SENTENCIA CONSTITUCIONAL PLURINACIONAL 1867/2012 Sucre, 12 de octubre de 2012 SALA PRIMERA ESPECIALIZADA Magistrado Relator: Efren Choque Capuma Acción de amparo constitucional Expediente: Departamento: 01530-2012-04-AAC Chuquisaca En revisión la Resolución 198/2012 de 27 de agosto, cursante de fs. 66 a 68 vta., pronunciada dentro de la acción de amparo constitucional interpuesta por Carmen Rosa Gutiérrez Núñez de Tambo contra Oswaldo Aguilar Flores, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal del departamento de Chuquisaca. I. ANTECEDENTES CON RELEVANCIA JURÍDICA I.1. Contenido de la demanda Mediante memorial presentada el 9 de agosto de 2012 cursante de fs. 29 a 32 vta., la accionante expresa lo siguiente: I.1.1. Fundamentos de hecho que motivan la acción El 21 de diciembre de 2011, fue notificada con el requerimiento conclusivo de acusación fiscal como querellante o denunciante, para que formule acusación particular, motivo por el cual en representación de la menor de edad, en su calidad de madre junto a su hijo presentaron acusación particular de conformidad a los arts. 3 y 5 del Código Civil (CC), 217 del Código Niña Niño y Adolescente (CNNA) y 76.2 del Código de Procedimiento Penal (CPP), considerando específicamente el art. 11 de dicha norma procesal penal, modificado por la Ley 007 de 18 de mayo de 2010, que señala: “La víctima por sí sola o por intermedio de un abogado, sea particular o del Estado, podrá intervenir en el proceso penal aunque no se hubiera constituido en querellante”, adquiriendo la relevancia que le otorga el art. 121.II de la Constitución Política del Estado (CPE), que refiere el derecho a ser oído antes de cada decisión judicial. Admitida la acusación particular, se ordenó la notificación al imputado con las acusaciones tanto fiscal y particular, señalando además día y hora de celebración de audiencia conclusiva, en la misma, la parte acusada cuestionó su participación, con el argumento que sólo la parte querellante puede acusar, planteando incidente de falta de personería de la víctima, a esto la autoridad demandada, el 15 de febrero de 2012, repitiendo lo alegado por el imputado y citando disposiciones legales sin mayor fundamento, declaró probado el incidente de falta de personaría de la víctima; sin embargo, no consideró las modificaciones incorporadas al art. 11 del CPP, por lo que recurrió de apelación, recurso que mereció el Auto de Vista 67/2012 de 20 de abril, declarando inadmisible el recurso de apelación por no estar regulada la misma por el art. 403 del citado cuerpo legal. Por otra parte refiere, que se violentó el art. 124 del CPP, que impone a las autoridades jurisdiccionales la obligación de fundamentar sus resoluciones, tanto de los hechos como en el derecho, a fin de que las partes conozcan las razones por las cuales, se les negó su intervención como acusador particular, dado que para el demandado solamente puede acusar quien se querella, aspecto totalmente contrario a la ley, razón por la cual, se limitó su derecho a intervenir plenamente en el juicio oral público y contradictorio para probar su acusación, que constituye violación de la aplicación objetiva de la ley. I.1.2. Derechos y garantía supuestamente vulnerados La accionante alega la vulneración de los derechos, a la igualdad, a la legalidad, la garantía al debido proceso y al principio de seguridad jurídica, citando al efecto los arts. 115, 117, 119.I (CPE). I.1.3. Petitorio La accionante solicitó se conceda la tutela demandada, disponiendo: a) Se deje sin efecto el Auto Interlocutorio de 15 de febrero de 2012; y, b) Se dicte un nuevo Auto, respetando el derecho de la víctima a participar activamente en el proceso, sin necesidad de querella, debiendo el demandado dar cumplimiento al art. 124 del CPP. I.2. Audiencia y Resolución del Tribunal de garantías Efectuada la audiencia pública el 27 de agosto de 2012, según acta cursante de fs. 63 a 65 vta., se produjeron los siguientes actuados: I.2.1. Ratificación de la acción El abogado de la accionante, ratificó el contenido de su demanda, reiterando se conceda la tutela solicitada. I.2.2. Informe de la autoridad demandada El demandado Oswaldo Aguilar Flores, Juez Segundo de Instrucción en lo Penal, no asistió a la audiencia, pero mediante informe cursante de fs. 59 a 61 vta., informó lo siguiente: a) El Auto Interlocutorio de 15 de febrero de 2012, tomó en cuenta las previsiones legales que reconocen el derecho de la víctima y su participación en el proceso penal descritas en el art. 78 del CPP, que señala: “…la víctima podrá promover la acción penal mediante querella…”, a ese mismo efecto también citó el art. 76.I y II, y art. 11 ambos del mismo Código, modificado por la Ley 007 de 18 de mayo de 2010, que refiere: ”La víctima por si sola o por intermedio de un abogado, sea particular o del Estado, podrá intervenir en el proceso penal, aunque no se hubiera constituido en querellante; b) La Resolución judicial no limitó el derecho de la víctima a participar dentro el proceso, por cuanto solamente responde a la petición del imputado de no considerar la acusación particular, sin que exista una previa querella; c) La accionante pretende interpretar a su manera la calidad de víctima, sin tomar en cuenta la existencia de previsiones legales establecidas a través de los arts. 340, 341 y 342 del CPP, que determinan la preparación del juicio, el contenido de la acusación y las bases del juicio oral, citando al efecto las SSCC 1616/2011-R, 2249/2010-R y 1036/2002-R, ya que en ningún momento se limitó el derecho consagrado a la víctima de participar y a ser escuchado dentro de un proceso, solamente no se reconoció la acusación particular, puesto que este acto está reservado para un querellante, lo contrario implicaría vulnerar la garantía del debido proceso; y, d) La Resolución de 15 de febrero de 2012, señala claramente el marco legal y consideración de la pretensión en derecho y su determinación judicial, aspectos que fueron fundamentados de manera concisa y razonable en cumplimiento del art. 124 del CPP, y los entendimientos de las SSCC 1846/2004-R y 1917/2004-R, de manera que la falta de formular querella es atribuible a la accionante o a su defensa, lo cual no puede ser suplido con la activación de la acción de amparo, por lo que pide se deniegue la tutela solicitada. I.2.3. Intervención de tercero interesado William Sánchez Gutiérrez, a través de su abogado en audiencia manifestó lo siguiente: El art. 11 del CPP, modificado por la Ley 007, permite participar a la víctima sin presentar querella, lo cual no se tomó en cuenta por la autoridad demandada, toda vez que el denunciante tiene derecho a ser oído antes de cada decisión judicial, siendo que el mismo ha sido vulnerado por la autoridad demandada. I.2.4. Resolución La Sala Social, Administrativa y Tributaria del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, por Resolución 198/2012 de 27 de agosto, cursante de fs. 66 a 68 vta., denegó la tutela solicitada, bajo los siguientes fundamentos: i) La accionante alega que el Juez demandado le negó la personería en el proceso y con ello su derecho a presentar acusación, sin considerar que la víctima se encuentra legitimada para tal propósito, aun así no hubiese formulado querella; ii) La accionante conjuntamente Williams Fernando Sánchez Gutiérrez, presentó acusación formal invocando el art. 76.2 del CPP, “concordante dice con el art. 11 del mismo adjetivo penal” (sic), no existe duda que la accionante se apersonó en su condición de víctima, mas no así en representación directa de la menor de edad ofendida por un delito, en caso de ser así, pudo ser aplicable el art. 76.1 del CPP, con arreglo a las modificaciones introducidas al art. 11 de dicha normativa legal, por lo que el Juez demandado ha obrado con sometimiento a la ley, sin quebrantar los derechos constitucionales alegados por la accionante. II. CONCLUSIONES Hecha la debida revisión y compulsa de los antecedentes se llega a las siguientes conclusiones: II.1. El 20 de diciembre de 2011, Soledad Molina Pereira, Fiscal de Materia, presentó al Juzgado Segundo de Instrucción Penal, acusación formal contra Miguel Ángel Calizaya Colque, por la presunta comisión del ilícito penal de violación de niña niño y adolescente (fs. 4 a 8). II.2. Mediante providencia de 21 de diciembre de 2011, el Juez Segundo de Instrucción Penal, dispuso la notificación a Miguel Ángel Calizaya Colque con la acusación formal requerida por la autoridad fiscal, así como a la querellante o denunciante, para que formule su acusación particular y ofrezca las pruebas de cargo (fs. 10). II.3. El 4 de enero de 2011, Carmen Rosa Gutiérrez Núñez de Tambo y Willams Fernando Sánchez Gutiérrez, presentaron acusación particular contra Miguel Ángel Calizaya Colque, ante el Juez Segundo de Instrucción Penal, en su calidad de madre y hermano respectivamente de la víctima, al amparo del art. 76 inc.2) del CPP, concordante con el art. 11 del mismo cuerpo legal (fs.14 a 15). II.4. El 1 de febrero de 2012, en audiencia pública conclusiva, el acusado planteó incidente de falta de personería de la víctima, argumentando que sólo el querellante puede presentar una acusación particular, a ese efecto la autoridad judicial, declaró cuarto un intermedio para resolver dicho incidente (fs. 16). II.5. El 15 de febrero de 2012, la autoridad judicial demandada dictó Resolución judicial, declarando probado el incidente de falta de personería de la víctima, interpuesta por el acusado Miguel Ángel Calizaya Colque (fs. 19). II.6. Por escrito de 22 de febrero de 2012, Carmen Rosa Gutiérrez Núñez de Tambo y Willams Fernando Sánchez Gutiérrez, plantearon recurso de apelación contra la Resolución que declaró procedente el incidente de impersoneria de la víctima, lo cual fue admitida por la autoridad demandada y dispuso la remisión de antecedentes en testimonio de apelación al Tribunal de alzada (fs. 21 a 23). II.7. El 20 de abril de 2012, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, mediante Auto de Vista 67/12 de 20 de abril, y al amparo del art. 399 del CPP, sin ingresar al fondo, rechazó por inadmisible la apelación incidental interpuesta por la accionante (fs. 25 a 26). III. FUNDAMENTOS JURÍDICOS DEL FALLO La accionante, alega la vulneración de sus derechos al debido proceso, a la igualdad, a la legalidad y al principio de seguridad jurídica, aduciendo que la autoridad judicial demandada, dictó el Auto Interlocutorio de 15 de febrero de 2012, sin dar cumplimiento al art. 124 del CPP, vulnerando las reglas de interpretación ordinaria de la norma procesal penal, y sin respetar el derecho de la víctima para participar activamente en el proceso con la presentación de la acusación particular, sin necesidad de querella. En revisión, corresponde dilucidar si los hechos denunciados son evidentes y sí constituyen actos que lesionan los derechos invocados por la accionante. III.1. De la acción de amparo constitucional Antes de entrar a la consideración sobre la resolución y antecedentes de la presente acción tutelar elevada en revisión, es pertinente, referirse a algunos aspectos inherentes a dicha acción de amparo constitucional instituida en la Constitución Política del Estado, con relación, a la naturaleza de la institución jurídica constitucional y el entendimiento de la jurisprudencia constitucional, remarcando, tal como prevé la Constitución, el enunciado normativo sobre las formas de resolución en las acciones de amparo constitucional. La Constitución Política del Estado, en la Sección segunda, del Capítulo segundo (Acciones de Defensa) del Título cuatro (Garantías Jurisdiccionales y Acciones de Defensa) de la Primera Parte (Bases fundamentales del Estado - derechos, deberes y garantías) ha instituido la acción de amparo constitucional. En ese marco, el art. 128 establece: “La Acción de Amparo Constitucional tendrá lugar contra actos u omisiones ilegales o indebidos de los servidores públicos, o de persona individual o colectiva, que restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir los derechos reconocidos por la Constitución y la ley”. A su vez el art. 129.I de la CPE, resalta que: “La Acción de Amparo Constitucional se interpondrá por la persona que se crea afectada, por otra a su nombre con poder suficiente o por la autoridad correspondiente de acuerdo con la Constitución, ante cualquier juez o tribunal competente, siempre que no exista otro medio o recurso legal para la protección inmediata de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados”. El art. 51 del Código Procesal Constitucional (CPCo), al referirse al objeto de la acción de amparo constitucional, señala lo siguiente: “La Acción de Amparo Constitucional tiene el objeto de garantizar los derechos de toda persona natural o jurídica, reconocidos por la Constitución Política del Estado y la Ley, contra los actos ilegales o las omisiones indebidas de las y los servidores públicos, o particulares, que los restrinjan, supriman o amenacen restringir o suprimir”. La acción de amparo constitucional, en consecuencia, es un mecanismo constitucional por el que la Norma Suprema del ordenamiento jurídico establece un procedimiento de protección, cuyo objeto es el restablecimiento inmediato y efectivo de los derechos y garantías restringidos, suprimidos o amenazados, a través de un procedimiento judicial sencillo, rápido y expedito, frente a situaciones de lesión provenientes de la acción u omisión de servidores públicos o particulares; siempre que el ordenamiento jurídico ordinario no prevea un medio idóneo y expedito para reparar la lesión producida. III.2.Sobre el debido proceso Al respecto, los arts. 115.II y 117.I de la CPE, señalan que: “Ninguna persona puede ser condenada sin haber sido oída y juzgada previamente en un debido proceso”, estableciéndose de estas normas constitucionales lo que buscan es garantizar que el proceso, judicial o administrativo, sea justo y que se desarrolle dentro del marco de las normas establecidas en el ordenamiento jurídico. Este derecho está igualmente reconocido en el orden internacional de Derechos Humanos, así se tienen los arts. 11 de la Declaración Universal de Derechos Humanos (DUDH), 8.2 del Pacto de San José de Costa Rica, 14.2 del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos. En ese sentido la jurisprudencia constitucional señaló: “…que el debido proceso, exige que los litigantes tengan el beneficio de un juicio imparcial ante los tribunales y que sus derechos se acomoden a lo establecido por disposiciones jurídicas generales aplicables a todos aquellos que se hallen en una situación similar; es decir, implica el derecho de toda persona a un proceso justo y equitativo, lo que importa a su vez el derecho a la defensa, el emplazamiento personal, el derecho de ser asistido por un intérprete, el derecho a un juez imparcial; y por otra parte, se produce también por la infracción de las disposiciones legales procesales, es decir, los procedimientos y formalidades establecidas por ley, garantía y derecho a la vez, aplicable a los procesos judiciales y administrativos en los que se imponga sanciones” (SC 0295/2010-R de 7 de junio). III.3.Sobre el derecho de igualdad El art. 180.I de la CPE, establece que: “La jurisdicción ordinaria se fundamenta en los principios procesales de gratuidad, e igualdad de las partes ante el juez”. Al respecto la jurisprudencia constitucional, refirió que la:”… La igualdad, por tanto es un valor guía y eje del todo colectivo, que se halla reconocido en el art. 8.II de la CPE, cuando señala: 'El Estado se sustenta en los valores de unidad, igualdad…'. La Constitución Política del Estado considera a la igualdad, no únicamente como un valor supremo, sino también como un principio motor de todo el aparato jurídico, siempre en procura del logro de un régimen de igualdad real, donde no se reconozcan privilegios y se erradique toda forma de discriminación, consolidando los rasgos e impronta de nuestro nuevo modelo de Estado…”. La igualdad, además de ser un valor y un principio, es también un derecho y una garantía. Es un derecho que a su vez reivindica el derecho a la diferencia y es una garantía porque avala su ejercicio activando la tutela judicial y constitucional en caso de su violación. “Igualdad, como Garantía individual es un elemento consubstancial al sujeto en su situación de persona humana frente a sus semejantes todos… es una situación en que está colocado todo hombre desde que nace” (SC 0080/2012 de 16 de abril). En consecuencia, el derecho de igualdad exige el mismo trato para los sujetos y hechos que se encuentran cobijados bajo una misma suposición y una diferente regulación respecto de los que muestran características distintas, conforme a las condiciones en las que actúan; que tienen su origen directo en el valor supremo del Estado, que es el “vivir bien”, a partir del cual deben ser entendidos los valores ético-morales de la sociedad plural, plasmados en el art. 8.I y II de la CPE. III.4. Sobre el derecho de la víctima en el proceso penal El art. 121.II de la CPE, determina que: “La víctima en un proceso penal podrá intervenir de acuerdo con la ley, y tendrá derecho a ser oída antes de cada decisión judicial. En caso de no contar con los recursos económicos necesarios, deberá ser asistida gratuitamente por una abogada o abogado asignado por el Estado”. Por su parte el art. 11 del CPP, modificado por el art. 1 de la Ley 007, establece que: “La víctima por si sola o por intermedio de un abogado, sea particular o del Estado, podrá intervenir en el proceso penal aunque no se hubiera constituido en querellante”. A su vez el art. 76 del CPP, refiere que: “Se considera víctima: 1) A las personas directamente ofendidas por el delito; y, 2) Al conyugue o conviviente, a los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o segundo de afinidad, al hijo o padre adoptivo y al heredero testamentario, en los delitos cuyo resultado sea la muerte del ofendido”. Asimismo, refiriéndose a la información de la víctima, el art. 77 del CPP, establece: “Aun cuando la víctima no hubiera intervenido en el proceso, deberá ser informada por la autoridad responsable de la persecución penal sobre sus derechos y por el juez o tribunal sobre los resultados del proceso, bajo responsabilidad que corresponda en caso de incumplimiento”. El art. 78 del CPP, determina que: “La victima podrá promover la acción penal mediante querella, sea en los casos de acción pública o privada, según los procedimientos establecidos en este Código. Los menores de edad y los interdictos declarados, podrán formular querella por medio de sus representantes legales (las negrillas son nuestras). En caso de incapacidad temporal de la víctima, sus derechos podrán ser ejercidos por sus familiares según las reglas de la representación sin mandato”. Finalmente el art. 340 del tantas veces citado procedimiento penal establece: “El juez o el presidente del tribunal, dentro de las cuarenta y ocho horas de recibida la acusación, y ofrecidas las pruebas de cargo por el fiscal, radicará la causa y notificará al querellante para que presente la acusación particular y ofrezca las pruebas de cargo dentro el término de diez días”. En coherencia con las citadas disposiciones legales, la jurisprudencia constitucional, estableció que: “… los derechos del imputado como los de la víctima pueden encontrar equilibrio si se respetan los lineamientos procesales del Código de procedimiento, pues como ha quedado establecido, la opción política asumida por el Estado Boliviano 'asigna dos fines al sistema procesal penal (igual de importantes uno y otro): garantiza la libertad del ciudadano y la seguridad de la sociedad. En este orden de cosas, en el sistema penal elegido, destacan dos derechos de amplio contenido y realización material: el derecho al debido proceso y a la tutela judicial efectiva”. (SC 2009/2010-R 3 de noviembre, que citó a su vez la SC 1173/2004-R de 26 de julio). Siguiendo el mismo precedente constitucional la SC 1859/2010-R de 25 de octubre, reiterando lo señalado por la SC 1844/2003-R de 12 de diciembre, refirió: “Se considera víctima a la persona directamente ofendida por el delito, la que puede participar en el proceso como querellante, pero aun cuando no hubiere participado en el proceso en tal calidad, es obligación del fiscal, juez o tribunal y bajo su responsabilidad, informarle sobre el resultado de las investigaciones y el proceso, pues ésta (la víctima) tiene derecho a ser escuchada antes de cada decisión que implique la extinción o suspensión de la acción penal y, en su caso, a impugnarla…”. Consiguientemente, en un proceso penal, de existir pronunciamiento de requerimiento conclusivo de la autoridad fiscal, como la acusación formal, radicado la causa, la autoridad judicial notificará al denunciante, víctima o querellante para que presente su acusación particular dentro el término establecido por ley. III.5. Sobre la tutela judicial efectiva Al respecto la jurisprudencia constitucional señaló: “…la garantía de la tutela jurisdiccional eficaz, entendida en el sentido más amplio, dentro del contexto constitucional referido, como el derecho que tiene toda persona de acudir ante un juez o tribunal competente e imparcial, para hacer valer sus derechos o pretensiones, sin dilaciones indebidas…” (SC 1044/2003-R de 22 de julio). Sobre el tema, el Pacto de San José de Costa Rica, al referirse a las garantías judiciales en el art. 8.1, señala: “Toda persona tiene derecho a ser oída, con las debidas garantías y dentro de un plazo razonable, por un juez o tribunal competente, independiente e imparcial, establecido con anterioridad por la ley, en la sustanciación de cualquier acusación penal formulada contra ella, o para la determinación de sus derechos y obligaciones de orden civil, laboral y fiscal o de cualquier otro carácter”. Por su parte el art. 25.1 del mismo instrumento legal al señalar sobre la protección legal: “Toda persona tiene derecho a un recurso sencillo y rápido o a cualquier otro recurso efectivo ante los jueces o tribunales competentes, que la ampare contra actos que violen sus derechos fundamentales reconocidos por la Constitución, la ley o la presente Convención, aún cuando tal violación sea cometida por personas que actúen en ejercicio de sus funciones oficiales”. Al respecto la jurisprudencia constitucional señaló: “El respeto a los derechos humanos constituye un límite a la actividad estatal, lo cual vale para todo órgano o funcionario que se encuentre en una situación de poder, en razón de su carácter oficial, respecto de las demás personas. Es, así, ilícita, toda forma de ejercicio del poder público que viole los derechos reconocidos por la Convención. Esto es aún más importante cuando el Estado ejerce su poder sancionatorio, pues éste no sólo presupone la actuación de las autoridades con un total apego al orden jurídico, sino implica además la concesión de las garantías mínimas del debido proceso a todas las personas que se encuentran sujetas a su jurisdicción, bajo las exigencias establecidas en la Convención' (párrafo 68)” (SCP 0140/2012 de 9 de mayo). III.6. Sobre el principio de prevalencia del derecho sustancial frente al derecho formal El art. 9.4 de la CPE, establece como fines y funciones esenciales del Estado, “Garantizar el cumplimiento de los principios, valores, derechos y deberes reconocidos y consagrados en esta Constitución”. En concordancia con el art. 13.I del mismo texto, determina que el Estado tiene el deber de promover, proteger y respetar los derechos de las personas. A su vez el art. 115.I de la CPE, reconoce el derecho de acceso a la justicia, haciendo prevalencia en la protección oportuna y efectiva de los derechos e intereses legítimos, conforme al siguiente contenido: “Toda persona será protegida oportuna y efectivamente por los jueces y tribunales en el ejercicio de sus derechos e intereses legítimos”. Asimismo, el art. 196.I de la norma suprema, establece que: “El Tribunal Constitucional Plurinacional vela por la supremacía de la Constitución, ejerce el control de constitucionalidad, y precautela el respeto y la vigencia de los derechos y las garantías constitucionales”. De las normas citadas, fundamentalmente del art. 9.4 de la CPE, se concluye que, siendo uno de los fines del Estado garantizar el cumplimiento de los derechos reconocidos en la Constitución, la administración de justicia tiene que regirse sobre principios que orienten la actividad del Juez constitucional, haciendo efectiva dicha función, debiendo para ello, prevalecer el derecho sustancial respecto a las formalidades. Al respecto la jurisprudencia constitucional señaló: “El principio de prevalencia del derecho sustancial sobre el formal, se desprende del valor supremo justicia, que es uno de los pilares fundamentales del Estado democrático de derecho y que se encuentra consagrado por el art. 8.II de la Constitución Política del Estado vigente (CPE), pues en mérito a éste los ciudadanos tienen derecho a la justicia material, así se ha plasmado en el art. 180.I de la CPE que ha consagrado como uno de los principios de la justicia ordinaria el de “verdad material”, debiendo enfatizarse que ese principio se hace extensivo a todas las jurisdicciones, y también a la justicia constitucional. De este modo debe entenderse que la garantía del debido proceso, con la que especialmente se vincula el derecho formal no ha sido instituida para salvaguardar un ritualismo procesal estéril que no es un fin en sí mismo, sino esencialmente para salvaguardar un orden justo que no es posible cuando, pese a la evidente lesión de derechos, prima la forma al fondo, pues a través del procedimiento se pretende lograr una finalidad más alta cual es la tutela efectiva de los derechos” (las negrillas son nuestras) (SC 1888/2011-R de 7 de noviembre). En ese sentido el derecho de acceso a la justicia previsto en el art. 115 de la CPE, establece que la protección de los jueces y tribunales respecto a sus derechos e intereses legítimos de las personas, debe ser oportuna y efectiva; de ahí, que es indispensable, la necesidad de orientar la labor del juzgador mediante principios que posibiliten la protección del derecho de manera efectiva, sin que las exigencias formales impidan su protección oportuna y efectiva; toda vez que, no debe de olvidarse que la potestad de impartir justicia se sustenta en precautelar el respeto y la vigencia de derechos y garantías constitucionales. III.7. Análisis del caso concreto De la documentación que informa los antecedentes del expediente, la accionante fue notificada por el Juez de la causa con la acusación formal emitida por el Ministerio Público, en contra Miguel Ángel Calizaya Colque, por la presunta comisión del delito de violación de niña niño y adolescente, consiguientemente (en representación de su hija menor de edad), presentó su acusación particular, al efecto el acusado formuló incidente de falta de personería de la víctima. Y como consecuencia de ello, la autoridad judicial demandada, mediante Auto Interlocutorio 72/2012 de 15 de febrero, declaró probado el incidente formulado por el imputado; apelada que fue por la ahora accionante, la Sala Penal Segunda del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca, rechazó por ser inadmisible el recurso de apelación. En ese contexto, y tomando en cuenta que el Tribunal Constitucional Plurinacional asume un rol de protección y cumplimiento de los derechos constitucionales, corresponde en este caso asumir un criterio respecto al derecho sustancial en relación al derecho formal, toda vez que, teniendo en cuenta que la víctima del delito de violación es una menor de edad, y siendo deber del Estado, la sociedad y la familia garantizar la prioridad del interés superior de la niña, niño y adolescente, que comprende la primacía de recibir atención y socorro en cualquier circunstancia y siendo que forma parte de los grupos más vulnerables que la jurisprudencia constitucional ha señalado, en ese sentido corresponde brindar la tutela en ejercicio de una interpretación teleológica tanto de la norma constitucional, así como de los antecedentes expuestos. Consecuentemente, el hecho que la accionante haya omitido insertar la frase ”en representación de la víctima menor de edad” en la acusación particular presentada ante el Juez de causa, cursante de fs. (14 a 15) y citando el numeral incorrecto del art. 76.II del CPP, no puede constituirse en un impedimento que restrinja el acceso a la justicia de la víctima por intermedio de su representante (madre); más aún si se tiene en cuenta que la víctima es parte de los grupos más vulnerables de la sociedad, en ese entendido se evidencia que el delito se ha perpetrado contra una menor de edad y como madre de la víctima presentó acusación particular en representación de su hija menor de edad, de consiguientemente y tomando en cuenta los hechos puntualizados, en plena coherencia con lo pronunciado en el Fundamento Jurídico III.5 y III.6 de la presente Sentencia Constitucional Plurinacional, la autoridad judicial demandada al absolver un aspecto formal, incurrió en acto ilegal que lesionó el debido proceso en su elemento a la tutela judicial efectiva y acceso a la justicia, y a la igualdad, referidos en el Fundamento Jurídico III.2 y III.3 de éste fallo, e invocados por la accionante. Consiguientemente, siendo un deber del Tribunal Constitucional Plurinacional, como garante de la primacía de los derechos humanos y garantías constitucionales, brindar la mayor protección a todo niño, niña y adolescente respecto a sus derechos y garantías, y teniendo en cuenta su carácter de grupo vulnerable, que goza de la protección del Estado y la sociedad, requiere de especial reguardo. Por los fundamentos expuestos, el Tribunal de garantías, al haber denegado la tutela invocada, no evaluó correctamente los datos del proceso. POR TANTO El Tribunal Constitucional, en su Sala Primera Especializada, en ejercicio de sus atribuciones conferidas por la Constitución Política del Estado Plurinacional de Bolivia, y el art. 12.7 de la LTCP; en revisión resuelve: REVOCAR la Resolución 198/2012 de 27 de agosto, cursante de fs. 66 a 68 vta., pronunciada por la Sala Social, Administrativa Tributaria, del Tribunal Departamental de Justicia de Chuquisaca; y, en consecuencia CONCEDER la tutela solicitada. 1º Dejar sin efecto el Auto Interlocutorio de 15 de febrero de 2012, emitido por el Juez Segundo de Instrucción en lo Penal. 2º Que la autoridad demandada dicte nueva Resolución, admitiendo la acusación particular. Regístrese, notifíquese y publíquese en la Gaceta Constitucional Plurinacional. Fdo. Efren Choque Capuma MAGISTRADO Fdo. Soraida Rosario Chánez Chire MAGISTRADA