“Las consecuencias para la comunicación en general no se hacen

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1 XII Encuentro Latinoamericano de Facultades de Comunicación Social FELAFACS ­ Pontificia Universidad Javeriana Bogotá, septiembre de 2006 Mesa # 5: La producción contemporánea de la subjetividad y el “yo” MODERADOR: Richard Tamayo COMUNICACIÓN O LAS RESONANCIAS DEL CUERPO Ponente Nina Cabra Docente Universidad Central “Las consecuencias para la comunicación en general no se hacen esperar. Esta no comienza con la voz humana. Al contrario, la voz humana es un islote, una intercepción en el fondo acústico del universo.” Jaime Rubio Angulo In memoriam El hombre, en sus múltiples pliegues y metamorfosis, ha dado paso a distintas formas de comunicación y con ello a diversas posibilidades de organizar la vida en común. El hombre se ha percibido a sí mismo como el sujeto político, la encarnación de Dionisos, el ser natural, el hijo de Dios, el dueño del mundo, el sujeto racional, el umbral de los devenires... cada forma de ser implica unas posibilidades vitales diferentes, una posición que determina unos límites y unos movimientos viables, así como unas formas de comunicación singulares. La percepción de sí mismo implica una forma de asumirse en el mundo y abre paso a las posibilidades de relación con los demás.
2 En este momento en que la línea unidireccional del racionalismo, que trataba de someterlo todo, se ha dispersado; en este lugar de la vida en que los afectos, el deseo y la intuición han elevado puentes colgantes para evadir el dominio absoluto de la razón y la unidimensionalidad; podemos sentirnos y pensarnos como cuerpos comunicantes. El cuerpo es para nosotros la instancia vital que nos permite comprender el mundo y habitarlo. La comunicación se puede pensar como la composición de cuerpos, afectos y deseos. El cuerpo es el espaciotiempo de nuestra experiencia, de las posibilidades de una subjetividad siempre en transformación. “El cambio de época está en los cuerpos y en los trastornos que desde el cuerpo alteran los regímenes de lo sensible y lo inteligible. A la crisis de los mapas ideológicos se agrega una erosión de los mapas cognitivos y de los expresivos también.” 1 En estas transformaciones, el cuerpo es agente de esos nuevos regímenes de sensibilidad e inteligibilidad. En tanto cuerpos, podemos pensarnos como el punto de cruce de fuerzas de orden inteligible, sensible y expresivo. Lugar bisagra desde el cual habitamos y transformamos nuestra propia naturaleza. Es la lógica del cuerpo la que traza los posibles recorridos y movimientos de las diversas formas de la subjetividad, configuradas a partir de múltiples formas de ser, saber y hacer. Esa lógica nos habla de que “hay un saber del cuerpo que no es pensable desde la conciencia en que se representa el mundo, pero que es accesible a la experiencia originaria en que se constituye el mundo, y en especial el mundo del arte, interfaz entre la percepción y la expresión. Constituido en punto de vista desde el cual el mundo toma sentido, el cuerpo deja de ser el instrumento del que se sirve la mente para conocer y se convierte en el lugar desde el que veo y toco, o mejor desde el que siento cómo el mundo me toca.” 2 Tocar y ser tocado por el mundo implica el movimiento en el que se va configurando una cierta sensación, lugar en constante desplazamiento y composición. Esa experiencia se configura como contrapunto, como polifonía en el roce y el contacto con el cuerpo del 1 BARBERO, Jesús M. Arte comunicación tecnicidad en el fin de siglo. En ensayo y error año 3 n 5 octubre 1998. pg 198­199. 2 Ibidem, pg 209
3 mundo, con el cuerpo de la madre, con el cuerpo de un amante o de cierto corpus musical. Pensarnos desde el cuerpo implica que la comunicación es un acontecimiento constitutivo, que afecta, que altera los cuerpos que se tocan, alquimia de los cuerpos que guardan y activan los secretos de la transmutación. Iimpacto sobre la sensibilidad: Cuerpos y afectos. Cuando asumimos que el cuerpo deja de ser un instrumento de la mente, para convertirse en un punto en el espaciotiempo, en un escenario de toque y de roce con el mundo, ingresamos en una perspectiva estética que configura al cuerpo en el movimiento. El cuerpo deja de ser asumido desde su condición material y pasa a ser pensado desde sus posibilidades de acción y relación. Así, el cuerpo se piensa desde sus posibilidades de tocar y trastocar el mundo y de ser tocado por él: dos cuerpos en relación que se afectan mutuamente. En algunos momentos el mundo se mueve mas rápido, y en otras ocasiones mi cuerpo se acelera y se agita mucho más de lo que puede hacerlo el cuerpo del mundo. Desde esta óptica, estaríamos mas cercanos a la idea de que un cuerpo es esencialmente una composición de lentitudes y velocidades con una cierta potencia, es decir con una cierta posibilidad de acción. En un cuerpo se componen fuerzas y energías de diversos movimientos. De acuerdo con la relación de velocidad, este cuerpo tendrá una naturaleza particular. Los cuerpos más simples se conforman en el movimiento de unas partículas en relación con otras. Estos cuerpos simples se componen con otros cuerpos afines con su naturaleza y pueden dar paso a cuerpos compuestos de diversa complejidad. Ahora, dependiendo de cómo se comunican los cuerpos que articulan un cuerpo compuesto depende la naturaleza de éste último. “Cuando ciertos cuerpos, de igual o distinta magnitud, son compelidos por los demás cuerpos de tal modo que se aplican unos contra otros, o bien –si es que se mueven con igual o distinto grado de velocidad­ de modo tal que se comuniquen unos a otros sus movimientos según una cierta relación, diremos que esos
4 cuerpos están unidos entre sí y que todos juntos componen un solo cuerpo, o sea, un individuo que se distingue de los demás por medio de dicha unión de cuerpos. 3 Componer no implica únicamente poner juntos varios cuerpos. La composición implica una cierta relación en la que los cuerpos se comunican movimientos. Se puede decir que para lograr la composición o la afectación de un cuerpo, es decir la alteración de sus propias relaciones de movimiento y reposo, es esencial un momento de comunicación, que no se trata de transmitir información sino de transitar de un estado a otro. Este tránsito se verifica en términos de acción y no de substancia del cuerpo. Es decir, el transito se verificaría si un cuerpo en reposo transita hacia el movimiento, si un cuerpo impotente transita hacia la acción, cuando un cuerpo que ha entrado en un movimiento que lo puede destruir pasa a un reposo que le permite conservar su naturaleza. En este orden de ideas, un átomo es un cuerpo, una relación de movimientos de los electrones alrededor del núcleo, y este cuerpo simple se puede componer con otros para configurar un cuerpo molecular, que, tejiéndose con otros afines en sus posibilidades de movimiento, puede dar paso a un órgano o a una planta o a un gas. Todos estos cuerpos se componen cada uno en su movimiento respectivo, para conformar el cuerpo de una laguna o del río Bogotá que, a su vez, se puede componer con las relaciones de movimiento que implica un barrio y componer así el cuerpo complejo de una ciudad. Desde esta perspectiva, el cuerpo y el afecto no pueden pensarse aisladamente. ¿Qué puede un cuerpo? La respuesta sería: lo que sus afectos le permiten. Affectus: hacerle algo a alguien, los afectos son pues las fuerzas de un cuerpo, sus capacidades para entrar en la acción. El poder que tiene un cuerpo de afectar a otro, se piensa en términos del impacto que tiene uno sobre la composición del otro. Además, es necesario recordar que Spinoza plantea dos afectos básicos, alegría y tristeza que pueden alterar la potencia de obrar. Cuando un cuerpo alegra a otro, lo afecta en la medida en que lo que le hace es elevar su potencia de obrar, lo pone en acción. Mientras que un cuerpo puede reducir las velocidades de otro, hasta tal punto que lo entristece, reduce su potencia de acción. 3 SPINOZA, Baruch. Etica. Alianza editorial. Madrid. 2001 Pg 133.
5 Desde esta óptica, “no definiremos algo ni por su forma ni por sus órganos y funciones, ni como substancia o sujeto. Empleando términos de la edad media o de la geografía la definiremos por longitud y latitud. Un cuerpo puede ser cualquier cosa, un animal, un cuerpo sonoro, un alma o una idea, un corpus lingüístico, un cuerpo social, una colectividad.” 4 Y estos cuerpos no son islas separadas, sino que existen en tanto se pueden encontrar con otros cuerpos que los mueven a una potencia mayor. Los cuerpos pueden preservar su existencia en tanto se pueden componer unos con otros, en tanto se pueden comunicar sus relaciones de fuerza y movimiento. Esta relación “engloba tanto para el cuerpo como para el espíritu, un aumento o disminución de la potencia de acción... el affectus remite al paso de un estado a otro distinto.”5 Tránsito en el que el cuerpo se hace otro, en el que puede transmutarse, pasar a un estado que favorezca su naturaleza, que aumenta sus posibilidades vitales. y este tránsito sólo es posible en la medida en que el cuerpo se encuentre con otros que eleven su fuerza de obrar, en tanto se comuniquen pasiones alegres. La comunicación se inscribe así en la esfera estética, configurando como horizonte de movimiento la sensibilidad, asumida como la capacidad de afectar y de ser afectado por otros cuerpos y por sus fuerzas. La comunicación se asume desde esta perspectiva, como un impacto sobre la sensibilidad y en esta medida el lugar de su acción es el cuerpo. Así pues, la comunicación se puede pensar como la relación en la que los cuerpos se transmiten movimientos y reposos alterando su composición, de tal manera que se les hace transitar de un estado otro. El masaje Los medios son cuerpos en tanto son composiciones de velocidad y lentitud, con determinados niveles de potencia. Es decir, los medios son relaciones de movimiento atravesados por ciertos afectos, por ciertas capacidades de alterar otros cuerpos y con la capacidad de ser alterados por otros cuerpos sociales. Así, la oralidad implica una serie de velocidades y unas posibilidades de afectar a los oyentes y a los oradores; el libro está 4 5 Deleuze, Gilles. Spinoza. Filosofía práctica. Tusquets editores. Barcelona. 1981, Pg 155 Ibidem.. Pgs 62 – 63.
6 compuesto por una serie de velocidades que transforman al lector y al escritor; el cine y la televisión son la composición de aceleración y lentitud, montaje, en el que se componen ritmos y movimientos diferentes. Para pensar los medios como cuerpos hay que estar inscritos en la concepción de la comunicación como campo, como cruce de fuerzas. Cuerpo que masajea, cuerpo sobre cuerpo; en otras palabras, acción sobre otra acción, composición de fuerzas que afecta otra composición de fuerzas que moldean nuevos cuerpos. No sólo transmisión de información sino composición de nuevas formas de vivir. Los cuerpos de los medios afectan el cuerpo social para darle nuevas formas y el cuerpo social, en su movimiento, traza nuevos medios que le den nuevas formas de masaje. En este punto es importante señalar que cuando hablamos de medios de comunicación no estamos aludiendo únicamente a los mass media , sino a todas aquellas formas de expresión y enunciación que llegan a afectar la composición del cuerpo social. En este sentido, diversos objetos y actores culturales pueden ser pensados como medios de comunicación, en tanto que logran una afectación sobre otros cuerpos. En este sentido, podemos pensar en el cuerpo de un mimo que recompone los bloques de velocidad y lentitud del cuerpo de la calle; también podemos pensar en la articulación de los objetos de un parque, en la composición de cuerpos que ejercen resistencia civil. Los medios de comunicación dejan de ser instrumentos para devenir cuerpos que pueden hacerle algo a otros cuerpos. La forma en que se despliega la acción de los medios de comunicación es a través de la sensibilidad, a través del cuerpo. Los medios afectan nuestra sensibilidad, nuestra manera de percibir el mundo y de habitarlo; los medios transforman la velocidad del cuerpo social a través de nuevas composiciones sensoriales. La penetración de los medios genera aperturas en los cuerpos sociales, nuevos caminos para abrirse al mundo y de ser tocados por el. Al inscribir nuevos sentidos en el cuerpo social, los medios configuran nuevas sensibilidades que se despliegan con nuevas inteligibilidades. Esta alteración de la percepción obra en virtud de la naturaleza corporal de los medios de comunicación. En este punto, podríamos dar una dimensión distinta a la idea instrumental
7 de los medios como prolongaciones del cuerpo. Prolongar viene del latín prolongare: pro hacia delante, hacia fuera, que se extiende, longus largo. La prolongación no es un añadido, sino un movimiento del cuerpo que se extiende; los medios son el despliegue del cuerpo social, son la expresión de un cuerpo que se mueve hacia fuera de sí mismo, que rompe sus propios límites entrando en una nueva configuración. El cuerpo humano se mueve, se recompone, sus relaciones de velocidad y lentitud se fugan de sí mismo y abre paso a nuevos cuerpos. El cuerpo que se extiende largamente, se mueve hacia una composición de fuerzas distinta. Los medios de comunicación se pueden pensar como la elevación de las potencias y afectos corporales. Si el cuerpo humano se mueve hacia un afuera que se extiende largamente, es porque en este movimiento incrementa sus posibilidades de acción. El cuerpo se afecta, se empuja hacia el umbral de las metamorfosis para trastocar su textura y su densidad, para ingresar en nuevos niveles de resonancia, de reverberación, de sentido, luminosidad, calor y estados intermedios que transforman su propia realidad. Los medios de comunicación son una forma en que la naturaleza se afecta a si misma a través de los cuerpos que la componen. Los medios pueden afectar al cuerpo social de muchas formas. Pueden aplastar el movimiento vital, pueden hacerlo mutar hasta que no quede más que una masa inerte, sin fuerza, sin velocidad. Un cuerpo hundido en la inercia, incapaz de sentir, el masaje se hace tortura. Pero el desastre se puede conjurar. La Comunicación puede elevar la potencia de acción de los cuerpos a través de la creación de medios de expresión que nos lleven a una transmutación, en la que se eleven las fuerzas y las formas de la acción. Y este movimiento requiere una inscripción en la sensibilidad y en la imaginación. En este sentido, la comunicación deja de ser decirle algo a alguien para atravesar hasta una nueva postura que es hacerle algo a alguien o componer a alguien, transformar su posibilidad de acción. Pasar a alguien de un estado a otro. Y aquí alguien no es un yo concreto sino un cuerpo en movimiento, una composición de lentitudes y velocidades, experiencia de sí como lugar de la acción y la transformación. El paso del decir supera las fronteras del lenguaje y se hace carne, cuerpos en movimiento que transitan de un estado a otro.
8 La transmutación de la subjetividad. La transmutación implica un cambio de naturaleza, es la huella que deja sobre los cuerpos el tránsito constante de un estado a otro. Composiciones de afectos, cuerpos… “ya no hay sujetos sino tan sólo estados afectivos individuales de la fuerza anónima.” 6 Estados afectivos que se desplazan de una forma a otra, que se configuran en distintos puntos y que se recomponen por acción de los cuerpos que los movilizan. Formas de producción de la subjetividad, emplazamientos cambiantes que trazan nuevas formas de relación, nuevas posibilidades de organizar la vida. Desde la lógica del cuerpo, ya no hay sujeto como lugar fijo y definido, como un vínculo inquebrantable que limitaba las formas múltiples de la vida. Inscribirnos en la lógica del cuerpo y de sus fuerzas implica pensar en los desplazamientos, en las reconfiguraciones de nuevas formas sensibles e inteligibles que abren paso a la diversidad de la vida. Formas de subjetividad cambiantes y creativas, “…dimensiones polifónicas de la subjetividad. La subjetividad resulta siempre de la conjunción de componentes heterogéneos. 7 Asumirnos como cuerpos nos inscribe en la idea de una ecología de la comunicación, que implica desplegar el movimiento de composición en múltiples direcciones; permitir el encuentro de dimensiones de pensamiento y acción diversos, construcción de enlaces que tiende a “establecer puentes entre la ecología de lo visible y la ecología de lo incorporal, es decir la producción de subjetividad, entonces deviene concebible una refinalización de lo social hacia fuera de la esfera, sea del beneficio, sea de la regulación autoritaria…la posibilidad se abre entonces en recomponer las actuales sensibilidades ecológicas, con toda su ambigüedad, con nuevos horizontes ontológicos.” 8 6 Ibid pg 156 GUATTARI, Félix. Hacia una Autopoiética de la comunicación. On Line. En http://www.sindominio.net/biblioweb/telematica/guattari.html 7 8 iibidem pg 6
9 Cambio que se propaga hacia todas las partículas de esa polifonía de la subjetividad. El encuentro de los cuerpos es alquimia: “te abrazo, nuestra contingencia produce, aquí, ahora, matiz sobre matiz, mezcla sobre mezcla. Café sobre gris o púrpura sobre oro… cuando un amarillo desciende al azul se convierte en verde…yo te abrazo campana y yo te abandono bronce, tu me abrazas metal blanco, tu me dejas bermejo.” 9 La transmutación no funde los cuerpos en uno mismo, sino que abre paso a nuevos seres, a nuevas formas de sentir y de vivir. La ruptura de una forma de asumir la vida se puede dar en un abrazo, en una sala de cine, en la música, entre los pliegues de un cómic. “Sin la experiencia de la mezcla de cuerpos, sin estos abigarramientos tangibles y estas multiplicidades mitigadas, se habrían confundido durante mucho tiempo existencia y muerte.” 10 El juego de la transmutación es la expresión misma de la vida. Nada en la naturaleza permanece fijo, la vida se preserva en la diferenciación, en la diversidad. Y la experiencia de cuerpos es un asunto de composición, de mezcla transformadora. Movimiento incesante que lleva en su fondo el poder de la transmutación. La ética del cuerpo Pensarnos como cuerpo nos pone ante la evidencia de que somos parte de algo, estamos inscritos en la relación de movimientos de cuerpos más complejos que nosotros mismos. Somos una parte de la naturaleza con una cierta capacidad de hacer cosas para preservar nuestra vida, pero hay cuerpos y causas exteriores que nos superan en fuerza y que pueden ponernos en peligro. Así, buscamos una composición que nos salve, que nos haga más fuertes: la sociedad es un “conjunto de hombres que componen su potencia respectiva para formar un todo de potencia superior.”11 Cuerpos que se configuran y se dispersan y estos movimientos tienden hacia la afirmación de la vida. Y esta vida no se limita a la conservación de ciertas funciones o al mantenimiento de un status quo. La vida está atravesada por el deseo, “que es la esencia misma del hombre, 9 . SERRES, Michel. Los cinco sentidos. Ciencia, poesía y filosofía del cuerpo. Taurus. Madrid 2003 pg 32 Ibidem pg 33 ­ 34 11 Deleuze G. Spinoza filosofia práctica Pg.130
10 10 en cuanto determinada a obrar aquellas cosas que sirven para su conservación.” 12 Y esta conservación está determinada por los afectos, es decir por las fuerzas que atraviesan a los cuerpos. Spinoza nos presenta la alegría como la pasión que favorece y aumenta la potencia de hacer cosas que preserven el propio ser, y, por el contrario, llama tristeza a las fuerzas que reprimen o disminuyen esta capacidad de obrar. La alegría es la fuerza vital, la capacidad de un cuerpo de conservar su propia existencia. “Por ejemplo, dado un animal, ¿a qué es indiferente este animal en el mundo infinito, a qué reacciona positiva o negativamente, cuáles son sus alimentos, cuáles son sus venenos; qué es lo que el toma de su mundo? Todo punto tiene sus contrapuntos…” 13 En el gran movimiento de composiciones de la naturaleza, lo que para unos animales es alimento, para otros es veneno mortal. Hay ciertos cuerpos que favorecen la vida de ciertos animales y otros que la amenazan. “No habría sino un medio para hacer viable el estado de naturaleza: esforzándose en organizar los encuentros… no evitaremos todo mal encuentro, no evitaremos la muerte. Pero nos esforzamos en unirnos a lo que conviene con nuestra naturaleza, en componer nuestra relación con las relaciones que se combinan con la nuestra, de unir nuestros gestos y nuestros pensamientos a la imagen de cosas que acuerdan con nosotros.” 14 El deseo y la alegría nos lanzan a la búsqueda de los cuerpos y fuerzas que mas nos convienen, que alimentan nuestra naturaleza. En afirmación de la vida buscamos el encuentro con otro que nos haga transitar hacia un estado en el que podemos desplegar mas acciones para preservar la propia vida. La comunicación como afectación implica una dimensión ética, configurada por el esfuerzo de organizar los encuentros, buscando aquellos que alegran al cuerpo, que favorecen la preservación y la afirmación de su propia vida. En el cuerpo social lo ético es la alegría, la potencia creciente que nos lleva a la creación de nuevas formas de la sensibilidad y del pensamiento. La ética no se configura por fuera del cuerpo ni por fuera de la sensibilidad que abre nuevos mundos para la vida. La ética se traza en los 12 Spinoza B. Etica. Pg 262 Deleuze G Spinoza filosofia práctica pg 153 14 DELEUZE, G. Spinoza y el problema de la expresión. Muchnik editores, Barcelona. Pg 253
13 11 movimientos de la estética de ese acontecimiento que hace mutar los cuerpos: la comunicación. “Ir hasta el final de lo que se puede es la tarea propiamente ética. Es a partir de allí que la Etica toma su modelo del cuerpo; pues todo cuerpo extiende su potencia tan lejos como puede. En un sentido, cada ser, a cada momento, va hasta el final de lo que puede. Lo que puede, eso es, su poder de ser afectado, que se halla necesariamente y constantemente colmado por la relación de este ser con los otros.” 15 Y las formas en que se componen las potencias de los hombres, la relación que se puede establecer entre sus velocidades y reposos definen lo que Deleuze llama tipos de sociabilidad, no formas de captura sino relaciones de composición. Niveles de afinidad, posibilidades de encuentro alegre que configuran comunidades de composición . Cuerpos que se encuentran y que logran perfilar puntos y contrapuntos que los alimentan y los fortalecen. Encuentros que alegran la vida. Cuerpos que se mueven sólo por los golpes de sus propias vibraciones, por el deseo de recomponer sus propias resonancias, por la lógica de su propia conservación. La perspectiva de la comunicación como acontecimiento corporal nos inscribe en el roce, en el calor, en la sensación inquietante de la cercanía de otro que nos puede transformar. La comunicación se desplaza así, hacia otros lenguajes, mucho más antiguos, que los de la palabra. Secretos del cuerpo que se pueden contagiar, que se pueden propagar en ondas que desdibujan y alteran el mundo. El cuerpo sería el lugar de esas descargas, de esos relámpagos que cada vez, nos muestran un lado oculto de la condición humana. Desde esta perspectiva, la comunicación tendría su esencia en el movimiento de afectos, de cargas emocionales, sensoriales, anímicas y mentales. El sentido de la comunicación sería la mutación de los cuerpos, el traspaso, envío y donación de fuerzas que permiten nuevas percepciones y acciones a los cuerpos involucrados. Y esta dimensión 15 Ibidem. Pg 262
12 transformadora de la comunicación inaugura la ética del cuerpo, la alegría del encuentro que alimenta y nutre, que favorece la resonancia y la vibración de cada cuerpo. El movimiento de fuerzas que siguen vinculadas con el campo de lo sagrado y lo secreto, fuerzas que mantienen la vida y que nos mantienen inscritos en ese gran cuerpo que es la naturaleza. Desde la perspectiva del cuerpo, la comunicación sigue siendo un umbral extraño y peligroso, en el que se articulan nuestra condición cultural y nuestro fondo animal, nuestra posibilidad de transformar la naturaleza y nuestro destino inquebrantable de seguir perteneciendo a ella. BIBLIOGRAFIA SPINOZA, Baruch. Etica. Alianza editorial. Madrid. 2001 DELEUZE, Gilles. Spinoza. Filosofía práctica. Tusquets editores. Barcelona. 1981 DELEUZE, Gilles. El problema de la expresión en Spinoza. Muchnik editores. Barcelona. 1999 BARBERO, Jesús M. Arte comunicación tecnicidad en el fin de siglo. En ensayo y error año 3 n 5 octubre 1998. Mc LUHAN, Marshall. Quentin F. El medio es el masaje. Bantam Books, 1967 GUATTARI, Félix. Hacia una Autopoiética de la comunicaión. On line .www.sindominio.net/biblioweb/telematica/guattari.html GUATTARI, Félix. La revolución molecular. Centro editorial Universidad del Valle, Colombia 1994 SERRES, Michel. Los cinco sentidos. Ciencia, poesía y filosofía del cuerpo. Taurus.Madrid 2003 RUBIO A. Jaime. Escuchar. Signo y Pensamiento N 35 1998 RUBIO A. Jaime. Comunicación – cultura: complejidad y ambiguedad. Signo y Pensamiento N 11 1987 RUBIO A. Jaime. La ciudad. Lugar y símbolo de comunicación. Signo y Pensamiento N 22 1993 MATTELART, A. Mattelart M. historia de las teorías de la comunicación. Paidós, Barcelona. 1997
13 FRIED, S. Dora, Prigogine I. Morin E, otros. Nuevos paradigmas, cultura y subjetividad. Paidós, Barcelona
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