Ilmo. Sr. D. José Luis Valdivieso Polaino.

Anuncio
JUR 2010\43656
Auto Audiencia Provincial Barcelona núm. 212/2009 (Sección 16), de 26 noviembre
Jurisdicción: Civil
Recurso de Apelación núm. 307/2009.
Ponente: Ilmo. Sr. D. José Luis Valdivieso Polaino.
JUICIO CAMBIARIO: demanda de oposición: excepciones: estimación: el deudor puede
oponer al tenedor cualquier motivo por el que no deba la cantidad o parte de ella: excepciones
basadas en las relaciones entre las partes: aplicación del art. 67 párr. 1º LCCH.
AUDIENCIA PROVINCIAL
DE BARCELONA
Sección Decimosexta
Rollo 307/2009-C
Juicio cambiario 898/2008
Juzgado de Primera Instancia número 1 de Terrassa.
A U T O Nº 212/2009
Ilmos. Sres.
D. AGUSTÍN FERRER BARRIENDOS
D. JORDI SEGUÍ PUNTAS
D. JOSE LUIS VALDIVIESO POLAINO
En la ciudad de Barcelona a veintiséis de noviembre de dos mil nueve.
Vistos, en grado de apelación, ante la Sección Decimosexta de esta Audiencia Provincial, los autos de juicio
cambiario número 898/2008, seguidos por el Juzgado de Primera Instancia número uno de Terrassa, a instancia de
INSTALACIONES FONELECA, S.L., contra DAIN PROMOCIONES Y NEGOCIOS, S.L. representada por la
procuradora Dª. Inma Guasch Sastre; cuyos autos penden ante esta sección en virtud del recurso de apelación
interpuesto por la demandada contra el auto dictado por dicho Juzgado en tres de diciembre de dos mil ocho.
ANTECEDENTES DE HECHO:
Primero: ElJuzgado de Primera Instancia número uno de Terrassa dictó auto en fecha tres de diciembre de dos
mil ocho , en los autos de juicio cambiario 898/2008, cuya parte dispositiva dice como sigue: "Que debía inadmitir la
demanda de la oposición formulada por la Procuradora Dª Roser Davi Freixa en representación de la entidad "Dain
Promociones y Negocios S.L." frente a la demanda de Juicio Cambiario interpuesta por la entidad "Instalaciones
Foneleca S.L." representada por el Procurador D Ricard Casas Gilberga; acordando seguir adelante el despacho de
ejecución hasta hacer trance y remate de los bienes que han sido objeto de traba, y con su producto hacer entero y
cumplido pago a la actora ejecutante de la suma de 19.656,00 euros de principal, más la suma de 4.536,00 euros
calculada para intereses de demora, gastos y costas causadas y que se causen en el presente juicio.".
Segundo: Contra dicho auto se formuló recurso de apelación por la demandada y demandante de oposición.
Admitido el recurso, se dio traslado a la parte contraria, que se opuso. Seguidamente se elevaron las actuaciones a
esta Audiencia Provincial, donde, tras ser turnados a esta Sección y tras los trámites correspondientes, quedaron
pendientes para deliberación y decisión, que tuvieron efecto en fecha doce de noviembre del corriente.
Tercero: En el procedimiento se han observado las prescripciones legales.
Visto, siendo ponente el magistrado señor JOSE LUIS VALDIVIESO POLAINO.
FUNDAMENTOS DE DERECHO:
PRIMERO El auto apelado denegó la admisión de la demanda de oposición formulada por la libradora del pagaré
objeto del proceso, demandada inicial en éste.
El Juzgado se funda en que el juicio cambiario es de naturaleza sumaria y no es propio que se discutan en él
cuestiones complejas. De ahí la doctrina, que se dice mayoritaria en las audiencias provinciales, según la cual cabe
oponer en tales procesos la falta de cumplimiento total de la obligación para cuyo pago se libró el efecto cambiario
pero no, en cambio, el incorrecto cumplimiento de esa obligación. Lo primero no reviste especial dificultad o dificultad
importante. Por el contrario, la discusión sobre si un contrato, por ejemplo de obra como es el caso, fue
insuficientemente o mal cumplido, reviste o puede revestir en muchos casos una complejidad para la que no está
pensada esta clase de procesos. Es precisa en tales casos una intensidad de actuación en el proceso que no
guarda relación con este tipo de procedimientos.
SEGUNDO Se da la circunstancia, que pone de relieve la recurrente, de que el auto apelado deja sin efecto lo
dispuesto en otra resolución anterior. Porauto de 24 de septiembre de 2.008 el Juzgado acordó admitir a trámite la
demanda de oposición formulada y mediante el auto recurrido se acordó, literalmente, "inadmitir la demanda de
oposición formulada". Como puede verse, mediante esta última resolución el Juzgado dejó sin efecto la primera, lo
que no se hizo mediante la formulación de un recurso, única forma en que podía prescindirse de la inicial resolución.
Esta es la primera razón por la que ha de estimarse el recurso.
TERCERO La recurrente aborda cuestiones más de fondo.
Como el auto apelado invoca distintas resoluciones de audiencias provinciales en apoyo de su tesis, el recurso
pone énfasis en que lo invocado son sentencias, a las que precedió un conocimiento y un debate procesal que aquí
han faltado por completo, lo que es inadmisible. De algún modo puede sugerir ese planteamiento que sería correcto
que el juez resolviese no entrar en las cuestiones planteadas, por su complejidad, impropia del juicio cambiario, pero
siempre que lo hiciese en la sentencia final. Evidentemente ello produciría el efecto de consumir inútilmente energías
y recursos, para no entrar luego en el fondo del asunto, por su naturaleza compleja. Sin embargo, aparte de esa
reflexión de que las decisiones invocadas por el juez son sentencias, el recurso se refiere también al núcleo del
problema, esto es, afirma que la demandada y demandante de oposición puede defenderse plenamente en el juicio
cambiario, sin las restricciones que propugna el Juzgado.
Es ésta la cuestión que ha de abordarse seguidamente. Si se admitiese que en el proceso cambiario hay
cuestiones que no pueden resolverse, es evidente que tales cuestiones no podrían ser objeto del proceso y que, en
consecuencia, el juez debería impedir toda actuación relacionada con ellas. Ese es uno de los principios del proceso
judicial. Lo que, por no haber sido alegado ni pedido o por no estar permitido por la ley que se discuta, no forma
parte del objeto del proceso, no puede, en efecto, ser considerado en él. Eso que no se alegó o que la ley no permite
que se ventile en el pleito no puede ni dar lugar a alegaciones ni a la práctica de pruebas que, en efecto, en tales
casos serían completamente estériles.
CUARTO Pues bien, en cuanto al núcleo de la cuestión, no se comparte el criterio del Juzgado, ni el de los
tribunales colegiados que han mantenido dicha posición, porque, al entender de esta sala, es un criterio que va
contra lo establecido por la ley.
Dice elartículo 67 de la Ley Cambiaria y del Cheque que el deudor cambiario podrá oponer al tenedor de la letra
las excepciones basadas en sus relaciones personales con él. Esta es la única norma del aludido artículo que nos
interesa, porque las demás que contiene no hacen al caso. El texto legal no deja lugar a dudas: el en principio
obligado cambiario puede oponer al tenedor del efecto cualquier motivo por el que no deba la cantidad, o toda la
cantidad, que menciona el título. Todos los motivos, excepciones en la terminología legal, pues la ley no contiene
ninguna restricción.
El precepto no tiene referencias procesales. La Ley Cambiaria lo que hace es precisar que el en principio
obligado puede oponerse a una reclamación basada en un título cambiario invocando cualquier razón por la que no
deba lo que se le pide. Si el acreedor cambiario acude al juicio declarativo ordinario para formular su reclamación, el
deudor no podrá oponer más razones o medios de defensa que los que dice esta norma delartículo 67 que estamos
examinando. Y no podrá porque, aparte de que la ley no hace ningún distingo procesal, no hay más razones que las
que dice la norma. Las excepciones basadas en las relaciones entre las partes. No hay más posibles medios de
defensa y, por tanto, no puede pretenderse que en ningún tipo de proceso puedan oponerse otras cosas. Se repite
que se está considerando la norma aplicable a este caso, de las contenidas en elartículo 67. Los supuestos de
informalidad del título a que alude el párrafo segundo del artículo no nos interesan, porque no han sido introducidos
aquí. La extinción del crédito, que también menciona el último subpárrafo de este párrafo segundo, parece, en
realidad, redundante con la norma sobre oponibilidad de todas las excepciones.
QUINTO Pues bien, elartículo 824.2 de la Ley de Enjuiciamiento Civil dispone que el deudor cambiario podrá
oponer al tenedor del título "todas las causas o motivos de oposición previstos en elartículo 67 de la Ley cambiaria y
del cheque". Todas, dice la ley. Las palabras tienen un significado y "todas" quiere decir exactamente eso que dice.
Por tanto, cualquier limitación que se formule al respecto irá, inevitablemente, contra el texto terminante de la ley.
Por ello no puede compartirse la interpretación que se hace en el auto apelado, y, ciertamente, en decisiones de
esta misma Audiencia de Barcelona. La negativa a admitir ciertos motivos o causas no excluidos por la ley,
infringiría, a juicio de este tribunal, el derecho a la tutela judicial efectiva y a la defensa en juicio. El demandado
cambiario tiene derecho a oponer cualquier medio de defensa que tenga frente al demandante. Impedirle utilizarlo le
produciría indefensión. Porque no puede olvidarse que la cruz de semejante limitación es obligar al demandado
cambiario a soportar la ejecución y a entablar un proceso ordinario.
Es cierto que el últimopárrafo del artículo 827 de la Ley de Enjuiciamiento Civil puede suscitar cierta perplejidad.
Si pueden oponerse en el juicio cambiario todos los medios de defensa posibles, no parece que tenga sentido prever
que puedan plantearse en juicio ordinario las cuestiones que no pudieron ser alegadas en el proceso cambiario.
Mas, en primer lugar, aunque aceptemos la paradoja, no dejará de ser cierto lo que, de modo terminante, establece
elartículo 824.2 ni, tampoco, lo que establece elartículo 67 de la Ley Cambiaria, en su inciso inicial. En segundo
lugar, pueden imaginarse cuestiones no planteables en el juicio cambiario por motivos de tiempo, como si ocurren
después de sustanciarse dicho juicio, al modo (sólo al modo, pues no son normas completamente parangonables)
de lo dispuesto en elartículo 564 de la ley procesal. En tercer lugar, lo que hace la ley es formular una cláusula de
cierre, establecer una especie de precaución. Quizá la prevención legal sea innecesaria y quizá obedezca a una
especie de miedo del legislador a que algo se le haya escapado al enunciar los motivos que pueden debatirse en
estos procesos. Probablemente sea una rémora de otros tiempos, de una tradición. Mas esta prevención, este gesto
de prudencia legislativa, no enerva ni deja sin efecto lo que dice el repetidoartículo 824.2 : "todas".
SEXTO Evidentemente que el criterio que se sostiene complica, o puede complicar en ciertos casos, el proceso
de oposición. Ya se sabe lo complicado que puede ser liquidar una obra y, a veces, los títulos cambiarios se libran
para pagar una obra, o una parte. Este es uno de esos casos. Pero es que lo que la ley no quiere es que quien no
debe una cantidad tenga, no obstante, que pagarla. Y determinar si alguien debe o no debe una cantidad reclamada,
o parte de ella, puede ser complicado en ocasiones. Pero eso es inevitable, pese a lo cual la ley quiere que tales
cosas se discutan en el ámbito de una oposición cambiaria, por los trámites del juicio verbal (en el que, por cierto, los
documentos no puede presentarlos el demandante de oposición, demandado cambiario, en el propio acto de la vista,
contra lo que sostiene la recurrente).
Puede discutirse si lo expuesto es o no racional. Pero no puede olvidarse que es la ley la que establece el
procedimiento y a él hay que atenerse. También puede reclamarse un resto de menos de tres mil euros de la
liquidación de una obra y desencadenarse, así, un procedimiento no menos complejo que el que tiene lugar en un
juicio cambiario como éste, el cual, sin duda, habría de sustanciarse también en juicio verbal.
De otro lado, no es irracional el resultado que finalmente se produce. Las reclamaciones derivadas de títulos
cambiarios han de solventarse con más rapidez que cuando no existen dichos títulos. Siempre ha sido un designio
legal procurar robustez y seriedad a estos medios de pago. Por tanto, sí es razonable que la ley quiera que todas las
discusiones a las que puede dar lugar un cheque o un pagaré se resuelvan con más rapidez que si tales
documentos no existen. Los títulos cambiarios constituyen, por sí mismos, una prueba de la existencia de una
deuda. Desmentible por otras, cierto; desmentible incluso sin ninguna limitación. Pero una prueba al fin, porque, por
lo general, no se libran cheques o pagarés cuando no se debe.
SÉPTIMO La última petición que hace la recurrente es peculiar. Se pretende que este tribunal aparte del
conocimiento del proceso al juez que dictó el auto apelado, porque el mismo ya habrá formado criterio. Es discutible
si ello podría hacerlo la sala, aunque en la práctica se observan esa clase de pronunciamientos, si bien, que
conozca la sala, sólo en el ámbito penal. Pero es que, procedente o no en abstracto una medida semejante, en este
caso no debe adoptarse, por la sencilla razón de que el juez de primera instancia ha manifestado su criterio sólo
respecto a una cuestión procesal, cual es la del ámbito que puede tener la oposición en el juicio cambiario. Respecto
a dicha cuestión, el juez ya no deberá pronunciarse, porque lo hace ahora esta sala y, lógicamente, el juez deberá
atenerse a lo que aquí se resuelve. Habrá de entrar, por tanto, en los motivos de oposición esgrimidos por la
apelante y respecto a ellos es evidente que no ha manifestado su criterio el juez.
OCTAVO Estimándose el recurso, no se hará especial pronunciamiento sobre las costas del mismo, conforme a
lo dispuesto en elartículo 398 de la Ley de Enjuiciamiento Civil .
Vistos los preceptos legales citados,
LA SALA ACUERDA
estimar el recurso de apelación interpuesto contra el auto mencionado en el primer antecedente, el cual se
revoca y se deja sin efecto, de tal modo que deberá el Juzgado sustanciar la oposición entablada por el
procedimiento legalmente establecido y examinar y decidir sobre el fondo de las cuestiones planteadas en dicha
oposición. Sin costas.
Remítase testimonio de este auto al Juzgado de procedencia, para su cumplimiento, con devolución de las
actuaciones originales.
Así lo acordó la sala y lo firman los magistrados indicados al principio. Doy fe.
Descargar