ET321R Esc. La Monedita - Gobierno de la Ciudad Autónoma de

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Título de la experiencia: Espacios y tiempos que provocan.
Categoría: “Las formas de lo escolar”.
Institución: Metal y papel.
Autores de la experiencia: Directivos, docentes, docentes especiales, niños, padres.
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Nuestra historia, nuestras necesidades, nuestro desafío:
La experiencia a relatar surge de actuales necesidades, de allí la elección de la categoría
propuesta: “Las formas de lo escolar”.
Necesidades concretas frente al crecimiento de una población socialmente heterogénea.
Necesidad de la institución que nos nuclea de ofrecer una jornada extendida.
Necesidades del equipo de no quedar atrapadas en una rutina desgastante, de un hacer
vacío de contenidos y expectativas.
Necesidades de que el trabajo sea fuente de crecimiento, fortalecimiento y creatividad
personal y grupal.
Hace años atrás, nuestro jardín fue diseñado y construido para una población pequeña.
Poco tiempo después y junto a un cambio significativo en la gestión, se fueron
modificando de manera paulatina, diversas modalidades, objetivos y prácticas
pedagógicas. De esta manera, el jardín comenzó a crecer, no sólo incrementando su
cantidad de alumnos sino también su calidad educativa. Junto a este crecimiento se hizo
necesaria la progresiva incorporación de personal docente y no docente para poder
satisfacer las necesidades de la comunidad educativa, en este tipo de jornada con
horarios tan particulares. Hoy en día, el jardín se encuentra en constante crecimiento, ha
cambiado de manera enriquecedora, pero se enfrenta a un gran desafío ya que el espacio
físico continúa siendo el mismo.
Si bien existe un proyecto de ampliación edilicia, hasta que las reformas se puedan
concretar, nuestro desafío cotidiano es re-inventar los espacios físicos con los que
actualmente contamos.
Tal como lo plantea el Marco General: “aunque ya el espacio está determinado en el
momento en que se pone en funcionamiento la institución, es posible hacer un uso
inteligente de él, así como también plantear reformas factibles de concretar”.1
Nuestro accionar debe mantener el compromiso de resguardar las condiciones de
seguridad, de mantener el nivel de la prestación y el logro de nuestros objetivos.
Tenemos que responder a la necesidad de la Institución a la que pertenecemos y al
pedido inicial de quien la preside: “que estos niños tengan la oportunidad de hacer
una experiencia enriquecedora, que les amplíe sus horizontes, que los prepare para
una primaria contando con las herramientas necesarias, que se diviertan, que
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Diseño Curricular para a Educación Inicial, Marco General. Malajovich, Ana María, Windler, Rosa y
otros. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Año 2000.
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jueguen, que sonrían y que los cuidados básicos estén garantizados; en fin que
tengan igualdad de oportunidades” 2
Refundar los espacios y darles múltiples usos no es una tarea sencilla, que no queden
espacios y tiempos muertos es fundamental en nuestro quehacer, pero implica la
coordinación de todo un equipo de trabajo (docentes, profesores especiales, personal de
limpieza y cocina, médica pediatra, equipo de dirección), para poder combinar
adecuadamente cada metro cuadrado con cada una de las horas de nuestra extensa
jornada.
El jardín adquiere la forma de un rompecabezas, en el cual desde que abre sus puertas
hasta que las cierra, cada pieza va ocupando un lugar diferente. El mismo es pensado y
programado por un equipo de profesionales que busca mediante el trabajo coordinado
prever cada movida de manera estratégica, para poder lograr un funcionamiento lo más
ajustado posible a la necesidad de cada grupo de niños (contemplando sus necesidades)
y de cada uno de los actores de la institución.
Espacios físicos y su multiplicidad de usos:
Las salas del jardín adoptan múltiples variaciones a lo largo de la jornada, con
colchonetas, sábanas y frazadas, pueden convertirse en un espacio de descanso para los
niños donde la luz se vuelve más tenue y la música tranquila se apodera del lugar.
Durante la jornada escolar las salas adoptan la forma pertinente para cada edad en
particular, juegos, canciones, momentos de intercambio, diferentes actividades ya sean
pedagógicas o de crianza se desarrollan sin cesar. Padres, abuelos, tíos también han
estado invitados más de una vez a pasar, jugar y participar.
En alguna oportunidad, las mismas han logrado transformarse en un salón de actos, de
espectáculos, o bien de encuentros y reuniones de padres.
Los corredores o pasillos por los cuales, (dependiendo el momento) se encuentran con
muchas o muy pocas personas que los recorren,
logran convertirse en pistas de
arrastres, en un lugar exquisito para mecer a un bebé en su cuna, o bien en un increíble
circuito de educación física en un día de lluvia.
El salón de usos múltiples, que fue recientemente armado y pensado, adopta también
diversas formas y funciones, en el mismo se recibe a los niños que ingresan por el turno
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Palabras de la presidenta de nuestra institución.
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tarde, pero también por la mañana, se concibe como un espacio rico en juegos para los
niños más pequeños debido a los materiales didácticos que allí se encuentran: cubos de
goma espuma, tortugas plásticas llenas de pelotas, piso de goma eva, entre otros. A su
vez, los profesores especiales lo utilizan para sus actividades, se escuchan relatos,
palabras en inglés, canciones junto al sonido de la guitarra y materiales que utilizan en
arte.
En el comedor, los niños disfrutan de ricos almuerzos, desayunos, meriendas,
colaciones y hasta cenas, aprendiendo a alimentarse utilizando sus utensilios y
compartiendo socialmente con una clara intervención docente, desde la contención y la
intención de enseñanza. Pero también se convierte en un espacio extraordinario para
poder crear, pintar, realizar juegos de mesa y por qué no, talleres de cocina.
La dirección del jardín fue trasladada para dar lugar a una nueva sala, si bien la misma
se ha reducido notablemente en su espacio físico, adopta multiplicidad de formas y
tareas. Se convierte en un espacio de supervisiones con el personal, de reflexiones, de
capacitaciones, de entrevistas con papás y de encuentros de las familias con la pediatra
del jardín.
Estructuralmente nuestro jardín es pequeño pero posee un extenso parque al aire libre
con diversos juegos: calesita,
hamacas, tobogán y trepadoras. Aprovechando sus
dimensiones, el parque se constituye como un centro de juegos, un espacio privilegiado
para actividad pedagógica y la recreación. Ya sea con sol o nubes, con calor o frío se
encuentra poblado durante toda la jornada. En otoño las hojas doradas y marrones son
las preferidas. En invierno, con campera y bufandas correr para entrar en calor es la
mejor opción. En verano disfrutar de la sombra de los árboles, de los refugios armados y
de la pileta produce un clima lúdico y a la vez festivo. Almuerzos y meriendas en
primavera y otoño. Regar las plantas y la huerta, es la pasión de todos: grandes y chicos.
La casita azul del parque es un lugar de juego indiscutible, pero tampoco escapa a la
necesidad de cambio y re-utilización, por momentos es una sala de lectura, es el lugar
de arte, de música, de dramatizaciones y múltiples meriendas o colaciones.
Tal como lo plantea el Diseño Curricular “la libertad de cada niño y de todos los niños
se hace realidad a través de un ambiente que se configura en el espacio institucional
en el que su distribución y organización, la disposición y presentación de los
materiales incitan al hacer, pero no un hacer librado al azar sino dirigido por la
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intencionalidad educativa (…) y que tiene una de sus formas de expresión en la
organización del espacio físico”.3
La organización de los espacios físicos con los que contamos, (algunos más grandes y
otros más pequeños) está en constante cambio, re-utilización y movimiento. Dentro de
la plasticidad que adquieren los mismos, desde el parque hasta las salas, está presente
nuestra intencionalidad educativa, tal como lo plantea nuestro Proyecto Educativo
Institucional “apuntando a un equilibrado desarrollo emocional y cognitivo y
respetando a su vez la singularidad de cada niño”.4
Espacios intangibles, su importancia:
Más allá de los espacios físicos con los que contamos nos parece fundamental destacar
algunos espacios que no son tangibles pero merecen especial importancia dentro del
quehacer de nuestra jornada educativa.
Existen espacios de capacitación, evaluación, planeamiento, supervisión con el personal
docente, siguiendo el Marco General: “la tarea pedagógica requiere de espacios
institucionales dedicados a la planificación y evaluación. Tiempos compartidos con
otros docentes y el equipo de
conducción, y no solitarios, que permitan el
intercambio, la articulación y la reflexión sobre las cuestiones didácticas”.5 Los
mismos se generan de manera frecuente a fin de poder evaluar los procesos, ajustar,
mejorar y continuar ofreciendo un servicio de calidad.
Espacios para el trabajo en equipo desde el personal docente y no docente, atendiendo
sus inquietudes, necesidades, para poder acompañarlos en su tarea desde el
asesoramiento y acompañamiento.
Espacios abiertos al diálogo e intercambio con la comunidad educativa, a través de
reuniones con padres, mediante cuadernos de comunicaciones, mails, carteleras y a
través del diálogo del día a día.
Espacios de prevención y salud, contamos con una médica pediatra y nutricionista que
tiene a su cargo la salud, epidemiología, prevención, nutrición e higiene. A su vez asiste
al jardín tres veces por semana para sostener la observación in situ de los niños.
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Diseño Curricular para a Educación Inicial, Marco General. Malajovich, Ana María, Windler, Rosa y
otros. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Año 2000.
4
Proyecto Educativo Institucional. Año 2013.
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Ídem nota 3.
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Mantiene reuniones semanales con la directora, coordinadora pedagógica y personal
docente, reuniones con las familias que considere necesario o bien que éstas lo soliciten.
Realiza capacitaciones para el personal y talleres educativos para los padres y niños.
Espacios de provocación, manteniendo siempre la intencionalidad educativa, citando el
Marco General: “el espacio se organizará teniendo en cuenta las condiciones de
seguridad pero también de provocación. Es decir, como un continente reasegurante
de la experiencia y como provocador de experiencias nuevas, mediador de bienestar y
seguridad,
como
de
procesos
de
investigación
activa,
investigación
y
descubrimiento”.6
Consideramos referirnos y extendernos a estos espacios intangibles, ya que hacen en
gran parte a nuestra dinámica institucional, representando en cada uno de ellos; nuestros
objetivos, nuestra intencionalidad pedagógica, nuestras modalidades y nuestro accionar
frente a las necesidades de la institución.
Evaluación de nuestra experiencia:
El espacio físico dentro de la realidad institucional es un algunas ocasiones
determinante o posibilitador de nuevas experiencias.
Cabe destacar el trabajo del equipo de profesionales y no profesionales que nos
conforman, su posibilidad de flexibilidad, reflexión y cambio.
Una extensa jornada donde la organización y las rutinas parecen cada vez más aceitadas,
se vuelven a repensar en base a las necesidades y cada integrante hace y deshace del
espacio de manera conjunta a los demás actores institucionales.
Las piezas del rompecabezas continúan en movimiento…
Las docentes provocan constantemente con sus propuestas que obligan a un ir y venir,
armar y desarmar según el momento de la jornada y el tiempo disponible.
El equipo de dirección provoca desafíos, una intencionalidad clara: “los niños primero”
y promueve el movimiento, la creación de espacios reales y virtuales, para colaborar en
el enriquecimiento de la jornada. Acompaña al resto del equipo muy de cerca,
integrándose y generando un clima de trabajo, contención, esfuerzo y alegría.
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Diseño Curricular para a Educación Inicial, Marco General. Malajovich, Ana María, Windler, Rosa y
otros. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Año 2000.
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En un espacio separado de la estructura central del jardín hemos constituido un nuevo
lugar para el descanso y almuerzo de todo el equipo. Un alto en la larga jornada laboral,
sin interrupciones de pedidos, teléfonos, encuentro con familias. Espacio donde nos
alimentamos almorzando y donde corre otro tipo de alimento, pues circula un aire de
intimidad, charlas, un compartir que nos permite un corte que nos oxigena, nos da
fuerza para seguir varias horas más y espontáneamente se convierte en un lugar de
reflexiones, ideas, risas y un poco de quejas también, que con sólo ser expresadas y
compartidas pierden un poco de dramaticidad.
Espacios, tiempos que nos constituyen y nos provocan.
Espacios, tiempos que se mueven, que producen efectos, hay satisfacciones por metas
alcanzadas, hay desilusiones por situaciones que no se dan como las pensábamos, hay
marchas, confirmaciones, rectificaciones, imprevistos. Hay vida.
Espacios, tiempos que convierten a cada día en un día especial.
Espacios y tiempos para promover una primera infancia que inscriba sus primeras
experiencias en forma creativa y contenida, en base al respeto, amor entre y por los
demás, aceptando las diferencias como oportunidades de enriquecimiento y crecimiento.
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Bibliografía:
* Diseño
Curricular para a Educación Inicial, Marco General. Malajovich, Ana María,
Windler, Rosa y otros. Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Año 2000.
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