Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Rehabilitación (Madr). 2014;48(1):61---63 www.elsevier.es/rh CASO CLÍNICO Fractura-avulsión pélvica en la actividad deportiva en edad pediátrica L. Rivero-González ∗ , S. Estévez-Sarmiento, A. Melián-Suárez e I. Santana-Casiano Servicio de Rehabilitación, Complejo Hospitalario Universitario Insular-Materno Infantil de Canarias, Las Palmas de Gran Canaria, España PALABRAS CLAVE Fractura avulsión; Lesión apofisaria; Lesión deportiva KEYWORDS Avulsion fracture; Apophyseal injury; Sport lesions Resumen Las fracturas por avulsión apofisaria son fracturas poco frecuentes que se producen generalmente tras una contracción muscular violenta y rápida. El diagnóstico es fundamentalmente clínico, por la edad del paciente y el mecanismo de la lesión. La radiografía simple confirma el diagnóstico, aunque puede ser útil la ecografía, la tomografía axial computarizada y la resonancia magnética. La mayoría de los pacientes responden favorablemente al tratamiento conservador. Presentamos 2 casos clínicos de avulsión apofisaria a nivel de la pelvis en futbolistas en edad pediátrica con distinta localización, presentación clínica y evolución. En el primer caso se presenta una avulsión del trocánter menor, lesión muy poco frecuente, y en el segundo una avulsión de la espina ilíaca antero-inferior que pasó desapercibida y fue diagnosticada un mes después de la lesión. El conocimiento de la anatomía, el mecanismo de la lesión y el tratamiento de estas fracturas permite el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado. © 2013 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados. Apophyseal avulsion fractures in sports activity in pediatric age Abstract Apophyseal avulsion fractures are uncommon injuries that usually occur after a sudden and forceful muscle contraction. The diagnosis is fundamentally clinical, suggested by the patient’s age and injury mechanism. A plain radiograph usually confirms the diagnosis, but ultrasound, computed tomography and magnetic resonance imaging may be useful. Conservative treatment is usually successful in most cases. We report two cases of pelvic apophyseal avulsion fractures with different location, clinical presentation and outcome in young soccer players. In the first case, we present an avulsion of the lesser trochanter, a very uncommon injury, and in the second case an avulsion of the anterior-inferior iliac spine that went unnoticed and was diagnosed a month after the injury. With careful understanding of the anatomy, mechanism of injury and treatment, these fractures can be successfully diagnosed and treated. © 2013 Elsevier España, S.L. and SERMEF. All rights reserved. Introducción Autor para correspondencia. Correo electrónico: leticia102 [email protected] (L. Rivero-González). ∗ En los últimos años ha aumentado la participación de niños y adolescentes en deportes de competición, lo que ha supuesto un incremento en las lesiones deportivas 0048-7120/$ – see front matter © 2013 Elsevier España, S.L. y SERMEF. Todos los derechos reservados. http://dx.doi.org/10.1016/j.rh.2013.08.001 Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. 62 L. Rivero-González et al pediátricas1---4 . Existen diferencias físicas y fisiológicas entre el adolescente y el adulto que pueden favorecer la aparición de distintas lesiones1 . En los adultos, en los que se ha completado la osificación a nivel de las apófisis, las lesiones musculares indirectas ocurren cerca de la unión músculotendinosa. Sin embargo, en el niño, la inserción del tendón a la corteza ósea es más fuerte que el cartílago de crecimiento. La fisis, al tener menor elasticidad, es la zona más débil en el esqueleto inmaduro3,5---8 . Particularmente, las apófisis de la pelvis y la cadera son sitios comunes de avulsión aguda, al aparecer y fusionarse más tarde que otros centros apofisarios3,6 . La fractura se produce generalmente tras una contracción muscular excéntrica o concéntrica violenta y rápida, aunque también puede producirse por un estiramiento pasivo excesivo1,4,5,9 . Casos clínicos Presentamos 2 casos clínicos de avulsión apofisaria a nivel de la pelvis, en futbolistas en edad pediátrica con distinta localización, presentación clínica y evolución. Caso 1 Paciente varón de 11 años, con antecedente de pubertad precoz, que fue remitido al hospital por dolor de inicio súbito en región inguinal derecha tras realizar un cambio de sentido brusco mientras jugaba al futbol, y que le hizo caer al suelo. En la exploración presentaba el miembro inferior derecho en rotación externa y levemente acortado; dolor intenso, con defensa y tensión a la palpación de aductores e impotencia para la flexión activa de la cadera, sin déficit neurológico ni alteraciones vasculares asociadas. Se realizó una radiografía de pelvis, con los miembros inferiores en ligera rotación externa, y se observó una fractura por avulsión del trocánter menor, desplazada 15 mm (fig. 1). Figura 2 Radiografía antero-posterior de pelvis: fracturaavulsión de la espina ilíaca antero-inferior derecha. La exploración ecográfica del psoas ilíaco mostraba una rotura de miofibrillas y edema, sin alteración de la arquitectura fibrilar. Se pautó tratamiento conservador mediante analgesia y reposo absoluto con cadera en flexión durante 48 h. Posteriormente inició marcha en descarga con 2 bastones y se autorizó marcha sin bastones al mes. Presentó una evolución favorable, incorporándose a la actividad deportiva de manera progresiva a partir de las 6 semanas. A los 3 meses se encontraba asintomático y realizaba una actividad física similar a la que realizaba antes de la fractura. No ha precisado realizar tratamiento fisioterápico. Caso 2 Paciente varón de 11 años, con antecedente de pie zambo intervenido quirúrgicamente, que refería dolor intenso en la región inguinal derecha tras dar una patada al balón jugando al fútbol. Inicialmente se sospechó una hernia inguinal, que fue descartada. Fue diagnosticado de lesión muscular leve y tratado con reposo relativo y analgesia. Al mes de la lesión persistía el dolor, aunque con menor intensidad, y acudió a su traumatólogo de zona. Se realizó una radiografía de pelvis en la que se observó una avulsión de la espina ilíaca anteroinferior derecha (fig. 2). Fue remitido al servicio de rehabilitación 3 meses tras la lesión. A la exploración no presentaba molestias a la palpación de la pelvis. La movilización de la cadera y las maniobras resistidas no eran dolorosas, aunque la rotación externa estaba limitada en los últimos grados. Se le indicó realizar ejercicios de estiramiento en su domicilio. En la actualidad no presenta limitación en su actividad física diaria. Discusión Figura 1 Radiografía antero-posterior de pelvis: fracturaavulsión del trocánter menor derecho. Desplazamiento de 15 mm. Las fracturas apofisarias de la pelvis son fracturas de tipo I en la clasificación de las fracturas pélvicas pediátricas Documento descargado de http://www.elsevier.es el 26/11/2016. Copia para uso personal, se prohíbe la transmisión de este documento por cualquier medio o formato. Fractura-avulsión pélvica en la actividad deportiva en edad pediátrica Tabla 1 Localizaciones más frecuentes de fracturaavulsión pélvica y músculo que se inserta en cada una de ellas Localización (por orden de frecuencia) Inserción muscular Tuberosidad isquiática Espina ilíaca antero-superior Espina ilíaca antero-inferior Sínfisis del pubis Cresta ilíaca Trocánter menor Isquiotibiales Sartorio Recto anterior Recto del abdomen Músculos abdominales Iliopsoas de Torode y Zeig10 . Los grandes músculos del muslo, con inserción proximal en la pelvis, al ser solicitados violentamente, pueden producir una avulsión de la apófisis en la que se insertan. Se localizan, por orden decreciente de frecuencia, a nivel de la tuberosidad isquiática, la espina ilíaca antero-superior, la espina ilíaca antero-inferior, la sínfisis del pubis, la cresta ilíaca y el trocánter menor2---5,8,10 (tabla 1). La edad de aparición de estas lesiones se encuentra entre la pubertad y los 25 años, con una edad media de 13,8 años3,4,6 y son más frecuentes en varones5,6 . Los deportes en los que se presentan más frecuentemente son el fútbol y la gimnasia4---6,9 . El diagnóstico es fundamentalmente clínico, por la edad del paciente y el mecanismo de la lesión. Los pacientes presentan tumefacción local y dolor a la palpación y a la movilización, así como debilidad e impotencia funcional3,4,6 , muchos pacientes refieren haber sentido un chasquido en el momento de la lesión1,5,6 . La radiografía simple antero-posterior y oblicua confirma el diagnóstico1,3,6,7 , aunque en ocasiones no existe desplazamiento significativo porque el periostio mantiene la continuidad con el fragmento7 . Pueden ser útiles en estos casos la ecografía, la tomografía axial computarizada y la resonancia magnética3,4,6,8 . En las lesiones crónicas radiológicamente aparecen áreas de rarefacción y lisis que pueden simular un proceso infeccioso o neoplásico, y la resonancia magnética presenta en estos casos mayor sensibilidad3 . Deben descartarse otras causas de enfermedad de cadera en pediatría como la artritis séptica, la enfermedad de Perthes o una epifisiólisis de la cabeza femoral7,8 . La mayoría de los pacientes responden favorablemente al tratamiento conservador1,3,5---8 , basado en reposo, tratamiento analgésico y retorno gradual a la carga y a la actividad física. Se ha descrito un protocolo de tratamiento en 5 fases4 . La primera fase consiste en reposo, hielo y analgésicos durante la primera semana. En la segunda fase se inicia movilización pasiva y activa suave. Una vez que se consigue el 75% de la movilidad se inician ejercicios resistidos, 2 o 3 semanas tras la lesión (fase III). En la fase IV se inician ejercicios de estiramiento y fortalecimiento y la fase V consiste en el retorno a la competición, que no debe producirse antes de los 2 meses de evolución. El tratamiento quirúrgico se reserva para los casos en los que existe un desplazamiento mayor de 2 o 3 cm, 63 un defecto en la consolidación con dolor, la imposibilidad para el regreso a la competición o la aparición de exóstosis1,4,6,7 . En conclusión, se trata de una enfermedad poco frecuente y puede pasar desapercibida. El conocimiento de la anatomía, el mecanismo de lesión y tratamiento de estas fracturas, permite el diagnóstico precoz y el tratamiento adecuado. Responsabilidades éticas Protección de personas y animales. Los autores declaran que para esta investigación no se han realizado experimentos en seres humanos ni en animales. Confidencialidad de los datos. Los autores declaran que han seguido los protocolos de su centro de trabajo sobre la publicación de datos de pacientes y que todos los pacientes incluidos en el estudio han recibido información suficiente y han dado su consentimiento informado por escrito para participar en dicho estudio. Derecho a la privacidad y consentimiento informado. Los autores declaran que en este artículo no aparecen datos de pacientes. Conflicto de intereses Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. Bibliografía 1. Kovacevic D, Mariscalco M, Goodwin RC. Injuries about the hip in the adolescent athlete. Sports Med Arthrosc. 2011;19: 64---74. 2. Lord J, Winell JJ. Overuse injuries in pediatric athletes. Curr Opin Pediatr. 2004;16:47---50. 3. Vandervliet EJM, Vanhoenacker FM, Snoeckx A, Gielen JL, van Dyck P, Parizel PM. Sports-related acute and chronic avulsion injuries in children and adolescents with special emphasis on tennis. Br J Sports Med. 2007;41:827---31. 4. McKinney BI, Nelson C, Carrion W. Apophyseal avulsión fractures of the hip and pelvis. Orthopedics. 2009;32:42. 5. Moeller JL. Pelvic and hip apophyseal avulsion injuries in young athletes. Curr Sports Med Rep. 2003;2:110---5. 6. Bendeddouche I, Jean-Luc BB, Poiraudeau S, Nys A. Anterior superior iliac spine avulsion in a young soccer player. Ann Phys Rehabil Med. 2010;53:584---90. 7. Byrne AM, Reidy D. Acute groin pain in an adolescent sprinter: A case report. Int J Clin Pediatr. 2012;1:46---8. 8. Vazquez E, Kim TY, Young TP. Avulsion fracture of the lesser trochanter: An unusual cause of hip pain in an adolescent. CJEM. 2013;15:123---5. 9. Rossi F, Dragoni S. Acute avulsión fractures of the pelvis in adolescent competitive athletes: Prevalence, location and sports distribution of 203 cases collected. Skeletal Radiol. 2001;30:127---31. 10. Shore BJ, Palmer CS, Bevin C, Johnson MB, Torode IP. Pediatric pelvic fracture: A modification of a preexisting classification. J Pediatr Orthop. 2012;32:162---8.