Jurisdicción: Social Recurso de Suplicación núm. 5603/2004. Ponente: Ilmo. Sr. D. Jordi Agustí Juliá HORAS EXTRAORDINARIAS: colectiva. retribuciones: cuantía: determinación: negociación El TSJ desestima el recurso de suplicación interpuesto por la parte demandante contra Sentencia del Juzgado de lo Social núm. 1 de Tarragona, de fecha 18-02-2004, en autos promovidos sobre reconocimiento de derecho. En Barcelona a 19 de diciembre de 2005 La Sala de lo Social del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, compuesta por los Ilmos. Sres. citados al margen, EN NOMBRE DEL REY ha dictado la siguiente SENTENCIA NÚM. 9802/2005 En el recurso de suplicación interpuesto por Gonzalo y otros frente a la Sentencia del Juzgado Social 1 Tarragona de fecha 18 de febrero de 2004 dictada en el procedimiento Demandas núm. 628/2003 y siendo recurrido Emte Service, SA. Ha actuado como Ponente el Ilmo. Sr. Jordi Agustí Julià. ANTECEDENTES DE HECHO PRIMERO Con fecha 15 de octubre de 2003 tuvo entrada en el citado Juzgado de lo Social demanda sobre Reclam. derechos contrato trabajo, en la que el actor alegando los hechos y fundamentos de derecho que estimó procedentes, terminaba suplicando se dictara sentencia en los términos de la misma. Admitida la demanda a trámite y celebrado el juicio se dictó sentencia con fecha 18 de febrero de 2004 que contenía el siguiente Fallo: «Que DESESTIMANDO la demanda interpuesta por D. Gonzalo, con DNI núm. NUM000, D. Juan María, con DNI núm. NUM001. D. Diego, con DNI núm. NUM002, D. Plácido, con DNI núm. NUM003, y D. Jesus Miguel, con DNI núm. NUM004, contra Emte Service, SA, debo absolver y absuelvo a la demandada de los pedimentos de la parte actora». SEGUNDO En dicha sentencia, como hechos probados, se declaran los siguientes: «I.-Los demandante iniciaron prestación de servicios para la empresa demandada Emte Service, SA, dedicada a la actividad de siderometal, con la antigüedad, categoría profesional, percibiendo las retribuciones y demás datos que constan en el encabezamiento de su demanda y que se tienen íntegramente por reproducidos a los efectos de su incorporación al presente relato fáctico, (hecho no controvertido). II.-El convenio colectivo aplicable a la relación entre las partes, es el de la industria siderometalúrgica de la provincia de Tarragona ( LCAT 2003, 614) . III.-La empresa demandada y la representación del Comité de Empresa, suscribió el 26-72000, un pacto colectivo de empresa sobre determinadas mejoras al convenio colectivo aplicable. En dicho pacto o acuerdo de 26-7-2000, que se tiene íntegramente por reproducido, se acordaron los siguientes extremos: "1.-El importe de las pagas extras y de los meses de vacaciones será una mensualidad de salario real. Por salario real deben entenderse la suma del salario convenio, retribuciones voluntarias, plus tóxico, plus responsabilidad y retenes fijos. Se excluyen expresamente los conceptos no salariales (dietas y desplazamientos) y los conceptos variables (retén variable). 2.-El anterior acuerdo entrará en vigor con efectos a uno de julio de 2000 en lo referente a las pagas extras y a uno de enero de 2000 en lo relativo a las vacaciones. El personal que haya disfrutado vacaciones en fecha anterior al presente acuerdo percibirá las cantidades no abonadas en conceptos de atrasos. 3.-Con relación a los precios de las horas extras se acuerda dar por definitivo el cuadro de precios presentado por la empresa en la reunión anterior". (confesión Sr. Gonzalo y docum. núm. 1 a 4 de la empresa demandada). IV.-En fecha 18-6-2001, la representación de los trabajadores y de la empresa, suscribieron un nuevo pacto de mejora del convenio colectivo, de vigencia desde el 1-1-2001 al 31-12-2001, que obra en autos aportado por ambas partes, y que se tiene íntegramente por reproducido para su integración al presente relato fáctico. (docum. núm. 1 del ramo de prueba de la actora y docum. núm. 4 a 8 del ramo de prueba de la empresa demandada). V.-El 30-11-2001, el Comité de Empresa remite a la demandada comunicación a fin de celebrar una reunión con objeto de revisar el pacto de mejora firmado para el año 2001. Las partes no llegaron a ningún acuerdo sobre dicha revisión. (docum. núm. 8 de la empresa demandada). VI.-El vigente convenio colectivo, no fija el preciso de las horas extraordinarias VII.-Se interpuso la preceptiva papeleta de conciliación ante el organismo público competente por lo demandantes el 4-8-2003 a excepción del Sr. Jesus Miguel que la interpuso el 20-19-2003, celebrándose el día 21-8-2003 y 4-11-2003 respectivamente, con el resultado de intentado sin efecto por incomparecencia de la demandada». TERCERO Contra dicha sentencia anunció recurso de suplicación la parte actora, que formalizó dentro de plazo, y que la parte contraria, a la que se dio traslado impugnó, elevando los autos a este Tribunal dando lugar al presente rollo. FUNDAMENTOS DE DERECHO PRIMERO Frente a la Sentencia de instancia, desestimatoria de la demanda formulada en reclamación por Reconocimiento de Derecho, se interpone por la parte demandante, Recurso de Suplicación, el cual tiene por objeto: a) revisar los hechos declarados probados en la sentencia recurrida; y, b) examinar las infracciones de normas sustantivas y de la jurisprudencia, cometidas en la misma; recurso que ha sido impugnado por la empresa demandada. SEGUNDO Mediante el primero de los motivos de recurso, correctamente amparado en el apartado b) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , la parte recurrente interesa la revisión del relato fáctico de la sentencia de instancia, concretamente, de los ordinales segundo y tercero del mismo, «por considerar que éstos son predeterminantes del fallo de la sentencia». Se razona, que «Al determinar el juzgador "a quo" que la deuda que la demandada tiene contraída para con el actor, es de la cuantía de 195.031 ptas., situando expresamente los conceptos que integran dicha deuda, se está predeterminando el fallo de la sentencia, por cuanto de su lectura se entiende que no cabe reclamar el resto de los conceptos detallados en los hechos 4º, 5º y sexto de la demanda. Es decir, se está resolviendo mediante el relato fáctico de la sentencia la inexistencia del derecho a los conceptos de kilometraje y mayor tiempo invertido. Por ello se propone su eliminación». El tenor literal de la petición y argumento trascrito, impone su rechazo, sin mayor razonamiento, que el de constatar la existencia, sin duda, de un error informático, pues los hechos probados segundo y tercero de la sentencia de instancia nada refieren sobre una supuesta deuda de 195.031 ptas., ni tampoco sobre kilometraje y mayor tiempo invertido. Confirma la existencia de dicho error, que el motivo siguiente de recurso se denomine « UNICO». TERCERO En el segundo -en realidad, como se ha señalado, único- motivo de recurso, la parte recurrente, con correcto amparo procesal en el apartado b) del artículo 191 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) , denuncia, de una parte, la infracción por incorrecta aplicación de los artículos 26.1 y 35.1 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) y artículo 14 y disposición final 1ª del Convenio Colectivo de empresas siderometalúrgicas de la provincia de Tarragona ( LCAT 2003, 614) , y artículos 56 y 80 de la Ordenanza de Trabajo para las empresas siderometalúrgicas ( O. 29 de junio de 1970). De otra parte, se denuncia la Infracción por incorrecta aplicación del artículo 15 del pacto de mejora para el año 2002, e infracción del artículo 1281 del Código Civil ( LEG 1889, 27) por aplicación incorrecta. CUARTO La primera de las cuestiones planteadas hace referencia al valor de la hora extraordinaria, y si dicho valor puede o no se inferior al de la hora ordinaria, a tenor de lo pactado en la negociación colectiva. Pues bien, siendo ésta, la cuestión controvertida, conviene señalar, con carácter previo, el importante cambio que ha experimentado la doctrina jurisprudencial al respecto. La Sentencia más reciente de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo de 14 de marzo de 2005 ( RJ 2005, 3697) , en sus fundamentos segundo, tercero, cuarto, quinto y sexto, razona lo siguiente: « SEGUNDO.-La cuestión planteada ha sido resuelta ya por esta Sala, estableciendo doctrina unificada al respecto en las recientes sentencias de 28 de noviembre de 2004 ( Rec. 976/2004 [ RJ 2005, 1059] ), 3 de diciembre de 2004 ( Rec. 6481/2003 [ RJ 2005, 1493] ) y 7 de febrero de 2005 ( Rec. 982/2004 [ RJ 2005, 2899] ), cuyos razonamientos, por evidentes razones de seguridad jurídica, han de compartirse plenamente en esta resolución. En ellas partíamos de la afirmación, común a este caso, de que no ha existido discusión acerca de que la aplicación de las correspondientes tablas salariales del Convenio Colectivo de la empresa al cálculo del valor de las horas extraordinarias arroja como resultado que la retribución de estas alcanza un valor inferior al de la hora ordinaria. Ni tampoco se ha cuestionado que la diferencia existente entre lo que cada actor ha percibido por el aludido concepto y lo que le habría correspondido percibir si las horas trabajadas en exceso le hubieran sido satisfechas con igual valor al de las ordinarias, asciende a la suma que ha sido objeto de reclamación por cada demandante. La controversia se centra únicamente en determinar si las normas contenidas al respecto en el repetido Convenio deben o no prevalecer sobre el art. 35.1 del ET ( RCL 1995, 997) en cuanto establece que la cuantía retributiva de cada hora extraordinaria "en ningún caso podrá ser inferior al valor de la hora ordinaria". TERCERO.-Para dar adecuada respuesta a la discrepancia que se suscita, ha de comenzarse por señalar que el precepto estatutario que nos ocupa establecía en su redacción originaria que "cada hora de trabajo que se realice sobre la duración máxima de la semana ordinaria de trabajo, fijada de acuerdo con el artículo anterior, se abonará con el incremento que se fije en convenio colectivo o contrato individual. En ningún caso el incremento será inferior al 75 por ciento sobre el salario que correspondería a cada hora ordinaria". Y que el Real Decreto Ley 1/1986 de 14 de marzo ( RCL 1986, 940) modificó su redacción en los siguientes términos: "mediante convenio colectivo o, en su defecto, contrato individual, se optará entre abonar las horas extraordinarias con un incremento que en ningún caso será inferior al 75% sobre el salario que corresponda a la hora ordinaria o compensarlas por tiempos equivalentes de descanso retribuido incrementados en la misma proporción que exista entre tales jornadas". Bajo la vigencia de estas normas (que suponían el encarecimiento del precio de las horas extraordinarias), esta Sala dictó, entre otras, las Sentencias de 30 de noviembre de 1994 ( Recurso 1030/94 [ RJ 1994, 10337] ) y 27 de febrero de 1995 ( Recurso 981/94 [ RJ 1995, 1259] ) que, con apoyo en otras anteriores, consideraron que era lícita y válida la disposición o cláusula de un convenio colectivo en la que se fije el valor de las horas extraordinarias en cuantía inferior a la que resultaría de una interpretación excesivamente rigurosa del artículo 35.1 del ET ( RCL 1995, 997) . Y ello porque la cláusula convenida encontraba apoyo en los artículos 37.1 de la Constitución española ( RCL 1978, 2836) y 82 y siguientes del citado Estatuto ( RCL 1995, 997) , que legitimaba a las partes sociales que intervenían en la negociación colectiva, a pactar con plena libertad negocial, módulos para el cálculo de las horas extraordinarias e incluso cuantías alzadas que resultasen inferiores a las que derivan de la interpretación mencionada y repercutir las subidas salariales convenidas en la negociación colectiva, en la forma que estimasen mas conveniente en los distintos elementos de la estructura salarial, aunque ello supusiera que la retribución de las horas extraordinarias no alcanzase aquel incremento. CUARTO.-Con posterioridad a la emisión de la anterior doctrina, se dictó la Ley 11/1994 de 19 de mayo ( RCL 1994, 1422, 1651) , que otorgó al precepto que nos ocupa su redacción actualmente vigente: "Tendrán la consideración de horas extraordinarias aquellas horas de trabajo que se realicen sobre la duración máxima de la jornada ordinaria de trabajo, fijada de acuerdo con el artículo anterior. Mediante convenio colectivo o, en su defecto, contrato individual, se optará entre abonar las horas extraordinarias en la cuantía que se fije, que en ningún caso podrá ser inferior al valor de la hora ordinaria, o compensarlas por tiempos equivalentes de descanso retribuido". En nuestra Sentencia de 2 de junio de 2003 ( Recurso 3153/02 [ RJ 2005, 4899] ) decíamos (F.J. 2º) que con la redacción operada por el Real Decreto Ley 1/1986 ( RCL 1986, 940) el legislador había encarecido "el precio de las horas extraordinarias cuyo valor había sido incrementado en la Ley de Jornada Máxima (25%) y en la Ley de Relaciones Laborales (50%). Se trataba de establecer un factor disuasorio de la realización de jornadas en exceso de la máxima. Pero, ante la imposición de la realidad, la doctrina de esta Sala hubo de optar por una interpretación flexible del mandato estatutario, cuando se hacía evidente que el precio pactado de la hora en exceso, no tenía tan gravoso recargo, pero tenía otras compensaciones en el conjunto de los mandatos convencionales. Fue expresión de esa doctrina la contenida en la sentencia invocada de contraste [se trataba de la ya citada de 27 febrero 1995, Recurso 981/94 ( RJ 1995, 1259) ], y las de 23 de enero de 1991 ( RJ 1991, 174) , y 13 de enero de 1992 ( RJ 1992, 35) , así como las en ellas citadas de 15 de noviembre de 1985 ( RJ 1985, 5789) , 21 de abril de 1986, 30 de marzo, 30 de mayo ( RJ 1988, 4672) y 28 de septiembre de 1988 ( RJ 1988, 7138) y 20 de febrero de 1989 ( RJ 1989, 903) ". "Y -sigue razonando esta Sentencia de 2 de junio de 2003- esa interpretación flexible del mandato legal, no obstante su redactado en términos imperativos, producía cierto grado de confusión, que no permitía decidir de antemano si el precio pactado de la hora se ajustaba o no a los mandatos legales y a la interpretación que de ellos habían realizado los Tribunales. La Ley 11/1994 vino a poner fin a esta situación, estableciendo que el precio de la hora extraordinaria sería el pactado en convenio colectivo o pacto individual pero que, 'en ningún caso', podrá ser inferior al de la hora ordinaria. Se ponía así fin a los recargos excesivamente gravosos de las regulaciones anteriores. Ahora bien, es evidente que la situación que se contempla en la nueva redacción del art. 35.1 del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) es diferente a la del texto primitivo que la nueva vino a rectificar, teniendo a la vista la interpretación que de aquel precepto había realizado la Jurisprudencia, en doctrina adecuada cuando existía un recargo extraordinariamente oneroso, y que no hay razón para mantener cuando la imposición legal de ese precio excesivo ha desaparecido". QUINTO.-Ciertamente, los anteriores razonamientos de la sentencia de 2 de abril de 2003 no pueden considerarse como doctrina recaída al respecto, por cuanto dicha resolución no resolvió el fondo de la cuestión que se le planteaba -sustancialmente igual a la presente-, sino que se apoyó en tal argumentación para demostrar que no podía entrar en el fondo de la controversia porque la resolución ofrecida como de contraste no era legalmente "contradictoria" (art. 217 de la LPL [ RCL 1995, 1144, 1563] ) con la recurrida; precisamente porque, aun cuando ambas aplicaban el mismo precepto legal -art. 35.1 del ET ( RCL 1995, 997) -, éste tenía sin embargo un contenido diferente cuando se produjeron las situaciones de hecho respectivamente enjuiciadas. Tampoco puede considerarse doctrina sentada al respecto la contenida en nuestra Sentencia de 18 de marzo de 2003 ( Recurso 91/02 [ RJ 2003, 5220] ), porque se dictó para un supuesto particularismo, consistente en la impugnación del Convenio Colectivo de Transportes Discrecionales de las Islas Baleares, en el que no se debatía únicamente lo relativo a la cuantía retributiva de las horas extraordinarias, sino también, con carácter inseparable, la valoración de las horas de presencia. Ello dio lugar a que en el F.J. 5º de esta resolución se razonara en el sentido de que "la complejidad del presente supuesto radica precisamente en que el convenio colectivo prevé el cómputo conjunto y la valoración unitaria de las horas de presencia y de las horas extraordinarias. Pero esta decisión de valorar conjunta y unitariamente unas y otras es razonable y lógica desde el punto de vista de la organización del trabajo. Como dice el art. 8 del convenio se atribuye a las horas extras y a las horas de presencia 'valor igual por tratarse de una misma situación o trabajo', en la que la diferenciación de las mismas sólo puede hacerse 'ex post', una vez rendido el viaje y verificadas minuciosamente las varias posibles incidencias del mismo, verificación minuciosa que no interesa ni a la empresa ni a los trabajadores, y que puede ser sustituida por el criterio del cómputo conjunto. Siendo ello así, no parece que exista en el precepto convencional controvertido extralimitación de los titulares de la autonomía colectiva". SEXTO.-Pese a que, como antes apuntábamos, lo razonado por esta Sala en la reseñada Sentencia de 2 de junio de 2003 ( rec. 3153/02 [ RJ 2005, 4899] ) no pueda considerarse propiamente doctrina sentada en la materia por las razones ya expuestas, ello no impide que podamos ahora sustentar como doctrina la misma ya emitida en aquélla ocasión -allí con el mero carácter de "obiter dicta"-, pues es indudable la diferencia existente entre la legalidad que resultaba de aplicación en cada caso. Actualmente, no hay razón para dejar de interpretar y aplicar en su sentido literal el mandato del art. 35.1 del 2 ET ( RCL 1995, 997) de que el valor pactado de cada hora extraordinaria "en ningún caso" podrá ser inferior al de la hora ordinaria. Se trata de una norma legal imperativa y de derecho necesario, que garantiza a los trabajadores la indisponibilidad de los derechos que la misma les confiere (art. 3.5 del ET); y ello aun cuando la disposición tuviere lugar en virtud de lo pactado en convenio colectivo, pues la garantía que respecto de la negociación colectiva atribuye a trabajadores y empresarios el art. 37.1 de la Constitución española ( RCL 1978, 2836) no impide en modo alguno que el legislador sitúe a los convenios en un plano jerárquicamente inferior al de las disposiciones legales y reglamentarias (art. 3.1.b del ET), y exija también (art. 85.1) que lo que en tales convenios se pacte lo sea "dentro del respeto a las Leyes", y de aquellos preceptos que sean de derecho necesario». QUINTO En un principio, parece, que la doctrina transcrita debería amparar la estimación del motivo, sin embargo, a juicio de la Sala, ello no es así en el concreto caso que se examina. En efecto, acreditado -y expresamente aceptado por la parte recurrente- que el valor de las horas extraordinarias en los pactos colectivos suscritos entre la Empresa demandada y la representación del Comité de Empresa en fechas 26 de julio de 2000 y 18 de junio de 2001, es superior al valor de la hora ordinaria recogida en el Convenio Colectivo para la industria siderometalúrgica de la provincia de Tarragona ( LCAT 2003, 614) , aunque inferior al valor de hora ordinaria de acuerdo con la retribución, superior a dicho Convenio Colectivo, negociada por las partes en los citados pactos colectivos, la nueva doctrina jurisprudencial acuñada por el Tribunal Supremo en interpretación del artículo 35 apartado 1, del Estatuto de los Trabajadores ( RCL 1995, 997) , no resulta aplicable, pues según se desprende de una interpretación integradora del propio artículo 35 apartado 1, así como de los artículo 3 apartados 1, 3 y 5, y 85 apartado 1, del mismo texto estatutario, la garantía de indisponibilidad se circunscribe a las disposiciones legales de derecho necesario y a los derechos reconocidos como indisponibles por Convenio Colectivo -entendido como el negociado con sujeción a las normas del Título III del Estatuto de los Trabajadores-, con supremacía de aquellas sobre éste, por lo que se estima, que la garantía de indisponibilidad del artículo 35.1 del propio Estatuto, en cuanto al valor de la hora extraordinaria, se impone a lo pactado al respecto en el Convenio Colectivo aplicable, pero no alcanza a la mejora de las condiciones económicas pactadas colectivamente entre empresa y representación de los trabajadores, cuando, como aquí acontece, dicho Convenio Colectivo coexista con pactos colectivos que lo mejoran económicamente y el valor de la hora extraordinaria que se abone no sea inferior al valor de la hora ordinaria establecida en el Convenio Colectivo. SEXTO La segunda de las infracciones denunciadas hace referencia a una incorrecta aplicación del artículo 15 del ya citado pacto colectivo de mejora suscrito en 18 de junio de 2001, e infracción del artículo 1.281 del Código Civil ( LEG 1889, 27) , alegándose, por la parte recurrente, que de acuerdo con dicho artículo, el incremento en el porcentaje del 4,5 pactado en el mismo, resulta de aplicación a todos los conceptos retributivos en los años sucesivos; infracción que ha de ser rechazada, y ello por los siguientes razonamientos: A) Con carácter previo, conviene poner de manifiesto, que esta Sala, en la Sentencia número 1.846/1995 ( Rollo núm. 4955/1994), y más recientemente en las Sentencias números 6.783/2001, de 4 de septiembre ( Rollo 9481/2000 [ JUR 2001, 312723] ), 6.047/2002, de 25 de septiembre ( Rollo 4411/2001 [ JUR 2002, 255897] ), 6601/2002, de 16 de octubre ( Rollo 8358/2001 [ JUR 2002, 284362] ), 7.297/2002, de 13 de noviembre ( Rollo 8046/2001), y 396/2004, de 22 de enero ( Rollo 550/2003), con cita de sus resoluciones anteriores de 22 de noviembre de 1991 ( RJ 1991, 8477) y 19 de mayo de 1992 ( RJ 1992, 4910) , evocando la Sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo de 15 de enero de 1990 ( RJ 1990, 124) tiene señalado, que es doctrina reiterada de la doctrina jurisprudencial civil ( SS. de la Sala primera del Tribunal Supremo de 29 de enero [ RJ 1983, 399] , 2 de febrero [ RJ 1986, 4430] y 1 de junio de 1983 [ RJ 1983, 3284] y 16 de mayo de 1994 [ RJ 1994, 3585] ), la de que la interpretación de los pactos y contratos es facultad privativa de los Tribunales de instancia, cuyo criterio, como más objetivo, ha de ser prevalecer sobre el del recurrente, y por ello mantenido en casación y suplicación, salvo que aquella interpretación no sea racional ni lógica o ponga de manifiesto la notoria infracción de alguna de las normas que regulan la exégesis contractual; doctrina ésta, ratificada por la Sentencia de la Sala de lo Social del Tribunal Supremo de 21 de julio de 2000 ( RJ 2000, 7210) , que cita sus Sentencias anteriores de 12 de noviembre de 1993 ( RJ 1993, 8684) y 3 de febrero de 2000 ( RJ 2000, 1603) . B) En el presente caso, el Juzgador de instancia, ha interpretado, que la pretensión de los demandantes, consistente en que se declare que el incremento en el porcentaje del 4,5 acordado en el Pacto Colectivo de mejora del Convenio de fecha 18 de junio de 2001, con vigencia de 1 de enero de 2001 a 31 de diciembre de 2001, resulta de aplicación a todos los conceptos retributivos en los años sucesivos, sino única y excepcionalmente, según el acuerdo núm. 20 del citado Pacto al complemento pacto y al plus transporte, por lo que todos los demás conceptos retributivos, al no haber sido objeto de revisión el repetido «Pacto», han de entenderse prorrogados en los mismos importes que en aquél figuran; y, C) Esta interpretación es racional y lógica, asentándose en un análisis riguroso del contenido del citado Pacto Colectivo de 18 de junio de 2001, no llegando la Sala, en su obligado examen de la controversia y de la exégesis contractual, a conclusión distinta de la obtenida por el Magistrado de instancia. SÉPTIMO Los razonamientos precedentes conllevan la desestimación del recurso y la confirmación de la resolución recurrida. VISTOS los preceptos legales citados, sus concordantes y demás disposiciones de general y pertinente aplicación, FALLAMOS Que debemos desestimar y desestimamos el Recurso de Suplicación interpuesto por Don Gonzalo, Don Juan María, Don Diego, Don Plácido, Don Casimiro y Don Jesus Miguel, contra la Sentencia dictada por el Juzgado de lo Social núm. 1 de los de Tarragona, en fecha 18 de febrero de 2004, recaída en los autos acumulados números 628/2003 y 828/2003, en virtud de demanda deducida por dichos recurrentes frente a la empresa «Emte Service, SA», en reclamación por Reconocimiento de Derecho; y en su consecuencia, debemos confirmar y confirmamos el fallo desestimatorio de dicha resolución. Contra esta Sentencia cabe Recurso de Casación para la Unificación de Doctrina que deberá prepararse ante esta Sala en los diez días siguientes a la notificación, con los requisitos previstos en los números 2 y 3 del artículo 219 de la Ley de Procedimiento Laboral ( RCL 1995, 1144, 1563) . Notifíquese esta resolución a las partes y a la Fiscalía del Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, y expídase testimonio que quedará unido al rollo de su razón, incorporándose el original al correspondiente libro de sentencias. Así por nuestra sentencia, lo pronunciamos, mandamos y firmamos. PUBLICACIÓN.-La anterior sentencia ha sido leída y publicada en el día de su fecha por el Ilmo. Sr. Magistrado Ponente, de lo que doy fe.