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LIBROS
Sergio M O L I N A , El proceso tic
cambio en Chile, Editorial Universitaria — Siglo XXT, Santiago,
1972.
" N o hable con nadie, no lea nada.
Simplemente escriba (al como usted
vea y sienta su experiencia. Lo que
interesa es la frescura y espontaneidad de ella. No la marchite con erudición". Tal es el consejo de don
(osé Medina Echavarria con el cual
Sergio Molina, |efe del Presupuesto
en los gobiernos de Ibáñez y Alessandri. Ministro de hacienda y Vice
Presidente Ejecutivo de CORFO en
el gobierno de Frei. decidió iniciar la
preparación de su libro El proceso
de cambio en Chile, recientemente
publicado. Se tratabii do resumir y
evaluar su experiencia como uno de
los principales conductores de la política económica y financiera durante
el gobierno anterior, intentando al
mismo tiempo ubicar esa experiencia
en el marco más amplia del proceso
de cambio social y político que ha
estado viviendo Chile. El resultado
es un trabajo valioso y de gran inlerés, escrito con un estilo ágil y
ameno, característica no siempre lograda en esta clase de libros.
La obra consta de dos partes. La
primera, dedicada a los cambios en
Chile, consta de cuatro capítulos que
se refieren, respectivamente, a la evolución social, económica y política
de Chile desde los inicios de la República; al diagnóstico y la estrategia
para el cambio; a los resultados generales del período 1965-1970 y a
algunos temas especiales, en particular, la política redialribulivLi, ln
coyuntura de 1967 y a una hipótesis
sobre Sus ciclos de corlo plazo un la
economía chilena. En la segunda
parte se discute la planificación, con
dos capítulos sobre aspectos téeniCds > subre planificación y participación y un epílogo. Se completa et
libro con un anexo en el que se
incluyo el irabajo del cx-Viceprcsideníe del Bunco Central, lorge Caiids.
"La. política de estabilización en el
caso chileno".
Yendo al contenido cenlrat del trabajo, cabría destacar como uno de
los rasgos predominantes el intento
de identificar los principales factores
sociales y políticos que subyacen a
los fenómenos propiamente económicos. En especial, aparece como unn
preocupación constante la falta de
consenso y de solidaridad entre los
diversos grupos sociales, lo que en
definitiva ha impedido el enfrentainiento de problemas fundamentales,
como la inflación, la baja tasa de
ahorro e inversión, la desigualdad en
la distribución del ingreso. En este
sentido. Molina retoma y desarrolla
la tesis de la crisis integral de Chile,
planteada por Jorge Ahumada hnee
algunos años.
Con todo, nos parece que este enfoque adolece de una debilidad, cual
es la relativa generalidad y falta de
precisión de los tipos de conflictos
de intereses que han impedido un.i
mayor solidaridad nacional. Hay referencias a "los grupos más organizados de propietarios y de trabajadores que deben adherirse a cite esfuerzo" tp. 196). Pero no se consideran
las importantes diferencias en el
grado de control sobre la economía
que han ejercido algunos grupos financieros nacionales y extranjeros y
las que pueden ejercer ciertos seclures laborales de muy alta organizar
i/iiin. I-MUS diferencias son cruciales
desde el punto de vista de una estrategia de redistribución del ingreso y
del poder económico, desde el mo-
mento que hay que definir secuencias
y etapas do acción.
En relación con la estrategia global
para el cambio, y concretamente con
el planteamiento que hace Molina
de los fundamentos de la Revolución
en Libertad (p, 65). nos parece que
las críticas hechas a las revoluciones
socialistas inspiradas en el marxismo-leninismo son demasiado categóricas y desproporcionadas con respecto a la atención que se les dedica.
En especia!, se echa de menos una
referencia a las situaciones hisióricas
en que se dieron esas revoluciones, a
su contexto internacional y a las tendencias reformadoras que han venido
ocurriendo en la última década. En
todo caso, hubiera sido de desear
un mayor análisis crítico acerca de la
capacidad de conducción revolucionaria de la D. C.
Probablemenle los puntos anteriores son los más polémicos del libro.
Hay muchos juicios de Sergio Molina con los cuales se puede discrepar o concordar, pero que sería largo
enumerar en esle comentario. No
quisiéramos, sin embargo, omitir algunas referencias a los aportes que
;i nuestro juicio son los más valiosos.
Nos parece que ellos aparecen en
los capítulos sobre temas especiales,
que cubren la política redistributiva
y de remuneraciones, la coyuntura
de 1967 y una hipótesis sobre los
ciclos de corto plazo: y sobre aspectos técnicos dv la planificación.
El tratamiento de las políticas redistributivas y de reajustes de remuneraciones muestra con mucho conocimiento de causa algunos obstáculos
que enfrenta ese objetivo y que han
formado parte Inherente del funeiunnmiento de la economía chilena,
^mno también importantes mecanismos de transmisión inflacionaria. Tal
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es el caso, por ejemplo, tic ios sistemas de fijación de precios, que consideran las utilidades como un porcentaje sobre los costos: los aumentos
de éstos benefician automáticamenk'
a los perceptores de utilidades, induciendo por lo tanto a los empresarios
a preocuparse más por conseguir aumentos de precios que por reducir
1O5 COStOS.
Por otro lado, e! escalonarmento a
lo largo del año de los pliegos de
remunerariones en el seclor privado,
unido al sistema de reajustes de
acuerdo al alza de precios del año
calendario anterior, significan un.i
seria limitación para Jas posibilidades de sostener por un período prolongado una tasa decreciente de inflación.
De esta manera, la lucha conlra la
inFIación es a la vez un problema
político, en cuanto requiere el acuerdo entre grupos sociales con distinto
poder de presión; un problema dj
política económica, en cuanto se precisa definir objetivos coherentes eníre sí; y un problema de mecanismo^
y fórmulas de negociación, que B
veces llevan en sí mismos los gérmenes de la transmisión inflacionaria.
Ll libro de Molina contribuye a esclarecer muchas de estas cuestiona-.
que fueron cruciales en el quiebre
del modelo de estabilización, en 1967.
Acotemos, de pasada, que crure los
obstáculos políticos que le crearon
más dificultades a la política de estabilización del gobierno anterior,
destaca, según Molina, la constante
acción de los partidos opositores, en
particular los de izquierda, para hacer Fraeasar esa política y constituirse
así en alternativa de poder. Esta afirmaciún es de interés en la actualidad
chilena, puesto que, habiéndose desbordado la contención inflacionaria
de 1971. el principal partido político
que fue gobierno en el periodo
1964- 1970 parece haber caído en Ins
mismas tácticas que tanto combatió.
Con respecto al proceso de planificación, aparte de las referencias
históricas e institucionales, nos parecen importantes las observaciones
que tocan al estilo y concepción de
la tarea planificadora. "Estas oficinas
no pueden quedar al margen de los
temas que angustian diariamente u
quienes toman decisiones en el campo de la política económica y social . . . Con el pretexto de defender
la "imagen" de la planificación, (lo^
píanifieadores) han preferido entregarse a la construcción de un futuro
ideal, p;ira evitar el contagio de In
impopularidad que implica proponer
medidas concretas, que indefectiblemente serán objeto de controversia
política" {p. 165). Estando en gran
parte de acuerdo con este juicio,
nuestra única reserva es que, en cualquier caso, los planificadores no pueden abandonar la tarca permanente
de anticipar las tendencias económico-sociales, de elaborar alternativas viables y coherentes y de prever los acontecimientos que tienen
lugar a largo plazo. De alguna manera, esta tarea debe conciliarse con
la necesidad de comprometerse con
las realidades presentes.
Desde otro punto de vista, merecen ser realzadas las referencias al
papel fundamental que cumplen en
la planificación los sistemas de preparación y evaluación de proyectos.
Sobre todo en el caso de las inversiones básicas, la preparación de
proyectos puede demorar varios añoó.
El olvido de esta condición puede
hacer fracasar los mejores estrategias
de desarrollo.
A pesar de las discrepancias que
se puedan tener en algunos aspectos,
ya sean sustantivos 0 menores, ésle
es un valioso libro sobre la ecunt>mía chilena. Tiene, además, un mérito poco común: pueden leerlo con
provecho tanto los legos como los iniciados en las cuestiones económicas.
Para los políticos, será también de
gran beneficio, sean ellos de gobierno o de oposición.
Osear Muñoz G.
Gabriel GARCÍA MÁRQUEZ; La
Increíble y Triste Historia de la
Cándida Eréiidira y de su Abuela
Desalmada, Buenos Aires. Editorial Sudamericana, 1972.
Bajo el sugestivo litulu üe La Increíble y Triste Historia de la Cándida Ercndira y de su Abuela Desalmada, ha aparecido la última obra
de Gabriel García Márquez. Se trata de un libro que reúne siete cuentus, uno de los cuales da el nombre
a IH colección. Los relatos fueron escritos en épocas diversas: 1961, 1968.
1970 y 1972.
Cl autor crea ¿n esta obra un nuevo mundo, pleno de fantasía y poesía. Innova, respecto a sus toábalos
anteriores, los personajes y el ambiente, y hastu se podría alegar que
el estilo. Este libro es el punto final
para Maeondo y los AurelianOi
Buendías. Y así se ha cumplido lo
que estaba escrito: "Las estirpes condenadas a cien años de soledad no
tenían una segunda oportunidad sobre la tierra"'
En estos cuentos se repite una idea
fundamenta! que estructura todos los
relatos de Gabriel García Márquez.
En efecto, los personajes son ineapuees de conducir, a su antojo, sus
vidas: fuerzas superiores los mueven.
Pero no se trata, simplemente, del
destino —tema antiguo en la literatura— sino que de fuerzas físicas a
las cuales es imposible ofrecer resistencia. En Cien Años de Soledad, el
calor enfatiza la voluntad y la violencia de los hombres: la lluvia les
devuelve, transitoriamente, el vigor;
el hielo constituye la mayor antítesis de Mucondo; y sólo accidentalmente del calor y la lluvia. El olor
Sin embargo, la última fuerza que
arremete contra Maeondo es el viento, el cual sólo entonces ejerce influencia trascendental en el relato.
En el libro que comentamos la
actuación decisiva está a cargo del
viento y los olores, y secundariamente del calor y la lluvia \ El olor
cb tan importante que es capaz de
anunciar la muerle y modificar la
vida en los lugares'.
Esta obra tiene su origen en un
proyecto de libro de cuentos pañi
niños; idea que, por distintos motivos, no prosperó. Esto explica que,
en cuatro de los relatos, los personajes principales sean niños o adolescentes.
En cada una de estas narradoncí.
aparecen algunos objetos que se repiten, hasta adquirir un valor simbólico: flores —especialmente las ro1
Gabrkl Garda Márquez: Cien Arloj de
Soledad. Buenos Aires. Editorial Sudamericana, 1971. 25? edición, p. 351.
1
Así. v. gr.. en Un Señor Muy Vle|O Con
unas Alas Enormes, la lluvia y los cangrejos «hundan tu venida del personaje
principal: cl ángel. En La Increíble y
Triste Historia de In Cándida Erendira
y de su Abuela Desalmada, cl infortunio
de la protagonisin se anuncia con el
"viento de su desgracia" y se hace realidad con la lluvia; y cl cnlor está présenle Uur.-uUt: la estadía de los personajes
cu cl desierto, clapü i|uc índica el ma>or
envilecimiento de Ercndira. Ln Muerte
Constante Más Allá del Amor,
el calor
riere el carácter üc etcrm.-nio ununtluJor
j e ruceaos,
> r.n El Mar del Tiempo Perdido, cl
"olor u rosus" avisa lu muerle de lu
mujer de tacub y es el responsable de
la animación y corrupción del pueblo.
I n i:i Ahogado Más Hermoso del Mundo, loi h.ibluintL-i del lugar, al enlerrar
u lislebun, siembran llores <:n los acanillados "pnríi une. en los amaneceres ile
lus lüoa venlurus los pasajeros de lus
grandes barcos despenaran sofocados por
un glor de lardlnes de ultramar" (p. 561.
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>as—, cangrejo?, gramófonos, discos
Ellos se mencionan aunque sea innecesario; de esta manen*, .siempre están présenles. Así, v. gr., en Blataman el Bueno Vendedor de Milagros (1968). Blacamán el Malo, en
sus días de prosperidad, se subía
"como un cangrejo a la mesa" (p.
85) y, en el liempo de su decadencia, se bajaba "de la mesa como un
cangrejo" (p. 95). Y en todos estos
relatos, el mar se encuentra presente.
Olra caraetcríslieu común de estos
cuentos, es la imprevista aparición de
algunos seres que incitan la curiosidad del lector. los cuales dan fuerza y
vivacidad a la narración: gitanos, negros, hindúes, prostituías, gente del
Caribe y hasta una "mujer-tarántula".
Y todos ellos desaparecen de pronto,
sin previa notificación: indicando, su
permanencia, una etapa de importancia para los lugares o los personajes.
¡.os protagonistas de algunos cuentos aparecen en otros, sin que exista
razón aparente. De estas referencias,
adivinamos la posibilidad de que, en
el fuluro, el autor unifique estas uecíones en otra síntesis genial. Podemos señalar, v. gr,, que en Muerte
Constante Más Allá del Amor (1970).
se mencionan a Blacamin, protagonista de otro relato'; por su parte,
el senador Oné&hno Sánchez, per*onaje de este cuento, figura reiteradamente en La Increíble y Trísíe
Historia de la Cándida K rendirá \
de su Abuela Desalmada (1972) (.pp.
123, 154. 158 y 141) y también hay
referencias, en él, a Blacamán y la
"mujer- tarántula" '
De los siele cuentos destacan dos:
Ftlacamún el Bueno Vendedor de Milagros y La Increíble y Triste Hisioría de la Cándida Eréndira y de su
Abuela Desalmada, En cada uno aparecen dos personajes principales, uno
de los cuales sufre los castigos del
otro. El primero de estos relatos
—de escasas seis páginas— contiene
el más interesante experimento estilístico del libro; las frases son ricas
en sutilezas; y los diálogos y el relalo se confunden armoniosamente,
resultando, asi, un período largo de
gran desenvoltura.
La narración más extensa, q.ue merecería el calificativo de novela cor* N'elson Jmriiiu califica al cenaden i i
mu Sanche/
de "le Blacomen de la po
litique*1 (p. 651.
' La "mujer - tarántula" es personaje se•.-uncían» tk Un Señor Muy Viejo cgn
BBM Al ni iiiiurcncs. lilla y Blatiinuin figuran Jumos (p. ¡46).
ta, es La Increíble y Triste Historia de la Cándida Eréndira y de su
Abuela Desalmada. Su argumento es
sencillo: Eréndira, una adolescente,
arruina a su abuela con un incendio
casual: entonces ésta prosüluye a su
nieta con el objeto de que le indemnice los perjuicios, El tema de la explotación que hace una abuela de
su nieta, tiene sus antecedentes en
la literatura universal; baste citar a
La Gitanilia de Cervantes. Sin embargo. García Márquez desarrolla !a
idea con excepcional originalidad.
Como de costumbre, sus personajes
desempeñan su papel con la resignación de quien es objeto de fuerzas
Fuera de SU dominio. Los fenómenos
atmosféricos aquí, al igual que en
sodas las obras del autor, no son un
mero elemento descriptivo sino que
su intervención es decisiva para los
personajes, Lxiste una influencia fatal
de la naturaleza sobre el hombre y
las acciones de éste cobran, enionces, un valor mágico. La desgracia
de Eréndira se anuncia desde la priiiiLTii página del reloto por el "viento de su desgracia", el cuai se hace
presente a lo largo de todo el cuento (pp. 97, 99. 102 y 157); la lluvia
está presente eo acontecimientos importantes (pp. 103, 105 y 117); la
estadía en el desierto coincide con
la etapa de mayor sufrimiento de
Eréndira; pero "una larde (la abuela
y su nieta) al finul de un desfiladero
opresivo, percibieron piltrafas de diálogos de Jamaica, y sintieron unas ansias de vida, y un nudo en el corazón, y era que habían llegada al
mar" (p. 149).
Esta colección de cuentos es imprescindible para el estudio de la
obra del destacado escritor colombiano. La riqueza de su imaginación y
\a originalidad de su estilo le aseguran largos años de fecundidad literaria.
Rafael Vargas Hidalgo
CELAP.—Sexualidad y Moral Cristinnu, Herder. Barcelona 1972,
584 pp.
Esta obra que acaba de llegar u
nuestras librerías tiene una gran importancia para los novios, para los
pudres que deben educir aexUfiLmentc
n sus hijos, para profesores e interesados erj estas materias.
OELAP (Centro latinoamericano
pura la familia) se preocupó de sacar en cinta magnética un curso, que
con varios colaboradores organizó el
P, fuan de Castro. Doctor en Moral,
en 1%0. y que después fue publicado.
Ll libro se inicia con una breve
exposición de los "aspectos biológicos de la reproducción humana", del
Dr. Alfredo Pérez. Luego sigue una
síntesis del Dr. Manuel Borgoño sobre "Aspectos particulares de salud
pública"' en la cual destaca el "problema del aborto", "sus causas" y las
maneras de controlarlo. En seguida
viene un trabajo más extenso escrito
por |uan de. Castro y Waldo Romo
sobre "elementos de sociología familiar" donde encontramos también mucho materia! de psicología social. Es
evidente que el tránsito de una cultura más bien agraria a una urbana
e industrial ha repercutido enormemente en el control o regulación de
la natalidad e incluso en el carácter
mismo del amor. El capítulo cuan.'.
escrito por la psicóloga María Teresa
Coralera, muestra las tendencias básicas del ser humano —amor y odia
o destructividad—, las distintas poBidones, en terminología kleiniana.
por las que va pasando el niño y el
desarrollo de la sexualidad como expresión integradora, corporal y psíquica, de los procesos de relación
hasta llegar, pasando por el enamoramiento, a la etapa definitiva del
amor maduro. El capítulo quinto,
escrito por el P. Larrain, psicólogo,
i t refiere a la "especificidad de la
.sexualidad humana" y muestra cómo
ésta, es abismalmente diferente del
instinto sexual puramente animal ya
que incluye una cierta trascendencia.
Se busca al " o t r o " cuerpo, no todavía corno persona, como tú, sino
como cierta "compañía", La sexua
lidad humana en este sentido es expresión, consolidamiento y pedagogía
del amor humano. La parte segunda,
la más extensa, está escrita por el
P. Juan de Castro y constituye una
magnífica síntesis histórico-íeológica
sobre la sexualidad. Tiene cuatro Inrgos capítulos que queremos denominar para resaltar la importancia de
esta parte. La teología bíblica de la
sexualidad (Antiguo y Nuevo Testamento). El matrimonio y ta virginidad como caminos paralelos y complementarios. Panorama histórico de
la doctrina moral católica sobre la sexualidad. Esquema sistemático sobre
las exigencias íeulógicú-morak-^ de \a
actuación sexual. Termina el libro
con tres anexos que se refieren a la
anticoncepeión. a aplicaciones casuísticas de la encíclica "Humanue
67K
V¡l»c" v n\ problema demográfico y
regulación de la n;u;iliclad.
Resumiendo: se trata de un libro
excelente que. aunque puede haber
"•ido superado cn unu que olro punto, mantiene toda su actualidad y
que será de inilidad para muchos.
Renato Poblcte, S. ].
Roberto Olaegui — TU SANGRE
PERTENECE A LOS DIOSES.
Ld. Arcadia. Buenos Aires 1971.
2!0 páginas.
l a novela-ensaya tiene ¡lustres antecesores, principalmente en nuestro
i-iglo, Aldous Huxley, Thomns Mann,
Gide, Unamuno, Pirandellu .. . son
unos cuantos ejemplos en diverras literaturas. Autores que saben encarnar
las ideas y las interrogantes con una
gran ¡Tofundidud filosófica sin reslar en absoluta el interés arjiunicnlal. Va no se traía de aquellas novolas ejemplares llamadas de tesis, del
siglo pasado, cuyos persumijes más
bien parecían muñecos. Ahora son
¡eres Je carne y hueso que tienen vida autónoma y euyos problemas nacen espontáneamente de las situaciones en -JUC viven.
Roberto Otaegui. diplomático, esLriiur, 51 años, intenta aquí una novela ensayo planteándose el probtema
quizá ni:is agudo del mundo actual;
la telacifin del individuo eon les
mí los que la sociedad ha ido fübricimdo ;i lo largo de !as diverjas époHombre, dius, muerte es la trilogía
trágica en que se desenvuelve esta
obra. El hombre concreto y real ha
sido sacrificado siempre a la muerte
en nombre de ídolos pasajeros. Cadn
época o generación ha inventado el
suyo. Al principio eran dioses con
genealogía e historia más o menos
concretas. Luego los Ídolos se convirtieron en dogmas o ideologías o
entidades abstractas: Pueblo, Raía,
Ciencia. Y siempre la misma conslante: hombre, dios, muerte.
L'l üLitor ha partido de esta intuición central, Y pura ilustrarla y hacerla viva tía seis cortes transversales
a la historia occidental en situaciones
claves en que su tesis quüda plenamente demostrada. El que por su
condición de diplomático es curioso
y viajero, no^ transporta a través de
la geografía y del tiempo con gran
soltura y flexibilidad,
Primero SODIOS llevados ¡il Impe-
rio Azteca donde victimas humanas
son sacrificadas en ios "tcocallis".
Luego emergen las hogueras de la
Inquisición española, el terrible fanatismo de los dogmas, la caza de la
brujería y del diablo en seres indefensos o desequilibrados. Es oír»
fdolo.
En la tercera reconstrucción histunca la guillotina caerá absurdamente sobre el cuollo (Je un noble
francés por el mera hecho de ser noble aunque haya defendido siempre
los principios de la Revolución, l.as
cámaras de gas s¿r;in el invento de un
nuevo mito idolátrico: la Rana. El
quinto relato nos hace ver cómo el
progreso económico en un país como
Estados Unidos es un dragón que necesita la destrucción sistemática de
débiles naciones o el sacrificio de jóvenes soldados en las junglas de
Vletnam.
En la última narración un astronauta soviético, víctima de una falta técnica, va a la deriva en el espacio.
Va a morir en nombre de lü Ciencia y la Tecnología, otro ídolo moderno.
Al final lie la Dovela, en una acertada escena las seis víctimas presentadas en los reíalos se reúnen por una
alucinación, dentro de la cabina del
astronauta. Y en un dramático diálogo caen en la cuenta de esta Gran
Trampa universal que es la creación
de mitos asesinos, coda día distintos,
pero que fatalmente terminan en la
muerte.
"Ni ídolos, ni símbolos, ni dioses. Importa el hombre y a éste, siempre, con diversos pretextos, lo trituramos", (páp. 203) exclama el coronel nazi.
Y el astronauta soviético condenado a una muerte segura, reflexiona: "Yo, con esíe irocito de vida
¿cuánto importo? Nuda. Todos los
hombres somos ahora esclavos de la
ciencia y nuestro destino personal
una cuestión insignificante.
El desprecio por el individuo se
pone de manifiesto en esta confesión.
que intenta ser una cínica autojusliftcaciún, de un líder de la época del
Terror:
"La justicia nunca fue ni será absoluta respecto de los individuos.
Sólo cuando se enjuicia a todo un
conglomerado humano: clase, raza o
puebla \ se castiga en éste los crímenes de una mayoría, cabe sostener que se ejerce algo próximo a la
justicia". Y con estus palabras se
a muerte a un ¡nocente reconocido tumo tal,
Es bueno este sano escepticismo
del autór en una época en que ¡ejoí
de declinar los ¡dolos se van haciendo cada vez más tiránicos y están
más sedientos de la sangre de lo?
destinos individuales.
Hay que notar la facilidad con que
el autor adapta su estilo a cada una
ile las diversas realidades y épocas
que aborda.
Rafael Otano
Libros recibirlos
Aullas. lean Merie — APROX1MACIOM -•
A LA TÉCNICA — Santlngu. Edil. Universitaria, 1972. 159 p.
Cerda, Huso y Enrique — TEATRO M
TÍTERES. Arle, técnica y uplkuciones
en la educación moderna — inniiug'j.
Edit. Universitaria. H72. 191 p.
Codina, Víclor — NUEVA FORMULAClON DE LA VIDA RELIGIOSA —
Bilbao. Mcusaicra. I972. 2S5 p
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Espinosa, Leonardo — PUERTO ENCASO
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Fliiner. Wllhelm — MANUAL OE PEDAGOGÍA GKNERAL — Barcelona, ¡le:
dar. i T O . 203 p.
García l.orta, Pcdcrlco — ROMANCERO
GITANO — Santiago, Ouimantú. 1972.
l.afourcade, Enrique— PALOMITA BLANCA — Santiago. Zig-Zag. 1472. ISb p .
Lorcnzint, luán — HN C1TROI A A CANADÁ — Santiago, Nasdiru.-n!o, S972,
570 p.
Mnnns. Patricio — LAS GRANDH-S MASACRES — Santiago, Quimantú, 1972.
95 p.
Marón, Patricio — LOS MUERTOS ESTÁN
CADA DÍA MAS INDÓCILES — La
Habana. Casa de las A m í r k s s . 1972.
202 p.
Marttalti, [acques — LA IGLESIA DE
CRISTO LA PERSONA DC LA IGLESIA V SUS MINISTROS — Ililbao.
líetele* de Rrouwer, 1<S72, IIB p.
Mirko, S. — PEOPLETOWN — Santiago
Qulnmniú. 1972, 17» p .
Moreln (Uves, Mnrclo — UN GRANO
01 MOSTAZA. II DESPERTAR RF
LA REVOLUCIÓN BRASILEÑA — La
Habana, Cusa de las Amílicos, 1973.
284 p.
Navarro. Noal — LA HUELLA DEL I'UI
CAR. Premio cuento 1972 — La Habana, CHÍÜ tic Lis Américai, 1972, n~ n
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mmttú 1972, 177 p
Pulmlerl, |uan - 4 \ T O \ 1 O i vRRl i \
Premio Teatro 1172 — l a Haiutna, i :I>;I
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I S S -\l h;l ii.i>.
l'íTJ.
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