Dermatología Rev Mex 2006;50:226-9 Caso clínico Linfogranuloma venéreo Francisco Simental Lara,* Leonel Fierro Arias,** Patricia Mercadillo Pérez*** Resumen Entre las enfermedades transmitidas sexualmente se encuentra el granuloma venéreo, que aunque no es muy frecuente, puede ser una vía de entrada al VIH. La infección es causada por Chlamydia trachomatis, la cual afecta de manera considerable los ganglios linfáticos. El diagnóstico no es sencillo y se requiere confirmación serológica. El tratamiento es eficaz en muchos de los pacientes. Se comunica el caso de un hombre de 66 años de edad con linfogranuloma venéreo resuelto satisfactoriamente con antibióticos y drenaje quirúrgico. Palabras clave: linfogranuloma venéreo, infecciones de transmisión sexual, Chlamydia trachomatis. Abstract Among sexual transmitted diseases is the lymphogranuloma venereum that could represent the entrance for the AIDS infection. This infection is caused by Chlamydia trachomatis, which produces an important affection to the lymphatics nodles; the diagnosis is not easy and requires serological confirmation, however the treatment in most of the cases is very effective. We report the case of a 66 years old male adult with lymphogranuloma venereum, which was treated successfully with antibiotics and surgical drainage. Key words: lymphogranuloma venereum, sexually transmitted infections, Chlamydia trachomatis. L as enfermedades de transmisión sexual (ETS), actualmente llamadas infecciones de transmisión sexual (ITS), son padecimientos infectocontagiosos que se adquieren con frecuencia o casi exclusivamente por transmisión sexual. Afectan los genitales, el ano y la boca, e incluso algunos causan alteraciones clínicas multisistémicas. En 90% de las infecciones de transmisión sexual, las primeras y principales manifestaciones son las cutáneo-mucosas. De acuerdo con los datos de la Dirección General de Epidemiología de la Secretaría de Salud sobre las infecciones de transmisión sexual, durante el periodo de 1986 a 2000 hubo en México una disminución en la tasa por 100,000 habitantes de las llamadas “clá- * Servicio de dermatología, Hospital General de Zona 16, IMSS, Torreón, Coahuila. Egresado del Hospital General de México. ** Servicio de dermatología, Jefe de la Clínica de Onicopatías. *** Jefa del servicio de dermatopatología. Hospital General de México, OD. sicas” (sífilis adquirida, 4.4 a 1.33; sífilis congénita, 0.08 a 0.04; gonorrea, 23.7 a 3.96; chancro blando, 0.91 a 0.59 y linfogranuloma venéreo, 0.29 a 0.16). Aunque se ha observado aumento en otras, como el herpes simple (3.49 a 4.48), la tricomoniasis (112.41 a 119.45) y la candidosis (86.75 a 200.96). De acuerdo con los datos anteriores, es poco frecuente observar casos nuevos de linfogranuloma venéreo, por ello los dermatólogos están poco familiarizados con esta infección incluida en el síndrome úlcero-genital que agrupa a la sífilis, el herpes genital, el chancroide y la donovaniosis.1 El linfogranuloma venéreo es una infección de transmisión sexual causada por Chlamydia trachomatis, que se distingue por adenitis inguinal supurativa, adenopatía, bubón inguinal que se ulcera secundariamente y síntomas generales. El diagnóstico, por lo tanto, no es sencillo y se basa en una buena exploración física teniendo en mente las enfermedades ya mencionadas. El análisis histopatológico es de gran ayuda; sin embargo, el diagnóstico lo determina el estudio serológico, dentro del cual la fijación de complemento es la primera opción. Dada la poca frecuencia y reporte de los casos, el objetivo de este artículo es el de comunicar un caso atendido en el Hospital General de México. www.medigraphic.com Correspondencia: Dr. Francisco Simental Lara. Avenida Presidente Carranza 490 Oriente, colonia Centro, CP 27000, Torreón, Coahuila. E-mail: [email protected] Recibido: junio, 2006. Aceptado: septiembre, 2006. 226 Dermatología Rev Mex Volumen 50, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2006 Linfogranuloma venéreo Caso clínico Acudió al servicio de dermatología del Hospital General de México un paciente de 66 años de edad, desempleado, viudo, originario y residente de Ciudad Nezahualcóyotl, Estado de México, con una dermatosis diseminada a la extremidad inferior izquierda y a los genitales, sobre todo en la región inguinal y el prepucio. En la ingle se observaron cuatro adenopatías unilaterales, cubiertas de piel eritemato-violácea, dolorosas, con trayectos fistulosos que drenaban material purulento (figura 1) y que formaban un pliegue en el ligamento de Poupart por arriba y por debajo de éste (figura 2). En el pene tenía una exulceración de 0.5 cm, de la cual drenaba material seropurulento fétido (figura 3). No se encontraron otras alteraciones. Figura 1. Adenopatías unilaterales con trayectos fistulosos. Figura 3. Exulceración en el prepucio. El individuo refirió que el padecimiento se manifestó dos meses antes con la aparición de un grano no doloroso que se inflamó y provocó las lesiones ya descritas, además de dolor local e hipertermia. Con el fin de aliviar sus síntomas, utilizó tratamientos homeopáticos no especificados. Entre sus antecedentes mencionó tener múltiples parejas sexuales y haber sostenido contacto sexual dos semanas antes del inicio de la dermatosis. Con estos hallazgos se propuso el diagnóstico clínico presuntivo de linfogranuloma venéreo. Se tomó biopsia de una de las lesiones, la cual mostró una ortoqueratosis laminar que cubría un epitelio con leve acantosis y en algunas áreas alargamiento, abultamiento y anastomosis de los procesos interpapilares; en la dermis papilar y reticular había infiltrado inflamatorio constituido principalmente por linfocitos, histiocitos, algunos eosinófilos y células plasmáticas, así como células gigantes multinucleadas. En el resto de los cortes se observó la conservación de las estructuras anexiales y vasos capilares dilatados. El reporte fue de proceso granulomatoso (figura 4). Se solicitó prueba de fijación de complemento al Instituto Nacional de Referencia Epidemiológica (INDRE), pero no se contó con el estudio, por lo que se realizó la prueba de inmunoflourescencia directa para Chlamydia trachomatis que resultó positiva, y la ELISA para VIH, la cual fue negativa. El tratamiento consistió de doxiciclina en dosis de 100 mg cada 12 horas durante 21 días, ibuprofeno 400 mg cada 12 horas por 15 días y fomentos de manzani- www.medigraphic.com Figura 2. Adenopatías por encima y por debajo del ligamento inguinal (signo de Groove). Dermatología Rev Mex Volumen 50, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2006 227 Simental Lara F y col. Este documento es elaborado por Medigraphic Figura 4. Proceso granulomatoso. lla. Las lesiones disminuyeron considerablemente; sin embargo, a las tres semanas una de ellas mostró un leve aumento de volumen que se resolvió con drenaje quirúrgico (figura 5). Figura 5. Paciente después del tratamiento. DISCUSIÓN El linfogranuloma venéreo se designa también enfermedad de Durand-Nicolas-Favre, bubón climático, bubón estrumoso o linfogranuloma inguinal.2 Es un padecimiento endémico en África Oriental y Occidental, en el Sudeste Asiático, en América del Sur y el Caribe, especialmente entre los marineros, los soldados y los viajeros de estas zonas. Es más común entre los hombres. La incidencia reportada en Estados Unidos es de 1,000 casos anualmente. 2,3 En México, Moreno Collado y su grupo comunicaron 120 casos atendidos durante un periodo de 15 años en el Hospital Central Militar, lo que corrobora su alta incidencia en el medio militar.4 Se han reportado casos de hombres que mantuvieron contacto sexual con hombres (MSM), sobre todo en Europa (Holanda a partir del 2003, y luego en Bélgica, Francia, Alemania, Suecia e Inglaterra). En Estados Unidos estos casos se vinculan con coinfección con VIH, virus de hepatitis tipo C y relaciones sexuales riesgosas (sexo anal, fisting, rimming, etc).5 La infección es causada por Chlamydia trachomatis, inmunotipos L1, L2 y L3, y tiene un periodo de incubación de 10 a 14 días.6 El microorganismo penetra vía el tejido linfático del área genitorrectal mediante traumatismos causados a la piel, generalmente durante el contacto sexual. Después se produce una linfangitis local, una perilinfangitis con infección de ganglios linfáticos con o sin ulceración, perforación en el recto y ocasionalmente una diseminación sistémica, en la que se involucran factores sobre todo de tipo inmunológico.2 El cuadro clínico se divide característicamente en tres estadios, en el primero se dan las manifestaciones iniciales, tras el periodo de inoculación aparece una pápula, erosión o una úlcera, algunas veces de aspecto herpetiforme, puede haber uretritis o cervicitis inespecífica;2,3 la segunda etapa o síndrome inguinal, dura entre 10 días y seis meses y se desarrollan adenopatías regionales (inguinales, femorales, perirrectales, en los iliacos profundos), eritema perilesional, síntomas constitucionales, erupción o bubones, enfermedad pélvica inflamatoria y dolor lumbar en el caso de las mujeres. Las adenopatías son dolorosas, edematosas, generalmente unilaterales, más tarde fistulizan (bubón supurativo) y una tercera parte se rompe, se describe como patognomónico el signo de Groove o del ligamento inguinal, que consiste en adenopatías por encima y por debajo del ligamento de Poupard (en “reloj de arena”, Dr. Jorge Peniche); la última fase es el síndrome ano-genital, en la que se desarrolla una proctocolitis, hiperplasia del tejido linfático perirrectal e intestinal, abscesos perirrectales, fístulas anales y, en los casos graves, estenosis rectales.7 Otras manifestaciones pueden ser un síndrome uretro-genito-perineal, elefantiasis peneano-escrotal, eritema nudoso y adenopatías en la boca y la faringe. En 2 a 10% de los www.medigraphic.com 228 Dermatología Rev Mex Volumen 50, Núm. 6, noviembre-diciembre, 2006 Linfogranuloma venéreo individuos se observan brotes de eritema nudoso, al igual que otras enfermedades bacterianas.8 En la exploración histopatológica generalmente se aprecia ulceración, infiltrado inflamatorio mixto constituido por polimorfonucleares, histiocitos y plasmocitos, células gigantes multinucleadas y abscesos estrellados en los ganglios linfáticos; rara vez se distinguen los microorganismos con tinción de Giemsa (cuerpos de Gamma-Favre).9 En la actualidad, la fijación de complemento es el estudio serológico más útil. El cultivo es positivo en menos de 30% de los casos, a títulos mayores de 1:64, como se puede apreciar a las cuatro semanas del inicio de la enfermedad. La inmunofluorescencia, la microinmunofluorescencia, la hibridación in situ y la reacción en cadena de la polimerasa pueden suplir a la fijación de complemento.2,3 En el estudio realizado por Moreno Collado se encontró que la observación directa de los cuerpos elementales en las muestras clínicas, por medio de anticuerpos monoclonales fluorescentes, resulta ser un método simple, rápido, sensible y específico.4 El tratamiento de primera línea es la doxiciclina en dosis de 100 mg cada 12 horas durante tres semanas, aunque se ha demostrado que 500 mg de eritromicina cada seis horas por tres semanas puede ser una alternativa útil en pacientes que no toleran la doxiciclina. Otras opciones son azitromicina 1 g/oral una vez a la semana por tres semanas, sulfisoxasol 500 mg cada seis horas por tres semanas o bien sulfadiazina 2 g en dosis única, seguida de 1 g diario por 14 días. No todos los casos responden bien a los antibióticos; de ser así, una vez completado el esquema puede hacerse un drenaje quirúrgico de las lesiones.3,10 Algunos pacientes con linfogranuloma venéreo sufren concomitantemente otras enfermedades de transmisión sexual, entre las que sobresalen las ulcerosas, por lo que se le reconoce como vía de entrada para el VIH. El control de estas enfermedades de transmisión sexual influirá en la epidemiología del SIDA.4 Referencias 1. Ortiz BY y col. PAC. Programa de actualización continua en dermatología. Enfermedades de transmisión sexual. Libro 10. 1ª edición. México: Intersistemas editores, 2002;pp:46-47. 2. Bolognia JL. Dermatología. 1ª edición. Madrid: Elsevier-Mosby, 2004;pp:1290-2. 3. McDonald L, Stites PC, Buntin DM. Infectious diseases in dermatology. Dermatol Clin 1997;15(2):221-32. 4. Moreno Collado CA, Benuto Aguilar RE. Linfogranuloma venéreo. Aspectos clínicos, métodos de diagnóstico y tratamiento de 120 enfermos. 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