únicamente, siendo el presupuesto menos utilizado de todos, solamente superado por los presupuestos procesales de los incisos b, c y d del 239 bis, pues en ningún expediente de los estudiados en este despacho fueron aplicados. Sin embargo, hay que hacer la aclaración que respecto a la causal de delincuencia organizada, contemplada en el inciso d del numeral 239 bis del CPP, ni en el Juzgado Penal de San José ni en el de Goicoechea, se ubicó algún expediente que aplicara dicha causal. De tal forma, esta resulta ser una similitud importante entre ambos despachos y además, se concluye que esta es la nueva causal de prisión preventiva menos utilizada en ambos Juzgados. 123 Cuadro 6. Presupuestos procesales del artículo 239 bis del CPP, según su menor o mayor utilización (número de veces en que se aplicó). Presupuestos procesales Juzgado Penal de San José Juzgado Penal de Goicoechea Flagrancia 7 2 239 bis inciso b) 1 0 239 bis inciso c) 3 0 Delincuencia organizada 0 0 Ahora bien, respecto al tema de los plazos de prisión preventiva impuestos, existe semejanza en cuanto al plazo más utilizado, pues en ambos Juzgados Penales, el plazo de tres meses es el que más se aplica al decretar la medida cautelar, pues en el Juzgado de San José, en doce (12) de los casos fue empleado, mientras que en el Juzgado de Goicoechea, se aplicó en once (11) de ellos. Asimismo, también hay similitud en ambos despachos respecto al plazo de prisión menos implementado, que fue el de cuatro (4) meses. En el Juzgado Penal de San José se aplicó en cuatro (4) casos y en el de Goicoechea solamente en uno (1). Cuadro 7. Plazos de prisión preventiva mayormente utilizados y menormente usados en los Juzgados Penales de San José y Goicoechea. Plazo de prisión preventiva Juzgado Penal de San José Juzgado Penal de Goicoechea 3 meses 12 11 4 meses 4 1 124 Por otra parte, existe semejanza y divergencia entre ambos despachos judiciales, en cuanto al tema del sexo de los imputados, pues tanto en San José y en Goicoechea, la mayoría de imputados son de sexo masculino (34 en el de San José y 35 en Goicoechea), pero se presenta diferencia en los imputados de sexo femenino, ya que en San José no se encontró ningún expediente en que se hubiera dictado la prisión preventiva en contra de una mujer, mientras que en el Juzgado de Goicoechea, en tres (3) de los casos los presuntos autores o partícipes del hecho punible eran mujeres. Cuadro 8. Número imputados según sexo, en los Juzgados Penales de San José y Goicoechea. Sexo de imputado Juzgado Penal de San José Juzgado Penal de Goicoechea Masculino 34 35 Femenino 0 3 Habiendo efectuado las anteriores diferencias y semejanzas entre ambos juzgados penales, se hará un análisis comparativo de carácter cualitativo respecto a las causales de prisión preventiva, pero específicamente en relación con la causal de reiteración delictiva, contemplada en el artículo 239 del CPP, inciso b). Es importante aclarar, que únicamente se enfocará la comparación respecto a esta causal, porque el CPP establece en dos artículos aparte del 239 (en los artículos 240 y 241), criterios o circunstancias que definen o explican en qué consisten los peligros de fuga y el de obstaculización y es así que en las resoluciones estudiadas, los argumentos utilizados son muy similares, pues son los contemplados por esas normas, pero fundamentados y explicados según el caso concreto. No obstante, para la reincidencia, no existe numeral alguno en el código que indique los criterios a considerar para determinar la presencia o no del mismo, razón por la cual, es fundamental comparar 125 los argumentos brindados por los jueces penales de cada juzgado penal estudiado, respecto a la interpretación que hacen de este peligro procesal. En el Juzgado Penal de San José, se consideró la presencia del peligro de reiteración delictiva, cuando el imputado tiene expediente criminal en el OIJ, que incluye los antecedentes penales o juzgamientos previos, y cuando ha tenido que presentarse a estrados judiciales porque existen investigaciones penales en su contra (las denominadas “pasadas” ante autoridades judiciales). Por su parte, en el Juzgado Penal de Goicoechea, los jueces penales interpretan que existe peligro de reiteración delictiva, cuando el imputado, cuenta con “pasadas” a los tribunales, es decir, las múltiples detenciones que generan su desplazamiento al OIJ, por la apertura de una causa penal en su contra. También, se considera que existe este peligro, cuando el encartado tiene juzgamientos previos, o cuando al analizar el caso en concreto, se considera que el imputado hace de la actividad delictiva su modo de vida y existen altas posibilidades de que continúe realizándolas. Finalmente, en casos en los que media violencia, pues en ellos se valora si el encartado los ha ejecutado frecuentemente, esto para concluir que existe un alto grado de probabilidad que continuará con su comportamiento violento si permanece en libertad. Además, en las resoluciones encontradas en este despacho judicial, se explicó que existe peligro de reiteración delictiva cuando el encartado tiene causas penales pendientes o condenas pendientes de cumplir. También, se valoraron aspectos relacionados con la materia de ejecución de la pena y con el tema de aplicación de medidas alternas al proceso, pues en algunos casos, el hecho de que le hubieran revocado el beneficio de ejecución condicional al imputado y el incumplimiento de medidas alternas como la suspensión del proceso a prueba, fueron circunstancias utilizadas para la aplicación de la prisión preventiva, con base en el peligro de reiteración delictiva. De los argumentos utilizados por los jueces de cada jurisdicción penal, se pueden extraer semejanzas y divergencias. En relación con las semejanzas, se puede observar, que en ambos juzgados, la reiteración delictiva se analiza desde dos perspectivas: 126 1. Cuando hay un peligro concreto de reiteración delictiva, partiendo de las circunstancias que rodean cada caso y de la naturaleza del delito investigado, se presume que el imputado continuará ejerciendo su actividad criminal (esto por ejemplo, en casos que el imputado ha actuado con violencia sobre las personas o en delitos que la actividad criminal es su forma de vida, como los relacionados con estupefacientes y sustancias psicotrópicas). 2. Cuando el peligro de reiteración delictiva, no es tan concreto, pero existe una presunción razonable de que el imputado cometerá nuevos delitos, a partir de elementos objetivos y demostrables, que son negativos para el encartado (por ejemplo, el expediente criminal, los juzgamientos previos y las múltiples “pasadas” ante las autoridades judiciales). Ahora bien, respecto a las diferencias, debe mencionarse, que en las resoluciones del Juzgado Penal de Goicoechea, se aplica una interpretación más amplia del peligro de reiteración delictiva, en el sentido que, se valoraron más factores para determinar la presencia o no del mismo. Se consideraron aspectos que no fueron mencionados en las resoluciones del Juzgado Penal de San José, entre éstas, el incumplimiento de beneficios otorgados al imputado en procesos anteriores, por ejemplo, la aplicación de medidas alternas o la revocatoria de beneficios en la etapa de ejecución de la pena. Hay que considerar también, que en el Juzgado Penal de Goicoechea, se ubicaron casos en los que expresamente se manifestó, que las causas penales pendientes, las causas acumuladas o las condenas pendientes en contra del imputado, eran circunstancias relevantes para dar por afirmativo el peligro de reiteración. Sin embargo, aunque en los expedientes del Juzgado Penal de San José, no se indicaron tales circunstancias, resulta lógico concluir, que si las resoluciones que ordenan la prisión preventiva, valoran el expediente criminal que posee el imputado, y en éste se computan las causas o condenas pendientes, los juzgamientos, “pasadas” y otros aspectos relacionados con el historial judicial del imputado, entonces en el despacho judicial de San José, se consideran tales circunstancias a pesar de no haberlas expuesto manifiestamente, con el hecho de mencionar que se analiza el expediente criminal del encartado. 127 LIMITACIONES DE LA INVESTIGACIÓN Es necesario aclarar que en el trabajo de campo desarrollado, se encontraron ciertas limitaciones, las cuales deben mencionarse a efectos de evitar cualquier cuestionamiento en cuanto a este tema. En principio, el trabajo de campo de la investigación, estaba dirigido a realizarse en la Fiscalía, Juzgado Penal y Tribunal Penal, ubicados en el Primer y Segundo Circuito Judicial de San José. Sin embargo, al requerir el estudio de expedientes judiciales de reos presos, iniciados en los años 2008 y 2009 únicamente, el acceso a los mismos fue limitado por dichas entidades judiciales, quienes en su momento manifestaron, que se requería una autorización proveniente del Consejo Superior del Poder Judicial, para revisar los expedientes. Así las cosas, por medio del Área de Investigación de la Facultad de Derecho de la Universidad de Costa Rica, se planteó la solicitud al Consejo en fecha 21 de mayo del presente año, con el objetivo de obtener la autorización y proceder a realizar el estudio de los expedientes en los despachos mencionados. No obstante, el Consejo Superior del Poder Judicial, en la sesión Nº 55-10 celebrada el 1 de junio del año 2010, acordó autorizar el desarrollo del trabajo en los casos de reos presos de los años 2008 y 2009, ubicados en los Juzgados Penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José; siendo así, que no se autorizó para realizar la investigación en los Tribunales y Fiscalías de tales jurisdicciones. De este modo, el acceso a los expedientes se limitó y consecuentemente, el número de casos de reos presos que se estudiarían, ya que al permitirse solo la revisión de los ubicados en los Juzgados Penales, el total de reos presos de cada jurisdicción penal se redujo considerablemente; generando la problemática también, de no poder utilizar las fórmulas estadísticas que permiten obtener la muestra representativa de un total de casos. Esto porque, si bien se contó con la información del 128 total de reos presos de los años mencionados121, en ella no se establece la ubicación específica de los expedientes, es decir, se desconocía si se encontraban en el Juzgado Penal, en Fiscalía o en Tribunal. Así pues, para iniciar con el estudio de expedientes y propiamente de las resoluciones que decretaban la prisión preventiva, primero se realizó la ubicación de los expedientes, distribuyéndolos por despacho judicial y después se determinó cuáles estaban en el Juzgado Penal para seguir con la revisión de los mismos. Es relevante, referirse a estos aspectos metodológicos, por cuanto, a partir de ellos, se entienden las razones por las cuales, en cada Circuito Judicial se revisaron únicamente en promedio veintiocho expedientes. Además, es fundamental que quede claro, que se revisó la totalidad de expedientes a la que se tuvo acceso, es decir, todos los reos presos que se encontraban en su momento en el Juzgado Penal de cada jurisdicción. También, debe hacerse mención, a las posibles razones por las cuales la mayoría de expedientes se encontraban en la Fiscalía o en el Tribunal. Primero debe considerarse, que muchos de los expedientes iniciados en el año 2008, se encontraban en el Tribunal con sentencia o con señalamiento para debate y la mayoría del 2009, se encontraban en Fiscalía, en etapa de investigación. A su vez, resulta lógico, que los expedientes judiciales estén poco tiempo en el Juzgado Penal, pues éstos llegan allí para que se resuelva la solicitud de medidas cautelares que plantea el Fiscal en la etapa preparatoria y una vez resuelta y en firme regresa a la Fiscalía, o la otra posibilidad es cuando el proceso se encuentra en etapa intermedia, al haberse planteado la acusación y solicitud de apertura a juicio. Por lo tanto, la estadía de la mayoría de expedientes judiciales en los Juzgados Penales es muy transitoria, considerando las particularidades y etapas del proceso penal. 121 Departamento de Planificación, Sección de Estadística del Poder Judicial. Tablas de reos presos de años 2008 y 2009. Obtenidas vía correo electrónico y suministradas por el señor Sergio Valerio Madriz, funcionario judicial de dicho departamento el día 29 de junio de 2010. 129 Además, se ubicaron pocos casos en que se aplicaron las nuevas causales de prisión preventiva, previstas en el art. 239 bis del CPP, por cuanto los expedientes revisados corresponden al 2009 y fue en abril de ese año, que entró en vigencia la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal, que adicionó este artículo al Código. De este modo, no se aplicó durante cuatro meses del año 2009 esta nueva regulación, restando los otros ocho meses en que sí fueron aplicados. Otra limitación que se presentó en la investigación, fue la poca bibliografía encontrada que hiciera referencia específicamente a las nuevas causales de prisión preventiva y a la nueva regulación del plazo en asuntos de delincuencia organizada. En ese sentido, cabe resaltar que solamente en un libro del Dr. Javier Llobet Rodríguez, publicado en noviembre de 2010, se analiza el tema de la nueva regulación de la prisión preventiva. Así pues, si bien se encontraron textos que se refieren a la prisión preventiva, muchos de ellos no fueron contemplados en esta investigación, al no referirse propiamente a la temática de ésta, pues en ellos se analiza el tema de la prisión preventiva pero en relación a otros contenidos. 130 CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES Conclusiones 1. Se ha demostrado de manera positiva, a partir de la investigación efectuada, la hipótesis planteada al inicio de la misma, en el tanto ha existido un incremento de casos en que se ordena la prisión preventiva en contra de los imputados, producto de la nueva regulación de prisión preventiva aplicable en nuestro país, es decir, por la utilización de los nuevos presupuestos procesales introducidos por la Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal. Dicha afirmación, se circunscribe únicamente a los Juzgados Penales del Primer y Segundo Circuito Judicial de San José. Del análisis realizado en el capítulo III de este estudio, se establece que en los despachos judiciales mencionados en el párrafo anterior, ha existido un aumento del número de casos de reos presos por prisión preventiva, por cuanto es mayor la cantidad de casos del año 2009 con respecto al 2008. En ese sentido, las nuevas causales de prisión preventiva han incidido en el incremento citado en el anterior párrafo. Se tiene que en el Juzgado Penal de San José, se aplicaron en ocho casos y en el Juzgado Penal de Goicoechea en dos casos. En consecuencia, esta situación refleja un incremento de los expedientes en que se aplicó la prisión preventiva, pues de no haberse aplicado estas causales, quizá no se hubiera ordenado la medida cautelar en ellos. 2. Consciente de que el artículo 239 bis del CPP debe aplicarse en conjunto con el 239 del mismo código y con fundamento en la interpretación efectuada por los jueces penales y de instituciones estatales como la Defensa Pública, es mi criterio que a partir de ello, no se estén creando nuevas posibilidades de aplicación de la prisión preventiva, sino mayores requisitos o elementos accesorios a los presupuestos clásicos contemplados en el numeral 239. En principio, se tiene la idea que las causales del 239 bis, se aplican por sí solas, lo cual representaría ampliar la gama de posibilidades para aplicar la prisión preventiva, pero una vez analizados esos criterios, se concluye que por cuestiones de constitucionalidad, tales causales se aplican en conjunto con las del 239. 131 3. Una vez analizado el inciso a) del artículo 239 bis del CPP, se desprende que existen criterios fundados para afirmar, que la formulación de un catálogo específico de delitos en que procede dictar la prisión preventiva, cuando hay flagrancia, vulnera el principio de igualdad ante la ley, al crearse excepciones que transgreden el sistema general contemplado por el Código Procesal Penal. Resulta congruente manifestar, que relacionado con este tema, existe un antecedente jurisprudencial de la Sala Constitucional, en que se consideró la inconstitucionalidad de una norma, al prohibir la excarcelación de delitos relacionados con psicotrópicos. Al comparar esta nueva causal de prisión preventiva, que establece una lista taxativa de delitos en los cuales puede aplicarse la prisión preventiva y la norma declarada inconstitucional, se deduce que ambas resultan violatorias del principio de igualdad ante la ley establecido en la Constitución Política y en normas internacionales, pues resulta igualmente violatorio del principio de igualdad y por tanto discriminatorio, que se prohíba la excarcelación en ciertos delitos específicamente, como que se determine en cuáles delitos procede aplicar la prisión preventiva. 4. En mi opinión, la norma (artículo 239 bis) que se introduce al CPP producto de la vigencia de la Ley de Protección a Víctimas y Testigos, que adiciona nuevas causales de prisión preventiva, es poco clara, no define en forma precisa cómo debe aplicarse. Esto, porque las interpretaciones que han efectuado los operadores del derecho respecto a su utilización, difieren de lo que buscaba el espíritu del legislador. En las actas de la Asamblea Legislativa en que se discutió el proyecto de ley, se manifestó claramente por parte de los diputados, su interés de crear mayores posibilidades legales que permitiesen privar de libertad al imputado provisionalmente; sin embargo, en la práctica lo que ha ocurrido es diferente, pues la interpretación que se ha efectuado del artículo es más limitada, al considerarse que las nuevas causales de prisión, se aplican en conjunto con los presupuestos contemplados en el numeral 239 del CPP. Esta interpretación del artículo, es consecuencia de una deficiente formulación de la norma, que si se hubiera redactado de forma precisa, habría cumplido en la práctica judicial el fin propuesto y su aplicación sería mayor. 132 Sin embargo, debe rescatarse un aspecto positivo de la interpretación formulada por los aplicadores del derecho. El criterio de aplicar las nuevas causales de prisión, en conjunto con lo estipulado en el artículo 239 del CPP, parte de una concepción más garantista del derecho que favorece al imputado, en el tanto, se exigen más requisitos legales para mantenerlo provisionalmente privado de su libertad y por consiguiente, se dificultan las posibilidades de ordenar la medida cautelar, a pesar de cumplirse con alguno de los supuestos del 239 bis. Evidentemente, al exigirse más requisitos para el dictado de la prisión preventiva, se está garantizando que al imputado no le restrinjan la libertad arbitrariamente, sino de manera fundamentada y legítima, aspectos que resultan válidos y aceptables de esta interpretación. Por su parte, el valor negativo que se le atribuye a tal interpretación, radica en que la eficacia de la norma no es suficiente, por cuanto si se siguiera el sentido dado por el legislador a la misma, en mayor cantidad de casos se permitiría la aplicación de la prisión preventiva cuando concurriera algún supuesto de los contenidos en el 239 bis. La interpretación mayoritaria, limita la aplicación de las nuevas causales y por lo tanto, la nueva regulación no resulta tan efectiva como se pensaba que iba a repercutir en la práctica judicial. Recomendación De conformidad con la problemática expuesta en las conclusiones, con relación a la interpretación y aplicación del art. 239 bis del CPP, considero importante y necesario que los legisladores reformulen el artículo, con el fin de lograr claridad, precisión y que a partir de eso, su aplicación resulte acorde con la finalidad que se pretendía dar al mismo. Para la ejecución de esta labor, conviene que los diputados escuchen y acrediten verdaderamente el criterio de diferentes instituciones judiciales, entre éstas la Defensa Pública, el Ministerio Público e incluso la Sala Constitucional, lo cual coadyuvaría en el replanteamiento de la norma, acorde con el Derecho de la Constitución y las normas internacionales vigentes en nuestro país. 133 El objetivo de esta reforma al artículo, permitiría llegar a tener seguridad jurídica sobre los presupuestos para la aplicación de la regulación. Además, si se determina claramente el sentido de la norma, la interpretación de la misma será más uniforme y menos divergente, aspecto que beneficiaría su correcta utilización, la efectiva aplicación en la práctica judicial y por qué no, que la acción de la justicia sea eficiente y eficaz en beneficio del imputado. 134 BIBLIOGRAFÍA Libros: 1. Bacigalupo, Enrique. (1999). Derecho penal. Parte general. (2ª ed.). Buenos Aires: Editorial Hammurabi S.R.L. 2. Barrantes Echavarría, Rodrigo. (2007). Investigación: Un camino al conocimiento. Un enfoque cualitativo y cuantitativo. (12 reimp. de la 1ª ed.). San José: Editorial EUNED. 3. Carranza, Elías; Houed, Mario; Mora Luis Paulino y Zaffaroni, Eugenio Raúl. (1983). El preso sin condena en América Latina y el Caribe: estudio comparativo, estadístico y legal de treinta países y propuestas para reducir el fenómeno. (1ª ed.). San José: Editorial Lil. 4. Llobet Rodríguez, Javier. (1997). La prisión preventiva (Límites constitucionales). (1ª ed.). San José: Imprenta y litografía Mundo Gráfico S.A. 5. Llobet Rodríguez, Javier. (2005). Derecho Procesal Penal II. Garantías procesales (1ª parte). (1ª ed.). San José: Editorial Jurídica Continental. 6. Llobet Rodríguez, Javier. (2007). Derecho Procesal Penal III. Garantías procesales (2ª parte). (1ª ed.). San José: Editorial Jurídica Continental. 7. Llobet Rodríguez, Javier. (2009). Proceso Penal Comentado (Código Procesal Penal Comentado). (4ª ed.). San José: Editorial Jurídica Continental. 8. Llobet Rodríguez, Javier (2010). La prisión preventiva (Límites constitucionales). (3ª ed.). San José: Editorial Jurídica Continental. 9. Sanguiné, Odone. (2003). Prisión provisional y derechos fundamentales. (1ª ed.). Valencia: Editorial Tirant lo Blanch. 10. Vélez Mariconde, Alfredo. (1968). Derecho Procesal Penal. Tomo II. (2ª ed.). Buenos Aires: Ediciones Lerner. 135 Revistas: 1. Amador Badilla, Gary. (2008). Algunos problemas respecto a la aplicación de la prisión preventiva en el proceso penal juvenil. En Revista de Ciencias Jurídicas Nº 115. Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho y Colegio de Abogados. Págs. 57-76. 2. Amoretti Orozco, Luis Héctor. (2003). Reflexiones sobre la responsabilidad patrimonial del Estado por el uso de la prisión preventiva. En Revista Defensa Pública Nº 3. Asociación Costarricense de la Defensa Pública, Poder Judicial. Págs. 111-126. 3. Arias Méndez, María Gerarda. (1990). La naturaleza inconstitucional del art. 27 de la Ley sobre sustancias psicotrópicas, drogas de uso no autorizado y actividades conexas. En Revista de Ciencias Penales Nº 3. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Págs. 61-63. 4. Carranza Lucero, Elías. (1999). Estado actual de la prisión preventiva en América Latina y comparación con los países de Europa. En Revista de Ciencias Penales Nº 16. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Págs. 65-72. Trabajos Finales de Graduación: 1. Aguilar Sánchez, Ana Gabriela. (1999). La reiteración delictiva como fundamento de la prisión preventiva: su inconstitucionalidad. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad Internacional de las Américas. 2. Álvarez Gutiérrez, Sandra y Briceño Benavides, Juan. (2003). Aplicación, viabilidad y eficacia de las medidas cautelares alternativas a la prisión preventiva, previstas por el Código Procesal Penal de Costa Rica, una perspectiva de análisis socio-jurídico. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. 136 3. Breddy Jiménez, Carlos. (1986). La prisión preventiva. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. 4. Briceño Rodríguez, Ana Gabriela. (2009). Prisión preventiva: ¿Excepción o regla en delitos sexuales?. Estudio de las resoluciones que ordenan dicha medida cautelar en casos de delitos sexuales, en el Juzgado Penal de Pavas, 2002-2005. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. 5. Chinchilla Calderón, Rosaura y García Aguilar, Rosaura. (2003). Disfuncionalidades en la aplicación de la prisión preventiva. Tesis para optar por el grado de Maestría en Ciencias Penales, Universidad de Costa Rica. 6. Gómez Salgado, María de los Ángeles. (1981). La prisión preventiva en el proceso penal costarricense. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. 7. Jerez Zapata, Laura y Héctor Herrera, María Amelia. (2002). Prisión preventiva: condiciones prácticas de operatividad. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de Costa Rica. 8. Orozco Castillo, Martín. (1997). Estudio de la prisión preventiva en Costa Rica: origen y desarrollo histórico, tendencia actual y repercusiones hacia el preso sin condena. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Sociología, Universidad de Costa Rica. 9. Ramírez Vega, Carlos Humberto. (2003). Causales de la prisión preventiva como medida restrictiva de la libertad a la luz de los Derechos Humanos. Tesis para optar por el grado de Licenciatura en Derecho, Universidad de La Salle. Normativa: 1. Constitución Política de Costa Rica. 2. Naciones Unidas, Centro de Derechos Humanos, Ginebra; Subdivisión de Prevención del Delito y Justicia Penal. “Derechos Humanos y prisión preventiva. Manual de normas internacionales en materia de prisión preventiva”. Nueva York y Ginebra, 1994. 137 3. Declaración Universal de Derechos Humanos. 4. Convención Americana sobre Derechos Humanos. 5. Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. 6. Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional. 7. Zúñiga Morales, Ulises. Código Procesal Penal de Costa Rica. (12ª. Ed). IJSA, San José, junio 2009. 8. Zúñiga Morales, Ulises. Código Penal de Costa Rica. (24ª. Ed). IJSA, San José, julio 2009. 9. Ley de Protección a Víctimas, Testigos y demás Sujetos Intervinientes en el Proceso Penal. Ley 8720. IJSA, San José, marzo 2009. 10. Ley Contra la Delincuencia Organizada. Ley 8754. IJSA, San José, julio 2009. Jurisprudencia: 1. Sentencia 688-1991 de la Sala Constitucional. 2. Sentencia 1490-1991 de la Sala Constitucional. 3. Sentencia 193-1992 de la Sala Constitucional. 4. Sentencia 1439-1992 de la Sala Constitucional. 5. Sentencia 3255-1993 de la Sala Constitucional. 6. Sentencia 4382-1995 de la Sala Constitucional. 7. Sentencia 09369-2001 de la Sala Constitucional. 8. Sentencia 03901-2004 de la Sala Constitucional. 9. Sentencia 1029-2006 de la Sala Constitucional. 10. Sentencia 6718-2006 de la Sala Constitucional. 11. Sentencia 0439-2007 de la Sala Constitucional. 12. Sentencia 0776-2007 de la Sala Constitucional. 13. Sentencia 9225-2007 de la Sala Constitucional. 14. Sentencia 9454-2007 de la Sala Constitucional. 15. Sentencia 12385-2007 de la Sala Constitucional. 138 16. Sentencia 5940-2008 de la Sala Constitucional. 17. Sentencia 06040-2008 de la Sala Constitucional. 18. Sentencia 2637-2009 de la Sala Constitucional. 19. Sentencia 9346-2009 de la Sala Constitucional. 20. Sentencia 017271-2009 de la Sala Constitucional 21. Sentencia 0612-2009 del Tribunal de Casación Penal del II Circuito Judicial de San José. 22. Sentencia 00335-2009 del Tribunal de Casación Penal del III Circuito Judicial de Alajuela, San Ramón, Sección segunda. Sitios en internet: 1. Ibáñez Perfecto, Andrés. (1997). Presunción de inocencia y prisión sin condena. En Revista de Ciencias Penales Nº 13. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Disponible en: http://www.cienciaspenales.org/REVISTA%2013/ibanez13.htm. (Consulta 16 de febrero de 2010). 2. Sánchez Romero, Cecilia. (1997). La prisión preventiva en un Estado de Derecho. En Revista de Ciencias Penales Nº 14. Asociación de Ciencias Penales de Costa Rica, San José. Disponible en: http://www.cienciaspenales.org/REVISTA%2014/sanch14.htm. (Consulta: 16 de febrero de 2010). 3. Departamento de Planificación y Estadística del Poder Judicial. Informes anuales y mensuales estadísticos, años 2008 y 2009. En: http://www.poder- judicial.go.cr/planificacion/Estadisticas/Anuarios/judiciales/2008/PRINCIPAL.html. (Consulta: 2 de marzo de 2010). 4. Departamento de Investigación y Estadística, Dirección General de Adaptación Social, Instituto Nacional de Criminología y Ministerio de Justicia y Gracia. Cuadro 1: Población penitenciaria según condición jurídica, por tipo de programa al 31 de Diciembre de 2008. Informe mensual de población 139 penitenciaria. Diciembre 2008 En: http://www.mj.go.cr/Archivos%20PDF/Estadisticas/Diciembre_2008.pdf. Pág. 6. (Consulta: 27 de febrero 2010). 5. Departamento de Investigación y Estadística, Dirección General de Adaptación Social, Instituto Nacional de Criminología y Ministerio de Justicia y Gracia. Cuadro 1: Población penitenciaria según condición jurídica, por tipo de programa al 31 de Octubre de 2009. Informe mensual de población penitenciaria. Octubre 2009. En: http://www.mj.go.cr/Archivos%20PDF/Estadisticas/Octubre_2009.pdf. Pág. 6. (Consulta: 1 de noviembre de 2010). 6. Alpízar, Karina. Por roces constitucionales la Defensa Pública solicita a Arias vetar Ley de protección a víctimas. Publicado: 26 de febrero 2009. http://defensapublica.poderjudicial.go.cr/noticias/laprensalibre, Defensa Publica solicita a Arias vetar ley de proteccion a victimas, 26 feb 09.. (Consulta: 7 de marzo de 2010). 7. Gutiérrez, Shirley. Aprobada ley que protege a víctimas y testigos. Publicado: 12 de febrero 2009. En: http://asamblea.racsa.co.cr/actual/boletin/2009/feb09/12feb09.html. (Consulta: 6 de marzo de 2010). 8. Jiménez, Ivonne. Aprueban proyecto de Seguridad Ciudadana. En: http://www.informatico.com/index.php?scc=articulo&edicion=20080925&ref=25-09-08010017. (Consulta: 6 de marzo de 2010). 9. Sequeira, Aarón. Costa Rica tendrá armas contra crimen organizado. Publicado: 01 de julio 2009. En: http://www.prensalibre.cr/pl/nacional/3978-costa-rica-tendra-armas-contra-crimenorganizado.html. (Consulta: 6 de marzo de 2010). 10. Vizcaíno, Irene. Víctimas y Testigos recibirán desde apoyo psicológico hasta escoltas. Publicado: 13 de febrero de 2009. En: http://wvw.nacion.com/ln_ee/2009/febrero/13/pais1870067.html. (Consulta: 6 de marzo de 2010). 11. Vizcaíno Irene. Defensa Pública pide vetar Ley de Protección a Víctimas. Publicado: 26 de febrero 2009. En: http://www.nacion.com/ln_ee/2009/febrero/26/pais1887158.html. (Consulta: 7 de marzo de 2010). 140 12. García Cavero, Percy. Acerca de la función de la pena. En: http://www.revistajuridicaonline.com/index.php (Consulta: 4 de noviembre de 2010). 13. Simon Campaña, Farith. Proceso penal e impunidad. En: http://www.flacsoandes.org/dspace/bitstream/10469/2290/1/04.%20Proceso%20penal%20e %20impunidad.%20Farith%20Simon%20Campa%C3%B1a.pdf. (Consulta: 4 de noviembre de 2010). Otros: 1. Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Expediente Nº 16917. Acta de la sesión ordinaria Nº 40, miércoles 19 de noviembre de 2008. Tercera legislatura: del 1 de mayo de 2008 al 30 de abril 2009. Segundo período de sesiones ordinarias (del 1 de setiembre al 30 de noviembre de 2008). Información obtenida del Despacho del Diputado José Rosales Obando en diciembre de 2009. 2. Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Expediente Nº 16917. Acta de la sesión ordinaria Nº 41, martes 9 de diciembre de 2008. Tercera legislatura: del 1 de mayo de 2008 al 30 de abril 2009. Segundo período de sesiones extraordinarias (del 1 de diciembre de 2008 al 30 de abril de 2009). Información obtenida del Despacho del Diputado José Rosales Obando en diciembre de 2009. 3. Asamblea Legislativa de la República de Costa Rica. Expediente Nº 16917. Acta de la sesión ordinaria Nº 42, miércoles 10 de diciembre de 2008. Tercera legislatura: del 1 de mayo de 2008 al 30 de abril 2009. Segundo período de sesiones extraordinarias (del 1 de diciembre de 2008 al 30 de abril de 2009). Información obtenida del Despacho del Diputado José Rosales Obando en diciembre de 2009. 4. Defensa Pública, Poder Judicial. Circular 20-2009. Suministrada por el defensor público de San José, Lic. Miguel Zamora Acevedo, vía correo electrónico el día 9 de septiembre de 2010. 141 5. Departamento de Planificación, Sección de Estadística del Poder Judicial. Tablas de reos presos de años 2008 y 2009. Obtenidas vía correo electrónico y suministradas por el señor Sergio Valerio Madriz, funcionario judicial de dicho departamento el día 29 de junio de 2010. 142