Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados

Anuncio
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
RESOLUCION N° 220/09
En Buenos Aires, a los 28 días del mes de mayo del año dos mil nueve,
los Señores Consejeros miembros presentes,
CONSIDERANDO:
1°) Que, de conformidad con lo dispuesto por el ar tículo 33 del
Reglamento de Concursos Públicos de Oposición y Antecedentes para la
designación de magistrados del Poder Judicial de la Nación, aprobado por la
Resolución N° 288/02 del Consejo de la Magistratura y sus modificatorias, la
Presidencia de esta Comisión, mediante la Resolución N° 450/08, dispuso
correr vista a los postulantes de las evaluaciones y calificaciones asignadas y
del orden de mérito correspondientes al Concurso N° 220, destinado a cubrir
diez cargos de vocal en la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y
Correccional de la Capital Federal.
2°) Que formularon impugnaciones los doctores Luis Mario García,
Sergio Delgado, Carlos Alberto Mahiques, Ricardo Oscar Sáenz, Mauro Antonio
Divito, María Laura Garrigós de Rébori, Eugenio Carlos Sarrabayrouse, María
Gabriela Silvina Daudet, Alberto Elio Ojeda, Graciela Beatriz Castillo, Juan
María Ramos Padilla, Hugo Norberto Cataldi, Augusto Marcelino Diez Ojeda,
Javier Eduardo Reyna de Allende, Daniel Bladimiro Fedel, Maximiliano Rusconi,
Luis Fernando Niño, Daniel Emilio Morin, Horacio Alberto Martínez Ledesma,
Fernando Javier Arnedo, Pablo Daniel Vega, Pablo Jantus, Patricia Marcela
Llerena, Ignacio Rodríguez Varela, Ana María Figueroa, Luis Roberto José
Salas, Alejandro Martín Becerra, Guillermo Andrés Gordo, José Console, Daniel
Horacio Obligado, Diego Gustavo Barroetaveña y Oscar Alberto Hergott.
3°) Que esta Comisión, en su sesión del día 16 de octubre de 2008,
sorteó para informar sobre las impugnaciones recibidas a una subcomisión
integrada por los doctores Luis M. Cabral y Diana B. Conti.
4°) Que, mediante Resolución N° 46/09, la Comisión aprobó el dictamen
presentado por la subcomisión mencionada en el considerando anterior y
dispuso convocar a los miembros del tribunal examinador a fin de ampliar su
informe sobre las calificaciones de algunas de las pruebas de oposición,
quienes se hicieron presentes en la sede de este Consejo el día 17 de marzo
del corriente brindando las aclaraciones solicitadas.
5°) Que los doctores Luis M. Cabral y Diana B. Con ti han elevado para su
consideración el correspondiente dictamen.
6°) Que, de conformidad con lo que establece el ar tículo 39 del
reglamento aplicable, luego de que la Comisión se hubiese expedido sobre las
impugnaciones, citará a una entrevista personal como mínimo a los
concursantes que hayan obtenido los primeros seis puntajes en el orden de
mérito.
7°) Que el artículo 41 del reglamento citado estab lece que, con carácter
previo a la entrevista, la Comisión requerirá que se efectúe un examen
psicológico y psicotécnico a los postulantes previstos en el artículo mencionado
en el considerando anterior.
8°) Que el referido artículo 41, in fine, dispone que la Comisión podrá
resolver que no se realice este examen a quienes se hayan sometido a él en los
dos años anteriores.
Por ello,
RESOLVIERON:
1°) Aprobar el informe presentado por los doctores Luis M. Cabral y
Diana B. Conti, miembros de la subcomisión mencionada en el considerando
3°), que debe agregarse como anexo de la presente r esolución.
2°) Convocar para la realización de una entrevista personal en el
Concurso N° 220, destinado a cubrir diez cargos de vocal en la Cámara
Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, a los
doctores Gustavo Alfredo Bruzzone, Guillermo Jorge Yacobucci, Horacio
Leonardo Días, Héctor Mario Magariños, Luis Fernando Niño, Carlos Alberto
Mahiques, Luis Mario García, Eugenio Carlos Sarrabayrouse, María Laura
Garrigós de Rébori, Mauro Antonio Divito, Pablo Jantus, Daniel Emilio Morin,
Ricardo Oscar Sáenz, Alberto José Huarte Petite, Patricia Marcela Llerena,
Pablo Daniel Vega, Diego Gustavo Barroetaveña, Lucila Esther Larrandart,
Daniel Bladimiro Fedel, Sergio Delgado, Alejandro Martín Becerra y Luis
Roberto José Salas.
3°) Disponer que, con carácter previo a la realiza ción de dicha entrevista
personal, se lleve a cabo a los mismos postulantes, el examen al que se refiere
el artículo 41 del Reglamento de Concursos Públicos de Oposición y
Antecedentes para la designación de magistrados del Poder Judicial de la
Nación, aprobado por la Resolución N° 288/02 del Co nsejo de la Magistratura y
sus modificatorias.
4°) Exceptuar de dicho examen a los doctores Delgad o y Salas, por
aplicación del mencionado artículo 41, in fine, del reglamento citado.
Regístrese, cúmplase y hágase saber.
(Firmado). LUIS MARÍA. R. M. BUNGE CAMPOS (en disidencia parcial), LUIS
M. CABRAL, MARIANO A. T. CANDIOTI, DIANA B. CONTI, MIGUEL A.
GÁLVEZ, Y MARCELA M. LOSARDO. CLAUDIO O. MARTUCCI. (Prosecretario
Letrado).
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
CONCURSO N ° 220
CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN EN LO CRIMINAL Y
CORRECCIONAL DE LA CAPITAL FEDERAL.
En la ciudad de Buenos Aires, a los
días del mes de abril del año dos mil nueve, se
reúnen los doctores Diana Conti y Luis María Cabral, integrantes de la subcomisión “B”
sorteada para informar sobre las impugnaciones planteadas por los postulantes del
concurso Nº 220, destinado a cubrir diez cargos de vocal en la Cámara Nacional de
Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal.
Las impugnaciones recibidas fueron presentadas por los postulantes que se enumerarán a
continuación por orden alfabético: 1) Arnedo, Fernando Javier; 2) Barroetaveña, Diego
Gustavo; 3) Becerra, Alejandro Martín; 4) Cataldi, Hugo Norberto; 5) Console, Jose; 6)
Daudet, María Gabriela Silvina; 7) Delgado, Sergio; 8) Diez Ojeda, Augusto Marcelino;
9) Divito, Mauro Antonio; 10) Fedel, Daniel Vladimiro; 11) Figueroa Leonardi, Ana
María; 12) García, Luis Mario; 13) Garrigós de Rébori, María Laura; 14) Gordo,
Guillermo Andrés; 15) Hergott, Oscar Alberto; 16) Jantus, Pablo; 17) Llerena, Patricia
Marcela; 18) Mahiques, Carlos Alberto; 19) Martínez Ledesma, Horacio Alberto; 20)
Morín, Daniel Emilio; 21) Niño, Luis Fernando; 22) Obligado, Daniel Horacio; 23)
Ojeda, Alberto Elio; 24) Ramos Padilla, Juan M.; 25) Reyna de Allende, Javier Eduardo;
26) Rodríguez Varela, Ignacio; 27) Rusconi, Maximiliano Adolfo; 28) Sáenz, Ricardo
Oscar; 29) Salas, Luis Roberto José; 30) Sarrabayrouse, Eugenio Carlos, y 31) Vega,
Pablo Daniel.
Consideraciones generales sobre la corrección de la prueba de oposición.
Con respecto a los criterios establecidos por el jurado para merituar las oposiciones
rendidas, cabe señalar que las pautas relativas al examen del lenguaje empleado, su
corrección desde el punto de vista general, como así también el uso adecuado de los
conceptos jurídicos vinculados al caso, no merecen ninguna consideración especial.
Tampoco lo relativo a la comprensión del caso por el concursante, su amplitud de
criterio, la evaluación de la cita de normas legales, su interpretación en el contexto
fáctico planteado, las razones de la elección de la ley aplicable a cada caso, y la
fundamentación de las soluciones con base en la Constitución Nacional.
En cuanto a la concreta tarea evaluadora que lleva a cargo el jurado, más concretamente
en lo que atañe al señalamiento de cuestiones particulares y supuestas omisiones que en
muchos casos los impugnantes atribuyen al jurado en la consideración de los exámenes
de otros concursantes o de los suyos, cabe decir que exigir del órgano evaluador un
detalle pormenorizado y expreso de todas y cada una de las manifestaciones y
consideraciones vertidas por los postulantes en sus pruebas, resultaría de imposible
cumplimiento, sin perjuicio de la necesidad de requerir, por supuesto, la indicación de
los extremos que motivan la calificación que en cada caso se establezca. En cuanto a
esto último, cabe decir que la sola manifestación relativa al desacuerdo que tales
valoraciones pudieran generar, tampoco puede suscitar la revisión de las calificaciones
asignadas, toda vez que conforme lo estipula el reglamento de concursos (art. 37), no se
dará curso a las impugnaciones que estén basadas en la simple disconformidad del
postulante con el puntaje obtenido.
Por lo demás, cabe señalar en forma genérica que el jurado actuó dentro del marco de
discrecionalidad que le confía el reglamento, sopesando cada una de las pruebas con
ajuste a las pautas de corrección que rigieron su desempeño, de modo que no se
advierten en general situaciones que requieran la intervención revisora de esta
subcomisión.
Consideraciones particulares sobre la corrección de la prueba de oposición.
A raíz de la propuesta formulada por esta Subcomisión, la Comisión de Selección
requirió a los jurados mayores fundamentos respecto de la corrección de tres pruebas de
oposición.
En la audiencia celebrada el día 17 de marzo los señores jurados explicaron en detalle el
razonamiento
y parámetros
empleados
en
la
corrección
de
los
exámenes
correspondientes a los doctores García, Niño y Rusconi.
A partir de dichas conclusiones -que obran en el soporte magnético glosado al presente
legajo y que en este acto se pone a disposición de los postulantes-, es dable colegir que
la actuación del jurado se ha ajustado a los postulados que prevé el art. 33 del
reglamento aplicable, al tiempo que sus conclusiones, lejos de ser arbitrarias, denotan
criterios lógicos aplicados en forma unánime a los exámenes rendidos.
Por otra parte, es menester destacar que el jurado es soberano a la hora de corregir las
pruebas y que los letrados que lo han integrado en este caso -todos de destacada
trayectoria- han actuado dentro de las competencias que les fueron acordadas.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Con base en lo expuesto, estimamos procedente continuar con el análisis de las restantes
impugnaciones.
Consideraciones generales sobre antecedentes.
1. En cuanto a la calificación dispuesta en el rubro “trayectoria”, confluyen distintas
impugnaciones que atacan sustancialmente idénticos tópicos del procedimiento
evaluativo, por lo que cabe examinar tales aspectos en forma general y previa, a efectos
de evitar reiteraciones innecesarias al momento de evaluar las impugnaciones
particulares.
En tal sentido, una de las críticas generalizadas estuvo dirigida contra el procedimiento
de asignación de puntos por años sin distinción de las funciones específicamente
cumplidas, en el entendimiento de que ello importaba un apartamiento de las pautas que
el reglamento de concursos establece. Al respecto, cabe decir que tales críticas entrañan
una valoración parcial de la metodología de calificación, pues si bien se asigna un
puntaje por cada año de trayectoria profesional, la calificación de cada antecedente
resulta viable en función del cargo desempeñado o de la antigüedad en el ejercicio
profesional de cada postulante. En consecuencia, cabe rebatir las críticas recibidas, por
cuanto sí existe una consideración de las características de las funciones desarrolladas.
Destáquese, asimismo, que la pauta correctiva fue criticada por quienes resultaban
perjudicados por la disminución de puntaje que supone -en la inteligencia de que un
criterio de calificación acumulativo no es compatible con ese esquema-, tanto como por
quienes la reputaban insuficiente para reflejar adecuadamente la diferencia de trayectoria
que realmente existe entre los postulantes -en la idea de que conduce a una virtual
equiparación de los postulantes-. Frente a ello, es dable concluir que su previsión
constituye un justo medio entre dichas posiciones extremas, en tanto compatibiliza
adecuadamente el establecimiento de un criterio de calificación acumulativa con la
necesidad de fijar un elemento de diferenciación dentro de los concursos.
2. Algo similar acontece en relación con la especialidad, pues se critica la virtual
igualación que determina el mecanismo de asignación cuantitativa; pero los mismos
fundamentos desarrollados en el apartado anterior resultan aplicables aquí para
desestimar las objeciones vertidas sobre el particular. A lo dicho cabe agregar que el
sistema de calificación propuesto por el consejero precalificador para este rubro resulta
razonable si se atiende a la jerarquía y trascendencia funcional del tribunal que se
concursa; ello, obviamente, sin perjuicio de las modificaciones que se puedan hacer por
errores de cálculo o la omisión en considerar determinado antecedente.
3. En materia de docencia y publicaciones también existen impugnaciones, que se
reiteran y estructuran sobre dos polos opuestos de una común discusión. En tal sentido,
algunos impugnantes plantean que existe una escasa diferencia comparativa, en tanto
que otros, prescindiendo de toda comparación, reputan insuficiente la calificación
recibida frente al resultado que obtienen de la sumatoria estricta de sus antecedentes.
Ante ello, cabe decir que sin perjuicio de las eventuales consideraciones que pudieran
realizarse en caso de advertirse omisiones o errores, el criterio de calificación será
sustancialmente respetado, en tanto éste trasunta un cálculo individual de los
antecedentes de cada postulante según las pautas aritméticas descriptas y sus categorías,
y posteriormente ajustado a la realidad del universo del concurso -que procura como fin
dejar un orden de mérito entre los postulantes- dentro de los márgenes permitidos para
ello.
_____________________________________________________________________
1) Impugnante: ARNEDO, Fernando Javier.
Calificación: 152,75 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 77,75)
Orden de mérito: 23°
Respecto de la oposición:
Califica de escueta la corrección practicada por el jurado, por cuanto sostiene que se ha
prescindido de todo tipo de razones que den cuenta de aquella disminución, con lo que
deja librado al postulante el tener que efectuar la inferencia mencionada en términos de
suposición. Añade que si eso de por sí resulta arbitrario, lo es más aún el hecho de que
para otros postulantes existe en la evaluación de su oposición un nivel de detalle mayor
donde se dejan expresados tramos del desarrollo de aquellos, que de ser comparados con
el del suscripto, no difieren en mucho. Señala que se valoró al postulante BET el haber
citado el pensamiento del profesor Zaffaroni; al postulante BIR el haber invocado el
fallo “Casal”; al postulante CIF, el haber hecho mención a la minoría en el precedente
“Amodio” y cada uno de estos postulantes posee una puntuación mayor a la dada a su
prueba que incluyó en su desarrollo todas esas citas y muchas otras más.
Sostiene que la correcta lectura del examen de oposición permite ver citas de autores
como Zaffaroni, Zaffaroni – Alagia – Slokar-, Puppe, Ragués I Vallés, Jakobs,
Bacigalupo, Soler, Nuñez, Fontán, Arnedo, Luengo; citas de fallos de la Corte Suprema
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
de Justicia de la Nación como “Casal”, “Amodio”, “Mannini”, “Gómez Dávalos”,
“Quiroga” y finalmente que se dio trato a la temática del dolo eventual, (si admite
tentativa, su definición, si evaluando la prueba se lo considera acreditado o no, si estaba
presumido, etc.), el recurso del fiscal (si se admitía con qué fundamentos se lo hizo, y si
se había comprometido el principio de congruencia), la calificación del hecho, la
temática de la reincidencia, la cuestión de la declaración de inconstitucionalidad de la
reincidencia (si se hacía lugar o no), el reenvío o no con su correspondiente justificación
y finalmente la imposición del quantum de pena.
A su vez, deja sentado que lo expresado en modo alguno discurre por los andariveles de
las cuestiones meramente subjetivas y evidencian un criterio discrepante de este
concursante con la valoración efectuada por el jurado, sino que antes bien se trata por
una parte de datos objetivos que emergen comparativamente del resto de las
correcciones, y en particular aquellas que han sido calificadas con cinco o diez puntos
más que en el caso del suscripto donde queda patente la arbitrariedad en la calificación
impuesta a la luz de lo que objetivamente es el examen rendido y las pautas genéricas
dispuestas para la corrección.
Por ello, solicita se deje parcialmente sin efecto el dictamen del jurado, procediéndose a
una inmediata revisión del examen o subsidiariamente se ajuste en más el puntaje del
examen para adecuarlo tanto a su contenido como a lo que fueron las pautas generales de
evaluación oportunamente dispuestas.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Indica que resulta claro que los 28,25 puntos asignados, obedecen a la
suma de los nueve años en que se ha desempeñado en el Poder Judicial con cargo
equivalente a Secretario de Cámara con más seis años en el ejercicio de la profesión
libre, todos en el ámbito penal. Señala que ha pasado por alto el evaluador que el
suscripto, cuenta con más de 7 meses de antigüedad que se suman a los seis años en el
ejercicio profesional y que por tanto debieron haberse tomado en cuenta lo que
claramente no se hizo ya que a los seis años que fueron computados debió agregársele
un año más, por resultar el excedente en número mayor a seis. Por ello considera que
corresponde se le agreguen 1,25 puntos más, para subsanar el claro error de cómputo en
que se ha incurrido, puntaje al que de aplicársele la pauta correctiva estipulada, generará
uno final, de 24,50 puntos y no el consignado de 23,25.
Especialidad. Señala que a todo funcionario judicial con nueve años de antigüedad en el
poder judicial, como es el caso del suscripto, le corresponden veintiocho puntos y si a
ello se sumaran los 6 años y 7 meses de ejercicio profesional a razón de un punto por
año, ya sin computar la fracción, el puntaje final por especialidad debió haber sido 34 y
no 30 como se ha consignado, añadiendo que, de considerarse que la fracción de 7 meses
excedente como mayor a la mitad, y se aplicara criterio similar al elegido en la pauta
correctiva donde lo mayor a 6 computa a los efectos correspondientes, siete serían los
puntos a sumar y por tanto se llegaría a un puntaje total de treinta y cinco y no de treinta
como el consignado.
Añade que lleva una vida consagrada tanto al derecho penal como al procesal penal y a
la criminología y nada de esto parece haberse tenido en cuenta por el informe que sobre
los antecedentes del suscripto se practicó a la hora de evaluar el ítem especialidad y
permitir por tanto una mengua en diez puntos sobre el total de puntos posibles, sin
siquiera brindarse razones que den cuenta de lo hecho, posicionando a la mencionada
evaluación en la senda de la arbitrariedad manifiesta.
Adhiere que la arbitrariedad que aquí denuncia es en razón de un conjunto arbitrario de
omisiones, y que el conjunto de dichas arbitrariedades manifiestas denunciadas llega a
su punto máximo con la valoración que se practicó en el acápite “especialidad” a la
concursante María Cristina Castaño, quien no sólo no acredita específicos antecedentes
vinculados a la postulación para el cargo que se concursa sino que tampoco lo hace en
relación a la especialidad ya que todo su desempeño lo ha sido en el ámbito de la
administración pública y del derecho civil, y a pesar de ello se le asignaron la mitad de
los puntos posibles por dicho rubro, es decir, veinte puntos.
Concluye sosteniendo que han sido tantas las arbitrariedades en las que se ha incurrido a
la hora de confeccionar el puntaje que corresponde al suscripto en relación al rubro
“especialidad” que sólo una corrección amplia en más es la que puede subsanar el
agravio que se causa al suscripto con el arbitrario descuento de 10 puntos del máximo.
Posgrado. Señala que ha sido reconocido por la Universidad de Buenos Aires, la
Universidad Nacional de La Pampa, la Universidad Nacional de la Plata, La Universidad
Nacional del Sur, La Universidad Nacional de La Matanza, la Universidad Católica de la
Plata, La Universidad del Museo Social Argentino y la Universidad del Salvado como
profesor apto no sólo para dictar las especializaciones y maestrías que en esas unidades
académicas se imparten y que fueron oportunamente acreditadas en el legajo
correspondiente, sino que además se lo ha propuesto en varios casos como director de
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
tesis de maestría, es decir que él es quien contribuye a que muchos colegas logren títulos
de posgrado que de por sí resultan poseer un valor claro y concreto en puntos a la hora
de serle valorados a los concursantes y, sin embargo, no media en el particular siquiera
consideración o significación alguna de lo que esto representa, lo que a todas luces
coloca a la valoración practicada en el informe, una vez más en la senda de la
arbitrariedad manifiesta.
Por ello entiende que debe asignársele un punto más en este ítem.
Publicaciones. Indica que se pasa por alto que una de las publicaciones lo ha sido en
coautoría con el Prof. Zaffaroni y la misma se trata del informe sobre autoría y
participación criminal hecho por la República Argentina para el Max Planck Institut en
Freiburg, Alemania, por lo cual la obra mencionada posee un valor mucho más
significante que aquél que se le ha otorgado al momento de asignársele puntaje al
suscripto por el rubro publicaciones. Por ello entiende que cabrían por lo menos, dada su
importancia, sumarle al menos cincuenta centésimos más al puntaje total de siete con
cincuenta centésimos obtenido, lo que quedaría, en ocho puntos para este rubro.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Trayectoria. La puntuación otorgada se compadece con la trayectoria profesional que
ha sido acreditada por el postulante.
Especialidad. A partir de lo expuesto en las consideraciones generales, la calificación
asignada por el precalificador en este concurso no se estima reducida.
Posgrado. La calificación asignada se compadece con los estudios de posgrado
acreditados por el postulante. Téngase presente que los últimos tres puntos de ítem
quedan reservados para quienes posean el título de doctor.
Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad,
extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del
presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
2) Impugnante: BARROETAVEÑA, Diego Gustavo.
Calificación: 155 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 75)
Orden de mérito: 18°
Respecto de la oposición:
Señala que los miembros del jurado respecto de su prueba, dictaminaron lo siguiente:
“El postulante invoca el fallo "Casal" para la admisión del recurso, sus precedentes y
efectos; aborda los cuestionamientos de la defensa y del fiscal, analiza y argumenta
adecuadamente cada uno de ellos; alude a la C.N . ( 18 ) que a su criterio establece un
sistema de enjuiciamiento acusatorio; invoca los votos minoritarios de los jueces
Lorenzetti y Zaffaroni en torno de la imposibilidad de imponer una pena mayor que la
solicitada; entiende que el tribunal rompió la "identidad fáctica y normativa"; propugna
casar la sentencia y califica el hecho como " lesiones graves" y condena a tres años de
prisión. En cuanto a la reincidencia, reconoce la extemporaneidad del planteo, pero lo
admite por su gravedad institucional; además afirma que en el caso no se cumplió con el
criterio de los dos tercios en prisión, por lo cual en el punto también propone casar la
sentencia, sin perjuicio de algunas consideraciones sobre la necesaria derogación de esta
figura. En general exhibe actualizada y abundante información jurídica. Teniendo en
cuenta la consistencia jurídica de la solución propuesta, dentro del marco de lo
razonable, la pertinencia y el rigor de los fundamentos y la corrección del lenguaje
utilizado, estimamos que la calificación de este concursante es de 80 puntos.”.
Con respecto al postulante NEO, transcribe que se señaló: “Esta sentencia trata los
distintos temas que plantea el caso, con rigor lógico y solvencia en cuanto a los
conocimientos actuales sobre los distintos temas, así por ejemplo la cuestión del dolo
eventual en la tentativa o el problema de la reincidencia. Trata también el tema de la
arbitrariedad y de la subsunción legal de la conducta en el tipo. El postulante aborda
cada una de las cuestiones planteadas con detalle y minuciosidad expositiva,
concluyendo los distintos agravios por la afirmativa o negativa; cita moderna doctrina y
jurisprudencia; no se advierten lagunas; confecciona una lista de interrogantes que se
imbrican recíprocamente. Acierta al no reenviar el caso para su resolución, toda vez que
su decisión no agravia a la defensa en la calificación ni en el monto de la pena, de este
modo evita lesionar el derecho a ser juzgado en un plazo razonable. Más allá de que se
coincida o no con las soluciones propuestas son temas polémicos - como el disvalor de
la acción- la sentencia está muy bien fundada con una línea argumental que refleja
buenos conocimientos sobre los distintos tópicos que se tratan.Tomando en cuenta la
consistencia jurídica de la solución propuesta, dentro del marco de lo razonable, la
pertinencia y el rigor de los fundamentos y la corrección del lenguaje utilizado,
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
estimamos que la calificación de este concursante es de 95 puntos. Calificación: 95
puntos.”, y con respecto al postulante GOF, sostiene que escuetamente se dice: “Este
concursante propugna la anulación el fallo por afectación del principio de congruencia
con buenos argumentos y abundantes citas de doctrina y jurisprudencia. Es una sentencia
que exhibe una comprensión de cómo está la casación argentina después del caso Casal.
Aborda la totalidad de los problemas que se plantean y los resuelve con coherencia y
solvencia argumentativa. Ingresa al tratamiento del recurso fiscal por haber sido
interpuesto a favor del imputado, exhibe también en el punto claro razonamiento y
encuadre constitucional. Tomando en cuenta la consistencia jurídica de la solución
propuesta, dentro del marco de lo razonable, la pertinencia y el rigor de los fundamentos,
y la corrección del lenguaje utilizado, estimamos que este concursante merece 95
puntos.Calificación: 95 puntos.”.
Sostiene que si se lee su prueba de oposición, palmariamente se puede advertir que se
omite señalar que aborda de manera suficiente, la problemática de la tentativa de
homicidio con dolo eventual, agregando que se le dispensa un tratamiento desigual
respecto del aludido participante NEO, para quien se celebra el examen de esta cuestión,
lo que torna arbritario, respecto de este tópico, el dictamen.
Añade que tampoco se hace hincapié en el tratamiento dispensado a la
inconstitucionalidad de la reincidencia que realizó.
Indica que al participante NEO se le destaca “… acierta al no reenviar el caso para su
resolución, toda vez que su decisión no agravia a la defensa en la calificación ni en el
monto de la pena, de este modo evita lesionar el derecho a ser juzgado en un plazo
razonable”, y que respecto de su prueba nada de ello se destaca, considerando que esa
situación, es manifiestamente arbitraria.
Señala que respecto del postulante ERU, se dictamina: “En esta prueba se casa la
sentencia y se condena por lesiones graves; se deja también sin efecto la declaración de
reincidencia., con respecto al principio de congruencia, se hace un elaborado desarrollo
de la teoría y la jurisprudencia, se considera afectado el principio de congruencia, no se
ordena el reenvío y se dan razones para ello, nada dice del posible cuestionamiento al
recurso fiscal, Se trata de un buen documento sentencial que revela rigor lógico y
formación jurídica, y luego se agrega el clishe, común a todos los postulantes que
fuimos calificados entre 80 y 95 puntos. En orden al postulante BET indica destaca que
sostuvo que se violó el principio de congruencia –igual conclusión a la que arribara el
suscripto-; y que se hicieron afirmaciones dogmáticas sobre la intención del autor –
tópico profusamente tratado y desarrollado por él-.
Sostiene que no emerge de los fundamentos de los distintos dictámenes transcriptos una
brecha de quince puntos, respecto de su oposición y la de los colegas individualizados
con las siglas NEO y GOF; tampoco de cinco, si se los coteja con los postulantes ERU y
BET, y solicita se aumente en diez puntos la nota determinada, totalizando así ochenta y
cinco puntos.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Hace notar que erróneamente se consignó que cumplió funciones como
Defensor Oficial ante la Defensoría de Pobres y Ausentes Nº 6 desde el 23/08/98 hasta
el 15/09/1998, cuando, en realidad, ocupó aquel cargo desde el 23/02/98.
Señala que de acuerdo lo acreditado, desde el 13/10/88 hasta el 7/2/1991 cumplió
funciones como Auxiliar Letrado en la Defensoría Oficial de Pobres y Ausentes Nº 2, es
decir, dos años, tres meses y veinticinco días, por lo cual cabe otorgársele 1,25 por cada
año, lo que arroja un Subtotal de 2,50. Añade que desde el 7/2/91 y hasta el 06/12/1995
cumplió funciones como Auxiliar Letrado de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en
lo Criminal y Correccional, es decir, cuatro años y diez meses, por lo cual la operación
(1,75 x 5) asciende a un subtotal: 8,75, agregando que posteriormente se desempeñó
como Secretario de Cámara de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y
Correccional desde el 06/12/1995 hasta el 23/02/98, o sea, dos años, dos meses y
diecisiete días, y que luego, desde el 23/02/1998 y hasta el 15/09/1998 cumplió
funciones como Defensor Oficial, es decir, seis meses y veintitrés días, por lo que le
corresponde un subtotal de 3 puntos.
A ello, agrega que fue Juez de Garantías en lo Criminal y Correccional Nº 1 de San
Isidro, desde el 16/09/1998 hasta el 05/07/2005, por lo que cabe efectuar la siguiente
operación (7x3) que arroja un subtotal de 21, y que desde el 05/07/2005 y hasta la fecha
de convocatoria al presente concurso se desempeña como Juez de Cámara del Tribunal
Oral en lo Criminal Nº 21, por lo que señala que si se suman todos los subtotales, se
obtiene un total de cincuenta con setenta y cinco centésimas. En consecuencia, señala
que al tope de los treinta puntos cabe restarle cuatro, lo que arroja un total de veintiséis
puntos.
Especialidad. Señala que pese a desempeñar funciones como Juez de Cámara del
Tribunal Nacional Oral en lo Criminal Nº 21 desde hace más de tres años, se le
asignaron sólo treinta y seis puntos, apuntando que, para otras situaciones análogas a las
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
del suscriptor, a otros postulantes se les otorgó el máximo de puntuación, como por
ejemplo a la concursante María Laura Garrigós de Rebori; Alberto José Huarte Petite;
Daniel Emilio Morín. Sostiene que llama poderosamente la atención que no se tomen en
cuenta la presentación de sentencias y resoluciones, y de adverso, se destaquen o
promuevan otras actividades, cuando la principal tarea de un juez/jueza o magistrado es
la de dictar sentencias, resoluciones, dictámenes, recursos, etc.
Añade que no se le reconoce que desde hace más de dos años es director del Instituto de
Ciencias Penales del prestigioso Colegio de Abogados de San Isidro.
Por tales motivos impugna categóricamente la errónea reducción de sus méritos en este
rubro y requiere que se le asignen los cuarenta puntos que se reconocen como máximo
en el mismo.
Posgrado. Señala que en el mentado dictamen sólo se hace referencia a cuarenta cursos
cortos de posgrado del Departamento de Posgrados de la UBA, pero se omite aclarar que
sobrepasó la totalidad de horas exigidas para el Curso de Especialización en Derecho
Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, y que si se tienen
en consideración los certificados oportunamente allegados se podrá advertir; previa
sumatoria de las horas que cada uno contiene, que ha cursado 473 horas, por lo que tan
solo por eso, conforme las pautas establecidas merecería cuatro puntos.
Añade que ha acreditado holgadamente la asistencia a más de 20 congresos y/o jornadas
relacionadas con la especialidad, por lo que advierte que se le debería adjudicar un punto
más, agregando que lo peor es que no se computa la Especialidad en Derecho Tributario
también cursado en la aludida casa de estudios, lo que tiene un valor máximo de cuatro
puntos.
Por ello señala que tomando el tope de los siete puntos, cuanto menos se le tendrían que
otorgar siete puntos por este ítem.
Indica que al postulante Huarte Petite por haber acreditado su asistencia y participación
en diversos cursos y seminarios nacionales e internacionales, sobre temas referidos a las
distintas especialidades en el Derecho Penal; haber aprobado 7 materias del Curso de
Especialización en Derecho Penal (UBA 1985); y el curso “Cuestiones de Derecho
Penal y Procesal Penal” en el Programa de Actualización del Ministerio Público, en la
Universidad de Buenos Aires, se le asignaron seis puntos, y que al postulante Morín, por
haber acreditado la aprobación de once cursos cortos de posgrado y seminarios sobre
temas de la especialidad, en su mayoría realizados en el Departamento de Posgrado de la
UBA y la participación en múltiples asistencias a congresos y jornadas nacionales e
internacionales sobre la especialidad, se le asignaron cinco puntos.
Por ello, impugna también la calificación que se le adjudicara en este tópico, y requiere
que se le asignen siete puntos, toda vez que esta calificación guarda coherencia con la
que se le adjudicara al mentado postulante Divito, y merece ser reconsiderada teniendo
en cuenta lo relevado respecto de los concursantes Morín y Huarte Petite.
Docencia. Indica que se le otorgó la calificación de ocho puntos. Señala que al Dr.
Mauro Divito, por análoga actuación docente, se le asignaron correctamente nueve
puntos por este rubro, por lo que requiere se le asigne igual puntuación, a fin de no
tornar arbitraria la evaluación.
Publicaciones. Indica que no se tomaron en consideración, al evaluar este rubro, los
varios trabajos inéditos sobre distintos Proyectos de Reformas del Código Procesal Penal
de la Provincia de Buenos Aires que ha presentado oportunamente.
Destaca que al Dr. Hugo Norberto Cataldi por una única publicación “Interceptación y
Derribo de Aeronaves Privadas en la República Argentina” y al Dr. Augusto Diez Ojeda
por dos publicaciones, se le adjudicaron dos puntos, respectivamente, en tanto al
suscripto tan sólo uno por dos publicaciones referidas a la especialidad y sin haber
ponderado los mentados trabajos inéditos.
Por ello, impugna también la calificación que se le otorgara en este tópico y requiere se
le asignen, cuanto menos, dos puntos más, recalificándosele con un total de tres puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Trayectoria. La calificación que resulta de los antecedentes del postulante en función de
los criterios de precalificación y el incremento progresivo de puntuación que se expone
en el punto I. 1. del acta de precalificación, es de 45,25 unidades. Por aplicación de la
pauta correctiva la puntuación del rubro queda fijada en 26 puntos.
Especialidad. Considerando que la mayor parte del desempeño profesional del
postulante se registra en una jurisdicción diferente a la que comprende al tribunal que se
concursa, la puntuación asignada no se estima reducida.
Posgrado. La calificación asignada se corresponde con las pautas expuestas por el
consejero precalificador en el punto I. 5. del informe de precalificación. Destácase que
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
un puntaje de seis unidades corresponden a una especialización cursada, aprobada y con
el correspondiente título expedido.
Docencia. Se confirma la calificación asignada, puesto que el postulante no registra la
antigüedad mínima de tres años en el cargo de profesor titular de una materia de la
especialidad, antecedente que se verifica en el caso del postulante Divito (v. punto I. 4.
del informe de precalificación).
Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad,
extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del
presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
3) Impugnante: BECERRA, Alejandro Martín
Calificación: 153 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 83)
Orden de mérito: 22°
Respecto de la oposición:
Sostiene que su puntaje debería al menos elevarse a ochenta puntos. Señala que la
corrección, más allá de que aparece escueta, resulta claramente elogiosa, y, en tal
sentido, es necesario advertir que sin perjuicio de la expresa ponderación a la
fundamentación de la misma, no se efectúa mención alguna acerca de error o
insuficiencia en el tratamiento de algún tema, como no sea la última alusión a los
escasos argumentos que se habrían expuesto sobre el planteo de inconstitucionalidad de
la reincidencia, lo que, cabe puntualizar, de manera alguna puede tomarse como
sinónimo de incorrección, y por ello es que entiende que los setenta puntos otorgados no
ilustran de la debida manera tal merecimiento.
Indica que en el examen del postulante GOS, se destacó que adujo la existencia de una
doble valoración en cuanto a la pena, aspecto no resaltado en el suyo a pesar de su
inclusión.
En cuanto al postulante ERU, añade que salvo el puntaje, que supera en quince puntos al
del suscripto, los restantes conceptos laudatorios resultan ser exactamente los mismos
que aquellos con los que se cierra su corrección.
Respecto de los antecedentes:
Posgrado. Considera que se le ha otorgado un puntaje menor que el merecido, por lo
cual considera que la calificación debe superar sensiblemente los tres puntos otorgados.
Señala que a DOR se le han otorgado con justicia seis puntos, sin que se aprecie la
existencia de alguna diferencia tal sensible como marcan los tres puntos que separan
ambas calificaciones.
Añade que resulta a su criterio escasa la consideración tenida en cuenta respecto de la
cantidad de “cursos de posgrado” realizados, a pesar de haberse hecho mención a
“múltiples jornadas y/o eventos relacionados con la vacante” y a “varios cursos cortos de
posgrados sobre temas de la especialidad”.
Docencia. Señala que se le han otorgado seis puntos, los cuales adolecen de falta de
razonabilidad en la medida en que no se consideran debidamente sus antecedentes.
Indica que su actuación docente ha sido toda en relación con el derecho penal y el
derecho procesal penal, incluyéndose en la actualidad la pro-titularidad en cuatro
materias y la titularidad en otra, y sumándose que es adjunto de otra materia y que
también da clases hace varios años en dos posgrados en calidad de profesor visitante,
como así también las distintas conferencias o jornadas en que ha sido expositor o
disertante. Entiende que no ha sido considerado su cargo como profesor visitante.
Resalta que al postulante DIX, le fue otorgada la misma cantidad de puntos a pesar de no
ejercer en la actualidad la docencia y haber acreditado el cargo de Ayudante Segundo
por concurso por tres años.
Añade que el puntaje que se le adjudicara resulta inferior al del postulante BET, más allá
que la actividad del suscripto aparece de mayor envergadura tanto en cantidad de
cátedras, como en tiempo y cargos. Señala que en otros supuestos se ha otorgado el
máximo puntaje posible en casos en que, más allá de acreditar un cargo docente que lo
permite, no resultan en cantidad y en tiempo lo suficientemente relevantes, sosteniendo a
su vez, que se advierte la escasa consideración que por el rubro “conferencista” se tuvo
en cuenta a la hora de su calificación, no siendo valoradas en su real dimensión la
antigüedad y diversidad de los cargos docentes desempañados, su vinculación con la
especialidad de la vacante a cubrir y la calidad de disertante en congresos de la
especialidad.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Posgrado. Considerando la cantidad, carga horaria y relación con la especialidad de los
cursos individuales de posgrado acreditados por el postulante, a la vez que su condición
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
de alumno de doctorado, corresponde hacer lugar a parte de su pretensión y fijar la
calificación del rubro en 4 unidades.
Docencia. Asiste razón al postulante por cuanto su condición de profesor titular de una
materia de la especialidad (con una antigüedad menor a los tres años) amerita la
asignación de mayor puntaje. En consecuencia, la calificación del rubro se fija en 7
unidades.
4) Impugnante: CATALDI, Hugo Norberto.
Calificación: 140 puntos (Oposición: 55; Antecedentes: 85)
Orden de mérito: 33°
Respecto de la oposición:
Indica que en el dictamen el jurado indica que ha rechazado el recurso fiscal del caso
presentado, por entender que el tribunal impuso la pena pedida por aquél. Sostiene que
tal aseveración no es correcta, toda vez que en ningún momento del escrito de examen
ha adoptado tal temperamento, sino que ha entendido que el pedido de pena por parte del
señor Fiscal limitó al Tribunal, en tanto que no puede ir más allá de lo requerido por el
Ministerio Público Fiscal, y, en tal sentido, ha dado fundamento de ello y por lo tanto,
ha impuesto la pena requerida por el representante de dicho Ministerio, es decir, la de
cuatro años de prisión, pero ello no motivó rechazo de recurso alguno. Añade que lo
argumentado se basó en la disidencia de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Eugenio
Raúl Zaffaroni, vertida en el antecedente de la C.S.J.N. in re A.2098.XLI. recurso de
hecho “Amodio Héctor Luis s/causa n° 5330” de fecha 12/06/2007, en el cual, en el
considerando 18, se expresa “que si el derecho de defensa opera como límite concreto
de la función jurisdiccional, en el sub-examine se verifica un exceso en el ejercicio de
ella en la medida que el juez sentenciante excedió la pretensión punitiva del órgano
acusador e impidió con ello el pleno ejercicio de aquélla garantía en lo que respecta a la
individualización y proporcionalidad de la pena finalmente impuesta”. Insiste, que ha
rechazado el recurso fiscal y tal error de interpretación por parte del jurado
probablemente surja de que sus miembros tomaron en consideración determinadas
pautas, que no fueron dadas a conocer a los concursantes con carácter previo, sino que se
establecieron a posteriori, tal como, en particular, los referidos al recurso fiscal, si se lo
admitía o no y con qué fundamentos.
Con respecto al cambio de calificación, señala que el jurado le atribuye el no haber
advertido, ni argumentado, acerca del cambio de calificación operado en la sentencia.
Añade que expresamente se ha referido a la calificación pretendida por el señor Fiscal
General, la cual desechó en atención a lo manifestado por los señores médicos forenses y
citados en el caso bajo análisis, en el sentido de que las lesiones de la víctima tenían el
carácter de graves.
Agrega que en la hipótesis el señor Fiscal General le adjudicó al procesado Fernández la
autoría del delito de lesiones gravísimas, en los términos previstos en el art. 91 del
Código Penal, no obstante que los señores médicos forenses habían calificado las
mismas de graves y que acerca de dicho extremo, la consigna era que el concursante
debía dar por probados los hechos, tal como resultaron explicitados en el caso,
destacando que en el mismo no existe fundamento alguno de porqué el Sr. Fiscal
seleccionó dicha adecuación típica –lesiones gravísimas- en desmedro de la referida por
los señores médicos forenses, con lo cual, en su modesto criterio, bastaba con remitirse
al informe de los expertos objetivando la lesión como grave para descartar la arbitraria
calificación propiciada por el señor Fiscal General, dada sin base argumentativa alguna.
Por ello, sostiene que todo ello indica que ha advertido y argumentado acerca del cambio
de calificación operado en la sentencia, careciendo de todo otro elemento probatorio,
fuera del informe médico forense, para ahondar en el análisis que parecen pretender los
miembros del jurado.
Con respecto a la no aceptación de introducción de nuevos motivos de casación, esgrime
que el reproche carece de sustento si se tiene presente lo establecido en el art. 466 del
CPPN, por cuanto “el escrito por el cual se recurre es el libelo donde quedan
perfectamente disecados los términos del agravio los cuales no pueden ser distintos de
los deducidos en oportunidad de interponer y fundar el recurso. En efecto, la ley no
consagra la posibilidad de introducir nuevos motivos o puntos de casación y, por lo
tanto, éstos quedan fijados en el escrito de interposición, pues una cosa es la ampliación
de fundamentos y otra de motivos”.
Agrega que el jurado reconoce el tratamiento por su parte de todos los problemas
derivados del planteo del caso, pero califica su argumentación de “escasa”.
Añade que sin ánimo de polemizar y teniendo presente que algunos de los concursantes
han reiterado los mismos conceptos, cabe tener presente las máximas citadas por el Dr.
Augusto C. Belluscio en su “Técnica jurídica
para la redacción de escritos y
sentencias”, publicado por La Ley en marzo de 2006 que expresa, en cuanto a la
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
cantidad de información que debe darse (en la sentencia), que su texto aporte toda la
información necesaria
pero que no contenga nada más que lo necesario; que las
contribuciones estén relacionadas con el tema central del escrito y finalmente, respecto a
la modalidad, se pide claridad y también
brevedad. Sobre ello esgrime que una
sentencia no puede ser confundida con una tesis de doctorado.
Respecto de los antecedentes:
Posgrado. En vez de la calificación de cuatro puntos, estima correcta la de seis puntos,
teniendo presente los dos cursos realizados –Programa Anual de Profundización en
Derecho y Magistratura Judicial en la Facultad de Derecho de la Universidad Austral y
Especialización en Derecho Internacional de los Conflictos Armados y Derecho
Internacional Humanitario, en el Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial
de la Fuerza Aérea Argentina-, al reconocerse asimismo, la realización de cursos cortos
relacionados con la especialidad y la asistencia a innumerables Congresos y Jornadas a
nivel nacional e internacional, vinculados en gran parte al Derecho Penal.
Docencia. Considera que por el ejercicio de la docencia, en lugar de asignarse la
calificación de nueve puntos, hubiera correspondido otorgar la de diez puntos, habida
cuenta que es Titular por concurso de las cátedras de Derecho Penal II y del Seminario
de Práctica Profesional I de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y de Derecho
Penal II de la Facultad de Ciencias de la Seguridad, ambas del Instituto Universitario de
la Policía Federal Argentina, sobre lo cual añade que es Director y Titular de un curso de
posgrado en la citada institución, en este caso de Derecho Procesal Penal Profundizado y
Criminalística, desde el año 1998 y haber sido Director de la Maestría en Seguridad
Pública, nombramiento este último del año 2000.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Posgrado. La calificación asignada refleja correctamente el número y carga horaria de
los cursos de posgrado acreditados por el postulante.
Docencia. Considerando que una de las materias de la especialidad en la que el
postulante es profesor titular por concurso desde el año 1993 (derecho procesal penal) se
dicta en el marco de una licenciatura en relaciones internacionales, corresponde hacer
lugar en forma parcial a su impugnación y fijar la calificación del rubro en 9,50
unidades.
5) Impugnante: CONSOLE, José.
Calificación: 133 puntos (Oposición: 55; Antecedentes: 78)
Orden de mérito: 38°
Respecto de la oposición:
El impugnante asevera que de la vista de los exámenes surge que el jurado no tuvo en
cuenta en su resolución criterios de igualdad, resultando por dicho extremo arbitraria la
corrección y evaluación integral de su examen.
El postulante manifiesta haber advertido que los exámenes pertenecientes a los
concursantes que seguidamente detalla, presentan inserciones de cualquier otro signo
diferente al número que se prevé para la prueba, con lo que resulta factible el
descubrimiento de la identidad del concursante. Ha observado exámenes que presentan
hojas escritas en una sola carilla y rayadas transversalmente en la otra, resultando ello
una evidente inserción de un signo que permite la identificación del postulante, máxime
teniendo en cuenta que los exámenes fueron en su mayoría confeccionados a mano con
lo que dejar en blanco hojas y colocarle una raya transversal constituye un signo que
permite la identificación. Además, señala que existen otros signos colocados dentro de
los exámenes como subrayados, borroneados y tachados que permitan una identificación
del postulante. El “signo” a que alude el reglamento, en su interpretación, alude sin duda
alguna a una “señal” y este concepto nos remite a entender ello como “una nota o marca
que hay o se pone en las cosas para distinguirlas”.
Es evidente que ello se encuentra cumplido en los exámenes indicados con los números:
0001 – el que además contiene la fecha – (fs. 14 vta.; 16vta; 17vta; 18, 20 vta.); 0002,
está identificado con la fecha y contiene interlineados, 0003, identifica nombre de los
integrantes del Tribunal y del Defensor y del Fiscal; 0004 – indica la fecha –, deja todos
los anversos en blanco y además contiene tachaduras a fs. 39, 41, 42, 44, 45, 48, 52, 53,
54, 55, 55, 56, 57, 58, 59, 60; 0006: Se observan tachaduras, marcas en fs. 67, 68, 70
vta., 71vta., 72, 73 vta., 74, 71; 0008: Identifica con AA, BB y CC los miembros del
Tribunal y presenta observaciones de tachaduras/marcas en fs. 83, 85, 86, 86 vta., 88, 88
vta., 89, 90, 90 vta., 99vta. y 100; 0009: Se observan tachaduras a fs. 104 y 104 vta.,
106, 106vta., 108 vta., 109, 109vta., 111, 111vta., 114, 114vta., 115, 116vta., 117, 118;
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
0010: Se observan tachaduras en fs. 125 vta. Asterisco en 127 vta.; 0011: fs. 132 y 132
vta. Marcadas; 0012: fs. 134 identifica la Sala, 135, 137 vta. (e/l) 138 vta., 140 (e/l), 141
vta., 142, 142 vta., 143,143 vta. (e/l); 0013: Fs. 148 una llamada, 0014: fs. 159 identifica
nombre de los jueces y los tacha, 0015: 167 vta., 169 vta., 171, 172, 173 vta.; 0016:
Identifica nombre de jueces a fs. 180, fs. 182vta., 184 vta., 185, 194, 195 vta., 196 vta.;
198 vta.; 0017: FS. 200, 202 Y 204 VTA.; 0018: fs. 212, 213, 214, 215, 217vta.., 221.;
0019: Se observan tachaduras y marcas: fs. 222, 223, 223vta. ,224vta. ,225 ,225vta. 226,
226vta. , 227, 227vta., 228, 228 vta., 229, 229 vta., 230, 230vta., 231 y 231vta. ; 0020:
FS. 238; 0021: Fs. 246, 249,250,(e/l) 251, 252, 254, 255 –deja en blanco reverso de
hoja; 0022: Fs. 258, 258 vta., 259 , 259 vta., 260, 261vta,. 264vta., (e/l), 265, 266 vta.,
248vta., y 269, 300 vta., 304, 305.; 0023: fs. 282, 285 vta.; 0024: fs. 299, 300 vta., 304,
305; 0025: Contiene la fecha y lugar, pág. 325; 0025: llamada fs. 315 vcta.; 0026: Fs.
318, 318 vta., (e/l), 320 (e/l), 320 vta., 321, 321 vta., (e/l), 322 vta. (e/l), 323 (e/l), 323,
vta.; 0027: Contiene la fecha y lugar pág. 325; 0028: Fs. 350 (marcado), 350 vta.
(tachaduras), 351, 351 vta., 325 vta, 353, 353 vta., 354 vta., 355 vta., 356 vta., 357, 358,
358 vta.; 0029: fs. 359 indica Número de Registro y Sala II , 0030: Fs. 372 (e/l) con
símbolos, fs. 375 idem y 376 vta-. Idem; 0031: fs. 378, 379 renglón testado e indica
número de Sala; 0033: fs. 402 identifica nombre de jueces y numero de salas fs. 410 y
410 vta.; 411 tiene marca, 0034: fs. 422 vta.; 0035. 423 identifica número de sala, 425
vta., 426, 428.; 0036: Fs. 432vta., 434, 436, 439, 442.; 0037: Fs. 444 vta., 446 (e/l), 449,
450, 451vta., 452 vta., 454, 454 vta., 456 vta.; 0039: 466 (e/l), 467 vta.; 0040: Fs. 470,
471, 471 vta., 472, 472 vta., 475.; 0041: Fs. 481,483, 484 (e/l), 485, 486 vta., 487vta.,
490, 491, 492.; 0042: fs. 493, identifica nombre de jueces A B y C y número de Sala (fs.
504 llamadas) fs. 507 asterisco; 0043: A fs. 509 identifica nombre de jueces A B y C y
número de Sala; fs. 511 vta., 512 vta, 514 y 514 vta y 520; 0044: fs. 532 – E/l y
tachaduras;fs 535 vta., 0046: fs. 551 tiene una llamada, fs. 553 tiene una marca, 554,
llamada y fs. 558 vt. Asterisco; 0047: Fs. 563 (e/l), 564, 569, 569 vta., 570 vta., 571, 574
vta, y 575.0048: fs. 576 (e/l) y 577; 0049: FS. 586 vta., 587vta, y 589 vta. Por las
razones apuntadas es que solicita la exclusión de estos exámenes.
Volviendo a la corrección de su examen, sostiene que el jurado mencionó: “Con
respecto a los fundamentos para casar el fallo, ellos se sustentan en una valoración del
cuadro probatorio no desprovista de rigor lógico”. Entiende que se coloca una valoración
negativa cuando debe afirmarse que los fundamentos utilizados para casar el fallo
presentan el rigor lógico para ello. Además, cuando se dice que “A fs. 4 cuando
desestima el dolo eventual para la tentativa, da argumentos atendibles, no obstante el
párrafo resulta demasiado escueto para un tema que ha sido largamente debatido en la
doctrina y en la jurisprudencia.”, se aparta de los parámetros contenidos en el art. 33 del
Reglamento. Antes se sostuvo que “la valoración del cuadro probatorio no desprovista
de rigor lógico” había sido bien utilizada y ahora dice que “da argumentos atendibles”
pero sostiene que el párrafo resulta demasiado escueto para un tema que ha sido
largamente debatido en la doctrina y jurisprudencia”. Como pautas para la corrección el
jurado estableció “Formación práctica: razonamiento del juzgador, construcción de las
premisas de las que se pueda inferir con lógica jurídica las conclusiones, planteamiento
correcto del caso, descripción de los hechos y de las circunstancias que los rodean,
valoración de la prueba en cuanto a su utilidad y pertinencia y la conformación lógica de
la sentencia que correspondiere. Las conclusiones lo han sido por unanimidad”. Cuando
se indicaron las pautas para el trabajo se aludió a la capacidad de síntesis para extraer los
hechos dirimentes. No fue informado, ni surge del reglamento, que el postulante debía
efectuar una trabajo voluminoso, es decir que su interpretación de lo que se pedía en el
exámen era algo concreto. Observa que la construcción de las premisas del examen
permiten inferir con lógica jurídica las conclusiones que sostiene el jurado: “da
argumentos atendibles”.
Concretamente el exámen presenta, consistencia y fundamentación jurídica, compatible
con la solución del caso propuesto dentro de los parámetros de la razonabilidad. Es más:
el jurado no menciona que se hubiera planteado en forma incorrecta, al igual que la
descripción de los hechos y la valoración de la prueba en cuanto a su utilidad y
pertinencia y la conformación lógica de la sentencia. Nótese que se ha afirmado en la
corrección que “Con respecto a los fundamentos para casar el fallo, ellos se sustentan en
una valoración del cuadro probatorio no desprovista de rigor lógico”. No cree que el
exámen tienda a que el postulante desarrolle argumentos de doctrina y jurisprudencia,
sino simplemente sus citas. Si bien son útiles a los fines de sostener el razonamiento del
postulante, no resultan dirimentes ya que conforme surge de las pautas de corrección,
entiende que se ha cumplido con las mismas.
Por tales argumentaciones entiende que merece una recalificación de 15 puntos más ya
que he cumplió con las pautas fijadas por el jurado. También obseva que no se ha
cumplido con la pauta establecida con relación al lenguaje utilizado. En ellas se
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
establece que “El Jurado conforme a la normativa vigente deja constancia que aplicará
los siguientes criterios de evaluación para atribuir el puntaje correspondiente:
1. Lenguaje utilizado: si bien no resultan pautas determinantes de la calificación, la
correcta ortografía y redacción se complementan con las demás. Dentro de esta variable
se tendrá en cuenta la precisión de la terminología jurídica, la claridad de las
afirmaciones o negaciones, la capacidad de síntesis para extraer los hechos dirimentes”.
Afirma que tales pautas no se han cumplido con su examen, ya que advierte que no se ha
tenido en cuenta “la corrección del lenguaje utilizado” conforme lo indica expresamente
el art. 33 del Reglamento y que se advierte fue omitido. Por lo que solicita se recalifique
el examen en 5 puntos más.
En cuanto a los “Conocimientos teóricos”. Las pautas fijadas fueron: “se considerará si
la norma no sólo ha sido citada correctamente sino interpretada desentrañando su sentido
y alcance, si se justifica la elección de la norma aplicable al caso, si se establece su
relación con principios y derechos fundamentales si procediere, y con la Constitución
Nacional e instrumentos internacionales, si al coexistir distintas interpretaciones
jurídicas de la norma, el postulante explica los motivos de su elección, si realizó citas de
doctrina y/o jurisprudencia teniendo en cuenta que sólo se contaba con textos legales”.
Al corregir el jurado sostiene: “A fs. 4 y 4 vta. El concursante dice “ n síntesis entender
que el alcance que se pretende efectuar de la posibilidad de incorporar el dolo eventual a
la tentativa lesiona severamente el principio de legalidad”. En realidad, se trata de una
cuestión relacionada con la doctrina penal y la posición que al respecto se adopte. En
cuanto a la reincidencia se dan atendibles razones para proponer su anulación”. Es decir
las normas utilizadas fueron citadas correctamente, e interpretadas desentrañando su
sentido y alcance. Nótese que en lo atinente a las normas no se ha objetado su
utilización. En relación con los problemas específicos referidos al caso, el jurado fijo
como pautas: “se tomará en consideración el reconocimiento y desarrollo de cada uno de
lo principales planteos, en particular los referidos a:
El dolo eventual: lo admite en la tentativa, si evaluando la prueba lo considera
acreditado. La objetición que se efectuó es “lo escueto del párrafo”, pero no lo erróneo
del mismo.
Recurso fiscal: lo admite o no, con qué fundamentos; entiende que se violó el principio
de congruencia: si o no. Aquí se dice “No hace lugar a los agravios del recurso fiscal,
pero nada dice en cuanto al tema de la admisibilidad de dicho recurso.”
Calificación: confirma o modifica. Cómo califica. Este punto está ampliamente
cumplido. Reincidencia: confirma o rechaza. Cumplimiento de pena bajo régimen de
condenado: exige límite temporal. Inconstitucionalidad de la reincidencia: declara
abstracta la cuestión, hace lugar o no. Está parte del exámen ha sido cumplida ya que
dice el jurado “En cuanto a la reincidencia se dan atendibles razones para proponer su
anulación.”
Quantum de la pena. Se ha cumplido ya que se modifica el cuantum pero no el modo,
dándose fundamentación suficiente.
Por tales razones soliciuta que en este apartado se recalifique en 10 puntos y, en
consecuencia, considera que el puntaje total estimado debe ser 80 puntos.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Solicita que se revea el puntaje sobre sus antecedentes observando que
solamente se ha tenido en cuenta un cargo desempeñado en el Poder Judicial cuando en
verdad se acreditaron tres. Con relación al desempeño como jury fueron dos períodos y
en uno de ellos intervino en el primer juicio político que se efectuó en el ámbito de la
Ciudad de Buenos Aires.
Especialidad. En cuanto a este punto señala que no se han mencionado o evaluado los
antecedentes de sus escritos presentados, la dilatada y acreditada intervención en causas
penales -en el caso de la Jefatura de División del Area de Representación Penal de la
Municipalidad con la trascendencia de casos por ejemplo “INTERAMA”–
“PARQUIMETROS BRD” entre otros. Por tal razón solicita 2 puntos más.
Posgrado. También afirma que merece corrección el puntaje asignado al rubro, ya que
la aprobación no es parcial sino total de las materias, quedando pendiente la
presentación de la tesina. Por ello solicita 2 puntos más.
Publicaciones. Entiende que el puntaje merece corrección en virtud de la cantidad y
calidad de los trabajos como el prestigio de la revista en que fueran presentados. Por tal
razón solicita 1 punto más.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
En lo que respecta a la corrección de la prueba del impugnante corresponde remitirse a
las consideraciones generales.
En cuanto a la supuesta individualización de algunas de las pruebas, cuadra señalar que
de un minucioso de análisis de cada uno de los exámenes confeccionados a mano alzada
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
no se advierte ningún signo, seña o señal que difiera de una simple tachadura o
enmienda, propia del modo manuscrito en el que fueron confeccionados los documentos.
En consecuencia, se descarta la violación del régimen de anonimato que prevé el
reglamento de concursos.
Antecedentes.
Trayectoria. El puntaje asignado refleja una correcta valoración de los antecedentes
acreditados a la luz de la pauta correctiva.
Especialidad. El puntaje asignado representa correctamente la especialidad de las
funciones acreditadas en relación con la especialidad del tribunal que se concursa.
Posgrado. La calificación asignada se corresponde con las pautas de puntuación
utilizadas para la confección del informe impugnado (v. punto I. 5. in fine).
Publicaciones. Considerando que el libro publicado no guarda relación con la
especialidad de los cargos que se concursan, la calificación asignada no se estima
reducida.
6) Impugnante: DAUDET, María Gabriela Silvina.
Calificación: 127 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 57)
Orden de mérito: 39°
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. La postulante detalla las diferencias entre el puntaje que se le asignó y el
que considera que le corresponde. Explica que le otorgaron 18 puntos por especialidad,
en función de su desempeño en el Poder Judicial. Allí se lee “10°) DAUDET, María
Gabriela Silvina: (Legajo 108): Trayectoria: Obtuvo el título de abogada el 25/10/1991.
En el Juzgado Federal de La Plata ocupó diversos cargos administrativos desde el
14/05/1992 hasta el 01/06/1995, fecha en la que fue designada Oficial Mayor Relator en
la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata hasta el 01/02/1996. Desde el 01/02/1996
hasta el 07/02/2002 ocupó el cargo de Secretaria de Juzgado Área Penal y por otra parte
fue Secretaria de Cámara Área Penal (Subrogante) en varias etapas desde el 05/08/1996
hasta el 14/08/1996, 14/05/1998 al 14/08/1998, desde el 06/07/1999 hasta el 14/07/1999,
desde el 06/09/2001 al 07/09/2001, 13/6/01 y 14/6/01, y por último desde el 14/03/2003
hasta el 21/03/2003. Desde el 02/12/1999 hasta el 07/02/2002 ocupó el cargo de Oficial
Mayor Relator Efectiva y desde el 07/03/2003 se desempeña como Secretaria de
Juzgado Adscripta Área Penal. En el Juzgado Federal de Primera Instancia N° 3 de
Lomas De Zamora desde el 06/02/2002 hasta el 07/03/2002 tuvo el cargo de Secretaria
de Juzgado Civil. En el Juzgado Federal N° 3 de La Plata se desempeñó como Secretaria
de Juzgado Interina desde el 19/05/2005 hasta el 24/05/2005 y desde esta fecha ocupa el
cargo de Secretaria de Cámara contratada en la Cámara Nacional de Casación Penal. Por
sus antecedentes, su puntaje asciende a 23 puntos, los que por aplicación de la pauta
correctiva establecida en las pautas de precalificación precedentes, para este concurso
quedan fijados en 18 puntos”.
En primer término señala que el cargo de secretaria de primera instancia que detenta en
el Juzgado Federal N° 3 es efectivo y no un interinato como consta en el dictamen
citado. En aras de una mayor claridad expositiva sintetiza los puntajes que afirma le
corresponden a la luz de los criterios de calificación explicitados por el Consejero Dr.
Luis María Bunge Campos al inicio de su informe aprobado por Resolución 414/08 de
esa Comisión.
1°- Del 14-05-1992 hasta el 1-06-1995 se desempeñó como empleada con título de
abogado, esto es, a lo largo de 3 años. Como se asignan 0,50 puntos a este antecedente
corresponden 1,50 puntos.
2°- Del 1-06-1995 hasta el 1-02-1996 se desempeñó como relatora, esto es, por 1 año.
Como se asignan 0,75 puntos a este antecedente corresponden 0,75 puntos.
3°- Del 1-02-1996 hasta el 24-05-2005 se desempeñó como secretaria de primera
instancia, esto es, a lo largo de 9 años. Como se asignan 1,75 puntos a este antecedente
corresponden 15,75 puntos.
4°- Del 24-05-2005 hasta la actualidad se desempeña como secretaria de cámara y
tomando en consideración la fecha correspondiente al inicio del plazo de inscripción en
el presente concurso: 30 de junio de 2008 se desempeña en este cargo a lo largo de 3
años. Como se asignan 2,50 puntos a este antecedente corresponden 7,50 puntos.
Todos estos puntajes parciales obtenidos en razón de cada categoría desempeñada,
sumados arrojan un total de 25,50 puntos. Aplicando la “pauta correctiva” cabe restar 5
puntos, lo que define un total de 20,50 puntos, los que reclama que le sean reconocidos.
Además agrega que se le reconocieron en el marco del concurso 159 destinado a cubrir
un cargo de juez de cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata
23,50 puntos en el mismo rubro -obtenidos previo a la aplicación de la pauta correctiva
establecida para ese concurso- puntaje que necesariamente se ve acrecentado por el paso
del tiempo en lo que hace al desempeño profesional por la permanencia en el cargo de
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
secretaria de cámara. De allí que insiste que nunca puede merecer hoy 23 puntos (antes
de aplicar la pauta correctiva), es decir, menos puntaje que el obtenido en aquél
entonces. Consecuentemente, reitera que se le otorguen en el rubro “trayectoria” 25,50
puntos, los que por aplicación de la pauta correctiva para este concurso deben ser fijados
en 20,50 puntos finales.
Especialidad. Señala que, de conformidad con lo establecido en el artículo 34, apartado
I, inciso d) del citado reglamento, en el rubro “especialidad”, el informe del Consejero
Bunge Campos dice:” Conforme las pautas de precalificación aplicadas y según lo
estipulado en las Consideraciones Generales expuestas precedentemente, por su
desempeño como funcionaria en el ámbito de la justicia federal en lo penal, en primer
término, y como Secretaria en la Cámara de Casación, además del lapso durante el cual
se desempeñó como empleada con título de abogada, se le asignan 28 puntos”.
Según se afirma en el informe que critica se han tenido en cuenta, a los efectos de la
evaluación de los antecedentes de los postulantes, las directivas que surgen del artículo
34 del Reglamento, siguiendo los criterios de precalificación consensuados por los
integrantes de esa Comisión. Así, en el informe de cita se establece que dado que el
Reglamento prevé pautas distintas para la acreditación de la especialidad según se
invoquen antecedentes en funciones en el Poder Judicial o en el Ministerio Público o en
el ejercicio privado de la abogacía o en funciones públicas no judiciales, la efectiva
adjudicación de puntaje no será automática, sino que dependerá del cumplimiento de
esos extremos. El informe continúa diciendo que “La calificación por este apartado
(especialidad) se ha diseñado teniendo en cuenta dos elementos, por un lado el tiempo de
desempeño en cargos en el ámbito del Poder Judicial o Ministerio Público y en el
ejercicio libre de la profesión; y por otro la vinculación de la especialidad de ese
desempeño con la especialidad de cargo en concurso. Así, se hace en primer lugar un
cálculo de puntaje atendiendo al tiempo de desempeño en la función judicial o en la
profesión según se explica a continuación, que es diferente de acuerdo a que el
postulante aspire a un cargo de juez de primera instancia o juez de Cámara. Luego se
establece un porcentaje de esos puntos que se adjudicarán efectivamente a los candidatos
de acuerdo al desempeño que acrediten cumpliendo funciones o actuando ante un
tribunal con determinada competencia, de acuerdo a la del tribunal al que aspiran. Así,
se tendrán en cuenta por un lado las competencias materiales ante las que puede
justificarse haber cumplido funciones o haber actuado, y ello se cotejará con las
especialidades de los tribunales para los que pueden acreditar especialidad los
interesados. La intersección de ambos factores indica el porcentaje de la cifra
inicialmente obtenida a otorgar por este rubro al postulante. En el caso especial del
presente concurso, siguiendo al efecto, en términos generales, las pautas de
precalificación consensuadas en esta Comisión de Selección, se postula como criterio
general que se otorgará el 100% del puntaje por especialidad a los magistrados que
integren cámaras o tribunales de juicio colegiados nacionales, mientras que en relación
con quienes provengan del ejercicio libre de la profesión se ponderará en mayor medida
los antecedentes de aquellos que acrediten el planteo de recursos de casación. A su vez,
cabe señalar que se aplicará un porcentual de descuento a la calificación obtenida por los
concursantes, según la valoración que en cada caso se efectúe en virtud de que se
concrete o no la acreditación de la especialidad vinculada con la competencia del
tribunal nacional concursado (cfr. lo establecido por la ley n° 26371, sancionada en
fecha 21/5/08). Ello, sin perjuicio de las particularidades que puedan presentar algunas
situaciones específicas que oportunamente se analizarán. II. La calificación inicial por el
tiempo de desempeño en cargos en el ámbito del Poder Judicial o Ministerio Público y
en el ejercicio de la profesión se hace asignando un puntaje fijo predeterminado por
tiempo de ejercicio, que varía según aumenta la antigüedad, hasta llegar a determinada
cantidad de años, a partir de la cual se suma un punto por año. A) Tratándose de la
asignación de puntos para un concurso para juez de Cámara, se realiza de la siguiente
manera debiendo complementarse con lo expuesto en las consideraciones generales del
principio. a) Concursante proveniente del Poder Judicial o Ministerio Público. A todo
funcionario judicial (sin diferenciar jerarquías) con dos años en cargo que requiera título
de abogado se le conceden quince (15) puntos; con tres años recibe diecisiete (17)
puntos; con cuatro años diecinueve (19) puntos; con cinco años de antigüedad se le
conceden veintidós (22) puntos; con seis años veinticinco (25) puntos; con siete años se
le dan veintiséis (26) puntos; con ocho años de antigüedad obtiene veintisiete (27)
puntos; con nueve años, veintiocho (28) puntos; y con diez años, veintinueve (29)
puntos. A partir de allí se le suma un punto por año hasta otorgar el máximo
reglamentario de cuarenta (40) puntos. Los magistrados -y categorías equivalentesreciben un puntaje de treinta (30), sumando a partir de allí un (1) punto por año hasta
obtener el máximo posible (40 puntos). Aquí también procede la adición de porcentajes
que varían entre el 10% o el 15% en los casos de funcionarios judiciales que hayan
actuado como empleados abogados, menos de tres años o más de tres años
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
respectivamente. b) Para el postulante proveniente del ejercicio de la profesión. Se ha
tomado como base una antigüedad en la matrícula de ocho (8) años, atendiendo al
requisito establecido en el artículo 13, inciso b), primer párrafo, de la ley 24.937. Con
dicha antigüedad se le otorgan veinticinco (25) puntos; con nueve años de ejercicio se le
conceden veintisiete (27) puntos; y con diez años, veintinueve (29) puntos. A partir de
allí se le suma un punto por año hasta otorgar el máximo reglamentario de cuarenta (40)
puntos.”. Ello sentado, señala que el puntaje que se le adjudicó resulta erróneo, puesto
que se ha desempeñado por 4 años como empleada judicial contando con el título de
abogada (desde el 14-05-1992 al 1-02-1996) y por 12 años como funcionaria judicial
(desde el 1-02-1996 hasta la actualidad y aún a la fecha de inscripción para este
concurso: 30-06-2008). Por ende, según las pautas aplicables por ser funcionaria judicial
con diez años de antigüedad corresponden 29 puntos, a los que cabe agregar un punto
por cada año adicional en el que continuó desempeñándose como funcionaria. Como en
el caso cuenta con doce años de secretaria, corresponden 29+2= 31 puntos. Pero como se
desempeñó por cuatro años como empleada con título de abogada cabe adicionar un
15% a tal cifra, el que significa en el caso 4,65 puntos más, por lo que el puntaje final
por este rubro ha de ser de 35,65 puntos (obtenidos de sumar 31 y 4,65). Señala,
nuevamente, que esta Comisión le reconoció en el marco del ya citado concurso 159
destinado a cubrir un cargo de juez de cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal
N° 1 de La Plata, en el mismo rubro 33 puntos por Resolución N° 398/07 del 10 de
octubre de 2007 que aprobó el informe presentado por los doctores Luis M. Cabral y
Diana B. Conti. Resultan aplicables aquí los mismos argumentos expuestos más arriba
para el rubro “trayectoria” por cuanto no puede bajo ningún concepto reconocerse un
puntaje inferior al establecido en el concurso N° 159, cuando a la fecha cuenta con más
años de antigüedad en el cargo. Finalmente destaca que en ambos concursos intervienen
los mismos consejeros, de allí que no cabe que vayan contra sus propios actos. Por todo
lo expuesto, solicita que en el rubro especialidad se le reconozcan 35,65 puntos.
Publicaciones. Alega que en el informe analizado se lee “Acreditó ser coautora del
Libro “Garantías y Eficiencia en la Prueba Penal” de Editorial Librería Editora Platense
año 2000. Publicó un artículo como autora llamado “Una Lectura Penal Constitucional
de la Cuestión de los Registros y la Requisa Personal” en el 2001, en la Página Web de
la Asociación Argentina de Derecho Constitucional. 3 puntos”.
Destaca que esta
Comisión le reconoció en el marco del concurso 159, en el mismo rubro 4,50 puntos, de
allí que no puede arbitrariamente para este concurso concederle 3 puntos contra lo
decidido por los mismos consejeros en aquélla oportunidad, puntaje que, por otra parte,
adquirió firmeza por no ser cuestionado por los restantes concursantes y por haber sido
aprobado por la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial. Por ello,
solicita que le sean reconocidos en el rubro “Publicaciones” 4,50 puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Trayectoria. El puntaje asignado por el precalificador denota una correcta evaluación
de los antecedentes profesionales de la postulante según la puntuación progresiva que se
prevé en el punto I. 1. del informe de precalificación (v. en especial la puntuación que
corresponde a los secretarios de juzgado durante los primeros cinco años) y la aplicación
de la máxima incidencia de la pauta correctiva.
Especialidad. La calificación acordada no se estima reducida en función del criterio
tomado para el presente concurso, sobre el cual nos hemos referido en las
consideraciones generales.
Publicaciones. Considerando los antecedentes de la postulante en función de la
cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el
marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
7) Impugnante: DELGADO, Sergio.
Calificación: 146,75 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 71,75)
Orden de mérito: 27°
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. El concursante afirma que se incurrió en un error aritmético al sumar sus
antecedentes en los distintos rubros. Estima que, por los más de catorce años en el
ejercicio libre de la profesión de abogado, y conforme las pautas generales de
valoración, le corresponden 17,75 puntos, según el siguiente detalle: 1,5 por los
primeros dos años (0,75 punto por año); 3 por los siguientes tres (1 punto por año); 6,25
por los cinco años siguientes (1,25 puntos por año) y 7 puntos por los últimos cuatro
(1,75 puntos por año). Calculados conforme la escala de fs. 5vta. del acta del 16/09/08,
por la cual informa el consejero designado, se procedió a asentar los puntajes provisorios
de los concursantes.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Por el desempeño letrado como funcionario del Ministerio Público Fiscal y del Poder
Judicial de la Nación y como Juez de Nacional de Primera Instancia conforme las pautas
generales y según la escala del acta antes citada corresponden: 2,50 por los dos años
desempeñados como Secretario de Primera Instancia entre el 26-5-86 y el 1-8-88 y 18
puntos por los cinco años y fracción superior a seis meses en los que se ha desempeñado
como juez nacional de ejecución penal de esta ciudad. Señala que, aparentemente, sólo
fueron asignados 15 puntos por este aspecto y un puntaje total por trayectoria de 21,75
puntos.
Destaca que esto último así es informado a fs. 20vta. / 21 del acta labrada al asignar
puntajes el consejero interviniente. Alega que se llegó a esa suma, por error material y
con arbitrariedad según advierte, dado que se omitió considerar la fracción superior a
seis meses en el desempeño de su actual función judicial (que correspondía sumar con el
puntaje equivalente al de un año, conforme la escala determinada en las consideraciones
generales antes citada), sumando erróneamente como sólo 1,5 puntos los 15 puntos
correspondientes al desempeño judicial. Acredita este error material la correcta
ponderación de antecedentes recientemente efectuada en el concurso nro. 173,
oportunidad en la cual fueron asignados por similares antecedentes (aunque sólo había
acreditado cinco años como juez nacional de primera instancia), 32,25 puntos, antes de
aplicar la reducción del tope reglamentario. Puntaje al que se llegó sin que se hayan
tenido en cuenta en dicha oportunidad, también por error material, dado que estaba
correctamente acreditado, los dos años como secretario de primera instancia, omisión
que ha sido enmendada en el presente concurso.
En definitiva, tomando en cuenta los antecedentes profesionales en forma cronológica y
de conformidad con las pautas establecidas en el artículo 34, apartado I), incisos a), b) y
c) el puntaje que se debe asignar por trayectoria es el siguiente: desempeño como
secretario de primera instancia (dos años): 2,50 puntos; desempeño en el ejercicio libre
de la profesión y funciones públicas relevantes en el campo jurídico (catorce años):
17,75 puntos y desempeño como magistrado de primera instancia (cinco años y fracción
mayor a seis meses): 18 puntos. De este modo el puntaje total ascendería a 38,25 puntos,
siendo aplicable sobre esta cifra la pauta correctiva establecida en las pautas de
precalificación y no sobre la de 21,75 que por lo expuesto precedentemente es errónea.
Teniendo en cuenta que la reducción no puede ser superior a cinco puntos pero que el
rubro no puede superar los 30 puntos, estos son los que, para el impugnante, debieron
ser asignados y no los 16,75 que en definitiva fueron asignados (conforme la planilla de
fs. 71). Corregir dicho error aritmético en la suma de mis antecedentes que fueron
correctamente ponderados pero mal calculados por el consejero asignado, será la
solución apropiada.
Especialidad. De conformidad con la reglamentación se afirmó haber asignado hasta
cuarenta puntos adicionales a quienes acreditaron funciones judiciales o labores
profesionales vinculadas con la vacante a cubrir. Tal es el presente caso dado que
acredita haber desempeñado durante 14 años el ejercicio liberal de la profesión de
abogado en el fuero ordinario de esta capital federal, en todas sus instancias. En dicho
ejercicio, incluso, ocurrió ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como
letrado de Carlos Alberto Montaliber, uno de los 36 casos que agrupadamente trató
dicho órgano regional en el Informe numero 2/97 relativo a la violación del derecho a
ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesto en libertad, según lo acreditan
los escritos cuyas copias auténticas presentó en prueba del ejercicio profesional, entre
otros el Incidente de Retractación de la confesión que fuera obtenida en su perjuicio
mediante la aplicación de tormentos (conforme se advierte a fs. 6 del cv268
correspondiente a los antecedentes que he acreditado). A dicha especialidad en el
ejercicio profesional suma su participación en la función pública como asesor
ministerial, precisamente en aspectos estrechamente vinculados con la casación
constitucional que integra de modo principal la competencia de los cargos concursados,
dado que asistía al Subsecretario encargado de responder a los organismos regionales e
internacionales ante los que la Argentina había sido denunciado por violación a los
derechos humanos (fs. 21 del acta ya citada), los cuatro años que asesoró al Procurador
Penitenciario de la Nación respecto de los derechos humanos de las personas privadas de
su libertad en cárceles de la Nación, cuestión también estrechamente vinculada con la
especialidad de los cargos aquí concursados y los cinco años y una fracción superior a
los seis meses durante los que ejerció funciones judiciales que estarán en el futuro
sometidas a la revisión casatoria del tribunal cuyas vocalías se concursan, además de su
desempeño actual como Secretario de la Comisión de Defensa de los Derechos y
Garantías Fundamentales de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (fs. 21
antes citada). Entonces, pese a todo su desempeño laboral debidamente acreditado
(aunque valorado con el error aritmético y omisión antes señalada), es decir los 14 años
de ejercicio liberal de la profesión de abogado, los 7 años y fracción de desempeño de
funciones como Secretario y Juez de Primera Instancia y los cinco años en los que
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
desempeñara funciones como asesor letrado, a lo que se suma el haber accedido por
concurso al cargo de Camarista en lo Contravencional y de Faltas de la Ciudad –tribunal
que hoy tiene también competencia en materia penal –, ha estado especializado en tareas
específicamente vinculadas a la competencia del tribunal que se concursa,
arbitrariamente, le han sido asignados solo 32 de los 40 puntos que corresponden por
este rubro. Se omitió en esta materia, además, considerar que acreditó haber sido
convocado como par evaluador de la Comisión Nacional de Evaluación Universitaria
(Coneau), tarea que comprendió calificar la calidad académica de los estudios de
posgrado especializados en el área de competencia del tribunal concursado y distinción
que, no obstante la calidad y extraordinarios méritos de muchos de los demás
concursantes, lo comprende de modo exclusivo, según ha podido advertir. La pauta
general de calificación por especialidad, además, ha sido arbitrariamente aplicada al
caso, seguramente por incidencia del error aritmético en la suma de los antecedentes
profesionales antes tratado, y única razón por la cual entiende posible que le hayan sido
asignados sólo 32 de los 40 puntos posibles. En la valoración del rubro correspondía
sumar un plus de un punto por año de ejercicio de la profesión acreditado. El cargo de
juez de primera instancia le otorga ya 30 puntos y 6 puntos mas por los cinco años y
fracción superior a seis meses en que viene desempañando dicha función, a los que
habría que sumar un 10 % por haber actuado como empleado con título dos años (en
realidad como Secretario de Primera Instancia), conforme establece la pauta general
indicada a fs. 7 y 7vta. del acta de evaluación antes citada, es decir 3,6 puntos
adicionales, lo que haría un total de 39,6 puntos, a los que habría que sumar los 14
puntos por antigüedad en el ejercicio profesional, que excedería con creces el máximo
puntaje asignado al rubro que, por ello, ha sido arbitrariamente denegado. Corregir esta
arbitrariedad, denotada por la falta de expresión de motivos para asignarle un puntaje de
tan sólo 32 de los 40 puntos posibles por especialidad, será la solución apropiada.
Docencia. Conforme la pauta general aplicada en la asignación de puntajes corresponde
otorgar hasta 10 puntos por el ejercicio de la docencia. La escala de valoración
informada a fs. 9 del acta antes citada propone asignar 8 puntos a los profesores adjuntos
con la misma especialidad, 6 puntos a los profesores adjuntos por designación directa y
8 a los titulares en la misma especialidad y 4 puntos a quienes acrediten 15 o más
conferencias. Pese a tener por acreditado que ejerce actualmente como profesor adjunto
regular por concurso de la UBA la docencia en la especialidad (Profesor de Elementos
de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal) desde 1997 a la fecha (once años) y que ha
sido profesor adjunto interino (por designación directa) entre 1991 y 1997, además de su
anterior desempeño dentro de la carrera docente en el Departamento de Derecho Penal y
Criminología de la Facultad de Derecho de la UBA desde el año 1986 de modo
ininterrumpido, y la docencia como Profesor Adjunto regular por concurso en el
posgrado desde el año 2001 a la fecha y por contratación directa como profesor titular
durante dos años en la Universidad de Palermo, también en el nivel posgrado y como
profesor titular, también por designación directa en la Academia Penitenciaria desde el
año 2007 y haber participado en más de 40 seminarios y jornadas nacionales e
internacionales como invitado, sólo han sido asignados 9 de los 10 puntos posibles.
Señala que ello no es lo que surge de aplicar las pautas generales a dichos antecedentes.
Sólo la suma de condición de profesor adjunto regular por concurso (8 puntos conforme
la escala de fs. 9 del acta) y profesor titular por designación directa (también 8 puntos),
supera el máximo que corresponde a la categoría. Es lo que debió ser asignado por el
rubro.
Publicaciones. Señala que arbitrariamente se tuvieron por acreditadas la intervención
como coordinador en sólo dos oportunidades pese a que, en septiembre pasado, acreditó
dicha intervención a lo largo de todo el año 2006, 2007 y los primeros 8 meses del
corriente año (es decir más de 30 números de la Revista de Derecho Penal y Derecho
Procesal Penal publicada por LexisNexis (hoy Abeledo Perrot) en los que ha coordinado
la sección de ejecución penal, que integrará la competencia del tribunal concursado.
Advierte que, por error en la carga de datos dichas coordinaciones no figuran en el
cv268 que corresponde a sus antecedentes, pero fueron presentados los documentos
respectivos el pasado 25 de septiembre al actualizar los datos. Que fueron mal contados,
por evidente error material, los 12 artículos acreditados que sí figuran en el cv268 y no
los 11 que se tuvieron por presentados. Se omitió, además, considerar como “libros” los
ejemplares de Icaro, Revista de la ejecución de la pena privativa de la libertad y del
encierro que dirije y que edita Fabián Di Plácido en esta ciudad (que hoy, aunque no se
llegó a acreditar, ha publicado su tercer número). Entiende por ello y sin perjuicio de los
mejores méritos y publicaciones de muchos de los otros concursantes, ninguno de los
cuales dirige actualmente revistas que comprenden de modo específico la competencia
del tribunal concursado como es el caso de la que dirige y de la sección que coordina en
la revista hoy publicada por Abeledo Perrot., que le corresponde el máximo puntaje
asignado al rubro y no los 7 puntos que fueran asignados con error aritmético en la suma
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
de los artículos y arbitrariedad manifiesta en la valoración que, en este rubro, carece de
fundamentos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Trayectoria. Asiste razón al postulante en tanto que la sumatoria de los antecedentes
acreditados arroja la suma de 38,25 unidades. Empero, a partir de la aplicación de la
pauta correctiva, la calificación final se debe fijar en 25 unidades, puesto que la
reducción parte del máximo puntaje del rubro -30 unidades- (v. punto I. 1. III. del acta
de precalificación).
Especialidad. En función de las pautas sentadas por el precalificador para el presente
concurso (v. en especial punto I. 2. -texto en negrita-), la calificación asignada no se
estima arbitraria ni reducida.
Docencia. La calificación asignada al rubro se ajusta a las pautas de precalificación,
puesto que el puntaje se fija en función del cargo docente de mayor trascendencia y no a
partir de la sumatoria del puntaje que hubiese correspondido a cada antecedente
acreditado.
Publicaciones. Aun considerando la omisión del precalificador en el cómputo de las
publicaciones a las que hace referencia el postulante, en función de la cantidad,
extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del
presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
8) Impugnante: DIEZ OJEDA, Augusto Marcelino.
Calificación: 137,50 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 87,50)
Orden de mérito: 35°
Respecto de la oposición:
Señala que la sola lectura del dictamen que sostiene la calificación de su prueba de
oposición hace ver la total ausencia de fundamentación. Agrega que el dictamen no
contiene argumentación y que, menos aún, se utilizaron las pautas de valoración
establecidas por las normas legales y constitucionales, que regulan el ejercicio de la
jurisdicción judicial. Advierte que no se trata de un jurado “popular” que se expide sobre
hechos por “intima convicción”, sino de un jurado “técnico” que debió fundar sus
conclusiones en las normas jurídicas que rigen el control de las sentencias. Por ello
considera que la denunciada ausencia de fundamentación priva de sustento racional al
dictamen y lo torna manifiestamente arbitrario, al impedirle conocer al detalle las
circunstancias objetivas que condujeron al jurado a restarle 50 puntos de los 100 en
juego. Añade que no puede aceptarse que los miembros del jurado hayan guardado “in
pectore” las razones por las que restaron dicha cantidad de puntos que le obstan la
posibilidad de continuar aspirando al cargo para el que concursó.
Sostiene que el señalado vacío de fundamentación no puede considerarse enmendado
por la sola enunciación de los “Criterios generales de corrección para el caso”,
enunciados al inicio del dictamen, pues el jurado carece de competencia para sustituir,
modificar o ampliar los criterios de valoración establecidos por el reglamento. Critica
que no se hayan fijado puntajes parciales que permitan efectuar un examen de
proporcionalidad y razonabilidad de la cantidad de puntos para cada una de las pautas y
controlar el acierto o error de su empleo en la calificación.
Indica que el jurado le señalo que “El postulante, al referirse a la admisibilidad de los
recursos, no alude a los problemas que plantea la admisibilidad del recurso fiscal…”.
Sostiene que más allá de que no se identifican cuáles serían a criterio del jurado los
problemas que se plantean, en su opinión, no se advierte cuestión alguna. Agrega que
tampoco afirmó el jurado que tal solución carezca de “consistencia jurídica”.
Resalta que al tratar cada uno de los agravios propició expresamente las soluciones
jurídicas que correspondían, sin que hayan sido controvertidas por el dictamen del
jurado y son coincidentes con muchos de los otros participantes que merecieron
calificaciones muy superiores.
Por ello, solicita se anule el dictamen de la prueba de oposición y se realice una nueva,
conforme pautas precisas de valoración, y para el caso de que no se hiciera lugar a lo
solicitado hace expresa reserva de accionar judicialmente y de la cuestión federal por
entender afectados su interés legítimo para acceder al cargo concursado, el principio de
igualdad ante la ley y el derecho a una resolución fundada que posibilite el ejercicio
efectivo de la defensa.
Respecto de los antecedentes:
Posgrado. Considerando que acreditó la realización de más de treinta cursos de
posgrado y seminarios, y su título de Licenciado en Criminología, entiende justo que,
por los primeros, se le asignen cuatro puntos y, por la especialización, otros seis puntos,
que hacen un total de diez.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Posgrado. Los estudios de posgrado acreditados por el postulante pueden ser asimilados
a una especialización en derecho penal, por lo que la calificación asignada no se estima
reducida. Téngase presente que otorgar un puntaje superior generaría un trato desigual a
postulantes que acreditaron antecedentes semejantes y aun más actualizados.
9) Impugnante: DIVITO, Mauro Antonio.
Calificación: 165,50 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 85,50)
Orden de mérito: 10°
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Señala que el total de 48,25 puntos no refleja correctamente su trayectoria.
Añade que le corresponderían 3 puntos por cada año como magistrado, y lleva como tal
quince años, lo que totaliza 45 puntos. A ello agrega que deberían haberse sumado los
4,75 puntos que le corresponden según el siguiente cálculo: 1,50 puntos por sus tres años
de desempeño como empleado del Poder Judicial con título de abogado; 0,75 puntos por
haber ejercido la profesión durante un año; y 2,50 puntos por haber sido Secretario de 1ª
Instancia durante dos años.
En conclusión, indica que por este ítem debería habérsele reconocido un total de 49,75
puntos, aunque por la pauta correctiva fijada, la cifra final ha sido correctamente
establecida en 26 puntos.
Especialidad. En su opinión, aquí se ha incurrido en arbitrariedad pues el puntaje
asignado no responde siquiera al cómputo de su desempeño como Fiscal de 1ª instancia,
sosteniendo que, de acuerdo con los criterios generales fijados por la Comisión, en este
ítem le corresponderían 30 puntos por su condición de magistrado, a los que debería
sumarse 1 punto por año hasta obtener el máximo posible de 40 puntos.
Señala que a su ya apuntado desempeño como Fiscal en lo Correccional debería
adicionarse que ha trabajado como empleado del Poder Judicial de la Nación durante
siete años y que cumplió más de dos años como Secretario de un Juzgado Nacional en lo
Correccional. Añade que su experiencia en la magistratura penal no se limita a los
delitos de competencia del fuero correccional, ya que desde el 1º de mayo del año 2006
se encuentra a cargo de la actualmente denominada Unidad Fiscal de Asistencia en
Secuestros Extorsivos y Trata de Personas.
Por ello, considera que su especialización para ocupar un cargo en la Cámara de
Casación en lo Criminal y Correccional no se limita a los 35 puntos que se le han
asignado y que debe ser incrementado, al menos, en 3 puntos.
Publicaciones. Entiende que la evaluación de este ítem ha sido arbitraria, ya que no
refleja adecuadamente la importancia y extensión de la labor acreditada. Advierte que no
se ha mencionado su condición de miembro del Consejo Académico de la revista del
Ministerio Público Fiscal, omisión que conduciría a incrementar su calificación, cuanto
menos hasta los 9 puntos. Añade que ha sido coordinador y coautor de los dos tomos del
“Código Penal comentado y anotado”. Indica que en relación con la parte general del
derecho penal, es autor de una nota a fallo en la que examinó distintas cuestiones sobre
tentativa y autoría -en relación, específicamente, con el delito de secuestro extorsivo-, he
realizado una nota de actualidad examinando los alcances del art. 55 del CP con motivo
de su reforma por la ley 25.928, y un comentario -en coautoría- sobre la autoría y la
participación en el fallo dictado en el juicio seguido a los miembros de las juntas
militares. Con respecto a la parte especial indica que es autor de una nota a fallo titulada
“La muerte de un coautor del robo y el derrumbe de un nicho jurídico”, publicado en la
prestigiosa “Nueva Doctrina Penal, y que en materia de derecho procesal penal, ha
publicado un trabajo sobre la regulación del proceso por los delitos de acción privada en
el anteproyecto de reforma procesal penal nacional, y una serie de notas a los fallos de la
Corte Suprema “Grisolía” y “Zenzerovich” -en relación con la garantía del juez natural-,
“Fariña Duarte” -referido al principio de congruencia- y “Casal”, sobre cuya vinculación
con el cargo al que aspiro no es menester explayarse.
Por las razones expresadas, considera que su calificación en este ítem también debería
ser incrementada, al menos en 0,50 puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Trayectoria. No generándose modificación alguna en el puntaje final del rubro, se tiene
presente la observación del postulante en cuanto al cómputo de sus antecedentes.
Especialidad. En función de las pautas sentadas por el precalificador para el presente
concurso (v. en especial punto I. 2. -texto en negrita-), la calificación asignada no se
estima arbitraria ni reducida
Publicaciones. Considerando la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las
publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no
se estima reducida.
10) Impugnante: FEDEL, Daniel Bladimiro.
Calificación: 155 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 75)
Orden de mérito: 18°
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Señala que el consejero precalificador interpretó que le corresponden
49 puntos, por lo que en atención a la pauta correctiva debían ser fijados en 26.
Considera que su trayectoria debe ser valorada en 62,50 puntos y, de suyo, la pauta
correctora debe llevar el puntaje final a 28 puntos, es decir, adicionar dos puntos
más.
Indica que ha revestido la calidad de empleado judicial con título de abogado
desde el 16 de diciembre de 1985 hasta el 1 de julio de 1986 en que fue designado
Secretario, cargo que ocupó por más de dos años, es decir que dicha fracción debió
ser valorada como 0,50 puntos. Añade que desde el 1 de julio de 1986 al 31 de
marzo de 1990 se desempeñó como Secretario, y que en consecuencia por tal ítem
le corresponden 5 puntos. Agrega que desde el 1 de abril de 1993 hasta el 2 de
febrero de 1999 se desempeñó como Fiscal General ante los Tribunales Orales en
lo Criminal de la Capital Federal, por lo cual le corresponden 21 puntos, sobre lo
cual añade que desde el 11 de abril de 1990 al 1 de abril de 1993 ejerció
libremente la profesión, y luego, desde el 2 de febrero de 1999 a la fecha de
inscripción volvió a ejercer la profesión libre, por lo que le corresponden 36
puntos.
Especialidad. Considera que el ítem debe ser elevado a la máxima valoración de
40 puntos. Destaca que ha cumplido funciones como Secretario y como Fiscal de
Cámara ante los Tribunales Orales, aspecto que releva mayormente la especialidad
de la vacante a cubrir, sobre lo cual añade que muchos de los concursantes que han
obtenido el máximo en este ítems sólo registran antecedentes judiciales con esa
competencia ordinaria mayor, otros de diferente competencia, otros de igual
jerarquía a la que el suscripto tenía, pero con competencia limitada a
interlocutorias y otros
a
competencias
menores
(correccional)
y sólo
interlocutorias. A su vez, agrega que teniendo 9 años de antigüedad como
funcionario con título de abogado, le corresponden 28 puntos o 30 puntos (al haber
ejercido un cargo equivalente a Magistrado de Segunda Instancia ante el
Ministerio Público Fiscal), agregándosele un 10 % al haber actuado menos de tres
años en cargos judiciales con título de abogado, lo que arroja 30,8 o 33. Esgrime
que a ello, se debe adicionar, por el ejercicio libre de la profesión en la
especialidad, un punto por año, de modo que siendo 12 años de ejercicio
profesional, deben adicionarse 12 puntos más.
Por ello, considera que al superar el máximo de 40 puntos, debe ajustarse el ítem a
este valor final, ya que nada justifica su reducción.
Posgrado. Indica que en este ítem el consejero estimo, con posible razón, que no
acreditó tales actividades. Sobre ello señala que en su momento se permitió la
licencia de acompañar tres concursos de oposición y antecedentes dados
oportunamente para cargos de Secretario de Primera y Segunda Instancia,
agregando que si bien técnicamente no se trata de un curso de posgrado, cabe
acotar que tal expresión no pretende abarcar otra cosa que no sean cursos con
examen que destaquen que, recibido de abogado y post tal extremo, el concursante
haya profundizado sus conocimientos.
Sostiene que no se pretende calificar sólo la mera acumulación de cursos, sino en
tanto demuestren que han servido al agente para profundizar sus conocimientos y
exteriorizarlos en un examen, es decir que tratándose de exámenes relevantes, que
presuponen necesariamente el título de abogado (y, de suyo, se trata de exámenes
de posgrado) y que tienen directa relevancia con la materia de los cargos en
concurso, razones de equidad y justicia reclaman que, al menos, sean parcialmente
considerados en este rubro, por cuanto muchos de los cursos que han calificado a
los demás concursantes no reúnen la calidad y especialidad de estos.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Por tales razones, considera de estricta equidad que sean valorados entre 1,50 y 3
puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Trayectoria. La calificación asignada resulta correcta en función de los antecedentes
acreditados por el postulante. Destácase que concursante omite considerar la puntuación
progresiva que prevén los criterios de valoración del ejercicio libre de la profesión de
abogado (v. punto I. 1.).
Especialidad. En función de las pautas sentadas por el precalificador para el presente
concurso (v. en especial punto I. 2. -texto en negrita-), la calificación asignada no se
estima arbitraria ni reducida
Posgrado. Los antecedentes que el postulante pretende hacer valer en este rubro no
guardan relación con lo que puede ser objeto de calificación en los términos del punto I.
5. de las pautas de calificación establecidas y los postulados del Reglamento de
Concursos.
11) Impugnante: FIGUEROA LEONARDI, Ana María.
Calificación: 145,50 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 95,50)
Orden de mérito: 28°
Respecto de la oposición:
Deduce que los que resolvieron por el reenvío fueron considerados muy positivamente,
por lo que le quedan grandes dudas para qué el Estado realiza el esfuerzo de crear esta
instancia de tres Cámaras de Casación Penal, si se van a continuar las prácticas de
dilaciones y recursos, para luego reenviar al a quo para que se vuelva a producir
nuevamente el mismo desgaste procesal de otro procedimiento, con la posibilidad de
nuevas sentencias arbitrarias.
Indica que no se va a renovar el Poder Judicial si la burocratización del sistema se
impone sobre la realidad, añadiendo que no habrá cambios en la justicia si se siguen
instrumentando mecanismos para que el estudiante de derecho que empezó como
meritorio, siguió como empleado, se recibió y consiguió un cargo de secretario y luego
de juez, mientras aprendió en el camino los vicios y silogismos sacramentales, sin verle
la cara al justiciable, al ciudadano común al cual se debe, sea el que tiene muchas más
chances que los abogados que ejercen la profesión.
Sostiene que esto sólo funciona a la medida de la corporación ya que si alguien como
ella, con sus antecedentes, trayectoria, acreditación de ejercicio profesional durante más
de 35 años quedo en un lugar 28, qué pueden aspirar el resto de los colegas.
Añade que la prueba de oposición era para evaluar una sentencia de casación, no era un
falso/verdadero, de manera que nadie puede pensar que cuando uno resuelve que existió
dolo por el delito de lesiones graves, no debe explicar los diversos tipos de dolo como si
fuera un examen de Penal 1 en la carrera de abogacía en una Universidad, por lo cual
sostiene que si no hay contradicciones como ocurrió en su caso, nadie puede seriamente
evaluar con 50 puntos su escrito de simulación de sentencia.
Respecto de los antecedentes:
Posgrado. Señala que el postulante Magariños es Doctor en Ciencias Jurídicas de la
Universidad Católica Argentina, razón por la cual no puede ponerse en igualdad de
condiciones con sus dos doctorados en Universidades Nacionales. Indica que no se
consideró la carrera de Maestría de la Universidad Nacional Rosario que acreditó.
Docencia. Indica que el postulante Magariños acredita actividad académica sin concurso
de oposición, antecedentes y entrevistas, en la Universidad Nacional de La Plata y en la
Universidad Católica, la cual no puede compararse con sus antecedentes, ya que es
Profesora Titular por Concurso por más de 20 años de manera ininterrumpida en la
Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Posgrado. Se confirma la calificación otorgada al doctor Magariños, puesto que, según
los criterios de calificación empleados, su calidad de doctor con tesis calificada como
“sobresaliente” amerita el otorgamiento del máximo puntaje del rubro.
Docencia. Se confirma la calificación otorgada al doctor Magariños por ajustarse a las
pautas de precalificación. Destácase que las razones esgrimidas por la impugnante en
cuanto a su eventual asimilación con el doctor Magariños en la valoración de los
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
antecedentes no tienen asidero en los hechos, desde que el nombrado ha obtenido un
puntaje menor.
12) Impugnante: GARCIA, Luis Mario.
Calificación: 166 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 91)
Orden de mérito: 9°
Respecto de la oposición:
Sostiene que la arbitrariedad del jurado se manifiesta de dos modos; a) arbitrariedad por
formular al postulante una censura por la alegada falta de conocimiento de una decisión
de la Corte Suprema que el jurado consideró dirimente y que no era tal, y omisión de
considerar los argumentos del examen por los que se demostraba que la jurisprudencia
de la Corte Suprema no es pacífica y ha resuelto de modo contrario a lo que el jurado
afirma en su censura, y b) si por hipótesis la censura fuese correcta, la arbitrariedad en la
aplicación del criterio en infracción al principio de igualdad, en tanto esa censura se hizo
sólo al impugnante y no a todos los otros postulantes a los que también les sería
aplicable.
Indica que la lectura del breve dictamen del jurado pone severas limitaciones al examen
acerca de si se han aplicado en el caso concreto, de manera consecuente, no arbitraria, e
igualitaria, los criterios enunciados por el jurado como criterios generales, señalando que
lo que se dice en el primer párrafo del dictamen, a modo de sumario de lo que ha
desarrollado en el examen, no es expresión fiel de él, sino un resumen inexacto y
descontextualizado. Señala que en la lectura del dictamen sólo ha encontrado una frase
de censura en el pasaje que dice: “interpreta que fue extratemporáneo el planteo de
inconstitucionalidad, con cita del fallo Catrilaf de Casación sin conocer que en ese
precedente la Corte sentó criterio contrario“, lo cual considera el nudo de la arbitrariedad
manifiesta y tratamiento no igualitario que imputa al dictamen del jurado.
Señala que es llamativo que el jurado no ha dedicado una sola línea a examinar los
fundamentos transcriptos en el supuesto mencionado, lo cual pone en evidencia que el
jurado no se ha atenido a los criterios fijados como criterios generales. Añade que la
doble arbitrariedad se funda en que no sólo se lo censuró con que no conocía esa
sentencia de la Corte, sino que además no se dice una sola palabra acerca de los
dictámenes y decisiones que sí citó para fundar su posición, los cuales eran pertinentes,
porque todos trataban de la flexibilización de los óbices formales a partir de la doctrina
del caso “Casal”, y mostraban lo discutido que era el punto, incluso en relación con la
introducción de nuevos agravios.
Considera que no se ha aplicado el mismo criterio de censura del jurado al resto de los
concursantes.
En cuanto al postulante CIF señala que ha desarrollado exhaustivamente las razones por
las que entendía que cabría admitir los agravios introducidos en el término de oficina, y
que no se le censuró “no conocer” que la Corte Suprema, en el mismo caso, había
revocado la sentencia de la Sala III.
Por todo lo expuesto, solicita que se revise la calificación asignada a su examen,
reparando la arbitrariedad que señala según criterios de equidad.
Respecto de los antecedentes:
Docencia. Entiende que el Consejero ha incurrido en error material de suma. Señala que
con sólo considerar los antecedentes que se tienen por acreditados y compararlos con las
tablas que obran en el informe, se advierte que correspondían reconocer ocho puntos
como Profesor Adjunto por concurso del Departamento de Derecho Penal y
Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires desde 1997,
más 4 puntos por dictado de conferencias y seminarios, lo cual ya excedía el máximo de
diez puntos. Por ello, entiende que la asignación de 9,50 puntos se trata de un error
material que debe ser corregido modificándola por el máximo de diez puntos.
Posgrado. Observa que se ha evaluado y asignado puntaje bajo el título
Doctorado/Posgrados a antecedentes de estudios y cursos que no pertenecían a la
currícula de un programa de doctorado, maestría o especialización por las que se emite
título o diploma, pero que no se ha considerado ni ordenado en ninguno de los acápites
los antecedentes del inciso m (becas, pasantías o similares en el país o en el extranjero).
Por ello, solicita que se modifique el puntaje asignado en el acápite de forma equitativa.
Publicaciones. Observa que en los criterios seguidos por el señor Consejero no se ha
hecho expreso cuál es el valor relativo de las publicaciones según su “tipo”, ni tampoco
según el número de publicaciones acreditadas. Agrega que en el informe mencionado no
hay ninguna referencia respecto de las publicaciones de ninguno de los postulantes, por
lo que ello no es el motivo central de su agravio ya que ha afectado a todos los
postulantes por igual.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
En cuanto al informe del jurado, considera que no es claro a qué se refiere la evaluación
cuando se afirma que uno de los artículos “fue publicado en dos oportunidades”.
Sostiene que la asignación de 9,50 puntos sobre un máximo de diez no aparecería
arbitraria, es sin embargo arbitraria en la medida en que el criterio de evaluación no fue
aplicado igualitariamente respecto de todos los postulantes.
Indica que a la postulante Larrandart se le asignó diez puntos con 14 publicaciones, de
ellas cuatro en coautoría o colaboración múltiple, que al postulante Magariños se le
asignó diez puntos con 20 publicaciones, de ellas cinco en coautoría y que al postulante
Mahiques se le asignó diez puntos con 22 publicaciones, de ellas cinco en coautoría.
Por ello, señala que la simple comparación con la asignación de 9,50 puntos por la
acreditación de 31 publicaciones pone en evidencia que no se ha aplicado con igualdad
los criterios de asignación de puntaje.
En definitiva, solicita que se reforme la calificación que se le ha asignado por el rubro y
se la eleve al tope legal de diez puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones particulares sobre la oposición.
Antecedentes.
Docencia. La calificación asignada refleja correctamente el cargo docente de mayor
jerarquía alcanzado por el postulante, su antigüedad en dicha función y la vinculación
con la especialidad de la vacante que se concursa. Téngase presente que los mecanismos
de valoración de los antecedentes acreditados en este ítem no siguen un criterio
acumulativo-aritmético, sino que pretenden asignar una calificación en función de la
actividad académica de mayor relevancia.
Posgrado. De una nueva evaluación de los antecedentes acreditados en el rubro se
advierte que la cantidad, extensión horaria y vinculación con la especialidad de los
cursos de posgrado acreditados por el postulante (entre los que se destacan aquellos que
corresponden al doctorado que se dicta en la U.B.A.), amerita una suba en el puntaje
asignado. Por ello, corresponde fijar la calificación de este apartado en un total de 4
unidades.
Publicaciones. Asiste razón al postulante por cuanto los antecedentes acreditados en
este rubro no se encuentran en una situación de inferioridad, tanto cuantitativa como
cualitativa, respecto de concursantes que han obtenido el máximo puntaje (v. gr.
doctores Larrandart o Mahiques). En consecuencia, elementales razones de equidad
imponen asignar el máximo puntaje del rubro (10 unidades).
13) Impugnante: GARRIGÓS DE RÉBORI, María Laura.
Calificación: 166 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 86)
Orden de mérito: 8°
Respecto de la oposición:
Manifiesta su disconformidad con la evaluación practicada. Indica que el jurado ha
omitido consignar no sólo que ha tratado todos los agravios que presentaron las partes,
con excepción de lo que no correspondía, y así fue explicado. Agrega que tampoco se ha
tenido en cuenta el extenso y detallado tratamiento acordado al tercer agravio defensista,
a raíz de lo cual propugnó la anulación parcial de la sentencia. Destaca que, si bien se
tuvo en cuenta la precisión y estrictez de la argumentación, no se consideró la falta de
desarrollos impertinentes que excedieran el objeto en trato, lo que no es un asunto
menor, ya que la sentencia no sólo se ajustó a dar respuesta a los planteos propuestos
sino que, además, resultó una pieza adecuada y de buen estilo.
Por ello, estima que la calificación acordada es exigua, y que debe ser reconsiderada ya
que se ha omitido tener en cuenta un importante aspecto a evaluar y que merece ser
apreciada con mayor puntaje.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Señala que al aplicar la pauta correctiva y realizar el descuento
establecido, corresponde asignar a este rubro la calificación de 29 puntos, en lugar de los
27 que se consignaron en el acta de referencia. Indica que a esa cifra se arriba teniendo
en cuenta que ya, desde la fecha de emisión del título de abogada, se desempeñaba como
empleada en el cargo equivalente al de relator y que, durante dos años ocho meses y 20
días que transcurrieron entre los diversos períodos en que se desempeñó como secretaria,
siguió trabajando en un cargo de empleada equivalente al de relator con título de
abogado.
Agrega que, sin embargo, para el caso de que se considerara que no corresponde evaluar
los años aludidos con el puntaje de 0.75, sino con el puntaje de 0.50, correspondiente al
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
cargo de empleado no relator/prosecretario, aún así la medición que surge del acta que
impugna es incorrecta, por cuanto se ha omitido considerar su desempeño como
empleada en los períodos entre los que trabajó como secretaria, esto es desde el 2/11/83
al 10/4/86, y del 25/10/86 al 2/2/87, lo que conforma un total de 2 años, 5 meses y 18
días, que se han omitido y por los que es del caso adicionar un punto, por lo cual los
ocho años de desempeño como empleada le asignarían la cantidad de 4 puntos, que
sumados al resto conformarían un total de 64 puntos, y aplicada la pauta correctiva a
esta cifra, la diferencia de 24.175, impone una calificación de 28 puntos.
Especialidad. Señala que de la lectura del acta en cuestión se advierte que al evaluar la
especialidad se ha considerado en igualdad de condiciones a todos aquellos que integran
cámaras o tribunales de juicio colegiados nacionales, adjudicándosenos el puntaje
máximo, añadiendo que considera que esta evaluación es un error y en tanto la perjudica
particularmente, solicita que sea modificada. Indica que de todos los postulantes que
rindieron el examen, sólo tres, a saber los Dres. Bruzzone, Mahiques y quien suscribe la
presente, actúan como jueces de recurso y, el cargo para el que concursan justamente
prevé ese desempeño. Destaca que, en su caso particular, además por haber sido jueza en
lo correccional, también se ha desempeñado como jueza de audiencia oral y, por lo
tanto, reúne, como ningún otro candidato puede hacerlo, todas las posibles exigencias de
la especialidad.
Es por lo expuesto que, si bien considera adecuado que este rubro haya sido evaluado
con la máxima calificación, solicita se reconsidere la pauta tenida en cuenta y se distinga
la diferencia y mayor especialidad que reúne en relación al resto de los concursantes.
Docencia. Estima que no se ha considerado su participación en el Programa de
Educación Judicial “Hacia Una Jurisprudencia de Igualdad”, que entiende de suma
importancia y por el que esperaba obtener una puntuación destacada. Por ello sostiene
que en el aspecto docente, esta actividad merece una mayor calificación, no sólo por la
importancia de sus contenidos, y el objetivo pretendido, sino porque estuvo dirigida a
colegas, algunos pares, y otros de mayor jerarquía funcional, añadiendo que a su juicio,
debe ser considerado como enseñanza de posgrado.
Agrega que también se ve en la obligación de señalar que pese a que se menciona su
participación como conferencista en más de veinte jornadas y seminarios sobre temas de
la especialidad, no se le ha adjudicado el puntaje que por ello corresponde, ya que de
otro modo, sumado ello a la docencia universitaria que también se reconoce y a la
indicada precedentemente, el puntaje asignado tiene lógicamente que superar la cifra de
5 puntos que finalmente se consignó en su calificación.
Por todo ello, entiende que la calificación resulta arbitraria y debe adecuarse a las pautas
previamente indicadas.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Trayectoria. Tras un análisis detallado del legajo de la postulante se puede afirmar que
el relato volcado por el consejero precalificador se ajusta a las constancias acompañadas
por la postulante. Sin embargo, de la suma de los diferentes periodos acreditados surge
una calificación final de 62 unidades, mas dicha puntuación, a la luz de la pauta
correctiva, permite confirmar la calificación final del rubro consignada en el informe
impugnado. Detalle: (12/78 a 11/82 empleada -2 puntos-); (11/82 a 11/83 secretaria de
juzgado -1,25 puntos-); (11/83 a 6/86 empleada -1,50 puntos-); (6/86 a 10/86 secretaria y
10/86 a 2/87 empleada -1,25 puntos-); (2/87 a 3/93 secretaria -3,75 puntos + 5,25
puntos-); (3/93 a 8/04 juez de primera instancia -33 puntos-), y (8/04 al cierre de
inscripción juez de cámara -14 puntos-).
Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de valoración empleados para
el presente concurso y refleja correctamente el cargo docente de mayor jerarquía
alcanzado por la postulante (adjunta interina de una materia de la especialidad con
antigüedad menor a 3 años) y su condición de docente en diferentes cursos y seminarios.
Nótese que los cursos señalados por la postulante se han visto reflejados en la
calificación, puesto que por su cargo de profesora adjunta interina con una antigüedad
menor a 3 años sólo le corresponderían 3 unidades (v. punto I. 4. del informe de
precalificación).
14) Impugnante: GORDO, Guillermo Andrés.
Calificación: 154,50 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 84,50)
Orden de mérito: 21°
Respecto de la oposición:
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Indica que se le formularon preguntas a los jurados y entre otras cosas se les preguntó en
qué sostenía la defensa el agravio referido a la arbitrariedad en la fundamentación de la
sentencia, respondiéndose que estaba referido a la existencia de un quiebre lógico entre
los hechos que se tuvieron por acreditados y la calificación escogida, añadiendo que, es
por ello que al hacer lugar al recurso fiscal y casar la sentencia en lo referido al
encuadramiento de la conducta imputada como constitutiva de tentativa de homicidio,
desaparece el agravio y por lógica nada corresponde decir al respecto.
Agrega que también formaba parte del caso que el Sr. Defensor Oficial en su recurso
“aduce que no corresponde la declaración de reincidencia, puesto que en la causa n°
234/01 del Tribunal Oral en lo Criminal n° 2, en base a la cual el júdice aplica el
instituto en cuestión, su pupilo no cumplió el período de detención necesario en calidad
de condenado, de acuerdo a lo exigido por el art. 50 del código de fondo”. Alega que la
única posibilidad que surgía era considerar que el año y medio de encierro al que se
aludía lo había sido a título de prisión preventiva y que había sido excarcelado, y que así
lo expuso en su examen, razón por la cual no considera acertada la observación que le
formula el jurado en el sentido que “advierte que el caso refería expresamente que se
había cumplido un año y seis meses de la pena”, por lo que solicita se la revea.
A su vez, considera que la arbitrariedad mayor surge de la utilización de una fórmula
genérica y dogmática para sustentar la calificación.
Señala que no se ha dicho que hubiera omitido el tratamiento de alguna cuestión,
tampoco que incurriera en alguna falla lógica en el razonamiento, ni se ha mencionado
defecto o falencia alguna, ya que la fórmula empleada no le permite saberlo, lo que la
transforma en arbitraria.
Esgrime que habiéndose incurrido en arbitrariedad manifiesta en la corrección al no
haber explicitado las puntuales razones que sustentan la nota impuesta, solicita se revise
la calificación que le correspondiera.
Respecto de los antecedentes:
Publicaciones, docencia y posgrado. Señala que debido a su tarea como magistrado,
especialmente aquella vinculada al juzgamiento de la causa “AMIA”, no ha podido
llevar a cabo ninguna clase de investigación seria destinada a ser plasmada en uno o más
artículos o libros, sino que lo ha hecho en las sentencias que ha puesto a consideración
de la Comisión. Igual reflexión presenta en lo que respecta a la actividad docente y de
posgrado.
Es por eso que viene a solicitar que, al menos en lo que a él respecta, se dejen de lado las
estrictas pautas establecidas en los artículos 34 y 35 del Reglamento de Concursos
vigente y se reconsideren sus antecedentes en forma integral.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes académicos.
La calificación de los diferentes rubros de ítem se corresponden con las pautas de
calificación empleadas en presente concurso, por lo que promover una distinción como
la que requiere el postulante implicaría crear una regla de valoración individual que no
se compadece con el tratamiento igualitario que debe regir todo concurso público.
Sin perjuicio de lo decidido, las circunstancias expuestas por el postulante, que resultan
de público conocimiento, podrían ser evaluadas, de ser convocado, en el marco de las
entrevistas personales con la Comisión.
15) Impugnante: HERGOTT, Oscar Alberto.
Calificación: 145 puntos (Oposición: 60; Antecedentes: 85)
Orden de mérito: 29°
Respecto de la oposición:
Entiende que el puntaje asignado no refleja concordancia con la valoración previa que
los miembros del jurado realizan del ejercicio, ya que si “se trata de un examen
aceptable” no se entienden las razones para calificar con 60 puntos. Indica que todos los
puntos señalados por el jurado fueron sustanciados y que la argumentación relacionada
con las pautas de mensuración de la pena se estructuró con las limitaciones de los datos
que proporcionó el examinador.
Entiende que se ha producido una trasgresión del reglamento en tanto que el dictamen es
contradictorio y arbitrario, y en base a ello solicita se le aumenten 15 puntos.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Esgrime que el método matemático ha sido erróneo y falso. Indica que se
omitió evaluar el ejercicio de la abogacía como práctica profesional desde 1976 hasta
1983. Señala que se adicionó la función electiva que cumplió en 1983 desprendiéndola
del ejercicio de la abogacía, sin evaluar la primera, y sumando la segunda a la actividad
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
judicial. Por ello, sostiene que la falta de adecuada valoración y la ausencia de un
adecuado cómputo de antigüedad y separación de funciones, quedó proyectado en el
puntaje de 28 puntos. Sostiene que el cómputo correcto asciende a 30 puntos.
Especialidad. Alega que la evaluación refleja la ausencia de motivación y que sin
razones ni argumentos se lo calificó con 38 puntos.
Posgrado. Indica que no se advierte cuál fue el fundamento para reducir el puntaje sobre
el ítem, por lo que a su calificación de 8 puntos se le debe adicionar una unidad debido
a que no posee título de doctor hasta el presente.
Docencia. Señala que constituye un acto arbitrario omitir funciones docentes honoríficas
que acompañan la capacitación de los abogados que integran la administración de
justicia en general. Por ello, reclama el máximo puntaje.
Publicaciones. Señala que el postulante Morin obtuvo 7 puntos cuando su producción
literaria fue la coautoría de un libro y la publicación de 5 artículos, y frente a ello solicita
la igualdad de armas ya que ha publicado artículos en un libro de Colección de Análisis
Jurisprudencial en coautoría. En definitiva, solicita se le agreguen 4 puntos a la
calificación asignada (8 puntos en total).
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Trayectoria. Asiste razón al impugnante en cuanto a que el precalificador omitió
computar su desempeño en el ejercicio libre de la profesión entre los años 1976/1983.
Empero, si se le aduna al puntaje total (62,50 puntos) las 7 unidades que corresponden
por ese desempeño (69,50 puntos), por aplicación de la pauta correctiva, la calificación
final se mantiene en 28 unidades.
Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Posgrado. La calificación asignada se corresponde con los criterios de calificación
contenidos en el punto I. 5. del informe de precalificación. A más, señálase que las
últimas tres unidades del rubro se encuentran reservadas para quienes acrediten su
condición de doctor en derecho.
Docencia. La calificación asignada refleja una correcta aplicación de los criterios de
valoración de antecedentes, pues el desempeño docente de mayor jerarquía alcanzado
por el postulante es el de profesor titular, por concurso, de una materia de la especialidad
con antigüedad menor a tres años (v. punto I. 4. del informe impugnado).
Publicaciones. Considerando la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las
publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no
se estima reducida. En lo que respecta a la puntuación del postulante Morín, nótese que,
además de varios artículos, acreditó la publicación en coautoría de un libro de la
especialidad.
16) Impugnante: JANTUS, Pablo.
Calificación: 161 puntos (Oposición: 85; Antecedentes: 76)
Orden de mérito: 14°
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Advierte que en la calificación de antecedentes se decidió efectuar una
pauta correctiva de cinco puntos con relación al máximo de treinta. Señala que en el
concurso para cubrir el cargo de juez de Cámara Nacional de Apelaciones en lo
Contencioso Administrativo Federal, se utilizó como máximo de corrección tres puntos
y no cinco, con lo que de haberse utilizado ese criterio, al suscripto se le hubiesen
reconocido 29 puntos y no 26 como se decidió. Por ello solicita se le reconozcan 29
puntos en este rubro.
Especialidad. Indica que son varios los argumentos para sostener que le corresponde el
máximo previsto de 40 puntos y no los 37 que se le asignaron. Sostiene que el criterio
utilizado para fijar el puntaje no es el que se utiliza habitualmente como pauta de
interpretación del reglamento. Señala que en el concurso n° 190 se establece que los
magistrados y categorías equivalentes reciben un puntaje de 35 puntos y a partir de allí
se suma un punto por año hasta obtener un máximo de cuarenta.
Considera que según el sistema ideado para calificar, le corresponderían 39 puntos si se
valora su trayectoria y especialidad como funcionario judicial y magistrado, y que puede
requerir que a esos treinta y nueve puntos se añada un punto más por especialidad y, en
consecuencia, se le atribuyan los cuarenta puntos que reclama.
Docencia. Indica que su cargo como juez de un Tribunal Oral de Menores de esta ciudad
exige una dedicación exclusiva que le impide desarrollar otro tipo de actividades como
puede ser la docencia. Señala que cuando asumió en el Tribunal mencionado daba clases
de Derecho Procesal en la comisión a cargo de la Dra. Stella Maris Martínez y tuvo que
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
dejar de hacerlo por la actividad que insume el órgano colegiado del que forma parte.
Añade que pese a ello, con esfuerzo, ha podido dar algunas conferencias y dar clases en
el curso de posgrado de la Asociación Argentina de Psicología Forense en la
especialización de psicólogo forense que esa institución dicta. Sostiene que la
desigualdad que existe entre un juez de mayores con un juez de menores, se traduce en
la ponderación de antecedentes en una merma considerable. Agrega que muchas de las
conferencias mencionadas han sido en realidad clases de derecho penal juvenil
informales a operadores del sistema que no son profesional del derecho y que, sin
embargo, tienen una importancia fundamental en el funcionamiento del área. Por esas
razones, sostiene que no habiéndose tomado en cuenta las características de aquél
desempeño docente y las reales posibilidades que deja la actividad jurisdiccional de un
tribunal oral de menores para acumular puntaje, al menos, se le deberían aumentar dos
puntos en el ítem.
Posgrado. Por las mismas razones enunciadas en el ítem docencia, solicita que, al
menos, se aumenten dos puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Trayectoria. En lo que respecta a la crítica dirigida a la incidencia máxima asignada a la
pauta correctiva en el presente concurso, corresponde remitirse a las consideraciones
generales.
Especialidad. Si bien esta subcomisión comparte el criterio sostenido por el consejero
precalificador para valorar los antecedentes del rubro -v. punto 2 de las consideraciones
generales-, advierten los suscriptos que en el presente caso se ha omitido considerar que
el desempeño jurisdiccional acreditado se corresponde con el cargo de juez de cámara.
A ello se le aduna que la función que en la actualidad ejerce el impugnante abarca la
totalidad de la competencia material del tribunal que se concursa, puesto que su actual
jurisdicción se proyecta sobre procesos en los que se encuentran penalmente
involucrados menores.
Dichas circunstancias ameritan una nueva evaluación de los antecedentes que conforman
el rubro y, en ese sentido, sumando el desempeño del postulante como secretario de
ambas instancias (13 años) al que registra como juez de cámara (7 años), por estricta
aplicación de los criterios expuestos en el punto 1. 2. del informe cuestionado, la
calificación final debería ascender a la suma de 39 unidades. Sin perjuicio de lo
expuesto, a efectos de mantener un distingo con postulantes que acreditaron un
desempeño más extenso en el ejercicio de la jurisdicción, proponemos fijar la
calificación definitiva en 38 puntos.
Docencia. Si bien resultan atendibles las razones expuestas por el impugnante, la etapa
del procedimiento que motiva nuestra intervención sólo prevé la asignación de puntaje a
partir de los antecedentes acreditados. Con base en lo expuesto y siendo que la
puntuación asignada que refleja una correcta aplicación de las pautas de valoración
plasmadas en el acta de precalificación, corresponde confirmarla.
Posgrado. Considerando la cantidad y extensión de los cursos individuales de posgrado
de la especialidad acreditados por el postulante -entre los que cabe destacar el cursado y
aprobado en la U.C.A. que consta de un año de duración (v. fs. 15 del legajo del
postulante)-, resulta procedente fijar la calificación definitiva del rubro en 3,50 unidades.
17) Impugnante: LLERENA, Patricia Marcela.
Calificación: 159,50 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 89,50)
Orden de mérito: 15°
Respecto de la oposición:
En cuanto a la observación que realiza el jurado sobre la argumentación de la pena,
indica que de conformidad con la consigna del caso planteado no se podían modificar
los hechos descriptos. Señala que en la descripción del caso no se menciona ningún
elemento que permitiera valorar las circunstancias personales de la persona sometida a
juzgamiento. Arguye que al momento de motivar la pena se tuvieron en consideración
los extremos previstos en el art. 41 del Código Penal. Agrega que los demás elementos
no fueron ponderados en forma expresa por haber merecido su tratamiento al momento
del análisis de la base fáctica y de la calificación.
Con respecto a la corrección: “Hace lugar al recurso fiscal porque el tribunal fue más
allá de lo pedido, en este punto también la argumentación es escasa…” señala que en el
examen se mencionaron las incumbencias del Ministerio Público Fiscal, según artículo
1° de la Ley 24.946, la posibilidad de que el Fiscal recurra a favor de la persona
imputada o condenada, con cita de legislación internacional; y la referencia de que al
invocarse se presentaría una causal de arbitrariedad en la sentencia.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Agrega que con respecto a la declaración de reincidencia, luego de efectuar algunas
apreciaciones sobre el plazo de cumplimiento parcial de pena indicado, se sostuvo que
“en consecuencia, no surgiendo por defectos del órgano encargado de certificar que
Fernández hubiese cumplido pena como condenado y bajo los parámetros de la Ley
24.660…”, por lo que en la respuesta no se desoyó que se había establecido que el
cumplimiento parcial era de la pena, sobre lo que agrega que la respuesta a este punto
fue que a los fines de la reincidencia se debía cumplir pena como condenado y bajo los
parámetros de la Ley 24.660.
Con respecto al artículo 31 del Reglamento para los Concursos considera que indica un
solo camino lógico y procesalmente correcto, el de afrontar y resolver primero la
admisibilidad del recurso, para luego, con los alcances de esa decisión, resolver sobre la
violación al principio de congruencia.
Por ello, se considera con derecho a reclamar un alza en el puntaje otorgado a la prueba
de oposición, conforme la estimación que se considere justa.
Respecto de los antecedentes:
Posgrado. Entiende que no se han evaluado correctamente las dos Becas obtenidas.
Agrega que tampoco se valoró la Beca concedida por la Fundación Carolina, la
Universidad Carlos Tercero de Madrid y la Universidad de Buenos Aires, como
consecuencia de la que se llevó a cabo un trabajo que mereció la calificación de 9,50
puntos. Por lo tanto, estima adecuado a derecho reclamar tres puntos adicionales en el
rubro.
Docencia. Entiende que si se efectúa la suma conforme las pautas establecidas, debería
tenerse por acreditado 10 puntos. Señala que el límite de 10 puntos es sobrepasado, aún
sin contar el ejercicio de docencia como profesora invitada.
Agrega que tampoco se ponderó que integra el cuerpo Docente en Materia de Derechos
Humanos de la Escuela Superior de Guerra, Ministerio de Defensa. Por lo tanto,
entiende que debería ser asignado el puntaje máximo de diez puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Posgrado. Considerando que los últimos tres dígitos del rubro (8, 9 y 10 puntos) se
encuentran reservados para quienes acrediten su condición de doctor en derecho, se
confirma la calificación asignada.
Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de puntuación expuestos en
el punto I. 4. del informe impugnado, puesto que refleja la función docente de máxima
jerarquía alcanzada por la postulante.
18) Impugnante: MAHIQUES, Carlos Alberto.
Calificación: 173 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 98)
Orden de mérito: 5°
Respecto de la oposición:
Considera que las observaciones incluidas en la corrección no permiten un análisis
circunstanciado de las eventuales insuficiencias o errores que impidieron acceder a una
más alta puntuación y consecuentemente a explicitar un agravio fundado sobre el punto.
Señala que el único déficit manifestado por los evaluadores fue: “las citas doctrinarias
son escasas”, por lo que considera que dicha circunstancia no puede justificar una
reducción del 25 por ciento de la calificación posible como ha sucedido en su caso.
Añade que no faltó en su examen la invocación de la doctrina que entendió pertinente y
adecuada para fundar la resolución, y que la evaluación de la prueba de oposición en un
concurso para acceder a la magistratura no se demuestra sólo a través de la cita y la
exhibición de conocimientos teóricos, sino también a partir del adecuado empleo de
aquellos que hacen a la composición del juicio prudencial que funda la resolución justa
del caso judicial.
Con respecto al concursante ERU, señala que su calificación fue de 85 puntos a pesar de
que su examen mereció una consideración final de muy similares términos. En cuanto al
concursante NEO, señala que se le otorgaron 95 puntos ponderándose como pauta
positiva su decisión de no reenviar la causa a la instancia de origen, lo cual también
decidió el impugnante en su examen exponiendo las razones.
Por lo mencionado, solicita la reconsideración de la evaluación en este ítem, por
entender que la reducción del puntaje en la forma efectuada configura técnicamente
arbitrariedad.
Respecto de los antecedentes:
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Posgrado. Señala que su calificación mereció 9 puntos por su condición de Doctor en
Ciencias Jurídicas y su participación en diversos congresos y seminarios nacionales e
internacionales. Añade que de acuerdo a las constancias obrantes en su legajo, la defensa
y la tesis doctoral fueron calificadas como “sobresaliente diez (10)”.
Indica que a los postulantes MOL y PON, en igual condición, se les asignó el puntaje
máximo. Agrega que ha acreditado su intervención en más de quince cursos de
posgrado. Solicita que un curso de posgrado realizado en el extranjero sea evaluado
como un equivalente a una especialización en Magistratura Judicial de una Universidad
Nacional. Es por ello que solicita su re-categorización en este rubro y un puntaje final de
10 unidades.
Docencia. Indica que ha obtenido 9 puntos. Estima que los antecedentes agregados a su
legajo habilitaban la obtención de 10 puntos.
Alega que ha cumplido tanto con el requisito de ser profesor titular por designación
directa como con el de haber resultado conferencista en 15 o más oportunidades, todo
sobre la especialidad para la que se concursa, por lo que señala que se totalizarían 12
puntos, que por imperio del límite normativamente fijado debe reducirse a los diez
puntos que es el máximo previsto.
Advierte que no se ha cuantificado su intervención como profesor universitario visitante
en las universidades de Poitiers y Florencia, e invitado en las universidades de Paris I,
Padova, Salerno y Ferrara.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Posgrado. Habida cuenta la condición de Doctor en Ciencias Jurídicas acreditada por el
impugnante y considerando que su tesis doctoral fue calificada con nota diez,
corresponde modificar la puntuación del rubro y elevarla a 10 unidades.
Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de puntuación expuestos en
el punto I. 4. del informe impugnado, puesto que refleja la función docente de máxima
jerarquía alcanzada por el postulante.
19) Impugnante: MARTINEZ LEDESMA, Horacio Alberto.
Calificación: 112 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 62)
Orden de mérito: 43°
Respecto de la oposición:
Entiende haber abordado y resuelto los temas sometidos a examen de modo sustentable
conforme los hechos y su derivación al derecho vigente, fundando en jurisprudencia de
la CSJN, de Casación Federal y Provincial, doctrina y citas históricas.
Agrega que ha inspeccionado el fallo en el marco de las garantías constitucionales del
debido proceso y la defensa en juicio.
Por ello, solicita se haga lugar a la impugnación que impulsa por existencia de
arbitrariedad, derivada de insuficiente valoración de la prueba escrita, y se otorgue
puntaje mayor.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Señala que previo a su regreso al poder judicial, en la Provincia de Buenos
Aires, desempeñó cargos en la función pública como abogado que no fueron
considerados.
Especialidad. Señala que en 1998 fue ternado para el cargo de Director Nacional de
Medios Alternativos para Resolución de Conflictos del Ministerio de Justicia y Derechos
Humanos de la Nación. Agrega que desde 1998 concursó ante el Consejo de la
Magistratura de la Provincia de Buenos Aires postulándose en el fuero penal.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes. La calificación asignada denota una correcta valoración de los
antecedentes que la Comisión ha tenido por acreditados y la incidencia de la pauta
correctiva.
Trayectoria y Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
20) Impugnante: MORIN, Daniel Emilio.
Calificación: 163,50 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 88,50)
Orden de mérito: 11°
Respecto de los antecedentes:
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Posgrado. Indica que ha realizado 14 cursos de posgrado, todos vinculados
específicamente a la vacante a cubrir. Señala que no fueron tomados en consideración
los cursos que ha realizado en el ámbito de la Carrera Docente de la Facultad de
Derecho de la UBA, y que resulta pertinente la comparación con el postulante Arnedo
quien, de acuerdo lo que surge del resumen de sus antecedentes, ha realizado tres cursos
en el ámbito del posgrado de doctorado de la Facultad de Derecho de la UBA; un curso
en la Carrera de Especialización en Derecho Penal de la misma facultad; tres seminarios
que no se encontraban insertos en una carrera o un doctorado y un seminario
internacional, y que pese a ello ha sido calificado con 7 puntos.
Por ello, considera que la comparación efectuada demuestra que se le deben otorgar al
menos dos puntos suplementarios por estudios de posgrado a fin de salvaguardar la
pauta de igualdad antes destacada.
Docencia. Señala que tal como consta en su legajo es Profesor Adjunto por concurso del
Departamento de Derecho Penal de la Universidad de Buenos Aires, desempeñándose
concretamente como profesor de la materia del Ciclo Profesional Orientado denominada
Teoría General del Delito y Sistema de la Pena; es Profesor Titular por contrato de la
materia Técnica de Resolución de Casos Penales perteneciente a la Carrera de
Especialización en Administración de Justicia del Departamento de Posgrado de la
Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires; ha sido Profesor Adjunto
interino por más de quince años en la misma facultad, lapso en el que fui profesor de la
materia Elementos de Derecho Penal y Procesal Penal; ha ingresado por concurso y
obtenido el cargo máximo de la carrera docente en la Facultad de Derecho de la UBA; y
ha sido conferencista en ocho ocasiones no sólo en el ámbito local sino también en el
extranjero.
Destaca que destacar que ha sido disertante en la Conferencia sobre la Implementación
de la Convención contra la Corrupción de Funcionarios Públicos Extranjeros en las
Transacciones Internacionales, que ha sido disertante en el Coloquio Iberoamericano
Obstáculos
Institucionales
que
Limitan
las
Funciones
de
los
Organismos
Gubernamentales de Combate a la Corrupción. Por ello entiende que se le debe otorgar
el máximo del puntaje previsto por docencia.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Posgrado. La calificación asignada se ajusta a las pautas de precalificación consignadas
en el acta impugnada (v. punto I. 5.), a lo que cabe agregar que los cursos que se
realizan en el marco de la carrera docente son valorados dentro del desempeño del
postulante en el ámbito docente, por lo que una valoración específica en este rubro
implicaría una doble apreciación del antecedente.
Por otra parte, destácase que la diferencia de puntaje con el postulante Arnedo obedece
a que éste es alumno del doctorado que se dicta en la U.B.A., dedicado a la producción etapa de investigación- de su tesis doctoral.
Docencia. La puntuación asignada se ajusta a las pautas de calificación obrantes en el
punto I. 4. del informe impugnado. A más, destácase que la designación del postulante
como profesor titular ha sido mediante designación directa.
21) Impugnante: NIÑO, Luis Fernando.
Calificación: 169 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 89)
Orden de mérito: 6°
Respecto de la oposición:
Indica que en su escueto informe sobre su prueba escrita, el jurado realiza cuatro
afirmaciones claramente erróneas, en base a las cuales tasa su labor con ochenta puntos.
El jurado afirma que “El postulante.....valora la conducta e impone el máximo de la
pena...”. Sobre ello, sostiene que cualquier lector de su prueba escrita puede apreciar
que, “tras adoptar expresamente la vía de procedimiento que, en reiteradas ocasiones,
concretó la ya mencionada Magistrado, Dra. Ángela Ledesma, consistente en resolver,
sin reenvío, por entender que la aplicación automática al caso del art. 471 del CPPN
debe decaer ante la imperatividad de la normativa iushumanista regional relativa al plazo
razonable”, con cita de dos casos jurisprudenciales al efecto, dando “por probados todos
los extremos fácticos no discutidos por las partes y acreditados en base al arsenal
probatorio reunido, sobre el que tampoco se han suscitado cuestiones entre aquéllas” (fs.
9 vta.), y tras analizar los diferentes escalones dogmáticos de la Teoría del Delito
aplicados al caso, recalifiqué la conducta, afirmando que “nos encontramos frente a una
conducta típica de lesiones graves, antijurídica y culpable, rigiendo los artículos 45 y 90
del ordenamiento penal sustantivo” (fs. 10 y vta.).
Añade que en el considerando VI de la resolución la cuestión abordó la determinación
judicial de la pena, agregando que desde el tercer párrafo de ese considerando
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
preanunció que la resolución que escogería sobre ese tópico sería “similar a la adoptada
por los jueces Zaffaroni (en el fallo “Argul”) y Maqueda (en el fallo “Tejerina”)...”, lo
que habría de permitirle salvar “la aparente trasgresión a la regla del artículo 41 “in fine”
del Código Penal, y, que consecuentemente, luego de la evaluación de las circunstancias
que rodearon el hecho, plasmó, con meridiana claridad gramatical, ortográfica y
caligráfica el siguiente párrafo: “tales parámetros me conducen a situar la medida del
reproche, provisoriamente, en el mínimo de la escala prevista para tal especie delictiva”,
agregando a ello que expresó allí “provisoriamente”, ya que le faltaba “enfocar el tema
de la reincidencia”, tema que da lugar a otra de las afirmaciones inexactas incluidas en el
informe del jurado de concurso. Esgrime que tras abordar tal asunto, sostuvo, con la
misma meridiana claridad: “por tales consideraciones, no he de variar la postura
provisoriamente asumida, en torno a la adopción del mínimo de la escala penal prevista
para las lesiones graves”, explicando a continuación que tal determinación “aventa,
pues, como dejara previamente consignado, toda objeción acerca de la ausencia del
requisito de la audiencia “de visu” reglada por el cuerpo de leyes precitado”, con nueva
alusión a los votos minoritarios de los ministros de la Corte, Dres. Zaffaroni y Maqueda
(fs. cit.). Agrega que en el punto 3 del decisorio propuesto al pleno del Tribunal,
propició condenar al imputado del caso analizado, a la pena de un año de prisión, vale
decir, el mínimo de la pena prevista para las lesiones leves, “sanción que se da por
compurgada por el tiempo de prisión preventiva sufrida por el nombrado” Por ello alega
que el jurado tasó su prueba sobre la base de una afirmación absolutamente inexacta ya
que no sólo resolvió condenar al mínimo de la pena, sino que explicó detalladamente los
motivos de su razonada decisión.
Sostiene que la segunda aseveración del jurado que no se corresponde con la realidad, es
la que sostiene que “con relación al planteo de la inconstitucionalidad de la reincidencia,
a su criterio es “extemporáneo”...”, por cuanto señala que no sólo dedica un párrafo
aparte a la inclusión de ese agravio, sino que señala que “su introducción -formalmente
tardía-”, merece tratamiento “toda vez que se cuestiona un instituto como el de la
reincidencia, por su virtual contradicción con principios constitucionales tales como los
de legalidad y culpabilidad”, por lo cual “cualquier rigor formal en la consideración de
preceptos tales como el contenido en el art. 463 “in fine” del código de forma en vigor
debe ceder, dando lugar, si se compagina con la solución final del caso, al tratamiento
del agravio en cuestión”, con mención del voto de la Dra. Ledesma en el caso “Catrilaf”.
Agrega que dedicó a la cuestión de la reincidencia un meduloso desarrollo incluido en el
parágrafo VI, que arranca con la frase “Corresponde ahora...” y concluye con la frase
“de ese órgano jurisdiccional federal”, glosado con cita del criterio sobre el particular
del ministro Zaffaroni de la CSJN y la magistrado Ledesma (CNCP, Sala III).
Señala, como tercera inexactitud, también absolutamente contraria a la trama textual de
su prueba escrita, la relación que el jurado predica entre el supuesto carácter
“extemporáneo” del planteo de la inconstitucionalidad de la reincidencia con su decisión
de casar la sentencia y con el criterio de la necesidad del cumplimiento de los dos tercios
de la pena para estimar reincidente a un individuo, ya que sostiene haber demostrado en
el parágrafo anterior que no juzgó “extemporáneo” el planteo alusivo a la reincidencia,
sino sólo formalmente “tardío, pero eficaz”. Suma a su argumento que la decisión de
casar la sentencia de ninguna manera se vincula con el instituto de la reincidencia, sino
con la violación de principios tales como el de la imparcialidad del juzgador, al
pronunciarse ultraactivamente, expidiéndose “con una carga punitiva superior a la
reclamada por la parte acusadora”, en base a una “calificación que -objetiva y
subjetivamente- difiere grandemente de la escogida por el acusador público”, con lo que
“se hace trizas el principio de contradictorio, se desvirtúa la igualdad de armas, se hace
tabla rasa con los principios elementales del debido proceso que la Constitución y el
bloque de constitucionalidad imponen”.
Cree llamativa la absoluta confusión conceptual en este punto, pero aclara que, no ha de
solicitar, como le consta que lo hicieron otros concursantes en pasados concursos ante
situaciones análogas, la convocatoria a consultores técnicos, porque confía en que estos
errores y confusiones inesperados serán resueltos por el jurado o, comoquiera que sea,
dentro de la propia mecánica reglamentaria del Honorable Consejo.
A todo lo mencionado, añade que la cuarta afirmación objetivamente desacertada es la
que reza: “Se advierte que aborda un tema no introducido en el caso, la prisión
preventiva”. Sobre ello, señala que si la consigna que clausuraba el caso sometido a
análisis disponía que se “deberá partir de la base de que la totalidad de los hechos se
encuentran probados tal como se explicita”, y en el planteo de dicho caso queda
expresado que el imputado resultó detenido el día del hecho -10 de junio de 2005- sin
que exista referencia alguna a su suerte respecto de una eventual concesión de
excarcelación, del mismo caso se extrae, por respeto a aquella consigna, que el
encartado de referencia llevaba, a la fecha de resolución ideal de aquél, el 19 de agosto
próximo pasado, más de tres años de prisión preventiva, agregando que luego, el tema de
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
la prisión preventiva, pauta tomada en consideración por quien suscribe para decidir la
recalificación y la asunción de una resolución de fondo en lugar del reenvío, estaba
introducido en el caso, desvirtuándose la expresa afirmación del jurado respecto de que
no lo estaba.
Añade que en concreto, evitar la incursión en un tópico como el del dolo eventual, en un
caso como el que se planteara en el concurso, cuando se trataba de una construcción
cuya indebida introducción por parte del tribunal a quo ha dado lugar a la casación de
esta última, lejos de representar un demérito, debe entenderse como una muestra de
coherencia funcional. Indica que como se aprecia tras la simple y completa lectura del
considerando II de su prueba de oposición, consignó desde un primer momento que
“Para una mejor inteligencia de este voto, he de reordenar los agravios de las partes
recurrentes. En tal sentido, cuadra situar en primer plano el cuestionamiento introducido
por el Sr. Fiscal General, sostenido en esta sede por el representante de ese Ministerio
Público, alusivo al cambio de calificación concretado por el Tribunal Oral en lo
Criminal n° 3, al condenar por homicidio en grado de tentativa”, agregando que, también
dejó explicitado, “a partir de tal postura...” -la de casar la sentencia por falta de
imparcialidad del juzgador- “...decaen en su vigencia los reparos efectuados por la
defensa del imputado Fernández relativos a vicios de motivación en la sentencia, errada
calificación legal de la conducta, arbitrariedad en la dosimetría judicial y equivocado
tratamiento del instituto de la reincidencia.”
Esgrime que un Juez de la Cámara de Casación razona de esa manera, que cualquier
desarrollo adicional no pasará de ser, en el mejor de los casos, un obiter dictum, y que si,
por el contrario, se entiende que la grosera trasgresión a la dinámica procesal vigente en
nuestra ley procesal exhibida en el planteo del caso debió ser motivo de un análisis de
fondo, se entra en contradicción con lo que se pretende al requerir la resolución
adecuada al caso, y ello permite hablar, una vez más, de arbitrariedad, la cual sostiene
que también ha ocurrido aquí, señalando como ejemplo los concursantes con mayor
puntaje en la oposición, sobre los cuales sostiene que se les celebra, con parecidos y
elocuentes términos laudatorios, haber ingresado en el examen de los distintos temas que
plantea el caso, incluyéndose expresamente en la evaluación el tratamiento de la
cuestión del dolo eventual en el primero y tercer informe, tan luego el tópico que fuera
indebidamente introducido por el tribunal que sentenció, lo cual le cuadra advertir que
una de las pautas adoptadas para calificar las pruebas en cuestión deviene arbitraria, toda
vez que se inclina por una manera de encarar la solución del asunto que no se
compadece con el sistema de cuestiones que rige en cualquier pronunciamiento judicial
de esta índole, donde el examen debe iniciarse por aquella del respeto a los postulados
de orden constitucional en el procedimiento sometido a recurso.
Por todo lo expuesto precedentemente es que solicita que se aumente significativamente
la nota erradamente asignada a su prueba de oposición, y que se tenga por efectuada la
reserva del caso federal y de recurrir lo que oportunamente se resuelva, a partir de la
novedosa doctrina que dimana del fallo “Piaggi, Ana I. c/ Universidad de Buenos Aires”
de la C.S.J.N.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Señala que el día 11 de octubre de 2008, habrá cumplido cuarenta años
consecutivos al servicio del Poder Judicial de la Nación. Indica que desde el día 5 de
mayo de 1986 hasta el día hasta el 12 de septiembre de 1993, vale decir, durante siete
años, cuatro meses y seis días se desempeñó como Juez Nacional en lo Criminal de
Instrucción, y que desde la fecha mencionada en último término cumple funciones de
Juez de Cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal n° 20. Señala que se ha omitido
computar, en su trayectoria, ni más ni menos que los siete años, cuatro meses y seis días
en que se desempeñó como Juez Nacional en lo Criminal de Instrucción en el Juzgado n°
3, circunstancia que incide en el puntaje total asignado a su trayectoria, que se ha
calculado en apenas 64 puntos, rebajados luego a 28 por incidencia del tope
reglamentario y la pauta correctiva aplicada.
Por tanto, impugna tal puntaje, reclamando que se practique el nuevo cómputo y se le
asignen, en definitiva, aun con los retaceos propios de tope y pauta correctiva, los 30
puntos que le corresponden, tal como fueran correctamente asignados a colegas con
menor antigüedad, tales como el Dr. Alejandro Becerra, el Dr. Luis Mario García y el
Dr. Guillermo Gordo.
Posgrado. Indica que como lo acreditó oportunamente, es abogado graduado con
diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires. Añade que es licenciado en
criminología, también por la Universidad de Buenos Aires, y recuerda, dado que tal
carrera está actualmente suspendida, que consta de tres años de duración, con cinco
materias anuales, vale decir, quince materias anuales en total. Añade que es además,
doctor en derecho por la Universidad de Salamanca (España), por la defensa de su tesis
relativa al “Derecho a morir con dignidad, consecuencias jurídico-penales de su
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
reconocimiento”, y su calificación, como se consigna en el parágrafo respectivo, ha sido
la máxima.
Por lo tanto, en base a los dos títulos de posgrado que ostenta, considera que merece el
máximo puntaje, diez puntos, en lugar de los nueve que se le asignaran en la evaluación
personal.
Señala que el Dr. Héctor Mario Magariños ha recibido la máxima calificación a la que
aspira, contando con un doctorado y tres cursos de posgrado, lo que totaliza, conforme a
los cuadros precedentes, trece puntos, frente a los quince que él suma. Añade que
situación similar se aprecia con la máxima calificación conferida al Dr. Eugenio Carlos
Sarrabayrouse, quien cuenta con un doctorado, dos cursos de posgrado y un seminario,
lo que totaliza los diez puntos que correctamente se le asignaron, frente a los quince que
él atesora, conforme al cálculo previamente ensayado.
Por lo expuesto, impugna también la calificación que se le otorgara en este tópico y
requiere que se le asignen los diez puntos pertinentes.
Docencia. Señala que le resulta insólito el tratamiento dispensado en el rubro Docencia
a sus antecedentes, e impugna con la máxima contundencia la calificación asignada, de
tan sólo dos puntos, que sólo puede atribuir a una inesperada confusión del distinguido
Consejero encargado de la tarea o del personal que haya podido secundarlo en tal labor.
Añade que bastaría, para reivindicar los diez puntos que le corresponden, con reparar en
la sorprendente omisión de la certificación de la Facultad de Derecho y Ciencias
Sociales de la Universidad de Buenos Aires, puntualmente allegada a ese Consejo, que
acredita que, por concurso público realizado en marzo del presente año en esa alta casa
de estudios, he ganado la plaza de titular de cátedra en la asignatura “Elementos de
Derecho Penal y Procesal Penal” de la carrera de grado de Abogacía.
Esgrime que aunque resulte suficiente ese cargo de Docente Titular por Concurso en la
misma Especialidad para asignar los 10 puntos asignados a este rubro, no puedo pasar
por alto otras objeciones. Indica que al haber resultado inscrito por poder, no pudo
proporcionar al magistrado la totalidad de los centenares de comprobantes, para su
fotocopia, certificación y presentación ante ese Consejo, pero indica que se han
soslayado cerca de cincuenta certificados y constancias presentados en tiempo y forma
reglamentarios, que dan cuenta de diversas designaciones como docente por contrato,
por invitación, por designación directa o por concurso, según los casos en diversas
Universidades de la Argentina tales como la de Buenos Aires -en sus Facultades de
Derecho y de Ciencias Sociales, y en el Centro de Estudios Avanzados-, la Universidad
Nacional de Lomas de Zamora, donde es Director de la Maestría en Criminología y
Profesor Titular de las asignaturas “Sistema Penal: Instituciones y Procedimientos” y
“Conductas transgresoras de Niños y Adolescentes, Universidad Católica de La Plata, y
del extranjero -el Instituto de Ciencias de la Seguridad de la Facultad de Derecho de la
Universidad de Salamanca y la Maestría Internacional de Ciencias Penales y
Criminológicas de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, así como en
Institutos de todo nuestro país, tales como el de Estudios, Formación y Capacitación de
la Unión de Empleados de Justicia de la Nación, la Asociación de Magistrados y
Funcionarios de la Justicia Nacional, el Colegio de Abogados del Departamento Judicial
de Mar del Plata, el Colegio de Abogados de Neuquén, la Escuela de Capacitación
Judicial de la Provincia del Chubut, el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego,
y el Patronato de Liberados, y del extranjero, como el ILANUD, Instituto
Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento
del Delincuente , con sede en San José de Costa Rica, donde me desempeño hasta el
presente, como surge del legajo de evaluación personal respectivo, así como de
participación en cursos, conferencias, disertaciones, coordinación de encuentros de
magistrados y funcionarios del Poder Judicial Nacional y del Ministerio Público, y
participación en eventos científicos celebrados en otros países, tales como España y
Uruguay, además de los antes mencionados, tan sólo en el último lustro, superan
holgadamente la ínfima calificación atribuida, merced a tan increíble yerro.
Por tal motivo, impugna categóricamente la injusta reducción de sus méritos en ese
rubro y requiere que se le asignen los diez puntos que se reconocen como máximo en el
mismo.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones particulares sobre la oposición.
Antecedentes.
Trayectoria. Asiste razón al postulante, toda vez que no se ha computado su desempeño
como juez de instrucción durante los años 1986 y 1993. En función de ello y por
aplicación de la pauta correctiva, la calificación del rubro se fija en 29 unidades.
Posgrado. Asiste razón al postulante, toda vez que su condición de Doctor en Derecho
Penal con tesis aprobada con la máxima calificación amerita el otorgamiento del
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
máximo puntaje previsto para el rubro (v. punto I. 5. del acta de precalificación). En
consecuencia, se le asignan 10 unidades.
Docencia. A partir del relato efectuado por el postulante y los antecedentes acreditados
en su legajo, principalmente su calidad de profesor titular por concurso en materias de la
especialidad -con antigüedad menor a tres años-, corresponde otorgar en el rubro el
puntaje de 8,50 unidades.
22) Impugnante: OBLIGADO, Daniel Horacio.
Calificación: 150 puntos (Oposición: 65; Antecedentes: 85)
Orden de mérito: 26°
Respecto de los antecedentes:
Docencia. Indica que se han omitido antecedentes que le corresponden en cursos de
grado en la Universidad de Buenos Aires, en cursos de grado en la Universidad Nacional
de Lomas de Zamora, en cursos de grado en la Universidad de La Matanza, en cursos de
posgrado en la Universidad de Buenos Aires, en cursos de posgrado en la Universidad
de Belgrano, en cursos de posgrado en la Universidad Nacional del Litoral, y dirección
de cursos de posgrado en la Universidad de Buenos Aires. Señala que con ello quiere
demostrar que ingresó por concurso de antecedentes y oposición en los Departamentos
de Derecho Procesal y Práctica Forense y de Derecho Penal y Criminología de la
Universidad de Buenos Aires, y que todos los ascensos que tuvo fueron por concurso de
antecedentes y oposición.
Por lo expuesto, solicita se le eleve el puntaje de ocho puntos que le fuera otorgado en
este rubro a nueve con cincuenta.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Docencia. La calificación asignada refleja correctamente el cargo docente de mayor
relevancia alcanzado por el postulante (Profesor Adjunto por concurso de una materia de
la especialidad), por lo que corresponde mantenerla.
23) Impugnante: OJEDA, Alberto Elio.
Calificación: 138 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 68)
Orden de mérito: 34°
Respecto de los antecedentes:
Posgrado. Señala que no se menciona el titulo de especialización en magistratura
expedido por la UBA, cuya copia certificada se adjuntó oportunamente, y otros cursos,
talleres y charlas, cuyos certificados han sido aportados en fotocopias certificadas a
saber: -“Primeras Jornadas sobre funcionamiento y optimización de la Reforma Procesal
Penal en el Departamento judicial de Quilmes, el Congreso “Forense Argentina” llevado
a cabo los días 24 al 26 de Septiembre de 2003, llevado a cabo en sede de la Facultad de
Derecho de la UBA, el “Segundo Congreso Nacional de Jóvenes Procesalistas”, llevado
a cabo en sede del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora los días 6 y 7 de Junio de
2002, el “1er. Seminario Multidisciplinario de Criminalística”, llevado a cabo en la
subsede Buenos Aires, de la Universidad Católica de Salta los días 25 y 26 de Octubre
de 2001, “De Torturados y Torturadores”, charla realizada en la sede del Colegio de
Abogados de Quilmes, y organizada por el Colegio de Magistrados de Quilmes, El
Instituto de Estudios Judicial de la SCBA, y el Colegio de Abogados de Quilmes, a
cargo de la Sra. Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dra. Carmen
Argibay, el día 12 de Julio de 2007, el curso Teórico Práctico de Derecho Notarial y
Registral, organizado por el Colegio de Escribanos de la Pcia. De Bs. As., y el Instituto
de Estudios Judiciales de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires,
desarrollado entre 15 de Agosto y el 12 de Septiembre de 2007, el Taller de Derecho
Penal, ciclo lectivo de 1997, llevado a cabo en la sede de la Universidad Católica de La
Plata –Unidad Académica Bernal- certificado extendido el día 12 de noviembre de 1997,
y el curso de “Prescripción de la acción penal con referencia a los delitos de suma
gravedad”, modulo VII del Programa de la Escuela Judicial -10 horas cátedras-,
certificado extendido en el mes de Febrero de 2004.
Publicaciones. Indica que se ha omitido considerar el artículo de su autoría “Derechos
personalísimos, derecho a la salud, suministro de medicación y asistencia”.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Posgrado. Sin perjuicio de la omisión que pueda existir en el detalle obrante en el acta
de precalificación, la puntuación asignada refleja correctamente los antecedentes
académicos reseñados por el postulante en su impugnación.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Publicaciones. Habida cuenta que el artículo publicado no guarda relación con la
especialidad de las vacantes que se concursan, corresponde mantener lo decidido en el
acta de precalificación.
24) Impugnante: RAMOS PADILLA, Juan Maria.
Calificación: 120 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 70)
Orden de mérito: 40°
Respecto de la oposición:
Impugna el puntaje que se le ha otorgado en la prueba de oposición. Sostiene que si se
repara en las correcciones que se le formulan a su prueba, se advierte una valoración
que nada tiene que ver con la propuesta del postulante.
Indica que se lo critica por haber comenzado señalando que le asiste razón a la defensa,
cuando no existe norma alguna que impida esta metodología, mientras a otros se los
pondera por dejar sin efecto la reincidencia, a este postulante se lo descalifica.
Considera que no se premia a quien en definitiva resuelve una situación de detención, y
ordena una libertad que para ese momento ya era imperativa, y al mismo tiempo se lo
critica por el lenguaje utilizado, que en todo caso podría merecer la ponderación de
aquellos que pensamos que el lenguaje de una sentencia debe ser tan adecuado como
para que el propio detenido pueda entender los fundamentos de la sentencia que lo
involucra. Señala que si se repasa las ponderaciones que se han hecho en relación a otros
postulantes que han obtenido los máximos puntajes, se podrá ver que se los premia por
haber razonado igual que Ramos Padilla, pero que éste no se ha detenido en
elucubraciones que son propias de la cátedra, especialmente la del Profesor Marcelo
Sancinetti, que no son unánimes en doctrina.
Menciona que el caso que se les ha presentado es prácticamente idéntico a la causa nro.
317, caratulado: “Ciurana, Ezequiel Fernando”, T.O.C. nº 23, agregando que el voto que
se asemeja a quienes han recogido los mejores puntajes, es precisamente de uno de los
concursantes, quien presidió el debate, Dr. Héctor Mario Magariños.
Señala que en la corrección de los exámenes se castiga a aquél que en su rol de Juez
resuelve un problema, dicta una sentencia definitiva, y dispone la libertad de alguien que
ya había cumplido su pena, como ocurre en el caso de la oposición del suscripto, a quien
sólo se le conceden cincuenta puntos.
Alega que el reglamento indica que deben resolver el caso que se les presenta como si
estuvieran ejerciendo la magistratura, y que debe valorarse la vocación por el respeto a
los Derechos Humanos, y al orden constitucional de nuestra República, sobre lo que
añade que así ha procedido porque así lo manda el Reglamento, aunque desde hace
muchos años se lo perjudica por actuar de esa forma.
Solicita a la Comisión, y en su caso al Plenario, que le permita en audiencia oral poder
explayarse sobre estas cuestiones vinculadas a lo que debe ser el perfil de un Juez, a su
independencia, y a otras cuestiones que pueden redundar en beneficio del Poder Judicial
que hoy verdaderamente está desprestigiado.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Califica como arbitrario al Reglamento de Concursos, ya que adjudica
setenta puntos “treinta y cuarenta” vinculados a los antecedentes, a la actuación en el
Poder Judicial, en la profesión, a la calidad y a la intensidad de esas tareas, y sólo
reserva treinta puntos para las cuestiones académicas o las publicaciones.
Indica que como viene sosteniendo desde hace años sin lograr jamás una respuesta, se
desnaturaliza el Reglamento cuando aparecen estas pautas correctivas que no están
regladas o por los menos cuyas reglas son desconocidas para el suscripto.
Añade que, siendo uno de los que tiene mayor puntaje, no alcanza siquiera a lograr
setenta puntos a partir de esas pautas correctivas, ya que se le otorgan sesenta y cinco
puntos a partir justamente de esas pautas correctivas, y se lo iguala a todos los
concursantes con puntajes cercanos a los setenta puntos. Sostiene que un concurso debe
marcar diferencias, debe tener reglas claras y no igualar, tampoco utilizar “pautas
correctivas” en algunos aspectos y no en otros, para terminar siempre privilegiando a
quienes se dedican más a la docencia y a la investigación de quienes tratamos de
mantener nuestros despachos judiciales al día para mejor atención de los justiciables.
Considera que un fallo judicial debe tener un lenguaje claro, despejado de latinazos, o
rigorismos formales, de modo que pueda ser comprendido por los principales
interesados, que son precisamente los justiciables que concurren a los Tribunales a la
espera de una resolución de sus problemas, y a veces se encuentran que lo que más
interesa es el lucimiento personal del Juez, que emite su fallo e incursiona en las
doctrinas, en los problemas que se discuten en las cátedras y en los seminarios, que por
supuesto son muy útiles y conocidos por todos, pero que a veces nada tiene que ver con
el fallo, o resultan innecesarios o sobreabundantes.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Sostiene que en este concurso y en otros anteriores no se valoró, a su juicio con la
suficiente objetividad, la vocación democrática y compromiso con los Derechos
humanos de los concursantes, sino que por el contrario sospecha alguna suerte de
discriminación, que pudo haber ocurrido con la composición anterior del Consejo de la
Magistratura.
A título de simple ejemplo, señala que el suscripto fue el primer juez que declaró
inconstitucional la ley de obediencia debida (tres días después de su publicación en
1987), y no esperó veinte años como otros Jueces que hoy resuelven en igualdad sentido,
pero que en aquél tiempo callaron, tal vez por temor, tal vez por conveniencia, sobre lo
cual agrega que esa sentencia de inconstitucionalidad que dictó casi en soledad, fue muy
criticada por algunos sectores de la sociedad, y que tuvieron que pasar más dos décadas
y pronunciamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que otros
magistrados, sobre la base de estos últimos precedentes, adoptaran el mismo criterio que
siendo juez expresó en el año 1987. Esgrime que en el concurso número 55 obtuvo el
puntaje más alto en el orden de mérito tanto en antecedentes como en oposición, pero
fue desplazado al segundo lugar por una insólita resolución de este Consejo de la
Magistratura que hasta hoy resulta incomprensible, y que en el concurso número 35 para
el mismo cargo el Jurado en antecedentes y oposición lo colocó en el sexto lugar (el
concurso era para cubrir 5 vacantes) no obstante ello este Consejo modificó el orden de
mérito y lo desplazó al lugar 18.
Considera que sí se realizara una adecuada valoración, sin ecuaciones matemáticas antireglamentarias, y se realizara una evaluación integral de los antecedentes de este
postulante, los cargos que ocupó, la experiencia que adquirió y la forma en que los
desempeñó, debería obtener uno de los primeros lugares en el orden de mérito.
Señala que desempeñó casi todos los cargos administrativos en el Juzgado Penal
número. 3 de Morón a partir de 1971, lo que implica que acredita más de 37 años
vinculado al derecho penal. Agrega que se recibió de abogado el 23 de noviembre de
1976, y el 1 de diciembre del mismo año asumió como titular de una Secretaría Penal, de
modo que lleva más de 31 años en el ejercicio de su profesión, ya sea en el ámbito
judicial o en el privado, que deberían computarse de acuerdo a lo establecido en el
artículo 34 I C del Reglamento, y que actualmente se desempeña como Juez Nacional en
lo Criminal de Instrucción, por haber obtenido el primer puesto en un concurso y por
haber sido designado por el Presidente de la Nación con acuerdo del Honorable Senado.
Considera que no sólo tiene que recibir los 30 puntos máximos por este rubro, sino que
además debe establecerse una correcta diferenciación con el resto de los postulantes que
no alcanzan esa antigüedad, desde una evaluación integral que es la que ordena la ley.
Especialidad. Señala que en todos los concursos ya mencionados -salvo en estesiempre obtuvo el máximo puntaje tanto en antecedentes como en especialidad.
Indica que supera con holgura el máximo de 40 puntos establecidos por este rubro, pero
considera arbitrario que se lo equipara a todos los postulantes en el máximo y no se
establece ninguna pauta correctiva para establecer las diferencias propias de un
concurso.
Publicaciones. Señala que se le asignan escasos puntos, lo que viene a consagrar otra
nueva arbitrariedad. Sostiene que parecería más trascendente una publicación en alguna
revista jurídica nacional, que la publicación de una sentencia que ha despertado el
interés de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, agregando que
está claro que ningún concursante puede exhibir una publicación de esta naturaleza,
posiblemente porque ninguno dictó una sentencia de esas características, ni logró una
distinción de naturaleza internacional.
Añade que la otra publicación fue prologada por el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, que
tiene un prestigio suficiente como para ser tenido en cuenta y para que se me otorgue un
puntaje algo más significativo.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Trayectoria. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad,
extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del
presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
25) Impugnante: REYNA DE ALLENDE, Javier Eduardo.
Calificación: 106 puntos (Oposición: 45; Antecedentes: 61)
Orden de mérito: 45°
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Respecto de la oposición:
En este caso el impugnante funda su presentación en la existencia de arbitrariedad
manifiesta.
En primer lugar, sostiene que el tribunal ha establecido en el punto “C”, que se tomará
en consideración el reconocimiento y desarrollo de cada uno de los principales
planteos, en lo particular los referidos a:…Recurso fiscal: lo admite o no, con qué
fundamentos; entiende que se violó el principio de congruencia: si o no…. Señala que de
la sola lectura de este ítem se desprende que el tratamiento de la posible vulneración al
principio de congruencia sólo exigía su tratamiento, previo determinar si la impugnación
fiscal era procedente, ya que en ella se introdujo dicha cuestión.
El concursante, tal como se consigna en el punto 47) Corrección de la resolución de
ROX, declaró mal concedido el recurso interpuesto por el representante de Ministerio
Público Fiscal, con desarrollo de doctrina y jurisprudencia. Afirma que resultan
arbitrarios los dichos de los examinadores al manifestar que “olvidó cuestiones
relevantes como el principio de la coherencia” (entendiendo que por un error material
involuntario no se dijo congruencia), ya que ningún olvido hubo, sino que ajustó su
respuesta jurisdiccional a los planteos introducidos por las partes formalmente
admitidos, tal como debe realizar cualquier juzgador. Desechada como fue la
impugnación del acusador público, toda consideración a los agravios por él introducidos
son materia ajena al limitado conocimiento otorgado por las vías recursivas a los
tribunales de alzada (con las salvedades que ha establecido la Corte Suprema de Justicia
de la Nación -causas “Casal” y “Di Nunzio”, entre otras-, las que por las razones dadas
para rechazarlo, con citas también del Alto Tribunal, no resultan aplicables) y ello no
empece a su tratamiento como un “obiter dicta”, aunque no sea exigible.
Alega que algo similar ocurre con la enunciación de las respuestas dadas a los temas de
interés para ser analizados. Habiendo reconocido que es cierto que declaró inadmisible
el planteo de inconstitucionalidad de la reincidencia introducido por la defensa en el
término de oficina, los evaluadores han omitido referirse a que más allá de lo decidido
sobre el punto, también agregó que “no obstante lo dicho, que sella la suerte de este
planteo, cabe apuntar que la cuestión de la invalidez constitucional que se pregona, es
un tema que ha recibido [respuesta] por parte de la Corte Suprema de Justicia de la
Nación a partir del conocido precedente ‘Gómez Dávalos’. En dicho fallo y en los
sucesivos dictados sobre el tema por el Alto Tribunal, se ha desechado la opinión de que
el referido instituto vulnere los principios de culpabilidad y legalidad, por lo que, con
remisión a dichos fundamentos, nada más queda por decir”. El cercenamiento efectuado
por el tribunal de examen sobre el punto, no permite conocer si ello fue considerado o
no. Y, de haberlo sido, en qué sentido. Lo cual también da pábulo al planteo que aquí se
efectúa.
En la misma directriz, ninguna referencia se ha efectuado a la decisión de haber
considerado reincidente al imputado. En este aspecto y soslayado el tema de la
inconstitucionalidad por las razones antedichas, sostiene que dio fundamentos
suficientes al agravio introducido por el defensor oficial ante el tribunal oral sobre cuál
es el tiempo necesario para que una persona condenada pueda ser considerada
reincidente. Con cita de un fallo de la Sala I de Cámara Nacional de Casación Penal, al
cual adscribe, formuló su respuesta. Ninguna referencia a ello se hizo por parte del
tribunal examinador, lo que denota su falta de consideración o, cuanto menos, la omisión
de explicitar su alcance. Ambos aspectos, como se viene diciendo respecto a otras
cuestiones, revelan la arbitrariedad de la puntuación otorgada. Por último, destaca que a
la anfibológica expresión de que “razona con cierta lógica”, el tribunal examinador
concluye que “su visible reduccionismo impide que se satisfaga los estándares mínimos
exigidos para una sentencia”.
Culmina su relato refiriendo que, tal afirmación, que se enarbola como una frase carente
de sustento, pone en evidencia su arbitrariedad, ya que no hay parámetros establecidos
para que una sentencia sea válida, ni estándares estipulados para que su realidad y
existencia dependan de su metraje o peso y, en este caso, nunca se cuestionó la solución
alcanzada.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
26) Impugnante: RODRIGUEZ VARELA, Ignacio.
Calificación: 152 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 72)
Orden de mérito: 25°
Respecto de los antecedentes:
Especialidad. Considera que en este rubro se le deberían haber asignado 40 puntos.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Sostiene que al menos le corresponderían 37,4 puntos según las pautas y planilla de fojas
8 del acta de evaluación, en razón de los 29 puntos establecidos para el ejercicio de hasta
10 años como funcionario judicial, sumados a los 5 años transcurridos desde entonces y
hasta el cierre de la inscripción al concurso y el agregado del 10% establecido para el
ejercicio por menos de tres años de cargos de empleado que no requieran título de
abogado que, como surge de los antecedentes de su legajo, obtuvo un año antes, en el
mes de mayo de 1992, cuando se desempeñaba como empleado en el Juzgado de
Instrucción n° 19, desde julio de 1988.
Destaca, en ese sentido, que la aplicación del porcentaje en cuestión por su desempeño
mediando la obtención de título de abogado en funciones judiciales que no lo requerían,
le fue reconocida recientemente en los concursos números 140, 168 y 170 –en este caso
al hacerse lugar a su impugnación en ese sentido-.
Señala que por alguna razón le fueron restados nada menos que 7,4 puntos para arribar a
los exiguos 30 puntos totales con los que ha sido calificada su “especialidad”, puntaje
equivalente a una trayectoria de poco más de la mitad de sus 15 años como funcionario.
Indica que ha informado además el primer puesto en la evaluación de antecedentes para
el cargo de Fiscal ante el mismo fuero para el cual aquí se postula como Juez (concurso
número 51 de la Procuración General de la Nación, dos cargos de Fiscal ante los
Juzgados de Instrucción), antecedente que actualiza señalando que ha ganado ese
concurso al cabo de las pruebas de oposición y consiguiente orden de mérito,
encabezando la terna elevada por el Procurador General de la Nación al Poder ejecutivo
Nacional, publicadas por el Ministerio de Justicia en el mes de octubre de 2007.
Señala que a diferencia de lo ocurrido con otros concursantes, la valoración en punto a la
especialidad se ha limitado en su caso a subrayar la especificidad de sus funciones, sin
referencia alguna a la estricta y completa correspondencia entre su carrera y la
competencia y jurisdicción de la vacante, ni a sus iniciativas en materia de reforma
judicial e instrumentos de política criminal, buena parte de ellos en vigencia y
ratificados en resoluciones, decretos y Leyes Nacionales.
Destaca que en el restante concurso para cargos de Camarista Nacional en el que han
sido hasta el momento calificados sus antecedentes, se refiere al concurso número l68
para cubrir dos vacantes de Juez de Tribunal Oral en lo Penal Económico, en el rubro de
especialidad le fueron asignados al mes de marzo de 2007 un total de 36,3 puntos.
Posgrado. Sostiene que, considerando que la Comisión ha tenido en cuenta los 6 puntos
que corresponden al título obtenido de especialista en Derecho Penal, más un punto
extra por los cursos acreditados, se incurre aquí en un primer error, ya que debieron ser
asignados, según los propios presupuestos señalados, al menos 2 puntos extra por los 6
cursos informados y documentados, entre los que se encuentra un curso anual en
Derecho Penal de la empresa y el de Capacitación para Fiscales Criminales Federales,
íntegramente cursado y aprobado en el extranjero (Centro Nacional de Abogacía, Office
of legal Education, US Departmen of Justice, Columbia, EE.UU de Norteamérica.
Añade que se ha omitido toda ponderación al estado avanzado del Doctorado donde, tal
como lo documentó al inscribirse en los concursos del año pasado, le fue aprobado por
la Universidad del Salvador el tema de tesis y su esquema, por lo que debió haberse
considerado al menos 1 punto extra. Por lo expuesto, considera que debe verse esto
reflejado en una mayor puntuación, dentro del margen reservado para el doctorado.
Docencia. Señala que la comisión le asignó un total de sólo 6 puntos en este rubro.
Sostiene que de esa manera se incurrió en un simple error material, ya que, tal como
surge de su legajo, se desempeña como profesor en la Universidad Católica Argentina
desde el año 1994, haciéndolo desde el año académico 2004 como Profesor Adjunto en
las cátedras de Derecho Procesal Penal y Derecho Penal parte General.
Agrega que, hace ya varios años y aún antes de ser promovido a la categoría de adjunto
en la UCA -jerarquía en la que inicia en 2008 el quinto año consecutivo-, en el concurso
120 para el mismo cargo que aquí se postula y partiendo del total de 10 inicialmente
asignados, al cabo de la resolución de las impugnaciones le fueron otorgados en el rubro
un total de 8 puntos.
Añade que no mereció puntuación alguna su desempeño como profesor de cursos de
manera ininterrumpida en la Asociación de Magistrados de la Justicia Nacional desde el
año 1993 y profesor titular en la Escuela de Policía Ramón Falcón por dos años, ambas
debidamente documentadas y por lo que corresponde un máximo de 1 punto, según lo
señalado en las pautas generales de evaluación.
Indica que también se ha omitido su participación como conferenciante en 7 congresos,
jornadas y seminarios relativos a cuestiones jurídico-penales, tal como surge del rubro
“Conferencias/mesas redondas” de las planillas conformadas.
Publicaciones. Indica que la comisión le asignó 4 puntos, es decir, se limitó a establecer
unos 0,57 puntos por cada una de las 7 publicaciones, realizando una ponderación de
sólo una de ellas cuando, además, dos artículos merecieron segundas publicaciones en
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
otras revistas y al menos uno de ellos fue citado en un trabajo de la Academia Nacional
de Ciencias Morales y Políticas.
Señala que teniendo en cuenta lo exiguo del promedio resultante, ha mediado un error,
especialmente en el caso de los trabajos publicados en las revistas la ley, el derecho y
prudencia iuris, lo que implicaría una arbitrariedad.
Sostiene que no se han valorado los proyectos vinculados a la descentralización de la
Justicia y a la media docena de programas federales de Justicia y Seguridad que ha
documentado en detalle, incluyendo las resoluciones Ministeriales, Decretos
Presidenciales y Leyes con los que fueron aprobados.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Posgrado. La puntuación asignada se ajusta a las pautas de calificación, puesto que de
las diez unidades que prevé el rubro las últimas tres se encuentran reservadas para
quienes acrediten la condición de doctor en derecho (v. punto I. 5. del informe de
precalificación).
Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el
punto I. 4. del informe impugnado, por lo que no se estima reducida. A más, téngase
presente que la designación del impugnante como Profesor Titular por designación
directa de una materia de la especialidad no cuenta con la antigüedad mínima de tres
años que se requiere para su cómputo.
Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad,
extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del
presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
27) Impugnante: RUSCONI, Maximiliano Adolfo.
Calificación: 152,50 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 77,50)
Orden de mérito: 24°
Respecto de la oposición:
Arguye un tratamiento desigual de los candidatos y una manifestación errática entre las
pautas generales de la corrección y el proceso de evaluación individual.
Indica que una lectura de su evaluación lleva a la conclusión de que la solución
propuesta no sólo es correcta jurídicamente, sino que ha sido alcanzada a través de un
camino encomiado por el Tribunal en la propia fundamentación que abunda en elogios,
pero carece de expresión de las razones por las cuales los elogios no se manifiestan en el
puntaje ideal o cercano a él.
Sostiene que el jurado ha hecho un relevamiento de elogios a su examen, por lo que es
difícil obtener certeza de las razones por las cuales ha merecido una quita de 25 puntos,
alcanzando la calificación de 75.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Señala que se han omitido considerar importantes antecedentes como el
haber sido Asesor de la Procuración Penitenciaria. Resalta que la valoración en este
rubro es muy poco clara. Indica que si se consideran solamente los antecedentes en el
ejercicio de la profesión arrojaría una suma total de 21,50 puntos, que con la resta de 5
puntos según la pauta correctiva arrojaría como saldo 16,50 puntos, que es el puntaje
que efectivamente se le otorga, por lo que aprecia que se le computa como antecedente,
solamente, el libre ejercicio de la profesión, pero no se le computa el resto de los méritos
como el de Fiscal General de Política Criminal de la Nación, lo que hubiera sido
correcto. Por ello considera que el puntaje luego de la quita de 5 puntos en concepto de
la pauta correctiva debió resultar en 25 puntos.
Especialidad. Considera que la valoración que se ha hecho en este ítem es difícil de
comprender. Señala que el puntaje que le otorgaron se correspondería sólo con la
especialidad propia del ejercicio de la abogacía, el cual sería correcto si no fuera por el
hecho que ocupó durante 4 años el cargo de Fiscal General de Política Criminal de la
Nación, por lo que considera que debería computarse como puntaje base, el de 30
puntos, sumándose a ello 1 punto por cada año en el cargo, es decir 4 puntos, lo que
arrojaría un total de 34 puntos, y a eso sumarse 1 punto por cada año en el ejercicio de la
profesión, lo cual arrojaría 41 puntos que se reducirían a 40 por ser el máximo.
Agrega que el acta establece que “…se postula como criterio general que se otorgará el
100% del puntaje por especialidad a los magistrados que integren cámaras o tribunales
de juicio colegiados nacionales…”, por lo que considera que por el hecho que el cargo
que ostentara dentro del Ministerio Público es equiparable al de magistrado de Cámara,
sin más ni más, le debería corresponder la asignación de los cuarenta puntos.
Docencia. Indica que el puntaje que se le asigna se corresponde pura y exclusivamente
con la cantidad de puntos que se otorga a los profesores adjuntos de la misma
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
especialidad por concurso, por lo que, considerando que es profesor adjunto de la misma
especialidad, concluye en el hecho de que ningún otro antecedente fue valorado.
Menciona que por razones de tiempo y de problemas administrativos no se ha podido
acreditar formalmente su participación como docente de la Maestría en Derecho y
Especialización en Derecho Penal en la Universidad de Palermo. Considera llamativo
como no se otorga ninguna valoración al hecho que tiene más de 30 conferencias
dictadas.
Aclara que se ve sorprendido ya que otros colegas que ostentan iguales o menores
antecedentes en la docencia que él, han obtenido puntajes mayores. Por ello considera
que debió obtener el máximo puntaje, es decir 10 puntos.
Posgrado. Considera que debió corresponderle la calificación de 10 puntos y no la de 9
unidades por este rubro, ya que como consta en el acta, las tesis doctorales en la
especialidad, con nota mayor a 7, deben sumar el total de 10 puntos.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones particulares sobre la oposición.
Antecedentes.
Trayectoria. El puntaje otorgado denota una correcta aplicación de los modelos de
calificación que asignan puntaje en forma progresiva (v. punto I. 1. del acta de
precalificación) y de la incidencia propia de la implementación de la pauta correctiva
fijada para el presente concurso.
Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el
punto I. 4. del informe impugnado. Nótese que el cargo docente de mayor jerarquía
alcanzado por el postulante es el de Profesor Titular por designación directa de una
materia de la especialidad.
Posgrado. Asiste razón al postulante, puesto que por su condición de doctor en derecho
(área derecho penal) con tesis calificada como distinguida le corresponde el máximo
puntaje del rubro. En consecuencia, se asigna en este ítem un total de 10 unidades.
28) Impugnante: SAENZ, Ricardo Oscar.
Calificación: 163 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 83)
Orden de mérito: 12°
Respecto de la oposición:
Señala que en la corrección de la prueba del doctor Pablo Jantus, el jurado consignó
que…”nada dice sobre la procedencia del recurso fiscal”…, mientras que en su
evaluación se ponderó que tratara la cuestión. Agrega que tanto en su evaluación como
en la de Pablo Vega y Pablo Jantus fue destacada la importancia de la violación al
principio de congruencia, que el también se destacó que el concursante advirtiera la
cuestión de la introducción extemporánea del pedido de inconstitucionalidad de la
reincidencia y el no reenvío de la causa a la instancia anterior. Sostiene que es el único
concursante que advirtió y desarrolló exhaustivamente el problema de la procedencia del
recurso fiscal, indicando que los dos concursantes que obtuvieron 95 puntos la omitieron
por completo.
Agrega que Gustavo Bruzzone sostiene que no se ve afectada la congruencia, que
Horacio Dias no advirtió el problema de la extemporaneidad del planteo defensista de la
inconstitucionalidad de la reincidencia y que, por último, Días, Bruzzone y Jantus
resuelven el caso sin reenviar a la anterior instancia, al igual que lo que él propuso en su
examen. Por lo expuesto, señala que parece claro que su calificación es errada y solicita
que se le asigne un puntaje entre los 85 y 90 puntos.
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Indica que se ha omitido considerar un año y 7 meses que se desempeñó
como empleado en la justicia Federal de la Capital, por lo que considera que a su total
habría que adicionarle 1 punto. Añade que además, en el cargo de Fiscal en lo Criminal
de Instrucción, el certificado de su legajo consigna que se desempeñó en esa función
desde el 1-9-90, con lo cual el tiempo es equivalente a 9 puntos, en lugar de los 6 que
entiende se le han computado, por lo que serían 3 puntos más.
Por lo expuesto, reclama que se le asignen 30 puntos en este acápite.
Posgrado. Arguye que ha realizado cursos nacionales e internacionales en distintas
especialidades del Derecho Penal, dentro de los que se destacan 7 cursos cortos. Su
reclamo consiste en resaltar su asistencia a los eventos en el extranjero. Por ello sostiene
que una calificación adecuada para este capítulo sería de 5 puntos.
Docencia. Sostiene que se lo ha perjudicado en 1 punto ya que no se le han computado
más de 30 conferencias como disertante.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Publicaciones. Indica que el aspirante Barroetaveña se le otorgó 1 puntos por un
artículo publicado en La Ley, que al aspirante Becerra se le dieron 4 puntos por 6
artículos, que al concursante Cataldi se le calificó con 2 puntos un artículo, que al Dr.
Diez Ojeda se le otorgaron 2 puntos por 2 artículos vinculados con la especialidad, que
al aspirante Hergott, por 6 artículos publicados en La Ley, se le asignaron 4 puntos, que
a la Dra. Larrandart se le dieron los 10 puntos de máximo, por 3 capítulos en 3 libros
distintos, 8 artículos de su autoría, y 3 en coautoría, que al concursante Miles se le
otorgaron 3 puntos por un artículo como autor y otros 5 en coautoría.
Por ello considera que ha quedado demostrado que la evaluación que se ha hecho de sus
antecedentes en el punto resulta arbitraria, en comparación con otros aspirantes, y
entiende que 7 puntos serían los apropiados en el ítem en cuestión.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Trayectoria. Aun partiendo del cómputo propuesto por el impugnante, a partir de la
incidencia de la pauta correctiva fijada en este concurso (88,175 unidades), la
calificación final se mantiene en 29 puntos.
Posgrado. La calificación asignada se ajusta a los criterios de evaluación que surgen del
punto I. 5. del informe impugnado.
Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el
punto I. 4. del informe impugnado. Nótese que el cargo docente de mayor jerarquía
alcanzado por el postulante es el de Profesor Adjunto interino de una materia de la
especialidad.
Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad,
extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del
presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
29) Impugnante: SALAS, Luis Roberto José.
Calificación: 155 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 85)
Orden de mérito: 20°
Respecto de la oposición:
Indica que su examen fue analizado escuetamente. Señala que el último párrafo es un
argumento que se repite calcado, como fórmula preestablecida, en todos los exámenes
analizados por el jurado, por lo que considera que nada agrega al mérito o demérito de
su examen.
Arguye que en el primer párrafo se valora positivamente que ha analizado
pertinentemente la afectación del principio de congruencia y que ha analizado todos los
agravios introducidos, pero que se señala que no resultan claros sus argumentos al tratar
los dos últimos agravios, en particular al declarar la reincidencia. Sobre ello sostiene que
los dos últimos puntos que considera en su examen son justamente la individualización
de la pena y el tema de la reincidencia, y que precisamente en el segundo párrafo de la
corrección el mismo jurado señala que trata el tema de la individualización de la pena y
de la reincidencia.
Añade que también puede advertirse una clara incongruencia en la evaluación de su
examen por parte del jurado, toda vez que se desvalora que “…no resultan claros los
argumentos, en particular al declarar la reincidencia”, cuando justamente es lo que no
hace en su examen, porque no estimó que el instituto de la reincidencia sea
inconstitucional.
Por ello, sostiene que puede advertirse claramente arbitrariedad en la corrección de su
examen por cuanto los dos párrafos que destina el jurado en su evaluación son entre si
contradictorios y porque se desvalora en su examen algo que no existe.
Considera que puede advertirse que para evaluar otras pruebas, con mayores o menores
notas que el del suscripto, el jurado ha sido mucho más minucioso al detallar su
contenido.
Indica que al examen de APO se le asignan 75 puntos pese a que se le critica que
impone pena de tres años de prisión sin fundamento para determinarla, que al de CIF se
le asignan 80 puntos pese a que se le critica que aborda un tema no introducido en el
caso, la prisión preventiva, que al de CLO se le asignan 75 puntos pero se le achaca que
interpreta que fue extratemporáneo el planteo de inconstitucionalidad, con cita del fallo
Catrilaf sin conocer que en ese precedente la Corte sentó el criterio contrario, que a ERU
se le asignaron 85 puntos criticándosele que nada dice del posible cuestionamiento al
recurso fiscal y que nada dice respecto de la procedencia del recurso fiscal, que a FIR se
le otorgaron 80 puntos, y que sin embargo se le critica que con relación al principio de
congruencia su desarrollo es más escaso, que a FIX se le otorgaron 75 puntos pero que
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
se le critica que las citas doctrinarias son escasas, y que a OLI se le conceden 75 puntos
pero que se le señala que respecto del quantum de la pena su argumentación es débil.
Respecto de los antecedentes:
Especialidad. Señala que acreditó una trayectoria de más de veinte años en cargos
judiciales. Indica que al postulante Fedel le fueron otorgados 38 puntos habiendo
acreditado menos antecedentes.
Posgrado. Indica que se omitió considerar que le fue conferido el título de Master de la
Universidad de Palermo con especialidad en Derecho Penal.
Agrega que acreditó también la realización de numerosos cursos en universidades del
exterior entre los cuales destaca la capacitación en la magistratura en la Escuela Judicial
del Consejo General del Poder Judicial del Reino de España.
Docencia. Señala que es actualmente Jefe de Trabajos Prácticos en la Universidad
Nacional de Buenos Aires, en la que es docente desde el año 1998 y Profesor Regular
Adjunto, por concurso, en la materia Derecho Penal II en la Universidad Nacional de La
Pampa, desde el año 2005.
Publicaciones. Arguye que acreditó la publicación de una obra colectiva en el tema
“Criminalidad y Ciencias Penitenciarias” y diez artículos jurídicos en la especialidad
penal.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Oposición.
Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Antecedentes.
Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales.
Posgrado. La calificación asignada se ajusta a los criterios de evaluación que surgen del
punto I. 5. del informe impugnado.
Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de evaluación que surgen del
punto I. 4. del informe impugnado.
Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad,
extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del
presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida.
30) Impugnante: SARRABAYROUSE, Eugenio Carlos.
Calificación: 166,50 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 86,50)
Orden de mérito: 7°
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Observa que no se ha valorado el primer premio que le otorgara la Junta
Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas en el
año 1999, como tampoco la beca que le otorgara el Servicio Alemán de Intercambio
Académico (DAAD) que le permitió estudiar en la Ludwig-Maximilians Universidad de
Múnich bajo la dirección del Prof. Dr. Claus Roxin y, posteriormente, finalizar si tesis
doctoral en la Universidad de Buenos Aires.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Trayectoria. Corresponde remitirse a las consideraciones generales y agregar que
los estudios en el exterior a los que hace referencia el impugnante han sido
valorados en el rubro “Posgrado/Doctorado”, en el que ha obtenido la máxima
calificación.
31) Impugnante: VEGA, Pablo Daniel.
Calificación: 158,50 puntos (Oposición: 85; Antecedentes: 73,50)
Orden de mérito: 16°
Respecto de los antecedentes:
Trayectoria. Indica que obtuvo el título de abogado en diciembre de 1993, y que desde
ese entonces hasta el 19 de agosto de 1994, transcurrió un tiempo que debió ser
computado en razón de configurar una fracción mayor a seis meses.
En consecuencia, considera que debió sumársele cincuenta centésimos de punto.
Especialidad. Señala que se omitió computársele un año en el empleo judicial, sobre lo
cual añade que su ingreso al Poder Judicial de la Nación se produjo el día 31 de agosto
de 1993, cuando fue designado en el cargo de Auxiliar Administrativo en el Juzgado
Nacional en lo Penal Económico N° 7 de esta ciudad, siendo luego nombrado con fecha
5 de octubre de ese mismo año en el cargo de Auxiliar del Tribunal Oral en lo Penal
Económico N° 2.
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Posgrado. Considera que merece sumar un punto más, por haber notado que su
condición de Master en Derecho Penal y Criminología” no ha sido calificada como
corresponde, en la medida en que fue equiparada a una especialización pese a que el
reglamento es claro cuando asigna a la Maestría un punto más que a la especialización.
A modo de ejemplo, menciona los casos de los colegas Jorge Ariel María Apolo, Sergio
Delgado -quien suma la misma cantidad de puntos que él en el rubro, sobre la base de un
posgrado en “Gestión y Administración Judicial” y de un curso de especialización en
Ciencias Penales con una carga horaria de 70 horas-, Augusto Marcelino Diez Ojeda,
Mauro Divito, Oscar Alberto Hergott, Alberto José Huarte Petite, entre otros.
Destaca al respecto que ha acreditado haber concluido la Maestría en Derecho Penal y
Criminología, en la Universidade Candido Mendes de Río de Janeiro, Brasil, con una
carga horaria total de 544 horas, superando todos los módulos y materias mediante la
aprobación de ocho exámenes con la más alta calificación (10 puntos), así como también
ha acreditado la aprobación de la tesis presentada (La función del resultado en el tipo
imprudente a partir de una teleología reductora del poder punitivo) con nota diez (10).
Por todo ello, solicita se deje parcialmente sin efecto el dictamen sobre antecedentes,
procediéndose a su corrección con la recalificación que se estime pertinente.
Docencia. Señala que si bien es cierto que se valoró la circunstancia de haber sido
designado adjunto en forma directa, omitió valorarse que su ingreso a la carrera docente
se produjo por concurso de oposición y antecedentes en la Cátedra del profesor doctor E.
Raúl Zaffaroni, en el que obtuvo el primer lugar en el orden de mérito, tal como se
valoró respecto de otros postulantes.
Añade que realizó y aprobó la totalidad de los cursos técnicos, pedagógicos e
interdisciplinarios que fundaron sus sucesivos ascensos a Auxiliar de Primera y a Jefe de
Trabajos Prácticos.
Agrega que en el ámbito internacional también acreditó su carácter de conferencista
miembro del cuerpo de docentes del Instituto de Pesquisa e Estudos Juridicos do Centro
Universitário da Cidade do Rio de Janeiro (IPEJUR), lo cual tampoco fue computado
dentro de sus antecedentes como docente.
Considera que, al igual que se lo hizo con otros concursantes que se hallan en idéntica
situación, debió sumársele un punto más en el rubro docencia en razón de lo expresado.
AL RESPECTO CABE CONSIDERAR.
Antecedentes.
Trayectoria. Del análisis del informe de precalificación se desprende que el período que
indica el postulante fue considerado en el detalle que presenta el acta: (“Trayectoria:
Obtuvo el título de abogado el 31/12/93, fecha en la que ya se desempeñaba como
empleado administrativo en el Poder Judicial…”), y que ha tenido incidencia en la
puntuación del rubro, puesto que se valoró en forma conjunta con su desempeño como
Escribiente Auxiliar (19-8-94 hasta el 2-11-94). Nótese, asimismo, que la puntuación
asignada necesariamente debió contemplar esa fracción, pues su desempeño como
Escribiente Auxiliar no alcanza los seis meses que se exigen para apreciar el
antecedente.
Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales y agregar que, aun
valorando el antecedente al que hace referencia el postulante, a partir del criterio sentado
para este concurso, corresponde mantener la calificación asignada.
Posgrado. La calificación propuesta para el rubro traduce una correcta aplicación de las
pautas de calificación expuestas en el punto I. 4. del acta impugnada. A más, nos
remitimos a lo expuesto en oportunidad de resolver la impugnación presentada en este
rubro por el postulante Rodríguez Varela (número de orden 26).
Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el
punto I. 4. del acta impugnada.
En consecuencia, el orden de mérito resultante de la resolución de las impugnaciones es
el siguiente: 1°) BRUZZONE, Gustavo Alfredo (189,5); 2°) YACOBUCCI, Guillermo
Jorge (182); 3°) DÍAS, Horacio Leonardo (181); 4°) MAGARIÑOS, Héctor Mario
(177,5); 4°) NIÑO, Luis Fernando (177,5); 6°) MAHIQUES, Carlos Alberto (174); 7°)
GARCÍA, Luis Mario (168,5); 8°) SARRABAYROUSE, Eugenio Carlos (166,5); 9°)
GARRIGÓS DE RÉBORI, María Laura (166); 10°) DIVITO, Mauro Antonio (165,5);
11°) JANTUS, Pablo (163,5); 12°) MORÍN, Daniel Emilio (163,5); 13°) SÁENZ,
Ricardo Oscar (163); 14°) HUARTE PETITE, Alberto José (162); 15°) LLERENA,
Patricia Marcela (159,5); 16°) VEGA, Pablo Daniel (158,5); 17°) BARROETAVEÑA,
Diego Gustavo (156); 18°) LARRANDART, Lucila Esther (156); 19°) FEDEL, Daniel
Bladimiro (155); 20°) DELGADO, Sergio (155); 21°) BECERRA, Alejandro Martín
(155); 21°) SALAS, Luis Roberto José (155); 23°) GORDO, Guillermo Andrés (154,5);
24°) RUSCONI, Maximiliano Adolfo (153,5); 25°) ARNEDO, Fernando Javier
(152,75); 26°) RODRÍGUEZ VARELA, Ignacio (152); 27°) OBLIGADO, Daniel
Consejo de la Magistratura
Comisión de Selección de Magistrados y
Escuela Judicial
Horacio (150); 28°) FIGUEROA LEONARDI, Ana María (145,5); 29°) HERGOTT,
Oscar Alberto (145); 30°) RODRÍGUEZ, Marcela Mónica (142); 31°) DIETA DE
HERRERO, Ana (142); 31°) VILLAR, Mario Alberto (142); 33°) CATALDI, Hugo
Norberto (140,5); 34°) OJEDA, Alberto Elio (138); 35°) DIEZ OJEDA, Augusto
Marcelino (137,5); 36°) LÓPEZ BISCAYART, Javier (137); 37°) APOLO, Jorge Ariel
María (134); 38°) CONSOLE, José (133); 39°) DAUDET, María Gabriela Silvina (127);
40°) RAMOS PADILLA, Juan María (120); 41°) MARTÍN, Adrián Norberto (118);
42°) ABÁSOLO GUASTAVINO, Miguel E. (115); 43°) MARTÍNEZ LEDESMA,
Horacio A. (112); 44°) LAIÑO DONDIZ, Magdalena (111,25); 45°) REYNA DE
ALLENDE, Javier Eduardo (106); 46°) CASTAGNO, María Cristina (98,25); 47°)
MALDONADO, Eduardo Gabriel (85,5); 48°) MILEI, Luis Fernando Javier (85,25), y
49°) SALAMA RIETTI, Gonzalo Carlos (84,5). Con lo que no siendo para más se da
por finalizado el acto.
Firmado: Diana B. Conti y Luis María Cabral.
Descargar