Rev. Chil. Anestesia, 36: 121-126 (Junio), 2007 121 REVISIÓN BLOQUEO PARAVERTEBRAL DRA ANAMARÍA SOTOMAYOR O. El bloqueo paravertebral (BPV) es una técnica que fue descrita en los primeros años del siglo XX, (Hugo Sellheim, Leipzig (18711936)) pero es desde principios de los 80 que se ha presentado interés por la técnica, por la simplicidad de la misma, la baja tasa de complicaciones, la posibilidad de disminuir los efectos indeseados asociados a la anestesia general y a los opioides y las grandes ventajas analgésicas en dolor agudo y crónico. Se la considera una buena alternativa única o asociada a anestesia general en la cirugía ambulatoria. La técnica consiste en anestesiar el nervio intervertebral (intercostal) a su salida por el fo- ramen intervertebral, a su paso por el espacio paravertebral. El espacio paravertebral tiene forma de cuña, ubicado a cada lado de la columna vertebral, su cara antero lateral corresponde a la pleura parietal, la posterior al ligamento costotransverso superior (a nivel toráxico) hacia medial por la vértebra y el foramen intervertebral, y a nivel superior e inferiormente por la cabeza de la costilla. Por el foramen intervertebral emerge la raíz espinal, que se divide en una rama dorsal y una rama ventral, en el espacio se encuentran además, la rama dorsal, las comunicantes y la cadena simpática (Figura 1). Figura 1. La punta de la flecha indica el espacio paravertebral. Médico Anestesiólogo, Hospital Dr. G. Fricke Universidad de Valparaíso 122 El bloqueo se realiza con el paciente sentado de preferencia, con el cuello flectado, ya que permite una mejor identificación de los puntos de referencia, en especial en el paciente obeso, o en decúbito lateral, cuello y caderas flectadas, con el lado a bloquear hacia arriba en el paciente anestesiado o que no puede sentarse. La técnica1 más popular consiste en una prolija marcación de los puntos de referencia (Figura 2): el nivel superior de la apófisis espinosa, y un punto a 2,5 cm lateral (del lado a bloquear), este punto está a nivel de la apófisis transversa de la vértebra inmediatamente superior, la aguja (una espinal N° 23-22 o Tuohy si se va a pasar un catéter) se inserta perpendicular a la piel hasta contactar la apófisis transversa entre 2 a 4 cm dependiendo del tamaño del paciente, se establece una distancia de referencia para posteriores punciones, punciones más profundas pueden lesionar la pleura al pasar entre las apófisis transversas, luego la aguja se retira un centímetro más o menos, se posiciona hacia cefálica y se avanza por sobre la apófisis transversa hasta la pérdida de resistencia o la «sensación» cuando la aguja atraviesa el ligamento costo transverso superior (más o menos 1-1,5 cm). Es fundamental para la seguridad y efectividad de la técnica determinar cuál es la distancia desde la piel a la referencia ósea, ésta es, en promedio 55 mm, es mayor a nivel alto T1-3 y bajo T9-12 que a nivel medio toráxico T4-8, el índice de masa corporal afecta significativamente la profundidad en los niveles alto y bajo28. La técnica con electroestimulador, permite identificar en forma precisa el nervio a bloquear dando un elemento adicional de seguridad, importante en pacientes con anatomía difícil, y en nuestra práctica, en pacientes con dolor crónico terminal que tienen indicación de fenolización. Establecidos los puntos de referencia (de la forma descrita) una aguja de 5 cm (habitualmente es suficiente en tórax), se busca una respuesta motora o una sensación de dolor o parestesia hacia anterior entre 0,4 a 0,8 miliamperes. Cuando se van a efectuar varias punciones, hay que considerar que el anestésico local de la primera punción, se distribuye hacia arriba y hacia abajo, por lo que en las siguientes punciones el estímulo puede encontrar un nervio bloqueado, en su búsqueda se puede puncionar la pleura2. REVISTA CHILENA ANESTESIA El bloqueo puede ser único o múltiple, en el primero con un volumen de 0,4 ml/kg como punción única en 6º espacio se logra un bloqueo sensitivo desde T4 a T9 en 30% de los casos23. La inyección paravertebral múltiple resulta en una distribución clínica y radiográfica más confiable que una punción única con volumen mayor3. Con 5 cc de anestésico local por dermatoma se obtiene un bloqueo sensitivo de los dermatomas inmediatamente superior e inferior. La técnica provee una anestesia y analgesia unilateral multi-segmentaria, aunque hay pruebas de dispersión del anestésico local hacia el lado contralateral. Hay una ventaja potencial, con esta técnica, no es neuroaxial. Si bien el BPV fue descrito para cirugía abdominal, puede efectuarse a nivel cervical, torácico y lumbar con una técnica de inyección única, múltiple o continua con catéter, lo que ha extendido su aplicación en cirugías altas (carótida) en pacientes de alto riesgo de anestesia general, en cirugía de tórax y en dolor torácico agudo (fracturas). INDICACIONES En cirugía de mama, hay múltiples publicaciones que muestran la efectividad de la técnica 4,5,25-27; los resultados son mejores en la medida que la experiencia del operador mejora. El BPV puede ser usado como una técnica única, en cirugía benigna de mama o asociada a anestesia general, en mastectomías con o sin vaciamiento axilar, puede administrarse antes o después de la inducción, su administración preoperatoria reduce la prevalencia y severidad del dolor después de un año de la cirugía de cáncer de mama6. Tiene ventajas en pacientes con patología médica de alto riesgo, embarazo ya que reduce el requerimiento de opioides, las náuseas y vómitos en el postoperatorio. Permite la movilización precoz del hombro reduciendo las complicaciones secundarias a la cirugía. Se han descrito bloqueo por punciones múltiples, para mastectomía con disección axilar desde T1 a T6 o T7 a T64 con buenos resultados analgésicos en el postoperatorio inmediato, como también la efectividad de bloqueo único con una dosis, en T3 de 0,3 ml/kilo bupivacaína Rev. Chil. Anestesia, 36: 121-126 (Junio), 2007 Figura 2. 0,5%, en la analgesia postoperatoria y en la reducción de náuseas y vómitos postoperatorios5. Hay un trabajo reciente donde las pacientes sometidas a cirugía de cáncer de mama con BPV asociado a anestesia general, presentan menos recurrencia y metástasis que las que recibieron sólo anestesia general, lo que se argumenta podría deberse a la disminución del dolor y el estrés mantiene la respuesta inmunológica durante el peri-quirúrgico27. En cirugía de tórax el BPV está indicado para procedimientos de la pared (resección costal, fracturas) en cirugía pulmonar, y en la cirugía por toracoscópica. La analgesia peridural se considera el mejor método de manejo del dolor en la cirugía de tórax, sus complicaciones y la necesidad de controlar al paciente en unidades especiales, presenta al BPV como una técnica alternativa de comparable efectividad en el manejo del dolor postoperatorio. Un estudio de meta-análisis, demostró que no hay diferencia en los niveles de dolor entre ambas técnicas y sí existe una reducción, estadísticamente significativa de las complicaciones asociadas a la técnica, los pacientes con BPV, presentaron menos retención urinaria, menos náuseas y vómitos postoperatorios, menos hipotensión y una reducción de las complicaciones pulmonares postoperatorias7. El BPV es una buena alternativa en pacientes con problemas anatómicos que hacen dificultosa y riesgosa la peridural, en pacientes con sepsis, alteraciones de la coagulación, y alteraciones 123 neurológicas preexistentes. El catéter puede instalarse bajo la visión directa del cirujano, evitando así las complicaciones de poner el catéter peridural a ciegas, en especial en pacientes con alteraciones de la coagulación, con la ventaja de posicionar el catéter directamente o muy cercano a la zona comprometida, logrando mayor analgesia con menor dosis de anestésicos locales. La cirugía por toracoscopia, menos invasiva que la abierta, es una gran indicación para BPV permite el manejo del dolor con menos complicaciones y en unidades de intermedio, incluso la inyección única postoperatoria bupivacaína 0,375% y adrenalina 1:200.000 0,4 ml kg-1 se demuestra efectiva en el manejo del dolor postoperatorio en cirugía toracoscópica8. La técnica puede repetirse, si es necesario, en la sala de intermedio. Hay una gran variabilidad en las drogas y las concentraciones a las que son usadas tanto para la epidural como para el BPV, lo que hace dificultosa la comparación de las publicaciones, pero probablemente sean los anestésicos locales los que tengan las mayores ventajas. Hay que considerar que la mejor analgesia en cirugía de tórax es la multimodal. El BPV se ha demostrado útil en la analgesia postoperatoria en cirugía de riñón y colecistectomía ya que hay evidencias que el bloqueo compromete la cadena simpática, produciendo analgesia visceral (hígado). Se ha reportado útil en procedimientos de drenaje percutáneos de la vía biliar con buenos resultados analgésicos9. En cirugía lumbar, (pielolitectomías - nefrectomías - etc) hemos logrado muy buenos resultados analgésicos efectuando un BPV postoperatorio a nivel, más uno por arriba y uno por abajo de la incisión, evitando así las complicaciones de los opioides, especialmente en pacientes jóvenes sanos30. Se podría usar en pacientes con cólicos renales - ureterales rebeldes al tratamiento. Hay publicaciones que avalan su uso en algunos casos de cirugía abdominal alta, como reparación de hernia umbilical, enterostomías. El bloqueo, en estos casos debe ser bilateral. Es una alternativa en pacientes con alto riesgo para otro tipo de anestesia. Provee excelentes condiciones y da analgesia postoperatoria para cirugía de hernia inguinal. Con el bloqueo a nivel de T11 a L2, se 124 obtiene un buen nivel y una analgesia que se puede prolongar hasta 12 horas dependiendo de la dosis de anestésicos locales, sin las complicaciones propias de la anestesia espinal, que es la más usada, (retención urinaria) permitiendo un manejo ambulatorio más seguro10,22. En las fracturas costales está demostrado que el manejo del dolor disminuye el índice de complicaciones secundarias. El BPV único o continuo, mejora la función respiratoria en estos pacientes, permite la ejercitación y movilización precoz con mínimas complicaciones, sin necesidad de ser ingresados a una unidad de cuidados especiales. El bloqueo único permite trasladar al paciente y movilizarlo durante los exámenes a que sea sometido11. Es probable que la duración del BPV sea mayor que la del bloqueo intercostal, porque la vascularización del espacio paravertebral es menor. Un BPV a nivel de T 11 L3 da buena anestesia y analgesia para injerto óseo de cresta ilíaca. En cirugía cardíaca mínimamente invasiva se han publicado casos de bloqueo continuo uni o bilateral toráxico. Está reportada la mejoría del desnivel de ST que presenta una paciente durante la anestesia general para cirugía de tórax, al efectuarse un BPV, la se atribuyó a que el bloqueo induce simpatectomía, y se sugiere que el bloqueo podría tener un efecto directo dilatador de la arteria coronaria estenosada como se ha demostrado para la peridural13. El BPV puede ser usado como una prueba diagnóstica o terapéutica en síndromes de dolor crónico ya que tiene la ventaja de ser un bloqueo de ganglio simpático y somático. En nuestra práctica, los bloqueos repetidos intermitentes con anestésicos locales asociados a medicación oral han demostrado ser de gran utilidad en el manejo de los síndromes de dolor crónico post toracotomía. El BPV tendría un rol en la prevención del dolor crónico post-toracotomía como en el manejo del mismo, aunque faltan estudios comparativos29. En la neuralgia post-herpética está descrito el bloqueo repetido con catéter16. En cirugía de carótida, Boezaart describe la técnica con una sola inyección a nivel de C4, para bloqueo paravertebral, la vía posterior evita el riesgo de compromiso vascular y se puede mantener al paciente vigil durante la cirugía14. Con el paciente en decúbito lateral, usa un trocar de Tuohy 17 ó 18, (StimuCath™); Arrow REVISTA CHILENA ANESTESIA International, Reading, PA) con estimulador de nervio 1,5 mA y 200 µs pulse, se introduce en el punto a nivel del ángulo de la mandíbula, 4 cm bajo el mastoides, en el lugar donde el borde antero lateral del trapecio y el borde posteromedial del elevador de la escápula forman un surco sobre el proceso transverso cervical, luego se avanza la aguja en dirección anteromedial y caudal, hasta que se entra en contacto con el hueso, el que se «camina» en dirección antero lateral y caudal hasta la pérdida de resistencia al aire y el electroestimulador produce una contracción de los músculos laterales del cuello, inyección de 15 ml de anestésico local, lo que logra bloquear los dermatomas de C2 a C4. Hay reportado un paciente con BPV cervical C5 - C6 con catéter para manejo del dolor intra y postoperatorio en cirugía de manguito rotador con buenos resultados y sin complicaciones15, como también como técnica única en cirugía de hombro en paciente de alto riesgo21. COMPLICACIONES El paciente debe ser monitorizado durante el procedimiento ya que puede presentar bradicardia refleja e hipotensión, en especial cuando el procedimiento se efectúa con el paciente sentado. La baja incidencia de complicaciones con bloqueo paravertebral la hace una técnica confiable, el conocimiento de la anatomía es importante para entender las posibles complicaciones, que se pueden presentar con mayor probabilidad en los pacientes con alteraciones anatómicas, en estos casos es de gran ayuda el uso del electroestimulador. No hay estadísticas publicadas sobre el número de complicaciones. Son complicaciones de la técnica, la punción pleural, la malposición del catéter, su instalación bajo visión directa toracoscópica asegura su ubicación. El catéter puede desplazarse durante el procedimiento, hacia el espacio subdural, si hay sospecha debe retirarse. La aparición de hipotensión, leve, después de un bloqueo se relaciona con la vasodilatación e hipovolemia, pero si ésta es importante debe considerarse la posibilidad de un bloqueo epidural, subaracnoideo o subdural. El riesgo de toxicidad por anestésicos locales es una complicación latente, después de una in- Rev. Chil. Anestesia, 36: 121-126 (Junio), 2007 yección única de 1,5 mg/kg de bupivacaína al 0,5% a nivel de T3 los niveles plasmáticos más altos se obtuvieron a los 20 minutos: 750 ng/ml5, el uso de drogas de demostrada menor toxicidad (ropivacaína) asociada o no a epinefrina debe considerarse cuando se van a usar volúmenes altos y varias punciones. Se han descrito casos de bloqueo espinal total, desplazamiento del catéter al espacio subdural y cefalea postpunción18, como complicación de un bloqueo paravertebral17. Se ha descrito síndrome de Horner transitorios en pacientes sometidos a bloqueos paravertebrales altos. El síndrome de Harlequin, que consiste en la aparición súbita de enrojecimiento y sudoración facial unilateral, la cara se observa divida en dos, una pálida y otra pletórica, ha sido descrito en pacientes que recibieron bloqueo paravertebral toráxico alto. Se ha reportado la prolongación del BPV en un paciente con esclerosis múltiple, lo que se relacionaría con la acción anormal de los anestésicos locales en presencia de desmielinización. CONCLUSIONES El bloqueo paravertebral es una herramienta útil, técnicamente fácil y segura, que en forma única o asociada a anestesia general tiene su lugar en la práctica anestésica actual. REFERENCIAS 1. 2. 3. 4. 5. 6. Eason MJ, Wyatt R. Paravertebral thoracic block-a reappraisal. 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BLOQUEO INTERCOSTAL El bloqueo intercostal es técnicamente fácil de realizar, útil en el dolor postoperatorio de cirugía toracoabdominal, en el dolor agudo de fracturas costales, como en el dolor crónico, se usa como prueba diagnóstica o terapéutico, bloqueos neurolíticos. Pero su efectividad está limitada por el tiempo de duración de los anestésicos locales, 4 a 6 horas para la bupivacaína. El área de la punción es altamente vascularizada, más la alta tasa metabólica de los músculos intercostales, hace que el anestésico local sea rápidamente absorbido, alcanzándose altos niveles plasmáticos, con las consecuentes complicaciones1. La formulación de anestésicos locales, bupivacaína liposomal, de acción ultra prolongada, permite efectuar bloqueos intercostales de larga duración2. Kopacz3 evaluó el uso de bupivacaína en microcápsulas en el bloqueo intercostal, encontrando que a una concentración de 2,5% (36 mg de bupivacaína base por nervio), se produce anestesia completa durante 24 horas, esta concentración que puede ser usada con seguridad en el bloqueo intercostal. Encontraron que la inclusión de dexametasona en las microcápsulas produce una prolongación de la anestesia. La duración del bloqueointercostal se relaciona directamente con la dosis/concentración lográndose bloqueos de más de 96 horas3. Faltan estudios que nos permitan trabajar con seguridad con esos niveles de anestésicos locales, ya que los pacientes añosos, con patología agregada que tiene mayor riesgo de uso de otras técnicas son los candidatos a bloqueos menos invasivos como el intercostal. Esta alternativa la convertiría en una técnica fácil y muy efectiva en el manejo del dolor. REFERENCIAS 1. 2. 3. Behnke H, Worthmann F, Cornelissen J, Kahl M, Wulf H. 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