32-U-2002 SALA DE LO CONTENCIOSO ADMINISTRATIVO DE LA CORTE SUPREMA DE JUSTICIA: San Salvador, a las ocho horas del día veintitrés de agosto del año dos mil dos. En la demanda presentada por el doctor César Augusto Calderón, en carácter de Fiscal de la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer, se señalan como actos impugnados: La resolución mediante la cual se integró un "equipo técnico", en el cual se incorporó al doctor José Humberto López Cobos: "quien no es miembro del Ministerio de Educación, sino que se le califica de "miembro de la Asociación de Médicos Veterinarios de El Salvador", y como "experto independiente", para verificar una inspección de las que tiene previstas el artículo 39 de la Ley de Educación Superior"; La resolución pronunciada por el Director Nacional de Educación, a las ocho horas del día veintinueve de octubre de dos mil uno, mediante la cual se acordó instruir informativo de ley a la referida Universidad. La resolución pronunciada por el Director Nacional de Educación Superior, a las diez horas del día seis de diciembre de dos mil uno, mediante la cual se declaró sin lugar la nulidad de los dos actos anteriores; y, La resolución emitida en apelación por la señora Ministra de Educación, a las doce horas del día treinta de julio del año dos mil dos, por medio de la cual se acordó denegar la solicitud de dejar sin efecto y valor jurídico lo actuado en el informativo antes relacionado. El argumento fundamental en que se hace recaer la ilegalidad de tales actuaciones, es que se inició un procedimiento contra la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer, teniendo como base una inspección viciada, ya que, a criterio de la demandante, la normativa no contempla para esos casos la intervención de "expertos independientes". Aduce además entre otros puntos, que no fue debidamente informada de los hechos que se le imputaban y que la resolución de la señora Ministra de Educación carece de motivación. Si bien la Ley de la Jurisdicción Contencioso Administrativa no hace alusión expresa a la posibilidad de impugnar actos de trámite, este Tribunal ha sostenido la posibilidad de dirigir la acción contencioso administrativa contra actos de trámite asimilables a definitivos que ponen fin al procedimiento administrativo o hacen imposible su continuación, deciden indirectamente el fondo del asunto o producen irreparable indefensión. Tal postura ha sido congruente con la doctrina y el Derecho comparado, a fin de no excluir del control judicial actos que sin ser definitivos, tienen un carácter especial que posibilita su impugnación. El tratadista Jesús González Pérez en su obra: "Derecho Procesal Administrativo Hispanoamericano", plantea que la recurribilidad de una resolución está directamente relacionada con el carácter o la fuerza que ésta proyecte en el procedimiento administrativo, por lo cual considera impugnables por separado los actos definitivos o de trámite que: " deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, de tal modo, que ponga término a la vía administrativa o haga imposible su continuación". En el mismo orden de ideas, otros autores sostienen que los actos de trámite son recurribles de forma autónoma por excepción, cuando: "aún bajo la apariencia de actos procedimentales no resolutorios del fondo del asunto, de hecho vienen a decidirlo, por poner término al procedimiento o suspender o hacer imposible su continuación…". Acotando que el resto de actos de trámite no son impugnables separadamente, y "habrá que esperar a que se produzca la resolución final del procedimiento para, a través de la impugnación de la misma, poder plantear todas las irregularidades o vicios..". (Eduardo García de Enterría y Tomás Ramón Fernández: Curso de Derecho Administrativo). Bajo esta perspectiva, es posible la impugnación autónoma de actos de trámite en casos especiales, se reitera, esencialmente los que deciden directa o indirectamente el fondo del asunto, determinan la imposibilidad de continuar el procedimiento, producen indefensión o perjuicio irreparable a derechos o intereses legítimos. Fuera de estos casos, los vicios del acto de trámite se reflejarán en el acto final, que es el recurrible ante esta jurisdicción. Con tales antecedentes, se concluye que en el caso en análisis no procede la impugnación autónoma de los actos adversados, ya que por su naturaleza no deciden directa ni indirectamente el fondo del asunto, no ponen fin al procedimiento ni causan un perjuicio irreparable per se, sino meramente una posibilidad de ser sancionado, que se concretaría únicamente ante la emisión de una resolución sancionatoria al final del procedimiento administrativo. Desde tal perspectiva, la Universidad demandante debe esperar la terminación del procedimiento iniciado en su contra, y de emitirse una resolución desfavorable a sus intereses, impugnarla y alegar en esa oportunidad los vicios previos o procedimentales. Por tanto, esta Sala Resuelve: Declárase inadmisible la demanda presentada por el doctor César Augusto Calderón, en carácter de Fiscal de la Universidad Salvadoreña Alberto Masferrer, contra el Director Nacional de Educación Superior y la señora Ministra de Educación. PRONUNCIADO POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS QUE LO SUSCRIBEN.