Concubinato y sociedad de hecho

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Concubinato
390
—
y sociedad de hecho
(NOTA DE JURISPRUDENCIA)
Por el Dr. Eduardo J. Couture
En
este mismo
número hallará el lector dos sentencias conformes del
Juzgado Letrado de Primera Instancia de 5* Turno y del Tribunal de Ape
laciones de 2" Turno, reconociendo la existencia de una sociedad de hecho
entre concubinos ( i )
En la de segunda instancia se manda restituir a la esposa la mitad de las
ganancias -obtenidas en el establecimiento comercial del demandado entre
los años 1907 y 1928.
La amphtud con que fué llevado el -debate judicial 3^ el mismo carác
ter del asunto invitan a abstenerse de reproducir los escritos que se hallan
en el expediente.
Pero no es inoportuna una breve "mise au point" de tan delicado
y
atrayente problema.
.
I
El concubinato, por prolongado y estable que
de por sí, la existencia de
una
sea,
no
hace
presumir,
sociedad de hecho.
(1) Sobre concubinato, en general, puede consultarse: BRTJGI, en "Digesto Italiano",
T. VIII, 1^ parte, 1896.
PLASSARD: "I,e concubinat romain sous le Haut Empire'',
1921.
SENN: "La famille antigua et les principales assises de la famille maderne", 1930.
LEROY: "Le concubinage dans le droit frangais", 1909.
LIBOT-T-E: "L'état de con
—
—
—
—
cubinage", 1921.
En
síntesis, VALVERDE: "El concubinato", en "Revista
General de Legislación y Jurisprudencia", Madrid', agosto de 1935, pág. 184, reproducido
en "Jurisprudencia Argentina", T. 53, doct. p. 49.
Sobre sociedades de hecho, la obra
—
una
breve
—
de HEMARD
:
"Théorie des nullités des societés
et
societés de fait".
—
La
391
—
se ha resistido sistemáticamente a reconocer dere
emanados de la unión libre bajo forma de sociedad (2)
jurisprudencia
chos
especiales
es posible crear a espaldas
nio de segunda zona", ni lo tolera
Ni
del legislador una especie de "matrimo
el estado actual de la cultura
y morali
dad ambiente.
Los fallos
De
ilegal
e
son
casi unánimes
-en
ese
base es, pues, indispensable
inmoral a la sensibilidad presente
esa
sentido (3)
partir. La tesis
(4).
.
contraria resulta
II
Pero
ron
a
algunas situaciones surgidas
los tribunales
a
abrir las puertas
en
a
ocasión del concubinato,
ciertas soluciones de
En primer término, los derechos adquiridos por ios
fé que contratan
se
esposa y que
con
la concubina
halla habilitada
Los tribunales que
del tercero
(5),
concubinato (6)
terceros (7)
en
un
en
la creencia de que
terceros
es
la autorización marital
con
obliga
equidad.
de buena
ella la
legítima
pertinente.
principio parecieron rechazar todo derecho
luego la tesis del mandato tácito del
fueron admitiendo
o
la asimilación al matrimonio
en
cuanto
al derecho de
.
(2) Habitualmente se usan corno sinónimos las expresiones "unión libre'' y "concubi
nato", equivalentes al "faux menage" francés. En una reciente nota de A. E. SALAS : "La
unión libre y su régimen económico'', publicada en "Jurisprudencia -'argentina", T. 53, pág.
341, se prefiere, por la precisión de su sentido etimológico el concepto "unión libre".
(;3) Dicho carácter de unanimidad puede constatarse en las notas de jurisprudencia
y estudios especiales que se citarán más adelante.
(4) Véase, especialmente, sobre este particular, JOSSERAND: "L'avenemcnt du con
cubinat", crónica en "Dalloz Hebdomadaire", 1932, pág. 45.
(5) En realidad, el problema emergente del derecho de los terceros no se reduce a. Ia
presunción de licencia marital para las compras menudas a que hace referencia el Art. 141
del Código Civil. Adquiere mayor entidad frente a los acreedores que han, contratado con
quien consideraron dueño exclusivo de su fortuna, resultando luego ser tan sólo un socio
o un comunero. Sobre estos aspectos PL.ANIOL-RIPERT : "Traite pratique", T. 2, pág. 62,
donde se constata que los tribunales, en sanción, han declarado obligados solidariamente a
los concubinos. Véase, asimismo, un estudio de DEMOGUE, en "Revue Trimestrielle de
Droit Civil", 1912, pág. 101.6.
(6) "Gazette du Palais", 1910, 1.397 y "Dalloz Periodique", 1904, 2.239, citado este
último por GUINARD : "Les effects juridiques de l'union libre en jurisprudence".
(7) Algunas legislaciones de emergencia, especialmente las dictadas durante la guerra,
permitieron asimilar la condición de la concubina a la de la esposa legítima en materia de
"Traite Pratique", T. II, pág. 63.
arrendamientos. Véase PL-ANIGL-RIPERT
GUI
NARD : Op. cit., pág. 22. Nuestras leyes de investigación y reconocimiento de la paternidad
ilegítima, han dado entrada, virtualmente, a esta asimilación a los solos efectos de los hijos
nacidos de la unióii irregular. En la legislación argentina, en sentido contrario, se determina
como causal extintiva del derecho a pensión "la vida marital de hecho", según la 'ley 12.. 154.
■
—
—
Una
jurídicos
-primera compuerta
se
392
—
abría así dentro del
cauce
de los efectos
del concubinato.
III
Se planteó
el problema de las liberalidades entre concubinos y
ilícita de las mismas.
Tradicionalmente se consideró que los favores del concubino eran "el
precio de la inconducta de su compañera", con lo cual la liberalidad caía
dentro de la nulidad derivada de la causa ilícita.
La orientación fué casi constante, hasta que el admirable rejuvene
cimiento de la teoría de la causa dió al problema nueva modalidad.
la
causa
Hoy
lícita
luego
o
admite la validez de la
se
mayoría
de
actos de
esos
pues la doctrina se resiste a considerar que sean "pretium
muneración de favores contrarios a las buenas costumbres
Un
nuevo
paso
se
dió así dentro de la tesis de los
liberalidad,
stupri" o la re
(8)
efectos jurídicos
.
de este fenómeno.
IV
Apareció luego el cúmulo
(9)
lebrados entre concubinos
de
de los contratos
problemas surgidos
ce
.
(8) El precepto del derecho clásico era; "Dons de concubin a concubin ne vaut" Sobre
especialmente, la nota de PI,.-\NIOL en "Si-rey'", 1907, 2, 241.
jurisprudencia, GUINARD: Op. cit., en el capítulo titulado
"Les liberalités entre concubiiis'', pág. 28 y sigtes.
(9) El estado actual de todos estos problemas, así como de los que ya han sido anterior
mente mencionados, puede consultarse, además de los tratados generales modernos, en todos
los cuales existen desarrollos del tema, en las siguientes tesis y notas de jurisprudencia: AUBINEAU: "Etude critique des conséquences juridiques de l'union libre", 1921,
AN.ASTASI: "las relaciones jurídicas entre concubinos", en "Jurisprudencia -Argentina" T. 14,
BARR.'^L: "Condition juridique de la famme vivant en unión libre", 1927.
pág. 1042.
BENOIT CATTIN : "Les effets juridiques de l'union libre", 1922.
BINET. "La femme
dans le menage", 1904.
DESIRY : "Les conséquences juridiques du concubinage en dehors
de l'application de l'article 340 du Code Civil", en "Revue Critique de Legislation et Juris
prudence" que aparece reproducido en "Revista Crítica de Jurisprudencia", Buenos Aires, 1933,
DENOIT DE SAINT MARC: "Le concubinage. Sa noticm, ses effets",
pág. 320 y sig.
DIAZ DE GUIJARRO : "El concubinato ante la ley argentina",, en "Jurisprudencia
1927.
Argentina", T. 47, pág. 875.
JOSSERA-ND: "L'avenement du concubinat', en "Dalloz
Un conjmito de notas del Dr. AMEGLIO ARZENO, pu
Hebdomadaire", 1932, pág. 45.
blicadas en "Revista del Colegio de Abogados de Rosario" (R. A.)', abordan diversos temas
relativos a esta cuestión, con especial interés. ("Las liberalidades entre concubinos", T. I,
pág. 5; "El concubinato hecho jurídico sui géneris", T. I, pág. 121; "La familia y el derecho
sexual contemporáneo", T. I, pág. 255; "El concubinato en la historia del derecho francés",
,T. II, pág. 3; "De la responsabilidad del tercero autor de la muerte del coticubino", T. VII,
pág. 5.alcance y evolución, véase,
Sobre el estado actual de la
su
—
—
—
—
—
—
—
—
—
.
,
,
—
393
—
Así, por ejemplo, la venta, el mandato, la sociedad, el préstamo.
Evidentemente, la existencia del "faux menage" da a esos contratos
una coloración especial, no exenta de cierta sospecha, en razón del orden
íntimo de las relaciones que unen a los contratantes y de la eliminación de
las vallas de los contratos entre esposos.
Los autores que estudian la simulación saben bien hasta qué punto
son
o
-de recelar los contratos celebra-dos entre concubinos cuando
contratos
tro
reflejan perjuicio
a
esos
actos
los terceros.
De esa circunstancia, fué menester extraer la conclusión de que den
del ciclo de presunciones de simulación, la intimidad entre los partí
del acto simulado, resulta
no siendo motivo de
una de las más significativas (lo).
sospecha el acto o contrato- respecto de los
derechos que puedan corresponder a terceros, nada impide que los contra
tos entre concubinos se rijan por los principios del -derecho común.
Algo más elocuente, todavía : que no existiendo matrimonio, el pro
blema -de la incapacidad de la mujer y de la nuhdad de determinados con
tratos entre esposos (ii) no tiene aplicación en este estado de cosas (12).
El problema se enriquece, pues, con este nuevo capítulo de fenómenos
cipes
Pero
llenos de interés.
V
Pero la
gular
experiencia
enseña que
no
es
frecuente el contrato lícito y
re
entre concubinos.
En la vida, por regla, tales
contratos
no
existen.
Constituido el
con
cubinato mediante la convivencia y el comercio íntimo, el hombre trabaja
y atiende sus negocios, adquiere bienes que quedan siempre a su nombre
su esfuerzo; en tanto, en el
hogar co
y acrece su fortuna con el fruto -de
mún, la esposa atiende las necesidades domésticas, cuida de los hijos y
presta al compañero la colaboración necesaria para que éste pueda quedar
despreocupado de las exigencias diarias de la vida.
¿Qué decir, entonces, cuando el hombre se arrepiente del pasado,
dona a su compañera y a veces a sus hijos, y va. a buscar por otros
nos
una
nueva
aban
cami
felicidad?
¿Qué decir cuando fallece el hombre y su compañera se halla con que
toda la riqueza obtenida con los esfuerzos comunes se halla a nombre de
v.n causante a quien no es llamada a heredar?
¿Qué solución se debe admitir en esos casos, frente al accidente del
trabajo que incapacita totalmente al ho-mbre o causa su muerte?
esp.,
(10) Véase, por ejemplo, FERRARA: "La simulación de los negocios jurídicos", trad.
ACUÑA ANZORENA : "La simulación de los actos jurídicos", pág. 250 y 255.
pág. 404.
(11) Así, por ejemplo, en las situaciones contenidas en los Arts.' 131 y sig. : C, C.
(12) Véase GUINARD: Op. cit, pág. 47; y SALAS: Op. cit., cap. VIL
—
,
—
El axmulo de soluciones
criterio para cada
caso
La teoría de la
de
causa,
—
inmenso
(13) I.,a doctrina ha dado un
principios generales de derecho.
la del enriquecimiento indebido, la de sociedad
del daño moral, la del seguro, etc. Todas, sin
es
acudiendo
hecho, la de la culpa, la
394
a
distinción, han sido instrumentos más o menos sutiles, y m-ás o menos fe
lices, para ajustar y poner en marcha este curioso mecanismo jurídico de
las relaciones entre los concubinos.
'
VI
En el estado actual del tema, se puede afirmar que la doctrina y la
jurisprudencia no han legitimado ni miran con más simpatía, el concubi
nato regular, prolongado, con todas las apariencias del matrimonio legí
timo. Apenas puede -decirse que lo -miran con más piedad y espíritu de
j usticía
El precepto "nemo auditur quod propriam turpitudine alegans" (14)
no resulta de aplicación en este caso, desde que él serviría para que uno de
los concubinos (el que tiene a su nombre los bienes), se enriqueciera in
justamente a expensas de la labor ajena. La ilicitud del concubinato no
puede ser castigo para uno y recompensa para otro. Y menos en el caso
en que ese otro sea el hombre que, en la generalidad de las circunstancias,
es quien pone de su parte la iniciativa y la persuasión necesarias para que
la unión irregular se consume.
Este aporte de la teoría del enricpiecimiento sin -causa, ha sido real
mente fecundante para el problema -de las relaciones económicas surgidas
del concubinato. La forma en que ocurren las cosas, no siempre permite
inducir la existencia de la sociedad de hecho. De allí que los jueces pue
dan, en función de la, tesis del enriquecimiento, apreciar la entidad del apor
te de la mujer a la constitución de la riqueza del hombre.
Aporte que muchas veces consistirá en sacrificio, en dolor y en renun
ciamiento; pero -que en el conjunto de la actividad económica del concu
bino .puede estar dotado de la máxima trascendencia.
La doctrina no puede tener la vanidad de dar fórmulas. La vida y el
juez deben hacerlo todo. Es frente a cada caso, que -el magistrado dirá si
.
la concubina ha sido
fo-rmación de
(13) Para
su
este
una
carga para el hombre
o
una
colaboradora
en
la-
riqueza.
cúmulo de situaciones, cada día renovadas y siempre diferentes, pueden
en la precedente llamada (N*? 9) donde se hallarán las so
consultarse las obras mencionadas
luciones más recibidas por la jurisprudencia.
(14) Sobre el alcance del precepto véase, por
dans les obligations civiles", N.os. 35., 104, 130. y 198.
ejemplo, RIPERT: "La regle morale
—
395
—
primer caso, ningún derecho existe Í15).
segundo, son de estricta aplicación las palabras del fallo de
primera instancia del caso aludido, cuando advierte, con expresiva, elo
Para el
Para el
cuencia, que "sería desoír el sentimiento de justicia más elemental y lesio
nar
la
equidad,
mujer que se encuentra en condiciones
ningún derecho sobre esos bienes obtenidos
comunes.
Porque quien da a una mujer la
como
su mujer legítima y exclusiva y admite
desconocer que
una
las de la actora, no tiene
mediante el esfuerzo y desvelo
como
apariencia de
considerarla
que ésta la asista durante -muchos años con
fluencia, cuando sin culpa de ésta se rompe
sus
ese
servicios, cuidados
e
in
vinculo tan fuertemente
existente, la justicia y la equidad proclaman, sin vacilación, que algo debe
corresponderle a esa mujer en ese patrimonio amasado mediante aptitudes
comunes"
>
'
■
,
,.
!
VII
Para terminar.
El
185 del Código del Niño agrega a este problema, en nuestro
perspectiva insospechada.
Dice ese texto: "Si el presunto padre comparece y reconoce como suyoel niño, el Juez fijará la pensión alimenticia que debe suministrar al hijo
y a la madre, de acuerdo con lo precepeuado en el capítulo XVI"
Como ese procedimiento rige para el hijo natural, y la ley no distingue
cuando habla de "la pensión que debe suministrar a la madre", la consecuen
cia lógica es la de que el padre está obligado a suministrar alimento,s a la
madre de su hijo natural.
¿Qué alcance tiene esa norma? ¿Rige cuando el padre natural toma a su
cargo la crianza y cuidado del hijo? ¿Cuándo cesa la obligación de sumi
nistrar alimentos a la madre? ¿Rige aún respecto de aquella madre de mala
conducta, prevista en el art. 184 del mismo Código? ¿Es aplicable cuando
el padre no reconoce la paternidad? Y así sucesivamente.
El problema de las relaciones irregulares entre el hombre y la mujer
cuando de la unión -ha nacido un hijo, cobra aquí una categoría casi inquie
país,
art.
una
tante.
(15) No es posible, en concepto de ESMEIN (en el estudio citado por la sentencia de
segunda instancia, publ. en "Revue Trimestrielle de Droit Civil", 1935, pág. 747) elevar el
concubinato a la categoría de institución. Pero no es posible dejar de reglamentar las respon
sabilidades pecuniarias. Acaso el auge que el mismo tenga en los países de elevada economía
industrial dependa, precisamente, de la eliminación de las cargas del matrimonio legal. Co
rresponde, pues, que una jurisprudencia seria, orgánica y bien encaminada como la que en
cabezan en nuestro país las sentencias transcritas, dé fisonomía y carácter jurídico a las so
luciones expuestas brevemente en el transcurso de esta nota. Sobre el estudio de ESMFJN,
véase "La unión libre", en "La Ley", T. 1, sec. doct.» pág. 3.
5éB
^
—
Hay algo como de venganza bíblica en esta persecución del padre en ra
culpas para las cuales la sociedad entorna los ojos y que se apresura
perdonar.
En nombre del hijo, el legislador instituye aquello que France defi
zón de
a
nía diciendo que "la vertu des femmes est une vertu d'Etat" Y .para defen
der esa virtud, echa mano a sanciones que serían casi divinas
si no usaran
.
El
humanos.
tan
recursos
tema de
las relaciones
allí, abierto hacia
pues,
entre el hombre y la
irregulares
nuevos
e
mujer queda,
increíbles senderos.
Bduardo I
Sentencia de
Couture
.
instancia
primera
Montevideo, Febrero 27 de 1935.
VISTOS; Para sentencia definitiva
contra
J
B
.
.
,
este
por C.
juicio seguido
M.
C.
sociedad de hecho.
RESULTANDO
: Que en la demanda de f s. 4 manifiesta la actora :
1') Que a la edad de 18 años, de estado casada, conoció a don J. B.
con quien se alejó del hogar conyugal para constituir con éste una unión irre
gular. Se instalaron en la ciudad de Ro-sario (R. A.) donde vivieron durante
8 años. Esa unión constituyó un fuerte vínculo, con todos los caracteres de
un matrimonio legal, del que nacieron 4 hijos, con quienes se formó una fa
milia m-odelo, que recibieron educación esmerada y posición social envidia
ble. En el año 1907 la familia se trasladó a Montevideo con la promesa del
Sr. B. de regularizar la situación, época en que reconoció a sus hijos. -A
los ojos de sus familiares eran casados y el propio señor B. en alguna
escritura
manifestó
ser
de
estado
casa-do
2") Que después de 30 años de vida en
trimonio en el año 1928, con doña R.
sirvienta
en su casa
al abandonar
amparó
y
su
dejó
y de esa unión nació
le
ho,gar
librada
oon
común,
R..
un
doña
persona
hijo.
C.
el señor B.
—
que
3') Que
M.
C.
contrajo
conoció
—
ma
como
el demandado
negó toda clase -de subsistencia y de apoyo, la des
propias fuerzas y a la de sus hijos.
4") Que
a sus
—
esposo legítimo falleció en La Plata en el año 1923 y durante toda esa
unión con el demanda-do fué su ayuda valiosísima e irreprochable en las
tareas del hogar, lo que le permitió formarse una posición económica excep
su
cional de bienestar y de lujo siendo de notar que al iniciarse esas relaciones
poseían fortuna.
5") Que fundada en la existencia de una sociedad
de hecho (Art. 1881 del C. Civil) o de enriquecimiento injusto (Art. 1308
del C. Civil) viene a reclamar la parte que le corresponde en los bienes ad
no
—
quiridos mientras
definitiva
esa
se
sociedad,
duró
condene
que
se
a
esa
don
fijarán
unión
J.
en
B.
el
irregular.
a
Por lo expuesto pide que er
sumas que ha aportado a
restituirle las
período
del
cumplimiento
de la sentencia.
39T
.-
la acción interpuesta sosteniendo: i") Que
legal, porque en el caso a que se refiere no exis
tió ninguna sociedad, sino simplemente concubinato; nunca tuvo la actora
participación ni intervención en sus negocios, ya fuere aportando dinero, cré
ditos o efectos, ya una industria, servicio o trabajo apreciable en dinero.
Quien vive en falsa unión con un hombre no puede reclamar daños y per
juicios; es un hecho que no crea obligaciones; darle el valor que indica la
demanda equivaldría a equiparar el concubinato a la sociedad conyugal.
2") Que no es cierto que viva en la opulencia. Cuando se separó de la acto
ra le dejó toda la casa amueblada, con piezas finas, incluso un
piano, por
un valor de más de dos mil
pesos y otros efectos en -más de quinientos pe
sos; habitó en una casa de su propiedad sin pagar alquileres durante un año;
recibió una herencia de .$ 5.000.00 argentinos. La dejó a cargo de sus tres
hijos quienes poseen cada uno -mas de $ 3.000.00 que obtuvieron con su
ayuda y generosidad. Por su parte solamente tiene tres fincas cuyas rentas
le permiten vivir modestamente para atender las necesidades de su hogar.
Solicita que se rechace la demanda interpuesta con costas y costos.
Que en el escrito de réplica de fs. 18 se insiste sobre los fundamentos
legales de la acción -deducida y ofrece probar : que el demandado está en con
diciones de bienestar, que no es exacto que haya percibido una herencia de
$ 5.000.00 argentinos (por el contrario aportó a esa unión $ 3.000.-00
para cubrir los gastos del casamiento de una hija), que es inexacto que le
haya dejado muebles valiosos y que durante inuchos años fué la única colalaboradora que tuvo en su farmacia, atendiendo ese establecimiento, pre
paran-do recetas y medicamentos, sin haber existido nunca empleados, que
Que
contesta el señor B.
la demanda
carece
de base
—
dando
menudo
a
a
su
cargo exclusivo
esa
farmacia.
Que
duplica fs. 22, arguyéndose en síntesis: i") Que después de rei
terar y ampliar los motivos que han guiado su conducta respecto de la ac
se
tora, agrega la imposibilidad del doble fundamento jurídico que se intenta
dar a la acción -deducida, sociedad de hecho y acción de in rem verso ; en lo
referente a la sociedad no se aclara bien, si ésta existe por el solo hecho del
2° Que la jurisprudencia en la que se
concubinato o del trabajo aportado.
—
apoya la actora que le
mismas citas
duce efectos
es
desfavorable
aportadas por ésta; para
jurídicos, no pudiendo de
como
trata
de demostrarlo
sostener que el concubinato
su
existencia concluirse
en
con
no
la
las
pro
cons
sociedad de hecho; para la existencia -de ésta se impone la
presentación de un principio de prueba por escrito; solamente podrá recla
marse los "trabajos comprobados" que se hayan efectuado.
3") Que nues
titución de
una
—
contempla al concubinato, por .ser contrario a la constitución y
ley
organización de la familia e ir contra las buenas costumbres.
tra
no
Que
Que
abierto este
juicio
a
prueba
se
produjo la certificada a fs. 71.
a fs. 75
y 89 reiterando los pe
las partes alegan de bien probado
dimentos de sus escritos anteriores.
—
39B
~
CONSIDERANDO
: Que de la
prueba traída a este juicio surge la jus
definitiva que la señora C. y el señor B., que vivían
maritalmente, en la Argentina, se establecieron en esta ciudad en 1907 con
una
farmacia, que fué explotada en común y proporcionó ganancias de
tificación
importancia relativa, que permitió al señor B. la adquisición de diversos
bienes, que provenían de esa comunidad de esfuerzo de trabajo e inteligencia.
Que siempre pasó a los ojos de sus clientes 3^ amigos más allegados que
la actora era la esposa legítima del señor B., con quien tuvo hijos, que
reconoció en forma legal, quienes a costa del caudal adquirido en comiin
fueron posteriormente establecidos al tomar el estado de casados.
Que esa comunidad de intereses y de existencias duró hasta que el se
ñor B. .contrajo matrimonio con la señorita R., que conoció como sirvienta
en su casa
y con quien tuvo un hijo.
Que el señor B. siempre trató a la actora como su legítima esposa
disfrutando ésta en rigor del estado de casada, como emerge de la prueba
rendida, desde que nadie conocía y sabía la simple unión libre que mantenían.
Que la colahoración material y moral que la actora prestó en la far
macia sin haber sido negada expresamente, la acreditan las pruebas produ
cidas, por ésta y la reconoce, implícitamente, el demandado en el documento
de fs. 44 y en las posiciones dadas por absueltas en su rebeldía (fs. 100),
que tienen el carácter de una confesión tácita, porque ninguna circunstancia
impidió que el demandado contestara personalmente las preguntas que pre
tendió formulársele y la de sustracción voluntaria al cumplimiento de ese
deber sabia que
se
sancionaba
con
la confesión de los -hechos contenidos
en
pliego.
Que el concubinato -more uxorio, como era el existente entre las partes
litigantes, produce efectos respecto de la filiación (inciso 4'' del Art. 241
del C. Civil) de manera que su surgimiento eñ nuestro Derecho Civil, ha
dejado de ser cosa inmoral y contraria a las buenas costumbres y si el hijo
ese
que
nace
de
unión de
una
esa
naturaleza, tiene derecho
a
reclamar de
su
heredarlo,
impide que la mujer que ha vivido- con
1899 hasta 1928, y le ha prestado sus cuidados de mujer,
con fidelidad y abnegación, también vea nacer de esa situación algún de
recho sobre los bienes adquiridos a costa de esfuerzos y de sacrificios co
munes cuando uno de los componentes de la unión libre le pone voluntaria
padre alimentos y
un hombre, desde
mente- fin por
su
nada
exclusiva decisión y voluntad.
El concubinato (unión libre
un
estado de
o
matrimonio
aparente)
hecho, dice Bonnecase ( Suplement,' N"
4,
no es simplemente
pág. 780) sino un
jurídico. Naturalmente que si el concubinato, caracterizado como ma
trimonio aparente tiene semejanza innegable con la sociedad conyugal, su
situación irregular no autoriza para hacerlo regir por las reglas de las unio
nes legítimas, pero tampoco cabe duda alguna que a Ií mujer que ha vivido,
¡techo
colaborando,
con
un
hombre
en
la
adquisición
de
una
situación económica
—
con
la contribución de
colocársela
en
el
plano
su
de
que tiene derecho
ciada,
399
—
trabajo material y de su apoyo moral, no puede
empleada a sueldo, sino más bien de una aso
una
a su
parte cuando la asociación
toca
a su
disolución.
Sería desoír el sentimiento de justicia más elemental y lesionar la equi
que una mujer que se encuentra en condiciones como las de
la actora, no tiene ningún derecho a esos bienes obtenidos mediante el es
fuerzo, y el desvelo comunes, porque quien le da a una mujer la "apariencia"
-de considerarla su mujer legiti-m-a y exclusiva y admite que ésta lo asista
-durante muchos años con sus servicios, cuidados e influencia, cuando sin
dad, desconocer
culpa de ésta se rompe ese vínculo tan fuertemente existente, la justicia y
la equidad proclaman, sin vacilación, que algo debe corresponderle a esa
mujer, en ese patrimonio amasado mediante aptitudes comunes.
Que el demandado que ha sacado a la actora de su hogar regular, a los
8 años de edad, de la inexperiencia, para crear con ella la situación de
hecho mencionada, no encontrará ningún juez que oiga su defensa fundada
en la inmoralidad de esa unión, porque sería difícil aun
para los c[ue con
1
sideran inmoral
"
esa situación irregular, decir de qué lado está la moralidad.
de los concubinos que se apoya sobre su infamia (turpitude) es
en efecto, el individuo
que reclama la repetición de un enriquecimiento sin causa que aquel que rehusa la restitución arguyendo el carácter
Aquel
"menos,
"
"vergonzoso
en
el Dalloz
Que
ejercicio
de
de la sociedad que le
permitió enriquecerlo." (Savatier,
nota
1924.2.9.).
la actuación de las partes de común acuerdo muchos años, en el
una actividad comercial, como, sin duda lo era, la
explotación
de
en la que dominaba un interés
semejante, crea una situar
hecho, que se aproxim-a a las de las sociedades de hecho, con las
consecuencias jurídicas emergentes de la existencia de éstas.
una
farmacia,
ción de
La calidad de esta situación, que no negó el demandado, se encuentra
suficientemente acreditada por la prueba testimonial rendida, sin que sea
objetable su presencia, en virtud de formar el documento de fs. 44 y las
posiciones dadas por absueltas en rebeldía de fs. 100 principio de prueba por
escrito.
(Sirey, 1874. 11. 37),
-mayor elegancia,
si
quiere validar esa prueba acu
imposible proporcionarse prue
ba escrita debido a
(Art. 1599, apartado i del C.
Civil) La corte de Lyon i^ Cámara, 12 de Marzo -de 1930, Semaine juri
dique, 1931, pág. 945, admitió a una mujer que había vivido largos años
con un hombre en la explotación de una
granja sin remuneración, probar,
con testigos, la existencia de una sociedad de hecho,
fundándose en el hecho
de siendo sensiblemente más joven que su amante y "sometida en cierto mo
do a su ascendiente no po-día exigirle un documento sin aprender las conse
cuencias de su situación" ; en estas circunstancias hubo imposibilidad moral
en traer nueva prueba escrita.
(Revue Trimestrielle de Droit Civil, 1932).
diendo,
.
con
es
que
no
se
que ha sido
la fuerza de las cosas
a
400
—
—
Que la jurisprudencia de los Tribunales Franceses., con la aprobación
en los casos en
que un hombre y una mujer, han hecho vida
de la doctrina
común -durante años y debido a la colaboración que ha sido su consecuen
cia, han realizado beneficio que se encuentra en posesión de uno de ellos
separación, siempre ha reconocido el -derecho del con
detenta los bienes. (Desiry, Revue Critique, 1932, páginas
498 y 499; Demogue, Cours de Droit Civil, 1930-1931, en la Facultad de
Derecho de París, pág. 573).
Esas decisiones se han fundado, por verse, en las especies juzgadas
cuando sobreviene la
cubino que
no
participación) o una sim
(Hémard, Théorie des nullités,
ple
des societés et societés de fait, ns. 166 a 171) o a remuneración del con
cubino reclamante por los trabajos o servicios prestados (Dem,ogue: .Des
obligations, Art. i, m. 805) o la acción de enriquecimiento injusto. (Sa
o
sociedad civil o comer eial
comunidad de bienes sujetos
(colectiva
una
vatier,
nota
citada anteriormente)
a
o-
en
división
.
juzgado que si durante mu
sus servicios y cui
proporcionado
mujer
gratuitamente
dados a un hombre que luego la abandonó, tiene derecho a una indemniza
ción, que se ha fundado en el principio del enriquecimiento sin causa porque
la mujer enriqueció el patrimoiiio de su amante con su trabajo y su servi
cio. (Dijon,. feb. 7 de 1928, D. P
1928. 2. 169; cf. Rep. junio 8 de
1916; D. 1927 1. 113; fallos citados por Lasquine y Drubujeand,
L'Union libre, N'' 53, 1934)
La Corte de Dijon (r-' Cámara, feb. 7 de 1928, Gaz. Pal, 1928. i.
501) ha hecho aplicación de la acción de enriquecimiento injusto en el caso
Últimamente los citados Tribunales han
chos años
una
ha
: dos personas casadas cada una de ellas con un tercero han vivi
concubinato y el hombre prometió el matrimonio cuando se hubiera di
vorciado; la mnjer, remunerada por sus servicios en el comercio de su aman
siguiente
do
en
te, que renunció a ello en la esperanza del matrimonio, tiene derecho a una
disindemnización por in rem verso; "ella acreció el patrimonio de L.
a una mano de obra y a una ayuda retribuida, que
recurrir
de
pensándolo
.
.
"
"
"
"
en defecto de sus servicios hubiesen sido necesarios empobreciendo su propío matrimonio, privándose al menos en parte de las ventajas que habría
podido sacar de su actividad"
Esta acción de enriquecimiento injusto tiene carlácter subsidiario y -debe
prosperar cuando no
contrato o acto ilícito.
se
goza de
una
acción nacida de
un
-contrato, cuasi
(Demogue, Obligations, Art. 3' N"^ 175).
Este principio jurídico del enriquecimiento injusto forma parte de la
et fond de droit, Rev.
super legalidad, dice Hauriou (Pólice Juridique
Trim. de D Civil, 1926, p. 309) ; "debería (con el principio del abuso del
de la
derecho) ser insertado en la Constitución escrita, como el principio
constitución
la
de
no
políno-retroactividad de las leyes Son principios,
indilibertades
las
de
los
mismo
al
constitución
de
la
tica sino
social,
que
"
"
.
"
401
—
—
"viduales de las familias y de la propiedad. Son los principios constitucionales del comercio jurídico, que tienen en cuenta dos condiciones esencia-
"
"
"
les
saber
a
:
la
de las
equivalencia
prestaciones
y el
uso
normal de los de-
re-chos"
Que
los bienes obtenidos durante la unión libre de la actora
mandado, fruto de los trabajos
y esfuerzos de
ambos, adquiridos
con
el de
con
el
ac
tivo social restante después de cubrir los gastos de mantenimiento de la fa
milia natural que habrían creado, no corresponde sin notoria injusticia que
permanezcan
ambos
del demandado, sí
poder
en
que deben
no
ser
repartidos
entre
.
La circunstancia de gozar la
de
sus
hijos naturales,
en
caso
actora el
necesario,
no
-derecho de reclamar alimentos
limita ni destruye su derecho
de recla,mar la parte que es suya en la asociación o comunidad derivada de
la unión libre que se acaba de señalar.
Que la condenación en costas no procede con arreglo al -Art. 688 del
Código
Civil
diversidad de
mérito de la naturaleza de la cuestión
en
planteada
opiniones.
POR TODOS ESTOS FUNDAMENTOS FALLO
él demandado debe restituir
la
unión,
que
tes del
que admite
se
a
la actora las
sumas
:
Declarando que
mientras duró
aportadas
fijarán por el procedimiento de los Arts. 505 y concordan
de Procedimiento Civil, sin especial condenación en costas.
Código
Ejecutoriada, cúmplase
Ugón.
oportunamente archívese.
y
Sentencia de
segunda
—
Bnrique
C- Armand
instancia
VISTO, en segunda instancia este juicio seguido por C. M. C. contra
B. sobre sociedad de hecho, que viene a conocimiento de esta sala en vir
tud de los recursos de apelación y nulidad que el demandado interpuso con
J.
tra
la sentencia de fs. loi, dictada por el Sr. Juez Letrado de Primera Ins
en lo Civil de Quinto Turno, que condena al demandado a restituir a
tancia
la actora las
sumas
aportadas mientras
duró la
unión, sin especial
conde
nación en costas.
Dando por reproducida la relación de antecedentes que se formuló en
la sentencia recurrida, y
RESULTANDO que el demandado al expresar agravios ataca la sen
tencia porque
se
aparta de
principios fundamentales
textos
Código Civil y desatiende
positivo; porque la prueba de
probar hechos prohibidos por la ley ex
expresos del
de nuestro derecho
la actora que recoge 'el fallo tiende
a
derecho fundado
en el hecho mismo -de la viola
ha
de
los
artículos 1880 y 1881 del Có
prescindido
ley; y porque
Civil; que todo ello lo comenta extensamente en el escrito de fs. 121
presamente
y
reconoce
un
ción de la
digo
y concluye solicitando
demanda, con costas y
la revocación de la sentencia y
costos.
se
le absuelva de la
--
402
—
RESULTANDO que la actora contesta los agravios dicendo: que no
apoyado esta acción en una sociedad universal opuesta al Art. 1880 del
Código Civil; que no ha existido violación de la ley de farmacias de 1910 ni
es lícito que el demandado la invoque para quedarse con todas las utilida
des; que este juicio no reposa sobre el concubinato, sino sobre la sociedad
de hecho y sobre el enriquecimiento sin causa, y nada obsta a que se prue
ha
ben
hechos ; que la sociedad de hecho es una mofialidad individual de la
que impide el enriquecimiento injusto, consagrada en los
esos
norma
genérica
artículos
1881
sentencia
1308
y
del
Código
Civil.
—
Pide la
confirmación de la
.
CONSIDERANDO que
en
lo fundamental el Tribunal
tencia recurrida, pues entiende que está
establecieron una explotación comercial
comprobado
acepta la
sen
que la actora y el
reo
constituyó una in
confundible sociedad de hecho dando lugar a la adquisición de -bienes que,
como los de toda sociedad, a su disolución deben repartirse entre los socios
(Arts. 1881 y 1937 del Código Civil), sin que pueda tolerarse que uno solo
de los colaboradores se apropie todas las utilidades, enriqueciéndose así in
justamente en daño de otro, que no ha tenido intención de hacer una libera
lidad. (Art. 1308 del mismo Código).
El amparo que la sentencia presta a la actora no puede fundarse en el
concubinato, que para la ley no existe como fuente de obligaciones, pero el
concubinato no puede impedir que surjan obligaciones entre los concubinos
en casos en que se originarían entre las personas capaces
El profesor Paul Esmein en un artículo que sobre el problema de la
unión libre, publica en la Revue Trimestralle de Droit Civil, correspondiente
al 4' Trimestre de 1935, dice con sobrada razón, "que si no se -prohibe a los
concubinos la facultad de gratificarse mutuamente, con más razón no les
en
común,
que
.
está vedado el derecho de contratar entre ellos
valer los derechos
otras
pecuniarios originados
a
título
oneroso
y de hacei'
de hechos que los harían
nacer
en
personas".
no puede tener éxito la oposición que el de
mandado hace contra la -demanda por fundarse en una sociedad universal de
bienes que la ley expresamente rechaza y contra la prueba recibida en razón
CONSIDERANDO que
justificar un concubinato equiparándolo al matrimonio y
explotación farmacéutica al margen de la ley de 25 de
de que tiende a
se relaciona con
una
Abril de 1910.
Como
se
que ha
a -fs.
152,- este juicio no reposa sobre el
relación sexual, sino sobre una sociedad de hecho
consecuencia de dos esfuerzos y sobre el enriqueci
expresa claramente
concubinato, sobre
surjido
una
como
del
que supone que el demandado retenga .para sí el fruto
de la actora, y se reconoce por la misma actora que el concubinato
como unión no puede crear de por sí derecho alguno. Tampoco puede 'in
fluir el desconocimiento de preceptos de la ley de farmacias,
que no es del
miento sin
causa
trabajo
—
—
caso
investigar
y que daría
guna
manera a
favorecer
pables
de la infracción
en
403
—
lugar a sanciones de otro orden; pero de nin
enriquecimiento indebido a uno de los cul
con un
detrimento del
otro
.
Por último, no importa la constitución de una sociedad universal de
bienes, la de hecho para explotar una farmacia, que se reconoce por esta
sentencia.
CONSIDERANDO,
por
último,
prueba recibida
que la
no
permite ad
mitir otra sociedad de hecho que la relacionada con el negocio farmacéutico,
explotado en esta ciudad desde 1907 en adelante, los demás hechos que se
relacionan
con
la demanda, cpue
constituían
se
vinculan
a
los 30 años de vida
en
común
ayuda mutua diaria y sí se quiere sa
crificada dentro clel hogar, ajena a los negocios del jefe que prosperaron sin
la colaboración directa de la compañera no pueden ser admitidos, pues ello
equivale a poner en el mismo plano el concubinato y el matrimonio legítimo
y crear contra el espíritu de la ley una verdadera sociedad universal igual a
la conyugal.
POR ESTOS FUND-'VMENTOS, los concordantes de la sentencia
apelada y con el Art. 732 del Código de Procedimiento Civil, se confirma
la sentencia de fs. loi, sin condenación especial, limitando la restitución a'
la mitad -de las ganancias obtenidas desde 1907 a 1928 en la "Farmacia B."
establecida en la esquina de las calles X. X. de esta ciudad.
Carve Urioste.
Cibils Larravide.
Ejecutoriada, devuélvase.
Lago.
y que
genéricamente
en
—
la
—
—
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