CORTE SUPREMA DE JUSTICIA

Anuncio
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
Proceso No 27618
CORTE SUPREMA DE JUSTICIA
SALA DE CASACIÓN PENAL
Magistrado Ponente:
JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA
Aprobado Acta No.175
Bogotá D.C., diez (10) de junio de dos mil nueve (2009).
VISTOS
Decide la Sala el recurso extraordinario de casación interpuesto
por el representante del Ministerio Público contra la sentencia de
segundo grado de 29 de noviembre de 2006 proferida por el
Tribunal Superior de Bogotá (Sala de Descongestión), a través de
la cual confirmó la emitida anticipadamente por el Juzgado
Noveno Penal del Circuito Especializado del mismo Distrito
2
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
Judicial, por cuyo medio condenó a HUGO YESID GUTIÉRREZ
QUINTERO como coautor del delito de lavado de activos.
HECHOS Y ACTUACIÓN PROCESAL
En virtud de una solicitud de asistencia judicial internacional
remitida por el Gobierno de los Estados Unidos y recibida por la
Fiscalía General de la Nación relacionada con intervenir varias
cuentas bancarias utilizadas para movimientos y trasferencias de
dineros provenientes de una organización al margen de la ley
dedicada al narcotráfico, con el apoyo de la Unidad de
Información y Análisis Financiero (UAIF) se logró establecer que
las empresas colombianas; “BEAUTIFULL FLOWERS LTDA.” y
“AEROASOCIADOS DE CARGA LTDA.”, entre otras, registraban
transacciones significativas, además de giros a terceras personas
sin algún vínculo con el objeto social que desarrollaban. En esta
última compañía se desempeñaba como asesor comercial HUGO
YESID
GUTIÉRREZ
QUINTERO,
quien
aparecía
también
cobrando varios títulos valores de ambas empresas
La Fiscalía General de la Nación a través de su Unidad Nacional
para la Extinción del Dominio y el Lavado de Activos abrió formal
investigación penal en contra de, entre otros, HUGO YESID
GUTIÉRREZ QUINTERO. Una vez se hizo efectiva la orden de
captura librada en su contra y lo escuchó en indagatoria, mediante
3
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
proveído de 25 de abril de 2006 le resolvió la situación jurídica
con medida de aseguramiento de detención preventiva, sin el
beneficio de la libertad provisional, como presunto coautor del
delito de lavado de activos.
Ante la manifestación del procesado de acogerse a los beneficios
de sentencia anticipada, el 21 de julio de 2006 se llevó a cabo
diligencia de formulación y aceptación de cargos, tal y como le
fueron formulados al resolver su situación jurídica, por ello,
correspondió al Juzgado Noveno Penal del Circuito Especializado
de Bogotá emitir sentencia el 27 de septiembre de 2006 mediante
la cual condenó a HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO, a las
penas principales de cuarenta y cuatro (44) meses de prisión y
multa de un mil trescientos (1.300) salarios mínimos legales
mensuales vigentes, así como a la accesoria de inhabilitación
para el ejercicio de derechos y funciones públicas por un periodo
igual a la pena aflictiva de la libertad, sin concederle la suspensión
condicional de la ejecución de la pena, ni la prisión domiciliaria.
Ante el recurso de apelación promovido tanto por el defensor,
como por el representante del Ministerio Público encaminados en
ambos casos a una redosificación punitiva partiendo del mínimo
establecido para el delito y de allí la concesión del subrogado
penal o la prisión domiciliaria, el Tribunal Superior de Bogotá, en
su Sala de Descongestión, mediante sentencia de 29 de
noviembre de 2006 confirmó íntegramente la decisión.
4
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
El Agente del Ministerio Público insiste a través de la impugnación
extraordinaria con la presentación de la demanda de casación que
en su oportunidad se declaró ajustada a los requisitos de forma,
sobre la cual se recibió el concepto de la Procuraduría.
DEMANDA
Al amparo de la causal primera de casación, prevista en el artículo
207 de la Ley 600 de 2000, postula un solo cargo por violación
directa de la ley sustancial ante la interpretación errónea del
numeral 3° del artículo 61 del Código Penal.
Luego de transcribir apartes pertinentes de los fallos relacionados
con la dosificación punitiva, el demandante estima que los
juzgadores al momento de tasar las penas le dieron al citado
precepto un alcance que no tiene, por cuanto al valorar la
intensidad del dolo lo hicieron de forma genérica y no concreta,
infringiendo así el principio non bis in ídem al utilizar dos veces el
dolo para agravar la sanción.
La trascendencia de lo que denuncia la encuentra en que al
corregir el yerro para ajustar a la legalidad la pena se reducirían
los dieciséis (16) meses que sobre el mínimo adicionó el juez de
primer grado, situación que permitiría el estudio del subrogado
penal.
5
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
En consecuencia, solicita a la Corte casar el fallo y emitir el de
reemplazo redosificando la pena al aplicar solamente el mínimo
legal y conceder al procesado la suspensión condicional de la
ejecución de la pena.
CONCEPTO DE LA PROCURADURÍA
El Procurador Cuarto Delegado para la Casación Penal sugiere a
la Corte no casar el fallo por razón del cargo formulado.
Argumenta que la postura del demandante acerca de que el juez
no podía dentro del ámbito de movilidad del primer cuarto
incrementar 16 meses sobre el mínimo, desconoce que el inciso
3º del artículo 61 establece cómo debe movilizarse el fallador y
bajo qué criterios puede cuantificar la pena en el cuarto ya
seleccionado.
Aduce que los factores entregados por el legislador al juez se
deben valorar y aplicar de manera ponderada en un ámbito
discrecional imposible de controlar por cuanto responde a la
autonomía e independencia judicial que la Constitución reconoce,
sin que por ello deba entenderse como una arbitrariedad ya que
en todo caso media la obligación de justificar la sanción de
acuerdo con la intensidad del dolo, el daño real o potencial, la
necesidad de la pena, etc.
6
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
En este orden, precisa que no responde a la realidad que al
valorar la intensidad del dolo se haya incurrido en violación del
principio non bis in ídem al ya estar incluida la conducta dolosa
por parte del legislador, pues aquella se refleja en la pena ante la
mayor demostración de intencionalidad dañosa del sujeto activo.
Por lo tanto, pide a la Corte la desestimación del cargo ante su
insuficiencia argumentativa por no mostrar el demandante de qué
manera fue vulnerado el principio de legalidad de la pena, si el
juzgador impuso una sanción no prevista o desbordó los límites
legales.
CONSIDERACIONES DE LA CORTE
A través de la postulación de la violación directa de la ley
sustancial debido a un yerro hermenéutico por parte del juzgador
al haber desbordado la intelección propia del numeral 3º del
artículo 61 del Código Penal relacionado con los criterios para
individualizar la pena, en lo que atañe a la intensidad del dolo,
anhela el censor la redosificación de la pena impuesta a
GUTIÉRREZ QUINTERO, y por esa vía, la concesión del
subrogado penal de la suspensión condicional de la ejecución de
la pena.
No queda duda que del deber de motivar las sentencias deviene
la exigencia de explicar la pena por imponer a quien se ha
7
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
encontrado penalmente responsable con la cual se le afectarán
sus derechos al Vg. limitar o restringir su libertad de locomoción,
sus derechos políticos, una determinada actividad, o bien su
patrimonio etc., ello ante el respeto irrestricto al postulado de la
legalidad del modelo de Estado Social y Democrático de Derecho,
a la dignidad y los derechos de la persona y en preciso límite
también a la arbitrariedad o capricho judicial.
Como el Legislador prevé las consecuencias para la realización
de cada tipo penal al contemplar la clase de sanción y fija a su
turno los criterios que ha de atender el operador judicial para su
dosificación, esto es, la cantidad o grado a imponer, el proceso
dosimétrico debe descansar en dos pilares fundamentales: la
discrecionalidad reglada y el sustento razonable, aspectos con los
cuales se busca sembrar parámetros de proporcionalidad en la
concreción de la sanción al tiempo que permiten controlar la
función judicial mediante el ejercicio del derecho de impugnación,
pues los criterios plasmados permitirán su ataque igualmente
argumentado en aras de establecer la respuesta correcta a lo
debatido.
Así, el artículo 59 de la Ley 599 de 2000 señala de modo
imperativo que toda sentencia debe contener la fundamentación
explícita sobre los motivos de la determinación cualitativa y
cuantitativa de la pena, además, el artículo 61 establece una
restricción a la discrecionalidad del juez en el proceso de
individualización de la misma al indicar la forma como debe dividir
objetivamente el marco punitivo —que resulta de la diferencia
8
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
entre el límite menor y mayor—, en cuartos: mínimo en caso de
no concurrir circunstancias agravantes ni atenuantes o sólo
presentarse estas últimas; medios, cuando simultáneamente
concurran unas y otras; y máximo, si confluyen únicamente
agravantes.
Esa
determinación
del
ámbito
punitivo
de
movilidad
es
subsiguiente a la adecuación típica del comportamiento la cual
permite establecer los límites previstos por el legislador, es decir,
a este estadio se llegará siempre que el supuesto de hecho de la
circunstancia moduladora de la punibilidad no haya sido
considerado como causal agravante o atenuante del tipo básico
ante la prohibición de doble incriminación y una vez determinado
el cuarto correspondiente, con claros criterios de proporcionalidad
se debe considerar la mayor o menor gravedad de la conducta, el
daño real o potencial creado, la entidad de las causales que
agravan o atenúan la punibilidad, la intensidad del dolo, así como
la necesidad y función de la pena.
En este caso, el demandante basa su disenso en uno de los
fundamentos legales para la individualización de la sanción, al
estimar que una vez superada la adecuación típica de la conducta
de lavado de activos, esencialmente dolosa, la falta de concreción
de la intensidad del dolo arrojó que fuera valorado doblemente
incurriendo con ello en la prohibición de non bis in ídem.
Para una mejor comprensión, la Sala estima pertinente señalar
que el juez de primer grado una vez se ubicó en los límites
punitivos del delito de lavado de activos contemplado en el
9
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
artículo 323 de la Ley 599 de 2000, esto es, entre seis (6) a
quince (15) años de prisión y multa de quinientos (500) a
cincuenta mil (50.000) salarios mínimos legales mensuales
vigentes,
ante
la carencia
de
antecedentes
penales
del
procesado, se situó en el primer cuarto para seguidamente
argumentar que conforme con las previsiones del 61 del mismo
ordenamiento;
“La realidad procesal mostró que la conducta fue grave, habida cuenta
que HUGO YESID GUTIERREZ QUINTERO cohonestó en una de las
conductas más repudiadas en el ámbito del sistema económico y
social, reflejó dolo al ser conocedor conforme a su experiencia del
manejo de grandes cantidades de dinero de manera irregular con la
única finalidad de lucrase fácilmente, coordinando el despliegue de su
comportamiento para no ser identificado, tratando de no dejar rastro
de su actuar, consecuente con ello, no se partirá del mínimo fijado en
el cuarto elegido, sino que se aumentará 16 meses, por lo que se
impondrá la sanción penal de 88 meses y multa de 2.600 salarios
mínimos legales mensuales.”
De las anteriores cifras, por razón de la sentencia anticipada,
acogió el juzgador la mayor rebaja prevista en el artículo 351 de la
Ley 906 de 2004 (hasta la mitad) frente a la prevista en el artículo
40 de la Ley 600 de 2000 (de una tercera parte) para quedar en
definitiva en cuarenta y cuatro (44) meses de prisión y multa de un
mil trescientos (1.300) salarios mínimos legales mensuales
vigentes.
10
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
Por su parte, el Tribunal defendió la postura del a quo de no haber
impuesto el mínimo punitivo al analizar que el incremento de los
16 meses no era resultado de un proceso generalizado o
acomodaticio del juzgador:
“No es que haya querido incurrir en una doble incriminación como
quiere hacer ver la defensa, sino que es totalmente válido el que
según su razonamiento y el modo de observar los hechos que
originaron la conducta delictiva, pueda determinar libremente si acoge
del mínimo al máximo en la tasación de la pena.
“Por ello es que hace alusión al dolo y que la actividad ilegal es una de
las más reprochables dentro del ámbito del orden económico y social,
si que con esas afirmaciones está dando alguna valoración personal y
agravando la sanción impuesta, al contrario está haciendo uso de la
libertad falladora impuesta por el propio legislador y que se contrae
como se dijo anteriormente, a que pueda adecuar la pena según los
siguientes aspectos: ‘la mayor o menor gravedad de la conducta, el
daño real o potencial creado, la naturaleza de las causales que
agraven y atenúen la punibilidad, la intensidad del dolo, la
preterintención o la culpa concurrentes, la necesidad de la pena y la
función que ella ha de cumplir en el caso concreto’.”
Las anteriores consideraciones judiciales le permiten a la Corte
advertir que si bien fue parco el juzgador de primer grado en sus
manifestaciones en sede de punibilidad, del contexto de la
providencia se desprenden claramente los motivos por los cuales
no imponía el mínimo de la pena, pues no se podía desconocer el
rol de GUTIÉRREZ QUINTERO en la organización criminal
destinada al blanqueo o lavado de activos, su conocimiento y
11
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
experiencia como asesor comercial de una de las compañías
utilizadas que develaba su voluntad de actuar en contravía de las
normas penales, precisamente, al dar apariencia de legalidad a
los bienes de procedencia ilícita para encubrir su origen,
sopesando también que fueron varios los títulos valores (cheques)
cobrados por el procesado, como cuando se resaltó en el fallo “el
manejo de grandes cantidades de dinero de manera irregular con la única
finalidad de lucrase fácilmente”, lo cual permitía que ese mayor
reproche se reflejara en el monto de la pena.
La Sala debe aclarar aquí que no se puede confundir la atribución
de tipo subjetivo realizada en el ámbito de adecuación típica como
la sola voluntad tendiente a la materialización del verbo rector o
intención conciente del agente de atentar contra un determinado
bien jurídico, con la gradualidad que de la misma se debe hacer
en sede de fijación punitiva.
Efectivamente, en el dolo como categoría dogmática, su
determinación procesal se hace del examen de las circunstancias
externas que rodearon los hechos, ya que tanto la intencionalidad
en afectar un bien jurídico o la representación de un resultado
ajeno al querido por el agente y su asunción al no hacer nada
para evitarlo, al ser aspectos del fuero interno de la persona se
han de deducir de los elementos objetivos que arrojan las
probanzas a fin de establecer si el procesado conocía los hechos
constitutivos de la infracción penal y quería su realización, cuando
se trata de dolo directo, o también si previó como probable la
12
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
realización de la infracción penal y su no producción la dejó
librada al azar, en el caso del dolo eventual.
Esta fijación a título de imputación difiere de la analizada al
momento de individualizar la pena en la cual la intensidad del
dolo se traduce en la voluntad aplicada al comportamiento
entendida como la gradualidad o firmeza de la conciencia y
voluntad para la realización de la conducta.
Es por ello que para la Sala no resulta válida la afirmación del
demandante acerca de que medió la reiteración del fundamento
al adecuar la conducta dolosa y de allí haber agravado la pena,
pues aquí la repetición de la conducta al aparecer el procesado
cobrando varios cheques develaba una mayor determinación y
voluntad criminales.
El censor añora la fijación de la pena mínima, pero olvida que
incluso, la previsión que en tal sentido tenía el anterior Código
Penal (Decreto-Ley 100 de 1980), de sólo aplicar ese quantum
cuando
concurrieran
exclusivamente
circunstancias
de
atenuación también exceptuaba la valoración propia sobre la
modalidad y gravedad del hecho, el grado de culpabilidad y
demás criterios que el otrora artículo 61 le imponía para su
individualización.
Si con la normatividad sustantiva de 2000 se establecen ahora los
cuartos del marco general punitivo, ello en manera alguna indica
que el juzgador no pueda moverse dentro del rango seleccionado,
13
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
y aquí a pesar de sólo concurrir circunstancias de menor
punibilidad, ante la ausencia de antecedentes penales, no llevaba
indefectiblemente a la aplicación del mínimo, porque dentro de la
valoración en la cual ya había tomado la situación que denotaba
la gravedad de la conducta permitía dentro de la movilidad propia
del primer cuarto punitivo apartarse de ese límite.
No se debe pasar por alto que el examen de constitucionalidad
del artículo 61 de la Ley 599 de 2000 realizado por la Corte
Constitucional, ante la eventual pretermisión del principio superior
de la igualdad respecto de las disposiciones del Código Penal
Militar —Ley 522 de 1999—, que idénticamente con el DecretoLey 100 de 1980 establece el criterio de imponer el mínimo de la
pena en caso de presentarse sólo circunstancias atenuantes, o el
máximo de únicamente concurrir agravantes, encontró ajustado a
la Carta fundamental el novedoso sistema punitivo, porque el
amplio margen del juez quedaba circunscrito a los parámetros
preestablecidos por el Legislador.
Efectivamente, tras el cotejo normativo, estimó que la nueva
metodología al dividir en cuartos el marco punitivo de movilidad
legal, restringe la facultad del juez al marcarle de forma precisa
los espacios en los que se puede ubicar en cada caso concreto, y
sin que pudiera considerarse una normativa más gravosa sobre la
otra ya que ambas responden a los criterios de razonabilidad y
proporcionalidad como pilares del proceso de dosimetría concluyó
que:
“El sistema del Código Penal se orienta a conseguir que la aplicación
de las penas sea más homogénea, limitando para el efecto el margen
14
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
de apreciación del juez, al imponerle unos parámetros predefinidos por
el legislador. El sistema del Código Penal Militar, por contraste,
privilegia la libertad de apreciación que debe tener el juez para ajustar
la pena imponible de acuerdo con las circunstancias del caso
concreto” 1.
En suma, al no advertir algún error judicial que revele una
dosificación punitiva ilegal o injusta, se ha de concluir que carece
de fundamento la pretensión del actor y por consiguiente, la
censura no debe prosperar.
En mérito de lo expuesto, la Sala de Casación Penal de la Corte
Suprema de Justicia, administrando justicia en nombre de la
República y por autoridad de la ley,
RESUELVE
NO CASAR la sentencia por razón del cargo formulado en la
demanda presentada por el representante del Ministerio Público
contra la sentencia de segundo grado emitida en contra de HUGO
YESID GUTIÉRREZ QUINTERO.
Contra esta providencia no procede recurso alguno.
1
Sentencia C-1068 del 10 de octubre de 2001. M.P. Rodrigo Escobar Gil.
15
República de Colombia
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
Corte Suprema de Justicia
Cópiese, notifíquese, cúmplase y devuélvase al Tribunal de
origen.
JULIO ENRIQUE SOCHA SALAMANCA
JOSÉ LEONIDAS BUSTOS MARTÍNEZ
SIGIFREDO ESPINOSA PÉREZ
Comisión de servicio
ALFREDO GÓMEZ QUINTERO
MARÍADELROSARIOGONZÁLEZDELEMOS
Comisión de servicio
AUGUSTO J. IBÁÑEZ GUZMÁN
YESID RAMÍREZ BASTIDAS
JORGE LUIS QUINTERO MILANES
JAVIER ZAPATA ORTÍZ
16
CASACIÓN 27618
HUGO YESID GUTIÉRREZ QUINTERO
República de Colombia
Corte Suprema de Justicia
TERESA RUIZ NÚÑEZ
Secretaria
Descargar