Impacto del proyecto de cata y explotación de hidrocarburos en

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IMPACTO DEL PROYECTO DE CATA Y
EXPLOTACIÓN DE HIDROCARBUROS EN
FONDOS PROFUNDOS DE CANARIAS
Introducción
Tras la finalización de las prospecciones acústicas de petróleo realizadas
por la empresa multinacional REPSOL YPF frente a las costas de Fuerteventura
y Lanzarote, esta empresa pretende realizar catas de perforación en algunos
puntos para obtener información más detallada sobre las bolsas en el subsuelo,
tras las cuales se plantearía la instalación de plataformas de explotación de las
reservas de hidrocarburos.
La empresa REPSOL YPF realizó un estudio de impacto ambiental antes
del comienzo de las prospecciones, sin embargo durante las mismas no se
realizó ningún seguimiento sobre su impacto sobre la fauna marina, a pesar de
que existen precedentes de la afección negativa de la contaminación acústica
de las pistolas de aire comprimido que se utilizan para ello. Estos impactos
incluyen reducción de la abundancia de especies pesqueras hasta en un 50%
en las zonas de prospección (Engas et al 1993, Skalski et al 1992) cambios de
comportamiento y rutas migratorias de cetáceos (Richardson et al 1995,
Gordon y Moscrop 1996) y daños de distintos rangos, incluidos físicos, en
vertebrados e invertebrados marinos (Bohne et al 1985, Gordon et al 1998,
McCauly et al 2000). La falta de estudios destaca por contradecir las políticas de
actuación de las empresas petroleras en otros países del mundo, que son
normalmente estimuladas por sus gobiernos a evaluar los impactos de sus
actividades sobre la fauna marina de forma previa, durante y posterior a sus
actividades en las aguas territoriales de cada país (Australia, Estados Unidos,
Inglaterra, Irlanda, etc).
El desarrollo de la exploración y explotación de hidrocarburos en aguas
profundas se ha multiplicado en los últimos 20 años en el mundo. Esto se ha
realizado sin el respaldo de un conocimiento adecuado sobre la ecología de las
biocenosis y la biología de las especies marinas de profundidad y, por tanto, del
posible impacto sobre ellas. Las Islas Canarias se caracterizan por la gran
complejidad de sus comunidades marinas y por la existencia de grandes
profundidades cerca de la costa (Brito et al 2001). Aunque no se conocen bien
la biodiversidad y composición de los ecosistemas marinos profundos en el
Archipiélago, los escasos estudios realizados muestran indicios de que las Islas
Canarias albergan comunidades batiales importantes, como la de corales
blancos, aún por estudiar (Brito, comm pers).
Las fases de la explotación de hidrocarburos en el mar con plataformas
flotantes o afirmadas al fondo se pueden definir como las siguientes: obtención
de licencias, prospección sísmica, catas exploratorias, diseño y construcción,
producción y finalmente desmantelamiento de las instalaciones. Antes de cada
una de estas fases deben identificarse los posibles impactos y peligros que
implican, asegurar sistemas de gestión y manejo que limiten los mismos y
garantizar que existen los recursos necesarios para controlar cualquier tipo de
accidente relacionado con la operación (Salter y Ford 2001). En el caso de
Canarias no existe este sistema de seguridad y las costas se encontrarían
completamente desprotegidas ante un accidente de, por ejemplo, el vertido
desde un barco petrolero cliente de la plataforma.
Es destacable además que las aguas Canarias fueron designadas como
Area de Especial Sensibilidad por la Organización Marítima Internacional (IMO)
en 2004, lo que conlleva un mayor control de la contaminación marítima en el
archipiélago.
Breve resumen del impacto ambiental de la perforación de hidrocarburos
Los impactos de la explotación de hidrocarburos en los fondos marinos
se pueden clasificar como: i) directos, resultantes de las actividades mecánicas
y químicas realizadas en el lugar de trabajo; ii) secundarios, daños causados a
fauna o flora relacionada con los objetos de daños directos; iii) indirectos,
causados fuera del área de actividades a consecuencia de movimientos de la
dinámica marina o del fondo; iv) acumulativos, impactos crónicos causados por
la suma de múltiples daños en un área o en un largo periodo de tiempo (Salter
y Ford 2001).
Las perforaciones planteadas por la empresa multinacional REPSOL YPF
en Canarias frente a las costas de Fuerteventura y Lanzarote supondrían un
impacto sobre los ecosistemas de fondos marinos de estas islas, además de
afectar a largo plazo también a la contaminación de sus costas por vertidos
crónicos de hidrocarburos. Se ha estimado que tan sólo un 10% del petróleo
que se vierte al mar anualmente procede de derrames tipo “Prestige”, el 90%
restante proviene de las actividades rutinarias relacionadas con la extracción y
transporte de los hidrocarburos. Es destacable la importancia biológica y
geológica del litoral de Fuerteventura y Lanzarote, que alberga 10 espacios
protegidos por la Ley de Espacios Naturales de Canarias, además de que esta
última isla es Reserva de la Biosfera y que existen en el litoral de las islas
Lugares de Interés Científico (LIC) protegidos por la Directive Europea Habitat.
Los espacios protegidos por la Ley Canaria son los siguientes:
Fuerteventura:
Parque Natural Dunas de Corralejo
Parque Natural Islote de Lobos
Parque Natural de Jandía
Monumento Natural de los Cuchillos de Vigán
Sitio de Interés Científico de la Playa del Matorral
Lanzarote:
Reserva Natural Integral de los Islotes
Parque Natural Archipiélago Chinijo
Monumento Natural de los Ajaches
Monumento Natural de la Corona, que alberga el
Sitio de Interés Científico de los Jameos
Los impactos más significativos que se originarían en la fase de cata y
explotación de hidrocarburos, que afectarían por tanto en diverso grado a estos
espacios protegidos, son los siguientes:
1. Destrucción directa de comunidades de fondos: La instalación de
las estructuras de perforación destruye de forma mecánica las
comunidades marinas en el área de trabajo. Además de ello, el arrastre
por la dinámica oceánica de los sedimentos ocasionados por el vertido de
los restos de perforación afecta de forma directa a las comunidades
marinas de zonas situadas a kilómetros de distancia (Rogers 1999). Es
predecible que este impacto se dará por un lado a favor de la pendiente
y por otro arrastrado por las corrientes marinas.
2. Contaminación de los fondos durante la perforación y restos de
materiales de la misma: Cuando se inician las perforaciones se
utilizan lodos de compactación, para ejercer presión sobre la bolsa de
hidrocarburos, que siempre contiene gas, de modo que esta no explote
al perforar. A ellos se unen restos de las rocas de la reserva de
hidrocarburos, formando lo que se denomina en conjunto “lodos de
perforación”. Hasta mediados de los años 90 estos lodos eran oleófilos,
causando daños de importancia a la fauna marina (Olsgard et al 1995,
Daan et al 1996), por ello fueron prohibidos y en la actualidad se utilizan
lodos hidrófilos. A pesar de que estos presentan un menor impacto, los
lodos contienen cantidades variables de sulfato de bario (agente
compactante) y varios otros compuestos químicos y polímeros. Los
materiales residuales de la perforación que son vertidos al mar, junto a
restos adheridos de los lodos, quedan en el fondo marino contaminados
con metales pesados tales como mercurio, cromo, cadmio, plomo, etc.
Los restos de lodos también contienen otros contaminantes tales como
hidrocarburos aromáticos policíclicos, que tienen estructuras químicas
similares a las de hormonas esteroides y que han demostrado inducir un
cierto efecto anti-estrógeno en cultivos celulares (Lye 1999). Es
destacable que el incremento de la concentración de hidrocarburos
introducido alrededor de una plataforma es de hasta 10.000 veces el
natural (Breuer et al 2004). La contaminación producida se extiende por
el fondo marino una distancia que depende de la orografía submarina y
de las condiciones oceanográficas. Los valores que se han medido de
esta distancia en otros lugares van desde 5 km, afectando a una
superficie de 80-100 km2, hasta 90 km desde el lugar de vertido (Olsgard
1995, Rogers 1999), aunque las mayores concentraciones se dan en los
alrededores de las plataformas. Es destacable que en el mar del Norte
hay unos 12 millones de m3 de estos lodos de perforación abandonados
en el fondo marino por las empresas que instalaron las plataformas de
petróleo (Breuer et al 2004).
3. Impacto a medio largo plazo sobre las comunidades de los
fondos: El incremento de la contaminación química y orgánica
producida por las actividades de perforación, además de la alteración de
la dinámica sedimentaria, influye negativamente sobre las especies de la
fauna y flora marinas. Por ejemplo, se ha registrado que la exposición de
corales de profundidad a los fluidos de perforación pueden causar la
muerte de los pólipos, alterar su comportamiento alimentario,
interrumpir su patrón normal de expansión y contracción, alterar su
fisiología y causar cambios morfológicos, ocasionando una disminución
general de la fecundidad y crecimiento de los corales (Rogers 1999). La
contaminación u alteración de las comunidades bentónicas afecta
también a la fauna vertebrada que se alimenta en ellas (Moore y Clarke
2002). No es necesario que los individuos mueran para que se afecten
las comunidades, sino detectables cambios en la competitividad y en la
fecundidad de las poblaciones (Warwick 2001).
4. Aumento del riesgo de accidentes petroleros tipo “Prestige” y de
la contaminación crónica. Alrededor de un tercio de los petroleros del
mundo circulan por aguas cercanas al archipiélago Canario en sus rutas
transcontinentales. La instalación de plataformas de producción cercanas
a las islas impulsaría el crecimiento de este tráfico marino, considerado
como peligroso y de alto nivel contaminante, principalmente debido a la
falta de una aplicación estricta del convenio internacional MARPOL de
control de la contaminación marina. A pesar de estar completamente
prohibido, muchos barcos aún realizan limpiezas de sentinas en alta mar.
Este hecho se da porque los petroleros cargan agua de lastre en los
tanques para equilibrar el buque, este lastre debe ser evacuado para
llenar los tanques de petróleo. El agua vertida está por tanto
contaminada con restos de hidrocarburos. En Canarias se han dado
varias amenazas de mareas negras: en diciembre de 1989, el petrolero
iraní Khark-5, con 80.000 toneladas, consiguió transferir gran parte de su
carga a otro petrolero al norte de Canarias. En enero de 1990, el
petrolero español Aragón, con 250.000 toneladas, consiguió transferir su
carga en la refinería Cepsa de Tenerife después de perder 25.000
toneladas que causaron una marea negra sobre Madeira. En las
proximidades de Canarias se detectan continuamente manchas de
combustible resultantes de operaciones de limpieza, que nos traen con
frecuencia a nuestras playas bolas de piche.
5. Afección a espacios protegidos: La costa este de Fuerteventura y
Lanzarote alberga 10 espacios protegidos por la Ley Canaria de Espacios
Naturales. Estos espacios se verían afectados por el incremento de la
contaminación química que se genera en las aguas circundantes a las
plataformas de explotación de hidrocarburos. La llegada del temido
“piche” (restos de aceites y petróleo formando manchas de diversa
magnitud) afectaría también a los ecosistemas costeros.
6. Afección a especies protegidas: Las Islas Canarias presentan la
mayor biodiversidad de cetáceos de las zonas geográficas circundantes y
se ha registrado en estas aguas el paso migratorio de todas las especies
de ballenas presentes en el Atlántico Norte templado. Diversos estudios
han registrado cambios en las rutas migratorias de cetáceos de hasta 27
km para evitar plataformas petrolíferas, debido a los sonidos en
frecuencias medias (hasta 10 kHz) que estas generan. En las Islas
Canarias se da también de forma ocasional la foca monje (Monachus
monachus), que está en peligro de extinción (López y Hildebrant 1995).
Se registran en el archipiélago al menos cinco de las ocho especies de
tortugas marinas presentes en el mundo (tortuga boba, laud, verde,
carey y golfina) (Brito et al 2001). Las especies de vertebrados marinos
serían afectadas por la contaminación acçustica, química y orgánica,
además de por el aumento en el tráfico marítimo. Las aves marinas
además son atraídas por las luces de las plataformas, y se han
observado grandes mortandades por colisión con las estructuras,
quemaduras en las chimeneas de combustión de gases y recubrimiento
de petróleo del plumaje (Wiese et al 2001). Es destacable que las islas
orientales de las Canarias son de gran importancia para la migración de
las aves, y en especial la Reserva Integral de los Islotes, al norte de
Lanzarote.
7. Contaminación visual: Las instalación de plataformas de explotación
de hidrocarburos alteraría enormemente la percepción visual del paisaje
con una imagen industrializada ajena a las islas de Fuerteventura y
Lanzarote, además de que el piche que se vería arrastrado desde las
plataformas de explotación ensuciaría las playas y costas, cuya limpieza
es una de las mayores riquezas de estas islas.
8. Contaminación del agua: En la extracción del petróleo este surge
mezclado con “agua de producción”, que una vez en la plataforma se
separa con procesos químicos y es normalmente vertida al mar y a veces
reinyectada en la bolsa de petróleo, según la legislación existente y el
balance económico. Por ejemplo, en una plataforma australiana se
calculó que se vertían al mar unos 8 millones de litros diarios de agua de
producción (informe de Apache Energy, en Burns et al 1999). Este agua
está contaminada con restos de químicos del hidrocarburo y con aquellos
resultantes del proceso de inyección (dispersantes, anticorrosivos,
biocidas...), además de por trazas de petróleo en disolución y
particulado. Concentraciones de 500 ppm o menores del agua de
formación inhiben el crecimiento fitoplanctónico y de bacterias pelágicas
(Burns et al 1999). Este estudio mostró que el agua vertida forma
“plumas” a merced de las mareas y del viento que transportan los
contaminantes hasta km de distancia, produciendo, por ejemplo,
concentraciones de hidrocarburos en organismos filtradores (ostras) en
costas a 20 km de la plataforma de estudio.
9. Contaminación de la atmósfera: La combustión de gases residuales
de la explotación a la atmósfera introduce contaminación en la misma,
además de que los gases pueden contener restos de aceites que caen al
mar. Datos de la mayor plataforma de los Grandes Bancos de Terranova
(Canadá), llamada “Hibernia”, muestran que en esta plataforma se
quemaron de 1 a 2 millones de m3 de gases cada día durante los años
1997 a 2000, formando una llama de 20 m de altura sobre la chimenea
(informes de la Canada Petroleum Offshore Board, en Wiese et al 2001).
Conclusiones
Puede considerarse que el impacto que las fases de cata y explotación de
hidrocarburos de la empresa REPSOL YPF en Canarias tendría sobre las islas de
Fuerteventura y Lanzarote sería de gravedad por su afección negativa sobre
comunidades batiales cuya riqueza aún está poco estudiada, por la introducción
de contaminación química y orgánica en las aguas, fondos y costas del Este de
Fuerteventura y Lanzarote, por su fuerte impacto paisajístico, y por su afección
a espacios y especies marinas protegidas a nivel local, nacional e internacional.
Es destacable que la empresa REPSOL YPF no ha informado a las autoridades
locales de las medidas tecnológicas que proyectaría aplicar para minimizar este
impacto, algunas de las cuales encarecen el proceso de producción pero
ahorran costes ambientales y sociales.
Canarias no cuenta con las necesarias infraestructuras de control de
posibles accidentes relacionados con la producción y transporte de
hidrocarburos en el mar, lo que debería solucionarse de forma anterior a
cualquier planteamiento de concesión de licencias para estas actividades.
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Informe elaborado por:
Natacha Aguilar de Soto.
Bióloga marina.
Investigadora de la Universidad de La Laguna.
E-mail: [email protected]
Enero de 2005
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