Guía n° 1 (segundo semestre) AÑO 2015 Curso: 3º Medio ____ Alumno: Fecha: Chile de los 3 proyectos El Gobierno de Jorge Alessandri Rodríguez En 1958 salió electo Presidente de la República, con el apoyo del partido Liberal y Conservador, terminando, tras veinte años, con el predominio político del centro y la izquierda. Durante su gobierno aplicó un activo programa económico y social y enfrentó los efectos del terremoto de 1960. A pesar de esta dificultad, apoyó la realización del Mundial de fútbol de 1962 que dio un fuerte impulso a la naciente televisión, medio de comunicación que propició fervientemente. En el plano internacional se alineó con Estados Unidos, tras el triunfo de la Revolución Cubana en 1959 y aplicó algunas de las reformas impulsadas por la Alianza por el Progreso como una limitada Reforma Agraria a través de la ley N° 15.020 promulgada en 1962. Luego de una corta etapa de bonanza económica caracterizada por su política de control de la inflación que incluyó la sustitución del peso por el escudo y la fijación del tipo de cambio, se inició un período de crisis financiera que obligó a devaluar la moneda en 1961, lo que provocó una gran efervescencia social en contra de las medidas impuestas por su gobierno. Al concluir su mandato volvió a sus funciones empresariales. Sin embargo, en 1970, la derecha agrupada en el Partido Nacional desde 1966, lo alzó nuevamente como candidato presidencial, elección en la que salió segundo, detrás de Salvador Allende. Tras haberle otorgado la realización de la Copa Mundial de Fútbol a dos países europeos consecutivamente - Suiza en 1954 y Suecia en 1958 - el torneo de 1962 correspondía ser organizado por un país sudamericano. El 10 de junio de 1956, en el Congreso de la FIFA en Lisboa (Portugal), para definir la sede de la Copa Mundial de 1962, Argentina y Chile presentaron sus candidaturas. En la ocasión el representante de la candidatura Argentina terminó su discurso con la frase "Podemos hacer el mundial mañana mismo. Lo tenemos todo". Al día siguiente, el representante chileno Carlos Dittborn realizó una brillante presentación, cerrándola con una frase que pasó a la historia, pese que hoy su autenticidad es objeto de controversia: "Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo". Inmediatamente se realizó la votación: Chile fue electo con 32 votos a favor, mientras que Argentina recibió 10 votos y 14 países votaron en blanco. En Chile comenzó de inmediato la organización del 7º Campeonato Mundial de Fútbol con el entusiasta apoyo del recién electo presidente de la República Jorge Alessandri Rodríguez. Sin embargo, los planes de modernización de la infraestructura del país para la realización de torneo, se vieron seriamente afectados cuando el terremoto de Valdivia del año 1960 arrasó con todas las ciudades al sur. A pesar de la tragedia, el Gobierno manifestó a la FIFA su intención de realizar el torneo, comenzando un proceso de reconstrucción del país y de habilitación de las cuatro sedes y estadios donde se llevarían a cabo la justa deportiva: Santiago, Arica, Viña del Mar y Rancagua. El desarrollo del Campeonato Mundial de Fútbol se realizó entre el 30 de mayo y 17 de junio de 1962. A la final pasó Brasil y Checoslovaquia, mientras Chile y Yugoslavia disputaron el tercer lugar. La tarde del 17 de junio de 1962 Brasil obtenía la Copa Jules Rimet al vencer por tres goles a uno a su rival. Un día antes, la notable actuación de la selección chilena le permitió obtener el tercer puesto del campeonato mundial, al vencer a Yugoslavia por un gol a cero en un Estadio Nacional repleto de gente. El evento deportivo constituyó una gran fiesta para la sociedad chilena. Se organizaron barras, se compusieron canciones y la televisión hizo su aparición por primera vez en forma masiva al transmitir los partidos en directo, los que fueron vistos por miles de chilenos en las calles donde se instalaron televisores. De esta forma se dejaba atrás la tragedia del terremoto y el país le hacía honor a la frase de Carlos Dittborn: ¡Porque no tenemos nada, queremos hacerlo todo! El Gobierno de Eduardo Frei Montalva Este movimiento y este hombre que está aquí para hablarles, representa la realización de grandes tareas en el porvenir de la Patria. Tareas que significan una revolución en libertad. Una transformación profunda de Chile Discurso de la Patria Joven, 1964 Eduardo Frei Montalva, Presidente de la República de Chile entre 1964 y 1970, fue uno de los políticos más importantes del siglo XX, tanto por su capacidad intelectual y liderazgo político, como por liderar en su época a la clase media chilena, que soñaba con una "Revolución en Libertad". En las elecciones presidenciales de 1964 obtuvo el triunfo con el 56% de los votos, gracias al apoyo de la derecha, quien lo ayudó con el fin de impedir el posible triunfo de Salvador Allende. Desde la Presidencia de la República intentó llevar a cabo su "Revolución en Libertad", un conjunto de reformas estructurales donde destacaron la Reforma Agraria, la Chilenización del Cobre y La Promoción Popular. Sin embargo, las dificultades para que estas reformas tuvieran impacto inmediato en la gente, la tenaz oposición de los partidos de izquierda y derecha y la inflación al final de su mandato hicieron caer su popularidad y terminó entregando la banda presidencial al candidato de la Unidad Popular. Comienza así la última etapa de su vida marcada por su oposición al gobierno de Salvador Allende y la tragedia del 11 de septiembre de 1973. Su apoyo inicial al golpe militar rápidamente se convirtió en desilusión ante la dictadura de Augusto Pinochet, convirtiéndose en uno de sus más tenaces opositores, hasta su muerte el 22 de enero de 1982. Hasta la actualidad, las circunstancias de su muerte continúan siendo investigadas por la justicia. El gobierno de Salvador Allende Gossens Salvador Allende fue el presidente que intentó instaurar el socialismo en Chile por la vía democrática. Cuatro veces fue candidato a la Presidencia de la República, representando a una alianza cuya base la conformaban los partidos socialista y comunista: 1952, 1958, 1964 y 1970. Triunfó en su cuarta postulación y accedió a la primera magistratura apoyado por una agrupación de partidos de izquierda, la Unidad Popular. Por primera vez en la historia, y causando expectación en el mundo entero, un político socialista y marxista llegaba al gobierno a través de la votación popular. El gobierno de Salvador Allende inició, entonces, una experiencia difícil y única: llevar al país a transitar por una vía democrática hacia el socialismo. Allende, junto a un grupo importante de sus seguidores, estaba convencido de que el socialismo podía construirse sobre la base de las tradiciones democráticas chilenas. En este sentido, fue significativo que una de las pocas leyes aprobadas en el parlamento fue la nacionalización de la gran minería del cobre. Sin embargo, la naturaleza radical del programa de gobierno despertó una frontal oposición, tanto en el interior del país como a nivel internacional. En medio de un contexto en que aún primaba la política de Guerra Fría, el gobierno norteamericano decidió utilizar todas las armas necesarias con el objetivo final de derrocar al gobierno chileno. Durante 1972, diversos gremios paralizaron sus actividades; entre ellos, la locomoción colectiva y el transporte. El desabastecimiento de artículos de primera necesidad y los persistentes rumores de golpe militar, contribuyeron a crear en la población una sensación colectiva de desgobierno. El 11 de septiembre de 1973, el gobierno de la Unidad Popular fue derrocado por un golpe de Estado encabezado por el general Augusto Pinochet. Luego de conformarse una Junta Militar, ésta emitió un primer comunicado solicitando al presidente Allende la entrega inmediata de su cargo a las Fuerzas Armadas y Carabineros de Chile. Allende resistió junto a sus más leales colaboradores en el Palacio de La Moneda y advirtió a sus cercanos que moriría en el lugar donde lo había puesto el pueblo: como Presidente de Chile. Antes de ser bombardeada la casa de gobierno, dirigió sus últimas palabras y, a las dos de la tarde, antes de que los militares entraran al palacio, Salvador Allende se suicidó. Nacionalización del Cobre El cobre, principal riqueza y recurso de exportación chileno, ha sido la "viga maestra" de nuestra economía en el siglo XX. Los antecedentes señalan que desde 1905, los principales yacimientos cupríferos eran explotados por capitales norteamericanos, constituyendo verdaderos enclaves dentro del territorio nacional. La relación entre estas empresas y el Estado chileno, estuvo marcada desde la segunda mitad del siglo, por sucesivas controversias relacionadas con aumentos de impuestos, el precio del cobre y las inversiones. Al comenzar la década de 1960, el surgimiento de ideas reformistas y revolucionarias en América Latina, instalaron en la opinión pública nacional el tema de la recuperación de las riquezas básicas, cobrando fuerza los postulados de la nacionalización. Un primer paso en este proceso lo constituyó la llegada al Gobierno de Eduardo Frei Montalva y su programa reformista de la "revolución en libertad", cuya línea económica proponía un conjunto de reformas estructurales, destacando una nueva política cuprífera conocida como la chilenización del cobre (1964). Esta acción permitió la intervención chilena en la propiedad y dirección de la gran minería del cobre mediante la asociación con el capital extranjero; asimismo, proponía un aumento sustancial de la producción mediante fuertes inversiones y la refinación completa del cobre en nuestro territorio (1966). En plena marcha de este proceso, el alza del precio del cobre y las altas utilidades de las corporaciones norteamericanas, reavivaron en la opinión pública el debate sobre una nacionalización total, obligando al Gobierno a poner en marcha la llamada nacionalización pactada. De esta manera, al finalizar el gobierno de Eduardo Frei Montalva, el camino a la nacionalización integral de la gran minería del cobre quedó abierto, y fue recogido por las candidaturas presidenciales de Radomiro Tomic y de Salvador Allende. El triunfo del candidato de la Unidad Popular puso en marcha un inmediato proceso hacia la nacionalización y estatización de la gran minería del cobre. Este proceso culminó el 11 de julio de 1971, cuando el Congreso Nacional aprobó, con muy pocas modificaciones y por votación unánime, la enmienda constitucional que hizo posible la nacionalización total del cobre, caratulada como Ley Nº 17.450. El mismo día, por la tarde, en una multitudinaria concentración en Rancagua, el presidente Salvador Allende se dirigió al país señalando que: "Chile va nacionalizar el cobre en virtud de un acto soberano. Acto soberano que incluso está consagrado en las resoluciones de las Naciones Unidas, que establecen que los países tienen derecho a nacionalizar sus riquezas básicas".