Regulación Legal y Ambiental del Gas Natural Licuado en México Retos y Perspectivas Por: Marcelo Páramo Fernández y Humberto Celis Aguilar Álvarez I. Introducción El gas natural es una mezcla de hidrocarburos compuesta primordialmente por metano (90% aproximadamente), en la que aparecen también etano y propano. Durante muchos años, el gas natural fue considerado un subproducto del petróleo crudo y era quemado o dispersado a la atmósfera, sin considerarlo como una fuente de energía. Actualmente, el gas natural es el combustible que ocupa el tercer lugar de consumo en el mundo, después del petróleo y el carbón. Este incremento en su uso se debe, principalmente, al desarrollo de plantas termoeléctricas de ciclo -1- combinado, en donde ha desplazado al carbón y al petróleo como combustible preferido. Además de su creciente demanda como materia prima en procesos petroquímicos, el gas natural, por ser un energético limpio es cada vez más utilizado como insumo industrial. Existen en el mundo enormes reservas de gas natural. Sin embargo, la localización de tales reservas se encuentra muy distante de los lugares de consumo. La forma más usual de transporte de gas natural es por medio de gasoductos de alta presión, pero cuando las distancias hacen económicamente inviable la construcción de gasoductos, el gas es transportado por buque tanques a los lugares donde será consumido. Para esto, es necesario convertir las moléculas de gaseosas de metano a estado líquido, mediante un proceso llamado de “liquefacción” –de ahí su nombre, gas natural licuado (“GNL”)-. Al bajar la temperatura del gas a -162 grados centígrados, su volumen se reduce aproximadamente 600 veces y pasa a un estado líquido, lo que facilita su transporte. Una vez que es llevado a los lugares de consumo, el GNL es nuevamente calentado y convertido en gas, mediante un proceso llamado de “regasificación”. -2- No obstante la industria del GNL es algo novedoso en México, no lo es a nivel mundial. El GNL existe desde hace 40 años. Actualmente existen un gran número de terminales diseñadas para la recepción y almacenamiento de GNL en Asia, Europa y América del Norte. En distintos lugares con reservas abundantes de gas natural como Rusia, Medio Oriente, África y Venezuela se han construido varias plantas de liquefacción y exportación. Nuevas tecnologías en la cadena de producción, liquefacción, transporte, almacenamiento y regasificación de GNL han permitido el desarrollo de esta industria a nivel mundial en épocas recientes. A esto se le ha sumado los altos precios de los hidrocarburos y la creciente demanda de gas natural, lo que ha motivado a las grandes empresas petroleras a buscar nuevos proyectos para suministrar gas en los lugares donde es más necesitado. De acuerdo con la publicación anual de la Secretaría de Energía “Prospectiva del mercado de gas natural 2005-2014”, se estima que en los próximos 10 años la demanda de gas natural experimentará -3- un crecimiento promedio anual de 5.2% al pasar de 5,722 mmpcd en 2004 a 9,493 mmpcd en 2014, lo que representa un incremento en la demanda de 65.9% durante esos años. Por el lado de la oferta, se espera que Petróleos Mexicanos cubra el 81.2% de la demanda total del país en el 2014, el restante 18.8% tendrá que provenir de importaciones para satisfacer la demanda. Para ello, se estima que para 2014 las importaciones de gas natural crezcan casi 1.5 veces con respecto a las realizadas en 2004, registrando un volumen de 2,795 mmpcd, del cual 65.1% provendrá del GNL, según los cálculos de la Secretaría de Energía. No obstante todos los beneficios que aportan los proyectos de GNL, cuestiones ambientales y sociales, han impedido la implementación de algunos de ellos, por lo que dicha problemática es discutida en subsecuentes páginas. II. Marco Legal Regulatorio En México, las reformas de 1995 a la Ley Reglamentaria del Artículo 27 Constitucional en el Ramo del Petróleo (la “Ley Reglamentaria”) y la expedición del Reglamento de Gas Natural (el “Reglamento”), permitieron la inversión privada en el transporte, almacenamiento y -4- distribución de gas natural. Aun cuando la apertura en materia de gas natural estuvo diseñada para permitir el desarrollo de sistemas de transporte y distribución de gas natural, también se incluyeron disposiciones en materia de almacenamiento que permiten el desarrollo de sistemas de recepción de dicho energético. El segundo párrafo del artículo 4º de la Ley Reglamentaria establece que el transporte, el almacenamiento y la distribución de gas podrán ser llevados a cabo, previo permiso, por los sectores social y privado, los que podrán construir, operar y ser propietarios de ductos, instalaciones y equipos, en los términos de las disposiciones reglamentarias, técnicas y de regulación que se expidan. Por su parte, el Reglamento, en el artículo 32 establece los requisitos que deben cumplirse para que un solicitante pueda obtener un permiso de almacenamiento de gas natural, por parte de la Comisión Reguladora de Energía (“CRE”). a. Normatividad Técnica del GNL Desde que los precios de gas natural en el año 2002 comenzaron una tendencia a la alza, varias -5- empresas extranjeras con experiencia internacional en el mercado de GNL se interesaron por invertir en plantas de almacenamiento y regasificación en nuestro país. En ese entonces, no obstante el marco regulador que permitía tal actividad se encontraba en vigor, no existían los estándares técnicos de seguridad bajo los cuales la CRE sustentara el otorgamiento del permiso respectivo. En tal virtud y ante la premura de contar con estándares de seguridad lo más pronto posible, se publicó la norma oficial mexicana de emergencia NOMEM-001-SECRE-2002 el 2 de agosto de 2002. En la elaboración de esta norma, el Comité Consultivo Nacional de Normalización de Gas Natural y Gas LP por medio de Ductos (el “Comité de Normalización”) que preside y coordina la CRE, se basó en el código NFPA-59A de los Estados Unidos de Norteamérica para terminales de GNL en tierra firme y que ha sido el más utilizado en la industria internacional. El Comité Consultivo Nacional continuó trabajando en una norma oficial mexicana que incorporara requisitos de seguridad en el diseño, construcción, operación y mantenimiento para terminales de GNL tanto en tierra firme como costa afuera. El resultado de este -6- trabajo fue la norma que actualmente se encuentra en vigor NOM013-SECRE-2003, publicada el 19 de septiembre de 2003. Dentro de los aspectos más importantes de esta norma tenemos la incorporación de un capítulo sobre el procedimiento de evaluación que deberá llevar a cabo un Tercero Especialista o una Unidad de Verificación que certifique que las instalaciones se encuentran en condiciones de operación. b. Regulación Comercial del Almacenamiento de GNL El Reglamento distingue dos tipos de permiso de almacenamiento de gas natural; uno para la prestación del servicio de almacenamiento (Capítulo III) y otro para almacenamiento para usos propios (Capítulo VIII). Los proyectos de almacenamiento de GNL que se encuentran en desarrollo en México requieren de un permiso para la prestación del servicio de almacenamiento. Los permisos para la prestación del servicio de almacenamiento de GNL se encuentran sujetos a las disposiciones de regulación jurídica y económica de la Ley Reglamentaria, el Reglamento y a la Directiva sobre la Determinación de Precios y Tarifas para las -7- Actividades Reguladas en Materia de Gas Natural (la “Directiva de Precios y Tarifas”). b.1 Condiciones Generales para la Prestación del Servicio La prestación del servicio de almacenamiento de gas natural es una actividad regulada, y como tal, el permisionario está sujeto a los términos y condiciones bajo los cuales puede prestar el servicio. Las Condiciones Generales para la Prestación del Servicio (las Condiciones Generales”) es el documento autorizado por la CRE que contiene las disposiciones comerciales y de regulación obligatorias para el permisionario y a las que todo usuario tiene derecho. Las Condiciones Generales describen los tipos de servicios que el permisionario va a prestar, la forma en la que los va a prestar y sus obligaciones frente a la CRE y a los usuarios del servicio. Un análisis exhaustivo de las Condiciones Generales para almacenamiento de GNL rebasa la intención de este artículo. No obstante, estas son algunas de las disposiciones más relevantes: Acceso a los Servicios. El acceso debe ser abierto y no indebidamente discriminatorio a los usuarios, lo que significa -8- que el permisionario debe dar un trato igual a los usuarios que soliciten el servicio en condiciones similares. Tipos de Servicio. El servicio puede ser de dos tipos; (i) base firme, en la que el usuario reserva una capacidad determinada en la planta de almacenamiento que no está sujeta a interrupciones, y (ii) base interrumpible, que es el tipo de servicio sujeto a posibles interrupciones, dependiendo de la saturación del sistema de almacenamiento. Operación. La forma en que el usuario debe programar sus entregas de GNL, el itinerario de arribo de embarcaciones, y la forma en la que el permisionario debe entregar el gas regasificado al usuario. Medición. Los equipos y mecanismos para garantizar una medición adecuada del GNL entregado y -una vez regasificadorecibido por el usuario. Suspensión del Servicio. La descripción de las causas por las que el permisionario puede suspender el servicio. Cesión del Contrato. La forma en que el usuario puede ceder su contrato a otro usuario, creando la posibilidad de un mercado secundario de capacidad. -9- Facturación y Pago. Los mecanismos y fechas de entrega de facturas, moneda y términos de pago, corrección de facturas y penas convencionales por la falta de pago. Tarifas. La lista de tarifas máximas que el permisionario puede cobrar a sus usuarios. Disposiciones Legales. Tales como legislación aplicable, obligatoriedad de las Condiciones Generales, caso fortuito o fuerza mayor, confidencialidad y solución de controversias. b.2. Tarifas La metodología para la determinación de tarifas es propuesta por el solicitante de un permiso, debe ser congruente con la Directiva de Precios y Tarifas y está sujeta a la aprobación por la CRE. Las tarifas que el permisionario puede cobrar a sus usuarios son tarifas máximas. Es decir que el permisionario puede negociar tarifas menores con el usuario, llamadas tarifas convencionales, siempre que éstas no sean inferiores al costo variable de proveer el servicio, que equivale al cargo por uso. - 10 - Existen dos modelos tarifarios llamados monómico y binómico. Las tarifas monómicas están compuestas por un solo cargo determinado por los costos totales del servicio, tales como depreciación, costos de mantenimiento, administración y ventas, rentabilidad e impuestos, correspondientes a los primeros cinco años de operación del sistema de almacenamiento, prorrateados entre el 100% de la capacidad máxima de almacenamiento. Las tarifas binómicas se componen de un cargo por capacidad y un cargo por uso. El cargo por uso consta de los costos fijos del sistema y se aplica sobre la cantidad máxima de almacenamiento mensual que reserven los usuarios del sistema. El cargo por uso se aplica a los costos variables conforme al volumen de gas retirado del sistema durante el periodo de facturación. III. Problemática Ambiental y Social para la implementación de proyectos GNL en México A pesar de la conveniencia de los proyectos de GNL para México, diversas causas han impedido el éxito de algunos de ellos, mismas a continuación se mencionan. - 11 - Sin duda alguna la problemática ambiental para llevar a cabo con éxito un proyecto de GNL en México se centra en varios aspectos involucrados: a. Desconocimiento del proceso de regasificación y almacenamiento, b. falta de marcos legales conexos, c. creencia de riesgos ambientales, d. inquietud de los grupos sociales avecindados en el sitio potencial. a. Desconocimiento del Proceso Industrial de Regasificación y Almacenamiento Respecto al primer punto, si revisamos las experiencias de otras naciones en el tema, podremos observar que los índices de accidentes son mínimos y que el proceso (bien cuidado), no debe implicar mayores problemas o riesgos ambientales. No obstante lo anterior, en nuestro país, existe la creencia de que cualquier proyecto que lleve el nombre o la calificación de “energético” es peligroso y contaminador; el pasado ominoso de Petróleos Mexicanos y Comisión Federal de Electricidad avalan esta concepción, que hoy en día es casi generalizada. - 12 - b. Falta de Marcos Legales Ambientales Conexos Tocante al segundo rubro, es evidente la falta de conexidad con los marcos federales, estatales y municipales legales aplicables, los casos de Baja California son un vivo ejemplo de este problema, debido a que los ordenamientos de usos de suelo aplicables (estatales y/o municipales) son utilizados discrecionalmente y en muchas ocasiones, en contravención con lo dispuesto en nuestro Marco Legal Federal Ambiental. c. Creencia de Factores de Riesgo Ambiental El tercer rubro se refiere a que existe la opinión generalizada de que los proyectos de GNL son potencialmente contaminadores y riesgosos. No obstante lo anterior, podemos afirmar que nuestro país cuenta con un estricto marco ambiental legal aplicable, mismo que incluye, entre muchas cosas, de un procedimiento de evaluación de impacto ambiental meticuloso. - 13 - El Marco Normativo ambiental aplicable está establecido específicamente en la Ley General del Equilibrio Ecológico y Protección al Ambiente (LGEEPA), sus reglamentos y normas oficiales mexicanas. Para el caso que nos ocupa, dichas obligaciones se pueden dividir de acuerdo al grado de avance del proyecto de GNL, de la siguiente manera: Obligaciones Pre-Constructivas. Lo primero que se sugiere hacer es se verifiquen los antecedentes del sitio, a efecto de determinar con suficiente tiempo, la existencia de algún contaminante o contaminantes en los suelos, especies protegidas y/o algún impedimento técnico legal del sitio (verbi gratia: la existencia de un área natural protegida), para que en caso de existir, se establezca la viabilidad del proyecto, se deslinden responsabilidades antes de la transmisión de la propiedad del predio( de existir)o en su defecto, se prevean los programas ambientales aplicables. - 14 - En virtud de lo anterior, es ampliamente recomendable que en cualquier caso, se realice un estudio de pre-factibilidad técnicolegal del sitio donde se pretenda realizar un proyecto de GNL. Una vez realizado el estudio de pre-factibilidad del sitio, la primera obligación ambiental aplicable a proyectos de GNL (y fundamento toral en la política ambiental de nuestro país) está sustentada en el artículo 28 de la LGEEPA, precepto que precisa que cualquier persona que pretenda llevar a cabo obras y/o actividades como oleoductos, gasoductos, carboductos y poliductos, así como obras y/o actividades relativas a la industria del petróleo… requiere previamente incluso a cualquier trabajo de limpieza de sitio, una autorización en materia de impacto ambiental (la modalidad aplicable dependerá de varios factores, verbi gratia: localización del sitio, tamaño del proyecto, efectos, etc etc.) Adicionalmente, la LGEEPA, establece que debido a las sustancias y cantidades que se manejan, existe la obligación de presentar un estudio de riesgo. ( veáse, Diario Oficial de la Federación, 18 de diciembre de 1996. Artículo 30. No obstante que existen niveles de - 15 - estudios de riesgo a presentarse, para el caso de proyectos de GNL, se sugiere realizar el nivel III.) El proceso evaluatorio de impacto ambiental, comienza con la presentación de de un estudio técnico denominado manifestación de impacto ambiental (MIA). Una vez revisada y evaluada la citada MIA, conjuntamente con el estudio de riesgo, la autoridad competente mediante documento expreso puede: i) autorizar, ii) rechazar o iii) requerir mayor información para autorizar este tipo de proyectos. Es conveniente conocer que el término de la citada evaluación requiere es de 6 a 9 meses en el mejor de lo escenarios. Obligaciones de Instituciones Financieras Internacionales. Es de suyo explorado la necesidad de financiamiento en proyectos GNL. Los casos de proyectos fallidos, debido a la falta de permisos ambientales o debido a la oposición social, han derivado que las instituciones de crédito, condicionen - 16 - el financiamiento al cumplimiento de mayores obligaciones ambientales, tal es el caso del Banco Interamericano de Desarrollo( BID) y el Banco Mundial (BM). Es conveniente resaltar que si bien es cierto que estas obligaciones no son vinculantes para los inversionistas, son consideradas obligatorias a fin de garantizar el crédito. Aunado a lo anterior, 32 instituciones internacionales han firmado los principios de Ecuador, que obliga a los bancos a hacer cumplir a sus clientes, acciones y obligaciones ambientales muy estrictas. Un ejemplo de ello, son las obligaciones solicitadas de consulta pública, mismas que bajo las reglas del BID, se dividen fundamentalmente en tres etapas; la etapa de difusión de la consulta pública, la etapa de preparación y la etapa de desahogo y reporte final. c.2. Obligaciones en la Construcción Una vez que el inversionista cuenta con su Autorización de Impacto Ambiental (AIA), será imprescindible diseñar una estrategia legal y técnica de cumplimiento de - 17 - los términos y condicionantes señalados en la autorización, hecho que permite al inversionista determinar partidas presupuestales y costos que evitarán riesgos. La práctica cotidiana nos ha demostrado que es notablemente beneficioso que la empresa cuente con una política de prevención más que de corrección. Asimismo, toda vez que los derechos y obligaciones de la AIA son exclusivamente de la empresa poseedora del proyecto, resulta irrestricto se firmen convenios de límite de responsabilidad ambiental con aquellas compañías constructoras que vayan a estar involucradas. c.3. Obligaciones Pre y Operativas. Para estas etapas no debemos olvidar la importancia de contar con una estrategia de cumplimiento y obtención de permisos, dado que cuando se comiencen los con los aspectos pre-operativos de las plantas y gasoductos necesarios en lo proyectos de GNL, será necesario contar el siguiente régimen de permitología, a saber: En materia de Agua - 18 - Básicamente dos permisos: concesiones para el uso, explotación y aprovechamiento de aguas nacionales (pozos) y permisos de descarga de aguas residuales de conformidad con la norma oficial aplicable. En algunos proyectos dependiendo de la composición de la descarga se fijan condiciones particulares específicas. En esta materia se sugiere mantener una relación estrecha con la Comisión Nacional del Agua (CNA), a efecto de poder negociar los términos de los permisos, el tiempo y la dinámica de exploración de pozos de existir. En materia de Atmósfera Toda vez que se trata en la mayoría de los casos de asuntos de competencia federal, existe la obligación de obtener una licencia de funcionamiento (LAU), documento que debe establecer los niveles de emisiones de contaminantes atmosféricos que se emitirán, aunado a esto es obligación presentar cédulas de operación de forma anual. Aquí, es indispensable contar con una asesoría legal que permita negociar la forma y tiempo de los protocolos de pruebas de la maquinaria a utilizar. - 19 - En materia de Residuos Peligrosos Existe un régimen legal que inicia desde los trabajos de limpieza y construcción del proyecto, hasta la operación misma. Las obligaciones básicas son: darse de alta como empresa generadora, obtener manifiestos de transporte y disposición final de los residuos manejados. No podemos olvidar que la responsabilidad legal es de quien los genera, por lo que se debe constatar tanto en transporte como la disposición final mediante empresas acreditadas para estos trabajos. Asimismo, existe la obligación sine qua non de construir almacenes temporales con especificaciones técnicas para evitar riesgos de seguridad humana y ambiental. Por último, como se podrá observar del análisis del marco legal ambiental aplicable en proyectos GNL, los riesgos ambientales se acotan contundentemente, si se cumple cabalmente con el universo de disposiciones correspondiente. - 20 - d. Inquietudes Sociales Tocante al cuarto rubro respecto a las inquietudes sociales que puede generar un proyecto de GNL, éstas se ven critalizadas durante la evaluación de la manifestación de impacto ambiental, debido a que la autoridad, integra el expediente y pone a disposición del público en general el proyecto con el fin de que cualquier persona interesada en el proyecto, pueda solicitar se lleve a cabo un proceso de consulta pública a efecto de conocer los alcances ambientales del mismo. El problema de estas consultas públicas es que cualquier persona o grupo social (ONG´s) sin verdaderos intereses medioambientales, puede o pueden iniciar una consulta pública, retrasando proyectos innecesariamente, basta recordar asuntos como Rosarito y Playas de Tijuana para entender como se pueden politizar proyectos de GNL. En aras de evitar que un proyecto este tipo sea parado o suspendido temporalmente por cuestiones sociales, se sugiere a los inversionistas, llevar a cabo un estricto “due diligence” respecto al - 21 - sitio o sitios potenciales, así como en su caso llevar a cabo consultas previas que demuestren el sentir de la población y/o la existencia de grupos antagónicos o competidores que pudiesen incidir en el proyecto. Otro grupo de presión de gran importancia, que debemos atender, son los medios de comunicación, mismos que deben ser invitados a participar en la difusión de los beneficios del proyecto. Una estrategia previa sobre el particular, previene desinformación y prensa antagónica al proyecto. IV. Retos y Perspectivas Las importaciones de GNL son una fuente de energía que requiere nuestro país para abastecer la creciente demanda de energéticos limpios. Hasta en tanto no se realicen las inversiones necesarias para que Petróleos Mexicanos pueda explotar las reservas de gas que existen en México, las importaciones serán un mecanismo indispensable para suministrar dicho energético al mercado nacional. Y aun cuando tales inversiones tengan lugar, las expectativas sobre el precio del gas natural en Norteamérica indican - 22 - que el precio del combustible seguirá en niveles que hagan económicamente viable el desarrollo de proyectos de GNL en el mediano y largo plazo. Ante esta situación, en México existe la normatividad técnica, regulatoria y ambiental que permiten el desarrollo de plantas de recepción, almacenamiento y regasificación de GNL. Para ello, las autoridades mexicanas han adoptado los estándares internacionales mayormente aceptados en la industria y los han hecho obligatorios en México. Actualmente existen dos plantas de recepción, almacenamiento y regasificación de GNL en proceso de construcción; una en el Golfo de México en el Puerto de Altamira y otra en el Pacífico en Baja California. No obstante, los retos que un desarrollador de este tipo de proyectos enfrenta para llevar a buen término su inversión no son sencillos. La normativa técnica y regulatoria exigen estándares de alto nivel, pero más aún, los aspectos ambientales y sociales tienen un peso de tal relevancia que han impedido la realización de varios proyectos en México. La CRE ha otorgado, desde el 2003 a la fecha, - 23 - cinco permisos de almacenamiento de GNL, de los cuales, tan sólo dos de ellos han iniciado las obras de construcción. Las razones que han demorado o impedido el desarrollo de los proyectos propuestos son distintas, pero destacan los problemas ecológicos, de seguridad y de uso de la tierra en los sitios donde se ha pretendido su construcción. Con base en esta experiencia, los retos que enfrentan los desarrolladores de este tipo de proyectos en México deben ser analizados con extremo cuidado, observando todos los aspectos involucrados y planeando una estrategia integral que permita analizar los riesgos y posibles obstáculos, que como dijimos, muy probablemente se centrarán en temas ecológicos, de seguridad y de uso de suelo en el lugar donde se pretenda desarrollar el proyecto. Además de los permisos que la CRE ha otorgado a distintas empresas para almacenamiento la de construcción GNL, y existen operación cuando de menos plantas otros de tres proyectos en vía de análisis, lo que quiere decir que México sigue siendo un lugar atractivo para estas inversiones. Estos nuevos - 24 - desarrollos requieren de una planeación estratégica, poniendo especial énfasis en la ubicación de la planta y los impactos ecológicos y sociales que puedan surgir. Dentro de los procesos de globalización, el GNL es un producto que se comercializa por todo el mundo. El desarrollo mundial del mercado del GNL ha tenido lugar gracias a nuevas tecnologías que han hecho económicamente viable llevar gas de lugares en donde abunda a lugares en donde escasea, en beneficio de los consumidores, al poder contar con un suministro seguro de un combustible limpio, aumentando la oferta y en la estabilidad en los precios. El desarrollo tecnológico global debe ir de la mano del desarrollo social indispensable que de forma las sustentable, autoridades, las para lo empresas cual, y es las organizaciones no gubernamentales contribuyan y participen de manera consciente y compresiva en sus ámbitos de atribuciones para tener en México una industria de GNL que redunde en beneficios para la población. - 25 -