Bloqueos analgésicos periféricos en pediatría (segunda parte) Rev. Arg. Anest (2000), 58, 2: 107-121 Artículo de educación continua Dirección: Dr. Jaime Wikinski Bloqueos analgésicos periféricos en pediatría Una alternativa en el período peroperatorio (Segunda parte) Dres. * Miguel Ángel Paladino * * Pablo Mauricio Ingelmo Bloqueos del miembro superior Como sucede con otras técnicas de anestesia regional, los bloqueos del plexo braquial con inyección única se utilizan para proporcionar analgesia, relajación muscular y bloqueo simpático en diversos tipos de procedimientos quirúrgicos en el miembro superior. La analgesia continua con la colocación de un catéter alrededor del plexo en la axila o en el espacio interescalénico ha dado buenos resultados clínicos, disminuyendo el consumo de otros analgésicos en forma notable. Los pacientes no requieren otro tratamiento analgésico durante las primeras 24 horas de postoperatorio. También aquí es posible la inyección de bupivacaína al 0,25% con o sin fentanilo. La utilidad del fentanilo es discutible. Estas técnicas se basan en la premisa de una inyección única de solución anestésica en la vaina aponeurótica que contiene la fascia perineurovascular. El agregado de bicarbonato de sodio o el calentamiento de la solución a 37 °C disminuyen el tiempo de latencia y aumentan la eficacia y duración del bloqueo. El desarrollo de la cirugía microvascular y reconstructiva de mano ha aumentado las indicaciones de la anestesia regional prolongada a nivel del plexo braquial. Utilizamos diversas técnicas para bloquear el plexo. Todas son efectivas, cuando se utiliza neurolocalizador. El bloqueo paraescalénico es el que mayores resultados nos ha dado. La inyección la realizamos en forma perpendicular al plano de la camilla lo cual hace prácticamente imposible la complicación pulmonar. En niños de menos de 3 años introducimos la aguja 1 cm; en los de más, 1,5 cm. Inyectamos generalmente bupivacaína al 0,125 o 0,25%, respetando las dosis de 1mg/kg para los de menos de 1 año y de 1 y 1,5mg/kg para los de más de esa edad. Se debe recordar que esta analgesia puede enmascarar el dolor de compresión del yeso. Por lo tanto, se deberá consensuar con el cirujano la confección de un yeso abierto. En este tipo de procedimientos se deberá valorar con el cirujano la relación riesgo-beneficio. s Bloqueo del plexo braquial Bloqueo de los nervios en el codo y muñeca Los nervios periféricos del plexo braquial pueden ser bloqueados individualmente para realizar la analgesia de una cirugía limitada a su territorio de distri* Director del Curso de Farmacología a distancia de la FAAAAR. Anestesiólogo principal del Hospital Juan P. Garrahan. ** Coordinador de Clínica del Dolor Agudo y Postoperatorio. Curso Superior de Especialistas en Anestesiología AABA-UBA. Anestesiólogo principal del Hospital Juan P. Garrahan. Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 107 Artículo de educación continua bución periférica. Debe recordarse que es difícil delimitar con precisión el territorio de cada uno de ellos, debido a su variada distribución y superposición de las distintas ramas de origen en la formación de los troncos nerviosos. Es de suma utilidad para suplir un bloqueo incompleto o insuficiente del plexo braquial, o cuando hay un proceso infeccioso en la zona de punción, ya sea a en el cuello o en la axila, o cuando se realiza cirugía en ambos miembros superiores y en operaciones limitadas a un área inervada por solo un nervio. La concentración necesaria es 0,25% de bupivacaína o 1% de lidocaína. Se puede utilizar adrenalina 1/200.000. 108 | Volumen 58 / Número 2 Se utiliza para cirugía del lado radial de la palma de la mano y dedos y como refuerzo de un bloqueo del plexo braquial incompleto. Se coloca la extremidad superior en abducción con el codo extendido. Se palpa la arteria humeral a unos 2 cm por encima de la línea del pliegue del codo. Se introduce la jeringa a 0,5 a 1 cm por dentro de la arteria y perpendicular a la piel. Se avanza 0,5 a 1 cm de profundidad, pudiéndose llegar a contactar con el húmero; si esto ocurre, retirar la aguja e inyectar el anestésico elegido en concentraciones semejantes que para el nervio cubital, teniendo la precaución de la inyección intraneural y la punción de la arteria humeral o de la vena basílica. La concentración necesaria es baja: 0,25% de bupivacaína o 1% de lidocaína. Se puede utilizar adrenalina 1/200.000. Se utiliza para cirugía de mano a nivel de la muñeca en combinación con el bloqueo del nervio cubital y el radial. Se realiza con el brazo en abducción y el codo extendido, se identifica el espacio entre el tendón del palmar mayor y el palmar menor, se palpa la apófisis estiloides y se traza una línea horizontal. En s Nervio mediano Se utiliza para cirugía del 5º dedo, parte interna de la mano y para suplementar el bloqueo interescalénico, ya que muchas veces, por la posición anatómica contra la primera costilla, el tronco que da origen a este nervio no es alcanzado por la solución anestésica. Este bloqueo se realiza a nivel de la corredera epitrocleo olecraneana. Con el paciente en decúbito dorsal, se flexiona el codo a 90° y se cruza el antebrazo sobre el tórax. Se identifica el nervio en el fondo de la corredera como un cordón, que incluso puede provocar parestesias en los dedos. Se utiliza una aguja tipo mosquito 25G con jeringa y se introduce perpendicular a la piel. No es necesario obtener parestesias irradiadas hacia el 5° dedo; se inyecta el anestésico, evitándose la inyección intraneural, recordando que está en una cavidad poco extensible, por lo que el volumen a inyectar no debe sobrepasar los 3-4 ml de bupivacaína 0,25% con epinefrina o lidocaína 1% con epinefrina. No inyectar más de 4 cc de solución, puede comprimir el nervio por estar en una zona inextensible. Para toda cirugía de la mano, cuando se la realiza combinada con el bloqueo del nervio mediano y el radial, el nervio se bloquea a 0,5 a 1cm por encima del vértice de la apófisis estiloides del cúbito. Se coloca al paciente con el brazo en abducción y el codo extendido. Para su bloqueo, a nivel de la muñeca, se identifica el tendón del cubital anterior, las pulsaciones de la arteria cubital se palpan lateralmente al tendón del cubital anterior. Se introduce la aguja perpendicular a la piel entre el tendón del cubital anterior y la arteria cubital, se avanza hasta establecer contacto con el hueso y se inyecta. La rama cutánea dorsal se bloquea a nivel de la extremidad inferior del cúbito, haciendo una infiltración subcutánea horizontal que se extienda a partir del tendón del cubital anterior hacia atrás para cubrir la cara interna y la mitad cubital de la cara posterior de la muñeca. Creemos que es más completo y fácil de realizar el bloqueo de este nervio a nivel del codo. La concentración necesaria es baja: 0,125 de bupivacaína o 0,5 de lidocaína. Se puede utilizar adrenalina 1/200.000. s Nervio cubital Bloqueos analgésicos periféricos en pediatría (segunda parte) el lugar donde esta línea cruza el espacio comprendido entre los dos tendones, se hace una infiltración intradérmica. Se introduce la aguja a través del habón intradérmico, se penetra 0,2-0,4 mm y se inyecta el anestésico; mientras se va retirando la aguja, se depositan 0,5 a 1 ml en el tejido celular subcutáneo para bloquear el nervio cutáneo palmar. La concentración necesaria es baja: 0,125 de bupivacaína o 0,5 de lidocaína. Se puede utilizar adrenalina 1/200.000. Se utiliza para cirugía de la cara dorsal del antebrazo, mano y dedos en el área de inervación del nervio y como refuerzo de un bloqueo interescalénico incompleto. Con el enfermo acostado se supina y extiende el antebrazo. Se identifica la hendidura entre el músculo supinador largo y el tendón del bíceps a nivel del codo. A 1 cm del pliegue del codo, se introduce la aguja perpendicular a la piel en la corredera bicipital externa; se avanza la aguja hasta obtener parestesias o hasta que se hace contacto óseo del húmero. Se retira unos milímetros y se inyecta el anestésico elegido, utilizando la misma concentración que para los restantes nervios a nivel del codo. La concentración necesaria es de 0,25% de bupivacaína o 1% de lidocaína. Se puede utilizar adrenalina 1/200.000. A nivel de la muñeca, se utiliza combinado con los anteriores y tiene las mismas indicaciones que los mismos. Se realiza flexionando la mano, se identifica el tendón del supinador largo inmediatamente por fuera de la arteria radial. Se hace una infiltración subcutánea horizontal paralela a la muñeca, a lo largo del lado radial. La concentración necesaria es baja: 0,125 de bupivacaína o 0,5 de lidocaína. Se puede utilizar adrenalina 1/200.000. s Nervio radial Bloqueos toracoabdominales Al revisar la literatura acerca del dolor postoperatorio se encuentra una persistencia en el inadecuado manejo del mismo. Las consecuencias del dolor postoperatorio no controlado conducen a una lenta recuperación postoperatoria, particularmente en cirugía de tórax y abdomen superior. Este bloqueo es de gran utilidad en cirugía torácica, cirugía abdominal alta, como analgesia postoperatoria y también para el alivio del dolor tras el traumatismo torácico. Debe realizarse preferentemente en el ángulo de la costilla, aproximadamente a 7 cm de la línea media por la parte posterior, donde el músculo intercostal es más delgado y permite un mejor acceso al espacio que contiene al nervio y a los vasos intercostales. La aguja y la jeringa deben mantenerse en la mano que se apoya sobre la espalda, a fin de prevenir la progresión incontrolada de la misma con los movimientos del paciente. La inserción inicial de la aguja se realiza sobre la costilla, desplazándola hacia abajo hasta sobrepasar su borde inferior. Es habitual sentir cómo la aguja atraviesa los músculos intercostales externos e internos (de 1-2 mm en niños); luego de aspirar cuidadosamente para evitar una inyección intravascular inadvertida, se administra el anestésico local. Más allá de la inserción de los delgados músculos intercostales, la solución anestésica puede difundir extrapleuralmente hacia algunos espacios intercostales. Los bloqueos intercostales pueden proporcionar una excelente analgesia. En los casos de fallo es posible que las mismas se deban a que los estímulos nocivos de las cavidades torácicas y abdominales se transmiten a lo largo de fibras aferentes somáticas, simpáticas y parasimpáticas del sistema nervioso central. El bloqueo sensitivo completo del tórax o abdomen sólo puede lograrse mediante el bloqueo de todos los impulsos aferentes de cada sistema. Esto es difícil de s Bloqueo de los nervios intercostales Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 109 Artículo de educación continua lograr con un bloqueo regional único. Las fibras del nervio autónomo son difusas, a menudo mal definidas y muy difíciles de alcanzar con el anestésico. Un procedimiento opcional al bloqueo de los nervios intercostales parece ser el depósito de anestésico local en el espacio interpleural, es decir, entre la pleura parietal y la visceral. La eficacia de esta técnica está bien comprobada para la cirugía alta del abdomen. La inyección de bupivacaína 0,25% puede proporcionar analgesia por 8-10 horas. Una alternativa de valor para el bloqueo prolongado es la utilización de jalea de lidocaína. Este bloqueo fue ampliamente utilizado desde 1950 por el Dr. Sixto Camihort en La Plata. La jalea es estéril dentro del envase de plomo. Su pH es 7,4 y su concentración es del 2%. Para su inyección, por su viscosidad, se deberá utilizar agujas 12 o entibiar previamente la jalea, colocando el envase cerrado en un recipiente estéril con soluciones calientes. Bloqueos abdominales 110 | Volumen 58 / Número 2 Estos dos bloqueos son usados como alternativa del bloqueo caudal para proveer tanto anestesia intraoperatoria como analgesia postoperatoria en hernioplastia inguinal y toda la patología testicular, como varicocele, torsión de testículo, hidrocele, orquidopexia, etc. Cuando se realiza en conjunción con anestesia general, reduce el requerimiento de anestésicos intraoperatorios y, generalmente, elimina el dolor postoperatorio. Este bloqueo puede ser realizado por la infiltración subcutánea en forma de abanico, cercana a la espina ilíaca anterosuperior en 1 a 2 cm, para lograr un bloqueo de conducción en los nervios ilioinguinal e iliohipogástrico. Los bloqueos pueden hacerse después de la inducción de la anestesia general pero previamente al comienzo de la cirugía y/o de manera previa al cierre de la incisión quirúrgica. Una segunda técnica, con infiltración de los músculos de la pared abdominal a través del borde lateral de la incisión de piel por dentro de la espina ilíaca anterosuperior con bupivacaína 0,25%, o bajo visión directa del cirujano en los nervios al cerrar, permite controlar el dolor postoperatorio en forma más segura. Este bloqueo es altamente efectivo y está asociado a escasas complicaciones. Se toma como referencia la espina ilíaca anterosuperior y el punto de inyección se ubica 1 cm por arriba y adentro de la misma. Se realiza punción con aguja tipo mosquito o de bisel corto, con las que se pueden encontrar la sensación de resalto al traspasar la aponeurosis del músculo oblicuo del abdomen. Se deposita el anestésico local con un volumen de 2 a 5 cc de bupivacaína al 0,25% según el peso del paciente en tres direcciones distintas: hacia la línea media, hacia el ombligo y hacia la arcada crural. Al retirar la aguja, se inyecta en el tejido celular subcutáneo 1 a 3 cc de anestésico para bloquear el nervio iliohipogástrico. Si se utiliza bupivacaína, se deberá esperar de 10 a15 minutos para que se complete el bloqueo y se obtenga máxima analgesia. Es aconsejable utilizar soluciones con adrenalina para retrasar su absorción, ya que la absorción es más rápida y puede provocar bradicardia, fundamentalmente en lactantes de menos de 10 kg. Se indica para la analgesia de piel y pared abdominal, en cirugía de hernia inguinal, hidrocele, orquidopexia (teniendo en cuenta que no es útil para la incisión del escroto) y en la cirugía de varicocele. Es conveniente combinarlo con un bloqueo con 1 cc de anestésico del peritoneo del conducto inguinal en el cuello del saco herniario para proporcionar bloqueo visceral. s Bloqueos ilioinguinal e iliohipogástrico Bloqueos analgésicos periféricos en pediatría (segunda parte) Este procedimiento se está convirtiendo paulatinamente en una técnica amplia para circuncisiones, y en muchos centros se prefiere a la anestesia caudal, por sus nulos efectos sobre las extremidades inferiores y su menor índice de retenciones urinarias y mayor duración con menos riesgos de complicaciones neurológicas. Es importante recordar que los nervios son bilaterales, emergen del pubis cerca de la sínfisis y se tornan superficiales a nivel de la superficie crural del pene, donde convergen. En este punto de su recorrido, están situados en la parte profunda de un triángulo formado por la fascia de Buck por arriba, la sínfisis pubiana por detrás y, por debajo, el ligamento crural y su continuación, los cuerpos cavernosos. Este espacio está dividido verticalmente por el ligamento suspensorio del pene que divide la zona crural. Los nervios están situados en la profundidad crural del ligamento suspensorio. Para bloquearlos, debe dirigirse la aguja hacia la sínfisis pubiana, retirándola y reintroduciéndola inmediatamente por debajo de la misma hasta percibir la pérdida de resistencia secundaria a la penetración de la fascia. En los niños, dada la delgadez de la misma, puede facilitarse la sensación de perforación utilizando agujas de bisel corto. En los casos en que aquella no puede ser identificada, debe presumirse que fue perforada cuando la aguja ha avanzado unos 5 mm de profundidad por el borde anterior de la sínfisis. Cuando la aguja se sitúa en el espacio triangular, se inyecta el anestésico. Otra técnica es la que realiza una única inyección, paralela a la base de la sínfisis pubiana, para evitar la inyección inadvertida de los cuerpos cavernosos. La cantidad de líquido inyectado no debe superar los 4 ml, ya que es un compartimento poco laxo y puede comprimir las estructuras vasculares del nervio. Este proceso es similar al provocado en el nervio cubital cuando es bloqueado en el codo. Puede utilizarse bupivacaína al 0,125 o 0,25% o una mezcla de este fármaco y lidocaína al 1% sin adrenalina. Los pH de estas soluciones son similares y no alteran la farmacocinética. No debe utilizarse adrenalina por el riesgo de isquemia que implica. Un tercer abordaje consiste en la inyección subcutánea alrededor de la base del pene, en el sitio donde los dos nervios dorsales están próximos y subcutáneos. Debe ponerse especial atención en evitar la punción intravascular porque a este nivel los vasos están muy cerca de los nervios. Otras complicaciones potenciales son el hematoma y la inyección intravascular. s Bloqueo del nervio dorsal del pene Bloqueos proximales de la extremidad inferior Las técnicas básicas usadas para realizar bloqueos de las extremidades en lactantes y niños son similares a aquellas usadas en adultos. La inervación del miembro inferior está dada por dos plexos: el lumbar y el sacro. Los nervios pueden ser bloqueados desde la salida de la médula hasta sus ramas terminales. Cada uno de los puntos de bloqueos tiene sus ventajas y desventajas, y cada anestesiólogo deberá evaluar ante cada caso en particular cuál es más conveniente para ese paciente. La determinación pasa por el conocimiento anatómico, farmacológico y de la técnica quirúrgica. La elección frente a un bloqueo peridural o raquídeo es muchas veces difícil de justificar, pero en muchas oportunidades los bloqueos periféricos, como decíamos antes, son una alternativa válida, segura y eficaz. Volumen de solución anestésica para bloqueos del plexo lumbar y sacro Bloqueo Volumen en cc por kg Íleo fascial Nervio ciático Inguinal bloqueo tres en uno 0,5 a 0,7 0,3 a 0,7 0,5 Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 111 Artículo de educación continua Bloqueo de las ramas del plexo lumbar El bloqueo del nervio crural da excelente analgesia y relajación muscular en pacientes con fractura de tallo femoral. El nervio crural solo, puede ser bloqueado usando un pequeño volumen de solución anestésica. El bloqueo del nervio crural se realiza con una aguja calibre 22 y de 5 cm de largo. El neuroestimulador debe utilizarse a bajo voltaje. Si se avanza la aguja en un ángulo de 45° con respecto a la piel, llega al muslo justo por debajo del ligamento inguinal, y la contracción del cuadríceps se incrementa en forma importante cuando la aguja penetra la fascia, en el compartimento del nervio crural. Si la inyección de 1 a 2 ml de solución anestésica anula la actividad motora del cuadríceps, se asume que la extremidad de la aguja está en el plano correcto. (Figura 1.) s Bloqueo del nervio crural El nervio obturador es un nervio mixto que lleva fibras provenientes de L2 a L4. Su trayecto y formación no es constante. Existe un nervio obturador accesorio en el 30% de los casos, formado por ramas ventrales de L3 a L5. Da analgesia al tercio interno del muslo y ramas a la rodilla. Rara vez se necesita su bloqueo aislado y, generalmente, se lo bloquea junto a las otras ramas del plexo. Su bloqueo no es sencillo, por lo que preferimos bloquearlo con la técnica iliofascial o con el tres en uno (ver más adelante). s Bloqueo del obturador Es un nervio sensitivo puro. La referencia más importante es la espina ilíaca anterior. El nervio emerge en un canal fascial inmediatamente inferior al lugar de inserción externa del ligamento inguinal. Se introduce una aguja verticalmente por dentro de la espina ilíaca anterosuperior, 1 a 2 cm. Se experimenta una pérdida de resistencia al perforar la aponeurosis del músculo oblicuo externo. Es dificultoso inyectar anestésico durante el pasaje del músculo, pero al atravesarlo se produce una segunda pérdida, cuando la aguja penetra en el canal fascial que contiene el nervio. Allí debe ser inyectado el anestésico. Es útil para la analgesia postoperatoria de su zona de distribución, generalmente asociado al crural. Se pueden utilizar concentraciones bajas de anestésico, ya que es un nervio delgado y descubierto de protecciones musculares. Es indicado en pediatría para la obtención de biopsias musculares en pacientes susceptibles de hipertermia maligna así tambien como para el tratamiento de la meralgia parestésica. El porcentaje de éxitos con la técnica descripta es, aproximadamente, del 60%. s Bloqueo del fémoro cutáneo Bloqueos combinados 112 | Volumen 58 / Número 2 El abordaje paravascular inguinal (bloqueo tres en uno) puede proveer anestesia y analgesia para biopsias musculares diagnósticas, con sólo una punción. Además, el bloqueo paravascular puede ser útil para cirugía superficial de muslo, cirugía de cadera tanto del niño como para el geronte y, conjuntamente con bloqueo del nervio ciático, para cualquier cirugía de la extremidad inferior. La técnica del bloqueo 3 en 1 del plexo lumbar, tal como lo describe Winnie, es un método de obtener anestesia en las extremidades inferiores cuando todo el procedimiento quirúrgico va a ser realizado en la cara anterior del muslo por encima de la rodilla. Elimina la necesidad de realizar bloqueos separados del nervio obturador y del femoral cutáneo lateral del muslo. Winnie utiliza una técnica similar a la del nervio crural para localizar el plano fascial entre los músculos psoas mayor, ilíaco y cuadrado lumbar, pero un poco más profunda. Él ha demostrado que cuando un gran volumen relativo de solución anestésica es introducido en la vaina fascial formada por estos tres músculos, tiene una difusión cefálica. El plexo lumbar (nervios obturador, femoral cutáneo lateral y crural) yace en esta s Bloqueo tres en uno: técnica paravascular inguinal Bloqueos analgésicos periféricos en pediatría (segunda parte) Fig. 1.- Nervio crural (Esquema Dra. Miriam Assuero) vaina. Con la difusión proximal se bloquea el obturador y el femoral cutáneo lateral o fémoro cutáneo. Winnie indica que son absolutamente necesarias las parestesias para asegurarse que haya bloqueo adecuado; sin embargo, Dalens encontró que la eficacia del bloqueo del crural es constante, no así la del fémoro cutáneo (50%) y la del obturador (20%). Este bloqueo puede ser usado para analgesia peroperatoria de cirugías tales como injerto de piel total o zona dadora de piel del muslo y, en conjunto con el bloqueo del nervio ciático, para proveer anestesia de toda la extremidad inferior. El bloqueo del nervio crural como tres en uno del plexo lumbar es realizado con el paciente en posición supina. Se palpan la espina ilíaca anterosuperior y el tubérculo pubiano. Una línea trazada entre estos dos puntos localiza la posición del ligamento inguinal con bastante aproximación. Hay que recordar que en este nivel los elementos neurovasculares V.A.N. hacia fuera (Vena, Arteria y Nervio). La arteria femoral usualmente puede ser localizada por palpación; si esto no es posible, puede ser usado un sistema Doppler. El nervio crural debe estar lateral a la arteria cuando ambos pasan detrás del ligamento inguinal penetrando en el muslo. El bloqueo se completa con la inyección del volumen apropiado de solución anestésica, mayor que para bloqueo del nervio crural. Para el bloqueo paravascular del plexo, es conveniente aplicar presión distal a la inserción de la aguja con los dedos de la otra mano. Esto aumentaría la diseminación proximal de la solución y mejoraría las posibilidades de bloqueo del obturador y del femoral cutáneo lateral. Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 113 Artículo de educación continua El bloqueo del nervio safeno puede ser propuesto aisladamente. En este caso, parece preferible realizar el bloqueo en el nivel del canal sartorial, en donde el nervio safeno camina en la vecindad de un nervio motor, el nervio del vasto interno. Esta técnica debería reemplazar los bloqueos safenos realizados por simples infiltraciones subcutáneas por arriba y por debajo de la rodilla, en las cuales la frecuencia de falla es, aproximadamente, del 50%. s Bloqueo del nervio safeno Dalens ha descripto el bloqueo del compartimento iliofascial. Sus resultados le permiten afirmar que permite un bloqueo más constante de los nervios fémoro cutáneo o cutáneo lateral, femoral (más del 90% de éxito) y obturador (70%) que el bloqueo tres en uno descripto por Winnie. Tomando los reparos similares que para ese bloqueo, Dalens punza en la unión del tercio externo con el tercio medio del ligamento inguinal a 0,5 a 1 cm hacia abajo del mismo, en forma perpendicular a la piel. Atraviesa las fascia lata e ilíaca e inyecta el volumen indicado, ejerciendo presión con la otra mano por debajo de la aguja para favorecer la dispersión proximal de la solución. También puede ser útil la pérdida de resistencia sobre el émbolo de la jeringa al atravesar ambas fascias. La distancia desde la piel es variable según el peso, oscila entre 15 y 60 mm. Este bloqueo, igual que los anteriores, es útil en casos de fracturas de fémur para el transporte y manipulaciones, así como para la analgesia de la cirugía de cadera y en la cirugía de partes blandas de la cara anterior y lateral del muslo y de la rodilla. En esta última, la analgesia puede ser incompleta por el ramo del ciático a la articulación y variaciones anatómicas del obturador. Se puede dejar un catéter para analgesia continua, colocado por vía percutánea, o pedir al cirujano que lo coloque bajo visión directa y sacarlo por contraabertura. La concentración adecuada de bupivacaína es de 0,25%, y con inyección única nos proporciona de 6 a 12 horas de analgesia y una disminución importante del pedido de analgésicos. Cuando se utiliza en infusión continua, la dosis horaria no debe sobrepasar 0,50 mg/kg/h. Para la ropivacaína, se aconseja su utilización al 0,5%. Es importante no penetrar muy cerca de la arteria, pues podría entrar en la vaina del crural y bloquear sólo ese tronco. Estos bloqueos tienen pocas contraindicaciones y sus riesgos son menores que los potenciales de los bloqueos axiales. Su utilización brinda muchas satisfacciones, con una alta relación beneficio-riesgo. s Compartimento iliofascial Bloqueo del plexo sacro 114 | Volumen 58 / Número 2 El bloqueo del nervio ciático puede ser realizado en diferentes niveles sobre el trayecto del nervio. Así, cuanto más arriba sea realizado el bloqueo, mayores serán las chances de realizarlo antes de la división del nervio ciático en sus ramas externa e interna. Es muy útil para las fracturas en los huesos de la pierna y el pie. Asimismo, es interesante su bloqueo junto al del nervio safeno interno para la cirugía de esas zonas como pie Bot, tenoplastias, osteotomías, hallux, exostosis, etc. El nervio ciático puede ser bloqueado usando el acceso clásico posterior, pero un bloqueo más periférico es mucho más fácil de realizar en niños lesionados. El paciente se coloca en decúbito lateral (posición de Sim). Se localiza el trocánter mayor y la tuberosidad isquiática por palpación. El nervio ciático se encuentra en el medio de estos dos puntos en la vaina muscular. Se coloca una aguja espinal calibre 22 de 8 a 12 cm de largo, conectada a un estimulador nervioso, y se debe lograr dorsiflexión o flexión plantar del pie. Para confirmar que la actividad motora observada se debe a la punta de la aguja estimulante en proximidad al nervio ciático, se inyecta 1 cc de solución anestésica. Si toda la actividad motora estimulada eléctricamente es abolida, se asume que la punta s Nervio ciático Bloqueos analgésicos periféricos en pediatría (segunda parte) de la aguja está correctamente ubicada en el plano de la fascia. El bloqueo se completa inyectando el volumen total de anestésico. La actividad motora por encima de la rodilla generalmente se debe a estimulación directa y no es indicación confiable de que la punta de la aguja esté en posición correcta. El bloqueo del nervio ciático puede igualmente ser realizado a nivel del muslo, en un lugar en donde el nervio está ya dividido en las ramas interna y externa. Dos vías de abordaje pueden ser propuestas: la vía anterior y la vía lateral. Ellas tienen un interés particular en los pacientes politraumatizados, pues pueden realizarse sin movilizar al paciente. La vía anterior es la más utilizada por nosotros, por su comodidad, seguridad y eficacia. La técnica consiste en introducir la aguja en un punto que se obtiene trazando una paralela a la arcada femoral partiendo del trocánter mayor. A esta línea se la divide en tres, y en la unión del tercio interno con el tercio medio la aguja se inserta hasta que contacta con el fémur. A partir de este punto, se redirige hacia medial, tratando de pasar rozando el borde interno del fémur hacia el trocánter menor, profundizando 2 a 4 cm. (Figura 2.) Fig. 2.- Bloqueo anterior del nervio ciático (Esquema Dra. Miriam Assuero) Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 115 Artículo de educación continua Allí se inyecta el volumen indicado, en lo posible sin parestesias, ya que la difusión en ese sitio es buena. La clave del éxito en este bloqueo es la pérdida de la resistencia al perforar la fascia posterior del músculo abductor mayor. El nervio está detrás del trocánter menor, justo por debajo de la fascia. Para algunos autores, la vía anterior tiene el riesgo de no bloquear la rama externa del nervio ciático. Posiblemente este inconveniente es mínimo cuando se lo utiliza, como nosotros, para analgesia intra y postoperatoria. También puede ser abordado por vía lateral. Se toma con referencia el trocánter mayor y se traza una línea hacia abajo. Se introduce la aguja hasta contactar con el fémur. Se redirige la aguja hacia abajo, también tratando de pasar 1-3 cm por debajo del hueso. Se inyecta en esa zona. La vía lateral permite un reparo constante de las dos ramas del nervio ciático. Cuando la cirugía se realiza sobre regiones más distales (por ejemplo, a nivel del pie), el bloqueo ciático puede ser realizado en un nivel más distal (por ejemplo, en la rodilla). Las ramas terminales del ciático son fácilmente bloqueadas en el hueco poplíteo, en la cara posterior de la rodilla. El nervio o sus ramas se encuentran en el triángulo superior del romboide algo externo de la línea media. Puede ser s Bloqueo en la región poplítea Fig. 3.- Fosa poplítea (Esquema Dra. Miriam Assuero) 116 | Volumen 58 / Número 2 Bloqueos analgésicos periféricos en pediatría (segunda parte) abordado con agujas de alrededor de 50 mm. Puede utilizarse neuroestimulador. Resulta útil para la cirugía del pie, complementado por el bloqueo del safeno interno, rama del crural. Se puede realizar en decúbito lateral o en decúbito prono. Los autores también lo realizan en decúbito supino, levantando la pierna en niños pequeños, para evitar la movilización. Es aconsejable flexionar 30º para hacer más evidentes los límites del triángulo superior. La aguja es introducida en dirección al fémur con orientación cefálica y anterior de 45º a 60º en la unión del tercio superior, con los dos tercios inferiores del triángulo a 0,5 a 1 mm por fuera de la línea media. En nuestras manos no resulta un bloqueo muy satisfactorio. Lo utilizamos como alternativa cuando la dosis calculada para bloquear en forma conjunta el crural y el ciático supera las dosis recomendadas por el volumen a inyectar. Para el bloqueo del ciático por cualquier vía, se deben utilizar concentraciones importantes del anestésico local que se emplee; ya que se trata del nervio más grueso del organismo, las fibras que llegan más distalmente corren por el interior del tronco nervioso y pueden no ser bloqueadas por diversos factores. (Figura 3.) Complicaciones La incidencia de complicaciones graves asociadas a la anestesia combinada es sumamente baja, alcanzando en grandes series, como las del estudio multicéntrico francés, a 15/10.000 en bloqueos centrales y no registrándose complicaciones en los bloqueos periféricos. Las complicaciones, generalmente, obedecen al no cumplimiento de las premisas de la técnica; las más importantes son: · farmacológicas y · neurológicas. Las primeras se deben, generalmente, a error en las dosis y/o absorción masiva o inyección intravascular. Son fácilmente evitables, considerando con detenimiento la elección de las drogas y su concentración y dosis. La lesión neurológica puede tener dos bases fisiopatológicas: la compresión del nervio contra el plano óseo o las infiltraciones hemorrágicas de los nervios por la rémora sanguínea. La mayor parte de las complicaciones se evidencian en el postoperatorio inmediato, por lo que es prudente poder enviar al paciente a sectores de cuidados postanestésicos con controles estrechos en las primeras horas del postoperatorio. Los controles de recuperación de bloqueo no difieren de los de adultos; sin embargo, los niños en edad preescolar y escolar suelen interpretar el bloqueo motor, parestesia o la anestesia como desagradable o estresante. Para evitar las lesiones, se debe ser respetuoso de la técnica y suave con los movimientos. Utilizar el material adecuado también ayuda a mejorar los resultados; sin embargo, pueden producirse lesiones que debemos conocer. Fundamentalmente, nos interesa conocer su posible fisiopatología, la semiología, la probable evolución y el tratamiento. Las lesiones nerviosas fueron clasificadas por Seddon en el año 1943 en: neuropraxia, axonotmesis y neurotmesis. Neuropraxia define la lesión del nervio, sin degeneración walleriana, seguida por una recuperación completa y espontánea. La axonotmesis se caracteriza por la completa alteración motora, sensorial y autonómica. La neurotmesis se define como la lesión completa del tronco nervioso. Es importante determinar el grado de severidad de la lesión. En la sección distal de un nervio dañado, los axones retienen su excitabilidad eléctrica durante unos Revista Argentina de Anestesiología 2000 | 117 Artículo de educación continua pocos días tras el trauma, por ello se debe mantener presente la posibilidad de degeneración walleriana en los estadíos iniciales. Esto significa que durante tres o cuatro días tras la lesión, la estimulación distal del lugar del traumatismo podrá presentar una respuesta más o menos normal. Sin embargo, tras este período, si el nervio no responde a la estimulación distal, se puede excluir una lesión nerviosa grado uno. En este tipo de lesiones, los axones no están interrumpidos anatómicamente y el nervio continúa respondiendo a la estimulación eléctrica por debajo del lugar de la lesión. Por ello, la ausencia de respuestas a la estimulación distal descarta un diagnóstico de lesión de primer grado. Es importante descartar lesiones antiguas, las cuales pueden haber precedido el trauma actual. Por lo tanto, los potenciales de denervación encontrados en los primeros cinco días no suelen estar relacionados con traumatismos recientes, por lo que un test realizado durante este período podrá excluir lesiones nerviosas previas. En muchos casos, un nervio periférico lesionado puede regenerarse espontáneamente. Sin embargo, antes de que las fibras puedan regenerarse, tiene lugar un proceso de degeneración. La degeneración se inicia tanto proximal como distalmente al lugar de la lesión. La degeneración ocurre en la porción del nervio que aún está unida al cuerpo de la célula y se conoce como degeneración retrógrada. La degeneración retrógrada ocurre sobre un área relativamente pequeña, aunque en las lesiones muy severas puede extenderse por una longitud de 1 a 3 cm. Se acompaña por una proliferación de células de Schwann y es seguida por el brote de finas fibrillas desde el axón (regeneración). Finalmente, las fibrillas empiezan a crecer en dirección al lugar de la lesión e intentan cruzar dicho espacio a través de las vías previamente existentes en los tubos endoneurales. Tras esto ocurre la degeneración walleriana, en la sección distal de las fibras del nervio, por debajo del lugar del traumatismo. Primero se desintegran completamente los axones distales y la cubierta de mielina; entonces, las células de Schwann empiezan a dividirse y proliferar, llenando el espacio dejado por la desintegración de axones y mielina. Puede haber tubos endoneuronales que contengan células de Schwann distales al lugar de la lesión. Esto tubos actúan como receptáculos para las nuevas proliferaciones axonales, las cuales intentan moverse más allá de la porción proximal de la lesión. Sin embargo, si los tubos endoneurales no están unidos unos con otros, o están obstruidos por tejido de cicatrización, los axones nuevos no tendrán una vía expedita para su crecimiento. En estos casos, el pronóstico es más reservado. Conclusiones La realización de anestesia combinada con bloqueo de los nervios periféricos es una opción válida para disminuir la respuesta inmunológica al dolor y constituye una alternativa posible frente a los bloqueos centrales. Es aplicable en muchas situaciones donde esos bloqueos están contraindicados, ya sea por situaciones clínicas o traumáticas. Consideramos que en pediatría y en los adultos, en especial en los añosos, es altamente efectiva por la baja relación riesgobeneficio. Bibliografía consultada Armitage, EN. Regional anaesthesia in pediatrics. Clin. Anaesthesiol. 1985, 3: 553-568. Ayers J, Enneking K. Continuous lower extremity techniques. Techniques in regional anaesthesia and pain managent. 1999, 3; 1: 45-47. Bach S, Noreng MF, Tjellden NU. Phantom Limb Pain in Amputees During the First 12 Months Following Limb Amputation, after Preoperative Lumbar Epidural Blockade. 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