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OFICIAL
CIPADO DE
11.07
BOLETÍN OFICIAL DEL PRINCIPADO DE ASTURIAS
núm. 259 de 8-XI-2014
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V. Administración de Justicia
Juzgados de lo Social
De Oviedo número 2
Edicto. Notificación de sentencia. Seguridad Social 907/2013.
Demandante: Asepeyo.
Abogado: Lorena Salagre Rodríguez.
Demandados: José Antonio Álvarez González, Sociedad Cooperativa Carpintería Rey Ramiro, Instituto Nacional de la
Seguridad Social y Tesorería Geneal de la Seguridad Social.
La Ilma. Sra. D.ª María Cristina García Fernández, Magistrada Juez del Juzgado de lo Social n.º dos de los de Oviedo,
habiendo visto los presentes autos sobre Seguridad Social, seguidos entre partes: De una como demandante Asepeyo
representado por la letrada Lorena Salagre Rodríguez y, de la otra, como demandado José Antonio Álvarez González
que no comparece, Sociedad Cooperativa Carpintería Rey Ramiro que no comparece, Instituto Nacional de la Seguridad
Social y Tesorería Geneal de la Seguridad Social representados por la letrada Sonia Cerezo Núñez en nombre de Su
Majestad el Rey, ha dictado la siguiente sentencia
Antecedentes de hecho
Primero.—Que la parte actora presentó escrito de demanda con fecha 11/09/2013 por entender su derecho a que
se dicte sentencia de conformidad con lo interesado en el suplico de su demanda. Alegó en derecho y suplicó sentencia
conforme a sus pretensiones.
Segundo.—Abierto el acto del juicio, la parte actora se ratificó en su demanda y la demandada se opuso alegando lo
que estimó oportuno. Suplicó la absolución.
Tercero.—Recibido el juicio a prueba se practicó la propuesta con el resultado que consta en el acta. En conclusiones
las partes insisten en sus pretensiones, declarándose los autos conclusos y vistos para Sentencia.
Cuarto.—Se observaron las prescripciones legales.
Hechos probados
1.—José Antonio Álvarez González prestó sus servicios para Sociedad Cooperativa Carpintería Rey Ramiro, afiliado
a la Seguridad Social hasta el 31 de mayo de 1998, fecha en la que causó baja en el sistema. La mutua Asepeyo era
quien cubría las contingencias profesionales en el momento de su cese en la empresa.
2.—El Inss dictó resolución el 28 de octubre de 2010 en la que declaró a José Antonio Álvarez González en situación
de incapacidad permanente total derivada de enfermedad profesional y declaró responsable del pago de la prestación a
Asepeyo. La mutua consignó el capital coste en noviembre de 2010, por importe de 206.206,43 €.
3.—Asepeyo presentó reclamación previa contra dicha resolución el 19 de junio de 2013, que fue desestimada por
otra resolución de 12 de agosto del mismo año. Interpuso la demanda el 11 de septiembre.
Fundamentos de derecho
1.—La mutua solicita que se declare la responsabilidad del Inss y la TGSS en el pago de la prestación del codemandado reconocida por una incapacidad permanente absoluta
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Alega el Inss la firmeza de la resolución como causa de oposición al reconocimiento de lo solicitado.
Como ya resolvieron los juzgados de lo social de esta localidad, ante la misma excepción:” Es doctrina judicial reiterada la que establece que si se interpone reclamación previa de forma extemporánea y posterior demanda en plazo y
forma correctos, se habrá iniciado nuevamente la vía administrativa, debiendo resolver el juez sobre el fondo del litigio
y sin que quepa excepcionar la caducidad de la instancia. Se ha entendido además que la reclamación previa “no es
forma esencial del juicio, sino procedimiento administrativo anterior a éste” y que el plazo del art. 71.2 LRJS es procesal,
no sustantivo, al no afectar al derecho ejercitado, por lo que el incumplimiento del mismo sólo acarrea una pérdida del
trámite (SSTS de 21 de mayo de 1997, de 19 de octubre de 1996, y 7 de abril de 1989) y por lo que el cumplimiento
defectuoso de este trámite o incluso su omisión no puede constituirse en vulneración procesal causante de indefensión.
Se afirma, en conclusión y en definitiva, la absoluta flexibilidad en la exigencia de este requisito y se posibilita, sin rigidez alguna, que pueda ser considerada su subsanación por distintas vías (entre otras SSTC 120/1993, de 19 abril,
122/1993, de 19 abril, y 144/1993, de 26 abril) y SSTS 30 mayo 1991 y 30 marzo 1992.
Como ha podido señalar a estos precisos efectos la sentencia del TSJ de Madrid de 14 de noviembre de 2002 con
criterio que reitera la del mismo Tribunal de 20/2/06, “esa doctrina jurisprudencial sostiene que se puede iniciar la vía
administrativa respecto a resoluciones o acuerdos de la entidad gestora que hayan adquirido firmeza, bastando con
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la presentación de la reclamación previa, aunque sea fuera del plazo previsto en el artículo 71 del Texto Refundido de
la Ley de Procedimiento Laboral, pues una cosa es la caducidad en la instancia y otra la caducidad del derecho, y sin
perjuicio de que dicha presentación extemporánea lleve consigo la limitación de los efectos económicos de la hipotética
resolución favorable a favor del beneficiario de la Seguridad Social a la fecha de tres meses inmediatamente anteriores
a la presentación de la aludida reclamación previa, de acuerdo con lo dispuesto en el artículo 43.1 del Texto Refundido
de la Ley General de la Seguridad Social”. Pues bien de la lectura del amplio número de resoluciones que se ocupan de
la cuestión no se concluye que deba distinguirse entre el sujeto afectado para permitir, en unos casos sí y en otros no,
reabrir la vía administrativa. Esa posibilidad está prevista para todos los afectados por la resolución y que, por ello, precisen impugnar la misma y, entre esos afectados se encuentra, en el caso de autos, la Mutua actora que viene obligada
a abonar un capital coste que, pudiera atendiendo a la doctrina jurisprudencial posterior, no ser de su responsabilidad
de haberse generado la enfermedad mientras se trabajaba en empresas cuyas contingencias profesionales estaban cubiertas por el Instituto nacional de la seguridad social. Debe tenerse en cuenta, además, que el artículo 71.4 de la Ley
reguladora de la jurisdicción social regula expresamente la reapertura de la vía administrativa, señalando que podrá reiterarse la reclamación previa de haber caducado la anterior, en tanto no haya prescrito el derecho y sin perjuicio de los
efectos retroactivos que proceda dar a la misma y en ningún momento limita esa posibilidad a los beneficiarios de prestaciones ni impide utilizar la misma a las entidades colaboradoras.” Por ello debe desestimarse la caducidad alegada.
2.—La ley 51/07 modificó los art. 68-3 a) 87-3, 200 y 201 del Texto Refundido de la Ley General de la Seguridad
social en el sentido de que a partir del 1 de enero de 2008 las Mutuas también pasarán a asumir las prestaciones por
incapacidad permanente y fallecimiento derivadas de enfermedad profesional.
La sentencia de la sala de lo social del Tribunal Superior de Justicia de Asturias de 28 de febrero de 2014, recoge
la jurisprudencia y los pronunciamientos previos de la sala. Dice la sentencia:” El mismo criterio fue consagrado por el
Tribunal Supremo en su Sentencia de 15 de enero de 2013 , a la que han seguido las de 18 de febrero y 25 de marzo
del mismo año en las que, abordando un supuesto similar al que nos ocupa, afirmó que la responsabilidad prestacional
examinada ha “de atribuirse a la entidad -el INSS- que por prescripción legal tenía asegurada -en exclusividad- la responsabilidad correspondiente a las prestaciones de IP en el periodo en el que se generó la EP [1 de abril de 1969 a 27
de enero de 1998]; y no a la Mutua, que se limitaba a cubrir la contingencia profesional de IT y que sólo pudo asegurar
las prestaciones de IP tras la Ley 51/2007, que no contiene mandato alguno de retroactividad y en cuya interpretación
siempre ha de partirse de la razonabilidad que siempre es presumible en los mandatos del legislador”. Y añade, tras recordar previamente que “las instrucciones administrativas... no constituyen norma jurídica, sino un acto administrativo
contemplado en el art. 21 LRJ-PAC, por lo que carecen de todo valor normativo o reglamentario aun para el caso de
que hubiesen sido objeto de publicación oficial en el BOE”, que la Instrucción Tercera de la Resolución de 27 de mayo
de 2009, de la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social, por la que se dictan instrucciones en materia
de cálculo de capitales coste y sobre constitución por las mutuas de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales de la Seguridad Social del capital coste correspondiente a determinadas prestaciones derivadas de enfermedades
profesionales, “es relativa a la «responsabilidad de las prestaciones económicas por enfermedad profesional» y dispone
que para la IP declarada «en los supuestos de situación asimilada al alta a que se refieren» los arts. 20.4 y 22.5 de la
OM de 3 de abril de 1973 y art. 36.9 del Reglamento General sobre Inscripción de empresas y Afiliación, Altas, Bajas y
Variaciones de Datos «[l]a responsabilidad de las prestaciones corresponderá a la entidad gestora o mutua que tuviera
la cobertura de las contingencias profesionales en el momento del cese en el último puesto de trabajo en el que existiese riesgo de la enfermedad profesional que motivase la incapacidad permanente». Y una lectura literal y finalística
de esa Instrucción... no puede sino llevar a entender que esa aseguradora a la que la DG alude -la del último trabajo
con riesgo de EP- no puede ser otra sino aquella que cubría el correspondiente riesgo de cuya acción protectora se trata
[Incapacidad Permanente], sin que sea mínimamente razonable imputar la responsabilidad -sin base legal alguna y
contra toda lógica- a quien no aseguraba el riesgo ni por él percibía cotización alguna [la Mutua, que protegía tan sólo
la IT] y excluir precisamente a quien sí cubría la contingencia de IP y recibía las correspondientes cuotas [el INSS]. Lo
contrario resultaría insólito desde la perspectiva de técnica del aseguramiento de las contingencias y determinante de
claro enriquecimiento injusto para la Entidad Gestora, que pese a lucrar las primas correspondientes al aseguramiento
de la IP, pretende desplazar a un tercero -Mutua- la responsabilidad por la correspondiente prestación, una vez que el
riesgo se actualiza”.
Es plenamente aplicable al presente caso, lo que permite la estimación de la demanda en cuanto a la declaración de la
responsabilidad. La petición de devolución del capital coste, no es un acto de gestión recaudatoria sino una consecuencia
de la decisión que se adopte de la cuestión principal, de manera que la estimación de la demanda, conlleva la exención
de responsabilidad y en consecuencia de la obligación de constituir capital coste, cuestión para la que si es competente
la jurisdicción social.
Vistos los preceptos citados y demás de general y pertinente aplicación,
Cód. 2014-18035
Fallo
Que desestimo la excepción de caducidad y estimo la demanda interpuesta por Asepeyo contra José Antonio Álvarez
González, Sociedad Cooperativa Carpintería Rey Ramiro, Instituto Nacional de la Seguridad Social y Tesorería Geneal
de la Seguridad Social declarando que la responsabilidad de las prestaciones por la incapacidad permanente total derivada de enfermedad profesional reconocida a José Antonio Álvarez González son responsabilidad del Inss y la TGSS,
condenando a ambas a que reintegren a Asepeyo el importe de 206.260,43 € consignado en su día.
Notifíquese esta sentencia a las partes advirtiendo que contra ella podrán interponer recurso de suplicación ante el
Tribunal Superior de Justicia, que deberá ser anunciado por comparecencia o mediante escrito en este Juzgado dentro de
los cinco días siguientes a la notificación de la sentencia, o por simple manifestación en el momento en que se practique
la notificación. Adviértase al recurrente que fuese Entidad Gestora y hubiere sido condenada al abono de una prestación
de Seguridad Social de pago periódico, que al anunciar el recurso deberá acompañar certificación acreditativa de que
comienza el abono de la misma y que lo proseguirá puntualmente mientras dure su tramitación. Si el recurrente fuere
una empresa o Mutua Patronal que hubiere sido condenada al pago de una pensión de Seguridad Social de carácter pehttp://www.asturias.es/bopa
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riódico deberá ingresar el importe del capital coste en la Tesorería General de la Seguridad Social previa determinación
por esta de su importe una vez le sea comunicada por el Juzgado.
Así por esta mi sentencia, definitivamente juzgando, lo pronuncio, mando y firmo.
Cód. 2014-18035
En Oviedo, a 8 de octubre de 2014.—La Magistrada Juez.—Cód. 2014-18035.
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