Informe País Convención Belém do Pará

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Informe País
Informe País
Convención Belém do Pará
Instituto Nacional de las Mujeres
Uruguay, 2008
Informe País Convención Belém do Pará
Convención Belém do Pará
INFORME
ACERCA de la APLICACIÓN de la
CONVENCIÓN INTERAMERICANA
para PREVENIR, SANCIONAR
y ERRADICAR la VIOLENCIA contra la
MUJER y RECOMENDACIONES del
Comité de Expertas en Violencia al
Informe Nacional
INFORME
de la REPÚBLICA ORIENTAL del URUGUAY
ACERCA de la APLICACIÓN de la
CONVENCIÓN INTERAMERICANA para PREVENIR, SANCIONAR
y ERRADICAR la VIOLENCIA contra la MUJER
(Convención de Belém do Pará)
y Recomendaciones del Comité de
Expertas en Violencia al Informe Nacional
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Ministerio de Desarrollo Social
Instituto Nacional de las Mujeres
Directora Lic. Carmen Beramendi
Av.18 de Julio 1455. 6º piso. Montevideo. ROU
Tel. (5982) 400.03.02. Int. 1625
www.mides.gub.uy/inamu
[email protected]
INDICE
Presentación................................................................................................................................................................... 5
Resumen Ejecutivo....................................................................................................................................................... 7
Respuestas al Cuestionario-Informe País........................................................................................................... 13
Evaluación......................................................................................................................................................................41
Conclusiones y Recomendaciones.......................................................................................................................69
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Presentación
Esta publicación contiene el Informe País acerca de la implementación de las disposiciones de
la Convención Interamericana para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer,
comunmente denominada Convención de “Belém do Pará” y la evaluación del mismo por parte
del Comité de Expertas en violencia de la Convención.
El Informe da cuenta de las políticas públicas y de las acciones desarrolladas por el Estado Uruguayo para combatir la violencia hacia las mujeres.
Su elaboración estuvo bajo la responsabilidad del Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio
de Desarrollo Social, en el marco de los cometidos conferidos por ley Nº 17.930 artículo 377 “velar
por el cumplimiento de los compromisos internacionales que el país ha suscrito en materia de
género y realizar y ejecutar, dentro de sus posibilidades financieras, los convenios internacionales
de cooperación vinculados a dicho cumplimiento”.
Asimismo, el Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos - Políticas públicas
hacia las mujeres 2007-2011, plantea como objetivo del Uruguay Integrado “promover, desarrollar y coordinar acciones que profundicen el respeto y fortalecimiento de los derechos humanos
desde una perspectiva de género, impulsando iniciativas internacionales tendientes a afirmar su
vigencia y defensa”.
Para la elaboración del Informe se trabajó en articulación permanente con el Ministerio de
Relaciones Exteriores a través de la Comisión Ad Hoc para cuestiones de género, cuyo cometido es el seguimiento de los compromisos asumidos por el Estado ante los diferentes
Órganos de Tratados y Comités Internacionales de derechos humanos. Dicha Comisión está
integrada por organismos gubernamentales y no gubernamentales que desarrollan acciones
y programas a favor de la equidad de género, del combate a la violencia y de la eliminación
de las discriminaciones.
El Informe se realizó sobre la base estricta de un cuestionario formulado por el Comité de Expertas en Violencia (CEVI) del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención de
“Belém do Pará” (MESECVI). Se desarrolló una metodología participativa en la que intervinieron
activamente las siguientes instituciones: Ministerio de Salud Pública, Ministerio del Interior, Ministerio de Relaciones Exterioes, Instituto Nacional de Estadística, Intendencia Municipal de Montevideo, Poder Legislativo, Poder Judicial, Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de
los Derechos de la Mujer (CLADEM), Comisión Nacional de Seguimiento Mujeres por Democracia,
Equidad y Ciudadanía (CNS Mujeres) y Red de lucha contra la violencia doméstica.
Se contó además con los aportes de una asistencia técnica especializada en violencia hacia las
mujeres a partir del apoyo del Banco Internacional de Reconstrucción y Fomento (BIRF) a través
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del Proyecto “Fortalecimiento de las instituciones de justicia en materia de género para un Desarrollo Equitativo”, gestionado por el Instituto Nacional de las Mujeres.
A través del recorrido descrito, el Estado Uruguayo reconoce los avances, vacíos y desafíos en las
políticas, programas y planes necesarios para la defensa, promoción y protección de los derechos
de las mujeres a una vida libre de violencia.
Lic. Carmen Beramendi
Directora
Instituto Nacional de las Mujeres
Ministerio de Desarrollo Social
Resumen ejecutivo
El presente período de gobierno se inaugura el 31 de Octubre de 2004, asumiendo el Frente Amplio – Encuentro Progresista – Nueva Mayoría (coalición de partidos políticos de izquierda).
Por primera vez , en la historia del Uruguay un Presidente expresa el 08 de marzo, día Internacional
de la Mujer, su compromiso político con la equidad de género ante la ciudadanía: “la consolidación y extensión de los derechos de la mujer ocupan un lugar preponderante en la agenda de género.
Una genuina equidad de género y una auténtica igualdad de oportunidades para todas las uruguayas
son elementos claves para transitar la senda del desarrollo productivo y sostenible que proponemos
como proyecto responsable y realizable de país”.
A partir de entonces, se inició un proceso de mejoramiento de la institucionalidad de Género
en el Estado fortaleciendo principalmente al Instituto Nacional de las Mujeres del Ministerio
de Desarrollo Social, redefiniendo sus cometidos y dotándolo de mayor presupuesto ( Ley
17.930 del 19.12.05).
La Convención de Belém do Pará fue ratificada en nuestro país por Ley 16.735 del 5 de enero de 1996.
El Informe sobre la Implementación de las disposiciones de la Convención Interamericana para
Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), se elabora sobre la base estricta del Cuestionario formulado por el Comité de Expertas del Mecanismo
de Seguimiento de la Implementación de la Convención de Belém do Pará. El mismo contó para
su elaboración con los aportes de los /las integrantes de la Comisión Ad Hoc para Asuntos de
Género, quienes representan las siguientes instituciones: Ministerio de Salud Pública, Ministerio
del Interior, Ministerio de Relaciones Exteriores, Instituto Nacional de Estadística, Congreso de
Intendentes (Intendencia Municipal de Montevideo), Parlamento Nacional, Poder Judicial, Comité
de América Latina y el Caribe para la defensa de los derechos de la Mujer (CLADEM) y Comisión
Nacional de Seguimiento Mujeres por Democracia, Equidad y Ciudadanía (CNS Mujeres) y la Red
de lucha contra la violencia doméstica.
Se distinguen cuatro áreas específicas, las cuales son: I. Legislación. Normativa vigente. Planes
Nacionales; II. Acceso a la justicia; III. Presupuesto Nacional; IV. Información y Estadísticas.
En el tema I. Legislación. Normativa vigente. Planes Nacionales, se señalan las leyes con incidencia en el tema de violencia contra la mujer, destacando que el Código Penal mantiene la
estructura tradicional de los códigos penales de la región de principios del siglo XX, y por tanto
no regula la temática en forma integral ni con perspectiva de género. Por ejemplo, los aspectos
relativos a la violencia sexual siguen regulándose en un capítulo denominado delitos contra la
moral y las buenas costumbres y se prevén tipos penales como “atentado violento al pudor, ultraje público al pudor, corrupción”.
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La Ley de Seguridad Ciudadana, aprobada en 1995 incorporó algunos cambios de relevancia en
el Código Penal, relativos a la violencia contra la mujer, sin llegar a modificar la estructura general
del mismo. El más significativo fue la creación del delito de violencia doméstica y su incorporación al mencionado Código, cuyo texto es el siguiente:
“Violencia Doméstica. El que, por medio de violencias o amenazas prolongadas en el tiempo, causare uno o varias lesiones personales a personas con las cuales tenga o haya tenido una relación afectiva
o de parentesco, con independencia de la existencia de vínculo legal, será castigado con una pena de
seis a veinticuatro meses de prisión.
La pena será incrementada de un tercio a la mitad cuando la víctima fuere una mujer y mediaren las
mismas circunstancias y condiciones establecidas en el inciso anterior.
El mismo agravante se aplicará si la víctima fuere un menor de dieciséis años o una persona que por
su edad y otras circunstancias, tuviera su capacidad física o psíquica disminuida y que tenga con el
agente relación de parentesco o cohabite con él”.
El delito de violencia doméstica, incorporado en 1995 al Código Penal, dio lugar a muy pocos
procesamientos porque se trata de un tipo penal que requiere la comprobación de muchos extremos de hecho para su configuración. Sin embargo la incorporación de este tipo penal coadyuvó
favorablemente a la percepción de la violencia doméstica como un problema social.
En forma posterior a la ratificación de la Convención se dictan diversas normas de prevención y
protección, destacándose la ley 17.514 de18/6/2002 , Ley de Violencia Doméstica que declara de
interés general las actividades orientadas a la prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia doméstica.
Define la violencia doméstica en su art.2°: “Constituye violencia doméstica toda acción u omisión,
directa o indirecta, que por cualquier medio menoscabe, limitando ilegítimamente el ejercicio o goce
de los derechos humanos de una persona, causada por otra con la cual tenga o haya tenido una relación de noviazgo o con la cual tenga o haya tenido una relación afectiva basada en la cohabitación y
originada por parentesco, por matrimonio o por unión de hecho”.
Esta ley de prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia doméstica (ley 17.514) es la que principalmente ha avanzado hacia los cambios de prácticas. El hecho
de regular un procedimiento especial para la atención de estos casos, de urgencia, describir
posibles medidas cautelares a adoptar (sin limitarlas), exigir a los jueces que fundamenten
expresamente su resolución cuando hacen lugar al pedido de medidas cautelares y crear el
Consejo Consultivo, ha puesto el tema de la violencia doméstica como una materia insoslayable del Poder Judicial.
Respecto de las conductas de violencia contra la mujer, tales como hostigamiento, amenaza o
poner en riesgo su vida, violencia sexual dentro del matrimonio, y formas transnacionales de vio-
lencia contra la mujer, no existen sanciones específicas, más allá de que dichas acciones puedan
quedar subsumidas en otros tipos delictivos.
Uruguay ha elaborado su primer Plan de Acción para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer. El Primer Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica se presentó públicamente el
25 de noviembre de 2003 y fue aprobado por el Poder Ejecutivo el 10 de junio de 2004. Regirá durante
el período 2004 – 2010. En la actualidad se encuentra en los inicios de su implementación
El organismo encargado del diseño del Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica, así como
de su implementación es el Consejo Nacional Consultivo. Dicho consejo está integrado por un titular y
un alterno de las más altas jerarquías de los siguientes organismos públicos: presidido por la Directora del
Instituto Nacional de las Mujeres que en la actualidad integra el Ministerio de Desarrollo Social, Ministerio
del Interior, Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Educación y Cultura, Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU), Poder Judicial, Administración Nacional de Educación Pública, Congreso de
Intendentes. Y Tres representantes de la Asociación Nacional de Organizaciones No Gubernamentales,
por las cuales participa la Red de Organizaciones de lucha contra la violencia doméstica.
En cuanto a la capacitación, el Instituto Nacional de las Mujeres inició en el 2005 varios programas
de capacitación en Violencia Doméstica que se coordinaron con los siguientes organismos públicos: Poder Judicial, Ministerio del Interior, Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSC) y Ministerio
de Salud Pública. Los mismos pudieron llevarse a cabo con fondos extra presupuestales gracias al
apoyo de la Fundación Friedrich Ebert (FESUR), el Banco Mundial y la Organización Panamericana
de la Salud (OPS).
Los y las parlamentarias han podido acceder a instancias de formación en perspectiva de género
y violencia doméstica, destacándose la iniciativa y participación de la Bancada Femenina, en el
Parlamento Nacional.
En el tema II. Acceso a la Justicia, se destacan dos normas específicas en el ámbito civil del derecho de Familia: la Ley 17.514 de Violencia Doméstica, y en el ámbito penal, la tipificación del delito
de violencia doméstica (art. 321 bis CP), que contemplan
lo referente a la seguridad de las mujeres víctimas de violencia así como la responsabilidad de los
perpetradores de dichos actos.
La Ley de Violencia Doméstica, normativa de prevención y protección, establece un proceso corto, de urgencia, que prevee la aplicación inmediata de medidas cautelares a favor de las víctimas
y crea una justicia especializada.
La creación de los juzgados especializados en violencia doméstica, ha significado un gran avance
ya que tienen sede y personal propios. Cuentan dichas sedes judiciales con los servicios de Defensoría Pública Especializada y de Equipo Técnico Interdisciplinario.
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Se anota como grave carencia la falta de representantes del Ministerio Público (Fiscales) especializados cuando su intervención resulta preceptiva en estos asuntos.
En el interior de la República la situación no es la misma, pues no existe especialización judicial y
los asuntos deben ser atendidos por Jueces que además intervienen en otras materias, a veces ni
siquiera de Familia, notándose carencia de equipos técnicos y de recursos materiales.
La asistencia letrada obligatoria para la víctima fue establecida por el art. 20 de la Ley 17.514,
quien puso a su vez a cargo de la Suprema Corte de Justicia el deber de garantizar tal asistencia.
En todo el país el servicio de Defensoría Pública es gratuito y prestado por Defensores que integran la estructura presupuestaria del Poder Judicial.
Se anota como carencia la insuficiente capacitación del personal receptor de las denuncias, tanto
en sede policial como en sede judicial, sobre todo penal. Asimismo la falta de medidas para garantizar la seguridad de las mujeres víctimas de violencia, sus familiares y testigos, la inexistencia
de un sistema de apoyo diseñado para atender las necesidades inmediatas de la mujeres víctimas
de violencia, la inexistencia de refugios, asi como de programas de rehabilitación de victimas y de
tratamiento de agresores.
En el tema III. Presupuesto Nacional. Se señala carencia casi total, ya que no existieron en el período evaluado, previsiones específicas destinadas a financiar acciones frente a la violencia contra
las mujeres, con excepción del financiamiento del servicio telefónico de apoyo a la mujer en situación de violencia cuyo monto equivale al 20% del presupuesto asignado a la Secretaría de la
Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo.
En el tema IV. Información y Estadísticas, se señala que existe información general respecto
de la situación de la mujer, la que es llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística. La
información específica en el tema, proveniente del Poder Judicial y de la Policía, esto es respecto
de denuncias, procesos y sentencias de violencia contra la mujer, es incompleta, parcial y sin perspectiva de género, por lo que no resulta útil a los efectos de este informe.
A pesar del tiempo transcurrido se constata que la expresión “violencia contra la mujer” no es
usual en el lenguaje del legislador, del magistrado, del docente universitario o del operador del
derecho, y en general no ha sido utilizada para darle contenido a las normas, políticas y acciones
del Estado, salvo excepciones. La violencia contra la mujer se visualiza fundamentalmente, como
violencia doméstica o violencia intrafamiliar, que es sólo una parte de aquella.
ORGANIZACIÓN DE LOS ESTADOS AMERICANOS
COMISIÓN INTERAMERICANA DE MUJERES
MECANISMO DE SEGUIMIENTO
CONVENCIÓN BELÉM DO PARÁ (MESECVI)
SEGUNDA CONFERENCIA DE ESTADOS PARTE
9 - 10 de julio de 2008
Caracas, Venezuela
OEA/Ser.L/II.7.10
MESECVI-II/doc.45/08
25 junio 2008
Original: español
URUGUAY
RESPUESTA/S AL CUESTIONARIO/
INFORME PAÍS
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Respuestas al formulario Informe País
I.
LEGISLACIÓN. NORMATIVA VIGENTE. PLANES NACIONALES
1.
¿Existen en la legislación interna normas penales, civiles y administrativas y de otra
índole destinadas a prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra la mujer?
Sí, aunque no cubre todos los aspectos de la temática. A saber:
Normas penales:
Nuestro Código Penal mantiene la estructura tradicional de los códigos penales de la región de
principios de siglo XX. En consecuencia, no regula esta temática en forma integral ni con perspectiva de género. Así por ejemplo, los aspectos relativos a la violencia sexual siguen regulándose
en un capítulo denominado delitos contra la moral y las buenas costumbres y se preveen tipos
penales como “atentado violento al pudor, ultraje público al pudor, corrupción, etc.”.
La Ley de Seguridad Ciudadana, aprobada en 1995 incorporó algunos cambios de relevancia en
el Código Penal, relativos a la violencia contra la mujer, sin llegar a modificar la estructura general
del mismo, los que se detallan a continuación:
• Incorpora el delito de violencia doméstica como art. 321 bis del Código Penal (art.18).
• Se incorpora como tipo penal la inducción o determinación a la prostitución en el país
o en el extranjero. A través de esta modificación se agrega un inciso a la ley de proxenetismo (ley 8.080), penalizando la conducta de quien con ánimo de lucro indujere o
determinare a otro al ejercicio de la prostitución en el país o en el extranjero (art.24).
• Se amplía la agravante genérica especial prevista para el homicidio en casos de parentesco, al concubino/a more uxorio (art.12).
• En el delito de violación se dispone un aumento del máximo de la pena del delito de
violación pero también se reduce la edad de los doce a los quince años de edad, por
debajo de la cual se presume absolutamente la violencia.Entre los doce y los quince rige
la presunción relativa de la violencia (admite prueba en contrario) (art.9).
Esta misma ley encomendó al Poder Ejecutivo y al Poder Judicial la implementación de Programas específicos para la asistencia integral a las personas y sus familiares víctimas del delito y el
abuso del poder (art. 38).
La ley 17.815 de 6/9/04 tipifica como delitos algunas conductas relativas a la explotación sexual
comercial infantil de niños, niñas y adolescentes, teniendo especialmente en cuenta los compromisos emergentes de la ratificación por el país del Protocolo sobre venta, prostitución infantil y
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utilización de niños en pornografía, facultativo de la Convención de los Derechos del Niño. Incorpora a nuestro ordenamiento, como tipos penales, la producción, comercialización y almacenamiento de pornografía infantil, penaliza la conducta del cliente de prostitución infantil y la salida
de niños/as del país para la explotación siendo esta una de las etapas de la trata de personas.
Recientemente, la Ley 17.938 del 29 de diciembre de 2005 elimina el art. 116 del Código Penal y
22 y 23 del Código de Procedimiento Penal por los que el matrimonio del ofensor con la ofendida
extinguía el delito o la pena en su caso, tratándose de los delitos de violación, atentado violento
al pudor, estupro y rapto.
El acoso sexual no se prevee como delito. Las conductas constitutivas de acoso sexual están en un
caso, tipificadas en el Código Penal como falta contra la moral y las buenas costumbres:
Art. 361- Nal. 5º. Será castigado con multa de 10 UR a 100 UR o prisión equivalente: (galantería
ofensiva). El que en lugar público o abierto al público, importunare a una mujer que no hubiere
dado motivo para ello con palabras o ademanes groseros, o contrarios a la decencia.”
En el otro caso, el Decreto de fecha 5 de febrero de 1997, Reglamentario de la Ley 16.045 de
1989 de Igualdad de Oportunidades y de Trato en Materia Laboral, prevee las conductas de acoso
sexual en el lugar de trabajo o en ocasión de él, como una forma de discriminación grave, entendiendo por tales cualquier comportamiento, propósito, gesto o contacto de orden sexual no deseado por la persona a la que va dirigido y que le produzca o amenace con producirle un perjuicio
en su situación laboral. Da lugar a otro tipo de acciones por parte de la víctima.
Normas de prevención y protección
La ley 17.514 de18/6/2002 define la violencia doméstica y dispone una serie de medidas para la
prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia doméstica. Instaura un
proceso de urgencia (no penal) para la aplicación de medidas cautelares ante la denuncia de una
situación de violencia intrafamiliar. Estas medidas deben aplicarse de inmediato (previo análisis
sumario de la petición) y evaluarse a los diez días. En caso de denegarse la aplicación de las medidas, debe fundamentarse expresamente la denegatoria. Asimismo crea el Consejo Nacional Consultivo de Lucha contra la Violencia Doméstica, de carácter interinstitucional con el cometido de
elaborar el Plan Nacional, asesorar, coordinar acciones, velar por el cumplimiento de la ley, etc.
La ley 17.707 del 10/11/03, faculta a la SCJ a transformar juzgados de familia en juzgados especializados con competencia en violencia doméstica.
Esta facultad fue utilizada por el Poder Judicial a fines del año 2004, quien por Acordada 7535 del
7/12/04, transformó cuatro juzgados de familia en juzgados de familia especializada, con competencia en violencia doméstica y con competencia de urgencia en los temas relativos a la vulneración de derechos de niños, niñas y adolescentes (sean o no situaciones derivadas de la violencia
intrafamiliar).
El Código de la Niñez y la Adolescencia (ley 17.823) fue aprobado el l7/9/04. El avance principal de
esta norma es reconocer a los niños, niñas y adolescentes su condición de sujetos de derechos,
sistematizando en la norma los derechos y principios fundamentales de esta franja etárea. Incorpora un capítulo relativo a la atención de niños, niñas y adolescentes que son vulnerados en sus
derechos. Lamentablemente, el capítulo referido al maltrato y el abuso sexual quedó restringido
a sólo dos artículos (arts.130 y 131) que se limitan a imponer la obligación de denuncia inmediata
por parte de las autoridades que tengan conocimiento de situaciones de maltrato y la consagración del principio general de no victimización.
1.1.
¿Se han promulgado, modificado o derogado leyes y reglamentos en su país a fin de
modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que respaldan la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer?
Sin perjuicio de lo que se respondió anteriormente, en general, las normas antes mencionadas
incorporan aspectos relativos al cambio de prácticas porque califican como ilícitas determinadas
conductas violentas que tradicionalmente eran toleradas o invisibilizadas.
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer,
aprobada en Belém do Pará, Brasil el 9 de junio de 1995, fue ratificada por Uruguay por Ley N°
16.735 del 13 de diciembre de 1995.
En el mismo año, pero meses antes se aprueba la Ley N° 16.707 del 12 de julio que introduce un
artículo identificado como 321 bis del Código Penal, ubicado en el Título XII de la Parte Especial
“De los delitos contra la personalidad física y moral del Hombre” (art. 18 de la ley).
El texto es el siguiente:
“Violencia Doméstica. El que, por medio de violencias o amenazas prolongadas en el tiempo, causare uno o varias lesiones personales a personas con las cuales tenga o haya tenido una relación afectiva
o de parentesco, con independencia de la existencia de vínculo legal, será castigado con una pena de
seis a veinticuatro meses de prisión.
La pena será incrementada de un tercio a la mitad cuando la víctima fuere una mujer y mediaren las
mismas circunstancias y condiciones establecidas en el inciso anterior.
El mismo agravante se aplicará si la víctima fuere un menor de dieciséis años o una persona que por
su edad y otras circunstancias, tuviera su capacidad física o psíquica disminuida y que tenga con el
agente relación de parentesco o cohabite con él”.
El 2 de julio de 2002, luego de la aprobación de la Convención, se aprobó la Ley N° 17.514 de Violencia Doméstica que en su artículo 2 establece que:
“Constituye violencia doméstica toda acción u omisión, directa o indirecta, que por cualquier
medio menoscabe, limitando ilegítimamente el ejercicio o goce de los derechos humanos de una
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persona, causada por otra con la cual tenga o haya tenido una relación de noviazgo o con la cual
tenga o haya tenido una relación afectiva basada en la cohabitación y originada por parentesco,
por matrimonio o por unión de hecho”.
La Ley prevé jurisdicción de urgencia en Juzgados de Familia, legitima a terceros para formular las
denuncias y confiere al Juez inspirado en los principios de protección a la víctima y de no victimización secundaria (arts. 9 y 18), la facultad de adoptar medidas de protección de manera urgente.
Se impone la coordinación de actuaciones entre las distintas jurisdicciones eventualmente llamadas a intervenir y a los fines de Prevención y de Atención de las Víctimas se crea el Consejo
Nacional Consultivo de Lucha contra la Violencia Doméstica.
a.
El delito de violencia doméstica, incorporado en 1995 al Código Penal, dio lugar a muy
pocos procesamientos porque se trata de un tipo penal que requiere la comprobación
de muchos extremos de hecho para su configuración (en general, los jueces siguen remitiéndose a los viejos delitos de lesiones o violencia privada). Sin embargo la incorporación de este delito coadyuvó favorablemente a la percepción de la violencia doméstica como un problema social que requiere sanción.
b.
En igual sentido se espera que opere el art. 4º de la ley 17.815 que sanciona al cliente
de explotación sexual comercial infantil. Si bien con anterioridad a esta figura penal
ya podía considerarse esta persona incursa en el delito de violación (iure e de iure
si se tratara de una persona menor de doce años o -al menos- de corrupción si fuere mayor de esa edad y hubiera existido un supuesto acuerdo voluntario para ser
prostituida), los operadores judiciales tomaban en cuenta tanto el consentimiento
de las adolescentes como la conducta previa de las mismas para la configuración del
delito de corrupción. Se demostraba así el desconocimiento de las consecuencias
básicas del abuso de poder sobre las víctimas. La exclusión total de la posibilidad de
considerar el consentimiento de la víctima adolescente para las relaciones sexuales
remuneradas es un componente favorable al cambio de concepciones en relación a
la violencia sexual hacia las adolescentes.
c.
La ley de prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia doméstica (ley 17.514) es la que principalmente ha permitido avances hacia los cambios de
prácticas. El hecho de regular un procedimiento especial para la atención de estos casos,
de urgencia, describir posibles medidas cautelares a adoptar (sin limitarlas), exigir a los
jueces que fundamenten expresamente su resolución cuando hacen lugar al pedido de
medidas cautelares y crear el Consejo Consultivo, ha puesto el tema de la violencia doméstica como una materia insoslayable para el Poder Judicial.
1.2.
¿Se han aprobado este tipo de normas después de la ratificación de la Convención
Belém do Pará por parte de su Estado?
Algunas normas se han aprobado, aunque no suficientes.
• Ratificación Convenios Internacionales.
• La Convención de Belém do Pará fue ratificada en nuestro país en por Ley 16.735 del 5
de enero de 1996.
• El 18/5/01, por Ley 17.338, fue ratificado el Protocolo Facultativo de la Convención sobre todas las formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW, ratificada en nuestro
país desde 1981).
• El 17/9/02, por Ley 17.559 Uruguay ratificó el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño sobre venta, prostitución infantil y utilización de
niños en pornografía.
• El 28/12/04, por Ley 17.861, fue ratificado el Protocolo de Palermo sobre trata de personas, especialmente mujeres y niñas, complementario de la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
• Leyes nacionales
En el orden interno, las leyes aprobadas con posterioridad a la ratificación de la Convención de
Belém do Pará ya han sido señaladas. Se sintetizan en el siguiente listado:
• Ley 17.514 del 18/6/2002 - para la prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia doméstica.
• Ley 17.707 del 10/11/03 que faculta a la SCJ a transformar Juzgados de Familia en los
Juzgados Especializados con competencia en violencia doméstica.
• Ley 17.815 – 2004 - prevé figuras penales relativas a la explotación sexual comercial
infantil y adolescente.
• Ley 17.938 del 29/12/05 que elimina el art.116 Código Penal y 22 y 23 del Código de
Procedimiento Penal.
De haberse aprobado este tipo de normas:
a.
¿Existe sanción establecida para un agresor que hostiga, amenaza o pone en peligro
la vida de la mujer atentando contra su integridad o perjudicando su propiedad?
¿Cuál es esa sanción?
El Juez de Familia adopta medidas de protección tales como exclusión del agresor del hogar, prohibición de acercarse a la víctima etc., cuyo incumplimiento puede ser penalizado. Pero, salvo en
cuanto al delito de violencia doméstica y a los delitos sexuales, no existen sanciones específicas,
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más allá de que las acciones de hostigamiento, amenaza o poner en riesgo la vida de la mujer,
constituyen por sí delitos ya previstos en el Código Penal, tales como tentativa de homicidio,
lesiones, daño, amenazas, etc.
b.
¿Existe pena asignada para las formas transnacionales de violencia contra la mujer, incluidas las migrantes, la trata de personas, especialmente mujeres, niñas y niños, y la
prostitución forzada? ¿Cuál es esa pena?.
• Uruguay ratificó por ley 17.861 del 28 de diciembre de 2004, el Protocolo de Palermo sobre trata de personas, especialmente mujeres y niñas, complementario de la Convención
contra la Delincuencia Organizada Transnacional.
• El tipo penal que más se acerca a la definición de trata de personas del Protocolo de
Palermo es el previsto en el art. 280 del Código Penal, el que se transcribe a continuación: “El que redujere a esclavitud o a otra condición análoga a una persona, el que
adquiera o transfiera esclavos y el que trafique con ellos, será castigado con dos a seis
años de penitenciaría”.
No se conocen casos de jurisprudencia en que se haya aplicado este artículo.
• Otro tipo penal que pueden alcanzar las conductas descriptas es el previsto en la ley 8.080
de l927, que sanciona el proxenetismo (explotación lucrativa de la prostitución de otra persona), prevé en su inciso 2º la conducta de quien con ánimo de lucro indujere o determinare
a otro al ejercicio de la prostitución en el país o en el extranjero con tres a doce meses de
prisión. Pueden llegar a captarse a través de este giro actos relacionados con el cruce de
fronteras para la explotación sexual.
• Uruguay ratificó por Ley N° 17.559 de 22 de setiembre de 2002 el “Protocolo Facultativo de
la Convención de los Derechos del Niño relativo a la venta de niños, la prostitución infantil
y a la utilización de niños en pornografía”.
• Por Ley N° 17.815 del 18 de agosto de 2004, que legisla sobre violencia sexual comercial y
no comercial cometida contra niños, adolescentes o incapaces, se crearon entre otros, los
siguientes delitos, con las penas que se indican:
• Contribución a la explotación sexual de personas menores de edad o incapaces. Se
castiga con pena de dos a doce años de penitenciaría. Se eleva de un tercio a la mitad
si el delito se comete con abuso de las relaciones domésticas o de la autoridad o jerarquía, pública o privada, o la condición de funcionario policial del agente (art. 5).
• Tráfico de personas menores de edad o incapaces, con fines de prostitución o explotación sexual. Se castiga con pena de dos a doce años de penitenciaría (art. 6°).
c.
¿Sanciona el Código Penal u otra normativa jurídica la violencia sexual dentro del
matrimonio?
No, respecto de la violencia sexual dentro del matrimonio, no existe norma especial, sin perjuicio
de que se pueda aplicar el marco normativo general. Persisten concepciones tradicionales que
no visualizan como violencia las agresiones sexuales en el matrimonio, salvo que generen a su
vez lesiones físicas u otro tipo de consecuencias que permitan incluir tal conducta en otro tipo
penal, por ejemplo, en los delitos de Violación y Atentado Violento al Pudor (arts. 272 del Código
Penal, entre otros).
d.
¿Contemplan las normas vigentes el acceso a reparación para las mujeres víctimas
de la violencia?
No. No hay normas específicas que favorezcan a las mujeres en materia de reparación del daño. Sin
perjuicio de que pueden aplicarse las normas generales y las normas de derecho internacional ratificadas por el país (aplicables directamente al ordenamiento interno por imperio de lo dispuesto en
los arts. 72 y 332 de la Constitución) no se conocen antecedentes jurisprudenciales en la materia.
e.
¿Existe sanción para los/ las funcionarios/as públicos que no cumplen con la aplicación de las leyes de violencia? Si existe, ¿cuál es la sanción?
No existe una norma específica para la materia pero, respecto de los funcionarios públicos
existe una obligación genérica de denunciar los delitos que se cometieren en su repartición o
cuyos efectos la repartición experimente particularmente. Igualmente se sanciona la omisión
y el retardo cometido por los funcionarios policiales respecto de delitos de los que tuviere
conocimiento en razón de su función. Tales conductas se preveen como “delitos contra la
administración de justicia” y se sancionan con pena de 3 meses a dos años de suspensión
(art. 177 del Código Penal).
Según los casos, podrían quedar comprendidos en otros delitos que reprimen la corrupción en
la Administración Pública, como la omisión contumacial de los deberes del cargo (castigado con
suspensión de tres a dieciocho meses), encubrimiento (tres meses de prisión a diez años de penitenciaría), el tráfico de influencias (tres meses de prisión a cuatro años de penitenciaría) o el abuso
de funciones en casos no previstos por la ley (tres meses de prisión a tres años de penitenciaría,
inhabilitación especial de dos a cuatro años y multa de diez a tres mil unidades reajustables).
f.
¿Existen programas de tratamiento para agresores o perpetradores de actos de violencia?
El tratamiento de los agresores es un rubro donde se perciben graves carencias respecto de la
disponibilidad de programas adecuados.
Pese a que la Ley 17.514 establece entre las medidas cautelares que el Juez puede: “Disponer la
asistencia obligatoria del agresor a programas de rehabilitación” (Art.10 inc.7) y que el artículo 23
19
20
de la misma ley establece: “La rehabilitación y la reinserción social del agresor, deberán formar
parte de una política que procure proteger a todas las personas relacionadas. La asistencia y el
tratamiento deberán ser instrumentos de esta política”, no existen programas estatales integrales
de tratamiento para los agresores. La única experiencia estatal es llevada a cabo por la Secretaría
de la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo en sus dos Programas:“Por el Derecho a
una vida libre de violencia de género” y “Comuna Mujer” del Plan de Igualdad de Oportunidades
y Derechos (PIOD), el cual cuenta con dos Servicios de Atención a varones que ejercen violencia
contra la mujer, en dos zonales de la descentralización municipal. (no existe sistematización por
tratarse de una experiencia reciente)
Existen fundamentalmente en la capital del país, algunas organizaciones de la sociedad civil con
programas para agresores o perpetradores de violencia.
g.
¿Existe alguna disposición legal o administrativa que haga obligatoria la capacitación permanente en materia de género para funcionarios públicos?
No existen disposiciones legales en la materia. Algunas dependencias del Poder Ejecutivo han
dictado algunos cursos de sensibilización en género o específicamente sobre violencia doméstica, pero los mismos han abarcado solamente a algunos sectores de funcionarios.
2.
¿Se ha adoptado un plan de acción o una estrategia nacional para prevenir, sancionar
y erradicar la violencia contra la mujer?
No. Se ha diseñado un plan de acción a nivel nacional referido concretamente a la violencia doméstica. La ley N° 17.514 del 02 de julio del 2002 creó el Consejo Nacional Consultivo de Lucha
contra la Violencia Doméstica y en el artículo 29 de la norma dispuso que el Consejo elabore el
Primer Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica, con un enfoque integral, orientado
a la prevención, atención y rehabilitación de las personas involucradas, a efectos de lograr el uso
más adecuado de los recursos existentes en beneficio de la sociedad. El Instituto Nacional de la
Familia y la Mujer (hoy Instituto Nacional de las Mujeres) preside dicho Consejo y según el artículo
24 tiene la responsabilidad de controlar, revisar, adaptar y dar seguimiento a la implementación
y ejecución del Plan.
El Primer Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica se presentó públicamente el 25 de
noviembre de 2003 y fue aprobado por el Poder Ejecutivo el 10 de junio de 2004. Regirá durante
el período 2004 – 2010. En la actualidad se encuentra en los inicios de su implementación.
2.1
¿Cuál es el organismo encargado del diseño de dicho plan de acción o estrategia
general nacional?
El organismo encargado del diseño del Plan Nacional de Lucha contra la violencia doméstica
es el Consejo Nacional Consultivo. Dicho Consejo está integrado por un titular y un alterno de
las más altas jerarquías de los siguientes organismos públicos: presidido por la Directora del
Instituto Nacional de las Mujeres que en la actualidad integra el Ministerio de Desarrollo Social,
Ministerio del Interior, Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Educación y Cultura, Instituto del Niño y del Adolescente del Uruguay (INAU), Poder Judicial, Administración Nacional de
Educación Pública, Congreso de Intendentes. Y Tres representantes de la Asociación Nacional
de Organizaciones No Gubernamentales, por las cuales participa la Red de Organizaciones de
lucha contra la violencia doméstica.
2.2.
¿Cuál es el organismo encargado de la aplicación de dicho plan de acción o estrategia? ¿Existen estrategias intersectoriales integradas? Si existen, ¿qué agencias
participan en ellas?
El organismo encargado de la aplicación del Plan de Acción es el Consejo Nacional Consultivo de
Lucha Contra la Violencia Doméstica. El Consejo, de acuerdo al Art. 26 numeral 4 de la Ley 17.514,
debe promover la coordinación e integración de las políticas sectoriales de lucha contra la violencia doméstica diseñadas por parte de las diferentes entidades públicas vinculadas al tema. Es
por tanto una estrategia intersectorial en la cual participan los organismos gubernamentales y no
gubernamentales antes citados.
El Instituto Nacional de las Mujeres inició en el 2005 varios programas de capacitación en Violencia Doméstica que se coordinaron con los siguientes organismos públicos: Poder Judicial,
Ministerio del Interior, Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSC) y Ministerio de Salud Pública.
Los mismos pudieron llevarse a cabo con fondos extra presupuestales gracias al apoyo de la
Fundación Friedrich Ebert (FESUR), el Banco Mundial y la Organización Panamericana de la
Salud (OPS).
A modo de ejemplo podemos citar:
1. Instituto Nacional de las Mujeres – Ministerio del Interior - ONSC
Programa Piloto de formación para las y los funcionarios de las Comisarías de la Familia y la Mujer.
El Instituto Nacional de las Mujeres firmó un convenio con el Ministerio del Interior y la Oficina Nacional de Servicio Civíl en el cual las partes acuerdan llevar adelante procesos de cooperación recíproca
a los efectos de proporcionar a las /los funcionarios de las Comisarías de la Mujer y la Familia de los
departamentos de Montevideo y de San José, cursos de capacitaci´pn con el objetivo de contribuir
a la mejora del servicio de atención a la ciudadanía, en la profesionalización del personal de las
Comisarías de la Mujer y la Familia y calificar el abordaje de sus intervenciones en particular las de
violencia doméstica.
Se capacitaron 51 funcionarias/ os de los cargos ejecutivos, técnicos y administrativos de
las Comisarías de la Mujer y la Familia de Montevideo y San José. Este primer proyecto contó con el apoyo de FESUR y se coordinó y ejecutó desde los primeros niveles de decisión
ministerial.
21
22
2. Instituto Nacional de las Mujeres – Ministerio de Salud Pública
El 08 de marzo de 2005, a iniciativa del Instituto Nacional de las Mujeres, la Ministra de Salud Pública asume públicamente impulsar:
• La incorporación a la ficha médica (historia médica) preguntas que den cuenta de situaciones de violencia doméstica de manera que quede registrado como parte de los datos
clínicos de la paciente.
• La realización de protocolos que permitan identificar y responder adecuadamente a las
víctimas de maltrato.
Para poder cumplir con dichos objetivos, el Programa de Salud de la Mujer y Género junto con el
Instituto Nacional de las Mujeres realizaron una serie de Jornadas (Seminarios y Talleres) de sensibilización y consulta sobre las posibles formas de relevamiento y registro de datos en la historia
clínica destinadas a Directores /as departamentales en Salud, Coordinadores y Coordinadoras
departamentales de ASSE (Administración de los Servicios de Salud del Estado), autoridades de
ASSE Y DIGESA (Dirección General de Salud) y personal médico de instituciones públicas y privadas. Para la implementación de este proyecto se contó con el apoyo de FESUR. El resultado del
trabajo realizado culminó con el documento: “Pautas de Orientación para operadores del Primer
Nivel de Atención en Salud”.
3. Proyecto: “Fortalecimiento de las instituciones de Justicia en materia de Género
para un Desarrollo Equitativo”financiado por el Banco de Reconstrucción y Desarrollo (Banco Mundial).
El objetivo general de este proyecto fue mejorar la capacidad institucional de los responsables de
la implementación de la legislación referente a los derechos humanos de las mujeres a través de un
programa de capacitación piloto multidisciplinario que beneficiará a los sectores involucrados en el
abordaje, con relación de la problemática de la violencia doméstica. Este Programa de capacitación
responde a las acciones previstas dentro del Primer Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica (2004-2010) aprobado por el Decreto del Poder Ejecutivo Nº 190/04 del 10 de junio de 2004.
En el marco de este Proyecto, el Instituto Nacional de las Mujeres con el apoyo del Banco Mundial
implementó seis talleres regionales de Sensibilización y Consulta sobre Violencia Doméstica:
“Posibles estrategias para su abordaje”. Los mismos estuvieron dirigidos a jueces, fiscales, defensores de oficio, profesionales auxiliares de la justicia, de la salud, de la educación, asistentes
sociales, policías y especialistas forenses de los diecinueve departamentos del país. Asimismo
se realizó la publicación y distribución del Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica
2004 – 2010, la elaboración y distribución de 40.000 folletos “Mano con Mano contra la Violencia
Doméstica” dirigidos a población de pobreza y extrema pobreza y actividades de intervención
urbana con actores y actrices de la Sociedad Uruguaya de Actores (SUA) en torno al Día internacional de la No Violencia hacia la Mujer.
2.3.
¿Se han realizado evaluaciones del plan de acción o estrategias realizadas?
No
Si se han realizado, ¿qué resultados se han obtenido hasta el momento?
Si no se han realizado evaluaciones ¿está previsto realizarla? ¿En qué plazo?
El Plan, en el punto 4.8 Cumplimiento, Supervisión, establece que en su informe anual, el Consejo
hará una evaluación del cumplimiento de las responsabilidades que este Plan adjudica a los diferentes actores. Sin perjuicio de lo anterior, el Consejo, cuando corresponda, formulará las recomendaciones que sean necesarias para incentivar el cumplimiento de los objetivos y metas de este Plan.
Debido a las elecciones nacionales y el cambio de gobierno en marzo de 2005, las autoridades
que integran el Consejo han cambiado, con la excepción del Poder Judicial y las ONG´s, por lo cual
se prevé realizar un informe y la correspondiente evaluación a fines del 2006.
2.4.
¿Esta prevista una revisión periódica del plan de acción o estrategia en base a los resultados obtenidos en las evaluaciones de su implementación?
Si, está prevista.
2.5.
¿Cómo se articulan las estrategias a niveles provinciales y municipales?
El Art. 28 de la Ley 17.514 establece que el Consejo podrá crear Comisiones Departamentales o
Regionales, reglamentando su integración y funcionamiento. A la fecha el Consejo ha instalado
las Comisiones Departamentales de Lucha Contra la Violencia Doméstica en siete Departamentos: Durazno, San José, Colonia, Soriano, Canelones, Maldonado y Paysandú, restando la instalación de doce Municipios para el 2006. En este sentido es de destacar las estrategias que se
han implementado desde la Secretaría de la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo
desde el año 1992, las cuales se fortalecen progresivamente quedando articuladas en el marco
de las acciones y medidas del Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos del Departamento de Montevideo. Desde este recorrido y experiencia se integra con otras organizaciones públicas, de la sociedad civil organizada y ONGs, en la conformación del Consejo Nacional
Consultivo de lucha contra la Violencia Doméstica previsto por el Art. 24 de la Ley Nº 17.514,
para la elaboración de un Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica. Asimismo las
Comisiones Departamentales de lucha contra la VD, previstas en la misma ley, se constituyen en
ámbitos privilegiados de articulación.
3.
¿Se ha establecido un mecanismo a nivel nacional para hacer el seguimiento de la implementación de la Convención Belém do Pará?
Si bien no existe un mecanismo específicamente creado para el seguimiento de la implementación de la Convención de Belém do Pará, Uruguay cuenta con un Grupo de Trabajo Ad Hoc
23
24
integrado por organismos gubernamentales y asociaciones de la sociedad civil, creado por resolución del Poder Ejecutivo a efectos de contar con información actualizada de instituciones
públicas y privadas que trabajan con el tema género para la preparación y presentación de informes periódicos a diversos Comités Internacionales de los que la República es parte creados por
instrumentos vinculantes.
Si se ha establecido el mecanismo:
¿Cuál es el organismo encargado de hacer su seguimiento a nivel nacional?
El organismo encargado del seguimiento a nivel Nacional es el Instituto Nacional de las Mujeres, el cual tiene entre sus cometidos: “velar por el cumplimiento de los compromisos internacionales que el país ha suscrito en materia de género y realizar y ejecutar, dentro de sus posibilidades
financieras, los convenios internacionales de cooperación vinculados a dicho cumplimiento” (Ley
17.930 del 19.12.05).
4.
Los legisladores, asesores y demás personal de las legislaturas ¿cuentan con información acerca de temas de género y específicamente respecto de violencia? ¿Cómo
se ha informado?
Los legisladores, asesores y demás personal parlamentario, cuentan con información fundamentalmente a iniciativa de la Bancada Femenina.
Algunas legisladoras tienen formación en perspectiva de género desde época anterior a su
ingreso al Poder Legislativo. Esto porque han llegado a la política partidaria luego de años
de militancia en el movimiento de mujeres o luego de una sostenida militancia en la Red de
Mujeres Políticas.
A impulso de estas legisladoras, tanto en la pasada legislatura (2000-2005) como en la actual
(2005-2010), todas las mujeres legisladoras de todos los partidos con representación parlamentaria han constituido la Bancada Bicameral Femenina, que es un espacio de coordinación entre
las legisladoras y con las mujeres con responsabilidades en los otros poderes del Estado y con las
organizaciones feministas y de mujeres.
Este intercambio permanente entre las legisladoras y el movimiento de mujeres y las académicas
dedicadas a los temas de género ha ido consolidando una perspectiva común de la Bancada Femenina que es particularmente sólida con respecto a la lucha contra la violencia de género. Tan
es así que tanto la redacción del proyecto de Ley como la aprobación de la Ley 17.514 de Violencia
Doméstica fueron producto de un quehacer conjunto entre las legisladoras y connotadas militantes feministas y académicas.
Las legisladoras participan habitualmente, sea como panelistas o asistentes, en gran número de
seminarios, talleres y reuniones de trabajo sobre los temas de género organizados por la aca-
demia o por el movimiento feminista y de mujeres. Complementariamente algunas legisladoras
cuentan entre sus asesores con especialistas en los temas de género.
4.1
¿Se han realizado seminarios de violencia contra la mujer destinados a dicha audiencia?
El Parlamento Nacional ha sido el espacio privilegiado para la realización de un importante
número de seminarios y otras actividades de denuncia y análisis sobre la violencia contra la
mujer, particularmente contra la violencia doméstica. Actividades que muchas veces fueron
convocadas por las Cámaras, la Bancada Femenina o contando con su auspicio, aunque organizadas por la sociedad civil1. Algunas de estas actividades fueron recogidas en una publicación
editada por la propia Cámara de Diputados que fuera obsequiada a cada uno de los jueces,
fiscales y defensores públicos del país por la Presidenta de la Cámara de Representantes y la
Bancada Femenina. En la actualidad, visto el éxito de la publicación, está en prensa una reedición del libro. En este último período legislativo también se firmó un convenio con el Programa
de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) de capacitación en derechos humanos y género
para los parlamentarios.
4.2.
¿Se han coordinado visitas de expertas/ os en violencia contra la mujer a las legislaturas?
La Comisión de Género y Equidad de la Cámara de Diputados ha recibido la visita de varias delegaciones de expertos tanto nacionales como internacionales. Merecen particular mención tanto
la asistencia a la Comisión como la reunión de trabajo realizada con los técnicos del ILANUD y con
los representantes del Poder Judicial francés.
4.3.
¿Se ha distribuido información respecto de violencia contra la mujer a las legislaturas
nacionales, provinciales y locales?
Si, de diversas maneras:
• Las legisladoras nacionales han hecho llegar materiales e intervenciones y han asistido en
diversas oportunidades a los legislativos departamentales como apoyo para intervenciones sobre la violencia doméstica.
• Las legisladoras departamentales suelen solicitar que sus respectivos Legislativos envíen
las intervenciones realizadas en torno a la violencia doméstica al Parlamento Nacional.
• Las mujeres organizadas y las académicas hacen llegar regularmente los materiales que
publican a las legisladoras.
• La Bancada Femenina circula entre los parlamentarios la información más relevante sobre
la materia.
1 . Para información detallada ver “Bancada Femenina. Rendición de Cuentas del período legislativo 2000-2005”, Cámara de Representantes XLVa. Legislatura, Uruguay.
25
26
4.4.
Otras formas (descríbalas)
• La Cámara de Senadores ha editado un CD con las principales normativas tanto nacionales como internacionales en materia de género.
• A instancias de la Bancada Femenina y la Secretaría Pro-Témpore de la CIM-OEA la red de
radiodifusión y televisión privada realizó una campaña publicitaria en contra de la violencia doméstica en el año 2002, material que aún se utiliza, fundamentalmente, por los
medios de comunicación estatales.
• Por iniciativa de la Bancada Femenina la página Web del Poder Legislativo ha difundido
en el mes de noviembre de 2005, las estadísticas nacionales sobre violencia doméstica y
material gráfico alusivo a la fecha.
• Tanto la Bancada Bicameral Femenina como los funcionarios del Poder Legislativo han
repartido el 25 de noviembre de 2005 un volante “La vida de una persona es asunto de
todos y de todas, no a la violencia contra las mujeres” a toda persona que accedió a las
instalaciones del Palacio Legislativo ese día.
5.
¿Existen comisiones legislativas especializadas en temas de género?
La Cámara de Representantes de la XLVa. Legislatura (2000 – 2005) aprobó el 8 de marzo de 2000
la creación de una Comisión Especial de Género y Equidad conformada por diputadas de todos
los partidos políticos con representación parlamentaria, estableciéndole como su cometido: “el
análisis y control permanente de la evolución en nuestro país hacia la igualdad de oportunidades entre ambos géneros, cumpliendo con los compromisos contraídos por el gobierno y parlamentarios en
la IV Conferencia mundial sobre la mujer”. El mandato de dicha Comisión especial fue renovado
todos los años de ese período legislativo.
Entre las Comisiones de la Cámara de Representantes de la XLVIa Legislatura (2005-2010) se creó
nuevamente la Comisión de Género y Equidad.
En la XLVIa Legislatura (2005-2010) la Cámara de Senadores creó la Comisión Permanente “Población, Desarrollo e Inclusión” a la que se le asignó entre sus cometidos los relacionados con
“… el seguimiento de las responsabilidades del Estado con relación al objetivo de un desarrollo
humano sustentable que equilibre los efectos de la desigualdad social de los distintos grupos de
población y comprometa los objetivos constitucionales de justicia social e igualdad de oportunidades para todos los hombres y mujeres”.
Si existen:
5.1.
¿Cómo opera su funcionamiento en el orden de las legislaturas nacionales?
Todas las comisiones asesoras, incluyendo las mencionadas, se rigen por los Reglamentos de funcionamiento de las Comisiones de la Cámara respectiva.
5.2.
¿Cómo opera su funcionamiento en el orden de las legislaturas provinciales?
En algunos Legislativos Departamentales se han creado Comisiones de Género y Equidad, que se
rigen por los respectivos reglamentos de funcionamiento de las Comisiones del correspondiente
Legislativo Departamental.
En otros lo que se ha establecido son las Bancadas Femeninas. Entre los Legislativos que han
recurrido a esta modalidad, merece destacarse la experiencia del Legislativo Departamental de
Maldonado, donde la Bancada Femenina alcanzó el reconocimiento de “grupo parlamentario”
con las prerrogativas que la reglamentación establece para estos en materia de utilización de los
recursos materiales y humanos del Poder Legislativo Departamental.
II.
ACCESO A LA JUSTICIA
1.
¿Existen trámites expeditos y normados para garantizar la seguridad de las mujeres
víctimas de la violencia y la responsabilidad de los perpetradores de dicho actos de
violencia?
La seguridad de las mujeres víctimas de violencia así como la responsabilidad de los perpetradores de dichos actos es contemplada específicamente, en el ámbito civil del derecho de Familia,
por la Ley 17.514 de Violencia Doméstica, y en el ámbito penal, con la tipificación del delito de
violencia doméstica (art. 321 bis CP) .
La Ley de Violencia Doméstica, normativa de prevención y protección, establece un proceso corto,
de urgencia, que prevee la aplicación inmediata de medidas cautelares a favor de las víctimas.
Las medidas que se adoptan son las indicadas en la ley N° 17.514 sin perjuicio de que pueden
adoptarse otras, a saber: retiro del agresor de la residencia común y la entrega inmediata de su
efectos personales en presencia del Alguacil (Oficial de Justicia); reintegro inmediato de la víctima
que hubiere salido de su domicilio o residencia por razones de seguridad personal; prohibición,
restricción o limitación de la presencia del agresor en el domicilio o residencia, lugares de trabajo,
estudio u otros que frecuente la víctima, demás personas afectadas, testigos o denunciantes del
hecho; incautación de armas en poder del agresor, prohibición al mismo del uso o posesión de
armas de fuego; fijar asignación alimenticia provisional a favor de la víctima; disponer la asistencia
obligatoria del agresor a programas de rehabilitación; si correspondiere pensiones alimenticias,
guarda, tenencia y visitas.
¿Ante qué autoridad debe realizarse la denuncia?
La denuncia puede realizarse indistintamente ante la autoridad policial o ante la autoridad judicial. En el primer caso, ante la comisaría especializada en el tema, Comisaría de la Mujer y la
27
28
Familia en Montevideo y en otras ciudades (Canelones, Maldonado,…), o ante las Comisarías
– Seccionales, las que deben asimismo recibir y dar trámite a las denuncias presentadas. En el
segundo caso la denuncia se presenta directamente ante los Juzgados de Familia Especializados, que funcionan en Montevideo, y ante los Juzgados Letrados de 1ª Instancia y Juzgados de
Paz, en el resto del país.
1.1.
Las oficinas a cargo: ¿Son adecuadas a la cantidad de casos que deben atender, tanto
en relación a su cobertura geográfica como a la magnitud de los índices de violencia
registrados en esa localidad?
En el caso de las Comisarías – Seccionales, no, ya que en el mismo local y con el mismo personal
debe atender todo tipo de denuncias. En general tienen carencias locativas así como de recursos
humanos y materiales. En el caso de la Comisaría de la Mujer, son más adecuadas, y el personal,
en su mayor parte mujeres, tiene capacitación en el tema.
Desde el 13 de diciembre de 2004 funcionan en la capital de la República, que concentra más del 50%
de la población total del país, cuatro Juzgados de Familia Especializados que se encargan de los asuntos de Violencia Doméstica, conjuntamente con protección de los derechos amenazados o vulnerados
de los niños, niñas y adolescentes (arts. 66, 117 y siguientes del Código de la Niñez y Adolescencia).
La creación de estos juzgados ha significado un gran avance ya que tienen sede y personal propios. Cuentan dichas sedes judiciales con los servicios de Defensoría Pública Especializada y de
Equipo Técnico Interdisciplinario.
Se anota como grave carencia la falta de representantes del Ministerio Público (Fiscales) especializados cuando su intervención resulta preceptiva en estos asuntos.
Se ha diversificado el ingreso de víctimas y de testigos con el de los denunciados, de manera de
separar a las partes involucradas, evitando mayor victimización y violencia.
En el interior de la República la situación no es la misma, pues no existe especialización judicial y
los asuntos deben ser atendidos por Jueces que además intervienen en otras materias, a veces ni
siquiera de Familia, notándose carencia de equipos técnicos y de recursos materiales.
1.2.
¿Existen comisarías y otros servicios especializados en temas de la mujer que cuenten con
perfiles y protocolos de actuación para la atención de las víctimas en sus propios idiomas?
Ni la Comisaría de la Mujer ni los Juzgados Especializados cuentan con perfiles y protocolos
de actuación.
Los Juzgados Especializados cuentan con sus propios equipos técnicos (dos) integrados por Médico Forense, Médico Psiquiatra, Licenciado en Psicología y Licenciado en Trabajo Social, los que
actúan mediante un enfoque multidisciplinario, por régimen de informe único y por escrito.
En general, en el Uruguay no se configuran problemas de barreras idiomáticas.
Cabe destacar, que en el año 2001, el Programa de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior (Préstamo BID N° 1096/OC – UR) junto con la Embajada Británica publican el “Decálogo
de incidentes familiares. Guía de actuación para la Policía Nacional en la República Oriental del
Uruguay” cuya autora fue la Comisario Inspector Psicóloga Cristina Domínguez. Dicho decálogo
tuvo como objetivo establecer y difundir criterios uniformes de intervención tendientes a profesionalizar la actuación de los operadores policiales cada vez que atiendan situaciones complejas
derivadas de incidentes de índole familiar o doméstico. Lamentablemente, en la actualidad no es
utilizado por parte de los operadores policiales.
1.3.
En promedio, ¿cuánto tiempo transcurre entre la recepción de la denuncia hasta la
adopción de medidas especiales de protección de la integridad física y psíquica y la
propiedad de las mujeres objeto de violencia?
Si bien no existe un relevamiento del tiempo transcurrido entre la recepción de la denuncia hasta
la adopción de medidas puede decirse que éste varía, ya que generalmente los jueces de turno,
que se encuentran que deben estar a disposición las 24 horas, los 365 días del año, adoptan las
medidas de inmediato y posteriormente convocan a audiencia; en otros casos la adopción de
medidas se posterga hasta la realización de la audiencia judicial a la cual se cita a ambas partes.
En estos casos, las medidas de protección debieran tomarse como máximo dentro de las 48 horas,
aunque en la práctica no ocurre siempre así, sobre todo cuando intervienen Defensores particulares, en cuyo caso generalmente el plazo es mayor.
1.4.
¿Existen medidas para garantizar la seguridad de las mujeres víctimas de violencia,
familiares y testigos? Si existen, ¿cuáles son?
La Ley de Violencia Doméstica prevee medidas cautelares, temporales, en favor de las víctimas pero
no de sus familiares o testigos. Establece específicamente en el Artículo 9. - “En toda cuestión de
violencia doméstica, además de las medidas previstas en el artículo 316 del Código General del
Proceso, el Juez, de oficio, a petición de parte o del Ministerio Público deberá disponer todas las medidas tendientes a la protección de la vida, la integridad física o emocional de la víctima, la libertad y
seguridad personal, así como la asistencia económica e integridad patrimonial del núcleo familiar.
En el Artículo 10 especifica las medidas:
1. Disponer el retiro del agresor de la residencia común y la entrega inmediata de sus efectos personales en presencia del Alguacil. Asimismo, se labrará inventario judicial de los
bienes muebles que se retiren y de los que permanezcan en el lugar, pudiéndose expedir testimonio a solicitud de las partes.
2. Disponer el reintegro al domicilio o residencia de la víctima que hubiere salido del mismo por razones de seguridad personal, en presencia del Alguacil.
29
30
3. Prohibir, restringir o limitar la presencia del agresor en el domicilio o residencia, lugares
de trabajo, estudio u otros que frecuente la víctima.
4. Prohibir al agresor comunicarse, relacionarse, entrevistarse o desarrollar cualquier conducta similar en relación con la víctima, demás personas afectadas, testigos o denunciantes del hecho.
5. Incautar las armas que el agresor tuviere en su poder, las que permanecerán en custodia
de la Sede, en la forma que ésta lo estime pertinente. Prohibir al agresor el uso o posesión de armas de fuego, oficiándose a la autoridad competente a sus efectos.
6. Fijar una obligación alimentaria provisional a favor de la víctima.
7. Disponer la asistencia obligatoria del agresor a programas de rehabilitación.
8. Asimismo, si correspondiere, resolver provisoriamente todo lo relativo a las pensiones
alimenticias y, en su caso, a la guarda, tenencia y visitas.
9. En caso de que el Juez decida no adoptar medida alguna, su resolución deberá expresar
los fundamentos de tal determinación.
Artículo 11.- En todos los casos, el Juez ordenará al Alguacil o a quien entienda conveniente, la
supervisión de su cumplimiento y convocará a una audiencia, en un plazo no mayor de diez días
de adoptada la medida, a los efectos de su evaluación. En caso de no comparecencia, el Juez
dispondrá la conducción del agresor.
Más allá de lo anteriormente descrito, no existen otros mecanismos de protección como para
garantizar efectivamente la seguridad de las mujeres víctimas de violencia doméstica.
1.5.
¿Existe asesoría legal gratuita a la que puedan acceder las mujeres víctimas de violencia?
Sí, existe la Defensoría de Oficio que se encuentra en forma permanente a disposición de las
presuntas víctimas para formular las denuncias y asesoramiento en general. La asistencia letrada
obligatoria para la víctima fue establecida por el art. 20 de la Ley 17.514, quien puso a su vez de
cargo de la Suprema Corte de Justicia el deber de garantizar tal asistencia.
En todo el país el servicio de Defensoría Pública es gratuito y prestado por Defensores que integran la estructura presupuestaria del Poder Judicial.
Por otro lado existen consultorios legales barriales que brindan asistencia jurídica gratuita, pero
no todos están especializados en violencia doméstica: Consultorios jurídicos de Facultad de Derecho de la Universidad de la República y de la Universidad Católica, Programa Comuna Mujer de la
Intendencia Municipal de Montevideo, Consultorios jurídicos de ONGs. Las Comunas Mujer y las
ONGs. dedicadas al tema, brindan asesoramiento y/o patrocinio especializado.
1.6.
¿Se fomenta la creación de grupos de profesionales que presten colaboración a las
víctimas de violencia para la realización de los trámites pertinentes destinados a la
protección de la mujer y la sanción del agresor?
No. Los que existen son pocos para el número de víctimas de violencia doméstica.
1.7.
¿Existen modelos de intervención para aquellas personas que han perpetrado actos
de violencia contra la mujer?
No existe ninguno a nivel del Estado. El único que existe es una propuesta de la sociedad civil.
2.
Los/as funcionarios/as encargados/as de atender las denuncias de violencia contra la
mujer, ¿cuentan con preparación en materia de perspectiva de género con respecto a la
prevención, sanción y erradicación de la violencia?
Los y las funcionarias no cuentan con una preparación sistemática en esta materia. Sin embargo
han existido diversas experiencias .
En el caso de la Policía, se hicieron cursos de capacitación para oficiales, clases y agentes de policía en la Escuela Nacional de Policía, con una carga horaria de 30 horas semanales, capacitándose
a 104 funcionarios/as en el año 2001.
En el caso de los Juzgados de Familia Especializados, previamente a la puesta en funcionamiento,
todos los recursos humanos fueron instruidos sobre la temática, capacitándose a Jueces, Defensores, técnicos/as, actuarios, personal técnico y hasta el personal policial de servicio allí.
Se encuentra en funcionamiento un Programa, con fondos del Banco Mundial, sobre aspectos de
género y de mejoramiento del acceso a la justicia.
Si la respuesta es afirmativa:
2.1.
¿Se efectúa una supervisión de los/as funcionarios/as encargados/as de atender y dar
curso a los procesos sobre violencia contra la mujer?
No.
2.2.
¿Están informados/ as de las penas de las que son pasibles en caso de inacción y/o
faltas de conducta respecto de los procesos de violencia contra la mujer?
2.3.
¿Los/as funcionarios/as encargados/as de procesar las denuncias de violencia reciben
capacitación en materia de perspectiva de género y sobre prevención, sanción y erradicación de la violencia?
3.
¿Existe un sistema de apoyo diseñado para atender las necesidades inmediatas de las
mujeres víctimas de violencia?
31
32
Existen varias experiencias pero no comprenden todo el país. A modo de ejemplo:
La IMM, a través de la Secretaría de la Mujer gestiona los servicios de atención a la mujer en situación de violencia, a través de convenios con ONGs especializadas en el tema.
Por otra parte, en el marco de la implementación del Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos, se han realizado cursos de capacitación a funcionarias/ os municipales abordando la temática de la violencia de género y dentro de ellos se propició una campaña de prevención y atención
del Acoso Sexual dentro de este ámbito, según resolución del Intendente, para su incorporación
en el Digesto municipal.
Si la respuesta es afirmativa:
3.1.
¿Existen líneas telefónicas gratuitas de emergencia para asesorar a mujeres víctimas
de violencia en todo el país?
Sí. La IMM financia el Servicio Nacional Telefónico de Asistencia a la Mujer en Situación de Violencia. Este Servicio funciona desde 1992, se establece como gratuito y con cobertura nacional a partir de agosto de 2001: 0800 4141. La implementación del mismo se realiza a través de un convenio
con una ONG nacional, Fundación PLEMUU (Plenario de Mujeres Uruguayas).
3.2.
¿Existen refugios distribuidos geográficamente destinados a mujeres víctimas de
violencia y al cuidado de sus hijos/as? Si existen, ¿son de carácter público, privado
o ambos?
No existen.
3.3.
La distribución geográfica de los refugios, ¿es apropiada a la cantidad de denuncias de
violencia recibidas?
No
3.4.
¿Se fomenta la creación de grupos de autoayuda de mujeres afectadas por la violencia?
A nivel nacional, no. La única experiencia del sector público es la de la Intendencia Municipal de
Montevideo en el marco del Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos, a través del Programa: “Por el Derecho a una Vida libre de Violencia de género” y el Programa ComunaMujer, implementa grupos de autoayuda en diversas zonas montevideanas, complementando la labor que se
realiza desde los consultorios psico sociales y jurídicos.
3.5.
¿Qué tipo de servicios de orientación familiar gratuito hay disponibles en el país?
Existen escasos Servicios de Orientación Familiar, fundamentalmente a nivel del Municipio de
Montevideo (servicios descentralizados), destacándose el Servicio de atención a mujeres adultas
que sufren situaciones de violencia doméstica, dependiente del Instituto Nacional de las Mujeres.
En dicho servicio se brinda orientación jurídica y psicológica.
3.6
¿Qué tipo de programas de rehabilitación de la mujer víctima de violencia se implementan?
Existen muy pocos Programas Públicos. A modo de ejemplo, uno de ellos es llevado a cabo por la
Secretaría de la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo.
3.8
Señale otros sistemas de apoyo existentes.
3.9
¿Existen programas sociales para la atención de las necesidades básicas de las mujeres
víctimas de violencia?
No.
4.
¿Existe un mecanismo de control, evaluación y seguimiento de los procesos de empoderamiento de las mujeres víctimas de violencia?
Las ComunaMujer realizan acompañamiento y seguimiento del proceso de las mujeres consultantes por violencia doméstica. Este Programa conjuga dos espacios diferentes estrechamente
vinculados: un núcleo constituido por la Comisión de la Mujer Zonal –que opera como espacio
abierto de participación de las mujeres-, y un servicio cogestionado. Su objetivo central es el empoderamiento de las mujeres a nivel local, y la promoción de su capacidad de iniciativas.
5.
¿Existe una política penal con objetivos a alcanzar respecto de la prevención, sanción y
erradicación del femicidio?
El país no cuenta con una política penal referida al femicidio ya que este fenómeno aún no
ha alcanzado a ser percibido en los ámbitos parlamentarios y judicial, como un tema de significación que demanda la elaboración y la ejecución sostenida de políticas de prevención y
erradicación.
III.
PRESUPUESTO NACIONAL
1.
¿Existen partidas en el presupuesto nacional y local destinadas a financiar acciones
frente a la violencia contra las mujeres?
Si bien se han utilizado partidas presupuestales destinadas a acciones frente a la violencia contra
las mujeres, no se pueden responder en profundidad las siguientes preguntas porque no está
desagregado como tal.
Si la respuesta es afirmativa:
33
34
1.1
¿Existen partidas en el presupuesto nacional destinadas al fortalecimiento del ente
rector o estrategia nacional sobre violencia contra las mujeres y para el desarrollo del
plan nacional sobre la violencia contra las mujeres? ¿En qué monto y porcentaje?
1.2
¿Cuál es el porcentaje del Producto Interno Bruto que se invierte para prevenir, erradicar y sancionar la violencia contra la mujer?
1.3
¿Cuál es la inversión anual en dólares destinada a las comisarías de la mujer y/o a la protección policial de mujeres víctimas de violencia, su familia y testigos? (dividir dicho monto por
la cantidad de personas protegidas de forma tal de obtener información per cápita).
1.4
¿Cuál es la inversión calculada en dólares destinada a líneas telefónicas de emergencia? (dividir dicho monto por la cantidad de llamadas recibidas de forma tal de obtener información por llamada)
Monto aproximado del Convenio Intendencia Municipal de Montevideo- ONG Plenario de Mujeres del Uruguay (PLEMUU) por el teléfono de apoyo a la mujer en situación de violencia: u$s
47.800; por llamada aproximadamente u$s 9,5 (promedio anual 5000 llamadas). En términos de
gasto, solo el Servicio Telefónico representa aproximadamente un 20% del presupuesto asignado
a la Secretaría de la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo.
1.5
¿Cuál es la inversión calculada en dólares destinada a refugios? (dividir dicho monto por la cantidad de personas albergadas de forma tal de obtener información per
cápita)
1.6
¿Cuál es la inversión anual en dólares destinada a los programas de rehabilitación de
víctimas? (dividir dicho monto por la cantidad de participantes en los programas de forma tal de obtener información per cápita).
1.7
¿Cuál es la inversión anual en dólares destinada a solventar la investigación y recopilación estadística respecto de la violencia contra la mujer?
2.
¿Existen partidas en el presupuesto nacional y local destinadas a programas de capacitación enfocados a prevenir la violencia contra la mujer?
No
Si la respuesta es afirmativa, se cuenta con información sobre:
2.1
¿Cuál es la inversión anual en dólares destinada a programas de sensibilización de
maestros a nivel primario, profesores a nivel secundario y universitario? (dividir dicho
monto por la cantidad de maestros y profesores receptores de los programas de forma tal
de obtener información per cápita)
2.2.
¿Cuál es la inversión anual en dólares destinada a programas de capacitación de prestatarios de servicios? (dividir dicho monto por la cantidad de prestatarios de servicios
receptores de los programas de forma tal de obtener información per cápita)
3.
¿Existen partidas en el presupuesto nacional destinadas a financiar programas de sensibilización sobre la violencia contra la mujer?
Si No
Si la respuesta es afirmativa, se cuenta con información sobre:
3.1
¿Cuál es la inversión anual en dólares destinada a programas de sensibilización de
niños/as, jóvenes y adultos? (dividir dicho monto por la cantidad de receptores de los
programas de forma tal de obtener información per cápita)
4.
¿Existe una práctica de cooperación entre los organismos oficiales y las organizaciones no gubernamentales focalizadas en temas de género?
IV.
INFORMACIÓN Y ESTADÍSTICAS
1.
¿Existe recopilación estadística sobre trámites judiciales de denuncia, procesos y sentencias de violencia contra la mujer?
Si bien existe un mecanismo en el Ministerio del Interior y en el Poder Judicial para la recopilación
estadística, los resultados existentes a la fecha, son parciales e incongruentes como para dar una
respuesta certera.
Se cuenta con recopilación estadística del Poder Judicial, al año 2004, que suministra datos parciales ya que solo contempla los casos de denuncia de violencia contra la mujer.
Durante el año 2004 fueron presentadas 2928 denuncias de violencia doméstica en Montevideo:
1942 denuncias policiales, 222 denuncias penales, 221 denuncias ante el Juzgado de Familia con
competencia en Violencia Doméstica.
Al crearse los Juzgados Especializados, se presentaron 341 denuncias ante la policía y 202 denuncias en la Sede judicial.
En el resto del país se presentaron en el año 2004, 2323 denuncias de violencia doméstica discriminadas en la siguiente forma: 1238 denuncias policiales; 785 denuncias penales, 300 denuncias
ante la Sede con civil.
Si la respuesta es afirmativa, se cuenta con información sobre:
35
36
1.1
¿Cuántas denuncias se realizaron el último año ante las instancias oficiales de recepción de denuncias, en razón de la violencia contra la mujer?
1.2
¿Cuántas detenciones se realizaron el último año en razón de la violencia contra la mujer?
1.3
¿Cuántos juicios se realizaron y cuántos se finalizaron con condenas en los tres últimos años en razón de la violencia contra la mujer?
1.4
¿Qué número de personal policial o administrativo se destina a la protección de mujeres víctimas y sobrevivientes de violencia?
2.
¿Existe investigación y recopilación estadística sobre asistencia a la mujer víctima de
violencia?
No.
2.1
¿Cuántas llamadas atendieron en el último año las líneas telefónicas de emergencia?
Aproximadamente 5000.
2.2
¿Qué cantidad de refugios y con qué capacidad se encuentran disponibles en el
país?
2.3
¿Qué porcentaje de los refugios son de carácter público y qué porcentaje son de carácter privado?
2.4
¿Qué porcentaje de los casos ingresados en los hospitales se deben a violencia contra la mujer?
3.
¿Existe investigación y recopilación estadística sobre muerte de mujeres a causa de
violencia?
3.1
¿Cuántas mujeres han sido víctimas de homicidio por agresión o como consecuencia
de una agresión de parte de sus parejas o ex parejas (femicidio)? (proporcionar datos
por año desde los diez años anteriores a la entrada en vigencia de la Convención Belém
do Pará hasta la fecha)
3.2
¿Cuántos casos de denuncia han terminado en el homicidio de las denunciantes
(femicidio)?
3.3
¿Cuántos de los casos de femicidio han resultado en sentencias condenatorias
del agresor?
4.
¿Existe investigación y recopilación estadística sobre otros datos respecto de la situación de la mujer?
Sí, durante el año 2004 y 2005 se llevó a cabo el Proyecto de Investigación: “Género y Generaciones, reproducción biológica y social de la población uruguaya”. Encuesta Nacional
realizada durante los meses de octubre y diciembre de 2004, abarcando un total de 6.500
personas entre 15 y 59 años residentes en localidades urbanas de 5000 habitantes y más. La
misma estuvo referida a las siguientes temáticas: vida sexual, anticoncepción, fecundidad y
comportamiento reproductivo, servicios de salud, VIH – SIDA, derechos sexuales y derechos
reproductivos. Fue realizada por el Ministerio de Salud Pública, la Intendencia Municipal de
Montevideo, el Instituto Nacional de Estadística, la Universidad de la República, el Fondo de
Naciones Unidas para el Desarrollo, el Fondo de Población de las Naciones Unidas y la ONG
Mujer y Salud en el Uruguay.
4.1
¿Cuándo se realizó el último censo nacional? ¿Se incluyeron preguntas relativas a violencia basada en género?
El último relevamiento censal se realizó en el año 2004 y se denominó Censo Fase I. Fue simplemente un conteo de población por edad y sexo, hogares y viviendas por lo cual no incluyó
ninguna otra pregunta adicional.
4.2
¿Cuál es el número de mujeres en el país? (tramos de edad: 0-14 (niñas); 15-29 (jóvenes);
30-44; 45 –59 (adultas); 60 y más (adulta mayor)
Al 30 de junio de 2005, según las proyecciones de población revisión 2004, la población femenina
alcanza a 1.708.683 que se reparten en grupos de edades de la forma siguiente:
Grupos de edades
Total
0-14
15-29
30-44
45-59
60 o más
Población femenina
Porcentaje sobre la
población total
1.708.683
386.944
377.458
328.786
275.269
340.226
51,69
4.3
¿Qué porcentaje representan sobre el total de la población? 51.69%
4.4
¿Qué porcentaje de la población femenina habita en áreas rurales? Indicar tramos
de edad.
37
38
Grupos de
edades
Población femenina
% de población
rural femenina
sobre la
población total
femenina
Total
0-14
15-29
30-44
45-59
60 o más
Urbana
1.615.350
363.731
357.810
310.266
259.391
324.152
5,46
1,36
1,15
1,08
0,93
0,94
Rural
93.333
23.213
19.648
18.520
15.878
16.074
% de población
urbana femenina
sobre la
población total
femenina
94,54
98,64
98,85
98,92
99,07
99,06
4.5
¿Qué porcentaje de la población femenina habita en ciudades? Indicar tramos de
edad. Ver cuadro anterior.
4.6
¿Qué porcentaje de la población femenina vive bajo la línea de pobreza?
El 30% de la población femenina que habita en localidades de 5000 o más habitantes vive bajo la
línea de pobreza al año 2004.
¿Qué porcentaje de la población femenina es analfabeta? Indicar tramos de edad.
4.7
Grupos de edades
Población femenina 10
años o más analfabeta
% sobre la población total de
cada grupo de edad
Total
10-14
15-29
30-64
65 o más
35,568
1,811
3,549
12,502
17,706
2,60
1,41
0,99
1,95
7,41
4.8
¿Qué porcentaje de la población femenina completó la escuela primaria?
El porcentaje de mujeres mayores de 24 años por nivel educativo completo más alto alcanzado
es del 52%.
4.9
¿Qué porcentaje de la población femenina completó la escuela secundaria?
El porcentaje de mujeres mayores de 24 años por nivel educativo completo más alto alcanzado
es del 21,7 %.
4.10
¿Qué porcentaje de la población femenina completó la educación terciaria y/o universitaria?
El porcentaje de mujeres mayores de 24 años por nivel educativo completo más alto alcanzado
es del 10,8 %.
4.11
¿Cuál es el número de mujeres privadas de libertad?
Al año 2004 hubo 1000 mujeres procesadas. (ver cuadro 3.6.2 del anuario estadístico del INE)
4.12
¿Qué porcentaje de la población femenina es económicamente activa?
El 39% de la población femenina de 14 años o más de edad es económicamente activa.
5.
¿Existe recopilación estadística sobre programas de capacitación para la prevención,
sanción y erradicación de la violencia contra la mujer?
No.
5.1
¿Qué porcentaje sobre el total de los maestros/as primarios/as, secundarios/as y profesores/as universitarios/as recibe capacitación sobre violencia contra la mujer?
No contamos con datos estadísticos, pero el % es mínimo.
5.2
¿Qué porcentaje sobre el total de los prestatarios de servicios sociales y judiciales recibe capacitación de género y sobre violencia contra la mujer?
No contamos con información.
6.
¿Cómo se difunden los datos estadísticos? ¿Son de acceso fácil y público?
Los datos estadísticos son de fácil acceso al público. Se difunden a través de boletines (en versión
papel) y en la página Web.
7.
¿Qué capacitación sobre género reciben quienes elaboran y aplican instrumentos
para recoger estadísticas?
Hasta ahora no han recibido capacitación.
8.
¿El estado cuenta con un observatorio ciudadano contra la violencia hacia las mujeres?
¿Cuál es su impacto?
No
39
INFORME PAÍS APROBADO POR EL COMITÉ DE EXPERTAS EN
VIOLENCIA (CEVI)
I.
RESUMEN EJECUTIVO
En Uruguay, los tratados internacionales tienen jerarquía de ley. En aquellos cuyo contenido es de
derechos humanos, hay juristas que consideran que sus disposiciones adquieren jerarquía constitucional porque los derechos amparados en ellos, están comprendidos en el artículo 72 de la
Constitución Nacional. A su vez, tales derechos son de aplicación inmediata en base a lo consagrado por el artículo 332 de la Carta Magna.
Tal fundamento torna imprescindible que el Estado uruguayo cumpla con el deber y el compromiso asumido al firmar y ratificar la CEDAW; ello no culmina con ese mero aspecto formal, el cual
en realidad es el punto de partida. Es necesario que tome medidas de orden administrativo, regulatorio y juridiccional destinadas a concretizar políticas públicas integrales que materialicen ese
reconocimiento hasta ahora declarado.
El presente período de gobierno se inaugura el 31 de Octubre de 2004, asumiendo el Frente Amplio – Encuentro Progresista – Nueva Mayoría (coalición de partidos políticos de izquierda).
Por primera vez, un Presidente en la historia del Uruguay expresa el 08 de marzo, Día Internacional de la Mujer, su compromiso político con la equidad de género ante la ciudadanía utilizando
las siguientes expresiones:
“...la consolidación y extensión de los derechos de la mujer ocupan un lugar preponderante en la agenda de género. Una genuina equidad de género y una auténtica igualdad de oportunidades para todas
las uruguayas son elementos claves para transitar la senda del desarrollo productivo y sostenible que
proponemos como proyecto responsable y realizable de país”.2
A partir de entonces, se ha iniciado un proceso de mejoramiento de la institucionalidad de Género en el Estado fortaleciendo principalmente al Instituto Nacional de las Mujeres perteneciente al
Ministerio de Desarrollo Social, redefiniendo sus cometidos y dotándolo de mayor presupuesto
(Ley 17.930 del 19.12.05).
La Convención de Belém do Pará, fue ratificada en la República Oriental de Uruguay por Ley
16.735 del 5 de enero de 1996.
El presente Informe sobre la Implementación de las disposiciones de la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer (Convención de Belém do Pará)
en Uruguay, se elabora sobre la base estricta del Cuestionario formulado por el Comité de Expertas del Mecanismo de Seguimiento de la Implementación de la Convención de Belém do Pará.
2 Expresiones del Presidente de la República Oriental del Uruguay: Dr. Tabaré Vázquez que se ajustan a las expectativas legales contenidas en el Capítulo II (Derechos Protegidos), Artículo 5 de la Convención de Belém do Pará.
41
42
Asimismo, este informe, contó con los aportes de las /los integrantes de la Comisión Ad-hoc para
asuntos de género, quienes representan las siguientes instituciones: Ministerio de Salud Pública, Ministerio del Interior, Ministerio de Relaciones Exteriores, Instituto Nacional de Estadísticas,
Congreso de Intendentes (Intendencia Municipal de Montevideo), Parlamento Nacional, Poder
Judicial, Comité de América y el Caribe para la defensa de los derechos de la Mujer (CLADEM) y
Comisión Nacional de Seguimiento Mujeres por la Democracia y Ciudadanía (CNS).
El Informe distingue cuatro áreas específicas: I. Legislación. Normativa vigente. Planes Nacionales;
II. Acceso a la justicia; III. Presupuesto Nacional; IV. Información y Estadísticas.
En el tema I. Legislación. Normativa vigente. Planes Nacionales, se señalan las leyes con incidencia en el tema de violencia contra la mujer, destacando que el Código Penal mantiene la estructura tradicional de los códigos penales de la región de principios del siglo XX, y por tanto no regula
la temática en forma integral ni con perspectiva de género. Por ejemplo, los aspectos relativos a
la violencia sexual siguen regulándose en un capítulo denominado delitos contra la moral y las
buenas costumbres y se prevén tipos penales como “atentado violento al pudor, ultraje público
al pudor, corrupción”.3
La Ley de Seguridad Ciudadana, aprobada en 1995 incorporó algunos cambios de relevancia en
el Código Penal, relativos a la violencia contra la mujer, sin llegar a modificar la estructura general
del mismo. El más significativo fue la tipificación del delito de violencia doméstica y su incorporación al mencionado Código.
El delito de violencia doméstica, incorporado en 1995 al Código Penal, dio lugar a muy pocos
procesamientos porque se trata de un tipo penal que requiere la comprobación de muchos extremos de hecho para su configuración. Sin embargo la incorporación de este tipo penal coadyuvó
favorablemente a la percepción de la violencia doméstica como un problema social.
En forma posterior a la ratificación de la Convención, se dictan diversas normas de prevención
y protección, destacándose la Ley 17.514 de18/6/ 2002, Ley de Violencia Doméstica que declara
de interés general las actividades orientadas a la prevención, detección temprana, atención y
erradicación de la violencia doméstica. Esta ley de prevención, detección temprana, atención y
erradicación de la violencia doméstica (Ley 17.514) es la que principalmente ha avanzado hacia
los cambios de prácticas. El hecho de regular un procedimiento especial para la atención de estos
casos, de urgencia, describir posibles medidas cautelares a adoptar (sin limitarlas), exigir a los
jueces que fundamenten expresamente su resolución cuando dan lugar al pedido de medidas
cautelares, y crear el Consejo Consultivo, ha puesto el tema de la violencia doméstica como una
materia insoslayable del Poder Judicial.
3 La Convención de Belém do Pará , en el Capítulo III (Deberes de los Estados), Art. 7- e., obliga a los Estados Partes a
adoptar, “por todos los medios apropiados y sin dilaciones, todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislativo, para modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para modificar prácticas jurídicas o consuetudinarias que
respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la mujer”.
Se observa todavía que para ciertas conductas de violencia contra la mujer, que derivan en
acciones de hostigamiento, amenazas, riesgos contra su vida, salud o integridad corporal, violencia sexual dentro del matrimonio, y formas transnacionales de violencia contra la mujer, no
existen sanciones específicas, más allá de que dichas acciones puedan quedar subsumidas en
otros tipos delictivos.
Pese a dichos avances, aún no existen políticas públicas y normativa que permita a las mujeres el
ejercicio pleno de sus derechos sexuales y derechos reproductivos, ni garantizar en dicho marco
el derecho de las mujeres a decidir sobre la problemática del aborto.
Uruguay ha elaborado su primer Plan de Acción para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer. El Primer Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica se presentó públicamente el
25 de noviembre de 2003 y fue aprobado por el Poder Ejecutivo el 10 de junio de 2004. Regirá durante
el período 2004 – 2010. En la actualidad se encuentra en los inicios de su implementación
El organismo encargado del diseño del Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica, así
como de su implementación es el Consejo Nacional Consultivo. Dicho consejo está integrado por
un titular y un alterno de las más altas jerarquías de los siguientes organismos públicos: Ministerio
del Interior, Ministerio de Salud Pública, Ministerio de Educación y Cultura, Instituto del Niño y del
Adolescente del Uruguay (INAU), Poder Judicial, Administración Nacional de Educación Pública,
Congreso de Intendentes. Y Tres representantes de la Asociación Nacional de Organizaciones No
Gubernamentales, por las cuales participa la Red de Organizaciones de lucha contra la violencia
doméstica. El Consejo Nacional está presidido por la Directora del Instituto Nacional de las Mujeres que integra el Ministerio de Desarrollo Social.
En cuanto a la capacitación, el Instituto Nacional de las Mujeres inició en el año 2005 varios programas de capacitación en Violencia Doméstica que se coordinaron con los siguientes organismos públicos: Poder Judicial, Ministerio del Interior, Oficina Nacional de Servicio Civil (ONSC) y
Ministerio de Salud Pública. Los mismos pudieron llevarse a cabo con fondos extra presupuestales gracias al apoyo de la Fundación Friedrich Ebert (FESUR), el Banco Mundial y la Organización
Panamericana de la Salud (OPS).
Las/os parlamentarias han podido acceder a instancias de formación en perspectiva de género
y violencia doméstica, destacándose la iniciativa y participación de la Bancada Femenina, en el
Parlamento Nacional.
En el tema II. Acceso a la Justicia, se destacan dos normas específicas: en el ámbito civil del Derecho de Familia, la Ley 17.514 de Violencia Doméstica, y en el ámbito penal, la tipificación del delito
de violencia doméstica (art. 321 bis CP), que contemplan lo referente a la seguridad de las mujeres
víctimas de violencia así como la responsabilidad de los perpetradores de dichos actos.4
4 La Convención de Belém do Pará, en el Capítulo III (Deberes de los Estados), Art. 7- f., obliga a los Estados Partes “establecer procedimientos legales justos y eficaces para la mujer que haya sido sometida a violencia, que incluyan, entre otros,
medidas de protección, un juicio oportuno y el acceso efectivo a tales procedimientos”.
43
44
La Ley de Violencia Doméstica, normativa de prevención y protección, establece un proceso corto, de urgencia que prevé la aplicación inmediata de medidas cautelares a favor de las víctimas y
crea una justicia especializada.
La creación de estos Juzgados Especializados en Violencia Doméstica, ha significado un gran
avance ya que tienen sede y personal propios. Cuentan dichas sedes judiciales con los servicios
de Defensoría Pública especializada y de Equipo técnico interdisciplinario. Se observa como negativo la carencia de representantes del Ministerio Público (Fiscales), especializados en materia de
género, cuando su intervención resulta preceptiva en estos asuntos.
En el interior de la República la situación no es la misma que en la capital, pues no existe especialización judicial y los asuntos deben ser atendidos por Jueces que además intervienen
en otras materias, a veces ni siquiera de Familia, notándose carencia de equipos técnicos y
de recursos materiales.
La asistencia letrada obligatoria para la víctima fue establecida por el art. 20 de la Ley 17.514, estando a cargo de la Suprema Corte de Justicia el deber de garantizar tal asistencia. En todo el país
el servicio de Defensoría Pública es gratuito y prestado por Defensores que integran la estructura
presupuestaria del Poder Judicial.
Se hace notar la insuficiente capacitación del personal receptor de las denuncias, tanto en sede
policial como en sede judicial, sobre todo penal. Asimismo la falta de medidas para garantizar
la seguridad de las mujeres víctimas de violencia, sus familiares y testigos, la inexistencia de un
sistema de apoyo diseñado para atender las necesidades inmediatas de la mujeres víctimas de
violencia, la inexistencia de refugios, así como programas de rehabilitación de victimas y tratamiento de agresores.
En el tema III. Presupuesto Nacional. Se observa carencia, ya que no existieron en el período
evaluado, previsiones específicas destinadas a financiar acciones encaminadas a contrarrestar
la violencia contra las mujeres, con excepción del financiamiento respectivo para el Servicio
telefónico de apoyo a la mujer en situación de violencia, cuyo monto equivale al 20% del presupuesto asignado a la Secretaría de la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo. 5
En el tema IV. Información y Estadísticas, se señala que si bien existe información general respecto a la situación de la mujer, llevada a cabo por el Instituto Nacional de Estadística, la información específica en el tema de violencia contra la mujer, proveniente del Poder Judicial y de la
Policía, respecto a denuncias, procesos y sentencias, es incompleta, parcial y sin perspectiva de
género, por lo que no resulta fidedigna a los efectos de este Informe.
5 La falta de provisión de recursos presupuestarios dirigidos a establecer mecanismos para actuar con la debida diligencia a efectos de prevenir, investigar y sancionar la violencia contra la mujer, está contenido en el Artículo 8 de la
Convención de Belém do Pará, que en su literal h. señala el deber de todo Estado a “adoptar las disposiciones legislativas o
de otra índole que sean necesarias para hacer efectiva esta Convención”.
A pesar del tiempo transcurrido, se constata que la expresión “violencia contra la mujer” no es
usual en el lenguaje del/la legislador/a, del/la magistrado/a, o del/la docente universitario/a o del/la
operador/a del derecho; en general no ha sido utilizada para darle contenido a las normas, políticas
y acciones del Estado, salvo excepciones. La violencia contra la mujer se visualiza fundamentalmente como violencia doméstica o violencia intrafamiliar, sin darse cuenta que eso es sólo una parte.
Con el Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos (Políticas Públicas Hacia Las Mujeres 2007-2011), se da un salto importante en el cumplimiento de las metas de la
Erradicación de Toda Forma de Discriminación Contra la Mujer, ya que se pretende, cualitativa
y cuantitativamente, convertirla en Política Estratégica de Estado de la República Oriental del
Uruguay, dirigida a construir la igualdad de oportunidades y derechos entre mujeres y hombres, sin discriminación, como un instrumento útil, integral y articulador de las políticas públicas en la sociedad uruguaya.
II.
PROCESAMIENTO DE INFORMACIÓN Y EVALUACIÓN DE LOS CUATRO TEMAS FORMULADOS EN CUESTIONARIO AL ESTADO Y A INSTANCIAS DE LA SOCIEDAD CIVIL
1.
LEGISLACIÓN, NORMATIVA VIGENTE Y PLANES NACIONALES
La Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer:
“CONVENCIÓN DE BELÉM DO PARÁ”, define la base terminológica de “violencia contra la mujer”, y
señala su ámbito de aplicación normativa bajo los siguientes términos:
“ART.1.- Para los efectos de esta Convención debe entenderse por violencia contra la mujer cualquier acción o conducta, basada en su género, que cause muerte, daño o sufrimiento físico, sexual
o psicológico a la mujer, tanto en ámbito público como en el privado”
Según la Convención, “violencia” contra la mujer, no sólo es la vulneración de sus derechos fundamentales a la vida, a su integridad física, psíquica y moral, sino que sustentados en los principios
rectores del derecho que son: la libertad, la seguridad personal, y la igualdad de la ley y ante la
ley, (bienes jurídicos protegidos por cualquier Estado civilizado), la violencia ejercida contra los
derechos de la mujer se extiende aún más allá:
“ART.5.- Toda mujer podrá ejercer libre y plenamente sus derechos civiles, políticos, económicos,
sociales y culturales y contará con la total protección de esos derechos consagrados en los instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. Los Estados Partes reconocen que
la violencia contra la mujer impide y anula el ejercicio de esos derechos”
Dicha forma de violencia selectiva contra la mujer se observa en todos los ámbitos: en la vida intrafamiliar o doméstica, en la relación interpersonal, en la comunidad, o la perpetrada o tolerada
por el Estado o sus agentes.
45
46
Los fundamentos de orden público e interés social expuestos, condujeron a establecer deberes
para los Estados Partes que ratificaron la Convención. Veamos los de mayor relevancia:
“ART.7.- Los Estados Partes condenan todas las formas de violencia contra la mujer y convienen en
adoptar, por todos los medios apropiados y sin dilaciones, políticas orientadas a prevenir, sancionar y erradicar dicha violencia y en llevar a cabo lo siguiente:
c.
Incluir en su legislación interna normas penales, civiles y administrativas, así como las de
otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la violencia contra
la mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del caso;
e.
Tomar todas las medidas apropiadas, incluyendo medidas de tipo legislativo, para
modificar o abolir leyes y reglamentos vigentes, o para modificar prácticas jurídicas o
consuetudinarias que respalden la persistencia o la tolerancia de la violencia contra la
mujer;(...)”
“ART.8.- Los Estados Partes convienen en adoptar, en forma progresiva, medidas específicas, inclusive programas para:
b.
Modificar los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, incluyendo
el diseño de programas de educación formales y no formales apropiados a todo nivel de proceso educativo, para contrarrestar prejuicios y costumbres y todo otro tipo de prácticas
que se base en la premisa de la inferioridad o superioridad de cualquiera de los géneros o en los papeles estereotipados para el hombre y la mujer que legitimizan o exacerban la
violencia contra la mujer;
h.
Garantizar la investigación y recopilación de estadísticas y demás información pertinente sobre las causas, consecuencia y frecuencia de la violencia contra la mujer, con el fin de evaluar la eficacia de las medidas para prevenir, sancionar y eliminar la violencia contra la mujer
y de formular y aplicar los cambios que sean necesarios. (...)”
De acuerdo a estos mandatos, el CEVI no solo debe avocarse a analizar aquellos actos o conductas
que están tipificadas como violencia “intrafamiliar”, sino que debe observar crítica e integralmente todos los tipos de violencia que se ejercen contra los derechos de la mujer, a fines de Prevenir,
Sancionar y Erradicar la Violencia Contra la Mujer.
Sistemáticamente, la realidad de esta materia en la República Oriental del Uruguay, se puede
desglosar de la siguiente forma:
a)
En el Contexto Internacional: Formas transnacionales de violencia contra la dignidad y
derechos de la mujer
a.1.
Avances
Uruguay ha ratificado los más importantes instrumentos en materia de derechos humanos
específicos de las mujeres, como la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas
de Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) y su Protocolo Facultativo (ratificado por la Ley
Nº 17.338 de 18/05/01); la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Contra la Mujer (Convención de Belém do Pará, ratificada por Ley 16.735 del 5 de
enero de 1996); el Protocolo Facultativo de la Convención de los Derechos del Niño sobre
venta, prostitución infantil y utilización de niños en pornografía (ratificado por Ley 17.559 de
17/09/02; y el Protocolo de Palermo sobre trata de personas, especialmente mujeres y niñas,
complementario de la Convención contra la Delincuencia Organizada Transnacional (ratificado por Ley 17.861 de 17/09/02).
Así también se tiene el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos como el Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales que consagran la igualdad, y los respectivos
comités de seguimiento, aprobaron observaciones generales mediante las cuales se han realizado relecturas de todo el instrumento desde la óptica de las mujeres6.
Uruguay ha adquirido importantes compromisos de desarrollo de políticas públicas de igualdad
en las conferencias mundiales sobre Derechos Humanos (Viena, 1993), Población y Desarrollo
(Cairo, 1994), Desarrollo Social (Copenhague, 1995), Mujer y Desarrollo (Beijing, 1995) y contra el
Racismo y la Discriminación (Durban, 2001). Los Objetivos de Desarrollo del Milenio planteados
por Naciones Unidas, que la República de Uruguay ha firmado, incluyen la igualdad de las mujeres
como uno de los objetivos prioritarios de Estado7.
a.2.
Obstáculos
En el plano nacional, si bien no existía un mecanismo específicamente creado para el seguimiento de la implementación de la Convención de Belém do Pará, contando para ello con sólo un
Grupo de Trabajo Ad-hoc, hoy Uruguay cuenta con el Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos (2007-2011), donde se procura integrar acciones entre organismos gubernamentales e instituciones de la sociedad civil, a efectos de contar con información actualizada
respecto al tema de violencia contra la mujer, útil instrumento para la preparación y presentación
de informes periódicos a diversos Comités Internacionales y también para la aplicación de medidas legislativas convenientes.
6 Se trata de la Observación General Número 28 al Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Observación
General Nº 16 al Pacto Internacional de Derechos Económicos, Sociales y Culturales.
7 Mediante la Convención de Belém do Pará, los Estados Partes reconocen el respeto irrestricto a los Derechos Humanos consagrados en la Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre y en la Declaración Universal de
los Derechos Humanos, asimismo recuerdan la Declaración sobre la Erradicación de la Violencia contra la Mujer, adoptada por la Vigésimo Quinta Asamblea de Delegadas de la Comisión Interamericana de Mujeres (CIM), afirmando que
la violencia contra la mujer trasciende todos los sectores de la sociedad independientemente de su clase, raza o grupo
étnico, nivel de ingresos, cultura, nivel educacional, edad o religión.
47
48
b) En el Contexto Nacional: Políticas legislativas e institucionales del Estado
b.1.
Avances
En la XLVI Legislatura (2005-2010) la Cámara de Senadores creó la Comisión Permanente “Población, Desarrollo e Inclusión” a la que se le asignó entre sus cometidos los relacionados con “… el
seguimiento de las responsabilidades del Estado con relación al objetivo de un desarrollo humano sustentable que equilibre los efectos de la desigualdad social de los distintos grupos de población y comprometa los objetivos constitucionales de justicia social e igualdad de oportunidades
para todos los hombres y mujeres”..
El 8 de marzo de 2000, la Cámara de Representantes de la XLVa. Legislatura (2000 – 2005) aprobó
la creación de una Comisión Especial de Género y Equidad conformada por diputadas de todos
los partidos políticos, estableciendo como su cometido: “el análisis y control permanente de la
evolución en nuestro país hacia la igualdad de oportunidades entre ambos géneros, cumpliendo
con los compromisos contraídos por el gobierno y parlamentarios en la IV Conferencia Mundial
Sobre la Mujer”.
Se han establecido las Bancadas Femeninas. Entre los Legislativos que han recurrido a esta modalidad, merece destacarse la experiencia del Legislativo Departamental de Maldonado, donde
la Bancada Femenina alcanzó el reconocimiento de “grupo parlamentario” con las prerrogativas
que la reglamentación establece para estos en materia de utilización de los recursos materiales y
humanos del Poder Legislativo departamental.
El Art. 28 de la Ley 17.514 establece que el Consejo podrá crear Comisiones Departamentales,
o Regionales de lucha contra la Violencia Doméstica. Por ello a nivel municipal se han creado
Comisiones Departamentales de Lucha Contra la Violencia Doméstica. A la fecha el Consejo ha
instalado las Comisiones Departamentales de Lucha Contra la Violencia Doméstica en siete Departamentos: Durazno, San José, Colonia, Soriano, Canelones, Maldonado y Paysandú, se prevee
la instalación de doce Municipios más para el año 2006.
La Ley N° 17.514 del 02 de julio del 2002 creó el Consejo Nacional Consultivo de Lucha contra la
Violencia Doméstica y en el artículo 29 de la norma dispuso que el Consejo elabore el Primer Plan
Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica, con un enfoque integral.
La Ley 17.707 de 10 de Noviembre de 2003 faculta a la Suprema Corte de Justicia a transformar los
Juzgados de Familia en Juzgados especializados con competencia en violencia doméstica.
El Primer Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica se presentó públicamente
el 25 de noviembre de 2003 y fue aprobado por el Poder Ejecutivo el 10 de junio de 2004.
Regirá durante el período 2004 – 2010. En la actualidad se encuentra en los inicios de su implementación.
Por Ley N° 17.815 de 18 de agosto de 2004, se legisla sobre la violencia sexual comercial y no comercial cometida contra niños, niñas, adolescentes o incapaces.
Por Ley 17.930 del 19 de Diciembre de 2005, el Instituto Nacional de las Mujeres preside el Consejo
Nacional y según el artículo 24 tiene la responsabilidad de controlar, revisar, adaptar y dar seguimiento a la implementación y ejecución del Plan. Tiene entre sus cometidos: “velar por el cumplimiento de los compromisos internacionales que el país ha suscrito en materia de género y realizar
y ejecutar, dentro de sus posibilidades financieras, los convenios internacionales de cooperación
vinculados a dicho cumplimiento”.
El 8 de Marzo de 2005, a pocos días de la instalación del Gobierno de Tabaré Vázquez todos los
Ministerios asumieron compromisos para proyectar una Ley de Igualdad de Oportunidades y
Derechos.
Se destaca la aprobación en el año 2007 de la Ley 18.104 “Igualdad de Derechos y Oportunidades
entre Hombres y Mujeres en la República”. Con esta Ley se crea un Consejo Nacional Coordinador
de Políticas Públicas de Igualdad de Género, con representación civil.
Se espera que este avance legislativo permita hacer efectivo el consenso global sobre la necesidad de previsiones legales específicas con respecto a la no discriminación y la igualdad en el
trabajo, expresado desde 1989, en la Ley 16.045 “Igualdad de Trato y Oportunidades para ambos
Sexos en la actividad laboral”. Entre otras materias, esta ley prohíbe expresamente en el artículo II,
la realización de convocatorias, selección o designación de personal que directa o indirectamente
establezcan exigencias relacionadas con el sexo.
Un avance significativo en materia de no discriminación, fue la aprobación en noviembre de 2006
de la Ley 18. 065 que establece normas de regulación sobre trabajo doméstico, equiparando los
derechos de estas trabajadoras a los del resto de los trabajadores. Con la promulgación de esta
ley, impulsada y consensuada por la Comisión Tripartita para la Igualdad de Oportunidades, Uruguay se ubica a la cabeza de la región en la materia.
La Ley Nº 18.104 para la Promoción de la Igualdad de Derechos y Oportunidades entre Hombres
y Mujeres, es aprobada por el Parlamento Nacional el 6 de marzo de 2007.
“Políticas Públicas Hacia Las Mujeres 2007-2011”, es el denominativo que adopta el Primer Plan de
Igualdad de Derechos y Oportunidades, aprobado por el Poder Ejecutivo el 15 de Mayo de 2007
(Decl. 184/007), sobre la base legal de la Ley 18.104, tendiente a asegurar el diseño, elaboración,
ejecución y seguimiento de las políticas públicas integradoras en materia de género.
b.2.
Obstáculos
Existe carencia de información permanente, fiable, selectiva y por materia de género, que posibilite la identificación de áreas geográficas y clasificación de problemas de mayor incidencia en
49
50
cuanto a las distintas formas en la que se presenta la violencia familiar, a efectos de la elaboración
de estadísticas especializadas.
Es necesaria una mayor difusión informativa y comunicacional de los derechos de la mujer. La
violencia que debe ser prevenida, sancionada y erradicada, conforme establecen la normativa
internacional y nacional.
Se hace notoria la falta de un presupuesto económico apropiado que debe asignar el Estado a las
instituciones públicas creadas para organizar, capacitar, equipar, sensibilizar, mediatizar y coordinar políticas de prevención, sanción y represión de la violencia contra los derechos de la mujer, así
como promover programas públicos de comunicación con el objetivo de lograr la erradicación de
toda forma de discriminación hacia la mujer.
En materia laboral, las mujeres todavía enfrentan obstáculos estructurales para acceder y permanecer en el mercado aun cuando la brecha de participación por sexo ha disminuido (desde 32.6 puntos
porcentuales en 1985, a 19.9 puntos porcentuales en 2006), sufriendo discriminaciones que les impiden integrarse a él con todo su potencial. Las altas tasas de desempleo, subempleo y precariedad
son indicadores de desigualdad y definen, por tanto, una agenda política y social para la equidad.
Tasas de desempleo por sexo
2000
2001
2002
2003
2004
2005
2006
TOTAL
HOMBRE
MUJER
BRECHA
13.6
15.3
17.0
16.9
13.1
12.2
11.4
10.9
11.5
13.5
13.5
10.2
9.5
8.8
17.0
19.7
21.2
20.8
16.5
15.3
14.4
1.6
1.7
1.6
1.5
1.6
1.6
1.6
(Fuente: Elaboración OIT con base en datos INE).
No existen políticas públicas, ni normas específicas referidas a los Derechos Sexuales y Reproductivos; por este motivo, no existe el conocimiento sobre estos Derechos ni el ejercicio de los mismos.
En materia de salud reproductiva de las mujeres, no existe un marco teórico referencial documentado y/o accesible que defina claramente los objetivos de la intervención del MSP en el
campo de los servicios de anticoncepción. No es clara, ni se cuenta con información documentada, la situación de los servicios de planificación familiar en el interior del país. No se incluyen
servicios de anticoncepción de emergencia ni en los servicios de Montevideo ni en el interior
del país.
Según datos de Naciones Unidas, entre los únicos 4 países de las Américas que no tiene cifras
registradas con relación al aborto provocado, se encuentra Uruguay, (junto con República Do-
minicana, Jamaica y Haití). En el año 2006 y en un solo centro hospitalario se han producido más
muertes maternas por aborto que las registradas en todo el país, en años anteriores. De las 21 pacientes que fueron trasladadas del Hospital Pereira Rossell a C.T.I. por complicaciones post aborto
provocado entre 1996 y noviembre de 2001, 7 murieron (todas por causa infecciosa) -5 durante el
año 2001- (de las 14 que sobrevivieron, 7 quedaron mutiladas)8
El incremento de los divorcios a causa de la migración masculina periódica en busca de trabajo y
la pérdida de calidad de vida de los hogares, plantea mayores desafíos a las mujeres para atender
el núcleo familiar, persisten las dificultades de parte de los operadores encargados de asumir la
responsabilidad conjunta de hombres y mujeres en relación a la familia. Esto a pesar de las facultades otorgadas (poderes inquisitivos en la temática) a los tribunales de familia por la nueva ley
procesal vigente a partir de 1989.
c)
En el Derecho Público Interno: normas penales, civiles y administrativas.9
c.1
Avances
• Normas penales
La Ley de Seguridad Ciudadana, aprobada en 1995 incorporó algunos cambios de relevancia en el Código Penal, relativos a la violencia contra la mujer, sin llegar a modificar la estructura general del mismo.
La Ley 16.707 de 12/06/95, incorpora el delito de violencia doméstica como art. 321 bis del Código
Penal, cuyo texto expresa:
“El que por medio de amenazas prolongadas en el tiempo, causare una o varias lesiones personales a persona con la cual tenga o haya tenido una relación afectiva o de parentesco, con independencia de la existencia del vínculo legal, será castigado con una pena de seis a veinticuatro
meses de prisión.
La pena será incrementada de un tercio a la mitad cuando la víctima fuere una mujer y mediaren
las mismas circunstancias y condiciones establecidas en el inciso anterior.
El mismo agravante se aplicará si la víctima fuere un menor de dieciséis años o una persona que,
por su edad u otras circunstancias tuviera su capacidad física o psíquica disminuida y que tenga
con el agente relación de parentesco o cohabite con él”.
Incorpora como tipo penal la inducción o determinación a la prostitución en el país o en el extranjero. A través de esta modificación se agrega un inciso a la ley de proxenetismo (Ley 8.080),
8 Datos extraídos de “El aborto en condiciones de riesgo: principal causa de mortalidad materna en los países en vías de
desarrollo. Principal causa de mortalidad materna en Uruguay”. Briozzo, L. et al., 2001, Montevideo, xerox
9 La Convención de Belém do Pará, en su Artículo 7-c. obliga a los Estados Partes, “incluir en su legislación interna normas
penales, civiles y administrativas, así como las de otra naturaleza que sean necesarias para prevenir, sancionar y erradicar la
violencia contra la mujer y adoptar las medidas administrativas apropiadas que sean del caso”.
51
52
penalizando la conducta de quien con ánimo de lucro indujere o determinare a otro al ejercicio
de la prostitución en el país o en el extranjero. (art.24).
El Estado parece haber reconocido - aunque parcialmente - su falta de amparo a las mujeres que
vivieron en condiciones de esclavitud en Italia, víctimas de proxenetas, al permitir que las prostitutas accedan al certificado de buena conducta y consiguientemente, a la obtención del pasaporte. Esa era la circunstancia que utilizaban los criminales para sacarlas del país proporcionándoles
pasaportes falsos, con la complicidad de agentes de viajes y policías. La misma razón parece ser
el fundamento de la creación del delito de reclutamiento para ejercer la prostitución en el país o
en el extranjero.
Amplía la agravante genérica especial prevista para el homicidio en casos de parentesco, al
concubino/a more uxorio. (art.12).
En el delito de violación se dispone un aumento del máximo de la pena del delito de violación
pero también se reduce la edad por debajo de la cual se presume absolutamente la violencia, de
los quince a los doce años de edad. Entre los doce y los quince rige la presunción relativa de la
violencia (admite prueba en contrario). (art.9).
La Ley 17.815 de 6/9/04, tipifica como delitos la explotación sexual comercial infantil de niños,
niñas y adolescentes, teniendo especialmente en cuenta los compromisos emergentes de la ratificación por el país del Protocolo sobre venta, prostitución infantil y utilización de niños/as en
pornografía, facultativo de la Convención de los Derechos del Niño. Incorpora a nuestro ordenamiento como tipos penales la producción, comercialización y almacenamiento de pornografía
infantil, penaliza la conducta del cliente de prostitución infantil y una de las etapas de la trata, la
cual es la salida de niños/as del país para la explotación.
La Ley 17.938 del 29/12/05, deroga el art. 116 del Código Penal y 22 y 23 del Código de Procedimiento Penal por los que el matrimonio del ofensor con la ofendida extinguía el delito o la
pena en su caso, tratándose de los delitos de violación, atentado violento al pudor, estupro
y rapto.
Temas como la eutanasia y el aborto, inevitablemente se plantean en las agendas sociales y políticas, obligando a los parlamentos a tomar posición al respecto e interpelando a los titulares del
gobierno. El Poder Legislativo es el encargado de recoger el sentir de la ciudadanía respecto a
los temas fundamentales de la sociedad, a fin de generar leyes que regulen la conducta de sus
habitantes. Si bien no existen estadísticas oficiales de abortos, sí existen algunas estimaciones de
muy diversas fuentes que arrojan datos muy disímiles.
Según las encuestas realizadas por Interconsult, en octubre de 2002, un 38% de los/as uruguayos/as son partidarios/as de la despenalización total del aborto (por cualquier causal), un 30% se
pronuncia en contra, mientras que el restante 26% se ubica a mitad de camino y considera que la
suspensión de la vida del feto se debería permitir solamente en ciertos casos especiales.
En la última encuesta10, con el tema otra vez en el tapete, la proporción de quienes se encuentran
a favor de la despenalización trepa al 64%, con casi un 30% en contra y un 7% que no responde.
Entre quienes “votarían” por el “si” ante una posible consulta popular, son mayoritariamente mujeres (66%), los más jóvenes (69%), las personas de estratos altos (68%), los no creyentes (81%), así
como los votantes del FA (68%) y los montevideanos (69%).
El 88% de los no creyentes y el 60% de los católicos votaría “sí” en un plebiscito.
Mortalidad por causa del Aborto en América Latina11. Mientras que a nivel mundial el porcentaje
de esta causa de muerte materna está en una media del 13%, y en América Latina el promedio es
del 21%, en Uruguay en el periodo 1995-1999, fue del 27.7%. Y, sólo en el Hospital Pereira Rossell
entre 1996 y noviembre de 2001, la muerte materna por aborto realizado en condiciones de riesgo fue del 47%; siendo las mujeres pobres las que corren los mayores riesgos.
• Normas de prevención y protección
La Ley 17.514 del 18/6/2002 define la violencia doméstica y dispone una serie de medidas
para la prevención, detección temprana, atención y erradicación de la violencia doméstica. Lo define así:
A)
Violencia física: acción, omisión o patrón de conducta que dañe la integridad corporal de una
persona.
B)
Violencia psicológica o emocional: Toda acción u omisión dirigida a perturbar, degradar o
controlar la conducta, el comportamiento, las creencias o las decisiones de una persona, mediante la humillación, intimidación, aislamiento o cualquier otro medio que afecte la estabilidad psicológica o emocional.
C)
Violencia sexual: Toda acción que imponga o induzca comportamientos sexuales a una persona mediante el uso de: fuerza, intimidación, coerción, manipulación, amenaza o cualquier
otro medio que anule o limite la libertad sexual.
D)
Violencia patrimonial: toda acción u omisión que con ilegitimidad manifiesta implique daño,
pérdida, transformación, sustracción, destrucción, distracción, ocultamiento, retención de bienes, instrumentos de trabajo, documentos o recursos económicos, destinada a coaccionar la
autodeterminación de otra persona.
10 Encuesta realizada por Interconsult entre los días 30 de junio y 4 de julio de 2007, de acuerdo a las siguientes características: Universo: Personas de 17 años y más, de ambos sexos, residentes en localidades mayores de 5 mil habitantes.
Tamaño de muestra: 889 hogares. Diseño muestral: muestra probabilística, por conglomerados, bietápica, estratificada
por zonas y nivel socioeconómico.
11 Datos extraídos de “El aborto en condiciones de riesgo: principal causa de mortalidad materna en los países en vías
de desarrollo. Principal causa de mortalidad materna en Uruguay”. Briozzo, L. et al., 2001, Montevideo, xerox.
53
54
Se instaura un proceso de urgencia (no penal) para la aplicación de medidas cautelares ante la
denuncia de una situación de violencia intrafamiliar. Estas medidas deben aplicarse de inmediato
(previo análisis sumario de la petición) y evaluarse a los diez días. En caso de denegarse la aplicación de las medidas, debe fundamentarse expresamente la denegatoria.
Se crea el Consejo Nacional Consultivo de Lucha contra la Violencia Doméstica, de carácter interinstitucional con el cometido de elaborar el Plan Nacional, asesorar, coordinar acciones, velar por
el cumplimiento de la ley, etc.
La Ley 17.707 del 10/11/03, faculta a la SCJ a transformar Juzgados de Familia en Juzgados Especializados con competencia en violencia doméstica.
• Por Acordada 7535 del 7/12/04, el Poder Judicial transformó cuatro Juzgados de Familia en
Juzgados de Familia Especializada, con competencia en violencia doméstica y con competencia de urgencia en los temas relativos a la vulneración de derechos de niños, niñas y
adolescentes (sean o no situaciones derivadas de la violencia intrafamiliar).
La Ley 17.514 establece entre las medidas cautelares que el Juez puede disponer la asistencia
obligatoria del agresor a programas de rehabilitación (Art.10 inc.7). La única experiencia estatal es
llevada a cabo por la Secretaría de la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo en sus dos
Programas: “Por el Derecho a una vida libre de violencia de género” y “Comuna Mujer” del Plan
de Igualdad de Oportunidades y Derechos (PIOD); el cual cuenta con dos Servicios de Atención a
varones que ejercen violencia contra la mujer, en dos zonales de la descentralización municipal
(no existe sistematización por tratarse de una experiencia reciente).
Mediante Ley Nº 17.386 se sancionó la llamada “ley de acompañamiento en el parto”, a iniciativa
de una Senadora de profesión médica, que le otorga el derecho a la parturienta a estar acompañada de una persona de su confianza o en su defecto, a su libre elección de una especialmente
entrenada para darle apoyo emocional.
En cuanto a la actividad de la prostitución, ésta se halla reglamentada por la Ley No. 8.080 y su Decreto Reglamentario del año 1928, otorgándole el control de la misma a las autoridades de salud
pública, municipios y policía. Se reglamenta para que pueda ejercerse con carácter lícito y sólo
para proteger la salud pública - que no sea foco de contagio de enfermedades de transmisión
sexual - el orden público, las buenas costumbres y la moral pública.
A fines de la década de los 80 un grupo de prostitutas creó una asociación de meretrices (AMEPU
- Asociación de Meretrices y Prostitutas del Uruguay) que actualmente ha logrado reconocimientos importantes:
(i)
se eliminó la prohibición administrativa de acceder al certificado de buena conducta, lo
que les permite la obtención del pasaporte;
el Banco de Previsión Social reconoció a las prostitutas su calidad de trabajadoras, lo que
les permitió afiliarse al sistema de seguridad social como trabajadoras independientes y
obtener los beneficios correspondientes, incluso el derecho a retiro. A raíz de ello, logró
integrarse como gremio a la Central de Trabajadores, pasando a ser un miembro más de
la misma.12
(ii)
• Normas administrativas
Para los funcionarios públicos existe la obligación genérica de denunciar los delitos que se cometieren en su repartición sancionándose la omisión y el retardo como conductas antijurídicas
tipificados como “delitos contra la administración de justicia”, con 3 meses a dos años de suspensión (art. 177 del Código Penal); asimismo se contemplan otros delitos de orden público como el
encubrimiento, tráfico de influencias, o el abuso de funciones de los funcionarios policiales, que
condenan a penitenciaría.
Decreto de fecha 5 de febrero de 1997, Reglamentario de la Ley 16.045 de 1989 de Igualdad de
oportunidades y de trato en materia laboral, prevé las conductas de acoso sexual en el lugar de
trabajo o en ocasión de él, como una forma de discriminación grave, entendiendo por tales cualquier comportamiento, propósito, gesto o contacto de orden sexual no deseado por la persona a
la que va dirigido y que le produzca o amenace con producirle un perjuicio en su situación laboral. Da lugar a otro tipo de acciones por parte de la víctima.
c.2.
Obstáculos
El Código Penal uruguayo NO regula la temática de la mujer en forma integral ni con perspectiva de género, porque mantiene la estructura tradicional de los códigos penales de la región de
principios de siglo XX.
• La violencia sexual sigue regulándose como delitos contra la moral y las buenas costumbres; se prevén tipos penales como “atentado violento al pudor, ultraje público al pudor,
corrupción, etc.”
• Las conductas constitutivas de acoso sexual están tipificadas en el Código Penal como
falta contra la moral y las buenas costumbres:
Respecto de la violencia sexual dentro del matrimonio, no existe norma especial que lo sancione,
sin perjuicio de que se pueda aplicar el marco normativo general. Persisten concepciones tradicionales que no visualizan como violencia las agresiones sexuales en el matrimonio, salvo que
generen a su vez lesiones físicas u otro tipo de consecuencias que permitan incluir tal conducta
12 La información sobre la prostitución aquí expuesta, como documento, fue elaborado por el Centro CLADEM Uruguay con el propósito de mostrar la situación sobre la discriminación contra la mujer en nuestro país. Se realizó un
análisis de las regulaciones dictadas por las instituciones públicas, legislación, políticas públicas y la realidad, que hacen
al grado de cumplimiento de la obligación del Estado uruguayo, al firmar la Convención para la Eliminación de todas las
formas de Discriminación contra la Mujer.
55
56
en otro tipo penal, por ejemplo, en los delitos de Violación y Atentado Violento al Pudor (arts. 272
del Código Penal, entre otros).
No hay normas específicas que favorezcan a las mujeres, víctimas de violencia, en materia de
reparación del daño provocado. Sin perjuicio de que pueden aplicarse las normas generales y las
normas de derecho internacional ratificadas por el país (aplicables directamente al ordenamiento
interno por imperio de lo dispuesto en los arts. 72 y 332 de la Constitución) pero no se conocen
antecedentes jurisprudenciales en la materia.
No existen programas estatales integrales de tratamiento para los agresores, pese a que la Ley 17.514
establece entre las medidas cautelares que el Juez puede disponer la asistencia obligatoria del agresor
a programas de rehabilitación (Art.10 inc.7); y que el artículo 23 de la misma ley establece la rehabilitación y la reinserción social del agresor, mediante la asistencia y el tratamiento, instrumentos de esta
política de defensa social”; se exceptúa la llevada a cabo por la Secretaría de la Mujer de la Intendencia
Municipal de Montevideo en sus dos Programas:“Por el Derecho a una vida libre de violencia de género” y “Comuna Mujer” del Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos (PIOD).
CLADEM Uruguay, en el año 2004, pudo constatar que en el interior de la República las mujeres
prácticamente no tienen la asistencia legal obligatoria en las audiencias de violencia doméstica,
ya sea porque no existe defensor en ese lugar, o porque viene de otro pueblo una vez por semana, o porque si existe defensor, es muy difícil que esté presente en una audiencia de ese tipo, ya
que en general siempre tiene otras “más importantes” en el mismo horario. La ley se incumple y
la mujer queda sin defensa. Esa es la constante en el interior del Uruguay. 13
No existen disposiciones legales o administrativas que hagan obligatoria la capacitación permanente en materia de género para funcionarios/as públicos. Algunas dependencias del Poder Ejecutivo han realizado algunos cursos de sensibilización en género o específicamente sobre violencia doméstica, pero los mismos han abarcado solamente a algunos sectores de funcionarios/as.
En cuanto a la trata de mujeres, merece mencionarse un caso de esta década que ilustra sobre
nuevos riesgos para ciertas mujeres. A partir de una investigación periodística, realizada por una
mujer, quedó al descubierto una organización criminal transnacional uruguaya que reclutaba
mujeres para ejercer la prostitución en Milán. La actividad realizada, dentro del país, correspondía a la prevista como delito de proxenetismo y asociación para delinquir. Reunida la prueba por
jueces italianos y puesto en conocimiento de la justicia uruguaya, varios integrantes fueron sometidos a juicio penal en ambos países. No obstante, en Uruguay y a pesar de que la Suprema
Corte de Justicia en 1996 (ver Anexo Nº 4) validó la interceptación telefónica realizada en Italia
probando la participación de numerosas personas, un tecnicismo permitió que en el tribunal de
segunda instancia no continuara la investigación contra uno de los procesados, cerrándose la
causa a su respecto.
13 Cladem Uruguay en el marco de proyecto de capacitación sobre violencia doméstica que desarrolló en el interior de
la República en el año 2004,
d)
En sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales.14
d.1.
Avances
La igualdad de derechos políticos se consagró en Uruguay en 1932.
El Primer Plan de Igualdad de Oportunidades y Derechos en el Uruguay (2007), busca construir la
igualdad de oportunidades y derechos, y la no discriminación de las mujeres, con políticas integrales e integradoras que posibiliten la articulación de las instituciones y de las políticas públicas
en la sociedad uruguaya.
Emitieron los siguientes principios rectores del Plan:
i)
Garantizar el respeto y la vigilancia de los derechos humanos de las mujeres conceptualizados como derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, aplicando y desarrollando una legislación igualitaria.
ii)
Promover la ciudadanía plena, garantizando el ejercicio de los derechos; la inclusión social, política, económica y cultural de las mujeres, así como su participación activa en los
procesos de desarrollo.
iii)
Promover cambios culturales que permitan compartir en condiciones de igualdad el trabajo productivo y las relaciones familiares y aseguren el acceso equitativo de hombres y
mujeres a los procesos de innovación, ciencia y tecnología en los planes de desarrollo.
El enfoque de género establecido en todos sus componentes en el referido Plan de Oportunidades y Derechos, tiende a eliminar todas las formas de discriminación racial, entendiendo por
discriminación la legislación uruguaya (Ley 17.817), lo siguiente:
“A los efectos de la presente ley se entenderá por discriminación, toda distinción, exclusión,
restricción, preferencia o ejercicio de violencia y moral, basada en motivos de raza, color de
piel, religión, origen nacional o étnico, discapacidad, aspecto estético, género, orientación e
identidad sexual, que tenga por objeto o por resultado anular o menoscabar el reconocimiento,
goce o ejercicio, en condiciones de igualdad, de los derechos humanos y libertades fundamentales en las esferas política, económica, social, cultural o en cualquier otra esfera de la vida
pública”.15
Este plan de manera general delinea las siguientes estrategias que posibiliten la igualdad de derechos en democracia:
14 La Convención Belém do Pará, en su Artículo 5 dispone: “Toda mujer podrá ejercer libre y plenamente sus derechos
civiles, políticos, económicos, sociales y culturales, y contará con la total protección de esos derechos consagrados en los
instrumentos regionales e internacionales sobre derechos humanos. Los Estados Partes reconocen que la violencia contra la
mujer impide y anula el ejercicio de esos derechos.
15 Artículo 2, Ley 17.817 Lucha Contra el Racismo, la Xenofobia y la Discriminación.
57
58
Lei 1:
Establecimiento de una agenda legal para la igualdad, poniendo especial énfasis en una
adecuación de la normativa nacional a la legislación internacional para la igualdad de las
mujeres.
Lei 2:
Desarrollo de medidas para el logro de la participación política plena de las mujeres.
Lei 3:
Desarrollo de capacidades para la igualdad y la no discriminación de género en las actuaciones de la administración pública.
Lei 4:
Desarrollo de medidas que integren la transversalidad de género en las actuaciones de
la administración pública.
Lei 5:
Desarrollo de mecanismos institucionales para la igualdad y la no discriminación
Lei 6:
Incorporación de la perspectiva de género al Presupuesto Nacional.
Lei 7:
Desarrollo de medidas que promuevan el conocimiento y ejercicio de los derechos ciudadanos de las mujeres y su acceso a la justicia.
Lei 8:
Desarrollo de estrategias para la promoción de ciudades seguras, fortaleciendo los enfoques de prevención y protección.
Lei 9:
Implementación efectiva del Plan Nacional de Lucha contra la Violencia Doméstica.
Lei 10: Desarrollo de medidas que contribuyan a una distribución equitativa de las responsabilidades familiares.
Lei 11: Desarrollo de medidas que contribuyan a la democratización de la información y el conocimiento de los derechos de las mujeres.
Lei 12: Desarrollo de prácticas comunicativas no discriminatorias que respondan a intereses y
necesidades de hombres y mujeres que promuevan imágenes no estereotipadas y libres
de prejuicios.
Lei 13: Desarrollo de línea de trabajo tendientes a recuperar la memoria histórica de las mujeres
uruguayas.
d.2.
Obstáculos
En el ámbito público, el acceso extremadamente reducido de mujeres a cargos públicos de responsabilidad en los tres poderes del Estado es una de las principales debilidades que presenta el
país en lo que respecta a la equidad de género en lo político.
El 10.8. % de los parlamentarios electos en las elecciones nacionales de 2004 fueron mujeres. Esa
baja representación política de las mujeres, llevó a Uruguay a ubicarse en el lugar 92 entre 138
países en la Clasificación Mundial de Mujeres en el Parlamento de la Unión Interparlamentaria
(UIP) de 2006.
Solamente el 17.1% de los/as ediles electos/as en 2005 y el 23% de los altos cargos políticos designados por el Ejecutivo en 2005 fueron mujeres.
Respecto al Poder Judicial, el acceso de las mujeres a los cargos de decisión tampoco tuvo avances significativos. En 2006 asumió por segunda vez una mujer como Presidenta de la Suprema
Corte de Justicia.
Finalmente la representación de las mujeres afrodescendientes en los tres poderes del Estado es
prácticamente inexistente.
e)
En las prácticas jurídicas o consuetudinarias que respaldan la persistencia o la tolerancia
de la violencia contra la mujer.
No se tiene disponibilidad de referentes en cuanto a prácticas jurídicas o consuetudinarias en
Uruguay, debido a que su población es mayoritariamente descendiente de europeos, y que en
comparación con otros países vecinos, casi carecería de población indígena.
La población de la República Oriental del Uruguay está compuesta por:16
• Descendientes de europeos:
87.02%.
• Descendientes de africanos:
9%
• Indígena:
3.07 %.
• Otros:
0.92 %.
f)
En los patrones socioculturales de conducta de hombres y mujeres, incluyendo el diseño
de programas de educación y comunicación que legitimizan o exacerban la violencia contra la mujer
f.1.
Avances
A impulso de las legisladoras, tanto en la pasada legislatura (2000-2005) como en la actual (2005-2010),
todas las mujeres legisladoras de todos los partidos con representación parlamentaria han constituido
la Bancada Femenina, que es un espacio de coordinación entre las legisladoras, las mujeres con responsabilidades en los otros poderes del Estado y las organizaciones feministas y de mujeres.
Algunas legisladoras tienen formación en la perspectiva de género desde época anterior a su ingreso al Poder Legislativo. Esto porque han llegado a la política partidaria luego de años de militancia
en el movimiento de mujeres, o luego de una sostenida militancia en la Red de mujeres políticas.
16 Fuente: Informe País- Convención CEDAW, Editado por el Instituto Nacional de la Mujer, Junio 2007, Uruguay.
59
60
Este intercambio permanente, entre las legisladoras y el movimiento de mujeres y las académicas dedicadas a los temas de género, ha ido consolidando una perspectiva común de la Bancada
Femenina que es particularmente sólida con respecto a la lucha contra la violencia de género.
Tal es así que tanto la redacción del proyecto de Ley como la aprobación de la Ley 17.514 de Violencia Doméstica fueron producto de un quehacer conjunto entre las legisladoras y connotadas
militantes feministas y académicas.
Las legisladoras participan habitualmente, como panelistas o asistentes, en gran número de seminarios, talleres y reuniones de trabajo sobre los temas de género organizados por la academia
o por el movimiento feminista y de mujeres.
El Parlamento Nacional ha sido el espacio privilegiado para la realización de un importante número de seminarios y otras actividades de denuncia y análisis sobre la violencia contra la mujer,
particularmente sobre la violencia doméstica. Actividades que muchas veces fueron convocadas por las Cámaras, la Bancada Femenina o contando con su auspicio, aunque organizadas por
la sociedad civil.17
La Comisión de Género y Equidad de la Cámara de Diputados, ha recibido la visita de varias delegaciones de expertos tanto nacionales como internacionales. Merecen particular mención tanto
la asistencia a la Comisión como la reunión de trabajo realizada con los técnicos del ILANUD y
con los representantes del Poder Judicial francés.
Se ha distribuido información respecto de la violencia contra la mujer a las legislaturas nacionales, provinciales y locales.
Las legisladoras nacionales han hecho llegar materiales en intervenciones y han asistido en diversas oportunidades a los legislativos departamentales (provinciales) para realizar ponencias
sobre la violencia doméstica.
La Cámara de Senadores ha editado un CD con las principales normativas tanto nacionales
como internacionales en materia de género.
A instancias de la Bancada Femenina y la Secretaría Pro-Témpore de la CIM-OEA la red de radiodifusión y televisión privada realizó una campaña publicitaria en contra de la violencia doméstica en el año 2002, material que aún se utiliza, fundamentalmente, por los medios de comunicación estatales.
Por iniciativa de la Bancada Femenina la página Web del Poder Legislativo ha difundido en el
mes de noviembre de 2005, las estadísticas nacionales sobre violencia doméstica y material
gráfico alusiva a la fecha.
17 Para información detallada ver “Bancada Femenina. Rendición de Cuentas del período legislativo 2000-2005”, Cámara de Representantes XLVa. Legislatura, Uruguay.
Tanto la Bancada Bicameral Femenina como los funcionarios del Poder Legislativo distribuyeron
el 25 de noviembre de 2005 un volante denominado “La vida de una persona es asunto de todos
y de todas, no a la violencia contra las mujeres” a toda persona que accedió a las instalaciones del
Palacio Legislativo.
En el caso de los Juzgados de Familia Especializados, previamente a la puesta en funcionamiento,
todos los recursos humanos fueron instruidos sobre la temática, capacitándose a jueces, defensores, técnicos/as, actuarios/as, personal técnico y el personal policial de servicio allí.
Se realizaron cursos para oficiales, clases y agentes de policía en la Escuela Nacional de Policía, con una carga horaria de 30 horas semanales, capacitándose a 104 funcionarios/as en el
año 2001.
Se destacan como favorables las medidas internas del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social
para capacitar a su plantel de inspectores/as en la detección de las violaciones a Convenios
de la OIT, a otras normas internacionales y a las leyes nacionales, en materia de discriminación
contra la mujer; así como para la orientación a los empleadores, como forma de prevenir la
discriminación.
f.2.
Obstáculos
No existe disposición legal o administrativa que haga obligatoria la capacitación permanente en
materia de género para funcionarios/as públicos. Esta es una grave carencia en el país. Los jueces
y juezas, los funcionarios/as de los juzgados, los/as fiscales y los/as funcionarios/as policiales deben contar con sensibilización y capacitación permanente.
No han logrado aún dimensionar las graves consecuencias que la violencia contra la mujer produce en las mujeres y en la sociedad toda. En general, no se percibe por parte de los operadores
jurídicos, policiales e incluso de la salud que este tipo de violencia es una violación a los Derechos
Humanos de las mujeres, los niños y niñas. 18
La ausencia de sensibilización y capacitación específica de los operadores de justicia, salud, y
otros/as involucrados/as en ese tema, es un factor determinante para la atención de este grave
problema. La mayoría de ellos/as siguen considerando a la violencia doméstica como una cuestión privada, revictimizando a la mujer, generando una mayor indefensión de la víctima (Cedaw,
art.1 y art. 5, inc. a).
No se cuenta con datos estadísticos del porcentaje sobre el total de los maestros/as primarios,
secundarios y profesores/as universitarios/as que recibe capacitación sobre violencia contra la
mujer, pero el porcentaje es mínimo.
A pesar de haberse llevado a cabo recientemente una importante reforma educativa, no se intro18 Según respuestas de CLADEM a cuestionario formulado.
61
62
dujeron modificaciones en los programas y textos tendientes a la eliminación de los contenidos
sexistas y los estereotipos culturales; ni se incorporó la educación sexual, para enfrentar los problemas que genera el embarazo adolescente y las enfermedades de transmisión sexual.19
2.
Acceso a la Justicia
2.1.
Avances
La seguridad de las mujeres víctimas de violencia así como la responsabilidad de los perpetradores de dichos actos es contemplada específicamente, en el ámbito del derecho de Familia y
de la Ley 17.514 de Violencia Doméstica; mientras que en el ámbito penal, con la tipificación del
delito de violencia doméstica (art. 321 bis CP) .
En todo el país el servicio de Defensoría Pública es gratuito y prestado por Defensores que integran la estructura presupuestaria del Poder Judicial.
La IMM financia el Servicio Nacional Telefónico de Asistencia a la Mujer en Situación de
Violencia. Este Servicio funciona desde 1992, se establece como gratuito y con cobertura
nacional a partir de Agosto de 2001: 0800 4141. La implementación del mismo se realiza
a través de un convenio con una ONG nacional, Fundación PLEMUU (Plenario de Mujeres
Uruguayas).
La Defensoría de Oficio se encuentra en forma permanente a disposición de las presuntas víctimas para formular las denuncias y asesoramiento en general. La asistencia letrada obligatoria
para la víctima fue establecida por el art. 20 de la Ley 17.514, que puso a cargo de la Suprema
Corte de Justicia el deber de garantizar tal asistencia.
Por otro lado existen consultorios legales barriales y otros que brindan asistencia jurídica gratuita, pero no todos están especializados en violencia doméstica, por ejemplo: Los Consultorios
Jurídicos de la Facultad de Derecho de la Universidad de la República y de la Universidad Católica. En cambio, el Programa Comuna Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo, y determinados Consultorios Jurídicos de ONGs, brindan asesoramiento y/o patrocinio especializado,
que de todas formas es insuficiente.
Es de destacar que se implementaron grupos de autoayuda en diversas zonas de Montevideo, promovidos por la Intendencia Municipal de Montevideo en el marco del Plan de
Igualdad de Oportunidades y Derechos a través del Programa: “Por el Derecho a una Vida
libre de Violencia de Género”.
Con relación a la Ley de Violencia Doméstica, normativa de prevención y protección, se hace notar que la misma establece un proceso corto, de urgencia que prevé la aplicación inmediata de
medidas cautelares a favor de las víctimas. La denuncia puede realizarse indistintamente ante la
19 CLADEM: Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (grupo Uruguay).
autoridad policial o ante la autoridad judicial. Las medidas que se adoptan son las indicadas en la
Ley N° 17.514 sin perjuicio de que pueden adoptarse otras, a saber:
• retiro del agresor de la residencia común y la entrega inmediata de sus efectos personales en
presencia del Alguacil (Oficial de Justicia);
• reintegro inmediato de la víctima que hubiere salido de su domicilio o residencia por razones
de seguridad personal;
• prohibición, restricción o limitación de la presencia del agresor en el domicilio o residencia,
lugares de trabajo, estudio u otros que frecuente la víctima, demás personas afectadas, testigos o denunciantes del hecho;
• incautación de armas en poder del agresor, prohibición al mismo del uso o posesión de armas
de fuego;
• fijar asignación alimenticia provisional a favor de la víctima;
• disponer la asistencia obligatoria del agresor a programas de rehabilitación; si correspondiere
pensiones alimenticias, guarda, tenencia y visitas.
Desde el 13 de diciembre de 2004 funcionan en la capital de la República, que concentra más del
50% de la población total del país, cuatro Juzgados de Familia Especializados que se encargan de
los asuntos de Violencia Doméstica, conjuntamente con protección de los derechos amenazados
o vulnerados de los niños, niñas y adolescentes (arts. 66, 117 y siguientes del Código de la Niñez y
Adolescencia). Cuentan con sedes judiciales para servicios de Defensoría Pública especializada y
de Equipo técnico interdisciplinario, integrados por Médico Forense, Médico Psiquiatra, licenciado en Psicología y Licenciado en Trabajo Social.
En cuanto a medidas, para garantizar la seguridad de las mujeres víctimas de violencia, familiares
y testigos, la Ley de Violencia Doméstica prevé medidas cautelares, temporales, en favor de las
víctimas pero no de sus familiares o testigos.
Se encuentra en funcionamiento un Programa sobre aspectos de género y de mejoramiento del
acceso a la justicia, con fondos del Banco Mundial
2.2.
Obstáculos
Las Comisarías – Seccionales, no son adecuadas para atender la cantidad de casos en relación a
su cobertura geográfica como a la magnitud de los índices de violencia registrados en cada localidad, ya que en el mismo local y con el mismo personal debe atender todo tipo de denuncias. Se
exceptúa el caso de las Comisarías de la Mujer, que son más adecuadas, y el personal, en su mayor
parte mujeres, tiene capacitación en el tema.
63
64
En el interior de la República la situación no es la misma, pues no existe especialización judicial y
los asuntos deben ser atendidos, a veces, por Jueces en materia diferente al de Familia, notándose
carencia de equipos técnicos y de recursos materiales.20
Se anota como grave carencia la falta de representantes del Ministerio Público (Fiscales) especializados, cuando su intervención resulta preceptiva en estos asuntos.
El año 2001, el Programa de Seguridad Ciudadana del Ministerio del Interior (Préstamo BID N°
1096/OC – UR) junto con la Embajada Británica publican el “Decálogo de incidentes familiares. Guía de actuación para la Policía Nacional en la República Oriental del Uruguay” cuya autora fue la Comisario Inspector Psicóloga Cristina Domínguez. Tuvo como objetivo establecer
y difundir criterios uniformes de intervención tendientes a profesionalizar la actuación de los
operadores policiales cada vez que atiendan situaciones complejas derivadas de incidentes
de índole familiar o doméstico. Lamentablemente, en la actualidad no es utilizado por parte
de los operadores policiales.
No existen refugios distribuidos geográficamente destinados a mujeres víctimas de violencia y al
cuidado de sus hijos/as.
Existen escasos Servicios de Orientación Familiar, jurídica y psicológica, destacándose el Servicio
de atención a mujeres adultas que sufren situaciones de violencia doméstica dependiente del
Instituto Nacional de las Mujeres.
El país no cuenta con una política penal referida al delito de feminicidio ya que este nuevo tipo
penal aún no ha alcanzado a ser percibido en los ámbitos parlamentarios y judicial, como un tema
de significación que demanda la elaboración y la ejecución sostenida de políticas de prevención,
sanción y erradicación.
3.
Presupuesto
3.1
Avances
Existe la inversión calculada en dólares destinada a líneas telefónicas de emergencia. El monto
aproximado del Convenio Intendencia Municipal de Montevideo- ONG Plenario de Mujeres del
Uruguay (PLEMUU) por el teléfono de apoyo a la mujer en situación de violencia es de u$s 47.800;
siendo por llamada aproximadamente u$s 9,5 (promedio anual 5000 llamadas). En términos de
gasto, solo el Servicio Telefónico representa aproximadamente un 20% del presupuesto asignado
a la Secretaría de la Mujer de la Intendencia Municipal de Montevideo.
20 La Convención de Belém do Pará, en su Art. 4- b, e y g, dispone que toda mujer tiene derecho a que se respete su
integridad física, psíquica y moral; asimismo a que se respete la dignidad inherente a su persona y que se proteja a su
familia; y al derecho a un recurso sencillo y rápido ante los tribunales competentes, que le ampare contra actos que
violen sus derechos.
El Art. 7-b, establece como deber de Estado el “actuar con la debida diligencia para prevenir, investigar y sancionar
la violencia contra la mujer”.
3.2.
Obstáculos
Respecto a partidas en el presupuesto nacional y local destinadas a financiar acciones frente a la
violencia contra las mujeres, si bien se han utilizado partidas presupuestales destinadas a acciones frente a la violencia contra las mujeres, no se cuenta con información fidedigna y en profundidad que sirva para el análisis referido a presupuestos sensibles al género, pues la información
sobre el mismo no está desagregado como tal.
Por otra parte, no se visibilizan partidas específicas en el presupuesto nacional y local, destinados
a programas de capacitación enfocados a prevenir la violencia contra la mujer.
4.
Estadísticas
4.1
Avances
Si bien existe un mecanismo en el Ministerio del Interior y en el Poder Judicial para la recopilación
estadística, los resultados existentes a la fecha, son parciales e incongruentes como para dar una
respuesta certera. 21
Se cuenta con recopilación estadística del Poder Judicial, al año 2004, que suministra datos parciales ya que solo contempla los casos de denuncia de violencia contra la mujer.
• Durante el año 2004 fueron presentadas 2928 denuncias de violencia doméstica en Montevideo: 1942 denuncias policiales, 222 denuncias penales, 221 denuncias ante el Juzgado de
Familia con competencia en Violencia Doméstica.
• Al crearse los Juzgados Especializados, se presentaron 341 denuncias ante la policía y 202
denuncias en la Sede judicial.
•
En el resto del país se presentaron en el año 2004, 2323 denuncias de violencia doméstica discriminadas en la siguiente forma: 1238 denuncias policiales; 785 denuncias penales, 300 denuncias
ante la Sede Judicial.
El 25 de noviembre de 2005, y en base a datos fragmentados disponibles, la Bancada Bicameral
Femenina adelantó una cuantificación de la violencia doméstica y sexual, y anunció la creación
de un Observatorio para dar seguimiento a las denuncias de mala praxis judicial que llegan al
Parlamento.
• Basada en estadísticas confeccionadas por el Departamento de Datos, Estadísticas y Análisis
del Ministerio del Interior, fue anuncaido por parte de una diputada que de enero a setiembre
de 2005 se registraron 5.079 denuncias por violencia doméstica y 873 por violencia sexual.
21 La Convención de Belém do Pará, en su Art. 8- h, dispone que los Estados Partes tiene el deber de “garantizar la investigación y recopilación de estadísticas y demás información pertinente sobre las causas, consecuencias y frecuencia
de la violencia contra la mujer en todas sus formas y a realzar el respeto a la dignidad de la mujer”.
65
66
• Otros datos del MI revelan que en el período indicado hubo 150 homicidios en el país. Confrontados con información de prensa, al menos 26 de esas muertes (casi el 20%) tuvieron
como causa la violencia doméstica, lo que permite a la Bancada Femenina estimar que en
Uruguay cada 11 días murió una mujer por esa causa.
• La prensa también muestra que el 65% de los feminicidios ocurrieron en el interior del país, y
el 35% en Montevideo. El 96% de las víctimas fueron mujeres, con edades de entre 2 y 88 años;
15% de ellas eran menores de edad.
• El 91% de los victimarios fueron hombres, con edades entre 19 y 82 años; el 43% de ellos se
suicidó. Las armas de fuego constituyeron el medio más empleado para matar (59% de los
casos), seguido por las armas blancas (l9%), los golpes (7%) y el estrangulamiento (4%).
Sobre otros datos recopilados, surge que durante el año 2004 y 2005 se llevó a cabo el Proyecto
de Investigación: “Género y Generaciones, reproducción biológica y social de la población uruguaya”. Encuesta Nacional realizada durante los meses de octubre y diciembre de 2004, abarcando un total de 6.500 personas entre 15 y 59 años residentes en localidades urbanas de 5000 habitantes y más. La misma estuvo referida a las siguientes temáticas: vida sexual, anticoncepción,
fecundidad y comportamiento reproductivo, servicios de salud, VIH – SIDA, derechos sexuales y
derechos reproductivos.
Entre los datos obtenidos, se tiene que, en el 2004, las líneas telefónicas de emergencia para casos
de violencia familiar llegaron aproximadamente a 5000.
Al 30 de junio de 2005, según las proyecciones de población revisión 2004, la población femenina alcanza a 1.708.683 que representa el 51.69% repartidos en grupos de edades de la forma
siguiente:
Grupos de edades
Población femenina
Total
0-14
15-29
30-44
45-59
60 ó más
1.708.683
356.944
377.458
328.786
275.269
340.226
Porcentaje sobre la población
total
51,69
Se tiene la siguiente relación poblacional femenina que habita en áreas urbanas y rurales, por
tramos de edad.
Grupos de
edades
Población femenina
% de población
rural femenina
sobre la población
total femenina
Total
0-14
15-29
30-44
45-59
60 o más
Urbana
1.615.350
363.731
357.810
310.266
259.391
324.152
5,46
1,36
1,15
1,08
0,93
0,94
Rural
93.333
23.213
19.648
18.520
15.878
16.074
% de población
urbana femenina
sobre la población
total femenina
94,54
98,64
98,85
98,92
99,07
99,06
Al año 2004 el 30% de la población femenina que habita en localidades de 5000+ habitantes vive
bajo la línea de pobreza.
El porcentaje de la población femenina analfabeta, por tramos de edad, es el siguiente:
Grupos de edades
Población femenina 10 años % sobre la población total de
o más analfabeta
cada grupo de edad
Total
10-14
15-29
30-64
65 o más
35,568
1,811
3,549
12,502
17,706
2,60
1,41
0,99
1,95
7,41
Respecto al porcentaje de la población femenina que completó la escuela primaria, se tiene que:
el porcentaje de mujeres mayores de 24 años por nivel educativo completo más alto alcanzado
es del 52%.
67
68
Respecto al porcentaje de la población femenina que completó la escuela secundaria, se tiene
que: el porcentaje de mujeres mayores de 24 años por nivel educativo completo más alto alcanzado es del 21,7 %.
Respecto al porcentaje de la población femenina que completó la educación terciaria y/o universitaria, se tiene que: el porcentaje de mujeres mayores de 24 años por nivel educativo completo más alto alcanzado es del 10,8 %.
Respecto al número de mujeres privadas de libertad se tiene que en el año 2004 hubo 1000
mujeres procesadas.
La población femenina de 14 o mas años de edad económicamente activa es del 39%.
Los datos estadísticos son de fácil acceso al público. Se difunden a través de boletines (en versión papel) y a través de la página Web.
4.2.
Obstáculos
No existe investigación y recopilación estadística sobre asistencia a la mujer víctima de violencia.
El último censo se realizó en el año 2004 y se denominó Censo Fase I. Fue simplemente un
conteo de población por edad y sexo, hogares y viviendas por lo cual no incluyó ninguna otra
pregunta adicional como aquella relativa a la violencia basada en género.
No existe recopilación estadística sobre programas de capacitación para la prevención, sanción
y erradicación de la violencia contra la mujer.
No se cuenta con información del porcentaje sobre el total de los prestatarios de servicios sociales y judiciales que reciben capacitación de género y sobre violencia contra la mujer.
Hasta ahora no han recibido capacitación sobre género quienes elaboran y aplican instrumentos para recoger estadísticas.
El Estado no cuenta con un observatorio ciudadano contra la violencia hacia las mujeres, por lo
que no es posible medir su impacto.
CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
1.
LEGISLACIÓN, NORMATIVA VIGENTE Y PLANES NACIONALES
a)
En el Contexto Internacional: Formas transnacionales de violencia contra la dignidad y
derechos de la mujer
a.1
Conclusiones
• A nivel mundial la violencia doméstica tiene diversos costos. Para las mujeres que la sufren
significa miedo, depresión, intentos de suicidio, pérdida de oportunidades para lograr las
propias metas y pérdida de la autoestima. Para la sociedad, la violencia contra las mujeres
compromete recursos destinables a otros fines.22
• El Banco Interamericano de Desarrollo (BID) estima que los costos de la violencia contra
las mujeres oscilan entre el 1,6 y el 2 por ciento del Producto Interno Bruto de los países
de la región latinoamericana.
• El Área de Coyuntura del Instituto de Economía de la Facultad de Ciencias Económicas
de la Universidad de la República de Uruguay estima que el PBI de este país rondará en
2004 los 13.500 millones de dólares. Si los costos de la violencia doméstica insumieran
entre el 1,6 y el 2 por ciento del PBI, conforme a las estimaciones del BID, esto significaría
un monto de entre 216 y 270 millones de dólares, es decir, algo más del doble de lo que
hace falta para financiar el Plan que pretende llevar a cabo el reciente gobierno electo
durante el primer año de gestión, para apoyar a la población más carenciada. (Art. 8-h de
la Convención de Belém do Pará).
a.2
Recomendaciones
• General
• El sentido político internacionalista de la Convención, debe ser recuperado por
el Estado uruguayo, y difundido a los/as legisladores y los/as operadores de justicia,
quienes deben visualizar el fenómeno de la violencia contra los derechos de la mujer,
más allá del ámbito doméstico o del mero daño físico, psicológico o moral circunscrito
al ámbito nacional, deben tomar conciencia política internacional de la obligatoriedad que tienen de cumplir con la Declaración Universal de los Derechos Humanos, la
Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre, el Pacto Internacional
de los Derechos Civiles y Políticos, así como Económicos, Sociales y Culturales, la Convención Sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación Contra la Mujer
(CEDAW), la Convención Interamericana sobre la Prevención, Sanción y Erradicación
22 Fuente: Isabel Villar, La República de las Mujeres, Uruguay. (concuerda con La exposición de motivos y fundamentos
contenidos en el Preámbulo de la Convención de Belém do Para, y Art. 1 de la CEDAW).
69
70
de la Violencia contra la Mujer (Convención de Belém do Pará) y otros, que el Estado
uruguayo ratificó en protección y bienestar de su pueblo. (Art. 7 de la Convención de
Belém do Pará: Deberes de los Estados).
• Específicos
• El Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos (Políticas Públicas
Hacia Las Mujeres 2007-2011), debe ser aplicado por la sociedad civil, y ejecutado por
el Poder Público mediante sus instituciones en materia de género y violencia contra
la mujer, toda vez que el sentido social de los enfoques subjetivos, objetivos, estrategias y acciones planificadas como política estratégica de Estado, van encaminadas
realmente a la erradicación de Toda Forma de Discriminación en Materia de Género,
además de constituir un factor de integración social al desarrollo sostenible de la República Oriental del Uruguay. (Art. 7, 8 y 9 de la Convención de Belém do Pará: Deberes
de los Estados).
• Es recomendable que las Senadoras y Diputadas se articulen con el Grupo Parlamentario Latinoamericano para poder establecer alianzas. Asimismo, es importante
su articulación con otros grupos de mujeres que existan en el país a nivel local para
recuperar información que retroalimente las acciones en el Parlamento. (Art. 8-i de la
Convención de Belém do Pará: Deberes de los Estados).
b)
En el Contexto Nacional: Políticas legislativas e institucionales del Estado
b.1
Conclusiones
• La República Oriental del Uruguay, si bien cumple con la comunidad internacional
en el contexto de la Eliminación de toda Forma de Discriminación Contra la Mujer,
ratificados muchos de los Tratados y Pactos conforme establece los procedimientos
en materia de Derecho Internacional, puede notarse que hasta antes del Primer Plan
Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos 2007-2011, tenía inclinación a resolver administrativa y juridiccionalmente, y con muchas limitaciones, solamente la
Violencia Intrafamiliar e interpersonal, y no así otros derechos proclamados por la
“Convención de Belém do Pará”, especialmente aquellos relativos al ejercicio pleno de
sus derechos civiles, políticos, sociales, económicos y culturales. (Art. 5 de la Convención de Belém do Pará).
• La implementación del Primer Plan Nacional de Igualdad de Oportunidades y Derechos
2007-2011, da lugar a emprender iniciativas oficiales para eliminar la discriminación en la
vida política y pública del país, que garanticen la participación equitativa de la mujer en
todos los cargos públicos de carácter electivo o jerárquico. (Art. 4 y 5 de la Convención de
Belém do Pará).
• Preocupa la escasa presencia de las mujeres en cargos de representación y jerárquicos,
la existencia de discriminación salarial, la falta de medidas para aliviar la doble jornada
de las mujeres, la ausencia de programas destinados a evitar estereotipos y sexismo en la
educación, la ausencia de educación sexual en el sistema educativo y de salud.
• A pesar de haberse llevado a cabo recientemente una importante reforma educativa, no
se introdujeron modificaciones en los programas y textos tendientes a la eliminación de
los contenidos sexistas y los estereotipos culturales; ni se incorporó la educación sexual,
para enfrentar los problemas que genera el embarazo adolescente y las enfermedades de
transmisión sexual. (Art. 8-b y e de la Convención de Belém do Pará).
• Existe carencia de medios para que especialistas en materia de género y violencia contra
la mujer, se aboquen por mandato de la ley y con medidas específicas en sus ámbitos de
actuación, a subsanar las contradicciones e incongruencias del derecho positivo nacional,
con participación necesaria de expertas en perspectiva de género. (Arts. 7-c y e, 8-c de la
Convención de Belém do Pará).
• El Estado no ha tomado las medidas adecuadas para eliminar la discriminación en ámbitos
ajenos a los estatales (Cedaw, art. 2, inc. e), salvo en lo atinente a las relaciones laborales y
en aquello relacionado con la Violencia Doméstica, que se desarrolla como punto especial
de este Informe. Se destaca la falta de receptividad a la demanda femenina respecto a la
fijación de cuotas para:
b.2.
(i)
la incorporación de las mujeres en las listas de votación de los partidos políticos para
cargos representativos en el gobierno;
(ii)
en los órganos de los partidos políticos y de los sindicatos (sólo dos sectores de
la coalición de izquierda han atendido a dicha demanda);
(iii)
en los órganos de dirección de las Cámaras empresariales, los Colegios profesionales, las Asociaciones de productores rurales, etc. (Art. 5 de la Convención de
Belém do Pará).
Recomendaciones
• General
• Uruguay consagra el principio de igualdad en su forma más genérica en el art. 8 de la
Constitución Nacional (CN): “Todas las personas son iguales ante la ley, no reconociéndose
otra distinción entre ellas sino la de los talentos y las virtudes”. La primera CN (1830) establecía que “Los hombres son iguales ante la ley...”; texto que se mantuvo en las CNs aprobadas en 1918 y 1934. El texto actual fue incorporado a la CN de 1952. A partir de esa fecha
se han efectuado varias reformas constitucionales siendo la última del año 1998. Ninguna
71
72
de ellas adecuó la fórmula utilizada para hacer explícitamente visible esa garantía para
el sujeto mujer (CEDAW, art. 2 inc. a) utilizando lo recomendado por las técnicas jurídicolingüísticas actuales. Teniendo las oportunidades, no se dio cabal cumplimiento al compromiso asumido en el caso específico de las mujeres en la forma preceptuada por la
CEDAW (art. 2 inc. a).
Para evitar toda discriminación contra la mujer (parágrafos 1.2 y 1.3), los principios de CEDAW
deben ser incorporados en la legislación nacional de manera de asegurar su cumplimiento (CEDAW Art. 2, inc. b) (Art. 7-c de la Convención de Belém do Pará).
• Específicos
• “Es recomendable que se involucre más y persistentemente a los legisladores hombres para que la problemática no sea entendida solo como un asunto de mujeres.
Como ha ocurrido en otros países, son las mismas mujeres las encargadas del tema
(Bancada Femenina) pero en general, los legisladores varones son indiferentes o resistentes al tema. (Arts. 7-c,e, y h; 8-b y c de la Convención de Belém do Pará).
• Se advierte que la institucionalidad de apoyo a las mujeres que sufren de violencia,
está básicamente centrada en la capital del país; es recomendable promover acciones y políticas para extender los servicios hacia lugares alejados de las ciudades.
Asimismo, es necesario contar con representantes del Ministerio Público (fiscales),
con personal especializado en la problemática de la violencia tanto en las Comisarías
de la Mujer, como en las instancias operadoras de la ley pero no solo en la ciudad
capital. (Arts. 7-b,f y e, 8-a y d: Deberes de los Estados, Convención de Belém do Pará).
• Que el MSP implemente un servicio especializado en la atención de mujeres con
abortos en curso o con lesiones post aborto y que difunda a todo nivel los servicios
de planificación familiar y atención al embarazo adolescente que se brindan actualmente. (Arts. 4-a y b; de la Convención de Belém do Pará).
• Es recomendable impulsar la elaboración y aplicación de normas, protocolos y procedimientos de atención de violencia para las distintas áreas encargadas de activar
la ley y capacitar al personal respectivo en su manejo, máxime si el país no cuenta
con barreras idiomáticas. (Art. 7-c de la Convención de Belém do Pará).
• Se recomienda que a partir de los Protocolos, se realicen acciones para la formulación de modelos de prevención, atención y recuperación de víctimas de violencia, así
como programas para hombres agresores, orientados a la prevención. Es recomendable retomar el Decálogo de Incidentes Familiares y retroalimentarlo recuperando
las experiencias y avances al respecto. (Art. 7 de la Convención de Belém do Pará).
c)
En el Derecho Público Interno: normas penales, civiles y administrativas
c.1
Conclusiones
• Desde que incorporó el “delito de violencia doméstica” al Código Penal Uruguayo el
artículo 321 bis, la aplicación de esta norma ha sido mínima principalmente por dos
razones:
i)
la interpretación que de la norma realizan la gran mayoría de los operadores,
exigiendo en los hechos que las lesiones sean físicas, clínicamente visibles,
para que merezca la respuesta penal (CEDAW, art. 2 inc. d); desestimando así
las lesiones emocionales o psíquicas
ii)
la exigencia de la norma de la “prolongación en el tiempo”, (repetición de los
actos violentos), origina controversia debido a que muchos operadores no
comprenden la existencia de un patrón de conducta violenta y el efecto que el
mismo produce en las víctimas (CEDAW, art.5 inc. a.)
En materia de orientación sexual y salud reproductiva, las expertas de Uruguay- Sombra, CLADEM, critican la norma que penaliza el aborto considerándola discriminatoria y violatoria de los
derechos humanos de las mujeres, en la medida que limita su derecho a disponer de su propio
cuerpo así como su derecho a la salud, a la autodeterminación y a ejercer sus derechos sexuales
y derechos reproductivos, entre otros, razón por la cual afirman que debe ser derogada al igual
que la eximente o atenuante del honor. El Estado uruguayo no asume todavía una posición
normativa acerca del aborto, encontrándose actualmente en proyecto de ley. (Art. 4-a,b y f de la
Convención de Belém do Pará).
c.2
Recomendaciones
• General
Analizar la pertinencia legal de que las víctimas de violencia cuenten con la opción de aplicar
medidas de orden juridiccional familiar o penal, asegurando que las medidas preventivas y restrictivas como el alejamiento del agresor no sea solo en tanto dure el hecho de violencia, sino
hasta que psíquica y socialmente esté rehabilitado, certificado por profesionales multidisciplinarios a cargo del Estado. También, en caso que sea pertinente, la Ley promovería la gratuidad
de certificados forenses para víctimas de violencia facilitando así el acceso a la justicia. (Arts. 2 y
8-d de la Convención de Belém do Pará).
• Específicos
• Investigar y hacer seguimiento de la presencia de casos de negligencia médica en
nosocomios públicos o privados, determinando sus causas, y calculando la tasa de
73
74
incidencia negativa resultante de intervenciones médico quirúrgicos operatorios
y post operatorios a pacientes mujeres cuyas consecuencias hayan derivado en la
muerte, mutilación, secuelas, o su desahucio, físico, psíquico o moral (según sea el
caso). (Art. 7-b y c. de la Convención de Belém do Pará).
• Es recomendable que se trabaje en la incorporación del feminicidio o asesinato de
mujeres como tipo delictivo en el Código Penal uruguayo, incidiendo en la gravedad
del acto culposo o doloso para imponer una penalización drástica que se constituya
en un referente coercitivo para erradicar la violencia contra la mujer. (Art. c. de la
Convención de Belém do Pará).
• Se hace necesario que Uruguay cuente con políticas públicas y normativa referida a
la difusión y real ejercicio por parte de la población respecto de los Derechos Sexuales y Reproductivos, y que en ese marco se vea la pertinencia de establecer normas
sobre el aborto a favor de las mujeres y su derecho a decidir.
• Fortalecer institucionalmente a la fiscalía y policía especializada en materia de violencia contra la mujer, con capacitación, equipamiento y logísticamente, a fin de lograr eficiencia en el proceso de asistencia multidisciplinaria a la mujer víctima, así
como para la investigación, seguimiento, detención y procesamiento posterior de
sujetos o redes de individuos delincuentes dedicados a la trata de mujeres, proxenetas, gigolos, corruptores de niños y niñas, feminicidas y pseudo profesionales
médicos encargados de realizar cirugías de alto riesgo o abortos a mujeres en condiciones inadecuadas, o dedicados al tráfico de órganos. (Art. 8-c. de la Convención
de Belém do Pará).
• Se debería ver la posibilidad legal de elevar la drasticidad de las sanciones para los
victimadores, de modo de sentar precedentes y demostrar que la mencionada Ley
es sumamente rigurosa para el agresor. Por otra parte, la mencionada Ley debería
contener acciones jurídicas de reparación para las mujeres víctimas de violencia.
(Art. 7-e. de la Convención de Belém do Pará).
• Es necesario realizar esfuerzos para crear Albergues Transitorios y Casas de Refugio en los lugares de mayor incidencia de violencia, donde adicionalmente reciban
apoyo social, psicológico y legal por el temor que les infunde la salida del hogar, el
cuidado de los hijos, el proveer de la alimentación, etc. (Art. 8-d. de la Convención de
Belém do Pará).
• Se recomienda que el poder público promueva, impulse y fortalezca cualitativa y
cuantitativamente el incremento de grupos de auto ayuda, sobre todo a nivel de
municipios y organizaciones sociales urbano-rurales, facilitando espacios para desarrollar sus acciones y para que se relizen convenios con instituciones de forma-
ción de psicólogos y otros para que presten servicios gratuitos en dichas instancias.
(Arts.6 y 7-c y f de la Convención de Belém do Pará).
d)
En sus derechos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales
d.1
Conclusiones
• Aún cuando la Constitución Nacional (CN) reconoce la libertad de trabajo, profesión
y empleo a toda persona (art. 36), salvo las limitaciones de interés general que establezcan las leyes (CEDAW, art. 11. 1, inc. a), sin efectuar mención específica a la mujer,
persisten varios problemas para eliminar tratamientos discriminatorios por tres razones básicas:
i)
la técnica jurídico-lingüistica utilizada en la redacción de varias leyes laborales,
ya que no incorporan explícitamente la no discriminación de las mujeres;
ii)
la mayoría de los legisladores desconoce las necesidades diferentesque tienen
las mujeres y los hombres, y por lo tanto, muchas veces establecen requisitos
para acceder a ciertos derechos que resultan lesivos para las mujeres;
iii)
la aplicación que hacen los operadores y los empleadores en general (incluyendo el Estado como empleador), de dichas normas.
• En Uruguay, la situación de discriminación que enfrentan las mujeres trabajadoras está
directamente relacionada con los “arreglos sociales” basados en una división sexual
del trabajo tradicional, que tiene sus fundamentos en los patrones socioculturales dominantes. Desde hace más de veinte años, las limitaciones para un crecimiento económico sostenido, el peso de las políticas de ajuste sobre los salarios y cambios en
el gasto público social, explican el incremento del sobretrabajo de las mujeres. (Art. 7
a,b,c y e. de la Convención de Belém do Pará).
d.2
Recomendaciones
• General
• Debe continuar el trabajo de coordinación y articulación de esfuerzos para enfrentar
la violencia contra la mujer, entre Estado, Cooperación internacional, ONGs, y sociedad civil organizada, lo que facilita la referencia y contra referencia y una atención
más integral de la problemática, es decir en cuanto al ejercicio de sus derechos plenos civiles, políticos, económicos, sociales y culturales (Art. 8-i. de la Convención de
Belém do Pará).
75
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• Específicos
• Para eliminar discriminaciones en las áreas laborales se requieren políticas de Estado
especialmente diseñadas para la:
i)
capacitación en las temáticas a ejecutivos de la administración pública, jueces, abogados laboralistas, entre otros;
ii)
aprobación de un Plan de Igualdad en la función pública;
iii)
mayores controles de las violaciones que ocurren en la actividad privada en
relación con las discriminaciones;
iv)
aplicación estricta de toda la normativa laboral referida a las mujeres, sea por
parte de los empleadores, por parte de las oficinas estatales correspondientes o por parte de los tribunales intervinientes. (Art. 7-a,b,c; 8-c. de la Convención de Belém do Pará).
• Se recomienda contar con una base de información sobre casos de vulneración de los
derechos de la mujer en materia civil, (contratos, propiedad, obligaciones, sucesiones,
en áreas geográficas urbanas y rurales) y económica. (Art. 13 CEDAW). (Art. 3 de la Convención de Belém do Pará).
• Se recomienda extender el grado de participación de dichos derechos y los relacionados en materia familiar que tienen las mujeres en agrupaciones de minorías afrodescendientes e indígenas, mestizos, u otros, si los hubiera, y el reconocimiento de
sus prácticas sociales, y culturales. (Art. 16 CEDAW), (Art. 6 de la Convención de Belém
do Pará).
e)
En las prácticas jurídicas o consuetudinarias que respaldan la persistencia o la tolerancia
de la violencia contra la mujer
e.1.
Conclusiones
• Considerando que en el país el Estado sigue siendo el principal empleador y sus empresas de servicios y organismos sectoriales son los que atienden a la mayor cantidad
de público, el cumplimiento del inciso c) de la CEDAW resultaría decisivo para promover el cambio de los patrones socioculturales y las prácticas consuetudinarias que perjudican a las mujeres (CEDAW, art. 5 inc. a). Máxime considerando que - salvo la simple
voluntad política - no se advierten limitaciones de otra índole para subsanar el incumplimiento actual. (Art. 7 primer párrafo; lit. a, b y c. de la Convención de Belém do Pará).
f)
Patrones socioculturales de conducta, incluyendo el diseño de programas de educación
y comunicación que legitiman o exacerban la violencia contra la mujer
f.1
Conclusiones
• Ni el Gobierno ni los organismos estatales especializados, han sido lo suficientemente
sensibles para promover el reconocimiento de la responsabilidad común de hombres
y mujeres en la educación y desarrollo de los hijos (CEDAW, art. 5).
• En materia de educación, no obstante la consagración formal de igual acceso a mujeres
y hombres a cualquier nivel de la educación formal “libre, gratuita y obligatoria”, con
vigencia del principio de la co-educación (mixta) desde principios del Siglo XX, hasta
el día de hoy, las autoridades de los entes rectores de la educación no han cuestionado
los conceptos estereotipados de lo masculino y femenino que se trasmiten a través de
ella ni se ha revisado el contenido de los programas y las prácticas docentes. (Art. 8-b.
de la Convención de Belém do Pará).
f.2
Recomendaciones
• General
• Que los organismos rectores de la educación, en sus niveles, de formación primaria, secundaria, y superior universitario (y algunos postgrados), analicen la posibilidad de incluir en la currícula o pensums académicos, la educación sobre derechos
sexuales y reproductivos, temática sobre el enfoque de género, y erradicación de
toda forma de violencia contra las mujeres, asignándole el espacio correspondiente,
contribuyendo así a una formación integral de la personalidad. (Art. 8-b. de la Convención de Belém do Pará).
• Específicos
• Realizar campañas periódicas de sensibilización sobre las discriminaciones basadas en el género, involucrando en ellas a las empresas privadas de comunicación
y a las organizaciones de la sociedad civil; incorporar las temáticas de género y la
normativa internacional al respecto en la formación profesional y en los cursos
de la Oficina de Servicio Civil; difundir, a través de los órganos de prensa estatales, materiales elaborados para contribuir a eliminar los estereotipos de género
y los patrones socioculturales que inferiorizan a las mujeres, así como las resoluciones y acciones del Sistema de Naciones Unidas en relación con la condición
de las mujeres. (Art. 8-g. de la Convención de Belém do Pará).
• Implementar normas referidas a un manejo adecuado de la Imagen de la Mujer en
los Medios de Comunicación Social y Publicidad
77
78
2.
Acceso a la Justicia
2.1
Conclusiones
• La promulgación de disposiciones legales de prevención, sanción y erradicación de
otras formas de violencia que sufren las mujeres, requieren de la visión general y especializada del tema de la mujer en el ámbito normativo a fin de no subsumirla sólo a
la violencia doméstica. Al no identificarse la existencia de varios tipos de violencia, o
formas de expresión de violencia contra las mujeres, la aplicación de la norma y la imposición de las sanciones se dejan libradas a la sana crítica de la autoridad administrativa
o del Juez, lo cual, como sabemos, está permeada de prejuicios de género contra la mujer, o
bien se incurre en desconocimiento de la materia especial. Por otro lado, los avances que
existen deben ser compatibilizados en los distintos Poderes del Estado. (Art. 8-b y c. de la
Convención de Belém do Pará).
• La ruta procesal penal, por sí sola, plantea serias dificultades. A éstas se suman el desistimiento de la víctima a proseguir con los juicios iniciados, por desconocimiento, indefensión, pobreza y la pérdida de los ingresos provenientes del agresor. La sanción penal,
por otra parte, no tiene respuestas para, entre otros problemas:
2.2
i)
la situación de los hijos menores;
ii)
la exclusión del agresor del hogar (salvo que se procese, situación en la que
debe ponerse plazo durante el cual no podrá acercarse a la víctima);
iii)
la asistencia alimentaria y de vivienda,
iv)
la asistencia a la víctima y el victimario.
Recomendaciones
• General
• Es imprescindible que el Estado Uruguayo cuente con una ley como la que se encuentra a estudio:
• primero, para equipar a los jueces de instrumentos adecuados para la defensa de
los DD.HH. de las mujeres y las familias;
• segundo, para dar cumplimiento, además, a las obligaciones asumidas al ratificar varios tratados y directrices internacionales (CEDAW, Convención de Belem
do Pará, Plan de Acción para la Mujer aprobado en Beijing, etc.); y
• tercero, para ponerse al nivel de los otros veintinueve países de América Latina
y el Caribe, que ya tienen leyes al respecto. (Art. 7-c,d y e. de la Convención de
Belém do Pará).
• Específicos
• A lo señalado debe agregarse la necesidad de implementar el funcionamiento de
Albergues Transitorios y Casas de Refugio en los lugares de mayor incidencia de violencia, donde adicionalmente reciban apoyo social, psicológico y legal por el temor
que les infunde la salida del hogar, el cuidado de los hijos, el proveer de la alimentación, etc. (Art. 8-e. de la Convención de Belém do Pará).
3.
Presupuesto Nacional
3.1
Conclusiones
• Al parecer los mayores esfuerzos presupuestarios se destinan a la atención de la violencia, y no así a la prevención siendo un tema prioritario en el cual no parece estarse
invirtiendo. (Art. 7-primer párrafo, de la Convención de Belém do Pará).
• La asignación de presupuestos también debe destinarse hacia la formación y capacitación sistemática del personal encargado de la atención de la violencia contra las mujeres. (Art. 8-c. de la Convención de Belém do Pará).
3.2
Recomendaciones
• General
• El Estado, deberá ser coherente con la voluntad política expresada de realizar esfuerzos para lograr la equidad de género y la erradicación de la violencia hacia la mujer, asignando de manera transparente y pública, presupuestos adecuados para tal
efecto. La información de inversión para el avance de las mujeres, no debe perderse
en un informe general, pues este aspecto impide visualizar el aporte del Estado versus el aporte de la cooperación internacional. El compromiso del Estado con y por
las mujeres, se expresa no solo en voluntad política, el compromiso se traduce en
presupuestos concretos y fiscalizados destinados a la prevención, sanción y erradicación de toda forma de violencia contra los derechos humanos de las mujeres. (Art.
7-primer párrafo, de la Convención de Belém do Pará).
• Específicos
• El Instituto Nacional de las Mujeres órgano rector de las políticas de Género y el Consejo Nacional de Lucha contra la Violencia hacia la Mujer, debe promover la atención
uniforme de los casos de violencia, realizar gestiones para lograr presupuestos que
79
80
viabilicen la formulación, aplicación y difusión de un Protocolo de atención de violencia. (Art. 8-e. de la Convención de Belém do Pará).
4.
Información y Estadísticas
4.1
Conclusiones
Se han evidenciado deficiencias en la generación de información y medición de impactos producto de la violencia contra la mujer, por lo que es necesario la creación y fortalecimiento de un
sistema nacional de indicadores de violencia contra las mujeres. (Art. 8-h. de la Convención de
Belém do Pará), que reúna y procese la información generada en diversas fuentes y la publique
periódicamente; los institutos de distintas Facultades y Escuelas deberían contar con programas
dedicados a la investigación del problema y su desarrollo a lo largo del tiempo; resulta urgente
generar mecanismos que permitan detectar el fenómeno tempranamente y evitar sus consecuencias más graves, mediante continentación y tratamiento.23
4.2
Recomendaciones
• General
• Debe implementarse y poner en funcionamiento un Sistema Nacional de Registro de
Datos Indicadores y Seguimiento de Casos de Violencia Hacia la Mujer, sobre el desenlace de las denuncias presentadas, procesadas, concluidas en sede administrativa,
fiscal, judicial o policial, asimismo sobre el número de víctimas fallecidas, hospitalizadas, el número de victimarios o autores de violencia contra la mujer, su situación
legal, social y psicológica, su rehabilitación, la situación de los/as hijos/as, y también
procesar y registrar información sobre el número de otras instancias públicas y privadas que trabajan sobre la problemática, el número de casas de refugio y otros
datos que permitan contar con insumos para la formulación de políticas, ajustarlas y
diseñar programas específicos en aquellos lugares o regiones con mayor incidencia
de violencia contra las mujeres. (Art. 8-e. de la Convención de Belém do Pará).
• Específicos
• Deben publicarse estadísticas que permitan cuantificar las situaciones de discriminación
en varios ámbitos: empleo (acceso, salarios, doble jornada, acoso), violencia (doméstica y
sexual) salud reproductiva (aborto, minorías). Además de traslucir que la falta de voluntad política y la ausencia de indicadores no permite elaborar políticas acordes, ni rendir
cuentas a la ciudadanía de las acciones emprendidas, a pesar que el Estado podría contar con buena parte de ellos a través del Instituto Nacional de Estadística. (Arts. 7, primer
párrafo,lit.c,e,h; 8-a y h. de la Convención de Belém do Pará).
23 La recomendación de generar un sistema nacional de indicadores de violencia contra las mujeres, como documento, fue elaborado por el Centro CLADEM Uruguay.
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