Anexo_IV_Campo_semantico_de_Kant

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ANEXO IV: CAMPO SEMÁNTICO DE KANT
I.
TEORÍA DEL CONOCIMIENTO
1. Razón
Lo primero que hay que saber sobre la tercera y última facultad del conocimiento es
que la razón no conoce sino que piensa. Veamos, conocer, según Kant, es lo que hace el
entendimiento en los juicios, es decir, aplicar a los fenómenos particulares conceptos
generales, algunos de ellos a priori (categorías). Hay, por tanto, en el conocimiento, dos
elementos necesarios: concepto yexperiencia (fenómeno). Pues bien, pensar consiste sólo en
organizar los conceptos según sus relaciones lógicas, encajando unos dentro de otros según
sean más o menos universales. El resultado de la actividad de la razón son los conceptos
universalísimos que Kant llama Ideas de la razón:
•
Alma. El conjunto de nuestros conocimientos acerca de los fenómenos de la
experiencia interna
•
Mundo. El conjunto de nuestros conocimientos acerca de los fenómenos de la
experiencia externa
•
Dios. La síntesis de ambas.
Ahora bien, aunque mediante las ideas podemos pensar la totalidad de los fenómenos,
ellas mismas no nos dan a conocer nada pues para ello necesitaríamos tener alguna intuición
(experiencia) de las Ideas de la razón, cosa que no es posible. Por lo tanto, la metafísica como
ciencia es imposible porque el límite de nuestro conocimiento es la experiencia sensible. Pero
se da el hecho -faktum, que es la palabra que usa Kant para ponerse serio- de que el hombre
es un animal metafísico, de que el hombre posee una tendencia natural a preguntarse ¿Quién
soy?, ¿Qué sentido tiene el mundo? ¿Existe Dios? a pesar de ser consciente de que nunca
podrá obtener una respuesta. A esta tendencia le llamamos ilusión trascendental. No podemos
conocer las Ideas de la razón, pero, dice Kant, podemos atribuirles un uso regulativo en dos
sentidos:
•
Negativo, señalan los límites del conocimiento;
•
Positivo, impulsan a organizar cada vez mejor los conceptos del entendimiento.
2. Entendimiento
1
El entendimiento es la facultad de juzgar. Juzgar significa subsumir (incluir) una
percepción es decir, un fenómeno, en un concepto. Sólo existe conocimiento cuando el
concepto general va acompañado por la intuición empírica. Ahora bien, resulta que existen dos
tipos de conceptos: unos son empíricos (o a posteriori); es decir, son generalizaciones tomadas
de la experiencia (como “piedra” o “calor”). Otros son a priori, y son “puestos” por el
entendimiento. Kant los llama “categorías“. Por ejemplo, la categoría de “causa“. Si hemos de
analizar el fenómeno “el sol calienta la piedra” siguiendo la filosofía de Hume todo lo que
podemos afirmar es que a un suceso A (el sol) acostumbra seguirle un suceso B (el
calentamiento de la piedra) pero esta es una relación contingente, sólo probable. En cambio,
utilizando la teoría kantiana de las categorías si pienso: “El sol calienta la piedra”, “calienta”
supone implícitamente la categoría de causa (“es causa del calentamiento de”). Esta categoría
es a priori y, por lo tanto, nos guste o no, nuestra mente impone a la realidad la estructura
causa-efecto y nuestras asociaciones causa-efecto apoyadas en la experiencia tienen un
carácter necesario y universalmente válido. Las categorías fundamentales que Kant descubre
son la sustancia y la causalidad.
La física es la ciencia de la naturaleza, es decir, el conjunto de todos los fenómenos (no
de los noúmenos o cosas en sí mismas, que nos son desconocidas) en cuanto están
determinados por leyes generales. Asimismo distingue dos tipos de física:
•
La física experimental, cuyas leyes como ya decía Hume son sólo leyes probables, ya
que son tomadas de la experiencia.
•
La física pura, que contiene los principios más generales de la física experimental. Sólo
estos principios, o leyes, son juicios sintéticos a priori. Sólo la física “pura” cumple las
condiciones de universalidad y necesidad que Kant exige a la “ciencia”. ¿Cómo son
posibles las leyes o principios de la física pura? Porque en el fondo son las categorías
que nuestra mente necesita utilizar para poder conocer el mundo. Y resulta que,
casualmente, coinciden los presupuestos fundamentales de la física de Newton:
o
Principio de permanencia de la sustancia: “En todo cambio de los fenómenos
permanece la sustancia, y el quantum de la misma no aumenta ni disminuye
en la naturaleza”.
o
Principio de sucesión temporal según la ley de causalidad: “Todos los cambios
tienen lugar de acuerdo con la ley que enlaza causa y efecto”.
o
Principio de la simultaneidad según la ley de la acción recíproca o comunidad:
“Todas las sustancias, en la medida en que podamos percibirlas como
simultáneas en el espacio, se hallan en completa acción recíproca”.
II. TEORÍA POLÍTICA/ESTADO
3. Ilustración
Los grandes cambios culturales que genera la Ilustración se producen en los siguientes
ámbitos: razón, naturaleza, progreso y sociedad.
2
a. La razón
•
La Ilustración crea un nuevo modelo de racionalidad, en claro contraste con la
racionalidad cartesiana:
o
Razón empírica: El cartesianismo había propuesto como modelo de
racionalidad la razón matemático- geométrica. La Ilustración rechaza este
modelo, y propone otro: la razón empírica. Los inspiradores sonLocke y
Newton: hay que partir de la experiencia. Se trata, por tanto, de una nueva
lógica: no la lógica de los primeros principios (ideas innatas de Descartes), sino
la lógica de los hechos. Los “principios” sólo se encuentran al final, después de
una penosa labor de experimentación con los hechos. La racionalidad del siglo
XVIII es mucho más modesta que la del siglo anterior. La razón ya no está en
posesión de la verdad, sino que es búsqueda nunca del todo acabada. De ahí la
insaciable curiosidad de los ilustrados, su “inquietud“.
o
Razón crítica: La actitud crítica es una característica común a todos los
ilustrados. El análisis es, precisamente, el instrumento de la crítica, la cual se
ejercita en todos los campos:
o

Crítica de la propia razón, que conduce a fijar los límites de la
capacidad de conocimiento del ser humano. Para todos los ilustrados,
la sensación es el límite del conocimiento y la metafísica es declarada
como imposible.

Crítica de la tradición , que se considera llena de errores y
supersticiones. La crítica se hará, sobre todo, mediante un estudio
histórico de los orígenes de las ideas recibidas. Y esta crítica no se
limita a las ideas, sino que también la emprende con las instituciones:
religión, Iglesia, sociedad, Estado, educación, derecho, etc.
Razón autónoma : La razón – aun reconociendo sus propios límites- es la única
guía del ser humano, ya que se ha rechazado la guía de la tradición. Ello
supone que la razón se considera ya liberada de toda tutela exterior, de toda
autoridad, especialmente de la religión. Al contrario, es ahora la razón la que
juzga sobre el valor de la religión (deísmo). La razón se ha secularizado.
b. La Naturaleza
•
Los científicos del siglo XVIII creen que es posible prescindir de Dios para explicar el
mundo. Tal es el caso, por ejemplo, de Laplace con su teoría de nebulosa como origen
del sistema solar. De este modo, la ciencia ilustrada proclama la autonomía del mundo
respecto a Dios, del mismo modo que había proclamado la autonomía de la razón. La
falta de un punto de referencia en el terreno científico, político, moral, artístico… se
resuelve recurriendo a la idea de Naturaleza.. Basta considerar que algo –una conducta
o una institución, por ejemplo- es “natural” para que quede justificado. El concepto
“Naturaleza” se utiliza con bastante ambigüedad: puede ser el estado de naturalezaen
que vivió el “buen salvaje” de Rousseau, el plan oculto de la Naturaleza entrevisto por
Kant y que nos conduce hacia la paz perpetua, la moral natural (epicúrea) defendida
por los pensadores materialistas como La Mettrie.
•
Hoy día, tras la defensa de la Naturaleza por parte del movimiento hippie en los años
setenta, la publicidad ha devaluado completamente la Idea de Naturaleza al pretender
3
persuadirnos de que, por ejemplo, tal detergente o tal somnífero es mejor que otro
porque es más “natural”.
c. La idea de progreso
•
Se considera que la humanidad progresa cuando se piensa que la historia avanza lenta
pero inexorablemente de lo peor hacia lo mejor y que, por tanto, el momento actual
(lo último, “lo nuevo”) es el momento mejor y más perfecto en la historia de la ciencia,
las artes, la política, la moral, etc. Esta idea de progreso nace con la Ilustración;
concretamente a finales del siglo XVII se suscitó una viva polémica en Francia acerca
de “los antiguos y los modernos” en la que vencieron los modernos. Se generalizó la
actitud crítica ante el pasado y se consideró que lahumanidad y la razón podrían
perfeccionarse infinitamente. Kant fue de esta opinión pues consideraba que la
humanidad avanza lenta pero de forma segura hacia la paz mientras que Rousseau
pensaba que la historia de la humanidad no era tanto un progreso sino un retroceso
respecto a un estado de naturaleza ideal.
•
Actualmente la desconfianza ante la idea de progreso ha invadido la mentalidad
colectiva a causa de las continuas guerras, los desastres ecológicos, las injusticias
sociales a nivel planetario, etc.
d. La sociedad
•
La filosofía social y política de la Ilustración se desarrolla principalmente en Francia:
o
Montesquieu en su obra El espíritu de las leyes (1748), describe las diversas
formas de gobierno, ocultando su preferencia personal por una monarquía
aristocrática. Pero lo más interesante de su obra es la idea de que cualquier
forma de gobierno debe ser moderada por la separación de los poderes
legislativo, ejecutivo y judicial (inspirada en Locke y la Constitución inglesa).
Kant defenderá una opinión semejante en Hacia la paz perpetua.
o
Las ideas democráticas e igualitaristas sólo fueron defendidas por pensadores
aislados: rebeldes o utópicos. Hay que citar aquí, sobre todo, a Rousseau,
defensor de la democracia y los proyectos pacifistas de Saint-Pierre y Kant.
4. Minoría de edad / Mayoría de edad
Kant atribuye la causa de la minoría de edad a la “pereza” y la “cobardía” de los
individuos. Por un lado el dogmatismo acrítico resulta cómodo, pues nos permite no
cuestionar nada del mundo que nos rodea. Podemos, por ejemplo, vivir eternamente
hipnotizados por el televisor. Por otro lado, renunciar a los prejuicios y las consignas
heredadas es una tarea que requiere cierto valor. Es natural que el vacío de la libertad inspire
un cierto temor. Por pereza preferimos que un libro piense por nosotros antes que pensar por
nosotros mismos. Esta idea tiene mucha vigencia hoy día pues vemos cómo la mayoría no es
crítica con la información que recibe, ya sea a través de los libros, de la televisión o Internet.
Por cobardía pagamos al sacerdote para que nos garantice el cielo y así no tener que
preocuparnos de una muerte cierta. y al médico para que nos garantice la salud cuando lo
único realmente eficaz es mantenerse “moderado en el goce y paciente en la enfermedad”.
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Esta idea guarda cierto parecido con la opinión que Platón expone en La República donde
afirma que una sociedad en la que abunden médicos y abogados es una sociedad en segura
decadencia.
Un ejemplo más reciente del estudio de la cobardía del hombre común ante la libertad
y el librepensamiento es El miedo a la libertad de Erich Fromm.
La mayoría de edad, el ejercicio del librepensamiento, ha de ir acompañada de una
constitución republicana donde se respete la libertad de expresión y el ciudadano se convierta
el colegislador.
5. Libertad
La cuestión de la libertad es la tercera de las antinomias de la Crítica de la Razón Pura.
Kant concluye que se puede demostrar tanto que somos libres como que todo está
determinado. La única explicación de esto es que el determinismo es lo propio del fenómeno
(la suma de las sensaciones más el espacio-tiempo y las categorías, especialmente la de
causalidad) mientras que la libertad es lo propio del noúmenoo la cosa en sí. La libertad queda
por tanto fuera de los límites del saber humano tal como ocurre con otras Ideas de la Razón
como la Idea de Dios.
En la Crítica de la Razón Práctica la libertad aparece como un postulado. Un postulado
es un concepto de origen matemático. Un postulado es una proposición que resulta imposible
demostrar pero que si no la presuponemos el edificio entero de las matemáticas se viene
abajo. La libertad es un postulado en el sentido siguiente: es imposible demostrarla pero si no
la suponemos toda nuestra vida moral se vuelve un sinsentido pues no podríamos atribuir a
nadie responsabilidad ni culpa.
La libertad está directamente relacionada con una de las formulaciones del imperativo
categórico: “Obra de tal manera que la voluntad pueda considerarse a sí misma, mediante su
máxima, como legisladora universal”. La voluntad humana ha de ser legisladora universal, es
decir, completamente autónoma. Las leyes morales han de emanar de la voluntad misma. Este
ideal conecta la ética con otros ideales políticos como la emancipación de la humanidad, tanto
social como individualmente, el paso a su mayoría de edad, es una consecuencia de la
realización de la Razón en la vida privada y pública.
En términos políticos, la libertad es para Kant y Rousseau un derecho natural que
corresponde a todo individuo. Kant defiende, por tanto, la libertad política positiva, por la cual
cada individuo se convierte en colegislador, es decir, en coautor de las leyes del Estado. En
este punto, Kant se aparta de Hobbes y se acerca a la idea de autolegislación presente en el
concepto de “voluntad general” de Rousseau. El gobernante debiera legislar como si fuera
posible que la voluntad unida del pueblo diera su consentimiento a las leyes .
El concepto de libertad jurídica no expresa desobediencia civil, puesto que Kant, al igual que
Hobbes, consideraba que la sumisión al poder del Estado era una condición necesaria para el
orden social. Para evitar excesos del gobernante Kant confía en su defensa de la libertad de
expresión.
6. Uso privado / Uso público
5
La Ilustración, es decir, la superación de la minoría de edad, sólo requiere libertad para
hacer un uso público de la razón que nos permita expresar por escrito nuestras críticas a los
dogmas religiosos o o políticos. En tanto miembros de una comunidad cosmopolita nos
dirigimos al mundo de los lectores para liberarlos de los grilletes de la superstición y
emanciparlos mediante el saber.
Al uso público Kant contrapone un uso privado, esto es, un uso restringido a cierto
ámbito, un uso particular. Todo el que forme parte de la maquinaria del Estado debe atenerse
a este uso privado en tanto que desempeñe una determinado función. El soldado ha de
cumplir órdenes y el ciudadano pagar impuestos. Posteriormente pueden hacer públicas sus
quejas y observaciones pero primero han de obedecer. La distinción entre uso privado y uso
público de la razón es una traslación al ámbito político de su teoría moral. En cuanto fenómeno
estamos determinados por la causalidad pero en cuanto noúmenos nuestra voluntad es libre y
autónoma. Así, como parte de la maquinaria del Estado el ciudadano tiene que obedecer las
leyes del Gobierno pero como miembro de una comunidad cosmopolita tiene todo el derecho
a expresar sus opiniones para ir mejorando con ellas la legislación vigente.
7. Tutores
Los tutores que permanecen interesados en mantener a la humanidad en su minoría
de edad en realidad tienen una clara motivación política. Kant se refiere irónicamente a
médicos, abogados y sacerdotes como instrumentos del gobierno para manejar a sus
administrados. Los peligros inevitables de comenzar a pensar por uno mismo son calificados
por dichos tutores como obstáculos insalvables mientras que Kant ve en ellos tropiezos
necesarios en el camino a la libertad.
En realidad hacían bien esos tutores, esos administradores del Estado, en luchar contra
la expansión de la consigna “piensa por ti mismo” pues en poco tiempo esta sería el germen de
revoluciones y desórdenes sociales que cambiarían el mapa de Europa.
8. Ciudadano/súbdito
En el primer artículo definitivo de Hacia la Paz Perpetua Kant establece que la
constitución republicana ha de establecerse sobre tres principios: libertad, igualdad y
ciudadanía. El segundo de ellos, la igualdad, implica “la dependencia de todos respecto a una
única legislación común (en cuanto súbditos)”. Establece que todos los ciudadanos son iguales
ante la ley. Este principio es una crítica evidente a un aspecto de la realidad política de la
época: los privilegios de la nobleza hereditaria. Sin embargo, según Kant, el principio de
igualdad tiene una excepción: el soberano. Kant, como Hobbes, entiende que, debido a la
maldad intrínseca del ser humano, el estado civil sólo es posible si existe una autoridad
absoluta por encima de las leyes encargada de hacerlas cumplir. Ante las decisiones del
monarca no cabe el derecho de resistencia. Todos somos súbditos.
El tercer principio establece el derecho de ciudadanía que se refiere a la posibilidad de
los individuos de participar en la legislación del Estado, de ser colegisladores. Rousseau, desde
6
su propuesta de democracia asamblearia, considera que ser ciudadano implicaba participar en
la creación de las leyes, mientras que para Kant implica solamente que la voluntad general del
pueblo esté representada en la mente del soberano. Hay otra diferencia más entre Rousseau y
Kant: para Rousseau todos los individuos son ciudadanos mientras que para Kant existen
ciudadanos pasivos (sin derecho a voto) y ciudadanos activos (con derecho a voto). Estos
últimos son sólo los hombres mayores de edad propietarios de tierras, funcionarios o con
alguna profesión liberal. Quedan excluidos del voto los niños, las mujeres y los asalariados.
III. ANTROPOLOGÍA
9. Hombre
Kant inicia en 1770 el conocido como “período crítico”, en el que se pregunta sobre las
condiciones trascendentales de posibilidad en torno a cuatro preguntas con las que intenta
delimitar el campo de la Filosofía:
¿Qué puedo conocer?, ¿Qué puedo hacer?, ¿Qué me cabe esperar?, ¿Qué es el
hombre? A la primera pregunta responde la Metafísica; a la segunda, la Moral; a la tercera la
Filosofía de la Historia y la Religión, y a la cuarta, la Antropología. Pero, en el fondo, se podría
considerar que todo se reduce a la Antropología, pues las tres primeras preguntas se refieren a
la última.
En este sentido, la reflexión sobre el ser humano es lo que da unidad a todo su
proyecto filosófico.
La libertad y la autonomía del ser humano son las características esenciales del ser
humano pues constituyen la condición de posibilidad de la acción moral, la capacidad para
obrar según leyes que le da su propia razón.
En La religión dentro de los límites de la sola razón explicita claramente que el ser
humano viene definido por dos principios que coexisten en su naturaleza: un principio del bien
y un principio del mal. Por tanto, si consideramos la definición de naturaleza humana que el
propio Kant nos proporciona, podemos observar que es el propio individuo el que elige
libremente como máxima de su voluntad entre un principio subjetivo del bien o del mal (con
respecto a la ley moral objetiva), siendo ambos principios (tanto el del bien como el del mal),
innatos al ser humano.
IV. ÉTICA
10. Deber (es)
Las acciones humanas pueden tener su origen en las inclinaciones del cuerpo o en el
deber que emana de la razón práctica. Puede obrarse conforme a deber o por respeto al
deber. Obramos conforme a deber cuando obedecemos una norma para evitar consecuencias
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negativas como, por ejemplo, no robar para no ir a la cárcel. Obramos por respeto al deber
cuando obedecemos la norma sin tener en cuenta las consecuencias. El deber se expresa en el
imperativo categórico: “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo
que se torne ley universal” Se trata de un imperativo categórico, porque no está sometido a
condición alguna, es decir, no dice: “Si quieres…” (en cuyo caso sería hipotético). Y es formal,
ya que no expresa lo que hay que hacer (entonces sería material). Lo único que dice es que
para que una “máxima” personal de conducta que ella misma sí es material y particular pueda
ser considerada por mí como un deber moral, es preciso que yo pueda querer que se convierta
en un deber universal.
11. Voluntad de todo el pueblo
En la constitución republicana propuesta por Kant es básico el derecho de ciudadanía
según el cual todo los individuos son colegisladores. Es decir, en las decisiones legislativas del
soberano ha de estar representada la voluntad de todo el pueblo. El monarca no puede
imponer a sus ciudadanos ninguna norma que estos no se dieran a sí mismos.
El concepto Kantiano de “voluntad unida del pueblo” tiene su origen en el
rousseauniano de “voluntad general”. Pero Kant pone el acento en el carácter racional de la
voluntad, a la que identifica con la razón práctica autolegisladora. Es la voluntad racional de los
miembros del cuerpo político la que funda la validez universal de la legislación. Rousseau
opone a la voluntad general, que tiene la mira puesta en el bien común, la voluntad de todos
entendida como suma de los intereses egoístas de los individuos, y que no puede ser, por
tanto, el principio de una legislación universal. Kant, por su parte, señala que el Derecho no es
la creación de los arbitrios de los miembros del Estado, sino de la voluntad unida del pueblo,
que es una voluntad racional. El primer principio de la constitución republicana aleja a Kant de
Hobbes, para aproximarle decididamente a la tesis de la soberanía popular de Rousseau.
Según Hobbes, hay que salir del estado de naturaleza para asegurar la supervivencia y la
felicidad. Por eso puede valer, para Hobbes, como solución al problema que plantea el estado
de naturale-za, el Estado absoluto. En Kant, en cambio, la exigencia de salir del estado de
naturaleza procede de la razón práctica, que manda proteger la libertad de las personas, y el
Estado, en consecuencia, tiene que estar en consonancia con la libertad: sólo puede ser un
Estado basado en la autonomía. El Estado absoluto es, para Kant, incompatible con la
condición de persona racional del hombre.
12. Dignidad/conciencia moral
La conciencia moral es lo que otorga dignidad al ser humano. Frente a la Naturaleza
donde todo sucede según la ley de causalidad, el hombre dispone, gracias a la conciencia
moral, de la capacidad para distinguir el bien y el mal y la posibilidad de elegir.
La tercera formulación del imperativo categórico utiliza como criterio la necesidad de
considerar a cada ser humano racional como un fin en sí mismo.: “Obra de tal manera que
uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como
un fin y nunca solamente como un medio”.
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Ambos términos están muy relacionados. Como vimos antes, actuar de acuerdo con la
dignidad propia del ser humano es hacerlo desde la libertad y utilizando uno mismo su propia
razón (sin necesidad de tutor). Pues bien, tal uso implica la toma de conciencia de la validez
universal de universal de determinados preceptos, y esto se manifieta en la conciencia cuando
el ser humano puede desear que sean obedecidas por todos los seres racionales. Pues bien, la
conciencia moral consiste, precisamente, en la conciencia de la universalidad de tal deber y,
por consiguiente, de la obligación que para la propia persona se deriva de él.
Fuente:
http://auladefilosofia.net/2011/10/16/campo-semantico-kant-pau-extremadura-2012/
http://www.acfilosofia.org/index.php/materialesmn/historia-de-la-filosofia/42-filosofia-moderna/266-la-constitucion-republicana
http://filosofiayliteratura.jimdo.com/
http://filosofiayliteratura.jimdo.com/quién-soy/nietzsche/
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