TRATA DE PERSONAS. PROCESAMIENTO.INF.ART.145 BIS AGRAVADO POR EL INC. 2* DEL CÓDIGO PENAL EN CONCURSO REAL CON EL ART. 117 AGRAVADO POR EL ART.120 INC. A) DE LA LEY 25.871.(POLÍTICA MIGRATORIA ARGENTNA). Condición de indocumentada de más de una de las mujeres de nacionalidad extranjera que trabajaban en el lugar.Otras se encontraban con una autorización vencida de permanencia en el país, elementos que a la luz de la habitual mecánica de comisión del delito investigado, hacen válidamente presumir al juzgador, con el grado de certeza propio de la instancia, la responsabilidad de los imputados en relación al delito de infracción a la ley migratoria . La calificación impuesta por el juzgador se encuentra, prima facie, ajustada a derecho y a las constancias de la causa. La falta de elementos de prueba suficientes para librar orden de registro domiciliario sobre la finca debe descartarse de plano .Analisis en su totalidad de los elementos probatorios que, a la luz de la valoración efectuada por el juzgador, habilitan la medida de registro domiciliario.Valoración de los elementos de convicción suficientes que sin duda permitían el allanamiento en el que se secuestraran los elementos suficientes que, sumados a todo el elenco probatorio, autorizaran poner en cabeza de los acriminados el delito prima facie constatado. Interpretación ajustada a derecho del juzgador en punto a que la imputada se encontraba al frente del establecimiento por las tardes, con manejo sobre los “pases” de las mujeres que trabajaban en el lugar, sin perjuicio de su tarea de encargada de la barra del local.Dictado de procesamiento con el grado de certeza exigido en esta etapa del proceso. PODER JUDICIAL DE LA NACIÓN //Plata, 10 de diciembre de 2008.- Rtro.S. I T.67 f* 222 Y VISTO: para resolver en la presente causa registrada bajo el Nro. 4717/I, caratulada “B., W. O. y Otros S/ Pta. Inf. Art. 145 bis, agravado por el inc. 2do., del C.P., en concurso real con el Art. 117, agravado por el Art. 120 inc. A) de Ley 25.871”, procedente del Juzgado Federal Nro. 2 de Lomas de Zamora; y --------------------------------------------------------------------------CONSIDERANDO: I- Que contra la resolución (...)., por la cual se decreta el procesamiento con prisión preventiva de B., R., O. V., y Ch. en orden al delito previsto y penado en el Art. 145 bis, agravado por el inc. 2do. del Código Penal, en concurso real con el Art. 117, agravado por el 120, inc. a) de la Ley 25.871; se interponen los siguientes recursos de apelación. I-a) Por el (...)representante de B., R., y O. V.(...), recursos que se encuentran informados en esta instancia (...), sin adhesión del Fiscal General (...). Que en lo referente a la situación procesal del acriminado B., se agravia , en lo sustancial, de la valoración efectuada por el juzgador de las pruebas obrantes en autos, señalando que ha sido “deficiente y defectuosa, extraña al espíritu plasmado en la ley procesal.”. En igual sentido, sostiene que la “selección y apreciación de los medios de prueba ha sido en el sublite caprichosa, aislada, fragmentaria y carente de rigor crítico.” Que, asimismo, refiere que se advierte un contraste entre las declaraciones de “M.” citada por el juez de grado (...), la que es tenida como victima de autos, y las de las restantes testimoniales recibidas. Hace un extenso detalle de transcripción de los dichos testimoniales obrantes en autos, y sintetiza, luego del dilatado relato, “que se han transgredido es este aspecto las reglas que impone el debido proceso legal.”. Continuando, ataca el recurrente el procedimiento de registro domiciliario practicado en autos, toda vez “la falta de lectura previo al inicio de la inspección de la orden de allanamiento, como así la falta de constancia de quienes fueron lo funcionarios policiales encargados de la lectura precitada, y de la confección del acta de estilo, como así también quienes fueron lo designados para la inspección y secuestro ordenados, falencia ésta que no fue subsanada en las ratificaciones obrantes en autos ...”. Que, se agravia el recurrente de la infracción a la ley migratoria reprochada por el juzgador , y refiere que no se encuentra acreditado que B. tuviera conocimiento de que las personas que trabajaban en el lugar no tuvieran regularizada su situación migratoria, y que no se ha secuestrado en autos documentación apócrifa o adulterada , ni se acreditó que el nombrado ocultara a la mujeres de modo alguno de la autoridad migratoria. Que, de tal modo , y a los fines de fundar su voluntad recursiva, efectúa el recurrente un amplio análisis de los principios de “legalidad penal”, de “taxatividad penal”, de “conservación del derecho y tipo penal ambiguo”; y concluye que la actividad desplegada por su pupilo no se encuentra atrapada por la norma reprochada por el a quo. Que, en otro orden de ideas, refiere que se ha trasgredido la garantía de inviolabilidad de domicilio (Art. 18 de la C.N.), y se agravia de ello sosteniendo que con magros testimonios ha dispuesto el juzgador los allanamientos practicados en autos, circunstancia que denomina el recurrente “excursión de pesca”. Por ultimo, se agravia de la prisión preventiva dispuesta por el a quo, al tiempo que sostiene que “ ..se funda la prisión preventiva en una mera especulación del a quo, partiendo desde la base de la culpabilidad de imputados, y no de su inocencia, además de esto el a quo no presta ninguna prueba objetiva del peligro que representan los imputados para el normal procedimiento judicial, en cambio de las consideraciones personales de los imputados se denota prueba en contrario.”. Cita jurisprudencia que entiende deviene en sustento de su postura; y hace reserva de recurrir en Casación y del Caso Federal. Que al momento de informar ante esta Alzada, reedita los extremos expuestos al momento de interpone el recurso de apelación en tratamiento, y peticiona se revoque el auto de procesamiento en crisis y se disponga el sobreseimiento del imputado de autos y su inmediata libertad. Que, con idénticos argumentos se agravia el recurrente de lo resuelto por el juzgador respecto de sus restantes pupilas, R. y O.V.. En lo particular, y respecto de R., sostiene que “resulta ser un mera empleada del establecimiento (...), y que sus funciones solo eran las del manejo de la barra y la atención de las mesas y limpieza del establecimiento. Asimismo, y respecto de O. V., refiere que no se encuentra acreditada que esta haya “participado dolosamente en las acciones típicas que se le atribuyen.”. I-b) Por el(...) representante de Ch.(...) recurso que se encuentra informado en esta instancia (...), sin adhesión del Fiscal General (...). Que , se agravia el recurrente de lo dispuesto por el juzgador toda vez que entiende que la calificación jurídica impuesta a su pupilo “no corresponde por su arbitrariedad manifiesta”; y que tal reproche enrostrado a Ch. en el auto de procesamiento es “totalmente arbitrario e improcedente”. Que al momento de informar ante esta Alzada, refiere que es arbitraria la situación que viene sufriendo su asistido, toda vez que se le reprocha la comisión de los delitos objeto de pesquisa por la sola declaración de(...) donde surge, refiere, que Ch. es ajeno al delito enrostrado por el a quo. En igual sentido refiere que de los dichos de los consortes de causa de su pupilo también se desprende su ajenidad para con el reproche de autos, y destaca que tanto B. como R. refirieron que Ch. se desempeñaba en el lugar como portero y cumpliendo funciones de seguridad. Que, así también refiere el recurrente que su defendido “...no tenía ningún tipo de acceso al control y gobierno de la actividad que se desarrollaba dentro del local (...)”, y que Ch. se trataba de un simple portero del local allanado, lo cual no lo coloca en la calidad de autor de los graves delitos enrostrados por el a quo. En consecuencia, peticiona se revoque el auto atacado declarandose la falta de mérito de su pupilo ordenandose su inmediata libertad. II) Ahora bien, puesto el Tribunal en la tarea de analizar la cuestión traída a su conocimiento, desde ya se adelanta que lo peticionado por las defensas de los acriminados de autos, no tendrá acogida favorable. II-a) Que, ingresando al análisis de los agravios expuestos, corresponde descartar en primer término las deficiencias de valoración de los elementos de autos por parte del juzgador al momento de resolver la situación procesal de los acriminados. En efecto, la valoración del cuadro probatorio efectuada por el a quo, habilita, sin duda, el dictado de la resolución atacada, toda vez que ha sido analizada en detalle la totalidad de los elementos de cargo incorporados al legajo. Puntalmente ha expuesto el juzgador(...) y siguientes, lo elementos cargosos que valorados conforme las pautas de la sana critica ha validamente formado el reproche penal efectuado. Al respecto, y en lo sustancial, cobra especial relevancia el testimonio (...)en el que se describe los hechos ilícitos investigados, y el que si bien no guarda absoluto correlato con los demás testimonios brindados con las demás mujeres que trabajaban el lugar, conforme lo expusiera el a quo (...)la resolución recurrida, se corresponde en relación a la forma en que eran “reclutadas” las mujeres que trabajaban en el lugar, el porcentaje de ganancias que recibían, las personas a las que debían reportar sus ingresos, la presencia en el lugar de un cartel que rezaba “ el cliente elige, la chica que no quiera pasar cincuenta pesos de multa”, las “multas” o penalidad que se cobraban y demás presiones psicológicas, etc.. En virtud de lo cual, como se señalara, corresponde descartar que los elementos probatorios de los que se vale el juzgador a fin de fundar la responsabilidad de los encartados resulte “caprichosa, aislada, fragmentaria y carente de rigor crítico” como lo refiere el recurrente. Continuando, y en relación a las falencias que advierte el recurrente en el procedimiento de registro domiciliario del establecimiento donde trabajaran las mujeres victimas del delito de autos, es del caso señalar que tal agravio se compadece más con la actividad defensista que lógicamente se encuentra dentro de la órbita del Ministerio que le cabe al recurrente, que con la realidad de las actuaciones plasmadas en autos. En tal dirección, adviertase que el acta que documenta el procedimiento llevado a cabo en el establecimiento (...), se encuentra ajustada a los parámetros de los Arts. 138, 139, 224, 225 y conc., del C.P.P.N.; encontrándose debidamente consignados los nombres de los funcionarios intervinientes, contrariamente a lo alegado por el apelante. Por lo demás, y en atención al agravio basado en que no consta en el acta la persona encargada de dar lectura a la orden de allanamiento dispuesta por el juzgador, tampoco será favorablemente receptada, ello toda vez que, como se dijo, se han observado las normas reglamentarias que informan el procedimiento llevada a cabo, y tal omisión no se constituye, per se, en agravio válido para desvirtuar el registro domiciliario practicado en autos. Por su parte, y en relación a lo sostenido por el recurrente en punto al desconocimiento que tuviera el acriminado B. respecto de la situación migratoria de la victimas de autos, no cabe más que consignar que lo expuesto se traduce en una afirmación dogmática que no encuentra fundamento en las constancias de autos. En efecto, de la lectura del acta que documenta el registro domiciliario de autos, surge la condición de indocumentada de más de una de las mujeres nacionalidad extranjera que trabajaban en el lugar, asimismo, y conforme da cuenta la resolución en crisis, de las constancias de autos surge que otras se encontraban con una autorización vencida de permanencia en el país, siendo todos estos elementos, a la luz de la habitual mecánica de comisión del delito investigado, los que hacen válidamente presumir al juzgador, con el grado de certeza propio de la instancia, la responsabilidad de Boreski y de sus consortes de causa en relación al delito de infracción a la ley migratoria reprochado. De tal modo, y sin perjuicio del detallado análisis que efectúa el recurrente de los principios procesales que regulan la actividad jurisdiccional del Estado, los que por cierto no se encentran conculcados en autos, corresponde señalar que la calificación impuesta por el juzgador se encuentra, prima facie, ajustada a derecho y a las constancias de la causa. Que, en punto al agravio basado en la falta de elementos de prueba suficientes para librar orden de registro domiciliario sobre la finca (...), cabe descartar de plano la pretendida tacha respecto de lo resuelto por el a quo en tal sentido. En efecto, sin perjuicio de la valoración que pudiera efectuar la recurrente sobre la piezas procesales base de la decisión que entiende infundada, lo cierto es que se han analizado en su totalidad los elementos probatorios que, a la luz de la valoración efectuada por el juzgador, habilitan la medida de registro domiciliario atacada. Así, en la resolución (...) se han valorado elementos de convicción suficientes que sin duda permitían el allanamiento en el que se secuestraran los elementos suficientes que, sumados a todo el elenco probatorio, autorizaran poner en cabeza de los acriminados el delito prima facie constatado. De tal modo, y en base a lo expuesto corresponde rechazar el agravio así traído, y concluir que la calificación de “excursión de pesca” calificada por el apelante al procedimiento de autos, se erige como una valoración subjetiva carente de sustento fáctico. II-b) Que, abocado ahora el Tribunal al tratamiento de los recursos interpuestos en favor de(...)R. y O.V., y toda vez a la comunidad de agravios con los expuestos respecto de lo decidido por el juzgador en relación a B., dando respuesta a los mismos, corresponde estar a lo señalado en el considerando II.a) que antecede. Que, no obstante lo expuesto, en lo particular debe destacarse que no surgen de autos los elementos eximentes de responsabilidad que refiere el recurrente respecto de las nombradas, esto es la condición de empleada de R. y la falta de dolo de O. V. en las maniobras prima facie constatadas. Que, en tal dirección, y con base en los elementos de cargo señalados (...) se encuentra ajustada a derecho la interpretación del juzgador en punto a que (...) R. se encontraba al frente del establecimiento por las tardes, con manejo sobre los “pases” de las mujeres que trabajaban en el lugar, sin perjuicio de su tarea de encargada de la barra del local. Por su parte, la participación de O. V., más alla de las tareas que pudiera desarrollar en el local nocturno, lo cierto es que conforme se desprende los dichos de (...), sería la encargada de captar a las mujeres que trabajaban en el lugar; todo lo cual se encuentra prima facie acreditado, con el grado de certeza propio de la instancia. II-c) Que, en primer término, corresponde consignar que la valoración del cuadro probatorio efectuada por el a quo, permite el dictado de la resolución que decreta el procesamiento del imputado de autos Ch., toda vez que ha sido analizada en detalle la totalidad de los elementos de cargo incorporados al legajo. Puntualmente ha expuesto el juzgador(...), los elementos cargosos que valorados conforme la pautas de la sana critica han formado en el ánimo del juzgador el reproche efectuado. De tal modo, ha dictado el juez de grado el procesamiento del acriminado Ch. toda vez que conforme se desprende del resolutorio puesto en crisis, surge de autos, con el grado de certeza exigido en esta etapa del proceso, que el nombrado se desempeñaba en el local cumpliendo funciones de seguridad, haciendo ingresar a los hombres al lugar ante quienes las mujeres desfilaban prácticamente desnudas, en virtud de lo cual tenía pleno conocimiento y participación en las actividades desarrolladas. Que, a su vez, cobra especial relevancia lo manifestado por la testigo de identidad reservada, que refiriera que el nombrado era quien controlaba si salían del lugar, ya que eran “multadas” por ello. Que, en virtud de lo expuesto, y en atención a las constancias de autos, corresponde confirmar la responsabilidad asignada por el juzgador respecto de la actividad desarrollada por el acriminado Ch., imponiéndose descartar el agravio esgrimido por la esforzada defensa técnica en tanto sostuviera que el citado no tuviera acceso al control y gobierno de los hechos ilícitos objeto de investigación de autos. II.d) Por ultimo, solo resta señalar en punto a los agravios expuestos por el (...) en torno al encarcelamiento preventivo impuesto por el juzgador, que para acceder esta Alzada al tratamiento de los mismos, deberá el a quo formar las incidencias respectivas, y disponer en consecuencia su posterior elevación a este Tribunal. Que, ello así, en tanto sin perjuicio de los argumentos recursivos expuestos por la defensa sobre el particular, merece especial atención el análisis del criterio jurisprudencial sobre el tópico que dimana del fallo plenario de la Cámara Nacional de Casación Penal que lleva el Nro. 13 del registro de ese órgano, in re “Diaz Bessone, Ramón Genaro S/ recurso de inaplicabilidad de ley”, del 30/10/08 -(posterior a la resolución en crisis)-. Allí se ha resuelto, como doctrina plenaria, que “no basta en materia de excarcelaciones o eximición de prisión para su denegación la imposibilidad de futura condena de ejecución condicional, o que pudiere corresponderle al imputado una pena privativa de la libertad superior a ocho años (arts. 316 y 317 del C.P.P.N.), sino que deben valorarse en forma conjunta con otros parámetros tales como los establecidos en el art. 319 del ordenamiento ritual a los fines de determinar la existencia de riesgo procesal.”. Que en virtud de lo expuesto y salvaguardando el Tribunal el respeto irrestricto de las garantías individuales, entre las que se tutela la defensa en juicio, el debido proceso legal, la retroactividad de la ley penal más benigna, y la doble instancia, corresponde ordenar al a quo la formación de las incidencias respectivas para su particular tratamiento, ello sin perjuicio de lo que se decide en la presente resolución. POR ELLO SE RESUELVE: I) Confirmar la resolución (...)., por la cual se decreta el procesamiento con prisión preventiva de B., R., O.V., y Ch. en orden al delito previsto y penado en el Art. 145 bis, agravado por el inc. 2do. del Código Penal, en concurso real con el Art. 117, agravado por el 120, inc. a) de la Ley 25.871. II) Tener presentes las reservas de recurrir en Casación y del Caso Federal interpuestas. III) Ordenar al a quo a que proceda en la forma indicada en el considerando II-c) del presente decisorio. Regístrese, notifíquese, devuélvase.Firmado: Jueces Sala I Dres. Alberto R. Duran y Julio Víctor Reboredo, Ante mí Dr. Pablo E. Muñoz, Secretario.