CÓDIGO FEDERAL DE PROCEDIMIENTOS PENALES

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SEGURIDAD CIUDADANA
La reforma constitucional, publicada el 18 de junio de 2008, establece un lapso de
ocho años para la implementación de un sistema acusatorio en México, tanto a nivel
local como federal. Esta reforma sin precedente, enmarca una serie de principios,
figuras jurídicas y atribuciones de los actores que intervienen en él, propias del debido
proceso. Ciertamente, este fue un esfuerzo de un amplio sector de la sociedad y de
legisladores comprometidos por establecer los ejes rectores de un modelo acusatorio de justicia que cumpla con el debido proceso.
Es en ese contexto que se requiere una reforma esencial en la legislación secundaria
que establezca las reglas para la sustanciación del nuevo proceso penal, que neutralice –sin detrimento de ser eficientes en la investigación, persecución e impartición de
justicia– aquellos vicios del sistema tradicional (o inquisitivo) que obstaculizan al
sistema de justicia penal. A la fecha, aunque se ha avanzado a nivel de las entidades
federativas, en el plano federal los esfuerzos por implementar el
nuevo sistema se encuentran rezagados, tanto así que a
la fecha no se ha emitido el nuevo Código
Federal de Procedimientos
Penales.
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CÓDIGO
FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS
PENALES
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Código
Federal de
Procedimientos
Penales
Aspectos relevantes para su redacción
Ciudad de México | Febrero de 2013
©
Código Federal
de Procedimientos Penales
Aspectos relevantes para su redacción
1a edición, febrero de 2013.
Autoras:
Tania Luna
Susana Camacho
Corrección de estilo: Ana García Sepúlveda
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Índice
Resumen ejecutivo
5
Metodología y alcances del documento
12
Introducción
12
Objetivo del documento
14
Metodología
14
Temas
1. Facultades del Ministerio Público y de la policía,
y la relación operativa entre ellos
18
2. Intervención de las Fuerzas Armadas en el proceso penal
22
3. Derechos de la víctima
24
4. Derechos del imputado
28
A) Declaración del imputado
28
B) Detención, retención, medidas cautelares ante el mp
y control judicial de detención
31
C) Medidas cautelares ante mp
32
D) Caso urgente
35
5. Formalidades en la investigación
37
6. Prueba anticipada, prueba preconstituida y prueba de referencia
41
7. Herramientas especiales de investigación:
operaciones y agentes encubiertos
43
8. Reglas para la prueba ilícita
47
9. Audiencias
50
A) Control de detención en audiencia
50
B) Fundamentación / motivación en audiencias
53
C) Determinación de medidas cautelares en audiencia
53
10. Recursos
56
11. Procedimiento abreviado
61
12. Regulación armónica de todo el marco jurídico de la reforma
63
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
RESUMEN
EJECUTIVO
En el contexto de la implementación de la reforma constitucional de 2008 sobre el
sistema de justicia penal y con el objetivo de acordar, desde un grupo plural y diverso
de sociedad civil, sobre algunos de los temas más relevantes en términos de respeto
al debido proceso y los derechos humanos para un nuevo Código Federal de Procedimientos Penales, con el fin de ser presentado ante Legisladores Federales, diversas
organizaciones y personas de la sociedad civil, convocadas por el Centro de Colaboración Cívica, llevaron a cabo mesas de diálogo entre agosto y octubre del 2012.
Dichas mesas dieron como resultado una serie de propuestas sobre doce temas que
se resumen a continuación:
1. Facultades del MP y de la Policía, y la relación entre ellos
1. Coordinación (no subordinación) entre autoridades federales, estatales y municipales.
2. Diferenciación de roles del Ministerio Público (MP) y de la policía de investigación. (Trilogía investigadora: peritos, policía de investigación y Ministerio Público).
3. Marco jurídico que permita la formación de equipos de MP-policía de investigación.
4. Facultar a la policía para investigar con mayor autonomía técnica y hacer suyas las investigaciones.
5. Definir el papel de las distintas policías federales.
6. Impedir la contaminación de otros delitos por parte del esquema de investigación y procesamiento
de delincuencia organizada.
2. Fuerzas Armadas
1. Definir facultades, en lo general, de las autoridades “auxiliares” en la investigación de delitos que
apliquen a cualquier autoridad federal, incluidas las Fuerzas Armadas.
5
2. Todas las autoridades (incluidas las Fuerzas Armadas) deben sujetar sus funciones a estándares de
legalidad y debido proceso establecidos en el CFPP y en la Constitución Política.
3. No regular en el CFPP de manera específica la intervención de las Fuerzas Armadas.
3. Derechos de la víctima
1. El marco constitucional establece los derechos de las víctimas en el artículo 20, fracción C; esta
disposición define el alcance y contenido de los derechos que deben ser regulados por el CFPP en
el marco del nuevo sistema penal.
2. Debida diligencia, se erige como la garantía fundamental que fomenta el respeto y cumplimiento de
los derechos de las víctimas. Es decir, que las investigaciones y juicios para encontrar al responsable
y determinar la responsabilidad penal sean eficientes y se siga el proceso penal conforme a lo dispuesto en el artículo 20 constitucional.
3. Los derechos de las víctimas tienen un alcance que encuentra sus límites en el respeto a los principios del debido proceso y las garantías judiciales del acusado/imputado, por lo que su aplicación o
limitación deberá estar sujeta a revisión judicial.
4. Se debe asegurar que las víctimas reciban un tratamiento especializado atendiendo a las características de las víctimas o del delito sufrido y que ciertas prerrogativas que se han concedido a ciertos
tipos de víctimas (de secuestro y de trata) se extiendan a todas las víctimas en general, siempre que
ello no sea pretexto para vulnerar los derechos del imputado.
5. Analizar la figura del asesor victimal y si su intervención es benéfica para las víctimas en el sentido de
corregir deficiencias de las autoridades, en especial del MP, o si esta figura no resuelve de manera
directa los problemas de eficiencia de instituciones como el MP y, en su caso, qué mecanismos de
control sobre las autoridades existentes pueden activarse para garantizar a las víctimas el respeto de
sus derechos. (esta es una propuesta que no obtuvo acuerdo de todos los participantes).
6. Los derechos de víctimas e imputados no son un juego de suma cero (quitar a uno para darle al
otro). Los jueces son los principales garantes de la aplicación de los derechos de las víctimas, que no
podrán tener otro límite que el respeto por el debido proceso y las garantías judiciales del imputado
o acusado según el caso.
7. Es necesario avanzar en los mecanismos de protección de víctimas y testigos que realmente puedan
ser eficaces para garantizar la seguridad y la integridad de la víctima.
8. En cuanto a la propuesta de que la acción privada para algunos participantes más que su aplicación
para cierto catálogo de delitos (tal y como está actualmente regulado en algunas entidades federativas) debería considerarse atendiendo a ciertas circunstancias (ej. en casos donde pudiera existir
conflicto de intereses en el ejercicio de la acción penal), se comentó que el origen de esta figura es
retomado de la legislación latinoamericana para despenalizar ciertas conductas. Para otros participantes esta figura entendida para fines distintos implicaría imponer a la víctima una carga que no le
corresponde y que incluso iría en contra de sus derechos. (esta es una propuesta que no obtuvo
acuerdo de todos los participantes).
Centro de Colaboración Cívica
6
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
4. Derechos del imputado
Las garantías del imputado están establecidas en el art. 20 apartado B, cualquier limitación a estos
derechos deberá ser fundada por decisión judicial.
Declaración del imputado
1. La declaración del imputado sólo es un antecedente de la investigación que se registra; no se debe
considerar un medio de prueba.
2. En el caso de flagrancia o caso urgente, se entenderá que la declaración es legal, siempre y cuando
se informe a la persona detenida sus derechos y los haya ejercido.
3. La declaración del imputado debe atender al artículo 20, apartado A, fracción XIII constitucional. Así,
aquello que no se desahogue en audiencia de juicio oral, no podrá ser valorado posteriormente.
4. La confesión no es un medio de prueba nominado y per se, siempre debe venir acompañado de
otros datos de prueba (para desincentivar malas prácticas ministeriales en la investigación).
5. No sobrerregular la declaración del imputado en el CFPP, ya que puede incentivar las viejas prácticas inquisitivas.
Detención
1. No permitir la suplencia de las deficiencias del Ministerio Público o incurrir en la negligencia de agotar el plazo (48 hrs.). El plazo no se debe ampliar ni buscarle salidas mediante medidas cautelares
anticipadas.
2. Hacer explícito en el Código que si la detención es ilegal, lo que procede es la libertad.
3. La regulación de las detenciones debe atender al control del bloque constitucional de derechos
humanos y generar un control jurisdiccional más efectivo sobre estos actos.
4. Toda disposición de la libertad debe ser bajo control judicial y no basada en la discrecionalidad del
ministerio público.
5. Otorgar efectos procesales al “Registro de Detenidos”; que no se limite a considerarlo como fuente
de información policial, sino que sirva para informar al público, en especial a abogados y familiares
del detenido. Además, que tenga utilidad respecto de los plazos, para que estos empiecen a contar
a partir del registro de la detención.
6. Caso urgente
7. En los códigos se puede prescindir del caso urgente, como lo han hecho Guanajuato y Oaxaca. Sin
embargo, una manera de restringir el caso urgente es limitarlo a los delitos del 19 constitucional.
8. Si se regula el caso urgente en el CFPP, es necesario limitar el tiempo de la retención. Es decir, que
si el MP detuvo a una persona, bajo las justificantes y con los requisitos del caso urgente, de inmediato se ponga a disposición del juez de control.
7
5. Formalidades en la investigación
1. Desformalizar la investigación para evitar el regreso a la prueba preconstituida y a la prueba tasada,
así como limitar la prueba anticipada.
2. Demasiadas formalidades a la investigación pueden tener como consecuencias el querer incorporar
las pruebas al proceso sin necesidad de desahogarlas ante el juez o que la prueba se invalide por
meros requisitos de forma.
3. Es necesario dar flexibilidad y libertad de investigación a la policía, bajo el control jurídico del MP y
el control judicial sobre la prueba ilícita.
4. Las excesivas formalidades violentan la libertad probatoria.
5. Regular sólo las actuaciones de investigación que impliquen actos de molestia.
6. Diseñar los controles necesarios para la protección de los derechos humanos, incluidas las garantías
judiciales.
7. Los actos de molestia cuya regulación es importante para evitar violaciones a derechos humanos
son, por ejemplo: la declaración del imputado, las escuchas telefónicas y los cateos.
8. No deben ser incluidas en el código las siguientes formalidades: videograbación, regular exhaustivamente la cadena de custodia, contenido del informe policial homologado.
9. Establecer la obligación de la evaluación de los operadores a nivel investigación.
10. Incluir una norma que permita a las partes recolectar información (sea la policía o la defensa) a través
de la autorización del juez de control.
11. El plazo de la investigación antes de la judicialización no puede limitarse, ya que se rige por la prescripción del delito.
6. Prueba anticipada, preconstituida y de referencia
1. Quitarle el carácter de prueba anticipada a cualquier forma de declaración de una persona retenida
ante cualquier autoridad, salvo la judicial, para así asegurar el control de diligencias.
2. Replantear la definición del principio de inmediación, no es una mera “técnica” es un principio que
debe permear en todo el proceso.
3. Regular la prueba anticipada en los límites que establece la Constitución. La prueba anticipada (a
diferencia de la prueba preconstituida y de la de referencia) implica necesariamente desahogo ante
el juez de control.
4. Vigilar que en el código no se introduzcan reglas que de alguna manera permitan la entrada de
prueba preconstituida o ampliaciones excesivas a la prueba anticipada.
5. Establecer reglas para la declaración y participación de víctimas y testigos en ciertos delitos o de
acuerdo a su condición especial (menores de edad, víctimas de trata de personas y secuestro) para
generar condiciones amigables de su interrogatorio cuidando en el respeto de los derechos del
imputado a la contradicción, tales como la teleconferencia.
Centro de Colaboración Cívica
8
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
6. En el caso de la prueba de referencia optar por la libertad de los jueces de control de admitirla en
audiencia intermedia y, en su caso, el tribunal de juicio oral verá qué valor le otorga. Seguir el criterio de libre valoración de la prueba y dar discrecionalidad a los jueces. (esta es una propuesta que
no obtuvo acuerdo de todos los participantes).
7. Herramientas especiales de investigación: agentes encubiertos
1. Los agentes encubiertos deben ir a juicio revelando su identidad para posibilitar la contradicción en
audiencia de juicio oral si se pretende que la información que tienen sea incorporada directamente
al juicio.
2. Entre los controles que se pueden imponer a estos agentes están:
a. Autorizaciones internas.
b. Control jurisdiccional de ciertas actividades que impliquen actos de molestia (durante la investigación).
c. Control de la licitud de las pruebas que se originan en operaciones encubiertas en audiencia,
sujetas a contradicción.
d. Exigencia de una línea de investigación previa que sirva de fundamento al MP, al momento en
que el juez verifica la legalidad de las actuaciones.
5. Las operaciones y los agentes encubiertos son herramientas de investigación útiles para la persecución de cualquier delito federal o del fuero común, no sólo relacionados con delincuencia organizada. (esta es una propuesta que no obtuvo acuerdo de todos los participantes).
6. No confundir esta herramienta con la figura del agente provocador, la cual puede atentar contra los
derechos de las personas.
7. El arraigo es una medida que quedaría obsoleta si se implementa adecuadamente el nuevo sistema.
Además, por ser el arraigo incongruente desde el derecho internacional y las recomendaciones de
los órganos internacionales se han emitido en relación al arraigo en México, esta figura debe ser
eliminada. 8. Prueba ilícita
1. La Constitución establece la nulidad de pruebas ilícitas, por lo que en el Código no se deben admitir
excepciones, de lo contrario se tratarían de normas inconstitucionales. (esta es una propuesta que
no obtuvo acuerdo de todos los participantes).
2. Formular la norma que establezca el nexo causal entre la prueba obtenida ilícitamente y las pruebas
que se derivan de ella, así como sus efectos (nulidad)
9
3. La principal consecuencia de las detenciones y declaraciones ilegales es la nulidad de la información
que de éstas se derive. Es necesario remarcar la nulidad de estas declaraciones y pruebas.
4. La ilicitud de una prueba se determina por la violación de derechos humanos de cualquier persona
que interviene en el proceso (imputado, víctima, testigo).
5. El Ministerio Público debe tener la carga de la prueba sobre la licitud de las pruebas que ofrece.
9. Audiencias
1. Las audiencias tienen un fin y regulación particular, por tanto, se debe diferenciar para qué sirve cada
una, qué se debe revisar y sus efectos.
2. Dentro de los derechos básicos que debe conocer el detenido están: el derecho a defensa adecuada, que implica tener acceso a los antecedentes del caso, a comunicarse con su abogado y con un
familiar antes de la audiencia.
3. Con base en el principio de contradicción se podría dar otra interpretación a la fundamentación y
motivación de audiencias con el fin de hacerlas más ágiles y accesibles.
4. Establecer mecanismos para desincentivar la lectura de documentos en audiencia.
5. Para la determinación de la medida cautelar se debe utilizar información proporcionada por
“Servicios Previos al Juicio”, para que el análisis sobre la pertinencia de la medida cautelar se
desligue del análisis del supuesto material y no haya necesidad de desahogar pruebas en esta
audiencia.
6. Como principio, toda medida cautelar debería ser discutida.
10. Recursos
1. Para que se respeten los principios del sistema acusatorio es necesario incorporar un sistema de
recursos basado en la casación, y no en la apelación.
2. El Código de Oaxaca puede servir de modelo sobre la tramitación de la casación ya que admite audiencias orales sólo cuando hay duda de los jueces o petición fundada de alguna de las
partes.
3. El Código de Hidalgo puede ser utilizado como referente para establecer los casos de procedencia
tanto de la apelación como de la casación.
4. Se debe promover que los jueces de segunda instancia revisen las sentencias; mas no las audiencias
de juicios orales, pues ello podría fomentar la revaloración de los hechos.
5. La casación debe ser regulada como recurso de estricto derecho.
6. Revisar el establecimiento de jueces unitarios (en lugar de un panel de tres) para la etapa de juicio
oral. Los participantes están a favor de los paneles para fomentar la independencia judicial.
Centro de Colaboración Cívica
10
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
7. La queja es un mecanismo de sanción administrativa que puede estar en la Ley Orgánica del Poder
Judicial, pero no debe estar en el Código.
8. La casación no puede tener efectos suspensivos.
11. Procedimiento abreviado
1. El procedimiento abreviado es una herramienta de política de persecución penal del Ministerio
Público que se debe incorporar en el Código.
2. La adecuada regulación del abreviado debe permitir que el Ministerio Público tenga un rango de
penas que pueda aplicar y no un sistema fijo.
3. Este procedimiento es un acuerdo que el Ministerio Público puede ofrecer al imputado, pero no es
un derecho del imputado ni de la víctima.
12. Marco jurídico armónico
En la redacción del Código se deberán tener en cuenta tanto lo dispuesto en leyes secundarias
como posibles modificaciones para armonizar la legislación, cuando menos a las siguientes leyes:
a. Ley Federal contra la Delincuencia Organizada
b. Ley General de Víctimas
c. Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro
d. Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de Trata de Personas
y para la Protección y asistencia a las Víctimas de esos Delitos
e. Ley de la Policía Federal
f. Ley Federal de Defensoría Pública
g. Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República
h. Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación
i. Ley Federal para la Protección a Personas que intervienen en el Procedimiento Penal
Otras normas que se mencionaron:
VV Protocolos y manuales de investigación y coordinación (principalmente en la Procuraduría y las
policías federales).
VV Regulación de Servicios Previos al Juicio.
11
METODOLOGÍA
Y ALCANCES
DEL DOCUMENTO
En el último trimestre de 2012 expertos en el sistema procesal
penal acusatorio y el Centro de Colaboración Cívica convocaron a diversas organizaciones de la sociedad civil, académicos y
usuarios del sistema de justicia penal, a llevar a cabo una serie
de reflexiones en torno a los contenidos que debiera contener el
Código Federal de Procedimientos Penales.
INTRODUCCIÓN
La reforma constitucional, publicada el 18 de junio de 2008, establece un lapso de
ocho años para la implementación de un sistema acusatorio en México, tanto a nivel
local como federal. Esta reforma sin precedente, enmarca una serie de principios,
figuras jurídicas y atribuciones de los actores que intervienen en él, propias del debido
proceso. Ciertamente, este fue un esfuerzo de un amplio sector de la sociedad y de
legisladores comprometidos por establecer los ejes rectores de un modelo acusatorio
de justicia que cumpla con el debido proceso.
Es en ese contexto que se requiere una reforma esencial en la legislación secundaria
que establezca las reglas para la sustanciación del nuevo proceso penal, que neutralice —sin detrimento de ser eficientes en la investigación, persecución e impartición
de justicia— aquellos vicios del sistema tradicional (o inquisitivo) que obstaculizan al
sistema de justicia penal. A la fecha, aunque se ha avanzado a nivel de las entidades
federativas, en el plano federal los esfuerzos por implementar el nuevo sistema se encuentran rezagados, tanto así que a la fecha no se ha emitido el nuevo Código Federal
de Procedimientos Penales.
Ante la preocupación de ese vacío para la implementación de un nuevo sistema de justicia penal de carácter acusatorio y la falta de consensos claros en temas clave referentes
Centro de Colaboración Cívica
12
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
a la naturaleza del Código, es que diversas organizaciones de la sociedad civil nos
propusimos hacer un análisis de los puntos más relevantes que han de considerarse
en cualquiera que sea la iniciativa a discutir en el Congreso de la Unión. Esta idea
surgió con la finalidad de asegurar que realmente se dé el cambio que necesitamos y
no simplemente se disfracen las viejas formas del proceso penal con un ropaje nuevo.
A la convocatoria acudieron algunos miembros de la academia, litigantes y otros
expertos para tener una serie de mesas temáticas sobre diversos ejes de discusión de
la nueva propuesta de ordenamiento federal. Fueron diversos los temas a lo largo de
las seis sesiones que tuvieron lugar. Los contenidos de este documento no necesariamente compromete la postura de las organizaciones y de las personas que concurrieron a los debates, sin embargo, si refleja las preocupaciones y, por lo general, el piso
común a partir del cual pueden continuar las discusiones. Ahora que la nueva administración federal ha planteado la idea de contar con un código único de procedimientos
penales, este instrumento puede servir para guiar las discusiones que se prevé tenga
lugar en el Congreso de la Unión y las legislaturas de los estados para la adopción de
un nuevo instrumento de este género.
El presente documento es el resultado de los acuerdos a los que se llegaron en
dichas mesas temáticas de carácter técnico sobre el contenido de las distintas iniciativas que se han presentado al Congreso del Código Federal de Procedimientos
Penales. Las mesas se organizaron con el objetivo de revisar algunos de los temas más
preocupantes en términos del respeto al debido proceso, la persecución penal eficaz
y a la forma en que se promueven los derechos humanos que se observan en dichas
iniciativas.
Las siguientes personas, con reconocida experiencia en el tema participaron en las
mesas de discusión:
›› Carlos Mendoza
›› Carlos Ríos
›› Guadalupe Barrena
›› Héctor Zayas
›› Jaqueline Sáenz
›› Javier Carrasco
›› Jorge Arturo Gutiérrez
›› Jorge Emilio Iruegas
›› Leopoldo Maldonado
›› Miguel Sarre
›› Paulina Vega
›› Silvano Cantú
13
›› Susana Camacho
›› Tania Luna
›› Úrsula Persson
Entre las organizaciones que estuvieron representadas en las mesas de discusión están
el Centro de Derechos Humanos Miguel Agustín Pro Juárez; la Comisión Mexicana
de Defensa y Promoción de los Derechos Humanos; Fundar: Centro de Análisis e
Investigación; el Instituto de Justicia Procesal Penal; el Centro de Asesoría y Formación
en el Sistema Adversarial, y México Unido Contra la Delincuencia. Por parte del sector
académico estuvo representado el Instituto Tecnológico Autónomo de México y el
Instituto Nacional de Ciencias Penales.
Somos conscientes de que una regulación del proceso penal no hará el cambio por
sí mismo, pero cuando menos hemos de asegurarnos de que contemple los incentivos necesarios para transformar el sistema penal actualmente en crisis. El nuevo proceso penal debe generar un clima en que los distintos operadores del proceso penal
(policías, ministerios públicos, defensores, jueces, peritos y funcionarios en general)
necesariamente respeten los derechos humanos de toda la ciudadanía, ya sea en calidad de víctimas, imputados o testigos.
Esta coyuntura que se abre ante nosotros para transformar el sistema de justicia
penal, la podemos aprovechar para que el diseño del nuevo proceso sea conceptualizado básicamente como un servicio público a favor de la ciudadanía, y no simplemente
como un aparato de control del Estado. Si se mantiene esta visión del nuevo proceso
penal estamos seguros que se encontrarán los pesos y contrapesos necesarios para
construir un sistema más justo y eficiente para todos, en armonía con los derechos
establecidos en la Constitución.
OBJETIVO DEL DOCUMENTO
Acordar, desde un grupo plural y diverso de sociedad civil, algunos de los temas más
relevantes en términos de respeto al debido proceso y los derechos humanos para
un nuevo Código Federal de Procedimientos Penales, y presentarlo ante legisladores
federales.
METODOLOGÍA
Las mesas de trabajo que dan origen al presente documento se basaron en las siguientes premisas:
Centro de Colaboración Cívica
14
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
i. La discusión sobre los diversos temas debía ser de carácter técnico, de tal manera que los acuerdos a los que se llegasen pudieran traducirse en elementos
importantes para que los legisladores federales los utilicen como herramienta o guía al momento de discutir y emitir el nuevo Código Federal de Procedimientos Penales (CFPP).
ii. Hacer planteamientos generales sobre las figuras jurídicas que más preocupaban a las organizaciones de derechos humanos y especialistas del tema.
iii. Los temas discutidos son aquellos que son relevantes no sólo por su importancia en el proceso penal en sí, sino también porque tuvieron un alto nivel
de controversia en la discusión previa de la propuesta de Código presentada
ante el Poder Legislativo por el entonces titular del Poder Ejecutivo Federal
y, en su momento, en la redacción de algunos códigos estatales. Siendo los
siguientes:
1. Facultades del Ministerio Público y de la Policía, y la relación
operativa entre ellos.
2. La intervención de las Fuerzas Armadas en el proceso penal.
3. Derechos de la víctima.
4. Derechos del imputado.
a. Declaración del imputado.
b. Detención, medidas cautelares ante el Ministerio Público.
c. Caso urgente.
4. Formalidades en la investigación.
5. Prueba anticipada, prueba preconstituida y prueba de referencia.
6. Herramientas especiales de investigación para delitos federales:
operaciones y agentes encubiertos.
7. Reglas para la prueba ilícita.
8. Audiencias.
1. Recursos.
2. Procedimiento abreviado.
3. Regulación armónica del marco jurídico de la reforma.
iv. Se trataría de llegar a un alto nivel de consenso, pero no se forzaría. En el
caso de que hubiese algún tema en el cual no hubiese consenso se recogería
la discusión y se explicitaría la falta de acuerdo.
15
El Centro de Colaboración Cívica agradece a todas las personas y organizaciones que
participaron de forma generosa y profesional en el desarrollo del presente diálogo y
en especial a Tania Luna y Susana Camacho por su trabajo para la conformación del
presente documento.
A continuación se presentan tanto la discusión como los acuerdos a los que se llegaron sobre los temas referidos. Al final de cada apartado, en letra cursiva, se destacan
los comentarios que tienen relación con la necesidad de armonizar el CFPP con otras
leyes y normas.
Centro de Colaboración Cívica
16
TEMAS
1. FACULTADES DEL
MINISTERIO PÚBLICO
Y DE LA POLICÍA,
Y LA RELACIÓN
OPERATIVA ENTRE
ELLOS
En el nuevo modelo de justicia penal acusatorio, la investigación toma un sentido
distinto y un peso fundamental dentro del
proceso. Este nuevo sistema exige que
la investigación efectivamente se realice,
ello a partir del papel que desempeña
cada uno de los agentes de la trilogía investigadora: el agente de la policía como
investigador de campo, el perito como
investigador técnico/científico de la disciplina que se requiera y el agente del Ministerio Público como coordinador jurídico de la investigación.
A diferencia de la Averiguación Previa
en el sistema tradicional (inquisitivo), en
la que el “investigador” se preocupa por
foliar extensos expedientes —cuyo contenido muchas de las veces se limita a la
transcripción del dicho de una persona
sin mayor evidencia que su “testimonio”
y en el que la justicia se diluye en el ritual del llenado y foliado de papeles—,
Centro de Colaboración Cívica
18
en la investigación del nuevo modelo de
justicia penal desaparece el expediente
en cuanto metodología de trabajo y se
pondera entonces el caudal de información (probatorio) con el que se cuenta,
así como su efectiva preservación y protección durante todas las etapas previas
al juicio para poder sustentarlo técnica y
ágilmente en dicha audiencia. Si bien en el
nuevo modelo también se recaba el testimonio de las personas, las que son identificadas y entrevistadas de forma profesional para poder obtener información estratégica que conduzca a la construcción
de un caso verosímil y sólido con soporte
probatorio que le permita resistir todo el
proceso, todavía se requiere robustecer
a la investigación con la mayor evidencia
posible. De ahí que, por ejemplo, sea
tan importante la función que desempeña cada parte que interviene en esta fase
temprana del proceso: la investigación.
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
¿Qué significa e implica dirigir o
coordinar la investigación, y cómo se
desarrolla?
En la reforma aprobada en México aún no es clara la relación que mantiene la trilogía
investigadora o trinomio de la investigación. No obstante, los postulados que sostienen que la policía no debe estar subordinada al Ministerio Público (MP) en la investigación, en los términos del viejo sistema. Esto se desprende de prácticas de derecho
comparado y sistemas de otros países en los que el modelo acusatorio funciona desde
hace tiempo.
En estos modelos de justicia, la policía, efectivamente, realiza investigación con autonomía técnica. Es decir, el agente de la policía es el experto investigador de campo
que, de acuerdo a sus conocimientos técnicos y experiencia, realiza la investigación
de manera autónoma y lleva toda la información y evidencia recabada ante el MP para
que éste construya el caso. En algunos sistemas la policía incluso tiene la facultad de
admitir la denuncia. En estos sistemas, el agente del MP funge como un coordinador
jurídico de la investigación, es decir, es el experto con conocimientos en derecho que
recibe la información por parte de la policía quien la registra y se la entrega para construir el caso. El MP, por su parte, supervisa que la investigación se realice sin violaciones al debido proceso, puesto que él es quien expondrá el caso en audiencias públicas
ante un juez y debe resistir la argumentación, interrogatorios y contrainterrogatorios
de la defensa. Así, el MP es el principal interesado en que su caso no sea desestimado
por el juez y resista el contrainterrogatorio.
En este contexto, es necesario distinguir entre policías de investigación (antes conocidas como ministeriales) y las preventivas en el ámbito municipal, estatal y federal. Cada una de ellas tiene atribuciones y obligaciones en la investigación y deben
aprender a coordinarse entre ellas y con el MP. Se debe definir si el MP debe dirigir
la investigación o se trata de una coordinación con la policía y los servicios periciales.
Es importante identificar que si bien la competencia del CFPP es del ámbito federal y
regula la competencia y atribuciones de las policías federales (policía de investigación y
la policía federal), también se debe identificar cómo se relacionan las policías estatales
y municipales en la investigación del ámbito federal, ya que muchas veces son éstas
las que inicialmente conocen del hecho delictivo sin tener clara aún la competencia.
En este contexto, todas las policías deben seguir y respetar los mismos lineamientos
mínimos de criminalística en la investigación. Por ejemplo, la policía municipal o cualquiera otra preventiva debe tener los conocimientos para colaborar en la preservación
del lugar de los hechos y eliminar fuentes de peligro de la escena criminal. Asimismo,
el nuevo sistema procesal implica la concesión de cierta autonomía a la policía de
investigación en actuaciones de investigación y, en este sentido, a la dirección jurídica
del MP. Como consecuencia, por ejemplo, el MP ya no tendría que constituirse en el
lugar de los hechos. En vez de que el MP dé instrucciones a la policía de investigación,
19
lo que funciona mejor es crear equipos coordinados por fiscales y que los policías
investigadores estén motivados a resolver los casos.
Para que funcione mejor esta relación, se pueden hacer planes conjuntos de investigación en los que pueda haber apropiación del caso por parte de la policía de
investigación. Esto no iría en el CFPP sino en los acuerdos institucionales internos,
lineamientos y manuales sobre prácticas de trabajo. Se debe tener cuidado que en
el Código no se sobre regule o formalice demasiado la investigación. La clave es el
trabajo en equipo para investigar cada caso, con un coordinador jurídico. La relación
entre MP y la policía de investigación puede quedar definida en la Ley Orgánica de la
Procuraduría General de la República y en las correspondientes a las policías federales.
EN RESUMEN:
›› En el CFPP pueden quedar plasmadas facultades de coordinación de las autoridades federales con
las estatales y municipales, sin que ello implique subordinación y se respete la autonomía estatal
y municipal.
›› Es necesario definir en qué consiste y qué alcance tiene la dirección o coordinación de la investigación llevada a cabo por el MP, en el entendido de que es la aportación jurídica en un esquema
en el que la policía de investigación tiene un papel proactivo así como los servicios periciales (trilogía investigadora). Se debe asegurar que más que una relación jerárquica de subordinación, se
establezca una regulación mínima que posibilite la formación de equipos de policías y ministerios
públicos con funciones diferenciadas, que permita a la policía de investigación hacer suyas las investigaciones y a los ministerios públicos llevar la dirección jurídica de las mismas.
›› Las normas sobre las formas de coordinación entre policía y MP también deben aterrizarse en
leyes orgánicas, manuales de procedimientos, protocolos de actuación u otro tipo de normas que
sean flexibles.
›› Identificar los alcances, por un lado, del papel investigador de la policía de investigación (antes
llamada “ministerial”), así como las del resto de las policías como las preventivas (municipales,
estatales y federales).
›› Es necesario definir las facultades de las autoridades auxiliares del MP en esta materia para acotar a
otras autoridades federales, en especial a las Fuerzas Armadas. Estas facultades deben restringirse
de tal manera que no puedan, por ejemplo, realizar investigaciones por sí mismas, disponer de los
imputados o llevarlos a recintos no autorizados por la Constitución.
›› Pensar en el mejor esquema de implementación de la reforma federal en delitos relacionados con
delincuencia organizada para que no se contamine la implementación en el resto de los delitos.
Centro de Colaboración Cívica
20
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
›› Que en el Código quede clara la diferenciación de funciones de investigación de policía y de dirección jurídica y acusación del MP.
›› Quedaría pendiente analizar específicamente la propuesta de Gendarmería que ha presentado el actual representante del Ejecutivo Federal y prever la necesidad de hacer propuestas a otras leyes (Ley
General de Víctimas, por ejemplo), leyes orgánicas, acuerdos, manuales, etc., que deben acompañar
la expedición del CFPP.
›› Analizar el esquema en el que la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) será absorbida por la Secretaría
de Gobernación (SEGOB), en especial en lo referente a la Policía Federal para evitar que funcione bajo
una lógica política. La función de las Fuerzas Armadas debe quedar clara y explícitamente acotada a
la perspectiva de autoridad auxiliar.
21
2. INTERVENCIÓN
DE LAS FUERZAS
ARMADAS EN EL
PROCESO PENAL
La relación de las Fuerzas Armadas con
la Procuraduría General de la República
(PGR) y sus implicaciones es un problema real, y probablemente no cesará su
intervención en materia de seguridad pública en el corto plazo. De hecho, existe la propuesta del Presidente Enrique
Peña de crear una Gendarmería. En este
sentido, es necesario definir los alcances
y significado de las facultades de estas
autoridades, las cuales sólo pueden ser
“auxiliares” del Ministerio Público dentro
del proceso penal y deben limitar su intervención a acciones específicas, como
las que se exigirán al resto de los cuerpos
policiales, tales como: preservar el lugar
de los hechos, trasladar detenidos a las
instalaciones de la PGR y auxiliar en su
resguardo, preservar la evidencia, pero
no investigar o tomar declaraciones y demás actividades propias de la policía de
investigación.
Es preocupante que las actuaciones del
Ejército y la Marina, cuando conocen de
un delito, sean validadas, ya que suelen
ser manipuladas, además de poner en
riesgo derechos fundamentales de los
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22
imputados. Por ello es importante establecer las consecuencias de actos ilegales
respecto de la prueba, en especial los alcances de nulidad de dichas actuaciones
y su imposibilidad de ser valoradas en
juicio. Cabe mencionar que en los códigos propuestos, las Fuerzas Armadas no
están autorizadas para realizar la investigación, tampoco a que se subordinen a
ellas las autoridades civiles, aunque lamentablemente ocurre de facto. El CFPP
no debe permitir la posibilidad de que el
Ejército y la Marina investiguen a civiles.
Algunas de las organizaciones participantes consideraron que en la propuesta
de CFPP de Felipe Calderón se trataron
de filtrar algunas cuestiones de la Ley
de Seguridad Nacional para justificar la
intervención del Ejército en labores de
investigación criminal. Está claro que la
intervención de las Fuerzas Armadas no
debe regularse en el CFPP. Lo que debe
definirse —más allá de quiénes son las
autoridades auxiliares— es cuáles son las
facultades de éstas en la investigación. La
idea es evitar interpretaciones amplias o
ambiguas.
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
Estas preocupaciones no son gratuitas, toda vez que actualmente el Ejército realiza
detenciones y retiene ilegalmente en sus cuarteles. Una investigación contaminada así
desde su inicio complica las tareas del MP y de los jueces, ya que es muy difícil “enderezar” estas causas. Es preocupante que al Ejército se le permita investigar a civiles
por conductas delictivas, dado que su formación, entrenamiento y atribuciones son
distintas y pueden colisionar con derechos de la ciudadanía. Generalmente, estas intervenciones por parte de las Fuerzas Armadas tienen como consecuencia violaciones
a derechos humanos, por lo que su intervención se debe limitar al máximo.
El Ejército, en su calidad de autoridad auxiliar, puede hacer diligencias mínimas de
preservación del lugar y de evidencias e, inmediatamente, informar a las autoridades
civiles para que se sigan las reglas del procedimiento penal con las autoridades legalmente habilitadas. En estos casos, las autoridades castrenses deben ser conscientes de
que, como parte de su responsabilidad de intervenir en la preservación de un lugar o
detención de una persona, pueden ser llamadas a testificar en un juicio penal como
cualquier otra autoridad auxiliar. Si el Ejército se constituye como auxiliar de la investigación, tiene la obligación de tratar los datos de prueba de acuerdo al esquema del
sistema acusatorio (cadena de custodia, abstenerse de realizar actos ilegales y contradice los derechos humanos como la tortura, poner a la persona detenida de manera
inmediata bajo la responsabilidad del MP, etcétera).
EN RESUMEN:
›› Es necesario definir las facultades de las autoridades auxiliares del MP para acotar a otras autoridades federales, en especial a las Fuerzas Armadas. Estas facultades deben restringirse de tal manera
que no puedan, por ejemplo, realizar investigaciones por sí mismas, disponer de los imputados ni
llevarlos a recintos no autorizados por la Constitución.
›› Cualquier autoridad, incluido el Ejército y la Marina, debe sujetar el ejercicio de sus funciones a los
estándares de legalidad y debido proceso (en especial para la obtención de la prueba) que establezca el CFPP. En ese sentido, se puede definir un piso mínimo de estándares o requisitos para
la obtención de pruebas que no implique violaciones a derechos humanos.
›› No regular en el CFPP la intervención específica del Ejército en el proceso penal.
›› Revisar otros cuerpos normativos para que autoridades auxiliares no contravengan al debido proceso.
23
3. DERECHOS DE LA
VÍCTIMA
El marco constitucional establece los derechos de las víctimas durante el sistema
del procedimiento penal. El artículo 20,
fracción C, define el alcance y contenido
de los derechos que deben ser regulados
por el CFPP en el contexto de la implementación de la reforma al sistema de
justicia penal.
Los derechos de las víctimas tienen un
alcance que encuentra sus límites en el
respeto a los principios del debido proceso y las garantías judiciales del acusado/
imputado, por lo que su aplicación o limitación deberá estar sujeta a revisión judicial que es el único garante del proceso.
Las víctimas deben tener derecho a la
participación activa en el proceso y derecho a proporcionar información a la fiscalía. Las víctimas, en general, tienen derecho a medidas de protección, así como
a la no revictimización. Es importante
subrayar que se pueden proteger derechos de la víctima sin violar derechos del
imputado: no deben ser derechos que
se contrapongan. La debida diligencia, se
erige como la garantía fundamental que
fomenta el respeto y cumplimiento de los
derechos de las víctimas. Es decir, que las
investigaciones y juicios para encontrar al
responsable y determinar la responsabilidad penal sean eficientes y se siga el proceso penal conforme a lo dispuesto en el
artículo 20 constitucional.
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24
El sentido del proceso penal histórica
y jurídicamente es que se trata de una
litis del Estado vs. la persona imputada,
y el Estado es quien está encargado de
derrotar la presunción de inocencia; sin
embargo, se reconoce —con el avance
constitucional y convencional— que las
víctimas deben ser rescatadas del olvido
al que históricamente habían sido relegadas. El proceso penal debe ser un proceso cognitivo, dirigido a establecer la
responsabilidad de la persona imputada.
A pesar de que pueda considerarse que
la víctima no es parte plena, lo cierto es
que lo novedoso de la reforma, se centró
en la ampliación de las modalidades del
derecho a la participación de las víctimas
y, en este sentido, adquirieron la calidad
de sujetos procesales.
Para no romper con el equilibrio procesal se debe cuidar el estándar deseado,
es decir, ciertamente dado que el proceso penal actual no satisface los derechos de las víctimas (tampoco el de los
imputados), es natural que se tienda a
sobrerregular esos derechos haciendo
que colisionen y se altere el equilibrio del
proceso o se afecte el ejercicio de derechos reconocidos por la Constitución. En
todo momento el ejercicio de los derechos de las víctimas deberá pasar por la
vigilancia de la opinión jurisdiccional quien
tiene la obligación de velar por el debido
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
proceso. Para algunos de los expertos que participaron en las mesas, el derecho de
la víctima a no revelar su identidad a la defensa, reconocida en el caso concreto por
la autoridad judicial —contemplada por diversas legislaciones especiales— no debe
limitar el derecho del imputado a ser interrogada por la defensa, por lo que siempre
en el ejercicio de los derechos deberá prevalecer la opinión judicial. La no revictimización de las víctimas, como un derecho contemplado en legislación secundaria, debe a
su vez ser garantizada por los jueces y en dado caso buscar las medidas que aseguren
la protección, generen las mínimas molestias y respeten los derechos de la persona
imputada o acusada, según se trate.
En opinión de algunas organizaciones de la sociedad civil, pareciera que legislativamente existen diversas categorías de víctimas, dependiendo del delito y de la legislación que las está protegiendo. Esto se refleja, por ejemplo, en las leyes generales antisecuestro y contra la trata de personas, en las que se conceden derechos procesales
que no están contemplados para víctimas de otros delitos. Debe haber un equilibrio
entre los propios derechos de las víctimas, ya que el debido proceso es para todas las
personas y, aunque ciertamente hay que atender al grado de afectación o puesta en
peligro del bien jurídico protegido del que se trate, es importante partir de una misma
base en el procesamiento de cualquier delito, además de cuidar que no se afecten los
derechos de la persona imputada o acusada, según se trate.
¿Cómo hacer que la participación de las víctimas abone a la búsqueda de la verdad?
El juez, como garante de la participación de la víctima, debe vigilar los derechos de
ésta. Los tres pilares de los derechos de las víctimas son: justicia, verdad y reparación.
En el sistema penal acusatorio se debe rescatar el papel de la víctima en términos de
atenderla inmediatamente, preparar a la víctima para intervenir en las audiencias, principalmente en las de juicio oral.
Para algunos expertos la figura del asesor victimal que se está proponiendo en algunos códigos puede llegar a ser contraproducente si se generan visiones contrarias
entre éste y el MP. Es posible cuestionarse si las deficiencias del MP terminan con la
intervención de un tercero, como el asesor victimal. Habrá que analizar diversas medidas, como la protección de víctimas y testigos, y otras formas especiales de interrogar
a ciertas víctimas. En opinión de otros la figura del asesor victimal o asesor jurídico de
las víctimas no tiene como único objetivo enderezar las deficiencias del MP, sino hacer
valer los intereses de las víctimas en casos donde no se vieran éstos representados
por la posición del MP.
Hay preocupación sobre el uso de la prueba anticipada cuando la víctima tiene temor o existe riesgo a su integridad física, ya que es una solución falsa a la protección
de víctimas y testigos que además limita la contradicción en audiencias. Más bien habrá
que pensar en reforzar medidas procesales y de protección a las víctimas. La protección de testigos no sólo es para el colaborador sino también para la víctima, por lo que
se requiere la consideración de las particularidades de las víctimas y no sólo pensar
en proteger el éxito del juicio. Las protecciones que actualmente se dan en la práctica siempre son las mismas: cámara de Gesell, biombos, distorsión de voz. Se debe
ponderar otro tipo de mecanismos que sean eficientes en la protección de la víctima
durante el proceso atendiendo a su gravedad. La ampliación de la red de apoyo de las
25
víctimas fuera del proceso penal, tal y como lo plantea la Ley General de Víctimas, la
que, de ser bien aplicada, podría ayudar a reducir los riesgos y el abuso de la protección en el marco del proceso penal.
Se reconoce que la reforma constitucional incluye la figura de la acción penal privada; si bien ésta no debe ser vista como la solución a instituciones ineficaces o débiles,
debe regularse su uso de una manera que garantice el respeto de los principios que
regularán el proceso penal acusatorio y no ser una carga desproporcionada para su
uso. En Latinoamérica la acción privada se ha usado para descriminalizar delitos menores. Hay que revisar sus antecedentes, con origen en Chile, donde la acción privada
sirve para procesar ciertos delitos que tienen la calidad de “faltas penales”, categoría
que no existe en nuestro derecho. Por otra parte, sería contrario a los derechos de la
víctima que se le imponga una carga que no debería tener. Actualmente se ha regulado para delitos estrictamente patrimoniales o en contra de “intereses sólo de la parte
afectada” como delitos contra la honra.
EN RESUMEN:
›› Entre los derechos de las víctimas que deben ser reglamentados por el CFPP, que derivan del
artículo 20, fracción C, de la Constitución, está la debida diligencia, es decir, a que se realicen
investigaciones eficientes para encontrar al responsable y se siga el proceso penal.
›› Los derechos de las víctimas tienen un alcance que encuentra sus límites en el respeto a los principios del debido proceso y las garantías judiciales del acusado/imputado, por lo que su aplicación
o limitación deberá estar sujeta a revisión judicial como único garante del proceso.
›› A pesar de que pueda considerarse que la víctima no es parte plena, lo cierto es que lo novedoso
de la reforma se centró en la ampliación de las modalidades del derecho a la participación de las
víctimas y, en este sentido, adquirieron la calidad de sujetos procesales.
›› Se debe asegurar que las víctimas reciban un tratamiento especializado atendiendo las características de las víctimas o del delito sufrido y que ciertas prerrogativas que se han concedido a ciertos
tipos de víctimas (de secuestro y de trata) se extiendan a todas las víctimas en general, siempre
que ello no sea pretexto para vulnerar los derechos del imputado.
›› Analizar la figura del asesor victimal y si su intervención es benéfica para las víctimas en el sentido de
corregir deficiencias de las autoridades, en especial del MP, o si esta figura no resuelve de manera
directa los problemas de eficiencia de instituciones como el MP y, en su caso, qué mecanismos de
control sobre las autoridades existentes pueden activarse para garantizar a las víctimas el respeto
de sus derechos. (esta es una propuesta que no obtuvo acuerdo de todos los participantes).
›› Los derechos de víctimas e imputados no son un juego de suma cero (quitar a uno para darle
al otro). Los jueces son los principales garantes de la aplicación de los derechos de las víctimas,
Centro de Colaboración Cívica
26
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
que no podrán tener otro límite que el respeto por el debido proceso y las garantías judiciales del
imputado o acusado según el caso.
›› Es necesario avanzar en los mecanismos de protección de víctimas y testigos más allá de las figuras
que comúnmente se utilizan (cámara de Gesell, biombos, distorsión de voz) y que realmente
puedan ser eficaces para garantizar la seguridad y la integridad de la víctima.
›› En cuanto a la propuesta de que la acción privada para algunos participantes, más que su aplicación para cierto catálogo de delitos (tal y como está actualmente regulado en algunas entidades
federativas), debería considerarse atendiendo a ciertas circunstancias, como por ejemplo en casos
donde pudiera existir conflicto de intereses en el ejercicio de la acción penal; se comentó que el
origen de esta figura es retomado de la legislación latinoamericana para despenalizar ciertas conductas. Para otros participantes esta figura entendida para fines distintos implicaría imponer a la
víctima una carga que no le corresponde y que incluso iría en contra de sus derechos. (esta es una
propuesta que no obtuvo acuerdo de todos los participantes)
›› Además de los derechos de la víctima durante el proceso penal, es evidente que las víctimas hoy en
día cuentan con derechos que no se restringen al proceso y que pueden estar en otras leyes como la
Ley General de Victimas.
27
4. DERECHOS DEL
IMPUTADO
A) Declaración del imputado
La confesión deja de considerarse como un medio de prueba típica. En realidad, en
lugar de hablar de una confesión, se trata de una declaración del imputado, considerada como un mecanismo de defensa, no como un medio de prueba propiamente.
El derecho procesal de guardar silencio al que se refiere el inciso B fracc. II del artículo 20 constitucional, se refiere a la posibilidad de llevar a cabo una defensa activa,
o bien, pasiva, toda vez que se tiene el derecho a guardar silencio y no puede ser
utilizado en contra de la persona imputada y, si eventualmente declara, dicha declaración puede llegar a ser usada en su contra. Esto último en la medida en que se ubique
subjetivamente dentro de un hecho y pueda llegar a considerarse en su contra, pero
no necesariamente, porque directamente no implica confesar. La confesión implica no
sólo la aceptación del hecho, sino la aceptación de la responsabilidad, que son cosas
diferentes, por lo que no se consideraría como un medio de prueba.
Los medios de prueba subjetivos son aquellos que tienen como fuente la psique del
individuo, por ejemplo, los testigos, a diferencia de los medios de prueba objetivos
que son objetos, mismos que pueden ser valorados por peritos.
Entonces, en la medida en que el imputado llegue a ejercer el derecho a declarar,
podríamos hablar de que esa información solamente genera indicios, mas no constituye una prueba. De hecho, encontramos cláusulas en los ordenamientos legales que
establecen que no podrá fundarse una sentencia con la mera declaración del imputado. Así se determina que lo que puede generar la declaración del imputado es un
indicio, y para poder generar prueba y convicción en el juzgador será necesario que
se robustezca con otros medios.
Se le sigue dando un enorme peso a la confesión, cosa que se pretende superar en
el nuevo sistema. En todo caso si va a haber una confesión en términos de reconocer
responsabilidad deberá: 1. Ocurrir bajo la asistencia del abogado defensor, y 2. Ocurrir en presencia del juez.
Si se parte de la clasificación de los elementos de convicción, se puede decir que
existe una permisión en los códigos adjetivos (basados en la cláusula Miranda), de que
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
la primera autoridad que tenga contacto con la persona detenida (la policía) debe registrar la información. Por eso, la policía dentro de la lectura de derechos que hace a
la persona detenida debe informarle que tiene derecho a guardar silencio, porque lo
que diga podrá ser usado en su contra, mas no en el sentido de un medio de prueba.
En donde el medio de prueba es el testimonio del policía que tomó la declaración del
imputado como medio de referencia, nada más. La declaración del imputado no se
consideraría como un medio de prueba, sino como un antecedente de investigación
que se registra en un acta o informe policial donde se determinan también las circunstancias y los pormenores de la investigación. La confesión no está registrada como un
medio de prueba nominado.
Hay riesgos de que en la práctica se sigan repitiendo vicios del viejo sistema, como la
obtención de la declaración del imputado como si se tratara de una confesión. Debido
a que se crean todas las condiciones —porque es videograbada con la asistencia del
defensor, espontánea, etc.— se le trata como medio de prueba per se aunque no sea
en audiencia frente a un juez. El problema es que se constituye como una especie de
prueba anticipada que se utiliza en las etapas previas y en el propio juicio, por lo que
se está cayendo en lo que anteriormente era la declaración ministerial que podía tener
valor probatorio, que viola principios y es peligrosa porque todo se construye a través
de confesiones, retrocediendo al sistema inquisitivo en donde la prueba científica está
ausente. Como éste, existen otros riesgos de preservar tal sistema, como es el caso
de la flagrancia equiparada.
Ahora bien, en los casos de procedimientos especiales como el abreviado, se fueron
dando matices que lo hicieron rígido, como se puede ver en las distintas generaciones de códigos. En los códigos de primera generación (caso Chihuahua), para que se
cierre un procedimiento ordinario y se abra el procedimiento abreviado, aparte de
renunciar al juicio, el imputado debe aceptar los hechos como materia de acusación.
Es importante resaltar que esto no representa una confesión. Posteriormente, con
la reforma a la Constitución, en su artículo 20 inciso A, fracción VII, se habla de responsabilidad, esto es, no sólo se deben aceptarse los hechos, sino la responsabilidad
y la calificación jurídica (en automático). Así, las normas toleran cada vez más la mala
praxis ministerial que abusa del procedimiento abreviado, ya que éste implica que, por
la aceptación de hechos por parte del imputado, el MP omite su responsabilidad de
continuar la investigación aun en casos en que dicho procedimiento no sea la mejor
solución para el imputado ni para las víctimas. En ese sentido también resulta esencial
el fortalecimiento de las defensorías públicas que puedan oponerse a propuestas mal
fundamentadas del MP.
Se debe entender que la investigación es fundamental en este modelo de justicia.
No cumplir con los estándares del tratamiento de las declaraciones y la confesión, o
las testimoniales, puede traer como consecuencia la absolución y generar conflictos
con un impacto negativo en la opinión pública. Se tiene que investigar adecuadamente
y cuidar el tratamiento de la prueba. En ese sentido hay artículos de la propuesta del
CFPP ligados al tema de confesiones que son preocupantes, pues abren la posibilidad
a la tortura. En este sentido, se debe respetar la Constitución que, en su artículo 20,
apartado A, fracción XIII, establece que nada que no se desahogue en audiencia de
29
juicio oral tiene valor, salvo lo que se desahogue como prueba anticipada. Se debe
eliminar la declaración ante el MP porque es un poderoso incentivo para extraer información y coaccionar las confesiones.
También es importante no confundir o incurrir en el error de considerar que la investigación se cierra con la vinculación a proceso. Hay que recordar que aún después
de quedar vinculado a proceso, la investigación continúa. En su caso, lo que hay que
controvertir una vez dictada la vinculación es la medida cautelar que se pretenda imponer a la persona. Al respecto, los elementos que se ofrecen para la acreditación del
supuesto material que justifica la vinculación se desligan de los elementos que fundamentan la necesidad de cautela para determinar la imposición de medidas cautelares.
Un tratamiento impropio sería considerar la declaración del imputado recibida por
la policía o el MP como prueba en la investigación. Sólo la declaración en sede judicial
distinta al tribunal oral penal, es decir, ante juez de control en audiencia inicial, intermedia o ante cualquier otra audiencia incidental (medida cautelar, etc.) es válida. La
confesión no debe ser la regla. Asimismo, no debe tratarse de una declaración lisa y
llana, debe venir acompañada del caudal probatorio para que tenga validez, siempre y
cuando se sigan las reglas de ésta.
EN RESUMEN:
›› La declaración del imputado no se considera como un medio de prueba, sino que es un antecedente de la investigación que se registra (en un acta o informe policial, etc.). Es otro dato de
la investigación en la que se determinan también las circunstancias y los pormenores del hecho.
›› La declaración del imputado en fases preliminares del proceso, como la investigación, antes de
que se formule imputación ante un juez de control de garantías, debe tratarse como un dato que
no tiene valor per se y no puede ocurrir violándole sus derechos.
›› Para que la declaración sea legal se debe informar a la persona detenida en flagrancia (o caso urgente) de sus derechos.
›› La declaración del imputado debe respetar lo que establece la Constitución de acuerdo con el
artículo 20, apartado A, fracción XIII, que establece que lo que no se desahogue en audiencia de
juicio oral, no podrá ser valorado.
›› La confesión no es un medio de prueba nominado y per se, siempre debe venir acompañado de
otros datos de prueba (para desincentivar malas prácticas ministeriales en la investigación).
›› Tener cuidado de no sobrerregular en el CFPP, ya que puede haber tentación de darle peso a
estas figuras y así incentivar viejas prácticas inquisitivas.
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
›› Vigilar los efectos normativos que se pretenda dar a la declaración del imputado durante la detención.
B) Detención, retención, medidas
cautelares ante el MP y control judicial
de detención
En caso de que se detenga a un imputado en flagrancia y se decrete la retención de
hasta 48 horas, si no se formula imputación, en casos de delitos no graves, se debería
dejar en libertad.
Se deben establecer cláusulas legales que regulen lo establecido por el párrafo correspondiente del artículo 16 Constitucional en las que se establezcan que la retención
sólo tendrá lugar tratándose de delitos de prisión preventiva oficiosa del artículo 19.
Se debe diferenciar entre detención y retención. La detención en flagrancia busca
evitar que el delito llegue a ulteriores consecuencias y evitar la sustracción de la acción
de la justicia; una vez hecho esto, se detiene, se pone a disposición del MP, quien lo
retiene. Habrá que establecer cláusulas en las que se indique que la retención sólo
procede en los casos de prisión preventiva oficiosa, en caso contrario, se debería obligar al MP a solicitar ante juez una providencia precautoria.
No se debe estimular que se extienda la retención ante el MP agotando las 48 horas, sino a que se reduzca esa práctica.
Se rebate esta teoría argumentando que el catálogo de todos los delitos que ameritan prisión preventiva es muy extenso, lo que da un margen de acción para que el
MP retenga a una persona sin ningún tipo de control. La clave de definición está en el
análisis de la necesidad de cautela para evitar que el imputado dañe a la víctima, cometa otro delito, destruya pruebas, etc. Estas circunstancias no están relacionadas con
la clasificación legal del delito, sino con la posibilidad de afectación del curso normal
del proceso.
Si se quiere mantener a una persona retenida es porque se va a solicitar la prisión
preventiva, de lo contrario habrá que ponerla en libertad. No obstante, no siempre se
sabe si se va a solicitar prisión preventiva durante las 48 horas.
¿Hasta qué punto se pueden buscar figuras procesales para que el MP retenga sólo
cuando se justifica? Opciones:
1. Limitar las facultades de retención.
2. Seguir el tratamiento de Chihuahua y los códigos iniciales, en los que el MP
dispone del detenido y lo puede poner en libertad cuando el Ministerio Pú-
31
blico no acredite que existe necesidad de cautela, es decir, cuando no exista
peligro de fuga, alteración de la prueba, o riesgo para la sociedad.
C) Medidas Cautelares ante MP
Todo indica que no hay discusión sobre las medidas cautelares que se decretan en la
audiencia después de vincular a petición del MP o de manera oficiosa. Salvo los delitos
en que la Constitución impone la prisión preventiva oficiosa, siempre se podrá debatir
sobre la imposición de una medida cautelar. En los nuevos códigos se establece un
catálogo de medidas menos restrictivas de la libertad que la prisión preventiva. La
Constitución establece las cuestiones que va a revisar el Juez de Control, como son
la ejecución de ciertas técnicas de investigación, providencias precautorias y medidas
cautelares.
¿Cómo se distinguen providencias precautorias de medidas
cautelares?
Hay que discutir quién está legitimado para decretarlas. Varios códigos, como el de
Chihuahua, todavía prevén que el MP puede decretar la libertad condicional bajo
caución, como en el anterior sistema. En un sistema acusatorio, solamente el juez
puede determinar una medida cautelar o providencia precautoria. Uno de los principios básicos de este nuevo modelo es que el MP no puede disponer de la libertad del
imputado. El Código Federal propuesto en 2011 parece que sigue la misma lógica de
que el MP otorgue la libertad a cambio de la imposición de una medida cautelar, sobre
todo cuando está dentro del plazo de retención. Zacatecas fue el primer estado que
reguló una medida cautelar anticipada; Hidalgo ya tiene un mecanismo similar, Puebla
lo acaba de implementar. Habrá que revisar cuál es el mejor modelo.
Se debe revisar el catálogo de delitos graves establecido en la Constitución, ya que
existe una tendencia en las entidades federativas a explotar dicho catálogo al máximo
e incluso ingresar delitos que no están en el mismo (ver códigos de Chihuahua y Baja
California). La reglamentación del catálogo constitucional debe ser lo más restrictivo
posible, ya que, aun cuando está en la propia Constitución, riñe con estándares internacionales de Derechos Humanos. En ese sentido hay varios precedentes, tanto del
Consejo de Derechos Humanos como de la Comisión y de la Corte Interamericana,
en el sentido de que si una medida cautelar se determina únicamente con base en el
tipo de delito, se convierte en una pena anticipada vulnerando el principio de presunción de inocencia. El catálogo del código propuesto en 2011 no parece rebasarlo, sin
embargo, en sí mismo es cuestionable.
Otro problema constitucional es que se plantea la reincidencia como un estándar
que permite decretar la prisión preventiva oficiosa, lo que se traduce en medidas irracionales y violatorias del principio de presunción de inocencia, a menos que se acredi-
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
te que la reincidencia es un elemento que puede ser considerado como un indicio de
que existe necesidad de cautela.
Parece admisible facultar al MP para dictar providencias precautorias, justificadas por
el peligro en que se pudiera encontrar la víctima, de tal manera que se decrete con
carácter de urgente y que tenga control judicial ex post. Por ejemplo, en Campeche
se regulan medidas para casos de violencia familiar. Lo ideal y constitucional es que la
medida sea decretada por la autoridad judicial y de la manera más ágil. Las medidas
cautelares deben decretarse siempre bajo control judicial. En este sentido, la comunicación en tiempo real entre MP y jueces para la solicitud de manera ágil permitiría la
disminución de formalismos.
De acuerdo con lo anterior, uno de los principios rectores del régimen cautelar y
precautorio en el nuevo sistema es el de jurisdiccionalidad; es decir, que cualquier acto
de autoridad precautorio o cautelar debe emanar de un juez. Con base en esto se
puede distinguir entre tres figuras que tienen un objetivo común, que es el resguardo,
para evitar la destrucción o bien la disminución de la existencia de un riesgo:
a. Medidas de protección a la víctima
b. Providencias precautorias
c. Medidas cautelares
Es válido que se autorice al órgano ministerial dictar medidas de protección a la víctima, direccionadas a la víctima y no al imputado; por ejemplo, que se solicite protección policial, resguardo en algún sitio hasta en tanto se dicte la precautoria o cautelar
por el juez. La diferencia entre una providencia precautoria y una medida cautelar se
refiere a la judicialización de la investigación, las primeras son antes de la primera audiencia ante juez y las segundas son posteriores.
EN RESUMEN:
›› Ser lo más garantista posible buscando cumplir con el debido proceso en los términos que establece la Constitución. El MP puede retener a una persona hasta por 48 horas, pero habrá que
ser rigurosos en el control de legalidad de la detención, por lo que los jueces deberán identificar
la demora en la solicitud de la audiencia. Sin embargo, si no se da ese control adecuadamente, el
amparo ha demostrado ser ineficiente para inconformarse con el control de la detención.
›› No permitir la suplencia de las deficiencias del MP o negligencias de agotar el plazo, no se debe
ampliar dicho plazo.
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›› Un problema es que la solicitud de una audiencia para controlar la detención a instancias de la
defensa está condicionada a la decisión del MP si se encuentra dentro de las 48 horas en que éste
puede retener.
›› Entre las opciones que se han generado para regular las facultades de retención del MP se mencionan las siguientes:
VV Caso Chihuahua, que el MP disponga de su libertad durante la retención sin perjuicio de
fijarle caución, pero es de dudosa su constitucionalidad ya que sólo el juez está facultado
para imponer medidas cautelares o providencias precautorias.
VV Que el MP disponga de su libertad lisa y llanamente sin facultad de fijar caución.
VV Permitir la retención con la condición de que si el MP considera necesaria la retención deberá solicitarla como providencia precautoria restrictiva de la libertad al juez. La retención
siempre debe estar sujeta a control judicial.
›› En la práctica, ninguna de estas opciones permitiría la libertad del detenido antes de las 48 horas.
Se deben explorar mecanismos que permitan eliminar los incentivos del MP para agotar este
plazo.
›› Toda disposición de la libertad no debe ser discrecional del MP, sino bajo control judicial.
›› El control judicial de la retención se puede dar en cualquier momento, sin necesidad de agotar
plazos, ya que el MP debe dar aviso de todas las personas detenidas, y en el nuevo sistema se
presupone que habrá jueces de control en funciones las 24 horas. Aprovechar esto y que los códigos facilitan la obtención de órdenes judiciales por medios tecnológicos y posterior e inmediato
control judicial.
›› Debe establecerse en el código que si la detención es ilegal, lo que procede es la libertad.
›› La regulación de las detenciones debe atender al control de bloque constitucional de derechos
humanos y generar un control jurisdiccional más efectivo sobre estos actos.
›› Es necesario dar algún efecto jurídico al “Registro de Detenidos” establecido en la Constitución; es
decir, que no se limite a considerarlo como fuente de información policial. Por ejemplo, que sirva
para dar información al público (en especial a los abogados y familiares de los detenidos) y que
tenga utilidad y efectos procesales (por ejemplo, momento a partir del cual se cuentan los plazos
máximos de detención).
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
D) Caso Urgente
Con el nuevo sistema, los Jueces han empezado a aplicar control difuso respecto al
catálogo amplio de delitos graves que tienen los códigos, ciñéndose sólo a los que
marca el artículo 19 de la Constitución. La Constitución tiene dos catálogos, uno es el
del artículo 19 para la prisión preventiva oficiosa (viola Derechos Humanos pero ahí
está) y otro en el artículo 16 para el caso urgente.
Se tiende a confundir “delito grave”, con delito inexcarcelable e incluso este catálogo de “delitos graves” se empieza a extender a otras figuras que no deberían, por
ejemplo, las restricciones para acceder a otro tipo de salidas como la justicia alterna.
Es importante que en el Código Federal se distinga. Ni en los estados, ni en el Código
Federal se pueden contemplar delitos inexcarcelables que no están en la Constitución.
Se debe acotar el catálogo en que se puede detener bajo urgencia.
Es legítimo regular el caso urgente siempre que se trate de delitos de cierta gravedad
y se cumplan los requisitos establecidos en la Constitución (no se debe confundir con
la flagrancia). Pero habrá que tener cuidado en el caso urgente, ya que es la manera
“creativa” de detener sin orden de aprehensión. El caso urgente supone —entre otros
elementos— la existencia de una investigación en la que por causas de complejidad
institucional se hace difícil acudir ante la autoridad judicial para solicitar una orden de
aprehensión.
En el Código de Guanajuato se eliminó el caso urgente bajo el argumento de que en
el nuevo sistema habría jueces de control disponibles todo el tiempo y que se aprovecharían tecnologías como formas rápidas para la obtención de órdenes judiciales; a
la fecha no han tenido importantes repercusiones prácticas. Otra solución podría ser
que los catálogos atiendan más a criterios materiales en vez de taxativos, por ejemplo,
de acuerdo con los bienes jurídicos tutelados.
Se debe distinguir entre las diferentes facultades de detención. En Oaxaca, por
ejemplo, no existe el caso urgente y la flagrancia es muy acotada. Aunque en principio
hubo oposición, en la práctica no se ha extrañado esta figura. Independientemente de
los delitos en que aplique el caso urgente, considerar la propuesta de que después de
la detención, en caso urgente, no se lleve ante MP para permanecer las 48 horas ante
él sino que se remita directo al juez.
La regulación debe hacerse a partir del catálogo del artículo 19 constitucional, aplicando el control de bloque constitucional de derechos humanos y dar un control
jurisdiccional más efectivo a las detenciones. Hay que plantear la eliminación del caso
urgente y, si no es posible, entonces restringirlo al máximo.
El caso de urgencia es una excepción a la orden de aprehensión, no a la flagrancia,
por lo que no debe caber la retención en este caso (artículo 16 constitucional).
35
EN RESUMEN:
›› El caso de urgencia es una excepción a la orden de aprehensión, no a la flagrancia, por lo que no
debe caber la retención en este caso (artículo 16 constitucional). Una manera de restringir el caso
urgente es limitarlo a los delitos del artículo 19 constitucional. En los códigos se puede prescindir
del caso urgente, como lo han hecho Guanajuato y Oaxaca.
›› Hay consenso en que si se regula el caso urgente en el CFPP se limite el tiempo de la retención.
Es decir, que si el MP detuvo bajo las justificantes y con los requisitos que permite el caso urgente,
de inmediato se ponga a disposición del juez de control.
›› Hacer la distinción entre delitos que justifican el caso urgente y delitos de prisión preventiva oficiosa. Pero en ambos casos restringir lo más posible. En caso de que a nivel federal se decida
conservar el caso urgente, que cuando menos se restrinja a los requerimientos constitucionales
(delito grave, riesgo de sustracción, imposibilidad para obtener la orden judicial) y a la exigencia
del supuesto material.
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5. FORMALIDADES
EN LA
INVESTIGACIÓN
La desformalización de la investigación tiene que ver con la necesidad de desahogar
las pruebas hasta la audiencia de juicio oral. Es decir, si bien es cierto que las evidencias, testigos y todo el caudal probatorio debe ser recabado en las etapas previas al
juicio oral —y debe ser preservado y resguardado—, también lo es que nada de ello
tiene valor probatorio en esas fases previas, por tanto, debe cuidarse hasta llegar al
juicio oral. Lo anterior implica que, por ejemplo, se establezcan efectivamente normas
sobre el respeto de la cadena de custodia, pero no que se llene la investigación de formalidades que supongan que los datos probatorios ya tienen un valor preconstituido.
La cadena de custodia se debe regular en protocolos de investigación, no en el
CFPP. Lo importante al momento de redactar las nuevas reglas sobre la investigación
en el proceso penal es que se eliminen formalismos y se introduzcan incentivos para
que los operadores del nuevo sistema se aboquen a la realización de las funciones que
a cada uno le corresponden. Por ejemplo, en la práctica las entrevistas tendrían que
hacerlas los policías, sin perjuicio de que el MP también lo haga en el nuevo sistema.
En las iniciativas del CFPP analizadas se conserva la postura de rodear de formalidades a la investigación, como si se tratase de fortalecer la figura de la prueba preconstituida (muchos de los detalles de las actuaciones de los operadores y sus formalidades
pueden quedar plasmados a nivel de manuales y protocolos). Es necesario dar mayores facultades de iniciativa a la policía, con controles por parte del MP y la nulidad de
las pruebas obtenidas ilícitamente. El nuevo sistema implica un control judicial sobre
los actos policiales. Se propone quitar formalidades a la investigación y sólo regular la
actividad de autoridades que impliquen actos de molestia.
La policía de investigación debe ser consciente de que en el nuevo sistema se exige
que la información debe ser legal, pertinente (metodología de operación), que debe
avisar al MP y registrar la información. Sin embargo, en el CFPP no se debe establecer
el contenido del informe policial homologado ya que es interno de la Secretaría de
Seguridad Pública (cuando mucho se ha de regular en normatividad interna de la institución). Si se le impone como formalidad para efectos procesales, se podría invalidar
como prueba ilícita si incumple el más mínimo formalismo.
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En las iniciativas se propone eliminar la cadena custodia, sólo debería quedar una
regla sobre la autentificación del origen de la prueba. La excesiva formalidad en la investigación es un arma de doble filo: por una parte parecería que se pretende revivir
la prueba tasada con todas estas formalidades y, por otra, se pueden poner tantos
requisitos al MP que se anulen sus actuaciones y las de la policía. Además, el exceso
de formalidades puede llegar a violentar la libertad probatoria. Si los actos no violan
derechos humanos, valen esos actos aun cuando no se sigan todas las formalidades.
Basta que los procedimientos para asegurar la cadena de custodia se establezcan en
protocolos que permitan verificar la autenticidad de la prueba.
En el artículo 21 constitucional quedó la “investigación preventiva”, pero en la práctica toda la investigación ilegal que realiza la policía preventiva no llega a juicio hoy,
precisamente por sus vicios. A eso habrá que sumar que la policía y el MP no se comunican. En Baja California, por ejemplo, se están trabajando protocolos de trabajo
conjunto entre la policía y el MP para que olviden la construcción de averiguaciones
previas y se generen espacios de discusión entre ambos sobre la información que hay
en la investigación. No es necesario introducirla en el Código; más bien habría que
enfocarse en actos como la regulación de intervención de comunicaciones y la detención de imputados.
Lo importante es generar los controles sobre los actos de investigación que impliquen actos de molestia. No se debe esperar a que el acusado denuncie la tortura una
vez que ya fue vinculado a proceso.
Es necesario establecer las bases de la libertad de investigación, pero se sugiere
incorporar una referencia de los protocolos y manuales que acompañen al Código.
Se debe definir la libre investigación y los límites con base en los derechos y garantías
individuales.
También es recomendable introducir el tema de la evaluación a nivel operador de
la investigación y fortalecer la figura del defensor, ya que en la medida en que sea eficiente obligará a que las investigaciones estén bien fundamentadas.
Hay muchas normas que regulan el proceso, no sólo el Código. Así, los “Programas
de Investigación” que establecen controles institucionales sobre las formas en que se
relaciona la policía al momento de investigar deben normarse a un nivel interno y
reglamentario. En caso de incumplir protocolos, manuales y normas reglamentarias
deberán aplicarse las sanciones administrativas a los policías, sin necesidad de incorporarlas al código.
En cuanto al tiempo de la investigación no puede sujetarse a plazos, sino a la prescripción del delito.
No introducir en el Código formalidades excesivas como la videograbación de todos
los actos de investigación porque se corre el riesgo de que con el tiempo se sustituyan
los registros escritos de la averiguación previa por estos registros videograbados (en
vez de averiguación previa, se hablará de averiguación videograbada). Por otra parte,
tampoco es práctico obligar a todas las autoridades que pudieran llevar a cabo labores
de investigación que todo lo sometan a autorización del MP porque también impone
formalidades excesivas.
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
EN RESUMEN:
›› Es necesario desformalizar la investigación para evitar el regreso a la prueba preconstituida, prueba
tasada, así como limitar la prueba anticipada.
›› Si se rodea de muchas formalidades a la investigación se tendrá la tentación de incorporarlas al
proceso sin necesidad de desahogarlas ante el juez. Además, la excesiva formalidad puede terminar por imponer requisitos superficiales que invaliden la prueba.
›› Es necesario dar flexibilidad y libertad de investigación a la policía, bajo el control jurídico del MP y
el control judicial sobre la prueba ilícita.
›› Las excesivas formalidades violentan la libertad probatoria.
›› Si los actos no violan derechos humanos, valen esos actos aun cuando no se sigan todas las formalidades. Investigar no implica necesariamente que las autoridades realicen actos de molestia.
›› En el Código sólo regular las actuaciones de investigación que impliquen actos de molestia y diseñar los controles necesarios para la protección de derechos y garantías individuales. Los actos
de molestia cuya regulación es importante para evitar violaciones a derechos humanos son, por
ejemplo: la declaración del imputado, las escuchas telefónicas, los cateos.
›› Formalidades que no deben introducirse en el Código incluyen: videograbación, regular exhaustivamente la cadena de custodia, contenido del informe policial homologado.
›› Es necesario eliminar las reglas sobre cadena custodia en los códigos, sólo debe quedar una regla
genérica sobre la autenticación del origen y procesamiento de la prueba.
›› Es importante establecer la obligación de la evaluación de los operadores a nivel investigación.
›› Se propone establecer una norma que permita a las partes recolectar información (sea la policía o
la defensa) a través de la autorización del juez de control.
›› El plazo de la investigación antes de la judicialización no puede limitarse, se rige por la prescripción
del delito.
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›› Las cuestiones operativas de las actividades de investigación no necesariamente
tienen que estar en el CFPP, pueden estar en otras normas: leyes orgánicas,
manuales, protocolos. En los artículos transitorios del CFPP se puede introducir
una referencia a la obligación de emitir la normatividad complementaria para la
investigación y la coordinación entre policías y ministerios públicos.
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
6. PRUEBA
ANTICIPADA,
PRUEBA
PRECONSTITUIDA
Y PRUEBA DE
REFERENCIA
Un ejemplo de la problemática que generan pruebas recabadas y desahogadas
fuera de la audiencia oral es la videograbación, que se ha convertido en una “herramienta” para respaldar lo que se está
investigando (y sustituir la fe pública del
MP). La grabación se quiere introducir
a juicio como prueba plena, por lo que
se abre la tentación de que se establezca
como prueba anticipada, preconstituida o
de referencia.
En cuanto a la validez de declaraciones
ante el MP, hay códigos que prevén que se
puede incorporar por lectura. Si el imputado rindió una declaración previa cuando va
a juicio, con fundamento en tal declaración
se incorpora con lectura. Así está estipulado en Hidalgo y en la iniciativa del 2011,
pero esto no debe regularse así. Es necesario ver en otro contexto la prueba de
referencia, ¿se puede introducir en el sistema?; si se introduce ¿en qué excepciones?
Para el control de diligencias es necesario quitar el carácter de prueba anti-
cipada a cualquier forma de declaración
de una persona retenida ante cualquier
autoridad, salvo la judicial. En privación
de libertad no se puede dar valor a la declaración.
Evitar la prueba de referencia, entendiendo por esto que no se introduzcan
declaraciones de personas que luego
no vienen a declarar a juicio. La prueba
de referencia tiene origen en el hearsay,
pero en otro contexto.
¿Qué hacer con la ley de trata y la ley
antisecuestro, las que sin hacer referencia
específica a la prueba anticipada la admiten con el fin de evitar la revictimización?
Estas leyes están hechas para el sistema
tradicional, no para el acusatorio. Lo que
se puede hacer en el nuevo sistema es
evitar que las confesiones sean fuente de
tortura y que, tratándose de menores, en
vez de ampliar la prueba anticipada se utilicen otras técnicas que protegen su identidad y personalidad.
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EN RESUMEN:
›› Para el control de diligencias quitarle el carácter de prueba anticipada a cualquier forma de declaración de una persona retenida ante cualquier autoridad, salvo la judicial.
›› Que bajo situación de privación de libertad no se pueda dar valor a la declaración como prueba
anticipada.
›› Replantear la definición del principio de inmediación, pues no es una mera “técnica”, es un principio que debe permear en todo el proceso. El problema que representa la prueba anticipada y, en
cierto grado, la prueba de referencia, son excepciones al principio de inmediación ante el tribunal
de juicio oral, por eso se les debe limitar.
›› Los testigos de oídas o de referencia pueden o no ser introducidos a juicio oral, pero la información que proporcionan puede abrir líneas de investigación que resulten importantes (las que se
deberán corroborar y, en su caso, ofrecer y desahogar en el juicio).
›› No introducir la prueba preconstituida ni la de referencia en el CFPP.
›› En el caso de la prueba de referencia optar por la libertad de los jueces de control de admitirla
en audiencia intermedia y, en su caso, el tribunal de juicio oral verá qué valor le otorga. Seguir el
criterio de libre valoración de la prueba y dar discrecionalidad a los jueces. (esta es una propuesta
que no obtuvo acuerdo de todos los participantes).
›› Regular la prueba anticipada en los límites que establece la Constitución. Ésta, a diferencia de la
prueba preconstituida y de la de referencia, implica desahogo ante el juez de control.
›› Vigilar que en el código no se introduzcan reglas que de alguna manera permitan la entrada de
prueba preconstituida o ampliaciones a la anticipada.
›› Establecer reglas para la declaración y participación de víctimas y testigos en ciertos delitos o de
acuerdo a su condición especial (menores de edad, víctimas de trata de personas y secuestro) para
generar condiciones amigables de su interrogatorio cuidando en el respeto de los derechos del
imputado a la contradicción, tales como la teleconferencia.
›› Revisar la Ley de Trata de Personas y la Ley contra el Secuestro, que parecen admitir la prueba anticipada en el contexto del proceso inquisitivo.
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7. HERRAMIENTAS
ESPECIALES DE
INVESTIGACIÓN:
OPERACIONES
Y AGENTES
ENCUBIERTOS
Las operaciones y los agentes encubiertos son herramientas que tradicionalmente se limitaron a delitos relacionados con
delincuencia organizada. Pero en realidad
son herramientas que sirven para la persecución de cualquier delito, incluso del
fuero común. Se debería pensar en introducir reglas para este tipo de herramientas en los códigos de los estados.
Hay que tener especial cuidado con el
agente provocador, ya que a través de dicha figura se permitiría inducir a delinquir
a alguien que de otra manera no lo haría.
También hay que tener cuidado para no
caer en regulaciones como la de Colombia, que llegó a permitir a los jueces sin
rostro. Los agentes encubiertos deben ir
a juicio revelando su identidad.
Al juez sí se le reportan ciertas actividades realizadas dentro de la operación encubierta, a las partes no. En el transcurso
de la operación el que tiene el control es
el MP, no el juez. Es necesario generar
controles de la conducta de los operadores ya que en algunos casos son necesarios los agentes encubiertos para desenmascarar operaciones. Se ha llegado a
la conclusión de que estas herramientas
son necesarias para delitos distintos de la
delincuencia organizada, tanto en el fuero
común como en el federal. Lo importante respecto a estas herramientas de investigación es definir qué debe regularse
en el Código y qué podría ser objeto de
otras leyes orgánicas o reglamentos.
Un aspecto que se debe atender es
definir qué pasa con el agente encubierto
a la hora de declarar. Y también cómo
vigilar al vigilante, es decir, qué controles
se les pueden imponer a estos agentes.
La cuestión fundamental sobre los
agentes encubiertos es que sus actividades estén autorizadas, en especial aquellas operaciones que impliquen algún acto
de molestia, para que la información obtenida en esta investigación pueda ser uti43
lizada válidamente en juicio. Si no están en los límites de la autorización serán pruebas
derivadas de un acto ilícito y no podrían entrar a juicio. Por eso es importante definir
los controles de estas operaciones.
Por ejemplo, en España se ha cuestionado la validez de las pruebas que se obtienen
de la invitación a un domicilio particular que se le hace al agente en una operación
encubierta, ya que implica una intromisión al domicilio sin orden de cateo. Aquí, por
ejemplo, distinguen entre la información que obtiene el agente encubierto de dicha
operación, respecto de aquella que se podría originar como resultado de que en ese
momento otro equipo de investigación llegue al lugar con una orden de cateo.
Un control puede ser que se les exija la existencia de una línea de investigación
previa que justifique la operación encubierta. Este requisito puede ser impuesto como
control judicial ex post, en el momento en que el juez analiza la fundamentación que
dé el MP al autorizar la operación. Lo importante es cómo no revelar públicamente
información para proteger la técnica y operación encubiertas en audiencias previas al
juicio oral y cuidar lo que finalmente se publicita en el juicio.
El defensor y el imputado tienen derecho a conocer todos los datos del agente encubierto, aunque no el público. Finalmente, el control sobre la licitud y validez de las
pruebas obtenidas por un agente encubierto o derivadas de una operación encubierta
se da en las audiencias. Revisemos el artículo 318 del dictamen que llevó a cabo el
Poder Legislativo en la pasada legislatura:
Artículo 318. Reserva de identidad de los agentes infiltrados
Por resolución judicial, previa solicitud del Ministerio Público, los
agentes de la policía que hubieran actuado como agentes infiltrados, cuando comparezcan en el proceso que se instruya por
los hechos en que hubieran intervenido, lo harán bajo procesos
que garanticen la reserva de su identidad. Para tal efecto, además, serán identificados mediante una clave numérica en lugar
de los datos de identidad del agente.
El juez de control a solicitud de la defensa, podrá requerir a
las autoridades cualquier información que los agentes hubieran
realizado en la investigación encubierta.
Quizás sería necesario reforzar en este artículo que se requiere la existencia de una
línea de investigación previa para autorizar la operación encubierta y la necesidad de
conocer la identidad de los agentes que participan en ella. También revisar las limitaciones que se les deben imponer a las autoridades que utilizan este tipo de herramientas, en particular para la intervención de comunicaciones y las detenciones.
Otra herramienta especial de investigación para los delitos relacionados con la delincuencia organizada, de acuerdo al texto constitucional, es el arraigo. Aunque por mucho tiempo el arraigo no se reguló en el Código Federal procesal vigente, e incluso fue
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declarado inconstitucional por la Suprema Corte, ha sido una figura muy recurrente
por parte de las procuradurías. Sin embargo, este tipo de figuras, además de contrarias
a derechos humanos, en un sistema acusatorio pierden aún más su justificación por
parte de las autoridades. Al explicar a los policías de investigación los mecanismos
del nuevo proceso, ellos mismos llegan a la conclusión de que ya no será necesario
el arraigo. Hoy en día, a pesar de que las investigaciones pudieran ser muy ricas en
cuanto a información, no se pueden utilizar porque son obtenidas de manera ilegal y
se termina recurriendo a la información que obtiene el Ministerio Público producto
de confesiones forzadas o del arraigo. Por ser incongruente desde el derecho internacional y las recomendaciones de los órganos internacionales realizadas a México esta
figura debe ser eliminada. EN RESUMEN:
›› Se recomienda tener especial cuidado con la regulación del agente provocador, ya que puede
inducir a cometer delitos a alguien que de otra manera no los cometería, además de ser una figura
éticamente cuestionable.
›› Los agentes encubiertos deben ir a juicio revelando su identidad para posibilitar la contradicción
en audiencia de juicio oral.
›› Entre los controles que se pueden imponer a estos agentes están:
VV Autorizaciones internas.
VV Control jurisdiccional de ciertas actividades que impliquen actos de molestia (durante la
investigación).
VV Control de la licitud de las pruebas que se originan en operaciones encubiertas en audiencia, sujetas a contradicción.
VV Exigencia de una línea de investigación previa que sirva de fundamento al MP, al momento en que el juez verifica la legalidad de las actuaciones.
›› También es importante guardar la secrecía de las operaciones encubiertas, sobre todo en investigaciones en marcha y de las técnicas de investigación. Se debe compartir información con la
defensa, pero a lo mejor es conveniente resguardar alguna al público que asiste al juicio oral.
›› Es necesario establecer en el código reglas sobre operaciones y agentes encubiertos, sobre todo
respecto de:
VV Los actos que impliquen actos de molestia,
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VV Los controles de las operaciones, y
VV La forma en que las pruebas derivadas de estas herramientas llegan a juicio (en especial la
declaración del propio agente encubierto).
›› Tener especial cuidado en la regulación de ciertos actos autorizados a los agentes encubiertos
como las intervenciones de comunicaciones y las detenciones.
›› Las operaciones y los agentes encubiertos son herramientas de investigación que pueden servir
para la persecución de cualquier delito, incluso los del fuero común no sólo relacionados con
delincuencia organizada. (esta es una propuesta que no obtuvo acuerdo).
›› Se sugiere introducir reglas sobre este tipo de herramientas en los códigos de los estados. (esta es
una propuesta que no obtuvo acuerdo).
›› El arraigo es una medida que quedaría obsoleta si se implementa adecuadamente el nuevo sistema. Además, por ser el arraigo incongruente desde el derecho internacional y las recomendaciones que los órganos internacionales han emitido con relación al arraigo en México, esta figura
debe ser eliminada. ›› Respecto a estas herramientas de investigación también es importante definir qué debe regularse en el
Código y qué podría ser objeto de otras leyes orgánicas o reglamentos. No sobrerregular estas figuras
en el Código, y pensar qué puede ser conveniente remitir a leyes orgánicas o protocolos de actuación.
Revisar la Ley Federal para la Protección a Personas que intervienen en el Procedimiento Penal.
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8. REGLAS PARA LA
PRUEBA ILÍCITA
Para distinguir entre prueba lícita e ilícita se requiere hacer el análisis del nexo entre
las pruebas. Es decir, que para aplicar estas reglas se tiene que analizar la conexidad o
causalidad entre la prueba ilícita y las derivadas que se pretendería llevar a juicio.
En el texto reformado de la Constitución no se hace ninguna excepción a la admisión de pruebas ilícitas, por lo que el Código tampoco puede contemplar ninguna
excepción. Se puede inferir que en la lógica del sistema, y atendiendo a sus principios
rectores, todo tiene cabida mientras no sea ilícito.
En el dictamen de la iniciativa presentada por el titular del Ejecutivo en 2011 sí se
hace referencia expresa a este respecto y se establece en el artículo 291, lo siguiente:
Artículo 291. Nulidad de prueba ilícita
Cualquier dato o prueba obtenidos con violación de los derechos humanos será nulo.
No se considerará violatoria de derechos humanos, aquel dato
o prueba que cubra cualquiera de los siguientes requisitos:
I. Provengan de una fuente independiente, es decir, cuando
su naturaleza sea autónoma de la prueba considerada como
ilícita y se puede llegar a ella por medios legales sin que exista
conexión entre éstas;
II. Exista un vínculo atenuado, o
III. Su descubrimiento sea inevitable, en virtud de que aún y
cuando haya resultado de una prueba ilícita, habría sido obtenida por otros medios probatorios a los que le dieron origen.
Las partes harán valer las circunstancias señaladas, en cualquier etapa del proceso y el juez o tribunal tendrá que pronunciarse al respecto.
Del análisis de este artículo se identifica riesgo en que estas excepciones abran la
puerta para convertir pruebas ilícitas en lícitas, al congregar excepciones a la norma.
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En realidad este artículo no tiene sentido en el nuevo modelo de justicia penal. Si se
tienen claras las reglas del modelo acusatorio y de la ilicitud de las pruebas, el control
sobre éstas debe ocurrir en las audiencias preliminares al juicio oral, específicamente
en la fase intermedia, cuando el juez de control tendrá la posibilidad de analizar cuál
prueba es lícita y cuál no. Este es el tipo de control judicial al que se puede someter la
licitud de las pruebas. Se debe distinguir entre la fuente de la prueba y las derivadas y
su licitud. Que en la ley sea posible distinguir entre la prueba ilícita que es fuente y la
que no lo es.
Si existe indicio de que derivado de una actuación ilegal de la autoridad se obtuvieron pruebas, éstas estarían contaminadas, así como la información o pruebas que se
derivan de ellas. Por ejemplo, el control de detención tiene ese efecto, si la detención
es ilegal también la información que se deriva de ésta es ilegal.
Es necesario hacer un análisis sistemático del precepto constitucional que prohíbe la
prueba ilícita, en vez de permitir que se convierta en lícita, se debe aplicar el bloque de
constitucional en materia de derechos humanos previstos en los tratados.
El examen de causalidad entre la prueba original y la derivada es un análisis de hechos, es decir, la calificación de prueba ilícita se la da el juez al revisar el caso. Lo que
sería regulable es la noción de cadena o vínculo que existe entre la prueba original y
las derivadas. Además, el nuevo sistema exige que un caso se fundamente en más de
una prueba, y más aún si alguna es ilícita. Las fracciones I y III son actos independientes
al acto ilegal, por lo que no son necesarias.
El MP tendrá la carga de la prueba para demostrar la licitud de las pruebas que ofrece, esto es, de su fuente. Por ejemplo, de una exposición de medios alguien habla para
denunciar al imputado por hechos diferentes. Si esta exposición es ilegal, también lo
será la información que se derive de ella. Sería necesario armar una redacción positiva
sobre esta carga de la prueba de licitud.
Hay que definir mejor los alcances de la prueba ilícita. Por ejemplo, la violación
de derechos humanos a que se refiere el artículo no sólo es del imputado, también
puede ser de un testigo o de cualquier persona. Un primer momento para revisar la
licitud de las pruebas es el control de detención. Lo importante es la eliminación de los
resultados de la detención ilícita. La propuesta de Código no permite un control de la
detención per se, sino que se le liga a la audiencia de vinculación. En otros países en
un primer momento se analiza la legalidad de la detención casi de manera inmediata y
sólo si ésta es legal entonces se agenda una audiencia para vincular.
EN RESUMEN:
›› La Constitución establece la nulidad de pruebas ilícitas y, por ello, en el Código no se deben admitir excepciones, de lo contrario se estarían introduciendo normas inconstitucionales. (esta es una
propuesta que no obtuvo acuerdo de todos los participantes).
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
›› La principal consecuencia de las detenciones y declaraciones ilegales debería ser que la información que se deriva de éstas también será ilícita. Es necesario remarcar la nulidad de declaraciones
y las pruebas que de ello deriven durante detenciones ilegales.
›› La ilicitud de una prueba se determina por la violación de derechos humanos de cualquier persona
que interviene en el proceso (imputado, víctima, testigo).
›› El Ministerio Público debe tener la carga de la prueba sobre la licitud de las pruebas que ofrece.
›› Las fracciones del artículo 291 del dictamen del Código que quedó pendiente de discusión en la
Cámara de Diputados (que corresponde al mismo número de artículo en la iniciativa del Senador
Pablo Escudero) no son claras, en especial el caso del vínculo atenuado. Todas las fracciones son
innecesarias.
49
9. AUDIENCIAS
A) Control de detención en audiencia
Es necesario dejar claros los estándares mínimos para las detenciones, cuando menos hacer la lectura de derechos y que se justifiquen los supuestos autorizados por
la Constitución como es la flagrancia y el caso urgente. Los costos de detenciones
ilegales deben trasladarse a las autoridades que los realizan o, en su caso, a las que no
las revisan. Es decir, si no están justificadas no tiene por qué subsanarse su ilegalidad y
debería dejarse a la persona en libertad y continuar con la investigación sin detenido.
¿Hasta qué punto se analiza el hecho en los casos de flagrancia en esa primera
audiencia? En teoría, en esta primera audiencia no se deben estudiar los elementos
del hecho, sino los supuestos que autorizan la detención, como lo establece la Constitución (flagrancia y caso urgente). En la práctica, existe la tentación de que en dicha
audiencia, para el análisis de la flagrancia, no se revise la legalidad de los actos de autoridad, sino que se concentran en la acreditación del delito.
En Colombia, por ejemplo, como sanción a las autoridades por realizar detenciones
ilegales en las que falta la lectura de derechos, aunque hubiere flagrancia, se deja en
libertad a la persona. En esta primera audiencia el supuesto material no se puede analizar de manera tan formal ante la autoridad. Si la detención se excede de los tiempos
constitucionales es ilegal. En la práctica se observa que continúa la tendencia de desahogar pruebas en esta primera audiencia, aunque supuestamente no debería ser así.
¿Qué incentivos existen para no mentir sobre las condiciones en las que se realizó la
detención? La policía está obligada a documentar. Debe existir un control sobre los registros de detención. En la escena de los hechos existe un coordinador del lugar de los
hechos y ellos son los que tienen la obligación de entregar al MP toda la información.
¿Qué elementos tiene el juez para determinar que una detención fue legalmente
realizada? El defensor, en la primera entrevista o contacto con su defendido, debe
revisar que la persona no tenga lesiones y que los tiempos y los supuestos de flagrancia
que autorizan la detención estén satisfechos. El efecto más importante sobre la determinación de una detención ilegal es que ningún elemento de prueba obtenido desde
ese momento hasta que se encuentra ante el juez será lícito, al margen de que en ese
momento se pueda dictar una orden de aprehensión, ya que en esa causa tampoco se
podrán utilizar esas pruebas ilícitas por ser fruto de una detención ilegal.
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50
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
También es importante definir qué derechos son importantes que conozca el imputado al momento de su detención, por ejemplo, el acceso a los antecedentes del
caso, a saber que puede llamar a un abogado, a no ser incomunicado. Igualmente,
hay que hacer hincapié a las autoridades que realizan detenciones que ya no existe la
consignación del viejo sistema, por lo que ya no tendrían la presión de que en cuarenta
y ocho horas tienen que agotar la investigación. Esto al parecer pudiera ser más bien
problema de capacitación y comprensión del nuevo proceso, que de ajustes legales.
La puesta a disposición ante el MP se supone que debe ser “inmediatamente”, pero
de facto las personas permanecen detenidas por autoridades distintas al MP (policías
estatales, municipales o militares) tiempos que no son considerados para efectos de
la detención. Por lo que sería necesario definir qué efecto o consecuencia práctica
tendrá el registro de detención que está previsto en la Constitución. Se debe evitar la
práctica de que el detenido esté incomunicado o no tenga contacto con su defensor,
por lo que se debe plantear que los jueces revisen las condiciones de las detenciones a
partir del “Registro” que establece la Constitución. Una posible solución es especificar
en el Código este control de detención.
En este sentido, el dictamen de CFPP presentado por el Ejecutivo en el 2011 establece lo siguiente:
Artículo 406. Desarrollo de la audiencia
La audiencia inicial se desarrollará de la siguiente manera:
I. Informe de derechos.
Inmediatamente que el detenido sea puesto a disposición o el
imputado haya comparecido ante el juez, éste le informará de
sus derechos, le preguntará si cuenta con defensor y, en caso
negativo, le nombrará un defensor público y se le hará saber que
tiene derecho a ofrecer datos de prueba, así como acceso a los
registros.
De igual forma, si comparece la víctima u ofendido, el juez se
cerciorará que el Ministerio Público le ha informado y conoce
sus derechos;
II. Nombramiento de abogado defensor.
El detenido o el imputado que se encuentre presente, por haber
sido citado o haberse presentado de manera voluntaria, antes
de que declare sobre los hechos que se le imputen, se le requerirá el nombramiento de un defensor si no lo tuviera, para que lo
asista y se le informará que puede exigir su presencia y consultar
con él todo lo relacionado con su defensa.
51
Si no está presente el defensor, se le dará aviso inmediato, por
cualquier medio, para que comparezca. Si el defensor no comparece o el imputado no lo designa, se le proveerá inmediatamente de un defensor público;
III. Control de detención.
Inmediatamente después de haberle informado sus derechos
al imputado y de contar con un defensor, cuando proceda, el
juez recibirá el informe del Ministerio Público acerca de la detención y previa audiencia del defensor procederá a calificar la
detención, ratificándola en caso de encontrarse ajustada a los
derechos y garantías constitucionales o decretando la libertad.
Si el juez califica como legal la detención, le concederá el uso de
la palabra al Ministerio Público y si éste solicita la formulación
de la imputación y aplicación de una medida cautelar, el juez
se pronunciará sobre la procedencia de la misma o aplicará la
medida cautelar oficiosa que en su caso proceda y se continuará
con la audiencia;... …
En la fracción III respecto del informe del MP, no se menciona el Registro de Detenidos y tampoco se le da ningún efecto. El registro actualmente sirve para subir la
información a Plataforma México e identificar a las personas y cerciorarse si es que
tienen antecedentes. Los imputados, una vez que son identificados en esta Plataforma
son detenidos en las instalaciones del MP. Debe existir una especie de “cadena de
custodia” de las personas para que todos aquellos que hayan tenido contacto con la
persona detenida sean “responsables de...” y eliminar la anquilosada y riesgosa expresión “puesto a disposición de...”.
La práctica de la “puesta a disposición” ante el MP es prácticamente exclusiva de
nuestro país, ésta admite que los imputados sean llevados a “separos” ubicados físicamente en instalaciones del MP, lo cual implica que la detención, primero, la lleva a
cabo la policía o, en su caso, el Ejército u otra autoridad auxiliar; se le toman sus datos
(sin lugar definido en las propias instalaciones de policía o cuarteles), posteriormente,
lo llevan ante el MP (a partir de entonces empiezan a contar los plazos constitucionales, no antes, como debería de ser) y de ahí se traslada a la persona ante el juez. En la
mayoría de los países la detención es ante policía y de ahí se traslada ante el juez, de
tal manera que el tiempo empieza a correr desde la detención (fáctica) y no desde la
puesta a disposición (jurídica). El primer filtro de la legalidad de las detenciones realizadas por la policía es el propio MP.
Por “inmediatamente” se siguen entendiendo las cuarenta y ocho horas a partir de
que la persona fue puesta a disposición del MP. El diseño constitucional no permite
quitarle esas atribuciones de retención al MP, pero hay que vigilarlas.
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52
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
B) Fundamentación/motivación en
audiencias
Los conceptos tradicionales de fundamentación y motivación se han traducido en el
nuevo sistema como la práctica de recitar en audiencias los artículos a los que se refieren las partes, lo cual torna a las audiencias ininteligibles para quien no es abogado,
además de la pérdida de tiempo. En algunos países con mayor tradición en el litigio en
audiencia parten de la buena fe y conocimiento que tienen las partes y el juez sobre
Derecho. De tal manera que, al menos que exista duda sobre el fundamento con el
cual alguna de las partes interviene o hace una solicitud, se debate sobre el fundamento jurídico, de otra manera con base en el principio de contradicción se entiende que
las partes actúan legalmente.
Actualmente, la calidad de los debates en los Estados que han implementado el juicio oral es mínima, no hay argumentos ni contraargumentos. En la práctica, las partes
y los jueces se aprenden fórmulas de memoria. Podría examinarse en que la autoridad
judicial pueda controlar el flujo de los debates.
Se podría pensar en introducir una cláusula en el Código para obviar la fundamentación. El principio de publicidad también debe entenderse en el sentido de transmitir a
las partes y al público lo que está pasando en las audiencias y no simplemente utilizar
lenguaje propio de los abogados. Tampoco se les debería permitir a las partes leer. La
oportunidad de contradicción debe ser controlada por los jueces.
A lo mejor sí será necesario reservar algunas de estas formas en las audiencias en las
que se determinan derechos de las partes para evitar el amparo, pero en la medida de
lo posible hay que evitar los formalismos. En general, entonces, habría que pensar en
los mecanismos para desincentivar la lectura de documentos en audiencias.
C) Determinación de medidas cautelares
en audiencia
Es preocupante la interpretación que están haciendo los jueces sobre la combinación
de medidas cautelares. En Ciudad Juárez, Chihuahua, a una persona le dictaron un
arraigo domiciliario en la Academia de Policía, a la fecha lleva 2 años 7 meses detenido porque una vez que se venció el término constitucional para la prisión preventiva,
el proceso no había terminado, entonces el juez interpretó que estaba facultado para
“determinar las modalidades de las medidas cautelares” y, con base en ello, habilitó
las instalaciones de la Academia de Policía para el arraigo. Es inquietante este tipo de
interpretaciones, además de que nadie ha requerido el cierre de la investigación a
pesar de haberse vencido el término. No se utiliza el arraigo verdaderamente domiciliario.
53
Previo a la imputación no se pueden imponer medidas cautelares. ¿Hasta dónde
exigir pruebas para la vinculación? En esta primera audiencia no se deberían desahogar
pruebas, también habría que revisar que este punto no se sobrerregule en el Código.
¿Qué se les exigiría a los jueces para justificar la proporcionalidad de las medidas
cautelares? Ya se ha pronunciado la Suprema Corte que para la determinación de las
medidas cautelares debe atenderse a las características del hecho y no del sujeto o un
derecho penal de autor.
Será necesario un análisis más formal en los casos de prisión preventiva oficiosa
sobre el supuesto material. En efecto, cuando se trata de prisión preventiva oficiosa el
Ministerio Público no tiene que justificar la necesidad de cautela, sólo el hecho. Una
solución que se ha dado es que aunque el juez está obligado a imponer la prisión preventiva de oficio en los delitos que establece la Constitución, también tiene facultades
para revisarla en cualquier momento e imponer una medida menos restrictiva de la
libertad.
La regla general es que para la determinación de la medida cautelar se utilice información proporcionada por “Servicios Previos al Juicio” como los que existen en
Morelos y Baja California. Por lo que sería recomendable introducir una referencia a
éstos en los Códigos. Este análisis sobre la pertinencia de la medida cautelar se desliga
del análisis del supuesto material. Pero en los delitos de prisión preventiva oficiosa, el
análisis debe ser más minucioso porque la acreditación del supuesto material implica
prisión preventiva.
En estos casos de prisión preventiva de oficio el debate debe ser más profundo,
tanto sobre los requisitos formales como los materiales. Si se introdujo una figura
del sistema inquisitivo, como es la prisión preventiva oficiosa, también el control del
supuesto material tendría que ser el que corresponde a un sistema inquisitivo. Es decir, un esquema inquisitivo para revisar cuerpo del delito y probable responsabilidad.
Como principio toda medida cautelar debería ser discutida.
Otra interpretación que se ha dado para evitar la aplicación de la prisión preventiva
oficiosa es que el juez está obligado oficiosamente a revisar, no a imponer.
Evitar la lectura de registros. No se puede interrogar al papel, los soportes documentales sólo se pueden utilizar para refrescar la memoria en partes precisas.
EN RESUMEN:
›› Sobre la remisión “inmediata” de la persona, seguir los criterios que a la fecha ha emitido la Comisión Nacional de Derechos Humanos.
›› En los casos de flagrancia no sólo considerar los tiempos, sino también las circunstancias en que
se produjo la detención.
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
›› Entre los derechos básicos que debe conocer el detenido está el derecho a defensa adecuada que
implica tener acceso a los antecedentes del caso, a comunicarse con su abogado y con un familiar.
›› Con base en el principio de contradicción se podría dar otra interpretación a la fundamentación y
motivación de audiencias con el fin de hacerlas más ágiles y accesibles.
›› Establecer mecanismos para desincentivar la lectura de documentos en audiencia.
›› Proponer que, en general, para la determinación de la medida cautelar se utilice información proporcionada por “Servicios Previos al Juicio” para que el análisis sobre la pertinencia de la medida
cautelar se desligue del análisis del supuesto material y no haya necesidad de desahogar pruebas
en esta audiencia.
››
Pero en los delitos de prisión preventiva oficiosa, el análisis debe ser más minucioso porque la
acreditación del supuesto material implica prisión preventiva.
›› Como principio, toda medida cautelar debería ser discutida.
›› Introducir alguna referencia en el Código que dé sustento para emitir el reglamento o norma correspondiente para la creación de estos “Servicios Previos al Juicio”.
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10. RECURSOS
Es necesario definir el sistema recursivo
del nuevo CFPP ya que de ello depende
que realmente se logre implementar un
sistema de carácter acusatorio. Actualmente, en México se han planteado en
las diversas iniciativas de Código Federal
y en los códigos estatales dos opciones:
el de casación que es propio de un sistema acusatorio y el de doble instancia o
apelación que es característico del sistema tradicional. Esta definición en el tema
de recursos también tendrá impacto en la
Ley de Amparo.
El dictamen que se quedó pendiente
en la Cámara de Diputados propone el
sistema de doble instancia, es decir, basado en la apelación. Este dictamen propone como recursos, los siguientes:
1. Revocación. Se tramita ante el
propio juez, y procede en contra de resoluciones de carácter administrativo en las etapas
preliminares del proceso.
2. Apelación. Procede para ciertos
actos del juez de control como
el auto de vinculación, medidas
cautelares o actos de audiencia
intermedia y para la sentencia.
3. Nulidad o apelación especial.
Tiene algunos rasgos de la casación.
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Este dictamen siguió el criterio del código de la Secretaría Técnica del Consejo
de Coordinación para la Implementación
del sistema de Justicia Penal (SETEC) y de
los estados que han adoptado ese modelo, como son Quintana Roo, Tlaxcala,
Coahuila y Veracruz.
En el libro Caras de la Justicia de Mirjan
Damaska se hace una comparación entre
el sistema inquisitivo y el acusatorio. De
acuerdo a su descripción del sistema acusatorio, el recurso es algo extraordinario
cuya causa es un error en el proceso o en
la sentencia, pero no es una etapa más del
proceso. En cambio, el sistema inquisitivo
o mixto está pensado enteramente desde
la construcción de los recursos. Se trata
de un sistema de revisiones en el que, las
decisiones fundamentales no se adoptan
en las audiencias o en las fases consideradas intermedias, sino hasta que el juez
de última instancia revisar el expediente
completo y toma una decisión definitiva.
Más que un derecho, el recurso es visto
como una forma de control jerárquico
o monárquico del superior. Desde esa
perspectiva es una etapa del proceso y,
por tanto, valores como la contradicción
y la inmediación no son relevantes.
En los años noventa, el caso Herrera
Ulloa de la Corte Interamericana de Derechos Humanos estableció como criterio que un sistema jurídico que no admite
la revisión integral de un caso mediante el
recurso es violatorio de derechos huma-
CFPP, aspectos relevantes para su redacción
nos, en particular del artículo 25 de la Convención Americana de Derechos Humanos. Entonces, si se introduce la casación ¿estaría en contra del caso Herrera Ulloa?
No, porque dicho caso se refiere a que el recurso debe ser “integral”, por lo que
se puede revisar la fundamentación y motivación. No se refiere a que deba existir la
revaloración de la prueba. En la tradición inquisitiva estamos acostumbrados a que un
jerárquico superior puede revalorar y emitir una mejor resolución y se tiende a confiar
más en la revisión del expediente.
¿Cómo preservar la inmediación si un tribunal que no vio las pruebas (el superior)
puede cambiar el sentido de la sentencia? Es decir, no respeta la intangibilidad de los
hechos. Si a eso se le suma la suplencia de la queja, se admite que el juez de segunda
instancia revise todo y destruya los principios del juicio oral.
Mauricio Duce también sostiene que en un sistema con un recurso de tal naturaleza
que permite al de segunda instancia hacer una valoración completamente distinta de
los hechos impide el ejercicio de las garantías del artículo 8º de la Convención Americana de Derechos Humanos sobre el debido proceso. El riesgo de un sistema de
recursos basado en la apelación es que la importancia de lo escrito terminará por absorber todo lo realizado en la primera instancia. Lo mismo se puede decir del amparo,
por eso también es necesario reformarlo.
De acuerdo a información estadística judicial de Chihuahua, antes del nuevo sistema
70% de las sentencias eran revocadas por el superior. A partir del nuevo sistema se
produce el mismo número de sentencias condenatorias pero hay menos revocaciones.
Operadores y jueces son conscientes de que no están actuando y fallando bien en
las audiencias, lo que hace suponer que por debajo hay acuerdos para irse al recurso.
A nivel federal y local vemos que los jueces de segunda instancia y de amparo terminan
pidiendo todo por escrito, lo que se traduce en transcripción de audiencias. Algunos
sostienen que en sentido estricto un sistema acusatorio no admite la segunda instancia,
pero el problema entonces es cómo controlar y evitar abusos que se puedan dar en
la primera instancia. Incluso hay procuradurías donde por política los agentes del MP
tienen que interponer la casación, aunque sepan que van a perder.
¿Cuáles tendrían que ser los incentivos del operador para que su actuación sea más
lógica? Existen incentivos, como es el examen de admisibilidad del órgano judicial. El
Tribunal hace un examen de mérito del escrito por el que se interpone el recurso. El
examen básicamente consiste en que el recurso se haya interpuesto en tiempo, el ius
standi y los motivos del recurso. Por ello se deben tasar los motivos por los que se
puede recurrir. El sistema tasado consiste en que proceda el recurso sólo por ciertas
causales. El caso de Chile es extremo porque estos supuestos son muy reducidos.
En realidad, en la segunda instancia la forma de tramitación escrita u oral del recurso de casación no es tan relevante, ya que lo que analizan los jueces es derecho, no
hechos; es decir, no se desahogan pruebas. Lo que hacen las partes es presentar sus
argumentos y contraargumentos de agravios de derecho, por ello no es tan indispensable la oralidad y la inmediación. Lo relevante en el tema del recurso es el efecto que
produce, pues si permite revisión de pruebas mediante expediente, es contrario al
sistema acusatorio.
57
No es necesario cumplir con el principio de inmediación en la casación. Lo que
está en juicio es el juicio de primera instancia, no la responsabilidad del imputado. En
el código de Oaxaca el recurso se interpone por escrito, el tribunal lo revisa y si lo
considera necesario, o lo solicita alguna de las partes por una razón que se justifica,
entonces se lleva a cabo la audiencia, si no es así la audiencia se puede obviar.
Otra cuestión es ¿quién puede interponer? En Latinoamérica tanto el fiscal como la
defensa. En Estados Unidos sólo la defensa, los fiscales no pueden porque eso atentaría contra el principio de non bis in idem. En el sistema anglosajón el único caso en que
no se admite el recurso de apelación de la defensa es cuando se llegó a un acuerdo
de plea bargaining.
¿Cuál es el efecto en el amparo? En el sistema acusatorio la violación de un derecho
debe traducirse en un agravio real y esto depende del efecto que tenga la violación del
derecho. En México, el efecto puede consistir en anular total o parcialmente. En Chile,
por ejemplo, sólo puede ser total, es decir, si ya recurriste y pierdes ya no puedes
recurrir por otro motivo distinto.
También hay que considerar los efectos que puede tener en la organización de los
poderes judiciales, ya que muchas veces los jueces de segunda instancia se ven amenazados ante un recurso que se limita a la revisión de cuestiones de derecho, ya que
no están acostumbrados a ello.
En cuanto a los registros, en Estados Unidos el registro es escrito. En México ¿sería
con el DVD? Si se sigue un sistema de apelación sí importa el registro de las audiencias,
porque los jueces tendrían la facultad de revalorar pruebas, pero si es casación no es
necesario porque el análisis de la casación es sobre el escrito de la sentencia.
Entonces los recursos deben ser vistos como derechos y la regulación debe ser
tal que se evite regresar al sistema anterior de apelación. Del Código de Oaxaca se
puede retomar la forma de tramitación, y del Código de Hidalgo los supuestos de procedencia tanto para la apelación como la casación. El nuevo sistema debe orientarse al
sistema de casación y no de apelación. De lo contrario siempre estará latente la cultura
del expediente, “lo que no existe en el expediente no existe en el mundo”.
También las reglas para la tramitación de la casación y de la apelación son distintas.
En ese sentido, también es importante considerar que el dictamen del Código parece establecer que el juicio oral quedará a criterio de un sólo juez y no de un panel
de tres. En particular, en el caso del Código Federal habrá que tomar en cuenta que
los jueces federales de juicio oral verán los casos más graves porque esos son los que
llegan a juicio oral, además de que los delitos federales pueden ser los de mayor impacto o gravedad para la sociedad. Por eso sería recomendable que fueran tres y no
un sólo juez el que dicte la sentencia.
En ese sentido, también es más fácil controlar a un solo juez que a tres. Por ejemplo,
en Chihuahua, a raíz del caso Rubí, eliminaron el panel de jueces, y aunque argumentaron razones económicas, el fondo es que hay mayor control sobre los jueces si sólo
es uno que si es colegiado.
Centro de Colaboración Cívica
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
En cuanto al efecto del recurso, se puede dictar reenvío para un nuevo juicio o si
considera que no es necesaria la repetición emitir una sentencia de reemplazo, en este
último caso sucede casi siempre cuando se trata de una sentencia absolutoria.
Respecto al sistema de recursos que se maneja en el dictamen de Cámara de Diputados, será necesario rehacerlo para regular la casación, que sea de estricto derecho y
con efectos no suspensivos. Este tema estará ligado a la reforma de la Ley de Amparo
ya que en el actual sistema el juez no tiene límites. El recurso como garantía descansa
en controles horizontales fuertes, que la primera instancia sea fuerte y las partes activas.
Será necesario que paralelamente al Código Federal se planteen las reformas necesarias a la Ley de Amparo. El Congreso lleva un año cuatro meses en falta para la
expedición de la nueva Ley de Amparo.
Finalmente, en el dictamen también está previsto el recurso de revisión que equivale
al reconocimiento de inocencia, cuya finalidad es anular la sentencia anterior por la
existencia de pruebas supervenientes que demuestren la inexistencia del delito o de
la responsabilidad.
También hay que analizar la queja que está prevista como recurso administrativo,
que en muchas ocasiones sirve de instrumento de venganza contra los jueces. Es común que cuando se interpone la apelación en paralelo se tramita la queja (casi siempre
por el MP) la que queda como antecedente negativo en el expediente del funcionario
(juez). Deben existir mecanismos para que el ciudadano se pueda quejar, pero hay
que pensar cómo para no generar incentivos negativos que afecten la imparcialidad
de los jueces. Este tipo de mecanismos son contrarios a la independencia judicial. En
ese sentido, es común que los jueces simplemente no absuelvan porque les es políticamente costoso al interior y exterior de sus instituciones. No debería existir la queja
en el Código, pudiendo quedar en todo caso en la Ley Orgánica, ya que no es una
cuestión procesal sino administrativa.
EN RESUMEN:
›› Para que se respeten los principios del sistema acusatorio es necesario incorporar un sistema de
recursos basado en la casación y no en la apelación, como está en el dictamen de la Cámara de
Diputados y en la iniciativa en Cámara de Senadores.
›› El recurso debe ser visto como derecho en el nuevo sistema y no como forma de control del
superior sobre el inferior jerárquico, ya que esto último es propio de los sistemas inquisitivos.
›› La forma de tramitación del recurso no necesariamente debe ser oral. En ese sentido, el Código
de Oaxaca puede servir de modelo sobre la tramitación de la casación ya que admite audiencias
orales sólo cuando hay duda de los jueces o petición fundada de alguna de las partes.
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›› En cuanto a los supuestos de procedencia debe estar tasado. El código de Hidalgo puede ser
utilizado como referente para establecer los casos de procedencia tanto de la apelación como de
la casación.
›› La interposición del recurso puede ser del MP o de la defensa y en ciertos casos por las víctimas.
›› Lo que se debe promover que revisen los jueces de segunda instancia es la sentencia, no la audiencia de juicio oral, porque ello podría fomentar la revaloración de hechos.
›› La casación debe ser regulada como recurso de estricto derecho, es decir, el superior que no
presenció las pruebas no puede hacer una segunda valoración de pruebas basada en registros (ya
sean videograbados o escritos).
›› Revisar el establecimiento de jueces unitarios (en lugar de un panel de tres) para la etapa de juicio
oral. Los participantes están a favor de los paneles para fomentar la independencia judicial.
›› La queja es un mecanismo de sanción administrativa que puede estar en la Ley Orgánica del Poder
Judicial, pero no debe estar en el Código.
›› La casación no puede tener efectos suspensivos.
›› Paralelo a la redacción del sistema de recursos en el Código Federal, se deberá revisar la Ley de
Amparo.
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11. PROCEDIMIENTO
ABREVIADO
Una de las nuevas figuras que se ha incorporado en los códigos mexicanos de
corte acusatorio es el procedimiento
abreviado. Este tipo de procedimientos
se han convertido en distintivo básico de
los sistemas acusatorios modernos, como
también lo son en países de tradición anglosajona. En Estados Unidos, por ejemplo, más de 90% de los casos que terminan en condena se resuelven por vías
similares al abreviado, como es el plea
bargaining.
Estos “mecanismos de justicia penal
negociada”,* aunque han sido definidos
constantemente como herramientas de
despresurización del sistema procesal penal y desde ese punto de vista cumplen
con una finalidad utilitarista, también han
forjado sus características como mecanismos procesales que no necesariamente
agotan todas las fases del proceso ordinario, pero su esencia sigue siendo la impartición de justicia.
Al entrar al análisis del proceso abreviado existe la tendencia a describir las características del plea bargaining; sin embargo,
estas figuras guardan importantes diferencias atendiendo al contexto del proceso
penal en el que se insertan. Al comparar
el plea bargaining estadounidense con el
proceso abreviado de los sistemas judiciales latinoamericanos (incluido el mexicano) y europeos, aunque es notoria la
influencia del primero sobre los segundos, éstos últimos han adquirido ciertas
características atendiendo sobre todo a la
participación que tienen los intervinientes
en el proceso.
En ese sentido, la figura del abreviado
en México también goza de características propias que se han definido no sólo
en los códigos, sino desde la Constitución. Además, tenemos la ventaja de
que en la transformación del sistema de
justicia mexicano podemos aprovechar la
experiencia sobre el funcionamiento de
este tipo de figuras en otros países que
cuentan con una mayor tradición tanto
normativa como práctica. Este análisis es
crucial para definir de la manera más adecuada nuestro propio proceso y aprovechar las bondades y cuestionamientos
que han surgido en torno a figuras como
el abreviado o el plea bargaining, sobre
todo en aquellos países donde son más
frecuentemente utilizados dichos mecanismos.
En ese contexto, por ejemplo, se ha
cuestionado en nuestro sistema el rol de
la víctima en el abreviado. Algunos sos-
* Carlos Fernando Correa Robles, El procedimiento abreviado y la justicia penal negociada, derecho
chileno y comparado, Santiago, Editorial Jurídica de Chile, 2012, p. 17.
61
tienen que la víctima incluso puede llegar a oponerse a la adopción del abreviado en
caso en los que sus derechos se vieren potencialmente afectados en este proceso; sin
embargo, esta posición es cuestionable para quienes ven la participación de la víctima
con el único objetivo de obtener reparación por los daños sufridos por el delito, en
tanto que el derecho de la víctima a la reparación del daño de cualquier manera se
tiene que dar, aún en este tipo de procesos.
Otro tema a analizar son los beneficios que el imputado puede obtener, sobre todo
en aquellos en los que se imponen penas que, por la interpretación y combinación de
disposiciones que otorgan beneficios, terminan liberando. Lo que debe diseñarse en
el código son los incentivos para no generar este problema respecto a las penas. En
los códigos no es buena política señalar que se aplicará la pena más baja, sino dejarlo
abierto a un rango dentro del cual, dependiendo de las características del caso, el MP
ofrece cierta pena.
La utilización del abreviado debe quedar a criterio de la institución de la Procuraduría. Sin embargo, han surgido malas prácticas; por ejemplo, en Morelos el abreviado
se vende por los MP. Se debe poner a discusión si se abren tanto las facultades del
MP respecto del abreviado. Por ello, un contrapeso indispensable es que el defensor
realmente litigue ante la propuesta del MP; si el MP tiene una investigación muy débil,
el defensor no tiene por qué aceptar el abreviado.
No se debe eliminar esta figura, más bien depende en buena medida de la capacitación de los operadores. En cuanto a delitos federales, la mayoría de los que se
persiguen son delitos relacionados con armas de fuego y narcomenudeo, en los que
sí podría aplicar el abreviado, pero habría que pensar en los delitos relacionados con
delincuencia organizada; se ha llegado a la postura en que aun tratándose de este tipo
de delitos se debe gozar de los mismos derechos.
El abreviado debe ser analizado desde sus orígenes como un privilegio que se le
concede al imputado. No es derecho ni del imputado, ni de la víctima, es una herramienta de política de persecución penal del MP.
EN RESUMEN:
›› El abreviado es una herramienta de política de persecución penal del MP que se debe incorporar
en el Código.
›› La adecuada regulación del abreviado debe permitir que el Ministerio Público tenga un rango de
penas que pueda aplicar y no un sistema fijo.
›› El abreviado es un privilegio que el Ministerio Público puede conceder al imputado, pero no es un
derecho del imputado ni de la víctima.
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CFPP, aspectos relevantes para su redacción
12. REGULACIÓN
ARMÓNICA
DE TODO EL
MARCO JURÍDICO
DE LA REFORMA
En la discusión de los distintos temas que se analizaron en las Mesas se planteó de manera constante la necesidad de revisar y crear otros cuerpos normativos para lograr un
marco integral y armónico con el CFPP, lo que permitiría hacer realmente operativo
el nuevo sistema de justicia penal de carácter acusatorio.
Algunas de las leyes cuya revisión es necesaria para su armonización con el CFPP son
las siguientes:
a. Ley Federal contra la Delincuencia Organizada
b. Ley General de Víctimas
c. Ley de Amparo
d. Ley General para Prevenir y Sancionar los Delitos en Materia de Secuestro
e. Ley General para Prevenir, Sancionar y Erradicar los Delitos en Materia de
Trata de Personas y para la Protección y Asistencia a las Víctimas de esos
Delitos
f. Ley de la Policía Federal
g. Ley Federal de Defensoría Pública
h. Ley Orgánica de la Procuraduría General de la República
63
i. Ley Orgánica del Poder Judicial de la Federación
j. Ley Federal para la Protección a Personas que intervienen en el Procedimiento Penal
Otras normas que se mencionaron:
›› Protocolos y manuales de investigación y coordinación (principalmente en la
Procuraduría y las policías federales).
›› Regulación de Servicios Previos al Juicio.
Centro de Colaboración Cívica
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Código Federal
de Procedimientos Penales
Aspectos relevantes para su redacción
Se terminó de imprimir en febrero de 2013.
Impreso en México / Printed in México
SOCIOS MÉXICO/ CENTRO DE COLABORACIÓN CÍVICA
PROYECTOS ESTRATÉGICOS
Somos una organización no partidista y sin fines de lucro.
Nuestra misión es fomentar una cultura y capacidades de
diálogo, colaboración y abordaje pacífico de conflictos en
México, así como habilitar procesos de cambio que —por la
vía del diálogo plural— promuevan el fortalecimiento
democrático, el desarrollo sustentable y el Estado de Derecho.
El CCC interviene en tres áreas que consideramos de suma
importancia para el fortalecimiento democrático de nuestro
país:
1. Desarrollo sustentable
2. Seguridad ciudadana
3. Espacios de articulación de la sociedad civil
INFORMACIÓN DE CONTACTO
SERVICIOS
Cádiz Norte #25
Col. Extremadura Insurgentes
C.P. 03740. México D.F.
Tels. 5286-6440, 5286-4899
www.colaboracioncivica.org
[email protected]
Contamos con una gama de servicios que permiten
fortalecer la capacidad de nuestros usuarios para lograr sus
objetivos al tiempo que avanzamos en la construcción de
la ciudadanía.
CONSEJO DIRECTIVO
Antonio Purón Mier y Terán.
Presidente del Consejo
Gabriela Anaya Reyna
Alfonso González Migoya
Gastón Luken Aguilar
Alejandro Ramírez Magaña
Laura Sarvide Álvarez Icaza
STAFF
Sylvia Aguilera García.
Directora Ejecutiva.
Fabricio Brodziak de los Reyes
Director de Desarrollo Sustentable.
Rosario Espinosa Martínez
Directora de Proyectos.
Lina María Eraso Quintero
Directora de Proyectos.
Rosa Adriana Reyes
Directora Administrativa.
Raquel López Sagástegui
Coordinadora de Comunicación
y Procuración de Fondos.
Luis Gómez Chow
Coordinador de Proyectos.
Nadjeli Babinet
Coordinadora de Proyectos.
Ana Paula Peñalva Torres
Analista de Proyectos.
Alan García Ibarra
Analista de Proyectos.
Shanti Sattler
Consultora.
Guadalupe Cristino Rojas
Auxiliar de Oficina.
PRINCIPALES LÍNEAS DE ACCIÓN
Nuestros proyectos estratégicos, así como los servicios, se
desarrollan siguiendo un modelo de intervención
compuesto por cinco principales líneas de acción:
Cursos de capacitación y programas de formación
Diseño y facilitación de procesos de diálogo
▲ Mediación imparcial en disputas y conflictos
▲ Investigación y sistematización de mejores prácticas
▲ Fortalecimiento institucional
▲
▲
Contamos con un equipo de profesionales expertos en
negociación, mediación, facilitación de diálogos y construcción de acuerdos. Además, formamos parte de una red
internacional de organizaciones dedicadas a la resolución
pacífica de conflictos llamada Partners for Democratic
Change International (www.partnersglobal.org). Así,
nuestra metodología combina mejores prácticas internacionales con lecciones aprendidas en el contexto mexicano y en los demás centros que la conforman.
SEGURIDAD CIUDADANA
La reforma constitucional, publicada el 18 de junio de 2008, establece un lapso de
ocho años para la implementación de un sistema acusatorio en México, tanto a nivel
local como federal. Esta reforma sin precedente, enmarca una serie de principios,
figuras jurídicas y atribuciones de los actores que intervienen en él, propias del debido
proceso. Ciertamente, este fue un esfuerzo de un amplio sector de la sociedad y de
legisladores comprometidos por establecer los ejes rectores de un modelo acusatorio de justicia que cumpla con el debido proceso.
Es en ese contexto que se requiere una reforma esencial en la legislación secundaria
que establezca las reglas para la sustanciación del nuevo proceso penal, que neutralice –sin detrimento de ser eficientes en la investigación, persecución e impartición de
justicia– aquellos vicios del sistema tradicional (o inquisitivo) que obstaculizan al
sistema de justicia penal. A la fecha, aunque se ha avanzado a nivel de las entidades
federativas, en el plano federal los esfuerzos por implementar el
nuevo sistema se encuentran rezagados, tanto así que a
la fecha no se ha emitido el nuevo Código
Federal de Procedimientos
Penales.
Financiado por:
CÓDIGO
FEDERAL DE
PROCEDIMIENTOS
PENALES
ASPECTOS RELEVANTES PARA SU
REDACCIÓN
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