LIBERTAD Y DESARROLLO BOLETÍN 2848-06 1° de marzo de 2002 ISSN 0717 - 0416 I DESCRIPCIÓN DEL PROYECTO REFERENCIA : Establece compensación para quienes se desempeñen como vocales de las mesas receptoras de sufragio INICIATIVA : Moción del senador Sr. Horvath MINISTERIO : Del Interior ORIGEN : Senado INGRESO : 18 de diciembre del año 2001 CALIFICACIÓN : Sin urgencia ARTICULADO : Artículo único, que agrega un artículo 47 bis a la ley 18.700 orgánica constitucional sobre votaciones populares y escrutinios OBJETO, SEGÚN LA INICIATIVA Otorgar, a las personas que se desempeñen efectivamente como vocales de mesas receptoras de sufragios, el derecho de exigir de sus empleadores un descanso equivalente compensatorio, o bien una compensación económica proporcional a su remuneración. FUNDAMENTO, SEGÚN LA INICIATIVA Desempeñarse como vocal significa una gran responsabilidad y un esfuerzo físico de al menos unas 10 horas; si bien las elecciones suelen desarrollarse en días domingo o inhábiles, igualmente afectan el descanso y demás actividades de las personas que desempeñan estas tareas. 19 LIBERTAD Y DESARROLLO II COMENTARIOS IMPLICANCIAS CONSTITUCIONALES obligatorio ni su calidad de carga. 1.Materia de ley. El artículo 18 de la Constitución Política declara que habrá un sistema electoral público y encomienda a una ley orgánica constitucional determinar su organización y funcionamiento, así como regular la forma en que se realizarán los procesos electorales y plebiscitarios, en todo lo no previsto por la propia Constitución. Adicionalmente, el proyecto viene estableciendo una nueva carga pública, esta vez para el empleador de quien se desempeña como vocal, pues le impone la obligación de compensarlo con descanso equivalente o dinero proporcional a la remuneración. Es decir, el proyecto propone compensar una carga pública estableciendo otra para ese efecto. Se trata, conforme al precepto constitucional recién citado, de una materia de ley común u ordinaria. Dados los amplios términos del mandato que se confiere a la ley orgánica constitucional sobre votaciones populares y escrutinios, se ha entendido que todo el texto de dicha ley tiene rango orgánico constitucional1. Así también lo tiene la modificación propuesta, que incidiría en la forma en que se realizan los procesos electorales y plebiscitarios. Dado que en un mismo proyecto de precepto legal concurren dos bases constitucionales, una de rango orgánico constitucional y la otra común u ordinario, cabe concluir que prima la base que exige un mayor nivel jerárquico. De lo contrario se vulneraría el quórum especial establecido en el artículo 63 de la Constitución. Por otra parte, la Constitución garantiza, en su artículo 19 N° 20, la igual repartición de las cargas públicas. Ser vocal en una mesa receptora de sufragios constituye una carga pública, porque es de desempeño obligatorio, salvo excusa legal y su incumplimiento está penado por la ley. El hecho de que se le otorgue una compensación, no le quita el carácter En este contexto es importante destacar que la igualdad ante las cargas públicas es una garantía constitucional que el legislador debe respetar. 1 Véase Valenzuela Somarriva, Eugenio: "Repertorio de Jurisprudencia del Tribunal Constitucional, 11 de marzo de 1981 - 10 de marzo de 1989", Editorial Jurídica de Chile, Santiago, 1989, páginas 37 y siguientes. 20 LIBERTAD Y DESARROLLO COMENTARIOS DE MÉRITO elección. Como la proposición no se limita a un día, sino que propone un descanso equivalente, debe entenderse que en el caso del presidente de mesa también se le debería compensar su función en el colegio escrutador; 2.Contenido de la proposición. El proyecto propone lo siguiente: - el beneficio de la compensación se establecería en favor del que efectivamente se desempeñó como vocal, esto es, del que concurrió a la mesa receptora, y no del que fue designado y no concurrió. Como se sabe, una persona que no ha sido designada puede desempeñar el cargo de vocal en su propia mesa o en otra del mismo lugar de votación. A éste se refiere la compensación que se propone, así como al designado que efectivamente cumplió su función; - la compensación económica proporcional, sustitutiva del descanso, consistiría en dinero proporcional a la remuneración. Si el tiempo empleado fue de un día, la compensación sería de un treintavo de sueldo. Si fueren dos días, dos treintavos, y - la norma no señala expresamente a quién corresponde la elección en la alternativa anterior: si al empleador o al trabajador. Sin embargo, como el derecho a exigir se le otorga al que se desempeñó como vocal, al parecer sería éste, en su calidad de trabajador, quien determinaría si exige un tiempo de descanso o si prefiere dinero; pero como la norma no viene bien formulada, también sería posible entender que el derecho que se otorga al trabajador es a exigir una compensación por el descanso, sin - el derecho que se establece es a exigir una compensación, lo que debería en último término resolverse ante los tribunales de justicia, si el empleador se negare a otorgarla; - el obligado a compensar es el "empleador", término definido por el Código del Trabajo como la persona natural o jurídica que utiliza los servicios intelectuales o materiales de una o más personas en virtud de un contrato de trabajo (artículo 3°, letra a). Por lo tanto, si el proyecto utiliza el término empleador en el sentido estricto que le da el citado Código, las personas ligadas por una relación estatutaria con el Estado o alguno de sus organismos, carecerían de un empleador y no estarían, en principio, amparadas por la norma; por otra parte, es también posible entender que el término empleador en la ley de votaciones no tiene por qué restringirse al vocabulario laboral, caso en el cual podría extenderse su significado al sector público; - el descanso equivalente o compensatorio se refiere al tiempo que el vocal ocupa en el desempeño de su función. En principio, ese tiempo corresponde a un día (el de la elección); pero si el vocal es presidente de su mesa, debe además concurrir al colegio escrutador al día siguiente al de la 21 LIBERTAD Y DESARROLLO ahora una igualmente injusta carga sobre sus empleadores. perjuicio de que el empleador pudiera optar por pagar, sustitutivamente, su valor en dinero. 4.Discriminación. Como se señaló anteriormente, el beneficio de la compensación se otorga a quienes puedan exigirla de un empleador. Desde luego, los trabajadores independientes y los cesantes, que también pueden ser vocales de mesa, carecerían injustificadamente del beneficio. 3.Generación de nuevos costos. El proyecto produce el efecto de trasladar, por la vía de la compensación, parte del gravamen que significa la carga pública que asume quien es designado como vocal. De hecho, el vocal continúa gravado en la misma forma que lo está actualmente, pues debe concurrir a la mesa a cumplir su cometido. Pero esa carga se atenúa mediante una compensación de cargo de los empleadores. Si bien se trata de una situación aleatoria, su costo puede no ser nada despreciable. En efecto, en Chile se instalan unas 22 mil mesas receptoras de sufragios según las últimas elecciones. En cada mesa puede haber entre 3 y 5 vocales. Asumiendo que todas las mesas funcionen con el mínimo de 3 vocales, el número de personas sería de 66 mil a lo largo del país. Dado que el sueldo promedio en Chile, a abril del 2001 (última fecha dada por el INE) es de $246.980, el costo para los empleadores, que se reparte aleatoriamente, sería de aproximadamente 16 mil 630 millones de pesos dividido por 30 días, esto es, más de 580 millones de pesos en conjunto, sin tomar en cuenta que algunos pueden tener derecho a más de un día por concurrir al colegio escrutador y que algunas mesas funcionan con más de tres vocales. No obstante, si las mesas se constituyen con los 5 vocales, lo que sucede en numerosas ocasiones, el costo de la treintava parte del sueldo promedio, multiplicada por 110 mil personas, arrojaría, entonces, un costo de 900 millones de pesos. Por otra parte, los empleados públicos que no tienen un empleador en los términos del Código del Trabajo, porque están afectos al Estatuto Administrativo y otro texto equivalente, tampoco accederían a la compensación, a menos que se le diera al concepto de empleador una extensión que incluyera el Estado y sus organismos. Es probable que alguien estime que el Estado podría compensar a sus funcionarios por la vía administrativa, pero ello no es posible sin una ley que lo autorice, porque al funcionario no se le puede pagar por tiempo no trabajado en el respectivo servicio. Sin embargo, la discriminación más severa se produce respecto del sector privado que, cualquiera fuere la extensión del concepto de empleador, nadie duda que deberá pagar la compensación, sea en permiso para descanso o en dinero. En ambos casos se incurre en costos. Como se señaló en las implicancias constitucionales, es deber del legislador repartir las cargas en forma igualitaria, esto es, sin discriminación. En el caso de los vocales, se aplica legalmente un mecanismo de sorteo, que por ser aleatorio represente un criterio de justicia, ya que no podrían ser todos vocales y es necesario seleccionar a algunos. Pero tratándose de la compensación, no se duda, en el proyecto, de gravar con ella a los empleadores, que son una minoría y que debería soportar el total del gravamen. Dependiendo de cuál sea el nivel remuneratorio efectivo de los vocales, la cifra puede variar, pero la cifra anotada indica una magnitud aproximada. No hay fundamento alguno par gravar a los empleadores con esta obligación. Lo que hace la moción es entonces agravar el problema, en lugar de solucionarlo. A la injusta carga que significa para los particulares desempeñarse como vocales se agrega Como se observa, se trata de otro costo laboral más, que se suma a otros que se han venido estableciendo en época 22 LIBERTAD Y DESARROLLO quienes viven de su trabajo y un salario. reciente. Esos costos no hacen otra cosa que, en su debida proporción, desincentivan la contratación por parte de las empresas, lo que constituye un daño a Si se estima que, dentro del sistema actual (objetable según se señala a continuación), es justo establecer una compensación, ella debería ser de cargo de todos los chilenos por la vía de un pago de cargo fiscal. 5.Solución de fondo. Si existiera un sistema de sufragio electrónico, luego de superar los problemas técnicos y jurídicos que ello conlleva, así como su costo, desaparece la necesidad de utilizar 66 mil vocales de mesa. Bastaría tal vez sólo con algunos empleados del Registro Electoral para que funcionara el sistema. En conclusión, no se justifica parchar un sistema anacrónico, que sólo debilita o retarda la justificación para avanzar hacia un sistema computacional, que debería ser la meta en un futuro cercano. 23