Los desafíos de los medios de comunicación participativos para los

Anuncio
Los desafíos de los medios de comunicación participativos
para los parlamentos y los legisladores
Por Ramón Farías Ponce
H. Diputado de la República de Chile
Antes de iniciar esta presentación, quisiera agradecer a Gerardo
Casinni por su invitación e interés en estos temas que son de vital
importancia
para
la
consolidación
de
una
democracia
más
participativa en el mundo.
Junto a Gerardo Cassini organizamos hace un tiempo, y con mucho
éxito,
un seminario en Chile, donde tratamos el tema sobre la
importancia de las e-bibliotecas y la
infraestructura informática de
los parlamentos.
Además, quiero entregar a Gerardo un saludo de nuestra delegación
chilena, que la componen el Senador Carlos Cantero, junto al jefe de
informática del Senado de Chile, Patricio Álvarez, y al Director de
Informática de la Cámara de Diputados, Hernán Figueroa, y quien les
habla, Ramón Farías, diputado.
Ya iniciada la segunda década del siglo XXI, somos testigos de cómo
nuestras sociedades se ven reconfiguradas por el desarrollo de las
Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (TIC), que
penetran en los diversos ámbitos del quehacer social, tanto públicos
como
privados;
tales
como
la
educación,
el
comercio,
la
administración pública y la administración de empresas; proceso del
cual la política no ha de estar ajena.
En este sentido, datos recientes del Programa de las Naciones Unidas
para el Desarrollo (PNUD), indican que mientras dos mil millones
de personas utilizan Internet, más de cinco mil millones tienen
acceso a algún dispositivo móvil. Por lo tanto, el proceso de
cambio constante que vivimos a raíz de la expansión y masificación
de las TIC, redefine las formas de relación social en la era de la
información, acortando las distancias entre personas y entre países,
produciendo una interconexión tal, que se vuelve posible el ideal de la
Aldea Global.
Estos nuevos medios de comunicación ofrecen una multiplicidad de
nuevas oportunidades, y aparecen en nuestro horizonte como
posibles instrumentos de progreso político. Esto, en la medida que
otorgan la esperanza de desarrollo de los procesos democráticos,
mediante la apertura de nuevos canales de comunicación y la
posibilidad de fomentar una mayor participación ciudadana en la vida
política, propiciando así, la revitalización del carácter representativo
de nuestras democracias.
En esta misma línea, desde la perspectiva del gobierno electrónico, el
uso y desarrollo de los medios tecnológicos ha estado orientado en un
primer momento a la modernización de la gestión pública y
aceleramiento de los procesos internos del ámbito gubernamental.
Es
en
este
punto
donde
nosotros
como
parlamentarios
y
representantes de la ciudadanía, debemos ser actores que propicien
el uso de estas nuevas plataformas, de modo tal de lograr
democracias de mejor calidad.
En esta nueva era de las comunicaciones no hacen falta periodistas o
medios como diarios radios o TV para comunicarse directa o
indirectamente con los parlamentarios o representantes populares.
En mi país, Chile, se crearon exitosas plataformas con los servicios en
línea. El Registro Civil, por ejemplo, donde hoy cualquier ciudadano
puede acceder a un certificado a través de Internet; o ChileCompra,
que es un sistema en donde el Estado licita obligatoriamente toda
compra a través de este sitio transparentemente, donde acceden
todos los proveedores sin discriminación; o el Servicio de Impuestos
Internos, donde se hacen desde la declaración de impuestos, emisión
de boletas de servicios, pago de contribuciones, entre otros trámites.
Todo lo anterior se implementa para acercar a los ciudadanos a
solucionar sus problemas o hacer sus trámites de manera expedita,
rápida, segura, evitando burocracia y asegurando eficiencia.
A nivel del Congreso de Chile, además del programa Senador Virtual
donde las personas aportan directamente a la discusión de una ley,
también hemos creado un sitio llamado Democracia en Vivo
(www.democraciaenvivo.cl), donde los ciudadanos pueden seguir la
discusión de un proyecto en la sesión respectiva y consultar
directamente, en vivo y en directo, a los diputados durante la sesión
sus dudas respecto a proyectos de ley que se discuten en esos
precisos momentos.
Es decir, los ciudadanos pueden comunicarse directamente sin
intermediarios, con sus representantes y consultar u opinar sin
censura ninguna, obteniendo respuestas directas e inmediatas a sus
dudas o aseveraciones. Estamos partiendo con esto y a medida que
avancemos veremos si el ciudadano logra satisfacer sus dudas y
necesidad de participar en la confección de leyes o discusiones de
temas relevantes para ellos.
Otro ejemplo es mi propio sitio web, que lo he transformado en una
web participativa. Salgo a la calle a preguntar y hablar con la gente
respecto a la labor parlamentaria, he implementado un canal de TV
artesanal, y con una cámara de alta definición salgo yo mismo a la
calle y consulto a la gente que opina respecto a algunos temas y si
conocen las leyes.
La inclusión de las nuevas tecnologías en el ejercicio de la democracia
–también llamada democracia electrónica- ha generado diversas
posturas y divergencias respecto al real impacto que estas pueden
tener en el proceso político. Sin embargo, personalmente considero
que los medios de comunicación digitales participativos son una
potencial herramienta de cambio político, que acompañada de
convicción y voluntad política, puede reforzar los cimientos de la
comunicación
entre
la
sociedad
y
los
gobernantes,
logrando
sociedades más desarrolladas política y culturalmente.
Haciendo uso de los nuevos medios de comunicación digitales
podemos aspirar a superar diversos desafíos políticos que hoy
enfrentan nuestras democracias, tales como la creciente disminución
en la participación política formal, la apatía política, la baja afinidad y
afiliación partidaria. Estas circunstancias redundan a veces, en la
dificultad para lograr una sintonía de intereses entre partidos políticos
y sociedad, lo que a su vez genera un distanciamiento entre
autoridades políticas y ciudadanos, mermando así la capacidad
directiva del Estado.
De esta manera, repensando nuestros sistemas representativos al
incluir el uso de nuevas tecnologías para conectarnos con los
ciudadanos, podemos fomentar la transparencia, con información de
mejor calidad y más fácil acceso, además de multiplicar las formas de
debate, deliberación y decisión. Siguiendo este camino podríamos
esperar políticas mejor formuladas e implementadas que sean
acordes a un proceso de retroalimentación con la sociedad civil,
consolidando así, la confianza mutua entre parlamento y ciudadanía.
El Reporte Mundial sobre e-Parlamento publicado el año 2010, define
a éste como el uso de las TIC en las instituciones parlamentarias con
el objetivo de mejorar y reforzar tres funciones centrales: la
legislación, fiscalización y representación. Además, busca empoderar
a las personas para que se comprometan con los asuntos públicos,
entregando
información
de
calidad
y
ampliando
el
acceso
a
documentación y actividades propias del cuerpo legislativo.
Debemos considerar que el uso de estas nuevas tecnologías no llega
como un reemplazo al modo y canales tradicionales de comunicación
política parlamentaria sino que, si aprovechamos sus potencialidades,
aquellas han de actuar como un complemento que refuerce y
potencie nuestra labor legislativa y el sentido representativo y
participativo de nuestras democracias.
Uno de los grandes desafíos a nivel práctico es el de crear
plataformas
o
instancias
realmente
orientadas
a
potenciar
la
transparencia, la rendición de cuentas, y la participación ciudadana en
el diseño, formulación e implementación de las políticas públicas.
En este sentido, existe una amplia gama de posibilidades, tales como
la
creación
programas
de
de
web
radio,
blogs,
programas
mecanismos
de
de
TV
e-Consulta
parlamentarios,
y
e-Petición,
encuestas en línea, discusiones grupales en línea, foros ciudadanos,
entre otros.
En esta línea, son un aporte los sitios web personales de cada
parlamentario en la medida que proporcionan acceso a mociones o
participación en proyectos de ley, y que además buscan conectar con
la ciudadanía mediante cámaras web, blogs y otras redes sociales,
práctica que personalmente he intentado hacer a través de mi propio
sitio web www.ramonfarias.cl, incluso haciendo un streaming todos
los viernes en donde los temas a tratar lo ponen los ciudadanos que
se conectan a mi web en ese momento y discutimos durante poco
más de una hora los temas puestos por ellos.
Hoy, las nuevas tecnologías hacen posible superar la entrega
unidireccional de información por parte de los parlamentarios hacia la
ciudadanía. Esta práctica va camino a ser reemplazada por una de
carácter bidireccional, ya que a través de estos nuevos medios
participativos
se
generarán
vínculos
de
retroalimentación
que
potenciarán y revitalizarán el proceso legislativo.
Nuestro deber como representantes de la ciudadanía es interpretarlos
y darles participación real. Los medios hoy los tenemos a la mano y
debemos tomarlos y usarlos por el bien de la democracia y la
participación de las personas que hoy no se sienten representadas
por los políticos y la política.
La crisis de representación y la baja credibilidad de los políticos la
podemos revertir a través de la utilización de los medios de Internet,
los programas que tenemos a la mano sin mayores complicaciones.
Pero nada, absolutamente nada de esto es posible si no hay
VOLUNTAD POLÍTICA para usar, entregar poder real a los ciudadanos.
Por eso es necesario dar transparencia a lo que hacemos. Dar poder
real y construir una democracia participativa concreta es el camino a
recorrer con voluntad de cada uno de nosotros sin miedo a lo que la
ciudadanía nos quiera decir.
Gracias.
Descargar