camara de familia de la seccion del centro: san salvador, a las diez

Anuncio
CAMARA DE FAMILIA DE LA SECCION DEL CENTRO: SAN SALVADOR, A LAS
DIEZ HORAS Y QUINCE MINUTOS DE DÍA VEINTIUNO DE MAYO DE MIL
NOVECIENTOS NOVENTA Y OCHO.
El presente Recurso de Hecho ha sido interpuesto por el Licenciado (***), en
representación de la señora (***), mayor de edad, de Oficios Domésticos y del domicilio de
Tonacatepeque, contra la interlocutoria que no admite la modificación de la demanda,
pronunciada el veintisiete de marzo del presente año, por el Juez de Familia de Apopa, Dr.
(***), en el Proceso de Declaratoria Judicial de la Paternidad, promovido por el impetrante
contra la menor (***), representada legalmente por su señora madre (***), mayor de edad,
de Oficios Domésticos y del domicilio de Apopa; la niña, en su calidad, de representante
interina de la Sucesión que a su defunción dejó el señor (***), conocido por (***) y (***),
quien fue mayor de edad, jornalero y del último domicilio de Quezaltepeque. Admítese el
recurso por reunir los requisitos mínimos necesarios contemplados en los Arts. 148, 153
letra ), 163, 164, 165, 166 y 167 L. Pr. F.. A esta Instancia ha comparecido el apelante. El
proceso ingresó a esta Cámara el dieciocho de mayo corriente.
I.- Para dilucidar el caso sub júdice es necesario estudiar las actuaciones llevadas a cabo en
Primera Instancia y en especial, lo referente a la pretensión deducida en el Proceso, cual es
que "en sentencia definitiva, se declare que la señora (***) es hija del señor (***), conocida
por (***) y por (***)".
De la documentación anexa a la demanda de mérito se observa, que a fs. 7 de la misma
pieza principal, aparece la Certificación de Partida de Nacimiento de la demandante señora
(***) en donde de la sola lectura de su contenido se advierte como hija de los señores (***)
de (***) y (***), consignando lo anterior en su calidad de propia interesada en establecer su
filiación, acogiéndose al Decreto Legislativo número Doscientos cinco, previa declaración
bajo juramento tal como se estipulaba en el inciso 3º del Art. 1 de la Ley Especial
Transitoria para Establecer el Estado Civil de Personas Indocumentadas Afectadas por el
Conflicto, publicado en el Diario Oficial número cincuenta y siete, Tomo trescientos
catorce, del veinticuatro de marzo de mil novecientos noventa y dos y reformado por el
Decreto Legislativo número cuatrocientos sesenta y cuatro, publicado en el Diario Oficial
número treinta y nueve, Tomo trescientos dieciocho, del veinticinco de febrero de mil
novecientos noventa y tres.
Debemos acotar que se presume legalmente la autenticidad de los asientos del Registro del
Estado Familiar, antes Civil; que las certificaciones de tales inscripciones extendidas de
conformidad a la ley por el funcionario encargado, hacen "plena prueba", Art. 169 C. F., a
menos que se redargüya de falso tal instrumento, lo que en el caso presente no ha sucedido
y cuya disposición ha sido ignorada o inobservada por el Juez a quo.
Con la simple y llana vista de lo antes relatado, con una lógica y esfuerzo mínimo, basta
para concluir que el Proceso de Declaratoria Judicial promovido es inocuo, ya que se
pretende que se declare padre a una persona que efectiva y legalmente ya lo es respecto de
la pretensora, según la Certificación de Partida de Nacimiento relacionada al Número
Trescientos cincuenta y dos, del Libro Dos de Partidas de Nacimiento Especiales, página
ciento setenta y siete, que la Alcaldía Municipal de Nejapa llevó en el año de mil
novecientos noventa y tres.
Según la doctrina procesal moderna, en la que esta Cámara se apoya, el libelo de s. 1 y 2 de
la pieza principal, hartamente constituye una "demanda huera", tal como la denominó Carlo
Carli, es decir, el inolvidable Clemente Díaz, en su Obra: "La Demanda Civil"; exponiendo
que aquélla se trata del memorial que no propone la solución de un litigio o que en caso de
ser acogida el actor quedaría en la misma situación que si no la hubiera deducido. La
cuestión planteada, configura en el Derecho Procesal Moderno, un caso de
improponibilidad objetiva de la pretensión o defecto absoluto en la facultad de juzgar, para
que el Juez in limine o ab initio rechace una demanda, como la presente, tal como lo
expone elocuentemente el maestro Jorge Walter Peyrano en su Obra "El Proceso Atípico".
Por consiguiente, hacemos la aclaración que la figura procesal de "improponibilidad", es
aplicable al caso sub júdice; empero, de hacer la salvedad que la improponibilidad es de la
pretensión y no de la demanda, como erróneamente lo dispuso el legislador nacional en el
año de mil novecientos noventa y tres, con sus reformas al Código de Procedimientos
Civiles y en específico al artículo 197.
II.- La otra situación que nos llama poderosamente la atención, como dijimos en el romano
que antecede, son las actuaciones llevadas a cabo en Primera Instancia y de manera enfática
por el señor Juez de Familia, Dr. (***) Detallamos lo siguiente: a) El desconocimiento
jurídico del referido Juez en cuanto a lo señalado anteriormente sobre la improponibilidad
de la pretensión deducida ante sus oficios. El proloquio latino de "iura novit curia",
totalmente inaplicado: "El Juez está obligado -y más aún cuando es tan evidente- a conocer
el derecho aplicable en el juicio, excepto cuando se trata de derecho extranjero o de derecho
consuetudinario, según nuestro Código", expuesto por Don Eduardo Pallares, en su
Diccionario de Derecho Procesal Civil. Es sencillo, el Juez lo complica, según el aforismo
latino de "da mihi hactum dado tibi jus", esto es "dame los hechos y yo te daré el derecho".
b) Sin perjuicio de lo dicho arriba, es totalmente inconcebible, casi inverosímil, que la
demanda haya sido presentada con fecha veinte de junio del año pasado y que transcurrido
casi un año entero, exactamente once meses, el Juez a quo ni siquiera la hubiere admitido;
todo so pretexto de fundamento o causa en providencias marcadamente tradicionalistas,
tales como: "al presentar el instrumento fehaciente que compruebe la calidad de legítimo
contradictor, se proveerá"; "sin lugar la revocatoria solicitada... y en consecuencia, estése a
lo resuelto a fs. 8"; "aclare conceptos cuando pide que se dicte resolución declarando la
inhabilidad.. una vez se cumpla con lo anterior, se proveerá"; "una vez se cumpla con lo
solicitado a fs. 19, se proveerá", a modo de ejemplo. Tales "prevenciones" inútiles corren
agregadas a fs. 8, 15, 19 y 24 de la pieza principal, y desde el punto de vista de los
Principios de Autoridad, Económica Procesal y Celeridad, importa que el proceso se
desgaste innecesariamente durante los meses de junio, octubre, febrero y marzo, hasta
llegar a la fecha del dieciocho de mayo, última actuación del tribunal a quo. c) Es
imperativo señalarle al Juez de Familia de Apopa, que su actividad judicial viola los
principios rectores que inspiran la aplicación de la Ley Procesal de Familia, tales como el
impulso oficioso de las causas; evitar toda dilación o diligencias innecesarias; ejercer el
Principio de Autoridad de forma vehemente y responsable; los deberes de ser director del
proceso; dar el trámite que legalmente corresponde a la pretensión, en este caso declarar su
improponibilidad o "respuesta jurisdiccional discordante"; decidir las peticiones de las
partes en los plazos previstos en la ley; y, sobre todo, que motive las resoluciones que
pronuncie sin utilizar fórmulas arcaicas y lacónicas como las señaladas supra, que violan el
derecho de defensa de las partes y que entorpecen la administración de justicia; todo lo cual
en suma, debe ser motivo de las sanciones correspondientes. Arts. 3, 6 y 7 L. Pr. F..
Es conveniente y oportuno recordarle el art. 8 del Código Civil, que dispone la máxima
previsión de: No poder alegarse ignorancia de la ley; y aún más, un Juez de Familia, que al
parecer desconoce el contenido de los Decretos Legislativos números 205 y 464,
anteriormente citados, aplicables al caso; denota un claro incumplimiento de sus
potestades- deberes de Juez, que obviamente notificaremos al Consejo Nacional de la
Judicatura para su efectiva calificación. Art. 24 L.O.F.
Asimismo, y sólo para terminar de aclarar la "oscuridad tradicionalista" del Juez a quo, en
su forma de interpretar las leyes concernientes al Derecho de Familia; que en el caso sub
lite, de ser proponible la pretensión, bastaría únicamente que se demandaran a los presuntos
herederos, y siendo así, incluso a él mismo se le olvidó por descuido o negligencia, que
aparece en autos a fs. 4 de la pieza principal, la subsistencia de la madre del causante
señora (***) y que el Juez de lo Civil, que conoce de las Diligencias de Aceptación de
Herencia, previno a la peticionante que señalara su dirección para efectos de ser citada.
Por consiguiente, con la mejor de las intenciones le recomendamos al Dr. (***), que
abandone la actitud de ser un "Juez boca de ley", "un mero aplicador de la norma",
discípulo de la escuela exegética; sino que interprete los preceptos del Derecho de Familia
conforme a las doctrinas modernas e interpretar y aplicar la ley, atendiendo su espíritu,
valores teleológicos, así como considerar a los justiciables como personas dignas de una
eficaz y cumplida administración de justicia. Acotamos, que en la interpretación y
aplicación del derecho al caso concreto, la actividad del Juez debe ser reflexiva, sujeta a las
reglas de la lógica, pero también debe estar orientada por el sentimiento de justicia. El Juez
dejó hace tiempo de ser un autómata, pero tampoco es un matemático o un lógico abstracto
es, ante todo, un hombre y, como tal , no puede separar en su espíritu la razón del
sentimiento. Nos referimos a ese campo extremadamente dinámico y evolutivo que ha
recibido el nombre de "derecho social", y que comprende disposiciones sobre el trabajo,
determinados aspectos agrarios, seguridad social y por su puesto de familia; en los cuales el
mismo legislador otorga un campo muy amplio a la apreciación axiológica de la judicatura.
De acuerdo a esta forma de interpretación del derecho, para los Jueces Familiaristas ya no
de tener vigencia el aforismo "dura lex sed lex", puesto que en su labor deben atemperar el
rigor abstracto de la ley, a través de una valoración, de una estimación, de las circunstancias
concretas de la realidad, como lo ha dicho el jursiperito mexicano Héctor Fix- Zamudio, en
su magistral Obra: "Justicia Constitucional, Ombudsman, Derechos Humanos". Además,
doctrina Argentina que hace suya esta Cámara, subraya: "Ser Juez hoy en día requiere algo
más que ser el testigo de un duelo. Requiere ser su director, debiendo entonces controlar las
armas, procurar que la lid sea leal y evitar en lo posible mayores males" (Peyrano). Viene a
colación la última apelación proveniente del Juzgado a su cargo, de una Sentencia
Inhibitoria, que confirma su impericia en el arte del Derecho de Familia. De este modo,
debe AMONESTARSE POR SEGUNDA VEZ CONSECUTIVA AL DR. (***), JUEZ DE
FAMILIA DE APOPA; en esta ocasión por entrar a considerar pretensiones inconducentes
y vanas desde el punto de vista jurídico; por su poco celo en aplicar los principios
inherentes al moderno derecho de Familia, atingentes a su propia competencia: por
incumplir los principios procesales que inspiran la aplicación de la Ley Procesal de
Familia; incumplir sus potestades y deberes como Juez de Familia, y hacer frecuentemente
de los procesos algo inútil y vicioso para el dispendio de la actividad judicial, que resta
importancia al conocimiento de otras causas.
De igual modo, no podemos pasar inadvertido el pasotismo mostrado por la Procuradora de
Familia adscrita al tribunal inferior, Licenciada (***), quien como representante del
Ministerio Público, debe velar por la legalidad de los procesos, pues no consta un
pronunciamiento serio respecto de las actuaciones impropias del Juez a quo, recordándosele
que puede intervenir y hacer uso de sus derechos en todos los actos procesales, incluso
como expresamente señala el Art. 154 L. Pr. F., apelar de los decisorios judiciales, Arts. 19
y 20 L. Pr. F..
Por tanto, de conformidad al Decreto Legislativo número 205, del doce de marzo de mil
novecientos noventa y dos, publicado en el Diario Oficial número 57, Tomo 314, del
veinticuatro de marzo de mil novecientos noventa y dos; Decreto Legislativo número 464,
del once de febrero de mil novecientos noventa y tres, publicado en el Diario Oficial
número 39, Tomo 318, del veinticinco de febrero de mil novecientos noventa y tres; Arts.
24 L. O. J.; 196 C. F.; 2, 3, 5,, 6, 7, 82, 148, 153 letra a), 163, 164, 165, 166, 167 y 218 L.
Pr. F.; y 197, 417 y 418 C. Pr. C., esta Cámara RESUELVE: a) Recházase in limine la
demanda de Declaratoria Judicial de Paternidad por improponibilidad objetiva de la
pretensión, promovida por el Lic. (***), Agente Auxiliar del señor Procurador General de
la República, en representación de la señora (***); b) Líbrese Oficio al Consejo Nacional
de la Judicatura, a fin de noticiar nuevamente la amonestación hecha al Juez de Familia de
Apopa, Dr. (***), para los efectos pertinentes. Devuélvanse originales al Tribunal remitente
con Certificación de esta Sentencia. Notifíquese.
PROVEIDA POR LOS SEÑORES MAGISTRADOS.
AFI03598
Descargar