Fatiga, inexperiencia, gran velocidad y falta de uso del cinturón, las

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LAS CLAVES DEL ACCIDENTE EN
LA AUTOPISTA
A-7, EN EL QUE PERDIERON LA
VIDA OCHO PERSONAS
el vuelo
m
de la
uerte
POSICIÓN FINAL. Escenario del accidente (arriba) e
imagen de la reconstrucción
virtuall, cuando el Audi sobrevuela la mediana antes de impactar con el Hyundai.
JOSÉ IGNACIO RODRÍGUEZ. INFOGRAFÍA: DLIRIOS. FOTOS: POLICÍA
AUTONÓMICA CATALANA
“Tráfico” ha tenido acceso a los datos del atestado y
reconstrucción del accidente de la autopista A-7, en el que un
turismo atravesó los tres carriles de la calzada, dobló la valla,
sobrevoló la mediana y, después de 34 metros en el aire,
arrolló a otro vehículo que circulaba en sentido contrario.
Factores como la fatiga, la inexperiencia, no utilizar los
cinturones de seguridad y el impacto a gran velocidad,
arrojaron un saldo trágico: murieron los ocho ocupantes.
TRÁFICO. Enero-febrero 2003
l pasado 8 de diciembre, a las
14,45 horas, dos vehículos
que circulaban por la autopista A-7 por calzadas separadas y en sentido contrario,
colisionaron frontalmente después
de que uno de ellos sobrevolara la
mediana tras rebasar la barrera de
seguridad. La revista “Tráfico” ha
querido incidir en los principales
factores y en las claves que, presumiblemente, contribuyeron de forma
decisiva en el desarrollo del accidente y en su gravedad.
De acuerdo con los datos y la reconstrucción del accidente facilitados por el Área Central de Investigación de Accidentes de la policía
autonómica catalana, el escenario es
un tramo recto de autopista, con una
calzada con tres carriles para cada
E
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Así se produjo el accidente
4
Sobrevuela la mediana y
despues de más de 33 m cae
en el carril central, por donde
circula en sentido contrario
un Hyundai Lantra con tres
ocupantes.
(Reconstrucción realizada por el Área Central de Investigación de la policia autonómica catalana)
1,5m
1
Se produce la colisión con gravísimas
deformaciones y desaceleraciones
lineales superiores a 40 g (equivalente a una suma de velocidades de
más de 200 km/h).
3
Desnivel entre las dos
calzadas=1,5 m
La conductora del Audi 100
es alertada por el ruido que
producen los neumáticos al
rodar sobre la banda sonora
que delimita el arcén.
5
2
Da un brusco volantazo a
la izquierda para evitar el
choque contra la barrera
metálica.
El coche, fuera de control,
derrapa y se dirige hacia la
barrera que separa la mediana y la calzada contraria.
6
Posición final de los dos
vehículos. Los cinco
ocupantes del Audi y los tres
del Hyundai han muerto.
Trayecto recorrido
en el aire: 33,8 m.
Banda sonora
Huella de derrape de la
rueda trasera derecha
sentido, separadas por una mediana
de 5 metros de anchura y con un
desnivel entre ambas de 1,5 m. Las
condiciones atmosféricas eran favorables, la calzada seca y limpia y la
circulación fluida.
En sentido La Junquera circulaba
un Audi 100, con 10 años de antigüedad y, aparentemente, en buenas
condiciones técnicas, ocupado por
cuatro jóvenes de edades comprendidas entre 15 y 17 años, mientras
que la conductora, mayor de edad,
no disponía de permiso de conducción. Ninguna de las cinco hacía uso
del cinturón de seguridad.
Dos, al encuentro
Por la otra calzada, sentido Alicante, se aproximaba un Hyundai
Lantra, en general en buen estado de
conservación, aunque con los neumáticos delanteros muy desgastados. El conductor llevaba abrochado
el cinturón de seguridad, pero no así
Mujeres de 3.000 kilos
Salvo el conductor del Hyundai, nadie
llevaba el cinturón de seguridad abrochado. La niña de siete años –que viajaba en el asiento trasero del mismo y
debería haber usado un dispositivo de
retención infantil o, en su defecto, el
cinturón– fue catapultada hacia la parte
delantera y rompió el cristal del parabrisas con la cabeza, mientras que la
conductora del Audi salió despedida
del coche.
Según el atestado de la policía autonómica catalana, en la colisión frontal angular y excéntrica de los dos vehículos
se produjeron desaceleraciones lineales superiores a 40 veces la aceleración
de la gravedad. Esto equivale, según ha
señalado a “Tráfico” el Centro Zaragoza, que el peso de una mujer de 60 kilos se convierte en 2.400 ó 3.000 kg. No
es difícil imaginar lo letal que pueden
resultar el movimiento sin control de
los cuerpos dentro del habitáculo, con
semejantes masas, sometidos a violentas inercias y balanceos, golpeándose
entre sí y soportando las grandes deformaciones de la carrocería.
La barrera metálica,
al doblarse, hizo de
trampolín, por lo que el
coche voló hasta caer en
el carril central de la
calzada contraria
su esposa, ni la niña de siete años
que viajaba detrás.
Aunque la investigación no ha
concluído, se maneja la hipótesis de
la fatiga y posible somnolencia de la
conductora para explicar la serie de
movimientos del vehículo Audi 100.
En primer lugar, el coche comenzó a
desviarse hacia la derecha, hasta que
el ruido que producían los neumáticos al pisar las bandas sonoras del
arcén hicieron reaccionar a la con-
Chocar a 200 km/h:
como caer del piso 13
En el accidente se barajan velocidades
relativas de colisión (suma de velocidades de los dos vehículos), como mínimo,
de unos 200 km/h, lo que equivale, según el Centro Zaragoza, al impacto contra un elemento rígido a 100 km/h. Una
situación similar a que un coche se estrellara contra el suelo en una caída libre
desde una altura de 39 m. Más o menos
desde lo alto de un edificio de 13 pisos.
ductora, que vió cómo el coche estaba a punto de impactar con la valla
metálica.
Reaccionó dando un volantazo a la
izquierda para evitarlo, pero el coche, en el límite de adherencia, trazó
un amplio arco con dirección a la
valla de contención de la mediana, a
una velocidad estimada de unos 120
km/h, dejando una huella de derrape
de 63 m de la rueda trasera derecha.
La velocidad, el ángulo de impacto
No hay cinturón que
aguante
El sistema de retención más importante, el que más vidas consigue salvar
con diferencia, es el cinturón de seguridad que, según diferentes investigaciones, reduce casi la mitad el riesgo de
morir en caso de accidente. Pero no hace milagros. De hecho, los ensayos de
homologación del cinturón se realizan
para que actúe con eficacia para determinados valores -delta-v de 50 km/hde cambio de velocidad experimentado
por un vehículo como consecuencia de
una colisión cuya suma de velocidades
se encuentra en torno a 100-120 km/h.
En el accidente que nos ocupa la velocidad relativa de colisión parace que
fue el doble: 200-240 km/h. Es decir, el
doble con la que se homologa el citurón. Dicho de otra manera, según el
Centro Zaragoza, la energía de impacto
sufrida por el turismo Hyundai fue cuatro veces superior a la que se experimenta en los ensayos. Por lo tanto,
aunque el conductor lo llevaba abrochado, difícilmente pudo salvarse.
¿Borrachera de sueño?
Los expertos aseguran que el sueño produce unos efectos similares al alcohol y algunas investigaciones indican que supera a
la bebida y a las drogas como causa de accidente. Por ejemplo,
se ha demostrado que, tras 17-19 horas sin dormir, los rendimientos en el trabajo son iguales o peores que con concentraciones de alcohol en sangre de hasta 0,5 gr/l; incluso el doble,
tras 20-25 horas de vigilia. Además, hay dos momentos críticos
en los que desciende significativamente el nivel de alerta: durante la madrugada y de 15 a 16 horas.
Precisamente, parece que la conductora del Audi acumulaba el
casancio de toda una noche sin dormir, probablemente más de
30 horas (los datos sobre la presencia de alcohol y otras drogas
se encuentran bajo secreto sumarial) y el momento del accidente coincidió con uno de esos ‘picos’ peligrosos: las 14,40 horas.
¿Se durmió al volante? Todo indica que fue así.
Además, se ha demostrado que la fatiga no sólo dificulta mantener la atención necesaria, sino que da lugar a errores al tomar
decisiones y ejecutar las maniobras y, lo que es más peligroso,
se asumen riesgos para llegar cuanto antes.
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contra la valla (unos 68º) y su escasa
altura (60 cm) originó, según el informe de la policía autonómica catalana, que se flexionara convirtiéndose en un plano inclinado. Una especie de trampolín que, debido a la diferencia de nivel (1,5 m) de las dos
calzadas, hizo que el Audi 100 remontara el vuelo y, después de 33,8
m, aterrizara en el carril central de la
otra calzada, donde quedaron marcadas las huellas de los bajos.
La fatalidad hizo que por ese carril, en el mismo momento, circulara
otro vehículo, cuyo conductor no tuvo tiempo de realizar ninguna maniobra de evasión con el volante o el
freno. El impacto frontal-angular y
excéntrico produjo gravísimas deformaciones en la estructura de los
habitáculos de ambos turismos, con
desaceleraciones, según el informe,
superiores a 40 veces la aceleración
de la gravedad terrestre. Algo difícilmente compatible con la vida. ◆
Volantazo fatal
AUDI 100. Estado en el que quedó el vehículo causante del accidente.
TRÁFICO. Enero-febrero 2003
HYUNDAI LANTRA. Ni el coche ni sus tres ocupantes aguantaron la embestida.
Conducir sin experiencia (no tenía permiso de conducir) y con
fatiga (toda la noche sin dormir) activó el reloj de la cuenta
atrás: la conductora del Audi, adormecida, se sobresaltó al escuchar el ruido de las bandas sonoras del arcén; vio que, literalmente, se iba a tragar la valla metálica y dio un volantazo a
la izquierda para evitarlo. Según expertos de la Escuela de
Conducción del RACE, un giro brusco del volante a 120 km/h
pudo ocasionar la pérdida de control (había 63 m de huellas de
derrape de la rueda trasera derecha). En ese punto, el coche
era ya ingobernable. Unas décimas de segundo antes, según
las citadas fuentes, tal vez se podría haber solucionado con un
leve y suave giro de volante a la izquierda para rectificar la trayectoria.
En todo caso, hubiera sido preferible el impacto con la barrera
metálica en un ángulo que, presumiblemente, habría soportado el rozamiento lateral del coche. De hecho, este tipo de barreras están diseñadas para reencaminar de nuevo a un turismo que impacte con un ángulo máximo de 20º y a una velocidad comprendida entre 80 y 110 km/h.
TRÁFICO. Enero-febrero 2003
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