TOCA CIVIL No. 269/2015 RECURSO DE APELACIÓN. JUICIO ORDINARIO CIVIL DE USUCAPIÓN. MAGISTRADA PONENTE: LIC. MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ. SECRETARIA DE ESTUDIO Y CUENTA: LIC. SARA ÁLVAREZ ANGUIANO. Saltillo, Coahuila, a (16) dieciséis de diciembre de (2015) dos mil quince. V I S T O para resolver el toca civil número 269/2015 relativo al recurso de apelación interpuesto por ********** en contra de la sentencia definitiva de fecha once de junio de dos mil quince, dictada por el Juez Tercero de Primera Instancia en Materia Civil del Distrito Judicial de Saltillo, con residencia en esa ciudad, dentro de los autos del juicio ordinario civil de usucapión, expediente número **********, promovido por el recurrente en contra de **********, y; R ESULTANDO I. La sentencia recurrida en apelación concluyó con los siguientes puntos resolutivos: […] PRIMERO. El actor principal ********** no acreditó el primer elemento constitutivo de la acción de usucapión que ejercitó, es decir, la existencia del título generador de su posesión en concepto de propietario. SEGUNDO. Se absuelve a la parte demandada principal **********, del cumplimiento de las prestaciones reclamadas en este procedimiento por Arnoldo Aarón Rodríguez Cepeda. TERCERO. Se declara que **********es propietaria del bien inmueble objeto del presente juicio consistente en el **********; con una superficie total de **********; se encuentra precisamente inscrito a favor de la actora reconvencional **********, esto bajo la partida **********. 2 TOCA CIVIL NO. 269/2015 CUARTO. Se condena a la parte demandada reconvencional **********, a desocupar y entregar a la parte actora reconvencional **********el aludido bien inmueble, con sus accesiones y frutos civiles, susceptibles de haber producido desde la fecha en que se verificó el emplazamiento. QUINTO. Se absuelve a la parte demandada reconvencional **********del pago de daños y perjuicios. SEXTO. En cuanto al pago de costas de la acción principal de usucapión, no ha lugar a hacer especial condenación de costas en esta instancia. SÉPTIMO. En relación a la reivindicatoria, se condena a reconvencional **********, al pago hubieren originado en esta instancia reconvencional **********. acción reconvencional la parte demandada de las costas que se a favor de la parte actora Notifíquese personalmente [...] Nota: La trascripción que antecede es literal e incluye los errores mecanográficos u ortográficos, tal como aparecen plasmados. II. Inconforme con el fallo antes mencionado, ********** parte actora (demandado reconvencional) en el juicio de origen, interpuso el recurso de apelación que le fue admitido en el efecto devolutivo por el Juez de Primera Instancia mediante auto de fecha seis de julio de dos mil quince y, tramitado ante esta Sala, se citó a las partes para oír sentencia definitiva, misma que hoy se pronuncia con base en los siguientes: C ONSIDERANDOS PRIMERO. De conformidad con lo dispuesto por el artículo 865 del Código Procesal Civil para el Estado de Coahuila de Zaragoza, el Tribunal de Alzada podrá revocar o modificar el auto o la sentencia recurridos, si estima fundados los agravios del apelante o, bien, confirmar la resolución apelada, si considera infundados dichos agravios. SEGUNDO. El apelante **********expresó agravios, los que en su parte conducente son del tenor literal siguiente: 3 TOCA CIVIL NO. 269/2015 […] PRIMERO.- Me ocasiona un primer agravio la Sentencia recurrida, al haber omitido el Juez AQUO integrar debidamente el litisconsorcio pasivo necesario respectivo, acorde a lo establecido en los artículos 35 de la Ley Reglamentaria del Registro Público y artículo 99 del Código Procesal Civil vigente en el Estado, pues ese primer precepto establece que siempre que ante un Tribunal se pida la nulidad o cancelación de una inscripción, el juez ante quien se haya promovido, y una vez que se haya notificado a los demandados, lo participará al Registrador de su jurisdicción, enviándole una copia de la demanda, la cual será inscrita preventivamente y relacionada con el asiento impugnado, previo el pago de los derechos correspondientes por parte del actor respectivo. Esto es así para que si la sentencia acoge la pretensión de nulidad o cancelación se dejará sin efecto el asiento o asientos impugnados, cancelándose la inscripción preventiva de la demanda. En el juicio de nulidad y cancelación, deberá ser oído como parte el Registrador de la Oficina del Registro en que se haya hecho la inscripción impugnada. Mientras que el segundo precepto legal invocado, en relación con este primero establece que habrá legitimación de parte cuando la pretensión se ejercita por la persona a quien la ley concede facultad para ello y frente a la persona contra quien deba ser ejercitada, por lo cual se concluye que ineludiblemente la C. Directora Registradora del Registro Público en esta ciudad de Saltillo, Coahuila debió haber sido llamada al presente juicio por las razones legales antes expuestas, luego entonces, tal omisión debe subsanarse y reponer el procedimiento para darle la intervención legal a dicha Autoridad en el presente juicio. SEGUNDO.- Me ocasiona un segundo agravio la Sentencia recurrida, el cual se contiene en su CONSIDERANDO 11.4 al declarar que en la audiencia de pruebas y alegatos antes referida, por los motivos que ahí se exponen se me declaro desierta la prueba testimonial; pues en lo concreto se refiere a la audiencia celebrada en fecha catorce de abril de dos mil quince en la cual establece como razón lo siguiente: “… En virtud de que mediante auto admisorio de pruebas de fecha 11 de febrero del 2015, notificado a la parte actora el 13 de febrero del año en curso, se previno para la debida preparación de las pruebas mediante al gestión de las notificaciones necesarias para la recepción de las mismas; y sin que se desprenda que se haya gestionado o bien citado a los testigos admitidos a la parte actora, no aparece por escrito que estos se hayan enterado de la celebración de esta diligencia, se declaran desiertas alas testimoniales por considerarse atribuible a su oferente al imposibilidad de la práctica y falta de interés procesal, lo anterior con fundamento en los artículos 126, 434, y 501 del Código Procesal Civil en el Estado…”; pues si bien es cierto que la ley adjetiva impone ciertas cargas procesales a las partes, no menos cierto es que, el Juzgador tiene siempre el deber de buscar la verdad y agotar las medias y disposiciones necesarias para la consecución de tal fin; contraviniendo con tal actuar lo establecido en el artículo 19 Fracción IV del Código Procesal Civil vigente en el Estado. TERCERO.- Me ocasiona un tercer agravio la Sentencia recurrida, el cual se contiene en su CONSIDERANDO 2 pues se 4 TOCA CIVIL NO. 269/2015 pronuncia respecto a la acción reconvencional reivindicatoria que ejerce la parte actora reconvencional María del Rosario Cepeda Nájera, en contra del suscrito , en términos de los artículos 1793 y 1796 del Código Civil del Estado, en relación con los artículos 702, 703, 704 y 706 del Código Procesal Civil del Estado, y al hacer tal pronunciamiento el Juez AQUO omite hacer valoración alguna del documento presentado por la actora reconvencional y que se hace consistir en copia certificada de un contrato de arrendamiento celebrado con el suscrito, respecto del cual, independientemente de los preceptos legales invocados por la actora reconvencional en su escrito de demanda, se deduce una acción legal completamente distinta a la acción reivindicatoria, por lo que algún pronunciamiento el Juez AQUO debió haber hecho al respecto, y más allá considero que debió haber dejado a salvo los derechos de la actora reconvencional para hacerlos valer en la vía idónea y no a través de una Acción Reivindicatoria, sin embargo insisto en que el Juzgador fue omiso al respecto y se limitó a resolver sobre la acción planteada sin considerar lo antes manifestado; contraviniendo así lo dispuesto respecto a la congruencia que debe prevalecer entre la Sentencia Definitiva con la demanda y contestación de las partes y con las demás pretensiones deducidas oportunamente durante el proceso, según lo dispuesto en el artículo 519 del Código Procesal Civil vigente en el Estado. CUARTO.- Me ocasiona un cuarto y último agravio la Sentencia recurrida al omitir una debida fundamentación y motivación acorde a lo establecido en el artículo 518 Fracción V y 520 del Código Procesal Civil vigente en el Estado; pues como toda sentencia debería estar fundada y motivada legalmente; entendiéndose por entendiéndose por lo primero la obligación de la Autoridad que la emite, para citar los preceptos legales, sustantivos y adjetivos, en que se apoye para la determinación adoptada; y el segundo, que exprese una serie de razonamientos lógico-jurídicos sobre el porqué consideró que el caso concreto se ajusta la hipótesis normativa; situación tal que no acontece en la resolución que hoy se impugna […] NOTA: La trascripción que antecede es literal e incluye los errores mecanográficos, ortográficos y de sintaxis tal como aparecen plasmados en el escrito de agravios. TERCERO. Quienes esto resuelven proceden a examinar los agravios formulados por el recurrente ********** llegándose al convencimiento de que los tres primeros que presenta son inoperantes y el cuarto infundado. Lo anterior en atención a las consideraciones que en seguida se exponen. 1. En el primero de los agravios formulados por el apelante, éste se duele de que el Juez de primera instancia omitió integrar litisconsorcio en los términos de lo dispuesto por los artículos 35 de la Ley Reglamentaria del Registro Público y 99 del 5 TOCA CIVIL NO. 269/2015 Código Procesal Civil, ambos para el Estado de Coahuila y, en consecuencia, dar en el juicio intervención al Registrador de la Oficina del Registro Público de la ciudad de Saltillo, por lo que estima debe ser subsanada tal omisión mediante la reposición del procedimiento, a fin de dar a tal autoridad la intervención legal que le corresponde. Al respecto cabe señalar que no pasa desapercibido para quienes esto resuelven que la referencia que hace el apelante al artículo 35 de la Ley Reglamentaria del Registro Público1 para indicar que debió darse intervención en el juicio de origen a la autoridad registradora no resulta procedente, toda vez que ese artículo carece de vigencia y, por tanto, de obligatoriedad, ya que de acuerdo con el artículo segundo transitorio de la Ley del Registro Público del Estado de Coahuila de Zaragoza, publicada en el Periódico Oficial del Gobierno del Estado el treinta de diciembre de dos mil catorce, sólo quedan vigentes las disposiciones contenidas en la ley citada en primer orden, en las oficinas registrales en las que, una en vez en vigor esa ley, no se haya implementado el sistema registral previsto en ese ordenamiento, por lo que, si en este asunto se observa que es en la oficina de Saltillo en la que se encuentra inscrito el inmueble que fue objeto de anotación preventiva, dicho sistema ya fue implementado en ella, por lo que, conforme a la prevención transitoria referida, debe tenerse por abrogada la ley que menciona el apelante en su escrito y, en consecuencia, deben atenderse a las disposiciones en vigor y que están contenidas en Dispositivo a la letra prevé: “ARTICULO 35.- Siempre que ante un tribunal se pida la nulidad o cancelación de una inscripción, el juez ante quien se haya promovido, y una vez que se haya notificado a los demandados, lo participará al Registrador de su jurisdicción, enviándole una copia de la demanda, la cual será inscrita preventivamente y relacionada con el asiento impugnado, previo el pago de los derechos correspondientes por parte del actor respectivo. Si la sentencia acoge la pretensión de nulidad o cancelación se dejará sin efecto el asiento o asientos impugnados, cancelándose la inscripción preventiva de la demanda. Si la sentencia desestima la pretensión del actor, se cancelará la inscripción preventiva de la demanda. En el juicio de nulidad y cancelación, deberá ser oído como parte el Registrador de la Oficina del Registro en que se haya hecho la inscripción impugnada. (El resaltado en el 1 texto transcrito fue hecho por esta sala). 6 TOCA CIVIL NO. 269/2015 la ley de dos mil catorce. Así las cosas, el apelante debió hacer referencia a las disposiciones conducentes de la ley vigente, sin embargo, cabe apuntar que en ésta no se incluye algún artículo que contemple el supuesto contenido en aquel artículo 35 de la ley que aparece abrogada, esto es, que determine que en el juicio de nulidad y cancelación deba ser oído como parte el Registrador de la Oficina en que se haya hecho la inscripción impugnada, por tanto, no se determina legalmente sobre los casos y la forma en que deba darse tal intervención, condición que debe precisarse conforme lo prevé el tercer párrafo del artículo 118 del Código Procesal Civil2 en vigor, por lo que el A quo de ninguna manera dejó de observar, en perjuicio del apelante, alguna prevención que le mandará hacer la citación del Registrador para intervenir en el juicio. Aunado a la consideración anterior, es importante mencionar que aún cuando la determinación prevista en el artículo 35 de la Ley Reglamentaria del Registro Público estuviera vigente a la fecha, ello ningún beneficio reportaría al recurrente, toda vez que conforme al artículo 700 del Código Procesal Civil vigente en la entidad, quien intente un juicio para usucapir un bien debe entablarlo contra quien aparezca como propietario de él en el Registro Público y no en contra del Registro Público mismo. Esto es así toda vez que de acuerdo con tal disposición adjetiva y la sustantiva que se identifica con el número 2 Que a la letra dispone ARTÍCULO 118. Intervención del Ministerio Público. El Ministerio Público tendrá en los procesos civiles y familiares la intervención que señalen las leyes. Si hubiere de practicarse alguna diligencia urgente que afecte a una persona que no esté en el lugar del juicio y no tenga representante legítimo, a juicio del juzgador podrá ser representada por el Ministerio Público. Los representantes del fisco federal o local, la asistencia pública y cualquier otro funcionario o servidor público que deba ser oído, tendrá en el juicio la intervención que las leyes respectivas determinen. (El resaltado en el texto transcrito fue hecho por esta sala). 7 TOCA CIVIL NO. 269/2015 1791 de similar contenido, es claro que los ordenamientos legales aplicables señalan como requisito para ejercitar la acción de usucapión, entre otros, que se intente en contra de quien aparezca como propietario y, por ende, es esta persona quien tiene la legitimación pasiva acorde al artículo 99 del Código Procesal Civil para el Estado. Por tanto, no puede, como lo afirma el apelante, integrar la relación procesal con el carácter de parte demandada por no existir litisconsorcio pasivo con el Registrador Público, pues no forma parte de la relación que surge entre un poseedorpropietario cuando de una usucapión se trata, puesto que la sentencia que eventualmente se dicta no incidiría en la esfera jurídica sino, simplemente, consistiría en un asiento más que registrar. Sirve de apoyo a las consideraciones anteriores la tesis aislada que es del tenor literal siguiente: LITISCONSORCIO PASIVO NECESARIO. REGISTRADORES PUBLICOS DE LA PROPIEDAD. Si bien es veraz que los encargados del Registro Público de la Propiedad intervienen en la inscripción de una escritura pública relativa a la compraventa de un bien inmueble, esto no implica que tengan el carácter de partes en sentido material dentro del juicio en que se demande la reivindicación de tal inmueble y la correspondiente nulidad de inscripción registral, y además, que la sentencia que pudiera dictarse llegara a afectarle en su interés jurídico, lo que impide la existencia de la litis asociada necesaria, en la medida que para actualizar la litisconsorcio pasiva, no basta una participación en los actos cuya nulidad se demanda, sino una relación jurídica que resulte afectada con la procedencia de la acción, máxime que, en todo caso, la resolución que se dicte en lo referente a la actuación de dicho registrador, es meramente declarativa y tiene como único alcance dejar sin valor el acto en el que intervino, cuya decisión deberá acatar en sus términos. 3 3 Tesis Aislada. Registro: 228649. Octava Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación, Tomo III, Segunda Parte-1, EneroJunio de 1989. Materia: Civil Página: 451. PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DEL DECIMO 8 TOCA CIVIL NO. 269/2015 2. En el segundo de sus agravios el apelante argumenta que en la sentencia el juzgador al valorar las pruebas solamente señala, respecto a la testimonial que le fue admitida, que ésta se declaró desierta por falta de interés procesal atribuible al hoy apelante, situación que éste estima se hace de manera infundada puesto que no correspondía a él, sino al Juez del conocimiento, preparar el desahogo de tal prueba mediante la citación de las personas que habrían de rendir su testimonio, por lo que al no acontecer así, dichos testigos no se enteraron de la celebración de la audiencia en que habrían de participar, de manera que, señala, se contravino por el Juez lo dispuesto por el artículo 19, fracción IV, del Código Procesal Civil vigente en el Estado. Analizado lo anterior debe observarse que el recurso de apelación tiene por objeto que se confirme, revoque o modifique una resolución dictada en primera instancia, ello con base en la revisión y el análisis de los agravios que exprese quien lo promueve, de forma tal que el tribunal de alzada, cuya función es eminentemente revisora, debe circunscribirse a examinar sobre los errores o las omisiones en que el juzgador hubiere incurrido en dicha resolución, lo cual excluye el estudio de aquellos cometidos fuera de la misma como serían las violaciones procesales acaecidas durante el desarrollo del juicio. En otras palabras expresado, de conformidad con lo dispuesto por el artículo 865 del Código Procesal Civil para el Estado de Coahuila, este tribunal de apelación sólo debe examinar y resolver con plenitud de jurisdicción respecto de las omisiones o los errores cometidos en la sentencia que se recurra, SEXTO CIRCUITO. Amparo directo 1045/88. Jorge Conde Gómez. 20 de junio de 1989. Unanimidad de votos. Ponente: Gloria Tello Cuevas. Secretario: J. Jesús Luis Lerma Macías. 9 TOCA CIVIL NO. 269/2015 por lo que consecuentemente, carece de atribuciones para analizar cuestiones que resulten extrañas a esa finalidad, como son las de índole procesal. Considerando lo expuesto, en criterio de quienes esto resuelven, se estima inoperante el segundo de los agravios presentados por el apelante, toda vez que no combate las consideraciones y fundamentos en que apoyó el Juez la sentencia apelada, sino una determinación diversa que refiere sobre una violación procesal no recurrida en tiempo y forma. Ciertamente, se desprende de los autos que el Juez de primera instancia al realizar en la sentencia la valoración de las pruebas ofrecidas por el actor señala, respecto a la testimonial que se le recibió, que ésta la declaró desierta en la audiencia de pruebas y alegatos por los motivos que se asentaron en el acta respectiva; en consecuencia, en dicha resolución el Juez solamente hace referencia a tal circunstancia que aconteció durante el desarrollo del procedimiento, por lo que sólo cita la declaración que previamente había formulado al respecto. Efectivamente, en la sentencia apelada el Juez de origen señala que “[…] la parte actora principal ofreció y le fue admitida la prueba testimonial a cargo de **********,**********y **********; sin embargo en la audiencia de pruebas y alegatos antes referida, por los motivos que ahí se exponen se le declaró desierta tal prueba testimonial […]”.4 Ahora bien, en el acta en la que se asentó la práctica de la audiencia de pruebas y alegatos, visible a foja 68, en lo conducente se aprecia lo siguiente: 4 Visible a foja 80 vuelta. 10 TOCA CIVIL NO. 269/2015 […] Se hace constar la inasistencia de los testigos admitidos a la parte actora. En virtud de que mediante auto admisorio de pruebas de fecha 11 de febrero del 2015, notificado a la parte actora el 13 de febrero del año en curso, se le previno para la debida preparación de las pruebas mediante la gestion de las notificaciones necesarias para la recepción de las mismas; y sin que se desprenda que se haya gestionado o bien citado a los testigos admitidos a la parte actora, ni aparece por escrito que estos se hayan enterado de la celebración de esta diligencia, se declaran desiertas las testimoniales, por considerarse atribuible a su oferente la imposibilidad de su práctica y la falta de interés procesal, lo anterior con fundamento en los artículos 126, 434 y 501 del Código Procesal Civil del Estado […].(El resaltado en el texto transcrito fue hecho por esta sala). Del extracto anterior claramente se desprende que el Juez declaró, en aquella audiencia, desiertas las testimoniales admitidas a la parte actora señalando la falta de interés procesal de la misma al no haber desplegado ésta actividad alguna ni proporcionado medios de conducción para que las personas que habrían de rendir testimonio fueran oportunamente notificadas para asistir a la audiencia correspondiente. Hecho lo anterior, correspondía al actor impugnar esa determinación en el supuesto de que la considerara una violación procesal, situación que no aconteció así y que ahora, por vía de apelación no puede formularse. De todo lo anotado, por una parte, es evidente que los argumentos del apelante no están dirigidos a combatir las consideraciones y fundamentos en los que el Juez primigenio sustentó la sentencia impugnada y, sí por el contrario, alude a cuestiones procedimentales que este tribunal no puede analizar. Sirve de apoyo a lo señalado las jurisprudencias siguientes: CONCEPTOS DE VIOLACIÓN INOPERANTES, CUANDO NO ATACAN LAS CONSIDERACIONES DE LA SENTENCIA IMPUGNADA. 11 TOCA CIVIL NO. 269/2015 Los conceptos de violación resultan inoperantes si los argumentos que aduce la quejosa no atacan las consideraciones de la sentencia impugnada. 5 VIOLACIONES PROCESALES. NO ES PROCEDENTE ANALIZARLAS EN EL RECURSO DE APELACIÓN INTERPUESTO EN CONTRA DE LA SENTENCIA DEFINITIVA DE PRIMERA INSTANCIA, EN MATERIA MERCANTIL. Cuando durante la secuela procesal se dictan determinadas resoluciones que pudieran considerarse como violaciones al procedimiento, dependerá del tipo de resolución para determinar si procede algún recurso en su contra o no. Existen ciertas resoluciones que, por disposición expresa de la ley, no admiten recurso alguno en su contra. En estos casos, al ser dichas resoluciones irrecurribles por disposición expresa de la ley, ni siquiera podrán hacerse valer en el recurso de apelación que se promueva contra la sentencia definitiva de primera instancia, porque si la misma ley impide que se puedan impugnar en el curso mismo del procedimiento al establecer que no serán objeto de recurso alguno, o que en contra de ellas no procede más recurso que el de responsabilidad (que es de explorado derecho que propiamente, no puede considerarse como un recurso, al no tener por objeto confirmar, revocar o modificar la resolución impugnada), esto incluye cualquier recurso establecido en la ley, ya que no sería jurídicamente aceptable que si una resolución no puede ser objeto de un recurso durante el propio procedimiento por disposición expresa de la ley, sí lo fuera a través del recurso que se interpusiera en contra de la sentencia de primera instancia, como la apelación. Por otro lado, si la ley no prohíbe la impugnación de ciertas resoluciones, habrá que atender a las reglas de procedencia de los recursos para determinar si en su contra procede la apelación o la revocación, pero en cualquiera de estos casos, si la violación procesal se impugnó o pudo haberse impugnado en 5 Jurisprudencia I.6o.C. J/15. Registro: 191572. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XII, Julio de 2000. Materia: Común. Página: 621 SEXTO TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. Amparo directo 6356/90. Alexandra Castello Branco. 11 de abril de 1991. Unanimidad de votos. Ponente: José Refugio Raya Arredondo. Secretario: Cuauhtémoc González Álvarez. Amparo directo 3686/98. Leonardo Cruz López. 28 de agosto de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Adalid Ambriz Landa. Secretaria: Reyna Barrera Barranco. Amparo directo 4566/98. Ferrocarriles Nacionales de México. 17 de febrero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: Adalid Ambriz Landa. Secretario: Maurilio Gregorio Saucedo Ruiz. Amparo directo 9056/98. Raymundo Fuentes Retana. 23 de febrero de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: Adalid Ambriz Landa. Secretario: Maurilio Gregorio Saucedo Ruiz. Amparo directo 9506/98. Luciano Memetla Torres. 16 de marzo de 1999. Unanimidad de votos. Ponente: Adalid Ambriz Landa. Secretario: Maurilio Gregorio Saucedo Ruiz. Véase: Apéndice al Semanario Judicial de la Federación 1917-1995, Tomo VI, Materia Común, página 116, tesis 173, de rubro: "CONCEPTOS DE VIOLACIÓN. SON INOPERANTES SI NO ATACAN LOS FUNDAMENTOS DEL FALLO RECLAMADO.". 12 TOCA CIVIL NO. 269/2015 el curso mismo del procedimiento a través de los recursos ordinarios establecidos en la ley, ya no podrá volverse a plantear en el recurso de apelación que se haga valer en contra de la sentencia definitiva de primera instancia, toda vez que ello implicaría dar a las partes una nueva oportunidad para recurrir esas resoluciones, lo cual es jurídicamente inaceptable en atención al principio de preclusión que rige el procedimiento. Aunado a lo anterior, conforme al artículo 1336 del Código de Comercio, el objeto del recurso de apelación es confirmar, revocar o modificar la resolución dictada en primera instancia, esto es, su objeto de estudio se limita a los errores u omisiones que se hubieren cometido al emitirse la sentencia combatida. Por tanto, resulta improcedente analizar en la apelación cuestiones ajenas a su objeto, como las violaciones procesales acaecidas durante el curso de la primera instancia. Además, ante la inexistencia del reenvío en el trámite de la apelación en las materias civil y mercantil, lo procedente es que el tribunal de segunda instancia examine y resuelva con plenitud de jurisdicción los errores u omisiones cometidos en la sentencia apelada; de ahí que aun cuando resultara fundada alguna violación procesal aducida en el recurso de apelación interpuesto en contra de la sentencia definitiva de primera instancia, el tribunal de alzada no podría revocar el fallo recurrido para el efecto de ordenar al inferior la reposición del procedimiento y el dictado de una nueva resolución; ni es válido que el tribunal de apelación sustituya al inferior en cuestiones ajenas al objeto de dicho recurso pues, en primer lugar, su función es estrictamente revisora y, en segundo, se insiste, sólo puede examinar violaciones cometidas en el dictado de la sentencia de primera instancia, lo cual excluye aquellas ocurridas durante el procedimiento. 6 3. En su tercer agravio el apelante refiere que se lo causa la sentencia recurrida en virtud de que en la misma el Juez de Primera instancia “[…] se pronuncia respecto a la acción reconvencional 6 reivindicatoria que ejerce la parte actora Jurisprudencia 28/2008. Registro: 169397. Primera Sala. Novena Época. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XXVII, Junio de 2008. Materia: Civil. Página: 343. Contradicción de tesis 92/2007-PS. Entre las sustentadas por los Tribunales Colegiados Segundo del Décimo Primer Circuito, Cuarto del Primer Circuito, Segundo del Sexto Circuito, Segundo y Tercero del Cuarto Circuito, Segundo del Segundo Circuito, todos a excepción del primero en Materia Civil, el anterior Quinto del Décimo Sexto Circuito, ahora Segundo en Materias Administrativa y de Trabajo, y el anterior Tribunal del Vigésimo Circuito, ahora Primero de ese mismo circuito. 7 de noviembre de 2007. Mayoría de cuatro votos. Disidente: José de Jesús Gudiño Pelayo. Ponente: José Ramón Cossío Díaz. Secretario: Fernando A. Casasola Mendoza. Tesis de jurisprudencia 28/2008. Aprobada por la Primera Sala de este Alto Tribunal, en sesión de fecha veintiséis de marzo de dos mil ocho. Nota: Esta tesis fue objeto de la denuncia relativa a la contradicción de tesis 201/2015 del Pleno de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, desechada por notoriamente improcedente, mediante acuerdo de 3 de agosto de 2015. TOCA CIVIL NO. 269/2015 13 reconvencional **********, en contra del suscrito […]” omitiendo valorar el documento presentado reconvencional consistente por la propia actora “[…] en la copia certificada de un contrato de arrendamiento celebrado con el suscrito […]”, puesto que de éste debía deducirse una acción legal distinta a la acción reivindicatoria, faltando de esa forma a la congruencia que debe prevalecer entre la sentencia emitida con la demanda y la contestación de las partes, conforme lo dispuesto por el artículo 519 del Código Procesal Civil en vigor. De otra forma expresado, argumenta el apelante que en la sentencia el Juez de primera instancia resolvió sobre la acción reivindicatoria promovida por la actora reconvencional, sin considerar que del documento que ésta exhibió consistente en un contrato de arrendamiento que, señala, aquella suscribió con el propio actor (demandado reconvencional), se desprende que la acción que debió intentarse por ella era diferente a la reconvencional, por lo que, el fallo del juzgador no guarda congruencia con la demanda y la contestación de las partes. Al respecto, cabe advertir que dicho agravio deviene inoperante en virtud de lo que a continuación se expone. De la sentencia recurrida se desprende que el A quo sistematizó en ella cada una de las acciones, pretensiones y excepciones presentadas por las partes en sus respectivos escritos, a fin de analizarlas y resolver sobre las mismas. En ese marco, se precisó en la resolución que por escrito radicado el tres de junio de dos mil catorce, se tuvo a **********por demandando a **********la usucapión del lote **********, sustentando en el hecho de que el once de julio de dos 14 TOCA CIVIL NO. 269/2015 mil tres lo adquirió mediante donación verbal de derechos. Se asienta también que la demanda fue contestada por ********** estimando improcedentes las prestaciones reclamadas por el actor y, demandándole, vía reconvencional, la entrega de aquel inmueble. Planteadas así las cosas, correspondía al juzgador resolver sobre la acción de usucapión, así como sobre la reconvencional y, por tanto, debía abocarse a constatar, en primer término, que el derecho del actor se sustentaba en la existencia de un título suficiente para generar su posesión, situación que en la especie, a criterio del Juez, no se colmó toda vez que: “[…] los medios de prueba aportados al proceso por la parte actora principal para acreditar la celebración del contrato verbal de donación que refiere como causa generadora de su posesión sobre el inmueble en litigio, son insuficientes y no generan ánimo de convicción en quien resuelve para tener por acreditado el mismo […] Como la parte actora principal no acreditó el primer elemento de la acción de usucapión […] resulta innecesario adentrarse al estudio de los demás elementos de dicha acción […]” . Luego, resuelto sobre aquella acción de usucapión, debía pronunciarse el juzgador sobre la acción reconvencional y definir sobre la procedencia o no de las pretensiones de la actora reconvencional. En ambos casos el A quo, valoró los elementos de convicción admitidos y desahogados durante el juicio, plasmó los fundamentos y las consideraciones que motivaron su determinación para, finalmente, resolver sobre una y otra acción, por lo que a criterio de quienes esto resuelven, en forma alguna transgredió el principio de congruencia que está obligado observar en su fallo. Ahora, si bien de las constancias que aparecen en 15 TOCA CIVIL NO. 269/2015 autos se aprecia que efectivamente la parte demandada principal en su contestación presentó una copia certificada del contrato de arrendamiento que celebró el primero de enero del año dos mil doce con **********, -y no con el actor como él lo señala en su escrito de apelación- lo hizo para, como prueba documental, desvirtuar la aseveración del actor de poseer el inmueble a usucapir, es decir, de uno de los elementos de la acción que aquél ejercitó y no como documento en que sustentara la acción reconvencional que intentó. De ahí que no correspondía al Juez considerar que con ese documento debía ejercitarse una acción diferente a la reivindicatoria, puesto que sólo fue aportado como prueba para acreditar las defensas de la parte demandada principal. En otras palabras, la demandada principal presentó aquel contrato de arrendamiento como medio de prueba en el juicio ordinario de usucapión, mientras que el actor (demandado reconvencional) en su contestación reiteró sobre la posesión que tenía respecto de ese inmueble desde que la demandada de forma verbal se lo donó, esto es, desde el once de julio del año dos mil tres. Visto así, el Juez actuó apegado a derecho al dictar la resolución que se impugna en los términos en que aparece formulada porque está abarca todas las cuestiones que fueron controvertidas en el juicio de origen y que definieron la Litis y, existe congruencia entre las consideraciones y los puntos resolutivos de la misma, por tanto, es clara, precisa y congruente con las demandas y las contestaciones deducidas en tiempo durante el procedimiento y decide sobre todos los puntos litigiosos que fueron controvertidos. 16 TOCA CIVIL NO. 269/2015 En suma, el Juez de primera instancia no vulneró en forma alguna, en perjuicio del apelante, sus derechos de legalidad y seguridad jurídica consagrados en los artículos 14 y 16 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos. Orientan lo anterior, la jurisprudencia siguiente: PRINCIPIO DE CONGRUENCIA. QUE DEBE PREVALECER EN TODA RESOLUCIÓN JUDICIAL. En todo procedimiento judicial debe cuidarse que se cumpla con el principio de congruencia al resolver la controversia planteada, que en esencia está referido a que la sentencia sea congruente no sólo consigo misma sino también con la litis, lo cual estriba en que al resolverse dicha controversia se haga atendiendo a lo planteado por las partes, sin omitir nada ni añadir cuestiones no hechas valer, ni contener consideraciones contrarias entre sí o con los puntos resolutivos. 7 4. Finalmente, el apelante considera le causa agravio la sentencia que recurre porque en su concepto el juzgador omitió fundarla y motivarla debidamente, esto es que, en los términos de lo dispuesto por los artículos 518, fracción V, y 520 del Código Procesal Civil para el Estado, no citó los preceptos legales, sustantivos y adjetivos, en los que se apoyó para emitirla, ni expresó razonamientos lógico-jurídicos para sustentarla. 7 Jurisprudencia I.1o.A. J/9 . Registro: 195706. Novena Época. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo VIII, Agosto de 1998. Materia: Administrativa, Común. Página: 764 PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA ADMINISTRATIVA DEL PRIMER CIRCUITO. Incidente de suspensión (revisión) 731/90. Hidroequipos y Motores, S.A. 25 de abril de 1990. Unanimidad de votos. Ponente: Samuel Hernández Viazcán. Secretario: Aristeo Martínez Cruz. Amparo en revisión 1011/92. Leopoldo Vásquez de León. 5 de junio de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Samuel Hernández Viazcán. Secretario: Aristeo Martínez Cruz. Amparo en revisión 1651/92. Óscar Armando Amarillo Romero. 17 de agosto de 1992. Unanimidad de votos. Ponente: Luis María Aguilar Morales. Secretaria: Luz Cueto Martínez. Amparo directo 6261/97. Productos Nacionales de Hule, S.A. de C.V. 23 de abril de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Samuel Hernández Viazcán. Secretario: Ricardo Martínez Carbajal. Amparo directo 3701/97. Comisión Federal de Electricidad. 11 de mayo de 1998. Unanimidad de votos. Ponente: Samuel Hernández Viazcán. Secretario: Serafín Contreras Balderas. Véase: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Novena Época, Tomo VI, agosto de 1997, página 813, tesis XXI.2o.12 K de rubro: "SENTENCIA. CONGRUENCIA INTERNA Y EXTERNA." 17 TOCA CIVIL NO. 269/2015 Una vez analizado el planteamiento que como agravio presenta el apelante, el mismo resulta infundado en virtud de que el recurrente se abstiene de precisar, identificar o especificar cuáles son, en particular, las omisiones en que incurrió el Juez de primera instancia para dictar, según él lo aprecia, una sentencia en la que “[..] no citó los preceptos legales, sustantivos y adjetivos, en los que se apoyó para emitirla, ni expresó razonamientos lógico-jurídicos para sustentarla […]”. En esa tesitura, tal cual aparece planteada, el apelante omite relacionar de manera clara y precisa los puntos de la resolución recurrida que le causan agravio. En otras palabras expresado, el recurrente sólo hace referencia genérica a los aspectos de que, en su concepto, adolece la sentencia recurrida, pero no explica ni ofrece argumentos lógico-jurídicos en particular sobre los hechos u omisiones que pongan de manifiesto la ilegalidad de la resolución impugnada. Ciertamente, el artículo 870 del Código Procesal Civil para el Estado determina que la expresión de agravios debe relacionar de forma clara y precisa los puntos de la resolución recurrida que se los cause, así como las normas y principios generales de derecho que considere que han sido transgredidos por aplicación inexacta o por falta de aplicación. De esa manera entonces, al no expresar el recurrente los fundamentos y las razones que sustenten jurídicamente la ilegalidad de la resolución que recurre, ni ser los que menciona en su escrito suficientes para estudiar y analizar las causas que motivan el agravio que dice sufrir, el que plantea se torna infundado, por lo que carece de efectividad para desvirtuar la legalidad de la sentencia de primera instancia. 18 Aunado a las TOCA CIVIL NO. 269/2015 consideraciones anteriores, cabe observar que del texto de la sentencia recurrida se desprende que el juzgador sí citó los fundamentos legales en que sustentó su resolución y expuso también las consideraciones que motivaron los puntos resolutivos con que resolvió sobre el asunto sometido a su jurisdicción. Baste para apreciar lo anterior la transcripción siguiente de los textos visibles a fojas 80, 81 vuelta y 82: “[…] es decir, conforme al precepto legal transcrito, para que opere la prescripción adquisitiva es indispensable que el bien a usucapir se posea en concepto de propietario, y para demostrarlo es necesario comprobar el negocio jurídico idóneo para trasladar el dominio con el que se justifique tal carácter, esto es, el justo título […] dicho en otras palabras, el que haga valer la acción de usucapión o prescripción adquisitiva, debe probar la existencia del título que genere su posesión, pues ello, en términos del artículo 1774 del Código Civil del Estado, no debe quedar, ni queda al arbitrio del poseedor; para una mayor claridad de lo anterior, continuación (sic) se transcribe el precepto legal citado […] tocante a la acción reconvencional reivindicatoria que ejerce la parte actora reconvencional […] en términos de los artículos 1793 y 1796 del Código Civil del Estado, en relación con los artículos 702, 703, 704 y 706 del Código Procesal Civil del estado, le correspondía a esta acreditar la propiedad de la cosa que reclama […] del escrito de contestación reconvención se advierte que […] refiere como título de propiedad del bien inmueble que reclama un contrato de compraventa […] celebrado por ella como compradora […] Sirven de apoyo a las consideraciones de esta Sala las tesis siguientes: AGRAVIOS EN LA APELACIÓN. EL TRIBUNAL DE ALZADA PUEDE CALIFICARLOS DE INFUNDADOS O INOPERANTES PARA SOSTENER LA RESOLUCIÓN EN LA QUE CONFIRME LA SENTENCIA RECURRIDA. En la primera instancia de un juicio de naturaleza civil, en el que se ventilan exclusivamente intereses particulares, la litis consiste en determinar si es procedente y fundada la acción y, en consecuencia, si debe condenarse o absolverse al demandado, por lo que, en caso de que deba abordarse el fondo de la litis, basta para tener por planteada la causa de pedir de la actora si formula, por una parte, su pretensión jurídica, esto es, la consecuencia que pretende obtener con el 19 TOCA CIVIL NO. 269/2015 juicio consistente en una declaración judicial respecto de la existencia o inexistencia de un derecho subjetivo y si, por otra, describe los hechos en que se basa para sostener tal pretensión. Asimismo, acorde con las garantías de justa composición de la litis y de administración de justicia imparcial contenidas en el artículo 17 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, de las que a su vez derivan el principio da mihi factum, dabo tibi ius y el principio dispositivo del procedimiento, el juez debe resolver el fondo cuando el actor produzca esos elementos de su causa de pedir, independientemente de que además formule una correcta argumentación jurídica que la sostenga. En cambio, en la segunda instancia derivada del recurso de apelación interpuesto contra la sentencia definitiva, la litis tiene una naturaleza distinta, pues consiste en determinar si la sentencia recurrida fue dictada o no con apego a derecho, de manera que la causa de pedir se integra con la pretensión del recurrente, consistente en la declaración judicial de la ilegalidad de la sentencia recurrida y, por ende, que se revoque, nulifique o modifique, así como con el hecho consistente en la emisión de la sentencia recurrida en determinado sentido, y la razón por la que se considera que dicha sentencia adolece de algún vicio de legalidad, ya sea in procedendo o in judicando. Ahora bien, considerando que la sentencia de primer grado tiene la presunción de haber sido emitida conforme a derecho, resulta esencial que el apelante combata dicha presunción mediante una correcta argumentación jurídica planteada en sus agravios, demostrando la ilegalidad cuya declaración pretende mediante su recurso para que el tribunal de alzada revoque, modifique o nulifique la sentencia apelada. En consecuencia, es materia de la litis en segunda instancia determinar si es o no correcta la argumentación jurídica del apelante, de modo que si los argumentos contenidos en los agravios no logran desvirtuar la legalidad de la sentencia apelada, el tribunal de alzada puede calificarlos de infundados o de inoperantes para sostener la resolución en la que confirme dicha sentencia acorde con los principios de justa composición de la litis y de administración de justicia imparcial. 8 (El resaltado es de esta Sala) AGRAVIOS INOPERANTES. EL FUNDAMENTO LEGAL PARA DECLARARLOS ASÍ, ESTÁ EN EL ARTÍCULO 83 DEL CÓDIGO DE PROCEDIMIENTOS CIVILES PARA EL DISTRITO FEDERAL. Del artículo 83 del Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal se advierte que los Jueces y tribunales tienen la obligación de resolver todas las cuestiones que sean planteadas en juicio, sin embargo, ello no implica que deban pronunciarse sobre el fondo del tema materia de la impugnación, porque la realidad jurídica revela que existen ocasiones en que los tribunales encuentran dificultades para 8 Tesis Aislada 1a. IX/2011. Novena Época. Registro: 162941. Primera Sala. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, tomo XXXIII, febrero de 2011. Materia: Civil. Página: 607. Amparo directo en revisión 2239/2009. Leonardo Contreras Martínez. 27 de enero de 2010. Cinco votos. Ponente: Juan N. Silva Meza. Secretario: Rodrigo de la Peza López Figueroa. 20 TOCA CIVIL NO. 269/2015 poder decidir sobre la legalidad o ilegalidad de la sentencia objeto de la apelación, al no proporcionarse los elementos o bases suficientes para encauzarse hacia lo fundado o infundado de sus planteamientos, y si no se trata de un caso en que estén obligados a suplir la deficiencia de los agravios tienen que declararlos inoperantes, ineficaces o deficientes, sin que analicen el fondo del tema genérico que pudiera contemplarse, lo que implica una causa justificada para no decidir el fondo de tal aspecto, y no violenta los principios de congruencia y eficacia que rigen a las resoluciones pues, en este supuesto, el acceso a la justicia no es vedado ni restringido, sino que hay una deficiencia en la causa de pedir que es la materia del recurso intentado. Por tanto, queda claro que no basta la mención genérica de un tema en vía de agravio, para que el tribunal de alzada tenga que realizar el pronunciamiento de fondo, sino que es preciso que indique el hecho, la omisión y el motivo de la infracción legal, lo cual supone que de no reunir esa condición mínima, pueden calificarse como agravios inoperantes, deficientes o ineficaces, lo que implica soslayar el fondo y desestimar por la forma, siendo aquellos que en el recurso no tienden a poner de manifiesto la legalidad o ilegalidad de la resolución impugnada, o que no destruyen una cuestión toral que es suficiente para mantener el sentido de la resolución impugnada. En este mismo orden de ideas, debe destacarse que el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal no establece un precepto expreso que faculte para declarar los agravios infundados, fundados, ineficaces, deficientes y otros calificativos que les han otorgado los órganos jurisdiccionales de amparo y tribunales locales y federales. Tal circunstancia es fácil de comprender, pues no es tarea propia del legislador detallar la forma y matices en que pueda desenvolverse una resolución judicial y menos para calificar un argumento, sino que hace la definición de ciertos conceptos que faciliten la aplicación; pero la regla general es que no pueda llegarse a un casuismo extremo, donde el Juez o el Poder Ejecutivo únicamente sean la voz de la ley, puesto que la realidad es demasiado compleja y la variedad de sus manifestaciones impediría, necesariamente, que la norma creada pueda prever todos los supuestos que puedan desarrollarse durante la etapa de su vigencia, dado que si no se redactan como supuestos genéricos y dejan facultades de raciocinio implícitos para quien la aplique, se volverían imprácticas; por tal motivo, en la materia procesal cuando se regulan las sentencias sólo se establecen las reglas generales para que el órgano encargado de administrar justicia aplique la norma sustantiva y procesalmente encuadre al caso concreto. Así, se debe concluir que el concepto de inoperante encuentra fundamento implícito en el Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal, en cuanto al capítulo de las sentencias y a las facultades para resolver la apelación, en relación con las garantías de legalidad, debida fundamentación y motivación, y de administración de justicia que derivan de los artículos 79 a 94 de aquél y 14, 16 y 17 de la Constitución General de la República. 9 9 Tesis Aislada I.3o.C.452 C. Novena Época. Registro: 182258. Instancia: Tribunales Colegiados de Circuito. Fuente: Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta, Tomo XIX, febrero de 2004. Materia: Civil. Página: 974. TERCER TRIBUNAL COLEGIADO EN MATERIA CIVIL DEL PRIMER CIRCUITO. 21 TOCA CIVIL NO. 269/2015 CUARTO. En virtud de que el apelante se colocó en el supuesto previsto en el artículo 138 del Código Procesal Civil vigente en el Estado, al haberse emitido dos sentencias adversas conformes de toda conformidad, debe condenársele al pago de las costas causadas en ambas instancias. Por lo expuesto y fundado y con apoyo en lo dispuesto por los artículos 135, 136, 137, 140 y 141 de la Constitución Política del Estado de Coahuila de Zaragoza y 16, 18 y 22 de la Ley Orgánica del Poder Judicial del Estado, se resuelve: PRIMERO. Se CONFIRMA la sentencia impugnada cuyos datos han quedado identificados en el proemio de esta resolución. SEGUNDO. Se condena al apelante ********** al pago de las costas causadas en ambas instancias. NOTIFÍQUESE PERSONALMENTE al tenor de lo dispuesto por el artículo 211, fracción V, del Código Procesal Civil vigente en la entidad y con testimonio de esta resolución devuélvanse los autos originales al Juzgado de Primera Instancia que conoció de los mismos y, en su oportunidad archívese el toca. Así, por unanimidad de votos, lo resolvió el Pleno de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, integrada por las y los magistrados MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ, MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN, ALMA LETICIA GÓMEZ LÓPEZ, ALEJANDRO HUERECA SANTOS y GABRIEL AGUILLÓN ROSALES, siendo ponente la primera de ellos, ante la licenciada MARÍA BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ, Secretaria de Acuerdo y Trámite que Amparo directo 601/2003. Irene Autran Richaud. 30 de septiembre de 2003. Unanimidad de votos. Ponente: Neófito López Ramos. Secretario: Everardo Maya Arias. 22 TOCA CIVIL NO. 269/2015 autoriza y da fe. - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - - MARTHA ELENA AGUILAR DURÓN ALEJANDRO HUERECA SANTOS GABRIEL AGUILLÓN ROSALES ALMA LETICIA GÓMEZ LÓPEZ MIRIAM CÁRDENAS CANTÚ BLANCA ESTELA SUBEALDEA RODRÍGUEZ En la misma fecha se fijó en el acuerdo de la Ley. CONSTE.La licenciada María Blanca Estela Subealdea Rodríguez, secretaria de acuerdo y trámite de la Sala Colegiada Civil y Familiar del Tribunal Superior de Justicia del Estado, hago constar y certifico que, en términos de lo previsto en los artículos 27, fracción IX, 58 y 75 fracción III, de la Ley de Acceso a la Información y Protección de Datos Personales del Estado de Coahuila de Zaragoza, en esta versión pública se suprime la información considerada como reservada o confidencial que encuadra en el ordenamiento mencionado y en las disposiciones aplicables. Este documento fue cotejado previamente con su original por la licenciada Sara Álvarez Anguiano, secretaria de estudio y cuenta, quien elaboró la presente versión pública. María Blanca Estela Subealdea Rodríguez