UNIVERSIDAD DE COSTA RICA FACULTAD DE DERECHO

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UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
FACULTAD DE DERECHO
Tesis para optar al Título de Licenciados en Derecho
Análisis histórico Jurídico del Proceso Sucesorio
Costarricense y su posible reforma por el Proyecto de
Código Procesal General.
Estudiantes
Juan Carlos Jiménez Marín
Andrés Alonso Retana Retana
San José, Costa Rica
Año 2006
UNIVERSIDAD DE COSTA RICA
FACULTAD DE DERECHO
Tesis para optar al Título de Licenciados en Derecho
Análisis histórico Jurídico del Proceso Sucesorio
Costarricense y su posible reforma por el Proyecto de
Código Procesal General.
Estudiantes
Juan Carlos Jiménez Marín
Andrés Retana Retana
San José, Costa Rica
Año 2006
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Miércoles 14 de Junio del 2006
Señor
Dr. Daniel Gadea Nieto
Director del Área de Investigación
Facultad de Derecho Universidad de Costa Rica
Estimado Señor Director:
Por medio de la presente le comunico que en mi condición de Director de
la Tesis "Análisis Histórico Jurídico del Proceso Sucesorio Costarricense y
su posible reforma por el Proyecto de Código Procesal General", de los
egresados Juan Carlos Jiménez Marín, carné 971778 y Andrés Alonso Retana
Retana, carné 962521; he aprobado dicho trabajo final de graduación, dado que
reúne los requisitos de fondo y forma que exige el Área de Investigación.
Esta investigación asume un tema de gran importancia en el Campo del
Derecho Sucesorio, pues analiza la situación jurídica actual del Proceso
Sucesorio y su posible modificación por dicho proyecto de ley.
Por lo anterior, le reitero mi aprobación de la tesis de grado de los
alumnos Juan Carlos Jiménez Marín y Andrés Alonso Retana Retana por
cumplir con los requisitos de fondo y forma para proceder a la presentación oral
y pública ante el Tribunal Examinador que se designe en su momento.
--y---
Un cordial saludo,
/',
Lic. Jorge Jiménez'Bolaños----
----
L.--
Miércoles 14 de Junio de 2006
Señor Dr. Daniel Gadea
Director del Área de investigación
Facultad de Derecho
Estimado Dr. Gadea:
En mi carácter de lectora del Trabajo Final de Graduación, de los egresados
Juan Carlos Jiménez Marin, carné 971778, Andrés Alonso Retana Retana, carné
962521 titulado
"Análisis histórico Jurídico
del
Proceso Sucesorio
Costarricense y su posible reforma por el Proyecto de Código Procesal
General", en tanto cumple con las exigencias y formalidades propias de un
análisis de este tipo doy por aprobado el mismo.
Atentamente
Licda. Dinia ~ o j a h o n t a r o
Martes, 25 de julio de 2006.
Señor Dr. Daniel Gadea
Director del Área de Investigación
Facultad de Derecho
Estimado Dr. Gadea:
En mi condición de lector del Trabajo Final de Graduación de los egresados
Juan Carlos Jiménez Marín, carné 971778 y Andrés Alonso Retana Retana, carné
962521,
titulado
"Análisis
Histórico Jurídico del
Proceso Sucesorio
Costarricense y su Posible Reforma por el Proyecto de Código Procesal
General", dándolo por aprobado debido a que cumple con las formalidades y
requerimientos propios de un trabajo d
Se suscribe de Ud. Atentamente,
A mis padres, Carlos Jiménez Acuña y Maritza Marín Sandí;
a mis hermanos, por su paciencia, esmero y apoyo incondicional, les
dedico esta etapa tan importante en mi vida como un regalo que se
merecen.
Juan Carlos.
Para mis padres, por su respaldo y comprensión durante
todo este proceso, les dedico el fruto de mi esfuerzo y espero
retribuirles siempre el amor que me han procurado.
Andrés.
INDICE
Página
RESUMEN ................................................................................................................i
INTRODUCCIÓN .................................................................................................... 1
PRIMERA PARTE
ASPECTOS HISTÓRICOS
CAPÍTULO PRIMERO
EVOLUCIÓN DEL PROCESO SUCESORIO
EN COSTA RICA
SECCIÓN I.
Estudio del proceso sucesorio a través del Siglo XVIII .................... 7
A. Normativa vigente en Costa Rica hasta 1841................................................ 9
Fuero Real de España .......................................................................................... 13
Leyes del Estilo: Declaraciones sobre las Leyes del Fuero .................................. 15
Leyes Nuevas ....................................................................................................... 15
Las Siete Partidas ................................................................................................. 17
Ordenamiento de Leyes: el Ordenamiento de Alcalá............................................ 28
El Fuero Viejo de Castilla 1356 ............................................................................. 28
Ordenamiento de Montalvo u Ordenanzas Reales de Castilla 1484..................... 29
Leyes del Toro ...................................................................................................... 29
La Nueva Recopilación ......................................................................................... 30
Novísima Recopilación.......................................................................................... 30
Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias ............................................. 31
Jueces de Bienes de Difuntos .............................................................................. 33
Página
SECCIÓN II. Estudio del proceso sucesorio a través del Siglo XIX .................... 39
A. El Código General de la República de Costa Rica....................................... 39
1. Fuentes de la parte civil del Código General de 1841....................................... 39
2. Vigencia de la parte civil del Código General de 1841...................................... 40
3. Contenido de la parte civil del Código General de 1841 ................................... 40
B. Ley de Sucesiones ......................................................................................... 48
1. Vigencia de la Ley de Sucesiones .................................................................... 48
C. El Código Civil de 1888 .................................................................................. 68
1. Antecedentes, fuentes y emisión del Código Civil de 1888.............................. 68
2. Contenido del Código Civil de 1888 ................................................................. 69
SECCIÓN III. Estudio del proceso sucesorio en el Siglo anterior ........................... 89
A. Código de Procedimientos Civiles ............................................................... 89
1. Aseguramiento de Bienes ................................................................................. 89
2. Declaratoria de ausencia .................................................................................. 90
3. Apertura y Comprobación de Testamento......................................................... 91
4. Requisitos para promover el proceso sucesorio ............................................... 92
5. La apertura del sucesorio.................................................................................. 93
Apersonamiento de herederos e interesados ....................................................... 96
Cierre y reapertura del proceso sucesorio ............................................................ 98
Reapertura ......................................................................................................... 100
Sujetos intervinientes en el proceso sucesorio ................................................... 102
Herederos ........................................................................................................... 102
La representación .............................................................................................. 102
Los legatarios ..................................................................................................... 103
Las juntas de herederos e interesados ............................................................... 103
El albacea ........................................................................................................... 105
Página
Los acreedores quirografarios............................................................................. 107
Los acreedores con créditos privilegiados. ........................................................ 108
Otros acreedores .............................................................................................. 109
B. El proceso sucesorio extrajudicial ............................................................ 111
1. Ley Orgánica de Notariado ............................................................................. 111
2. Código de Procedimientos Civiles................................................................... 114
3. Código Procesal Civil ..................................................................................... 116
4. Proceso Sucesorio Testamentario Extrajudicial .............................................. 119
Requisitos .......................................................................................................... 120
Apertura del Proceso .......................................................................................... 121
El Inventario y Avalúo de los Bienes ................................................................... 122
La Partición de Bienes ........................................................................................ 124
Conclusión .......................................................................................................... 125
SEGUNDA PARTE: ESTUDIO COMPARATIVO DEL PROCESO
SUCESORIO
CAPÍTULO SEGUNDO
PROCESO SUCESORIO EN EL
DERECHO COMPARADO
SECCIÓN I. Derecho Comparado. ................................................................... 127
Página
A. Derecho Europeo. ........................................................................................ 127
1. Derecho Alemán ............................................................................................. 127
Aceptación y renuncia de la herencia ................................................................. 127
Responsabilidad del heredero............................................................................. 128
Partición y colación ............................................................................................. 129
La venta de la herencia....................................................................................... 130
Certificado de heredero....................................................................................... 130
2. Derecho Español ............................................................................................ 132
Aceptación y renuncia de la herencia ................................................................. 132
El beneficio de inventario y el derecho a deliberar.............................................. 134
El albacea .......................................................................................................... 136
La comunidad hereditaria.................................................................................... 137
La partición.......................................................................................................... 138
Ley de Enjuiciamiento Civil ................................................................................. 141
Intervención Judicial del Caudal hereditario........................................................ 143
Administración del caudal hereditario ................................................................. 145
Sucesorio Extrajudicial en España...................................................................... 146
3. Derecho Francés............................................................................................. 148
Aceptación de la herencia. .................................................................................. 148
Efectos de la aceptación de la herencia.............................................................. 149
Renuncia de la herencia ..................................................................................... 150
La saisine ............................................................................................................ 150
Separación de patrimonios ................................................................................. 151
Colación .............................................................................................................. 152
Partición .............................................................................................................. 153
4. Derecho Italiano .............................................................................................. 154
Página
Herencia yacente ................................................................................................ 154
Aceptación .......................................................................................................... 154
Renuncia ............................................................................................................. 157
Separación de patrimonios ................................................................................. 157
Colación .............................................................................................................. 158
Partición .............................................................................................................. 159
Conclusión .......................................................................................................... 161
B. Derecho Latinoamericano............................................................................ 162
1. Argentina
............................................................................................ 162
De las sucesiones ............................................................................................. 162
Herederos ........................................................................................................... 162
Derechos del heredero ....................................................................................... 163
De las obligaciones del heredero ....................................................................... 163
Capacidad para suceder: .................................................................................... 164
Acciones atraídas por el sucesorio: .................................................................... 165
Cláusulas del testamento.................................................................................... 166
Aceptación y repudiación de la herencia ............................................................ 167
Aceptación de la herencia con beneficio de inventario ............................... 170
De los derechos y deberes del heredero beneficiario ........................................ 171
Del pago de los acreedores y legatarios ............................................................ 172
De la cesación del beneficio de inventario ......................................................... 173
De los albaceas .................................................................................................. 173
División de Pleno Derecho .................................................................................. 175
De la separación de los patrimonios del difunto y del heredero ......................... 176
Efectos de la División de Pleno Derecho ............................................................ 178
De la división de los créditos activos y pasivos................................................... 179
De la división de la herencia .............................................................................. 181
De la colación ..................................................................................................... 181
Caracteres de la partición ................................................................................... 182
Objeto de la Partición.......................................................................................... 182
Sujetos activos de la acción de partición ............................................................ 183
Modos y formas de la partición .......................................................................... 185
Formas de partición ........................................................................................... 186
Cuerpo general de bienes ................................................................................... 188
Efectos de la partición......................................................................................... 190
De las sucesiones intestadas.............................................................................. 191
Ordenes .............................................................................................................. 192
Derecho de representación ................................................................................. 194
De las sucesiones vacantes ............................................................................... 196
El proceso sucesorio extrajudicial en argentina .................................................. 197
2. El Derecho Sucesorio Peruano ............................................................ 200
3. Derecho Sucesorio Chileno ....................................................................... 205
Principios de la sucesión por causa de muerte. ....................................................... 206
Apertura de la sucesión. .............................................................................................. 207
Posesión de la herencia ............................................................................................ 207
Capacidad y habilidad para suceder. .......................................................................... 208
Derecho de representación. ........................................................................................ 209
Ordenes Sucesorios .................................................................................................... 209
Sucesión parte testada y parte intestada. ................................................................... 211
Sucesión testada. ........................................................................................................ 211
Apertura del testamento cerrado............................................................................... 211
Testamentos menos solemnes ................................................................................. 212
Testamento verbal..................................................................................................... 212
Derecho de sustitución. ............................................................................................. 212
Legitimarios................................................................................................................ 213
Aceptación. .................................................................................................................. 214
Página
Herencia yacente. ........................................................................................................ 215
Herencia vacante....................................................................................................... 215
Beneficio de inventario................................................................................................. 215
Acción de petición de herencia.................................................................................... 216
Partición de bienes....................................................................................................... 217
Partición por el causante. .......................................................................................... 218
Partición por los coasignatarios de común acuerdo................................................. 218
Partición por el juez partidor...................................................................................... 218
Efecto declarativo de la partición .............................................................................. 220
Obligación de garantía. ............................................................................................. 220
Nulidad y rescisión de la partición............................................................................. 220
Pago de las deudas hereditarias............................................................................... 221
Excepciones a la división a prorrata de las cuotas................................................... 221
Conclusión ................................................................................................................. 222
CAPÍTULO TERCERO
EL ACTUAL PROCESO SUCESORIO
COSTARRICENSE
SECCIÓN I. Derecho Sustancial....................................................................... 224
A. Código Civil................................................................................................... 225
Clases de Sucesión ............................................................................................ 228
Aceptación y renuncia a la herencia ................................................................... 236
El Albacea ........................................................................................................... 240
Pago de acreedores............................................................................................ 243
Partición de la Herencia ...................................................................................... 246
Página
B. Leyes Especiales.......................................................................................... 247
Ley de Derechos de Autor .................................................................................. 247
Ley de Tierras y Colonización ............................................................................. 250
C. Más allá del Código Civil ............................................................................. 255
SECCIÓN II. El actual proceso sucesorio costarricense..................................... 264
A. Proceso Sucesorio Judicial......................................................................... 264
Herencia Vacante................................................................................................ 268
B. Proceso Sucesorio Extrajudicial ................................................................ 281
Del proceso sucesorio notarial ............................................................................ 288
TERCERA PARTE:
NUEVA PERCEPCIÓN DEL PROCESO SUCESORIO
CAPÍTULO CUARTO
EL PROYECTO DE CÓDIGO PROCESAL GENERAL
COMO CAMBIO SIGNIFICATIVO AL
PROCESO SUCESORIO
SECCIÓN I. Introducción al proyecto de Código Procesal General. ................... 301
A. Versión inicial del Proyecto de Código Procesal General ........................ 301
1. Análisis General .............................................................................................. 301
a- Principios Procesales...................................................................................... 306
b- Principios Procesales que son contrarios al sistema ...................................... 311
2. Análisis Particular el Proceso Sucesorio ......................................................... 315
B. Última Versión del texto del Proyecto de Código Procesal General........ 325
Página
C. Principales modificaciones introducidas al texto del Proyecto .............. 326
SECCIÓN II. La confrontación del proceso sucesorio y el proyecto de
Código Procesal General .................................................................................... 328
A. Estudio del Proyecto de Código Procesal General ................................... 328
B. Comparación entre el Código Procesal Civil y el Proyecto de Código
Procesal General............................................................................................... 344
CONCLUSIONES ............................................................................................... 351
BIBLIOGRAFÍA ................................................................................................. 355
i
RESUMEN DEL TRABAJO FINAL DE GRADUACIÒN
Análisis histórico Jurídico del Proceso Sucesorio
Costarricense y su posible reforma por el Proyecto de
Código Procesal General.
JIMÉNEZ MARÍN (Juan Carlos) y RETANA RETANA (Andrés Alonso), “Análisis
histórico Jurídico del Proceso Sucesorio Costarricense y su posible reforma por el
Proyecto de Código Procesal General”, Tesis para optar por el título de Licenciado
en Derecho, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, San José, Costa
Rica, 2006.
DIRECTOR:
Lic. Jorge Jiménez Bolaños
PALABRAS CLAVES
Derecho Sucesorio, Proceso Sucesorio, Sucesión Extrajudicial, Partición de
Bienes, Código Procesal Civil, Código Civil, Ley de Sucesiones, Código Notarial,
Proyecto de Código Procesal General, Testamento,
Albacea, Herederos,
Acreedores, Herencia, Legatarios, Junta de Interesados, Inventario de Bienes,
Avalúo de Bienes, Derecho Comparado, aceptación de la Herencia, Causante,
Reapertura, Aspectos Históricos, Principios Procesales.
ii
RESUMEN
A lo largo de la vida jurídica de nuestro país, se ha dado una regulación
muy variada de las sucesiones mortis causa, iniciando con el periodo post
independencia se han dictado y aplicado diferentes cuerpos normativos referentes
a las distintas ramas del derecho y por ende al Proceso Sucesorio , desde
antiquisimas leyes españolas, pasando por normativas propias del periodo colonial
hasta las primeras leyes y códigos promulgados por los poderes del estado.
Dichas regulaciones fueron la base sobre la que se desarrollo nuestro
actual ordenamiento jurídico, en cual tambien se vió influenciado por legislaciones
europeas, como por ejemplo el derecho español y frances y legislaciones
latinoamericas como pueden ser el derecho argentino y peruano; lo cual ha
producido un derecho que ha intentado obtener lo mejor de cada influencia.
Hoy día nuestro proceso sucesorio, esta en una etapa de madurez que le
puede permitir alcanzar una mejor aplicabilidad de las normas que lo regulan,
tanto en la vía judicial como en la vía extrajudicial; pese a esto aún existe una
grave dilación en la finalización de las sucesiones tramitadas ante los órganos
jurisdiccionales lo que ha provocado la busqueda de una solución más
satisfactoria a esta situación.
iii
Debido a que en el ordenamiento procesal en general se han dado
circustancias similares que atentan a la celeridad procesal, así como a una justicia
pronta y cumplida es que ha surgido la iniciativa de modificar completamente la
legislación procesal mediante la implementación del Ante Proyecto de código
Procesal General, el cual en sus regulaciones referentes al proceso sucesorio le
da un trato más agíl pretendiendo una mayor celeridad en el transcurso y
finalización del proceso dando como consecuencia una satisfacción plena de los
objetivos de los interesados en la sucesión.
Por orta parte en el proyecto se ha omitido totalmente cualquier mención al
proceso sucesorio extrajudicial debido a que toda regulación concerniente a dicho
procedimiento debería realizarse dentro del Código Notarial o a través de
lineamientos de la Dirección Nacional de Notariado pero no deben estar incluidos
en un cuerpo normativo de índole procesal judicial.
1
INTRODUCIÓN
La muerte es un hecho normal en el transcurso de la vida, poniéndole fin a
esta pero dando inicio a una serie de situaciones que necesitan de la tutela del
ordenamiento jurídico, el cual ha establecido un proceso específicos para alcanzar
los objetivos como la justicia, la paz social, sin dejar de lado las metas particulares
de los interesados directos.
El interés por estudiar un tema como lo es el proceso sucesorio surge por la
importancia que reviste dicho proceso en la vida jurídica por la multiplicidad de
relaciones jurídicas que se pueden ver afectadas con el fenecimiento de una
persona.
Es vital que la regulación de este trámite sea clara, precisa y sin lagunas
para que las personas interesadas, quienes recién han perdido un ser querido no
pasen por un proceso largo y engorroso, sino que logren ver satisfechos sus
intereses sin dilaciones y sin formalidades excesivas.
Con la entrada en vigencia del Código Notarial se dio un intento de abrir el
trámite de la sucesión en vía notarial, tratando de darles mayores facultades a los
Notarios y de esta forma lograr una disminución de las sucesiones tramitadas ante
los órganos judiciales. Si bien el cambio fue sustancial con respecto a otras
iniciativas similares realizadas en los años ochenta, siempre se manifestó el
problema del poco desarrollo normativo del proceso en si.
2
Pese a lo anterior las facultades del notario no son tan amplias y su
conocimiento de este tipo de procesos quedó supeditado a ciertas formalidades y
a que los interesados cumplieran ciertos requisitos.
La legislación presentó varias lagunas que produjeron como resultado que
la sucesión “mortis causa” se tramitará en vía judicial en la mayoría de los casos
pese a ser un procedimiento de carácter administrativo que debería ser
competencia exclusiva de los notarios y que debería por ende estar fuera del
ámbito de la administración de justicia del Estado, con algunas excepciones
definidas previamente por el Ordenamiento Jurídico.
La posibilidad propuesta por el Proyecto de Código Procesal General de
que se pueda acudir a la vía notarial para tramitar las mortuales le brinda a los
interesados una opción para tomar sus propios acuerdos en relación con los
bienes hereditarios, cumpliendo sus expectativas en la partición de bienes de la
mejor forma posible sin que intervenga un extraño en la toma de decisiones y en la
formación de la voluntad, ya que mientras los herederos tengan el interés y logren
un acuerdo unánime acerca de la división de los bienes, se podrá evitar un largo y
lento proceso en vía judicial.
Este estudio pretende hacer un análisis de la sucesión “Mortis Causa” en su
aspecto procesal, todo esto a partir de las normas que se han aplicado en nuestro
país, ya sea por imposición de la Corona Española, con el desarrollo normativo
durante la colonia y la posterior promulgación de leyes por parte del incipiente
Estado Costarricense.
3
Más adelante se hace una breve revisión de otros ordenamientos jurídicos
con el fin de determinar el trato que se le da a este proceso en otros países y
comparar sus figuras, principios y reglas.
De seguido se desarrolla el actual proceso sucesorio, para posteriormente
contraponerlo al Proyecto de Código Procesal General en su última versión, de
esta manera podemos concluir si el Código Procesal General importa un cambio
significativo con respecto a la normativa vigente y si dicha modificación tendrá un
impacto positivo para el sistema de administración de justicia y para los
destinatarios de esta.
Es clave aclarar que no siempre que se propone un cambio estructural de
esta magnitud se logra implementarlo de la mejor manera, en este caso el
proyecto ha tenido una evolución de cinco años en los cuales ha sufrido algunas
variantes, que han pretendido un cambio radical del sistema de administrar
justicia, para convertirlo de uno netamente escrito, lento y lleno de formalidades,
en uno que si bien tendrá su cuota de formalidad, pretende ser oral, en donde se
busca que los procesos sean mas céleles sin sacrificar el ideal de alcanzar justicia
para los administrados.
En última instancia esto solamente se podrá constatar luego de su
aprobación y promulgación, con su debida entrada en vigencia y con la práctica en
los Tribunales de Justicia, en donde jueces abogados y usuarios, deberán
amoldarse a estos cambios.
4
OBJETIVOS GENERALES
1- Actualizar el desarrollo investigativo que sobre este tema se ha realizado en
años anteriores, ya que los trabajos investigativos de inicio de la década del
noventa, no contemplaron la introducción del actual Código Notarial (1998) ni el
Proyecto de Código Procesal General (2001).
2- Hacer una comparación de los cambios que han ocurrido a nivel legislativo y
jurisprudencial con la antigua, la actual legislación y las modificaciones
propuestas por el Proyecto de Código Procesal General.
3-Comprobar a nivel doctrinal si la reforma propuesta con el Proyecto de Código
Procesal General y el desarrollo que este hace de los principios procesales,
provocarán beneficios (o perjuicios) significativos en la tramitación de los
diferentes procesos y en especial del proceso sucesorio.
4- Comparar nuestro sistema jurídico con otros sistemas extranjeros (Argentina,
Perú, España, etc.), con el fin de dilucidar si la evolución de nuestro
ordenamiento jurídico se encuentra en una situación de paridad con esos otros
sistemas jurídicos.
5
OBJETIVOS ESPECIFICOS
1.- Estudiar el desarrollo histórico que ha tenido el tratamiento normativo del
proceso sucesorio.
2.- Realizar un análisis del proceso sucesorio en el derecho comparado.
3.- Desarrollar un estudio crítico del actual proceso sucesorio.
4.- Realizar una comparación de la iniciativa del Código Procesal General con el
proceso sucesorio actual.
HIPÓTESIS DEL TRABAJO
Si se llega a adoptar el Código Procesal General, ¿el Proceso Sucesorio
Extrajudicial se constituirá en la principal vía a seguir al tramitar las Sucesiones
Mortis Causa? Esto en razón de que se pretende que las sucesiones acudan a
esa vía por sobre la judicial. ¿Será realmente menos restringida esta opción que
en el pasado?
¿El Proyecto de Código Procesal General traerá efectivamente la
unificación de las normas procesales en nuestra legislación y específicamente en
6
el Derecho Sucesorio? ¿Esa unificación será positiva o traerá más problemas en
esta rama del Derecho (Derecho Sucesorio)?
METODOLOGÍA
El método utilizado en nuestra investigación, es el descriptivo- comparativo,
pues se concentra en la descripción de la evolución histórica, así como de la
realidad
actual
del
proceso
sucesorio
a
nivel
legislativo,
doctrinal
y
jurisprudencial, todo esto con el fin de realizar un análisis comparativo, a partir del
Código Procesal General.
ESTRUCTURA
Este trabajo se compone de tres partes. La primera está estructurada por
un único Capítulo, dividido en tres Secciones, que desarrollan la evolución
histórica del proceso sucesorio en Costa Rica. La segunda parte, con dos
Capítulos que se centran en analizar el Derecho extranjero, tanto europeo como
latinoamericano y unas nociones básicas del derecho nacional (capítulo segundo);
así como el estudio del actual proceso sucesorio (capítulo tercero). La tercera
parte se focaliza en el proyecto de Código Procesal General, su primera Sección
nos introduce a este cuerpo normativo y en la segunda Sección se confronta dicho
proyecto con el proceso actual.
7
PRIMERA PARTE ASPECTOS HISTÓRICOS
CAPÍTULO PRIMERO: EVOLUCIÓN DEL PROCESO SUCESORIO
EN COSTA RICA
SECCIÓN I: EL PROCESO SUCESORIO DESDE LA COLONIA HASTA
LA INDEPENDENCIA.
El inicio de nuestro estudio toma como punto de partida el Derecho Español
ya que es el primero en marcar el desarrollo del derecho no sólo de Costa Rica,
sino de Latinoamérica por haber sido la gran colonia española, su influencia fue de
tal magnitud que se manifestó muchos años después de la Independencia.
Históricamente no se puede hablar de Derecho Español, debido a que en sus
inicios no existía un estado español propiamente dicho, sino varios reinos
separados dentro del territorio conocido actualmente como España, los cuales
tenían su normativa también separada.
El Renacimiento trajo a España cierta unificación. Las tropas islámicas
fueron expulsadas definitivamente de la península (1492); los reinos de Castilla,
León y Aragón llegaron a unirse en 1479, diez años después del matrimonio real
de Isabel
y Fernando; en
el desarrollo del Real Patronato de la Iglesia, un
conflicto de 1482-1486 confirma, finalmente en forma clara, la preeminencia de
la Corona sobre el Vaticano, y en el transcurso del período renacentista, la
Corona logra añadir varios elementos más a este complicado patronato, que en
1508 es extendido hacia las Indias.
8
El Derecho Indiano, dejando aparte las normas específicamente dirigidas a
regular la situación de los indios y de los mulatos, así como ciertas cuestiones
referidas al régimen de propiedad de bienes inmuebles, era bastante parco en
materia civil. En términos generales, las Siete Partidas constituyeron la fuente más
importante del Derecho Civil aplicado en Indias hasta el siglo XIX. En esta materia,
sus normas revelan una fuerte dependencia de las instituciones y principios del
Derecho Común. 1
La creciente legislación monárquica que acompañaba esta centralización del
poder hizo necesaria una compilación de las leyes, ordenanzas y pragmáticas,
vigentes en Castilla. El primer intento de poner orden en esta materia son las
Ordenanzas Reales de Castilla, compiladas por Montalvo en 1484. Más tarde,
después de repetidas quejas de las autoridades, se expiden en 1505 las 83 Leyes
de Toro. Como esta obra era insuficiente para poner orden en el derecho español,
Felipe II promulga, en 1567, la Nueva Recopilación, compilación panorámica del
derecho español, que coexiste luego con los derechos forales y con las Siete
Partidas, expresamente conservados en vigor. Esta obra es aumentada y
corregida en los años de 1581, 1592, 1598, 1640, 1723, 1745, 1772, 1775 y 1777,
reestructurándose luego el material en forma completa, en la Novísima
Recopilación de 1805.
Además es en esta época que España desarrolla las bases del "Derecho
1
SAENZ CARBONELL (Jorge) Historia del Derecho Costarricense. San José, Editorial Juricentro,
1ª edición, 1997, p. 167.
9
Indiano”.
En 1505 las Leyes de Toro prohíben el uso forense del derecho romano,
disposición
repetida
en la
Nueva Recopilación de 1567, pero no fielmente
observada en la práctica, debido a que si en la realidad una norma o principio es
necesaria, aunque sea eliminada del derecho positivo, se seguirá usando en las
relaciones entre personas.
A. NORMATIVA VIGENTE EN COSTA RICA HASTA 1841
Luego de la conquista y colonización del nuevo mundo y al establecer más
fuertemente su dominio político sobre América, en los siglos XV y XVI, la Corona
de Castilla y León prácticamente desplazó a los ordenamientos jurídicos
precolombinos, que fueron sustituidos en casi todas las materias por otros dos: el
propio ordenamiento jurídico Castellano-Leonés y el Derecho Indiano.
En las Indias existía una gran variedad de situaciones jurídicas no
contempladas hasta ese momento en las leyes y costumbres de Castilla y León,
por esta razón se hizo necesario que las autoridades peninsulares y sus agentes
emitiesen una importante cantidad de normas nuevas las cuales alcanzaron
grandes dimensiones y características propias, al punto de convertirse en lo que la
historiografía denomina Derecho Indiano.
A finales del siglo XVI sus proporciones eran tan grandes, que se consideró
indispensable el recopilarlo y ordenarlo por materias. Fruto de este esfuerzo fue la
llamada Recopilación de Leyes de los Reynos de las Indias, promulgada
oficialmente por el Rey D. Carlos II en 1680. Naturalmente, la Recopilación no
10
significó la paralización de la producción normativa; de modo que el Derecho
Indiano, en el caso de Costa Rica por ejemplo, comprende, además de la
Recopilación casi ciento cincuenta años de legislación no recopilada. Todo ello,
sin tomar en cuenta que la Recopilación fue solamente un esfuerzo parcial y que
dejó vigentes multitud de normas emitidas con anterioridad a 1680. 1
De esta forma se hace notorio que la normativa indiana no era de ningún
modo, representativa de todo el mundo jurídico colonial, sino más bien era un
apartado de todo ese derecho. El grueso de sus preceptos trataba sobre asuntos
de Derecho Administrativo, Tributario, Eclesiástico y Laboral. Eran sumamente
escasas las normas indianas relativas a Derecho Civil, de Familia, Mercantil,
Procesal, Penal, etc. La razón de esta especialización del Derecho Indiano es muy
sencilla, lo que ocurría era que todas esas ramas del Derecho ya tenían una
regulación exhaustiva en el ordenamiento jurídico castellano-leonés, y que no
había motivos para dictar nuevas reglas en Indias sobre las mismas materias se
ajustó la realidad de Las Indias a las leyes españolas vigentes. En cambio, las
normas peninsulares para las situaciones administrativas, tributarias, eclesiásticas
y laborales novedosas que planteaban las Indias resultaban insuficientes,
inadecuadas o anticuadas; muchas veces se hacía necesario emitir nuevas
normas debido a que aparecía una situación que no estaba regulada.
1
PADILLA VELÁSQUEZ (Sagrario) Régimen Patrimonial de la familia en el Código General de
1841, San José, Tesis para optar el título de Licenciada en Derecho, Facultad de Derecho
Universidad de Costa Rica, 1988. p. 24.
11
En la Ley II del Título II del Libro II de la Recopilación de Indias, conforme a
una disposición de D. Carlos I de 1530, confirmada después por los Reyes D.
Felipe II y D. Felipe IV se estableció lo siguiente:
"Ordenamos y mandamos, que en todos los casos, negocios y pleytos en
que no estuviere decidido, ni declarado lo que se debe proveer por las leyes de
esta Recopilación, o por Cédulas, Provisiones, u Ordenanzas dadas, y no
revocadas para las Indias, y las que por nuestra orden se despacharen, se
guarden las leyes de nuestro Reyno de Castilla conforme a las de Toro, así en
quanto a la substancia, resolución y decisión de los casos, negocios y pleytos,
como a la forma y orden de substanciar”.
1
Esta norma establece la supletoriedad del Derecho de Castilla (de forma
exclusiva, dejando a un lado los derechos de los otros reinos españoles) con
respecto al Derecho Indiano. Cualquier situación jurídica no regulada por el
Derecho Indiano debía en consecuencia, resolverse mediante la aplicación del
ordenamiento jurídico castellano. Lo cual debió implicar la aplicación de las
normas no en su sentido literal sino adecuándose lo más posible a una realidad
completamente diferente a la que produjo su promulgación.
Por ultimo, es necesario referirse al hecho de que la ley transcrita manda
guardar las leyes de Castilla "conforme a la de Toro". Es decir, que el
ordenamiento castellano debía aplicarse en Indias (al igual que se aplicaba en
Castilla) de conformidad con la jerarquía establecida entre las diversas fuentes del
1
Ver PADILLA VELÁSQUEZ, op. cit., p. 25.
12
Derecho por una de las leyes que la Reina doña Juana I promulgó en las Cortes
celebradas en la ciudad de Toro en 1505.
“En esta ley de Toro, el orden de prelación entre las diversas fuentes del
Derecho castellano quedó fijado así:
1° Las propias leyes emitidas en Toro.
2° El Ordenamiento de Alcalá promulgado por D. Alfonso XI el Justiciero en
1348 (y, en realidad, todo el Derecho emitido por los Reyes hasta 1505).
3° Los Fueros de los diversos municipios.
4° las Siete Partidas de D. Alfonso X el Sabio.” 1
Posteriormente en 1567 el Rey D. Felipe II sancionó oficialmente la Nueva
Recopilación de las leyes de Castilla, en la que se refundieron las leyes de Toro y
el Ordenamiento de Alcalá, lo cual afectó el orden de prelación, dejando en primer
término a la Nueva Recopilación y al Derecho Real promulgado después de 1567,
en segundo lugar a los Fueros municipales y en tercero a las Partidas.
La Corona continuó legislando, y en 1805 se hizo necesaria la promulgación
por D. Carlos IV de una Novísima Recopilación, que se superpuso a la Nueva en
el orden de prelación. Después, entre 1805 y 1821, muchas nuevas leyes se
agregaron al ordenamiento jurídico castellano.
Agréguese a esto el hecho de que, entre 1810 y 1814 y después entre 1820
y 1821 funcionaron las Cortes de la Monarquía Española cuya producción jurídica
era igualmente vinculante para España y para América sin distinciones.
1
Ver PADILLA VELÁSQUEZ, op. cit., p. 27.
13
Al separarse de España, Costa Rica empezó a producir Derecho; otro tanto
hicieron las autoridades de la República Federal de Centro América y las
autoridades estatales costarricenses del período federal.
La jerarquía normativa definitiva a consultar en la Costa Rica de 1841 era la
siguiente:
“1° Las normas emitidas por Costa Rica como Estado soberano, entre 1838 y
1841.
2° Las normas federales centroamericanas de 1823-1838.
3° Las normas estatales costarricenses anteriores a 1838.
4° Las leyes de las Cortes españolas de 1810-1814 y 1820-1821.
5° Las leyes indianas posteriores a la Recopilación.
6° La Recopilación de Indias de 1680.
7° Las leyes castellanas de 1805-1810 y 1814-1820.
8° La Novísima Recopilación.
9° La Nueva Recopilación.
10° Las Partidas (los Fueros municipales castellanos sólo se aplicaban en los
municipios a los que habían sido otorgados).”
1
FUERO REAL DE ESPAÑA
De Alfonso IX. Al instaurarse la sociedad española, el Código de la
Monarquía Visigoda dejó de ser útil en España. Se creó en su lugar la legislación
basada en los fueros de las distintas comunidades. Esta fue una situación
1
Ver PADILLA VELÁSQUEZ, op. cit., p. 28.
14
transitoria, por cuanto dichas legislaciones locales darían origen posteriormente a
la legislación común. De esto se observa un orden lógico que desemboca en una
mayor unificación del ordenamiento jurídico.
En su Libro III, Título V: De los testamentos; la ley VII señala cuales
personas no pueden fungir como albaceas o cabezaleros de los testamentos, es
decir, la persona encargada por el testador de cumplir su última voluntad; los
imposibilitados eran: los siervos, curas, menores de edad, los locos, herejes,
moros, judíos, mudos, sordos de nacimiento, delincuentes, traidores, condenados
a muerte y los desterrados.
1
Se nota una marcada estratificación de la sociedad,
influida por la Iglesia Católica.
Más adelante en su Título IV: De las herencias, cabe recalcar la ley XV:
aquel que nombra como su heredero a su acreedor o a su fiador: al recibir el
heredero la herencia correspondiente, pierde la demanda que hubiera planteado
contra el causante; pero si este no hubiera hecho manda porque aquel es su
pariente, es necesario entregarle a éste lo que se le adeuda y después se reparta
lo que sobra. 2 Queda dentro del sucesorio con dos posiciones, una privilegiada ya
que se deben pagar las deudas en primer lugar; y otra normal como heredero ya
que si sobra algún bien lo heredará.
Al revisar la ley XVI vemos nuevamente la fuerte influencia de la Iglesia
1
GARNIER CASTRO (Eugenia). Institución testamentaria en la Colonia costarricense, San José,
Tesis para optar el título de Licenciada en Derecho, Facultad de Derecho Universidad de Costa
Rica, 1977. p. 115.
2
Ibid., p.120.
15
Católica en esos tiempos, es tal que se limita la voluntad del causante (sea clérigo
o lego) ya que si quiere nombrar heredero al judío y al moro tal nombramiento no
vale, pasando dicha herencia a manos del Rey. Solamente se puede instituir como
heredero a una persona cristiana.
LEYES DEL ESTILO: DECLARACIONES SOBRE LAS LEYES DEL FUERO
No fueron dictadas ni promulgadas por ningún rey, en ninguna corte o
comunidad. Es muy posible que estas declaraciones del Fuero Real gozaran de
tanta autoridad como el Código mismo que explican y completan. Son la
jurisprudencia de los tribunales del estado. Muchas de ellas por su trascendencia
fueron trasladadas a la Novísima Recopilación.
Un ejemplo interesante que debe haber salido de la práctica cotidiana consta
en la ley CXCV, que aquel individuo que haya recibido testamento a su favor en la
Cancillería, debe apersonarse en esta durante tres días consecutivos hasta que el
testamento sea leído. Si al tercer día no acude, el testamento no será pregonado y
sellaran la carta. Esta sería una forma de manifestar el interés de dicha persona
en que se abriera la sucesión y así poder recibir su herencia.
LEYES NUEVAS
Se crearon con el fin de poner al día la legislación, fueron dadas por el Rey
Don Alfonso El Sabio, después del Fuero Real.
En su ley XXI: Herencias que se venden a escondidas: Un individuo vende la
herencia a otro, teniendo pariente próximo. Este último lo demanda alegando tener
derecho a él. El demandado responde que lo hizo porque el demandante no se
16
presentó a reclamarla a los catorce días. Sin embargo, el Rey dice que no se
puede vender ni causar daño a ese pariente. 1
Se buscaba con esta norma limitar una práctica que lesionaba los intereses
de los herederos, los cuales se veían burlados por quien estaba en posesión de
los bienes para obtener una ganancia con la venta ilegal de la herencia.
La siguiente norma toma en cuenta el derecho de los acreedores de ser
pagados por deudas del causante. Ley XXIV: De las herencias vendidas que son
después reclamadas por acreedores: Algunos hombres han comprado herencias y
tienen cartas de compra. Pasado el tiempo, otros hombres se apersonan a
reclamar, mostrando cartas de deudas que deben cancelar quienes vendieron la
herencia, e indicando que ellos son fiadores y deudores de todo y que, por
consiguiente, aquella herencia les pertenece en su calidad de fiadores. Quienes
compraron esa herencia alegan ser sus tenedores y que no tienen por que
responder. El Rey manda que, una vez que la obligación se pague, el demandante
está en todo su derecho a reclamar por lo que es después vendido, o empeñado.
Pero, si demandara lo vendido o lo empeñado a aquel que lo empeñó o
vendió, los bienes deben regresarse a quien, a su vez, los vendió o empeñó. 2
1
2
Ver GARNIER CASTRO, op. cit., p. 124.
Ibid., p. 124.
17
LAS SIETE PARTIDAS
Fueron redactadas por Alfonso X en 1256, aún así no llegaron a derogar al
Fuero Juzgo por cuanto estaban escritas en un lenguaje más culto y de cierta
forma artificial. Fueron promulgadas como ley por Alfonso XI, en 1348.
Las reglas del Derecho sucesorio estaban definidas fundamentalmente por
la Partida VI y diversas normas del Fuero Real y la Nueva Recopilación Se
establecía la sucesión testamentaria, fundamentada en un sistema de herederos
forzosos (con porciones fijas) y herederos voluntarios, y se permitía al testador
instituir legados y, en ciertas condiciones, fundar mayorazgos.
A falta de testamento existía la sucesión intestada o legítima. En este caso,
estaban llamados a heredar en primer término los descendientes legítimos, sin
distinción de sexo, y a falta de éstos los legitimados; si el difunto no dejaba
descendientes, lo heredaban sus ascendientes. A falta de unos y otros entraban a
suceder sus hermanos, sus sobrinos, sus tíos y por último sus primos. En caso de
que alguno de los parientes hubiese muerto con anterioridad, se reconocía a sus
descendientes el derecho de representación. En caso de no existir parientes en
línea directa ni colateral, los bienes del difunto pasaban a la Corona.
Se permitían el testamento por comisario o apoderado y el otorgamiento de
codicilos o adiciones al testamento.
1
SAENZ CARBONELL, op. Cit. p. 170
1
18
En tanto que los Fueros señalaban un orden de prelación para la sucesión
intestada en el cual debía llamarse primero a los ascendientes y después proceder
a llamar a los colaterales, esta Partida reviste a todos con los mismos derechos.
Título I: De los testamentos, Ley V: Señala aquel que por derecho, no puede
hacer testamento, puede hacerlo si, el Rey le da la autorización; y como vale el
testamento en el que el nombre del Rey es escrito como testigo: Si se le da ese
poder puede hacerlo como los otros hombres. Si el Rey es nombrado como
testigo, el testamento vale sin necesidad de que otro sea testigo. 1 Se pueden
llegar a omitir ciertos requisitos de validez del testamento siempre que el rey de su
autorización.
La ley VII autoriza el testamento que el padre hace entre sus hijos cuando no
se hace adecuadamente; por lo general si el testamento no se hace de las
maneras dichas no vale, pero si el padre lo hace estableciendo como herederos a
sus hijos y a sus nietos, o partiere lo suyo entre ellos, ante dos testigos, vale como
si fuera hecho ante siete testigos. Esto mismo vale cuando el padre o el abuelo
partiesen lo suyo por palabra entre sus hijos y sus nietos, ante los testigos. Si en
el testamento se nombra como heredero a un extraño, no vale, salvo si es por
escrito. 2 Se protege así el derecho de los hijos en un caso de imposibilidad de
reunir a los testigos necesarios, ya que la disposición del causante no lesiona a
terceros.
1
2
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p.131.
ibid p. 132.
19
Con base en la ley XVIII no se podía abrir un sucesorio cuando se hacía
necesario derogar eI testamento por cambiar de estado el causante.
Existían tres formas en que sucedía el cambio de estado; la primera, cuando
el testador era condenado a sufrir alguna pena, lo cual suponía una "capitis
diminutio" máxima. Pierde la familia, la ciudad, la libertad.
La segunda cuando por juicio, es desterrado para siempre en alguna isla. Lo
anterior producía una "capitis diminutio” media. Por esto, pierde la ciudad y la
familia. Finalmente la tercera se daba cuando el que no esta en poder de otro cae
en él. Produce capitis diminutio mínima. Pierde la familia.
Estas tres situaciones eliminaban la posibilidad de que operara la transmisión
por vía de testamento de los bienes del fallecido.
La ley XIX permitió que a pesar de lo establecido en la disposición anterior se
pudiera hacer valer el testamento quebrantado por alguna de las tres causas
anteriores, solamente se debía confirmar el testamento por carta o por palabra
delante de testigos. De esta forma se podía abrir el proceso sucesorio para que
los instituidos como herederos recibieran los bienes según la voluntad del
testador.
Siempre que se quiere abrir una mortual presentando un testamento es
necesario constatar si no existe uno posterior que lo deje sin efecto, la ley XXII nos
presenta varias razones por las cuales el testamento que fue hecho primero no se
deroga por otro que se hace después:
20
“1) Cuando el padre hace el testamento en el que establece por herederos a
sus hijos y después hace otro en el que no hace mención al primero.
2) Cuando el testador dice que el testamento que hace quiere que valga para
siempre y no quiere que valga otro testamento que hubiere hecho antes o que
hiciere después. Si luego cambia de parecer y hace otro, debe indicar que revoca
al anterior.
3) Cuando un hombre hace su testamento ante siete testigos y establece
como heredero a un hombre extraño; si después hace otro ante cinco testigos, en
el que nombra como heredero a un pariente, vale este segundo testamento y no el
otro.” 1
Otra situación en la cual el testamento queda sin efecto la presenta la ley
XXIV, dice que se deroga el testamento cuando el que lo hace rompe la carta o
quebranta los sellos, lo que pondría en entredicho la autenticidad del testamento y
de sus disposiciones, negándole la posibilidad de que sirva como base a un
proceso sucesorio.
Las leyes XXVI, XXVII, XXVIII y XXIX explican que sucede cuando alguien:
embarga (o estorba) a otro para que no pueda hacer testamento.
Las razones por las que los hombres proceden a embargar aquellos
testamentos que no se hacen a su favor serían: cuando es de su conocimiento
que aquel que los nombró sus herederos, decide redactar un nuevo testamento;
1
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p. 142.
21
otros hacen que su pariente muera sin manda que heredar; otros obligan por la
fuerza al testador o amenazan a Escribanos y testigos.
Si lograran, de buena manera, que el testador no hiciera testamento, no
sufrirán pena alguna. De otro lado la pena consistía en perder el derecho que
tenga a los bienes, los que pasaban a la Cámara del Rey.
Sin embargo, los hijos que aplicaran al padre cualquiera de los casos
anteriormente citados perderán todo derecho a los bienes paternos y viceversa.
La pena para el señor del siervo a quien alguno nombró heredero, cuando
"embarga" para que se haga otro testamento, era que los bienes serán de los
parientes más próximos del heredero.
En la ley XXXII se muestra el amparo que debe darse a peregrinos y
romeros. Todos los juzgadores y oficiales deben guardar y amparar a peregrinos y
romeros.
Si una persona fallecía durante una romería o peregrinación, por ser esta una
actividad de carácter religioso, era imperativo proteger a estas personas; la ley
XXXI señalaba lo que debía hacerse. “Aquel en cuya casa muriese, debe llamar a
vecinos del lugar, de probada honestidad: a ellos mostrará los bienes del difunto
(romero), mismos que deberán escribirse. Después, se darán a guardar al Obispo
o a su Vicario. Si alguno probara ser heredero de esos bienes los recibirá de
inmediato. Si se presentara el caso de que el hostelero tomara o encubriera
22
alguno de los bienes del difunto, se le cobrará tres veces el doble del costo del
objeto.” 1
Título II: Como deben abrirse los testamentos:
La ley I establece un principio que permanece invariable a través de los
siglos y es que quien demande ante el juez para que se abra el testamento, el que
lo pide, debe jurar que no lo hace maliciosamente, sino porque en él hay alguna
cosa que le fue dejada a él o a aquel por quien lo demanda. En otras palabras,
debe ser demostrado un interés legítimo para poder acudir al juez para que dé
inicio al proceso sucesorio.
El contenido de la ley II nos indica cuando puede pedirse que se abra el
testamento, esto sólo puede ser luego que muere el testador. Si fue hecho en el
lugar donde se pide que se abra, debe hacerlo notar así al juez. Si alguno en cuya
posesión obra el testamento, negara a abrirlo, debe pagar a quienes piden que se
abra todo lo que les fue dejado en él, así como el daño y menoscabo.
“Ley III: De que manera y ante cuales hombres debe abrirse y ser mostrado
el testamento: Debe ser abierto ante el Juez Ordinario y de los testigos. Si alguno
de los testigos niega que el sello puesto sea el suyo, siempre se abrirá. Si el juez
no puede conseguir a los testigos y considera que puede darse algún daño o
embargo si el testamento no se abre, debe hacer venir ante sí hombres de
probada honestidad, y abrirlo ante ellos. Luego, lo hará leer, Después, lo cerrará y
mandara que aquellos hombres pongan sus sellos en él. Si después llegan los
1
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p.145.
23
testigos iniciales, les debe mostrar el testamento para que reconozcan los sellos,
jurando, además, que ellos fueron los testigos y el lugar donde atestiguaron.
Después se procederá a trasladar el testamento a un registro. Posteriormente, se
dará a los herederos.” 1
Luego, de acuerdo a la ley V; el juez dará los bienes a quien así
corresponda, sin consignar la fecha y hora en que el traslado se haga. El juez
reserva el derecho a no entregar aquello de lo cual él considera puede originarse
peligro.
Ahora bien, para adquirir la calidad de heredero el Título III nos dice como
deben ser establecidos los herederos por el testador, ya que si estas normas no
son cumplidas, el interesado en la herencia quedaría fuera del proceso.
En primer lugar debe ser establecido en un testamento y el heredero debe
nombrarse indicando que lo es de todo o de parte (leyes VII y VI). Por otro lado, en
la ley X se especifica que el testador debe escribir claramente el nombre del
heredero o sus características, de manera que no haya lugar a dudas: si no, se
abre el sucesorio ab intestato.
Cuando los herederos son muchos la ley XVII regula el como debe ser
repartida la heredad; si son tres o cuatro hombres, serán herederos por partes
iguales. Si estableció herederos indicando expresamente lo que a cada uno le
corresponde, pero a uno no se le estipula, aquellos deberán repartirse entre sí su
parte, y a éste le tocará lo que sobre de la heredad, mandas y deudas. Esto último
1
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p.146.
24
es recalcable ya que primero se reparten los bienes entre aquellos, lo cual podía
perjudicar a los acreedores, luego se pagan las deudas y se cumplen las mandas
si las hubiera, y si llega a sobrar algo iría a manos del otro heredero
La figura de la sustitución aparece estipulada en el Título V, esto para dar la
posibilidad al testador de nombrar otros herederos en caso de que los que hubiera
establecido originariamente no pudiera llegar a heredarle. Sustituto es el heredero
de segundo grado.
En la ley I se señalan los tipos de sustitución:
“1) Vulgaris: sustituye al primer heredero.
2) Pupillaris: se refiere al mozo menor de catorce años y a la moza menor de doce
años.
3) Exemplaris: pueden aplicarlo los padres y los abuelos en caso de que sus
descendientes sean locos o desmemoriados; pueden así, establecer a otros por
herederos.
4) Compendiosa: establecimiento que se hace con brevedad.
5) Brevilocua: sustitución que se hace en pocas palabras.
6) Fideicommisaria.”
1
El Título VI en su ley I: señala que para aceptar la herencia se debe pedir un
plazo al Rey o al Juez del lugar donde está la mayor parte de la herencia del
finado. El señor del siervo pide el plazo, lo mismo que el hijo menor de veinticinco
años. El plazo concedido por el Rey es de un año; cuando lo concede un juez, es
1
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p.160.
25
de nueve meses, aunque pueden rebajarlo a cien días, todo esto según la ley II.
Es importante decir que mientras durara el plazo era prohibido vender bienes
y en caso de no aceptarla el heredero debía devolver los bienes que hubiera
tenido en su poder.
La ley V muestra la opción para el heredero de aceptar la herencia
renunciando al plazo de aceptación, debiendo realizar un inventario en una
escritura que comprenda los bienes del testador. “Los herederos deben empezar a
hacerlo a los treinta días contados a partir del momento en que saben que son
herederos, y deben acabarlo en tres meses. Se da un año más en caso de que los
bienes no estén localizados en un lugar. Deben emplearse los servicios de un
Escribano.” 1
Estipula la ley VII las consecuencias de la realización del inventario, entre las
cuales cabe mencionar que al heredero que hace el inventario, no le deben iniciar
litigio los que han de recibir las mandas. Después de acabado, el heredero no
debe responder a los acreedores, si no hasta que se "montaren" los bienes y la
heredad que se describieron en el inventario. Este heredero no tiene que dar o
pagar las mandas hasta que sean pagadas todas las deudas que el testador
debía. En estas dos normas se aprecia en cierta medida lo que hoy se conoce
como beneficio de inventario, esto debido a que una vez terminado el inventario es
cuando se pueden cumplir las mandas y pagar las deudas, porque es en ese
momento que los bienes han sido determinados, además pareciera que la
1
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p. 168.
26
realización del inventario limita la responsabilidad del heredero con respecto a las
deudas del causante solamente a los bienes que podría heredar.
También se encontraban reguladas las penas por las faltas en que podía
incurrir el heredero mientras realizaba el inventario; por ejemplo la ley IX que
penaba al heredero que hace el inventario maliciosamente, debiendo pagar el
doble de lo que encubrió o hurtó a los que debían recibir los bienes del muerto,
que seguramente eran aceptantes puros y simples y no tenían mayor
conocimiento del inventario. Esto lo debe hacer el juez en el término de un año.
Podía ocurrir que el heredero incumpliera el plazo otorgado, por lo tanto
debía pagar las mandas y las deudas de sus propios bienes y de los que recibe
del testador, lo anterior de acuerdo a la ley X.
En su Título XIV se indica como debe ser entregada la herencia al heredero
por razón de testamento o de parentesco (sucesión testamentaria o ab intestato).
Cuando se dice entrega en la ley quiere decir apoderamiento corporal que
recibe el heredero, de los bienes de la herencia que le pertenecen. El
apoderamiento puede darse de dos maneras: cuando el heredero demanda sólo la
posesión y la tenencia de los bienes; y, cuando demanda la propiedad y la
posesión de ellos.
La ley II afirma que la entrega de la herencia al heredero debe demandarse
mostrando el testamento ante el juez. La entrega no debe ser embargada o
estorbada, aunque el tenedor de los bienes alegue la falsedad del testamento o
que quien lo mandó a hacer no tenía derecho.
27
En la ley III se menciona un caso interesante que sucede cuando dos
herederos le muestran cartas de testamento al juez alegando un derecho
exclusivo, el juez debe estudiar ambos testamentos y oír las razones de ambas
partes. Aquel que demuestra que tiene mejor derecho es heredero único de la
herencia. Si ambos mostraren igual derecho deben heredar por igual, lo cual
ocurriría si los dos testamentos son de la misma fecha y omitan la revocación del
otro, de lo contrario debería haber uno que revoque al anterior.
Si el heredero no tiene en su poder los bienes, entonces el que es tenedor de
ellos debe entregarlos junto con los frutos salvo que, de buena fe, los tomara. (Ley
IV).
El tema de la partición de la herencia es introducido en el Título XV. Los
herederos pueden demandar la partición en cualquier momento. Las cosas
pueden ser repartidas según manda el testador o si no de acuerdo a las leyes.
Pero si se da el caso que entre los bienes hay cosas nocivas, éstas no deben
repartirse sino quemarse y destruirse. Si se hallan bienes mal ganados se deben
devolver a su dueño; si no se sabe a quien pertenecen, se deben dar por Dios.
(Leyes I y II)
En la ley IX se estipula que cuando la partición se hace delante del juez, éste
debe mandar, que los herederos se den caución o fianza unos a otros, esto en
caso de que algún extraño demandara tener mejor derecho sobre algún bien, ya
que de ser así, los otros herederos deben hacer enmienda de lo que pierda el
heredero en Juicio.
28
ORDENAMIENTO DE LEYES: EL ORDENAMIENTO DE ALCALÁ
Fue dictado por Don Alfonso el Onceno en 1348, el Ordenamiento de Alcalá
“reguló la legislación, designando la autoridad que correspondía a los Fueros
Reales y Locales. Es decir, se agruparon, ahora como ordenamientos, leyes ya
promulgadas, relacionadas en primera instancia con contratos, sucesiones,
derecho penal, derecho procesal y las prelaciones de leyes en el derecho
nobiliario.” 1
Una vez dictado el ordenamiento, el Fuero Juzgo fue revestido de mayor
autoridad que las Partidas. Los Reyes Católicos confirmaron el ordenamiento de
Alcalá en las Leyes del Toro.
EL FUERO VIEJO DE CASTILLA 1356
“Es el Código legal más respetado en España. El autor de las primeras leyes
de este Fuero fue el Conde de Castilla, Don Sancho García. Este Fuero era
aplicable a toda Castilla.” 2
En el Libro V, Título II se refiere a las herencias y de como los herederos
deben pagar las deudas y pagar un peso antes de partir y de las mandas y de lo
que deben hacer los herederos cuyos bienes dejados por el padre o la madre, no
alcanzan para pagar sus deudas.
1
2
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p.209.
Ibid p.211.
29
ORDENAMIENTO DE MONTALVO U ORDENANZAS REALES DE CASTILLA
1484
Se trata de una recopilación de las leyes de Castilla. Fue dividida en ocho
libros, esta recopilación presento una serie de defectos. Se ordenó por el Rey Don
Fernando y la Reina Isabel.
El Título II trataba de los testamentos y de las mandas, en su ley IV señala la
obligación del albacea publique el testamento ante el Alcalde, esto dentro del
término de un mes. El Alcalde lo hará leer ante sí públicamente. Si el cabezalero
no cumple con esto, pierde la manda, que deberá darse por el alma del difunto. 1
Esto rige también para todo hombre que tenga el testamento aunque no sea
cabezalero. Y si ninguna cosa se hubiere mandado en el testamento, pagará el
diezmo de su valor. Si el lego hace heredero al clérigo, éste debe enseñarlo ante
el Juez Seglar.
LEYES DEL TORO
“Se conocen en 1505 y observan el mismo orden de prelación que el
establecido por el Ordenamiento de Alcalá, pero anteponiendo las Leyes del Toro.
Suman en total, ochenta y tres leyes que no integran código alguno y no tienen
ninguna conexión entre sí cada una enfoca determinada materia.” 2
Se basó en el derecho romano en cuanto a las formalidades testamentarias,
legislando en las sucesiones por causa de muerte. Estas leyes están incluidas en
1
Ver GARNIER CASTRO op. cit. p 211
Ibid 215.
2
30
la Novísima Recopilación.
LA NUEVA RECOPILACIÓN
“Data de 1567. Siguió el orden de prelaciones impuesto por las Leyes del
Toro. Mantuvieron erróneamente en vigencia los cuerpos legales anteriores.
Consta de nueve libros a los cuales, en 1732, les fue agregado uno más
completo.” 1
Las leyes de la Nueva Recopilación están incluidas en la Novísima
Recopilación.
NOVÍSIMA RECOPILACIÓN
Apareció en 1805; Dividida en doce libros, el décimo de ellos se refiere a
contratos y obligaciones, testamentos y herencias, siguió el orden de prelaciones
establecido por el Ordenamiento de Alcalá.
En el Título XVIII, se regula la materia relacionada con los testamentos. Por
lo que se refiere a la apertura del proceso hay que recalcar la ley V:
“Obligación de quien tiene el testamento de manifestarlo ante la justicia
dentro de un mes.” 2
Presenta esta norma el plazo que tiene el poseedor del testamento para
presentarlo ante el juez, el cual iniciaba seguramente en cuanto se tuviera noticia
del fallecimiento del testador.
1
2
Ver GARNIER CASTRO op. cit. p. 216.
Ibid. p. 225.
31
Expone en la ley V de su Título III la obligación de los hijos de traer a
colación y partición las dotes y donaciones que hubieren recibido y además
declara cuales son consideradas con carácter de inoficiosas. “Cuando algún hijo o
hija hereda parte de los bienes de su padre o madre o de sus ascendientes,
contrae la obligación - él o ella y sus herederos - de traer a colación y partición la
dote y donación "propter nupcias" y otras donaciones que hubieren recibido de
aquellos cuyos bienes heredan, en cuyo caso si quieren las apartan. (...) Es
inoficiosa cuando excede de su parte legítima y tercio y quinto de mejoría, si quien
la dio podía hacer la mejoría cuando hizo la donación o dio la dote.” 1
Entre 1805 y 1806, se crea el suplemento a esta recopilación, que significa
un adicional hecho con la finalidad de actualizarla.
RECOPILACIÓN DE LEYES DE LOS REYNOS DE LAS INDIAS
Fueron mandadas a imprimir y publicar por la Majestad Católica del Rey Don
Carlos II. Se divide en cuatro tomos, con un índice general, y, al principio de cada
tomo tiene un índice especial de los títulos que contiene.
En la legislación de Indias pueden leerse los principios de Derecho Sucesorio
los cuales, desde el punto de vista doctrinal, no presentan mayor interés, salvo en
lo que se refieren a las encomiendas.
En relación con el Derecho Sucesorio, se dan algunas disposiciones
tendientes a corregir los abusos cometidos por quienes sustentan autoridad,
coartando la libertad de testar de los indios y la sucesión de los cacicazgos.
1 1
Ver GARNIER CASTRO op. cit. p.218.
32
Se habla, asimismo, sobre algunas Reales Cédulas correctoras contra los
Prelados de Indias, debido a la serie de extralimitaciones, cometidas por ellos
contra la libertad de testar de sus clérigos y probendades. Dichas Cédulas Reales
se encaminan también a corregir los fraudes cometidos por algunos confesores
con el fin de lograr que sus fieles favorecieran en su testamento, a sus deudores,
religión y a la iglesia.
Se incluyen algunas Breves Pontificias las cuales definen las facultades
dominicales de los Obispos sobre aquellos bienes que adquirieran por dignidades
eclesiásticas, o bien, sobre sus bienes patrimoniales.
Presenta en su Tomo I, Libro I, y Título XIII la preocupación que existía en
España por regular de mejor forma la actividad de los curas y doctrineros, debido
a que se extralimitaban en sus funciones. Es en la ley IX donde se expresa
claramente este sentimiento:
“Que se remedien los excesos de los doctrineros en cuanto a los testamentos
de los indios. Porque ordinariamente mueren los indios sin testamento y, cuando
disponen de sus haciendas, es en memorias simples, y sin solemnidad, y conviene
subsanar los daños que se originan con la intromisión de los Doctrineros y otras
personas, los cuales recogiendo los bienes y alhajas del difunto, disponen que
estas pertenencias sean gastadas en limosnas y sufragios. Y para que no se
queden sin herencia los hijos, padres, o hermanos, y los demás que, conforme a
derecho, deben suceder, rogamos y encargamos a los Arzobispos, Obispos y
Provinciales de la Religión, que con efecto remedian los excesos; que en estos
33
casos intervenga, llevando a cabo las diligencias de rigor. Y mandamos a nuestros
Virreyes, Audiencias y Gobernadores que, acerca de lo dicho, hagan guardar y
guarden lo dispuesto por derecho y leyes de estos Reinos de Castilla, y libren las
provisiones y mandamientos necesarios.” 1
JUECES DE BIENES DE DIFUNTOS
Una situación muy común en América cuando se daba el fallecimiento de un
español cuyos herederos estaban en España, era que sus bienes se sustraían o
eran apropiados por las personas que quedaban en poder de los mismos,
aprovechando la ausencia de dueño o albacea.
Debido a la lentitud de los medios de comunicación de la época, la noticia de
la muerte de un familiar tardaba mucho en llegar a España, aunado a esto no se
conocían los bienes que pudiera tener el causante, tampoco en donde podían
estar ubicados y mucho menos una posibilidad real de reunirlos antes de que
fueran tomados por quienes tenían la intención de apoderarse de los bienes del
difunto, ya fueran personas extrañas; funcionarios judiciales que debían intervenir
en el aseguramiento de dichos bienes y que al no responder ante algún medio de
control se aprovechaban de su posición; o clérigos encomendados por el causante
de disponer y entregar los bienes a los herederos una vez que estos se
apersonaran.
En 1504 los Reyes Católicos reconocieron estos inconvenientes y ya para el
15 de Junio de 1510 se establecía en las Segundas Ordenanzas de la Casa de
1
Ver GARNIER CASTRO, op. cit. p. 243.
34
Contratación de Sevilla 1 que los funcionarios encargados de recoger los bienes de
los españoles muertos en las Indias, debían hacerlo con diligencia, asentando en
un libro dichos bienes, y guardándolos en un arca de tres llaves, con el fin de que
no se sustrajera ningún bien en detrimento de los herederos del fallecido.
No obstante lo anterior, fue en 1550 que por Real Cédula el Emperador
Carlos V dispuso la creación de un juzgado y un juez con la función específica de
conservar este tipo de bienes.
Se le ordenaba a los virreyes y presidentes de las audiencias en Indias que
en cada distrito se nombrara al oidor más responsable comisionándolo por dos
años (plazo que no podía ser ampliado) para lo tocante a la judicatura, hacer,
cobrar, administrar, arrendar y vender los bienes de difuntos, dándole poder para
hacer todo lo que las audiencias reales pudieran hacer; y si hubiera apelación,
esta se presentaba ante la audiencia sin posibilidad de recurrir en otro grado. 2
Estos jueces fueron más que simples custodios de los bienes dejados por los
fallecidos; llegaron a tener obligaciones y deberes tan particulares que este cargo
se convirtió en una institución sin paralelo en la organización judicial de la América
española.
Una Real Cédula de 1578 resolvió que “los mandamientos que el oidor juez
de bienes de difuntos despachare se guarden y cumplan en todo el distrito de la
audiencia donde el oidor residiere, y todas las justicias los obedezcan y cumplan
1
GOYENA COPELLO (Héctor) Tratado del Derecho de Sucesión, Buenos Aires Argentina,
Editorial La Ley, Tomo 1, 1972, p. 147.
2
Ibid p 147
35
sus órdenes, que así conviene a la buena administración de estos bienes.” 1
Lo anterior nos indica que con respecto a los bienes de difuntos cualquier
funcionario judicial debía acatar toda resolución que hubiera dictado un juez
especializado en esa materia, no pudiéndola contrariar en ningún modo debido a
la importancia que revestía en aquel tiempo esta clase de funcionario.
Originalmente su ámbito de actuación estaba referido a los casos en que no
se presentaban los herederos, legatarios o albaceas designados por la vía del
testamento; o cuando se trataba de sucesiones ab intestatio no aparecían los
herederos legítimos. Posteriormente, en 1653 otra Real Cédula amplió las
actuaciones de los jueces de bienes de difuntos a las situaciones en que se daba
la duda sobre si quienes se presentaban eran realmente herederos del fallecido
aunque vivieran en la provincia en donde aquel murió.
El oidor debía proceder en el desarrollo de las causas evitando
inconvenientes a las partes, sin omisión ni retardación, es decir, se pretendía que
el proceso fuera célere y que dejara satisfechos los intereses de los involucrados.
Además de tener la custodia de los bienes, protegía a los herederos que no
tenían posibilidad real de defenderse, al tener a su cargo la supervisión de los
albaceas y fideicomisarios, los cuales de incurrir en demoras y ante la ausencia
física de los herederos, debían dar las explicaciones del caso al oidor, quien podía
a su vez imponerles penas si aquellas eran insuficientes. 2
1
2
Ver GOYENA COPELLO, op. cit. p. 148.
Ibid. p. 151.
36
El juez tenía también como función la liquidación de los bienes, que se hacía
en dos fases, primero la liquidación y realización de los bienes, que llevaban al
minucioso pago de las deudas del difunto.
La segunda fase iniciaba si el saldo resultaba positivo, de ser así el oidor
remitía este residuo a la Casa de Contratación de Sevilla junto con el testamento,
inventarios, cartascuentas y demás; este envío se hacía anualmente y consistía de
los bienes de todos los difuntos de la provincia respectiva. También debía rendir
cuentas ante el nuevo juez de difuntos cuando cesaba en su cargo, al vencer el
plazo o si había sido removido, además de las que pudiera pedir la audiencia o el
mismo virrey. 1
Finalmente, cuando los bienes de difuntos llegaban a España, era la Casa de
Contratación la encargada de que los herederos los reclamaran a través de un
proceso de citaciones personales ( si vivían en Sevilla y se conocía su lugar de
residencia ) o de publicación de edictos en la misma Casa o en otros lugares
accesibles al público; se debe mencionar que cualquier persona podía pedir a la
Casa que le diera razón de si había llegado partida de bienes de difuntos y si
estaba en la Casa dicha partida, todo esto a cargo del contador, no debía mediar
audiencia y sin dilación alguna.
De las referencias
anteriores podemos concluir,
que los territorios
colonizados por la Corona española, vieron como entraron a regir una gran
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit. p. 151.
37
cantidad de leyes, que por su mismo desarrollo no contaban con un hilo conductor,
que las unificara en su aplicación como un ordenamiento uniforme.
Debemos señalar que todas estas leyes fueron promulgadas, para ser
aplicadas en diferentes contextos sociales que correspondían a los diferentes
momentos históricos que originaron dicha promulgación, es decir la realidad social
que vio nacer a las Siete Partidas era completamente diferente a la que vio nacer
al Fuero Real de España, y aún así ambos grupos de normas tenía vigencia no
solo en España sino en América, de lo cual podemos afirmar que su aplicación
podía presentar dificultades en España, entonces en las indias estas se podían
incrementar en el tanto se trataba de un nuevo contexto geográfico como social.
Siguiendo el mismo orden de ideas, pero específicamente hablando de las
normas que regulaban el proceso sucesorio en Indias vemos que la evolución que
tuvo el derecho español a través de los siglos, no encuadraba con el contexto
indiano que era el de nuevas tierras adquiriendo una nueva identidad cultural.
Pero, en vista de que el Derecho no es estático y se mantiene en constante
evolución, los territorios colonizado fueron testigos del nacimiento de una nueva
legislación llamada derecho indiano, la cual buscaba un mayor apego a la realidad
y a las relaciones que se daban en el nuevo continente, tan es así que surgieron
figuras jurídicas exclusivas de las Indias (Juez de bienes de difuntos), para
resolver situaciones en el extenso derecho español.
38
Finalmente la influencia española marcó el desarrollo legislativo en
Latinoamérica y específicamente en nuestro país, ya que al día de hoy se puede
constatar la existencia de tantas leyes que es difícil no solo el hecho de conocerlas
todas sino también, el de interpretarlas correctamente lo cual provoca serios
problemas en su aplicación práctica. No pretendemos con lo anterior afirmar que
se deba centralizar el ordenamiento en un solo código ni mucho menos, donde
hay un problema es cuando se emiten muchas leyes que no están inspiradas por
los Principios Generales del Derecho y por ende presentan confusiones y
contradicciones entre sí, que en su aplicación no resuelven los problemas jurídicos
sino que los intensifican al punto de que sea muy difícil su resolución.
39
SECCIÓN II: ESTUDIO DEL PROCESO SUCESORIO
A TRAVES DEL SIGLO XIX
A) EL CÓDIGO GENERAL DE LA REPÚBLICA DE COSTA RICA
1. FUENTES DE LA PARTE CIVIL DEL CÓDIGO GENERAL DE 1841.
Después de la gran cantidad de normas que fueron introducidas por
la
influencia española en nuestro Ordenamiento Jurídico, durante el gobierno de Don
Braulio Carrillo surge la necesidad de dotar a la naciente República Costarricense
de un conjunto normativo más apegado a la realidad social de la época.
Debido a lo anterior, el 30 de julio de 1841 es emitido el Código General de la
República de Costa Rica, el cual según recientes estudios del Dr. Carlos José
Gutiérrez, es prácticamente una trascripción literal del Código Civil emitido en
Bolivia por el gobierno de Don Andrés de Santa Cruz y Calahumana (1829-1839). 1
Este Código estaba inspirado fundamentalmente en el Código Napoleón, ya
que éste se consideraba uno de los más perfectos de la época. Sin embargo, el
Código Boliviano y su versión costarricense recogen también principios del
Derecho Canónico, en materia de familia, y del Derecho castellano tradicional en
lo relativo a sucesiones. Siendo una mezcla variada de influencias.
1
SAENZ CARBONELL (Jorge) Historia del Derecho Costarricense. San José, Edit. Juricentro, 1ª
ed., 1997, p.186.
40
2. VIGENCIA DE LA PARTE CIVIL DEL CÓDIGO GENERAL DE 1841.
Desde 1842, la Parte Civil del Código General al igual que la penal y la de
procedimientos empezó a ser objeto de reformas y adiciones. También se
promulgaron leyes especiales que derogaron partes importantes de su articulado,
como la Ley de Sucesiones de 1881.
En mayo de 1870 el gobierno de Don Bruno Carranza dispuso crear una
comisión para que redactara proyectos de código en materia civil, mercantil, penal
y procesal, pero esto no surtió efecto y la Parte Civil del Código General no quedó
derogada sino hasta 1888, cuando entró en vigencia el actual Código Civil.
1
3. CONTENIDO DE LA PARTE CIVIL DEL CÓDIGO GENERAL DE 1841.
En Costa Rica existió el instituto de la Legitima Hereditaria, regulada en el
Código General de Carrillo, y el que dentro de la normativa de la materia sucesoria
mencionaba que correspondían "las cuatro quintas partes de los bienes del
causante a sus descendientes; si solo tenia ascendientes tocaba a ellos dos
tercios del capital; el causante en el primer caso solo podía disponer de dos
tercios del quinto y en el segundo de dos terceras partes del tercio. La otra parte
del tercio, así como el tercio del quinto restante, los debía legar al tesoro y
Educación.
El primer título del Libro Cuarto regulaba las sucesiones. Establecía la
1
Ver SAENZ CARBONELL, op. cit., p. 188.
41
sucesión testada, con herederos forzosos y voluntarios; regulaba los legados, el
testamento por comisario, los codicilos y la sucesión ab intestato o legítima.
El Código General en su Parte Primera, que se refiere a materia civil nos
introduce en los testamentos y sucesiones. Los artículos 455 y 457 mantienen la
definición y división de los testamentos, como un acto de última voluntad, en que
se dispone de todos los bienes, acciones y derechos, con efectos para después de
la muerte.
Con respecto a los testamentos cerrados debían cumplirse ciertos requisitos
como por ejemplo que debían constar ocho firmas, y el signo del escribano. Un
testigo a lo menos debe saber escribir. Si no hubiere escribano, se autorizaba este
testamento por el Juez con dos testigos más; y entonces serán once las firmas
con la del Juez.
Se llegó a crear la figura del testamento privilegiado, centrado principalmente
en proteger los derechos de los militares en la guerra, o los civiles en caso de
muerte violenta, esto por cuanto se trata de una situación especial que debía ser
tomada en cuenta, pero para la validez de este, se requiere que al menos dos
testigos lo hayan visto escribir.
De los artículos 476 al 478 se habla de los testigos del testamento, los que
debían ser mayores de veinticinco años, excluyendo al loco, el fatuo declarado, los
ascendientes y descendientes del testador dentro del cuarto grado.
La ley permite testar, en virtud de poder otorgado con las mismas
solemnidades que se requieren para el testamento abierto. Los comisarios
42
estaban obligados a ceñirse en todo al poder. El comisario no podrá revocar el
testamento que hiciere en uso del poder.
Después de acreditada la muerte del que hizo testamento cerrado, si alguno
se cree con interés y pide su apertura, el Juez mandará se reúnan los testigos y
reconozcan sus firmas, el pliego y cerraduras. Se abrirá este ante ellos y el
escribano; y leído, ordenará el Juez se publique, se reduzca a escritura y se
protocolice.
En lo referente al inicio del proceso sucesorio este código, índica que
presentado un testamento abierto hecho ante escribano y testigos ordenará el
Juez su protocolización en los registros, pero si el testamento abierto fuere
otorgado ante testigos solamente, los interesados lo presentarán al Juez, para que
lo declare por tal, y mande se protocolice.
En el artículo 496 se menciona que si los testigos han muerto o están
ausentes, el Juez, mandará levantar una sumaria información, acerca de si las
firmas de los muertos o ausentes, son o no las mismas que aparecen en los
testamentos.
El testador debe instituir a los herederos en términos claros, nombrándolos
por sus nombres y apellidos; podrá instituir cuantos guste, y a quienes quiera, si
no los tiene forzosos. Si un heredero muere después que el testador, aunque no
se hayan practicado las diligencias para reducir el testamento otorgado a escritura
pública, suceden los herederos del instituido.
43
La institución de heredero, puede hacerse simple o bajo condición: La ley
establece dos especies de herederos: los legales, y los voluntarios. Entre los
legales, unos son forzosos llamados por ministerio de la ley, hágase o no
testamento; y otros ab intestato solamente.
La exheredación es el acto por el cual se excluye de la herencia con justa
causa a algún heredero forzoso. Para que tenga lugar, es necesario exponer el
motivo justo con todos los datos que lo apoyen; y aun así, es preciso el fallo de los
tribunales de justicia.
Ninguno está obligado a aceptar, ni a renunciar la herencia que se le ha
dado.
Según el artículo 548, la responsabilidad de los herederos por las deudas del
causante era la llamada responsabilidad ultra vires hereditatis.
Puede también aceptarse expresamente declarando su voluntad con
palabras, o tácitamente, con hechos que suponen necesariamente la intención de
aceptar. Los actos puramente conservatorios, de inspección, o administración para
impedir males a la testamentaria, no son actos de aceptación.
Otra forma de aceptación
que se estipulaba era por donación, venta o
cesión de sus derechos a los coherederos, o a un extraño.
Sobre las reglas de renuncia se tomaban en cuenta las siguientes:
No habrá renuncia tácita, se hará ante el Juez del lugar en que se abre la
sucesión. El que renuncia se considera no haber sido heredero, pero los
44
acreedores del que renuncia pueden ir al Juez, pidiendo autorización para aceptar
la herencia, en este caso ocupan aquellos el lugar del renunciante.
La facultad de aceptar o renunciar la herencia, prescribe en tres meses, seis
o un año, contados desde la muerte del testador, o desde que se supo estar
abierta la sucesión. El primer término es para los que se hallan presentes, el
segundo para los que estando fuera del lugar de la sucesión pero se hallen en el
Estado, y el tercero para los que estén fuera de él. Si el heredero muriere antes de
cumplidos estos plazos, sus herederos podrán hacer uso del tiempo que restare.
En el caso de que algunos herederos hubieren robado bienes de la sucesión,
por el mismo hecho son excluidos del derecho de renunciar; y se les obligará a
permanecer como simples herederos, sin parte en las cosas sustraídas.
Con el fin de evitar la sustracción de bienes pertenecientes al juicio sucesorio
es que se hace el inventario de todos los bienes. Para su validez, es preciso que
sean citados los legatarios y acreedores, si los hay.
El artículo 563 establece que: “el instrumento de inventario, (…) empezará
dentro de treinta días desde que se sabe estar abierta la sucesión, y acabará
dentro de tres meses. Cuando los asuntos de la testamentaría sean muy graves, o
los bienes se hallen en lugares diferentes y distantes, el Juez a pedimento de los
herederos o albaceas, prorrogará el termino hasta seis meses más según las
circunstancias…”
1
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Código de Carrillo, San José, Antología de Derecho Sucesorio
2001, Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho, 2001. p. 65.
45
Como parte del beneficio de inventario, el heredero beneficiario debe
preparar el inventario, debiendo incluir todos los bienes. Si se daba la ocultación
de bienes, aceptará por este hecho la herencia, si es heredero legítimo, sin el
beneficio: y si es extraño, será tenido por reo de hurto.
El inventario produce al heredero las ventajas siguientes: 1° hallarse obligado
al pago de las deudas del difunto, hasta donde llegue el valor de los bienes
inventariados: 2° descargarse de las deudas, abandonando los bienes a los
acreedores y legatarios: 3° no confundir sus bienes con los de la testamentaría.
Es de la obligación del heredero beneficiario, administrar los bienes, y rendir
cuentas a los acreedores y legatarios. Se le prohíbe la venta de los bienes, por sí
solo, cuando haya acreedores o herederos. En este caso ocurrirá al Juez, quien
los mandará sacar a subasta pública, precedida de tasación. (Artículo 569)
1
Tiene
el heredero beneficiario obligaciones propias de un albacea.
Habiendo acreedores opositores, el heredero pagará por el orden que
designe el Juez, siendo responsable si no lo hace así. No habiendo opositores,
pagará las deudas y legados, según se vayan presentando. (Artículo 572.) 2
Todo el que puede ser heredero, puede ser legatario: se exceptúan de esta
regla el condenado a muerte civil, y los religiosos a quienes se puede legar por vía
de alimentos.
1
2
Ver SAENZ CARBONELL, op. cit., p. 186.
Ibid, p. 188.
46
El Albacea o ejecutor de la última voluntad, es la persona encargada de llevar
a efecto lo ordenado en el testamento. Si el testador no hubiese elegido albacea,
los herederos lo serán por la ley y si estos no pueden ser, o no quieren cumplir lo
dispuesto por el difunto, el Juez nombrará albacea de oficio.
De dos clases pueden ser los albaceas; universales, para todos los asuntos
de la testamentaría; o particulares, según la voluntad del testador.
Si hay muchos albaceas nombrados y han aceptado el cargo, podrá uno solo
manejar los bienes, con autorización expresa de los demás, siendo todos
responsables, cesa la responsabilidad, cuando cada uno fue nombrado para
distintos objetos.
El término que tienen los albaceas para cumplir su encargo, es el de un año
contado desde la muerte del testador, si es que este no lo hubiese prorrogado
expresamente a seis meses más, como puede hacerlo; pero el Juez puede
ampliarlo, atendidas las circunstancias de la mortual.
De las personas excluidas del cargo de albaceas están: el que no puede
obligarse, el menor de veinticinco años, las mujeres, a menos que sean las
esposas o madres, que pueden serlo en las testamentarías de sus maridos e hijos.
El derecho de representar, es una ficción de la ley, por la que entran los
descendientes más remotos a ocupar el lugar, grado y derechos de sus padres
difuntos. En la línea colateral, la representación es únicamente admitida en favor
de los hijos de los hermanos, cuando vienen a la sucesión con sus tíos.
47
Colación es la reunión de bienes que los hijos han recibido de sus padres en
cualquier época, para que aumentado así el patrimonio de todos, se divida con
igualdad, deben traerse a colación, y se descontarán las dotes, donaciones
propternupcias, y las demás que por cualquier título o causa hayan recibido los
hijos o nietos, a no ser con cláusula expresa de mejora.
La acción de descuento solo es concedida a los coherederos, y no a los
legatarios ni acreedores.
La partición de bienes; es el acto en que los herederos dividen la porción de
la masa hereditaria, para tomar cada uno lo que le corresponda.
A ninguno se obligará a conservar la herencia indivisa, y la acción de partir se
puede entablar en cualquier tiempo.
Para dividir la herencia, se hará la estimación de los bienes que el difunto
haya dejado al tiempo de su muerte; de allí se pagarán las deudas y gastos del
entierro y después se sacará el quinto o mejora, y en seguida el tercio,
Si el testador no hubiese designado persona que haga la división, las
particiones se harán por uno o más de los coherederos, siempre que la mayor
parte de ellos consienta, o por uno o más extraños, si así lo resuelve la mayoría.
Se consideran provisorias las divisiones que carecen de las reglas
proscriptas; mas las hechas con arreglo a ellas, no dan derecho a reclamaciones,
después de ocho días contados desde aquel en que se finalizaron, a menos que
se alegue dolo o fraude.
48
El padre, madre o cualquier ascendiente podrá en vida hacer entre sus hijos
o descendientes la partición de bienes, bien sea por acto entre vivos, o por
testamento. Las particiones hechas por los padres y ascendientes, no podrán ser
reclamadas, sino interviniendo lesión, dolo o fraude.
Hechas las particiones, se procederá a la entrega de todos los bienes,
acciones y títulos a los que les haya correspondido.
B) LEY DE SUCESIONES.
En 1881 entra a regir la nueva Ley de Sucesiones, la cual deroga todas las
disposiciones de derecho sucesorio del Código de Carrillo, eliminado la legítima
hereditaria e instituyendo el principio de la libre testamentifactio, o sea la libertad
absoluta de testar. Esta situación perduró incluso con la entrada del Código Civil
de 1888, todavía vigente, que derogó la ley de sucesiones, pero mantuvo el
principio de la libre testamentifactio como principio informador esencial en materia
de sucesiones.
1. VIGENCIA DE LA LEY DE SUCESIONES
El Gran Consejo Nacional de la República, a iniciativa del Supremo Poder
Ejecutivo, llegó a aprobar el 14 de noviembre de 1881 la Ley de Sucesiones. Esto
por la discrepancia en las limitaciones a que estaba sujeta la facultad de testar
pues consideraron nuestros jurisconsultos que con las obligaciones que imponían
las leyes a los padres de familia para que otorgaran manutención a sus
49
dependientes hasta que pudieran valerse por sí mismos era suficiente carga para
este.
Además fundamentaban tal decisión en el hecho de que la herencia forzosa
constituía una falta de estímulo para que los hijos del causante trabajaran en pro
de labrar su propio bienestar y el de la República en general. Aparte de ello, el
padre de familia era considerado como el mejor de los jueces para valorar el
merecimiento que tenían o no sus hijos de recibir sus bienes en herencia, también
se criticó negativamente el hecho de que los bienes del causante tuvieran que
pasar a manos de sus ascendientes o colaterales en caso de no tener
descendientes pues esto estaría impidiendo que éste tuviera derecho a disponer
su fortuna.
1
Otro punto que fue objeto de la crítica fue aquel que solo permitía al cónyuge
supérstite de sexo femenino, en caso de no poseer bienes y de ubicarse en el
mencionado cuarto orden excluyente, tener derecho a heredar únicamente una
cuarta parte de los bienes del difunto, lo cual iba en contra de la dignidad de las
viudas y de la lógica, pues era de suponerse que éstas significaran más para el
causante.
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) La Ley de Sucesiones de 1881, San José, Universidad de Costa
Rica, Facultad de Derecho, 2001. p.7.
50
El capítulo 1 da la definición de testamento como “el acto de última voluntad
en que un propietario dispone de todo o en parte de sus bienes para después de
la muerte.”
1
Entre las formalidades en esa época se requería que el testamento abierto se
hiciera por escrito ante un cartulario y cuatro testigos. También podía ser escrito
por el testador, y autorizado por el Cartulario con dos testigos, o cuatro testigos
sin cartulario, o seis testigos si el testador no lo escribiere, y no interviniere
cartulario.
El testamento cerrado se escribirá y firmará por el testador, entregándolo
después al cartulario, quien extenderá en su cubierta el otorgamiento, y lo firmará
con el testador y cinco testigos.
Pero había un régimen especial para los militares que se estaban en
campaña, prisioneros en poder del enemigo, los navegantes, y los que se hallaren
lugar incomunicado por motivo de epidemia; ya que ellos podían otorgar
testamento cerrado o abierto, ante un oficial de la clase de Capitán o el juez y en
presencia de dos testigos. Esos testamentos son válidos si el testador muere
durante la situación a que los artículos se refieren, o en los treinta días
posteriores.
También se hace referencia al caso de los ciegos y de los analfabetos a los
cuales se les prohibía testar en forma cerrada y a los que sí pudiesen pero por
1
Ver ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth), op. cit., p. 9
51
alguna casualidad se encontraran con impedimento físico para firmar, deberán
sustituir su firma con la de dos testigos.
Después de acreditada la muerte del que hizo testamento cerrado, si, alguno
se cree con interés en dicho testamento, y pide apertura, el Juez mandará que se
reúnan los testigos y reconozcan sus firmas, el pliego y cerraduras. Luego del
reconocimiento, se abrirá el pliego y se ordenara su protocolización. (Art. 18)
Si el testamento
abierto
1
fuere otorgado ante testigos solamente, los
interesados lo presentaran al Juez para que, examinando dichos testigos, lo
declare por tal, y mande se protocolice igual se hará con el testamento hecho ante
cartulario y testigos. (Art.19)
En esta ley se observan limitaciones a la libertad de testar, aunque en
principio predomina la libre testamentifacción.
El tercer capítulo entra a definir quienes son los que no pueden testar
especificando como tales a los menores de diez ocho años, al loco, al idiota y a los
sordomudos analfabetas.
2
En el capítulo cuarto se hace referencia a los testigos, señalando la
necesidad de contar con la mayoría de edad y ser vecino durante dos años del
lugar en que se otorgase el testamento para ser considerado como tal en el
momento de la redacción del testamento.
1
Arroyo Álvarez (Wilberth) Ley de Sucesiones, Antología de Derecho Sucesorio 2001, San José,
Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, 2001 p. 244.
2
Ver ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth), op. cit., p. 11
52
Dentro de las limitaciones para el testador, se señala: que no pueden ser
instituidos herederos los religiosos y monjas, profesos, ni tampoco los confesores
habituales o de última enfermedad del testador, ni los parientes de aquellos dentro
del cuarto grado.
No puede ser instituida heredera una colectividad o una entidad abstracta,
aunque se destine la herencia a un fin científico, artístico, industrial, benéfico o
de instrucción pública; esta reserva no impide las mandas religiosas, con tal que
su monto no exceda de la décima parte de los bienes del testador.
Los testadores que tuvieren hijos legítimos, están obligados a dejarles
cantidad bastante para su subsistencia hasta la mayoridad, y para adquisición de
la enseñanza primaria elemental; a los varones deben dejarles además; lo
necesario para el aprendizaje de un arte u oficio; y dotar con cantidad equivalente
a cada una de las hijas, a menos que en la educación de ellas se haya invertido
igual o mayor suma: deben asegurar asimismo la subsistencia a de las hijas o
hijos inválidos que tuvieren. (Art. 25)
1
Las obligaciones que fija el artículo anterior, existen también con respecto a
los hijos ilegítimos, pero sólo de parte de la madre. (Art. 26)
Los testadores que tuvieren padres legítimos o madre ilegítima y que no
tuvieren hijos, y teniéndolos no los instituyen herederos en el todo o en la mayor
parte de sus bienes, están obligados a asegurar la subsistencia de sus padres.
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Ley de Sucesiones, Antología de Derecho Sucesorio 2001, San
José, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, 2001 p. 245.
53
(Art. 27)
Todo testador debe dejar asegurada la subsistencia de su consorte
sobreviviente, a menos que éste tenga bienes propios o gananciales suficientes.
(Art. 28)
El testador podrá instituir cuantos herederos guste, y a quienes quiera siendo
hábiles para suceder. En caso de renuncia o incapacidad para suceder, muerte de
alguno antes que el testador, acrece la herencia a favor de los demás. (Art 34)
La institución de heredero puede hacerse puramente o bajo condición; mas
esta debe ser posible y honesta. (Art. 36)
El testador estaba obligado a instituir a los herederos de forma precisa, esto
es, con sus nombres y apellidos completos, así mismo el cartulario y los testigos
debían evitar la existencia de fraudes ya que se contemplaba la posibilidad de
excluir de la herencia a todos los sujetos que por error hubiesen sido incluidos en
esta.
“Otro detalle era que se prohibía el contrato de sucederse recíprocamente
aunque se diese entre esposos y asimismo se impedía la institución de herederos
con naturaleza de fideicomiso.”
1
La revocación hecha por un testamento posterior, tendrá su efecto aunque
este nuevo acto quede sin ejecutarse por imposibilidad del heredero o por su
renuncia.
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) La Ley de Sucesiones de 1881 San José, Universidad de Costa
Rica, Facultad de Derecho, 2001. p. 15.
54
Es caduca la disposición testamentaria, si aquel a favor de quien se hizo no
sobrevive al testador.
Atacado un testamento por haberse desobedecido en él, en cuanto a la
distribución de herencia, las prescripciones legales, puede quedar subsistente en
todo lo que no sea incompatible con ellas.
Será caduca la institución de heredero, siempre que se demuestre que el
instituido atentó contra la vida del testador, o le infirió perjuicio grave en su
persona o en sus intereses. Si con noticia de ello el testador no revocó la
institución pudiendo hacerlo, se tendrá por válida.
Los legatarios deberán hacerse cargo de las hipotecas y otros gravámenes
que posea el bien a menos que el testador hubiese dispuesto que el mismo se
liberara antes de su entrega, se estableció además que el legado hecho a un
deudor no representaba la compensación de la deuda al igual que e! legado hecho
a un empleado no representaría una compensación por concepto de salario.
Todo legado puro y simple dará al legatario un derecho a la cosa legada
desde el día de la muerte del testador, cuyo derecho es transmisible a sus
herederos; sin embargo el legatario no podrá reclamar frutos e intereses de la
cosa, sino desde el momento en que deba serle entregada. (Art. 51)
El legatario de parte alícuota de la herencia es responsable, a prorrata de las
deudas y cargos de la misma.
Podrá demandarse por los herederos ya testamentarios, ya legítimos, o por
cualquiera que tenga interés en ello, la nulidad del legado cuando el legatario se
55
haga indigno de la liberalidad. La indignidad con respecto a los legatarios se trata
de igual forma respecto a los herederos.
En el capítulo X se habla de los ejecutores testamentarios y albaceas,
encargados de efectuar lo ordenado en el testamento.
Se establece seguidamente que, en ausencia de indicación de albacea en el
testamento, el cónyuge supérstite y los herederos se encargarían de nombrarlo
entre ellos por derecho propio, pero si no quería o no podía ocuparlo ninguno de
ellos o bien, no se pusieran de acuerdo a la hora de elegirlo, el juez procedería a
nombrarlo de oficio. Si más bien se instauraran varios albaceas, entre ellos podrán
nombrar a uno solo para que administre los bienes pero todos ellos serían
responsables solidariamente.
1
El artículo 70 de la ley regula el período de duración del cargo de albacea, el
cual sería de un año a partir de la muerte del testador siendo posible su
prorrogación por seis meses más por indicación del testador y si se diera el caso
de que fuera insuficiente dicho término el Juez podría extenderlo hasta por dos
años, recibiendo en concepto de honorarios lo que el testador le hubiese
asignado.
Específicamente le correspondería la administración de los bienes de la
herencia y rendir cuentas a los interesados al final de su administración o cuando
el juez a petición de parte lo considere oportuno, por ello les estaba prohibido a los
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) La Ley de Sucesiones de 1881, San José, Universidad de Costa
Rica, Facultad de Derecho, 2001. p. 21.
56
albaceas entre otras cosas el vender bienes de la herencia a menos que lo hiciese
bajo autorización legal o judicial (Art. 74).
Finalmente la Ley señalaba la prohibición expresa de ejercer el cargo a los
menores de veintiún años así como aquellos que no estuvieran capacitados para
obligarse ni las mujeres, a menos que fuesen esposas o madres que se
encuentren facultadas para serlo en las testamentarias de sus maridos e hijos.
El capítulo cierra indicando que las obligaciones y responsabilidades de los
albaceas serían las mismas que tendrían aquellos que ostenten cargos de
administradores de bienes ajenos.
El orden para suceder en la sucesión legítima se estipuló de la siguiente
manera:
En un primer orden se ubicaban los hijos y padres legítimos así como el
consorte siempre y cuando éste no tuviese gananciales en cuyo caso, éstos
representaban una parte inferior a la que se hubiese recibido como herencia
corriente, entonces se completaría con bienes de la herencia misma, los hijos
ilegítimos entraban a la herencia de la madre como legítimos, los naturalizados
reconocidos entraban a la herencia del padre, a falta de hijos legítimos y en lugar
de éstos.
A falta de las personas antes designadas, heredaran los ascendientes
legítimos y los naturales por parte de madre y siempre con el mismo derecho
individual. Los ascendientes por parte del padre natural que reconoció a la
persona de quien se hereda con consentimiento de este entraban a falta de los
57
ascendientes legítimos, o naturales por parte de la madre. Entre los ascendientes,
el más próximo siempre excluiría al más remoto. Las mujeres que en cualquier
grado sean ascendientes naturales, se equiparaban a los legítimos.
En defecto de ascendientes, sucedían los padres y los hijos adoptivos y a
falta de éstos, los parientes legítimos o naturales, por parte de la madre de la
línea, colateral hasta el cuarto grado inclusive. No habiendo parientes legítimos ni
naturales por parte de madre, sucederán los naturales por parte del padre. Entre
los colaterales, el más próximo excluía siempre al más remoto, salvo el caso de
que se heredara por estirpes.
1
La proximidad del parentesco se establecía por el número de generaciones,
en donde cada generación representaba un grado y el orden de éstos grados
formaban una línea que podía ser directa o transversal dividiéndose la directa de
descendiente y de ascendientes: La primera ligaba al tronco con quienes
descienden de él y la Segunda, ligaba a la persona con aquellos de quienes
descendía. La transversal por otra parte, representaba el orden de grados entre
personas que no descendían las unas de las otras, pero que tenían en común un
mismo tronco.
En la línea directa habían tantos grados como generadores hubiese entre
las personas quitando la del tronco; así el hijo estaba con respecto al padre en el
1
Orden extraído de ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) La Ley de Sucesiones de 1881 San José,
Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho, 2001. pp. 17-19.
58
primer grado y el nieto en el segundo y el padre y el abuelo lo mismo
respectivamente con el hijo y el nieto.
Entre los parientes llamados colaterales, se contaban las generaciones de
ambas líneas, pero no el tronco común. Así los hermanos se ubican en un
segundo grado; el tío y el sobrino, en el tercero y. los primos hermanos en el
cuarto.
Convergiendo los sobrinos con sus tíos a la sucesión de otro tío, heredaban
por estirpes; más concurriendo solo a falta de tíos, entraban a heredar por
cabezas.
Los hermanos legítimos de padre y madre y sus hijos en su caso, eran
preferidos a los hermanos ilegítimos de madre y a los hermanos legítimos de
cualquier línea, a menos que los bienes procedieran de la persona que sirvió de
vinculo entre aquel de quien se heredaba y su hermano de padre o madre.
Cuando concurrían hermanos paternos legítimos o sus hijos, con hermanos
maternos o sus hijos, aquellos heredaban los bienes que el difunto hubiese
adquirido de su padre, y éstos los que hubo de su madre; dividiendo igualmente
los demás.
A falta de parientes legítimos y naturales de cuarto grado, los bienes pasaban
a manos del Estado.
También se establecía la obligación que tenían los hijos de traer a colación
en la herencia ab intestato,
todo lo que hubieran recibido de sus padres en
59
cualquier época para que acreciera común, o para que se descontara de
su
porción hereditaria, quedando tal elección a su arbitrio.
A partir del artículo 90 se establece la representación por la que los
descendientes más remotos entraban a heredar en el lugar, grado y derecho de
sus padres difuntos y tenia lugar la representación hasta lo infinito en la línea
directa de los descendientes.
En todo caso siempre era admitida, fuese que los hijos del difunto
concurrieran con los descendientes de otro hijo muerto antes, o bien, que
habiendo muerto primero que el padre todos sus hijos, los descendientes de éstos
se hallasen entre sí en grados iguales o desiguales.
No cabía la representación a favor de los ascendientes: el más próximo en
cada una de las líneas, excluía al más lejano.
En cuanto a los parientes colaterales, la representación solo se admitía en
favor de los hijos de los hermanos cuando vienen a la sucesión con sus tíos.
Los hijos ilegítimos representaban a sus madres y se establecía entre los
parientes ilegítimos por parte de madre en la línea colateral la misma
representación que había entre los legítimos. Así mismo, la representación era
aplicable en su caso a los hijos naturales reconocidos con respecto al padre y a
todos los parientes naturales en este concepto.
La Ley establece en un solo capítulo los temas de la aceptación, la renuncia y
herencia vacante, indicando que la herencia se aceptaba simplemente o bajo
60
beneficio de inventario pudiendo también aceptarse expresamente, declarando la
voluntad con palabras, o tácitamente manifestándola con hechos.
Los actos meramente conservatorios verificados para impedir que los bienes
se pierdan o deterioren, no significaban una aceptación tácita.
Se daba por aceptada la herencia cuando se donase, vendiera o sucedieran
los derechos de la herencia por parte de un heredero.
Los tutores o curadores
podrán aceptar las sucesiones que correspondieran a los menores e inhábiles. En
cuanto a las mujeres casadas, se les permitía aceptar siempre v cuando las
asistieran sus maridos.
Al igual que la aceptación, la renuncia podía ser expresa o tácita,
otorgándose la expresa ante el Juez del lugar en que abría la sucesión. En todo
caso la parte del renunciante acrecía en favor de los demás herederos fueren o no
testamentarios o bien, si los acreedores del que renuncia solicitan ante el juez que
se les entregara la herencia rechazada, podrán entrar como sustitutos de aquel.
Desde el momento en que se publica la apertura de la sucesión, la facultad
de aceptar la herencia prescribía en tres meses, seis o un año; en tres meses,
prescribía para los que estuviesen presentes, en seis para los que estaban fuera
del lugar de la apertura pero dentro del territorio nacional y en un año para quienes
estaban fuera del país. Si transcurridos estos términos no se manifestaba de
manera alguna la aceptación de la herencia entonces ésta se tenía por renunciada
tácitamente.
61
Si ocurriera la muerte del heredero instituido antes del vencimiento de dichos
plazos para aceptar o renunciar, los herederos de este podían hacer uso del
tiempo que aún restaba. De no darse la aceptación de la herencia o su renuncia
por parte de los instituidos, la sucesión se tendría por vacante, situación en la cual,
el Juez nombraría un defensor con las mismas facultades y honorarios que el
albacea común. Pasado un año, el Estado podía apropiarse de los bienes de la
herencia, pero si aparecieren herederos alegando justa causa por no haberse
presentado cuando era debido, estos serían oídos bajo los términos de
prescripción común e intentar la devolución de los bienes de parte del Estado.
Los inventarios debían ser formulados en los treinta días siguientes desde
que se había abierto la sucesión y para acabar tenía un plazo de tres meses,
prorrogables a seis meses más, dependiendo de los asuntos tratados en la
sucesión, así como de la ubicación de los bienes de modo que significasen
impedimento alguno para herederos o albaceas. Si existían bienes perecederos
mientras los términos transcurrían o se hacía el inventario, cualquiera con interés
podía solicitar la venta de dichos bienes ante el Juez sin que por esto se estuviera
dando por aceptada la herencia.
Luego de un mes después de la muerte de una persona, sus acreedores
podían establecer y continuar sus acciones contra los bienes del difunto aún
durante la realización de inventarios siempre y cuando dieran fianza de acreedor
de mejor derecho. A los herederos beneficiarios se les exigían las obligaciones
que se les pedían a los administradores de bienes comunes, debiendo rendir
62
cuentas a instancia de parte que se considerara con mejor derecho o por el Juez
mismo, prohibiéndoseles además la venta de los bienes, salvo con autorización
judicial o legal.
A los acreedores se procederá a cancelarles según se vayan presentando,
no sin antes otorgar fianza como acreedores de mejor derecho.
Si los acreedores se presentaran a reclamar su pago, deberán hacerlo
primero frente a los legatarios y luego contra los acreedores menos privilegiados
en los dos años siguientes a la finalización de la cuenta.
Los gastos que devenguen la formación de inventarios o cuentas eran
pagados de la masa con preferencia sobre toda otra deuda.
La partición de bienes es el acto posterior a la cancelación del pasivo, en
que los herederos dividen la masa hereditaria para tomar cada uno la porción que
le corresponda. A ninguno se obligaba a conservar la herencia indivisa: la acción
de partición podía interponerse en cualquier tiempo, aunque se hubieran
estipulado convenciones en contrario.
Si el testador no hubiese nombrado partidor, uno o más coherederos la
harán, siempre que la mayor parte de ellos consienta, o por uno o más extraños si
así lo resuelve la mayoría. En caso de discordia, el Juez elegirá uno o más
partidores, a costa de la testamentaría.
Pueden los herederos partir como mejor convenga y aun transigir, salvo el
caso de menores o ausentes, para quienes se partirá siempre sin ceder, ni
perjudicarlos, bajo la responsabilidad de los tutores, curadores y administradores
63
legales o nombrados al efecto. (Art. 119)
1
La partición debía ser equitativa, también era necesario hacerla en especie, si
los bienes toleran división, aunque alguno de los herederos no estuviera de
acuerdo. La desigualdad de porciones en especie se indemnizará, con dinero u
otros bienes.
Si hay contención sobre llevar bienes raíces, y muebles, se venderán, previa
tasación legal; y el valor de la venta será dividido. No habiendo compradores, y
subsistiendo el empeño de no dividir los bienes, el Juez mandará depositarlos
hasta que se vendan, y el dinero se repartirá entre los herederos.
Hechas las particiones, se procederá a la entrega de todos los bienes,
acciones y títulos, a los que les hayan correspondido.
La partición se pasará a un Cartulario para que la inserte en su protocolo y
de allí se dará a cada interesado el testimonio de su hijuela.
Esta Ley permaneció vigente por un período de tan solo seis años y cuarenta
y ocho días, ya que el primero de enero de 1888 comenzó a regir el actual Código
Civil.
La ley, sin embargo, no escapa a una serie de críticas en algunos de sus
puntos de innovación respecto del Código de Carrillo, a pesar de que en su
momento dichos cambios eran considerados como la solución ideal para hacer
justicia en nuestro entorno jurídico social.
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Ley de Sucesiones, Antología de Derecho Sucesorio 2001, San
José, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, 2001 p. 259.
64
La ley de noviembre de 1881, sancionó el principio de la libertad de testar,
aunque templado por las restricciones que los deberes de familia y los respetos
sociales imponen al testador.
1
El sistema de legítimas constituía un ataque a la libertad del propietario, que
es el único juez de su conciencia, así como lo sería la prohibición que se le
hiciese de enajenar en vida sus bienes, bajo el pretexto de que con la enajenación
pudiera perjudicar los derechos de los herederos que la ley derogada calificaba de
forzosos, así tampoco podría prohibírsele el hacerlo por causa de muerte, porque
en ambos casos ese traspaso de derechos sólo reconoce por causa el de
propiedad. El
derecho civil debe limitarse a garantizar el cumplimiento de la
voluntad del testador, asegurar a la familia de este la subsistencia mientras no
pueda hacerlo por sí misma, y a ponerla en la posibilidad de procurársela por sus
propios esfuerzos. Proceder de otra manera sería, privar al propietario de la libre
disposición de sus bienes, arrogarse el derecho de testar por el.
Se arguye contra la libre testamentifacción el peligro que habría con un
padre desnaturalizado o presa de un amor senil, quien postergando a su familia,
instituyese heredero suyo a alguna persona indigna de tal beneficio, seria
oportuno crear un recurso extraordinario a favor de los parientes del testador sin
limitación de grados
respecto de los descendientes y ascendientes, para que
pudiesen revocar el testamento en que se les hubiese preferido nombrando en su
1
SERANO (Benito) Hacer un Juicio crítico de nuestra actual Ley de Sucesiones. Revista El Foro,
San José, Nº 3, 11 Noviembre, 1882 p. 3.
65
lugar alguna persona de cuya institución, a juzgar prudencialmente, se habría
arrepentido más tarde el testador.
A la Corte Suprema de Justicia, dejándola en plena libertad de apreciar todas
las circunstancias, pudo habérsele atribuido el conocimiento de ese recurso.
El recurso propuesto, pudo ser tachado de casuístico; pero aún así fue
sometido a discusión, para ser adoptado o para buscar otra vía pero sin falsear el
principio de la libre testamentifacción.
Admitido el principio de la libre testamentifacción, la ley señaló que el
testador, no descuidase el cumplimiento de todas aquellas obligaciones que le
imponen los deberes sociales; y dispuso que debe dejar asegurada en el
testamento, la subsistencia de sus hijos menores e inválidos (si son varones,
asignarles una cantidad suficiente para el aprendizaje de algún arte ú oficio; y si
son mujeres, dotarlas en la misma proporción), de sus ascendientes y consorte
sobreviviente.
Estos artículos fueron calificados como deficientes al no determinar la
manera de fijar las porciones que, conforme a ellos, debe dejar el testador. Esa
designación la podría hacer el Juez en juicio sumario, a petición de parte y con
citación y audiencia de todos los interesados, atendiendo a la fortuna del testador.
No existen otros casos de inhabilidad, que los consignados en los artículos
23 y 24; que excluyen de la herencia al confesor y sus parientes dentro del cuarto
grado, a las corporaciones abstractas, a no ser que se haga con un fin científico,
de beneficencia, o de instrucción pública.
66
Por eso la Ley, a juicio del autor muy acertadamente, ha prohibido los
fideicomisos; pero ideal era haber sancionado al propio tiempo las sustituciones
denominadas vulgar, popular y ejemplar, para que en caso de no llegar a ser
heredero el instituido, o de que muriese en edad de no poder testar, lo fueran la
persona, o personas que en su lugar determinara el testador. Así no se privaría al
propietario del derecho de fijar el orden en que quisiera que fueran llamados sus
herederos, sin imponérselos, a falta del primer instituido. Se dirá que no estando
expresamente prohibidas, se entienden permitidas; pero para evitar los litigios a
que la interpretación de ese principio pudiera dar lugar, seria preferible que se
establecieran expresamente.
El legatario de parte alícuota, lo mismo que el heredero, a juicio del autor no
puede ser responsable por las deudas de su causante por mayor cantidad de la
que ascienda su legado. (Art. 59)
1
El capítulo de albacea era deficiente en el código, y en la nueva ley, debido a
estas deficiencias no se conocían las atribuciones de esos funcionarios en su
totalidad y provocaban el entorpecimiento en el trámite de las mortuorias. Las
facultades de dichos funcionarios no estaban demarcadas con precisión, no se
sabe con certeza si son o no hábiles para gestionar activa y pasivamente por la
testamentaría; para pagar, cobrar y recibir deudas vencidas, y en caso afirmativo,
1
Arroyo Álvarez (Wilberth) Ley de Sucesiones, Antología de Derecho Sucesorio 2001, San José,
Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, 20011 p. 250.
67
para devolver las prendas o cancelar las hipotecas que las administran; para
vender por su propia autoridad los muebles y semovientes perecederos.
El albacea, debía limitarse a ejercer aquellas facultades conferidas por sus
comitentes, quienes podrán ampliárselas o restringírselas; y que estos, desde el
nombramiento debieron determinar esas facultades; pero en el caso de no
haberse hecho, podría atribuírseles las ya indicadas, y todas las otras que solo
impliquen administración.
La división de la aceptación y de la renuncia de la herencia, resulta inútil;
porque ya sea por actos expresos o tácitos, los efectos legales son los mismos; y
en la práctica pudo haber dado lugar a litigios, al apreciarse las diversas
circunstancias que constituyen uno y otro caso. La aceptación de la herencia
podría admitirse como un hecho, mientras no se renuncia expresamente, sin que
implique responsabilidad ultra vires, a no ser que el heredero no procediera a la
facción de inventario.
No se definen cuales son los efectos legales del inventario, ya que pudo ser
considerado como la base de la partición, o con su realización el heredero se
libraba de confundir sus bienes con los de la mortuoria.
Al heredero, parece que le atribuyen solamente los derechos, pero no las
obligaciones del causante; de lo cual podría resultar, que pronunciada, una
sentencia contra la testamentaría, el heredero que no hubiera hecho inventarios la
hiciera nugatoria, excepcionándose con no
haber quedado bienes, y no ser
responsable a falta de estos por no obligarlo a ello ley alguna.
68
Ante la falta de inventarío, los bienes del heredero quedaban afectos a las
obligaciones de la testamentaria; opina el autor Wilberth Arroyo que podría
obligarse a los herederos y a los albaceas a realizar los inventarios, bajo la pena
de hacerles responsables mancomunadamente, a ellos y a los ocultadores, de
todas las deudas, si no lo verificaren.
Se realiza una crítica respecto a la donación a instituciones religiosas ya que
de no limitarse el principio de libre disposición por acto de ultima voluntad, en
cuanto al dominio religioso, en sólo medio siglo, la mayor parte de la riqueza
pública habría pasado a manos muertas: adquiriendo la Iglesia decidida
preponderancia sobre las otras instituciones sociales, la ciencia, la educación, el
arte, la moral y el derecho.
Pero si eran lícitos los mandatos de carácter exclusivamente religioso, con tal
de que el monto en conjunto no exceda de la décima parte de los bienes dejados
por el testador.
C - EL CÓDIGO CIVIL DE 1888.
1.- ANTECEDENTES, FUENTES Y EMISIÓN DEL CÓDIGO CIVIL DE 1888.
En 1882, el gobierno del General Próspero Fernández Oreamuno creó una
comisión para elaborar nuevos códigos en materia civil y de procedimientos. Para
la redacción del Código Civil, la comisión utilizó como modelos principales el
Código Napoleón y el proyecto de Código Civil Español del jurista García Goyena,
que entró en vigencia en España en 1889. La Ley de Hipotecas de 1865 y la de
69
Sucesiones de 1881 pasaron a la nueva normativa en forma casi íntegra. La Parte
Civil del Código General de 1841 prácticamente no fue tomada en cuenta.
1
Una vez concluido el proyecto, el Congreso aprobó el 19 de abril de 1885 una
ley en la que se autorizaba al Poder Ejecutivo para emitir el Código el 26 de abril
de 1886, un decreto del Presidente Don Bernardo Soto emitió el Código Civil, pero
dispuso que entrara en vigor en la fecha que una ley posterior designase. El texto
pasó a conocimiento del Colegio de Abogados, que hizo algunas propuestas de
reforma al articulado. Después de discutirlas y aprobarlas, el Congreso dispuso,
por ley de 28 de setiembre de 1887, que el Código empezaría a regir el 1° de
enero de 1888.
2.- CONTENIDO DEL CÓDIGO CIVIL DE 1888.
El libro segundo a partir de su título once regulaba la materia sucesoria
(testamentaria y legítima), en la que impera el principio de la libre testamentifactio
establecida en la Ley de Sucesiones de 1881.
Este es el código que vino a suplantar a la ley de sucesiones, con lo que
regulo esta materia específica dentro del articulado de los derechos civiles, y la
trato en el título XI comenzando por el artículo 520 y terminando en el numeral
626.
La sucesión comprende todos los bienes, derechos y obligaciones del
causante, salvo los derechos y obligaciones que, por ser meramente personales,
1
Ver SAENZ CARBONELL p. 188.
70
se extinguen con la muerte. La sucesión se defiere por la voluntad del hombre
legalmente manifiesta; y a falta de ella, por disposición de la ley.
La sucesión puede ser parte testamentaria y parte intestada.
En su libro segundo se trata la indignidad, la cual es la situación de los
herederos que se ven en las siguientes situaciones:
1—El que comete alguna ofensa grave contra la persona ú honra del
causante, sus padres, consorte o hijos.
2—El que acuse o denuncie al causante por delito que merezca pena
corporal, salvo sí el delito se hubiere cometido contra el mismo heredero o
legatario, su consorte, padres o hijos, y el que en proceso abierto por delito
merecedor de esa pena, declare falsamente contra el causante.
3—Los parientes que estén en alguno de los casos de que habla el artículo
190 (Los cuales son los tutores o curadores que no administren los bienes
adecuadamente).
4—Los parientes comprendidos entre los herederos legítimos, que,
hallándose el causante loco o demente y abandonado, no cuidaren de recogerlo o
hacerlo recoger en un establecimiento público.
5—El que por recibir la herencia o legado estorbó, con fraude o por fuerza,
que el causante hiciera testamento o revocara el ya hecho, o sustrajo éste, o forzó
al causante para que testara.
Pero hay excepciones a las anteriores reglas como lo es el hecho de que: el
testador al tiempo de hacer el testamento conocía la causa de indignidad, o sí
71
habiéndola sabido después no revocó la institución pudiendo hacerlo, el heredero
queda de hecho rehabilitado para recibir la herencia y no se le puede excluir de la
mortual.
Para que la indignidad produzca efecto es preciso que sea declarada
judicialmente a solicitud de parte interesada. La acción para pedir la declaratoria
prescribe en cuatro años de posesión de la herencia o legado.
Muerto el heredero o legatario sin que se haya intentado la acción de
indignidad, no se admitirá contra los herederos del indigno. Esto debido a que la
calificación de indigno tiene un carácter personal que no se transmite a sus
herederos.
El heredero excluido de la herencia por indignidad está obligado a restituir
todos los frutos que haya percibido desde la apertura de la sucesión.
La aceptación y la renuncia de la herencia son actos libres y voluntarios; no
pueden hacerse en parte, ni con término, ni bajo condición, ni por quien no tenga
libre administración, de sus bienes. La aceptación de la herencia, para que
produzca todos sus efectos legales, ha de
ser expresa, pidiendo al Juez del
domicilio de la sucesión, la declaratoria de ser tal heredero.
El término para aceptar la herencia será el de tres meses contados desde la
publicación en el periódico oficial del primer edicto en que se avise estar iniciado el
juicio de sucesión y se emplace a los interesados en esta.
72
Cuando en autos aparezca el nombre y residencia del heredero, no correrá
para él el término del emplazamiento, sino desde la fecha en que se le notifique
personalmente.
Sí no fuere el caso de notificar personalmente al heredero, y éste se hallare
fuera de la República, el término para aceptar la herencia se considerará
prorrogado a tres meses más por el sólo efecto de que aquel que hubiere entrado
en posesión de la herencia no haga suyos los frutos recibidos.
Si el heredero muriere antes de aceptar la herencia, sus herederos podrán
hacer uso del tiempo que falte del término en que debe hacerse la aceptación.
La herencia vacante se da si durante el término para aceptar la herencia,
nadie se presentare a reclamarla probando su calidad de heredero, y se declarará
heredero al respectivo municipio.
Si durante el término del emplazamiento, alguno o algunos se presentaren
reclamando la calidad de heredero y la probaren, vencido el término, se les
declarará herederos sin perjuicio de tercero de mejor derecho y se les pondrá en
posesión de la herencia.
Después de vencido el término para aceptar, el heredero y sus sucesores,
mientras no haya prescrito el derecho para pedir la herencia, podrán reclamarla de
cualquiera que la posea, por habérsele declarado heredero; pero éste se
considerará poseedor de buena fe para la cuestión de frutos.
El que fuere desposeído de una herencia por el verdadero heredero que se
haya presentado reclamándola antes de concluirse el término que la ley le
73
concede para aceptar, deberá devolverla con sus frutos, sin más derecho que el
de indemnización de gastos y pago de mejoras como poseedor de buena fe.
El heredero no responde de las deudas y cargas de la herencia, sino hasta
donde alcancen los bienes de ésta. Aceptada pura y simplemente, toca al
heredero probar que no hay bienes suficientes para el pago de deudas y cargas; y
aceptada a beneficio de inventarío, incumbe a los acreedores probar que hay otros
bienes además de los inventariados. (Art. 535)
1
Se trata de la responsabilidad
intra vires hereditatis no es imperativo realizar el inventario para que los bienes del
heredero no respondan por las deudas del causante.
La llamada aceptación tácita la contemplo el legislador ya que dispuso.
No dándose principio al inventarío o no concluyéndose éste por culpa del
beneficiario, dentro del término señalado por la ley, se tendrá la herencia como
aceptada pura y simplemente. (Art. 536 Código Civil)
La renuncia de una herencia debe ser también expresa y hacerse ante el
Juez llamado a conocer de la sucesión. (Art. 537 Código Civil)
Los acreedores del renunciante, en los casos y durante el tiempo que la ley
les faculte para anular los actos que su deudor ejecute sin perjuicio de ellos,
pueden impugnar la renuncia y hacer efectivos los derechos que corresponderían
a su deudor si no hubiera renunciado. Dicha impugnación provoca que los bienes
del causante respondan por las deudas del heredero hasta su monto pero no son
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Código Civil 1888, Antología de Derecho Sucesorio, San José,
Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho, 2001, p.72.
74
considerados como herederos.
El que ha renunciado la herencia intestada de una persona, puede reclamar
la misma herencia en virtud de un testamento que no conocía al hacer la renuncia.
En ninguna mortuoria habrá más de un albacea propietario. Para los casos
de impedimento temporal del propietario y para los incidentes en que éste tenga
un interés propio que esté en contradicción con los de la sucesión, se nombrará un
albacea suplente.
El testador puede nombrar albaceas propietario y suplente; sí elige varios
propietarios o varios suplentes, sólo ejercerá el cargo uno de ellos, llamándolos
por el orden en que estén nombrados.
Cuando falte albacea testamentario, los herederos y el cónyuge, en junta
general convocada a instancia de interesado, nombrarán albacea propietario y
suplente, y se tendrán por tales los que obtengan mayoría de votos; en caso de
empate, decidirá el Juez.
Mientras no se verifique el nombramiento de albacea definitivo, no habiendo
albacea testamentario o no pudiendo éste entrar a ejercer sus funciones desde
que se inicie el juicio de sucesión, el Juez elegirá uno provisional, entre los interesados en la sucesión, prefiriendo al cónyuge sobreviviente, al padre o madre
del difunto.
El albacea provisional cesará de serlo cuando el albacea testamentario o
definitivo acepte el cargo. Puede removerlo el juez a solicitud de parte interesada,
por faltar a cualquiera de sus obligaciones.
75
En lo que respecta a las prohibiciones para ser albaceas nuestro código
estableció las siguientes: Los que no pueden obligarse, el ciego, el mudo, el que
tenga su domicilio fuera de la República, el condenado por delito que merezca
pena corporal, mientras no sea rehabilitado, y el que haya sido una vez
condenado o removido por dolo en la administración de cosas ajenas.
El albacea nombrado puede rehusar libremente el cargo: pero si lo acepta,
está obligado a desempeñarlo, excepto en los casos en que es permitido al
mandatario exonerarse del suyo.
El albacea testamentario debe iniciar el juicio de sucesión desde que tenga
conocimiento de ser tal albacea. Si dejare pasar treinta días sin hacerlo, perderá el
legado que se le hubiere dejado y la décima parte de los honorarios. En caso de
hallarse fuera de la República, los treinta días comenzarán a correr desde su
regreso a la República.
El albacea es el administrador y el representante legal de !a sucesión, así en
juicio como fuera de el, y tiene las facultades de un mandatario con poder general.
Pero necesita autorización especial para arrendar fincas de la sucesión por
más tiempo del que esta permanezca indivisa; para renunciar, transigir o
comprometer en árbitros derechos que se cuestionen sobre bienes sucesorios;
para enajenar extrajudicialmente bienes de la sucesión cuyo valor exceda de
doscientos cincuenta pesos; y para continuar o no el comercio del difunto.
La autorización debe resultar del convenio de los interesados y cuando falte
ese convenio o cuando no pueda conocerse la voluntad de los interesados, la
76
autorización la concederá el Juez. Es innecesaria la autorización para enajenar
bienes inmuebles si está ordenada por sentencia en virtud de derecho ejercido
contra la sucesión.
Los actos o contratos que el albacea ejecute o celebre sin autorización
especial serán absolutamente nulos.
Cada mes presentará el albacea al juzgado un estado administrativo de los
ingresos y egresos que haya tenido la sucesión: y al cesar en su cargo rendirá la
cuenta final comprobada de su administración.
El cargo, tratándose de albaceas testamentarios o definitivos, durará dos
años, desde la fecha de su aceptación. Terminados los dos años, cesan de ser
albaceas, sin necesidad de declaratoria judicial; pero pueden ser reelegidos.
El albacea puede ser removido a voluntad de los interesados; pero el albacea
provisional solo podrá ser removido por faltar a sus obligaciones. Si el albacea
fuere testamentario, al removerlo sin causa, cualquiera que sea el estado del juicio
de sucesión, se le abonarán todos sus honorarios como si el juicio estuviera
concluido.
El testador no podrá ampliar las facultades legales del albacea, ni eximirle de
sus obligaciones y responsabilidades
Durante la facción del inventario administrará la herencia y podrán ser
pagados por éste los acreedores por el orden en que se presenten, siempre que
en el pago estén de acuerdo herederos, acreedores y legatarios. También cubrirá
el albacea las pensiones alimenticias que, deban darse a los herederos y al
77
cónyuge del difunto.
La partición hecha legalmente confiere a los coherederos la propiedad
exclusiva de los bienes que fueron repartidos entre ellos. Los herederos son
obligados a indemnizarse recíprocamente, en caso de evicción, de los objetos
repartidos. Esta obligación cesa habiendo convención en contrario, o sí la evicción
aconteciere por culpa del vencido.
Las particiones extrajudiciales o de acuerdo de todas las partes, sólo pueden
ser rescindidas en los casos que pueden serlo los contratos; las hechas mediando
contención, sólo pueden ser atacadas en los casos que puede serlo una
sentencia.
A los acreedores que no fueren prendarios o hipotecarios que reciban el pago
de su crédito dentro de los primeros seis meses después de iniciado el juicio de
sucesión, deberán garantizar que devolverán como pago indebido lo que
corresponda al acreedor de igual o mejor derecho que reclame antes de dichos
seis meses. Vencido este término, cesa la fianza y garantía que hubieren
presentado.
El acreedor que en los dos primeros años después de iniciado el juicio de
sucesión, no haga uso de los derechos que contra ella tenga, nada podrá reclamar
de los acreedores a quienes se hubiere pagado, y sólo podrá repetir contra los
legatarios cuando en la herencia no hubiere bienes bastantes para cubrir su
crédito, y no hubieren trascurrido dos años desde que éstos hayan entrado en
posesión de su legado.
78
El albacea que no hubiere reservado lo suficiente para pagar a los
acreedores no presentados, cuyo crédito conste a este será responsable
personalmente de las cantidades entregadas a otras personas, en perjuicio de
dichos acreedores.
El acreedor cuyo crédito no fuere exigible en los seis primeros meses
después de iniciado el juicio de sucesión, para conservar ileso su derecho, deberá
presentarse pidiendo que se separen bienes suficientes para pagarle en su
oportunidad, o que se garantice el pago por el heredero.
En la sucesión legítima, la parte caduca del heredero indigno o que renuncia,
acrece a los coherederos, siempre que no sea el caso de representación. En la
sucesión testamentaria hay derecho de acrecer en favor de los herederos,
respecto al legado y respecto a la parte de la herencia de sus coherederos que
caduquen conforme a la ley. (Art.569) 1
Entre los legatarios no habrá derecho de acrecer; pero si la cosa legada fuere
indivisible, el colegatario podrá conservar el todo reponiendo a los herederos el
valor de la parte caduca, o recibirá de ellos el valor de lo que directamente le
pertenece.
Sí una persona muriere sin disponer de sus bienes, o dispusiere sólo en
parte, o, si habiendo dispuesto, el testamento caducare o fuere anulado entrarán a
la herencia sus herederos legítimos.
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Código Civil 1888, Antología de Derecho Sucesorio, San José,
Universidad de Costa Rica, Facultad de Derecho, 2001. p. 76.
79
Son herederos legítimos:
1- Los Hijos legítimos, los padres legítimos y el consorte.
No tendrá derecho a heredar el cónyuge legalmente separado si el hubiere
dado lugar a la separación.
Los hijos ilegítimos entran a la herencia de la madre como los legítimos. Los
hijos naturales reconocidos entran a la herencia del padre, a falta de hijos legítimos y en lugar de estos. Si el consorte tuviere gananciales, sólo recibirá lo que a
estos falte para completar una porción igual a la que recibiría no teniéndolos.
2°—Los abuelos y demás ascendientes legítimos.
3°—El padre natural que reconoció al causante con consentimiento de este.
4°—Los hermanos legítimos y los naturales por parte de madre.
5°—Los hijos legítimos de los hermanos legítimos o naturales por parte de
madre y los hijos legítimos o ilegítimos de la hermana legítima o natural por parte
de madre.
6°—Los hermanos legítimos de los padres legítimos del causante, y los
hermanos uterinos no legítimos de la madre o del padre legítimo.
7°—El municipio correspondiente al lugar del último domicilio del causante, o
a los municipios donde se encontraren los bienes a la muerte de aquel.
Los municipios tomarán posesión de la herencia previa sentencia que declare
sus derechos según el Código de Procedimientos.
En la sucesión legítima se puede suceder por derecho propio o por
representación. La representación sólo se admite en favor de los descendientes
80
del difunto, y de los descendientes hermanos del causante que serán llamados en
caso de no existir otros hermanos.
Se puede representar al indigno, al que repudió la .herencia y al ascendiente
cuya herencia se ha repudiado.
En caso de representación se harán de la herencia tantas porciones como
sea el número de los herederos que concurran con derecho propio y el de los
representados: los primeros recibirán su porción viril, y de las porciones que
correspondan a los representados se formará una sola masa distribuible sin
distinción de origen.
No puede hacerse testamento por procurador. Tampoco puede depender del
arbitrio de otro, sea en cuanto a la institución o a la designación del objeto de la
herencia o legado, sea en cuanto al cumplimiento o no cumplimiento de las
disposiciones.
La invocación de un motivo falso no anula la disposición, a no ser que haya
sido anunciado en forma de condición o que del mismo testamento aparezca que
el testador ha querido que la eficacia del legado o herencia dependa de la
existencia de la causa invocada.
Puede otorgarse testamento abierto ante un cartulario y tres testigos; pero si
el mismo testador escribe el testamento, bastan dos testigos y el cartulario. Ante
cuatro testigos sin cartulario: si el testador lo escribe; o ante seis testigos, si el
testador no lo escribe.
El testamento abierto necesita las siguientes formalidades: debe ser fechado,
81
con indicación del lugar, día y hora, mes y año en que se otorgue; debe ser leído
ante los testigos por el mismo testador o por la persona que éste indique o por el
cartulario. El que fuere sordo y supiere leer, deberá leer su testamento: si no
supiere deberá designar la persona que haya de leerlo en su lugar. Debe ser
firmado por el testador, el cartulario y los testigos. Si el testador no supiere o no
pudiere firmar, lo declarará así en el mismo testamento. Por lo menos dos testigos
en caso de testamento ante cartulario, y tres si es solo ante testigos, deben firmar
el testamento abierto; en este se hará mención de los testigos que no firman y del
motivo.
Todas las formalidades del testamento serán practicadas en acto continuo.
Pueden otorgar testamento abierto privilegiado, los militares y demás
individuos pertenecientes al ejército que se hallen en campaña o en plaza sitiada o
prisioneros en poder del enemigo, ante dos testigos y un jefe u oficial. Los
navegantes ante el capitán y dos testigos. Unos y otros ante dos testigos
solamente si el mismo testador escribe el testamento.
El testamento de que habla este artículo debe llenar las formalidades del
artículo anterior, y solo vale si el testador muere durante la situación en que lo
otorgó o dentro de los treinta días inmediatos.
El testamento cerrado puede no estar escrito por el testador, pero si ha de
estar firmado por el. Lo presentará después, cerrado y sellado, al cartulario, quien
extenderá en la cubierta del testamento una escritura en que conste: las
características de la cubierta y el testamento mismo. Esta escritura será firmada
82
por el cartulario, testador y tres testigos. Concluida la diligencia debe devolverse el
testamento al testador.
El ciego y el que no sepa escribir no pueden hacer testamento cerrado.
El testador debe ser moral y legalmente capaz al hacer el testamento y al
abrirse la sucesión. Tienen Incapacidad absoluta de testar los que no están en
perfecto juicio y los menores de quince años.
Tienen incapacidad relativa de recibir por testamento, del menor no
emancipado, su tutor, a no ser que renuncie a la tutela y de cuenta de la
administración, o que sea ascendiente o hermano del menor. Del menor, sus
maestros o pedagogos, y cualquier persona a cuyo cuidado este entregado, del
enfermo, los facultativos que le asistieron en la enfermedad de que murió y los
confesores que durante la misma le confesaron. Del cónyuge adultero, su
cómplice, si se ha probado judicialmente el adulterio, del testador, el cartulario que
le hace el testamento público o autoriza la cubierta del testamento cerrado, y la
persona que le escriba este.
Las personas morales son hábiles para adquirir por testamento. Sin embargo
serán absolutamente nulas las mandas hechas en favor de iglesias o de institutos
de carácter religioso, en cuanto excedan del décimo de los bienes del testador.
Las disposiciones en favor de personas inhábiles son absolutamente nulas,
aunque sean hechas simuladamente, o por interpuesta persona. Se tienen como
personas interpuestas los ascendientes, descendientes, consorte o hermanos del
inhábil.
83
En la incapacidad del confesor se tendrá también como persona interpuesta,
el cabildo, iglesia, comunidad o instituto a que pertenezca el confesor.
El testador puede disponer libremente de sus bienes, con tal que deje
asegurados los alimentos de su hijo, legítimo o no legítimo, hasta la mayoridad sí
es menor, y por toda la vida sí es inválido; y los de sus padres legítimos o madre
ilegítima y los de su consorte, mientras los necesiten.
Sí el testador omite cumplir esta obligación de alimentos, el heredero no
recibirá de los bienes sino lo que sobre, después de darse al alimentario lo
bastante a asegurar sus alimentos, previa estimación de peritos.
Si los hijos, los padres o el consorte tuvieren, al morir el testador, bienes
bastantes, no es obligado éste a dejarles alimentos.
Los herederos instituidos sin designación de partes, heredan con igualdad.
El legado de cosa ajena es nulo, pero producirá sus efectos sí la cosa legada,
llega a ser del testador por cualquier título.
El legado hecho a un acreedor no se estima compensación de la deuda.
Si el legado es de usufructo sin determinación de tiempo, se entenderá hecho
por lo que dure la vida del legatario; y sí este fuere una persona moral perpetua, lo
tendrá por treinta años.
El legado de un crédito o de perdón de una deuda, sólo surte efecto en la
parte del crédito o de la deuda subsistente al tiempo de morir el testador. En el
primer caso, el heredero cumple con ceder al legatario todos los títulos y acciones
84
que le competerían contra el deudor; en el segundo caso, con dar al mismo
legatario carta de pago si la pidiere.
El legado genérico de liberación o de perdón de las deudas, comprende sólo
las existentes al tiempo de la muerte y que hayan nacido antes de hacerse el
testamento.
Sí el que lega una propiedad le añade después nuevas adquisiciones, éstas,
aunque sean colindantes, no entrarán en el legado sin nueva declaración del
testador; pero no se entenderá lo mismo respecto de las mejoras necesarias,
útiles o de lujo hechas en la cosa legada.
El legatario o heredero adquiere el legado o herencia incondicional o a
término cierto, o bajo condición resolutoria, desde el momento en que muere el
testador. El legado o herencia cuya existencia dependa de condición suspensiva,
no se adquiere por el legatario o heredero, sino al cumplirse la condición. El
acreedor cuyo crédito no conste sino por testamento, será tenido por legatario.
Sí el heredero fuere instituido bajo condición suspensiva, se pondrá la
herencia en administración, hasta que se cumpla la condición o haya certeza de
que no podrá cumplirse. La administración se dará al heredero instituido, si
cauciona la devolución de lo percibido con frutos, en caso de no cumplirse la
condición; y si el heredero instituido no presta caución, se dará también bajo
fianza al que hubiera de recibir la herencia por el no cumplimiento de la condición.
Esto último se hará con las herencias dejadas a personas por nacer.
85
En el caso de legado puro y simple de cosa determinada, el legatario hace
suyos los frutos desde la muerte del testador.
El legatario recibirá la cosa legada con los gravámenes que tenga a la muerte
del testador, salvo que éste disponga lo contrario; pero el legatario no responde de
las cargas, sino hasta donde alcance el legado.
Los gastos de la entrega de la cosa legada son a cargo de la sucesión, salvo
la expresa voluntad del testador.
Si los bienes de la sucesión se han repartido todos en legados, las deudas y
cargas de ella se repartirán a prorrata entre todos los legatarios en la proporción
de sus legados, y sobre el valor líquido de éstos tendrá un diez por ciento aquel a
quien se declare heredero conforme a la ley.
Si los bienes de la herencia no alcanzan a cubrir todas las mandas, se
pagarán éstas a prorrata, menos las que fueren dejadas en recompensa de
servicios, que se considerarán deudas de la sucesión.
Si el causante hubiere legado alguna pensión vitalicia anual, sin dejar a cargo
de algún heredero o legatario el pago de ella, y los herederos no se ponen de
acuerdo sobre quién ha de pagar la pensión y tener en su poder el capital que la
produzca, hará la designación el Juez. En el caso de no prestarse fianza o de que
ninguno de los herederos quiera tomar a su cargo el pago del legado, se separará
un capital equivalente a diez anualidades y se entregará al legatario en pago de su
derecho.
86
Cuando dos o más personas testen en un mismo acto, cada una puede
revocar independientemente sus disposiciones.
La disposición testamentaria quedará sin efecto si el heredero o legatario
fallece antes que el testador; si la condición suspensiva de que dependía el legado
o herencia llega a faltar o se cumple la resolutoria; si el heredero o legatario es
incapaz o indigno de adquirir la herencia o legado al abrirse la sucesión, o si el
legado o herencia fuere condicional, al cumplirse la condición; si el heredero o
legatario renuncia su derecho.
El legado específico caduca cuando el testador enajena de cualquier modo la
cosa legada, o la trasforma de modo que no conserve ni la forma ni la
denominación que antes tenía, y cuando la cosa perece antes de la muerte del
testador o antes de cumplirse la condición suspensiva de que depende el legado.
A manera de recapitulación debemos señalar que una vez establecida como
República independiente nuestra nación necesito de un periodo de transición para
poder asentarse en diferentes aspectos entre ellos la creación de un ordenamiento
jurídico propio, que estuviese acorde con su realidad.
Durante dicho periodo se siguieron aplicando las mismas normas jurídicas
españolas que entraron en vigencia durante la colonia con la consiguiente
dificultad de aplicar leyes fuera del contexto en que se crearon y desarrollaron.
Para dar término a dicha transición nuestros gobernantes se preocuparon por
dotar al país de su propio cuerpo normativo y para ello se avocaron al estudio de
las ordenamientos vigentes en esa época, como resultado de estos surge la figura
87
de Braulio Carrillo que promulga el Código General de la República de Costa Rica
1841, que en su momento se dijo que era obra intelectual del propio Carrillo, pero
como se constató posteriormente, contenía grandes parecidos con el Código Civil
de Bolivia de esa época que a su vez estaba sumamente influenciado por el
Código de Napoleón.
El hecho de que este ordenamiento presentará este tipo de influencias no
desvirtúa en nada el gran aporte que significo para el desarrollo de nuestro
derecho, ya que nuestra sociedad estuvo regida por este ordenamiento normativo
por más de cuarenta años lo que demuestra que tuvo un alto grado de
concordancia con la realidad social y que no fue una simple copia de algún otro
ordenamiento jurídico.
En lo referente al derecho sucesorio nuestros legisladores consideraron
relevante emitir un cuerpo normativo para esa materia específica, buscando con
esa especialización una mejor y más apropiada regulación de las sucesiones
mortis causa. A esos efectos se promulgó la Ley de Sucesiones en 1881 la cual
como punto más importante a rescatar introdujo el principio de libertad de testar
eliminando de nuestro ordenamiento la legítima hereditaria dicho cambio le da la
posibilidad a las personas de disponer de sus bienes para después de su muerte
de la misma forma en que puede hacerlo durante el transcurso de su vida, esto le
otorga al causante la facultad de disponer por vía testamentaria como si se tratará
de un acto entre vivos primando así su voluntad libremente manifestada.
88
Lo anterior no implica que la legítima hereditaria sea una figura nociva, sino
que al existir la libertad de testar, el causante favorecerá aquellas personas que
realmente considere merecedoras de su fortuna.
En la segunda mitad del siglo XIX nuestro país incursiona más activamente
en la economía mundial y esta interacción con otros países provoca cambios
internos de tipo económico, político y social los cuales a su vez son la causa de un
movimiento que tiende a la readecuación de la legislación costarricense para que
estuviera acorde con los cambios señalados anteriormente.
El resultado fue la promulgación del Código Civil en el año de 1888, el cual
dejo a un lado el Código General de Carillo y teniendo como modelos el Código de
Napoleón y el proyecto que se convertiría en el Código Civil Español de 1889.
En lo referente a materia del Derecho sucesorio este Código derogó la Ley de
Sucesiones pero la normativa de ésta pasó de forma casi íntegra a formar parte
del Código Civil, lo cual indica que el esfuerzo legislativo realizado en 1881 fue
una labor seria que produjo un conjunto de normas de fácil aplicación en la
práctica que no fue desestimada al desarrollar el Código Civil siete años después.
89
SECCIÓN III. EL PROCESO SUCESORIO EN EL SIGLO XX
En el presente apartado serán desarrolladas las características más
importantes de la legislación nacional en materia sucesoria que aún en nuestros
días rigen este proceso, lo cual servirá de base para las comparaciones que
haremos en los dos capítulos siguientes.
A) Código de Procedimientos Civiles
1. Aseguramiento de Bienes
El Código de Procedimientos Civiles en su artículo 504 indicaba que para
promover el aseguramiento de bienes, debía presentarse certificado del
fallecimiento de la persona de cuya sucesión se trate. 1 Esto con el fin de probar
que pronto se abriría el sucesorio relacionado con dichos bienes y que había
sustento para esta petición.
La figura del aseguramiento de bienes es un acto previo a la apertura del
sucesorio, debiendo la autoridad judicial apersonarse al lugar en que se
encuentran los bienes del causante para proceder a la confección de un inventario
de ellos. Se pretende poner a salvo los bienes sucesorios, pues el juez levantará
un acta de todo lo que se le indique o crea es propiedad del causante, cabiendo la
posibilidad de inventariar bienes que son propiedad de terceros ajenos a la
sucesión o incluso dejar bienes fuera del inventario que son propiedad del
causante.
1
Código de Procedimientos Civiles. San José, Editorial Porvenir, 1ª edición 1987, art. 504.
90
La realización de este acto previo es importante porque los bienes muebles
según su tamaño son de fácil distracción, por los herederos o por otras personas,
para perjudicar a los beneficiarios.
Para poder aceptar el cargo de depositario, se hace necesario, además de
juramentarse y estar en disposición de aceptar el cargo, rendir la garantía que el
juzgado le pide, generalmente no se exige la fianza, sino que al depositario se le
hacen las prevenciones legales y sobre todo se le indica la obligación de devolver
los bienes recibidos, bajo pena de apremio corporal en caso de omisión.
La labor del depositario termina cuando empieza el albacea a cumplir sus
funciones, como se aprecia en el numeral 520 del Código:
“Artículo 520.- Cuando después de asegurados los bienes, se nombre
albacea provisional o acepte el nombrado en el testamento, el depositario hará
entrega al albacea de los bienes que haya recibido, por el mismo inventario por
que le entregó el Juez.” 1
2. Declaratoria de ausencia
Cuando una persona desaparece del lugar de su domicilio, sin dejar
apoderado o administrador de sus bienes; y, si además no se tienen noticias de su
paradero, es de suponer que haya muerto; en este momento la persona
interesada presenta la solicitud ante el juez competente.
“Dictada la declaratoria de ausencia, entran los herederos y legatarios en
posesión provisional de los bienes, con la advertencia que en caso que apareciera
1
Código de Procedimientos Civiles, art. 520.
91
el ausente deberá devolver parte de los frutos y los bienes que le fueron
adjudicados.” 1
Si llegan a pasar diez años después de la declaratoria de ausencia, veinte de
la desaparición o de las últimas noticias; o si el ausente habría alcanzado de estar
vivo la edad de ochenta años, el juez, a solicitud de parte interesada, declarará la
presunción de muerte. Con base en esta se podría abrir el juicio sucesorio.
3. Apertura y Comprobación de Testamento
Es importante verificar la existencia o no de testamento; cuando existe
testamento, abierto o cerrado, se procede según el caso.
De ser abierto se
deberá constatar la existencia del mismo y de ser cerrado, se iniciará la apertura y
comprobación correspondiente. 2
El testamento abierto auténtico se presenta ante el juez y con ello se
comprueba su existencia. Se debe presentar el primer testimonio de la escritura, si
ella no aparece, se solicitará un segundo testimonio.
Tratándose de testamento cerrado “estas diligencias se promueven ante el
juez del lugar donde se otorgó la escritura respectiva y comprenden, primero,
recibir declaración al notario y a los testigos instrumentales acerca de la veracidad
de sus firmas y de sus afirmaciones en la carpeta, y segundo de que la misma se
encuentra en el mismo estado que lo dejó. Si han muerto o se han ausentado, se
1
LEIVA CHAMORRRO (Manuel Enrique)Adjudicaciones judiciales y extrajudiciales de los bienes
sucesorios, San José, Tesis para optar por el título de Licenciado en Derecho, Facultad de
Derecho de La Universidad de Costa Rica, 1989, p. 35.
2
Código de Procedimientos Civiles, art. 836.
92
procede según el artículo 841 del Código en mención, al reconocimiento de firmas
por medio del cotejo de letras (grafoscopía) o con otras firmas o con personas
conocedoras de ellas.”
1
Luego de reconocidas las firmas y comprobada la integridad de la carpeta, se
deberá protocolizar el testamento, la autorización escrita en la cubierta, y el auto
que aprueba y ordena la protocolización, de acuerdo al artículo 842 del Código;
todo lo cual deberá realizarse por un notario y para ese efecto el juez comisionará
a uno de su elección.
Cuando el testamento abierto no es otorgado ante cartulario se debe verificar
el examen de los testigos. De estar ajustado a derecho, se ordenará la
protocolización del testamento y del auto que lo ordene. Una vez protocolizado se
procederá a abrir la mortual ante el juez competente, a quien deberá presentársele
el primer testimonio de la escritura de protocolización, para iniciar los trámites del
sucesorio.
4. Requisitos para promover el proceso sucesorio
De conformidad con el artículo 522 del Código, quien quiera promover el
juicio sucesorio debe tener interés legítimo en promoverlo.
A su vez debe demostrar ante el juez, el fallecimiento del causante mediante
certificación del Registro Civil.
1
2
2
Ver LEIVA CHAMORRRO (Manuel Enrique) op.cit. p. 32-33.
Código de Procedimientos Civiles, art. 522.
93
5. La apertura del sucesorio
La apertura del proceso sucesorio es el primero de una serie de actos
procesales, cuyo fin es la liquidación del patrimonio dejado por el causante. “La
apertura del proceso la puede pedir cualquier persona que tenga interés en él, los
tribunales no pueden proceder de oficio.”
El escrito de apertura debe contener una serie de requisitos entre los cuales
están, los nombres, apellidos, domicilio y demás calidades de los presuntos
herederos.
Cuando consten en autos estos requisitos, a los presuntos herederos no les
corre el término del emplazamiento, mientras no se les notifique en forma legal, la
apertura del sucesorio.
Podemos decir que se debería informar al juez de la existencia de hijos
extramatrimoniales. Si bien es cierto que el escrito no es una declaración jurada
que se hace ante el juez, lo cierto es, que al menos se debe decir claramente si
hay hijos extramatrimoniales o no.
Indicar si hay menores interesados en la sucesión. En tal caso, el Patronato
Nacional de la Infancia será parte con el fin de proteger los derechos de esos
menores. Además procederá el juez a proveer a estos de un representante legal.
Si se tiene noticias de la existencia de testamento, con el fin de saber ante
qué clase de sucesión se está y como debe proceder el juez. Si se afirma que no
se tiene noticias de la existencia de testamento, el juez procederá a abrir la
sucesión intestada. De indicarse la existencia de testamento se iniciará el trámite
94
de la apertura de una sucesión testamentaria.
Quien promueve el juicio debe indicar el posible valor de los bienes, con el fin
de poder saber si debe dirigirse, a un Alcalde o a un Juez. De modo que el
objetivo de la estimación es determinar la competencia del Tribunal, sea juez o
alcalde. Lo anterior dejó de ser necesario en la actualidad debido a que la
competencia en los procesos sucesorios corresponde a los tribunales (esto
gracias a la Ley Orgánica del poder Judicial # 7333 ).
Señala la ley el deber de indicar el último domicilio del causante, con el fin de
poder definir la competencia territorial del Tribunal que va a conocer del proceso.
Se debe pedir en el escrito de apertura el nombramiento de un albacea
provisional, cuando estamos en presencia de una sucesión legítima. O que se
llame al albacea testamentario, cuando ésta es testamentaria.
El interesado podría pedirle al Juez mandar oficios a los Bancos y otras
Instituciones para que se pongan los bienes del causante a la orden del Juez.
Mientras la resolución que declara abierto el sucesorio no quede firme,
cualquier persona que demuestre mejor interés puede impugnarla, pudiendo ser
revocada o anulada por el juez que conoce del asunto. Dicha resolución puede ser
apelada por quien en realidad tenga interés en el proceso quedando a criterio del
Tribunal de Alzada anular o revocar la apertura de la sucesión. Puede suceder
que quien solicite la apertura tenga un derecho de menor jerarquía que otras
personas, quienes pueden presentarse ante el juez para apelar.
95
También debe presentarse certificación de defunción del causante, expedida
en forma legal, por ello debe quedar inscrita la defunción.
Una vez que se hubieran cumplido estos requisitos, en el mismo auto en que
el juez declaraba abierto el juicio sucesorio, también debía llamar al albacea
testamentario o nombraba al provisional y previniéndoles de aceptar el cargo en el
término de ocho a quince días, de no presentarse se entiende que no lo acepta,
esto según el artículo 525 del Código 1 . De haber menores, se les nombraba un
representante legal y se le daría audiencia al Patronato Nacional de la Infancia,
ordenaba además la publicación del edicto citando herederos e interesados
debiendo publicarse por tres veces en el Boletín Judicial, con intervalos de cuatro
días; para que dentro de los treinta días siguientes después de la primera
publicación, comparecieran a hacer valer sus derechos ante el juez.
“Este edicto sucesorio es muy importante pues en la mayoría de las
sucesiones es ésta la única publicidad que existe. Podría pensarse en un medio
adicional de publicidad de la sucesión para que se alcance a la mayoría de los
posibles interesados en la sucesión.”
2
La sucesión queda abierta con la muerte del causante; a partir de este
momento podemos decir que está plenamente abierto el juicio. Para el caso de
que la sucesión se abra en diferentes oficinas judiciales, la resolución que se dicte
con anterioridad, prevalecerá sobre las posteriores.
1
Código de Procedimientos Civiles Art. 525
ALFARO MUÑOZ (Miguel) Análisis Procesal del Juicio Sucesorio. San José, Tesis para optar el
título de Licenciado en Derecho, Facultad de Derecho Universidad de Costa Rica, 1983, p. 36.
2
96
Una vez nombrado el albacea debe comparecer a aceptar y jurar el cargo.
Luego de esto, podrá solicitarle al secretario del despacho con el fin de probar su
personería extrajudicialmente, que se le extienda una certificación donde conste
su nombramiento, para su inscripción en el Registro Publico, en la Sección de
Personas o en la Sección Mercantil, si el causante era o no comerciante.
El juez procedía a nombrar el representante legal que gestionara en nombre
de los herederos menores de quince años. Los mayores de quince años debían
comparecer ante el juez a designar su representante; nombrando el juez la
persona que el menor indicara. La aceptación del cargo por el representante del
menor debía realizarse ante el juez.
6. Apersonamiento de herederos e interesados.
El momento mediante al cual el juez llama a los herederos con el fin de
aceptar su herencia es conocido como "La vocación".
En cuanto a los acreedores del causante deben apersonarse al proceso,
realizando sus respectivas legalizaciones de crédito, para ser conocidos en la
junta de herederos.
En el caso de las sucesiones testamentarias deben también apersonarse a
los autos los legatarios a quienes el juez notificará de la existencia de su legado.
Su apersonamiento se deberá realizar dentro de los treinta días posteriores a
la notificación. También se apersonarán el Patronato Nacional de la Infancia y la
Procuraduría General de la República.
97
Una vez transcurrido treinta días después de la primera publicación del edicto
que emplaza a los interesados, el juez procederá, a solicitud de parte, a formular
la declaratoria de herederos. (528 del Código Procesal Civil)
1
El juez, con base en la documentación existente analizaba quiénes
reclamaban tal calidad. Luego de esta resolución es el momento en que al
heredero se le reviste con esa calidad y la adquiere para todos los efectos legales.
En cuanto a la resolución que declara heredero la jurisprudencia ha dicho que
no produce cosa juzgada, de modo que esa resolución se puede modificar
legalmente por el juez, si este lo quiere hacer dentro del proceso, o por un juicio
declarativo. 2 Lo anterior en vista de que otro heredero de igual o mejor derecho
puede interesarse de la mortual luego de la declaratoria y su derecho no puede
ser desconocido por un problema ajeno a su control.
Quien haya sido declarado como heredero lo es sin perjuicio de terceros de
mejor o igual derecho; es decir que su derecho se consolida con el transcurso de
la prescripción decenal; pues cualquiera que tenga mejor derecho a la repartición
de la herencia, podía reclamarla dentro del plazo legal.
En cuanto al punto de los herederos no apersonados después de la
repartición del haber sucesorio, no pueden llegar a tener parte en la distribución de
los bienes del causante.
Por otro lado, si los apersonados son declarados
herederos posteriormente, con mejor o igual derecho que los que ya entraron en
1
2
Código de Procedimientos Civiles, art. 528.
Ver ALFARO MUÑOZ, op. cit., p. 61.
98
posesión de la herencia, ellos podrían reclamar si su derecho no ha prescrito, o
podían pedir la parte a que tuviesen derecho.
Si se han protocolizado las piezas o tomados los acuerdos extrajudiciales
entre herederos y la sucesión está ya terminada, el heredero no apersonado no
tendría más camino que reclamar su herencia en juicio ordinario. De ahí la
importancia que tiene la publicidad que se le dé a la apertura del sucesorio, para
no dejar fuera a algún interesado.
7. Cierre y reapertura del proceso sucesorio
La última etapa del proceso sucesorio, es la elaboración del proyecto de
cuenta partición. No obstante lo dicho, también puede llegar a terminar por la
posibilidad señalada en el artículo 510 del Código, siempre que estuviera firme la
declaratoria de herederos, los bienes debían estar avaluados, que no existieran
reclamos en contra de la sucesión, que estuvieran satisfechos los intereses del
fisco y que los interesados fueren mayores de edad. Así podían pedir la
separación de la prosecución del juicio y de esta forma tomar por separado los
acuerdos que estimen oportunos, los cuales se realizan en escritura pública, de lo
cual se informará al juez, entregándole una copia del documento en que se
consignaron dichos acuerdos. 1
Estas dos formas de terminación del proceso sucesorio se conocen como
conclusión normal y anormal “….normal que resulta del agotamiento de todas y
cada una de las etapas prevista por la ley para la tramitación del mismo… anormal
1
Código de Procedimientos Civiles Art. 510
99
que se presenta cuando no se han agotado todos los trámites necesarios para
que el proceso concluya normalmente, es decir, cuando este concluye
anticipadamente” 1
Cuando ocurría esta situación la ley exigía que todos los interesados fueran
mayores de edad, pero los tribunales, aceptaron que esa posibilidad de conclusión
se solicitara al juez cuando había herederos menores interesados, siempre que no
se perjudicaran sus intereses, y todo fuera aprobado por el Patronato Nacional de
la Infancia. De esto se observa que la posibilidad de iniciar la mortual fuera de
sede judicial no existía, y que se podía por la vía notarial llegar hasta a cierta
etapa, pero con requisitos muy inflexibles.
Retomando la posibilidad de finalizar el proceso con elaboración del proyecto
de cuenta partición, este consiste en mencionar la manera equitativa en que se
deben repartir los bienes sucesorios de acuerdo a los derechos que tiene cada
heredero. Deben Incluirse el pago de las mandas legales, créditos y de honorarios,
tanto de albacea, como de abogado director del proceso. Este proyecto deberá
realizarlo el albacea tratando de cumplir los deseos de las partes interesadas, de
ser esto imposible para el albacea, podrá solicitar al juez que se realice una junta
dentro de tres días, para fijar los puntos que crea necesario definir en el proyecto
de partición. En el caso de que no haya un acuerdo para dividir los bienes, estos
serían vendidos por subasta pública o remate, sirviendo de base el avalúo dado a
1
BLANCO GONZÁLEZ (Armando) y Otro, La Reapertura en el proceso sucesorio Costarricense,
San José, Tesis para optar al título de Licenciado en Derecho, Facultad de Derecho de la
Universidad de Costa Rica, 1986 p. 62
100
los bienes. El dinero obtenido en el remate se repartirá entre los herederos de
acuerdo a su derecho. Una vez presentado el proyecto el juez dará audiencia por
ocho días a las partes para que hagan las observaciones pertinentes. Si se
presenta alguna observación, el juez convocará a junta de interesados, en la cual
el albacea presentará las explicaciones del caso y se intente llegar a un acuerdo;
el cual puede ser impugnado por cualquiera que no esté conforme. El Juez tomará
una decisión que produce cosa juzgada, podrá ser apelada y tendrá hasta recurso
de casación. Si en ocho días no hay oposición el juez revisará el proyecto, y de
estar de acuerdo a la ley y a los autos, lo aprobará.
Una vez firme la aprobación del proyecto se mandará protocolizar el mismo y
las partes necesarias del expediente, para su respectiva inscripción. Todo se hará
por un Notario comisionado por el juez, quien retirará el expediente del Despacho.
De esa protocolización se expedirán los testimonios de escrituras necesarios
y el albacea procederá a la entrega de los bienes a quien corresponda.
8. Reapertura
Llegado el momento de la finalización del proceso ya sea por causa normal o
anormal el juez ordena el archivo del expediente respectivo, pero dicha resolución
no es definitiva ya que se puede dar la reapertura del proceso a instancia de algún
interesado (debido a que no procede de oficio).
Podemos afirmar que “en el proceso sucesorio es procedente su reapertura
porque la resolución que a este pone término no tiene el carácter de sentencia
definitiva que pueda adquirir la calidad de cosa juzgada,… la resolución que pone
101
fin al principal objeto del juicio sucesorio, si adquiere cosa juzgada” 1 . Con la
reapertura no se pretende cambiar la cuenta de partición, sino que se reabre el
proceso al ocurrir un hecho o darse una circunstancia que justifique dicha
reapertura.
Una vez que el proceso sucesorio ha finalizado, puede ser solicitada su
reapertura ante la misma autoridad en que feneció; tal solicitud debe hacerse
saber a los adjudicatarios por notificación personal, quienes tendrán cinco días
para referirse a esta. De no poderse localizar alguno, se les notificará por edicto
en el boletín judicial.
En el caso de que el juez acoja la petición, deberá nombrar un albacea,
teniendo preferencia el que estuvo en el cargo al finalizar el proceso.
Esta
resolución, ya sea que acepte o deniegue la reapertura de la sucesión, será
apelable en ambos efectos devolutivo y suspensivo.
Algunos motivos por los cuales se podría decretar la reapertura de la
sucesión son los siguientes:
“Cuando se deba plantear un juicio de cualquier clase contra la sucesión,
pues se le debe proveer de un representante legal.
Cuando aparezcan bienes propiedad del causante que no se inventariaron
dentro de la sucesión.
1
BLANCO GONZÁLEZ (Armando) y Otro, La Reapertura en el proceso sucesorio Costarricense,
San José, Tesis para optar al título de Licenciado en Derecho, Facultad de Derecho de la
Universidad de Costa Rica, 1986 p. 94
102
Cuando un tercero de mejor o igual derecho quiera reclamar los haberes
sucesorios.” 1
9. Sujetos intervinientes en el proceso sucesorio
9.1 Herederos
Surgen dos tipos posibles de herederos, a saber los testamentarios y los
legítimos. Puede darse el caso de que en un mismo sucesorio se presenten los
dos tipos de herederos.
9.2 La representación
Cuando sucede el caso de no concurrir el pariente que tenía el derecho a
heredar en mejor grado la representación le permite a una persona participar en la
distribución de los haberes sucesorios en un grado de prelación anterior al que
normalmente le correspondería.
Sin embargo el derecho de representación está restringido en la Ley
únicamente en favor de los sobrinos y de los descendientes del difunto. 2
El artículo 572 del Código Civil hacía la distinción entre parientes legítimos y
naturales para efectos de conferir el derecho a heredar, esta distinción dejó de
tener vigencia, de conformidad con el artículo 97 del Código de Familia 3 ; que tiene
su fundamento en los artículos 53 y 54 de la Constitución Política.
1
4
Ver ALFARO MUÑOZ, op. cit., p. 79.
Código Civil. 1 de enero de 1888, San José, Editorial. Porvenir 1997, 11edición, art. 574.
3
“Por el reconocimiento o declaración de paternidad o maternidad, el hijo entra jurídicamente a
formar parte de las familias consanguíneas de sus progenitores, para todo efecto”
4
ARTÍCULO 53.- Los padres tienen con sus hijos habidos fuera del matrimonio las mismas
obligaciones que con los nacidos en él. Toda persona tiene derecho a saber quiénes son sus
padres, conforme a la ley.
2
103
9.3 Los legatarios
La figura del legado solamente se puede dar dentro de las sucesiones
testamentarias y consiste en que el testador ha dispuesto que una parte
determinada de sus bienes sea entregada a una persona o a una institución
específica. El legatario tiene personalidad independiente para gestionar en el
juicio, no necesita gestionar a través del albacea, porque su derecho ya está
determinado.
9.4 Las juntas de herederos e interesados
La junta de interesados es la máxima autoridad de la sucesión, el juez lo que
hace es cumplir con lo acordado por la junta, con apego a las disposiciones
legales. Su resolución no plantea nada nuevo para las partes. Teóricamente si la
totalidad de los interesados deciden, con fundamento legal, separarse de la
prosecución del proceso, el juez deberá aceptar la decisión.
Durante el proceso sucesorio se pueden realizar varias clases de juntas de
herederos e interesados. Podemos afirmar que una de las más importantes es la
regulada por el articulo 533 del Código de Procedimientos Civiles.
Para actuar en esta junta es necesario tener algún derecho proveniente de la
muerte del causante, la junta se realiza en presencia del juez, que a la vez actúa
como moderador, con las facultades que le confiere la ley. Participan: Los
herederos, los legatarios, los donatarios, los acreedores y los representantes de
ARTÍCULO 54.- Se prohíbe toda calificación personal sobre la naturaleza de la filiación.
104
herederos o de menores.
Las juntas de herederos se convocan legalmente por medio de publicación en
el boletín judicial ordenados por el juez que conoce del proceso.
1
La junta de herederos de que habla el artículo 533 del Código tiene dos
requisitos esenciales para que se pueda llevar a cabo. El primero es que se haya
rendido el informe pericial acerca del avalúo de los bienes o en su lugar,
tratándose de inmuebles, se puede presentar el respectivo avalúo que conste en
Tributación Directa. El segundo es que se haya declarado herederos.
Esa
resolución debe estar firme. 2
Si faltara alguno de éstos dos requisitos, no se debe solicitar al juez la
realización de esta junta, porque parte de lo que se hace en la junta es la
aprobación por todos los interesados del avalúo practicado. Pero ello no impide
que los herederos o interesados convoquen extrajudicialmente a la junta y se
pueda reunir y constituir en cualquier lugar o momento. Estos acuerdos deben ser
tomados por unanimidad, pues lo que diferencia la junta extrajudicial de la
realizada ante el juez, es la presencia de este ya que, una vez realizada la junta, el
juez lo que hace es aprobar lo acordado en esta, si está ajustado a derecho.
Las votaciones en las juntas se realizan en función de lo que se pretenda
resolver de acuerdo con los incisos primero y segundo del artículo 533 del Código.
1
2
Código de Procedimientos Civiles, art. 534.
Ibid art. 533.
105
La votación se realiza solamente con los interesados presentes, los votos se
realizan por heredero, en el tanto de su haber hereditario, y uno por interesado; en
cuanto al acreedor, sólo tendrá derecho a un voto, pero para elegir al albacea los
acreedores no tienen derecho a votar y en caso de empate en esta última
votación, decidirá el juez.
9.5 El albacea
Es el representante judicial y extrajudicial de la sucesión con facultades de
apoderado general. Es quien debe solicitarle al juez que se promuevan las
diferentes etapas del proceso.
Cuando la sucesión no tenga nombrado al albacea testamentario,
corresponderá al juez nombrar un albacea provisional, a quien así lo solicite en el
escrito de apertura.
Se consideraba por el juez para este cargo a cualquier
persona que tuviese interés en el sucesorio, teniendo como sujetos prioritarios al
cónyuge sobreviviente, al padre o madre del causante y de no haber un interesado
que aceptara el cargo el juez tenía que nombrar a un extraño para que la sucesión
no quedara sin representante.
En el Código Civil encontramos cuáles personas considera la ley que no
pueden ser albaceas; en primer lugar, los que no pueden obligarse; y en segundo
lugar, el ciego, el mudo, el que tenga su domicilio fuera de la República, el
condenado por delito que merezca pena corporal, mientras sufra la pena y no sea
106
rehabilitado, y el que haya sido una vez condenado o removido por dolo en la
administración de cosas ajenas. 1
El albacea, una vez aceptado su cargo entra de pleno derecho en posesión
de los bienes del causante, sin resolución especial que así lo declare. En caso de
que se haya practicado aseguramiento de bienes procederá el depositario de los
bienes a entregarlos a la albacea, previa acta judicial correspondiente.
Entre las obligaciones del albacea, están las de presentar ante el juez, quince
días después de aceptado su nombramiento, el inventario de todos los bienes de
la sucesión informando el estado en que ellos se encuentran ( Art. 526 ), un plan
de administración de los bienes, así como el presupuesto de gastos
indispensables para la tramitación del juicio ( Art. 544 ) 2 . Debe además el albacea
presentar un informe mensual de las actividades de la sucesión, mientras esté en
sus funciones. El incumplimiento de alguna de estas funciones dará lugar a su
remoción, la que podrá solicitar cualquier interesado por la vía incidental.
El
removido en el cargo de albacea no podrá volver a ser nombrado en ese cargo, en
esa sucesión. Al terminar, el albacea debe presentar un informe final de toda su
administración, informe que debe rendir dentro de los treinta días, después de
haber cesado en su cargo.
1
2
Código Civil, art. 545.
Código de Procedimientos Civiles art 526 y 544.
107
Presentado el informe final, el juez lo pone en conocimiento de las partes por
diez días, de no haber objeciones el juez lo aprobará.
Una vez que el juez
apruebe el informe declarará exento de responsabilidad al albacea.
El albacea testamentario ha sido designado por el causante. También pueden
haber albaceas sustitutos y suplentes que son nombrados para el cargo de
albacea en ausencia del nombrado en primer lugar. Puede darse el caso también
del albacea provisional en el juicio sucesorio testamentario, cuando no se localice
el albacea testamentario o éste haya muerto. En las sucesiones legítimas, el juez
nombrará albacea provisional a quien lo solicite en el escrito de apertura.
El albacea provisional se mantiene hasta el nombramiento del albacea
definitivo, que muchas veces recae en la misma persona.
El nombramiento de albacea definitivo se realiza en la junta del artículo 533
del Código. El artículo 541 del Código Civil, no admite la posibilidad de que haya
más de un albacea propietario. Cuando el albacea tuviere interés contrapuesto
con los intereses de la sucesión, se debe designar un albacea específico, para
que atienda la mortual.
9.6 Los acreedores quirografarios
En el término del emplazamiento, se deben presentar todas las personas
físicas o jurídicas que tengan derecho de reclamar deudas contraídas por el
causante en contra de la sucesión. Estas reclamaciones se deben realizar por la
vía de la legalización de créditos. El interesado debe demostrar su personería y
108
su calidad de acreedor presentando la respectiva documentación donde conste su
crédito. De todo eso el juez formará el legajo de legalizaciones.
Una vez presentada la legalización el juez dará audiencia al albacea por tres
días para que manifieste lo que a bien tenga y pueda oponer alguna defensa si la
hubiere, de lo contrario, la misma será conocida en la junta de interesados, la que
reconocerá el crédito, en cuyo caso, los acreedores no deben plantear más
acciones; o lo rechazará, debiendo el acreedor legalizante plantear las acciones
respectivas, que generalmente son juicios ordinarios contra la sucesión.
Los créditos quirografarios contra la sucesión se pagarán conforme se vayan
presentando, entre más tarde se presenten, la protección legal es menor. Su
presentación se hace por legalización.
El artículo 567 del Código Civil, obliga al acreedor cuyo crédito no fuere
exigible en los seis meses después de iniciado el juicio de sucesión, para que éste
se presente al sucesorio a pedir la separación de bienes para el pago de su
crédito o que su pago sea garantizado por los herederos. 1
Los acreedores con créditos privilegiados.
El acreedor con título privilegiado podrá en vez de legalizar su crédito, hacer
el juicio contra la sucesión de acuerdo a las disposiciones del artículo 505 y
siguientes del Código, tramitándolo ante la misma autoridad que conoce el
sucesorio. Las demandas ordinarias que no tengan sentencia de primera instancia
y las demandas ordinarias o ejecutivas simples contra los herederos o albaceas en
1
Código de Procedimientos Civiles. art 567.
109
tal condición también se deben atraer, de oficio o a solicitud de cualquier
interesado al juicio de sucesión con el fin de ser tramitados y resueltos por el
mismo juez que conoce de la mortual.
Los créditos privilegiados son todas aquellas obligaciones pendientes de
pago que haya dejado el causante, o en los que incurra la sucesión, respaldados
mediante garantías reales, en razón de lo cual no es necesario legalizarlos porque
éstos pesan sobre los bienes específicos de la sucesión, pero en todo caso es
más seguro promover su legalización. La falta de legalización, no perjudica al
acreedor hipotecario o prendario, pero estos pueden perder su privilegio.
En caso de que sí lo haya legalizado puede solicitar la valoración de los
bienes gravados y si éstos no alcanzan a saldar la deuda y los costos de
ejecución, se dan más garantías. En cuanto a bienes pignorados, que pueden
llegar a desaparecer de diferentes maneras, la legalización del crédito puede ser
útil para el acreedor, pues las obligaciones reales quedarían convertidas en
obligaciones comunes o personales, las que no serían tomadas en cuenta si no
están legalizadas.
9.8 Otros acreedores
Los empleados del causante y de la sucesión son acreedores privilegiados,
tienen derecho a que sus prestaciones legales correspondientes sean canceladas,
con exclusión de algunos acreedores y herederos. 1
1
Código de Trabajo. Ley Nº2 de 26 de Agosto 1943, San José, Editorial Investigaciones Jurídicas
(IJSA), 13ª edición, 2002, art. 33.
110
También existen otros acreedores privilegiados que están poseyendo bienes
de la sucesión con la obligación de devolverlos contra el pago de un precio, es
decir, que han hecho valer su derecho de retención.
Otro tipo de reclamos en contra de la sucesión, se hace en relación con los
bienes inventariados, en donde un tercero con mejor derecho presenta un
incidente de exclusión de bienes, debido a que durante la confección del inventario
se tomaron bienes de esa persona como si fueran propiedad del causante.
En cuanto a reclamos de carácter fiscal, en Costa Rica existían los impuestos
de beneficencia y de timbre universitario, se pagaban conforme a una tabla
establecida y según el monto del haber hereditario. Debían ser pagados en las
sucesiones y perjudicaba los traspasos de inmuebles sujetos a inscripción en el
Registro Público. Estas leyes fueron derogadas y en su lugar se creó el timbre de
Educación y Cultura, por ley número 5923 de 1976. Más adelante por ley número
6153 de 1977, se crea el impuesto de traspaso de bienes inmuebles, el cual deben
pagar las adjudicaciones de inmuebles en las sucesiones. 1
La ley que derogó el impuesto de Beneficencia y de timbres Universitario que
afectaba a las sucesiones lo hizo en forma total, de modo que ya las sucesiones
no deben pagar impuestos sucesorios.
Finalmente se podía reclamar contra la sucesión, por parte de un tercero que
es hijo o se cree hijo del causante, indicando que tiene derecho a llevar el apellido
del causante y lograr participación en el reparto del haber sucesorio. En éstos
1
Ver ALFARO MUÑOZ, op. cit., p. 122.
111
casos se debe plantear la demanda de investigación de paternidad ante el juez del
sucesorio. Según sea el derecho del que reclama, sea igual derecho o mejor
derecho, podríamos decir que la sucesión podía quedar suspendida, o podía
terminar, en el caso de que tuviera igual derecho
que los otros herederos,
siempre y cuando se reservara lo que le podría corresponder si ganara el juicio.
B) El proceso sucesorio extrajudicial
1. Ley Orgánica de Notariado
La competencia notarial consiste en la capacidad atribuida al notario, y deriva
de la ley, en nuestro Ordenamiento Jurídico, en la disposición del Artículo 1° de la
Ley Orgánica del Notariado (Ley N° 39 del 5 de Enero de 1943), que señalaba:
"La persona autorizada para ejercer el Notariado tiene fe pública cuando hace
constar un acto jurídico o un contrato que tenga por objeto asegurar o hacer
constar derechos puramente civiles, en los límites que la Ley señala a sus
atribuciones, y con observancia de los requisitos que ella exige".
1
La competencia jurisdiccional se divide en contenciosa y voluntaria. La
primera se refiere al órgano judicial que conociendo un proceso en litigio decide
mediante sentencia. La competencia voluntaria se origina en la voluntad de los
individuos, rige las relaciones de los derechos en la normalidad. Se desempeña en
la paz, no en la contienda; es aquella llevada a solicitud de una o más partes que
1
MUÑOZ (William R.) y RODRÍGUEZ (Eliseo.) El Proceso Sucesorio Extrajudicial. P.234. Ponencia
Inserta en “Sucesiones radicadas ante Notario” Rev. De Ciencias Jurídicas # 28 ene-abr 1976
112
coinciden y concuerdan en sus pretensiones. El juez o quien ejerza la función,
mediante actitud pasiva comprueba la realización de las formalidades del acto y de
la ley o simplemente le da autenticidad al acto.
Desde otro ángulo la Competencia Notarial se divide en competencia por
razón de las personas regulada por el artículo 21 de la Ley Orgánica del Notariado;
competencia por razón del territorio, establecida por el artículo 17 de la misma ley
y competencia por razón de la materia, regulada por el artículo 1° de dicha ley.
El Notario tiene competencia para aquellos actos que tengan por objeto
asegurar
o
hacer
constar
derechos
puramente
civiles.
Incluiríamos
en
consecuencia a todos aquellos actos privados que tengan interés jurídico, que
regulen derechos subjetivos particulares, patrimoniales o no (derecho de familia),
entre vivos o por causa de muerte, o en hechos jurídicos. Ese interés jurídico
puede ser del Estado o de los individuos. 1
Ha sido y es aspiración de la Unión Internacional del Notariado Latino que los
actos de jurisdicción voluntaria engrosen la competencia por razón de la materia
del Notario.
Las sucesiones, presentan una variante jurídica y real de la titularidad del
dominio del patrimonio de un sujeto a otro u otros, como acto mortis causa, puede
ser intestada o testamentaria ambas reguladas por la legislación civil.
1
Ver MUÑOZ, op. cit., p.130.
113
El objeto principal es comprobar quién reviste la calidad del heredero, luego
establecer el pasivo, el cual una vez pagado y siempre que se constate un
remanente, este será distribuido entre los herederos.
Se afirmaba que el proceso sucesorio no era propiamente un juicio, porque
éste último supone la existencia de una controversia y ello no existe sino sólo
cuando los interesados disienten respecto de su vocación hereditaria y de la forma
de partición, si no existía esa controversia entonces era enmarcado dentro de los
actos de jurisdicción voluntaria y su conocimiento como se manifestaba debía ser
competencia de los notarios. Aún así había un acuerdo en relación a la existencia
de menores de edad o de incapaces dentro del proceso lo cual era motivo
suficiente para que el notario no conociera dichas sucesiones. 1
En nuestro medio se consideraba que en virtud del Protocolo de Referencias,
el Notario tenía la posibilidad real de ordenar todos los documentos que
acreditaran las calidades de herederos, titularidad de bienes y previa publicación
de la comparecencia de herederos, pago de mandas sucesorias, la no existencia
de menores, ni incapaces, ni controversia, señalando plazos cortos, regulando el
trámite de la declaratoria de herederos, avalúos, aseguramiento de bienes, legalización de créditos de acreedores, etc., de esta forma se justificaba que el notario
costarricense conociera de las sucesiones, ampliando y completando la
competencia notarial. 2
1
2
Ver MUÑOZ, op. cit., p. 235.
Ibid, p.236.
114
No obstante lo anterior, la sucesión radicada ante notario no estaba
contemplada en la legislación, aunque las puertas no estaban del todo cerradas
para que dicha posibilidad se viera cristalizada en el momento que esta se hiciera
necesaria. El problema se presenta por las restricciones y requisitos que se han
planteado para poder acudir a la vía notarial.
2. Código de Procedimientos Civiles
Con el Código de Procedimientos Civiles promulgado durante el gobierno de
don Bernardo Soto, por ley número 13 de 25 de marzo de 1887, nuestro
ordenamiento dejó de carecer completamente de normativa referente al proceso
sucesorio extrajudicial. En primer lugar el artículo 510 del Código abría la opción
de que el sucesorio, ya fuera testamentario o ab intestato fuera tramitado
parcialmente ante un notario.
“Artículo 510.- Cuando los interesados en una sucesión fueren mayores
hábiles y los impuestos y las mandas legales, si los hubiere, estén satisfechos,
podrán solicitar al Juez, que los autorice para separarse de la prosecución del
juicio y adoptar los acuerdos que estimen convenientes, para el arreglo y
terminación de la testamentaría o del abintestato.
La adjudicación se hará con la concurrencia de dichos interesados.
Tratándose de bienes inscribibles en los registros públicos, se hará en escritura
115
pública; en los demás casos podrá hacerse en un escrito que se agregará a los
autos.” 1
Pese a lo anterior el acuerdo debía ser puesto en conocimiento del Juez,
dándole el notario autorizante copia auténtica de la escritura, o el escrito, según el
caso, el Juez daba los bienes a los herederos, pero no terminaba el juicio hasta
que se aprobaran las cuentas del albacea.
En segundo lugar vemos el artículo 558 del Código, que señalaba:
"Las liquidaciones y particiones de las herencias hechas extrajudicialmente,
aunque lo hayan sido por contadores nombrados por el testador, deberán
presentarse a la aprobación judicial, siempre que tenga interés en ella, como
heredero, algún menor, incapacitado o ausente cuyo paradero se ignore.” 2
Este
artículo, muestra la posibilidad de la liquidación
y partición de
herencias por la vía extrajudicial, sin ninguna regulación concreta. Solamente por
el acuerdo de todos los herederos se podía evitar el trámite en vía judicial y
acceder a la notarial para terminar con la sucesión de una forma expedita que
satisfacía a los interesados, pero manteniéndose la limitación en cuanto a los
herederos menores, ausentes o incapacitados, aunque observando la ley si era
posible acudir ante el notario en estos casos, siempre que se diera la aprobación
por parte del juez de la liquidación y la partición.
1
2
Código de Procedimientos Civiles, art. 510.
Ibid, art. 558.
116
Al momento de surgir el proyecto de Código Notarial a finales de los años
ochentas se discutía acerca de los requisitos que se pretendía imponer a todos
aquellos Notarios que quisieran tramitar procesos sucesorios en vía extrajudicial,
señalaba el artículo 139 de dicho proyecto que “El Notario debe cumplir para tener
facultad de poder tramitar dicho proceso… ser mayor de 35 años, con no menos
de 10 de práctica profesional de reconocida honorabilidad y que este autorizado
por la Corte Plena.” 1
El principal punto de discordia recaía al hacer referencia a la edad y años
para ejercer la profesión, debido a que los abogados recién graduados se veían en
una situación de desigualdad profesional por el simple hecho de carecer de
experiencia y años suficientes de vida.
3. Código Procesal Civil
La figura del proceso sucesorio testamentario extrajudicial nace con el
Proyecto del Código Procesal Civil de 1983, con la intención de introducir varias
reformas al Código de Procedimientos Civiles.
Dentro de este proyecto, en su Libro IV, se exponía que en este se regulaba
la actividad judicial no contenciosa, que hoy se denomina confusamente "actos de
jurisdicción voluntaria".
Como lo señala el Lic. Miguel Blanco Quirós, la comisión redactora del
Código Procesal Civil quiso extender el ámbito de las atribuciones notariales,
1
LEIVA CHAMORRO (Manuel Enrique)Adjudicaciones judiciales y extrajudiciales de los bienes
sucesorios, San José, Tesis para optar por el título de Licenciado en Derecho, Facultad de
Derecho de La Universidad de Costa Rica, 1989, p.60
117
confiriendo a los notarios ciertas funciones de la competencia jurisdiccional, y para
ello introdujo, en el proyecto en lo correspondiente a la actividad judicial no
contenciosa y disposiciones comunes, el procedimiento sucesorio extrajudicial,
“limitado a aquellos casos en que exista un testamento abierto otorgado ante
notario y siempre que los sucesores sean mayores de edad, hábiles y no exista
controversia de ninguna clase.” 1
Con esto se quería introducir una figura novedosa y muy útil para tratar de
librar a los Tribunales Civiles del constante aumento en la cantidad de trabajo que
venía entrabando sus labores. Este procedimiento sucesorio se convertiría en una
vía ágil de tramitar las mortuales en las que los herederos y legatarios fueran
mayores, hábiles y que no existiera controversia entre los interesados; tales
limitaciones fueron introducidas pese a que distinguidos abogados presentaron
mociones durante el Congreso Jurídico Nacional celebrado en el año 1983 para
extender la jurisdicción notarial a toda clase de sucesorios, dichas mociones no
prosperaron debido a que el artículo 905 del Código Procesal Civil, que terminó
siendo una copia del 510 del ordenamiento derogado, permitió la intervención
notarial en una etapa avanzada del proceso sucesorio pero no se quiso correr el
riesgo de darle mayores atribuciones a los notarios.
Se ha estimado que en Costa Rica no ha existido la sucesión por vía notarial,
hasta la promulgación del actual Código Procesal Civil, en el que dicho trámite se
1
BLANCO QUIRÓS (Lic. Miguel) Procedimiento Sucesorio Extrajudicial. Temas de Derecho
Procesal Civil. Pág. 91.
118
ha tratado de una manera más específica, aunque siguen existiendo algunas
limitaciones.
El Dr. Francisco Luis Vargas Soto quien refiriéndose en su momento a las
innovaciones contenidas en el Código Procesal Civil., afirmaba que la reforma fue
introducida tímidamente en nuestro ordenamiento, y lo hace patente al analizar los
supuestos en que se puede adoptar esta forma de acabar la indivisión, los cuales
eran que existiera testamento auténtico, que los interesados fueran mayores de
edad y hábiles, y que no hubiera controversia alguna.
Los supuestos señalados llegaron a impedir que se llevaran sucesiones ante
notario cuando se tratara de una sucesión intestada, sin importar que los
herederos fueran mayores, hábiles y así lo quisieran.
En caso de haber testamento auténtico – uno de los supuestos establecidos no puede tramitarse en sede notarial si alguno de los interesados es menor de
edad o incapaz; tampoco si a pesar de existir testamento auténtico, hubiere
controversia entre los interesados. La vía notarial quedaba cerrada cuando
existiera testamento cerrado, testamento abierto no auténtico o testamentos
privilegiados.
En los casos de sucesión judicial puede abrirse el proceso al probarse la
muerte presunta del causante; para la sucesión notarial no está prevista tal
posibilidad, pues sólo se menciona la prueba del fallecimiento del causante,
dejando una laguna que debería llenarse de forma clara y concisa.
119
Señalaba el Dr. Vargas Soto con respecto a los testamentos no auténticos:
pudo haberse admitido la tramitación en sede notarial, ya sea que el Notario
llevara a cabo la comprobación del testamento abierto no auténtico, en sus
diversas formas, o la apertura del cerrado, o bien, que tales diligencias previas al
sucesorio fueran conocidas por un tribunal, y una vez abierto el cerrado o
comprobado el abierto no auténtico hubieren podido los interesados en vez de
iniciar el sucesorio judicial, presentarse ante Notario con el fin que ahora interesa.
Se hubiera conseguido así disminuir el congestionamiento de los tribunales
ya que más sucesiones se habrían tramitado por notarios sin haber provocado
situaciones de inseguridad para los interesados, debido al control previo de los
jueces al constatar testamentos abiertos no auténticos o al abrir los cerrados,
pudiendo ordenar la apertura del sucesorio en sede notarial.
En cuanto a la sucesión ab intestato, lo que haría el notario es declarar
herederos, si se temiere por esta declaración, se haría sin perjuicio de terceros de
mejor o igual derecho, quienes podrían hacer valer ese derecho por las vías
establecidas para esos casos.
4. Proceso Sucesorio Testamentario Extrajudicial
Debido a los supuestos en que el Código Procesal Civil enclaustró la
sucesión ante notario, en este punto sólo se puede hablar de proceso
testamentario extrajudicial, es un proceso que está fuera del ámbito del Poder
Judicial, como parte de la actividad judicial no contenciosa, y dentro de ésta como
parte de la actividad administrativa del Estado; para efectos de iniciar el proceso
120
se debe realizar una petición ante un notario, el cual por delegación de la actividad
judicial no contenciosa es el órgano encargado de su desarrollo y división de
bienes, con las mismas atribuciones que el
órgano judicial, solo que de una
forma más simple y rápida.
4.1 Requisitos
Nuestro Código Procesal Civil en su artículo 945, dice:
“Requisitos. Cuando exista testamento abierto otorgado ante notario y todos
los sucesores fueren mayores hábiles, el proceso sucesorio testamentario
se
podrá tramitar ante un notario, mientras no haya controversia alguna. “1
En primer lugar en este tipo de sucesión es fundamental la existencia de
testamento abierto
auténtico, constituido con todas sus formalidades y como
instrumento que permite traspasar los bienes de una persona a otras, todo de
acuerdo a la voluntad del testador; siempre que cumpla los
requisitos y
formalidades que son esenciales para su validez.
Como segundo requisito, se podía acudir ante notario, en aquellos casos
en que solo existieran sucesores mayores y hábiles. En los casos en que había
herederos menores de edad o incapaces, no se tenía ninguna posibilidad de abrir
el proceso sucesorio extrajudicial; no se llegó a establecer que se dotara a éstos
de un representante -como se hace en vía judicial- que participara conjuntamente
con el Patronato Nacional de la Infancia, en el caso de menores.
1
Código Procesal Civil Ley Nº 7130 3 de Noviembre de 1989, San José, IJSA Investigaciones
Jurídicas, 6ª edición, 1998, art. 945.
121
En tercer lugar se hace referencia en el artículo 945 a la no existencia de
controversias, lo que se ha entendido siempre en el sentido de que la más mínima
provocaba el envío del proceso a una autoridad judicial para que terminara con la
tramitación del sucesorio; esto último fundamentado en el numeral 949 del mismo
código.
"Articulo 949.- Oposición. Cuando algún interesado formule alguna oposición,
el notario suspenderá su intervención y enviará de inmediato el expediente al
tribunal que corresponda, para que continúe el procedimiento."
1
No todas las controversias que se presentaban durante el proceso debían
causar la suspensión del trámite extrajudicial, primero debieron señalarse, en
cuáles casos era necesario iniciar el proceso judicial y luego en cuáles no lo era;
además según opinión del Dr. Vargas Soto que nosotros compartimos todo tipo de
controversia que surja en un sucesorio... ante un tribunal debe ser conocido fuera
del sucesorio, si bien ante el mismo que conoce del asunto (fuero de atracción). Si
el sucesorio se tramita ante notario, y con ocasión del mismo surgiera contención
esta debiendo tramitarse fuera del sucesorio, pudiera entonces ser conocida por
un tribunal y resuelta ella, continuar el proceso ante notario.
4.2 Apertura del Proceso
La apertura del proceso sucesorio extrajudicial, se contempló en el articulo
946 del Código Procesal Civil, que estableció ciertos requisitos: debían
presentarse ante notario, el albacea y los herederos con el testimonio del
1
Código Procesal Civil, art. 949.
122
testamento, el notario indicaba en el acta que le solicitaban la tramitación del
sucesorio, además la aceptación expresa de la herencia, hecha por todos los
herederos, y la formación del inventario de los bienes por parte del albacea.
También se presentaba la certificación de defunción del causante, o el notario
podía dar fe con vista de los Libros del Registro Civil, lo que hacía constar en el
acta.
Luego de concluida el acta, el notario, debía publicar las manifestaciones
realizadas en esta por una vez en el Boletín Judicial, así se daba a conocer al
público de la apertura del proceso sucesorio en vía notarial del fallecido y se citaba
a los interesados para que se presentaran, dentro del término de treinta días, a
partir del día de publicación. Este edicto debía contener “una formal identificación
del Notario que hace la publicación y que
tramita el sucesorio, indicando su
oficina, para efectos de que el interesado tenga la posibilidad de identificarlo
para hacer valer sus derechos.”
1
4.3 El Inventario y Avalúo de los Bienes
Como lo señalamos, el albacea está obligado a confeccionar un inventario de
los bienes sucesorios, el cual constituye una enumeración de todos los bienes del
causante, sean muebles e inmuebles 2 ; de acuerdo al artículo 947 del Código
1
AGUILAR VARGAS (Alfredo), La sucesión testamentaria extrajudicial a la luz del C.P.C., San
José, Tesis para optar el título de Licenciado en Derecho, Facultad de Derecho Universidad de
Costa Rica, 1991, p. 114.
2
Deben incluirse también derechos de propiedad intelectual, así como concesiones de patentes
otorgadas por los municipios respectivos” ya que aunque la patente como tal pertenece a un
determinado Municipio, por lo que no podría salir de su patrimonio, a quien se le entrega la puede
123
Procesal Civil, este indica que luego de presentado por el albacea ante el notario
para que puede ser protocolizado y así ser incorporado al
expediente, dicho
funcionario exigirá la aceptación de todos los interesados.
La ley solamente mencionaba la obligación del albacea de realizar dicho
inventario, pero no indicaba ni las formalidades que debían cumplirse, ni al plazo
para presentar el inventario ante el Notario.
Si se presentara la necesidad de realizar inclusiones o exclusiones de bienes
del fallecido luego de revisado el inventario, en el caso “de no existir controversia
se seguiría por el mismo trámite señalado para el inventario en sí y en caso de
existir alguna controversia, el expediente deberá remitirse a la vía judicial para
continuar los trámites en esta vía como proceso sucesorio judicial.”
1
De acuerdo a lo anterior veríamos nuevamente el problema de no haberse
definido cuales controversias terminarían el trámite ante notario y cuales no, ya
que perfectamente se podría resolver la cuestión de los bienes a incluir o excluir,
esto ante el juez, y luego volver ante notario para que este terminara el sucesorio,
ahorrando mucho tiempo a los interesados.
Posteriormente a la confección del inventario, es necesaria la realización del
avalúo de todos los bienes sucesorios, se hace con la finalidad de que la
usufructuar y el derecho a ese uso podría inclusive transmitirse por cesión…, de lo anterior se
desprende que sí resulta susceptible de ser lucrado, es decir resulta negociable y por consiguiente
también podría ser objeto de una herencia.-” Tribunal Primero Civil.- 7h 55m del 16 de octubre del
año dos mil dos. Proceso Sucesorio De Petronila Del Carmen Diaz Palma,
1
Ver AGUILAR VARGAS, op. cit., p. 120.
124
distribución de los bienes del caudal hereditario sea más justa, para definir los
honorarios del notario y para cuantificar los impuestos como carga tributaria del
Estado (esto cuando las sucesiones pagaban impuestos).
El segundo párrafo del artículo 947 del Código Procesal Civil indica que el
notario designa al perito quien no deberá tener nexo alguno con los interesados ni
con el notario. Luego de diez días desde la protocolización del inventario, debe
rendir su dictamen, que también deberá protocolizarse, con la aceptación
de
todos los interesados.
4.4 La Partición de Bienes
El proceso sucesorio en sede notarial, al igual que en vía judicial termina
con la partición del caudal hereditario entre los interesados, y con la cancelación
de los honorarios correspondientes al Notario que ha dirigido el
proceso
sucesorio.
Una vez protocolizados el inventario y el avalúo de los bienes, satisfecho el
interés del Fisco, y pagados los impuestos correspondientes, de lo que da fe el
notario, el albacea hará la partición, que igualmente debe ser protocolizada, con
la aprobación de los interesados.
Dentro de los seis artículos en que se regula este proceso no se hace
mención a la posición de los acreedores respecto a la partición de bienes, ya
que sólo se toma en cuenta el interés del Fisco y el pago de los impuestos que
correspondan, lo cual se presta para dos explicaciones, la primera es que se
dejan de lado los derechos de los acreedores del causante, lo que no tiene
125
sentido porque en las sucesiones el derecho de los acreedores tiene prioridad por
sobre el de herederos y legatarios; y la segunda explicación nos dice que la
intención del Código en todos aquellos procesos sucesorios en sede notarial en
donde existieran acreedores del causante, es que se tramitaran en sede
jurisdiccional, porque la aparición de acreedores dentro del proceso notarial se
vería como una controversia, lo que causaría el traslado del expediente al juez
competente para conocer el sucesorio.
Conclusión
Durante el siglo anterior el desarrollo legislativo en nuestro país pasó la etapa
de pruebas y como muestra de ello se dio la evolución del Código Civil el cual se
ha mantenido vigente por más de un siglo, adaptándose a los cambios sociales,
políticos y económicos ocurridos durante este devenir, esta adaptabilidad es
muestra de un mayor grado de madurez alcanzado por los legisladores de dicha
época; lo anterior se puede constatar al ver las diferentes reformas que se le han
hecho sin perjudicar su estabilidad y sin ser necesaria una reforma total.
Este mismo criterio se hizo evidente con la promulgación del Código de
Procedimientos Civiles en 1887, el cual no sólo tuvo una larga vigencia sino que
dejó establecidos los lineamientos a seguir para el trámite del proceso sucesorio,
los que a su vez serían tomados en cuenta en el actual Código Procesal Civil, lo
que indica que la técnica legislativa se iba depurando con el pasar de los años.
Con la introducción del Código Procesal Civil nuestros legisladores toman la
decisión de abrir la vía al sucesorio en sede notarial, ampliando la competencia del
126
notario de forma expresa debido a que con la anterior legislación si existía la
posibilidad de acudir al proceso sucesorio notarial pero interpretando la Ley de
Notariado y más adelante con el Código de Procedimientos Civiles, de acuerdo
con los artículos 510 y 558, que fueron intentos tímidos de conseguir lo que el
Código Procesal Civil pretendió alcanzar, pero que realmente no fue el cambio
radical esperado, es decir, mayores posibilidades de tramitar todo tipo de sucesión
en vía notarial con la correspondiente atención del Poder Judicial para tutelar los
derechos de los interesados.
127
SEGUNDA PARTE:
ESTUDIO COMPARATIVO DEL PROCESO SUCESORIO
CAPÍTULO II: EL PROCESO SUCESORIO EN EL DERECHO COMPARADO
SECCION I: DERECHO COMPARADO
A.- DERECHO EUROPEO
1.- Derecho Alemán
Aceptación y renuncia de la herencia
En este Ordenamiento Jurídico se presenta una diferencia que hay que
remarcar con respecto a la aceptación, esta es que no se hace necesaria la
declaración de voluntad del heredero en la que acepta la herencia, sino que es tal
desde la muerte del causante, transfiriéndosele la herencia de un modo
jurídicamente necesario, para despojarse de este carácter de heredero, si debe
manifestarlo de forma expresa, posteriormente al deceso del causante.
El artículo 1942 del B. G. B. (Código Civil Alemán) dispone que la herencia
pasa al heredero llamado, sin perjuicio de que haga valer su derecho de repudio. 1
Aquel que además de ser heredero testamentario, lo es también como
legitimario, o lo es por un contrato sucesorio, puede renunciar la herencia en aquel
carácter y reclamarla en su otro carácter. Igualmente, puede darse la aceptación
parcial, en el caso de que le correspondan diversas porciones en la herencia, por
diversas causas, puede aceptar una y rechazar otra.
1
GOYENA COPELLO (Héctor) Tratado del Derecho de Sucesión, Buenos Aires Argentina,
Editorial La Ley. Tomo I. 1974, p. 252.
128
En lo referente a la renuncia, se establece que debe ser efectuada en un
plazo de seis semanas, posteriores a la de toma de conocimiento del heredero de
que la herencia le había sido diferida. 1
El tribunal de la sucesión está obligado a dar a conocer la renuncia a aquellos
que deben suceder al renunciante, que se considera como que no ha sido
heredero.
Responsabilidad del heredero
En este sistema, contrario al principio de responsabilidad ilimitada en las
deudas (responsabilidad ultra vires hereditatis), se admite que el heredero
responda por las cargas de la sucesión, pero sólo con los bienes que recibe en
ella. Es decir, se aplica el principio del derecho romano de la responsabilidad intra
vires hereditatis.
Con el fin de que esa responsabilidad se limite a los bienes hereditarios, el
heredero tiene el deber de individualizarlos mediante la facción de un inventario. A
simple vista parece que se trata de la aplicación del beneficio de inventario, pero
se diferencia de este porque la obligación de hacer el inventario no se produce por
la aceptación beneficiaria, sino que el tribunal a cargo del sucesorio intima al
heredero para que inventaríe los bienes a petición de un acreedor en tal sentido;
se entiende que de no cumplir con la petición, la responsabilidad por las deudas
del causante se extenderá a los bienes del heredero.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 253.
129
Una institución original del derecho alemán, es el "Derecho de los treinta
días", que obliga al heredero a “permitir que el grupo familiar del causante viva y
usufructúe la vivienda y los objetos del hogar de aquel, prestándole los alimentos
necesarios para mantener el ritmo de vida que tenía en vida del fallecido.” 1
Se trata de un derecho a alimentos integral, que se extiende por treinta días
luego de la muerte del causante, y pretende el mantenimiento de una situación de
goce que contiene elementos encomiables de humanidad y comprensión
sentimental.
Partición y colación
En primera instancia, de los bienes que componen la masa hereditaria
solamente deberían venderse los bienes que sean necesarios para lograr el pago
de las obligaciones del sucesorio, ya que estos son la primera obligación que pesa
antes de cualquier distribución.
Por lo general la partición le va a corresponder a los coherederos, pero puede
darse el caso de que el causante mediante un acto de última voluntad les hubiera
impuesto normas al efecto, o que nombrara a un tercero para efectuar la partición.
Con respecto al plazo en que debe ser pedida, no se señala término alguno
para solicitar la partición.
Los coherederos en la sucesión legítima, con la finalidad de salvaguardar la
igualdad entre sí, tienen el derecho de pedir la colación de los bienes entregados
en vida por el causante para solventar sus gastos o una carrera profesional.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 255.
130
Los bienes recibidos por un descendiente, que no deben ser colacionados,
son aquellos que recibió cuando no era heredero al existir un ascendiente suyo
que lo excluía de la sucesión,
La venta de la herencia
Es conocido también como cesión de derechos y acciones hereditarios, el
contrato de compra de la herencia debe ser efectuado ante el Tribunal de la
sucesión o ante escribano (artículo 2371 B. G. B.). 1
Cuando uno de los coherederos quiere vender su parte de la herencia, esta
debe ser ofrecida a los demás, ya que tienen un derecho prioritario de adquirirla;
este es llamado derecho de tanteo y el plazo para ser ejercido por los coherederos
es de dos meses, luego de los cuales se puede vender a un tercero.
Una vez ejercido el derecho y en caso de adquirirse la porción, ésta sólo
queda concluida luego de extendida la documentación judicial o notarial
pertinente.
Certificado de heredero
Esta figura aparece como medio de proporcionar al heredero una legitimación
respecto de su derecho hereditario, y a la vez protege a los terceros de la
posibilidad de celebrar negocios relacionados con el sucesorio, con personas que
se hacen pasar como herederos, es expedido por el tribunal que entiende en la
sucesión, puede ser asimilado a la declaración de herederos.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 258.
131
La persona que esté incluida en el certificado tiene a su favor una presunción
de derecho, en caso de que alguien niegue su calidad de heredero queda obligada
a presentar pruebas que sustenten esa afirmación.
Como requisitos para reclamar el certificado, se indica que el heredero debe
acreditar la muerte del causante, informar si hay testamento o contrato sucesorio y
si su derecho nace de uno u otro debe presentar el testamento o el contrato,
declarar si existen o había existido otras personas que lo excluirían o deberían
concurrir con él, si existe litigio sobre su derecho hereditario, acreditar si alguno de
los que los excluirían o deberían concurrir con él, hubiesen renunciado a la
herencia, sido desheredados o fueren indignos. 1
Cuando el tribunal estime reunidos los elementos necesarios y se hayan
acreditado los hechos que fundamenten la solicitud, se concederá el certificado
sucesorio; si se trata de varios coherederos se dará un certificado común en él
que se indica quiénes son y cuál es su proporción en la herencia.
En los casos en que posteriormente a la expedición del certificado se
compruebe que lo manifestado o probado es inexacto, el tribunal debe ordenar su
retiro, y con él queda sin vigencia el certificado sucesorio.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 261.
132
2.- Derecho Español
Aceptación y renuncia de la herencia
Las personas llamadas a una herencia por ley o por testamento, al momento
de la muerte del causante no tienen derecho alguno, tan sólo una esperanza de
derecho. Nace el derecho a partir de la apertura de la sucesión.
Toma el derecho español el respeto a la libertad de asumir o no la calidad de
heredero ( artículo 988 C.C. ), se trata de un negocio jurídico unilateral que, dada
su gran trascendencia, exige, ante todo, unas condiciones de certeza y seguridad,
y declara que pasados nueve días después de la muerte del causante, no podrá
intentarse acción contra el heredero para que acepte o repudie, tomando en
cuenta también un período de duelo durante el cual no se debe molestar a los
familiares del fallecido; una vez que transcurre este lapso puede pedirse al juez
que le fije al heredero un plazo para decida si acepta o no la herencia, el cual no
podrá ser mayor a treinta días y se le indicará que si no se manifestara se lo
tendrá por aceptante. 1
Aunque el acto de aceptación o repudiación es un acto personal del heredero
o legatario, si muere sin aceptar ni repudiar la herencia, pasará a los suyos el
derecho que él tenía. También puede darse el repudio en perjuicio de los
acreedores, podrán pedir al Juez que los autorice para aceptarla en nombre de
aquél, con el fin de cubrir el importe de sus créditos, pero no adquieren la calidad
de herederos.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 296.
133
La aceptación puede ser pura y simple, que a su vez puede realizarse de
forma expresa o tácita, y hasta imponerse como sanción; o puede ser aceptación
con beneficio de inventario. Se adquiere la herencia mediante escrito que señala
su voluntad de ser heredero; o por hacer de heredero; pero no se adquiere al
aceptarla sólo de palabra.
La aceptación tácita se hace por actos que suponen necesariamente la
voluntad de aceptar o que no podrían realizarse sino con la cualidad de heredero.
Para que la aceptación se califique de expresa, debe realizarse en
documento público o privado.
Dentro de los actos que hacen suponer la aceptación tácita de la herencia
podemos decir cuando el heredero vende, dona o cede su derecho a sus
coherederos o a alguno de ellos, o a un extraño. Cuando el heredero la renuncia,
aunque sea gratuitamente, a beneficio de uno o más coherederos. Cuando la
renuncia por precio a favor de todos sus coherederos indistintamente.
Si se comprueba que algunos herederos han “sustraído u ocultado algunos
efectos de la herencia pierden la facultad de renunciarla y quedan con el carácter
de herederos puros y simples, sin perjuicio de las penas en que hayan podido
incurrir” 1 , siendo por ende responsable sin limitaciones de todas las cargas de la
herencia, con los bienes que recibe y en caso de que no sean suficientes, con los
suyos propios (responsabilidad ultra vires hereditatis).
1
COSSIO (Alfonso de) Instituciones de Derecho Civil, Madrid, Editorial Alianza, 1977, 1 edición,
Tomo II, p. 984.
134
El beneficio de inventario y el derecho a deliberar
El heredero que quiera limitar la responsabilidad por las deudas del causante
a los bienes hereditarios (responsabilidad intra vires hereditatis) podrá acogerse al
beneficio de inventario, para lo cual debe efectuar una petición en tal sentido al
juez de la sucesión, “dentro de los diez días de haber tomado conocimiento de su
derecho, y siempre que resida en el lugar en que lo hacía el causante; si lo hiciera
fuera de él, el plazo será de treinta días.”
1
Además de lo anterior se debe pedir la realización del inventario de los
bienes que será comenzado dentro de los treinta días siguientes a la citación de
los acreedores y legatarios y terminará dentro de sesenta días, prorrogables a un
año si los bienes se encontraren alejados.
Luego de que se concluya el inventario, el heredero que lo solicitó tendrá
treinta días para deliberar si acepta o renuncia a la herencia; de no decidirse en
dicho plazo se lo tendrá como aceptante puro y simple.
“La diferencia entre la aceptación pura y la a beneficio de inventario, radica
en que hecha la primera, se confunde la herencia con el patrimonio del heredero, y
éste responde de las deudas y cargas de aquélla, no sólo con los bienes de la
misma, sino también con los suyos propios (artículo 1.003), mientras que si se
aceptó a beneficio de inventario, sólo se responde de aquellas con los bienes
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 297.
135
recibidos, no confundiéndose el patrimonio hereditario con el propio del heredero
(artículo 1.023).”
1
Por la aceptación beneficiaria se da una separación entre el patrimonio del
heredero beneficiario y la herencia, por lo que el heredero queda obligado a pagar
las deudas y demás cargas de la sucesión hasta donde alcancen los bienes de la
misma, conserva contra el caudal hereditario todas los derechos y acciones que
tuviere contra el difunto y no se confunden, en daño del heredero, sus bienes
particulares, con los que pertenezcan a la herencia.
Se procederá a pagar a los acreedores, según el orden y el grado de su
crédito. Una vez satisfechas las deudas, serán pagados los legados, sin que
puedan los legatarios exigir antes la efectividad de su derecho; una vez
satisfechas las referidas obligaciones y si queda un remanente de bienes, el
heredero entrará en el pleno goce de los mismos. Podemos comprobar como en el
Derecho Español el plazo y la forma de aceptación produce efectos diversos,
mientras que en nuestro país basta con aceptar la herencia siendo innecesario
especificar si es a beneficio de inventario, ya que siempre se debe hacer un
inventario de los bienes, además de ello en Costa Rica rige la responsabilidad
intra vires hereditatis.
1
ALBALADEJO (Manuel), Instituciones de Derecho Civil, Barcelona, Bosch, 1972, 2 edición, Tomo
II, p. 564.
136
El albacea
Sus funciones son esencialmente de administración y representación de la
masa hereditaria, y de fiscalización de la ejecución de la ley testamentaria.
El albaceazgo es un cargo personalísimo, el albacea no podrá delegar el
cargo si no tuviese autorización del testador, también es gratuito, salvo disposición
del testador en contrario, aunque tendrán derecho a cobrar lo que les corresponda
por los trabajos de partición u otros facultativos. Es temporal, siendo el testador
quien ha de fijar el plazo de sus funciones, a falta de tal determinación, éste será
el de un año, prorrogable judicialmente según las circunstancias del caso.
También podrán prorrogarlo los herederos, por el tiempo que consideren
conveniente, pero si el acuerdo fuere por mayoría, esa prórroga no podrá exceder
de un año. Termina también el albaceazgo por la muerte, imposibilidad, renuncia
del albacea y por el lapso de tiempo del albaceazgo. Los albaceas deberán dar
cuenta de su encargo a los herederos.
No habiendo el testador determinado las atribuciones del albacea, la ley
determina que podrán disponer y pagar los sufragios y el funeral del testador con
arreglo a lo dispuesto por él en su testamento o según la costumbre del pueblo;
satisfacer los legados que consistan en metálico; vigilar sobre la ejecución de todo
lo demás ordenado en el testamento y sostener su validez en juicio y fuera de él;
tomar las precauciones necesarias para la conservación y custodia de los bienes,
con intervención de los herederos presentes, la que no se equipara a
137
consentimiento de los herederos, el cual no es necesario para la eficacia de estos
actos dispositivos.
“En el fondo, todos los poderes de administración y disposición de la
herencia, la representación y responsabilidad de la misma corresponden al
heredero, sólo por excepción le son transferidos al albacea en determinados casos
concretos, de donde se sigue que, salvo prueba en contrario, es al heredero y no
al albacea a quien corresponde actuar como órgano de esa misma herencia.” 1 En
Costa Rica es al albacea a quien corresponde exclusivamente la administración y
representación de la herencia siendo también el único responsable por ella.
Si son designados varios albaceas, habrá de entenderse que sus poderes son
mancomunados, valdrá lo que todos hagan de consuno, o lo que haga uno de
ellos legalmente autorizado por los demás, o lo que acuerde el mayor número.
Difiere totalmente de nuestro ordenamiento ya que solo puede actuar un albacea a
la vez.
La comunidad hereditaria
En los supuestos en que se presenten varios herederos con derecho a una
misma herencia, se establece una forma de comunidad dotada de rasgos propios,
sobre la que corresponde a cada uno un derecho abstracto, que sólo más tarde
llegará a concretarse como exclusivo sobre bienes determinados.
1
Ver COSSIO, op. cit., p. 957.
138
Cuando la herencia es aceptada por el heredero, éste adquiere un derecho
abstracto sobre la totalidad del patrimonio, que se transformará en una titularidad
concreta de bienes determinados en el momento de la partición de la herencia.
Entre los coherederos realmente no existe copropiedad, ya que cuando se
practiquen las adjudicaciones, estas tendrán efecto retroactivo al momento de la
muerte del causante, y en ningún momento habrá tenido derecho alguno sobre los
bienes que hayan sido adjudicados a los demás herederos; esto implica que el
heredero podrá disponer de su derecho hereditario, pero nunca sobre alguno de
los bienes concretos que integran la herencia, para lo cual necesitaría el consentimiento unánime de los demás herederos.
El heredero puede ejercitar acciones en defensa de los derechos de la
herencia, como representante de ella, pidiendo no para sí, sino para la comunidad;
acciones que no deben ser confundidas con las que tiene como titular frente a la
misma en las que acciona en su propio nombre, en defensa de su cualidad de
heredero.
La partición
Establece el C.C. en su artículo 1.051 con respecto a esta etapa del proceso
que “ningún coheredero podrá ser obligado a permanecer en la indivisión de la
herencia, a menos que el testador prohíba expresamente la división.” 1
Si el testador ha prohibido la partición, no podrá afectar a los herederos
forzosos en cuanto a los bienes que en pago de su legítima puedan corresponder.
1
Ver COSSIO, op. cit., p. 994.
139
Cualquiera de las partes interesadas puede pedir la práctica de la partición,
debiendo hacerse de inmediato por los propios herederos, y si no hubiere acuerdo
unánime entre ellos, por los trámites establecidos por la Ley de enjuiciamiento civil
para lo juicios de abintestato o testamentaría; esto si el testador no hubiere
procedido a practicarla por sí mismo, por actos intervivos o mortis causa, o
designado un contador partidor para cumplir el encargo.
Generalmente las funciones de contador partidor de los bienes le son
atribuidas al albacea. Dentro de sus facultades normales se cuentan la formación
del inventario del haber sucesorio, el avalúo, la división y adjudicación de los
bienes de la herencia, ajustándose estrictamente a lo dicho en el testamento,
siendo la partición que realice plenamente vinculante para los herederos.
En otros casos el testador no encomienda a alguien la realización de la
partición, ni la ha hecho personalmente, ante esto y “si los herederos fueren
mayores y tuvieren la libre administración de sus bienes, podrán distribuir la
herencia de la manera que estimaren conveniente (artículo 1.058). Si se trata de
herederos menores de edad, bastará la aprobación de su padre o, en su caso, de
su madre, sin que sea necesaria ni la intervención ni la aprobación judicial (artículo
1.060)”
1
Con la participación del PANI y mediante la homologación del juez, los
derechos e intereses de los herederos menores están muy bien protegidos, que es
una mayor garantía que la sola aprobación del padre, quien podría tener intereses
contrapuestos. (Esto en el caso de nuestro pais)
1
Ver COSSIO, op. cit., p. 999.
140
Como paso previo a la partición y cuando se trata de una sucesión en la que
concurran herederos forzosos se dará la colación de bienes, debido a que así se
posibilita la determinación del haber de cada uno de los herederos. Para completar
la masa hereditaria deben llevarse los bienes o valores recibidos del causante en
vida de éste, por donación, dote u otro título lucrativo, para computarlo en la
cuenta de partición.
Conviene precisar que no se colaciona o aporta la cosa donada o dada en
dote, sino que sólo se computa el valor de la misma en la época en que se dio,
para que el beneficiario lo tome de menos en bienes hereditarios.
1
Los acreedores que estén reconocidos como tales en el proceso tendrán la
opción de oponerse a que se realice la partición hasta que se les pague o afiance
el importe de sus créditos.
El pago de las deudas corresponde a los mismos herederos; los albaceas y el
contador partidor sólo podrán hacerlo si han sido expresamente facultados para
ello por el testador.
Una vez que se han pagado las cargas y las deudas se determina el valor de
la parte que le corresponde a cada uno de los herederos, y a adjudicarle los
bienes suficientes para el pago de la misma. Cuando uno de los bienes sea por su
naturaleza indivisible o pierda su valor ante una eventual división, podrá
adjudicarse a uno de los herederos quedando obligado a pagar en dinero a los
otros el exceso recibido.
1
Ver Albaladejo, op. cit., p. 578.
141
La partición legalmente confiere a cada heredero la propiedad exclusiva de
los bienes que le hayan sido adjudicados, entendiéndose que sobre los demás
bienes nunca tuvo un derecho de propiedad ni de copropiedad.
Dentro de los modos de adquirir el dominio el hecho de la sucesión es
considerado por el C.C. como uno de ellos, pero la partición no merece tal
consideración porque su función se reduce a declarar un dominio con anterioridad
latente.
Ley de Enjuiciamiento Civil
Esta ley se encuentra vigente desde enero del año 2000 y dentro de su
regulación en el Libro IV (De los procesos especiales) se detalla el procedimiento
a seguir para la división de la herencia.
La solicitud para reclamar judicialmente la división de la herencia debe
hacerla el comisario o contador partidor nombrado por el testador, lo cual no
excluye que lo pueda hacer uno de los herederos o legatarios de parte alícuota;
siendo un requisito indispensable la presentación del documento que acredite esa
calidad y el certificado de defunción. Si bien los acreedores no pueden solicitar la
división de la herencia pueden acudir para hacer valer sus derechos o podrán
oponerse a que se lleve a efecto la partición de la herencia hasta que se les pague
o afiance el importe de sus créditos1
1
Ley de Enjuiciamiento Civil, Nº 1/2000
http://civil.udg.es/normacivil/estatal/LEC/default.htm
,de
7
de
enero
2000
,
Art.
782,
142
Una vez realizada la solicitud, si se pide y es procedente se ordena la
intervención del caudal hereditario (figura similar al aseguramiento de bienes) y la
formación del inventario. Posteriormente se citará a los herederos, legatarios y al
cónyuge sobreviviente, notificándoseles por medio de procurador, personalmente
o por edictos según sea el caso. Así mismo se debe apersonar el Ministerio Fiscal
en el caso de menores, incapacitados o ausentes mientras estos lo necesiten. 1
En la junta, que es presidida por el secretario judicial debe acordarse el
nombramiento de un contador partidor y de los peritos que sean necesarios para
justipreciar los bienes. A falta de este acuerdo el nombramiento debe hacerse por
sorteo de una nómina de profesionales calificados. Una vez aceptado el cargo, se
entregará el expediente al contador y los bienes estarán a disposición de los
peritos para realizar el inventario si este no hubiera sido hecho, el avalúo, la
liquidación y la división del caudal hereditario.
El contador debe ajustarse a las reglas establecidas por el testador para
realizar las operaciones divisorias las cuales debe presentar en el plazo de dos
meses; sin menoscabar el derecho de los herederos forzosos, evitando la
indivisión o la excesiva división de las fincas.
Las partes tendrán un plazo de diez días para revisar y manifestarse sobre
las operaciones divisorias, si se oponen el tribunal convocará a una audiencia en
la que de llegar a un acuerdo el contador partidor se ve obligado a ser las
correcciones necesarias las cuales serán aprobadas por el tribunal. Si no hay
1
Ver Ley de Enjuiciamiento Civil Art. 783
143
conformidad se debe recurrir a las disposiciones del juicio verbal, la sentencia que
recaiga no tendrá carácter de cosa juzgada material.
Señala el artículo 788 en sus primeros dos incisos como se ha de hacer la
entrega de los bienes adjudicados
“Artículo 788. …..
1. Aprobadas definitivamente las particiones, se procederá a entregar a cada
uno de los interesados lo que en ellas le haya sido adjudicado y los títulos de
propiedad, poniéndose previamente en éstos por el actuario notas expresivas de
la adjudicación.
2. Luego que sean protocolizadas, se dará a los partícipes que lo pidieren
testimonio de su haber y adjudicación respectivos. ”1
En cualquier momento del proceso, si los interesados lo acuerdan pueden
pedir al tribunal que los autorice para separarse del seguimiento en vía judicial.
Intervención judicial del caudal hereditario
Este aseguramiento de bienes procede de oficio en los siguientes supuestos:
cuando no conste la existencia de testamento, ni de ascendientes, descendientes
o cónyuge del finado o persona que se halle en una situación de hecho asimilable,
ni de colaterales dentro del cuarto grado (o estuvieren ausentes o cuando alguno
1
Ley de Enjuiciamiento Civil, Nº 1/2000, de 7 de enero 2000.
http://civil.udg.es/normacivil/estatal/LEC/default.htm
144
de ellos sea menor o incapacitado y no tenga representante legal) y su objeto es
proceder al enterramiento del difunto y salvaguardar los bienes, libros, papeles,
correspondencia susceptibles de sustracción u ocultación.
Cesa esta intervención cuando dichos parientes se presentan o se nombra un
representante legal, poniéndose a su disposición los bienes sucesorios. Durante el
aseguramiento debe comprobar
si el causante hizo o no testamento para
proceder según el caso.
El trámite de intervención judicial de la herencia puede solicitarse por los
interesados cuando pretenden que el inventario de los bienes sea hecho con total
objetividad.
Cualquiera que sea la causa de la intervención el tribunal adoptará las
medidas indispensables para la seguridad de los bienes, señalando a la vez día y
hora para la formación de inventario, mandando citar a todos los interesados. El
inventario se realizará por el Secretario Judicial siguiendo las normas
testamentarias o la ley según sea el caso.
Posteriormente el tribunal, por medio de auto, determinará lo relativo a la
administración del caudal, su custodia y conservación, ateniéndose, a lo dispuesto
por el testador o a la ley.
Indica el artículo 796 lo siguiente:
“1. Cesará la intervención judicial de la herencia cuando se efectúe la
declaración de herederos, a no ser que alguno de ellos pida la división judicial de
la herencia, en cuyo caso podrá subsistir la intervención, si así se solicita, hasta
145
que se haga entrega a cada heredero de los bienes que les hayan sido
adjudicados.
2. Durante la sustanciación del procedimiento de división judicial de la
herencia podrán pedir los herederos, de común acuerdo, que cese la intervención
judicial.
El tribunal así lo acordará, salvo cuando alguno de los interesados sea menor
o incapacitado y no tenga representante legal o cuando haya algún heredero
ausente al que no haya podido citarse por ignorarse su paradero. “
Administración del caudal hereditario
Una vez nombrado el administrador de la herencia, entra en posesión de su
cargo al presentar la caución respectiva. Sus obligaciones abarcan la
representación de la herencia en los litigios que se den o que hubieran iniciado al
fallecer el causante, ejerciendo las acciones que pudieran corresponder al difunto.
Posteriormente a la declaratoria de herederos solamente le corresponderá la
administración del caudal, su custodia y su conservación.
El administrador está obligado a rendir cuentas de su administración en los
plazos que le fije el juez; además deberá rendir un informe al final de su
administración, que estará sujeto a la revisión de los interesados y a la aprobación
del tribunal.
Las cantidades recaudadas en el ejercicio de su cargo deben ser
depositadas a disposición del juzgado, exceptuando lo necesario para los gastos
146
normales de la administración. Asimismo no puede enajenar los bienes
inventariados, salvo los que se puedan deteriorar, los frutos cuya venta sea
provechosa y los que sirvan para el pago de gastos, previa autorización del juez.
Se mantendrán los administradores subalternos que para el cuidado de sus
bienes tuviera el finado, con la misma retribución y facultades que aquél les
hubiere otorgado. Dichos administradores rendirán cuentas y remitirán lo que
recauden al administrador judicial, considerándose como dependientes del mismo
y solo podrán ser separados de sus funciones por justa causa, previa la
autorización del juez.
Sucesorio Extrajudicial en España
Uno de los principales objetivos del proceso extrajudicial en España es el no
tener que recurrir a un proceso judicial. Dentro del Ordenamiento Jurídico Español,
el testador puede designar un contador partidor, para que al momento de resolver
la división hereditaria, ésta se pueda realizar en forma extrajudicial y hasta sin
necesidad de que el contador partidor sea un notario.
El testador indica que quien promueve el proceso sucesorio extrajudicial
podría ser un contador, el albacea o un heredero forzoso. La limitación es que no
se puede nombrar coherederos en el cargo de contador partidor.
Hay tres sujetos que pueden realizar la función del notario en estos procesos,
los cuales son: el contador partidor; los comisarios, que vienen a desempeñar el
papel del contador partidor cuando éstos no han sido designados por el testador; y
147
los albaceas universales.
El cargo de contador partidor testamentario es personalísimo, la única
posibilidad para no conocer del asunto es la renuncia, y mientras no se haya
dado, no puede dejar el cargo para el cual ha sido nombrado.
En cuanto a los menores como herederos, la legislación española, en su
artículo
1049 (antecedente del 558 del derogado Código de Procedimientos
Civiles) de la Ley de Enjuiciamiento Civil nos dice:
“Las liquidaciones y particiones de herencia hechas extrajudicialmente,
aunque lo hayan sido por contadores nombrados por el
testador, deberán
presentarse a la aprobación judicial siempre que tenga interés en ellas como
heredero o legatario de parte alícuota algún menor, incapacitado o ausente cuyo
paradero se ignore"
1
La partición arbitral se manifiesta como otro medio de poder llevar a cabo la
partición hereditaria, puede ser ordenada en el testamento; se enfoca a solucionar
las diferencias que puedan surgir entre los herederos no forzosos; siendo esto
todo su actuar en la división de la herencia.
A pesar de surgir en España como una buena medida, la partición arbitral, no
ha tenido mucho éxito, en parte por no estar debidamente regulado y en una forma
muy poco detallada. 2
Estas dos figuras (contador partidor y partición arbitral) no existen en nuestro
1
2
Ver AGUILAR VARGAS op. cit., p. 57.
Ibíd., p. 61.
148
ordenamiento, pero su función es cumplida por el albacea y por los mismos
interesados en su momento, cuando se separan de la prosecución del juicio,
creemos que esta figura es innecesaria y hace el proceso más engorroso.
3.- Derecho Francés
Aceptación de la herencia.
El derecho francés no reconoce la existencia de herederos necesarios, y a la
muerte de una persona, se abre para sus sucesores un derecho de opción sobre
la eventual aceptación o rechazo de su herencia; si se decantan por la aceptación,
esta puede ser pura y simple o bajo beneficio de inventario.
En primer término la aceptación pura y simple tiene tres manifestaciones:
La aceptación expresa, cuando por la vía de un documento público o privado
se toma el carácter de heredero.
La aceptación tácita, se da al ejecutarse por el heredero actos que suponen
su intención de aceptar (como la disposición de bienes de la herencia) y que sólo
puede realizar quien tiene la calidad de heredero.
La aceptación forzada, que se impone como sanción, en los casos en que se
hubieren ocultado efectos de una sucesión, lo que acarrea la pérdida del derecho
a repudiar; o haya omitido de mala fe, incluir en el inventario bienes sucesorios,
perdiendo el beneficio de inventario solicitado.
En segundo término está la aceptación a beneficio de inventario, la cual
solamente puede ser expresa y obliga al heredero a hacer un inventario de todo el
haber sucesorio.
149
La manifestación expresa debe ser presentada ante el Tribunal y el inventario
de los bienes de la sucesión debe ser fiel y exacto, y debe hacerse ante un
escribano. Este debe efectuarse en el plazo de tres meses a contar desde el día
de la apertura de la sucesión. Luego de concluido, tiene cuarenta días para
deliberar sobre si acepta, y eventualmente cómo acepta, o repudiar la herencia. 1
Efectos de la aceptación de la herencia
Una vez aceptada la herencia, el heredero continúa la personalidad del
causante, y esa continuidad se retrotrae al momento en que la misma se defirió, o
sea la muerte de su autor.
Además la aceptación impide la posterior renuncia de la herencia, quedando
en manos del heredero el eventual abandono, pero nunca su repudio.
El efecto que conlleva la aceptación pura y simple, es el de la confusión del
patrimonio hereditario y el patrimonio del heredero, lo que extiende la
responsabilidad por las cargas y deudas de la herencia, a los bienes del heredero.
En el sentido opuesto, la aceptación beneficiaria limita la responsabilidad del
heredero ya que las cargas y deudas de la herencia se deben pagar sólo con los
bienes que recibe, debido a que la confusión de patrimonios no se produce.
El heredero beneficiario es un liquidador, debe administrar y rendir cuentas,
paga a los acreedores y legatarios a medida que se presenten, salvo que hubiere
oposición de parte interesada, en cuyo caso, deberá pagar en la forma y orden
que fije el juez.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 323.
150
Renuncia de la herencia
El primer artículo del Código francés referido a la renuncia, es el 784, en su
primera parte, dice;
"No se presume la renuncia a una sucesión... no puede hacerse más que
ante el secretario del Tribunal de mayor cuantía del distrito en que la sucesión se
haya abierto, en un registro particular llevado a tal efecto." 1
Luego de manifestada la renuncia, el efecto principal que se da es que se
considera al renunciante como que nunca ha sido heredero y la parte le hubiera
correspondido mejora a sus coherederos. Antes de que la herencia sea aceptada
por aquellos que vendrían a ella en lugar del heredero original, la renuncia puede
ser retirada por el renunciante, quien tomaría su lugar como sucesor del causante.
Si llega a darse la renuncia no se opera la representación si era heredero
único, su renuncia hace que los que le siguen en orden por derecho propio a la
misma, sean llamados y se reparten por cabezas el haber sucesorio.
Los acreedores del renunciante, de fecha anterior a ella, que se vean
perjudicados por la renuncia, tienen derecho a pedir la aceptación de la herencia
por él, pero esto los beneficia hasta la concurrencia de la porción que a aquel
correspondía con sus créditos, no por el total de la herencia.
La Saisine
Existe en el derecho francés una institución particular que es llamada la
saisine, que representa la posesión hereditaria dentro del régimen francés.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 324.
151
El Código Napoleón, establecía que solamente los herederos legítimos, los
naturales y el cónyuge tenían de pleno derecho la saisine, todos los demás deben
reclamar la posesión de la herencia; no obstante, se le concedía también al
legatario universal en aquellos casos en que no concurrieran con él, sucesores
legítimos, en cuyo caso debe pedirla.
Pese a que las consecuencias de una u otra investidura son iguales, la
diferencia práctica es que quienes tienen la saisine sin petición alguna, la
adquieren aún con su desconocimiento, por lo que tienen la calidad de heredero
de inmediato y ejercen las acciones que correspondían al causante sin ningún
requisito formal.
Separación de patrimonios
Se mencionó supra que cuando se ha aceptado la herencia pura y simple, los
patrimonios se confunden. Se presenta entonces la separación de patrimonios
como un privilegio que se otorga a quien en vida del causante era acreedor
personal del mismo, o lo es ahora de su herencia, de esta manera tiene derecho a
cobrar con preferencia a los acreedores personales del heredero, los cuales tratan
de hacerse pagar ejecutando los bienes de la herencia. También son alcanzados
los legatarios a título singular.
La separación se dirige contra todo acreedor del heredero, pero el privilegio
caduca si ha habido novación en el crédito o si se aceptó expresamente al
heredero por deudor.
152
Colación
La colación se debe por un heredero a su coheredero, y nunca a un legatario
ni a un acreedor. El fundamento de esta obligación de colacionar los bienes
donados en vida del causante a sus herederos es el de buscar un equilibrio entre
estos.
Quien renuncie a la herencia puede conservar las donaciones recibidas, ya
que no es heredero.
Si el nieto acude a la sucesión de su abuelo por derecho propio, no debe
colacionar las donaciones que el mismo hiciera a su padre, mientras que si viene a
la sucesión en representación de este último, sí debe colacionar.
Las donaciones que deben colacionarse son las que se hayan empleado en
establecer a uno de los herederos o en pagar sus deudas; y además toda otra
donación no exceptuada expresamente por la ley.
Las que no deben colacionarse son
los gastos de alimentación,
sostenimiento, educación, aprendizaje, gastos ordinarios de vestimenta, regalos
de bodas y de costumbre; los beneficios que emerjan de convenciones celebradas
entre el heredero y el causante; las asociaciones formadas entre el causante y su
heredero, cuando hubiere prueba fehaciente de ella; el inmueble que haya
perecido por caso fortuito y sin culpa del donatario; los frutos e intereses de las
cosas a colación, sino desde el día de apertura de la sucesión.
No debe colacionarse el bien donado, sino el valor del bien colacionado,
tomándose en cuenta el valor que tenia el inmueble a la época de la donación.
153
Partición
La regla básica es que nadie puede ser obligado a permanecer en la
indivisión, y la partición puede ser pedida siempre. Puede ser pactada
temporalmente, no pudiendo exceder los cinco años, y es renovable a su
vencimiento.
Como los bienes deben haber sido inventariados, lo que resta es avaluarlos y
posteriormente debe realizarse la partición, la cual se puede practicar de varias
formas, la amigable por ejemplo, no tiene forma prescripta, y es válida de
cualquier modo que ella se haga.
La judicial requiere ciertos pasos previos, y debe ser efectuada cuando no
hubiere acuerdo entre los herederos para hacerla amigable; cuando alguno de los
herederos está ausente; cuando algún heredero es incapaz, o cuando algún
heredero no goza de sus derechos civiles.
Si todos los herederos están presentes y son mayores de edad, la partición
puede hacerse en la forma que juzguen conveniente las partes interesadas,
pudiendo evitar el trámite judicial, y partir los bienes de común acuerdo. Si no
logran ese acuerdo, el juez nombra un perito partidor, y éste procede a formar el
líquido partible, procediéndose a colacionar las sumas debidas, o efectuar retiros
compensatorios. Finalmente lo que resta es la inscripción de la partición.
154
4.- Derecho Italiano
Herencia yacente
El derecho italiano, fiel a los principios del derecho romano en algunos
aspectos, nos trae la institución de la herencia yacente. Se explica en el caso en
que habiendo fallecido una persona, sus sucesores no han aceptado la herencia,
ni tampoco la han renunciado, y no se hallan en posesión real de los bienes, en
cuyo caso el juez, a instancia de algún interesado o aún de oficio, nombra un
curador para la herencia, quien tiene funciones de representante legal de la
sucesión, administrador y liquidador de los bienes.
Aceptación
La aceptación de la herencia puede ser de diversos modos expresa, tácita,
pura y simple o con beneficio de inventario, sea cual sea su consecuencia es la
adquisición de la herencia, efecto que se remonta al momento en que la sucesión
se abrió.
"La aceptación es expresa cuando en un acto público o en un documento
privado, el llamado a la herencia ha declarado aceptarla o bien ha asumido el título
de heredero."
1
Se prohíbe declaración de aceptación parcial de herencia, la cual se sanciona
con la nulidad, debido a que la aceptación debe ser por la totalidad de esta.
"La aceptación es tácita cuando el llamado a la herencia ejecuta un acto que
presupone necesariamente su voluntad de aceptar y que no tendría el derecho de
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 395.
155
efectuar sino en calidad de heredero.” 1
Puede darse el caso en que el llamado a la sucesión disponga de los bienes
como si fuera heredero, dona, cede o vende sus derechos a uno o todos de los
coherederos o a un extraño; también hay aceptación tácita cuando renuncia con
alguna compensación a su favor, o bien cuando lo haga en favor de alguno de los
otros herederos.
El sucesor es visto como el continuador de la persona del difunto, si no se
conocen circunstancias que disminuyan su responsabilidad, su situación es casi la
misma del causante, en lo que a la extensión de la misma se refiere, esto indica
que el patrimonio del heredero responde por las deudas del causante, porque se
confunde con el haber hereditario.
En última instancia tenemos la aceptación con beneficio de inventario, la que
permite tener diferenciado el patrimonio del difunto de aquel del heredero.
Debido a la separación de patrimonios, el heredero conserva contra la
sucesión todos los derechos y obligaciones que tenía contra el difunto, excepto los
que se extinguen por efecto de la muerte.
Con respecto a las deudas del causante, el heredero estará obligado al pago
de ellas solamente con el valor de los bienes sucesorios.
Los acreedores de la herencia y los legatarios tienen preferencia para ser
pagados con el patrimonio hereditario frente a los acreedores del heredero. Aún
así los acreedores del fallecido deben pedir la separación de bienes para
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 395.
156
conservar su preferencia en caso de que el heredero pierda el beneficio o lo
renuncie.
Con el fin de ampararse al beneficio de inventario, se “exige una
manifestación expresa en tal sentido hecha ante un escribano o ante el secretario
del tribunal que entiende en la sucesión, debiendo registrarse, y además ir
precedida o seguida de un inventario hecho conforme a las normas de
procedimiento civil.” 1
El mencionado inventario debe presentarse en tres meses contados desde la
apertura de la sucesión. Si transcurre el término y no se ha terminado el
inventario, se sanciona al llamado con la aceptación pura y simple y sus
consecuencias.
Una vez concluido en tiempo, se le dan cuarenta días para deliberar si acepta
o renuncia la herencia, y si se le vence el término sin decidirse, es considerado
aceptante puro y simple.
Hay casos excepcionales en los que la aceptación se impone bajo beneficio
de inventario, estos son cuando en la sucesión se presentan sujetos interdictos o
menores de edad.
La pérdida del beneficio de inventario se opera por tres vías principales: la
primera es la renuncia expresa al beneficio; la segunda tratándose de incapaces o
menores que tienen el beneficio forzoso, al cabo de un año de alcanzada la
mayoría de edad y cesada la interdicción o inhabilitación, si dentro de dicho plazo
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 397.
157
no han adecuado su actuación a las normas con respecto al beneficio de
inventario. La tercera se da como sanción cuando se gravan, se enajenan bienes
de la herencia, o se transan derechos con relación a los mismos, sin autorización
judicial y cuando de mala fe se omiten bienes en el inventario, o se denuncia
deudas que no existen.
Renuncia
El requisito de validez establecido para la renuncia es que debe hacerse por
medio de una declaración ante un escribano o ante el secretario del tribunal que
conoce el proceso sucesorio y ser inscrita en el registro respectivo.
No se acepta la renuncia parcial de la herencia, o cuando se hace bajo
condición o término, de ocurrir así será declarada nula. Cuando se hace en
perjuicio de los acreedores del heredero renunciante pueden ser autorizados estos
para aceptar la herencia, no como herederos sino para cubrir sus créditos.
El renunciante puede retirar la renuncia, si su derecho no ha prescrito, o
quien ocuparía su lugar no ha aceptado aún la herencia. Por otro lado, quienes
han sustraído u ocultado bienes sucesorios no tienen derecho a renunciar.
Separación de patrimonios
El código admite esta opción a favor de los acreedores del difunto y a los
legatarios que la solicitan como una preferencia para cobrarse sobre los bienes de
la herencia antes que los acreedores del heredero, sin excluir la posibilidad de que
si no alcanzasen puedan concurrir sobre los bienes propios del heredero. Es
158
necesario estar dentro de los tres meses posteriores a la apertura de la sucesión
para poder ejercer este derecho.
Existen dos maneras de practicar la separación de patrimonios, lo que
depende de los bienes de que se trate: “con respecto a los muebles que se hace
mediante demanda, y que persigue la confección del inventario si aún no estuviera
hecho o con respecto a los inmuebles: con respecto a los cuales se ejerce
mediante la inscripción del crédito o del legado sobre cada uno de los bienes
mismos.”
1
Colación
Cuando se recibieron bienes del difunto en vida de este, por donación directa
o indirectamente, se deben colacionar estos a favor de los otros descendientes
que concurren a la sucesión, salvo disposición del causante en contrario.
Se excluyen del deber de colacionar los gastos ocasionados por la
manutención, educación, enfermedad, los de vestimenta y presentes de bodas.
Igualmente se excluye la sociedad constituida entre el causante y su heredero si
no ha habido fraude, al igual que si la cosa donada hubiera perecido sin culpa del
donatario.
Con respecto a los bienes inmuebles quien colaciona elige entre restituir el
inmueble o bien traer a colación el valor de este. La colación de los bienes
muebles se hace por imputación sobre el valor que tenían al tiempo de la apertura
de la sucesión.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 399.
159
En los casos en que se debe colacionar dinero se sigue el principio de la
nominalidad, no se toma en cuenta la devaluación monetaria.
Partición
La comunidad hereditaria se disuelve ante el pedido de cualquiera de los
coherederos, ya que no se les puede obligar a permanecer en la indivisión.
Puede acordarse la suspensión de la partición de toda la herencia o algunos
bienes, a petición de uno de los coherederos, mientras sea mayor a cinco años y
cuando su inmediata ejecución puede aportar notable perjuicio al patrimonio
hereditario.
Por disposición del testador cuando uno o varios de los herederos son
menores de edad, la división no se realiza hasta después de un año desde la
mayoría de edad del último nacido.
También habrá indivisión si entre los llamados a la sucesión se encuentra un
concebido, por lo que la división no puede tener lugar antes del nacimiento del
mismo.
Los bienes que constituyen el patrimonio familiar no estarán comprendidos en
la división de bienes antes que todos los hijos hayan alcanzado la mayoría de
edad.
En materia de partición se establece que esta puede ser hecha por el mismo
testador; por los coherederos o por la autoridad judicial.
Cuando la partición es hecha por el testador, este puede “dividir sus bienes
entre los herederos comprendiendo en la división también la parte no disponible.
160
Si en la división hecha por el testador no son comprendidos todos los bienes
dejados al tiempo de la muerte, los bienes no comprendidos en ella se atribuyen
de conformidad a la ley, si no resulta una voluntad diversa del testador". 1
Lo anterior sería un caso de partición mixta, debido a que si bien el testador
no incluyó unos bienes, estos pueden repartirse de acuerdo a los ordenes
establecidos para la sucesión legítima.
La partición a cargo de los coherederos necesita la presencia de todos los
herederos, pues de lo contrario la división no procede; una vez que se logra el
consentimiento de los herederos, las operaciones de partición pueden llevarse a
cabo con la participación de un escribano.
Cuando el testador ha establecido la cuota que le corresponderá a cada
heredero, estos lineamientos son obligatorios para los coherederos al momento de
repartirse los bienes, a menos que el valor de estos no corresponda con lo
establecido.
La partición judicial sigue unos pasos bien definidos; primero, se forma la
masa partible, para lo cual se reúnen los bienes que componen el acervo, luego se
venden si hay necesidad de pago de deudas y cargas de la herencia; segundo, al
activo de la sucesión se le resta el pasivo; tercero, se determina la porción de
cada heredero; cuarto, se procede a formar los lotes; y por último se da la
adjudicación de las hijuelas.
1
Ver GOYENA COPELLO, op. cit., p. 404.
161
Conclusión
Para completar el análisis del Derecho Nacional, creímos necesario ampliar
el objeto de estudio para incluir algunos ejemplos de ordenamientos jurídicos
extranjeros, para tener una mejor idea del tratamiento que reciben ciertas figuras
del proceso sucesorio en esas legislaciones.
Nuestra pretensión con este análisis ha sido alcanzar un concepto más claro
de la influencia que han tenido otros ordenamientos jurídicos a través del tiempo
en las diversas leyes que han regulado esta materia.
Los países escogidos para este estudio han sido tradicionalmente una gran
fuente de inspiración para los legisladores latinoamericanos y costarricenses en
específico; quienes al momento de promulgar las diferentes leyes y códigos que
ha regulado las situaciones jurídicas nacidas de la realidad social han tomado
como fundamento para dichos cuerpos legales aquellos que provienen
de
sociedades más antiguas con una mayor tradición y desarrollo jurídico y que a su
vez presentan nuevas figuras y así nuevos tratamientos para situaciones jurídicas
de la mayor diversidad.
Finalmente cabe recalcar que los ordenamientos jurídicos estudiados
presentan muchas diferencias entre si lo cual abunda en las posibilidades de
obtener diversos puntos de vista al momento de querer regular una situación en
concreto pudiendo escogerse la opción que se ajuste de mejor manera a ese caso
en particular.
162
B.- DERECHO LATINOAMERICANO
1.- Argentina
De las sucesiones (artículos 3279 al 3310)
1.1 Herederos
Se encuentran dos clases de sucesores mortis causa, en primer lugar los
herederos, que son los sucesores universales, continúan la persona del causante,
tienen derecho de acrecer, y eventualmente responden ultra vires. Puede hacer
adquisiciones ó pérdidas. El heredero adquiere por que sucede.
En segundo lugar los legatarios, que son sucesores singulares, no confunden
su patrimonio con el del causante ni continúan su persona, suceden en los
derechos del difunto sobre un bien determinado, su responsabilidad por las
deudas de aquél se limita al valor de la cosa legada. Es un adquirente, se lo
considerará sucesor siempre.
Por otro lado esta el legatario de parte alícuota: El cual recibe una parte
proporcional de los bienes sin especificación concreta de cuales le corresponden.
Las obligaciones que comprenden al que ha transmitido una cosa,
respecto a la misma cosa, pasan al sucesor universal y al sucesor particular; pero
el sucesor particular no está obligado con su persona o bienes, por las
obligaciones de su autor, sino con la cosa transmitida. 1
1
Código Civil Argentino, Extraido de Internet, Argentina, 2003
http://www.redetel.gov/normativa/achivos%20de%normas/codigocivil.htm Artículo 3266
163
1.2 Derechos del heredero
La posesión hereditaria es el reconocimiento de la calidad de heredero; a
veces la ley lo hace de pleno derecho (cónyuge, descendientes, y ascendientes) y
que en los casos restantes exige una declaración judicial del magistrado.
Los que fuesen instituidos en un testamento, deben
pedir
al
juez
la
posesión hereditaria, exhibiendo el testamento en que fuesen instituidos. Toda
contradicción a su derecho debe ser juzgada sumariamente.
El heredero que sobrevive un solo instante al difunto, transmite la herencia a
sus herederos, que gozan como él la facultad de aceptarla o renunciarla.
1
1.3 De las obligaciones del heredero
Los actos de disposición de bienes inmuebles a título oneroso efectuados
por el poseedor de la herencia, tenga o no buena fe, son igualmente válidos
respecto al heredero, cuando el poseedor ha obtenido a su favor declaratoria de
herederos o la aprobación judicial de un testamento y siempre que el tercero
con quien hubiese contratado fuere de buena fe. Si el poseedor de la herencia
hubiese sido de buena fe, debe sólo restituir el precio recibido. Si fuese de mala
fe, debe indemnizar a los herederos de todo perjuicio que el acto haya causado. 2
Será
considerado tercero de buena fe quien ignorase
la
existencia de
sucesores de mejor derecho o que los derechos del heredero aparente
estaban judicialmente controvertidos.
1
2
Véase supra, nota 1 p. 156 Art. 3419
Ibid art 3430
164
Si el difunto no hubiere dejado más que un solo heredero, las acciones deben
dirigirse ante el juez del domicilio de este heredero, después que hubiere aceptado
la herencia.
1.4 Capacidad para suceder:
Es la aptitud para ser sujeto pasivo de una transmisión mortis causa. Es una
aptitud de carácter general, que abre la posibilidad de ser sucesor de un difunto y
que tiene toda persona.
Hay que distinguirlo de la vocación sucesoria, la cual es el llamamiento a la
herencia, que surge del parentesco o de la voluntad del testador y que requiere
como condición previa, la existencia de capacidad.
1
La jurisdicción sobre la sucesión corresponde a los jueces del lugar
último
domicilio
del
difunto.
del
Ante estos deben entablarse las demandas
concernientes a los bienes hereditarios, hasta la partición inclusive, cuando son
interpuestas por algunos de los sucesores universales contra sus coherederos;
las demandas relativas a las garantías de los lotes entre los copartícipes, las
que tiendan a la reforma o nulidad de la partición; las demandas relativas a
la ejecución de las disposiciones del testador, aunque sean a título particular, y,
las acciones personales de los acreedores del difunto, antes de la división de la
herencia.
1
YAÑEZ ARRAIGADA (Rodrigo A):, Extraído de Internet
www.roxette.cs.caltech.edu/runto/BCDF/archivos/Derecho
165
El juicio sucesorio es el proceso judicial cuyo fin es el de asegurar que la
transmisión hereditaria se opera a la persona cuya vocación resulta de la ley o del
testamento válido del causante.
En la imposibilidad de aplicar el artículo 3284, se ha decidido que es
competente el juez del lugar en donde están situados los bienes.
El juicio sucesorio ejerce fuero de atracción, es decir que ante el juez del
sucesorio, habrá de substanciarse una serie de juicios vinculados a él.
1.5 Acciones atraídas por el sucesorio:
a.
Las demandas concernientes a los bienes hereditarios, hasta la
partición inclusive, cuando son interpuestas por alguno de los sucesores
universales, contra sus coherederos.
b.
Las demandas relativas a las garantías de los lotes entre
copartícipes, y las que atiendan a la reforma o nulidad de la partición.
c.
Las demandas relativas a la ejecución de las disposiciones del
testador, aunque sean a título particular.
d.
Las acciones personales de los acreedores del difunto, antes de la
división de la herencia.
El testamento ológrafo y el cerrado son susceptibles de apertura y
protocolización, lo que no ocurre con el testamento público; deben presentarse
tales como se hallen, al juez del último domicilio del testador.
166
1.6 Cláusulas del Testamento
El testamento ológrafo, si estuviese cerrado, será abierto por el juez, y se
procederá al examen de testigos que reconozcan la letra y firma del testador.
Resultando identidad en concepto de los testigos, el juez rubricará el principio
y el fin de cada una de sus páginas, y mandará que se entregue con todas las
diligencias hechas, al escribano actuario, y que se den copias a quienes
corresponda.
El testamento cerrado no podrá ser abierto sino después que el escribano y
los testigos reconozcan ante el juez, sus firmas y la del testador, declarando al
mismo tiempo si el testamento está cerrado como lo estaba cuando el testador lo
entregó.
Si no pueden comparecer todos los testigos por muerte, o ausencia fuera de
la provincia, bastará el reconocimiento de la mayor parte de ellos y del escribano.
Si por iguales causas no pudieren comparecer el escribano, todos o el mayor
número de los testigos, el juez lo hará constar así, y admitirá la prueba por cotejo
de letra. El juez rubricará el principio y fin de cada página, y mandará protocolizar
el testamento y dar a los interesados las copias que pidiesen.
La indignidad se purga con tres años de posesión de la herencia o legado.
1
A los herederos se transmite la herencia o legado de que su autor se hizo
indigno, pero con el mismo vicio de indignidad por todo el tiempo que falte
1
Véase supra, nota 1 p. 156 Artículo 3298
167
para completar los tres años.
1.7 Aceptación y repudiación de la herencia
Las herencias futuras no pueden aceptarse ni repudiarse.
La aceptación
y la renuncia no pueden hacerse sino después de la apertura de la sucesión.
1
Puede ser expresa cuando el llamado declara positivamente esa voluntad o
asume inequívocamente el carácter de heredero del causante. Será tácita cuando
el llamado realiza actos o ejecuta hechos a título de heredero.
La aceptación constituye un acto jurídico unilateral ya que se perfecciona y
produce sus efectos con la declaración de voluntad del titular de la vocación o la
ejecución de los actos que implican aceptación tácita. No admite división hay que
aceptar o repudiar toda la herencia. En principio “la aceptación pura y simple”
importa la renuncia irrevocable de la facultad de repudiar la herencia. No admite
modalidades, no puede hacerse a término ni bajo condiciones. La aceptación o
renuncia sujeta a plazo equivale a una aceptación íntegra; pero la aceptación
efectuada bajo condición se tiene por no hecha.
La aceptación o renuncia opera, consolidando o resolviendo el llamamiento
del titular de la vocación, con carácter retroactivo al momento de la apertura de la
sucesión.
La herencia puede aceptarse desde el momento del fallecimiento. Abierta la
sucesión, la herencia puede ser aceptada, no sólo por los herederos a quienes les
ha sido deferido, sino también por los que lo suceden en el orden hereditario,
1
Véase supra, nota 1 p. 156 Art. 3311.
168
aceptación cuyos efectos quedan condicionados a la actitud del heredero de
primer grado.
El derecho de elegir entre la aceptación y renuncia de la herencia se pierde
por el transcurso de veinte años, desde que la sucesión se abrió.
1
Los terceros interesados pueden exigir que el heredero acepte o repudie la
herencia en un término que no pase de treinta días, sin perjuicio de lo que se
dispone sobre el beneficio de inventario.
La aceptación de la herencia esta sujeta a los principios generales en cuanto
a su validez.
La falta de renuncia de la sucesión no puede oponerse al pariente que
probase que por ignorar la muerte del difunto o la renuncia del pariente a quien
correspondía
la sucesión, ha dejado correr el término de los veinte años
designados. 2
Toda persona que goza del derecho de aceptar o repudiar una herencia,
transmite a sus sucesores el derecho que le correspondía. Si son varios los
coherederos pueden aceptarla los unos, y repudiarla los otros; pero los que la
acepten deben hacerlo por el todo de la sucesión.
En todos los casos de aceptación tácita, la sucesión se considera aceptada
pura y simplemente.
3
La mujer casada no puede aceptar ni repudiar la herencia sino con licencia
1
Véase supra, nota 1 p. 156 Art. 3313
Ibid. art. 3315.
3
Ibid. art. 3329.
2
169
del marido, y en su defecto, con la del juez. En todo caso no puede aceptar sin
beneficio de inventario.
Los acreedores del heredero podrán, en el caso que éste hubiese aceptado
una sucesión evidentemente mala por una connivencia fraudulenta con los
acreedores hereditarios,
demandar en su propio nombre por una
acción
revocatoria la retractación de la aceptación. (Art. 3340)
La aceptación pura y simple importa la renuncia irrevocable de la facultad de
repudiar la herencia o de aceptarla con el beneficio de inventario.
La aceptación de la herencia causa definitivamente
la
confusión
de la
herencia con el patrimonio del heredero; y trae la extinción de sus deudas o
créditos a favor o en contra del difunto, y la extinción también de los derechos
reales con que estaban gravados sus bienes a favor del difunto,
competían sobre sus bienes.
o
que
le
1
El heredero que ha aceptado la herencia queda obligado, tanto respecto a
sus coherederos como respecto a los acreedores y legatarios, al pago de las
deudas y cargas de la herencia, no sólo con los bienes hereditarios sino también
con los suyos propios.
La renuncia de una herencia no se presume. Para que sea eficaz respecto a
los acreedores y legatarios, debe ser expresa y hecha en escritura pública en el
domicilio del renunciante o del difunto.
1
2
Véase supra, nota 1 p. 156 Art. 3342
Ibid. Art. 3345
2
170
Los acreedores del renunciante de una fecha anterior a la renuncia, y toda
persona interesada, pueden demandar la revocación de la renuncia que se ha
hecho en perjuicio de ellos, a fin de hacerse autorizar para ejercer los derechos
sucesorios del renunciante hasta la concurrencia de lo que les es debido.
Los acreedores autorizados a ejercer los derechos sucesorios
de
su
deudor, no son herederos del difunto y no pueden ser demandados por los
acreedores de la herencia.
El legatario puede retirar su renuncia al legado, mientras no ha intervenido
un acto de partición entre los herederos.
Los
acreedores del legatario pueden aceptar el legado que él hubiese
repudiado.
1.8 Aceptación de la herencia con beneficio de inventario
Hasta pasados nueve días desde la muerte de aquel de cuya sucesión se
trate, no puede intentarse acción alguna contra el heredero para que acepte o
repudie la herencia. Los jueces, a instancia de los interesados, pueden entretanto
dictar las medidas necesarias para la seguridad de los bienes. 1
Todo sucesor universal, legítimo o testamentario, puede aceptar la herencia
con
beneficio
de inventario, contra todos los
acreedores
hereditarios y
legatarios, y contra aquellas personas a cuyo favor se impongan cargas a la
sucesión.
El sucesor universal no puede aceptar la herencia con beneficio
1
Véase supra, nota 1 p. 156 Art. 3357
de
171
inventario, cuando ha hecho acto de heredero puro y simple.
Cuando son varios los herederos, el beneficio de inventario se concede
individualmente a cada uno de ellos.
Toda aceptación de herencia se presume efectuada bajo beneficio
de
inventario, cualquiera sea el tiempo en que se haga. La realización de actos
prohibidos
en este Código
al
heredero beneficiario importará la pérdida del
beneficio.
El heredero perderá el beneficio si no hiciese el inventario dentro del plazo
de tres meses contados desde que hubiese sido judicialmente intimado por
parte interesada. Luego de hecho el inventario, el heredero gozará de un plazo
de treinta días para renunciar a la herencia, vencido el cual se lo considerará
aceptante beneficiario.
Los jueces pueden conceder las prórrogas que sean indispensables con
los mismos efectos que los tiempos designados por la ley. 1
Durante los plazos para hacer el inventario y deliberar, el heredero no puede
vender ni los bienes raíces, ni los muebles sin autorización del juez, a no ser que
él y la mayor parte de los legatarios acordasen otra cosa.
1.9 De los derechos y deberes del heredero beneficiario
El heredero que acepta la herencia con beneficio de inventario, está obligado
por las deudas y cargas de la sucesión sólo hasta la concurrencia del valor de los
bienes que ha recibido de la herencia. Su patrimonio no se confunde con el del
1
Véase supra, nota 1 p. 156 Art. 3368
172
difunto, y puede reclamar como cualquier otro acreedor los créditos que
tuviese contra la sucesión.
La
aceptación
1
beneficiaria impide la extinción por confusión
de
los
derechos del heredero contra la sucesión; y recíprocamente de los derechos de
la sucesión contra el heredero.
El heredero beneficiario que no hace abandono de los bienes, debe
administrar la sucesión y dar cuenta de su administración a los acreedores y
legatarios.
Su gestión se extiende a todos los negocios de la herencia tanto activa
como pasivamente. Debe intentar y seguir todas las acciones de la sucesión,
y continuar las que estaban suspendidas,
interrumpir
el curso de las
prescripciones, y tomar todas las medidas para prevenir la insolvencia de los
deudores. Debe contestar las demandas que se formen contra la sucesión.
Tiene derecho de recibir todas las sumas que se deban a la sucesión,
y puede pagar las deudas y cargas de la sucesión que sean legítimas.
El heredero beneficiario tiene la administración de los bienes de la
sucesión, y puede usar sus rentas y productos como lo crea más conveniente, no
está obligado a vender los bienes muebles ni los inmuebles de la sucesión.
1.10 Del pago de los acreedores y legatarios
Si no hay acreedores oponentes, el heredero debe pagar a los acreedores y
legatarios a medida que se presenten; pero si hubiese hecho pagos a pesar de
1
Véase supra, nota 1 p. 156 Art. 3371
173
una
o varias oposiciones, es responsable personalmente del perjuicio que
causare al acreedor o legatario. Los acreedores que se presenten cuando ya no
hay bienes de la sucesión, sólo tienen recurso durante tres
años
contra los
legatarios por lo que éstos hubiesen recibido.
1.11 De la cesación del beneficio de inventario
El beneficio de inventario cesa por la renuncia expresa de él, por la ocultación
que hiciere el heredero de algunos valores de la sucesión, por la omisión
fraudulenta en el inventario de algunos bienes y por vender los bienes inmuebles
de la sucesión, sin conformarse a las disposiciones prescriptas.
1
Desde que cese el beneficio de inventario, el heredero será considerado
como heredero puro y simple desde la apertura de la sucesión.
Los acreedores del difunto, en el caso del artículo anterior, vienen a ser
acreedores personales del heredero, y éstos pueden hacer embargar y vender
los bienes de la sucesión.
1.12 De los albaceas
El nombramiento de un ejecutor testamentario debe hacerse bajo las formas
prescriptas para los testamentos; pero no es preciso que se haga en el
testamento mismo, cuya ejecución tiene por objeto asegurar.
La mujer casada puede ser albacea con licencia de su marido o del juez;
pero los jueces no pueden autorizarla para ejercer el albaceazgo contra la
voluntad del marido.
1
Véase supra, nota 1 p. 156, Artículos 3404 - 3406
174
Cuando
las disposiciones del testador tuviesen sólo por objeto hacer
legados, no habiendo herederos legítimos o herederos instituidos, la posesión
de la herencia corresponde al albacea.
El albacea no puede delegar el mandato que ha recibido, ni por su muerte
pasa a sus herederos; pero puede actuar por mandatarios que obren bajo sus
órdenes, respondiendo de los actos de éstos.
El nombramiento de un albacea, deja a los herederos y legatarios todos
los derechos cuyo ejercicio no se atribuye especialmente a aquél.
Los herederos pueden pedir la destitución del albacea, por su incapacidad
para el cumplimiento del testamento, por mala conducta en sus funciones, o
por haber quebrado en sus negocios.
El albaceazgo acaba por la ejecución completa del testamento, por
incapacidad sobreviniente, por la muerte del albacea, por la destitución ordenada
por el juez, y por dimisión voluntaria.
Cuando el testador no ha nombrado albacea, o cuando el nombrado cesa
en sus funciones, los herederos y legatarios pueden nombrar un ejecutor
testamentario; si no lo hicieren, la ejecución de las disposiciones del testador
corresponde a los herederos.
Cuando son varios los albaceas nombrados, el albaceazgo será ejercido
por cada uno en el orden en que estuviesen designados, a no ser que el
testador hubiese dispuesto expresamente que se ejerciera de común acuerdo
entre los nombrados.
175
El destino de la comunidad hereditaria es la división de los bienes que la
componen entre los sujetos llamados a suceder en ella. La consecuencia de esto
será la partición como medio para lograr la división que corresponda
1.13 División de Pleno Derecho
El fallecimiento del causante provoca la división de pleno derecho tanto de
los créditos de los cuales el mismo era titular, de modo tal que sus herederos
puedan reclamar del deudor directamente que les pague su parte, conforme con la
herencia, como de las deudas por las que el causante se encontraba obligado, y
como consecuencia de lo cual el acreedor no puede reclamar a sus herederos
sino el pago de la parte que en la misma, y conforme con la herencia, les
corresponda.
Lo anterior tiene su fundamento en la norma 3485 del Código Civil Argentino,
la cual indica que los créditos divisibles, parte del activo hereditario, se dividen
entre los herederos en proporción de la parte por la cual uno de ellos es llamado a
la herencia.
Artículo 3486: "Desde la muerte del autor de la sucesión, cada heredero está
autorizado para exigir, hasta la concurrencia de su parte hereditaria, el pago de los
créditos a favor de la sucesión".
1
El artículo 3489 dice en tal sentido: Los acreedores personales de uno de los
herederos pueden embargar su parte en cada uno de los créditos hereditarios, y
1
Véase supra, nota 1 p. 156 Artículo 3486
176
pedir que los deudores de esos créditos sean obligados a pagarlos hasta la
concurrencia de esa parte.
1
Dice el artículo 3490 del Código Civil al respecto: "Si los acreedores no
hubieren sido pagados, por cualquier causa que sea, antes de la entrega a los
herederos de sus partes hereditarias, las deudas del difunto se dividen y
fraccionan en tantas deudas separadas cuantos herederos dejó, en la proporción
de la parte de cada uno; háyase hecho la partición por cabeza o por estirpe, y sea
el heredero beneficiario o sin beneficio de inventario".
2
De aquí la distinción entre esta responsabilidad del patrimonio como
comunidad de bienes, por la totalidad de las deudas de la sucesión, y la ultra vires
de los herederos, sólo responsables en proporción a su parte, salvo que hubiesen
aceptado la herencia a beneficio de inventario.
1.14 De la separación de los patrimonios del difunto y del heredero
Todo acreedor de la sucesión, puede demandar contra todo acreedor del
heredero, por privilegiado que sea su crédito, la formación del inventario, y la
separación de los bienes de la herencia de los del heredero, con el fin de
hacerse pagar con los bienes de la sucesión con preferencia a los acreedores
del heredero. El inventario debe ser hecho a costa del acreedor que lo pidiere.
Los acreedores de la sucesión pueden demandar la separación
de
los
patrimonios, aunque sus créditos no sean exigibles, aunque sean eventuales o
1
2
Véase supra, nota 1 p. 156 Artículo 3486.
Ibid. Art. 3490.
177
sometidos a condiciones inciertas; pero los acreedores
personales de los
herederos pueden ser pagados de los bienes hereditarios, dando fianza de
volver lo recibido, si la condición se cumple a favor del acreedor de la sucesión.
Los legatarios tienen también el derecho de demandar la separación de
los patrimonios
La separación de patrimonios puede ser demandada colectivamente contra
todos los acreedores del heredero, o individualmente contra alguno de ellos,
o colectivamente contra toda la herencia, o respecto de cada uno de los bienes
de que ella se compone.
La ley brinda al acreedor la posibilidad, pese a la división que se produce por
la muerte de su deudor (artículos 675, 691, 712, 3475, 3491, C. Civil), poder
mantener el resto transmisible del patrimonio de su deudor como prenda común
de su crédito, y le brinda la posibilidad de pedir la separación de patrimonios
(artículo 3433 C. Civil), este accionar sobre los bienes de la masa es un proceder
meramente práctico, pues de ese modo se desconoce a los herederos por deudas
personales pero en última instancia ha de ser contra ellos contra quienes se
entable la acción. Si nada de eso se hace, y el importe de la deuda no hubiese
sido separado en el momento de la partición, conforme lo manda el articulo 3474
del Código Civil, entonces ya no tendrá derecho a reclamar la misma, sino sólo la
178
porción que a cada heredero le corresponda, dirigiéndose a cada uno
separadamente.
1
1.15 Efectos de la División de Pleno Derecho
Dispone el artículo 3486 del Código Civil, que: "Desde la muerte del autor de
la sucesión, cada heredero está autorizado para exigir, hasta la concurrencia de
su parte hereditaria, el pago de los créditos a favor de la sucesión"
2
Si un heredero, siendo más diligente que otro, percibió su parte en un crédito,
los demás coherederos ninguna reclamación ni imputación le pueden hacer luego.
El artículo 3487 del Código Civil declara que: "Todo heredero puede ceder su
parte en cada uno de los créditos de la herencia". 3
El problema que plantea esta disposición, es el de delimitar el derecho del
cesionario, ante la eventual insolvencia del heredero cedente para hacer frente a
las deudas de la herencia.
Esto puede ocurrir, porque el heredero no podía transmitirle un derecho mejor
que el que él mismo tenía, y si él debía reintegrar lo percibido para afrontar dichos
pagos, el cesionario no puede estar en mejor situación; y porque conforme con los
principios aplicables a la cesión parcial de la herencia, el cesionario parcial queda
asimilado a un simple acreedor.
1
YAÑEZ ARRAIGADA (Rodrigo A):, Extraído de Internet
www.roxette.cs.caltech.edu/runto/BCDF/archivos/Derecho%20Civil%2 ,
2
Código Civil Argentino, Extraído de Internet, Argentina, 2003, Artículo 3486
http://www.redetel.gov/normativa/achivos%20de%normas/codigocivil.htm
3
Ibid. Art. 3487.
179
El artículo 3488 del Código Civil dispone que: "El deudor de un crédito
hereditario se libra en parte de su deuda personal, cuando paga a uno de los
herederos la parte que éste tiene en ese crédito". 1
Los medios que les da la ley son dos: el primero, embargando su porción y
notificándoselo al deudor del causante para que no le pague al heredero; y el
segundo subrogándose en los derechos del heredero y reclamando el pago a los
deudores del causante.
1.16 De la división de los créditos activos y pasivos
Los acreedores personales de uno de los herederos pueden embargar su
parte en cada uno de los créditos hereditarios, y pedir que los deudores de esos
créditos sean obligados a pagarlos hasta la concurrencia de esa parte.
Si los acreedores no hubieren sido pagados, por cualquier causa que sea,
antes de la entrega a los herederos de sus partes hereditarias, las deudas del
difunto se dividen y fraccionan en tantas deudas separadas cuantos herederos
dejó, en la proporción de la parte de cada uno; háyase hecho la partición por
cabeza o por estirpe, y sea el heredero beneficiario o no.
Si uno de los herederos ha sido cargado con el deber de pagar la deuda por
el título constitutivo de ella, o por un título posterior, el acreedor autorizado a
exigirle el pago, conserva su acción contra los otros herederos para ser pagado
según sus porciones hereditarias.
1
2
Véase supra, nota 2 p. 172 Art. 3488.
Ibid. Art. 3497.
2
180
Cada heredero está obligado respecto de los acreedores de la herencia,
por la deuda con que ella está gravada, en proporción de su parte hereditaria,
aunque por la partición no hubiese en realidad recibido sino una fracción inferior
a esta parte, salvo sus derechos contra sus coherederos.
Los legatarios de una parte determinada de la sucesión están obligados al
pago de las deudas en proporción a lo que recibieren. Los acreedores pueden
también exigirles lo que les corresponde en el crédito, o dirigirse sólo contra los
herederos.
Estos tendrán recurso contra los legatarios por la parte en razón de la cual
están obligados a contribuir al pago de las deudas.
El artículo 3491 del Código Civil, dice: "Cada uno de los herederos puede
librarse de toda obligación pagando su parte en la deuda".
El artículo 3492 declara que: "Si muchos sucesores universales son
condenados conjuntamente en esta calidad, cada uno de ellos será considerado
como condenado en proporción de su parte hereditaria".
Y el artículo 3496 del Código Civil remata todo diciendo: "La insolvencia de
uno o de muchos de los herederos no grava a los otros, y los solventes no pueden
ser perseguidos por la insolvencia de sus coherederos".
Consecuencia de la división de las deudas es que desde el mismo instante
de la muerte del causante el heredero, que a su vez era acreedor de aquél, ve
disminuido por confusión su crédito, en la proporción que él viene a suceder.
181
El artículo 3493 del Código Civil declara que: "La interpelación hecha por los
acreedores de la sucesión a uno de los herederos por el pago de la deuda, no
interrumpe la prescripción respecto a los otros".
1.17 De la división de la herencia
Si hay varios herederos de una sucesión, la posesión de la herencia por
alguno de ellos, aprovecha a los otros.
Cada heredero, en el estado de indivisión, puede reivindicar
terceros detentadores,
los
inmuebles
de
contra los
la herencia y ejercer hasta la
concurrencia de su parte todas las acciones que tengan por fin conservar sus
derechos en los bienes hereditarios, sujeto todo al resultado de la partición.
Si hay coherederos ausentes con presunción de fallecimiento, la acción de
partición corresponde a los parientes, a quienes se ha dado la posesión de los
bienes del ausente. Si la ausencia fuese sólo presunta, no habiendo el ausente
constituido un representante,
el
juez nombrará la persona que deba
representarlo.
La acción de partición de herencia es imprescriptible, mientras que de hecho
continúe la indivisión; pero es susceptible de prescripción, cuando la indivisión
ha cesado de hecho,
porque
alguno
de
los
herederos,
como
único
propietario, ha comenzado a poseerla de una manera exclusiva. En tal caso la
prescripción tiene lugar a los veinte años de comenzada la posesión.
1.18 De la colación
Toda donación entre vivos hecha a heredero forzoso que concurre a la
182
sucesión
hereditaria.
legítima del donante,
sólo importa una anticipación de su porción
1
Los ascendientes y descendientes, sean unos y otros legítimos o naturales,
que hubiesen aceptado la herencia con beneficio de inventario o sin él, deben
reunir a la masa hereditaria los valores dados en vida por el difunto.
1.19 Caracteres de la partición
2
Sus efectos son declarativos: Así se señala en el artículo 3503: "Se juzga que
cada heredero ha sucedido sólo e inmediatamente en los objetos hereditarios que
le han correspondido en la partición, y que no ha tenido nunca ningún derecho en
los que han correspondido a sus coherederos; como también que el derecho a los
bienes que le han correspondido por la partición, lo tiene exclusiva e
inmediatamente del difunto y no de sus coherederos".
1.20 Objeto de la Partición
La masa hereditaria partible difiere de la masa hereditaria que compone la
comunidad hereditaria, en dos aspectos sustanciales de suma importancia.
El primero de ellos está dado por la posibilidad de que habiéndose dividido de
pleno derecho los créditos y las deudas, unos y otras hayan sido percibidos por
cada heredero según su cuota (artículo 3486, C. Civil), o satisfechos también por
cada uno en igual forma (artículo 3491, C. Civil).
1
2
Véase supra, nota 2 p. 172 Art. 3476.
Ibid. art. 3503.
183
El segundo aspecto en que difiere la masa hereditaria partible, es que ésta se
integra también con lo que los herederos forzosos deban colacionar.
En general, todos los bienes dejados por el causante deben entrar en la
partición, inclusive los que por naturaleza son indivisibles.
Sin embargo, hay algunos bienes excluidos de la partición forzosa; que sólo
se parten si hay acuerdo entre los herederos, pero basta la oposición de uno de
ellos para mantener la indivisión con carácter permanente.
1.21 Sujetos activos de la acción de partición
1.21a Los herederos: El heredero por si, puede exigir la partición en
cualquier momento. Vale decir que quien ejercita y lleva a cabo tal reclamo es el
representante, que debe ajustarse a la naturaleza de la partición y a las
obligaciones legales.
El tutor debe provocar la venta de la cosa que el menor tuviese en comunidad
con otro, como también la división de la herencia en que tuviere alguna parte.
En los casos en que a un heredero se le haya designado curador,
corresponde a éstos intervenir por ellos, ya sea para reclamar como para
contestar el pedido de la partición. 1
El artículo 3455 del Código Civil dice al respecto: "Si el tutor o curador lo es
de varios incapaces que tienen intereses opuestos en la partición, se les debe dar
a cada uno de ellos un tutor o curador que los represente en la partición".
1
Véase supra, nota 2 p. 172 Art. 3455.
184
"Si algunos herederos estuvieren ausentes, se les citará por el término que el
juez señale, y si no comparecieren, se les nombrará un defensor que los
represente".
1.21b Los cesionarios: Las características particulares del contrato de
cesión de derechos y acciones hereditarios permiten ver que el cesionario, tanto
total como parcial, puede reclamar la partición de la herencia.
El cesionario total, por cuanto se ubica en la situación del heredero cedente,
en el ámbito patrimonial exclusivamente. El cesionario parcial, porque se asimila a
un acreedor del heredero cedente.
1.21c El heredero del heredero: Puede suceder que uno de los herederos
fallezca antes de que se demande la partición, o de que se la practique. Los
herederos del fallecido quedan legitimados para demandarla, sin que importe si la
muerte es real o presunta, si la partición la piden todos o uno solo de los
herederos del heredero.
1.21d El acreedor del heredero: La legitimación del acreedor del heredero,
además de provenir de la letra explícita de la ley, no es sino una consecuencia de
la acción subrogatoria.
Por tratarse de la acción subrogatoria, deben cumplirse sus requisitos, que el
acreedor actúe en nombre de su deudor, y no en el propio; que tenga interés en
actuar; que exista inacción o negligencia del deudor en el ejercicio de su derecho;
o que el crédito invocado sea cierto, exigible y líquido.
185
1.21e El legatario de cuota: Es innegable el derecho que le cabe a solicitar
la partición, pues será con ella que ha de materializar la cuota asignada.
1.22 El momento en que se puede pedir la partición A partir del momento
del fallecimiento del causante, cualquiera de los legitimados para demandar la
partición, puede solicitar la misma; pero su pedido se hallará subordinado a que el
trámite sucesorio lo permita, ya que es necesario cumplir con los pasos previos.
En tanto dure la indivisión hereditaria, la partición puede ser solicitada en
cualquier momento y sin límite en el tiempo.
1.23 Modos y formas de la partición
En caso de solicitarse extrajudicialmente, será válida cualquier forma
fehaciente de hacer conocer a los coherederos el deseo de repartir los bienes.
En cambio, para solicitarla judicialmente sólo se podrá hacer dentro del juicio
sucesorio, salvo que la comunidad habiéndose prolongado se haya convertido en
un condominio, en cuyo caso deberá demandarse la división de éste.
La división de los bienes debe hacerse en especie, en tanto sea posible.
Existiendo posibilidad de dividir y adjudicar los bienes en especie, no se
podrá exigir la venta de ellos.
Solo se recurrirá a la venta de los bienes cuando la división sea material o
jurídicamente imposible; cuando la división de bienes convierta en antieconómico
el aprovechamiento de las partes según lo dispuesto en el art. 2326; y, si es
necesaria la venta para pagar deudas.
186
1.24 Formas de partición
1.24a Partición privada: cuando los interesados mayores de edad y capaces
convienen la forma de dividir los bienes, sin intervención judicial; es decir, sólo
procede si todos los herederos están concordes en proceder de ese modo.
1.24b Partición judicial: cuando se hace judicialmente, siguiendo el
procedimiento fijado por la ley.
De acuerdo con el art. 3465, las particiones serán judiciales, en los siguientes
casos: Cuando haya menores, aunque estén emancipados, o incapaces,
interesados, o ausentes cuya existencia sea incierta. Cuando terceros,
fundándose en un interés jurídico, se opongan a que se haga partición privada.
Cuando los herederos mayores y presentes no se acuerden en hacer la división
privadamente.
1.24c Partición mixta: cuando los coherederos convienen la forma de
partición, cuya validez está sometida al contralor y aprobación judicial.
Tiene lugar cuando:
1. Dada la posesión judicial de la herencia, tiene los mismos efectos que la
posesión hereditaria de los descendientes o ascendientes, y se juzga que los
herederos han sucedido inmediatamente al difunto, sin ningún intervalo de tiempo
y con efecto retroactivo al día de la muerte del autor de la sucesión.
2. Cuando uno de los herederos es menor emancipado y su cónyuge es
también menor o siendo mayor, no da su consentimiento: la aprobación judicial es
imprescindible.
187
1.24d Provisional: El primer supuesto es cuando el heredero recibe bajo
condición suspensiva y los otros herederos pueden dividir los bienes.
El segundo caso es cuando los herederos, ya sea por escrito o verbalmente,
se hubiesen dividido el goce de las cosas, pero no la propiedad.
En tales supuestos, cabe reclamar oportunamente que la partición definitiva
se lleve a cabo.
Los pasos que permiten encaminar el proceso hacia la partición con que ha
de ser coronado son tres: el inventario, el avalúo y la designación del partidor.
El avalúo es la determinación del valor individual y colectivo de todos los
bienes que se han de partir, y que han sido individualizados mediante el
inventario.
El artículo 3466 del Código Civil, aludiendo a la forma en que ha de hacerse
el avalúo, expresa:
"La tasación de los bienes hereditarios en las particiones judiciales, se hará
por peritos nombrados por las partes. El juez puede ordenar una retasa particular
o general, cuando alguno de los herederos demuestre que la tasación no es
conforme al valor que tienen los bienes".
La partición de la herencia se hará por peritos nombrados por las partes. El
partidor debe formar la masa de los bienes hereditarios, reuniendo las cosas
existentes, los créditos, tanto de extraños como de los mismos herederos, a
favor de la sucesión, y lo que cada uno de éstos deba colacionar a la herencia.
(Art. 3469.)
188
Las deudas a favor de la sucesión, pueden adjudicarse a cada uno de los
herederos, entregándoles los títulos de los créditos. (Art. 3471.)
El partidor es el sujeto encargado de llevar a cabo la cuenta particionaria que
ha de contener la adjudicación de hijuelas, mediante la cual se habrán de repartir
los bienes. La cuenta particionaria debe efectuarse dentro del plazo que se le haya
fijado por los herederos, o que el juez del sucesorio le fije, aunque puede solicitar
ampliación del mismo por causa fundada.
Debe escuchar a los interesados, ello puede hacerlo privadamente, o bien
fijando una audiencia para que en una forma mas auténtica quede constancia de
las manifestaciones y pretensiones de las partes.
De igual modo, las decisiones unánimes de los herederos son obligatorias
para el partidor, siempre que no se desvirtúe la esencia de la partición.
1.25 Cuerpo general de bienes
Es la segunda parte de la cuenta particionaria y en ella se procede a
enumerar los bienes que componen el activo de la masa hereditaria.
En consecuencia, en esta parte deben individualizarse, las cosas que
habiendo dejado el causante a su muerte aún permanecieran en la masa
hereditaria, las que hubiesen ingresado a la masa por cualquier causa que fuere,
los créditos que no hubiesen sido dispuestos por los herederos en forma directa.
El valor de las donaciones hechas por el causante en vida. Es decir la
colación de bienes.
189
Cada bien será descrito en la forma de lograr su más fácil individualización,
agregando si fuere menester características que no se hubiesen hecho constar en
el inventario.
Se indican las sumas que constituyen el pasivo de la sucesión, y provienen
no sólo de las deudas dejadas por el causante, sino de las contraídas o generadas
posteriormente, en el curso de la indivisión hereditaria.
En cuanto al líquido partible, este se obtiene luego de una operación
aritmética, se resta el importe de las bajas comunes al monto del cuerpo general
de bienes, determinando de ese modo a cuánto asciende lo que en definitiva se ha
de repartir entre los herederos.
Luego se procede a determinar, conforme al derecho de cada heredero en la
herencia, cuánto le corresponde recibir en valores. Todo según las directivas del
testamento o de la ley, o de ambos en su caso.
Esta parte de la cuenta particionaria es el resultado final de la misma, pues
en ella se procede por el partidor a señalar qué bienes se le adjudican a cada
heredero, hasta cubrir la porción de cada uno en la herencia.
Concluida la cuenta particionaria, el partidor debe presentarla al juez,
agregándosela al expediente sucesorio, y corriéndole traslado de la misma a los
herederos interesados, por el término que los códigos procesales fijen.
Si la cuenta particionaria no fuese observada, o las impugnaciones fuesen
desestimadas, el juez deberá aprobar aquélla.
190
Una vez consentido el auto que aprueba la partición, si entre los bienes
adjudicados los hubiese que fuesen registrables, como es lo frecuente, lo que
corresponde es inscribir aquélla en los registros pertinentes, a fin de que el
heredero a quien le ha sido asignada goce perfectamente de su derecho.
A cada heredero individualmente debe hacerse entrega de una copia o
testimonio de su hijuela, pues ésta ha de conformar en lo sucesivo el título con el
cual comprueba la propiedad que sobre las cosas que la integran le corresponde.
1.26 Efectos de la partición
1.26 a. Carácter declarativo: Los bienes de cada heredero se reputan
recibidos directamente del causante en el momento de la muerte y los
coherederos jamás han tenido derecho alguno sobre los bienes que se adjudican
a otro de ellos.
Consecuencia del efecto anterior, es que
serán nulos los derechos
constituidos por uno de los herederos, sobre los bienes que se han adjudicado a
otro.
Los embargos trabados por los acreedores particulares de los herederos
caducarán si el bien sobre el cual recaen se adjudica a otro; salvo el derecho del
acreedor de impugnar por fraude la partición.
Se reputa que el adjudicatario ha tenido la posesión exclusiva del bien a partir
del momento de la defunción del causante.
1.26 b. Garantías a favor de los coherederos: Los coherederos son garantes,
los unos hacia los otros, de toda evicción de los objetos que les han correspondido
191
por la partición, y de toda turbación de derecho en el goce pacífico de los objetos
mismos, o de las servidumbres activas, cuando la causa de la evicción o turbación
es de una época anterior a la partición.
Para que proceda la garantía por evicción, se requieren las siguientes
condiciones: que la evicción tenga una causa anterior a la partición, que la
evicción no sea imputable a culpa del tercero, que el acto de partición no tenga
alguna cláusula de exoneración de garantía.
Habrá nulidad cuando debiendo ser judicial la partición se han omitido
formalidades esenciales del proceso judicial, tal como la tasación, la aprobación
por el juez, si habiendo incapaces no ha intervenido su representante.
También la habrá en caso de dolo o violencia; o si uno de los herederos
intervenientes en la partición privada es incapaz; o si se ha omitido totalmente a
uno de los coherederos; o si mediare el vicio de lesión. Los terceros afectados por
una partición fraudulenta tienen contra ellos la acción revocatoria.
1.27 De las sucesiones intestadas
1
La sucesión intestada no solo tiene lugar cuando no se ha hecho testamento,
sino también cuando éste es nulo o a ha sido revocado o cuando el heredero
testamentario ha rechazado la herencia. En el caso de haber testamento sin
institución de heredero, la transmisión se operará por las dos vías: parte
testamentario y parte intestada.
1
YAÑEZ ARRAIGADA (Rodrigo A):, Extraído de Internet
www. roxette.cs.caltech.edu/runto/BCDF/archivos/Derecho%20Civil%2, Art. 3545
192
Ordenes
Los Órdenes de la sucesión intestada son los siguientes:
1,27 a 1. Descendientes: Art. 3565. Los hijos del autor de la sucesión lo
heredan por derecho propio y en partes iguales, salvo los derechos que en este
Título se dan al viudo o viuda sobreviviente.
Los nietos y demás descendientes heredan a los ascendientes por derecho
de representación.
Si han quedado viudo o viuda e hijos, el cónyuge sobreviviente tendrá en la
sucesión la misma parte que cada uno de los hijos.
En todos los casos en que el viudo o viuda es llamado a la sucesión en
concurrencia con descendientes, no tendrá el cónyuge sobreviviente parte alguna
en la división de bienes gananciales que correspondieran al cónyuge prefallecido.
1.27b 2. Ascendientes: Art. 3567 A falta de hijos y descendientes heredan los
ascendientes, sin perjuicio de los derechos declarados en este Título al cónyuge
sobreviviente.
Si existen el padre y la madre del difunto, lo heredarán por partes iguales.
Existiendo sólo uno de ellos, lo hereda en el todo, salvo la modificación del artículo
anterior.
Si han quedado ascendientes y cónyuge supérstite, heredará éste la mitad de
los bienes propios del causante y también la mitad de la parte de gananciales que
corresponda al fallecido. La otra mitad la recibirán los ascendientes.
193
1.27c 3. Cónyuge: Art. 3572. Si no han quedado descendientes ni
ascendientes, los cónyuges se heredan recíprocamente, excluyendo a todos los
parientes colaterales.
La sucesión deferida al viudo o viuda no tendrá lugar cuando hallándose
enfermo uno de los cónyuges al celebrarse el matrimonio, muriese de esa
enfermedad dentro de los treinta días siguientes, salvo que el matrimonio se
hubiere celebrado para regularizar una situación de hecho.
Estando separados los cónyuges por sentencia, el que hubiere dado causa a
la separación no tendrá ninguno de los derechos declarados en los artículos
anteriores.
En caso de decretarse la separación por mediar separación de hecho
anterior, el cónyuge que probó no haber dado causa a ella, conservará su
vocación hereditaria en la sucesión del otro.
En todos los casos en que uno de los esposos conserva vocación hereditaria
luego de la separación personal, la perderá si viviere en concubinato o incurriere
en injurias graves contra el otro cónyuge.
1.27d 4. Parientes colaterales: No habiendo descendientes ni ascendientes ni
viudo o viuda, heredarán al difunto sus parientes colaterales más próximos hasta
el cuarto grado inclusive, salvo el derecho de representación para concurrir los
sobrinos con sus tíos. Los iguales en grado heredarán por partes iguales.
1.27d 5. Nuera viuda sin hijos: Se mantiene su derecho a la cuarta parte de lo
que hubiera correspondido a su marido premuerto.
194
Se enuncian a continuación las reglas que regulan la sucesión intestada.
1- “Dado un orden hereditario cualquiera de las personas comprendidas en
él, excluyen a las del siguiente”. Téngase presente que el cónyuge sobreviviente
concurre con ascendientes y descendientes y excluye a los colaterales.
2- “Dentro de cada orden, las personas heredan según el grado de
parentesco”; la preferencia se establece de acuerdo con la proximidad de grado.
3- “En las sucesiones no se atiende al origen de los bienes que componen la
herencia”, que es una universalidad. La regla tiene dos excepciones: la relativa a
la sucesión del cónyuge donde hay que separar los bienes propios de los
gananciales y el caso de adopción simple donde hay que distinguir los bienes que
el difunto – hijo adoptivo – ha recibido de sus parientes de sangre.
1.28 Derecho de representación:
La representación es el derecho por el cual los hijos de un grado ulterior son
colocados en el grado que ocupaba su padre o madre en la familia del difunto, a
fin de suceder juntos en su lugar a la misma parte de la herencia a la cual el padre
o la madre habrían sucedido.
El fundamento de la representación esta dado por lo que constituye el orden
biológico familiar o sea, que es dable esperar que el padre muera antes que el hijo
y éste antes que el nieto. Pero si ocurre una muerte prematura, la ley salva este
acontecimiento no esperado repartiendo la herencia del mismo modo como si
hubiera concurrido el premuerto, dividiéndose la parte de éste entre sus
herederos.
195
El derecho de representación tiene campo de aplicación más amplio en la
línea recta que en la colateral: en la línea recta de consanguinidad descendiente
es admitida sin término; en cambio en la línea colateral no se puede exceder el
cuarto grado. Con respeto a los ascendientes, la representación nunca tiene lugar
y, el más próximo excluye siempre al más remoto.
En la línea colateral, la representación sólo tiene lugar a favor de los hijos y
descendientes de los hermanos, bien sean de padre y madre o de un solo
lado, para dividir la herencia del ascendiente con los demás coherederos de
grado más próximo. 1
La representación hace entrar a los representantes en los derechos que el
representado hubiese tenido en la sucesión si viviera, sea para concurrir con
los otros parientes, sea para excluirlos.
Si han quedado viudo o viuda e hijos, el cónyuge sobreviviente tendrá en la
sucesión la misma parte que cada uno de los hijos.
Si han quedado ascendientes y cónyuge supérstite, heredará éste la mitad de
los bienes propios del causante y también la mitad de la parte de gananciales que
corresponda al fallecido. La otra mitad la recibirán los ascendientes.
La legítima de los herederos forzosos es un derecho de sucesión limitado a
determinada porción de la herencia. La capacidad del testador para hacer sus
disposiciones testamentarias respecto de su patrimonio, sólo se extiende hasta la
concurrencia de la porción legítima que la ley asigna a sus herederos. La
1
Véase supra, nota 2 p. 172 Art. 3570
196
porción legítima de los hijos es cuatro quintos de todos los bienes existentes a la
muerte del testador y de los que éste hubiera donado.
La legítima de los ascendientes es de dos tercios de los
bienes
de la
sucesión y los donados.
1.29 De las sucesiones vacantes
Después de citados por edictos durante treinta días a los que se crean con
derecho a la sucesión, luego de pasado el término para hacer inventario y
deliberar, o si habiendo
repudiado
la
herencia,
ningún pretendiente
se
hubiese presentado, la sucesión se reputará vacante.
Todos los que tengan reclamos que hacer contra la sucesión, pueden solicitar
se nombre un curador de la herencia. El juez puede también nombrarlo de oficio
a solicitud del fiscal.
El curador debe hacer inventario de la herencia ante escribano público y dos
testigos. Ejerce activa y pasivamente los derechos hereditarios, y sus facultades
y deberes son los del heredero que ha aceptado la herencia con beneficio de
inventario. Pero no puede recibir pago, ni el precio de las cosas que se
vendiesen. Cualquier dinero correspondiente a la herencia debe ponerse en
depósito a la orden del juez de la sucesión.
Establecido el curador de la sucesión, los que después vengan a reclamarla,
están obligados a tomar las cosas en el estado en que se encuentren por
efecto de las operaciones regulares del curador.
Cuando no hubiere acreedores a la herencia, y se hubiesen vendido los
197
bienes hereditarios, el juez de la sucesión, de oficio o a solicitud del fiscal, debe
declarar vacante la herencia y satisfechas todas las costas y el honorario del
curador, pasar la suma de dinero depositada, al Gobierno nacional o al
Gobierno provincial, según fueren las leyes que rigieren sobre las sucesiones
correspondientes al fisco 1
1.30 El Proceso Sucesorio Extrajudicial en Argentina
En Argentina, se ha encasillado el proceso sucesorio extrajudicial en la
jurisdicción voluntaria, pero realmente es uno de los aspectos que por sí mismo
llega a integrar la función notarial.
En el momento de surgir alguna controversia durante el proceso notarial, esta
debe de resolverse en vía judicial, “devolviéndose el proceso a su origen una vez
resuelta tal controversia.” 2
Es de recalcar esta disposición ya que evita el entrabamiento de este tipo de
procesos dentro de la vía judicial, continuando el notario con el conocimiento de la
cuestión hasta el momento de su término.
Con lo anterior sólo bastaría señalar las controversias que pueden ser
resueltas en vía judicial para luego regresar ante el notario, debido a que muchas
de ellas no son muy serias.
1
2
Véase supra, nota 2 p. 172 Art. 3544.
Ver AGUILAR VARGAS, op. cit., p. 47.
198
Todas las etapas deben protocolizarse o por lo menos deben estar anotadas
en un
expediente que a los efectos llevará el
notario, para poder revisar el
cumplimiento de los requisitos de todo el proceso.
En general se considera equivocada la designación de jurisdicción voluntaria,
dada a los actos que no revisten el carácter de litigiosos y aún así se encuentran
comprendidos en la competencia judicial. Se dice que dichos actos no forman
parte de la jurisdicción, sino que pertenecen a la actividad administrativa del
Estado.
Con base en la fe pública que le asigna el Estado al notario se traslada al
ámbito notarial los actos en que no hay contienda, y su función es de homologación y autenticación, sustituyendo al juez y no al abogado, dejando al
conocimiento del juez la verdadera jurisdicción para resolver los asuntos
controvertidos.
Nos dice Frontini que la función notarial “es eminentemente homologante;
entendiéndose por homologación, la conformación por una autoridad competente
de hechos o actos de los que resultan derechos, dándoles firmeza y solemnidad.” 1
Los actos que conforman el proceso se traducen en diversas etapas; debe
existir un requerimiento; cumplir con el requisito de la publicidad; deben recibirse
los antecedentes necesarios; posteriormente se autentican los elementos
aportados; debe practicarse un juicio valorativo sobre dichos elementos; interven-
1
FRONTINI (Miguel Ángel). Transmisión Hereditaria por homologación Notarial p. 951.
199
ción del Estado a los efectos impositivos; declaración solemne de los hechos o
actos configurantes de derechos, e inscripción en los registros correspondientes. 1
Cada etapa tiene que ser instrumentada, lo cual puede hacerse en el
protocolo, o en un expediente que al efecto deberá formar el notario. En cuanto al
requerimiento que inicia, justifica y motiva la actuación del notario, y en el que se
aportan los elementos causales del proceso; y la declaración de los hechos
configurantes de derechos, que involucra etapas anteriores y que constituye el
sustento documental de esos derechos –una vez inscritos-, deben ser protocolares
para resguardar la seguridad jurídica.
El requerimiento debe constar en un acta, en la cual se incluirán los
elementos relacionados a las personas y los bienes que aporta el requirente a
efectos de dar contenido u objeto al proceso cuya iniciación se solicita.
Con respecto a la declaración de los hechos configurantes de derechos, esta
debe referirse al acta de requerimiento que inició proceso notarial; luego se
relacionan los antecedentes reunidos en cuanto a personas y bienes; deben
enumerarse las diligencias cumplidas y los antecedentes reunidos con referencia a
su autenticación; luego constará el juicio valorativo del notario sobre los elementos
y antecedentes; y se consignará la declaración de la configuración del derecho. 2
Si alguna de las etapas del proceso se atribuyera a la competencia judicial la
economía procesal, financiera y el propósito de liberar de actividades impropias a
1
2
Ver FRONTINI, op. cit., p. 951
Ibid. p.951.
200
los órganos judiciales, se verían afectados porque la unidad del sujeto encargado
del proceso dejaría de existir, y los argumentos en pro de la integridad de la
competencia notarial serían refutados.
2- El Derecho Sucesorio Peruano
El Código Civil Peruano, vigente desde 1984 y su antecedente de 1936
tuvieron influencia alemana y suiza. Este Código según el Lic. Wilberth Arroyo
Álvarez presenta una mejor regulación, y más sistemática del sistema sucesorio,
fundamentada en la llamada legitima hereditaria.
1
En el Código Civil de 1936 la legítima hereditaria se reguló de una forma
bastante omisa, señalaba:
“Artículo 700. El que tiene descendientes o padres o hijos adoptivos o
descendientes de estos o cónyuge, puede disponer libremente hasta el tercio de
sus bienes".
Decía también que de no tener cónyuge, ni parientes de los comprendidos en
el artículo anterior, podía disponer libremente hasta de la mitad de sus bienes,
siendo herederos del resto sus ascendientes.
El artículo 703 declaraba que al no tener familiares en ningún grado de los
descritos tenía total libertad de disponer sus bienes por medio de testamento.
En el caso de los menores alimentarios el causante debía de asegurar sus
alimentos de la parte disponible, y en cuanto al cónyuge, para poder reclamar la
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) El Derecho Sucesorio Peruano, Antología de Derecho
Sucesorio 2001, San José , Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, 2001 p. 1.
201
legitima, los gananciales que recibió no debían superarla y lo que reclamara sólo
llegaba al monto de la legitima, de lo contrario la perdía.
La legítima tenía el carácter de inviolable, el causante no podía imponerle
ningún gravamen, modo, ni sustitución de ninguna especie. (Art. 705)
Con el tercio disponible el testador puede mejorar la legítima de sus
descendientes, siempre y cuando el haber de un hijo mejorado no pase del doble
del haber de otro de la misma clase no mejorado. (Art. 703)
Un punto importante es que el código no menciona expresamente las
acciones de defensa de la legítima, sino que las supone en el tanto que tutela la
inviolabilidad de la legítima hereditaria, pero no establece las acciones de
reducción y complemento para ella. En cuanto a la irrenunciabilidad de la legítima
el código menciona que toda donación que hayan recibido los hijos se reputará un
anticipo a la herencia.
1
La legitima hereditaria en el Código Civil Peruano del 24 de julio de 1984 se
encuentra regulada de forma más amplia que en el anterior Código.
Es definida esta figura de la siguiente manera: “la legítima constituye la parte
de la herencia de la que no puede disponer libremente el testador cuando tiene
herederos forzosos.” (Art. 723)
Dentro de los cambios que tiene este cuerpo normativo señala el Lic. Arroyo
Álvarez como uno positivo, que al hablar de los herederos forzosos se llega ha
1
Ver ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit p. 5.
202
incluir al cónyuge, cosa que no ocurre en otras legislaciones en las que sólo se
consideran para la legítima a los ascendientes y descendientes. (Art. 724)
En el artículo 730 se aclara que la legítima del cónyuge es independiente
del derecho que le corresponde por concepto de gananciales.
Pero cuando el cónyuge concurra con otros herederos y sus derechos por
concepto de legítima y gananciales no alcancen el valor para adjudicar la casa de
habitación conyugal, dicho cónyuge puede optar por el derecho de habitación de
forma gratuita y vitalicia sobre esa casa. Así los otros bienes se dividen entre los
demás herederos, exceptuando al cónyuge (articulo 731).
1
Existe una tutela efectiva con respecto al cónyuge supérstite, al asegurarse la
casa de habitación y además sus derechos de herencia, por otro lado los demás
herederos mantienen sus derechos intactos porque al momento de repartir los
bienes que hubiesen sido gananciales y legitima del cónyuge, entre ellos se les
compensa de esa manera.
En cuando a la distribución de la porción de la Legítima se mantiene lo
regulado por el anterior código "Art. 725... el que tiene hijos u otros descendientes,
o cónyuge, puede disponer libremente hasta del tercio de sus bienes.
El que tiene sólo padres u otros ascendientes, puede disponer libremente
hasta de la mitad de sus bienes. (Art. 725.)
El que no tiene cónyuge ni parientes de los indicados en los artículos 725 y
1
Ver ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. pp. 7-8
203
726, tiene la libre disposición de la totalidad de sus bienes. (Art. 727.)
“Si el testador estuviese obligado
al
pago
de
una pensión alimenticia
conforme al articulo 415, la porción disponible quedará gravada hasta donde fuera
necesario para cumplirla". (Art. 728.) 1
En cuanto a la inviolabilidad de la legítima el Código establece lo siguiente:
"Art. 733. El testador no puede privar de la legitima a
sus herederos
forzosos, sino en los casos expresamente determinados por la ley, ni imponer
sobre aquella gravamen, modalidad, ni sustitución alguna.
Además que: "Art. 736. La institución de heredero forzoso se hará en forma
simple y absoluta. Las modalidades que imponga el testador se tendrán por no
puestas'''
En este aparte el código del 84, agrega al del 36 el hecho que el heredero,
legítimo o forzoso, debe recaer en una persona cierta e identificada precisamente
por el testador. El titulo de heredero, forzoso o legítimo es a titulo universal y no
particular como es el caso del legatario.
2
En el artículo 738 menciona la libertad que tiene el testador sobre su aporte
disponible al tanto que:
El testador puede imponer tanto a los herederos voluntarios como a los
legatarios condiciones y cargos que no sean contrarios a la ley, a las buenas
costumbres y al libre ejercicio de los derechos fundamentales de la persona".
1
2
Ver ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 8.
Ibid. p. 9.
204
Así el Código de 1984 establece una más amplia base para la legitima
hereditaria, mas allá que el Código antecesor en tanto regula de una forma mas
sistemática esta institución que resulta importante,
no sólo porque se está
hablando de la universalidad del patrimonio de un individuo y además de temas
como la alimentación y habitación de los herederos.
Por esto también este código introduce una serie de modificaciones útiles en
el elenco de características de la legítima, sobre todo en cuanto al tratamiento
especial del cónyuge supérstite. Puede decirse que este código es un buen
ejemplo a seguir para las otras legislaciones latinoamericanas pues regula la
institución sucesoria sobre la base de la legítima de un modo más acorde con la
protección de la familia antes que de un patrimonio o mera propiedad.
1
La regulación presentada por este código en materia de la legítima
hereditaria se manifiesta con muchas novedades que pueden llegar a ser
inspiración para futuras reformas, algunas de dichas novedades incluyen las
siguientes la legislación nacional u otras basadas en el derecho romano.
Al cónyuge le pertenece su legitima intangible, pues la regla de que si recibe
igual o más por gananciales de lo que recibiría siendo sólo heredera es hablar de
"... un legitimario sin legitima y un heredero sin herencia".
Innovador es la figura de la "casa habitación" dentro de la cuota de legítima
del cónyuge supérstite que regula ese Código en su artículo 731.
1
Ver ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 13
205
Mientras esté afectado por los derechos de habitación o de usufructo, en su
caso, la casa habitación tendrá la condición legal de patrimonio familiar.
Si el cónyuge sobreviviente contrae nuevo matrimonio, vive en unión de
hecho, muere, o renuncia a ellos, los
derechos que
le
son concedidos se
extinguen, quedando expedita la participación del bien.
Las donaciones, legados y en general la institución de heredero, hechos a
favor del legitimario se considerarán como parte de la legitima. Se considerará
"mejora" si así lo hace expreso el testador, si la "mejora" excediera la parte
disponible cabrá la reducción. La mejora es renunciable.
Las donaciones hechas a terceros se imputan a la parte disponible y sólo si
excedieron se reducirán, a petición del interesado legitimario, por la vía legal
que corresponda y siguiendo como criterio de reducción antes los legados que las
donaciones y respecto a éstas últimas se reducirá la más reciente a la más vieja.
Si fueron de igual fecha, se reducirán proporcionalmente.
1
3- Derecho Sucesorio Chileno
El Derecho Sucesorio es el conjunto de normas destinadas a regular la suerte
del patrimonio de una persona fallecida. En Chile, la idea de Andrés Bello era la de
imponer una amplia libertad. Sin embargo esto era difícil de aplicar pues la tradición
hispana-romanista tendía a la protección de la familia. Solo se podrá disponer
libremente de la totalidad de sus bienes, si no se tiene asignatario forzoso.
1
Ver ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 16
206
Si hay asignatario de un cuarto de mejoras, la mitad de libre disposición se
divide en dos, la del cuarto de mejoras y la de libre disposición. Los asignatarios de
un cuarto de mejoras están expresamente señalados en la ley.
En Chile se sucede ab intestato o sucesión legal; por testamento; y, parte
testada y parte intestada, la persona no dispone de todos sus bienes.
3.1 Principios de la sucesión por causa de muerte.
1.- Los herederos representan al causante y son la continuación de su persona.
Los herederos se establecen como asignatarios a titulo universal, de todo el
patrimonio o parte de él. Al ocupar la situación jurídica del causante, las deudas de
aquel pasan al heredero, pudiendo llegarse a heredar más deudas que bienes, de
dichas deudas responden los herederos, dividiéndose a prorrata de sus cuotas.
Existe también en Chile el beneficio de inventario, y la persona que goza de
dicho beneficio responde de las deudas hasta el monto de los bienes heredados.
2.- Principio de la unidad del patrimonio. Consiste en que a la sucesión legítima
se le aplica una misma ley a todos los bienes que integran el haz hereditario, no
importa si son muebles o inmuebles, no importa su naturaleza.
3.-Principio de la protección de la familia legítima. Se manifiesta en que los hijos
legítimos tienen mejores derechos hereditarios que los no legítimos. Esto ha ido
variando, antes de 1952 si había hijos legítimos y naturales, los primeros excluían a
los segundos. Luego la ley 10.271 señala que concurren conjuntamente, pero con
menores derechos para los hijos naturales.
207
Representan al causante en todos sus derechos y obligaciones transmisibles,
esto es más correcto que hablar de patrimonio pues en el patrimonio de una persona
hay derechos y obligaciones que a veces no son transmisibles, como los derechos
de uso y habitación, o el de usufructo que se extinguen con la muerte.
3.2 Apertura de la sucesión.
Es el hecho que permite tomar posesión. Se produce al momento de la muerte
del causante, en su último domicilio.
A partir de la apertura de la sucesión los herederos pueden disponer de sus
derechos hereditarios. Antes no lo podían hacer pues seria pacto sobre sucesión
futura. Por otro lado, con la apertura de la sucesión, se forma una comunidad
hereditaria.
Con la apertura normalmente se produce la delación de la asignación, esto es,
el actual llamamiento al asignatario para aceptarla o repudiarla. En Chile no hay
asignatarios forzados, solo son llamados a aceptarla si así lo desean. Jurídicamente
es una oferta al asignatario para que acepte o rechace la asignación.
Si el asignatario acepta y luego fallece, esa asignación la transmite a sus
propios herederos. Si la repudia, los efectos de la repudiación se retrotraen al
momento de la delación, y es como si nunca hubiera sido asignatario. El asignatario
no manifiesta su voluntad y fallece antes de pronunciarla, en este caso esta opción
que el tenía pasa a sus herederos, debiendo ser ellos quienes aceptan o repudian.
3.3 Posesión de la herencia
La posesión legal de la herencia se adquiere desde que la herencia es deferida
208
aunque el heredero lo ignore. Aquí no se requiere ni "corpus" ni "animus", siendo una
posesión distinta de la general del código civil.
La posesión material y común, con "corpus" y "animus", se posee pues se sabe
y siente heredero. Es la que va a permitir adquirir el derecho de herencia por
prescripción.
La posesión efectiva es otorgada por una resolución judicial a quien presente la
apariencia de heredero, debiendo probarse esta circunstancia, pues el decreto de
posesión efectiva no transforma en heredero.
Con respecto a los legados no hay posesión legal ni efectiva, de manera que
solo hablamos de posesión material y solo en los legados de especie o cuerpo
cierto, no de género.
Las bajas generales son deducciones de la masa hereditaria para llevar a
efecto las disposiciones del testamento o de la herencia.
3.4 Capacidad y habilidad para suceder.
Para suceder es necesario tener una capacidad y habilidad, será capaz y digna
toda persona que la ley no declara incapaz o indigno. La capacidad es la aptitud
legal de una persona para recibir asignaciones por causa de muerte, sea herencia o
legado 1
Asimismo, las reglas de la sucesión intestada solo operan una vez cumplidas
las disposiciones testamentarias, así prima la voluntad expresa y luego la presunta.
1
YAÑEZ ARRIAGADA (Rodrigo A.)La sucesión por causa de muerte, Recopilado de Internet,
Escuela de Derecho Universidad de Concepción, Chile, [email protected], p. 20
209
Cuando la ley es la que llama al heredero a suceder a otra persona es derecho
personal, en cambio en el derecho de representación no sucede lo mismo, pues falta
el heredero llamado directamente.
3.5 Derecho de representación.
El derecho de representación altera los órdenes para suceder. Solamente se da
en la sucesión intestada. Opera en la línea descendente, el representante debe ser
descendiente legítimo del representado. Solo opera en algunos órdenes sucesorios.
Para que opere es necesario que el representado sea o haya sido alguno de los
parientes del causante que indica la ley.
Como efecto el representante toma el lugar del representado. Se considera por
la ley que el representante tiene el mismo grado de parentesco que tenía el
representado con respecto al causante y por esto pasa a tener los mismos derechos
hereditarios del representado.
3.6 Ordenes sucesorios. Orden de sucesión regular. 1
El causante es hijo legítimo. Los órdenes de sucesión regular son:
Descendientes
legítimos:
Hijos
legítimos.
sobreviviente.
Ascendientes legítimos.
Hijos naturales.
Cónyuge sobreviviente.
Colaterales legítimos.
1
Ver YAÑEZ ARRIAGADA (Rodrigo A.) op. cit. p. 31
Hijos
naturales.
Cónyuge
210
El fisco de Chile.
Como regla general el cónyuge sobreviviente recibe la cuarta parte de la
herencia en todos los órdenes de sucesión, salvo que hallan descendientes
legítimos, en tal caso el viudo o viuda será contado entre los hijos y recibirá como
porción conyugal el doble de lo que reciba cada hijo legítimo por legítima efectiva en
su caso. Si solo hubiere un hijo legítimo, la porción conyugal será igual a la legítima
efectiva de ese hijo.
3.7 Orden de sucesión irregular.
El causante puede ser: hijo natural, hijo ilegítimo.
El Orden de los descendientes legítimos lo integran: hijos naturales y cónyuge
sobreviviente.
El Orden de los padres naturales que hayan reconocido voluntariamente. Lo
integran: Padres naturales que hubieran reconocido al hijo voluntariamente, y
cónyuge sobreviviente.
El Orden de los hermanos lo integran: Hermanos legítimos o naturales.
Cónyuge sobreviviente.
Se divide dando un cuarto de la herencia a los hermanos y tres cuartos al
cónyuge. Se aplica la regla general de que los hermanos carnales reciben el doble
de los paternos o maternos.
211
3.8 Sucesión parte testada y parte intestada.
Si una persona es heredera abintestato y a la vez recibe una asignación
testamentaria, se aplican las reglas de la sucesión testada, y respecto del remanente
se aplicaran las normas de la sucesión intestada. 1
3.9 Sucesión testada.
Presenta como caracteres el ser un acto jurídico, es una manifestación de
voluntad que produce consecuencias jurídicas. La regla general es que toda persona
es capaz de testar, salvo los incapaces, como los impúberes, los interdictos por
demencia, los que no estuvieren en su sano juicio por ebriedad o cualquier otra
causa. y por último todo el que de palabra o por escrito no pudiere expresar su
voluntad.
La capacidad debe existir al momento que se otorga. Si era incapaz y luego
recobra la capacidad no vale el testamento.
3.10 Apertura del testamento cerrado.
Cualquier persona puede comparecer ante el juez del último domicilio del
testador, se llama al notario y a los testigos para que reconozcan firmas, y si no
pueden concurrir pueden ser reconocidos por otras personas.
Para la apertura y publicación debe llevarse certificado de defunción. Debe
protocolizarse todo lo actuado.
1
Ver YAÑEZ ARRIAGADA (Rodrigo A.) op. cit. p. 39
212
3.11 Testamentos menos solemnes
Con respecto a estos testamentos la ley es más liberal, hay menos
inhabilidades aquí que en los testamentos solemnes, sin embargo se exige que
sepan leer y escribir, lo que es mas exigente que en los solemnes, pues se exige
para todos y no para uno.
3.12 Testamento verbal.
Es aquel que otorga una persona en caso de peligro inminente de su vida, ante
tres testigos, y haciendo de viva voz sus disposiciones. Se hace por no haber tiempo
de escribir.
3.13 Derecho de sustitución.
Constituye la gran limitación a la facultad de testar. Si hay algún asignatario
forzoso la libertad del testador se ve restringida.
Hoy en día, gracias a que los avances médicos permiten aumentar la
longevidad, pierden un poco su sentido estas normas, cuya principal finalidad era la
protección de los hijos menores, pues hoy en día al fallecer una persona sus hijos
pueden tener 40 o 50 años, perdiendo sentido su favorecimiento.
Se podría entender que estas asignaciones solo restringen el derecho a testar,
pero no es tan cierto, pues aun se aplican en la sucesión intestada. Lo que sucede
es que a falta de testamento es la ley la encargada de entregar a estos asignatarios
forzosos, por ejemplo la porción conyugal, si hace testamento se le da esta porción,
y si no lo hace, la ley respeta la porción conyugal en el primer orden, y en los demás
ordenes lo que recibe es mayor.
213
Son asignaciones forzosas, aquella cuota de los bienes del difunto que la ley
asigna a ciertas personas llamadas legitimarios.
La expresión asignación forzosa es más amplia que la de legítima, porque
dentro de las asignaciones forzosas quedan comprendidas las legítimas,
produciéndose una relación de género a especie.
3.14 Legitimarios
Hijo legítimo, personalmente o representado por sus descendientes legítimos.
Esto implica que el legitimario es el hijo legítimo, los hijos legitimados y los
adoptados por adopción plena. Solo si falta, ocupa su lugar el descendiente legítimo.
Ascendientes legítimos. No se trata de los padres sino de los ascendientes.
Hijos naturales, personalmente o representado por su descendencia legítima.
Padres naturales que hubieran reconocido al hijo voluntariamente. .
Las legítimas se distribuyen conforme a las reglas de la sucesión intestada, de
tal suerte que si en una herencia concurren varios de los legitimarios, la distribución
se va a hacer de acuerdo a estas reglas.
Si el testador deja a sus descendientes legítimos, hijos naturales o
descendientes legítimos de éstos o a su cónyuge la cuarta de mejoras, aquí hay una
manifestación de la voluntad del testador, por lo cual no cabe aplicar las reglas de la
sucesión intestada, y lo mismo sucede respecto de la cuarta de libre disposición.
Ahora, si el causante no dispone de la cuarta de mejoras o de la cuarta de libre
disposición, o cuando dispone de ella y su disposición no tuvo efecto, estas partes
214
acrecen a la mitad legitimaria. Las cuales se van a distribuir conforme a las normas
de la sucesión intestada.
3.15 Aceptación.
Si es herencia existe además la opción de aceptar la herencia con beneficio de
inventario, limitando su responsabilidad hasta el monto de su asignación. 1
Esta opción dura un tiempo, debiendo distinguir: Si el asignatario fue requerido
judicialmente, debe pronunciarse en los 40 días siguientes a la demanda, plazo que
el juez puede aumentar hasta en un año. Si se cumple el plazo y el asignatario no se
pronuncia, se entiende que repudia.
Si no ha sido requerido judicialmente no hay plazo, podrá aceptar o repudiar en
cualquier momento mientras tenga derecho a la asignación:
Características de la opción: Opera el derecho de transmisión, pasando a los
herederos, no puede sujetarse a modalidades, es indivisible, no puede aceptarse
una parte o cuota y repudiar el resto, puede ser expresa o tácita, una vez ejercido el
derecho no se puede dejar sin efecto, salvo por fuerza, dolo, por lesión grave, en
virtud de disposiciones testamentarias desconocida al momento de aceptar. Los
efectos se retrotraen a la delación.
En el caso de repudiación, los acreedores pueden pedir que el juez ordene la
subrogación para aceptar, siempre que la repudiación fue en su perjuicio
La aceptación es expresa cuando se toma el titulo de heredero, cuando se hace
por escritura pública o privada, o por medio de tramitación judicial; es tácita cuando
1
Ver YAÑEZ ARRIAGADA (Rodrigo A.) op. cit. p. 133
215
el heredero realiza un acto que supone necesariamente su intención de aceptar, y
que no hubiera tenido derecho de ejecutar sino en su calidad de heredero.
3.16 Herencia yacente.
Se entiende que es aquella que no ha sido aceptada ni repudiada en el plazo
de 15 días, siempre que no haya albacea de los bienes. Debe declararse por
resolución judicial. Si existe albacea con tenencia de bienes, es él quien va a cuidar
los bienes, esto es así pues la herencia yacente es para nombrar un curador de la
herencia y para que los acreedores tengan contra quien dirigirse para cobrar los
créditos. Transcurridos 4 años de la apertura, el curador puede pedir al juez que se
enajenen los bienes y poner los dineros en arcas fiscales o a resguardo. 1
Termina por la aceptación de la herencia, o por depósito de los dineros en
arcas fiscales, o por extinción de los bienes del causante.
3.17 Herencia vacante.
Ocurre cuando el causante fallece sin dejar herederos, corresponde suceder al
fisco. Lo que es muy corriente es que la yacente se transforme en vacante, pasados
4 años sin encontrar herederos.
3.18 Beneficio de inventario.
Aceptada la herencia el heredero adquiere todos los derechos y obligaciones
transmisibles. Puede ocurrir que la herencia tenga más pasivos que activos, por ello
la ley establece la forma en que los herederos pueden responder solo hasta el monto
de los bienes que recibió a titulo de herencia.
1
Ver YAÑEZ ARRIAGADA (Rodrigo A.) op. cit. p. 135
216
Se permite hacer un inventario para adquirir el beneficio. Sus requisitos son:
realizar inventario solemne antes de aceptar la herencia, es necesaria la tasación
solemne y no es necesaria una declaración judicial.
El beneficio limita la responsabilidad del heredero hasta el monto de lo
heredado, no produce separación de patrimonios, sino que es una consecuencia que
los acreedores solo pueden hacer efectivos sus créditos en los bienes del causante.
Si el heredero tenía un crédito en contra del causante, no se extingue el crédito
por confusión.
El deudor del heredero no puede oponer en compensación un crédito que él
tenía contra el causante.
3.19 Acción de petición de herencia.
Es aquella que se concede al dueño de la herencia para reclamar su calidad de
tal, en contra de quien posee la herencia en su totalidad o en parte como falso
heredero, o parcialmente de quien siendo heredero, desconoce este derecho al
peticionario a quien también le corresponde, o contra quien posee la cosa a titulo
singular. Se demanda el reconocimiento de la calidad de heredero. Se reclama una
cosa singular que estuviera en el haz hereditario. Prescribe en 10 años según las
reglas generales,
Lo que se persigue es que se le reconozca su calidad de heredero, y, se le
restituyan las cosas corporales e incorporales, incluso las cosas que el causante
tenía como mero tenedor y también los aumentos que haya tenido la herencia.
217
3.20 Partición de bienes.
Acción de partición. En todo estado de indivisión los comuneros pueden hacer
cesar este estado de alguna de las siguientes formas:
División de común acuerdo. Si no se pueden poner de acuerdo cualquiera de
ellos puede pedir la acción de partición.
Se cita a todos los comuneros, para que se designe un partidor. No siempre va
a ser necesario pedir al juez que designe al partidor, pues puede haberlo hecho el
causante o pueden hacerlo las partes.
Debe demandarse, en contra de todos y cada uno de los comuneros. Todos
deben ser notificados personalmente pues es la primera gestión judicial. Si se omite
notificar a un comunero la partición que se produzca le es inoponible.
Puede interponerse en cualquier tiempo, es de orden público, no se puede
renunciar y el ejercicio de la acción es un derecho absoluto.
Los Titulares activos de la acción de partición son: Los comuneros
coasignatarios, sin que lo sean bajo condición suspensiva. Los herederos de los
coasignatarios. El cónyuge por su porción conyugal se le considera heredero. El
cesionario de un coasignatario.
Los comuneros pueden pactar que no se pueda pedir la partición. Este pacto no
puede durar más de 5 años, pese a lo cual puede renovarse.
218
3.21 Partición por el causante.
Vale la partición en cuanto no sea contraria a derecho ajeno, es decir, no haya
burlado las asignaciones forzosas, especialmente las legítimas. Puede hacerla por
acto entre vivos o por testamento.
3.22 Partición por los coasignatarios de común acuerdo.
Es necesaria la concurrencia de todos los interesados, personalmente o
representados; no deben existir cuestiones previas que resolver. Tendrá que
aprobarse judicialmente la partición cuando proceda, esto es cuando hay personas
ausentes que no hayan nombrado apoderado o personas bajo tutela o curaduría.
3.23 Partición por el juez partidor.
El partidor es un juez árbitro que por regla general será de derecho. Si las
partes son capaces pueden darle el carácter de arbitrador o mixto. La designación
del partidor por el causante debe ser por escritura pública entre vivos o por
testamento, y puede ser incluso un coasignatario, los coasignatarios de común
acuerdo podrían revocar el testamento pues ellos representan al causante.
La designación por los coasignatarios es de común acuerdo. Debe hacerse por
escrito.
Si entre los coasignatarios hay una mujer casada, la designación la hace el
marido con el consentimiento de la mujer, y no será necesaria la aprobación de la
justicia.
219
Designación por el tribunal en subsidio. Se practica citando a los comuneros, si
no concurren o si no hay acuerdo, la designación la hace el juez, debiendo notificar a
todos los comuneros y si ello no se hace la designación le es inoponible.
El partidor tiene competencia para conocer de todas las cuestiones que deban
servir de base a la partición y que la ley no le entregue a la justicia ordinaria.
Tiene competencia mixta en la formación de inventarios, derechos de albaceas,
administración de los bienes comunes mientras no se constituya el partidor y
después de cesadas sus funciones.
Para llegar a la partición misma debe darse de previo la apertura y publicación
del testamento; la posesión efectiva de la herencia; hacerse el inventario y la
tasación de los bienes.
Si intervienen representantes legales de una persona con interés en la
comunidad, deberá designarse un curador especial al representado. Formación de
los acervos (separarse los bienes del causante de aquellos que están confundidos).
La partición la van acordando las partes en los comparendos respectivos, sin
perjuicio de que también puedan hacerse peticiones por escrito. Todo deberá
acordarse por unanimidad.
La posición de demandante o demandado dependerá de las peticiones
deducidas en el juicio.
Deberán distribuirse los bienes que correspondan a cada uno.
El partidor debe resolver si una cuestión admite o no separación. Si la admite
debe hacerlo, a menos que no se pueda, o la división haga disminuir el valor del
220
bien, pudiendo en tal caso adjudicarlo a quien ofrezca más, y debiendo reintegrar al
otro el dinero.
Se necesita la aprobación judicial cuando entre los comuneros hay ausentes
que no han nombrado apoderado, o cuando haya personas sometidas a tutela o
curatela.
3.24 Efecto declarativo de la partición
Adjudicado un bien en la partición a un comunero se entiende que lo adquirió
directamente del causante, como si se hubiere borrado el tiempo intermedio de la
indivisión. Este efecto opera cualquiera sea la forma de hacer la partición. Además,
rige sin importar el tipo de comunidad de que se trate.
Si se adjudica un bien en subasta pública con presencia de extraños opera el
efecto declarativo cuando se le adjudica a un comunero. Si se lo adjudica un tercero,
es venta en subasta pública y se aplican las reglas de la compraventa.
3.25 Obligación de garantía.
En la partición rige esta obligación en cuanto a la evicción, si se le adjudica un
bien a un comunero y luego se le priva por sentencia judicial del bien adjudicado, los
demás comuneros tienen la obligación de ampararlo.
3.26 Nulidad y rescisión de la partición.
Si el vicio es sustantivo habrá derecho a solicitar la rescisión de la partición por
vicios de grandes proporciones. La prescripción de la acción de nulidad y rescisión
es de diez años si es absoluta y de cinco años si es relativa.
221
3.27 Pago de las deudas hereditarias.
Deben satisfacer los herederos las deudas hereditarias, pues responden de las
obligaciones transmisibles, cualquiera sea su causa, incluso cuasidelitos.
La responsabilidad de los herederos por las deudas del causante es conjunta,
no es solidaria, por ende la insolvencia de un comunero no grava a los otros. En
caso de que el causante fuera deudor solidario junto a otras personas, esta
solidaridad no pasa a los herederos.
3.28 Excepciones a la división a prorrata de las cuotas.
El heredero beneficiado, solo pagara hasta el monto de su asignación. Si
resultara que la obligación del causante era indivisible el acreedor puede dirigirse
contra cualquier heredero por el total. Cuando se haya acordado entre los
comuneros una división distinta, el acreedor elige de que forma procede, puede ser
a prorrata o según lo acordaron los comuneros.
Cuando al tiempo de abrir la sucesión, no haya lo suficiente para responder de
las deudas, su responsabilidad es subsidiaria, y responden hasta el monto de lo que
adquirieron por legado.
Los legatarios no responden en el mismo orden, algunos solo responden al
final, están más protegidos, como es el caso del legatario alimenticio, los legados de
obras públicas o beneficencia, y los que el testador exonera expresamente.
El pago de las deudas testamentarias corresponde al pago de los legados,
primero se sigue lo señalado por el testador. Si nada ha dicho se pagarán a prorrata
222
de las cuotas de los herederos, igual que las deudas hereditarias. Al momento de la
partición puede acordarse que este pago se haga en forma distinta.
Si no hay quiebra se paga a los acreedores hereditarios primero, y luego a los
testamentarios, si hay quiebra el reparto debe ser igualitario.
Cuando el heredero acepta la herencia se produce una confusión de su
patrimonio con el del causante. El beneficio de separación de patrimonios
corresponde a los acreedores hereditarios y testamentarios. Pueden llegar a
interponerlo los acreedores condicionales o a plazo, no se requiere que el crédito
sea efectivo. Se le debe aplicar el procedimiento sumario.
Este beneficio permite a los acreedores testamentarios y hereditarios pagarse
con preferencia con los bienes del causante. A su vez los acreedores personales del
heredero se cobran sus créditos con los bienes personales del heredero. Para que
opere el beneficio se requiere de una sentencia judicial que lo declare.
Conclusión
Por la herencia colonial que presenta Latinoamérica su desarrollo legislativo
tiene prácticamente la mismas bases, pero es en el desarrollo posterior de cada
ordenamiento jurídico donde van naciendo ciertas particularidades que los
diferencian entre sí, es sobre estas particularidades que se centra nuestro breve
análisis y donde hemos pretendido encontrar los aportes que pueden ser estudiados
y utilizados en nuestra propia realidad jurídica ya sea con el fin de incorporarlos o
que sirvan como una referencia para futuras modificaciones o interpretaciones.
Con la revisión de estos ordenamientos vemos hasta cierto punto el avance que
223
ha tenido el derecho latinoamericano y se puede hacer un balance de situaciones
para comprobar la actualidad de nuestro propio ordenamiento con respecto a los
países más cercanos y con un desarrollo paralelo a través del tiempo.
Una vez terminado el análisis al derecho comparado queda por concluir el
estudio del derecho nacional y finalmente una pequeña comparación para obtener
las nociones que permitan determinar hasta que punto necesite modificaciones para
adaptarlo no solo a la realidad nacional actual sino hacerlo flexible para que se
ajuste a los cambios que puedan presentarse en el futuro.
224
CAPITULO TERCERO
EL ACTUAL PROCESO SUCESORIO
COSTARRICENSE
SECCIÓN I DERECHO SUSTANCIAL
En el presente apartado procederemos al análisis del derecho sustancial,
relacionado con la materia de sucesiones. Esto para conocer de manera general
cómo nuestro ordenamiento jurídico trata el tema del derecho sucesorio.
Se tomará especial interés en el Código Civil sin dejar de lado las normativas
especiales que han regulado algunos aspectos de la transmisión mortis causa
desde puntos de vista tan variados como el agrario, el de familia, el notarial así
como otras leyes.
También se mencionará el problema que existe en nuestro ordenamiento con
respecto a la descentralización de la legislación sobre la materia de sucesiones
(que existe en otras materias) y los efectos que produce.
El siguiente análisis servirá como base para el seguimiento que le daremos
en la siguiente sección a las normas procesales que regulan el inicio, desarrollo,
terminación y reapertura del proceso sucesorio tal y como lo conocemos
actualmente.
225
A-
CÓDIGO CIVIL
Podemos señalar que vista desde un ángulo jurídico procesal, la sucesión es
el procedimiento que se lleva a cabo, con posterioridad a la muerte de un sujeto,
para liquidar todos aquellos elementos de su patrimonio que no fenecen con su
muerte, para con su producto pagar sus deudas, y luego de hecho este pago,
distribuir el remanente eventual entre los llamados a suceder al causante por el
testamento, o a falta de éste, por la ley.
En nuestro país las sucesiones se encuentran reguladas en el título XI del
Código Civil.
Sus disposiciones generales (Art. 520 a 522) establecen que la muerte de
una persona permite la apertura de su sucesión, la cual comprenderá todos los
bienes derechos y obligaciones del causante con excepción de los que sean
meramente personales (los cuales se extinguen al fallecer la persona) y también
regula la completa libertad de testar (libre testamentifactio), que no puede verse
limitada de ninguna forma.
Además de la muerte de la persona como punto de partida de la mortual se
debe incluir también la situación de una persona que desaparece del lugar de su
domicilio, sin que se tenga noticia de su paradero y cuya existencia llega a ser
incierta (artículo 67 C. C.)
Esta situación de hecho tiene relevancia jurídica ya que al dudarse de la
existencia misma de un sujeto que es titular de situaciones jurídicas activas o
226
pasivas, el Derecho interviene regulando lo relativo a los intereses de esta
persona y de los sujetos jurídicamente relacionados con ella, que por el hecho de
esta duda serían generadores de un estado de inseguridad jurídica que podría
poner en peligro los intereses de estos sujetos.
El Derecho interviene en consideración al diverso grado de probabilidad de
que el ausente haya fallecido; mientras más tiempo pasa, las medidas van a ser
menos provisionales; en función de este criterio se distinguen tres periodos: en el
primero se encuentran las medidas provisionales anteriores a la declaración de
ausencia; en el segundo, la declaración de ausencia y en el tercero tenemos la
presunción de muerte.
Nos interesa particularmente el tercer grado, esto debido a que todas las
probabilidades están en el sentido de haber muerto la persona, por esta razón las
medidas tomadas revisten un carácter de definitivas y únicamente se deja la
puerta abierta a la remota posibilidad de que pudiendo estar viva aún, se presente
a tomar posesión de sus bienes.
Si la ausencia se ha prolongado por veinte años desde la desaparición o por
diez después de la declaración o de las últimas noticias, o si han pasado ochenta
años contados desde la fecha de nacimiento del ausente, se declarará a instancia
de parte interesada la presunción de muerte, producida la cual se dará la posesión
definitiva de los bienes sin necesidad de fianza a los herederos presuntivos. (Art.
78 Código Civil y 853 Código Procesal Civil).
227
Aquí se aplica la misma regla que para fijar la calidad de heredero, se
atenderá al momento de la desaparición. El Código habla de herederos
presuntivos al tiempo de la desaparición o de las últimas noticias y a los demás
interesados de que habla el artículo 72, quedando cancelada la garantía dada
para la posesión provisional.
Por otra parte, en cualquier época en que se logre probar la muerte del
ausente se deferirá la herencia entre sus herederos. El tenedor de los bienes
hereditarios deberá devolverlos con los frutos establecidos en el artículo 75 C. C.,
salvo que hubiere prescrito la herencia por el transcurso del término ordinario, que
se contará desde la declaración de presunción de muerte o desde el fallecimiento
del ausente, si hubiere ocurrido después de la declaración (artículo 79 C. C.)
Cuando se da la muerte del causante el patrimonio de aquel no se disuelve,
sino que conserva su unidad, la sucesión se abre a la espera de otro sujeto a
quien llama la ley o el testamento, y que está investido del carácter de heredero,
aunque subordinado a su renuncia o aceptación. El hecho fundamental sucesorio
es la transmisión.
La transmisión hereditaria puede no operar si se da una de las causales de
indignidad, las cuales contempla nuestro Código Civil:
“Artículo 523.1.- El que comete alguna ofensa grave contra la persona u honra del
causante, sus padres, consorte o hijos.
2.- El que acuse o denuncie al causante por delito que merezca pena
228
corporal, salvo si el delito se hubiere cometido contra el mismo heredero, legatario,
su consorte, padres o hijos, y el que en proceso abierto por delito merecedor de
esa pena declare falsamente contra el causante.
3.- Los parientes que estén en alguno de los casos de que habla el artículo
190.
4.- Los parientes comprendidos dentro de los herederos legítimos, que,
hallándose el causante loco o abandonado, no cuidaren de recogerlo o hacerlo
recoger en un establecimiento público.
5.- El que por recibir la herencia o legado estorbó con fraude o por fuerza,
que el causante hiciera testamento o revocara el hecho, o sustrajo este, o forzó al
causante para que testara.” 1
Sobre este tema se ha manifestado el autor Messineo señalando que “...la
indignidad para suceder, o sea, para recibir por sucesión...es una especie de
incompatibilidad moral, en que el sucesor posible viene a encontrarse, por hecho
suyo propio, respecto del de cuius, y en virtud de la cual puede ser excluido de la
sucesión." 2
1 Clases de Sucesión
Nuestro ordenamiento Jurídico contempla dos clases de sucesión por vía de
muerte; la primera se encuentra regulada en el numeral 571 del Código Civil, es
1
Código Civil, Ley Nº 30 del 19 de abril de 1885, San José, Publicaciones Jurídicas, octubre del
2000, p. 65-66.
2
MESSINEO, (Francesco), Manual de Derecho Civil y Comercial, Buenos Aires, Argentina,
Ediciones Jurídicas Europa-América, Tomo VII, 1971, p. 45.
229
llamada sucesión legítima que se da en los casos en que la persona al morir no
dispuso de su patrimonio o lo hizo solamente con parte de él, o cuando al haber
dispuesto, el testamento fuera anulado o caducare, lo cual provoca que sean los
herederos legítimos del causante quienes entrarán a la herencia por su vocación
hereditaria y según el orden dispuesto por la ley en el artículo 572 Código Civil,
siendo cada orden excluyente con respecto a los demás.
Serán tomados en cuenta como herederos legítimos en primer lugar, los
hijos, padres y el consorte del difunto 1 ; en segundo lugar, los abuelos y demás
ascendientes legítimos; en tercer puesto, los hermanos legítimos y naturales por
vía materna; en cuarto sitio, los hijos de los hermanos legítimos o naturales y los
hijos de la hermana legítima o natural, ambos por parte de madre; en quinto lugar,
los hermanos legítimos de los padres legítimos del causante y los hermanos
uterinos no legítimos de la madres o del padre legítimo; finalmente y rompiendo el
orden familiar heredarán las juntas de educación del lugar donde tuviere bienes el
causante.
Cuando se está frente a una sucesión legítima debe tomarse en cuenta la
situación de participación diferida en los gananciales del cónyuge supérstite ya
que al disolverse el matrimonio, cada cónyuge adquiere el derecho a participar en
1
Con respecto al conviviente en unión de hecho debe adecuarse a lo establecido por el numeral
243 del Código de Familia. Ver también resolución N° 483 del Tribunal Segundo Civil, Sección
Segunda, a las nueve horas veinticinco minutos del treinta de noviembre del dos mil uno, en
sucesión de Hermenegildo Dover Espinoza.
230
la mitad del valor neto de los bienes gananciales constatados en el patrimonio del
otro (artículo 41 Código de Familia).
Los bienes gananciales son los producidos durante el matrimonio, los que se
consideran como propiedad de ambos, aunque aparecieren inscritos solamente a
nombre del otro. Surge así la llamada sociedad de gananciales la que debe
liquidarse para repartirse el valor neto de su activo entre los cónyuges vivos o
entre el cónyuge sobreviviente y los herederos del causante, sin perjuicio de que
aquél participe también de esta calidad. 1
En el caso de sucesión legítima si el cónyuge tuviere gananciales, sólo
recibirá lo que a estos falta para completar una porción igual a la que recibiría no
teniéndolos.(art. 572 inc.1 Código Civil)
Según lo anterior si el cónyuge sobreviviente recibe por concepto de
gananciales un porcentaje igual o mayor de lo que recibiría en calidad de
heredero(a), no recibe nada en la partición sino que solo recibe su cuota de bienes
gananciales. Por otro lado, si se trata de una sucesión testamentaria en la que el
testador ha excluido al cónyuge supérstite, este conserva su derecho a
gananciales a menos que se compruebe que los bienes no tienen ese carácter. 2
Se dice que al estipular que el testador deje asegurados los alimentos de su
hijo hasta la mayoría de edad si es menor, y por toda la vida si el hijo tiene una
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Partición de la herencia y pago de acreedores en el proceso
sucesorio Costarricense, Antología de Derecho Sucesorio 2001, San José, Facultad de Derecho,
Universidad de Costa Rica, 2001, pp. 9-10.
2
Tribunal Primero Civil, Nº 570-L, las 8 h 20 m del 4 de junio del año 2003. Proceso Sucesorio, de
J.M.C.G.
231
discapacidad seria; y que además asegure la manutención de sus padres y la de
su consorte mientras la necesiten, mantiene de forma atenuada el sistema de de
la legítima hereditaria, pero realmente esto no ocurre así, lo que regula dicho
artículo es la obligación alimentaria para con los hijos del causante. (Art. 595)
Esta norma viene a otorgar por vía legal la calidad de alimentarios a quienes
en el orden sucesorio del 572 Código Civil son herederos en primer grado, pero
sin que importe esta calidad en el respectivo proceso donde se quiera hacer
efectivo el derecho alimentario, pues en ese juicio son acreedores alimentarios
con una menor categoría que otros.
La sucesión legítima esta estrechamente ligada al derecho de familia porque
a falta de disposiciones testamentarias del causante, se ha regulado un modo de
suceder mortis causa teniendo en cuenta un fin eminentemente social; no así la
sucesión testamentaria que prescinde o puede prescindir de la relación familiar.
La segunda clase de sucesión es la testamentaria, que se desarrolla a partir
del artículo 577 Código Civil en adelante.
En nuestro país se reconoce la completa libertad para disponer por
testamento, lo cual significa que no se deben apartar bienes para los herederos
legítimos; si el testador lo quiere puede dejar todo su patrimonio a sujetos que no
heredarían si no hubiera testamento, a esta total libertad se le conoce como “libre
testamentifactio”, la que no admite ningún tipo de limitación.
Los sujetos que tienen incapacidad relativa de recibir por testamento son
aquellos establecidos claramente por el artículo 592 del Código Civil, que dispone
232
en lo referente al menor no emancipado, que su tutor no podrá heredar a no ser
que luego de renunciar a la tutela haya dado cuenta de la administración, o si es
ascendiente o hermano del menor.
Los maestros, pedagogos y cualquier persona a cuyo cuidado esté entregado
un menor no pueden entrar en su sucesión.
El copartícipe del cónyuge adúltero, si el adulterio se ha probado
judicialmente, con la salvedad de que se hubiesen unido en matrimonio.
El notario que hizo el testamento público o que autoriza la cubierta del
testamento cerrado, y la persona que le escriba esta.
Los artículos 593 y 594 del Código Civil, Fueron anulados parcialmente en
cuanto a las mandas a favor de iglesias, institutos religiosos e incapacidad del
confesor. (Ver Resolución Sala Constitucional Voto # 6328-00, 19 Julio del 2000)
Se destaca que el testamento debe ser hecho personalmente por el testador,
lo que excluye la posibilidad de nombrar a un procurador para que sea quien
realice el nombramiento de los herederos y legatarios, además de indicar como se
hará la partición. Tampoco se permite la representación en cuanto se refiera al
testador (artículos 577 y 582 Código Civil).
El testamento es personalísimo, unilateral, solemne, puede ser revocado
debido a que se trata de la manifestación de la libre voluntad del causante, quien
puede cambiarlo en cualquier momento, produce sus efectos al morir el testador.
Debe expresarse a través de un documento escrito, en ocasiones en escritura
pública, puede estar sujeto a condición, término o modo, esto porque se trata de la
233
ley del testador, la cual tiene que ser cumplida sin reparos, a menos que
legalmente se puede pedir su ineficacia.
El Lic. Wilberth Arroyo Álvarez define la posesión hereditaria de la siguiente
manera.
“La posesión hereditaria es el reconocimiento de la calidad de heredero que a
veces la ley hace de pleno derecho, mientras que en otros casos se exige una
declaración judicial.”
1
La posesión hereditaria de pleno derecho o civilísima se le concederá al
heredero antes de toda toma de posesión efectiva. En ausencia de corpus y hasta
de animus (al ignorar su legitimación de heredero) recaerá sobre una
universalidad: el conjunto de la sucesión. 2
Tiene un carácter retroactivo pues esta posesión se le adjudica al heredero
desde que se abre la sucesión del causante.
Además, es indivisible, pues cualquiera de los coherederos llamados puede
ejercerla con respecto a toda la sucesión, y ninguno puede aceptar solamente una
parte de la herencia y con ello una parte de la posesión hereditaria de pleno
derecho.
La posesión hereditaria de pleno derecho la tendrán siempre los
ascendientes y descendientes legítimos del causante y el cónyuge supérstite.
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) La posesión hereditaria en el derecho sucesorio Costarricense,
Antología de Derecho Sucesorio 2001, San José, Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica,
2001. p. 2.
2
Ibíd. p. 7.
234
En nuestro país la aceptación expresa de la herencia, la comprobación de la
legitimación del sucesor, y la declaratoria de ser tal heredero permite la posesión
hereditaria.
La posesión es la investidura de heredero, por la cual se pueden ejercer
todos los derechos inherentes a tal calidad y representa en materia de transmisión
mortis causa, lo que la tradición en los actos entre vivos, la declaratoria de
heredero implica la posesión hereditaria.
Es a partir de la declaratoria de herederos que la posesión hereditaria tendrá
las características de ser de orden público, retroactiva al momento de abrirse la
sucesión; indivisible, pues cualquiera de tos coherederos llamados puede ejercerla
con respecto a toda la sucesión y, finalmente, sucesiva.
La posesión hereditaria conlleva cinco efectos, estos son los siguientes:
El primero es el reconocimiento de la calidad de heredero y continuación de
la persona del difunto, queda entonces ubicado en el mismo lugar que aquél tenía
en las relaciones jurídicas.
En segundo lugar está la accesión de posesiones, por ejemplo, si el causante
era poseedor de buena fe el heredero lo es, pero si era de mala fe, de nada vale
buena fe del heredero.
El tercer efecto es la habilitación para el pleno ejercicio de las acciones
judiciales, vemos el numeral 533 del Código Civil que dispone: “…mientras no
haya prescrito el derecho para pedir la herencia, podrán reclamarla de cualquiera
235
que la posea, por habérsele declarado heredero; pero éste se considerará
poseedor de buena fe para la cuestión de frutos.”
…“el que fuese desposeído de una herencia por el verdadero heredero que
se haya presentado reclamándola antes de concluirse el término que la ley le
concede para aceptar, deberá devolverla con sus frutos, sin más derecho que el
de indemnización de gastos y pago de mejoras como poseedor de buena fe.” (Art.
534).
Como cuarto efecto se produce la indivisibilidad de la posesión hereditaria, en
base a esto ni la herencia ni la posesión pueden ser aceptadas parcialmente.
El Código Procesal Civil dispone que el cónyuge sobreviviente y los hijos que
con él vivan, podrán continuar habitando la casa que ocupaban en el momento del
fallecimiento del causante sin necesidad de pronunciamiento judicial al respecto,
mientras no resulte adjudicada a otra persona.
Cabe resaltar lo que dispone el Código Procesal Civil sobre la posesión pues
no se refiere a poner en posesión de los bienes a los herederos, como lo indica el
Código Civil, sino que será el albacea el que entrará sin formalidad alguna, en la
posesión de los bienes sucesorios. De esta forma y salvo el caso de la casa donde
habita aún el cónyuge e hijos que compartían habitación con el causante, los
herederos no entran a tomar posesión de los bienes sucesorios sino que lo hace el
albacea, desde que acepta el cargo.
El último efecto que se da es la retroactividad de la posesión hereditaria
respecto de los herederos que, al otorgársela, podrán entablar cualquier acción de
236
defensa de sus bienes, como si hubiesen tenido la posesión de estos desde el
momento mismo en que murió el causante. 1
2 Aceptación y renuncia a la herencia
La adquisición de bienes por causa de muerte no tiene lugar sino por
voluntad del llamado, de donde resulta que éste tiene la elección entre la
adquisición y la renuncia a la adquisición de los mismos.
En un primer caso la aceptación conlleva la sucesión universal, porque el
título sucesorio confiere derecho a la universalidad o generalidad de la herencia en
cuyo caso el sucesor recibe el nombre de heredero; en un segundo caso, la
aceptación revestirá un carácter de particular o singular, porque se es nombrado
para recibir bienes concretos y recibe el nombre de legado.
Con respecto a la aceptación y renuncia de la herencia el llamado debe
hacerla libre y voluntariamente debiendo ser expresa y pidiendo al Juez
correspondiente la declaratoria de ser tal heredero.
Dicha declaratoria será realizada sin perjudicar el mejor derecho de algún
tercero que se presente probando dicha calidad para sí.
El artículo 537 estipula que la renuncia de una herencia debe hacerse
expresamente ante el Juez competente para conocer de la mortual, dicha renuncia
podría a ser anulada por los acreedores del heredero renunciante si ese acto
perjudica la posibilidad de cobrar sus créditos; lo dicho no implica que estos
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) La posesión hereditaria en el derecho sucesorio Costarricense,
Antología de Derecho Sucesorio 2001, San José , Facultad de Derecho, Universidad de Costa
Rica, 2001 p. 27.
237
acreedores asuman la calidad de heredero aceptante sino que podrán cobrar su
crédito de lo que hubiese recibido su deudor sino hubiera renunciado a la
herencia.
Con respecto a la responsabilidad patrimonial del heredero indica el artículo
535 del Código Civil lo siguiente:
“El heredero no responde de las deudas y cargas de la herencia sino hasta
donde alcancen los bienes de esta.
Aceptada pura y simplemente toca al heredero probar que no hay bienes
suficientes para el pago de deudas y cargas; aceptada a beneficio de inventario
incumbe a los acreedores probar que hay otros bienes además de los
inventariados”
La anterior diferenciación entre las posibles aceptaciones del heredero no
tiene una importancia real en nuestro ordenamiento jurídico, ya que se encuentra
establecida la responsabilidad “intra vires hereditatis” lo cual significa que el
patrimonio del heredero no se verá sometido al pago de las cargas y deudas del
causante. En realidad no se configura la confusión de patrimonios que se da en
otros sistemas jurídicos, en vista de que en todo proceso sucesorio se debe
confeccionar un inventario de los bienes del causante, dichos bienes serán
repartidos entre los herederos luego de pagar las deudas del de cujus y las de la
sucesión (si las hubiere).
Esta diferenciación si tiene cabida en el derecho extranjero (conocida como
responsabilidad “ultra vires hereditatis”) como lo observamos en el capítulo
238
anterior, ya que si el heredero acepta libremente será responsable por los créditos
del causante, en virtud de la identificación que se produce entre el patrimonio del
heredero y el de este, sus patrimonios se confunden; y de aceptar a beneficio de
inventario o beneficio de separación, únicamente los bienes sucesorios cubrirán
dichas deudas sin afectar el patrimonio del heredero aceptante.
Según la legislación costarricense, se sucederá al causante en sus bienes,
derechos y obligaciones solamente hasta donde alcance la masa hereditaria,
se consagra de esta forma el principio de responsabilidad limitada del heredero
aceptante como absoluto, no teniendo mayor importancia, y aún cuando se prevé
por la misma norma, que dicha aceptación pueda hacerse pura y simplemente o "a
beneficio de inventario", pues en uno y otro caso, sea al heredero o a los
acreedores a quien toque probar la inexistencia o existencia de bienes, el
heredero nunca tendrá que responder forzosamente por las deudas del causante y
de la sucesión sino que serán pagadas éstas con el haber inventariado.
Podemos afirmar de acuerdo con el artículo 535 del Código Civil, que existe
una total independencia entre los patrimonios del causante y el patrimonio de su
heredero, ya que si la herencia hubiese sido aceptada pura y simplemente, y los
bienes del difunto no fueran suficientes para pagar a los acreedores, el heredero
no estaría en obligación de pagar el saldo en descubierto.
En los ordenamientos jurídicos donde se admite la responsabilidad ultra vires
del heredero, si la herencia fue aceptada invocando el beneficio de inventario, el
efecto principal que se producirá es el de limitar la responsabilidad del heredero
239
hasta el monto de lo que ha recibido por herencia. Si es pura y simple podría
responder por la deuda del causante con sus propios bienes.
En cuanto a la responsabilidad del legatario el artículo 607 del Código Civil
estipula lo siguiente:
"El legatario recibirá la cosa legada con los gravámenes que tenga a la
muerte del testador, salvo que éste disponga lo contrario; pero el legatario no
responde de las cargas, sino hasta donde alcance el legado".
Se trata de igual forma que al heredero porque el patrimonio de quien recibe
el legado no se ve afectado por las deudas del causante.
Puede darse la situación de que todo el haber sucesorio haya sido repartido
en legados por el testador (artículo 612 C. C.), en este caso en particular las
deudas y cargas de la sucesión deberán ser repartidas a prorrata entre todos los
legatarios en la proporción de sus legados.
En consecuencia, para que pesen sobre el legatario las deudas del causante,
es necesario que expresamente éste se las imponga, salvo su responsabilidad
subsidiaria cuando al momento de abrirse la sucesión no hubiere bienes
suficientes para el pago de las deudas hereditarias o cuando el testador hubiere
dejado todo su patrimonio en legados. En general los legatarios concurren al pago
de las deudas hereditarias a prorrata de los valores de sus respectivos legados y
la porción del legatario insolvente no grava a los otros.
240
3 El Albacea
Todo proceso sucesorio debe tener un albacea debidamente nombrado, este
sujeto del proceso es tan importante como los herederos, el juez o el notario.
Hay diferentes clases de albaceas pero en la mortual solamente puede estar
actuando un albacea propietario. De parte del testador se pueden nombrar varios
propietarios y varios suplentes, aunque sólo uno podrá ejercer el cargo. Se
llamarán a aceptar el cargo en el orden de nombramiento; si no se nombró o no
aceptó el nombrado por el testador, se escogerá uno por los herederos y el
cónyuge supérstite en una junta general; mientras no se dé el nombramiento, el
juez puede designar un albacea provisional escogido entre los interesados, el cual
podría llegar a ser definitivo para el resto de la mortual (Artículos 541 a 543
Código Civil).
Como punto importante para resaltar en relación con la figura del albacea,
debemos señalar que no pueden ser albaceas, según lo establecido por el artículo
545 del Código Civil, quienes no puedan obligarse y quienes tengan su domicilio
fuera de la República, así como los que hayan sido condenados una vez o fueran
removidos por dolo de la administración de cosa ajena. En cuanto la situación del
domicilio, nuestros Tribunales de Justicia han aclarado este aspecto resolviendo
de la siguiente manera:
“Se trata de una norma imperativa. El defecto no se subsana con el
otorgamiento de un poder especial judicial a un abogado residente en Costa Rica.
El fundamento de la prohibición radica en las funciones de administrador del
241
albacea, las cuales se pueden ejercer únicamente si se reside en el país. Tales
atribuciones no se pueden delegar, menos a un abogado puesto que el poder
especial judicial se limita para la representación dentro del sucesorio, no para
administrar.” 1
Igualmente han señalado lo siguiente:
“"...no es posible que el designado (alúdese al albacea) esté en el extranjero,
puesto que precisamente la administración de los bienes exige su presencia en el
país... El albaceazgo es a su vez un poder general. De manera que su aceptación
a través de otros (…) y luego la administración a través de ese apoderado son
erróneas”. 2
El albacea como administrador y representante judicial y extrajudicial de la
sucesión es el encargado de propiciar el mejor desarrollo del proceso sucesorio
para que llegue a su término rápida y efectivamente, debe cumplir con sus
obligaciones puntualmente o de lo contrario puede ser removido y obtendrá sólo
los honorarios proporcionales a su actuación en el proceso.
El artículo 548 señala que el albacea tiene las facultades de un apoderado
general, y los apartados del artículo siguiente modifican esta calidad como se dice
a continuación:
1
Tribunal Primero Civil, Sección Primera, Nº 531-F, las 8 h 5 m del 17 de marzo del año 2004.
Proceso Sucesorio, de A.J.Z.S.
2
Tribunal Primero Civil, Sección Primera, Nº 2054, de 7:55 horas del 24 de noviembre de 1989,
citado por Tribunal Primero Civil, Sección Primera, Nº 531-F, las 8 h 5 m del 17 de marzo del año
2004. Proceso Sucesorio, de A.J.Z.S.
242
“Artículo 549.- El albacea necesitará autorización especial para:
1)
Arrendar fincas de la sucesión por más tiempo del que esta
permanezca indivisa.
2)
Renunciar, transigir o comprometer en árbitros, derechos que se
cuestionen sobre inmuebles de cualquier valor o sobre muebles valorados en más
de diez mil colones.
3)
Enajenar extrajudicialmente bienes de la sucesión cuyo valor exceda
de diez mil colones.
4)
Continuar el comercio del difunto.”
El albacea pedirá la mencionada autorización cuando proceda de un acuerdo
entre los interesados, pero si no se pudiera llegar a este convenio no es necesario
que se llame a junta de interesados para resolver la cuestión, bastará que lo
autorice el juez, si lo considera procedente. La autorización es improcedente por
innecesaria en los casos en que la venta de bienes inmuebles ha sido impuesta
por una sentencia firme.
Se hace necesario solicitar este permiso debido a que al ejecutar una de las
acciones descritas, los efectos de estas se extenderán en el tiempo, más allá de la
mortual dentro de cuyos límites está el radio de actuación del albacea.
Pese a que se dijo que el albacea es el administrador y representante de la
sucesión, si aún pensando en lo mejor para esta, realizara contratos o negocios
con bienes de la sucesión sin contar con el permiso especial, dichos contratos se
declararán absolutamente nulos, esto en vista de que el juez debe controlar las
243
actuaciones del albacea para confirmar que se hace lo que beneficie de mejor
manera los intereses de los herederos.
Debido a la importancia que recubre el cargo, en el artículo 559 del Código
Civil se establece que no le es posible al testador al hacer su última voluntad,
ampliar las facultades del albacea (ya que son establecidas legalmente) ni mucho
menos eximirle de las obligaciones y responsabilidades correspondientes a su
cargo (como la de presentar los estados mensuales).
El tema de los honorarios del albacea se encuentra regulado en los
numerales 557 y 558 del Código Civil, indicando que el monto de los honorarios
del albacea testamentario los fijará el testador, de no haberlo hecho así recibirá al
igual que el albacea dativo (nombrado por el juez) el cinco por ciento sobre los
primeros diez mil colones, y el dos y medio por ciento sobre la cantidad que
exceda de diez mil colones, todo esto con base en el capital líquido de la sucesión;
con respecto al albacea suplente y al provisional, sus honorarios deben ser
establecidos por los interesados, o en su caso por el juez. Por otra parte los
honorarios serán cancelados luego de terminarse la liquidación.
4 Pago de acreedores
Los acreedores pueden ver sus créditos cancelados durante la facción del
inventario por parte del albacea ya que en este momento es él quien tiene la
administración de la herencia, pero debe tomar en cuenta la opinión de todos los
interesados. De esta forma según como se van presentando los acreedores se les
va pagando, cabe resaltar que si se le paga a un acreedor que no es prendario ni
244
hipotecario dentro de los primeros seis meses de iniciado el sucesorio, debe rendir
una garantía satisfactoria en caso de que se presente un acreedor con igual o
mejor derecho y entonces devolverá lo que se le pagó indebidamente. De esta
manera se protegen los derechos de otros acreedores a los que se les habría
pagado con preferencia sobre aquellos con un crédito de menor jerarquía (artículo
564). Otra forma de proteger a estos acreedores la contempla el apartado 567, el
cual dice que se deben presentar a pedir que se reserven bienes suficientes para
pagar su crédito o que el heredero garantice su pago, si este no es exigible en los
primeros seis meses de instaurado el proceso sucesorio.
Los créditos se diferencian entre sí según se encuentren inscritos o no en
una jerarquía determinada, la cual vemos a continuación: créditos con privilegio
sobre determinados bienes, créditos de la masa y los que se equiparan a éstos,
créditos comunes o quirografarios, créditos de los trabajadores, también debe
tomarse en cuenta que según el artículo 171 del Código de Familia la deuda
alimentaria
tiene prioridad sobre cualquier otra deuda, lo anterior sin aceptar
excepción alguna.
El artículo 993 C. C. enuncia como créditos sobre determinado bien los que
tengan a su favor el fisco y los municipios por los impuestos que corresponden al
año precedente al inicio del sucesorio sobre el valor de las cosas sujetas a dichos
impuestos; el crédito hipotecario; el crédito pignoraticio; los acreedores que
teniendo el derecho de retención hayan usado de este derecho sobre el valor de la
cosa; y finalmente, el arrendador de finca rústica o urbana, por el monto que se le
245
adeude hasta la terminación de este, sobre el valor de los frutos de la cosa
arrendada existentes en la finca o en la masa y sobre el de todos los objetos con
que el arrendatario la haya previsto. Todos estos créditos se excluyen entre sí.
Los créditos de la masa, según el artículo 989 C. C. son:
En primer lugar, los que provienen de gastos judiciales y extrajudiciales
hechos en interés de los acreedores para comprobar y liquidar el activo y pasivo
de la sucesión, para la administración, conservación y realización de los bienes del
deudor y para la distribución del precio que produzcan.
Les siguen los que nacen de actos o contratos legalmente ejecutados por el
albacea. Los que procedan de contratos del causante previos a su muerte e
incumplidos por él, si los acreedores de la sucesión optan por llevar a cabo el
negocio.
En tercer lugar, la devolución debida en caso de rescindir algún acto o
contrato del causante, y la indemnización debida al poseedor de buena fe de las
cosas que la sucesión reivindique.
En cuarto puesto, la devolución que la sucesión debe hacer de las cantidades
que haya recibido por cuenta del precio de los valores y demás bienes ajenos que
hubiere enajenado el causante o la misma sucesión.
Finalmente las deudas provenientes de impuestos fiscales hasta su extinción
y los impuestos municipales corrientes.
Existen créditos que se equiparan a los de la masa para efectos de pago, el
artículo 991 C. C. los enumera así:
246
Los que provienen de los gastos hechos en el entierro.
Los provenientes de la asistencia médica prestada y de medicinas
suministrados en el mes anterior a la muerte del causante.
5 Partición de la Herencia
La partición es el momento culminante del proceso para los herederos debido
a que si luego de pagar las deudas a los acreedores aún quedan bienes en el
caudal hereditario, estos serán repartidos entre los interesados y de esta forma
lograr acabar con el estado de indivisión en que se encontraban. La partición y
adjudicación de los bienes hereditarios opera una doble consecuencia consistente
en producir un efecto declarativo en cuanto al dominio indiviso, y traslativo de
propiedad, en lo que se refiere a las porciones que se apliquen específicamente a
los herederos. El efecto declarativo de propiedad consiste en reconocer que el
dominio se transmitió a los herederos desde el día y hora de la muerte del de
cujus.
A su vez, el efecto traslativo de dominio se refiere a la porción que
concretamente se determina en la partición hereditaria y se adjudica en propiedad
exclusiva al heredero.
De acuerdo con el Código Civil toda partición realizada legalmente producirá
como efecto para todos los coherederos y legatarios (si los hubiere) la propiedad
absoluta sobre los bienes que hayan sido repartidos entre ellos.
En cuanto a las particiones que se hicieran en vía extrajudicial o por acuerdo
de todos los sujetos interesados, si se pretendiera rescindirlas sería necesario que
se dieran las condiciones legales indispensables para rescindir los contratos. Si se
247
tratara de una partición a la que se llegó mediando contención y se quisiera
rescindir, solamente podría ser atacada en los casos en que pueda ser atacada
una sentencia (según artículo 563 C. C.).
B. LEYES ESPECIALES
1 Ley de Derechos de Autor
Por lo general al hablar de los bienes hereditarios que deben ser incluidos en
la partición se piensa en bienes muebles, inmuebles, dinero o joyas, pero también
puede haber en el patrimonio del causante bienes de otro tipo, como lo son los
derechos de autor.
La ley de derechos de autor alude al contenido de los derechos de autor
prescribiendo que los autores son titulares de derechos patrimoniales y morales
sobre sus obras literarias y artísticas.
La Ley de Propiedad Intelectual clasifica a los diferentes sujetos del derecho
intelectual en plenos o integrales, secundarios, derivados o parciales. Los
primeros son los autores, colaboradores y en algunos casos los editores; los
secundarios son los sucesores, los derivados, los transformadores de la obra y los
parciales son los realizadores e intérpretes. 1
El artículo 7 de la Ley de Propiedad Intelectual dispone que las obras le
pertenecen a sus autores y el numeral 20 de la Ley de Derechos de Autor, se
refiere a la representación del autor por parte de sus mandatarios, causahabientes
1
ARROYO ALVAREZ (Wilberth) Derechos de autor y Derechos Conexos en la sucesión mortis
Causa. Revista Judicial, San José, Costa Rica, Nº 68, Junio de 1998, p. 54.
248
o derechohabientes, indicando que la titularidad derivada no puede despojar al
autor de la paternidad de su obra. Lo que se transmite inter vivos o mortis causa,
es únicamente el ejercicio de los derechos de autor.
La sucesión de los derechos de autor y derechos conexos es la forma de
transmisión mortis causa de los derechos patrimoniales y morales que tiene el
autor de una obra literaria o artística.
Debemos señalar que toda obra intelectual conlleva dos tipos de derechos;
los de carácter patrimonial y los de índole moral. Los primeros se refieren al
aspecto económico o pecuniario de la obra, en tanto que los morales son
inherentes al autor de la obra, le brindan protección a los intereses puramente
ideales. Se configura así un tipo de propiedad sobre un bien inmaterial al proteger
la obra como emanada de la personalidad e intereses del autor, que deben
considerarse como independientes del fin lucrativo. Los derechos morales son
inalienables, personalísimos, irrenunciables y perpetuos, a su vez son inherentes a
la calidad de autor, lo cual quiere decir que durante toda su vida, sólo él puede
ejercerlos, a diferencia de los patrimoniales que sí pueden transmitirse inter vivos
y mortis causa. Sin embargo existe una particularidad en la transmisión mortis
causa de los derechos de autor y derechos conexos, por la cual se opera un
fenómeno que no puede acontecer en la transmisión inter vivos de dichos
derechos y es que el derechohabiente adquiere tanto los derechos morales como
los patrimoniales del autor.
249
A la transmisión mortis causa de los derechos de autor se le atribuye una
naturaleza de carácter mixto.
Cuando ocurre la transmisión mediante sucesión mortis causa de los
derechos de autor, el derechohabiente adquiere para con la obra una relación casi
igual que la que tenía el autor, es decir, todos los efectos de la protección moral
que brinda el Derecho al autor de la obra creada, se transmiten en derechos que
ese tercero puede hacer valer como si él fuera el autor.
En cuanto al ejercicio de los derechos de autor, los derechos morales son los
que le permiten al autor crear la obra y hacerla respetar, defender su integridad en
la forma y en el fondo, durante su vida.
Sin embargo, una vez que el autor de la obra muere, todos esos derechos los
adquiere el sucesor, y como derecho habiente puede ejercitar esos derechos
como si fuera el autor o creador de la obra; es decir, mientras esté vivo, tampoco
podrá transmitirlos, puesto que son personalismos; únicamente él puede
ejercerlos.
Según el artículo 15 de la ley antes mencionada, al fallecimiento del autor,
faltando disposición testamentaria específica, el ejercicio del derecho moral se
transmite sucesivamente a su cónyuge, descendientes y ascendientes en ese
orden. Ese mismo artículo prevé el caso en que no existan derechos disponiendo
250
que el defensor de esos derechos será el Ministerio de Cultura, Juventud y
Deportes.
1
Los derechos de autor y conexos que tendría el sucesor, según la Ley de
Derechos de Autor (artículo 58), tiene una vigencia de cincuenta años, desde el
fallecimiento del autor.
Existe un lapso amplio de protección al disfrute particular de esos derechos,
porque ello motiva la creación de obras literarias y artísticas, ya que los creadores
cuentan con que sus familiares o sucesores podrán disfrutar por bastante tiempo
de dicha creación.
2 Ley de Tierras y Colonización
La figura central que debe tomarse en cuenta al hablar de las sucesiones
referidas al derecho agrario es el contrato de asignación individual de tierras, el
cual tiene características y principios muy propios, y por esta razón se le considera
como un contrato sui generis.
Se trata de un contrato por el cual el Estado a través del ente agrario,
adjudica a un agricultor, una parcela o una finca agrícola, bajo el compromiso de
traspasarla en propiedad y por un precio; luego de pasar por varias etapas.
La primera parte es un período de prueba, que inicia con la adjudicación y
entrada en posesión de la parcela, se mantiene por un espacio de tiempo
discrecional que usualmente oscila entre tres meses y un año.
1
ARROYO ALVAREZ (Wilberth) Derechos de autor y Derechos Conexos en la sucesión mortis
Causa, Revista Judicial, San José, Costa Rica, Nº 68, Junio de 1998, p. 56.
251
El segundo momento es el de traspaso en propiedad, una vez concluida la
etapa anterior, si el asignatario demuestra que es idóneo para la explotación de la
parcela se hace acreedor para recibir el título de propiedad; pero aun cuando se
dé la inscripción en el Registro Público no puede el asignatario disponer
libremente de la explotación, el Ente debe autorizar sus actos, mantiene su tutela
hasta que la empresa se consolida.
Luego de 15 años de la asignación, el asignatario adquiere el poder de
disposición casi plenamente, se extingue la limitación de inalienabilidad que hasta
ese momento lo afectaba.
En último término sigue el periodo de control masivo del Ente, esta fase se
inicia cuando el asignatario adquiere el derecho de disponer libremente de su
parcela, es un control masivo que la ley concede al Instituto, con la expectativa de
readquirir la explotación ante actos del asignatario que atentan contra los fines de
la reforma fundiaria.
Los principios propios del derecho agrario conceptúan la propiedad como un
derecho de actividad donde se desarrolla y conserva la empresa agraria aún
después de la muerte del empresario, pretendiéndose eso con la selección del
heredero idóneo que tenga la capacidad técnica necesaria para realizar la
actividad agraria y así mantener la empresa. Debido a lo anterior la aplicación de
principios propios de la doctrina civil como el de la igualdad de los herederos,
universalidad de la herencia y libre disponibilidad de los bienes, conllevaría a la
252
subdivisión de la propiedad agraria, provocando su disolución o la concentración
excesiva de la misma.
Existen tres tipos de sucesión agraria de acuerdo con la Ley de Tierras y
Colonización.
La primera se da por disposición del causante, el artículo 69 de la Ley dice
que el heredero designado por el causante, que reúna las condiciones exigidas
por la ley para ser beneficiario.
Este testamento debe ajustarse al derecho civil, la designación la hace el
ente asignatario de una lista de posibles herederos hecha por el causante. Sin
embargo en lo referente a este tipo de sucesión, se aplican las normas civiles en
cuanto al otorgamiento del testamento, y también respecto a la declaratoria de
herederos y la distribución de los bienes.
La segunda clase es la sucesión intestada por designación, esta ante la falta
de testamento, recae sobre el heredero que los demás designen o bien que el IDA
designe en caso de contención.
La tercera es la sucesión necesaria con reversión, en la el IDA debe
depositar a la orden del juez correspondiente el valor que el perito haya dado y
haya sido aprobado judicialmente teniendo la posibilidad de subrogarse en lo que
le adeudaba el causante.
Anteriormente las disposiciones previstas en la Ley de Tierras y Colonización
en materia sucesoria resultaron inaplicables ya que no existía un procedimiento
judicial especial en el que se las aplicara. Con la Ley de la Organización y de la
253
Competencia de los Tribunales Agrarios, se crea una instancia para su aplicación
conforme al Art. 2 inciso c) de dicha ley en el que se atribuye a los tribunales
agrarios del lugar donde esté localizado el inmueble la competencia para conocer
los procesos sucesorios previstos en los Art. 69 y 67 de la Ley de Tierras y
Colonización. 1
En el artículo 69 de la ley el legislador estableció que, "con el objeto de
garantizar la integridad de la parcela, en caso de fallecimiento del parcelero o
colono antes de haberse producido las condiciones que señala el Artículo 67, el
Instituto, después de aprobarlo, autorizará el traspaso del contrato de
adjudicación, dentro del siguiente orden de precedencia;
Al heredero designado por el causante, que reúna las condiciones exigidas
por esta ley y sus reglamentos.
A los herederos que reuniendo las mismas condiciones, se comprometan a
continuar en conjunto la explotación de la parcela, como unidad económica y
familiar.
Al heredero que designen los demás coherederos por convenio privado, y en
caso de no haberlo, al que el Instituto estime idóneo para la adjudicación.
Si no hubiere heredero capaz en los términos de esta ley y sus reglamentos,
o si el presunto adjudicatario no pudiere garantizar el pago del haber sucesorio
que por razón de la parcela pudiere corresponder a los otros herederos, el Instituto
1
ARROYO ALVAREZ (Wilberth) La sucesión mortis Causa en sede agraria. Revista Judicial, San
José, Costa Rica, Nº 63, Septiembre de 1997, pp. 78-79.
254
podrá adjudicarse judicialmente la parcela, depositando a la orden de la sucesión
el valor del inmueble dado por el perito de la mortual, con deducción de las deudas
que el causante tuviere con el Instituto.
El Artículo 67, a que remite esta norma, apunta como término dentro del cual
es posible actuar lo dispuesto por el Artículo 69, el transcurso de los primeros
quince años de posesión del predio. Pasado este lapso, conserva el Instituto la
tutela en previsión de la atomización de la parcela, si bien hace alusión
únicamente a la posibilidad de venta. Pero debemos entender, por el interés
público
que
reviste
esta
materia,
que
tal
tutela
cubrirá
también
el
desmembramiento por la sucesión mortis causa, a fin de que la reforma agraria no
pierda sus objetivos.
En cuanto al procedimiento aplicable la ley Nº 6734 tiene el inconveniente de
que no prevé un procedimiento especial en la tramitación de los juicios sucesorios
agrarios. Así, las sucesiones agrarias se tramitan conforme con las disposiciones
contenidas en el Código Civil y Procesal Civil.
El procedimiento previsto en los artículos 69 y 67 de la Ley de Tierras y
Colonización en realidad nunca han sido aplicados por los tribunales agrarios pues
éstos aplican los procedimientos y principios del derecho civil.
Otro argumento en contra de la puesta en práctica de este procedimiento es
su elevado grado de complejidad y sus muchos requisitos que debe cumplir el
heredero adjudicatario que llevarían siempre a una sucesión necesaria con
255
reversión al ente con el peligro social que éste representa al darse el caso de que
toda una familia no calificara se quedaría sin el único medio de subsistencia. 1
También es posible que el IDA en sede administrativa pueda adjudicar un
bien de esta naturaleza acudiendo a las soluciones prácticas que esa la ley le da
como una opción posible.
En razón de lo complejo de sus regulaciones los tribunales agrarios se han
limitado a fallar o proseguir estos procesos conforme a los principios de la
sucesión civil contemplados en la doctrina civil. Aunado a lo anterior los principios
del derecho agrario no se aplican en parte quizá a la formación totalmente civilista
que reciben los profesionales del derecho y que luego se refleja en los distintos
perfiles que puede asumir.
La posibilidad de ver cumplida la función social de la propiedad disminuye,
pues los principios civiles son opuestos a los fines del derecho agrario.
C MÁS ALLÁ DEL CÓDIGO CIVIL
Es necesario, cuando queremos saber hoy en día qué es lo que el Derecho
Civil patrio dispone, recurrir a leyes especiales, como lo notamos supra, porque se
ha dado un fenómeno de desmembración de muy diversas materias, aunado al
surgimiento de otras a su lado no previstas en sus orígenes por nuestro Código
Civil.
Es primordial para el Derecho, un conjunto de normas que garanticen el
1
Ver ARROYO ALVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 81.
256
cumplimiento, de sus objetivos, estas normas conforman el Derecho Procesal, uno
de los instrumentos que el mismo ordenamiento ha concebido como medio de
hacer cumplir esos fines. Esas normas establecidas “que regulan la relación que
surge en un momento dado a consecuencia de las divergencias que se presentan
entre los sujetos de Derecho, reglamentan lo que conocemos como proceso y la
participación de los sujetos que en ella intervienen, las partes y el juez, con el fin
de resolver aquella controversia.” 1
Tal y como sucede al regular muchas de las ramas del derecho, el proceso
no esta exclusivamente regulado en un código aun cuando haya sido promulgado
específicamente con ese fin.
Uno de los principales problemas que se presentan durante la vigencia de un
cuerpo normativo, es la excesiva promulgación de leyes especiales relacionadas
con este y la presencia de normas en otros códigos o leyes que deberían ser de
su ámbito y viceversa.
Existe una mayoría de normas en el Código de Procedimientos Civiles que
tienen una naturaleza procesal y otras, que por la suya deberían encontrarse
ubicadas en el Código Civil. A su vez existen normas de carácter procesal que
aparecen en el Código Civil.
Podemos afirmar que el cúmulo de normas referidas al proceso sucesorio
que tienen carácter procesal y que están contenidas en el Código Civil es mayor
1
VARGAS SOTO (Francisco Luis) La interrelación de los Códigos Civil y Procesal Civil. Revista
Judicial, Nº 43, Junio 1988, p. 18.
257
que la cantidad de disposiciones que se encuentran en el Código de
Procedimientos Civiles y que por su contenido deberían aparecer en aquél.
La existencia de esas normas, que han sido denominadas como
"desubicadas", ocasiona la reiteración de aspectos normativos en ambos cuerpos
legales, y lo que es peor aún, que se den contradicciones muy importantes. La
falta de tecnicismo al verse incluidas normas de un código en otro y viceversa, es
consecuencia de la antigüedad del Código Civil y de Procedimientos Civiles.
En primera instancia mencionaremos las normas de naturaleza procesal
contenidas en el Código Civil.
1
a) El numeral 525, párrafo final señala la inadmisibilidad de la acción de
indignidad contra el heredero del indigno.
b) El articulo 528 dispone que "la aceptación de la herencia ha de ser
expresa, pidiendo al juez del domicilio de la sucesión, la declaratoria de ser tal
heredero".
c) A propósito de la competencia territorial, la Ley Orgánica del Poder
Judicial, a numeral 176, inciso 3, dispone que serán competentes "...para iniciar
los juicios de sucesión hasta su conclusión, el juez del domicilio de la sucesión",
pero ni ella ni el Código de Procedimientos Civiles aclaran el punto, siendo
necesario recurrir al Código Civil, —artículo 48—, el cual a la letra dice:
1
Ver VARGAS SOTO (Francisco Luis) op. cit. pp. 20-21.
258
“El domicilio de la sucesión de una persona es el último que ésta tuvo; y en el
caso de no poderse saber cuál era, el lugar donde esté la mayor parte de sus
bienes".
Ahora bien, resulta que perdido entre las disposiciones de la sucesión
legítima, encontramos el numeral 572 del Código Civil, el cual en su párrafo
segundo del inciso 6 y sin que nada tenga que ver con los aspectos contenidos en
dicha disposición —que se encarga de establecer los distintos órdenes o grados
de herederos legítimos—, introduce un complemento de la regla de competencia
territorial que hemos señalado, cuando dice:
"Si el causante nunca hubiere tenido su domicilio en el país, el juicio
sucesorio se tramitará en el lugar donde estuviere la mayor parte de los bienes".
d) Es norma de carácter procesal la contenida en el numeral 529 del Código
Civil, el cual dispone que el término para aceptar la herencia será de treinta días
hábiles contados desde la primera publicación en el periódico oficial del edicto que
se avise estar iniciado el sucesorio y se emplace a los interesados en él, pero que
si consta en el expediente el nombre y la residencia del heredero, no correrá para
él dicho término, el cual contará a partir de la fecha en que se le notifique
personalmente, y finalmente, que si no es el caso de así proceder, y el heredero
se encontrare fuera de la República, el término para aceptar la herencia se
entenderá prorrogado por treinta días hábiles más.
259
e) Por su lado el artículo 532 dispone que vencido el término señalado, si se
presentare algún heredero reclamando la herencia, se le declarará heredero sin
perjuicio de tercero de mejor derecho.
f) Las consecuencias de la forma en que se acepte la herencia, de
conformidad con lo dispuesto por el numeral 535 del Código Civil, se traduce en
una carga de la prueba: aceptada pura y simplemente toca al heredero probar que
no existen bienes suficientes para pagar las deudas del difunto; acepta a beneficio
de inventario, la carga de la prueba revierte sobre el acreedor: éste debe probar
que si existen otros bienes además de los inventariados con qué hacerse pago.
g) Es de corte netamente procesal el numeral 536 que dispone:
"No dándose principio al inventario o no concluyendo éste por culpa del
beneficiario, dentro del término señalado por Ley, se tendrá la herencia como
aceptada pura y simplemente".
h) En cuanto al albacea se refiere, los numerales 541 a 560 contienen una
serie de aspectos que son de naturaleza procesal:
h.1) 541: En ninguna mortuoria habrá más de un albacea. Para casos de
impedimento temporal o en supuesto interés contrario al de la sucesión se deberá
nombrar un albacea suplente.
h.2) 542: Cuando falte albacea testamentario, los herederos y el cónyuge en
junta general nombrarán propietario y suplente, por mayoría de votos. En caso de
empate decide el juez. Si el albacea testamentario incumple sus obligaciones, la
260
potestad de removerlo le corresponde exclusivamente a los interesados y no de
oficio al juez tramitador. 1
h.3) 543: Faculta al juez a elegir un albacea provisional mientras no se
verifique el nombramiento de albacea definitivo o cuando no haya albacea
testamentario o éste no quiera o no pueda aceptar. Se faculta asimismo al juez
para que nombre un albacea específico en caso de que el albacea provisional
tenga interés en algún asunto en contradicción con los demás interesados.
h.4) 544: La remoción del albacea provisional se prevé sea hecha por el juez
a gestión de parte interesada.
h.5) 550: La autorización al albacea para que ''proceda a realizar
determinados actos previstos en el numeral 549 debe resultar del convenio de tos
interesados, y cuando falte ese convenio o por el estado del juicio no pueda
conocerse la voluntad de los interesados, la autorización la concederá el juez.
h.6) 553: El albacea debe depositar a la orden del juez y en el
establecimiento de depósitos judiciales, todas las cantidades de dinero que reciba
por cuenta de la sucesión.
h.7) 554: Cada mes presentará el albacea al juzgado un estado
1
Ver resolución Tribunal Primero Civil.- Nº 592 -G – del de las siete horas treinta minutos del
once de junio del año dos mil tres en Proceso Sucesorio de Jorge Antonio Acuña Mora: “Estamos
ante una sucesión testada, y existe un albacea testamentario, y esos casos no le corresponde al
Juez decidir de oficio la remoción de ese representante de la sucesión, únicamente a gestión de los
interesados.”
261
administrativo de ingresos y egresos y al cesar en su cargo debe rendir una
cuenta final comprobada de su administración.
h.8) 558: Los honorarios del albacea suplente y los del provisional serán
fijados por las partes y en su defecto por el juez.
h.9) 558: Cuando hubiere varios albaceas, el juez designará la parte de
honorarios que a cada uno corresponda.
i) Por otra parte, el Código establece que el acreedor cuyo crédito no fuere
exigible en los seis primeros meses después de iniciado el juicio de sucesión,
deberá presentarse al proceso pidiendo que se separen bienes suficientes para
pagarle en su oportunidad, o que se garantice el pago de! heredero. (Art. 567,».
j) El numeral 572, párrafo 3, inciso 6, dispone que en el caso de que se llegue
a declarar heredero al Estado en las Juntas de Educación, éstas no entrarán en
posesión de la herencia sin que preceda resolución que declare sus derechos.
k) Dispone por otra parte el Código Civil, que si el causante legó una pensión
vitalicia anual, sin dejar a cargo de ella algún heredero o legatario, y los herederos
no se pusieren de acuerdo sobre cuál de ellos habrá de pagar la pensión, hará la
designación el juez. (Art. 614).
Normas contenidas en el Código de Procedimientos Civiles, que por su
naturaleza deberían encontrarse en el Código Civil.
El numeral 510, penúltimo párrafo, dispone que los bienes de toda sucesión
responderán aun con perjuicio de tercero hasta seis meses después de la
publicación del primer edicto de emplazamiento.
262
Respecto del cónyuge supérstite y de los hijos que con él vivan, el artículo
526, párrafo final establece que podrán continuar habitando la casa que ocupaban
en el momento del fallecimiento del causante y mientras no resulte adjudicada a
otra persona.
Dispone el Código de Procedimientos Civiles, en el párrafo cuarto de su
artículo 549, que el albacea no está obligado a pagar los honorarios del abogado
director de la sucesión, salvo que los autos revelen que la dirección del abogado
no ha sido hecha en realidad en beneficio de la sucesión sino en defensa de los
intereses personales del albacea.
Conclusión
Al concluir el análisis de fondo de nuestro derecho sustantivo hemos podido
comprobar que existe cierto nivel de desunificación en el tratamiento normativo
que se le ha dado al proceso sucesorio, esto por cuanto son varios los cuerpos
legales a los que se puede acudir durante el trámite de una sucesión,
dependiendo de las circunstancias que rodean a esta (si hay bienes con carácter
agrario, si se incluyen derechos de autor, etc.).
Un punto contradictorio que se ha constatado es que cuando se debe aplicar
la Ley de Tierras y Colonización, el proceso que esta estipula en sus artículos 67 y
69 no ha sido utilizado por nuestros tribunales, sino que estos han aplicado los
principios y procedimientos del derecho civil. La explicación para estos hechos
radica en la formación académica que tienen los profesionales en derecho y los
propios jueces la cual es casi completamente civilista, debido a esto resulta mucho
263
más fácil aplicar dichos principios que tratar de implementar los principios agrarios,
con el consiguiente gasto en educación, tiempo, dinero, estructura del Poder
Judicial; además debido a la complejidad de la regulación y de la aplicación del
derecho agrario los mismos tribunales han decidido fallar utilizando como
fundamento las normas y principios del derecho civil, sin que hasta el momento se
haya dado alguna iniciativa para hacer más accesible la implementación del
derecho agrario.
Otro problema que surge al momento de aplicar las diferentes normas
relativas al proceso sucesorio es la desubicación de algunas de ellas, esto porque
en el Código Civil se encuentran ciertas reglas que tienen un carácter procesal así
como en el Código Procesal Civil hay otras que son de derecho sustantivo, todo lo
anterior causa confusiones y contradicciones que se pueden evitar con una
técnica legislativa más depurada.
Estos problemas se presentan en un Código Civil que tiene más de cien años
y que al necesitar reformas para adecuarse a los cambios sociales, económicos y
legales, estas no fueron realizadas de la mejor manera y por esta razón aparecen
normas desubicadas que debieron incluirse en el Código de Procedimientos. El
hecho de que el código sea tan antiguo no es la causa de los problemas
señalados, sino que algunas de las reformas que se le han hecho contuvieron los
errores ya apuntados, que pudieron evitarse con un mayor control de parte de los
legisladores.
264
SECCIÓN II EL ACTUAL PROCESO SUCESORIO
COSTARRICENSE
El proceso sucesorio nace a partir del principio de inmortalidad jurídica con
un sentido romanista en que el interés de la familia toma un lugar preponderante.
Es un principio filosófico que hace énfasis en la personalidad del difunto y
que pretendía que la personas continuaran con su vida y que se hacia extensiva a
sus herederos.
Los procesos sucesorios no son contenciosos, según el artículo 819 Código
Procesal Civil se encuadran dentro de la llamada actividad judicial no contenciosa,
en la que no hay partes, no hay una demanda, pero que eventualmente podría
resultar contenciosa; es un procedimiento más que un proceso, y por esto debería
estar fuera del sistema judicial para enmarcarse dentro de la competencia notarial.
A. PROCESO SUCESORIO JUDICIAL.
Se encuentra regulado en el Capítulo XI del Título II del Libro IV del Código
Procesal Civil, dentro de la actividad judicial no contenciosa y disposiciones
comunes, consta de una concatenación de actos, que tiende a liquidar los bienes
del causante; los sujetos que tienen participación son los acreedores, el cónyuge
supérstite, los legatarios, los herederos legítimos o los testamentarios, según sea
265
el caso y el albacea. El juez o el notario tienen a su cargo la dirección del
procedimiento pero a su cargo no debe haber decisión alguna, salvo que por
razones de legalidad u oportunidad se lesionen los derechos de un acreedor o de
otro interviniente.
Los órganos del proceso sucesorio son: el juez o el notario, la junta de
interesados (quienes toman las decisiones más importantes, disposiciones sobre
distribución, etc); y el albacea (homologa al curador, es el encargado de la
representación judicial y extrajudicial de la sucesión como entidad jurídica).
El artículo 899 Código Procesal Civil indica que para promover el inicio del
procedimiento sucesorio, al solicitarse su apertura o el aseguramiento de bienes,
debe demostrarse, mediante certificación, el fallecimiento o la declaración de
muerte del causante, la cual se equipara al certificado de defunción a efectos de
abrir el sucesorio.
Cualquiera que se crea con interés en la sucesión puede promover su
apertura por medio de un escrito que debe cumplir con los siguientes requisitos,
sin los cuales el juez no le dará curso: nombre y calidades del causante 1 ; nombres
y calidades de los presuntos herederos; si el causante hubiere dejado hijos de
diferentes matrimonios; si hubiere menores, incapaces o ausentes interesados; si
1
Aclarándose que si su último domicilio fue en el extranjero, el juez nacional carece de
competencia territorial para conocer de la mortual, ver resoluciónes: Tribunal Primero Civil.- -Nº
443 -N- a las ocho horas treinta y cinco minutos del seis de junio del año dos mil dos. Proceso
Sucesorio De Emmanuel Louis, SALA Segunda De La Corte Suprema De Justicia., Nº 200400069 San José, a las diez horas del seis de febrero del año dos mil cuatro, Proceso sucesorio
de David Eugene Brewer.
266
se tuviere noticia o no de la existencia de testamento; de los bienes que haya
dejado a su muerte el causante, y su valor aproximado.
1
Antes de iniciar el juicio sucesorio testamentario debe constatarse si se está
en presencia de un testamento no auténtico o de un testamento cerrado, para
saber si se procede a la comprobación de testamento abierto no auténtico o a la
apertura de testamento cerrado. Es relevante señalar que debe presentarse el
original del testamento ya que es el único documento idóneo para tener a un
proceso sucesorio como testamentario, lo anterior lo ha confirmado Tribunal
Primero Civil de San José de la siguiente manera: “Este Tribunal nota que el
proceso se ha seguido como Sucesión Testamentaria, y sólo se ha aportado a los
autos fotocopia certificada notarialmente de los testamentos de los causantes. Ese
no es el documento apto, debe ser el original, y si no se encuentra aportarse el
segundo testimonio expedido por el Archivo Nacional con los requisitos legales.
Mientras no se aporten esos documentos no es posible tener al sucesorio
como testamentario.” 2
En vista de que todos o algunos de los bienes de la mortual pueden ser de
fácil sustracción, con el consiguiente daño al derecho de los herederos, para evitar
esta circunstancia existe la figura del aseguramiento de bienes, estipulado en el
numeral 907 Código Procesal Civil.
1
Código Procesal Civil Ley Nº 7130 3 de Noviembre de 1989, San José, IJSA Investigaciones
Jurídicas, 6ª edición 1998 art. 915.
2
Tribunal Primero Civil, Sección Primera, Nº 813-F, las 7 h 40 m del 1º de agosto del año 2003.
Sucesiones acumuladas de L.C.R.D. y M.E.V.Z.
267
Se puede dar el aseguramiento de bienes al inicio o durante el proceso
sucesorio, según se haga o no necesario, y puede declararse de oficio. Se sella el
lugar en que estén los bienes y se hace un inventario de estos y se dejan los
bienes con alguien mientras se nombra al albacea. Es necesario agregar que la
etapa de aseguramiento de bienes no sustituye la etapa de realización del
inventario, que es de cumplimiento obligatorio.
Luego de que se dicta el auto de apertura del proceso sucesorio se presentan
varias situaciones, como el fuero de atracción; cuando hay otros procesos
relacionados directa o indirectamente con la sucesión y que pueden llegar a
afectarla se produce el fuero de atracción, de acuerdo a lo señalado en el artículo
900 del Código Procesal Civil serán atraídos por la sucesión:
“1) Los procesos ordinarios, abreviados y ejecutivos de conocimiento
sumario, que se hubieran establecido contra el causante antes de su fallecimiento.
2) Los procesos ordinarios, abreviados y ejecutivos de conocimiento sumario
que se establezcan contra los herederos o el albacea en estas calidades.
3) Los procesos que se promuevan contra la sucesión.”
1
Todos estos procesos serán conocidos y resueltos por el juez del sucesorio,
cada uno por separado porque no se trata de una acumulación de procesos, sino
que los procesos señalados deben pasar a conocimiento de este juez. Los plazos
1
Código Procesal Civil Ley Nº 7130 3 de Noviembre de 1989, San José, IJSA Investigaciones
Jurídicas, 6ª ed. 1998
268
respectivos no correrán hasta que los expedientes lleguen a manos del juez y la
sucesión esté debidamente representada por el albacea.
Con respecto a la aceptación y renuncia de la herencia el artículo 529 Código
Civil establece que luego de la publicación en el Boletín Oficial del edicto que
avisa el inicio del sucesorio y que emplaza a los interesados, hay un plazo de
treinta días para aceptar o renunciar la herencia, si no ha habido pronunciamiento
alguno y el heredero muere, sus herederos pueden aceptarla mientras no haya
transcurrido el plazo (artículo 530 Código Civil). A su vez todo el que tenga un
interés subordinado a la aceptación o renuncia de la herencia, por parte del
llamado a recibirla, podrá pedir al tribunal que prevenga al sucesor para que
dentro del plazo se decida por la aceptación o la renuncia. 1 Si se da la renuncia y
los acreedores del heredero consideran que esta les perjudica, tienen la opción de
impugnar la renuncia para hacer efectivos sus derechos con los bienes que aquel
hubiera recibido de no haber renunciado (artículo 537 Código Civil), no toman la
calidad de herederos, sino que se les permite cobrarse sus créditos con bienes de
la sucesión como si la renuncia nunca se hubiera expresado.
Herencia Vacante.
Un tema relacionado con la aceptación de la herencia, con la declaratoria de
herederos y la herencia yacente es el de la herencia vacante, que se da cuando
no se presenta ningún heredero (legítimo o testamentario) a reclamarla, puede
suceder también que sea repudiada, o que no se da la representación en caso de
1
Código Procesal Civil, art. 904
269
indignidad. 1 En nuestro país se podrían dar estas situaciones pero la herencia no
queda vacante ya que el artículo 572 Código Civil establece dentro del último
orden de herederos al Estado, que a través de las Juntas de Educación recibiría el
patrimonio del fallecido
Como complemento de la norma anterior tenemos el artículo 917 del Código
Procesal Civil que señala a la Procuraduría General de la República como
representante del
Estado en el proceso sucesorio hasta que el Juez declare
herederos y legatarios, teniendo total legitimación para participar como parte
interesada, en el caso de que se proceda a declarar como heredera a la Junta de
Educación respectiva, será con aquella representación estatal con la que se
tramitará todo lo concerniente a pago de los créditos de la sucesión.
En el proceso sucesorio cuando se está frente a un testamento no auténtico,
debe el juez comprobar la idoneidad del testamento para tener certeza de que si
se llega a ejecutar, este sea cierto; y cuando se trata de un testamento cerrado,
proceder a su apertura (artículo 911 Código Procesal Civil.).
Es importante que la apertura del testamento cerrado le proporcione
seguridad a los interesados de que este no ha sido violentado, para que esto se
cumpla es necesario seguir varios pasos según lo regula el artículo 912 Código
Procesal Civil.
1
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Partición de la Herencia y pago de acreedores en Proceso
Sucesorio Costarricense, Antología de Derecho Sucesorio 2001, San José , Facultad de Derecho,
Universidad de Costa Rica, 2001 p. 28.
270
Deberá comprobarse el estado de la carpeta, lo escrito en ella y las
cerraduras. Se deben reunir el notario autorizante y los testigos del acta, a fin de
que reconozcan sus firmas y la verdad de sus afirmaciones contenidas en la
carpeta del testamento, señalando si se halla en el mismo estado que cuando
autorizaron el acta.
Si un testigo no quisiere o no pudiere comparecer ante el tribunal, se
comisionará al tribunal respectivo para la práctica del reconocimiento de la firma
de dicho testigo y para recibirle su declaración.
Si el notario o los testigos hubieran muerto o estuvieran ausentes, se
reconocerán sus firmas por medio del cotejo de letras, o por medio de testigos.
Los otros testigos declararán si el muerto o el ausente fue notario autorizante
y si lo vieron firmar.
Reconocidas las firmas y no habiendo señales de haberse violado la carpeta,
el juez abrirá el testamento, lo leerá a los interesados presentes y lo insertará
literalmente en el acta que deberá levantar.
Todo este trámite es muy minucioso ya que si el juez considera que el
testamento no puede sustentar un proceso sucesorio testamentario, así lo
declarará, y ordenará la continuación de los procedimientos como sucesorio
intestado.
1
1
Código Procesal Civil Ley Nº 7130 3 de Noviembre de 1989, San José, IJSA Investigaciones
Jurídicas , 6ª ed. 1998, art. 914
271
A partir de esto se da la resolución de apertura del proceso sucesorio, en la
cual el juez llamará al albacea testamentario para que acepte el cargo, o nombrará
el provisional; de ser necesario se asegurará la representación de los menores;
dará audiencia al Patronato Nacional de la Infancia y a la Procuraduría General de
la República; y citará por medio de un edicto publicado en el Boletín Judicial a los
herederos, legatarios, acreedores y demás interesados para que, en el plazo de
treinta días, hagan valer sus derechos, todo lo anterior con base en el numeral 917
Código Procesal Civil.
En cuanto al nombramiento del albacea, cuando se trata de una sucesión
testamentaria y se han nombrado varios albaceas serán llamados al cargo en el
orden de su nombramiento. De ser necesario se nombrará de entre los
interesados un albacea provisional, el cual cesará en su labor cuando el definitivo
acepte el cargo, aceptación que deberá realizarse en un plazo de cinco días,
puede ocurrir que el albacea provisional sea nombrado definitivamente en el
cargo.
El emplazamiento que cita herederos y legatarios debe ser notificado y luego
de transcurrido el plazo de este, procederá el juez a hacer la declaratoria de
herederos, esta declaratoria se hace en un auto que produce cosa juzgada formal,
y por lo tanto puede ser revisada en el caso de que aparezca un tercero con mejor
derecho el que deberá oponerse a la declaratoria en vía incidental o por la vía del
proceso ordinario si se trata de la nulidad de una disposición testamentaria
(artículo 921 Código Procesal Civil).
272
Una vez que el albacea ha aceptado el cargo debe presentar en los quince
días siguientes, el inventario de todos los bienes de la sucesión. Desde que toma
posesión del cargo, entra en la posesión de los bienes sucesorios; sin embargo, el
cónyuge sobreviviente y los hijos que con él vivan, podrán continuar habitando la
casa que ocupaban al momento del fallecimiento del causante, mientras no resulte
adjudicada a otra persona (artículo 922 Código Procesal Civil).
En caso de que se hayan incluido o excluido indebidamente algunos bienes
en el inventario, para aclarar la situación se podrá plantear por el interesado un
incidente de exclusión o de inclusión de bienes (artículo 923 C.P.C.). Un Ejemplo
que permita la exclusión de bienes indebidamente inventariados, se da cuando el
causante es accionista de una sociedad anónima, debiendo inventariarse y
valorarse posteriormente las acciones que tenía en dicha sociedad, y no así los
bienes que constituyen su capital social, como se ha pretendido en algunos casos
en que “…solicitaron al Despacho que se tuvieran por valorados varios bienes,
presidiéndose del nombramiento de perito, esto de acuerdo con el valor que los
mismos tenían en la Tributación Directa; sin embargo constando en autos que tres
de los inmuebles allí indicados, así como dos vehículos no se encontraban
inscritos a nombre del causante, sino de Sociedades Anónimas en las que el
fallecido era socio… señalando que lo procedente era la valoración de las
273
acciones del causante en esas sociedades, situación que viene a ser compartida
por este Tribunal”1
Con base en el artículo 935 Código Procesal Civil se debe hacer un legajo
separado en el que constará todo lo relativo a la administración de la sucesión a
cargo del albacea.
La personalidad del albacea se acreditará con una certificación librada a tal
efecto. Estará obligado a presentar informes mensuales de su administración que
serán acompañados de los recibos y documentos correspondientes a los gastos,
cuya copia se agregará a un legajo separado, luego de cesar en su cargo estará
obligado a presentar una cuenta final de su administración, que será incorporada
en el legajo de informes mensuales. Con respecto a la obligación de presentar los
informes mensuales cabe aclarar que por el simple atraso en su presentación, o la
falta de esta no implica necesariamente la remoción del albacea en su cargo como
se puede comprobar en el siguiente extracto: “El solo hecho de incumplir con la
presentación de los informes mensuales administrativos no es suficiente para
remover al albacea de su cargo, a menos que, según lo ha subrayado en forma
sostenida este Tribunal, concurra junto con otras faltas a sus deberes, funciones u
obligaciones. (…)La situación debe ser valorada con mayor celo si la remoción se
pretende solo apoyada en el incumplimiento de presentación de los informes de
1
Tribunal Primero Civil.- Nº 34-E , a las ocho horas cuarenta minutos del cinco de enero del año
dos mil uno. Proceso Sucesorio De Eduardo Viquez Ramirez.
274
administración, pero los bienes de la sucesión que están bajo esa administración
no ameritan una gestión administradora exhaustiva, cuya información periódica a
través de los informes signifique una indispensable fuente de datos para coordinar,
ejecutar, evaluar, controlar y fiscalizar las tareas del albacea.”
1
En las sucesiones testamentarias se guardará y cumplirá lo que el testador
hubiere dispuesto sobre la administración de su caudal, hasta entregarlo a sus
herederos; si no hizo ningún señalamiento o se trata de un sucesorio ab intestato,
“el albacea presentará, dentro de los quince días posteriores a su aceptación, un
plan de administración de los bienes, y el presupuesto de gastos indispensables
para la tramitación del proceso, con indicación de la forma en que, a su parecer,
puedan conseguirse los fondos para cubrirlo. Ese presupuesto será dado a
conocer a los interesados, quienes podrán hacerle, dentro de tercero día, las
observaciones que juzguen oportunas.”
2
Al celebrarse la junta de interesados si la mayoría está de acuerdo con el
inventario, el juez sin más trámite lo aprobará. (artículo 924 Código Procesal
Civil.).
El avalúo por su parte debe ser realizado por un perito 3 nombrado por el
tribunal, de rendirse previo a la realización de la junta de interesados se conocerá
en esta, si es rendido después, se dará audiencia por cinco días a estos para que
1
Tribunal Primero Civil, Sección Primera, Nº 1085-M, las 14 h del 12 de setiembre del año 2001.
Proceso sucesorio de C.R.A.
2
Código Procesal Civil art. 937.
3
Se omite el peritaje si se autoriza sustituirlo por el valor del inmueble en la Municipalidad
respectiva. Ver: Tribunal Primero Civil.- Nº942-L de las 8h 10m del 3 de setiembre del año dos mil
tres. Proceso Sucesorio de Rolando Sandi Castillo.
275
hagan las observaciones pertinentes, en caso de no haber oposición alguna será
aprobado por el juez.
Pese a que es normal que se lleven a cabo varias juntas de interesados
según las situaciones que se presenten en el proceso, el artículo 926 Código
Procesal Civil señala la junta de interesados que se puede considerar más
importante; cuando la resolución en la que se declara herederos está firme, se
convocará a todos los interesados en la sucesión a una junta, con el fin de que:
“1) Si fuere procedente elegir albacea propietario o suplente, o ambos, los
elijan el cónyuge sobreviviente y los herederos o legatarios que, según la ley,
deban ser considerados como herederos.
2) Todos los interesados, impuestos del inventario y del avalúo practicados y
de los reclamos pendientes contra la sucesión, manifiesten si están conformes con
unos y otros.”
1
Todos los acreedores tienen la obligación de legalizar sus créditos (artículo
771 C.P.C.) Se debe presentar por el acreedor al juzgado el escrito de legalización
con una copia, indicando sus calidades, el título que fundamenta la obligación, la
cantidad de la deuda y el grado de preferencia, si la tiene. (artículo 772 C.P.C.)
Es respecto de los créditos comunes o quirografarios que se hace efectivo el
principio de igualdad entre acreedores (pars conditio creditorum), pero es
necesario hacer las siguientes precisiones tratándose de un proceso sucesorio,
estos créditos serán pagados a prorrata (art. 982 CC). Los créditos más antiguos
1
Código Procesal Civil art. 926
276
y con fecha cierta son preferidos a los posteriores (art.999 Código Civil). Los
créditos sin fecha cierta serán iguales entre sí y pospuestos a los créditos con
títulos de fecha cierta (art. 999 Código Civil). Es necesario aclarar que si no se
legaliza el crédito aún es posible acudir a la vía ejecutiva debido a que “La Ley no
prohibe al acreedor acudir directamente a la demanda ejecutiva en cobro de su
crédito contra un sucesorio, si otorga un trámite más expedito para el cobro por
medio de la legalización y si se acepta el cobro dentro de la sucesión se paga, sin
necesidad de ningún otro reclamo judicial.” 1 Claro está que tomar esta vía puede
producir que el acreedor se vea en la hipótesis del artículo 565 del Código Civil.
Los acreedores pagados al momento de presentarse, si es dentro de los seis
meses posteriores a la apertura del proceso sucesorio deben garantizar que
devolverán lo pagado indebidamente, en perjuicio de acreedores de igual o mejor
derecho que reclame antes de ese tiempo (art. 564 Código Civil).
Los acreedores que no se presentaran a reclamar su crédito dentro de los
dos primeros años de iniciado el sucesorio, no pueden reclamar contra los otros
acreedores; sólo podrán repetir contra los legatarios cuando no hubiere bienes
1
Tribunal Primero Civil.- -Nº 40 -L- a las catorce horas diez minutos del veintiséis de enero del
año dos mil cinco. incidente de cobro de honorarios promovido por Jose Alberto Herrera Lobo,
dentro de proceso sucesorio de Miguel Angel Guadamuz Mata
277
hereditarios, siempre que sea dentro de los dos primeros años de haber entrado
en posesión del legado. 1
Si se diera la anterior situación, y hubiera sido de conocimiento del albacea la
existencia del crédito o constara de papeles y documentos, el albacea será
responsable patrimonialmente de las cantidades no pagadas a los acreedores
tardíos y entregadas a otras personas.
Si el crédito no fuera exigible, el acreedor deberá pedir que se reserven
bienes suficientes para que se le haga el pago en su oportunidad o que se
garantice el pago por el heredero.
Un crédito será reconocido por el voto de mayoría, y si se trata de deudas
que efectivamente estén a cargo de la sucesión. Con estos actos se pretende
comprobar los activos y la constatación del pasivo, lo cual lleva a la liquidación,
luego de la cual si llega a quedar algún neto, este será distribuido entre los
herederos.
La citación se hará por edicto que se publicará una vez en el Boletín Judicial;
la junta deberá verificarse dentro de ocho días y a más tardar en treinta, a partir de
la fecha de la publicación.
Si todos los interesados lo pidieren, el tribunal podrá suprimir la junta una vez
tomados los acuerdos del caso. Si no compareciere nadie a la junta, el juez tendrá
1
Sala Segunda De La Corte Suprema De Justicia. N° 97-315.CIV. a las nueve horas treinta
minutos del cinco de diciembre de mil novecientos noventa y siete, en Sucesion De Jose Francisco
Cordoba Jarquin.
278
por aprobados el inventario y el avalúo ya rendidos. La aprobación que hiciere el
tribunal de algún reclamo presentado podrá ser objetada en la vía incidental por
cualquier interesado, dentro del plazo de ocho días, a partir del día siguiente al de
la notificación de la resolución aprobatoria.
Existe la posibilidad para los interesados de apartarse de la tramitación en vía
judicial de la sucesión, lo cual ocurre cuando está firme la resolución que declara
herederos y legatarios, si estos son mayores hábiles, satisfecho el interés del
Fisco, si estuvieren pagados los impuestos y no hubiere controversia entre los
interesados, de esta manera podrán tomar, con la autorización del tribunal, los
acuerdos que crean convenientes para la terminación del sucesorio (artículo 928
Código Procesal Civil ).
El acuerdo de adjudicación de los bienes debe ponerse en conocimiento del
juez, ya sea con el escrito o con copia de la escritura (cuando los bienes están
sujetos a inscripción), posteriormente el juez deja los bienes a disposición de los
herederos, no obstante lo anterior, el proceso no habrá terminado hasta que las
cuentas del albacea no sean aprobadas.
Ante la eventual imposibilidad de llegar a un acuerdo, el albacea debe
comunicar esta circunstancia al juez para que continúe con el desarrollo del
proceso hasta su finalización normal.
Lo común es que se llegue a la etapa de partición de los bienes luego de que
se hayan resuelto las oposiciones hechas al inventario, al avalúo o a las
legalizaciones, o en ausencia de oposiciones hecha la aprobación de estos por el
279
tribunal. Una vez firme este auto aprobatorio, le corresponde al albacea pedir a los
herederos las instrucciones necesarias para poder hacer la partición, si esto se le
hiciera imposible, el juez convocará a los interesados a una junta con el fin de
sentar las bases de la partición, si sobre algunos o todos los bienes hay
desacuerdo estos deberán ser rematados para repartir el producto de la venta
entre los herederos (artículo 929 Código Procesal Civil.).
El albacea presentará el proyecto de partición ante el juez, los interesados
tendrán audiencia por ocho días para hacer sus observaciones 1 , si todos lo
aceptan o si no hay oposiciones el juez lo aprobará, pero de haber alguna
oposición o violación de disposiciones legales, el albacea deberá corregirlas bajo
pena de ser removido de su cargo. (artículo 930 Código Procesal Civil.).
Luego de aprobada la partición el tribunal ordenará su protocolización,
cuando se trata de bienes sujetos a registro, cada heredero recibirá el testimonio
correspondiente y el bien adjudicado. Cuando son bienes que no deben
registrarse, la certificación de la resolución que aprueba la partición servirá como
título de propiedad (artículo 932 Código Procesal Civil).
1
“Un proyecto de cuenta partición debe ser formulado en un lenguaje llano y sencillo, para que
pueda ser entendido no solamente por el Juzgador que le corresponderá analizarlo en su
oportunidad con el objeto de aplicar lo que dispone el artículo 930 del Código Procesal Civil, sino
también por todos los demás interesados,… es decir dicho proyecto deberá ser nítido,
estableciendo claramente el o los activos existentes, es decir el patrimonio de la sucesión
simplemente identificado, situación que también deberá hacerse con los pasivos, los que también
se identificarán claramente, estableciéndose además la forma en que se deberán efectuar los
pagos, y por último la distribución de los bienes que queden libres entre cada uno de los
herederos.”Según Resolución Nº 582 -L- Tribunal Primero Civil.- a las siete horas cuarenta
minutos del seis de junio del año dos mil tres. Proceso Sucesorio De Carlos Luis Calderon
Fonseca.
280
La cuenta final del albacea será presentada dentro de treinta días, contados
desde que cesó en su cargo, los interesados se referirán a ella por ocho días, si
no hay oposición, y si el tribunal considera que son acordes con el expediente y no
están reñidas con disposiciones expresas de la ley, las aprobará y declarará libre
de responsabilidad al albacea. Si se hiciere alguna objeción, se sustanciará en la
vía incidental (artículo 940 Código Procesal Civil.).
Los honorarios del abogado director se calcularán sobre el valor dado a los
bienes. Si el profesional deja de serlo antes de finalizar el sucesorio, el tribunal
fijará sus honorarios tomando en cuenta la labor realizada y el beneficio producido
a la sucesión, y dejando margen para los sucesivos profesionales, y en ningún
caso se excederá de los honorarios totales.
Los honorarios del abogado director se pagarán del caudal hereditario, salvo
que el expediente revele que la dirección profesional fue hecha en beneficio de los
intereses del albacea, en cuyo caso los honorarios serán pagados por el albacea.
A partir de un informe final de administración del albacea, se produce el cierre
del proceso sucesorio judicial, debiendo archivarse el expediente; pero aún queda
la posibilidad de solicitar la reapertura del proceso fundamentándose en razones
atendibles en concepto del tribunal (por ejemplo si aparece un heredero, acreedor,
etc.).
Luego de presentada dicha solicitud el juez “le dará audiencia por tres días a
quienes figuren como adjudicatarios y se ordenará notificarles personalmente,
salvo que no se pudiere localizar su domicilio, caso en el cual se les notificará por
281
un edicto que se publicará una vez en el Boletín Judicial; el plazo se contará a
partir del día siguiente al de la publicación.”
1
La reapertura no afectará en ningún caso la partición extrajudicial o la judicial
aprobada.
Transcurrido los tres días del plazo, el juez debe resolver, y si se decide por
la reapertura del proceso sucesorio, nombrará un albacea específico, de
preferencia al que hubiera desempeñado el cargo en última instancia. Esta
resolución ya sea que deniegue o acuerde la reapertura del proceso tendrá
recurso de apelación en ambos efectos.
B. PROCESO SUCESORIO EXTRAJUDICIAL
El tratamiento legislativo que se le ha dado al proceso sucesorio notarial a
través de los años ha sido muy limitado, los cambios por los que ha pasado se
introdujeron de manera muy tímida como hemos visto anteriormente, es en 1998
con el actual Código Notarial (ley N° 7764 que deja sin efecto la anterior
legislación) que se regula de forma amplia este proceso.
La legislación previa acusaba de serias falencias debido a que “no se adaptó
a las necesidades del país, ni a los cambios del derecho notarial, pese a las
modificaciones que sufrió en el transcurso de los años.
2
El Código Notarial extrajo de la competencia judicial muchos procesos
pertenecientes a la llamada actividad judicial no contenciosa, que por su carácter
1
Código Procesal Civil art. 942
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) El proceso sucesorio Extrajudicial. Antología de Derecho
Sucesorio 2001, San José , Facultad de Derecho, Universidad de Costa Rica, 2001 p.1.
2
282
no deberían tramitarse en los Tribunales, para
incluirlos en la competencia
notarial, por carecer de contención ya que las pretensiones de los interesados
tienen fines comunes; por lo tanto el trámite de asuntos tales como las sucesiones
testamentarias y ab intestato (entre otros) queda en manos del notario, siempre y
cuando entre los interesados no se cuenten menores de edad, o incapaces
(artículo 129); así el Código Notarial delimita la competencia material que le
corresponde al notario.
De lo anterior se derivan beneficios tanto para los Tribunales como para los
sujetos interesados en los procesos sucesorios. Los Tribunales de Justicia se
benefician porque el tiempo, los funcionarios y demás recursos que se desviaban
con el fin de atender procesos en los que no hay conflicto, se reencausan hacia
los asuntos que si necesitan de la intervención judicial para su resolución,
reduciendo a su vez el entrabamiento y la lenta terminación de los procesos.
Las partes interesadas directamente en la finalización de los sucesorios (y de
otros procesos) obtienen el beneficio de poder escoger un notario de su confianza
para llevar a feliz término el asunto que les interesa en poco tiempo y a un menor
costo que si la resolución del caso estuviera a cargo de los tribunales.
Debido probablemente a la timidez con que se introducían los cambios al
proceso notarial, se cuestionaba esta ampliación de la competencia notarial a
este tipo de asuntos, aduciendo que desnaturalizaba la función cartular al
trasladarse a esta sede actividad judicial no contenciosa.
283
Podemos afirmar siguiendo a Frontini que desde 1948 cuando se efectuó el
primer Congreso Internacional del Notariado Latino en la ciudad de Buenos Aires,
que uno de los temas a tratar fue el establecimiento del carácter y alcance de la
función notarial. Una de las resoluciones del Congreso se resume en un breve
enunciado, el cual transcribimos: “Es su aspiración que todos los actos de
jurisdicción voluntaria, en el sentido dado a esta expresión en los países de habla
castellana, sean atribuidos exclusivamente, a la competencia notarial.”
1
Señala
también que esta resolución provocó diversos estudios, elaboraciones de
principios y proyectos, y treinta años después (1978) le permitían afirmar que ya
era momento de llevar al derecho positivo esa aspiración, eso sí, por medio de
una elaboración cuidadosa para que pudiera ser practicable.
Enuncia nuestro Código Notarial con respecto al notariado público que esta
es “la función pública ejercida privadamente. Por medio de ella, el funcionario
habilitado asesora a las personas sobre la correcta formación legal de su voluntad
en los actos o contratos jurídicos y da fe de la existencia de los hechos que
ocurran ante él.”
2
Por su parte el artículo 2 del citado Código define al notario público como el
“especialista en Derecho Notarial y Registral habilitado legalmente para ejercer la
función notarial..."
1
FRONTINI (Miguel Ángel). Transmisión Hereditaria por homologación Notarial. p. 942.
Código Notarial, Ley 7764 de 22 de mayo 1998, San José, Costa Rica, Edit. IJSA, 1ª ed.2000
art.1
2
284
Con base en esto podemos decir que con la extensión de la competencia
notarial a los asuntos catalogados como actividad judicial no contenciosa, no se
desnaturaliza la función cartular, sino que en el sentido contrario, se la viene a
completar. La actuación del notario en asuntos de tal complejidad salvaguarda el
interés público, a la vez que garantiza el mantenimiento de la paz social, porque
se trata de un profesional preparado y conocedor del derecho, capaz de dar
asesoría legal en un ámbito de imparcialidad para los interesados y dentro de
principios éticos del ejercicio profesional.
En cuanto a la última parte del artículo 129 del Código Notarial que establece
como condición para acudir a la vía notarial que no figuren menores de edad o
incapaces como interesados, este es un punto que no ha sido variado en muchos
años y que consideramos como un obstáculo inoportuno para el proceso sucesorio
extrajudicial.
Este descontento había sido manifestado anteriormente por el Dr. Vargas
Soto cuando afirmaba que. la existencia de menores o incapaces no debería
impedir que el proceso se tramitara ante notario. Si lo que existe es desconfianza
respecto del notario, creo que el problema se solucionaría sometiendo a
aprobación judicial la participación hecha ante Notario en el supuesto de haber
sujetos involucrados como los indicados.
En el mismo sentido se manifestó en su momento el Dr. Wilberth Arroyo
Álvarez al comentar esta norma: Con relación a menores de edad y a quienes
tengan una incapacidad volitiva o cognoscitiva, como impedimentos legales para
285
tramitar el sucesorio en sede notarial, se considera que el legislador pudo haber
otorgado mayor flexibilidad, permitiendo su tramitación, aun cuando los herederos
no reunieran esas condiciones, con la intervención de su tutor y el Patronato
Nacional de la Infancia o del curador y la Procuraduría General de la República, en
caso del incapaz.
Cualquiera de las dos soluciones planteadas que se pusiera en práctica
permitiría tramitar el sucesorio ante un notario aunque alguno o todos los
interesados fueran menores o incapaces; si interviniera el tutor junto con el
P.A.N.I. o el curador junto con la Procuraduría, habría un control durante el
procedimiento para proteger los intereses de estos sujetos; y si fuera el caso de
someter lo resuelto por el notario a la aprobación judicial, el control posterior del
juez salvaguardaría los derechos de los interesados.
De lo anterior se concluye que cuando hay menores o incapaces no es
necesario abrir la sucesión en vía judicial, sino que se puede acudir ante el
notario, ahorrando tiempo y dinero sin el peligro de que se perjudiquen los
derechos e intereses de los herederos que se encuentran en las circunstancias
mencionadas.
El Código Procesal Civil cuando se refiere a la terminación del sucesorio por
acuerdo de interesados (numeral 928) acepta la posibilidad de que una sucesión
ab intestato se tramite en vía notarial luego de hecha la declaración de herederos;
también señala en el artículo 945 del mismo código que para abrir el sucesorio
notarial es necesario que exista testamento abierto otorgado ante notario; pero el
286
Código Notarial amplió el supuesto a los sucesorios ab intestato, el notario tiene
ahora plena competencia en todo tipo de sucesorios.
Para abrir una sucesión ab intestato notarial, el notario debe proceder a hacer
la declaratoria de herederos, lo cual constituiría el único punto fuera de lo común
con respecto a la anterior regulación. Señala el Dr. Arroyo Álvarez que si se
temiere por la declaratoria realizada por el notario y para dar seguridad a los
interesados, “será hecha igual que en el caso de sucesión judicial, es decir, sin
perjuicio de terceros de mejor o igual derecho".
1
A su vez el Código Notarial establece un régimen disciplinario más estricto
que el sistema anterior, con la finalidad de que los notarios ofrezcan una mayor
profesionalidad, garantía y seguridad a todo aquel que se presente a solicitar sus
servicios.
Como una alternativa a escoger por sobre este riguroso régimen disciplinario,
a lo interno de la Asamblea Legislativa “se discutió la posibilidad de dar
competencia para tramitar la actividad judicial no contenciosa sólo a ciertos
notarios, con la finalidad de garantizar la idoneidad de los profesionales que
tramitarían estos asuntos”
2
pero con esta solución se estarían estableciendo
nuevas categorías profesionales, las cuales podrían crear conflictos de intereses
en cuanto a quienes entrarían en una u otra, terminando la discusión con la
conclusión de que el interés principal es cumplir con los requisitos del acto.
1
2
Ver ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 7.
Ibid. p.6.
287
En razón de lo anterior a los notarios se les impuso un control más estricto;
dicho control del trámite, recae en los sujetos interesados, pues basta que uno de
ellos no esté de acuerdo en algún punto para que el asunto deba tramitarse
judicialmente, esta oposición aparte de tener que hacerse por escrito, no requiere
ser fundamentada, ya que se trata de la voluntad de una de las partes que se
manifiesta en contra de la continuación del trámite ante el notario, prefiriendo que
sea el juez quien resuelva el asunto.
El Procedimiento Sucesorio Extrajudicial, regulado en el Código Procesal
Civil fue muy criticado por las diversas lagunas que presenta al momento de su
aplicación en la práctica. Sin embargo, al promulgarse el Código Notarial no se
aprovechó la oportunidad para solucionar esos problemas regulando de mejor
forma los supuestos de intervención y el desarrollo de esta por parte del notario
entre otras cosas.
La ampliación ya señalada de la competencia notarial
a las sucesiones
testamentarias y ab intestato produjo más problemas, esto debido a que con el
Código Procesal Civil tratándose solamente de sucesiones testadas había lagunas
difíciles de resolver, aún existiendo testamento auténtico, en el cual el testador
disponía lo necesario para terminar el proceso rápidamente; con el Código Notarial
y siguiendo el pensar del Dr. Arroyo Álvarez “se incluye a la sucesión "por
disposición de ley" la gama de incongruencias, inconsistencias, ambigüedades y,
en general, serias ausencias de regulación, hace que deba caminarse con pausa y
288
mucho cuidado.”
1
Terminaba dicho análisis con la posibilidad de una reforma integral a esta
legislación, eso sí luego de dar un plazo que permitiera aprovechar la experiencia
acumulada para poder determinar las fallas y carencias que es necesario eliminar,
dándole al notario los mejores medios para llevar a cabo su trabajo y a los
interesados un procedimiento más claro y expedito.
Debemos aclarar que en cuanto al trámite del sucesorio notarial, corresponde
a este funcionario la responsabilidad de valorar de manera objetiva la complejidad
de cada caso en que su intervención es solicitada, ya que por la inconsistente
regulación procesal existente, cabe la posibilidad de que acepte un encargo que
en última instancia no puede llevar a su culminación provocando graves perjuicios
para los sucesores, terceros interesados y para sí mismo, por el tiempo y el dinero
utilizado para finalmente tener que recurrir a la vía jurisdiccional en donde el caso
no hubiera tenido el problema que se le presentó al notario, y tarde o temprano se
habría resuelto.
Del Proceso Sucesorio Notarial
El artículo 130 del Código establece que todas las actuaciones del Notario
serán extraprotocolares, con la salvedad de los actos que requieren documentarse
en dicha forma. El valor de dichas actuaciones del notario en los asuntos de su
1
Ver ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 11.
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competencia será equiparado al valor de las practicadas por los funcionarios
judiciales, esto para efectos legales (artículo 133 del Código Notarial.)
Los sucesores deben comparecer personalmente ante el notario de su
elección y requerir su intervención, esto deberá constar en un acta notarial la cual
dará inicio al expediente del sucesorio de que se trate, los expedientes deben ser
numerados de forma continua con folios numerados cronológicamente, el notario
debe tener un registro de todos ellos (artículo 131 Código Notarial.) y una vez que
concluya el trámite deberá remitirlo al Archivo Judicial para su custodia definitiva.
En el expediente constará la certificación de la defunción del causante, así
como también el testimonio del testamento en caso del auténtico o certificación
judicial de idoneidad del testamento cerrado, no auténtico o abierto privilegiado.
Como siguiente paso se deben citar los interesados para que hagan valer sus
derechos, esta citación se hará por medio de una publicación hecha por una vez
en el Boletín Judicial emplazándolos por treinta días, transcurrido ese plazo y
tratándose de una sucesión legítima, el notario constatará que los herederos
comparecientes los son de acuerdo a los órdenes del artículo 572 del Código Civil;
si se trata de una sucesión testamentaria, se cumplirá lo dispuesto por el testador.
Dentro de la citación debe incluirse a los acreedores y si surgiera una
controversia relativa al pago de un crédito, el sucesorio debe ser suspendido y el
notario debe remitir el expediente al juez competente para que termine la
tramitación del sucesorio.
290
Con respecto al albacea, si el testamentario aceptó el cargo entonces
asumirá sus funciones como tal. Si aún no ha sido nombrado o si se trata de una
sucesión intestada, se designará por acuerdo de los herederos un albacea de
entre ellos.
El albacea debe realizar el inventario de todos los bienes sucesorios, una
vez que lo concluya se lo presenta al notario. A continuación se procede al avalúo
del haber sucesorio, para lo que el notario nombrará un perito debiendo designar a
personas idóneas que reúnan los requisitos dispuestos por el Código Procesal
Civil, y cuyos honorarios se pagarán con base en las tarifas fijadas por la Corte
Suprema de Justicia; el perito no puede ser empleado ni allegado del notario, esto
según el artículo 136 del Código (ni el cónyuge, conviviente, ascendiente,
descendiente, hermano, tío, etc).
Con las actuaciones anteriores se pretende constatar el activo, para poder
pagar el pasivo, lo que incluye el haber satisfecho el interés del fisco, y los
impuestos; de haber un remanente los interesados determinarán la forma en que
se efectuará la partición del haber sucesorio. Si se trata de bienes inscribibles en
los registros públicos, la adjudicación tiene que hacerse en escritura pública, en
los casos en que los bienes no son inscribibles, basta que la adjudicación conste
por escrito en el expediente.
Es relevante indicar que hay situaciones que se pueden presentar durante la
tramitación del sucesorio cuya consecuencia es la pérdida de la competencia del
291
notario, teniendo entonces como obligación abstenerse de intervenir en la
sucesión, el artículo 134 del Código expresamente señala los siguientes casos:
“a) Cuando algún interesado se lo solicite.
b) Por oposición escrita ante la notaría.
c) Cuando surja contención o declinatoria.
d) Cuando el Tribunal respectivo lo disponga, a solicitud de parte interesada.”
1
Los dos primeros supuestos se justifican debido a que la tramitación de la
sucesión por vía notarial se presenta como una opción, es decir, todos los sujetos
interesados deben estar de acuerdo, si alguno de ellos lo solicita o se opone por
escrito, esto provocará que el trámite deba continuarse ante un juez. Igualmente
sucede en el cuarto supuesto, la diferencia es que el interesado acude al tribunal
para que este le indique al notario que se haga a un lado y sea el juez el que
termine el sucesorio.
En el caso del tercer supuesto para recurrir a la vía notarial los herederos
debieron acordarlo así previamente, pero si surge una disputa (aunque sea muy
leve) y el acuerdo pierde la unanimidad, la sede judicial será competente a partir
de ahí para conocer y resolver la sucesión. Si lo que ocurre es la declinatoria por
parte del notario una vez iniciado el sucesorio, la decisión la tomará de acuerdo a
su personal criterio de oportunidad o legalidad.
1
Ver ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 13.
292
Sin importar ante cual de las situaciones esté el notario, deberá suspender el
trámite y enviar el expediente al tribunal competente; cualquier otra actuación o
resolución que tome el notario posterior a la pérdida de la competencia estará
viciada de nulidad absoluta, pues puede darse el caso de que alguna de las partes
presente una oposición y el notario pretenda continuar con la sucesión, llegando a
ser juzgado y sancionado por el delito de usurpación de autoridad, esto además
de las sanciones disciplinarias a que puede ser acreedor.
También puede suceder un caso similar pero que no implica la pérdida de la
competencia notarial para acudir ante un tribunal, sino que los herederos
pretenden cambiar al notario público que está a cargo del sucesorio. La respuesta
parece ser afirmativa, “pese a la inexistencia de norma expresa en tal sentido, de
acuerdo al principio de autonomía de la voluntad no existe impedimento para que
aquellos puedan proceder de tal manera, sin perjuicio, claro está, de las reglas de
ética notarial y pago de honorarios.”
1
El numeral 135 del Código abre la opción para los herederos de pasar de la
vía judicial, en donde se abrió la sucesión originalmente para ser continuada ante
notario público si los interesados llegan a acordarlo por unanimidad y si todos son
mayores y capaces, no pudiendo el juez oponerse a ello.
Los honorarios del notario público son los mismos que recibiría por realizar
un trámite análogo en sede judicial.
1
Ver ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 13.
293
A modo de conclusión retomamos la afirmación del Dr. Arroyo Álvarez quien
dice que tanto el Procedimiento Sucesorio Extrajudicial (artículos 945 y siguientes)
como la regulación relativa a la Competencia en Actividad Judicial No Contenciosa
(artículos 129 y siguientes del actual Código Notarial) “en algunas de sus normas
son sumamente lacónicos, omisos, ambiguos y oscuros, por lo que hay que
esperar que haya un poco de mayor experiencia de los notarios en asuntos tan
delicados como éstos, así como aprovechar la jurisprudencia y las resoluciones,
criterios y prácticas que se producirán desde la Dirección Nacional del Notariado
(DNN) del Registro Nacional (RN) y del Archivo Nacional (AN).”
1
Algunas de las omisiones que presenta la legislación se refieren a supuestos
de actuación que podría tomar el notario, pero por estar asimilado a un funcionario
público (a efectos legales sus actuaciones tienen el mismo valor que las de los
funcionarios judiciales) no puede actuar de una u otra forma porque no puede
arrogarse facultades que la ley no le concede.
Situaciones que sirven para ejemplificar lo anterior hay varias, veamos las
siguientes:
Podría suceder que el albacea testamentario fallezca durante el trámite de la
sucesión, surge entonces la pregunta de ¿qué puede hacer el Notario?, “se
incapacita o renuncia al cargo si el testador no nombró albaceas substitutos.
¿Podrá el Notario designar un albacea provisional? O de nuevo el asunto debe
pasar a un tribunal”.
1
Ver ÁLVAREZ (Wilberth) op. cit. p. 2.
294
En los casos en que se está frente a la necesidad de vender ciertos bienes
sucesorios según el 783 del Código Procesal Civil, y los interesados están de
acuerdo en esto, ¿estará el notario en la posibilidad de autorizar la venta de esos
bienes, o deberá remitir el asunto al juez competente para que sea este el que
tome a su cargo el proceso?
Ante la falta de cumplimiento de las obligaciones por parte del albacea
¿puede ser removido de oficio por el notario, igual a como lo puede hacer el juez?
“¿Debe el notario aprobar las cuentas del albacea, o aceptar que se le exonere de
tal obligación por parte de los interesados?
Cuando un proceso sucesorio ya ha finalizado en sede judicial o en sede
notarial podría el notario tramitar la reapertura aunque sea otro distinto al que se
hizo cargo de la sucesión de cuya reapertura se trate.
Nos parece que cuando se dan estas y otras situaciones similares debe ser el
notario el encargado de resolverlas, para darle mayor agilidad al proceso
sucesorio extrajudicial. La ley tiene que llenar estas lagunas con el fin de que los
procesos iniciados ante el notario culminen ante el notario, porque si este debe
renunciar a la tramitación del sucesorio cada vez que se le presente un problema
mínimo o que él mismo puede resolver sin perjudicar los derechos ni los intereses
de los sucesores la creación del proceso sucesorio en vía notarial no pasará de
ser un espejismo que en nada ayuda a los tribunales ni a las partes interesadas.
Con la muerte de una persona termina su existencia física, pero su existencia
jurídica continua y sus familiares son los encargados de hacerla valer. Uno de los
295
medios que ellos tienen para lograr esto es el proceso sucesorio, el cual como
principales propósitos tiene el de trasmitir la propiedad del causante para el
bienestar de sus herederos, de sus empresas y del mismo estado.
Como lo hemos estudiado el proceso sucesorio es en principio una actividad
no contenciosa, es una serie de reglas a seguir para conseguir un fin, pero por la
naturaleza humana este procedimiento podría volverse contencioso, por medio de
sus integrantes al no estar de acuerdo con determinado cometido, y es aquí donde
entra el Juez para dirimir los conflictos que surjan en el transcurso de su
desarrollo.
En el Código Procesal Civil se regula el proceso Sucesorio, dentro de la
actividad judicial no contenciosa, con lo cual se ve una vez más que este proceso
son una serie de pasos a seguir para el dictado de la sentencia respectiva.
Entre estos pasos mencionamos, la comprobación de la muerte, la
constatación del testamento (abierto, cerrado, etc.), aseguramiento de bienes.
Situación notable en nuestro proceso es el fuero de atracción que este
produce, donde se reúnen junto con el sucesorio los procesos que tienen relación
con este y pueden llegar a afectarlo. Pero no es una simple acumulación de
procesos sino que este juez debe ir resolviendo cada proceso por separado.
Nuestra legislación como otras a nivel latinoamericano tiene un periodo de
prescripción para aceptar la herencia sin el cual estaría perdurando una situación
de inseguridad la cual el derecho no puede permitirla por el principio de seguridad
jurídica el cual mantiene a la sociedad con certeza jurídica.
296
A su vez también se da una protección activa a favor de los acreedores de un
posible heredero (deudor) que no desee aceptar la herencia para perjudicarlos, el
juez los nombra en su lugar pero sin la calidad de herederos.
Contrario a lo que sucede en otras legislaciones en nuestro país la figura de
la herencia vacante no existe, ya que de no haber herederos comunes, el gobierno
de Costa Rica será el heredero por medios de sus Juntas de Educación con lo
cual se ve la notoriedad otra vez del principio de seguridad jurídica.
Según el tipo de testamento que realizó el deudor, así será su comprobación
de autenticidad, así tenemos que de tratarse de testamento abierto debe revisarse
su idoneidad, en el caso de testamento cerrado se realizará su apertura siguiendo
el procedimiento preestablecido para dar seguridad de no haber sido violentado.
Estos anteriores procesos tienen una importancia extrema en el flujo del
proceso, por que si el juez considera no viable, idóneo o no legal el testamento, el
proceso toma un rumbo diferente y se tramitará como un proceso instestado, con
sus correspondientes reglas.
Una vez realizados los tramites anteriores se da la apertura del proceso, a su
vez se realiza el nombramiento del albacea, se cita a herederos e interesados
para realizar el declaratoria de herederos.
En nuestro ordenamiento jurídico hay una figura semejante a la posesión
hereditaria que se da en la República de Perú, esta se da en el articulo 922 del
CPC ya que estipula que el cónyuge sobreviviente y los hijos que con él vivan,
habitarán la casa que ocupaban al momento del fallecimiento hasta que se
297
adjudique a otra persona, si se da el caso, con ello se protege a la familia por la
inmediata muerte del “pater familias”, y el estado de indefensión que conlleva esto
en los primeros meses.
El tema de los acreedores en el proceso sucesorio, tratándose de acreedores
comunes se trata con el principio de la “pars conditio creditorum”, así como los
créditos de pagan a prorrata, hay prevalencia de los más antiguos con respecto a
los más recientes, si la suma debida se paga dentro de los seis meses, estos
deben rendir garantía, de devolución por un acreedor de igual o mejor derecho.
Hay una innovación en nuestro proceso cuyo fin es promover la resolución de
los conflictos por medio de los mismos participes y así dejando al administrador de
justicia como un mero árbitro dirigente procesal, esto se encuentra en el artículo
928 Código Procesal Civil una vez declarados los herederos y legatarios, si son
mayores hábiles y no hay cargas por cumplir, éstos podrán acordar con
autorización del tribunal, la partición de los bienes para terminar el proceso.
A pesar que la sentencia judicial que declara concluido el proceso sucesorio
reviste el carácter de cosa juzgada formal, existen razones especiales que podrían
hacer que se reabra el proceso, como podrían ser la aparición de un acreedor o un
heredero, pero el juez debe fundamentarse en razones atendibles debido a la
razón de ser una excepción ya que debe imperar como lo hemos dicho antes la
seguridad jurídica que fundamenta nuestro ordenamiento jurídico.
La reapertura no afectará en ningún caso la partición extrajudicial o la judicial
aprobada.
298
En cuanto al sucesorio pero en vía extrajudicial en nuestro país todavía es
una institución muy incipiente en relación a otras legislaciones de origen
romanista, ya en determinados momentos de nuestra historia jurídica se ha tratado
de implantar un sucesorio notarial que ayude a nuestros tribunales en la
administración de justicia, y esto es posible debido a que nuestros notarios tienen
un tratamiento de un funcionario público con la consecuente capacidad de la fe
publica, que lo instruye con la autoridad de dictar actos dotados del respaldo del
Estado, por cuanto éste le delegó esta función a su persona.
Con la entrada en vigor del nuevo Código Notarial se da un ligero cambio a la
función notarial respecto a las sucesiones, debido a que se da una delegación de
funciones de manera más explícita y a la vez se aumenta el número de actos que
puede realizar notarialmente y que antes pertenecían al campo exclusivo de los
jueces.
Todo esto tiene como repercusión una baja de las tramitaciones judiciales
con lo que se descongestiona el sistema de justicia, lo cual hace que se enfoque a
los problemas que realmente si necesitan la intervención de una autoridad
establecida por el Estado para dirimir conflictos, como lo es el Juez.
Pero no solo conlleva para el Notario derechos sino que también debido a la
importancia que estos procesos delegados tienen, al Notario así como a cualquier
funcionario público debe haber una institución encargada de fiscalizarlos y de
sancionarlos de ser el caso, para la actividad notarial se creo la figura de la
Dirección Nacional de Notariado así como el Tribunal Notarial.
299
Con esto se pone un posible freno a alguna infracción de las reglas de la
ética y de la justicia que algún Notario desviado de los principios fundamentales
del derecho realizara, con los consecuentes perjuicios de sus clientes y de la
misma función notarial.
Cabe aclarar que la Dirección Nacional de Notariado emitió la directriz
número 2001-005, Reglamento a la tramitación notarial en procesos de actividad
judicial no contenciosa, dentro de la cual se enmarcan las sucesiones mortis
causa, estableciendo lineamientos formales de cómo debe tramitarse un
expediente relativo a dicha actividad, los cuales deben seguir los notarios que
tramitan los procesos sucesorios en sede notarial. Este reglamento surgió a raíz
de la experiencia adquirida desde la vigencia del Código Notarial y la emisión de
anteriores directrices que con la práctica han necesitado ser renovadas y
complementadas.
Conclusión
Con el análisis previo realizado al Proceso Sucesorio podemos constatar, al
día de hoy, los diferentes cambios que ha sufrido el tratamiento que se le ha dado
a este proceso y se le da un cierre al estudio de la evolución histórica del proceso
dejando abierta la opción de analizar las propuestas que tienden a renovar la
normativa y aplicación de esta en la realidad social.
Al haber sido analizados algunos ordenamientos jurídicos extranjeros en
apartados anteriores, tenemos una noción de las figuras y principios jurídicos que
tienen aplicación en diferentes países de Europa y América Latina con los cuales
300
podemos comparar nuestro propio ordenamiento para comprobar las similitudes y
diferencias que existen en el trato del Proceso de Sucesión “mortis” causa.
En este punto de nuestra investigación, hemos alcanzado una idea general
de la legislación que regula el proceso sucesorio en nuestro país, lo cual sirve de
fundamento para abordar en el capítulo siguiente la propuesta planteada para el
Proyecto de Código Procesal General y poder realizar un análisis para constatar
si con dicha iniciativa se va a impulsar positivamente o no la sucesión mortis
causa.
En la actualidad los medios llamados alternos se han visto impulsados en
diferentes campos, en el derecho y particularmente en el proceso sucesorio, estos
se han tomado en cuenta poco a poco hasta el punto de que este proceso en vía
notarial esta revestido de mucha importancia al ser la sede que le permite a los
mismos sucesores llegar a una partición basada en acuerdos mutuos, es por esta
razón que puede llegar a convertirse en la vía principal para la tramitación de los
procesos sucesorios.
Cabe mencionar que es necesaria una correcta regulación de esta materia
para obtener los mejores resultados posibles.
301
TERCERA PARTE:
NUEVA PERCEPCIÓN DEL PROCESO SUCESORIO
CAPITULO CUARTO:
EL PROYECTO DEL CÓDIGO PROCESAL GENERAL COMO CAMBIO
SIGNIFICATIVO AL PROCESO SUCESORIO
SECCIÓN PRIMERA:
INTRODUCCIÓN AL PROYECTO DEL CÓDIGO PROCESAL GENERAL
A.- VERSIÓN INICIAL DEL PROYECTO DE CÓDIGO PROCESAL
GENERAL
1.- ANALISIS GENERAL
La iniciativa de promover una reforma a la legislación procedimental para
buscar el mejoramiento de la administración de justicia en nuestro país nace
expresamente en el seno del Poder Judicial, siendo los miembros de la Comisión
Redactora del anteproyecto de Código Procesal General extraordinarios juristas
costarricenses; los magistrados de la Corte Suprema de Justicia: Ricardo Zeledón
Zeledón y Rodrigo Montenegro Trejos, junto con Sergio Artavia Barrantes,
abogado procesalista y litigante.
302
La reforma que se plantea se trata de un cambio profundo en el sistema, y
sobre todo en la mentalidad tradicional, no sólo en instituciones aisladas, o en el
predominio de una disciplina sobre otra; la iniciativa está orientada a superar la
morosidad judicial, imprimiéndole a la administración de justicia un sello más
humanista, en la cual haya mayor contacto de los jueces con las partes, con los
abogados y las pruebas, superando todo cuanto hasta ahora se ha promulgado.
Dicho cambio propiciará una discusión más meditada en un ambiente cultural
más alto, esperando la profundización de parte los analistas en el tema cardinal de
la oralidad, y todos los accesorios a ella.
Se debe reconocer el aporte invaluable de la Fundación Konrad Adenauer,
del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo, e incluso de instituciones
privadas nacionales, además se pidió y se recibió la contribución de las diversas
universidades en que se imparte la carrera de Derecho, aportes del Colegio de
Abogados, la contribución de la Procuraduría General de la República en el tema
de la Jurisdicción Ambiental; a su vez los miembros de la Comisión han
participado en reuniones donde se han escuchado los criterios de juristas
extranjeros y se ha hecho lo posible por incorporar aspectos novedosos de
derecho procesal comparado.
El proyecto presenta “un verdadero sistema procesal, completo y uniforme,
con definiciones claras y precisas, concebido a la luz de las necesidades
nacionales, la experiencia nuestra en materia penal, los avances de la
jurisprudencia constitucional, y también de los aporte del derecho comparado al
303
tema. Por esa razón el análisis requiere de una visión del conjunto”, ya que no se
trata de un grupo de piezas forzadas a mantenerse unidas, pero aisladas unas de
otras, sino de un producto del esfuerzo racional en pro del bien social.
Dentro de este cuerpo normativo el conocimiento de sus tres libros no puede
hacerse aisladamente, por el contrario la parte de los procesos se comprenderá de
mejor forma a la luz de las normas aplicables a todos los procesos, y la de las
jurisdicciones especializadas en la inteligencia de conocer los dos libros
anteriores. En este sentido se privilegian las normas generales, las de la teoría
general del proceso, y se simplifica todo el sistema para permitir su comprensión
por los jueces, los abogados, los estudiantes, pero sobre todo por las grandes
mayorías, lo que se pretende es que sea un instrumento que facilite su propia
aplicación.
La Corte Suprema de Justicia convocó a un notable grupo de juristas
vinculados con la Administración de Justicia y con el Derecho Procesal
Latinoamericano y Europeo para analizar críticamente este importante documento
producido por la Comisión de Oralidad y Conciliación nombrada por su Corte
Plena.
Dicha comisión de juristas extranjeros emitió una declaración dada a los
catorce días del mes de marzo del año dos mil uno, que señala entre sus
conclusiones lo siguiente:
La decisión de adoptar la oralidad como principio, como sistema y como
medio de expresión en las actuaciones judiciales, constituye “el avance procesal
304
más grande de nuestros tiempos, el Proyecto de Código ha concebido un
novedoso, idóneo y completo régimen procedimental que, a más de llenar sentida
necesidad en el país conforme con sus particulares y especiales requerimientos
jurídicos en este comienzo de siglo, muestra un contenido creativo de clara
excelencia jurídica y técnica,” que presenta soluciones sabias y documentadas,
llegando a ser considerado por dichos juristas como uno de los proyectos más
modernos no sólo de América Latina, sino del mundo entero; sus novedosos
institutos de derecho procesal permitirán, un mejoramiento sensible en la
prestación del servicio de justicia, con un mayor nivel de eficiencia, según las
exigencias de la democracia costarricense y su ciudadanía.
Se puede afirmar que el Código Procesal General es un símbolo de
evolución, avance y superación cultural, completamente distinto del régimen
anterior al que pretende suplantar, en un afán democrático, a través de una
formación transparente; por esta razón cabe su pronta sanción e implementación
posterior junto con una reforma relativa a la organización judicial que pueda
acompañar eficientemente el Proyecto, para beneficio de la administración de
justicia y del país.
La obra contiene una filosofía realmente profunda, consecuencia del
desarrollo histórico de Costa Rica. Pero no se trata solo de una obra de principios
pues éstos se encuentran ampliamente desarrollados en todo el contenido del
Proyecto. Al día de hoy (en el año 2001) la iniciativa está en su segunda revisión y
se divide en tres Libros: el primero, dedicado a las normas aplicables a todos los
305
procesos en lo relativo a: disposiciones generales, competencia, régimen de
partes y actividad procesal (actos en general, actos de proposición, actos de
prueba, audiencias orales, modos de terminación del proceso, resoluciones,
recursos y ejecución). El segundo, dedicado a los procesos en particular
(procedimientos preliminar, anticipado, ordinario, sumario, arbitral, monitorio, no
contencioso, sucesorio, concursal, ejecución, internacionales e incidentes). El
tercero, dedicado a las jurisdicciones especiales (familiar, laboral, agraria y
ambiental).
Se trata de una estructura original cuya cúspide son los avances
revolucionarios de la Sala Constitucional en el ámbito de los derechos
fundamentales, y de la larga experiencia del Derecho Procesal Penal en los
últimos 25 años.
Consideran que el proyecto constituye “un mejoramiento evolutivo del
sistema actual y que merece ser tomado como paradigma procedimental en
muchas de sus regulaciones particulares. (...) se aplaude el avance hacia una
mayor democratización en una de las funciones cruciales del Estado: la de
mantener la paz social por medio de la adecuada solución de los conflictos.”
1
Entusiasma el compromiso de la Corte Suprema de Justicia en esta labor
histórica, manifestada a través de sus Magistrados, quienes conocen mejor que
1
Declaración de Juristas de Europa y América Latina sobre el Código Procesal
General de la Corte Suprema de Justicia de Costa Rica
306
nadie los problemas que afronta el sistema actual y pueden plantear las
soluciones para cambiar la situación del derecho procesal.
En el primer lugar de nuestro análisis revisaremos el Libro Primero del
Proyecto de Código, centrándonos en las normas aplicables a todos los procesos,
con el fin de determinar si el proceso sucesorio se ve impregnado de los principios
que regulan estas normas del Capítulo I del Título l, llamado Disposiciones
Generales.
a- PRINCIPIOS PROCESALES
El artículo primero de este cuerpo normativo nos introduce a los principios
procesales que regirán en materia procesal.
En su primer apartado vemos la regla general en cuanto a que los procesos
de las materias civil, comercial, familiar, agrario, ambiental y aquellos de
naturaleza jurídica similar, se rigen por los principios del sistema de la oralidad
procesal. En el caso de ausencia de disposiciones en las leyes que regulan los
procesos laborales, contencioso administrativo y penal, el Código se aplicará
supletoriamente.
El segundo inciso se establecen los principios fundamentales sobre los
cuales se funda el sistema procesal, estos son los derechos de igualdad,
seguridad jurídica, debido proceso, justicia pronta y cumplida, libre acceso a la
justicia, independencia, legitimidad, gratuidad, especialidad, responsabilidad, de
servicio a la sociedad, y probidad; junto con los principios derivados de los
307
derechos constitucionales y de los derechos humanos en que se inspira la
administración de justicia.
El tercer inciso enumera los principios del sistema, que deben ser cumplidos
en lo posible en todos los procesos, si sus características particulares lo permiten.
En primer lugar se encuentra el principio de oralidad. Esto implica que el
proceso se desarrollará a través de audiencias orales y públicas. La expresión oral
será la forma de comunicarse que asumirán las partes con los jueces, por sí o por
medio de sus abogados. En las audiencias, por medio de la oralidad, se deberá
también sanear el proceso, impulsar la conciliación, recibir pruebas, ejercer el
contradictorio y emitir las conclusiones ante los jueces.
Si llega a surgir el caso en que el juez deba elegir entre la oralidad y la
escritura primará la oralidad en su escogencia. Algunos actos no se encuentran
cubiertos por este principio, como la demanda y su contestación, la sentencia
documento, los recursos contra esta y los documentos, peritajes e informes;
debido a que por seguridad jurídica debe quedar constancia de ellos en el
expediente.
Íntimamente relacionado con el anterior está el principio de inmediación. Se
pretende que haya en las audiencias una relación directa y personal de los jueces
con las partes, con sus abogados, y principalmente con los medios de prueba y el
objeto del proceso para que la resolución final sea derivada realmente de lo vivido
durante la audiencia. Cuando las partes requieran ser escuchadas fuera de las
308
audiencias sobre aspectos concretos, los jueces deberán acceder citando a la
contraparte.
El principio de concentración complementa al principio previo porque toda la
actividad procesal deberá desarrollarse en el menor tiempo posible, en una o dos
sesiones cuando así se prevean, y en las mismas se respetarán los derechos de
las partes de alegar, probar y contradecir. Igualmente debe concentrarse en una
sola resolución varios actos y gestiones, el juez no puede dividir, suspender o
interrumpir las audiencias, si lo hiciera debe haber una causa justificada para esa
acción.
El dispositivo como principio procesal implica que las partes inician el
proceso, ofrecen las pruebas y las presentan a los jueces para su evacuación,
pueden disponer de sus derechos salvo si son indisponibles; pueden terminar el
proceso unilateral o bilateralmente, y en general están facultados para impulsar la
actividad procesal. A nadie se puede obligar a formular una demanda.
El impulso procesal se genera luego de que sea promovido el proceso por las
partes; los jueces dictarán de oficio, con amplias facultades, todas las medidas
dirigidas al avance y finalización del proceso, sin necesidad de gestión de parte.
Por todos los medios evitarán la paralización e impulsarán el trámite con la
mayor celeridad posible.
El principio de celeridad provoca que la tramitación del proceso se realice con
prontitud y economía de tiempo para las partes y el sistema de administración de
justicia.
309
La carga de la prueba le corresponderá a aquel que formule una pretensión,
quedará así obligado a probar, ofreciendo oportunamente los medios probatorios y
preocupándose por la evacuación de sus pruebas.
A través del principio de contradicción se garantiza la igualdad procesal de
las partes. Las gestiones probatorias podrán ser inmediatamente combatidas o
contradichas por la contraria, se exceptúan aquellos casos de urgencia en que se
difiere el contradictorio.
Al garantizar la identidad física del juzgador, este sólo podrá juzgar, conforme
lo alegado y probado por las partes, cuando investido legalmente de los poderes
de juez haya estado en la o las audiencias donde se halla recibido la prueba que
servirá de base para dictar el fallo o haya participado en la audiencia de vista de
un recurso. En los casos en que se traslade, ascienda o suspenda a un juez, este
mantendrá su competencia para dictar la sentencia pendiente en aquellos
procesos en los cuales hubiere evacuado o iniciado la evacuación de pruebas.
Basado en la búsqueda de la verdad, el juez deberá resolver las cuestiones
planteadas con base en los elementos probatorios ofrecidos por las partes y
admitidos en el momento procesal oportuno, respetando el principio de
contradicción. La prueba de oficio se admitirá restrictivamente. En general el juez
deberá encontrar fórmulas justas para la búsqueda de la verdad dentro del marco
de las pretensiones, el cuadro fáctico y probatorio formulado por las partes.
En general los ciudadanos tienen el derecho de asistir a las audiencias dada
la publicidad de estas, con excepción de los casos en los que se disponga la
310
privacidad de ellas por conciliación, seguridad, secreto comercial, información no
divulgada, protección de la personalidad de alguna de las partes, por afectar el
buen nombre, la honra de las personas,
incomunicabilidad de declarantes o
porque se pueda causar algún daño psicológico o moral a alguno de los
comparecientes salvo que las partes acuerden lo contrario.
Siguiendo lo establecido por el principio de preclusión, los actos y etapas
procesales se cumplirán en el orden establecido por la ley, debiendo los jueces
omitir los innecesarios o concentrar varios en uno solo según el caso, y una vez
cumplidos o vencida una etapa no podrán reabrirse o repetirse, salvo lo previsto
en actividad defectuosa.
Principio de impugnación, abre la posibilidad de que todas las sentencias
finales puedan ser impugnadas ante un órgano jurisdiccional distinto de quien las
dictó.
Las demás resoluciones sólo podrán impugnarse siempre y cuando se
otorgue expresamente un recurso ordinario o extraordinario.
El último principio señalado es el de ejecución, en razón del cual todas las
sentencias deberán ejecutarse fielmente con autoridad y eficacia, adecuando sus
efectos al momento de cuando deben cumplirse, incluso si afectan a terceros que
no formaron parte del proceso, cuando se trate de intereses comunes, colectivos,
difusos, de idéntica situación o personas que directa o indirectamente les afecte, o
cuando se pretenda tornarlas inciertas o inejecutables.
311
b- PRINCIPIOS PROCESALES QUE SON CONTRARIOS AL
SISTEMA
Luego de explicar los principios en los cuales se fundamenta el nuevo
ordenamiento procesal propuesto, el artículo segundo señala las actuaciones que
se sancionan con nulidad absoluta en razón de haberse cumplido por medio de
principios declarados incompatibles con el sistema procesal.
Dicho artículo menciona cinco principios procesales que son contrarios al
sistema, estos son:
La escritura, en cuanto se relacione con la recepción de pruebas, las
conclusiones, la vista en los recursos, los recursos en las audiencias y otras
actuaciones que se señalen en las diversas etapas de las audiencias y que deban
cumplir con el requisito de la oralidad, porque si permitiera que dichas actuaciones
fueran escritas, la celeridad y la inmediación se verían afectadas y en general el
proceso.
El inquisitivo; esto es, que los jueces no pueden alterar el resultado del juicio,
sustituyendo la voluntad de las partes, el cuadro fáctico o probatorio fijado por
ellas, creando etapas procesales o cargas probatorias en perjuicio de una parte.
Tampoco podrán ordenar evacuar pruebas, considerarlas para establecer los
hechos probados o no probados, si no se hizo en el momento oportuno porque
afectaría al principio de preclusión, y sobre ellos no medió el debido proceso, así
312
como el derecho de defensa y el derecho de las partes a ofrecer contraprueba, por
lo que no se cumpliría con el contradictorio.
La mediación en la recepción de pruebas, o en actos propios de las
audiencias, no podrán dictar sentencia los jueces si no estuvieron en la recepción
de pruebas. El juez competente podrá trasladarse a otros lugares, en todo el país,
cuando así lo requiera para la evacuación de una prueba importante en tal caso no
podrá comisionarse a otra autoridad, esto porque si es una prueba clave para
resolver la cuestión entonces el juez que conoce esta debe estar presente en
dicha diligencia.
La formalidad excesiva se establece como contraria al sistema de
administración de justicia, ya que todo tipo de formalidad exagerada o innecesaria
constituye en sí misma un vicio. Deberá ser considerado como formalismo la
declaración excesiva de nulidades, porque entorpecen los fines, y la buena
marcha del proceso; de igual forma se considerarán las prácticas en perjuicio del
saneamiento del proceso y la preeminencia de la aplicación de normas procesales
en perjuicio de las de fondo. Las inadmisiones sólo podrá prevenirse y declararse
en los supuestos que la norma de manera expresa lo señala.
Denegación injustificada de justicia. Las prevenciones y las inadmisiones
deberán disponerse en una sola resolución. Es prohibido a los jueces dictarlas
para dilatar injustificadamente el proceso o el dictado del fallo. Las inadmisiones y
los obstáculos que impidan el acceso a la justicia y al proceso, deberán
interpretarse de manera restrictiva.
313
El artículo tres se refiere a los derechos y deberes que le incumben a las
partes. Su primer inciso nos explica cuales derechos se les garantiza para que sus
aspiraciones tengan una pronta satisfacción, y así se cumpla una de las razones
de ser del sistema de administración de justicia.
Se
debe
garantizar
que
los
jueces
sean
imparciales,
prudentes,
independientes, idóneos, conocedores del derecho, y con autoridad para tomar
decisiones. De esta manera el sistema generará confianza con respecto a las
resoluciones que se emitan.
Libre acceso a la justicia y al proceso para recurrir ante los tribunales y
plantear sus problemas jurídicos concretos o conflictos de intereses u oponerse a
la solución reclamada por otros. Su limitación radica en que debe ejercitarse este
derecho de manera razonable, proporcional, sin reiteraciones, sin abuso del
derecho y sin fraude procesal.
La conciliación, mediación, arbitraje, o cualquier otro medio de resolución
alternativa
de
conflictos,
siempre
serán
utilizados
prioritariamente
como
instrumentos de paz social. Siguiendo esta forma de pensar no sólo se lograría
terminar con las controversias en menos tiempo sino que se libraría a los
tribunales de mucho trabajo que no se hace necesario que lo conozcan y también
se gastaría menos dinero por las partes y por el Estado.
Todos aquellos que recurran a los tribunales para hacer valer sus derechos
deberán tener acceso a una defensa profesional. Los defensores públicos sólo
serán asignados a personas de escasos o sin recursos económicos, siempre que
314
de previo prueben dicha condición ante el Juez, en casos muy calificados en
procesos de interés social. La Corte podrá reglamentar otros sistemas de
asistencia extrajudicial en cooperación con las Universidades y el Colegio de
Abogados, que no estén a cargo de su presupuesto.
En el inciso segundo de este artículo tercero se regulan los deberes que
deben ser observados en el ejercicio de los derechos de los ciudadanos dentro del
sistema de administración de justicia. Dentro de estos deberes podemos señalar:
La buena fe y lealtad procesal, esto se refiere a que desde las partes, sus
apoderados, representantes, abogados, auxiliares, hasta los terceros que tuvieren
algún contacto con el proceso, tienen que ajustar su conducta a la dignidad de la
justicia, al respeto debido a los otros litigantes, así como a la lealtad y buena fe.
Considera la ley como actos contrarios a la lealtad y cometidos en fraude
procesal, las demandas, incidentes o excepciones abusivas o reiterativas, el
ofrecimiento de prueba falsa o ilícita, el abuso del proceso o de los mecanismos
procesales, las medidas cautelares infundadas y abusivas, la colusión, el
incumplimiento de órdenes judiciales o de los efectos y firmeza de las
resoluciones, y cualquier otra conducta desleal, ilícita, abusiva o dilatoria.
Los sujetos que cometan las conductas indicadas podrán ser sancionados
por los jueces con el rechazo de plano de la gestión, archivo de la demanda,
incidente o recurso; y disciplinariamente a los abogados, imponiendo multas a las
partes o sus abogados hasta en un diez por ciento de la estimación de la demanda
o prudencialmente en demandas inestimables, además de la posibilidad de que se
315
le notifique la infracción al Colegio de Abogados para que tome las medidas
disciplinarias correspondientes.
Uso racional del sistema. Las partes deberán encontrar satisfacción a sus
pretensiones. Al respecto utilizarán las vías expresamente concebidas por el
sistema de administración de justicia, sin abusar de ellas. No podrán promover
procesos o incidentes, recursos y gestiones, duplicados, innecesarios o dilatorios
en perjuicio de los contrarios ni irrespetar las resoluciones firmes. Los abogados
no podrán sugerir el uso irracional del sistema abusando de varias vías para la
discusión de un mismo asunto. En relación buscará siempre las más eficaces
dentro del sistema procesal
Cooperar con el sistema de administración de justicia, y la parte contraria en
la averiguación de los hechos y la aportación de prueba.
2.- ANALISIS PARTICULAR: EL PROCESO SUCESORIO
Dentro de lo concerniente al Procedimiento Sucesorio propiamente dicho el
Código Procesal General lo regula en su Título VI, del artículo 110 al 113.
En primer lugar el artículo 110 contiene reglas generales que se refieren al
objeto, la competencia, herencia vacante, medidas cautelares y la remisión que
hace al procedimiento no contencioso.
El objeto del procedimiento sucesorio se ve desglosado de la siguiente
manera:
316
En primer término se debe constatar y declarar la existencia
de los
sucesores del causante, quienes serán los principales sujetos interesados en la
sucesión.
De seguido debe determinarse el patrimonio relicto, ya que se trata de un
proceso que gira en torno a la universalidad de bienes que debe repartirse entre
los sucesores.
Por último, se debe terminar con la indivisión mediante la partición de ese
patrimonio, pero antes deben haberse pagado las deudas y cargas en caso de que
existieran.
En lo referente a la competencia, la sucesión se tramitará ante notario
público. Sólo en caso de que se diere alguna de las causas justificadas por las
cuales los interesados no pudieren tramitar la sucesión en sede notarial, será
competente para conocer de la sucesión el Tribunal del domicilio del sucesorio.
Este lo será igualmente para intervenir en todos los procesos, contenciosos o
no contenciosos, derivados de la muerte del causante y donde se promuevan
reclamaciones contra el patrimonio del causante que se basaren en la calidad
sucesoria.
Se declarará la herencia como vacante si no hay testamento y no se conocen
herederos del causante en grado legal, o si conociéndose, éstos hubieren
renunciado a la herencia y no fuera el caso de la representación, por tanto se
tendrán como herederos a las Juntas de Educación previstas en el Código Civil.
317
Cualquier interesado en los bienes relictos, puede solicitar las medidas
cautelares respectivas, entre ellas el aseguramiento de bienes y la colocación de
sellos, cualquier día y hora, lo anterior con el fin de que no se distraigan bienes
que deben ser incluidos en el proceso para pagar deudas o ser repartidos entre
los herederos.
Salvo en lo expresamente previsto en leyes especiales, son de aplicación al
sucesorio las normas del procedimiento no contencioso.
El artículo 111 entra en el detalle de la fase inicial del proceso, señalando
como se debe proceder a la apertura y comprobación de testamento, según se
esté ante un testamento cerrado, testamento abierto no auténtico o testamento
abierto privilegiado.
Si existiere testamento y uno de los interesados lo tiene en su poder deberá
presentarse al Juzgado para solicitar la iniciación del procedimiento sucesorio
llevando consigo el testamento, en caso de que no tenga el testamento al pedir el
inicio del proceso, entonces indicará en poder de quien se encuentra. Luego de
esto se declarará abierta la sucesión, procediendo con las diligencias pertinentes.
Cuando se está frente a un testamento cerrado, se procederá a su apertura,
debiendo convocarse a la audiencia al notario y a los testigos, a quienes se
interrogará sobre si el documento se encuentra en las condiciones de cuando se
otorgó, el reconocimiento de sus firmas, y sobre la verdad de las afirmaciones
contenidas en la razón notarial. Si se formularen observaciones, se resolverán por
318
el procedimiento incidental, con intervención de los interesados y de la
Procuraduría General de la República. (Artículo 111.2)
En los casos en que se trata de un testamento abierto no auténtico, se
procederá a su comprobación, convocando a los testigos aparecidos en él, a
quienes se interrogará sobre la autenticidad de sus firmas y además sobre el
cumplimiento de las solemnidades exigidas por los numerales 585 y siguientes del
Código Civil. (Artículo 111.3)
Si se tratara de un testamento abierto privilegiado, se convocará tanto a la
persona ante la cual se hubiere otorgado y a los testigos presénciales y se les
interrogará sobre la existencia de la circunstancia excepcional del otorgamiento
de este tipo de testamentos, sobre la autenticidad de sus firmas y antes de tenerlo
por comprobado el juez deberá examinar la fecha cuando murió el causante y la
del testamento a fin de comprobar si no ha caducado en los términos del numeral
586 del Código Civil. (Artículo 111.4)
Una vez abierto el testamento cerrado o comprobado el abierto no auténtico,
si se estima procedente se ordenará la apertura del procedimiento sucesorio
testamentario. En caso contrario se procederá a ordenar la apertura como
sucesorio ab intestato, sin perjuicio del derecho de los interesados de acudir a la
vía ordinaria para declarar la validez del acto de última voluntad.
Encontramos en el artículo 112 la regulación del procedimiento sucesorio,
que dará inicio luego de haber cumplido con los pasos previos.
319
En primer lugar se presenta la solicitud por parte de alguno de los
interesados, luego se decretará la iniciación del procedimiento sucesorio, se
dispondrá la publicación de edictos emplazando a los interesados e indicando el
nombre del causante, del promovente, señalar a los posibles herederos y
especificar la ubicación de la notaría donde se tramita. En la misma resolución
llamará al albacea testamentario o designará el albacea provisional de
conformidad con lo dispuesto por el artículo 543 del Código Civil, quien, salvo
remoción fungirá como tal hasta la conclusión del procedimiento. Igualmente de
ser necesario se proveerá lo concerniente a la representación de los menores,
incapaces o ausentes.
En el inciso segundo de este artículo se estipula que cuando el albacea
testamentario o el que haya sido designado acepta el cargo debe proceder a
realizar el inventario de los bienes dentro de los quince días posteriores a la
aceptación. No será necesario el inventario si se hubiere procedido como medida
cautelar al aseguramiento de los mismos o los presuntos herederos estuvieren de
acuerdo en su valor.
Realizado el inventario se pondrá en conocimiento de los interesados por el
plazo de 10 días, y éstos podrán formular las observaciones pertinentes.
Si
hubiere controversia por parte de alguno de ellos al respecto, esta se tramitará en
vía incidental.
El siguiente inciso nos dice que una vez vencido el emplazamiento se hará la
declaratoria
de
herederos
y
legatarios.
Igualmente
deberá
haber
un
320
pronunciamiento acerca de los créditos legalizados y en su oportunidad sobre el
inventario y avalúo de los bienes. El notario otorgará la respectiva escritura de
adjudicación y repartición; en los casos en que la sucesión haya debido realizarse
en la vía judicial, el juez comisionará a un notario para tal fin.
El último apartado señala la posibilidad de que alguno de los herederos no
compareciere, ante esta circunstancia cualquiera de ellos o el representante del
Estado, podrá solicitar que se le intime por el plazo de 15 días, bajo apercibimiento
de tener por renunciada su herencia si no se presenta, esta notificación se hará en
el domicilio, de no conocerse, se hará mediante edicto.
El numeral 113 se refiere a la partición del haber sucesorio.
En el primer inciso de este artículo se abre la posibilidad de que la partición
de los bienes sucesorios pueda realizarse en forma extrajudicial. Si entre los
interesados hubiere menores, incapaces o ausentes, siempre se puede hacer la
partición extrajudicialmente, pero deberá someterse a conocimiento del Juzgado
competente para la sucesión, para su correspondiente homologación.
Cuando se encuentra firme la resolución donde se declaran herederos, se
han reconocido los créditos, y se han aprobado el inventario y el avalúo de los
bienes, el albacea presentará la cuenta partición, la cual se pondrá de manifiesto
por 10 días para que los interesados hagan las observaciones que consideren
pertinentes, si no se hiciera ninguna, una vez vencido el referido plazo, se hará la
adjudicación.
321
Aprobada la cuenta partición se expedirá el testimonio de escritura o la
ejecutoria, para su inscripción en el Registro correspondiente respecto de los
bienes sujetos a registración. De los demás bienes extenderá el documento donde
se acredite la adjudicación en favor del o de los sucesores.
La remoción del albacea es posible y sólo se decretará, de oficio o a petición
de parte, por incumplimiento de sus obligaciones debidamente demostrado.
Cuando hay petición de parte el punto será discutido en vía incidental.
Finalmente el artículo 113 en su último inciso le señala al notario público que
tramita la sucesión, la obligación de formar un expediente siguiendo los diferentes
trámites previstos, existiendo o no testamento,
habiendo o no interesados
menores o incapaces. En caso de existir estos últimos el juez deberá homologar la
partición final, respetando en todo caso los derechos patrimoniales de los
menores, incapaces o ausentes.
En el Título V del Libro Segundo se encuentra la regulación de los procesos
no contenciosos (artículos 93 al 96 C.P.G.), a los cuales remite el numeral 110
C.P.G.
Señala el artículo 93, en sus disposiciones generales la procedencia de estos
procesos, su primer inciso establece que sólo se tramitarán como no contencioso
los asuntos o cuestiones expresamente dispuestos por ley.
Los procesos no contenciosos tendrán como objeto principal alguno de las
siguientes: “14) Aseguramiento de bienes de persona fallecida mientras no se
322
hubiera decretado la apertura del procedimiento sucesorio y en general las
sucesiones”. 1
De seguido el artículo 94 explica el procedimiento que se sigue con los
procesos no contenciosos, los que se tramitarán ante los Juzgados competentes,
según la materia. La Procuraduría General de la República y cualquier otra
institución pública, cuando lo disponga la ley, solo intervendrán preceptivamente.
Se iniciará el procedimiento por medio de una solicitud que presentará la
parte interesada, en esta deberá incluir su nombre y calidades, dirección y medios
de comunicación, una relación sucinta de los hechos, la petición concreta, la
prueba, e indicará toda persona o Institución interesada en el diligenciamiento del
asunto.
Admitida la solicitud, y en caso de ser obligatorio, se dará audiencia a la
Procuraduría o a otra institución, a los terceros interesados o a quien corresponda,
por el plazo de cinco días. Además, cuando la ley lo indique, se publicará por dos
veces un extracto de la solicitud en un periódico de circulación nacional, con un
intervalo de cinco días entre cada publicación, citando a los interesados a ejercer
sus derechos dentro del mismo plazo indicado. En asuntos de personas de
escasos recursos, a su solicitud, la publicación se podrá verificar en el Boletín
Judicial.
1
Proyecto de Código Procesal General versión 2001, Corte Suprema de Justicia, Comisión de
oralidad y conciliación, Comisión Redactora: Ricardo Zeledón Zeledón, Sergio Artavia Barrantes,
Rodrigo Montenegro Trejos, San José, Costa Rica, 1 de octubre del año 2001
323
A solicitud de parte el Juez, podrá disponer la tutela cautelar en cualquier
etapa de procedimientos no contenciosos.
Transcurrido el plazo, el Juzgado, cuando no se trate de asuntos meramente
documentales, de divorcio o separación, convocará a los interesados a una única
audiencia oral.
En la citada audiencia deben cumplirse con las siguientes actividades: Se
debe resumir el objeto de la audiencia por parte del juez y la parte expondrá la
cuestión debatida. Cuando existieren varios interesados y fuera procedente se
hará una propuesta de conciliación. Saneamiento del procedimiento. Fijación
definitiva del objeto principal del procedimiento. Admisión de prueba y evacuación
de todos los medios probatorios. Conclusiones y alegatos de las partes o sus
abogados. Se dictará la resolución final.
En cuanto a la eficacia e impugnación del procedimiento no contencioso, el
artículo 95 aclara ambos puntos; de esta forma las conclusiones derivadas de este
se presumen ciertas así como también los derechos de los terceros de buena fe,
salvo prueba en contrario. Todo lo resuelto en los procedimientos no contenciosos
no adquiere valor de cosa juzgada, salvo expresa disposición legal en contrario.
Contra las resoluciones dictadas en los no contenciosos sólo procederá el
recurso de revocatoria. Contra la resolución definitiva cabrá el recurso de
apelación cuando ponga fin al procedimiento, sea rechazando total o parcialmente,
o aprobando lo actuado.
324
Las resoluciones definitivas de un procedimiento no contencioso admiten
siempre discusión en un proceso de conocimiento, mientras no haya transcurrido
el plazo de 4 años desde su firmeza o desde que la parte debió tener
conocimiento, salvo disposición de un plazo inferior o de prescripción en la ley
especial.
Finalmente el artículo 96 regula los temas de oposiciones, suspensión,
medidas provisionales y cautelares en el proceso no contencioso.
Cualquier oposición ya sea por parte de un tercero o de una institución
pública, debe estar fundamentada y comprobada, debe existir un interés legítimo y
directo del opositor en el punto controvertido.
Si antes de dictarse la resolución final sobre el fondo de un no contencioso
surgiere oposición, se tramitará por vía incidental y solo si ello no fuere posible, el
juez resolverá la oposición suspendiendo el procedimiento y previendo al opositor
la presentación del respectivo proceso de conocimiento. Si el opositor no
interpusiere la demanda dentro del plazo indicado, el juez dispondrá la
continuación del no contencioso hasta su conclusión.
Cuando hubiere recaído resolución definitiva lo resuelto podrá discutirse en la
vía ordinaria, dentro del citado plazo de 4 años, salvo si existiere otro plazo de
prescripción diferente en ley especial. Quedan a salvo los casos cuya naturaleza
puede dejar, en un futuro, sin efecto la resolución definitiva.
325
Mientras tanto, salvo si el juez dispone otra cosa, se mantendrán los efectos
de lo resuelto, así como las medidas provisionales o cautelares ya concedidas, sin
perjuicio del otorgamiento de otras medidas urgentes.
Cuando la oposición fuere infundada o el opositor no presente la demanda
ordinaria respectiva en el mismo procedimiento no contencioso, será condenado al
pago de las costas, daños y perjuicios, cuyo monto en ningún caso será inferior a
tres salarios mínimos de oficinista uno del sector público.
Estas disposiciones no se aplicarán cuando la ley establezca un trámite
especial para resolver oposiciones dentro de un procedimiento no contencioso
específico.
B.- ÚLTIMA VERSIÓN DEL TEXTO DEL PROYECTO DE CÓDIGO
PROCESAL GENERAL
El objeto de este apartado de nuestro estudio es la última versión del
Proyecto de Código Procesal General, originada en la comisión revisora, integrada
por los doctores Gerardo Parajeles Víndas,
José Rodolfo León Días y Jorge
Alberto López González, a la que le fue comisionada esta labor por la Corte Plena
en noviembre del año 2004.
La labor de esta comisión es hacer una revisión exhaustiva de los tres libros
de la versión de este proyecto de abril del 2003, debido a que presentaba varias
deficiencias, como por ejemplo que sus normas eran demasiado largas, no siendo
suficientemente concretas. Por otro lado se cambió la forma de redacción del
326
Código y se revisó la estructura porque no se incluyeron algunos puntos
relevantes a la vez que se simplificó.
La revisión realizada por la comisión antes dicha se completó en mayo del
año 2005, incluye los dos libros del proyecto, el libro tercero está pendiente de
redacción ya que se necesita la intervención de los especialistas en materia
agraria y de familia.
C.- PRINCIPALES MODIFICACIONES INTRODUCIDAS AL TEXTO DEL
PROYECTO DEL CÓDIGO.
La última revisión realizada de este Proyecto, el cual pretende un cambio de
sistema para pasar de la escritura a la oralidad a aumentado el número de normas
con respecto al texto anterior, que regulan la sucesión pero aún así mantiene el
énfasis en la disminución de normativa en beneficio de la simplificación procesal y
una mayor facilidad en su estudio.
Los principales cambios presentados por la comisión revisora son los
siguientes:
En primer lugar el aumento cuantitativo en la regulación respecto al proceso
sucesorio, ya que anteriormente se limitaba a unos pocos artículos, los cuales no
bastaban para regular eficientemente un proceso tan complicado como lo es el
sucesorio.
1.
La regulación se dirige específicamente a la sucesión en vía
judicial; la competencia se sigue manteniendo para los notarios, pero por
327
ser esto el texto de un código procesal se regula solamente la vía judicial
para aquellos casos en que no es posible tramitarla extrajudicialmente. Por
ejemplo la homologación de los acuerdos en vía extrajudicial (incapaces,
menores)
2.
Con respecto a las medidas cautelares hace un detalle más
claro de esta figura.
3.
No se realizan remisiones a otros procesos para aclarar lo no
dispuesto en el procedimiento (actividad judicial no contenciosa) ya que el
proyecto nuevo lo regula de una manera más específica.
4.
Con respecto al resolución inicial que decreta la apertura se
establecen los plazos de aceptación de la herencia y el cargo de albacea,
los cuales se reducen a quince y a tres días respectivamente, lo cual era
omiso en el anterior texto.
Hay reducción en: la audiencia de interesados acerca del inventario
5.
Otra modificación importante se da al tomar una sola norma
para indicar que todas las controversias que se susciten se conocerán en
vía incidental sin estar remitiendo a esa vía en reiteradas ocasiones.
328
SECCION II: LA CONFRONTACIÓN DEL PROCESO SUCESORIO Y EL
PROYECTO DE CÓDIGO PROCESAL GENERAL.
A) ESTUDIO DEL PROYECTO DE CÓDIGO PROCESAL GENERAL
En esta sección estudiaremos las normas de la última revisión realizada al
proyecto de Código Procesal General relativas al proceso sucesorio y otras de
carácter general que tengan relación con él. Posteriormente realizaremos un
análisis comparativo del derecho sucesorio actual y de la propuesta de reforma
con el objeto de constatar los beneficios, perjuicios, modificaciones reales y
además realizar las posibles propuestas que permitan un mejoramiento del
sistema de administración de justicia.
Por otra parte se revisará la situación que tendría del proceso sucesorio en
vía notarial con la entrada en vigencia del Código Procesal General y las medidas
legislativas que se deberían tomar con respecto a esta situación.
El nuevo texto del proyecto de Código Procesal General regula en su título
segundo el Proceso Sucesorio, dicho título se subdivide en dos capítulos, en el
capítulo primero se encuentran las normas generales y en el segundo se
desarrolla el procedimiento.
Las estipulaciones del nuevo articulado atañen exclusivamente al proceso
sucesorio en vía judicial, esto debido a que la comisión revisora no consideró
conveniente introducir en esta normativa el proceso sucesorio en vía notarial ya
que hay una legislación especial, el Código Notarial que es donde se deben
329
consignar las normas que establezcan la actividad de los notarios. Si se planteara
adicionar normas para regular el proceso en sede notarial estas deberían incluirse
en el cuerpo del Código Notarial para mantener una unidad normativa.
El capítulo primero en sus artículos 130 y 131 señala que el proceso
sucesorio tiene como objetivo hacer una declaratoria de herederos, determinar el
patrimonio del causante, dar a la sucesión un representante y acabar con la
indivisión de bienes. Para lo anterior es necesario probar la muerte del causante,
por medio de certificación o algún otro medio idóneo siempre que se haya hecho
antes de la declaratoria de herederos.
En el numeral 132 se establecen las medidas cautelares que permiten
mantener intacto el haber sucesorio, lo cual se hace con el aseguramiento de
bienes que tiende a la inmovilización de aquellos de fácil sustracción, sellando y
vigilando la integridad del patrimonio, además comunicando a los bancos o
instituciones (públicas o privadas) que los tengan en su poder. Posteriormente los
bienes se entregan al albacea o a un depositario según sea el caso. Cabe
destacar que no es necesaria una petición de los interesados, ya que este tipo de
medidas pueden ser tomadas de oficio por el juez.
Con respecto a la apertura y comprobación de los testamentos esta
normativa estipula que todo aquel que tenga un interés legítimo puede pedir la
apertura del testamento cerrado y la comprobación del no auténtico y del
privilegiado. Si se comprueba la validez y eficacia del testamento el tribunal lo
declara así y da por iniciado el sucesorio testamentario o ab intestato.
330
En relación al testamento cerrado el tribunal dejará constancia del estado de
la carpeta, sus cerraduras e inscripciones. Luego se hace una audiencia con la
presencia del notario y los testigos, así como otros interesados, para revisar la
autenticidad del documento, se harán constar las diferentes observaciones, se
cotejarán las firmas de los ausentes, se abrirá y leerá el testamento. Si se trata de
un testamento abierto no auténtico o privilegiado se cita a los testigos del
otorgamiento para comprobar la autenticidad de las firmas y cumplimiento de
solemnidades o de la situación excepcional del testamento privilegiado.
En lo que concierne al fuero de atracción el artículo 134 señala lo siguiente:
“…El tribunal que conoce de la sucesión, siempre que no exista especialidad
de la materia, será competente para conocer de los procesos:
a) Contra la sucesión, relacionados con la integración del patrimonio
sucesorio o con el reconocimiento de pasivos.
b) Contra la sucesión para el cobro de obligaciones dinerarias, cuando no
sean legalizables.
c) Que versen sobre la calidad sucesoria o la validez y eficacia de los
testamentos.” 1
El artículo 135 indica que la presentación de estas demandas suspenderá el
proceso sucesorio hasta que haya una resolución definitiva.
1
Proyecto de Código Procesal General Versión 2005, Corte Suprema de Justicia, Nueva
Versión Proyecto de Código Procesal General, Modifica la versión del año 2003, Comisión
Redactora: Dr. Gerardo Parajeles Víndas, Dr. José Rodolfo León Días, Dr. Jorge Alberto López
González, San José Costa Rica, año 2005, art.134
331
Podrá darse la acumulación de procesos sucesorios si existe comunidad de
bienes o identidad de herederos.
Al promoverse varias sucesiones con un mismo causante, se acumularán a
aquella en que se dio la declaración de apertura en primer lugar.
Cuando se trata de una sucesión en vía notarial, esta se acumulará a la
sucesión judicial, si los interesados en la judicial no quisieren o no pudieren hacer
valer sus derechos en la sede notarial. El albacea nombrado en el primer
sucesorio prevalece, salvo que existiere testamentario.
Las resoluciones apelables según lo establecido en el artículo 139 son las
siguientes:
“a) La final en la apertura y comprobación de testamentos.
b) La declaratoria de sucesores.
c) El pronunciamiento sobre exclusión o inclusión de bienes.
d) La que dé por terminado el proceso en virtud de convenio extrajudicial.
e) La que apruebe o rechace créditos.
f) La que resuelva sobre la remoción del albacea.
g) La que se pronuncie sobre la fijación de honorarios de abogado y albacea.
h) La resolución final de la rendición de cuentas.
i) La denegatoria de reapertura.
332
j) La que aprueba en forma controvertida o impruebe la adjudicación,
transmisión o acto sucesorio realizado en el extranjero.” 1
Cuando se presenten oposiciones dentro del proceso sucesorio, y no esta
previsto un trámite específico para ellas, se seguirá el procedimiento incidental
previsto en el Capitulo cuarto, título primero del libro segundo del Proyecto de
Código Procesal General.
La regulación inicia en el artículo 113, el cual señala las disposiciones
generales para este procedimiento.
Si las cuestiones incidentales se suscitan de previo a la realización de una
audiencia, se deberán proponer y decidir en ella.
En los casos en que surjan varias cuestiones, las partes deberán promover
todos los incidentes a que puedan tener derecho. Los que se interpongan
posteriormente, sustentados en hechos ya conocidos serán rechazados de plano.
El incidente suspenderá el proceso principal si la ley le concede ese efecto, si
es imposible seguir el proceso o que así lo señale el tribunal si considera que es
necesario para el desarrollo del principal.
Si se paraliza el procedimiento incidental por culpa del promoverte por un
plazo de un mes, este caducará y será desestimado definitivamente.
1
Proyecto de Código Procesal General Versión 2005, Corte Suprema de Justicia, Nueva Versión
Proyecto de Código Procesal General, Modifica la versión del año 2003, Comisión Redactora: Dr.
Gerardo Parajeles Víndas, Dr. José Rodolfo León Días, Dr. Jorge Alberto López González, San
José Costa Rica, año 2005 Art 139
333
Pueden darse incidentes en dos momentos procesales, el primero cuando se
esta en medio de una audiencia en la que se deberá formular oralmente, escuchar
a la parte contraria, recibir la prueba que se pueda evacuar en ese mismo acto y
finalmente se dictará la resolución pertinente no siendo posible volver a plantear
esa cuestión.
También pueden plantearse incidente fuera de audiencia. Los incidentes
que se formulen fuera de audiencia, se tramitarán en pieza separada; debiendo
constar en el escrito los hechos que lo sustentan y la pretensión. Se deberá
aportar la prueba o indicarla si esta consta en el proceso, la falta de alguno de los
requisitos provocará el rechazo del incidente.
Una vez admitido se dará audiencia por tres días al incidentado, quien al
contestar ofrecerá o indicará sus pruebas según sea el caso.
La resolución final se dictará en el plazo de cinco días, Si se debe recibir
prueba en audiencia esta se señalará para dentro de los diez días siguientes. La
resolución final se dictará inmediatamente después de finalizada la audiencia de
práctica de la prueba. La incomparecencia de las partes se regirá por el artículo
49 inciso 2 punto d el cual dice que en los procesos de audiencia única si falta el
incidentista se tendrá por desistido el incidente y si falta el incidentado se
declarará con lugar; haciendo salvedad que en ambos casos si se considera
necesario se practicará la prueba y se dictará la resolución final.
La escogencia del abogado director del proceso sucesorio recae en el
albacea esto aún por sobre las disposiciones testamentarias si las hubiese; sus
334
honorarios al igual que los del albacea correrán por cuenta de la sucesión y serán
cancelados al terminar su gestión, siendo posible girar anticipos en proporción al
trabajo realizado y al monto aproximado de los honorarios totales. Igual regla se
seguirá en el caso de renuncia o remoción. Si por cualquier razón fuere necesario
abrir un proceso de sucesión sin fines patrimoniales, los honorarios del albacea y
su abogado correrán por cuenta del interesado.
El siguiente capítulo desarrolla la regulación con respecto al procedimiento a
seguir en las sucesiones mortis causa.
Cualquier persona que tenga interés legítimo en el sucesorio podrá solicitar la
apertura del procedimiento, para ello su solicitud deberá incluir los siguientes
requisitos:
“a) El nombre, las calidades y el último domicilio del causante.
b) Los nombres, calidades, domicilio y si constare, la dirección de los
presuntos herederos.
c) Si hay menores, incapaces o ausentes.
d) Si se tiene noticia de la existencia de testamento.
e) Prueba del fallecimiento del causante.” 1
1
Proyecto de Código Procesal General Versión 2005, Corte Suprema de Justicia, Nueva Versión
Proyecto de Código Procesal General, Modifica la versión del año 2003, Comisión Redactora: Dr.
Gerardo Parajeles Víndas, Dr. José Rodolfo León Días, Dr. Jorge Alberto López González, San
José Costa Rica, año 2005. Art. 142.2
335
En los casos en que exista testamento auténtico, deberá presentarse junto
con el escrito inicial o se indicará el lugar donde se encuentra o la persona
conserva, contando con un plazo de cinco días para presentarlo.
Cuando falten algunos requisitos se podrá dar trámite a la solicitud solamente
en casos muy calificados.
El artículo 142 inciso tercero estipula, que al decretarse
la apertura del
procedimiento sucesorio se emplazará por medio de una publicación única en un
periódico de circulación nacional, por quince días a los herederos e interesados
para que comparezcan (1) a aceptar la herencia y hacer valer sus derechos.( 2)
Así mismo se convocará al albacea testamentario o
en su defecto se
designará al que actuará hasta la conclusión del sucesorio, quien deberá aceptar
el cargo dentro del plazo de tres días y si no lo hace se designará a otra persona.
Se proveerá lo concerniente a la representación de los ausentes, menores o
incapaces. El artículo 137 señala con respecto a los menores que se le dará
audiencia al Patronato Nacional de la Infancia y en caso de probarse la ausencia
de herederos se deberá apersonar la Procuraduría General de la República; en
cuanto a los incapaces deberá nombrase un curador para que los represente en el
proceso.
1
El artículo 529 del Código Civil establece un plazo de treinta días para aceptar la herencia.
En disposiciones derogatorias, hay que redactar la derogatoria al artículo 529 del Código Civil por
tratarse de una norma procesal y que actualmente es inconveniente pues contiene plazos
excesivos.
2
336
El numeral 143 de este texto normativo señala que luego del emplazamiento
y resueltas las oposiciones a la condición de sucesores, se hará la declaratoria de
herederos y legatarios, pero si antes de la distribución de los bienes se presentan
terceros con igual o mejor derecho evidente, el tribunal podrá modificar la
declaratoria.
Si se declara heredera a la Junta de Educación,
se le podrá poner en
posesión de los bienes una vez firme ese pronunciamiento.
Uno de los deberes del albacea es el de presentar el inventario de bienes en
los quince días siguientes a la aceptación de su cargo el cual se pondrá en
conocimiento de los interesados por el plazo de cinco días. De no existir
objeciones y estando firmes la declaratoria de herederos se procederá a aprobar
el inventario.
Si el inventario se contabilizó bienes de terceros u omitieron bienes
sucesorios se puede proceder al incidente de inclusión o exclusión de bienes el
cual será promovido por cualquier persona con un interés directo, si la petición la
realiza el albacea no es necesario acudir a la vía incidental.
Según el artículo 144 inciso tercero se debe nombrar un perito para que
realice el avaluó de los bienes sucesorios, esta formalidad puede ser obviada si se
trata de bienes inmuebles, vehículos u otros bienes con un valor tributario o fiscal
actualizado en los últimos dos años o se tratare de bienes cotizados en bolsa, ese
se tendrán como valor real.
337
El peritaje se pondrá en conocimiento de los interesados por el plazo de cinco
días. Si se formularen objeciones y éstas fueren procedentes, se nombrará un
nuevo perito. El tribunal fijará el precio definitivo, tomando en cuenta los informes
técnicos.
El inciso primero del artículo 145 indica que todos los acreedores comunes,
deben reclamar su crédito en el proceso, indicando los montos pretendidos y
acompañando la documentación de respaldo.
Cuando sea pertinente se deberá presentar copia certificada de la sentencia
en que conste el crédito o probarlo por cualquier otro medio lícito. Los acreedores
separatistas son aquellos que tienen garantía real o equiparable. Para cobrar
cualquier saldo en descubierto, lo deben legalizar dentro del proceso El pago se
hará a prorrata si fuere necesario, salvo motivo legal de preferencia.
En su inciso segundo se estipula que los créditos reclamados deberán ser de
conocimiento de los interesados, por el plazo de cinco días, de haber objeciones
se substanciará por el procedimiento incidental.
Finalmente el inciso tercero del mismo artículo señala que los créditos serán
pagados, una vez firme la resolución que los tiene por reconocidos. El albacea
cuando sea
necesario dispondrá la venta de bienes que se elijan al efecto,
pudiendo hacerse por precio inferior al avalúo cuando lo amerite el caso.
Si los intereses de los acreedores quedan resguardados con bienes
suficientes se podrá hacer la entrega de los legados. Los acreedores y legatarios,
podrán tomar disposiciones para el pago de lo que a ellos corresponda.
338
Según el artículo 146 inciso 1 al aceptar el cargo, el albacea entra en la
posesión de los bienes ejerciendo la administración de estos hasta el momento de
de la partición o con su renuncia, muerte o remoción firme (No obstante, en el
caso de renuncia debe continuar en la administración hasta que el sustituto acepte
el cargo), dicha remoción según el artículo 147 puede ser de oficio o a petición de
parte, al incumplir sus deberes de o proceda indebidamente en el ejercicio de sus
funciones perjudicando los intereses de la sucesión. La remoción se tramitará en
la vía incidental. Con respecto a la casa del cónyuge sobreviviente o el conviviente
de hecho y los hijos, estos seguirán habitándola, mientras no resulte adjudicada a
otra persona.
Los dos incisos siguientes estipulan que cuando el patrimonio sea susceptible
de gestión o administración, el albacea debe rendir cuentas periódicas y una vez
presentadas se pondrán en conocimiento de los interesados.
Además la
administración se tramitará en legajo separado cuando sea el caso se hará un
expediente diferente para cada albacea que participe en la sucesión.
El inciso cuarto de este artículo se refiere al cumplimiento de las indicaciones
testamentarias respecto a la forma de administración, en ausencia de estas
disposiciones el albacea tendrá quince días después de aceptación para presentar
un plan de administración el cual se pondrá en conocimiento de los interesados.
Los productos de la administración deberán ser depositados conforme se
hubiere ordenado, previo rebajo de los gastos autorizados o que necesariamente
deban haberse hecho para su obtención. El albacea, salvo disposición en contrario
339
de los interesados, está obligado a velar porque esos productos se mantengan
colocados en depósitos nominativos o a plazo en bancos del sistema bancario
nacional, en forma tal que no dificulte la partición.
Los incisos 6 y 7 del mismo determinan que cuando se vendan bienes de la
sucesión, se hará con base en avalúo pericial. La autorización para venta y
disminución del precio de los bienes deberá ser conocida por los interesados
El tribunal podrá autorizar la venta anticipada de bienes sin dar audiencia a
los interesados, cuando se trate de bienes perecederos o sea evidentemente
necesaria y útil.
El inciso octavo de este artículo establece la opción para los sucesores que
lo necesiten, de solicitar una cantidad de dinero para satisfacer los alimentos,
hasta la cantidad que pueda corresponderles, el albacea ejecutara lo resuelto en
los términos previstos por el tribunal.
Finalmente con respecto a la cuenta final del albacea, debe ser rendida en
los quince días siguientes a la finalización de su gestión; si los herederos son
mayores y capaces pueden eximirlo de esta obligación. Para revisar la cuenta se
sigue el procedimiento incidental. Si no existe oposición, no hay discrepancia con
los estados presentados y no contraviene la ley, se aprobará la cuenta. De no ser
así se prevendrá al albacea, para que prepare otra cuenta de administración.
En todo lo que sea pertinente, se aplicarán las reglas de la ejecución de
sentencias de rendición de cuentas, lo que se hará en el mismo proceso. Para
esos efectos se nombrará un albacea específico.
340
En el proceso sucesorio regulado por este proyecto, se plantean dos formas
de llevar a cabo la partición, la primera es por acuerdo de interesados (artículo
148) para lo que se necesita tener firme la declaratoria de herederos, aprobado el
inventario y que no haya controversias, los interesados podrán disponer sobre la
distribución de bienes sin necesidad de autorización expresa.
Si se trata de bienes registrables, el convenio deberá hacerse en escritura
pública, de la cual se presentará copia al tribunal. En los demás casos, lo
convenido se comunicará mediante escrito firmado por todos. El acuerdo deberá
ser homologado por el juez si hay ausentes, incapaces o menores interesados en
la sucesión.1
La segunda forma es la partición judicial (artículo 149) el primer inciso señala
que aunque no estén satisfechos los créditos, a través de una audiencia de
interesados en la cual se fijarán de manera unánime las bases de la partición, las
que serán vinculantes para el albacea y se reservará lo suficiente para satisfacer
los gastos procesales no cubiertos y los que se deban cubrir en el futuro para
ejecutar la partición y cualquier reclamación de acreedores que estuviere
ventilándose.
En su segundo inciso se aclara que el albacea queda facultado para
presentar un proyecto de partición, si no hubo acuerdo en la audiencia; este se
1
Tomando en consideración que la sucesión notarial estará regulada en su totalidad en el Código
Notarial, será necesario redactar una reforma a dicha normativa, en la que se extienda la
posibilidad de el trámite notarial existiendo menores o incapaces y además se establezca la
posibilidad de acuerdos de interesados para hacer la distribución, señalando como seguridad que
ese acuerdo sea homologado por un juez, cuando haya interés de los menores o incapaces.
341
hará respetando el derecho de los interesados, adjudicando bienes o derechos en
abstracto, representativos del valor de sus derechos. Si hay bienes registrables,
deberá contener las formalidades y requisitos necesarios para la inscripción.
El proyecto será de conocimiento de los interesados, quienes por cinco días,
le harán las observaciones pertinentes. Las oposiciones se verán en la vía
incidental. Hayan o no oposiciones, el tribunal velará por el interés de los menores,
incapaces o ausentes y si no contiene disposiciones contrarias a la ley, lo
aprobará así o con las correcciones pertinentes. Si no fuere posible corregirlo, lo
improbará, para que se haga nuevamente, si los defectos obedecen al descuido o
dolo, el juez dispondrá el trámite de remoción del albacea. La aprobación del
proyecto cuando exista oposición, tendrá recurso de casación y lo que se resuelva
tendrá autoridad y eficacia de cosa juzgada material.1
Los interesados, de común acuerdo, podrán solicitar particiones parciales,
cuando no sea posible aún realizar la definitiva. No se aceptarán si se pone en
peligro el derecho de acreedores que reclamen el reconocimiento de sus créditos
o cuando pueda afectar la distribución definitiva, lo anterior según el inciso tercero
de este artículo.
En su inciso cuarto el artículo 149 indica que una vez firme la partición se
pondrán los bienes a disposición de los adjudicatarios. Los bienes registrables se
1
Discutido ampliamente el punto de si esa resolución debía tener casación, no existió unanimidad
de criterio. El Dr. Gerardo Parajeles considera que esa resolución no debe tener ese recurso.
342
inscribirán mediante protocolización notarial. En caso de documentos o títulos de
crédito, se entregarán a quien corresponda, con la razón respectiva.
Finalmente este artículo en su inciso quinto estipula que el proceso termina
con la ejecución de la distribución y con la rendición de cuentas del albacea, si no
se le hubiera eximido de ese deber.
De acuerdo con el numeral 150, en su apartado primero se da la posibilidad
de reabrir el proceso si aparecieren bienes no tomados en cuenta o surgieren
reclamaciones o situaciones jurídicas que justifiquen la reapertura. La solicitud
será conocida por los adjudicatarios y tendrán tres días para referirse a ella,
deberán ser notificados personalmente o en la casa de habitación. De ser
necesario se les notificará por un edicto que se publicará una vez en un periódico
de circulación nacional.
Si se ordena la reapertura, se llamará al último albacea, para que asuma
nuevamente el cargo y si ello no fuere posible, se nombrará un albacea específico.
La reapertura no afectará la declaratoria de sucesores, aprobaciones de
créditos o particiones extrajudiciales o judiciales ya realizadas.
Si la reapertura pretende conferir representación al sucesorio, para sustentar
una demanda con fines patrimoniales, los honorarios del albacea y de su abogado
serán cubiertos por el promovente si resulta vencido en el proceso interpuesto. En
los demás casos, serán cubiertos por la sucesión o los herederos o legatarios,
según corresponda, de acuerdo con la fijación prudencial que se haga.
343
En otro orden de ideas, según el inciso uno del artículo 151, cuando ocurre
que una persona domiciliada en el extranjero deja bienes en Costa Rica y en su
domicilio se siguió un proceso sucesorio conforme a las leyes de aquel lugar por
quienes tuvieren derecho de hacerlo, serán válidas aquí las adjudicaciones y
demás actos legales realizados.
En el segundo inciso se da el procedimiento a seguir en este caso. Para
que sea eficaz en Costa Rica la partición hecha en el extranjero, el interesado,
previo el exequátur de ley, debe pedir al tribunal del lugar donde están los bienes,
que convoque a quienes, según lo establecido para la sucesión judicial nacional,
pudieran perjudicar las adjudicaciones o actos realizados en el extranjero. Si luego
del plazo no hay oposiciones o si éstas fueren desestimadas, se aprobará lo
dispuesto en el extranjero. Las oposiciones se dilucidarán en vía incidental. Si se
estimare la oposición, se procederá conforme corresponda al mejor derecho
reclamado, cumpliéndose lo dispuesto en el extranjero en la medida en que no
resulte afectado por la decisión del juez nacional.
El tercer y último inciso de este artículo indica que los acreedores de una
sucesión radicada en el extranjero podrán demandar en Costa Rica, cuando
tuvieren una garantía real o equiparada, el deudor hubiere renunciado válidamente
su domicilio, o se trate de ejecutar una sentencia obtenida en el domicilio de la
sucesión.
Los demás acreedores deberán formular su reclamo ante el tribunal que
conoce del proceso, pero mientras se apersonan donde corresponde, podrán
344
solicitar el embargo de bienes u otras medidas cautelares. El acreedor
embargante no podrá ser perjudicado por la adjudicación o pago hecho con el bien
embargado a otro acreedor en el extranjero, sino después de que se declare,
según las leyes costarricenses, que el derecho reconocido en el extranjero, por su
naturaleza, es de mejor condición.
B) COMPARACIÓN ENTRE EL CÒDIGO PROCESAL CIVIL Y PROYECTO
DE CÓDIGO PROCESAL GENERAL
Una vez concluido el estudio de la normativa que presenta el Proyecto de
Código Procesal General, podemos iniciar la comparación entre este y la
normativa vigente actualmente en nuestro país, para poder determinar cuáles son
los cambios más significativos que pretende introducir dicho proyecto para lograr
su objetivo general de mejorar la administración de justicia, lo anterior enmarcado
en el ámbito del proceso sucesorio.
1
Con relación al aseguramiento de bienes, esta figura se desarrolla de una
manera general en un solo artículo, pero este tratamiento no implica que se dejen
lagunas normativas o que esté insuficientemente regulado, sino que se da una
simplificación en la forma sin que ello menoscabe el fondo. (907 Código Procesal
Civil)
1
Para elaborar esta comparación hemos tomado la modificación introducida por el Proyecto y
luego hacemos remisión a la norma del Código Procesal Civil correspondiente.
345
En la apertura del testamento cerrado se tomaron las medidas necesarias
para que este trámite sea más ágil y expedito, asegurando que la constatación de
firmas le brinde seguridad a los interesados. La modificación atañe principalmente
al desarrollo normativo, siendo que cuantitativamente la norma es menor, pero
mantiene su aplicación práctica. (912 Código Procesal Civil)
En el caso del fuero de atracción se ha modificado la norma para que la
enunciación de los procesos que son atraídos por el sucesorio sea “numerus
apertus”, es decir, que abarque posibles eventualidades que no se previeron y que
quedarían fuera con la actual redacción. (900 Código Procesal Civil)
Se incluye la prejudicialidad como una innovación en el proceso sucesorio, ya
que al presentarse una demanda relaciona “sobre calidad de sucesores, validez o
eficacia del testamento…” o “que afecten la integridad del patrimonio o sobre la
existencia, extensión o preferencia de créditos”, es decir, que tengan gran
incidencia en la tramitación del sucesorio, este se verá suspendido hasta que haya
una resolución definitiva al respecto, además se concentran en una norma las
diferentes oposiciones o incidentes que se pueden plantear y que deberían
resolverse previo a la partición.
Al existir esta especialización en cuanto a la acumulación de procesos
sucesorios, no es necesario acudir a las disposiciones generales.
El proyecto acude a una norma para señalar el trámite que se le debe dar a
las diferentes oposiciones, que se presenten durante el trascurso del proceso,
formalizando la vía incidental para el conocimiento de estas sin necesidad de
346
indicar en cada punto que se menciona una oposición que esta debe ser conocida
mediante un incidente, esta estipulación implica una disminución en el número de
normas, lo cual redunda en un código más accesible y ordenado.
En igual sentido podemos señalar el tratamiento que recibe la legalización de
créditos, ya que se agrupan en un solo artículo los créditos que deben ser
legalizados, sin necesidad de recurrir a otras normas para completar la regulación
en esta materia como ocurre en el actual Código Procesal Civil.
Con la enunciación taxativa de las resoluciones que permiten el recurso de
apelación dentro del proceso sucesorio, se delimita y se brinda seguridad jurídica
al momento de plantear este recurso, puesto que las partes interesadas saben de
antemano cuales decisiones, podrán recurrir y el juez no tendrá dudas en aceptar
o rechazar un recurso sabiendo que el proceso podrá continuar sin retrasos
innecesarios, lo cual redunda en un proceso más célere y ordenado.
Dentro de las atribuciones de que esta revestido el albacea, una que es muy
relevante es la que le permite ir en contra de las estipulaciones del causante al
momento de nombrar un abogado director del proceso. Si bien el testamento es la
ley del proceso sucesorio, en estas circunstancias podría suceder que la
designación hecha por el fallecido, no sea la más adecuada, por ende, el albacea
tiene esta liberalidad para tratar de alcanzar el mejor resultado posible.
En cuanto a los honorarios del albacea y del abogado director estos correrían
por cuenta del interesado en el caso de la apertura de un proceso sucesorio sin
347
fines patrimoniales, lo cual es una novedad con respecto a la legislación actual, la
cual no contempla esta hipótesis.
Atendiendo al principio de celeridad se ha modificado la resolución inicial en
tanto establece plazos más cortos para los herederos (para hacer valer sus
derechos) y al albacea (aceptación del cargo). En el mismo sentido estipula que la
publicación del edicto se realice en un diario de circulación nacional. Igual
tratamiento se le da al plazo de presentación del inventario por parte del albacea,
y al plazo que tiene este para rendir la cuenta final; todo esto da como resultado
un proceso que es coherente con los principios procesales que se quiere poner en
practica; convirtiendo a este proyecto en un todo homogéneo.
Así mismo se pretende derogar el artículo 529 del código civil, en primer
lugar porque se trata de una norma procesal incluida en un código de normas
sustanciales y en segundo lugar porque los plazos que señala para estas
actuaciones son excesivos, lo cual va en contra de los principios que pretende
hacer valer este proyecto. 1
1
ARTÍCULO 529.- El término para aceptar la herencia será de treinta días hábiles, contados desde
la publicación, en el Boletín Judicial, del edicto en el que se avise sobre el inicio del proceso de
sucesión y se emplace a los interesados en ésta. Cuando aparezcan en autos el nombre y el lugar
de residencia del heredero, no correrá para él el término del emplazamiento, sino desde la fecha en
la que se le notifique personalmente.
Si no fuere del caso notificar personalmente al heredero, y éste se hallare fuera de la
República, el término para aceptar la herencia se considerará prorrogado por treinta días hábiles
más, para el solo efecto de que, si aquél hubiere entrado en posesión de la herencia, no haga
suyos los frutos recibidos.
Rige desde su publicación, hecha en La Gaceta del 17 de junio de 1951, pero los juicios
sucesorios que estuvieren iniciados al entrar en vigencia continuarán rigiéndose por las
disposiciones legales que existían en el tiempo de su iniciación.
(Así reformado por Ley No. 7130 del 16 de agosto de 1989).
348
Otro punto importante en la búsqueda de un proceso más rápido es el de
poder prescindir del trámite de un avalúo si el valor tributario o fiscal del bien se
encuentra actualizado en los últimos dos años o se traten de bienes cotizados en
bolsa. De esta manera se ahorran trámites sin dilatar el proceso y sin perjudicar
los intereses de las partes intervinientes ya que el valor asignado al bien es
bastaste aproximado a su valor real.
Dentro de las obligaciones del albacea esta la rendición de cuentas, la cual
se desarrolla en un solo artículo conciso específico para el proceso sucesorio, sin
hacer ningún tipo de remisión a otras normas del ordenamiento. Con lo cual la
regulación procesal gana en agilidad, en orden y facilidad en su aplicación; al no
establecer plazos estrictos para la presentación de dichos informes se favorece la
buena marcha del sucesorio, que es el objetivo primordial de las normas
aplicables a este.
Otra de las obligaciones que le corresponden al albacea es la formular el plan
de administración de los bienes. Este trámite se ha simplificado con el fin de que el
proceso tome sea lo mas eficiente posible, saltándose etapas que según el caso
pueden tornarse insustanciales.
Siguiendo la línea general establecida hasta ahora por el código podemos
decir que se da una simplificación normativa con relación a la venta de bienes
sucesorios. Se concentran en una sola norma las estipulaciones que en el actual
Código Procesal Civil se encuentran dispersas en varias normas que remiten
también al Código Civil, lo cual entorpece el estudio y la aplicación de estos
349
preceptos legales; este proyecto no solo hace cambios formales sino que en
última instancia está haciendo un cambio sustancial que favorece a la correcta
aplicación del ordenamiento jurídico.
Un punto a distinguir es la posibilidad que tienen los interesados para tomar
los acuerdos respecto a la distribución de bienes, la cual puede ser hecha sin
necesidad de que haya una autorización previa por parte del juez esto implica que
los interesados directamente en la mortual tienen la libertad casi absoluta de
disponer de los bienes sucesorios. Una situación similar sucede en relación con la
solicitud de particiones parciales, las cuales en el proyecto son una potestad
exclusiva de los interesados, con esto podemos comprobar que los destinatarios
finales de la partición, son quienes toman las decisiones al respecto es decir se
busca el consenso de los interesados por sobre una decisión impuesta por un
tercero.
Finalmente podemos decir que el trámite de partición también ha sido
simplificado de manera que presente un mayor orden en su desarrollo, se utilizan
las etapas necesarias para poder llegar a un proyecto de partición sin alargar el
proceso innecesariamente, tratando de que los interesados tomen sus propias
decisiones y cumpliendo con los principios procesales establecidos por el
proyecto.
Basándonos en los puntos anteriormente expuestos, podemos afirmar que el
proyecto de Código Procesal General, en cuanto al ámbito del proceso sucesorio
presenta modificaciones que lo hacen más rápido sin descuidar su eficiencia, toma
350
en consideración las decisiones que puedan tomar los interesados con base no
sólo en sus intereses particulares sino también en los acuerdos a los que lleguen
entre sí, promoviendo el consenso por sobre las disputas y disminuyendo la
actividad del juez, para tratar de que la resolución del asunto sea rápida, eficiente
y no impuesta por un tercero ajeno a la cuestión por resolver. Se logra la finalidad
propuesta del proceso sucesorio moderno, en la cual las partes entre sí toman la
mayoría de los acuerdos para llegar a la conclusión de este procedimiento.
Como ya se ha mencionado en su nueva versión el Proyecto de Código
Procesal General no regula el trámite sucesorio en vía notarial, señalando que
debe ser regulado en el Código Notarial, indicando la comisión revisora que
debería haber una reforma en dicho cuerpo normativo para ajustarse a los
cambios que puedan darse con la entrada en vigor del Anteproyecto.
Es importante destacar que la Dirección Nacional de Notariado en uso de
sus potestades reglamentarias, atribuidas por vía legal y ratificadas por la
Procuraduría General de la Republica estaría en capacidad de emitir las
directrices y lineamientos necesarios para regular la tramitación del proceso
sucesorio extrajudicial, debido a
“que en materia de notariado público esta
Dirección es la única competente para establecer los criterios a seguir ”. 1
1
Procuraduría General de la República, opinión jurídica Nº 0111-2001, citada en Dirección
Nacional de Notariado, Directriz 20001-005, de las 10 horas del 18 de diciembre del 2001.
351
CONCLUSIONES
Llegado a este punto de nuestra investigación, se pueden extraer los
siguientes comentarios a modo de conclusión general.
Durante el último cuarto de siglo se ha tratado de darle una evolución al
proceso sucesorio para ajustarlo mejor a su objetivo final, es decir llegar a una
división de bienes que sea célere, y satisfaga los intereses de los herederos sin
que tenga una participación importante la Administración de Justicia del Estado.
Debe tenerse presente que la regulación del proceso sucesorio no debe
constituir meramente un grupo de normas que desarrollen un proceso judicial o
administrativo; sino, lo más importante es el elemento humano que se encuentra
involucrado (herederos); de ahí la importancia que tiene el proyecto en estudio
puesto que permite a los herederos dilucidar ante un notario sus controversias,
sus dudas y su voluntad para darle término al proceso sin necesidad de que la
solución final sea impuesta por un ente estatal ajeno al núcleo de los interesados.
Con la posible entrada en vigor del Código Procesal General se plantea un
cambio total en el sistema de administración de justicia, el cual está justificado
principalmente en brindar una resolución a los conflictos que se le planteen de una
forma rápida, ágil y segura, sin dejar de lado los intereses de los destinatarios
finales del ordenamiento. El código procesal civil actual le brinda las herramientas
necesarias al abogado para litigar atrasando la resolución final de los asuntos; con
el cambio planteado se pretende obtener esa resolución en un período menor de
tiempo, pero integrando a la vez la necesidad por alcanzar la paz social.
352
Lo anterior implica que así como se propone cambiar el sistema de
administrar justicia, igualmente se debe cambiar el sistema de enseñanza del
derecho para que los futuros profesionales se ajusten a esta nueva realidad
jurídica; así mismo el Poder Judicial debe modificar su infraestructura (espacio
físico que cumpla los requerimientos del sistema y funcionarios capacitados para
la aplicación de la nueva normativa); finalmente tiene que haber un compromiso
ético y profesional de parte de los abogados para actualizarse y brindar sus
servicios en las mejores condiciones de acuerdo con la nueva legislación.
En este punto podemos dar respuesta a nuestra Hipótesis, que dice: “Si se
llega a adoptar el Código Procesal General, ¿el Proceso Sucesorio Extrajudicial se
constituirá en la principal vía a seguir al tramitar las Sucesiones Mortis Causa?
Esto en razón de que se pretende que las sucesiones acudan a vía Notarial en
lugar de la sede judicial. ¿Será realmente menos restringida esta opción que en el
pasado?”
Debemos aclarar que dicha hipótesis fue propuesta a la luz del texto original
del Proyecto de Código Procesal General, el cual estipulaba de forma precisa en
su artículo 110.2 que el trámite de las sucesiones mortis causa sería competencia
exclusiva de los notarios, pero dejaba muchas lagunas en cuanto al procedimiento
de la sucesión. Con la nueva redacción del proyecto del año 2005, producto de la
Comisión Revisora, se puede afirmar que con la implementación del Código
Procesal General el trámite de las sucesiones en vía extrajudicial se tornará en la
modalidad principal para desarrollar y finalizar las sucesiones mortis causa; lo
353
anterior se colige de la lectura del código, de los ideales que persigue el proyecto
y de las opiniones vertidas por dos de los miembros de la Comisión Revisora, Dr.
Gerardo Parajeles Vindas y Lic. José Rodolfo León Díaz.
El obstáculo que se le podría presentar a esta nueva legislación son las
restricciones que tenga el notario para desarrollar su actividad, obstáculo que han
tenido otros cambios similares propuestos anteriormente.
Creemos que con un desarrollo reglamentario de los principios establecidos
para el proceso sucesorio, en el que se le de una mayor libertad al notario (con el
adecuado control estatal) para la toma de decisiones y resolución de
controversias, la tramitación de las sucesiones en vía notarial se consolidará como
la sede principal de este tipo de procesos, librando así al Poder Judicial de
procedimientos que por su índole administrativa deben estar fuera de su
competencia.
Relacionado con lo anterior podemos afirmar que los interesados en las
sucesiones se verán beneficiados al acudir ante un notario, puesto que evitarán
las desventajas relacionadas con la tramitación de las mortuales en vía judicial,
esto es saturación de los juzgados, la falta de celeridad para su conclusión,
trámites excesivos y alto costo para los usuarios y el gobierno.
A nuestro parecer, el cambio propuesto puede ser muy provechoso si se
hace con el objetivo de mejorar la administración de justicia, la unificación de la
legislación procesal resultaría de mucha utilidad al reducir la cantidad de normas y
354
establecer una base uniforme para tramitar los diferentes procesos en estrados
judiciales, con esto no queremos decir que la descentralización normativa sea el
foco de los problemas de la administración de justicia, ya que la buena marcha de
esta no implica una forma o la otra, lo que planteamos es que ya sean muchas
normas esparcidas en varias leyes, o un solo código conteniendo las regulaciones
principales en materia procesal, lo realmente importante es que las normas
positivas sean acordes con los principios generales del derecho que subyacen a
éstas, ya que así el Ordenamiento Jurídico será interpretado y aplicado de una
forma más unívoca y dando un mayor provecho a la sociedad, que tendrá más
confianza en el aparato judicial.
Debido a que el Proyecto en su última redacción no contempla la regulación
del proceso sucesorio notarial, creemos conveniente que se promulgue una
reforma al Código Notarial, con el fin de ampliar la regulación de este proceso y
así contemplar supuestos que no están tomados en cuenta en la legislación
actual. De no ser factible a corto plazo esta recomendación, la Dirección Nacional
de Notariado podría encargarse de suplir estas lagunas normativas, a través de la
emisión de directrices o de un reglamento que regule de manera amplia el proceso
sucesorio en vía notarial.
355
LIBROS
ALBALADEJO (Manuel), Instituciones de Derecho Civil, Barcelona, Bosch,
1975, 2 edición, Tomo 2, Sig. 346 /A325-i.
ARIAS (José) Derecho Sucesorio. Buenos Aires, Argentina, G. Gili, 2ª edición,
1950, 596 p. sig. 346.3/ A696d2.
ARROYO ÁLVAREZ (Wilberth) Legítima hereditaria y derecho sucesorio
costarricense: necesidad de una reforma sustancial a nuestro C.C. San José,
Costa Rica, 1988, sig. 346.3/ A779L
LOPEZ DEL CARRIL (Julio) Derecho sucesorio, Buenos Aires Argentina,
Editorial Abeledo Perrot, 1970, sig. 346.3/ L864D.
BARBERO (Domenico) Derecho Privado, Buenos Aires, Argentina, Ediciones
Jurídicas Europa-América, 1967, tomo 5, sig. 346.945/ B234s
BORDA (Guillermo) Tratado de derecho Civil Argentino, Buenos Aires,
Argentina, Editorial Perrot, sig. 246.982/ B727t.
COSSIO (Alfonso de). Instituciones de Derecho Civil, Madrid Alianza, 1977,
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