Las toneladas del señor Pineda López

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LAS TONELADAS
DEL SEÑOR
PINEDA LOPEZ
BOGOTA
IMPRENTA DE
e
LA TRIBUNA'
1912
LAS TONELADAS
DEL SEÑOR
deallí vamos a sacar datos;' ()bserVamOlle8'
I
y coneluelonea,
EI6 de Mayo de este afio resorvi6 el se~
ñ'lr Ministro de Obras Públicas, entre
11
otraR coSaS,lil'Biguipntf: ,'IEI i't'opnesto creado IIn todas las vfa~dhlviales de la Naoión
La ouestión prinoipal 6S 'ita: (11'_
por la Ley 18dé J907 Ydenominado por por la ley el impul'lIto de tonelQda Y"Fe"taella Derecho ife tone/a'da, el -otro de los que mentado por un d-erato ejeeutiv~, sedtjG
comp'OiJén :el mencionado lié Oanalizaoi6n, el} aquélla y enéste que eRe im'ptteato.~
debe pA!ai'to en la resn éotiva recaudación' ben pagarlo los dueños, Oapltll'nM (1 Patroel düéño, Oapftán o Patrón de laembarca- nes de las embarclloloneil.
ci6n que' traB'pul'fa elo'úgl1me~to, a larata
Entonoes las Oompañías 00 Na,....
de $ 2-15 por tonelada (l1oy de mil kilogra- ' ción del Magdalena elevaron ifIlI tarlfta
moa) en vez de aforo de mercancías ertran- an lasuma necellaría ~.,. cllbri1'8'1'Ol'!l
jeras y $ 0-60 pur tonelada de prodnetos derecha del valor de PRehnpllesto. lil/01'
Ilaoiona'les, aexcepción de los vlveres."
dicho: procedieron-a l\~il!irló de>OomeYllio,
Jamás l'ellollloión algnna. babfa produ- para entregarl'o al'GoWetlm.
oído entre noBót'ros tan empeñada discuDe la Resolución del Mlnié'tro-.01fn¡¡'
Mión COlIJO Ma; ,iaínás la tinta de lmpren- Públicas aparece lo signiente, qna oepia·
La flallfa sido derrooha'da como hoy para mos textualmente:
'
impugnar las disposicillnes de un Ministro.
¡'Oonsta en este Despaeb(), porperi&ll.
Ello prueba qúe la IUsulnoi6n hirióen par- CoB dereciente publioací.sn, que las Imp.,.
te S~Ullíbk El/o és claro: ván en juego, ' S8SAliadas de Navfl~aciÓl1 Flnvi,,' C0olllde·
p"r lo pasado, más de sesenta millones de raron como impll~~tt~a la indnHtria' etra...
"tl~O~ de nuestra monl'lia, que tendrán que : portes los estabi!'oidospor el J~aretl) 819,
pagar las Oompañfas de Navegaolón; y to- y se lee en uno de dic¡hos pf'r'lidioos lo1Ildos los millones que ellas hanrfan podido guíense:
aproyecbar en el m'tnro. Justo esque los
"Aeta de la se.\irn del «fa 23 d~ A~
señores empresarios de natregaoi6n salten tI' de 1907. En la ciudad de&.trFaoqlillla,
corno pt:lotas de eaueho. S ~tll ; ta millonce- a 11l~ veinti trés días del /IlVH de AllAAtl)~
jos duelen múoho.
1907, se ll'flllielollltlll N ~iílll't'8 ¡) ltllüb Otil"
Hemos coleooionado gran p \1te de In tíSRtlZ, Artbl1r Sr¡igtnUlln, Peilpl,Páre. B.
eMorito en esta capital lS,;lIr~ el asunte,. Y y Georg Straus, en IlII oa,áot6!, 118 Dfree-
'
-2-
y
tores Gerentes de las Empresas Aliadas:
Oompañia Oolombiana de 'Irausportes
Empresa Hanseática de Vapores, Empre~
la F. Pérez Rosa y Empresa Alemana de
deNavegación fluvial. Abierta la sl'sión se
leyeron las actas anteriores de 15 y 16
de agesto que fueron aprobadas ••••••Se
díapuso avisar al Oomercio que desde que
se ponga en vigencia el Decreto 899, que
reglamenta la Navegación Fluvial, que
será desde el 25 del presente, se recargarán los fletes ñu viales con $ ~-50 en cada
tonelada de subida y $ 1·50 en cada tonelada de bajada, para atender á los nuevos
impuestos y cargas que impone a las Em·
pre.a ~ de Navegación el nuevo Decreto oitado. Alas 5 p. m. se levautó la sesión. El
Presidente, JACOB OORTISSOZ. El Secretario encargado, Pedro P. Polo."
"Y así 'consta que se notificó con feeba
24 del mismo Agosto al Oomercio de Barranquilla."
Estas aseveraciones del Ministro de Obras
Públicas no han sído contradichas.
Hay pues la confesión clara y perentoria de las Empresas de Navegaeióu en el
~ntido de que ellas considerarou como
carga 6 gra'oamen sobre su industria el
impuesto de tonelada.' Y bay la prueba
irrecusable de ,que esas mismas empresas
alz~róli sus tarifas en la cantidad no solamente necesaria, sino en una mayor. de la
que implicaba el nuevo gravamen. Nóteae
que teniendo que pagar $ 2-15 por tone.
lada, sabieron el flete en $ 2·50.
Pero, ¿qué ocurrió después? Pues OC I) rri6 que siguieron cobrando las tarifas
nuevas y, por separado, le hicieron pagar
al Comercio el impuesto de tonelada.
Tal es el hecho, mondo y lirondo. Tal
es el escándalo ocurrido, en el oua] 110
puede deoidirse qué es más exu aordiuario:
si laaudaoia de los Bmpreaista« (¡ el can"
dar,!la negligencia del Oomercio.
LaB Empresas de Navegaeió u, pródigamente subvencionadas con millones y miIlones 'de pesos por el Gobierno del General Reyes, han venido aprovechando el
alza de las tarifas de que hemos hecho
mérito a la par de aquellos millones. Y
todnesto desde 1907. Es deoir, puede ase-
gurarse, SiJ hipérbole, que estos cinco
años han sido afias de oro para las oitadas
Empresas.
.
Esa situación profundamente irregular,
es la que ha venido a colocar en 8U verdadero terreno el señor Ministro de Obra8
Públicas con su Resolución del6 de Mayo.
y contra esta disp08ici6n legal y justa, e~
contra la que han puesto el glito en ,,1
cielo las Empresas de Navegaoi6u.
Ello es natural: el Ministro aplicó el
hierro en carne viva.
lIl ,
¿Y por qué declararon las empresas en
su acta de 23 de Agosto, que los nuevos
impuestos eran carga de ellas? Sencillamente lo declararon así, porque asl lo disponen con claridad inequívoooa laLpy y el
decreto reglamentario.
Veámoslo:
El artículo 8 de laLI'Y 18 de 1907,dijo:
"Los Capitanes o Patrones, y en genr,ral
todos los dueños de embarcaciones sujetas
a la matrícula y patente, pagarán en la
Inspección los derechos que establezca
el Poder Ejecutivo," y el articulo 26 éíee:
"Queda facultarlo el Gobierno para reglamentar elcumplimiento de esta Ley en I
forma que estime más conveníente.s Y
antes, el arthulo 19 babia dicbo:
·'EI pago del derecbo de tonelada debe
efectuarse en la Inspeeeléu al emprender
cada embarcaoiéu el viaje de subida y couforme a lo que resulte del sobordo y eJllllcimiento presentados ee este feoha, ~ : ...
De lo transcrito BIl desprenden rigurosamente estas conelusionee .
Primera. La ley dispuso que el impuasto gravara a lo~ 'empresarios de navegación, no al Oomereío.
Segunda. La ley autoriz6 ampl amente
al Gobierno pala reglarnentarla.
Tercera. La ley lJabló de manera expr ··
ea del nuevo derecho de tonelada y alllt\ ~
autorizó al Gobierno para establecer imnuestos en este lamo. Es decir, de una
parte, le otorgó una delegación inestricta,
y de otra, en cuanto al impuesto de tOlle ,
lada, lo establecié de modo termiuau Lt\,
-3Lué¡ro, si el Gobierno en Sil decreto determin6 la cuantía del impuesto de tonelada y la manera de cobrarlo, y ordenó que,
lo pagaran las Bmpresas de Navegaci6n
nada invllot6 el Gobierno, sino que proeedió rigurosamente dentro de su 6rbita
legal,
.
En vi rtud de lo explIl:slo, el Gobierno
dict6 el Decreto número 899 de 1907,)le
1.0 de Agosto, en el cualexisten estas dis;
posioiones:
"Ar't. 2.0 La8 embarcaciones sujetas a
mstrtcula y patente, pal!arán en la Ofi~iDa de Oajl\ de la Intendencia, los alguienttB dereohos anualea ..... .. _.•••
J por los carga mentos de subida yde bajada, a81:
Por cada tonelada de peso n de medida
de mercaneíes extranjeras, $ 2 oro.
Por oada tonelada de peso n de me ,
dida de productos nacionales, $ loro."
En las disposiciones legales anteriores,
se fundaron las',Empresas en Agosto de
1907 para declarar que aellas les correspendía pagar el nuevo impuesto, y en esa
virtud, lo oobraron al Oomercio, eu el alza
especial de las tarifas, y en esas mismas
disposielones se ha fundad o el Ministro de
Obras públicas para dictar su Resoluci6n
de 6 de Mayo.
Sin embargo, como antes hemos dicbo,
las Empresas siguieron cobrando del Oo.
meroio, por separado de los fletes los nuevos impue'stos. Y ahora chillan y' braman
contra el Ministro de Obras Públicas,
porque dice en Mayo de 1912 exactamtnte
lo mismo que ellas dijeron en Agosto de
1907. Ourioso ¿no es verdad?
o o ••• o'
IV
I rifas no s610 en la cantidad necesaria para
reembolsarse por la derecha de esebnpuesto, sino en una cantidad mayor.
e) Que, no obstante esto, sigl1ieroncobraudo al Oomercio el nuevo flete yse·
paradamente, ~! valor del impuesto de to
nelada.
Si todo esto es así, ¿cabe duda alguna de
que el cobro hecho fu éra de lastarifas, ha
sido I1 n cobro in jnstlficadc, irregular e ilegal? Y si las }ilmpresas han heébo ese
cobro al Oomercio i'Jabe 'duda' alguna de
que deben restituirle lo"que ~ndebjd.a'~ en.
te le han hecho pagarl., [ "'" ;" :;)':."~~.'..:
Este es el punto eseeetal,,Tod.o lo que
d? aquí se aparte, e8:;ri;era d!~á,g~9,ip,D;'ten.
diente a oscnreeet; joqn~ ª~, ~~yo e,s ,claro romo sol de med19,df~,;.:'-:r\';.; ' '
y ante este punto capital,',ÍJadaJmpor
ta la legalidad oilegalidad del im pues~oo Si
fue legal, las Bmpresas locobraron,dos veCf8 y deben hacer el reintegro. Sí fue i1e·
gal, las Empresas también lo. cobraron
dos veces y deben hecer el mismo reiotegro. De cualq uier manera que sea, al Oo.
meroio se le ha hecho el cobro dos,vecespor
las Oompañías y el Oomercio ,t i~De dere.
cho perfecto a que,se le reintegre. " ,
Las cuestiones de It'galidad e ilegalidad
son exóticas en este asunto.
Para las Bmpresa« de Navegaoi6n el
dilema es fatal por cualquiera de sus extremoso Se trata de un callej6n sin salida.
Pueden patalear todo lo que les plazca,
pero no podrán jamás tomar en negro lo
que es blanco,ni en ilegal la Resolucióndel
Ministro, ni en humo la deuda'que tienen
.eontralda para coo el OomerClo. . I
Supó ngase que el Poder Judicial decla·
ra legal el impuesto de tonelada;; ¡Qué
oourre! Pues ocurre que las Empresas lo
han cobrado dos veces al Oomercio;luego
tienen que devolvérselo, por lo menos en
la parte no cubierta en laa tarifas.
Supóngase que el Poder J udici~l decla·
ra ilegal el impuesto. ¡Por esto, qU~,~a saneado el doble oobro hecho por'lail Em
presas; por esto oancelan las Emp~ esa8 SU
deuda! Olaro es que n6. Y que la obligaeién de reintegro gravitará sobre el1al de
En el articulo anterior dejamos demostrado:
'
a) Que el impuesto de tonelada es eStrietamente II'¡(al.
b) QI1P ~r .vita I'xolu8ivamen te sobre
las EmJl" ' ~ I ~ de Navegaci6n.
e) Q1W d~tas Empresas declararon en
una acta, que a ellas correspondía.pagar
aquellmpuesto¡
d) Que, ea tal vlrtl1d, elev ron IUI ta- manera IrreOledlablel
o
4
-4I
~,Io 'qne
escriben y hacen escribir
Eu t.el.egra,ma de 23 deMayo de 1912
legalidad o ilegalidad del ímpuesto, dicen las Empresas de Navell&otOO: .DllII~
lobre/la·dictadora de Reye~, sobre el sol de que se puso eo vigor el Decre'to 899
y -la lena y ·Ias estrellas, no tiene otro ob consideró creado el lmpuesto de tonelad
. lo que ~I de levantar polvareda y osen- como distinto del impueato fluvi~l .• _.0
eer el oriterio de quieces no se detengan
No obstante esto, los ab ()ga~oB y dea t'stodiar la cuestión en su esencia.
más defensores de las empresas ba,n bl'~bu
·Per otra.parte, es digna de notarse esta orugir las prensas de nuesuas liPQIraifllB
iooión .flagran te: sostienen y hacen parascstener estas dos tesis principall)1enD6f que el impuesto esfroto dañado te: Que IlO ha sido creado 1'1 ilppueet{) de
del'Qoinlloenio. Y no ,les ha parecido fru- tonelada. Y que, caso de exi·tr, es el misdaiíadode ese régimen el contrato en mo antes llamado impuf,sto flllt'ial.
wirtlld iel'cllal han disfrutado deuna enorFalta de plan ode.razones, sellama esta
me cantidad de millones de pesos de sub figura .
ve.noi6D, l 8in veotaja efectiva alguna para
En memorial alseñor Mini~tro aeObras
'lllf.Omeloio o las industdaa.
Públicas, de.fecha 27 de Mayo de 1912,
Milo el.quinqnenio, cuando se trata de dice el señor Gabriel Pineda L6pez: .Abo
haoerles devolver lo que lnjustlñcadamen- ra bien, la Resolución de 6 de Mayo del
eban oobraao. Bueno, bonísimo el quin- presente año, expedida por ese Despacho,
lfWl~io, ifeij)8tabilfsima ladiotadura, ma- modifica sustancialmente ese 'Decreto,
mwllaso .el régimen de Reyes, ouaudo a porque por ella se dlspone que l'll der,eoho
la ,¡oDJbra.de eserégimen ,se pueden obte- de tonelada grave a la nave, cosa que, reter iIllbvenoiooes que :ls[ han engrosado pito, no dicen ni la Ley 18 de 1907, ni el
'tll weaa 001110 baneañaqueeldo el Tesoro Decreto quela desarrolló . . _.'
Sin embai go, en aquella L'Y Yen aquel
:tiaoiOJllI.
¡'':de estas contradicoiones están plaga- Decreto existen disposiciones DOmo é8ta~,
•• 8,1Qa esoritor.es que defienden a lo'! em- . que antes hemos citado; de la Ley: .Loa
Oapitanes o Patronea, y en general todos
presi• .
los dueños de embarcaciones 8ujetas a la
AleWl1'6lBOS algunas.
matricula y patente, pagarán en laInspección
los derechos que establez~a el Poder
v
Bjecutívo» .El pago dt'l 'rler~cho pe tpnelElleñorFranciRoo Pineda Lépez .dice lada debe efectuarse en la Inspección, etc.'
Del Decreto: .Las ~Jll barCaCwn6S soj&. ·telegramade22 .de Mayo de 1912 a la
tas
a matríeula y patente, pagarÁn t'n la
·)~tlad ,de .Agricultores: ••••.ImpuesOfieiua
dtl.cp.j:l rll' la Intendencia, los sitosmlcioaales JAMAS han sido iuoluídos I
gpieotes
derechos anuales: .. :3~ Y Jlo, 1011
,tio _fu di tn~n8portes. -••••"
Sin o~rgo"ya hemos visto que en el cargameutos dI' subida y de bllja4a, aNí:
. ~ctute .23 de ágostod« 1907, ,dijerun PUl' cada tonelada de peso ti de medida
l)as.Bmf.llfli8sde .N avegaciólJ : .Se: di8p ll ~1l de mercaueías extranjeras $ 2 oro, Por
,*"iNr.!a\ Gomeroio que desde que se.pOIl¡!ilo . cada tonelada de peso o de medida de proIIin~ia le\ Decreto 899, que .reglamer- ductos naelonalea $ loro."
¡Oómo sel1amará esta figura?
. :l1lioa".ióo fluvial, qU6 '~erá desd« . I
25 dtLpI!IlIeIIte;l!e recargaránlosfletes ¡I.IVI
. 18J:MI $2-JiO eo cada tonelada de ~l
Ya hemos visto que el el elI)pefíp inútil
lda,~. ,.5() en cada tooela~a de baja¡'
. '¡Moodar :6 ¡los Due~os ímpnesto» !J de echar sobre el Oomercio el iJllepqes\o
-gll.fUI impone alas Empr~as .deNa· quesin justificaoiónJe han cobrado J 8 Bmpre6ae,.inoUfreo ést;ls en con iwjon61
. . amón lllU6vo Deoooto ei~do .•
de:~Jie lD!mOI'i& o.oontrAdlocióD vQlun- palmarias en 108 pnDtoB WRcj41
tarill l se llama t'pta ~\ual
.
I
I
baw.
-5Lo prJocipal de sus batería se di rige a
probar que nunca el impuesto de tonelada
gravitó sobre las em baroaciione~; pero ya
hemos heeho ver, con actas auténticas de
las mi8mas Empresas, que éstas lo consideraron gravamen a su cargo; que, en tal
Jirt~d, ¡jara salvarsede ese gravamen, elevarqn las tarifas; que asl lo notitlcaron al
Oomercio y así siguieron cobrando los
transportes, pero que, además, le cobraron
otra vez elinismo impuesto al Oomercio,
por fuéra de las tarifas.
~ I pe.or.eto 899 se encaj6 en la Ley 18
d,e 1907. Se encajó en ella, porque son clara~ las voces de la Ley. Porque'si en esta
Ley no ~e'hubiera creado ei derecho de to,ne!~,da, resultarían absurdas, expresiones
C{HIJO éstas: "El pago del d-reeho de tone·
~~,da debe ,efeotuarde en la Inspeceló n. •"
(Art, 10)."Para la llquidacióu delderecho
ye toneladas ... •" (P:rt. 9). Y no puede sujJoner~e ~e;mej~n te absurdo en una IlIY.
. Si expresiones como lasque dejamos copiadas nada significaran, nada crearan,
careoieran en absoluto de objeto, habría
qne convenlr en que el legislador oolombiano .debía estar en un manicomio antes
qu~ ~n u,ñ cuerpo legislativo.
'
A.demás, el artículo 8 de la Ley, autori~6 expresamente al Poder Ejecutivo para
establecer impuestos en este ramo. Luego
siel Decreto 899 no S6 basara en los aro
~fon los 9 y 10, bastaría que se hasara en
el artículo 8 y, entodo caso, tendría fundamento legal.
Sobre' ~ste partioular, ba dicho el señor
doctor Qadavid, eu .oonc~ pto que le pidieron las Emp ~~sas:
"Su doctrina (la que sostiene qu~ el aro
tículo 8autorizó alEjecutivo para establec8r.i~pu~~t()s) e~ cuanto tiende a delegar
al Poder Ejecutivo la facultad, privativa
del Legislativo, de imponer eontrihueiones
y señalar 8U ouantía, es evidentemente
contraria a lo que es más ele mental en deJecho público, implica una abdicación injurídica S contraria a todo buen prinoipío
de la cieo9ia legislativa, y se opone a lo
Cadavid; a estode "la tradioi6n const~.m l~
enel país", se le hacontestado, oontradi·
ciéndole con hechos, as!:
liLa Ley 13 de 1892 sancionada por el
señor Caro, contiene esta disposición: ueda igualmente facultado el GHb~8rno para
suprimir aquellas contribucione,s q no
cuadren eun el estado actual de esas egio.
Des (los territorios de San Martín y asanare) y para imponer otras que S8 aveo·
gan m-]or con sus costumbres 6 que eaa
de más fácilrecaudaci6n.'
"Una L ~y, qU611eva la firm a del d6ctor
Oadavid como Presidente de la Cámara de
Representantes. la68 de 1909, faculta eo su
artículo 1? al Poder Ejecntivo para les lablecer trI! impuesto de peaje en 'laOarrete-
ra Oentral del Norte' y dispone en Ilu artí·
culo 2?que 'la organización, reglamentación, recandaclén e Inversión de' ~slt~ ímpuesto, serán decretados por el Poder Eje-.
Cllti VO, por condlteto· (k Ministerio de
Obraspúblicas,'
.
"Oomo se ve, ni en 1892, ni en 1909, se
ha creído en la incompatibilidad con ' ¡tu.
cíonat de qne el Congreso delegue al 'Gobierno su facultad de crear impnest(ié. La
teoría contraria s~ saca hoy a reluéir como
recuran para.sestener una t~sis que favo·
rece a un oliente."
No haremos nosotros al respetable doetor Oarlavill el cargo que se desprende del
último pá rrafo transcrito; pero sí ~jercita .
mos el d l~re 0ho, claro, perfecto, inltiBcuti·
ble, desostener que la tesis de la fradi·
ción cOllstante traída al debate por el doo·
tor Oad svld, es inexacta. .
y si es illexacta, si eu épocas de plena
normali lad nuestroa Oongresoli 'qap·heoho
esa'clase de delegaciones al Poder Ejeoutivo, uo queda razón ninguna para sostener
que en la época del quinqueniono 'p'iídiera
hacer igualdelegación la Asainblea N'acio.
nal al PoderEjecutivo. Por tanto, es rigurosamente correcta la teoría de r quienes
sostienen que el articulo 8 de laLéy 18 de
1907, autorizó al Poder Ejecutivo para
establecer impuestos sobre lasembar6aoio ·
que eSlá c»nsagrado por una Iradici6n nes. Fue rigurosamente correcto el rOCAtbltl~n'" en el ,pals."
,
der del Gcbiesrno en su Decreto :89 ,y el
eita rotunda afirmaoión del dootor rigurosamente.válido también el '11 , ~U r~.
· 6toque desde entonces gravita, por tonelaje,
sobre las embarcaoiones, pero que ésta~
no han pagado sino que se lo han becho
pagar al Oomrroío,
Para llegar a estas conolusiones, basta
el sentido común y sobran nebulosas dÍlqnisloiones, siquiera proceda n éRt~8 (1,
abogados de larga práctica, pero que,ofneados, han caído en connadícelones y atil '
maolenes inexactas, comu la que anon mos aquí al doctor Oadavid.
VII
E8te tema de las contradicciones de los
Empresistas, resulta venero inagotable,
Aun cuando DO se quiera dar oon ellas,
ellas se ofrecen espontánea ygratuitamente a cada recodo de la seuda.
He aq ní otra:
Dice el doctor Cadavid: "La providenoia del señor Ministro de Obras Públicas
a que se refiere esta consulta, fue dietada
por medio de resolueíén que s610 lleva la
firma del señor Ministro y se dictó como
eonseeueneía de un memorial dirigido al
Gobierno por un particular.
"Uespetuosamente opino que hay en
l'~to una irregulatidad; algo que no se conforma con lo que se dispone en la Occsutución y con lo que enseñan las mejores
reglq del dereoho administrativo.•••
, "Habría sido elcaso, sisaestimara necesario, de ~iotar un decreto ejeoutivo aclaratorio, ¡niIrpretativo oreglamentario....
No tiene fuerza obligatoria la Resoluci6n
del señor Miuistro de Obras Públicas de
feoha6de Mayo del año en curso."
. Sobre este partioular se le han hecho al
dilltinguido abogado diversas objeciones,
que til no hacontrovertido. Heaquí una
muestra:
liLa teoría de los señores Senadores
-abogados-es oontraria á la práctica
secular de laRepúblioa oomo puede cero
ciorarse cualquiera con s610 tomar al
acaso cualquier tomo del peri6dico ofioial
deMe los tiempos de la Patria Boba ., ••.•
Ea contraria al espíritu y a la letra de la
OODstitución, puell el artículo 135 dice:
"LoIllIDI.trol oomo Jefll' Raperlor•• d.
la Administraoión, puetl8lt ejercer elt cíer
tos casos la autoridad presidencial según lo
disponga el Presidf,IJte.
"Abora biefl, esa autorización, como too
rl ~8 aquellas pala las cuales el derecho no
..x¡ge formalidades osolemnldadea espeola,
les,
, puede ser expresa o tácita , y de é8ta
ultima clase es aquella que confiere el
Presidente asus Ministr<'p, a quienes pnede separar libremente cuando no se conforman en RUS actos a la couflansa que en
ellos deposita .••• •• De otro lado, la Ley
53 de 1909, quepor una ~xtra lia ironCa
estáfirmadapclj' el BIlior doctor Cadavid
como Presidentede la Cámara de Repre
s~lltantes, esral.leee claramente que las reseluolones de carácter administrativo son
ministeriales sencillamente y que las deelaraeioues de caducidad dll los contratos,
que no son actos de nJt'IO procedimieuto
sino que comportan euestlonea de bastante en: Í1Jatl, se 'haceu por 'el Ministerio
I'~Rpt'cl ivo ,"
"Esta doctrina fue acogida en todas sus
partes por la Ooue Suprema de Justicia
en sentencia pll Ierlda el 19 de Abril de
1892
La misma Oorte Suprema
de J usticía, once aill'8 d. spués, dict6 UII
auto qne rone puhlicarlo en la Gaceta
Judicial, número 805, rn que sienta idéntica doctrina.
"Eeacluoiones tan graves como la que
tom6 el ex-Ministro del Tesoro dootor
Cadavid; de ordenar la suspensión del
pago de una orden girada a virtud de un
reconooimiento hecbo en el Ministerio de
Relaciones Exteriores (asuntoWhite) lleva
solamente lafirma de él."
y esta Resolución, agregamos nosotros,
fue reafirmada expresamente por el oítado doctor Oadavid en su Memoria al Ooogreso, como Ministro del Tesoro.
¿Por qué tamañas inconsecuencias en
hombres ilustrados?
Sencillamente, porque la causa de 108
Empresistaa es iudefendible y SU8 voceros
o abogados pisan terreno delezuable, en
el cual es imposible sostenerse eu pie. E,
estos asuntos, como en 108 Bsiaos, perdido
el centro de gravedad¡ todo.1 va a ti'·
tri,
-7-
VIII
Las Empresas dp. N1 vl1gacifJn, dpRcnnJ
-ertadas y locas ante la l~es l)llwi r.lI de ti de
Mayo, ban caido día por dLI, hora por hura,
da aceptada la validez de la ResolulJi6n
Araújo por el citado señor Pineda López,
es decir, por uno de los más intellgentee y
autorizados representantes de las Bmpresas de Navegación.
, '"
Pues oiga el señor Pineda López: uno de
sus más ilustrados y ardorosos defensores
en la prensa, UnO de sus mncbos abogados _
en la defensa de las Emp,uas, el dístin- .,
guido escritor que ha firmado varios de
SUB artloulos con el seudónimu OBSERVADOR, seexpresa asi en el número 331 de
más in~x :)I IC ,lhl~~ liollllradi ccioll~~,
lo hemoa demostrado en anterior-s
'rt(culllS. OogiddS por el ~~,VIlI'O Il inteligente Mmísuo de Ohr :l,~ l'ú hli(i:U' en Ilauraute tarea de Ulimell;ll laÓIl " t/08 G"r/,i/ll/S, ban perdido toda UIIt'lI tal' I!),J y se tl ;¡U
l-usado a la preosa con el ci~~() atuloudra10 ento de quien recibe, al empezar no
El Liberal:
luás la lucba, Ull golpe de gracia en la ca"El punto jurídico que se ventila puede
1.. za. Están viendo CflllllefiJllIs, y no aeierformularse aHI: El derecho de tonelada,
la ' ~ cerrar la puerta por doude van a es- creado por la Ley 18 de 1907, ¿debe pagarlo
oaparse los millones.
el cargador odebe pagarlu elempresario de
NII' esarlo es insi,lir en 8l'il,l lar incouse- transportes? •••••"
.
cnencias, porque ellil PS huella prueha de
Ré aquí la declaración perentoria, neta
que los Bmpreelstas carecen de l':lz611 pn y solemne, por parte de UII abogado de
'u intentona. Si la tuvieran, si la verdad y las Empresas, de que la Ley 18 o"ó el
a justicia fueran COIl dlus, una sola sería impuesto de tonelada. Esa declaración es
-u linea de conducta, uua sula su argu- un acto de bonradez digno de l mayor enmentación, uno sólo su campo de combate. comio. Pero esa declaración coloca a la~
Don Gabriel Pineda López hermano del Empresas en el imposible moral de segulr
Gerente don Francisco, como si dijéramos sosteniendo qne el impuesto de tonelada no .'
Jefe de Estado Mayor General del Ejército ha sido creado por la ley.
y paja mayor abundamiento, el aboga- '
hJmpresiBt'i, dice eu su memorial del 27 de
Mayo:
do de las Empresas enouentra la Ley 18
"Sea lo primero hacer notar que el im- clara corno elagua clara; para él no hay, ,c
puesto o derecho de tonelada no ba sido oscuridad ni deficiencia en esa Ley. Oigát reaJo por leyalguna. En la Uesulución que
moslo:
Ilbj~to sedice que lo creó la Ley 18 de
"Si el señor Ministro encuentra oBcúril!)07, pero la atenta y culdadusa lectura dad en la Ley 18 de 1907, oscuridad que 110; \;
rle ella basta para evidenciar que no lo existe, porque ella es clara en su letra y,"
Iue ..• ' Repito: la Ley 18 NO crea el dere- en su espíritu, ba debido someter el puntu 'i '
euo de tonelada; tampoco lo hace ninguna al estudio delOongreso ... •"
olra ley. Y como el concepto de ser crea1Túlo dices 1
, ,,1 ,
do por la Ley 18 sirve de fundamento a
;,
la Resolución del Gde Mayo, cae ésta por
IX
su base, desde luégo que desaparece aquél."
En plata: para el señor Pineda la BesoVeamos otrall inconsecuencias.
\ _
lueión no vale, porque la Ley 18 eu que
Para el señor Gabriel Pineda López exis!, ,: -~tj ñn.da NO creó el derecho de tou-lada
ten dos impuestos: el fluvial y el de toae- ,
'
"
Luego si la Ley 18 si hubiera creado ei lada.
~el"dIO de tonelada, el señor Pineda acepTranscribimos de sumemorial al Minia- "
lad. :a validez de la Resolución. Porcon. tro :
!'¡(niente, si con voz y voto autorizados
"Y siendo esto así, como lo es, debe '
para el señor Pineda, por ser voz y voto concluirse lógicamente que una 80la y mls~
le su campo, Ifl demostramos que la Ley ma cosa, lo que se embarca en un buque, "
l8síoreó p.~uel derecho, forzosamente que- está gravada con dos imptUlstos distinto,:, )
-n
I~H
se~ún
I
I
.
"
-8 el uno llainado impuesto fluvial, creado
por la Ley 61 de 1878 y sostenido y
Qesarrollado por las Leyes 19 de 1879,
32 de 1881 y 77 de 1877, y el otro denominado derecho de tonelada, que nn ha sido
creado por ley alguna, pero que lo reglamenta laLey 18 de 1907 y desarrolla el
Deereto número 899 del propio año"
Ahora, después de estas dect.rraelones
perentoria~del apoderado de las Empresas,
He quien. ha estado administrando sus negocios y debe conocerlos en todos sus detalles y conocer de la misma manera cuanto en la, ley a esas Empresas se refiere,
oigamos los conceptos de algunos abogadOll,a qt:lieneslas mismas EmplPsas han
interrogado. Leamos los conceptos que el
mismo sefior Gabriel Pineda L6pez ha he,
cho.puóllcar encasi todos los peri6dicos,
romo defensa soberana de sus mandantes.
y si. lacontradicci6n es palmaria. preguntem_os al señor Pineda: i Quién tiene la razón entre ctabriel Pineda, que, bajosu ñrma, dioe que hay dos ímpueeto-: el fluvial y el do jonelada, y Gabriel Pineda,
qne, como defensa de los intereses que estánasu cuidado, hace publicar el eoneepro d~,ab~ado's en que seafirma que s6lo
exilte UN impuesto: el fluvial ?
II señor doctor José Vicente Ooncha
ha dicho:
Ili y ouál esel derecho Je tonelada sobre f~., cargamentos que transportan las
emba~~ciones a que se refieren Jos artícn)019] 10 de la Ley 18 de 1907 1Sencillamente el impuesto que orlgin-rtamente
cre6, sin darle nombre determinado alguno,
laLey 61 de 1878: el mismo que rt'~ularon
1 modificaron las Leyes 19 de 1879, 110
de 1880 y 77 de 1877, impuesto que en el
UIO oomún se denominó fluvial, si nque tal
den"minacion tuviera carácter legal, como
18 Je denominó también impuesto denavegaciañ, y últimamente ,derecho de tOllel~.
du.. ~n que el nombre con que S6 le haya
designado modifique ni su naturaleza ni
11l\,COIldiciones.')
~ señor doctor Antonio José Oadavid
ICI8tiene la misma tesis del doctor Concha,
eOIl eília P,8lapras:
"
..
It(jomo se ve, no hacen Estas dispoaieto-
nes lacreación de un nuevo impuesto 11 ~
mado de tonelaje. No bacen otra cosa sino
designar con este nombre (los nombres importan menos que la suataneia de las co
sas) el impuesto establecido por leyes anter iOle ~, llamado simplemente fluvial, 'jJ
disponer al~" relativo al modo de su recsudaeién ....Deduzco de lo que dejo expuesto
que la Ley 18 de 1907 no hizo la creación
del impuesto llamado de tonelaje, ni ese impuesto puede ser otro que el fluvial a que
Sl\ refieren las leyes anteriores que se han
citado."
Lo dicho: en este pleito de las Empre.
sas no se puede leer UD párrafo sin encontrar una nueva lneoaseenencla. Si se
tratara de una exposici6n, babría que ha.
cer lo que se ha hecho aquí con la eerveza Bavaria: declararlo "fuéra de concurso"
Fuéra de concurso, porque a cada afir·
mación que hacen, le oponen una o m(¡s
infirmaciones. álgo semejante a lo que UD
empedernido bohemio contestaba a su
mujer que le reñía por vagamundo: "Me.
jor será que no sigas regañándome, querlda mía, porque lo que tn me dices mi> en' tra por UD oído y me sale por ambos!"
x
Alli donde Jos mismos defensores de 'laR
Empresas no se han eneargad« dI' runtrsdecir sus reciprocas afirmaciones y teoríss,
sus contrineantes han desbaratado el an
damiaje en que aqnéllos fundaban la defl'nsgj de tal manera que para nn observador atento, a ('stas horas del debate nada
queda en pie en contra de la Resoluoi6b
del 6 de Mayo.
El seiior Ministro de Obras Púhlicas se
ha situado en un punto invulnerable. A
medida que se examína y se discute 8U
Resolueíéo, selahalla 11 ás conforme con IJ
ley. Para combatirla se ha prescindido, ~
primer lugar, de la esencia del debate: SI
las Empresas podían hacerse pagar el .lm.
puesto por dentro y por faéra de las tarifas,
es decir, dos veces. En segundo logar, se bJ
ocurrido a ínterpretaeíoaes arbitr nas
una ley que es clara y, otras veces, a a 11-
- '9 ~
aciones no conformes conlaverdad de los
hechos.
Se haido alcamno del Derecho público;
seha estudiado elQuinquenio; sehaapurado lainvestigación histórica; sehan fatiga.
do altas inteligencias hasta dar de ellas, en
favor de las Empresas, lo más acendrado de
suingenio. Todo seha ensayado y todo ha
resultado, como tenía que resultar, inútil.
Las Empresas, alarmadas ante la magnl.
tud del chubasco, han luchado bravamen
te, Justo esdeolarar que son expertas cuando setrata de hacer un buen negocio ode
impedir que se les escape. No de otra manera se obtienen táptos artículos, memo
riales y conceptos; no de otra manera selogra que hombres muy distinguidos, aleja.
dos del Foro, vuelvan al ejercioio de la
prof~sión de abogados; y hagan deslateresados esfuerzos en pro dedeterm inada tesi~; ni se consigue aplazar por días y por me
ses los efectos de una Eesolución contraria
ni alzarse casi impunememente, en abierta
rt beldía contra la ley en medio de la paz
y en pleno régimen constititucíonal.
Pero si todo eso S6 ha logrado, hay
un~ cosa que no ha sido posible censegUII: dar la prueba de la ilegalidad de
la Resolución del Ministro de Obras PÚblicas.
A cada esfuerzo de Ins Empresisfas, ha
caído sobre él con la formidable pesadumbre de una 'masa de acero, la réplica eoI respondiente, y si de allá han hablado un
(Jadavid, un José Vicente Concha o un
Barros, hom bres todos de fama nacional
como p~blicistas y abogados, de partedel
Oomerco han acudido a la liza otros jl1IIscousultos ~~inenttS y han fulguiado
plumae de a~lhdad y empuje irresistibles
'ODIO la de Francisco de P, Manotas y I~ de Antooio José Eestrepo.
'
¡Ouáles han sido los puntos culminantes de esta céle?re torneo, y en cada uno de
llos, cuál ha Sido el resultado de lalid!
Htl aq uí los datos que ofreceremos a la
ed ítaeiou de Jos lectores, desde el punto
nque hemos querido situarnos: de relared ocrnnlstss,
XI
"A las razones que yase dejan expresadas para sustentar esta opiuién, debe
agregarse una de mucho valor eo lo que
toca con elrecaudo del derecho de toneladas en el presente y es la de que tal derecho no figura en el Presupuesto de rentas
nacionales;y conforme al artículo 67 del
Acto legislativo número 3 de 1910, reformatorio de la Constitución nacional, "En
tiempo de paz no se podrá establecer contribución o impuesto que no figure cn el
Presupuesto de rentas."
(.JOSE VICENTE
CONCHA-Collcepto del
10 de Junio) .
Aesta rotunda afirmación delseñor doeter Concha, sele con testó asl:
\
-
- "Nos limitamos a observarle que él se
limitó en su estudio a considerar l/na parte
Je la Ley de Presupuestos vigente yque ~ i
lo hubiero. hecho de 1Ina mallera completa,
habría encontrado en dos párrafoa distint08, números 27 y 28 del Capítulo llamado:
"Créditos ad ícionalea aprobados, "Presupuesto de Rentas", estas dos partidas
-"Navegación fluvial y Limpia y canaliza
ción del río Magdalena."
"El impuesto, pues, desde el punto ée
vista de su neeesaria introducción en \1
Presupuesto secobra legítimamente."
(Artículo: otras cuestioues de derech ~
público, suscrito con el seudónimo: Ex
traño).
XII
"No faltaríau buenasrasones para sostener que, apesar de la redacción del artfoulo,
fues uintención no más que señalar la cuantía de dicho impuesto de tonelaje pero no la
de imponer laobligación de pagarJoaldueño
de larespectiva embarcación, sino dejar ese
pago de cargo del dueño de las mercancías,
según estaba establecido en leyes de earácterobligatorio."
( ANTONIO Josá CADAVlD.
17 de JUllio).
Concepto del
-10Léase ahora la respuesta:
ha caldo en peoado que DO le lavu6lo
"Yno obtante haber enten didoqne OU3n- agua bendita."
(FRANCISCO DI P. MANOTAS
do el gravamen recae sobre la embarcació"
debe p,agarlo el dueño de esta, el doctor lo del 26 de Junio).
Oadavid no se cuida de decir que "no
XIII
faltarfan buenas razones para sostener que
a ~esar ~B la redacción del artículo, fu~
suIntenCl6n no más que señalar la cuantía
de dicho impuesto de tonelada, pero no la
~e nnponsr laobligaoi6n de pagarlo al duenn de la respectiva embarcación•••••• "
y esto lo escribe un hombre sin duda eminente en el foro, muy sabedor de que cuan.
do el sentido de un precepto esolaro no se
desatenderá sutenor literal a prete~to de
consultar suespltitu, Pero es lo cierto que
buenas razones sobran siempre para llegar
a conolusjnnes determinadas, por aquello
de que la jurisprudenoia es el arte de hacer de loblanco negr o, ytorcido de lo recto.
y no faltaríau e~as buenas razones en concepto del dootor Cadavid, aunque reñriéndoseal articulo 8.° de laLey 18 que dispone
que '1 Io~ oapitanea o patrones yen general
los (luenos de embarcaciones sujetas a la
y patentepagarán en la Insppcclón los derechos que establezca el Poder
~" tríc ll la
Ejecutivo," se expresa el señor doot« en
estos términos: "Ciertamente el tenor literal del artículo no dpja duda de que el impue~ to que había de fijar el Gobierno Ejecutivo debería pagarse por los dueños de
las embarcaciones "
"Despuésde lo expuesto no queda un
germende duda de que el doctor Cadavid
Por hoy oerraremos estas nota. oon I
siguientes inoisivas palabra. ,de Anto.i
José Bestrepe
" Cuando supimos que el dootor Oeneh
hablaría, esperámos con interés esa opi
nlén autorizada, creyendo que traer!
poderosas razones que aún no hubléram
oído, porque, sin ellas, no habría de com
prometer su nombre en el debate; y e
efecto trajo una raz6n que estimamos d
tan topeso cuantaes la autoridad científic
del doctor Concha: esa raz6n es su signif
'cativosilencio en cuanto al punto 8ujet
matet ia de la Resoluci6n: nada dice en e
concepto publicado, sobre quién sea el que
deba pagar el impuesto de tonelaje, lo que
indica que su opini6n a ese respecto e
desfavorable alas empresas.
"Leímos luégo con especial i~terés e
concepto del doctor Antonio J. Cadavid
hallamos que, no ya táoitamente, sino de
modo más expreso, deolara que 11••• , .. . e
tenor literal del artículo no deja duda d
que elimpuesto que había de fijar el G
bierno Ejecutivo debería paaatse por I
dueños de las embarcaciones."
JAIME DE AXAGÓN
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