Senado de la Nación Secretaria Parlamentaria Dirección General de Publicaciones VERSIÓN PRELIMINAR SUJETA A MODIFICACIONES UNA VEZ CONFRONTADO CON EL EXPÈDIENTE ORIGINAL (S-2926/12) PROYECTO DE LEY El Senado y Cámara de Diputados,... ARTICULO 1.- Declárase de interés público Nacional la construcción del Ferrocarril Transpatagónico, que interconectará con la red ferroviaria existente y que deberá atravesar las Provincias de Río Negro, Chubut y Santa Cruz. ARTICULO 2.- Encomiéndase al Poder Ejecutivo Nacional, realizar un estudio de prefactibilidad para la construcción y funcionamiento del Ferrocarril Transpatagónico, el cual se beberá realizar a través de la ejecución de las obras de prolongación de la vía férrea desde la punta de riel de San Antonio Oeste (Provincia de Rio Negro) uniendo las localidades de San Antonio Oeste (Rio Negro), Puerto Madryn (Chubut) Trelew (Chubut), Camarones (Chubut), Comodoro Rivadavia (Chubut), Caleta Olivia (Santa Cruz), Puerto Deseado(Santa Cruz), Puerto San Julián (Santa Cruz), Puerto Santa Cruz (Santa Cruz) y Rio Gallegos (Santa Cruz). ARTICULO 3.- Encoméndase al Poder Ejecutivo Nacional, realizar un estudio de prefactibilidad para la construcción de un puente marítimo entre Punta Loyola (Santa Cruz) y Caleta Misión (Tierra del Fuego), concretando así la vinculación física de la Provincia de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur con el continente, a través del Estrecho de Magallanes, acorde a lo determinado por la Ley 23.212. ARTICULO 4.- Autorizase al Poder Ejecutivo Nacional a obtener el financiamiento de las obras, que requiere la construcción del Ferrocarril Transpatagónico, a través de los Organismos Multilaterales de Crédito Internacional y/o entidades Nacionales públicas y privadas. ARTICULO 5.- Encomiendase al Poder Ejecutivo Nacional a través de la Cancillería a realizar todas las gestiones necesarias ante la República de Chile a fin de poder lograr la vinculación física de la provincia de Tierra del Fuego de acuerdo a lo descripto en el artículo 1º de la presente Ley. ARTICULO 6.- El Poder Ejecutivo Nacional deberá someter oportunamente a consideración del Honorable Congreso de la Nación, el anteproyecto de contrato de concesión a otorgarse. El mismo será regido e interpretado en todas sus partes de acuerdo con la legislación argentina y encuadrarse en los postulados de las leyes 23.696 y 23.697 y no podrá comprometer avales del Tesoro Nacional para la construcción de la línea férrea. ARTICULO 7.-Invitece a la Nación y las provincias beneficiadas por la presente Ley a celebrar convenios de Cooperación a fin de coadyuvar al desarrollo integral del proyecto. ARTICULO 8.- Comuníquese al Poder Ejecutivo. Graciela Di Perna. – FUNDAMENTOS Señor presidente El ferrocarril argentino comenzó a rodar allá por la segunda mitad del siglo XIX. Evolucionó rápido, de la mano de la inmigración y la explotación agrícola-ganadera. Así, en unas pocas décadas, el país pasó de tener ninguna línea férrea a tener un tendido que igualaba a varios países de Europa. Para la primera mitad del siglo XX la red ferroviaria conectaba una gran parte del país. Aún faltaba comunicar toda la Patagonia, pero estaba proyectada su integración mediante ramales que unirían toda la costa y toda la cordillera. Si por Patagonia entendemos todo lo que está al sur del río Colorado, en materia de trenes en todos estos años los tramos australes se forjaron de la siguiente manera: • Río Colorado – Zapala de 700 km. (Río Negro – Neuquén) • Viedma – Bariloche de 900 km. (Río Negro) • Ing. Jacobacci – Esquel de 402 km (Río Negro – Chubut) • Puerto Madryn – Alto Las Plumas de 260 km (Chubut) • Comodoro Rivadavia – Colonia Sarmiento de 208 km (Chubut) • Puerto Deseado – Las Heras de 286 km (Santa Cruz) • Río Turbio – Río Gallegos de 257 km. (Santa Cruz) De esta lista la mayoría no está en uso y en algunos casos ya han sido levantados sus rieles. A esta deberíamos agregarle el “ultra trochita” que fue de Ushuaia al presidiario y que hoy vuelve a habilitarse para uso turístico. La suma de todos estos tramos representa algo más de 2.900 km de vías que dieron y siguen dando un verdadero desarrollo a las zonas comprometidas con sus recorridos. El cierre de algunos tramos ha convertido a las localidades involucradas en verdaderos pueblos fantasmas. El ramal Puerto Madryn – Las Plumas, cerrado en el año 1961, dejó un tendal de trabajadores desocupados pero, sobre todo, un esfuerzo de muchos años que terminó en la nada. Si se analiza el estado actual, es doloroso, cómo puede estar cuando no sólo cerró, sino que también tiene levantados varios de sus kilómetros de vía. Las estaciones se han convertido en centros comerciales o culturales, algo que sin duda es mejor que abandonarlas; su habilitación a treinta años del cierre haría de esa zona un verdadero corredor turístico y su conexión con la red nacional lo convertiría, sin duda, en un importante nexo con la cordillera y un excelente paso para las zonas más australes. Trelew, un buen nudo con tres puntos cardinales para aprovechar, es un ramal que hay que pensar de nuevo. Sobre sus trazados hay lugares en donde la edificación creció encima de lo que antes eran rieles. El “Trochita” en Chubut funciona bien, siendo conducido y dirigido por sus viejos ferroviarios, los mismos dan una muestra elocuente de la fortaleza que tiene este medio de transporte para el asentamiento poblacional y el trasfondo social que conlleva. Su ausencia ha significado retroceso social y marginación. Esto se ha visto no sólo en los ejemplos patagónicos sino también en la rica Provincia de Buenos Aires. Este histórico y folklórico ramal puede llegar a ser testimonio de sobrevivencia del tren en este siglo. Tal como se dijo “si este medio llega a sobrevivir a los embates del automotor y no desaparece será el transporte por excelencia del siglo XXI”. Hace unos quince años hubo bastante "ruido" acerca del Ferrocarril Transpatagónico, un proyecto para retomar aquellas ideas de principios de siglo sobre la red ferroviaria nacional. Se sucedieron una serie de actos políticos, declaraciones, estudios y anuncios. Por otra parte, también existen proyectos de construcción de corredores turísticos y corredores bioceánicos: Pto. Talcahuano – San Antonio Oeste; Comodoro Rivadavia o Puerto Deseado con Puerto Chacabuco; Río Gallegos – Puerto Natales. Estos son proyectos muy llamativos, siempre y cuando ayuden al mercado interior y a la gente que vive o vivirá en estas latitudes. El transpatagónico tendrá el inmenso deber de integrar puertos y lugares de producciones seguramente complementado mediante el transporte automotor. Desde ya que el Transpatagónico se insertará en un sistema de comunicaciones que girará en un verdadero contexto comercial cada vez más globalizado. El proyecto del ferrocarril Transpatagónico responde a la importancia del transporte terrestre y marítimo que empujarán el ingreso, el paso y la salida de los recursos productivos nacionales de forma rápida, competitiva, segura y rentable. La competitividad de hoy requiere la eficacia en el transporte de mercancías a través de lo que se denomina economías de escalas, tratar de reducir los costos y agilizar por todos los medios posibles tanto internos como externos. En algunos países industrializados, como España, el costo de transporte (aquellos generados por el incremento del efecto invernadero, por la contaminación atmosférica, por la accidentalidad de los modos de transporte, por ruido, por otras afecciones ambientales y por congestión) se acercan al 10% del PBI. El ferrocarril es el modo de transporte que –por unidad transportadagenera menores costos externos: • Cinco veces menos que el transporte por carretera de mercancías. • Tres veces menos que el transporte por carretera de viajeros • Dos veces menos que la aviación civil. A propósito de éste último punto, Nexotrans (diario de transportes de mercancía de España) publicó un informe en octubre de 2011. Allí afirma que en ese país buscarán incrementar el transporte de mercancías por ferrocarril de un 2,8 % a un 10 % en 2020. Otras ventajas: Superior capacidad. Circulando a 80km/h una autopista de tres carriles por sentido permite el paso de 24 mil personas por hora. A igual velocidad, una doble vía de tren electrificada, que ocupa dos veces y media menos de suelo, permite transportar 40 mil personas por hora. Es decir: 40 mil x 2,5: 100 mil, o sea cuatro veces lo que una autopista. Para transportar 1.600 tm se necesitan 80 camiones con 80 conductores que ocupan 3.600 metros de carril. Un tren de 800 metros de largo conducido por dos maquinistas también transporta 1.600 tm, sin restar espacio a la circulación por carretera. Menor contaminación a igualdad de carga transportada. Un tren emite sólo la tercera parte del óxido de nitrógeno y de monóxido de carbono, y sólo la décima parte de partículas contaminantes que los camiones. Los automóviles, autobuses y camiones producen más del 80% de las emisiones de CO2 causadas por el transporte. Un viajero que usa tren emite a la atmósfera: • 3,6 veces menos de dióxido de carbono • 5,5 veces menos de partículas contaminantes • 10 veces menos de dióxido de nitrógeno • 400 veces menos de compuestos orgánicos volátiles • 900 veces menos de monóxido de carbono. Por otro lado la Ley Nacional 23.212 declara de Interés Nacional la ejecución de las obras que permitan la vinculación física del Territorio Nacional de la Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur con la Provincia de Santa Cruz. Hace un tiempo atrás una protesta de los habitantes de la región chilena de Magallanes, provocado por un aumento del precio del gas en esa región, provocó la interrupción del tránsito e impidió el paso de los vehículos desde y hacia la isla Grande de Tierra del Fuego y puso de manifiesto una grave falencia estratégica del país, debida a una inexplicable demora en concretar un proyecto de infraestructura. Es decir, que una medida de fuerza local en territorio chileno, dejó al territorio insular argentino aislado y sin poder salir ni entrar con vehículos terrestres. El problema de la comunicación por vía terrestre con la Provincia de Tierra del Fuego es sumamente grave y condiciona seriamente al transporte y la logística del país, dejando en manos extranjeras la potestad de permitir o no la circulación de personas y cargas dentro del territorio nacional. Tengamos en cuenta que los puntos argentinos más cercanos para unir el continente con la Isla son la Punta Dungeness en Santa Cruz y Cabo Espíritu Santo en Tierra del Fuego, cuya separación es de 46 km. En base a todos estos antecedentes en 1976 se inicia un estudio por parte de La Dirección General de Investigación y Desarrollo, por orden de la Dirección de Construcciones Portuarias y Vías Navegables, para analizar la factibilidad de la construcción de una terminal en Punta Loyola y otra en San Sebastián que satisficieran los requisitos. En noviembre de 1981 se creó el Ente de Unión Territorial, concretado en una reunión de gobernadores patagónicos realizado en la localidad de El Calafate. En esa oportunidad se dijo que la unión marítima entre Santa Cruz y Tierra del Fuego es una vieja aspiración de integración entre la parte continental de la Patagonia Austral y la isla de Tierra del Fuego. El 22 de febrero de 1982 se finaliza la integración de la comisión de trabajo, incluyendo importantes organismos como el Servicio de Hidrografía Naval, pero ante el estallido de la guerra de Malvinas, queda todo en la nada. Lamentablemente la decisión de hacer algo se fue postergando inexplicablemente a través de muchos años, no obstante la fractura estratégica que por esa falencia presenta el territorio argentino. Mientras la Argentina sigue discutiendo o simplemente “cajonea” proyectos como este, Chile por su parte desde hace mas de 30 años une por el Pacifico a las localidades de Puerto Montt y Puerto Natales, en tres días de navegación en ferrys, para evitar circular con vehículos por territorio argentino. Todo un record técnico, al ser el trayecto más largo del mundo cubierto por este tipo de embarcaciones, un verdadero ejemplo de tenacidad y de querer hacer las cosas. Me gustaría resaltar que la obra civil “Tren Transpatagónico” y la interconexión es un sueño recurrente para todos los patagónicos, y son muchos los habitantes de mi tierra que no han cesado en su interés porque este proyecto no quede en el olvido. Es de destacar también los aportes que realizo el Sr. periodista Carlos Hughes al presente Proyecto de Ley. Señor Presidente, la interconexión física del territorio de Tierra del Fuego y la concreción de una red troncal ferroviaria transpatagónica que se conecte con el resto del país es un anhelo y a la vez un sueño de todos los patagónicos; a mis pares Senadores les pido que me acompañen en este proyecto de Ley para por fin saldar esta gran deuda centenaria respecto a las intercomunicaciones de la Patagonia. Graciela Di Perna. -