1 CONTEXTO HISTÓRICO DE PLATÓN (PAU 2013-14) El Estado utópico o ideal. El diálogo de madurez La República, en griego Politeia, y que tiene el sobrenombre de Sobre la Justicia, es la más clara y sintética exposición del pensamiento platónico. El tema central del dialogo es el de la búsqueda de la organización sociopolítica justa y modélica, aunque también encontramos en el aportaciones fundamentales del resto de las temáticas. El Estado que diseña Platón es un Estado ideal que debería ser ejemplo y modelo de todos los Estados históricos concretos. En este sentido, la República de Platón no se encuentra ni se encontrará en ningún lugar, es una utopía. Sin embargo, constituye la sociedad ideal y, por tanto, el modelo que debe seguirse, si se pretende conseguir el bien y la justicia de la sociedad y la felicidad de sus miembros. El sueño de Platón. Sabemos que, desde muy joven, Platón quería dedicarse a la política activa, pero diferentes acontecimientos le mostraron las graves dificultades que obstaculizan una buena convivencia social. Su partido, el aristocrático, había sido incapaz de instaurar un orden estable. Por otra parte, en nombre de la restablecida democracia, un tribunal popular había juzgado y condenado a Sócrates. Todo eso lo desencantó profundamente. Racionalidad en los asuntos humanos. En la segunda mitad del siglo V a.C. en Atenas se inicia la temática antropológica. - La democracia, confirmada por los dioses. Atenas, abriéndose camino hacia un sistema político democrático. Podemos decir que la democracia ateniense se inicia y se hace efectiva y directa por obra de Pericles. Con Pericles, todos los ciudadanos libres tienen los mismos derechos, todos están convocados a la Asamblea Popular semanal, todos, podían formar parte de cualquiera de los órganos de poder. - Sofistas, los profesores de la democracia. En la segunda mitad del siglo V a.C., se dio en Atenas una situación de inquietud, preocupación y difusión como pocas veces se ha dado en la historia. Hombres inquietos de toda la Hélade viajaban a la victoriosa y rica Atenas. Los sofistas, rechazan esta temática cosmológica ante la imposibilidad de dar una respuesta unitaria al problema de la Phycis. Los nuevos filósofos se ocupan de problemas más cercanos, de cuestiones que giran en torno al hombre, su educación para vivir en democracia, su organización social. Protágoras y Gorgias. Los sofistas satisficieron una necesidad histórica ligada a la democracia: la habilidad retórica o capacidad política. Ellos educaban y preparaban a sus alumnos, comprobando la cantidad que había sido pactada, para la vida activa de la polis; enseñaban la excelencia o areté que capacitaba en el dominio del lenguaje, la habilidad retórica y política que permitía argumentar, persuadir y mostrar las dos caras de toda cuestión. Lo sofistas cuestionaron la capacidad humana de alcanzar un conocimiento seguro y universal. Protágoras defendía posturas claramente relativistas: existe una verdad para ti y una verdad para mí. Así, Platón recuerdo y critica la célebre sentencia de Protágoras: “El hombre es la medida de todas las cosas”. Otros sofistas, como 2 Gorgias, pensaban que no se puede estar seguro de nada o de casi nada; esta postura recibe el nombre de escepticismo que significa examinar atentamente; su mirada examinadora le lleva a decir que si algo existe no podemos conocerlo, y si llegáramos a conocerlo, no podríamos comunicarlo; consecuentemente, la postura mas sensata es la de la duda permanente. Una de las temáticas preferentes de los sofistas gira en torno a la pregunta sobre que tipo de fundamento – natural o convencional – tiene nuestras costumbres y creaciones. La oposición o contraposición physis – nomos motivó muchas discusiones. Los sofistas optaron el convencionalismo; Sócrates y Platón adoptaron posturas fuertemente anticonvencionalistas. A nivel de educación, los sofistas suelen afirmar que la excelencia o areté no es algo que nobles o aristócratas posean con naturaleza, sino algo que se adquiere a través de la educación. Síntesis de las influencias de autores sobre Platón. El objetivo de Platón es fundamentalmente práctico o político, también es consciente de que este objetivo requiere primero el análisi de otras cuestiones. Para Platón, la búsqueda de la organización justa e ideal de la vida social y política exige, antes, de hablar de cuestiones filosóficas básicas, como establecer cómo es la realidad y cómo se puede acceder a ella. En esta tarea, recoge de la tradición filosófica anterior tanto la claridad racional sobre la narturaleza como la claridad racional sobre el ser humano, y crea una síntesis filosófica que tiene como parte fundamental la teoría de las ideas. La teoría de las ideas reúne, la concepción de Parménides según la cual aunténtica realidad es eterna e inamovible y, por otra, la afirmación de Heráclito sobre el perpetuo fluir de las cosas. Platón ofrece una solución conciliadora a la oposición permanencia-cambio. Al mismo tiempo ofrece una alternativa al relativismo o al escepticismo de los sofistas, y da consistencia teórica al optimismo socrático sobre las capacidades humanas de conocimiento. Y las certezas matemáticas de los pitagóricos. Atenas vs Esparta. Platón formaba parte de una familia aristocrática con notable interés por la política de Atenas. Su padre, Aristón era descendiente de reyes y su madre pertenecía a la familia de Solón. El nombre originario de Platón era Aristíocles; el nombre Platón es un sobrenombre que significa “el de anchas espaldas”. Las guerras de peloponeso (431-404 a.C.) marcaron la vida de los ciudadanos atenienses. Estas guerras fueron mucho más que una lucha entre Atenas y Esparta; representaban, en cierta manera, un conflicto entre dos maneras diferentes de entender la vida y la sociedad. Constituían en el fondo, un conflicto entre democracia y aristocracia. Y los aristócratas de Atenas – como toda la familia de Platón – no escondían sus simpatías por el orden y la educación. 20 años: discípulo de Sócrates. A los veinte años, y con el fin de prepararse para el objetivo de su vida, la actividad política, comenzó sus contactos con Sócrates. Muy pronto se convirtió en uno de sus seguidores más entusiastas. Derrotada Atenas, justo cuando Platón tenía 24 años, los vencedores espartanos impusieron un régimen no democrático: el gobierno de los Treinta Tiranos. Este gobierno, en el cual participaban dos parientes de Platón, fue incapaz de establecer el orden y actuar justamente. El mismo Platón quedó bastante desencantado. 3 El descontento general y diversos conflictos populares condujeron, al cabo de un año, al restablecimiento de la democracia. Y fue en esta restablecida democracia donde el admirado maestro fue juazgado y condenado a muerte. Parece que este segundo desastre político alteró las profundas inquietudes de Platón. Si en su juventud mostraba un firme interés por los asuntos públicos y la política, la inestabilidad y las injusticias que vivió de cerca le hicieron desistir y preocuparse por cuestiones más teóricas. Platón si escribió, y se conservan muchas de sus obras. Ahora bien, curiosamente, casi todas las obras que nos han llegado son diálogos. Muerte de Sócrates. Sócrates se ganó muchos enemigos. Estos sabios interrogados y ridiculizados no tardaron en acusarlo y denunciarlo. Así, un tribunal democrático lo condenó a beber cicuta, <<por no creer en los dioses de la polis y por corromper a la juventud>>. Viajes y nuevos contactos. -La muerte de Sócrates supuso para su discípulo más avanzado una profunda crisis vital, política y filosófica. Ésta es una de las razones que lo llevaron a emprender algunos viajes. Parece que en Egipto conoció a Cratilo, discípulo de Heráclito, y también a Hermógenes, discípulo de Parménides. En la cercana Megara, donde se refugiaban los seguidores de Sócrates después de la muerte del maestro, conectó con diferentes matemáticos. Pero fue su primer viaje a Sicilia el que comportó la superación de la crisis que arrastraba. -El estilo de vida de la comunidad pitagórica de Tarento y la matemática del reconocido Arquitas le entusiasmaron; le mostraron que es posible un conocimiento sólido e indiscutible: el de los mathemata. De ellos heredó la idea de inmortalidad y transmigación de las almas, la explicación del mundo sensible mediante entidades matemáticas, la concepción comunitaria del modo de vida filosófico. Este viaje fue como una bisagra justo en el centro de su vida: la herencia socrática se amplía con el saber matemático de los pitagóricos; Platón comienza a ser propiamente <<platónico>>. -Platón visitó el volcán Etna y la floreciente ciudad de Siracusa, donde conoció a Dion, pariente del tirano de Siracusa. El bello e inteligente Dion se convirtió en discípulo predilecto y querido que arrastró al maestro a arriesgadas aventuras políticas. Fundación de la academia. De nuevo en Atenas, después de su enriquecedor viaje a Sicilia, Platón fundó, al lado del santuario dedicado al héroe Academo, una escuela que se convertirá en centro de la vida intelectual durante muchos siglos: la Academia. La Academia estaba inspirada en las comunidades pitagóricas. Diálogos. Varios personajes conversan sobre una cuestión filosófica. Podemos clasificar los diálogos en las siguientes etapas: -Período de juventud o socrático. Obras todavía muy influenciadas por el maestro. -Período de transición. -Período de madurez. Lo constituyen los diálogos donde se desarrollan sus principales teorías. La República. -Período crítico y de vejez. Son una muestra de las dudad y las críticas de Platón respecto a su propia obra. 4 Nuevos viajes y nuevas dudas. A los 60 años, a instancias de su amigo Dion y con el objetivo de implantar el ideal político en el diálogo La República, Platón emprende un segundo viaje a Italia. El viaje fue, políticamente hablando, un fracaso. A consecuencia de diferentes conspiraciones sicilianas, fue recluido, casi encarcelado, durante dos años. Un tiempo y unas vivencias que llevaron a Platón a largas meditaciones sobre su filosofía y su fundamento teórico: la original teoría de las ideas. Y es que, cuando más reflexionaba, más dudad le asaltaban. Su obra de este período está llena de dudas enriquecedoras, incluso el personaje de Sócrates aparece inseguro e incapaz de superar las objeciones del interlocutor. En el 367 a. C. ingresó en la Academia un alumno que pasó largas horas dialogando con el maestro; este alumno, Aristóteles, fue, sin duda, uno de los mayores estímulos intelectuales recibidos por Platón. A los 66 años viajó por tercera vez a Sicilia, como respuesta a la llamada del gobernante de Siracusa y presionado por el matemático pitagórico Arquitas. De vuelta a Atenas, sin los éxitos esperados, continuó escribiendo y revisando sus teorías hasta el momento de su muerte. Ideas para el campo semántico de Platón (PAU Extremadura 2013-14) I. Teoría del conocimiento 1. Idea Las Ideas (eidos) en Platón son ”esencias“, es decir, “aquello por lo que una cosa (particular) es lo que es”. Así, la Idea de la belleza es la Belleza en-sí, y “aquello-porlo-que” las cosas son bellas. Las cosas particulares son lo que son porque “participan” o “imitan” a las Ideas. Estas no existen en las cosas sino en un mundo aparte, el mundo inteligible o mundo de las ideas. Las Ideas son verdaderas “sustancias” que gozan de las características del Ser de Parménides: cada Idea es única, eterna e inmutable. Las Ideas se encuentran jerarquizadas: la Idea suprema es la Idea del Bien; luego, las Ideas éticas (de las virtudes), las Ideas estéticas, las Ideas matemáticas, y, finalmente, las Ideas de cosas. La teoría de las Ideas fue revisada y criticada por Platón en los diálogos de la etapa crítica, especialmente en el Parménides. Si la Idea es “participada” por las cosas, entonces parece perder su unidad y separación. En cuanto al concepto de “imitación”, conduce al argumento del “Tercer Hombre”. Las cosas grandes, un perro grande o un elefante grande, lo son porque imitan a la Idea de lo Grande. Pero, la idea de lo Grande, ¿es ella misma grande?, sí. Y si es grande es porque a su vez imita a otra Idea de rango superior que también es Grande. Y así hasta el infinito. Aristóteles denominará posteriormente a la Idea “Aristóteles llamará más tarde “causa formal”. 2. Ciencia/verdadera filosofía (Dialéctica) Platón distingue dos formas generales de conocimiento: la opinión y la ciencia. Tal distinción se encontraba ya en Parménides, por ejemplo. La opinión es el conocimiento sensible de las cosas del mundo visible, mundo del devenir. La ciencia sólo puede versar acerca del mundo de las Ideas (o mundo inteligible). La ciencia se divide en dos grados de conocimiento: son la dianoia y nóesis. Dianoia es la razón discursiva del matemático que se apoya en imágenes visibles, y nóesis es la inteligencia intuitiva propia del dialéctico, que 5 alcanza el verdadero “conocimiento” de las Ideas de forma directa sin el uso de imágenes. La física no fue considerada por Platón como verdadera “ciencia”, pues versa sobre objetos móviles y fue relegada al ámbito de la opinión. En los primeros diálogos la dialéctica no es sino el método socrático de preguntas y respuestas. Pero a partir de la República experimenta una notable transformación: se convierte en el procedimiento por el que el filósofo accede al “mundo inteligible” y conoce cómo las Ideas se encuentran relacionadas entre sí. En un famoso pasaje de la República llamado “el pasaje de la línea” Platón distingue dos formas generales de conocimiento: la opinión y la ciencia. La ciencia se divide en dos grados de conocimiento: son la dianoia y nóesis. Dianoia es la razón discursiva del matemático, y nóesis es la inteligencia intuitiva propia del dialéctico, que alcanza el verdadero “conocimiento” de las Ideas de forma directa sin el uso de imágenes. Al final del libro VI de la República Platón explica con cierto detalle en qué consiste la dialéctica, estableciendo la diferencia entre el modo como proceden el matemático y el dialéctico. Las matemáticas emplean un método discursivo descendente: parten de una hipótesis y deducen conclusiones, ayudándose de imágenes visibles (dibujos de figuras geométricas). En cambio, la dialéctica emplea un método discursivo ascendente: las hipótesis son – y ése es su sentido etimológico: “peldaños” (algo su-puesto, “puesto-debajo”)- aquello en lo que el dialéctico se apoya para “llegar a un principio no hipotético“. Y para ello no recurre en absoluto a imágenes. Parte de una Idea y asciende hasta la Idea suprema. Ello supone que el Mundo de las Ideas se encuentra jerarquizado, y que la Idea suprema es el primer “principio” cuyo conocimiento hace verdaderamente inteligibles las demás Ideas. En la República esta Idea es la Idea del Bien (la cual es, así, “el sol del mundo inteligible“). Finalmente, el dialéctico emprende el camino inverso: desciende desde la Idea suprema encadenando con ella todas las demás Ideas. De este modo, el dialéctico consigue establecer la comunicación y la trabazón entre las Ideas, adquiriendo una “visión sinóptica” del Mundo inteligible. 3. Opinión En un famoso pasaje de la República llamado “el pasaje de la línea” Platón distingue dos formas generales de conocimiento: la opinión y la ciencia. La opinión o doxa es el conocimiento sensible de las cosas de este mundo (el mundo visible) y está sujeta a falsedad y error. La ciencia o episteme sólo se ocupa del mundo de las Ideas (o mundo inteligible) y sus enunciados nos conducen siempre a la verdad. Platón distingue dos grados de conocimiento en la opinión: Primero, la conjetura oeikasia que se ocupa de las imágenes del mundo: quizá la literatura, la historia y las bellas artes. Lo que todos deben aprender. Segundo, la creencia o pistis, el estudio de las cosas naturales: la física. II. Teoría Política/Estado 1. Justicia “En el alma de cada uno hay las mismas clases que en la ciudad, y en el mismo número” (441c). La estructura de la ciudad se encuentra reflejada en el alma (y viceversa). Es decir, cada estamento de la ciudad se corresponde con una parte del alma, y a cada uno de ellos le corresponde la misma virtud (que está de acuerdo con su función en la ciudad): 6 PARTES ALMA DEL CLASES SOCIALES VIRTUDES Racional Gobernantesfilósofos Prudencia Fogosidad Guardianes Valentía Apetitiva ArtesanosLabradores Moderación • • Justicia: Suma de las tres virtudes anteriores. Armonía (Resonancias matemáticopitagóricas) 2. Estado La ciudad-Estado (polis) nace como consecuencia de que los individuos aislados no pueden satisfacer sus necesidades vitales. Al reunirse se origina la característica más notoria de la ciudad: la división del trabajo, fundamentada en el hecho de que no todos los seres humanos son iguales, sino que tienen capacidades naturales distintas. Platón distribuye, pues, a los ciudadanos en tres estamentos distintos y jerarquizados: los gobernantes, los guardianes (guerreros)y los artesanos – labradores. Cada uno se encarga de una función distinta: gobierno, defensa y producción. La ciudad ideal tiene carácter ético: ha donde los ciudadanos sean virtuosos. de ser una ciudad justa La ciudad ideal platónica es gobernada, pues, por una aristocracia, pero una aristocracia de la virtud y el saber, no de la sangre. Los gobernantes no serán conducidos por la ambición personal y el derecho del más fuerte – como pretendían algunos sofistas- , sino que se inspirarán en la contemplación del orden inmutable de las Ideas. Platón pensaba, por tanto, que “el saber otorga el poder”, pero que éste debe ser ejercido con justicia, no en beneficio propio, sino en el de la ciudad. Platón no admite ni la riqueza ni la pobreza en el Estado puesto que “ya que una produce el libertinaje, la pereza y el afán de novedades, mientras la otra genera el servilismo y la vileza, además del afán de cambios” (República 422a).Además la riqueza de unos pocos divide la sociedad en pobres y ricos permanentemente enfrentados lo cual provoca la desunión y la debilidad del Estado. Platón está convencido de que los síntomas que delatan el mal estado de un sistema social son la hipertrofia de la medicina y los tribunales. La utopía platónica aspira a una sociedad donde, gracias a la educación, no hagan falta ni médicos ni abogados o policía. Rechaza con ironía esa medicina que no cura sino que sirve para alargar eternamente las enfermedades. Platón considera que aquel que enfermase durante largo tiempo debería, si no es capaz de curarse, echarse a morir. La tradición médica que inspira a Platón es la era heroica de la medicina, tal como la pinta Homero. El dios Asclepioinventó el arte de la medicina para los hombres sanos que padecían transitoriamente un daño: se sustentaba en la creencia de que una naturaleza sana se cura por sí misma. Los cuerpos totalmente enfermos, en cambio, el médico debe 7 dejarlos morir, del mismo modo que el juez mata a aquellos hombres que tienen el alma enferma por sus crímenes. 3. Educación La educación tiene un carácter liberador: debe curar del error (función de la ironía socrática) y dirigir hacia la luz (función de la mayéutica). Sólo eso: no pretende infundir el saber (como los sofistas), sino únicamente orientar en la buena dirección, para que uno lo descubra por sí mismo. Pero el proceso de educación es lento: no es posible mostrar directamente el sol al que procede de la caverna. 4. Gobernante En la ciudad ideal que Platón presenta en la República la sociedad está dividida en clases atendiendo a la función que cada uno de ellos desempeña en el Estado: los labradores y artesanos producen los bienes (alimentos, vestidos o instrumentos,…) que todos los hombres puedan necesitar; los guardianes o guerreros se encargan de defender el Estado y de mantener el orden interno y, finalmente, los gobernantes deberán promulgar las leyes y establecer justicia. En esta propuesta no democrática y clasista La República entra en una detallada descripción de cómo debe ser la ciudad ideal y, especialmente de como debe ser la educación de los futuros gobernantes. Los gobernantes deben educarse siguiendo un estricto plan de estudios: a) gimnasia y música en la juventud, ambas educan el alma: la gimnasia, su lado fogoso, y si se combina con música, que cultiva la dulzura, produce, en lugar de la fuerza bruta, la valentía e incita a filosofar. La música incluye, además de los ritmos y armonías, los mitos de Homero. Platón es muy crítico al igual que Heráclito y Jenófanes con la religión oficial pues los dioses de los que habla son demasiado humanos. b) matemáticas y astronomía como iniciación al conocimiento de las Ideas hasta los treinta años y c) dialéctica, conocimiento de las Ideas y de la Idea del Bien, otros cinco años. A partir de aquí se ocuparían del estudio práctico del gobierno durante quince años de modo que estarían preparados para gobernar a los cincuenta. Los gobernantes-filósofos, que pueden ser tanto mujeres como hombres, vivirían en comunidad de bienes, parejas e hijos de modo que no tendrían posesiones privadas ni familia, harían las comidas en común como soldados en campaña y podrían dormir con quien quisieran. Deberían proteger las diferencias entre las distintas clases socialesno permitiendo los emparejamientos de individuos de clases diferentes y siendo honestos respecto a la raza de sus propios hijos arrojando entre los artesanos a los propios si así lo mereciesen y ascendiendo a los virtuosos aunque hubiesen nacido de labradores. Además deberán controlar el tamaño de la ciudad de manera que no sobrepase un determinado tamaño y se vuelva incontrolable. Su función principal sería la correcta educación de las otras partes del Estado de modo que los guardianes sean valientes y los trabajadores moderados y todos obedezcan al bien común. Al carecer de intereses privados Platón confiaba en que los gobernantes-filósofos dedicarían su vida al bien común y no al enriquecimiento personal como ocurre en la mayoría de los Estados. Entre esta élite gobernante se elegiría al jefe del Estado, al filósofo-rey. Como dice en el libro V de la República, no habrá justicia en los Estados hasta que no gobiernen los filósofos o los reyes se conviertan a la filosofía. III. Antropología 1. Hombre 8 Los presocráticos fueron materialistas. Para ellos el ser humano era un cuerpo animado por un alma -principio de vida- también material. La única excepción son los pitagóricos, y en ellos parece inspirarse Platón, quien defiende una concepción dualista: el ser humano se compone de un cuerpo (material y mortal) y un alma (inmaterial e inmortal), aunque a veces dice que “el ser humano es su alma”. En cuanto al cuerpo humano, Platón mantiene una concepción bastante peyorativa: el cuerpo es un estorbo para el alma, la arrastra con sus pasiones y le impide la contemplación de las Ideas. Por eso, lo mejor que le puede pasar al filósofo es morir, y la filosofía no es sino una “preparación para la muerte”. En el Fedro la unión del alma con el cuerpo se presenta como castigo por algún pecado, y es concebida como una unión puramente accidental (como el piloto en la nave o el músico con su instrumento). En el Timeo el cuerpo, en cambio, es concebido menos peyorativamente, y Platón afirma que puede estar en perfecta armonía con el alma. 2. Alma La doctrina platónica sobre el alma es bastante fluctuante y recurre con frecuencia a mitos o a explicaciones simplemente probables. Establece una división tripartita del alma, expresión, quizá, de los conflictos éticos y psíquicos que el ser humano experimenta en sí mismo: 1. el alma racional (nous, logos), inmortal, inteligente, de naturaleza “divina” y situada en el cerebro. “Le corresponde mandar, por ser sabia y tener a su cuidado al alma entera” 2. el alma fogosa (thymós), fuente de pasiones nobles como la valentía, situada en el tórax e inseparable del cuerpo (por tanto, mortal). Le corresponde ser servidora y aliada del raciocinio para controlar la parte apetitiva. 3. el alma apetitiva (epithymía), fuente de pasiones innobles como la lujuria, situada en el abdomen y también mortal. En el Fedro, Platón utiliza una metáfora para aclarar esta división del alma en tres partes. Imaginemos que el alma es uncarro guiado por un auriga y tirado por dos caballos alados: uno negro y contrahecho, otro blanco y perfecto. El auriga y los dos caballos representan las tres partes del alma. El auriga es la parte racional, el caballo blanco es la parte fogosa relacionada con energía y la voluntad y por último el caballo negro representa los apetitos innobles. El auriga debe apoyarse en el caballo blanco para tirar del carro hacia arriba, hacia las Ideas, y no ceder a los impulsos innobles del caballo negro que tiran del él hacia abajo. La inmortalidad del alma es una de las doctrinas fundamentales de Platón, y constituyó una novedad filosófica. Platón dedica su diálogo Fedón a hacer la demostración. Sin embargo, él mismo reconoce que sus argumentos no son sino probables y que no disipan todas las dudas. Lo mismo sucede con la doctrina de las reencarnaciones sucesivas del alma. Son las siguientes: • • Compensación de los procesos contrarios. Del mismo modo que lo caliente surge de lo frío y lo rápido de lo lento, así la vida ha de tener su origen en la muerte, pues de lo contrario el universo entero se estancaría. Argumento de la reminiscencia. Sócrates se pregunta cómo podemos decir de dos cosas que son iguales si la percepción de un individuo de que dos maderos son iguales puede diferir de la opinión de otro. A pesar de que en el mundo sensible el concepto de igual se de de manera imperfecta somos capaces de imaginar lo igual en sí mismo. ¿De dónde hemos sacado ese conocimiento? Tenemos que haberlo recordado a partir de las imperfectas 9 • • imitaciones sensibles de lo igual, y para haberlo recordado eso significa que nuestra alma ha presenciado lo que verdaderamente es antes de unirse a nuestro cuerpo. Este argumento puede afecta no sólo a los conceptos matemáticos como igual, mayor, menor sino también a la belleza, la justicia… Afinidad del alma con las Ideas. Cebes objeta a Sócrates que si bien está claro que el alma existe previamente al nacimiento cómo sabemos que perdurará tras la muerte. Sócrates, irónico, se compadece se su miedo. Para aliviar el miedo de Simmias y Cebes Sócrates elabora otra prueba basada en la afinidad del alma con las Ideas. El punto de partida es la existencia de dos mundos, uno visible y cambiante y otro inteligible e inmutable. Sócrates concluye que mientras que el cuerpo humano pertenece al mundo visible y está condenado a descomponerse el alma es semejante en todo a lo inteligible y, por tanto, habrá de perdurar. Si en Egipto consiguen que tras la muerte el cuerpo se conserve durante años, qué duración no obtendrá el alma para marchar al Hades y vivir con los mejores. Nueva argumentación basada en la exclusión mutua de los contrarios en sí, y en que la idea del alma excluye la idea de muerte. Una vez aclarada la cuestión de cómo los contrarios en sí se excluyen mutuamente Platón construye la última prueba de la inmortalidad del alma. Del mismo modo que la nieve o el tres no pueden seguir siendo lo que son si admiten lo caliente o lo par, Sócrates afirma que el alma no puede admitir la muerte Su teoría del alma es también de algún modo dualista: hay una parte inmortal del alma, y el resto es mortal y ligado al cuerpo. Según el Timeo, el alma racional ha sido creada directamente por el Demiurgo con los mismos elementos que el Alma del Mundo. Se afirma así su inmortalidad y su carácter “divino”, es decir, su similitud con el Mundo de las Ideas (lo que le da la posibilidad de conocerlas). IV. Metafísica/Realidad 1. Ámbito inteligible/Ámbito sensible Según el mito de la caverna, el ámbito inteligible es el mundo de las Ideas que gozan de las características del Ser de Parménides: cada Idea es única, eterna e inmutable. El alma, antigua habitante del mundo inteligible, puede acceder al conocimiento de las Ideas y alcanzar así la ciencia verdadera. Se opone al ámbito sensible que es un mundo aparente, en continuo devenir, como expone Platón en su diálogo Crátilo siguiendo los planteamientos de Heráclito. De este mundo sensible sólo podemos alcanzar a tener opiniones y no verdades absolutas. V. Ética 1. Bien Frente al relativismo sofista expresado claramente en el aforismo de Protágoras “el hombre es la medida de todas las cosas”, Platón defiende la existencia de esencias inmateriales y eternas que se corresponden con la Belleza o la Justicia en sí misma. A estas esencias las llamó Ideas. Las ideas están jerarquizadas de modo que la Idea del Bienes la idea suprema. Dependiendo de ella se encuentran las ideas éticas, estéticas, matemáticas y, finalmente, de las cosas. 10 Platón no alcanza a definir la naturaleza del bien en sí. Sin embargo, en la República, afronta el problema recurriendo a una alegoría conocida como la alegoría del Sol. La contemplación, en la dialéctica platónica, es la función espiritual que permite ver en lo múltiple la unidad de la idea. Pero como el camino dialéctico que conduce a la idea del bien, al llegar a su última parte, ya no puede ponerse por escrito, lo sustituye por una analogía con el mundo visible. Lo eternamente bueno, nos dice, revela su esencia en su hijo, el supremo dios visible del cielo, Helios, el Sol. En este mundo visible, el sol es la fuente de luz y, por tanto, la causa de toda visión o conocimiento. En el mundo inteligible la Idea del Bien es la causa del conocimiento y la verdad: sólo nos apartamos de la oscuridad de las opiniones cuando la luz del Bien ilumina nuestro conocimiento. Además, del mismo modo que en el sol en el mundo visible es causa del nacimiento, el desarrollo y la nutrición, en el mundo inteligible el Bien otorga el ser a las demás Ideas. La Idea del Bien es la que debe guiarnos tanto en los asuntos “privados como públicos“. Esto quiere decir que tanto en los asuntos de la moral individual, de la virtud, como de la política la Idea de Bien debe ser nuestra guía. Aquellos que llegan a conocer la idea del bien, mediante la dialéctica, llegarán a ser virtuosos y, por tanto, gobernantes ideales. Platón hace un planteamiento teleológico del mundo (el mundo se ajusta a un diseño adecuado a la Idea del Bien) que contrasta con el mecanicismo y el azar presentes en la cosmovisión de Demócrito. Las interpretaciones acerca de la entidad de la Idea de Bien son diversas. Los pensadores griegos anteriores a Platón habían concebido a su principio supremo, ya fuese material o espiritual, como una divinidad. Aunque la filosofía griega con su descubrimiento de la physis es el origen de la ciencia no conviene olvidar también su componente religioso. Especialmente, la Idea del Bien sólo es entendible sobre este trasfondo teológico. Otra característica interesante de la Idea del Bien está relacionada con la influencia pitagórica. Llama la atención la relación que existe entre la Idea del Bien y la “medida justa“. El bien es la medida de todas las cosas. La belleza de una estatua se debe a su respeto a una proporción matemática adecuada, la sección áurea. 2. Excelencia/virtud El conocimiento, sirviéndose de la dialéctica y del amor, es el camino hacia las Ideas. Pero por sí solo no basta: necesita, además, la virtud, la única que puede enseñarle el camino hacia el Bien y la Justicia. Por otra parte, ningún ser humano aislado tiene capacidad para ser bueno o sabio. Para ello necesita a toda la comunidad política, al Estado. En la práctica, esto significa que sólo la virtud y el Estado hacen posible el acceso a las Ideas, aunque sean las Ideas el fundamento último de la virtud y del Estado. Esta especie de círculo conceptual culmina la filosofía platónica, que tiene una clara intención ética y política, como dijimos. Tres perspectivas sobre la virtud en Platón (que no son excluyentes entre sí): 1. Virtud como sabiduría: Es el concepto socrático, que Platón nunca llegó a abandonar por completo. Pero quien adquiere esta virtud alcanza, según Platón, un “saber” de orden superior: se trata del conocimiento de las Ideas de Bien, Justicia, Valor, Piedad y Belleza, que representan la cumbre del alma humana. De esta manera intenta Platón superar el relativismo en relación con 11 la virtud que sostenían los sofistas. Estaba convencido de que existe lo Justoen-sí, y que no depende de culturas ni tradiciones o sociedades. Además, intentó unificar todas las virtudes en la Idea del Bien. 2. Virtud como purificación: Tanto en el Fedro como en el Fedón, el hombre virtuoso es aquel que purifica su alma de las pasiones y prescinde cada vez más del cuerpo para poder acceder mejor al Mundo de las Ideas. Es un concepto de virtud cargado de resonancias pitagóricas. Pero en el Filebo (donde se discute si el sumo bien es el conocimiento o el placer) Platón admitirá que la vida buena y virtuosa es una vida mixta en la que hay que saber aceptar el placer con moderación. 3. Virtud como armonía: En la República Platón define la justicia -virtud fundamental- como armonía. En efecto, consiste en “el acuerdo de las tres partes del alma, exactamente como los tres términos de una armonía: el de la cuerda grave, el de la alta y el de la media (443d). La armonía surge en el alma cuando “cada parte hace lo que le es propio” (441e), de tal manera que “dominen o sean dominadas entre sí conforme a naturaleza” (444d). Lo cual significa que la parte racional (siendo prudente) debe guiar a la parte fogosa (que deberá ser valiente), y ambas dominar a la apetitiva (que será, así, moderada). El que lo consiga será armonioso y justo. Por eso la virtud es la “salud, belleza y bienestar del alma” (444e), y la justicia es la armonía del ser humano. Tenemos aquí, formulada por primera vez, la división de la virtud en cuatro categorías fundamentales: prudencia, fortaleza y templanza(correspondientes a las tres partes del alma), y justicia (como la armonía que resulta así en el alma virtuosa). 12 Colegio Sagrado Corazón Cáceres (2013-2014) 4ª PREGUNTA EXAMEN PAU. Nota importante: Temas abordados por otros dos autores de la Hª de la Filosofía. No se trata de relacionar, sino de plasmar lo que han dicho otros dos autores sobre los temas que, a continuación, se proponen… PLATÓN: • Apariencia-realidad. Sugerencias: Parménides y Nietzsche. Apariencia y realidad por otros dos autores que haya estudiado... El tema del texto es la clarificación de los símbolos de que se ha servido Platón para componer el mito de la caverna y expresar a través de él su visión de los distintos niveles de realidad, de conocimiento y de progreso moral a través de la educación. Los dos ámbitos de realidad quedan representados por el interior de la cueva (lo sensible) y el exterior (lo inteligible). En lo sensible puede aparecer, de forma imperfecta, como un reflejo, lo inteligible, auténtica realidad. KANT abordó igualmente la relación entre la apariencia y la realidad en La crítica de la razón pura. En esta obra se va a referir a la apariencia con el término fenómeno y a la realidad en sí con el término noúmeno. El ser humano no puede conocer la realidad tal cual es en sí, sino sólo tal y como aparece modificada por las estructuras a priori de la mente. Todo conocimiento es una síntesis de dos elementos: algo que recibimos mediante la experiencia, lo dado a posteriori, y algo que aportamos, lo puesto a priori. En el caso del conocimiento sensible, lo dado son las sensaciones, y lo puesto, las formas a priori de espacio y tiempo. El resultado de esta síntesis es el fenómeno. El término fenómeno procede del verbo griego faino, que significa aparecer. Por tanto el fenómeno es la apariencia o el aspecto que ofrece un objeto a nuestra mente, y nunca podremos acceder a conocer la realidad en sí, sino, como mucho, a pensarla. A esta realidad pensada, pero no conocida, le llama Kant el noúmeno. NIETZSCHE consideró que la distinción apariencia y realidad que atraviesa toda la historia de la filosofía no es más que la expresión del espíritu de decadencia y de odio a la vida y al mundo que surge con Sócrates y Platón. La filosofía de Platón interpretó la vida a través de la contraposición de lo “bueno” y lo “malo”, lo “verdadero” y lo “falso”, la “auténtica realidad” (el mundo de las Ideas) y la “realidad no auténtica” del mundo sensible o apariencia. El paso del mito al logos es interpretado por Nietzsche como el paso de la visión trágica de la vida, que aparecía en los mitos, a la visión 13 racional. La primera era simbolizada por el dios Dionisos, caracterizado por el exceso y la entrega sin límites a los goces de la vida. El espíritu dionisíaco era el espíritu de desenfreno que veía en el éxtasis una forma de comunicación con el universo. Pero frente a lo dionisíaco, la época de Sócrates y Platón se caracteriza por el triunfo de lo apolíneo. Apolo es un dios que personifica el espíritu contrario al dionisíaco: es la moderación, el orden, el control de la razón en todos los aspectos de la vida. Ante el mundo real, con su dinamismo y su, a veces, sin sentido, Platón reacciona postulando otra realidad supuestamente existente a la que llamó “mundo de las Ideas” y en el que puso todos los ideales de la cultura apolínea: frente a la pluralidad y dinamismo del mundo, el nuevo universo poseería la unidad y la inmutabilidad de las Ideas. Este fue el gran error que desde el comienzo de la filosofía occidental acabó manifestándose en toda la historia posterior: la invención de un mundo “verdadero”, contrapuesto al “aparente” que ofrecen los sentidos. Esta división de la realidad pasará al cristianismo como tierra y cielo, y a la filosofía de Kant como fenómeno y noúmeno. OTRA OPCIÓN DE APARIENCIA Y REALIDAD…. 1. Parménides nos expone su doctrina: la afirmación del ser y el rechazo del devenir, del cambio.El ser es uno, y la afirmación de la multiplicidad que implica el devenir, y el devenir mismo, no pasan de ser meras ilusiones. El poema expone su doctrina a partir del reconocimiento de dos caminos para acceder al conocimiento: la vía de la verdad y la vía de la opinión. Sólo el primero de ellos es un camino transitable, siendo el segundo objeto de continuas contradicciones y apariencia de conocimiento. La vía de la opinión parte, dice Parménides, de la aceptación del no ser, lo cual resulta inaceptable, pues el no ser no es. Y no se puede concebir cómo la nada podría ser el punto de partida de ningún conocimiento. ("Es necesario que sea lo que cabe que se diga y se conciba. Pues hay ser, pero nada, no la hay.") Por lo demás, lo que no es, no puede ser pensado, ni siquiera "nombrado". Ni el conocimiento, ni el lenguaje permiten referirse al no ser, ya que no se puede pensar ni nombrar lo que no es. ("Y es que nunca se violará tal cosa, de forma que algo, sin ser, sea."). Para alcanzar el conocimiento sólo nos queda pues, la vía de la verdad. Esta vía está basada en la afirmación del ser: el ser es, y en la consecuente negación del no ser: el no ser no es. 2. Nietzsche: Nuestros conceptos filosóficos y científicos son falsificaciones más o menos sutiles con las que pretendemos aprehender, es decir, hacer nuestro, asimilar el devenir, el cambio, la evolución, introduciendo por debajo de su corriente salvaje un soporte que nos permita asirlo, cogerlo, capturarlo. El hombre con sus conceptos, con su pensamiento, falsea la realidad. Los conceptos son sólo metáforas que nuestra capacidad de abstracción elabora, y que la costumbre nos lleva a fijar y utilizar, pero que no nos dan la verdadera realidad. 14 La realidad es devenir, cambio, movimiento, mientras que las palabras y conceptos son fijos e inmutables y por tanto no penetran nunca en el origen, en la auténtica esencia de las cosas. Los conceptos filosóficos y científicos se desarrollan dentro de un sistema pero estos sistemas están condicionados por la funcionalidad de una gramática. Por ello el propio lenguaje a veces nos engaña. Hemos de tener en cuenta que pensamiento y lenguaje se refieren a las cosas del mundo en que vivimos, y éstas no son fijas ni inmutables, ni siguen normas gramaticales. En el lenguaje lógico, matemático moral y religioso es una ficción de la razón. Solo el lenguaje metafórico y artístico puede darnos algo de la realidad. Respecto a la verdad, Nietzsche posee una concepción utilitarista y perspectivista. La teoría perspectivista de Nietzsche está basada en tres puntos: No acepta la división del mundo en apariencia y realidad. El mundo de los sentidos, la apariencia, es la única base del conocimiento. • La verdad no es algo que tenga valor en sí mismo y se corresponda con la realidad. La verdad posee sólo un valor pragmático. • No existen hechos o realidades absolutas, sino solamente perspectivas de las cosas. La verdad o falsedad es una perspectiva posible. No existe una realidad única que pueda ser conocida por la ciencia. Nietzsche destacará el valor de la sensibilidad y la referencia directa a las verdades existenciales. Cree que la tradición occidental despreció los sentidos e impuso el valor de los conceptos y la racionalidad sometiendo el valor de la vida al valor de la razón. • • Sentidos-razón (opinión-ciencia). Vale el desarrollo anterior de apariencia realidad… La virtud (ética). Sugerencias: Aristóteles, Nietzsche. 1. Aristóteles: Para Platón la virtud era concebida como Sabiduría, armonía y purificación… Para Aristóteles, el ser humano, solo puede alcanzar la felicidad si alcanza la virtud. Tiene dos concepciones de la virtud que son complementarios: como término medio, es decir, no como un término medio geométrico, sino para cada persona… Por lo tanto, ni el exceso ni el defecto caben en la concepción aristótelica de 15 virtud. La virtud para Aristóteles es también hábito, es decir, sería la disposición habitual y permanente del alma para obrar bien… Las divide las virtudes, en dianoéticas –contemplación- y éticas –vonluntad-. La ética aristótelica es una ética eudemonista. 2. Para Nietzsche, La reflexión sobre la moral –la virtud- se encuentran presente en todas las etapas del pensamiento de Nietzsche pero especialmente en las últimas. Zaratustra es la figura simbólica que Nietzsche utiliza para exponer tres de sus teorías fundamentales: el superhombre, la transmutación de todos los valores y la voluntad de poder. Nietzsche cree que algunos elementos de la moral occidental tal como ha sido configurada por la tradición judía socrático-platónica y cristiana se han elaborado a partir de la contraposición buena o mala levantada sobre la negación de los instintos vitales supeditándolos al saber racional. Nietzsche propone superar esos conceptos y devolver a los valores su sentido originario, recuperando el valor bueno como expresión de la vida ascendente, de los fuertes, y malo como expresión de la vida descendente, de los débiles. El superhombre vivirá más allá del bien y del mal moral. Nietzsche quiere una moral natural que afirme los valores e instintos de vida recuperando la primitiva inocencia moral porque el superhombre creará su propia escala de valores para manifestar la voluntad de poder. • El gobierno. Sugerencias: Locke y Rousseau. 1. Para Locke, el gobierno… Los orígenes de la sociedad política: el pacto. Aunque los hombres poseen (en el estado de naturaleza) una ley natural, no se sigue de ello que todos la respeten de hecho, ni que respeten los derechos de las demás. Por ello, es de interés del ser humano, dice Locke, constituir una sociedad organizada para la más efectiva preservación de sus derechos y libertades, mediante un acuerdo o pacto establecido entre ellos. La constitución de una sociedad civil supone, no obstante, renunciar a ciertos derechos; pero conlleva unos beneficios que Locke resume en los siguientes términos: 1. Los hombres disponen de una ley escrita que define la ley natural., evitando controversias sobre ella... 2. Se establece un sistema judicial que goza del reconocimiento general y evita arbitrariedades. 3. Se crea un poder capaz de castigar crímenes, y de obligar a ejecutar 16 las sentencias. 4. Se conserva la propiedad privada. 2. Para Rousseau… La voluntad general representa un hecho único respecto a una comunidad. Esto es que la comunidad tiene un bien colectivo que no es lo mismo que los intereses privados de sus miembros. En cierto sentido, vive su propia vida, realiza su propio destino y sufre su propia suerte. Para Rousseau que el estado o la ciudad es una persona moral cuya vida consiste en la unión de sus miembros. Es en la comunidad donde los hombres obtienen la libertad civil, que es un derecho moral y no meramente la libertad natural. Así como la naturaleza da a cada hombre un poder absoluto sobre todos sus miembros, el pacto social da al cuerpo político un poder absoluto sobre todos los suyos. Señala Rousseau que cuando cada individuo enajena su poder, sus bienes y su libertad por el pacto social hay que convenir también que sólo el soberano es juez en cuanto al uso que da la comunidad, pero el soberano, por su parte, no puede imponer a los súbditos ninguna cadena inútil para la comunidad. • La relación entre individuo y Estado. Sugerencias: Aristóteles y Marx… 1. Aristóteles… La ética está supeditada a la política y, solo en la polis, el individuo, que es un animal político, se puede realizar. Fuera de la ciudad es imposible ser feliz, fin último –“telos”- que le lleva a ser constitutivamente social… mediante el Logos, la palabra, que es el lugar de encuentro de los seres humanos. 2. Marx… la propuesta central de Marx es la extinción del Estado [visto a la manera burguesa] y no es que sea un anarquista propiamente dicho, que niegue al gobierno solo por negarlo: al hablar de una "extinción del Estado", se refiere propiamente a que al llegar a la realización de una verdadera comunidad humana, libre de las diferencias de clases, ya no es necesario seguir sosteniendo toda esa estructura de poder que "legitimaba" los abusos de los poseedores y que además servia para regular las relaciones entre opresores y oprimidos. La abolición no es mas que una consecuencia natural de esta superación del egoísmo humano y su pasión por el poder, que no son otra cosa que las bases mismas del capitalismo. • El ser humano. Sugerencias: Aristóteles, Nietzsche.´ 1. Según Aristóteles, el ser humano… Para Aristóteles, el ser humano es una sustancia natural compuesta de materia (cuerpo), y de forma (alma); el alma es la forma sustancial del cuerpo; el ser humano surge de la unión de ambos principios El alma es 17 una sola en cada ser viviente y, por supuesto en el ser humano, informa todas y cada una de las partes del cuerpo; las enfermedades (pathos), son también cosa del alma y de la filosofía (este aspecto lo desarrollarán las escuelas morales postaristotélicas, epicúreos y estoicos). El origen del alma humana no está claro en Aristóteles; en algunos textos parece deducirse que el alma se produce por generación como en los animales, y en otros como en el Tratado sobre el alma, afirma que la inteligencia humana, no surge por generación. Igual sucede con la inmortalidad, los textos son contradictorios, en la Metafísica parece hablar de una inmortalidad de la inteligencia, mientras que en la Ética a Nicómaco, la niega. En todo caso a Aristóteles le interesa sobre todo explicar racionalmente la naturaleza humana sin entrar de lleno en esas otras cuestiones. 2. Nietzsche… el ser humano… Es una frase reiterativa a lo largo de Así habló Zaratustra (sobre todo en la primera parte), con ella el filósofo nos quiere adelantar la llegada de algo mejor; el “superhombre”. En voz de Zaratustra Nietzsche nos invita a superar todo lo que representa al hombre (denigrado con la filosofía y la religión cristiana), nos invita a superar esa vieja idea de los valores y la moral, para llegar a un ideal más completo. El de un ser capaz de generar su propio sistema de valores e identificado con la voluntad de poder. Un ser humano que impulsa una moral que surja desde lo más profundo de las personas.