Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial RESOLUCION N° 220/09 En Buenos Aires, a los 28 días del mes de mayo del año dos mil nueve, los Señores Consejeros miembros presentes, CONSIDERANDO: 1°) Que, de conformidad con lo dispuesto por el ar tículo 33 del Reglamento de Concursos Públicos de Oposición y Antecedentes para la designación de magistrados del Poder Judicial de la Nación, aprobado por la Resolución N° 288/02 del Consejo de la Magistratura y sus modificatorias, la Presidencia de esta Comisión, mediante la Resolución N° 450/08, dispuso correr vista a los postulantes de las evaluaciones y calificaciones asignadas y del orden de mérito correspondientes al Concurso N° 220, destinado a cubrir diez cargos de vocal en la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal. 2°) Que formularon impugnaciones los doctores Luis Mario García, Sergio Delgado, Carlos Alberto Mahiques, Ricardo Oscar Sáenz, Mauro Antonio Divito, María Laura Garrigós de Rébori, Eugenio Carlos Sarrabayrouse, María Gabriela Silvina Daudet, Alberto Elio Ojeda, Graciela Beatriz Castillo, Juan María Ramos Padilla, Hugo Norberto Cataldi, Augusto Marcelino Diez Ojeda, Javier Eduardo Reyna de Allende, Daniel Bladimiro Fedel, Maximiliano Rusconi, Luis Fernando Niño, Daniel Emilio Morin, Horacio Alberto Martínez Ledesma, Fernando Javier Arnedo, Pablo Daniel Vega, Pablo Jantus, Patricia Marcela Llerena, Ignacio Rodríguez Varela, Ana María Figueroa, Luis Roberto José Salas, Alejandro Martín Becerra, Guillermo Andrés Gordo, José Console, Daniel Horacio Obligado, Diego Gustavo Barroetaveña y Oscar Alberto Hergott. 3°) Que esta Comisión, en su sesión del día 16 de octubre de 2008, sorteó para informar sobre las impugnaciones recibidas a una subcomisión integrada por los doctores Luis M. Cabral y Diana B. Conti. 4°) Que, mediante Resolución N° 46/09, la Comisión aprobó el dictamen presentado por la subcomisión mencionada en el considerando anterior y dispuso convocar a los miembros del tribunal examinador a fin de ampliar su informe sobre las calificaciones de algunas de las pruebas de oposición, quienes se hicieron presentes en la sede de este Consejo el día 17 de marzo del corriente brindando las aclaraciones solicitadas. 5°) Que los doctores Luis M. Cabral y Diana B. Con ti han elevado para su consideración el correspondiente dictamen. 6°) Que, de conformidad con lo que establece el ar tículo 39 del reglamento aplicable, luego de que la Comisión se hubiese expedido sobre las impugnaciones, citará a una entrevista personal como mínimo a los concursantes que hayan obtenido los primeros seis puntajes en el orden de mérito. 7°) Que el artículo 41 del reglamento citado estab lece que, con carácter previo a la entrevista, la Comisión requerirá que se efectúe un examen psicológico y psicotécnico a los postulantes previstos en el artículo mencionado en el considerando anterior. 8°) Que el referido artículo 41, in fine, dispone que la Comisión podrá resolver que no se realice este examen a quienes se hayan sometido a él en los dos años anteriores. Por ello, RESOLVIERON: 1°) Aprobar el informe presentado por los doctores Luis M. Cabral y Diana B. Conti, miembros de la subcomisión mencionada en el considerando 3°), que debe agregarse como anexo de la presente r esolución. 2°) Convocar para la realización de una entrevista personal en el Concurso N° 220, destinado a cubrir diez cargos de vocal en la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal, a los doctores Gustavo Alfredo Bruzzone, Guillermo Jorge Yacobucci, Horacio Leonardo Días, Héctor Mario Magariños, Luis Fernando Niño, Carlos Alberto Mahiques, Luis Mario García, Eugenio Carlos Sarrabayrouse, María Laura Garrigós de Rébori, Mauro Antonio Divito, Pablo Jantus, Daniel Emilio Morin, Ricardo Oscar Sáenz, Alberto José Huarte Petite, Patricia Marcela Llerena, Pablo Daniel Vega, Diego Gustavo Barroetaveña, Lucila Esther Larrandart, Daniel Bladimiro Fedel, Sergio Delgado, Alejandro Martín Becerra y Luis Roberto José Salas. 3°) Disponer que, con carácter previo a la realiza ción de dicha entrevista personal, se lleve a cabo a los mismos postulantes, el examen al que se refiere el artículo 41 del Reglamento de Concursos Públicos de Oposición y Antecedentes para la designación de magistrados del Poder Judicial de la Nación, aprobado por la Resolución N° 288/02 del Co nsejo de la Magistratura y sus modificatorias. 4°) Exceptuar de dicho examen a los doctores Delgad o y Salas, por aplicación del mencionado artículo 41, in fine, del reglamento citado. Regístrese, cúmplase y hágase saber. (Firmado). LUIS MARÍA. R. M. BUNGE CAMPOS (en disidencia parcial), LUIS M. CABRAL, MARIANO A. T. CANDIOTI, DIANA B. CONTI, MIGUEL A. GÁLVEZ, Y MARCELA M. LOSARDO. CLAUDIO O. MARTUCCI. (Prosecretario Letrado). Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial CONCURSO N ° 220 CÁMARA NACIONAL DE CASACIÓN EN LO CRIMINAL Y CORRECCIONAL DE LA CAPITAL FEDERAL. En la ciudad de Buenos Aires, a los días del mes de abril del año dos mil nueve, se reúnen los doctores Diana Conti y Luis María Cabral, integrantes de la subcomisión “B” sorteada para informar sobre las impugnaciones planteadas por los postulantes del concurso Nº 220, destinado a cubrir diez cargos de vocal en la Cámara Nacional de Casación en lo Criminal y Correccional de la Capital Federal. Las impugnaciones recibidas fueron presentadas por los postulantes que se enumerarán a continuación por orden alfabético: 1) Arnedo, Fernando Javier; 2) Barroetaveña, Diego Gustavo; 3) Becerra, Alejandro Martín; 4) Cataldi, Hugo Norberto; 5) Console, Jose; 6) Daudet, María Gabriela Silvina; 7) Delgado, Sergio; 8) Diez Ojeda, Augusto Marcelino; 9) Divito, Mauro Antonio; 10) Fedel, Daniel Vladimiro; 11) Figueroa Leonardi, Ana María; 12) García, Luis Mario; 13) Garrigós de Rébori, María Laura; 14) Gordo, Guillermo Andrés; 15) Hergott, Oscar Alberto; 16) Jantus, Pablo; 17) Llerena, Patricia Marcela; 18) Mahiques, Carlos Alberto; 19) Martínez Ledesma, Horacio Alberto; 20) Morín, Daniel Emilio; 21) Niño, Luis Fernando; 22) Obligado, Daniel Horacio; 23) Ojeda, Alberto Elio; 24) Ramos Padilla, Juan M.; 25) Reyna de Allende, Javier Eduardo; 26) Rodríguez Varela, Ignacio; 27) Rusconi, Maximiliano Adolfo; 28) Sáenz, Ricardo Oscar; 29) Salas, Luis Roberto José; 30) Sarrabayrouse, Eugenio Carlos, y 31) Vega, Pablo Daniel. Consideraciones generales sobre la corrección de la prueba de oposición. Con respecto a los criterios establecidos por el jurado para merituar las oposiciones rendidas, cabe señalar que las pautas relativas al examen del lenguaje empleado, su corrección desde el punto de vista general, como así también el uso adecuado de los conceptos jurídicos vinculados al caso, no merecen ninguna consideración especial. Tampoco lo relativo a la comprensión del caso por el concursante, su amplitud de criterio, la evaluación de la cita de normas legales, su interpretación en el contexto fáctico planteado, las razones de la elección de la ley aplicable a cada caso, y la fundamentación de las soluciones con base en la Constitución Nacional. En cuanto a la concreta tarea evaluadora que lleva a cargo el jurado, más concretamente en lo que atañe al señalamiento de cuestiones particulares y supuestas omisiones que en muchos casos los impugnantes atribuyen al jurado en la consideración de los exámenes de otros concursantes o de los suyos, cabe decir que exigir del órgano evaluador un detalle pormenorizado y expreso de todas y cada una de las manifestaciones y consideraciones vertidas por los postulantes en sus pruebas, resultaría de imposible cumplimiento, sin perjuicio de la necesidad de requerir, por supuesto, la indicación de los extremos que motivan la calificación que en cada caso se establezca. En cuanto a esto último, cabe decir que la sola manifestación relativa al desacuerdo que tales valoraciones pudieran generar, tampoco puede suscitar la revisión de las calificaciones asignadas, toda vez que conforme lo estipula el reglamento de concursos (art. 37), no se dará curso a las impugnaciones que estén basadas en la simple disconformidad del postulante con el puntaje obtenido. Por lo demás, cabe señalar en forma genérica que el jurado actuó dentro del marco de discrecionalidad que le confía el reglamento, sopesando cada una de las pruebas con ajuste a las pautas de corrección que rigieron su desempeño, de modo que no se advierten en general situaciones que requieran la intervención revisora de esta subcomisión. Consideraciones particulares sobre la corrección de la prueba de oposición. A raíz de la propuesta formulada por esta Subcomisión, la Comisión de Selección requirió a los jurados mayores fundamentos respecto de la corrección de tres pruebas de oposición. En la audiencia celebrada el día 17 de marzo los señores jurados explicaron en detalle el razonamiento y parámetros empleados en la corrección de los exámenes correspondientes a los doctores García, Niño y Rusconi. A partir de dichas conclusiones -que obran en el soporte magnético glosado al presente legajo y que en este acto se pone a disposición de los postulantes-, es dable colegir que la actuación del jurado se ha ajustado a los postulados que prevé el art. 33 del reglamento aplicable, al tiempo que sus conclusiones, lejos de ser arbitrarias, denotan criterios lógicos aplicados en forma unánime a los exámenes rendidos. Por otra parte, es menester destacar que el jurado es soberano a la hora de corregir las pruebas y que los letrados que lo han integrado en este caso -todos de destacada trayectoria- han actuado dentro de las competencias que les fueron acordadas. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Con base en lo expuesto, estimamos procedente continuar con el análisis de las restantes impugnaciones. Consideraciones generales sobre antecedentes. 1. En cuanto a la calificación dispuesta en el rubro “trayectoria”, confluyen distintas impugnaciones que atacan sustancialmente idénticos tópicos del procedimiento evaluativo, por lo que cabe examinar tales aspectos en forma general y previa, a efectos de evitar reiteraciones innecesarias al momento de evaluar las impugnaciones particulares. En tal sentido, una de las críticas generalizadas estuvo dirigida contra el procedimiento de asignación de puntos por años sin distinción de las funciones específicamente cumplidas, en el entendimiento de que ello importaba un apartamiento de las pautas que el reglamento de concursos establece. Al respecto, cabe decir que tales críticas entrañan una valoración parcial de la metodología de calificación, pues si bien se asigna un puntaje por cada año de trayectoria profesional, la calificación de cada antecedente resulta viable en función del cargo desempeñado o de la antigüedad en el ejercicio profesional de cada postulante. En consecuencia, cabe rebatir las críticas recibidas, por cuanto sí existe una consideración de las características de las funciones desarrolladas. Destáquese, asimismo, que la pauta correctiva fue criticada por quienes resultaban perjudicados por la disminución de puntaje que supone -en la inteligencia de que un criterio de calificación acumulativo no es compatible con ese esquema-, tanto como por quienes la reputaban insuficiente para reflejar adecuadamente la diferencia de trayectoria que realmente existe entre los postulantes -en la idea de que conduce a una virtual equiparación de los postulantes-. Frente a ello, es dable concluir que su previsión constituye un justo medio entre dichas posiciones extremas, en tanto compatibiliza adecuadamente el establecimiento de un criterio de calificación acumulativa con la necesidad de fijar un elemento de diferenciación dentro de los concursos. 2. Algo similar acontece en relación con la especialidad, pues se critica la virtual igualación que determina el mecanismo de asignación cuantitativa; pero los mismos fundamentos desarrollados en el apartado anterior resultan aplicables aquí para desestimar las objeciones vertidas sobre el particular. A lo dicho cabe agregar que el sistema de calificación propuesto por el consejero precalificador para este rubro resulta razonable si se atiende a la jerarquía y trascendencia funcional del tribunal que se concursa; ello, obviamente, sin perjuicio de las modificaciones que se puedan hacer por errores de cálculo o la omisión en considerar determinado antecedente. 3. En materia de docencia y publicaciones también existen impugnaciones, que se reiteran y estructuran sobre dos polos opuestos de una común discusión. En tal sentido, algunos impugnantes plantean que existe una escasa diferencia comparativa, en tanto que otros, prescindiendo de toda comparación, reputan insuficiente la calificación recibida frente al resultado que obtienen de la sumatoria estricta de sus antecedentes. Ante ello, cabe decir que sin perjuicio de las eventuales consideraciones que pudieran realizarse en caso de advertirse omisiones o errores, el criterio de calificación será sustancialmente respetado, en tanto éste trasunta un cálculo individual de los antecedentes de cada postulante según las pautas aritméticas descriptas y sus categorías, y posteriormente ajustado a la realidad del universo del concurso -que procura como fin dejar un orden de mérito entre los postulantes- dentro de los márgenes permitidos para ello. _____________________________________________________________________ 1) Impugnante: ARNEDO, Fernando Javier. Calificación: 152,75 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 77,75) Orden de mérito: 23° Respecto de la oposición: Califica de escueta la corrección practicada por el jurado, por cuanto sostiene que se ha prescindido de todo tipo de razones que den cuenta de aquella disminución, con lo que deja librado al postulante el tener que efectuar la inferencia mencionada en términos de suposición. Añade que si eso de por sí resulta arbitrario, lo es más aún el hecho de que para otros postulantes existe en la evaluación de su oposición un nivel de detalle mayor donde se dejan expresados tramos del desarrollo de aquellos, que de ser comparados con el del suscripto, no difieren en mucho. Señala que se valoró al postulante BET el haber citado el pensamiento del profesor Zaffaroni; al postulante BIR el haber invocado el fallo “Casal”; al postulante CIF, el haber hecho mención a la minoría en el precedente “Amodio” y cada uno de estos postulantes posee una puntuación mayor a la dada a su prueba que incluyó en su desarrollo todas esas citas y muchas otras más. Sostiene que la correcta lectura del examen de oposición permite ver citas de autores como Zaffaroni, Zaffaroni – Alagia – Slokar-, Puppe, Ragués I Vallés, Jakobs, Bacigalupo, Soler, Nuñez, Fontán, Arnedo, Luengo; citas de fallos de la Corte Suprema Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial de Justicia de la Nación como “Casal”, “Amodio”, “Mannini”, “Gómez Dávalos”, “Quiroga” y finalmente que se dio trato a la temática del dolo eventual, (si admite tentativa, su definición, si evaluando la prueba se lo considera acreditado o no, si estaba presumido, etc.), el recurso del fiscal (si se admitía con qué fundamentos se lo hizo, y si se había comprometido el principio de congruencia), la calificación del hecho, la temática de la reincidencia, la cuestión de la declaración de inconstitucionalidad de la reincidencia (si se hacía lugar o no), el reenvío o no con su correspondiente justificación y finalmente la imposición del quantum de pena. A su vez, deja sentado que lo expresado en modo alguno discurre por los andariveles de las cuestiones meramente subjetivas y evidencian un criterio discrepante de este concursante con la valoración efectuada por el jurado, sino que antes bien se trata por una parte de datos objetivos que emergen comparativamente del resto de las correcciones, y en particular aquellas que han sido calificadas con cinco o diez puntos más que en el caso del suscripto donde queda patente la arbitrariedad en la calificación impuesta a la luz de lo que objetivamente es el examen rendido y las pautas genéricas dispuestas para la corrección. Por ello, solicita se deje parcialmente sin efecto el dictamen del jurado, procediéndose a una inmediata revisión del examen o subsidiariamente se ajuste en más el puntaje del examen para adecuarlo tanto a su contenido como a lo que fueron las pautas generales de evaluación oportunamente dispuestas. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Indica que resulta claro que los 28,25 puntos asignados, obedecen a la suma de los nueve años en que se ha desempeñado en el Poder Judicial con cargo equivalente a Secretario de Cámara con más seis años en el ejercicio de la profesión libre, todos en el ámbito penal. Señala que ha pasado por alto el evaluador que el suscripto, cuenta con más de 7 meses de antigüedad que se suman a los seis años en el ejercicio profesional y que por tanto debieron haberse tomado en cuenta lo que claramente no se hizo ya que a los seis años que fueron computados debió agregársele un año más, por resultar el excedente en número mayor a seis. Por ello considera que corresponde se le agreguen 1,25 puntos más, para subsanar el claro error de cómputo en que se ha incurrido, puntaje al que de aplicársele la pauta correctiva estipulada, generará uno final, de 24,50 puntos y no el consignado de 23,25. Especialidad. Señala que a todo funcionario judicial con nueve años de antigüedad en el poder judicial, como es el caso del suscripto, le corresponden veintiocho puntos y si a ello se sumaran los 6 años y 7 meses de ejercicio profesional a razón de un punto por año, ya sin computar la fracción, el puntaje final por especialidad debió haber sido 34 y no 30 como se ha consignado, añadiendo que, de considerarse que la fracción de 7 meses excedente como mayor a la mitad, y se aplicara criterio similar al elegido en la pauta correctiva donde lo mayor a 6 computa a los efectos correspondientes, siete serían los puntos a sumar y por tanto se llegaría a un puntaje total de treinta y cinco y no de treinta como el consignado. Añade que lleva una vida consagrada tanto al derecho penal como al procesal penal y a la criminología y nada de esto parece haberse tenido en cuenta por el informe que sobre los antecedentes del suscripto se practicó a la hora de evaluar el ítem especialidad y permitir por tanto una mengua en diez puntos sobre el total de puntos posibles, sin siquiera brindarse razones que den cuenta de lo hecho, posicionando a la mencionada evaluación en la senda de la arbitrariedad manifiesta. Adhiere que la arbitrariedad que aquí denuncia es en razón de un conjunto arbitrario de omisiones, y que el conjunto de dichas arbitrariedades manifiestas denunciadas llega a su punto máximo con la valoración que se practicó en el acápite “especialidad” a la concursante María Cristina Castaño, quien no sólo no acredita específicos antecedentes vinculados a la postulación para el cargo que se concursa sino que tampoco lo hace en relación a la especialidad ya que todo su desempeño lo ha sido en el ámbito de la administración pública y del derecho civil, y a pesar de ello se le asignaron la mitad de los puntos posibles por dicho rubro, es decir, veinte puntos. Concluye sosteniendo que han sido tantas las arbitrariedades en las que se ha incurrido a la hora de confeccionar el puntaje que corresponde al suscripto en relación al rubro “especialidad” que sólo una corrección amplia en más es la que puede subsanar el agravio que se causa al suscripto con el arbitrario descuento de 10 puntos del máximo. Posgrado. Señala que ha sido reconocido por la Universidad de Buenos Aires, la Universidad Nacional de La Pampa, la Universidad Nacional de la Plata, La Universidad Nacional del Sur, La Universidad Nacional de La Matanza, la Universidad Católica de la Plata, La Universidad del Museo Social Argentino y la Universidad del Salvado como profesor apto no sólo para dictar las especializaciones y maestrías que en esas unidades académicas se imparten y que fueron oportunamente acreditadas en el legajo correspondiente, sino que además se lo ha propuesto en varios casos como director de Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial tesis de maestría, es decir que él es quien contribuye a que muchos colegas logren títulos de posgrado que de por sí resultan poseer un valor claro y concreto en puntos a la hora de serle valorados a los concursantes y, sin embargo, no media en el particular siquiera consideración o significación alguna de lo que esto representa, lo que a todas luces coloca a la valoración practicada en el informe, una vez más en la senda de la arbitrariedad manifiesta. Por ello entiende que debe asignársele un punto más en este ítem. Publicaciones. Indica que se pasa por alto que una de las publicaciones lo ha sido en coautoría con el Prof. Zaffaroni y la misma se trata del informe sobre autoría y participación criminal hecho por la República Argentina para el Max Planck Institut en Freiburg, Alemania, por lo cual la obra mencionada posee un valor mucho más significante que aquél que se le ha otorgado al momento de asignársele puntaje al suscripto por el rubro publicaciones. Por ello entiende que cabrían por lo menos, dada su importancia, sumarle al menos cincuenta centésimos más al puntaje total de siete con cincuenta centésimos obtenido, lo que quedaría, en ocho puntos para este rubro. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Trayectoria. La puntuación otorgada se compadece con la trayectoria profesional que ha sido acreditada por el postulante. Especialidad. A partir de lo expuesto en las consideraciones generales, la calificación asignada por el precalificador en este concurso no se estima reducida. Posgrado. La calificación asignada se compadece con los estudios de posgrado acreditados por el postulante. Téngase presente que los últimos tres puntos de ítem quedan reservados para quienes posean el título de doctor. Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 2) Impugnante: BARROETAVEÑA, Diego Gustavo. Calificación: 155 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 75) Orden de mérito: 18° Respecto de la oposición: Señala que los miembros del jurado respecto de su prueba, dictaminaron lo siguiente: “El postulante invoca el fallo "Casal" para la admisión del recurso, sus precedentes y efectos; aborda los cuestionamientos de la defensa y del fiscal, analiza y argumenta adecuadamente cada uno de ellos; alude a la C.N . ( 18 ) que a su criterio establece un sistema de enjuiciamiento acusatorio; invoca los votos minoritarios de los jueces Lorenzetti y Zaffaroni en torno de la imposibilidad de imponer una pena mayor que la solicitada; entiende que el tribunal rompió la "identidad fáctica y normativa"; propugna casar la sentencia y califica el hecho como " lesiones graves" y condena a tres años de prisión. En cuanto a la reincidencia, reconoce la extemporaneidad del planteo, pero lo admite por su gravedad institucional; además afirma que en el caso no se cumplió con el criterio de los dos tercios en prisión, por lo cual en el punto también propone casar la sentencia, sin perjuicio de algunas consideraciones sobre la necesaria derogación de esta figura. En general exhibe actualizada y abundante información jurídica. Teniendo en cuenta la consistencia jurídica de la solución propuesta, dentro del marco de lo razonable, la pertinencia y el rigor de los fundamentos y la corrección del lenguaje utilizado, estimamos que la calificación de este concursante es de 80 puntos.”. Con respecto al postulante NEO, transcribe que se señaló: “Esta sentencia trata los distintos temas que plantea el caso, con rigor lógico y solvencia en cuanto a los conocimientos actuales sobre los distintos temas, así por ejemplo la cuestión del dolo eventual en la tentativa o el problema de la reincidencia. Trata también el tema de la arbitrariedad y de la subsunción legal de la conducta en el tipo. El postulante aborda cada una de las cuestiones planteadas con detalle y minuciosidad expositiva, concluyendo los distintos agravios por la afirmativa o negativa; cita moderna doctrina y jurisprudencia; no se advierten lagunas; confecciona una lista de interrogantes que se imbrican recíprocamente. Acierta al no reenviar el caso para su resolución, toda vez que su decisión no agravia a la defensa en la calificación ni en el monto de la pena, de este modo evita lesionar el derecho a ser juzgado en un plazo razonable. Más allá de que se coincida o no con las soluciones propuestas son temas polémicos - como el disvalor de la acción- la sentencia está muy bien fundada con una línea argumental que refleja buenos conocimientos sobre los distintos tópicos que se tratan.Tomando en cuenta la consistencia jurídica de la solución propuesta, dentro del marco de lo razonable, la pertinencia y el rigor de los fundamentos y la corrección del lenguaje utilizado, Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial estimamos que la calificación de este concursante es de 95 puntos. Calificación: 95 puntos.”, y con respecto al postulante GOF, sostiene que escuetamente se dice: “Este concursante propugna la anulación el fallo por afectación del principio de congruencia con buenos argumentos y abundantes citas de doctrina y jurisprudencia. Es una sentencia que exhibe una comprensión de cómo está la casación argentina después del caso Casal. Aborda la totalidad de los problemas que se plantean y los resuelve con coherencia y solvencia argumentativa. Ingresa al tratamiento del recurso fiscal por haber sido interpuesto a favor del imputado, exhibe también en el punto claro razonamiento y encuadre constitucional. Tomando en cuenta la consistencia jurídica de la solución propuesta, dentro del marco de lo razonable, la pertinencia y el rigor de los fundamentos, y la corrección del lenguaje utilizado, estimamos que este concursante merece 95 puntos.Calificación: 95 puntos.”. Sostiene que si se lee su prueba de oposición, palmariamente se puede advertir que se omite señalar que aborda de manera suficiente, la problemática de la tentativa de homicidio con dolo eventual, agregando que se le dispensa un tratamiento desigual respecto del aludido participante NEO, para quien se celebra el examen de esta cuestión, lo que torna arbritario, respecto de este tópico, el dictamen. Añade que tampoco se hace hincapié en el tratamiento dispensado a la inconstitucionalidad de la reincidencia que realizó. Indica que al participante NEO se le destaca “… acierta al no reenviar el caso para su resolución, toda vez que su decisión no agravia a la defensa en la calificación ni en el monto de la pena, de este modo evita lesionar el derecho a ser juzgado en un plazo razonable”, y que respecto de su prueba nada de ello se destaca, considerando que esa situación, es manifiestamente arbitraria. Señala que respecto del postulante ERU, se dictamina: “En esta prueba se casa la sentencia y se condena por lesiones graves; se deja también sin efecto la declaración de reincidencia., con respecto al principio de congruencia, se hace un elaborado desarrollo de la teoría y la jurisprudencia, se considera afectado el principio de congruencia, no se ordena el reenvío y se dan razones para ello, nada dice del posible cuestionamiento al recurso fiscal, Se trata de un buen documento sentencial que revela rigor lógico y formación jurídica, y luego se agrega el clishe, común a todos los postulantes que fuimos calificados entre 80 y 95 puntos. En orden al postulante BET indica destaca que sostuvo que se violó el principio de congruencia –igual conclusión a la que arribara el suscripto-; y que se hicieron afirmaciones dogmáticas sobre la intención del autor – tópico profusamente tratado y desarrollado por él-. Sostiene que no emerge de los fundamentos de los distintos dictámenes transcriptos una brecha de quince puntos, respecto de su oposición y la de los colegas individualizados con las siglas NEO y GOF; tampoco de cinco, si se los coteja con los postulantes ERU y BET, y solicita se aumente en diez puntos la nota determinada, totalizando así ochenta y cinco puntos. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Hace notar que erróneamente se consignó que cumplió funciones como Defensor Oficial ante la Defensoría de Pobres y Ausentes Nº 6 desde el 23/08/98 hasta el 15/09/1998, cuando, en realidad, ocupó aquel cargo desde el 23/02/98. Señala que de acuerdo lo acreditado, desde el 13/10/88 hasta el 7/2/1991 cumplió funciones como Auxiliar Letrado en la Defensoría Oficial de Pobres y Ausentes Nº 2, es decir, dos años, tres meses y veinticinco días, por lo cual cabe otorgársele 1,25 por cada año, lo que arroja un Subtotal de 2,50. Añade que desde el 7/2/91 y hasta el 06/12/1995 cumplió funciones como Auxiliar Letrado de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional, es decir, cuatro años y diez meses, por lo cual la operación (1,75 x 5) asciende a un subtotal: 8,75, agregando que posteriormente se desempeñó como Secretario de Cámara de la Sala II de la Cámara de Apelaciones en lo Criminal y Correccional desde el 06/12/1995 hasta el 23/02/98, o sea, dos años, dos meses y diecisiete días, y que luego, desde el 23/02/1998 y hasta el 15/09/1998 cumplió funciones como Defensor Oficial, es decir, seis meses y veintitrés días, por lo que le corresponde un subtotal de 3 puntos. A ello, agrega que fue Juez de Garantías en lo Criminal y Correccional Nº 1 de San Isidro, desde el 16/09/1998 hasta el 05/07/2005, por lo que cabe efectuar la siguiente operación (7x3) que arroja un subtotal de 21, y que desde el 05/07/2005 y hasta la fecha de convocatoria al presente concurso se desempeña como Juez de Cámara del Tribunal Oral en lo Criminal Nº 21, por lo que señala que si se suman todos los subtotales, se obtiene un total de cincuenta con setenta y cinco centésimas. En consecuencia, señala que al tope de los treinta puntos cabe restarle cuatro, lo que arroja un total de veintiséis puntos. Especialidad. Señala que pese a desempeñar funciones como Juez de Cámara del Tribunal Nacional Oral en lo Criminal Nº 21 desde hace más de tres años, se le asignaron sólo treinta y seis puntos, apuntando que, para otras situaciones análogas a las Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial del suscriptor, a otros postulantes se les otorgó el máximo de puntuación, como por ejemplo a la concursante María Laura Garrigós de Rebori; Alberto José Huarte Petite; Daniel Emilio Morín. Sostiene que llama poderosamente la atención que no se tomen en cuenta la presentación de sentencias y resoluciones, y de adverso, se destaquen o promuevan otras actividades, cuando la principal tarea de un juez/jueza o magistrado es la de dictar sentencias, resoluciones, dictámenes, recursos, etc. Añade que no se le reconoce que desde hace más de dos años es director del Instituto de Ciencias Penales del prestigioso Colegio de Abogados de San Isidro. Por tales motivos impugna categóricamente la errónea reducción de sus méritos en este rubro y requiere que se le asignen los cuarenta puntos que se reconocen como máximo en el mismo. Posgrado. Señala que en el mentado dictamen sólo se hace referencia a cuarenta cursos cortos de posgrado del Departamento de Posgrados de la UBA, pero se omite aclarar que sobrepasó la totalidad de horas exigidas para el Curso de Especialización en Derecho Penal de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires, y que si se tienen en consideración los certificados oportunamente allegados se podrá advertir; previa sumatoria de las horas que cada uno contiene, que ha cursado 473 horas, por lo que tan solo por eso, conforme las pautas establecidas merecería cuatro puntos. Añade que ha acreditado holgadamente la asistencia a más de 20 congresos y/o jornadas relacionadas con la especialidad, por lo que advierte que se le debería adjudicar un punto más, agregando que lo peor es que no se computa la Especialidad en Derecho Tributario también cursado en la aludida casa de estudios, lo que tiene un valor máximo de cuatro puntos. Por ello señala que tomando el tope de los siete puntos, cuanto menos se le tendrían que otorgar siete puntos por este ítem. Indica que al postulante Huarte Petite por haber acreditado su asistencia y participación en diversos cursos y seminarios nacionales e internacionales, sobre temas referidos a las distintas especialidades en el Derecho Penal; haber aprobado 7 materias del Curso de Especialización en Derecho Penal (UBA 1985); y el curso “Cuestiones de Derecho Penal y Procesal Penal” en el Programa de Actualización del Ministerio Público, en la Universidad de Buenos Aires, se le asignaron seis puntos, y que al postulante Morín, por haber acreditado la aprobación de once cursos cortos de posgrado y seminarios sobre temas de la especialidad, en su mayoría realizados en el Departamento de Posgrado de la UBA y la participación en múltiples asistencias a congresos y jornadas nacionales e internacionales sobre la especialidad, se le asignaron cinco puntos. Por ello, impugna también la calificación que se le adjudicara en este tópico, y requiere que se le asignen siete puntos, toda vez que esta calificación guarda coherencia con la que se le adjudicara al mentado postulante Divito, y merece ser reconsiderada teniendo en cuenta lo relevado respecto de los concursantes Morín y Huarte Petite. Docencia. Indica que se le otorgó la calificación de ocho puntos. Señala que al Dr. Mauro Divito, por análoga actuación docente, se le asignaron correctamente nueve puntos por este rubro, por lo que requiere se le asigne igual puntuación, a fin de no tornar arbitraria la evaluación. Publicaciones. Indica que no se tomaron en consideración, al evaluar este rubro, los varios trabajos inéditos sobre distintos Proyectos de Reformas del Código Procesal Penal de la Provincia de Buenos Aires que ha presentado oportunamente. Destaca que al Dr. Hugo Norberto Cataldi por una única publicación “Interceptación y Derribo de Aeronaves Privadas en la República Argentina” y al Dr. Augusto Diez Ojeda por dos publicaciones, se le adjudicaron dos puntos, respectivamente, en tanto al suscripto tan sólo uno por dos publicaciones referidas a la especialidad y sin haber ponderado los mentados trabajos inéditos. Por ello, impugna también la calificación que se le otorgara en este tópico y requiere se le asignen, cuanto menos, dos puntos más, recalificándosele con un total de tres puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Trayectoria. La calificación que resulta de los antecedentes del postulante en función de los criterios de precalificación y el incremento progresivo de puntuación que se expone en el punto I. 1. del acta de precalificación, es de 45,25 unidades. Por aplicación de la pauta correctiva la puntuación del rubro queda fijada en 26 puntos. Especialidad. Considerando que la mayor parte del desempeño profesional del postulante se registra en una jurisdicción diferente a la que comprende al tribunal que se concursa, la puntuación asignada no se estima reducida. Posgrado. La calificación asignada se corresponde con las pautas expuestas por el consejero precalificador en el punto I. 5. del informe de precalificación. Destácase que Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial un puntaje de seis unidades corresponden a una especialización cursada, aprobada y con el correspondiente título expedido. Docencia. Se confirma la calificación asignada, puesto que el postulante no registra la antigüedad mínima de tres años en el cargo de profesor titular de una materia de la especialidad, antecedente que se verifica en el caso del postulante Divito (v. punto I. 4. del informe de precalificación). Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 3) Impugnante: BECERRA, Alejandro Martín Calificación: 153 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 83) Orden de mérito: 22° Respecto de la oposición: Sostiene que su puntaje debería al menos elevarse a ochenta puntos. Señala que la corrección, más allá de que aparece escueta, resulta claramente elogiosa, y, en tal sentido, es necesario advertir que sin perjuicio de la expresa ponderación a la fundamentación de la misma, no se efectúa mención alguna acerca de error o insuficiencia en el tratamiento de algún tema, como no sea la última alusión a los escasos argumentos que se habrían expuesto sobre el planteo de inconstitucionalidad de la reincidencia, lo que, cabe puntualizar, de manera alguna puede tomarse como sinónimo de incorrección, y por ello es que entiende que los setenta puntos otorgados no ilustran de la debida manera tal merecimiento. Indica que en el examen del postulante GOS, se destacó que adujo la existencia de una doble valoración en cuanto a la pena, aspecto no resaltado en el suyo a pesar de su inclusión. En cuanto al postulante ERU, añade que salvo el puntaje, que supera en quince puntos al del suscripto, los restantes conceptos laudatorios resultan ser exactamente los mismos que aquellos con los que se cierra su corrección. Respecto de los antecedentes: Posgrado. Considera que se le ha otorgado un puntaje menor que el merecido, por lo cual considera que la calificación debe superar sensiblemente los tres puntos otorgados. Señala que a DOR se le han otorgado con justicia seis puntos, sin que se aprecie la existencia de alguna diferencia tal sensible como marcan los tres puntos que separan ambas calificaciones. Añade que resulta a su criterio escasa la consideración tenida en cuenta respecto de la cantidad de “cursos de posgrado” realizados, a pesar de haberse hecho mención a “múltiples jornadas y/o eventos relacionados con la vacante” y a “varios cursos cortos de posgrados sobre temas de la especialidad”. Docencia. Señala que se le han otorgado seis puntos, los cuales adolecen de falta de razonabilidad en la medida en que no se consideran debidamente sus antecedentes. Indica que su actuación docente ha sido toda en relación con el derecho penal y el derecho procesal penal, incluyéndose en la actualidad la pro-titularidad en cuatro materias y la titularidad en otra, y sumándose que es adjunto de otra materia y que también da clases hace varios años en dos posgrados en calidad de profesor visitante, como así también las distintas conferencias o jornadas en que ha sido expositor o disertante. Entiende que no ha sido considerado su cargo como profesor visitante. Resalta que al postulante DIX, le fue otorgada la misma cantidad de puntos a pesar de no ejercer en la actualidad la docencia y haber acreditado el cargo de Ayudante Segundo por concurso por tres años. Añade que el puntaje que se le adjudicara resulta inferior al del postulante BET, más allá que la actividad del suscripto aparece de mayor envergadura tanto en cantidad de cátedras, como en tiempo y cargos. Señala que en otros supuestos se ha otorgado el máximo puntaje posible en casos en que, más allá de acreditar un cargo docente que lo permite, no resultan en cantidad y en tiempo lo suficientemente relevantes, sosteniendo a su vez, que se advierte la escasa consideración que por el rubro “conferencista” se tuvo en cuenta a la hora de su calificación, no siendo valoradas en su real dimensión la antigüedad y diversidad de los cargos docentes desempañados, su vinculación con la especialidad de la vacante a cubrir y la calidad de disertante en congresos de la especialidad. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Posgrado. Considerando la cantidad, carga horaria y relación con la especialidad de los cursos individuales de posgrado acreditados por el postulante, a la vez que su condición Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial de alumno de doctorado, corresponde hacer lugar a parte de su pretensión y fijar la calificación del rubro en 4 unidades. Docencia. Asiste razón al postulante por cuanto su condición de profesor titular de una materia de la especialidad (con una antigüedad menor a los tres años) amerita la asignación de mayor puntaje. En consecuencia, la calificación del rubro se fija en 7 unidades. 4) Impugnante: CATALDI, Hugo Norberto. Calificación: 140 puntos (Oposición: 55; Antecedentes: 85) Orden de mérito: 33° Respecto de la oposición: Indica que en el dictamen el jurado indica que ha rechazado el recurso fiscal del caso presentado, por entender que el tribunal impuso la pena pedida por aquél. Sostiene que tal aseveración no es correcta, toda vez que en ningún momento del escrito de examen ha adoptado tal temperamento, sino que ha entendido que el pedido de pena por parte del señor Fiscal limitó al Tribunal, en tanto que no puede ir más allá de lo requerido por el Ministerio Público Fiscal, y, en tal sentido, ha dado fundamento de ello y por lo tanto, ha impuesto la pena requerida por el representante de dicho Ministerio, es decir, la de cuatro años de prisión, pero ello no motivó rechazo de recurso alguno. Añade que lo argumentado se basó en la disidencia de los Dres. Ricardo Luis Lorenzetti y Eugenio Raúl Zaffaroni, vertida en el antecedente de la C.S.J.N. in re A.2098.XLI. recurso de hecho “Amodio Héctor Luis s/causa n° 5330” de fecha 12/06/2007, en el cual, en el considerando 18, se expresa “que si el derecho de defensa opera como límite concreto de la función jurisdiccional, en el sub-examine se verifica un exceso en el ejercicio de ella en la medida que el juez sentenciante excedió la pretensión punitiva del órgano acusador e impidió con ello el pleno ejercicio de aquélla garantía en lo que respecta a la individualización y proporcionalidad de la pena finalmente impuesta”. Insiste, que ha rechazado el recurso fiscal y tal error de interpretación por parte del jurado probablemente surja de que sus miembros tomaron en consideración determinadas pautas, que no fueron dadas a conocer a los concursantes con carácter previo, sino que se establecieron a posteriori, tal como, en particular, los referidos al recurso fiscal, si se lo admitía o no y con qué fundamentos. Con respecto al cambio de calificación, señala que el jurado le atribuye el no haber advertido, ni argumentado, acerca del cambio de calificación operado en la sentencia. Añade que expresamente se ha referido a la calificación pretendida por el señor Fiscal General, la cual desechó en atención a lo manifestado por los señores médicos forenses y citados en el caso bajo análisis, en el sentido de que las lesiones de la víctima tenían el carácter de graves. Agrega que en la hipótesis el señor Fiscal General le adjudicó al procesado Fernández la autoría del delito de lesiones gravísimas, en los términos previstos en el art. 91 del Código Penal, no obstante que los señores médicos forenses habían calificado las mismas de graves y que acerca de dicho extremo, la consigna era que el concursante debía dar por probados los hechos, tal como resultaron explicitados en el caso, destacando que en el mismo no existe fundamento alguno de porqué el Sr. Fiscal seleccionó dicha adecuación típica –lesiones gravísimas- en desmedro de la referida por los señores médicos forenses, con lo cual, en su modesto criterio, bastaba con remitirse al informe de los expertos objetivando la lesión como grave para descartar la arbitraria calificación propiciada por el señor Fiscal General, dada sin base argumentativa alguna. Por ello, sostiene que todo ello indica que ha advertido y argumentado acerca del cambio de calificación operado en la sentencia, careciendo de todo otro elemento probatorio, fuera del informe médico forense, para ahondar en el análisis que parecen pretender los miembros del jurado. Con respecto a la no aceptación de introducción de nuevos motivos de casación, esgrime que el reproche carece de sustento si se tiene presente lo establecido en el art. 466 del CPPN, por cuanto “el escrito por el cual se recurre es el libelo donde quedan perfectamente disecados los términos del agravio los cuales no pueden ser distintos de los deducidos en oportunidad de interponer y fundar el recurso. En efecto, la ley no consagra la posibilidad de introducir nuevos motivos o puntos de casación y, por lo tanto, éstos quedan fijados en el escrito de interposición, pues una cosa es la ampliación de fundamentos y otra de motivos”. Agrega que el jurado reconoce el tratamiento por su parte de todos los problemas derivados del planteo del caso, pero califica su argumentación de “escasa”. Añade que sin ánimo de polemizar y teniendo presente que algunos de los concursantes han reiterado los mismos conceptos, cabe tener presente las máximas citadas por el Dr. Augusto C. Belluscio en su “Técnica jurídica para la redacción de escritos y sentencias”, publicado por La Ley en marzo de 2006 que expresa, en cuanto a la Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial cantidad de información que debe darse (en la sentencia), que su texto aporte toda la información necesaria pero que no contenga nada más que lo necesario; que las contribuciones estén relacionadas con el tema central del escrito y finalmente, respecto a la modalidad, se pide claridad y también brevedad. Sobre ello esgrime que una sentencia no puede ser confundida con una tesis de doctorado. Respecto de los antecedentes: Posgrado. En vez de la calificación de cuatro puntos, estima correcta la de seis puntos, teniendo presente los dos cursos realizados –Programa Anual de Profundización en Derecho y Magistratura Judicial en la Facultad de Derecho de la Universidad Austral y Especialización en Derecho Internacional de los Conflictos Armados y Derecho Internacional Humanitario, en el Instituto Nacional de Derecho Aeronáutico y Espacial de la Fuerza Aérea Argentina-, al reconocerse asimismo, la realización de cursos cortos relacionados con la especialidad y la asistencia a innumerables Congresos y Jornadas a nivel nacional e internacional, vinculados en gran parte al Derecho Penal. Docencia. Considera que por el ejercicio de la docencia, en lugar de asignarse la calificación de nueve puntos, hubiera correspondido otorgar la de diez puntos, habida cuenta que es Titular por concurso de las cátedras de Derecho Penal II y del Seminario de Práctica Profesional I de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Sociales y de Derecho Penal II de la Facultad de Ciencias de la Seguridad, ambas del Instituto Universitario de la Policía Federal Argentina, sobre lo cual añade que es Director y Titular de un curso de posgrado en la citada institución, en este caso de Derecho Procesal Penal Profundizado y Criminalística, desde el año 1998 y haber sido Director de la Maestría en Seguridad Pública, nombramiento este último del año 2000. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Posgrado. La calificación asignada refleja correctamente el número y carga horaria de los cursos de posgrado acreditados por el postulante. Docencia. Considerando que una de las materias de la especialidad en la que el postulante es profesor titular por concurso desde el año 1993 (derecho procesal penal) se dicta en el marco de una licenciatura en relaciones internacionales, corresponde hacer lugar en forma parcial a su impugnación y fijar la calificación del rubro en 9,50 unidades. 5) Impugnante: CONSOLE, José. Calificación: 133 puntos (Oposición: 55; Antecedentes: 78) Orden de mérito: 38° Respecto de la oposición: El impugnante asevera que de la vista de los exámenes surge que el jurado no tuvo en cuenta en su resolución criterios de igualdad, resultando por dicho extremo arbitraria la corrección y evaluación integral de su examen. El postulante manifiesta haber advertido que los exámenes pertenecientes a los concursantes que seguidamente detalla, presentan inserciones de cualquier otro signo diferente al número que se prevé para la prueba, con lo que resulta factible el descubrimiento de la identidad del concursante. Ha observado exámenes que presentan hojas escritas en una sola carilla y rayadas transversalmente en la otra, resultando ello una evidente inserción de un signo que permite la identificación del postulante, máxime teniendo en cuenta que los exámenes fueron en su mayoría confeccionados a mano con lo que dejar en blanco hojas y colocarle una raya transversal constituye un signo que permite la identificación. Además, señala que existen otros signos colocados dentro de los exámenes como subrayados, borroneados y tachados que permitan una identificación del postulante. El “signo” a que alude el reglamento, en su interpretación, alude sin duda alguna a una “señal” y este concepto nos remite a entender ello como “una nota o marca que hay o se pone en las cosas para distinguirlas”. Es evidente que ello se encuentra cumplido en los exámenes indicados con los números: 0001 – el que además contiene la fecha – (fs. 14 vta.; 16vta; 17vta; 18, 20 vta.); 0002, está identificado con la fecha y contiene interlineados, 0003, identifica nombre de los integrantes del Tribunal y del Defensor y del Fiscal; 0004 – indica la fecha –, deja todos los anversos en blanco y además contiene tachaduras a fs. 39, 41, 42, 44, 45, 48, 52, 53, 54, 55, 55, 56, 57, 58, 59, 60; 0006: Se observan tachaduras, marcas en fs. 67, 68, 70 vta., 71vta., 72, 73 vta., 74, 71; 0008: Identifica con AA, BB y CC los miembros del Tribunal y presenta observaciones de tachaduras/marcas en fs. 83, 85, 86, 86 vta., 88, 88 vta., 89, 90, 90 vta., 99vta. y 100; 0009: Se observan tachaduras a fs. 104 y 104 vta., 106, 106vta., 108 vta., 109, 109vta., 111, 111vta., 114, 114vta., 115, 116vta., 117, 118; Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial 0010: Se observan tachaduras en fs. 125 vta. Asterisco en 127 vta.; 0011: fs. 132 y 132 vta. Marcadas; 0012: fs. 134 identifica la Sala, 135, 137 vta. (e/l) 138 vta., 140 (e/l), 141 vta., 142, 142 vta., 143,143 vta. (e/l); 0013: Fs. 148 una llamada, 0014: fs. 159 identifica nombre de los jueces y los tacha, 0015: 167 vta., 169 vta., 171, 172, 173 vta.; 0016: Identifica nombre de jueces a fs. 180, fs. 182vta., 184 vta., 185, 194, 195 vta., 196 vta.; 198 vta.; 0017: FS. 200, 202 Y 204 VTA.; 0018: fs. 212, 213, 214, 215, 217vta.., 221.; 0019: Se observan tachaduras y marcas: fs. 222, 223, 223vta. ,224vta. ,225 ,225vta. 226, 226vta. , 227, 227vta., 228, 228 vta., 229, 229 vta., 230, 230vta., 231 y 231vta. ; 0020: FS. 238; 0021: Fs. 246, 249,250,(e/l) 251, 252, 254, 255 –deja en blanco reverso de hoja; 0022: Fs. 258, 258 vta., 259 , 259 vta., 260, 261vta,. 264vta., (e/l), 265, 266 vta., 248vta., y 269, 300 vta., 304, 305.; 0023: fs. 282, 285 vta.; 0024: fs. 299, 300 vta., 304, 305; 0025: Contiene la fecha y lugar, pág. 325; 0025: llamada fs. 315 vcta.; 0026: Fs. 318, 318 vta., (e/l), 320 (e/l), 320 vta., 321, 321 vta., (e/l), 322 vta. (e/l), 323 (e/l), 323, vta.; 0027: Contiene la fecha y lugar pág. 325; 0028: Fs. 350 (marcado), 350 vta. (tachaduras), 351, 351 vta., 325 vta, 353, 353 vta., 354 vta., 355 vta., 356 vta., 357, 358, 358 vta.; 0029: fs. 359 indica Número de Registro y Sala II , 0030: Fs. 372 (e/l) con símbolos, fs. 375 idem y 376 vta-. Idem; 0031: fs. 378, 379 renglón testado e indica número de Sala; 0033: fs. 402 identifica nombre de jueces y numero de salas fs. 410 y 410 vta.; 411 tiene marca, 0034: fs. 422 vta.; 0035. 423 identifica número de sala, 425 vta., 426, 428.; 0036: Fs. 432vta., 434, 436, 439, 442.; 0037: Fs. 444 vta., 446 (e/l), 449, 450, 451vta., 452 vta., 454, 454 vta., 456 vta.; 0039: 466 (e/l), 467 vta.; 0040: Fs. 470, 471, 471 vta., 472, 472 vta., 475.; 0041: Fs. 481,483, 484 (e/l), 485, 486 vta., 487vta., 490, 491, 492.; 0042: fs. 493, identifica nombre de jueces A B y C y número de Sala (fs. 504 llamadas) fs. 507 asterisco; 0043: A fs. 509 identifica nombre de jueces A B y C y número de Sala; fs. 511 vta., 512 vta, 514 y 514 vta y 520; 0044: fs. 532 – E/l y tachaduras;fs 535 vta., 0046: fs. 551 tiene una llamada, fs. 553 tiene una marca, 554, llamada y fs. 558 vt. Asterisco; 0047: Fs. 563 (e/l), 564, 569, 569 vta., 570 vta., 571, 574 vta, y 575.0048: fs. 576 (e/l) y 577; 0049: FS. 586 vta., 587vta, y 589 vta. Por las razones apuntadas es que solicita la exclusión de estos exámenes. Volviendo a la corrección de su examen, sostiene que el jurado mencionó: “Con respecto a los fundamentos para casar el fallo, ellos se sustentan en una valoración del cuadro probatorio no desprovista de rigor lógico”. Entiende que se coloca una valoración negativa cuando debe afirmarse que los fundamentos utilizados para casar el fallo presentan el rigor lógico para ello. Además, cuando se dice que “A fs. 4 cuando desestima el dolo eventual para la tentativa, da argumentos atendibles, no obstante el párrafo resulta demasiado escueto para un tema que ha sido largamente debatido en la doctrina y en la jurisprudencia.”, se aparta de los parámetros contenidos en el art. 33 del Reglamento. Antes se sostuvo que “la valoración del cuadro probatorio no desprovista de rigor lógico” había sido bien utilizada y ahora dice que “da argumentos atendibles” pero sostiene que el párrafo resulta demasiado escueto para un tema que ha sido largamente debatido en la doctrina y jurisprudencia”. Como pautas para la corrección el jurado estableció “Formación práctica: razonamiento del juzgador, construcción de las premisas de las que se pueda inferir con lógica jurídica las conclusiones, planteamiento correcto del caso, descripción de los hechos y de las circunstancias que los rodean, valoración de la prueba en cuanto a su utilidad y pertinencia y la conformación lógica de la sentencia que correspondiere. Las conclusiones lo han sido por unanimidad”. Cuando se indicaron las pautas para el trabajo se aludió a la capacidad de síntesis para extraer los hechos dirimentes. No fue informado, ni surge del reglamento, que el postulante debía efectuar una trabajo voluminoso, es decir que su interpretación de lo que se pedía en el exámen era algo concreto. Observa que la construcción de las premisas del examen permiten inferir con lógica jurídica las conclusiones que sostiene el jurado: “da argumentos atendibles”. Concretamente el exámen presenta, consistencia y fundamentación jurídica, compatible con la solución del caso propuesto dentro de los parámetros de la razonabilidad. Es más: el jurado no menciona que se hubiera planteado en forma incorrecta, al igual que la descripción de los hechos y la valoración de la prueba en cuanto a su utilidad y pertinencia y la conformación lógica de la sentencia. Nótese que se ha afirmado en la corrección que “Con respecto a los fundamentos para casar el fallo, ellos se sustentan en una valoración del cuadro probatorio no desprovista de rigor lógico”. No cree que el exámen tienda a que el postulante desarrolle argumentos de doctrina y jurisprudencia, sino simplemente sus citas. Si bien son útiles a los fines de sostener el razonamiento del postulante, no resultan dirimentes ya que conforme surge de las pautas de corrección, entiende que se ha cumplido con las mismas. Por tales argumentaciones entiende que merece una recalificación de 15 puntos más ya que he cumplió con las pautas fijadas por el jurado. También obseva que no se ha cumplido con la pauta establecida con relación al lenguaje utilizado. En ellas se Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial establece que “El Jurado conforme a la normativa vigente deja constancia que aplicará los siguientes criterios de evaluación para atribuir el puntaje correspondiente: 1. Lenguaje utilizado: si bien no resultan pautas determinantes de la calificación, la correcta ortografía y redacción se complementan con las demás. Dentro de esta variable se tendrá en cuenta la precisión de la terminología jurídica, la claridad de las afirmaciones o negaciones, la capacidad de síntesis para extraer los hechos dirimentes”. Afirma que tales pautas no se han cumplido con su examen, ya que advierte que no se ha tenido en cuenta “la corrección del lenguaje utilizado” conforme lo indica expresamente el art. 33 del Reglamento y que se advierte fue omitido. Por lo que solicita se recalifique el examen en 5 puntos más. En cuanto a los “Conocimientos teóricos”. Las pautas fijadas fueron: “se considerará si la norma no sólo ha sido citada correctamente sino interpretada desentrañando su sentido y alcance, si se justifica la elección de la norma aplicable al caso, si se establece su relación con principios y derechos fundamentales si procediere, y con la Constitución Nacional e instrumentos internacionales, si al coexistir distintas interpretaciones jurídicas de la norma, el postulante explica los motivos de su elección, si realizó citas de doctrina y/o jurisprudencia teniendo en cuenta que sólo se contaba con textos legales”. Al corregir el jurado sostiene: “A fs. 4 y 4 vta. El concursante dice “ n síntesis entender que el alcance que se pretende efectuar de la posibilidad de incorporar el dolo eventual a la tentativa lesiona severamente el principio de legalidad”. En realidad, se trata de una cuestión relacionada con la doctrina penal y la posición que al respecto se adopte. En cuanto a la reincidencia se dan atendibles razones para proponer su anulación”. Es decir las normas utilizadas fueron citadas correctamente, e interpretadas desentrañando su sentido y alcance. Nótese que en lo atinente a las normas no se ha objetado su utilización. En relación con los problemas específicos referidos al caso, el jurado fijo como pautas: “se tomará en consideración el reconocimiento y desarrollo de cada uno de lo principales planteos, en particular los referidos a: El dolo eventual: lo admite en la tentativa, si evaluando la prueba lo considera acreditado. La objetición que se efectuó es “lo escueto del párrafo”, pero no lo erróneo del mismo. Recurso fiscal: lo admite o no, con qué fundamentos; entiende que se violó el principio de congruencia: si o no. Aquí se dice “No hace lugar a los agravios del recurso fiscal, pero nada dice en cuanto al tema de la admisibilidad de dicho recurso.” Calificación: confirma o modifica. Cómo califica. Este punto está ampliamente cumplido. Reincidencia: confirma o rechaza. Cumplimiento de pena bajo régimen de condenado: exige límite temporal. Inconstitucionalidad de la reincidencia: declara abstracta la cuestión, hace lugar o no. Está parte del exámen ha sido cumplida ya que dice el jurado “En cuanto a la reincidencia se dan atendibles razones para proponer su anulación.” Quantum de la pena. Se ha cumplido ya que se modifica el cuantum pero no el modo, dándose fundamentación suficiente. Por tales razones soliciuta que en este apartado se recalifique en 10 puntos y, en consecuencia, considera que el puntaje total estimado debe ser 80 puntos. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Solicita que se revea el puntaje sobre sus antecedentes observando que solamente se ha tenido en cuenta un cargo desempeñado en el Poder Judicial cuando en verdad se acreditaron tres. Con relación al desempeño como jury fueron dos períodos y en uno de ellos intervino en el primer juicio político que se efectuó en el ámbito de la Ciudad de Buenos Aires. Especialidad. En cuanto a este punto señala que no se han mencionado o evaluado los antecedentes de sus escritos presentados, la dilatada y acreditada intervención en causas penales -en el caso de la Jefatura de División del Area de Representación Penal de la Municipalidad con la trascendencia de casos por ejemplo “INTERAMA”– “PARQUIMETROS BRD” entre otros. Por tal razón solicita 2 puntos más. Posgrado. También afirma que merece corrección el puntaje asignado al rubro, ya que la aprobación no es parcial sino total de las materias, quedando pendiente la presentación de la tesina. Por ello solicita 2 puntos más. Publicaciones. Entiende que el puntaje merece corrección en virtud de la cantidad y calidad de los trabajos como el prestigio de la revista en que fueran presentados. Por tal razón solicita 1 punto más. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. En lo que respecta a la corrección de la prueba del impugnante corresponde remitirse a las consideraciones generales. En cuanto a la supuesta individualización de algunas de las pruebas, cuadra señalar que de un minucioso de análisis de cada uno de los exámenes confeccionados a mano alzada Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial no se advierte ningún signo, seña o señal que difiera de una simple tachadura o enmienda, propia del modo manuscrito en el que fueron confeccionados los documentos. En consecuencia, se descarta la violación del régimen de anonimato que prevé el reglamento de concursos. Antecedentes. Trayectoria. El puntaje asignado refleja una correcta valoración de los antecedentes acreditados a la luz de la pauta correctiva. Especialidad. El puntaje asignado representa correctamente la especialidad de las funciones acreditadas en relación con la especialidad del tribunal que se concursa. Posgrado. La calificación asignada se corresponde con las pautas de puntuación utilizadas para la confección del informe impugnado (v. punto I. 5. in fine). Publicaciones. Considerando que el libro publicado no guarda relación con la especialidad de los cargos que se concursan, la calificación asignada no se estima reducida. 6) Impugnante: DAUDET, María Gabriela Silvina. Calificación: 127 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 57) Orden de mérito: 39° Respecto de los antecedentes: Trayectoria. La postulante detalla las diferencias entre el puntaje que se le asignó y el que considera que le corresponde. Explica que le otorgaron 18 puntos por especialidad, en función de su desempeño en el Poder Judicial. Allí se lee “10°) DAUDET, María Gabriela Silvina: (Legajo 108): Trayectoria: Obtuvo el título de abogada el 25/10/1991. En el Juzgado Federal de La Plata ocupó diversos cargos administrativos desde el 14/05/1992 hasta el 01/06/1995, fecha en la que fue designada Oficial Mayor Relator en la Cámara Federal de Apelaciones de La Plata hasta el 01/02/1996. Desde el 01/02/1996 hasta el 07/02/2002 ocupó el cargo de Secretaria de Juzgado Área Penal y por otra parte fue Secretaria de Cámara Área Penal (Subrogante) en varias etapas desde el 05/08/1996 hasta el 14/08/1996, 14/05/1998 al 14/08/1998, desde el 06/07/1999 hasta el 14/07/1999, desde el 06/09/2001 al 07/09/2001, 13/6/01 y 14/6/01, y por último desde el 14/03/2003 hasta el 21/03/2003. Desde el 02/12/1999 hasta el 07/02/2002 ocupó el cargo de Oficial Mayor Relator Efectiva y desde el 07/03/2003 se desempeña como Secretaria de Juzgado Adscripta Área Penal. En el Juzgado Federal de Primera Instancia N° 3 de Lomas De Zamora desde el 06/02/2002 hasta el 07/03/2002 tuvo el cargo de Secretaria de Juzgado Civil. En el Juzgado Federal N° 3 de La Plata se desempeñó como Secretaria de Juzgado Interina desde el 19/05/2005 hasta el 24/05/2005 y desde esta fecha ocupa el cargo de Secretaria de Cámara contratada en la Cámara Nacional de Casación Penal. Por sus antecedentes, su puntaje asciende a 23 puntos, los que por aplicación de la pauta correctiva establecida en las pautas de precalificación precedentes, para este concurso quedan fijados en 18 puntos”. En primer término señala que el cargo de secretaria de primera instancia que detenta en el Juzgado Federal N° 3 es efectivo y no un interinato como consta en el dictamen citado. En aras de una mayor claridad expositiva sintetiza los puntajes que afirma le corresponden a la luz de los criterios de calificación explicitados por el Consejero Dr. Luis María Bunge Campos al inicio de su informe aprobado por Resolución 414/08 de esa Comisión. 1°- Del 14-05-1992 hasta el 1-06-1995 se desempeñó como empleada con título de abogado, esto es, a lo largo de 3 años. Como se asignan 0,50 puntos a este antecedente corresponden 1,50 puntos. 2°- Del 1-06-1995 hasta el 1-02-1996 se desempeñó como relatora, esto es, por 1 año. Como se asignan 0,75 puntos a este antecedente corresponden 0,75 puntos. 3°- Del 1-02-1996 hasta el 24-05-2005 se desempeñó como secretaria de primera instancia, esto es, a lo largo de 9 años. Como se asignan 1,75 puntos a este antecedente corresponden 15,75 puntos. 4°- Del 24-05-2005 hasta la actualidad se desempeña como secretaria de cámara y tomando en consideración la fecha correspondiente al inicio del plazo de inscripción en el presente concurso: 30 de junio de 2008 se desempeña en este cargo a lo largo de 3 años. Como se asignan 2,50 puntos a este antecedente corresponden 7,50 puntos. Todos estos puntajes parciales obtenidos en razón de cada categoría desempeñada, sumados arrojan un total de 25,50 puntos. Aplicando la “pauta correctiva” cabe restar 5 puntos, lo que define un total de 20,50 puntos, los que reclama que le sean reconocidos. Además agrega que se le reconocieron en el marco del concurso 159 destinado a cubrir un cargo de juez de cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata 23,50 puntos en el mismo rubro -obtenidos previo a la aplicación de la pauta correctiva establecida para ese concurso- puntaje que necesariamente se ve acrecentado por el paso del tiempo en lo que hace al desempeño profesional por la permanencia en el cargo de Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial secretaria de cámara. De allí que insiste que nunca puede merecer hoy 23 puntos (antes de aplicar la pauta correctiva), es decir, menos puntaje que el obtenido en aquél entonces. Consecuentemente, reitera que se le otorguen en el rubro “trayectoria” 25,50 puntos, los que por aplicación de la pauta correctiva para este concurso deben ser fijados en 20,50 puntos finales. Especialidad. Señala que, de conformidad con lo establecido en el artículo 34, apartado I, inciso d) del citado reglamento, en el rubro “especialidad”, el informe del Consejero Bunge Campos dice:” Conforme las pautas de precalificación aplicadas y según lo estipulado en las Consideraciones Generales expuestas precedentemente, por su desempeño como funcionaria en el ámbito de la justicia federal en lo penal, en primer término, y como Secretaria en la Cámara de Casación, además del lapso durante el cual se desempeñó como empleada con título de abogada, se le asignan 28 puntos”. Según se afirma en el informe que critica se han tenido en cuenta, a los efectos de la evaluación de los antecedentes de los postulantes, las directivas que surgen del artículo 34 del Reglamento, siguiendo los criterios de precalificación consensuados por los integrantes de esa Comisión. Así, en el informe de cita se establece que dado que el Reglamento prevé pautas distintas para la acreditación de la especialidad según se invoquen antecedentes en funciones en el Poder Judicial o en el Ministerio Público o en el ejercicio privado de la abogacía o en funciones públicas no judiciales, la efectiva adjudicación de puntaje no será automática, sino que dependerá del cumplimiento de esos extremos. El informe continúa diciendo que “La calificación por este apartado (especialidad) se ha diseñado teniendo en cuenta dos elementos, por un lado el tiempo de desempeño en cargos en el ámbito del Poder Judicial o Ministerio Público y en el ejercicio libre de la profesión; y por otro la vinculación de la especialidad de ese desempeño con la especialidad de cargo en concurso. Así, se hace en primer lugar un cálculo de puntaje atendiendo al tiempo de desempeño en la función judicial o en la profesión según se explica a continuación, que es diferente de acuerdo a que el postulante aspire a un cargo de juez de primera instancia o juez de Cámara. Luego se establece un porcentaje de esos puntos que se adjudicarán efectivamente a los candidatos de acuerdo al desempeño que acrediten cumpliendo funciones o actuando ante un tribunal con determinada competencia, de acuerdo a la del tribunal al que aspiran. Así, se tendrán en cuenta por un lado las competencias materiales ante las que puede justificarse haber cumplido funciones o haber actuado, y ello se cotejará con las especialidades de los tribunales para los que pueden acreditar especialidad los interesados. La intersección de ambos factores indica el porcentaje de la cifra inicialmente obtenida a otorgar por este rubro al postulante. En el caso especial del presente concurso, siguiendo al efecto, en términos generales, las pautas de precalificación consensuadas en esta Comisión de Selección, se postula como criterio general que se otorgará el 100% del puntaje por especialidad a los magistrados que integren cámaras o tribunales de juicio colegiados nacionales, mientras que en relación con quienes provengan del ejercicio libre de la profesión se ponderará en mayor medida los antecedentes de aquellos que acrediten el planteo de recursos de casación. A su vez, cabe señalar que se aplicará un porcentual de descuento a la calificación obtenida por los concursantes, según la valoración que en cada caso se efectúe en virtud de que se concrete o no la acreditación de la especialidad vinculada con la competencia del tribunal nacional concursado (cfr. lo establecido por la ley n° 26371, sancionada en fecha 21/5/08). Ello, sin perjuicio de las particularidades que puedan presentar algunas situaciones específicas que oportunamente se analizarán. II. La calificación inicial por el tiempo de desempeño en cargos en el ámbito del Poder Judicial o Ministerio Público y en el ejercicio de la profesión se hace asignando un puntaje fijo predeterminado por tiempo de ejercicio, que varía según aumenta la antigüedad, hasta llegar a determinada cantidad de años, a partir de la cual se suma un punto por año. A) Tratándose de la asignación de puntos para un concurso para juez de Cámara, se realiza de la siguiente manera debiendo complementarse con lo expuesto en las consideraciones generales del principio. a) Concursante proveniente del Poder Judicial o Ministerio Público. A todo funcionario judicial (sin diferenciar jerarquías) con dos años en cargo que requiera título de abogado se le conceden quince (15) puntos; con tres años recibe diecisiete (17) puntos; con cuatro años diecinueve (19) puntos; con cinco años de antigüedad se le conceden veintidós (22) puntos; con seis años veinticinco (25) puntos; con siete años se le dan veintiséis (26) puntos; con ocho años de antigüedad obtiene veintisiete (27) puntos; con nueve años, veintiocho (28) puntos; y con diez años, veintinueve (29) puntos. A partir de allí se le suma un punto por año hasta otorgar el máximo reglamentario de cuarenta (40) puntos. Los magistrados -y categorías equivalentesreciben un puntaje de treinta (30), sumando a partir de allí un (1) punto por año hasta obtener el máximo posible (40 puntos). Aquí también procede la adición de porcentajes que varían entre el 10% o el 15% en los casos de funcionarios judiciales que hayan actuado como empleados abogados, menos de tres años o más de tres años Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial respectivamente. b) Para el postulante proveniente del ejercicio de la profesión. Se ha tomado como base una antigüedad en la matrícula de ocho (8) años, atendiendo al requisito establecido en el artículo 13, inciso b), primer párrafo, de la ley 24.937. Con dicha antigüedad se le otorgan veinticinco (25) puntos; con nueve años de ejercicio se le conceden veintisiete (27) puntos; y con diez años, veintinueve (29) puntos. A partir de allí se le suma un punto por año hasta otorgar el máximo reglamentario de cuarenta (40) puntos.”. Ello sentado, señala que el puntaje que se le adjudicó resulta erróneo, puesto que se ha desempeñado por 4 años como empleada judicial contando con el título de abogada (desde el 14-05-1992 al 1-02-1996) y por 12 años como funcionaria judicial (desde el 1-02-1996 hasta la actualidad y aún a la fecha de inscripción para este concurso: 30-06-2008). Por ende, según las pautas aplicables por ser funcionaria judicial con diez años de antigüedad corresponden 29 puntos, a los que cabe agregar un punto por cada año adicional en el que continuó desempeñándose como funcionaria. Como en el caso cuenta con doce años de secretaria, corresponden 29+2= 31 puntos. Pero como se desempeñó por cuatro años como empleada con título de abogada cabe adicionar un 15% a tal cifra, el que significa en el caso 4,65 puntos más, por lo que el puntaje final por este rubro ha de ser de 35,65 puntos (obtenidos de sumar 31 y 4,65). Señala, nuevamente, que esta Comisión le reconoció en el marco del ya citado concurso 159 destinado a cubrir un cargo de juez de cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal Federal N° 1 de La Plata, en el mismo rubro 33 puntos por Resolución N° 398/07 del 10 de octubre de 2007 que aprobó el informe presentado por los doctores Luis M. Cabral y Diana B. Conti. Resultan aplicables aquí los mismos argumentos expuestos más arriba para el rubro “trayectoria” por cuanto no puede bajo ningún concepto reconocerse un puntaje inferior al establecido en el concurso N° 159, cuando a la fecha cuenta con más años de antigüedad en el cargo. Finalmente destaca que en ambos concursos intervienen los mismos consejeros, de allí que no cabe que vayan contra sus propios actos. Por todo lo expuesto, solicita que en el rubro especialidad se le reconozcan 35,65 puntos. Publicaciones. Alega que en el informe analizado se lee “Acreditó ser coautora del Libro “Garantías y Eficiencia en la Prueba Penal” de Editorial Librería Editora Platense año 2000. Publicó un artículo como autora llamado “Una Lectura Penal Constitucional de la Cuestión de los Registros y la Requisa Personal” en el 2001, en la Página Web de la Asociación Argentina de Derecho Constitucional. 3 puntos”. Destaca que esta Comisión le reconoció en el marco del concurso 159, en el mismo rubro 4,50 puntos, de allí que no puede arbitrariamente para este concurso concederle 3 puntos contra lo decidido por los mismos consejeros en aquélla oportunidad, puntaje que, por otra parte, adquirió firmeza por no ser cuestionado por los restantes concursantes y por haber sido aprobado por la Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial. Por ello, solicita que le sean reconocidos en el rubro “Publicaciones” 4,50 puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Trayectoria. El puntaje asignado por el precalificador denota una correcta evaluación de los antecedentes profesionales de la postulante según la puntuación progresiva que se prevé en el punto I. 1. del informe de precalificación (v. en especial la puntuación que corresponde a los secretarios de juzgado durante los primeros cinco años) y la aplicación de la máxima incidencia de la pauta correctiva. Especialidad. La calificación acordada no se estima reducida en función del criterio tomado para el presente concurso, sobre el cual nos hemos referido en las consideraciones generales. Publicaciones. Considerando los antecedentes de la postulante en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 7) Impugnante: DELGADO, Sergio. Calificación: 146,75 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 71,75) Orden de mérito: 27° Respecto de los antecedentes: Trayectoria. El concursante afirma que se incurrió en un error aritmético al sumar sus antecedentes en los distintos rubros. Estima que, por los más de catorce años en el ejercicio libre de la profesión de abogado, y conforme las pautas generales de valoración, le corresponden 17,75 puntos, según el siguiente detalle: 1,5 por los primeros dos años (0,75 punto por año); 3 por los siguientes tres (1 punto por año); 6,25 por los cinco años siguientes (1,25 puntos por año) y 7 puntos por los últimos cuatro (1,75 puntos por año). Calculados conforme la escala de fs. 5vta. del acta del 16/09/08, por la cual informa el consejero designado, se procedió a asentar los puntajes provisorios de los concursantes. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Por el desempeño letrado como funcionario del Ministerio Público Fiscal y del Poder Judicial de la Nación y como Juez de Nacional de Primera Instancia conforme las pautas generales y según la escala del acta antes citada corresponden: 2,50 por los dos años desempeñados como Secretario de Primera Instancia entre el 26-5-86 y el 1-8-88 y 18 puntos por los cinco años y fracción superior a seis meses en los que se ha desempeñado como juez nacional de ejecución penal de esta ciudad. Señala que, aparentemente, sólo fueron asignados 15 puntos por este aspecto y un puntaje total por trayectoria de 21,75 puntos. Destaca que esto último así es informado a fs. 20vta. / 21 del acta labrada al asignar puntajes el consejero interviniente. Alega que se llegó a esa suma, por error material y con arbitrariedad según advierte, dado que se omitió considerar la fracción superior a seis meses en el desempeño de su actual función judicial (que correspondía sumar con el puntaje equivalente al de un año, conforme la escala determinada en las consideraciones generales antes citada), sumando erróneamente como sólo 1,5 puntos los 15 puntos correspondientes al desempeño judicial. Acredita este error material la correcta ponderación de antecedentes recientemente efectuada en el concurso nro. 173, oportunidad en la cual fueron asignados por similares antecedentes (aunque sólo había acreditado cinco años como juez nacional de primera instancia), 32,25 puntos, antes de aplicar la reducción del tope reglamentario. Puntaje al que se llegó sin que se hayan tenido en cuenta en dicha oportunidad, también por error material, dado que estaba correctamente acreditado, los dos años como secretario de primera instancia, omisión que ha sido enmendada en el presente concurso. En definitiva, tomando en cuenta los antecedentes profesionales en forma cronológica y de conformidad con las pautas establecidas en el artículo 34, apartado I), incisos a), b) y c) el puntaje que se debe asignar por trayectoria es el siguiente: desempeño como secretario de primera instancia (dos años): 2,50 puntos; desempeño en el ejercicio libre de la profesión y funciones públicas relevantes en el campo jurídico (catorce años): 17,75 puntos y desempeño como magistrado de primera instancia (cinco años y fracción mayor a seis meses): 18 puntos. De este modo el puntaje total ascendería a 38,25 puntos, siendo aplicable sobre esta cifra la pauta correctiva establecida en las pautas de precalificación y no sobre la de 21,75 que por lo expuesto precedentemente es errónea. Teniendo en cuenta que la reducción no puede ser superior a cinco puntos pero que el rubro no puede superar los 30 puntos, estos son los que, para el impugnante, debieron ser asignados y no los 16,75 que en definitiva fueron asignados (conforme la planilla de fs. 71). Corregir dicho error aritmético en la suma de mis antecedentes que fueron correctamente ponderados pero mal calculados por el consejero asignado, será la solución apropiada. Especialidad. De conformidad con la reglamentación se afirmó haber asignado hasta cuarenta puntos adicionales a quienes acreditaron funciones judiciales o labores profesionales vinculadas con la vacante a cubrir. Tal es el presente caso dado que acredita haber desempeñado durante 14 años el ejercicio liberal de la profesión de abogado en el fuero ordinario de esta capital federal, en todas sus instancias. En dicho ejercicio, incluso, ocurrió ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos como letrado de Carlos Alberto Montaliber, uno de los 36 casos que agrupadamente trató dicho órgano regional en el Informe numero 2/97 relativo a la violación del derecho a ser juzgado dentro de un plazo razonable o a ser puesto en libertad, según lo acreditan los escritos cuyas copias auténticas presentó en prueba del ejercicio profesional, entre otros el Incidente de Retractación de la confesión que fuera obtenida en su perjuicio mediante la aplicación de tormentos (conforme se advierte a fs. 6 del cv268 correspondiente a los antecedentes que he acreditado). A dicha especialidad en el ejercicio profesional suma su participación en la función pública como asesor ministerial, precisamente en aspectos estrechamente vinculados con la casación constitucional que integra de modo principal la competencia de los cargos concursados, dado que asistía al Subsecretario encargado de responder a los organismos regionales e internacionales ante los que la Argentina había sido denunciado por violación a los derechos humanos (fs. 21 del acta ya citada), los cuatro años que asesoró al Procurador Penitenciario de la Nación respecto de los derechos humanos de las personas privadas de su libertad en cárceles de la Nación, cuestión también estrechamente vinculada con la especialidad de los cargos aquí concursados y los cinco años y una fracción superior a los seis meses durante los que ejerció funciones judiciales que estarán en el futuro sometidas a la revisión casatoria del tribunal cuyas vocalías se concursan, además de su desempeño actual como Secretario de la Comisión de Defensa de los Derechos y Garantías Fundamentales de la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos (fs. 21 antes citada). Entonces, pese a todo su desempeño laboral debidamente acreditado (aunque valorado con el error aritmético y omisión antes señalada), es decir los 14 años de ejercicio liberal de la profesión de abogado, los 7 años y fracción de desempeño de funciones como Secretario y Juez de Primera Instancia y los cinco años en los que Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial desempeñara funciones como asesor letrado, a lo que se suma el haber accedido por concurso al cargo de Camarista en lo Contravencional y de Faltas de la Ciudad –tribunal que hoy tiene también competencia en materia penal –, ha estado especializado en tareas específicamente vinculadas a la competencia del tribunal que se concursa, arbitrariamente, le han sido asignados solo 32 de los 40 puntos que corresponden por este rubro. Se omitió en esta materia, además, considerar que acreditó haber sido convocado como par evaluador de la Comisión Nacional de Evaluación Universitaria (Coneau), tarea que comprendió calificar la calidad académica de los estudios de posgrado especializados en el área de competencia del tribunal concursado y distinción que, no obstante la calidad y extraordinarios méritos de muchos de los demás concursantes, lo comprende de modo exclusivo, según ha podido advertir. La pauta general de calificación por especialidad, además, ha sido arbitrariamente aplicada al caso, seguramente por incidencia del error aritmético en la suma de los antecedentes profesionales antes tratado, y única razón por la cual entiende posible que le hayan sido asignados sólo 32 de los 40 puntos posibles. En la valoración del rubro correspondía sumar un plus de un punto por año de ejercicio de la profesión acreditado. El cargo de juez de primera instancia le otorga ya 30 puntos y 6 puntos mas por los cinco años y fracción superior a seis meses en que viene desempañando dicha función, a los que habría que sumar un 10 % por haber actuado como empleado con título dos años (en realidad como Secretario de Primera Instancia), conforme establece la pauta general indicada a fs. 7 y 7vta. del acta de evaluación antes citada, es decir 3,6 puntos adicionales, lo que haría un total de 39,6 puntos, a los que habría que sumar los 14 puntos por antigüedad en el ejercicio profesional, que excedería con creces el máximo puntaje asignado al rubro que, por ello, ha sido arbitrariamente denegado. Corregir esta arbitrariedad, denotada por la falta de expresión de motivos para asignarle un puntaje de tan sólo 32 de los 40 puntos posibles por especialidad, será la solución apropiada. Docencia. Conforme la pauta general aplicada en la asignación de puntajes corresponde otorgar hasta 10 puntos por el ejercicio de la docencia. La escala de valoración informada a fs. 9 del acta antes citada propone asignar 8 puntos a los profesores adjuntos con la misma especialidad, 6 puntos a los profesores adjuntos por designación directa y 8 a los titulares en la misma especialidad y 4 puntos a quienes acrediten 15 o más conferencias. Pese a tener por acreditado que ejerce actualmente como profesor adjunto regular por concurso de la UBA la docencia en la especialidad (Profesor de Elementos de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal) desde 1997 a la fecha (once años) y que ha sido profesor adjunto interino (por designación directa) entre 1991 y 1997, además de su anterior desempeño dentro de la carrera docente en el Departamento de Derecho Penal y Criminología de la Facultad de Derecho de la UBA desde el año 1986 de modo ininterrumpido, y la docencia como Profesor Adjunto regular por concurso en el posgrado desde el año 2001 a la fecha y por contratación directa como profesor titular durante dos años en la Universidad de Palermo, también en el nivel posgrado y como profesor titular, también por designación directa en la Academia Penitenciaria desde el año 2007 y haber participado en más de 40 seminarios y jornadas nacionales e internacionales como invitado, sólo han sido asignados 9 de los 10 puntos posibles. Señala que ello no es lo que surge de aplicar las pautas generales a dichos antecedentes. Sólo la suma de condición de profesor adjunto regular por concurso (8 puntos conforme la escala de fs. 9 del acta) y profesor titular por designación directa (también 8 puntos), supera el máximo que corresponde a la categoría. Es lo que debió ser asignado por el rubro. Publicaciones. Señala que arbitrariamente se tuvieron por acreditadas la intervención como coordinador en sólo dos oportunidades pese a que, en septiembre pasado, acreditó dicha intervención a lo largo de todo el año 2006, 2007 y los primeros 8 meses del corriente año (es decir más de 30 números de la Revista de Derecho Penal y Derecho Procesal Penal publicada por LexisNexis (hoy Abeledo Perrot) en los que ha coordinado la sección de ejecución penal, que integrará la competencia del tribunal concursado. Advierte que, por error en la carga de datos dichas coordinaciones no figuran en el cv268 que corresponde a sus antecedentes, pero fueron presentados los documentos respectivos el pasado 25 de septiembre al actualizar los datos. Que fueron mal contados, por evidente error material, los 12 artículos acreditados que sí figuran en el cv268 y no los 11 que se tuvieron por presentados. Se omitió, además, considerar como “libros” los ejemplares de Icaro, Revista de la ejecución de la pena privativa de la libertad y del encierro que dirije y que edita Fabián Di Plácido en esta ciudad (que hoy, aunque no se llegó a acreditar, ha publicado su tercer número). Entiende por ello y sin perjuicio de los mejores méritos y publicaciones de muchos de los otros concursantes, ninguno de los cuales dirige actualmente revistas que comprenden de modo específico la competencia del tribunal concursado como es el caso de la que dirige y de la sección que coordina en la revista hoy publicada por Abeledo Perrot., que le corresponde el máximo puntaje asignado al rubro y no los 7 puntos que fueran asignados con error aritmético en la suma Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial de los artículos y arbitrariedad manifiesta en la valoración que, en este rubro, carece de fundamentos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Trayectoria. Asiste razón al postulante en tanto que la sumatoria de los antecedentes acreditados arroja la suma de 38,25 unidades. Empero, a partir de la aplicación de la pauta correctiva, la calificación final se debe fijar en 25 unidades, puesto que la reducción parte del máximo puntaje del rubro -30 unidades- (v. punto I. 1. III. del acta de precalificación). Especialidad. En función de las pautas sentadas por el precalificador para el presente concurso (v. en especial punto I. 2. -texto en negrita-), la calificación asignada no se estima arbitraria ni reducida. Docencia. La calificación asignada al rubro se ajusta a las pautas de precalificación, puesto que el puntaje se fija en función del cargo docente de mayor trascendencia y no a partir de la sumatoria del puntaje que hubiese correspondido a cada antecedente acreditado. Publicaciones. Aun considerando la omisión del precalificador en el cómputo de las publicaciones a las que hace referencia el postulante, en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 8) Impugnante: DIEZ OJEDA, Augusto Marcelino. Calificación: 137,50 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 87,50) Orden de mérito: 35° Respecto de la oposición: Señala que la sola lectura del dictamen que sostiene la calificación de su prueba de oposición hace ver la total ausencia de fundamentación. Agrega que el dictamen no contiene argumentación y que, menos aún, se utilizaron las pautas de valoración establecidas por las normas legales y constitucionales, que regulan el ejercicio de la jurisdicción judicial. Advierte que no se trata de un jurado “popular” que se expide sobre hechos por “intima convicción”, sino de un jurado “técnico” que debió fundar sus conclusiones en las normas jurídicas que rigen el control de las sentencias. Por ello considera que la denunciada ausencia de fundamentación priva de sustento racional al dictamen y lo torna manifiestamente arbitrario, al impedirle conocer al detalle las circunstancias objetivas que condujeron al jurado a restarle 50 puntos de los 100 en juego. Añade que no puede aceptarse que los miembros del jurado hayan guardado “in pectore” las razones por las que restaron dicha cantidad de puntos que le obstan la posibilidad de continuar aspirando al cargo para el que concursó. Sostiene que el señalado vacío de fundamentación no puede considerarse enmendado por la sola enunciación de los “Criterios generales de corrección para el caso”, enunciados al inicio del dictamen, pues el jurado carece de competencia para sustituir, modificar o ampliar los criterios de valoración establecidos por el reglamento. Critica que no se hayan fijado puntajes parciales que permitan efectuar un examen de proporcionalidad y razonabilidad de la cantidad de puntos para cada una de las pautas y controlar el acierto o error de su empleo en la calificación. Indica que el jurado le señalo que “El postulante, al referirse a la admisibilidad de los recursos, no alude a los problemas que plantea la admisibilidad del recurso fiscal…”. Sostiene que más allá de que no se identifican cuáles serían a criterio del jurado los problemas que se plantean, en su opinión, no se advierte cuestión alguna. Agrega que tampoco afirmó el jurado que tal solución carezca de “consistencia jurídica”. Resalta que al tratar cada uno de los agravios propició expresamente las soluciones jurídicas que correspondían, sin que hayan sido controvertidas por el dictamen del jurado y son coincidentes con muchos de los otros participantes que merecieron calificaciones muy superiores. Por ello, solicita se anule el dictamen de la prueba de oposición y se realice una nueva, conforme pautas precisas de valoración, y para el caso de que no se hiciera lugar a lo solicitado hace expresa reserva de accionar judicialmente y de la cuestión federal por entender afectados su interés legítimo para acceder al cargo concursado, el principio de igualdad ante la ley y el derecho a una resolución fundada que posibilite el ejercicio efectivo de la defensa. Respecto de los antecedentes: Posgrado. Considerando que acreditó la realización de más de treinta cursos de posgrado y seminarios, y su título de Licenciado en Criminología, entiende justo que, por los primeros, se le asignen cuatro puntos y, por la especialización, otros seis puntos, que hacen un total de diez. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Posgrado. Los estudios de posgrado acreditados por el postulante pueden ser asimilados a una especialización en derecho penal, por lo que la calificación asignada no se estima reducida. Téngase presente que otorgar un puntaje superior generaría un trato desigual a postulantes que acreditaron antecedentes semejantes y aun más actualizados. 9) Impugnante: DIVITO, Mauro Antonio. Calificación: 165,50 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 85,50) Orden de mérito: 10° Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Señala que el total de 48,25 puntos no refleja correctamente su trayectoria. Añade que le corresponderían 3 puntos por cada año como magistrado, y lleva como tal quince años, lo que totaliza 45 puntos. A ello agrega que deberían haberse sumado los 4,75 puntos que le corresponden según el siguiente cálculo: 1,50 puntos por sus tres años de desempeño como empleado del Poder Judicial con título de abogado; 0,75 puntos por haber ejercido la profesión durante un año; y 2,50 puntos por haber sido Secretario de 1ª Instancia durante dos años. En conclusión, indica que por este ítem debería habérsele reconocido un total de 49,75 puntos, aunque por la pauta correctiva fijada, la cifra final ha sido correctamente establecida en 26 puntos. Especialidad. En su opinión, aquí se ha incurrido en arbitrariedad pues el puntaje asignado no responde siquiera al cómputo de su desempeño como Fiscal de 1ª instancia, sosteniendo que, de acuerdo con los criterios generales fijados por la Comisión, en este ítem le corresponderían 30 puntos por su condición de magistrado, a los que debería sumarse 1 punto por año hasta obtener el máximo posible de 40 puntos. Señala que a su ya apuntado desempeño como Fiscal en lo Correccional debería adicionarse que ha trabajado como empleado del Poder Judicial de la Nación durante siete años y que cumplió más de dos años como Secretario de un Juzgado Nacional en lo Correccional. Añade que su experiencia en la magistratura penal no se limita a los delitos de competencia del fuero correccional, ya que desde el 1º de mayo del año 2006 se encuentra a cargo de la actualmente denominada Unidad Fiscal de Asistencia en Secuestros Extorsivos y Trata de Personas. Por ello, considera que su especialización para ocupar un cargo en la Cámara de Casación en lo Criminal y Correccional no se limita a los 35 puntos que se le han asignado y que debe ser incrementado, al menos, en 3 puntos. Publicaciones. Entiende que la evaluación de este ítem ha sido arbitraria, ya que no refleja adecuadamente la importancia y extensión de la labor acreditada. Advierte que no se ha mencionado su condición de miembro del Consejo Académico de la revista del Ministerio Público Fiscal, omisión que conduciría a incrementar su calificación, cuanto menos hasta los 9 puntos. Añade que ha sido coordinador y coautor de los dos tomos del “Código Penal comentado y anotado”. Indica que en relación con la parte general del derecho penal, es autor de una nota a fallo en la que examinó distintas cuestiones sobre tentativa y autoría -en relación, específicamente, con el delito de secuestro extorsivo-, he realizado una nota de actualidad examinando los alcances del art. 55 del CP con motivo de su reforma por la ley 25.928, y un comentario -en coautoría- sobre la autoría y la participación en el fallo dictado en el juicio seguido a los miembros de las juntas militares. Con respecto a la parte especial indica que es autor de una nota a fallo titulada “La muerte de un coautor del robo y el derrumbe de un nicho jurídico”, publicado en la prestigiosa “Nueva Doctrina Penal, y que en materia de derecho procesal penal, ha publicado un trabajo sobre la regulación del proceso por los delitos de acción privada en el anteproyecto de reforma procesal penal nacional, y una serie de notas a los fallos de la Corte Suprema “Grisolía” y “Zenzerovich” -en relación con la garantía del juez natural-, “Fariña Duarte” -referido al principio de congruencia- y “Casal”, sobre cuya vinculación con el cargo al que aspiro no es menester explayarse. Por las razones expresadas, considera que su calificación en este ítem también debería ser incrementada, al menos en 0,50 puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Trayectoria. No generándose modificación alguna en el puntaje final del rubro, se tiene presente la observación del postulante en cuanto al cómputo de sus antecedentes. Especialidad. En función de las pautas sentadas por el precalificador para el presente concurso (v. en especial punto I. 2. -texto en negrita-), la calificación asignada no se estima arbitraria ni reducida Publicaciones. Considerando la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 10) Impugnante: FEDEL, Daniel Bladimiro. Calificación: 155 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 75) Orden de mérito: 18° Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Señala que el consejero precalificador interpretó que le corresponden 49 puntos, por lo que en atención a la pauta correctiva debían ser fijados en 26. Considera que su trayectoria debe ser valorada en 62,50 puntos y, de suyo, la pauta correctora debe llevar el puntaje final a 28 puntos, es decir, adicionar dos puntos más. Indica que ha revestido la calidad de empleado judicial con título de abogado desde el 16 de diciembre de 1985 hasta el 1 de julio de 1986 en que fue designado Secretario, cargo que ocupó por más de dos años, es decir que dicha fracción debió ser valorada como 0,50 puntos. Añade que desde el 1 de julio de 1986 al 31 de marzo de 1990 se desempeñó como Secretario, y que en consecuencia por tal ítem le corresponden 5 puntos. Agrega que desde el 1 de abril de 1993 hasta el 2 de febrero de 1999 se desempeñó como Fiscal General ante los Tribunales Orales en lo Criminal de la Capital Federal, por lo cual le corresponden 21 puntos, sobre lo cual añade que desde el 11 de abril de 1990 al 1 de abril de 1993 ejerció libremente la profesión, y luego, desde el 2 de febrero de 1999 a la fecha de inscripción volvió a ejercer la profesión libre, por lo que le corresponden 36 puntos. Especialidad. Considera que el ítem debe ser elevado a la máxima valoración de 40 puntos. Destaca que ha cumplido funciones como Secretario y como Fiscal de Cámara ante los Tribunales Orales, aspecto que releva mayormente la especialidad de la vacante a cubrir, sobre lo cual añade que muchos de los concursantes que han obtenido el máximo en este ítems sólo registran antecedentes judiciales con esa competencia ordinaria mayor, otros de diferente competencia, otros de igual jerarquía a la que el suscripto tenía, pero con competencia limitada a interlocutorias y otros a competencias menores (correccional) y sólo interlocutorias. A su vez, agrega que teniendo 9 años de antigüedad como funcionario con título de abogado, le corresponden 28 puntos o 30 puntos (al haber ejercido un cargo equivalente a Magistrado de Segunda Instancia ante el Ministerio Público Fiscal), agregándosele un 10 % al haber actuado menos de tres años en cargos judiciales con título de abogado, lo que arroja 30,8 o 33. Esgrime que a ello, se debe adicionar, por el ejercicio libre de la profesión en la especialidad, un punto por año, de modo que siendo 12 años de ejercicio profesional, deben adicionarse 12 puntos más. Por ello, considera que al superar el máximo de 40 puntos, debe ajustarse el ítem a este valor final, ya que nada justifica su reducción. Posgrado. Indica que en este ítem el consejero estimo, con posible razón, que no acreditó tales actividades. Sobre ello señala que en su momento se permitió la licencia de acompañar tres concursos de oposición y antecedentes dados oportunamente para cargos de Secretario de Primera y Segunda Instancia, agregando que si bien técnicamente no se trata de un curso de posgrado, cabe acotar que tal expresión no pretende abarcar otra cosa que no sean cursos con examen que destaquen que, recibido de abogado y post tal extremo, el concursante haya profundizado sus conocimientos. Sostiene que no se pretende calificar sólo la mera acumulación de cursos, sino en tanto demuestren que han servido al agente para profundizar sus conocimientos y exteriorizarlos en un examen, es decir que tratándose de exámenes relevantes, que presuponen necesariamente el título de abogado (y, de suyo, se trata de exámenes de posgrado) y que tienen directa relevancia con la materia de los cargos en concurso, razones de equidad y justicia reclaman que, al menos, sean parcialmente considerados en este rubro, por cuanto muchos de los cursos que han calificado a los demás concursantes no reúnen la calidad y especialidad de estos. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Por tales razones, considera de estricta equidad que sean valorados entre 1,50 y 3 puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Trayectoria. La calificación asignada resulta correcta en función de los antecedentes acreditados por el postulante. Destácase que concursante omite considerar la puntuación progresiva que prevén los criterios de valoración del ejercicio libre de la profesión de abogado (v. punto I. 1.). Especialidad. En función de las pautas sentadas por el precalificador para el presente concurso (v. en especial punto I. 2. -texto en negrita-), la calificación asignada no se estima arbitraria ni reducida Posgrado. Los antecedentes que el postulante pretende hacer valer en este rubro no guardan relación con lo que puede ser objeto de calificación en los términos del punto I. 5. de las pautas de calificación establecidas y los postulados del Reglamento de Concursos. 11) Impugnante: FIGUEROA LEONARDI, Ana María. Calificación: 145,50 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 95,50) Orden de mérito: 28° Respecto de la oposición: Deduce que los que resolvieron por el reenvío fueron considerados muy positivamente, por lo que le quedan grandes dudas para qué el Estado realiza el esfuerzo de crear esta instancia de tres Cámaras de Casación Penal, si se van a continuar las prácticas de dilaciones y recursos, para luego reenviar al a quo para que se vuelva a producir nuevamente el mismo desgaste procesal de otro procedimiento, con la posibilidad de nuevas sentencias arbitrarias. Indica que no se va a renovar el Poder Judicial si la burocratización del sistema se impone sobre la realidad, añadiendo que no habrá cambios en la justicia si se siguen instrumentando mecanismos para que el estudiante de derecho que empezó como meritorio, siguió como empleado, se recibió y consiguió un cargo de secretario y luego de juez, mientras aprendió en el camino los vicios y silogismos sacramentales, sin verle la cara al justiciable, al ciudadano común al cual se debe, sea el que tiene muchas más chances que los abogados que ejercen la profesión. Sostiene que esto sólo funciona a la medida de la corporación ya que si alguien como ella, con sus antecedentes, trayectoria, acreditación de ejercicio profesional durante más de 35 años quedo en un lugar 28, qué pueden aspirar el resto de los colegas. Añade que la prueba de oposición era para evaluar una sentencia de casación, no era un falso/verdadero, de manera que nadie puede pensar que cuando uno resuelve que existió dolo por el delito de lesiones graves, no debe explicar los diversos tipos de dolo como si fuera un examen de Penal 1 en la carrera de abogacía en una Universidad, por lo cual sostiene que si no hay contradicciones como ocurrió en su caso, nadie puede seriamente evaluar con 50 puntos su escrito de simulación de sentencia. Respecto de los antecedentes: Posgrado. Señala que el postulante Magariños es Doctor en Ciencias Jurídicas de la Universidad Católica Argentina, razón por la cual no puede ponerse en igualdad de condiciones con sus dos doctorados en Universidades Nacionales. Indica que no se consideró la carrera de Maestría de la Universidad Nacional Rosario que acreditó. Docencia. Indica que el postulante Magariños acredita actividad académica sin concurso de oposición, antecedentes y entrevistas, en la Universidad Nacional de La Plata y en la Universidad Católica, la cual no puede compararse con sus antecedentes, ya que es Profesora Titular por Concurso por más de 20 años de manera ininterrumpida en la Facultad de Derecho de la Universidad Nacional de Rosario. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Posgrado. Se confirma la calificación otorgada al doctor Magariños, puesto que, según los criterios de calificación empleados, su calidad de doctor con tesis calificada como “sobresaliente” amerita el otorgamiento del máximo puntaje del rubro. Docencia. Se confirma la calificación otorgada al doctor Magariños por ajustarse a las pautas de precalificación. Destácase que las razones esgrimidas por la impugnante en cuanto a su eventual asimilación con el doctor Magariños en la valoración de los Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial antecedentes no tienen asidero en los hechos, desde que el nombrado ha obtenido un puntaje menor. 12) Impugnante: GARCIA, Luis Mario. Calificación: 166 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 91) Orden de mérito: 9° Respecto de la oposición: Sostiene que la arbitrariedad del jurado se manifiesta de dos modos; a) arbitrariedad por formular al postulante una censura por la alegada falta de conocimiento de una decisión de la Corte Suprema que el jurado consideró dirimente y que no era tal, y omisión de considerar los argumentos del examen por los que se demostraba que la jurisprudencia de la Corte Suprema no es pacífica y ha resuelto de modo contrario a lo que el jurado afirma en su censura, y b) si por hipótesis la censura fuese correcta, la arbitrariedad en la aplicación del criterio en infracción al principio de igualdad, en tanto esa censura se hizo sólo al impugnante y no a todos los otros postulantes a los que también les sería aplicable. Indica que la lectura del breve dictamen del jurado pone severas limitaciones al examen acerca de si se han aplicado en el caso concreto, de manera consecuente, no arbitraria, e igualitaria, los criterios enunciados por el jurado como criterios generales, señalando que lo que se dice en el primer párrafo del dictamen, a modo de sumario de lo que ha desarrollado en el examen, no es expresión fiel de él, sino un resumen inexacto y descontextualizado. Señala que en la lectura del dictamen sólo ha encontrado una frase de censura en el pasaje que dice: “interpreta que fue extratemporáneo el planteo de inconstitucionalidad, con cita del fallo Catrilaf de Casación sin conocer que en ese precedente la Corte sentó criterio contrario“, lo cual considera el nudo de la arbitrariedad manifiesta y tratamiento no igualitario que imputa al dictamen del jurado. Señala que es llamativo que el jurado no ha dedicado una sola línea a examinar los fundamentos transcriptos en el supuesto mencionado, lo cual pone en evidencia que el jurado no se ha atenido a los criterios fijados como criterios generales. Añade que la doble arbitrariedad se funda en que no sólo se lo censuró con que no conocía esa sentencia de la Corte, sino que además no se dice una sola palabra acerca de los dictámenes y decisiones que sí citó para fundar su posición, los cuales eran pertinentes, porque todos trataban de la flexibilización de los óbices formales a partir de la doctrina del caso “Casal”, y mostraban lo discutido que era el punto, incluso en relación con la introducción de nuevos agravios. Considera que no se ha aplicado el mismo criterio de censura del jurado al resto de los concursantes. En cuanto al postulante CIF señala que ha desarrollado exhaustivamente las razones por las que entendía que cabría admitir los agravios introducidos en el término de oficina, y que no se le censuró “no conocer” que la Corte Suprema, en el mismo caso, había revocado la sentencia de la Sala III. Por todo lo expuesto, solicita que se revise la calificación asignada a su examen, reparando la arbitrariedad que señala según criterios de equidad. Respecto de los antecedentes: Docencia. Entiende que el Consejero ha incurrido en error material de suma. Señala que con sólo considerar los antecedentes que se tienen por acreditados y compararlos con las tablas que obran en el informe, se advierte que correspondían reconocer ocho puntos como Profesor Adjunto por concurso del Departamento de Derecho Penal y Criminología de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires desde 1997, más 4 puntos por dictado de conferencias y seminarios, lo cual ya excedía el máximo de diez puntos. Por ello, entiende que la asignación de 9,50 puntos se trata de un error material que debe ser corregido modificándola por el máximo de diez puntos. Posgrado. Observa que se ha evaluado y asignado puntaje bajo el título Doctorado/Posgrados a antecedentes de estudios y cursos que no pertenecían a la currícula de un programa de doctorado, maestría o especialización por las que se emite título o diploma, pero que no se ha considerado ni ordenado en ninguno de los acápites los antecedentes del inciso m (becas, pasantías o similares en el país o en el extranjero). Por ello, solicita que se modifique el puntaje asignado en el acápite de forma equitativa. Publicaciones. Observa que en los criterios seguidos por el señor Consejero no se ha hecho expreso cuál es el valor relativo de las publicaciones según su “tipo”, ni tampoco según el número de publicaciones acreditadas. Agrega que en el informe mencionado no hay ninguna referencia respecto de las publicaciones de ninguno de los postulantes, por lo que ello no es el motivo central de su agravio ya que ha afectado a todos los postulantes por igual. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial En cuanto al informe del jurado, considera que no es claro a qué se refiere la evaluación cuando se afirma que uno de los artículos “fue publicado en dos oportunidades”. Sostiene que la asignación de 9,50 puntos sobre un máximo de diez no aparecería arbitraria, es sin embargo arbitraria en la medida en que el criterio de evaluación no fue aplicado igualitariamente respecto de todos los postulantes. Indica que a la postulante Larrandart se le asignó diez puntos con 14 publicaciones, de ellas cuatro en coautoría o colaboración múltiple, que al postulante Magariños se le asignó diez puntos con 20 publicaciones, de ellas cinco en coautoría y que al postulante Mahiques se le asignó diez puntos con 22 publicaciones, de ellas cinco en coautoría. Por ello, señala que la simple comparación con la asignación de 9,50 puntos por la acreditación de 31 publicaciones pone en evidencia que no se ha aplicado con igualdad los criterios de asignación de puntaje. En definitiva, solicita que se reforme la calificación que se le ha asignado por el rubro y se la eleve al tope legal de diez puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones particulares sobre la oposición. Antecedentes. Docencia. La calificación asignada refleja correctamente el cargo docente de mayor jerarquía alcanzado por el postulante, su antigüedad en dicha función y la vinculación con la especialidad de la vacante que se concursa. Téngase presente que los mecanismos de valoración de los antecedentes acreditados en este ítem no siguen un criterio acumulativo-aritmético, sino que pretenden asignar una calificación en función de la actividad académica de mayor relevancia. Posgrado. De una nueva evaluación de los antecedentes acreditados en el rubro se advierte que la cantidad, extensión horaria y vinculación con la especialidad de los cursos de posgrado acreditados por el postulante (entre los que se destacan aquellos que corresponden al doctorado que se dicta en la U.B.A.), amerita una suba en el puntaje asignado. Por ello, corresponde fijar la calificación de este apartado en un total de 4 unidades. Publicaciones. Asiste razón al postulante por cuanto los antecedentes acreditados en este rubro no se encuentran en una situación de inferioridad, tanto cuantitativa como cualitativa, respecto de concursantes que han obtenido el máximo puntaje (v. gr. doctores Larrandart o Mahiques). En consecuencia, elementales razones de equidad imponen asignar el máximo puntaje del rubro (10 unidades). 13) Impugnante: GARRIGÓS DE RÉBORI, María Laura. Calificación: 166 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 86) Orden de mérito: 8° Respecto de la oposición: Manifiesta su disconformidad con la evaluación practicada. Indica que el jurado ha omitido consignar no sólo que ha tratado todos los agravios que presentaron las partes, con excepción de lo que no correspondía, y así fue explicado. Agrega que tampoco se ha tenido en cuenta el extenso y detallado tratamiento acordado al tercer agravio defensista, a raíz de lo cual propugnó la anulación parcial de la sentencia. Destaca que, si bien se tuvo en cuenta la precisión y estrictez de la argumentación, no se consideró la falta de desarrollos impertinentes que excedieran el objeto en trato, lo que no es un asunto menor, ya que la sentencia no sólo se ajustó a dar respuesta a los planteos propuestos sino que, además, resultó una pieza adecuada y de buen estilo. Por ello, estima que la calificación acordada es exigua, y que debe ser reconsiderada ya que se ha omitido tener en cuenta un importante aspecto a evaluar y que merece ser apreciada con mayor puntaje. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Señala que al aplicar la pauta correctiva y realizar el descuento establecido, corresponde asignar a este rubro la calificación de 29 puntos, en lugar de los 27 que se consignaron en el acta de referencia. Indica que a esa cifra se arriba teniendo en cuenta que ya, desde la fecha de emisión del título de abogada, se desempeñaba como empleada en el cargo equivalente al de relator y que, durante dos años ocho meses y 20 días que transcurrieron entre los diversos períodos en que se desempeñó como secretaria, siguió trabajando en un cargo de empleada equivalente al de relator con título de abogado. Agrega que, sin embargo, para el caso de que se considerara que no corresponde evaluar los años aludidos con el puntaje de 0.75, sino con el puntaje de 0.50, correspondiente al Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial cargo de empleado no relator/prosecretario, aún así la medición que surge del acta que impugna es incorrecta, por cuanto se ha omitido considerar su desempeño como empleada en los períodos entre los que trabajó como secretaria, esto es desde el 2/11/83 al 10/4/86, y del 25/10/86 al 2/2/87, lo que conforma un total de 2 años, 5 meses y 18 días, que se han omitido y por los que es del caso adicionar un punto, por lo cual los ocho años de desempeño como empleada le asignarían la cantidad de 4 puntos, que sumados al resto conformarían un total de 64 puntos, y aplicada la pauta correctiva a esta cifra, la diferencia de 24.175, impone una calificación de 28 puntos. Especialidad. Señala que de la lectura del acta en cuestión se advierte que al evaluar la especialidad se ha considerado en igualdad de condiciones a todos aquellos que integran cámaras o tribunales de juicio colegiados nacionales, adjudicándosenos el puntaje máximo, añadiendo que considera que esta evaluación es un error y en tanto la perjudica particularmente, solicita que sea modificada. Indica que de todos los postulantes que rindieron el examen, sólo tres, a saber los Dres. Bruzzone, Mahiques y quien suscribe la presente, actúan como jueces de recurso y, el cargo para el que concursan justamente prevé ese desempeño. Destaca que, en su caso particular, además por haber sido jueza en lo correccional, también se ha desempeñado como jueza de audiencia oral y, por lo tanto, reúne, como ningún otro candidato puede hacerlo, todas las posibles exigencias de la especialidad. Es por lo expuesto que, si bien considera adecuado que este rubro haya sido evaluado con la máxima calificación, solicita se reconsidere la pauta tenida en cuenta y se distinga la diferencia y mayor especialidad que reúne en relación al resto de los concursantes. Docencia. Estima que no se ha considerado su participación en el Programa de Educación Judicial “Hacia Una Jurisprudencia de Igualdad”, que entiende de suma importancia y por el que esperaba obtener una puntuación destacada. Por ello sostiene que en el aspecto docente, esta actividad merece una mayor calificación, no sólo por la importancia de sus contenidos, y el objetivo pretendido, sino porque estuvo dirigida a colegas, algunos pares, y otros de mayor jerarquía funcional, añadiendo que a su juicio, debe ser considerado como enseñanza de posgrado. Agrega que también se ve en la obligación de señalar que pese a que se menciona su participación como conferencista en más de veinte jornadas y seminarios sobre temas de la especialidad, no se le ha adjudicado el puntaje que por ello corresponde, ya que de otro modo, sumado ello a la docencia universitaria que también se reconoce y a la indicada precedentemente, el puntaje asignado tiene lógicamente que superar la cifra de 5 puntos que finalmente se consignó en su calificación. Por todo ello, entiende que la calificación resulta arbitraria y debe adecuarse a las pautas previamente indicadas. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Trayectoria. Tras un análisis detallado del legajo de la postulante se puede afirmar que el relato volcado por el consejero precalificador se ajusta a las constancias acompañadas por la postulante. Sin embargo, de la suma de los diferentes periodos acreditados surge una calificación final de 62 unidades, mas dicha puntuación, a la luz de la pauta correctiva, permite confirmar la calificación final del rubro consignada en el informe impugnado. Detalle: (12/78 a 11/82 empleada -2 puntos-); (11/82 a 11/83 secretaria de juzgado -1,25 puntos-); (11/83 a 6/86 empleada -1,50 puntos-); (6/86 a 10/86 secretaria y 10/86 a 2/87 empleada -1,25 puntos-); (2/87 a 3/93 secretaria -3,75 puntos + 5,25 puntos-); (3/93 a 8/04 juez de primera instancia -33 puntos-), y (8/04 al cierre de inscripción juez de cámara -14 puntos-). Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de valoración empleados para el presente concurso y refleja correctamente el cargo docente de mayor jerarquía alcanzado por la postulante (adjunta interina de una materia de la especialidad con antigüedad menor a 3 años) y su condición de docente en diferentes cursos y seminarios. Nótese que los cursos señalados por la postulante se han visto reflejados en la calificación, puesto que por su cargo de profesora adjunta interina con una antigüedad menor a 3 años sólo le corresponderían 3 unidades (v. punto I. 4. del informe de precalificación). 14) Impugnante: GORDO, Guillermo Andrés. Calificación: 154,50 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 84,50) Orden de mérito: 21° Respecto de la oposición: Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Indica que se le formularon preguntas a los jurados y entre otras cosas se les preguntó en qué sostenía la defensa el agravio referido a la arbitrariedad en la fundamentación de la sentencia, respondiéndose que estaba referido a la existencia de un quiebre lógico entre los hechos que se tuvieron por acreditados y la calificación escogida, añadiendo que, es por ello que al hacer lugar al recurso fiscal y casar la sentencia en lo referido al encuadramiento de la conducta imputada como constitutiva de tentativa de homicidio, desaparece el agravio y por lógica nada corresponde decir al respecto. Agrega que también formaba parte del caso que el Sr. Defensor Oficial en su recurso “aduce que no corresponde la declaración de reincidencia, puesto que en la causa n° 234/01 del Tribunal Oral en lo Criminal n° 2, en base a la cual el júdice aplica el instituto en cuestión, su pupilo no cumplió el período de detención necesario en calidad de condenado, de acuerdo a lo exigido por el art. 50 del código de fondo”. Alega que la única posibilidad que surgía era considerar que el año y medio de encierro al que se aludía lo había sido a título de prisión preventiva y que había sido excarcelado, y que así lo expuso en su examen, razón por la cual no considera acertada la observación que le formula el jurado en el sentido que “advierte que el caso refería expresamente que se había cumplido un año y seis meses de la pena”, por lo que solicita se la revea. A su vez, considera que la arbitrariedad mayor surge de la utilización de una fórmula genérica y dogmática para sustentar la calificación. Señala que no se ha dicho que hubiera omitido el tratamiento de alguna cuestión, tampoco que incurriera en alguna falla lógica en el razonamiento, ni se ha mencionado defecto o falencia alguna, ya que la fórmula empleada no le permite saberlo, lo que la transforma en arbitraria. Esgrime que habiéndose incurrido en arbitrariedad manifiesta en la corrección al no haber explicitado las puntuales razones que sustentan la nota impuesta, solicita se revise la calificación que le correspondiera. Respecto de los antecedentes: Publicaciones, docencia y posgrado. Señala que debido a su tarea como magistrado, especialmente aquella vinculada al juzgamiento de la causa “AMIA”, no ha podido llevar a cabo ninguna clase de investigación seria destinada a ser plasmada en uno o más artículos o libros, sino que lo ha hecho en las sentencias que ha puesto a consideración de la Comisión. Igual reflexión presenta en lo que respecta a la actividad docente y de posgrado. Es por eso que viene a solicitar que, al menos en lo que a él respecta, se dejen de lado las estrictas pautas establecidas en los artículos 34 y 35 del Reglamento de Concursos vigente y se reconsideren sus antecedentes en forma integral. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes académicos. La calificación de los diferentes rubros de ítem se corresponden con las pautas de calificación empleadas en presente concurso, por lo que promover una distinción como la que requiere el postulante implicaría crear una regla de valoración individual que no se compadece con el tratamiento igualitario que debe regir todo concurso público. Sin perjuicio de lo decidido, las circunstancias expuestas por el postulante, que resultan de público conocimiento, podrían ser evaluadas, de ser convocado, en el marco de las entrevistas personales con la Comisión. 15) Impugnante: HERGOTT, Oscar Alberto. Calificación: 145 puntos (Oposición: 60; Antecedentes: 85) Orden de mérito: 29° Respecto de la oposición: Entiende que el puntaje asignado no refleja concordancia con la valoración previa que los miembros del jurado realizan del ejercicio, ya que si “se trata de un examen aceptable” no se entienden las razones para calificar con 60 puntos. Indica que todos los puntos señalados por el jurado fueron sustanciados y que la argumentación relacionada con las pautas de mensuración de la pena se estructuró con las limitaciones de los datos que proporcionó el examinador. Entiende que se ha producido una trasgresión del reglamento en tanto que el dictamen es contradictorio y arbitrario, y en base a ello solicita se le aumenten 15 puntos. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Esgrime que el método matemático ha sido erróneo y falso. Indica que se omitió evaluar el ejercicio de la abogacía como práctica profesional desde 1976 hasta 1983. Señala que se adicionó la función electiva que cumplió en 1983 desprendiéndola del ejercicio de la abogacía, sin evaluar la primera, y sumando la segunda a la actividad Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial judicial. Por ello, sostiene que la falta de adecuada valoración y la ausencia de un adecuado cómputo de antigüedad y separación de funciones, quedó proyectado en el puntaje de 28 puntos. Sostiene que el cómputo correcto asciende a 30 puntos. Especialidad. Alega que la evaluación refleja la ausencia de motivación y que sin razones ni argumentos se lo calificó con 38 puntos. Posgrado. Indica que no se advierte cuál fue el fundamento para reducir el puntaje sobre el ítem, por lo que a su calificación de 8 puntos se le debe adicionar una unidad debido a que no posee título de doctor hasta el presente. Docencia. Señala que constituye un acto arbitrario omitir funciones docentes honoríficas que acompañan la capacitación de los abogados que integran la administración de justicia en general. Por ello, reclama el máximo puntaje. Publicaciones. Señala que el postulante Morin obtuvo 7 puntos cuando su producción literaria fue la coautoría de un libro y la publicación de 5 artículos, y frente a ello solicita la igualdad de armas ya que ha publicado artículos en un libro de Colección de Análisis Jurisprudencial en coautoría. En definitiva, solicita se le agreguen 4 puntos a la calificación asignada (8 puntos en total). AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Trayectoria. Asiste razón al impugnante en cuanto a que el precalificador omitió computar su desempeño en el ejercicio libre de la profesión entre los años 1976/1983. Empero, si se le aduna al puntaje total (62,50 puntos) las 7 unidades que corresponden por ese desempeño (69,50 puntos), por aplicación de la pauta correctiva, la calificación final se mantiene en 28 unidades. Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Posgrado. La calificación asignada se corresponde con los criterios de calificación contenidos en el punto I. 5. del informe de precalificación. A más, señálase que las últimas tres unidades del rubro se encuentran reservadas para quienes acrediten su condición de doctor en derecho. Docencia. La calificación asignada refleja una correcta aplicación de los criterios de valoración de antecedentes, pues el desempeño docente de mayor jerarquía alcanzado por el postulante es el de profesor titular, por concurso, de una materia de la especialidad con antigüedad menor a tres años (v. punto I. 4. del informe impugnado). Publicaciones. Considerando la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. En lo que respecta a la puntuación del postulante Morín, nótese que, además de varios artículos, acreditó la publicación en coautoría de un libro de la especialidad. 16) Impugnante: JANTUS, Pablo. Calificación: 161 puntos (Oposición: 85; Antecedentes: 76) Orden de mérito: 14° Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Advierte que en la calificación de antecedentes se decidió efectuar una pauta correctiva de cinco puntos con relación al máximo de treinta. Señala que en el concurso para cubrir el cargo de juez de Cámara Nacional de Apelaciones en lo Contencioso Administrativo Federal, se utilizó como máximo de corrección tres puntos y no cinco, con lo que de haberse utilizado ese criterio, al suscripto se le hubiesen reconocido 29 puntos y no 26 como se decidió. Por ello solicita se le reconozcan 29 puntos en este rubro. Especialidad. Indica que son varios los argumentos para sostener que le corresponde el máximo previsto de 40 puntos y no los 37 que se le asignaron. Sostiene que el criterio utilizado para fijar el puntaje no es el que se utiliza habitualmente como pauta de interpretación del reglamento. Señala que en el concurso n° 190 se establece que los magistrados y categorías equivalentes reciben un puntaje de 35 puntos y a partir de allí se suma un punto por año hasta obtener un máximo de cuarenta. Considera que según el sistema ideado para calificar, le corresponderían 39 puntos si se valora su trayectoria y especialidad como funcionario judicial y magistrado, y que puede requerir que a esos treinta y nueve puntos se añada un punto más por especialidad y, en consecuencia, se le atribuyan los cuarenta puntos que reclama. Docencia. Indica que su cargo como juez de un Tribunal Oral de Menores de esta ciudad exige una dedicación exclusiva que le impide desarrollar otro tipo de actividades como puede ser la docencia. Señala que cuando asumió en el Tribunal mencionado daba clases de Derecho Procesal en la comisión a cargo de la Dra. Stella Maris Martínez y tuvo que Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial dejar de hacerlo por la actividad que insume el órgano colegiado del que forma parte. Añade que pese a ello, con esfuerzo, ha podido dar algunas conferencias y dar clases en el curso de posgrado de la Asociación Argentina de Psicología Forense en la especialización de psicólogo forense que esa institución dicta. Sostiene que la desigualdad que existe entre un juez de mayores con un juez de menores, se traduce en la ponderación de antecedentes en una merma considerable. Agrega que muchas de las conferencias mencionadas han sido en realidad clases de derecho penal juvenil informales a operadores del sistema que no son profesional del derecho y que, sin embargo, tienen una importancia fundamental en el funcionamiento del área. Por esas razones, sostiene que no habiéndose tomado en cuenta las características de aquél desempeño docente y las reales posibilidades que deja la actividad jurisdiccional de un tribunal oral de menores para acumular puntaje, al menos, se le deberían aumentar dos puntos en el ítem. Posgrado. Por las mismas razones enunciadas en el ítem docencia, solicita que, al menos, se aumenten dos puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Trayectoria. En lo que respecta a la crítica dirigida a la incidencia máxima asignada a la pauta correctiva en el presente concurso, corresponde remitirse a las consideraciones generales. Especialidad. Si bien esta subcomisión comparte el criterio sostenido por el consejero precalificador para valorar los antecedentes del rubro -v. punto 2 de las consideraciones generales-, advierten los suscriptos que en el presente caso se ha omitido considerar que el desempeño jurisdiccional acreditado se corresponde con el cargo de juez de cámara. A ello se le aduna que la función que en la actualidad ejerce el impugnante abarca la totalidad de la competencia material del tribunal que se concursa, puesto que su actual jurisdicción se proyecta sobre procesos en los que se encuentran penalmente involucrados menores. Dichas circunstancias ameritan una nueva evaluación de los antecedentes que conforman el rubro y, en ese sentido, sumando el desempeño del postulante como secretario de ambas instancias (13 años) al que registra como juez de cámara (7 años), por estricta aplicación de los criterios expuestos en el punto 1. 2. del informe cuestionado, la calificación final debería ascender a la suma de 39 unidades. Sin perjuicio de lo expuesto, a efectos de mantener un distingo con postulantes que acreditaron un desempeño más extenso en el ejercicio de la jurisdicción, proponemos fijar la calificación definitiva en 38 puntos. Docencia. Si bien resultan atendibles las razones expuestas por el impugnante, la etapa del procedimiento que motiva nuestra intervención sólo prevé la asignación de puntaje a partir de los antecedentes acreditados. Con base en lo expuesto y siendo que la puntuación asignada que refleja una correcta aplicación de las pautas de valoración plasmadas en el acta de precalificación, corresponde confirmarla. Posgrado. Considerando la cantidad y extensión de los cursos individuales de posgrado de la especialidad acreditados por el postulante -entre los que cabe destacar el cursado y aprobado en la U.C.A. que consta de un año de duración (v. fs. 15 del legajo del postulante)-, resulta procedente fijar la calificación definitiva del rubro en 3,50 unidades. 17) Impugnante: LLERENA, Patricia Marcela. Calificación: 159,50 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 89,50) Orden de mérito: 15° Respecto de la oposición: En cuanto a la observación que realiza el jurado sobre la argumentación de la pena, indica que de conformidad con la consigna del caso planteado no se podían modificar los hechos descriptos. Señala que en la descripción del caso no se menciona ningún elemento que permitiera valorar las circunstancias personales de la persona sometida a juzgamiento. Arguye que al momento de motivar la pena se tuvieron en consideración los extremos previstos en el art. 41 del Código Penal. Agrega que los demás elementos no fueron ponderados en forma expresa por haber merecido su tratamiento al momento del análisis de la base fáctica y de la calificación. Con respecto a la corrección: “Hace lugar al recurso fiscal porque el tribunal fue más allá de lo pedido, en este punto también la argumentación es escasa…” señala que en el examen se mencionaron las incumbencias del Ministerio Público Fiscal, según artículo 1° de la Ley 24.946, la posibilidad de que el Fiscal recurra a favor de la persona imputada o condenada, con cita de legislación internacional; y la referencia de que al invocarse se presentaría una causal de arbitrariedad en la sentencia. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Agrega que con respecto a la declaración de reincidencia, luego de efectuar algunas apreciaciones sobre el plazo de cumplimiento parcial de pena indicado, se sostuvo que “en consecuencia, no surgiendo por defectos del órgano encargado de certificar que Fernández hubiese cumplido pena como condenado y bajo los parámetros de la Ley 24.660…”, por lo que en la respuesta no se desoyó que se había establecido que el cumplimiento parcial era de la pena, sobre lo que agrega que la respuesta a este punto fue que a los fines de la reincidencia se debía cumplir pena como condenado y bajo los parámetros de la Ley 24.660. Con respecto al artículo 31 del Reglamento para los Concursos considera que indica un solo camino lógico y procesalmente correcto, el de afrontar y resolver primero la admisibilidad del recurso, para luego, con los alcances de esa decisión, resolver sobre la violación al principio de congruencia. Por ello, se considera con derecho a reclamar un alza en el puntaje otorgado a la prueba de oposición, conforme la estimación que se considere justa. Respecto de los antecedentes: Posgrado. Entiende que no se han evaluado correctamente las dos Becas obtenidas. Agrega que tampoco se valoró la Beca concedida por la Fundación Carolina, la Universidad Carlos Tercero de Madrid y la Universidad de Buenos Aires, como consecuencia de la que se llevó a cabo un trabajo que mereció la calificación de 9,50 puntos. Por lo tanto, estima adecuado a derecho reclamar tres puntos adicionales en el rubro. Docencia. Entiende que si se efectúa la suma conforme las pautas establecidas, debería tenerse por acreditado 10 puntos. Señala que el límite de 10 puntos es sobrepasado, aún sin contar el ejercicio de docencia como profesora invitada. Agrega que tampoco se ponderó que integra el cuerpo Docente en Materia de Derechos Humanos de la Escuela Superior de Guerra, Ministerio de Defensa. Por lo tanto, entiende que debería ser asignado el puntaje máximo de diez puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Posgrado. Considerando que los últimos tres dígitos del rubro (8, 9 y 10 puntos) se encuentran reservados para quienes acrediten su condición de doctor en derecho, se confirma la calificación asignada. Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de puntuación expuestos en el punto I. 4. del informe impugnado, puesto que refleja la función docente de máxima jerarquía alcanzada por la postulante. 18) Impugnante: MAHIQUES, Carlos Alberto. Calificación: 173 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 98) Orden de mérito: 5° Respecto de la oposición: Considera que las observaciones incluidas en la corrección no permiten un análisis circunstanciado de las eventuales insuficiencias o errores que impidieron acceder a una más alta puntuación y consecuentemente a explicitar un agravio fundado sobre el punto. Señala que el único déficit manifestado por los evaluadores fue: “las citas doctrinarias son escasas”, por lo que considera que dicha circunstancia no puede justificar una reducción del 25 por ciento de la calificación posible como ha sucedido en su caso. Añade que no faltó en su examen la invocación de la doctrina que entendió pertinente y adecuada para fundar la resolución, y que la evaluación de la prueba de oposición en un concurso para acceder a la magistratura no se demuestra sólo a través de la cita y la exhibición de conocimientos teóricos, sino también a partir del adecuado empleo de aquellos que hacen a la composición del juicio prudencial que funda la resolución justa del caso judicial. Con respecto al concursante ERU, señala que su calificación fue de 85 puntos a pesar de que su examen mereció una consideración final de muy similares términos. En cuanto al concursante NEO, señala que se le otorgaron 95 puntos ponderándose como pauta positiva su decisión de no reenviar la causa a la instancia de origen, lo cual también decidió el impugnante en su examen exponiendo las razones. Por lo mencionado, solicita la reconsideración de la evaluación en este ítem, por entender que la reducción del puntaje en la forma efectuada configura técnicamente arbitrariedad. Respecto de los antecedentes: Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Posgrado. Señala que su calificación mereció 9 puntos por su condición de Doctor en Ciencias Jurídicas y su participación en diversos congresos y seminarios nacionales e internacionales. Añade que de acuerdo a las constancias obrantes en su legajo, la defensa y la tesis doctoral fueron calificadas como “sobresaliente diez (10)”. Indica que a los postulantes MOL y PON, en igual condición, se les asignó el puntaje máximo. Agrega que ha acreditado su intervención en más de quince cursos de posgrado. Solicita que un curso de posgrado realizado en el extranjero sea evaluado como un equivalente a una especialización en Magistratura Judicial de una Universidad Nacional. Es por ello que solicita su re-categorización en este rubro y un puntaje final de 10 unidades. Docencia. Indica que ha obtenido 9 puntos. Estima que los antecedentes agregados a su legajo habilitaban la obtención de 10 puntos. Alega que ha cumplido tanto con el requisito de ser profesor titular por designación directa como con el de haber resultado conferencista en 15 o más oportunidades, todo sobre la especialidad para la que se concursa, por lo que señala que se totalizarían 12 puntos, que por imperio del límite normativamente fijado debe reducirse a los diez puntos que es el máximo previsto. Advierte que no se ha cuantificado su intervención como profesor universitario visitante en las universidades de Poitiers y Florencia, e invitado en las universidades de Paris I, Padova, Salerno y Ferrara. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Posgrado. Habida cuenta la condición de Doctor en Ciencias Jurídicas acreditada por el impugnante y considerando que su tesis doctoral fue calificada con nota diez, corresponde modificar la puntuación del rubro y elevarla a 10 unidades. Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de puntuación expuestos en el punto I. 4. del informe impugnado, puesto que refleja la función docente de máxima jerarquía alcanzada por el postulante. 19) Impugnante: MARTINEZ LEDESMA, Horacio Alberto. Calificación: 112 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 62) Orden de mérito: 43° Respecto de la oposición: Entiende haber abordado y resuelto los temas sometidos a examen de modo sustentable conforme los hechos y su derivación al derecho vigente, fundando en jurisprudencia de la CSJN, de Casación Federal y Provincial, doctrina y citas históricas. Agrega que ha inspeccionado el fallo en el marco de las garantías constitucionales del debido proceso y la defensa en juicio. Por ello, solicita se haga lugar a la impugnación que impulsa por existencia de arbitrariedad, derivada de insuficiente valoración de la prueba escrita, y se otorgue puntaje mayor. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Señala que previo a su regreso al poder judicial, en la Provincia de Buenos Aires, desempeñó cargos en la función pública como abogado que no fueron considerados. Especialidad. Señala que en 1998 fue ternado para el cargo de Director Nacional de Medios Alternativos para Resolución de Conflictos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la Nación. Agrega que desde 1998 concursó ante el Consejo de la Magistratura de la Provincia de Buenos Aires postulándose en el fuero penal. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. La calificación asignada denota una correcta valoración de los antecedentes que la Comisión ha tenido por acreditados y la incidencia de la pauta correctiva. Trayectoria y Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. 20) Impugnante: MORIN, Daniel Emilio. Calificación: 163,50 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 88,50) Orden de mérito: 11° Respecto de los antecedentes: Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Posgrado. Indica que ha realizado 14 cursos de posgrado, todos vinculados específicamente a la vacante a cubrir. Señala que no fueron tomados en consideración los cursos que ha realizado en el ámbito de la Carrera Docente de la Facultad de Derecho de la UBA, y que resulta pertinente la comparación con el postulante Arnedo quien, de acuerdo lo que surge del resumen de sus antecedentes, ha realizado tres cursos en el ámbito del posgrado de doctorado de la Facultad de Derecho de la UBA; un curso en la Carrera de Especialización en Derecho Penal de la misma facultad; tres seminarios que no se encontraban insertos en una carrera o un doctorado y un seminario internacional, y que pese a ello ha sido calificado con 7 puntos. Por ello, considera que la comparación efectuada demuestra que se le deben otorgar al menos dos puntos suplementarios por estudios de posgrado a fin de salvaguardar la pauta de igualdad antes destacada. Docencia. Señala que tal como consta en su legajo es Profesor Adjunto por concurso del Departamento de Derecho Penal de la Universidad de Buenos Aires, desempeñándose concretamente como profesor de la materia del Ciclo Profesional Orientado denominada Teoría General del Delito y Sistema de la Pena; es Profesor Titular por contrato de la materia Técnica de Resolución de Casos Penales perteneciente a la Carrera de Especialización en Administración de Justicia del Departamento de Posgrado de la Facultad de Derecho de la Universidad de Buenos Aires; ha sido Profesor Adjunto interino por más de quince años en la misma facultad, lapso en el que fui profesor de la materia Elementos de Derecho Penal y Procesal Penal; ha ingresado por concurso y obtenido el cargo máximo de la carrera docente en la Facultad de Derecho de la UBA; y ha sido conferencista en ocho ocasiones no sólo en el ámbito local sino también en el extranjero. Destaca que destacar que ha sido disertante en la Conferencia sobre la Implementación de la Convención contra la Corrupción de Funcionarios Públicos Extranjeros en las Transacciones Internacionales, que ha sido disertante en el Coloquio Iberoamericano Obstáculos Institucionales que Limitan las Funciones de los Organismos Gubernamentales de Combate a la Corrupción. Por ello entiende que se le debe otorgar el máximo del puntaje previsto por docencia. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Posgrado. La calificación asignada se ajusta a las pautas de precalificación consignadas en el acta impugnada (v. punto I. 5.), a lo que cabe agregar que los cursos que se realizan en el marco de la carrera docente son valorados dentro del desempeño del postulante en el ámbito docente, por lo que una valoración específica en este rubro implicaría una doble apreciación del antecedente. Por otra parte, destácase que la diferencia de puntaje con el postulante Arnedo obedece a que éste es alumno del doctorado que se dicta en la U.B.A., dedicado a la producción etapa de investigación- de su tesis doctoral. Docencia. La puntuación asignada se ajusta a las pautas de calificación obrantes en el punto I. 4. del informe impugnado. A más, destácase que la designación del postulante como profesor titular ha sido mediante designación directa. 21) Impugnante: NIÑO, Luis Fernando. Calificación: 169 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 89) Orden de mérito: 6° Respecto de la oposición: Indica que en su escueto informe sobre su prueba escrita, el jurado realiza cuatro afirmaciones claramente erróneas, en base a las cuales tasa su labor con ochenta puntos. El jurado afirma que “El postulante.....valora la conducta e impone el máximo de la pena...”. Sobre ello, sostiene que cualquier lector de su prueba escrita puede apreciar que, “tras adoptar expresamente la vía de procedimiento que, en reiteradas ocasiones, concretó la ya mencionada Magistrado, Dra. Ángela Ledesma, consistente en resolver, sin reenvío, por entender que la aplicación automática al caso del art. 471 del CPPN debe decaer ante la imperatividad de la normativa iushumanista regional relativa al plazo razonable”, con cita de dos casos jurisprudenciales al efecto, dando “por probados todos los extremos fácticos no discutidos por las partes y acreditados en base al arsenal probatorio reunido, sobre el que tampoco se han suscitado cuestiones entre aquéllas” (fs. 9 vta.), y tras analizar los diferentes escalones dogmáticos de la Teoría del Delito aplicados al caso, recalifiqué la conducta, afirmando que “nos encontramos frente a una conducta típica de lesiones graves, antijurídica y culpable, rigiendo los artículos 45 y 90 del ordenamiento penal sustantivo” (fs. 10 y vta.). Añade que en el considerando VI de la resolución la cuestión abordó la determinación judicial de la pena, agregando que desde el tercer párrafo de ese considerando Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial preanunció que la resolución que escogería sobre ese tópico sería “similar a la adoptada por los jueces Zaffaroni (en el fallo “Argul”) y Maqueda (en el fallo “Tejerina”)...”, lo que habría de permitirle salvar “la aparente trasgresión a la regla del artículo 41 “in fine” del Código Penal, y, que consecuentemente, luego de la evaluación de las circunstancias que rodearon el hecho, plasmó, con meridiana claridad gramatical, ortográfica y caligráfica el siguiente párrafo: “tales parámetros me conducen a situar la medida del reproche, provisoriamente, en el mínimo de la escala prevista para tal especie delictiva”, agregando a ello que expresó allí “provisoriamente”, ya que le faltaba “enfocar el tema de la reincidencia”, tema que da lugar a otra de las afirmaciones inexactas incluidas en el informe del jurado de concurso. Esgrime que tras abordar tal asunto, sostuvo, con la misma meridiana claridad: “por tales consideraciones, no he de variar la postura provisoriamente asumida, en torno a la adopción del mínimo de la escala penal prevista para las lesiones graves”, explicando a continuación que tal determinación “aventa, pues, como dejara previamente consignado, toda objeción acerca de la ausencia del requisito de la audiencia “de visu” reglada por el cuerpo de leyes precitado”, con nueva alusión a los votos minoritarios de los ministros de la Corte, Dres. Zaffaroni y Maqueda (fs. cit.). Agrega que en el punto 3 del decisorio propuesto al pleno del Tribunal, propició condenar al imputado del caso analizado, a la pena de un año de prisión, vale decir, el mínimo de la pena prevista para las lesiones leves, “sanción que se da por compurgada por el tiempo de prisión preventiva sufrida por el nombrado” Por ello alega que el jurado tasó su prueba sobre la base de una afirmación absolutamente inexacta ya que no sólo resolvió condenar al mínimo de la pena, sino que explicó detalladamente los motivos de su razonada decisión. Sostiene que la segunda aseveración del jurado que no se corresponde con la realidad, es la que sostiene que “con relación al planteo de la inconstitucionalidad de la reincidencia, a su criterio es “extemporáneo”...”, por cuanto señala que no sólo dedica un párrafo aparte a la inclusión de ese agravio, sino que señala que “su introducción -formalmente tardía-”, merece tratamiento “toda vez que se cuestiona un instituto como el de la reincidencia, por su virtual contradicción con principios constitucionales tales como los de legalidad y culpabilidad”, por lo cual “cualquier rigor formal en la consideración de preceptos tales como el contenido en el art. 463 “in fine” del código de forma en vigor debe ceder, dando lugar, si se compagina con la solución final del caso, al tratamiento del agravio en cuestión”, con mención del voto de la Dra. Ledesma en el caso “Catrilaf”. Agrega que dedicó a la cuestión de la reincidencia un meduloso desarrollo incluido en el parágrafo VI, que arranca con la frase “Corresponde ahora...” y concluye con la frase “de ese órgano jurisdiccional federal”, glosado con cita del criterio sobre el particular del ministro Zaffaroni de la CSJN y la magistrado Ledesma (CNCP, Sala III). Señala, como tercera inexactitud, también absolutamente contraria a la trama textual de su prueba escrita, la relación que el jurado predica entre el supuesto carácter “extemporáneo” del planteo de la inconstitucionalidad de la reincidencia con su decisión de casar la sentencia y con el criterio de la necesidad del cumplimiento de los dos tercios de la pena para estimar reincidente a un individuo, ya que sostiene haber demostrado en el parágrafo anterior que no juzgó “extemporáneo” el planteo alusivo a la reincidencia, sino sólo formalmente “tardío, pero eficaz”. Suma a su argumento que la decisión de casar la sentencia de ninguna manera se vincula con el instituto de la reincidencia, sino con la violación de principios tales como el de la imparcialidad del juzgador, al pronunciarse ultraactivamente, expidiéndose “con una carga punitiva superior a la reclamada por la parte acusadora”, en base a una “calificación que -objetiva y subjetivamente- difiere grandemente de la escogida por el acusador público”, con lo que “se hace trizas el principio de contradictorio, se desvirtúa la igualdad de armas, se hace tabla rasa con los principios elementales del debido proceso que la Constitución y el bloque de constitucionalidad imponen”. Cree llamativa la absoluta confusión conceptual en este punto, pero aclara que, no ha de solicitar, como le consta que lo hicieron otros concursantes en pasados concursos ante situaciones análogas, la convocatoria a consultores técnicos, porque confía en que estos errores y confusiones inesperados serán resueltos por el jurado o, comoquiera que sea, dentro de la propia mecánica reglamentaria del Honorable Consejo. A todo lo mencionado, añade que la cuarta afirmación objetivamente desacertada es la que reza: “Se advierte que aborda un tema no introducido en el caso, la prisión preventiva”. Sobre ello, señala que si la consigna que clausuraba el caso sometido a análisis disponía que se “deberá partir de la base de que la totalidad de los hechos se encuentran probados tal como se explicita”, y en el planteo de dicho caso queda expresado que el imputado resultó detenido el día del hecho -10 de junio de 2005- sin que exista referencia alguna a su suerte respecto de una eventual concesión de excarcelación, del mismo caso se extrae, por respeto a aquella consigna, que el encartado de referencia llevaba, a la fecha de resolución ideal de aquél, el 19 de agosto próximo pasado, más de tres años de prisión preventiva, agregando que luego, el tema de Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial la prisión preventiva, pauta tomada en consideración por quien suscribe para decidir la recalificación y la asunción de una resolución de fondo en lugar del reenvío, estaba introducido en el caso, desvirtuándose la expresa afirmación del jurado respecto de que no lo estaba. Añade que en concreto, evitar la incursión en un tópico como el del dolo eventual, en un caso como el que se planteara en el concurso, cuando se trataba de una construcción cuya indebida introducción por parte del tribunal a quo ha dado lugar a la casación de esta última, lejos de representar un demérito, debe entenderse como una muestra de coherencia funcional. Indica que como se aprecia tras la simple y completa lectura del considerando II de su prueba de oposición, consignó desde un primer momento que “Para una mejor inteligencia de este voto, he de reordenar los agravios de las partes recurrentes. En tal sentido, cuadra situar en primer plano el cuestionamiento introducido por el Sr. Fiscal General, sostenido en esta sede por el representante de ese Ministerio Público, alusivo al cambio de calificación concretado por el Tribunal Oral en lo Criminal n° 3, al condenar por homicidio en grado de tentativa”, agregando que, también dejó explicitado, “a partir de tal postura...” -la de casar la sentencia por falta de imparcialidad del juzgador- “...decaen en su vigencia los reparos efectuados por la defensa del imputado Fernández relativos a vicios de motivación en la sentencia, errada calificación legal de la conducta, arbitrariedad en la dosimetría judicial y equivocado tratamiento del instituto de la reincidencia.” Esgrime que un Juez de la Cámara de Casación razona de esa manera, que cualquier desarrollo adicional no pasará de ser, en el mejor de los casos, un obiter dictum, y que si, por el contrario, se entiende que la grosera trasgresión a la dinámica procesal vigente en nuestra ley procesal exhibida en el planteo del caso debió ser motivo de un análisis de fondo, se entra en contradicción con lo que se pretende al requerir la resolución adecuada al caso, y ello permite hablar, una vez más, de arbitrariedad, la cual sostiene que también ha ocurrido aquí, señalando como ejemplo los concursantes con mayor puntaje en la oposición, sobre los cuales sostiene que se les celebra, con parecidos y elocuentes términos laudatorios, haber ingresado en el examen de los distintos temas que plantea el caso, incluyéndose expresamente en la evaluación el tratamiento de la cuestión del dolo eventual en el primero y tercer informe, tan luego el tópico que fuera indebidamente introducido por el tribunal que sentenció, lo cual le cuadra advertir que una de las pautas adoptadas para calificar las pruebas en cuestión deviene arbitraria, toda vez que se inclina por una manera de encarar la solución del asunto que no se compadece con el sistema de cuestiones que rige en cualquier pronunciamiento judicial de esta índole, donde el examen debe iniciarse por aquella del respeto a los postulados de orden constitucional en el procedimiento sometido a recurso. Por todo lo expuesto precedentemente es que solicita que se aumente significativamente la nota erradamente asignada a su prueba de oposición, y que se tenga por efectuada la reserva del caso federal y de recurrir lo que oportunamente se resuelva, a partir de la novedosa doctrina que dimana del fallo “Piaggi, Ana I. c/ Universidad de Buenos Aires” de la C.S.J.N. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Señala que el día 11 de octubre de 2008, habrá cumplido cuarenta años consecutivos al servicio del Poder Judicial de la Nación. Indica que desde el día 5 de mayo de 1986 hasta el día hasta el 12 de septiembre de 1993, vale decir, durante siete años, cuatro meses y seis días se desempeñó como Juez Nacional en lo Criminal de Instrucción, y que desde la fecha mencionada en último término cumple funciones de Juez de Cámara en el Tribunal Oral en lo Criminal n° 20. Señala que se ha omitido computar, en su trayectoria, ni más ni menos que los siete años, cuatro meses y seis días en que se desempeñó como Juez Nacional en lo Criminal de Instrucción en el Juzgado n° 3, circunstancia que incide en el puntaje total asignado a su trayectoria, que se ha calculado en apenas 64 puntos, rebajados luego a 28 por incidencia del tope reglamentario y la pauta correctiva aplicada. Por tanto, impugna tal puntaje, reclamando que se practique el nuevo cómputo y se le asignen, en definitiva, aun con los retaceos propios de tope y pauta correctiva, los 30 puntos que le corresponden, tal como fueran correctamente asignados a colegas con menor antigüedad, tales como el Dr. Alejandro Becerra, el Dr. Luis Mario García y el Dr. Guillermo Gordo. Posgrado. Indica que como lo acreditó oportunamente, es abogado graduado con diploma de honor por la Universidad de Buenos Aires. Añade que es licenciado en criminología, también por la Universidad de Buenos Aires, y recuerda, dado que tal carrera está actualmente suspendida, que consta de tres años de duración, con cinco materias anuales, vale decir, quince materias anuales en total. Añade que es además, doctor en derecho por la Universidad de Salamanca (España), por la defensa de su tesis relativa al “Derecho a morir con dignidad, consecuencias jurídico-penales de su Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial reconocimiento”, y su calificación, como se consigna en el parágrafo respectivo, ha sido la máxima. Por lo tanto, en base a los dos títulos de posgrado que ostenta, considera que merece el máximo puntaje, diez puntos, en lugar de los nueve que se le asignaran en la evaluación personal. Señala que el Dr. Héctor Mario Magariños ha recibido la máxima calificación a la que aspira, contando con un doctorado y tres cursos de posgrado, lo que totaliza, conforme a los cuadros precedentes, trece puntos, frente a los quince que él suma. Añade que situación similar se aprecia con la máxima calificación conferida al Dr. Eugenio Carlos Sarrabayrouse, quien cuenta con un doctorado, dos cursos de posgrado y un seminario, lo que totaliza los diez puntos que correctamente se le asignaron, frente a los quince que él atesora, conforme al cálculo previamente ensayado. Por lo expuesto, impugna también la calificación que se le otorgara en este tópico y requiere que se le asignen los diez puntos pertinentes. Docencia. Señala que le resulta insólito el tratamiento dispensado en el rubro Docencia a sus antecedentes, e impugna con la máxima contundencia la calificación asignada, de tan sólo dos puntos, que sólo puede atribuir a una inesperada confusión del distinguido Consejero encargado de la tarea o del personal que haya podido secundarlo en tal labor. Añade que bastaría, para reivindicar los diez puntos que le corresponden, con reparar en la sorprendente omisión de la certificación de la Facultad de Derecho y Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, puntualmente allegada a ese Consejo, que acredita que, por concurso público realizado en marzo del presente año en esa alta casa de estudios, he ganado la plaza de titular de cátedra en la asignatura “Elementos de Derecho Penal y Procesal Penal” de la carrera de grado de Abogacía. Esgrime que aunque resulte suficiente ese cargo de Docente Titular por Concurso en la misma Especialidad para asignar los 10 puntos asignados a este rubro, no puedo pasar por alto otras objeciones. Indica que al haber resultado inscrito por poder, no pudo proporcionar al magistrado la totalidad de los centenares de comprobantes, para su fotocopia, certificación y presentación ante ese Consejo, pero indica que se han soslayado cerca de cincuenta certificados y constancias presentados en tiempo y forma reglamentarios, que dan cuenta de diversas designaciones como docente por contrato, por invitación, por designación directa o por concurso, según los casos en diversas Universidades de la Argentina tales como la de Buenos Aires -en sus Facultades de Derecho y de Ciencias Sociales, y en el Centro de Estudios Avanzados-, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, donde es Director de la Maestría en Criminología y Profesor Titular de las asignaturas “Sistema Penal: Instituciones y Procedimientos” y “Conductas transgresoras de Niños y Adolescentes, Universidad Católica de La Plata, y del extranjero -el Instituto de Ciencias de la Seguridad de la Facultad de Derecho de la Universidad de Salamanca y la Maestría Internacional de Ciencias Penales y Criminológicas de la Universidad del Zulia, Maracaibo, Venezuela, así como en Institutos de todo nuestro país, tales como el de Estudios, Formación y Capacitación de la Unión de Empleados de Justicia de la Nación, la Asociación de Magistrados y Funcionarios de la Justicia Nacional, el Colegio de Abogados del Departamento Judicial de Mar del Plata, el Colegio de Abogados de Neuquén, la Escuela de Capacitación Judicial de la Provincia del Chubut, el Superior Tribunal de Justicia de Tierra del Fuego, y el Patronato de Liberados, y del extranjero, como el ILANUD, Instituto Latinoamericano de las Naciones Unidas para la Prevención del Delito y el Tratamiento del Delincuente , con sede en San José de Costa Rica, donde me desempeño hasta el presente, como surge del legajo de evaluación personal respectivo, así como de participación en cursos, conferencias, disertaciones, coordinación de encuentros de magistrados y funcionarios del Poder Judicial Nacional y del Ministerio Público, y participación en eventos científicos celebrados en otros países, tales como España y Uruguay, además de los antes mencionados, tan sólo en el último lustro, superan holgadamente la ínfima calificación atribuida, merced a tan increíble yerro. Por tal motivo, impugna categóricamente la injusta reducción de sus méritos en ese rubro y requiere que se le asignen los diez puntos que se reconocen como máximo en el mismo. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones particulares sobre la oposición. Antecedentes. Trayectoria. Asiste razón al postulante, toda vez que no se ha computado su desempeño como juez de instrucción durante los años 1986 y 1993. En función de ello y por aplicación de la pauta correctiva, la calificación del rubro se fija en 29 unidades. Posgrado. Asiste razón al postulante, toda vez que su condición de Doctor en Derecho Penal con tesis aprobada con la máxima calificación amerita el otorgamiento del Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial máximo puntaje previsto para el rubro (v. punto I. 5. del acta de precalificación). En consecuencia, se le asignan 10 unidades. Docencia. A partir del relato efectuado por el postulante y los antecedentes acreditados en su legajo, principalmente su calidad de profesor titular por concurso en materias de la especialidad -con antigüedad menor a tres años-, corresponde otorgar en el rubro el puntaje de 8,50 unidades. 22) Impugnante: OBLIGADO, Daniel Horacio. Calificación: 150 puntos (Oposición: 65; Antecedentes: 85) Orden de mérito: 26° Respecto de los antecedentes: Docencia. Indica que se han omitido antecedentes que le corresponden en cursos de grado en la Universidad de Buenos Aires, en cursos de grado en la Universidad Nacional de Lomas de Zamora, en cursos de grado en la Universidad de La Matanza, en cursos de posgrado en la Universidad de Buenos Aires, en cursos de posgrado en la Universidad de Belgrano, en cursos de posgrado en la Universidad Nacional del Litoral, y dirección de cursos de posgrado en la Universidad de Buenos Aires. Señala que con ello quiere demostrar que ingresó por concurso de antecedentes y oposición en los Departamentos de Derecho Procesal y Práctica Forense y de Derecho Penal y Criminología de la Universidad de Buenos Aires, y que todos los ascensos que tuvo fueron por concurso de antecedentes y oposición. Por lo expuesto, solicita se le eleve el puntaje de ocho puntos que le fuera otorgado en este rubro a nueve con cincuenta. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Docencia. La calificación asignada refleja correctamente el cargo docente de mayor relevancia alcanzado por el postulante (Profesor Adjunto por concurso de una materia de la especialidad), por lo que corresponde mantenerla. 23) Impugnante: OJEDA, Alberto Elio. Calificación: 138 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 68) Orden de mérito: 34° Respecto de los antecedentes: Posgrado. Señala que no se menciona el titulo de especialización en magistratura expedido por la UBA, cuya copia certificada se adjuntó oportunamente, y otros cursos, talleres y charlas, cuyos certificados han sido aportados en fotocopias certificadas a saber: -“Primeras Jornadas sobre funcionamiento y optimización de la Reforma Procesal Penal en el Departamento judicial de Quilmes, el Congreso “Forense Argentina” llevado a cabo los días 24 al 26 de Septiembre de 2003, llevado a cabo en sede de la Facultad de Derecho de la UBA, el “Segundo Congreso Nacional de Jóvenes Procesalistas”, llevado a cabo en sede del Colegio de Abogados de Lomas de Zamora los días 6 y 7 de Junio de 2002, el “1er. Seminario Multidisciplinario de Criminalística”, llevado a cabo en la subsede Buenos Aires, de la Universidad Católica de Salta los días 25 y 26 de Octubre de 2001, “De Torturados y Torturadores”, charla realizada en la sede del Colegio de Abogados de Quilmes, y organizada por el Colegio de Magistrados de Quilmes, El Instituto de Estudios Judicial de la SCBA, y el Colegio de Abogados de Quilmes, a cargo de la Sra. Ministro de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Dra. Carmen Argibay, el día 12 de Julio de 2007, el curso Teórico Práctico de Derecho Notarial y Registral, organizado por el Colegio de Escribanos de la Pcia. De Bs. As., y el Instituto de Estudios Judiciales de la Suprema Corte de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, desarrollado entre 15 de Agosto y el 12 de Septiembre de 2007, el Taller de Derecho Penal, ciclo lectivo de 1997, llevado a cabo en la sede de la Universidad Católica de La Plata –Unidad Académica Bernal- certificado extendido el día 12 de noviembre de 1997, y el curso de “Prescripción de la acción penal con referencia a los delitos de suma gravedad”, modulo VII del Programa de la Escuela Judicial -10 horas cátedras-, certificado extendido en el mes de Febrero de 2004. Publicaciones. Indica que se ha omitido considerar el artículo de su autoría “Derechos personalísimos, derecho a la salud, suministro de medicación y asistencia”. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Posgrado. Sin perjuicio de la omisión que pueda existir en el detalle obrante en el acta de precalificación, la puntuación asignada refleja correctamente los antecedentes académicos reseñados por el postulante en su impugnación. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Publicaciones. Habida cuenta que el artículo publicado no guarda relación con la especialidad de las vacantes que se concursan, corresponde mantener lo decidido en el acta de precalificación. 24) Impugnante: RAMOS PADILLA, Juan Maria. Calificación: 120 puntos (Oposición: 50; Antecedentes: 70) Orden de mérito: 40° Respecto de la oposición: Impugna el puntaje que se le ha otorgado en la prueba de oposición. Sostiene que si se repara en las correcciones que se le formulan a su prueba, se advierte una valoración que nada tiene que ver con la propuesta del postulante. Indica que se lo critica por haber comenzado señalando que le asiste razón a la defensa, cuando no existe norma alguna que impida esta metodología, mientras a otros se los pondera por dejar sin efecto la reincidencia, a este postulante se lo descalifica. Considera que no se premia a quien en definitiva resuelve una situación de detención, y ordena una libertad que para ese momento ya era imperativa, y al mismo tiempo se lo critica por el lenguaje utilizado, que en todo caso podría merecer la ponderación de aquellos que pensamos que el lenguaje de una sentencia debe ser tan adecuado como para que el propio detenido pueda entender los fundamentos de la sentencia que lo involucra. Señala que si se repasa las ponderaciones que se han hecho en relación a otros postulantes que han obtenido los máximos puntajes, se podrá ver que se los premia por haber razonado igual que Ramos Padilla, pero que éste no se ha detenido en elucubraciones que son propias de la cátedra, especialmente la del Profesor Marcelo Sancinetti, que no son unánimes en doctrina. Menciona que el caso que se les ha presentado es prácticamente idéntico a la causa nro. 317, caratulado: “Ciurana, Ezequiel Fernando”, T.O.C. nº 23, agregando que el voto que se asemeja a quienes han recogido los mejores puntajes, es precisamente de uno de los concursantes, quien presidió el debate, Dr. Héctor Mario Magariños. Señala que en la corrección de los exámenes se castiga a aquél que en su rol de Juez resuelve un problema, dicta una sentencia definitiva, y dispone la libertad de alguien que ya había cumplido su pena, como ocurre en el caso de la oposición del suscripto, a quien sólo se le conceden cincuenta puntos. Alega que el reglamento indica que deben resolver el caso que se les presenta como si estuvieran ejerciendo la magistratura, y que debe valorarse la vocación por el respeto a los Derechos Humanos, y al orden constitucional de nuestra República, sobre lo que añade que así ha procedido porque así lo manda el Reglamento, aunque desde hace muchos años se lo perjudica por actuar de esa forma. Solicita a la Comisión, y en su caso al Plenario, que le permita en audiencia oral poder explayarse sobre estas cuestiones vinculadas a lo que debe ser el perfil de un Juez, a su independencia, y a otras cuestiones que pueden redundar en beneficio del Poder Judicial que hoy verdaderamente está desprestigiado. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Califica como arbitrario al Reglamento de Concursos, ya que adjudica setenta puntos “treinta y cuarenta” vinculados a los antecedentes, a la actuación en el Poder Judicial, en la profesión, a la calidad y a la intensidad de esas tareas, y sólo reserva treinta puntos para las cuestiones académicas o las publicaciones. Indica que como viene sosteniendo desde hace años sin lograr jamás una respuesta, se desnaturaliza el Reglamento cuando aparecen estas pautas correctivas que no están regladas o por los menos cuyas reglas son desconocidas para el suscripto. Añade que, siendo uno de los que tiene mayor puntaje, no alcanza siquiera a lograr setenta puntos a partir de esas pautas correctivas, ya que se le otorgan sesenta y cinco puntos a partir justamente de esas pautas correctivas, y se lo iguala a todos los concursantes con puntajes cercanos a los setenta puntos. Sostiene que un concurso debe marcar diferencias, debe tener reglas claras y no igualar, tampoco utilizar “pautas correctivas” en algunos aspectos y no en otros, para terminar siempre privilegiando a quienes se dedican más a la docencia y a la investigación de quienes tratamos de mantener nuestros despachos judiciales al día para mejor atención de los justiciables. Considera que un fallo judicial debe tener un lenguaje claro, despejado de latinazos, o rigorismos formales, de modo que pueda ser comprendido por los principales interesados, que son precisamente los justiciables que concurren a los Tribunales a la espera de una resolución de sus problemas, y a veces se encuentran que lo que más interesa es el lucimiento personal del Juez, que emite su fallo e incursiona en las doctrinas, en los problemas que se discuten en las cátedras y en los seminarios, que por supuesto son muy útiles y conocidos por todos, pero que a veces nada tiene que ver con el fallo, o resultan innecesarios o sobreabundantes. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Sostiene que en este concurso y en otros anteriores no se valoró, a su juicio con la suficiente objetividad, la vocación democrática y compromiso con los Derechos humanos de los concursantes, sino que por el contrario sospecha alguna suerte de discriminación, que pudo haber ocurrido con la composición anterior del Consejo de la Magistratura. A título de simple ejemplo, señala que el suscripto fue el primer juez que declaró inconstitucional la ley de obediencia debida (tres días después de su publicación en 1987), y no esperó veinte años como otros Jueces que hoy resuelven en igualdad sentido, pero que en aquél tiempo callaron, tal vez por temor, tal vez por conveniencia, sobre lo cual agrega que esa sentencia de inconstitucionalidad que dictó casi en soledad, fue muy criticada por algunos sectores de la sociedad, y que tuvieron que pasar más dos décadas y pronunciamientos de la Corte Interamericana de Derechos Humanos para que otros magistrados, sobre la base de estos últimos precedentes, adoptaran el mismo criterio que siendo juez expresó en el año 1987. Esgrime que en el concurso número 55 obtuvo el puntaje más alto en el orden de mérito tanto en antecedentes como en oposición, pero fue desplazado al segundo lugar por una insólita resolución de este Consejo de la Magistratura que hasta hoy resulta incomprensible, y que en el concurso número 35 para el mismo cargo el Jurado en antecedentes y oposición lo colocó en el sexto lugar (el concurso era para cubrir 5 vacantes) no obstante ello este Consejo modificó el orden de mérito y lo desplazó al lugar 18. Considera que sí se realizara una adecuada valoración, sin ecuaciones matemáticas antireglamentarias, y se realizara una evaluación integral de los antecedentes de este postulante, los cargos que ocupó, la experiencia que adquirió y la forma en que los desempeñó, debería obtener uno de los primeros lugares en el orden de mérito. Señala que desempeñó casi todos los cargos administrativos en el Juzgado Penal número. 3 de Morón a partir de 1971, lo que implica que acredita más de 37 años vinculado al derecho penal. Agrega que se recibió de abogado el 23 de noviembre de 1976, y el 1 de diciembre del mismo año asumió como titular de una Secretaría Penal, de modo que lleva más de 31 años en el ejercicio de su profesión, ya sea en el ámbito judicial o en el privado, que deberían computarse de acuerdo a lo establecido en el artículo 34 I C del Reglamento, y que actualmente se desempeña como Juez Nacional en lo Criminal de Instrucción, por haber obtenido el primer puesto en un concurso y por haber sido designado por el Presidente de la Nación con acuerdo del Honorable Senado. Considera que no sólo tiene que recibir los 30 puntos máximos por este rubro, sino que además debe establecerse una correcta diferenciación con el resto de los postulantes que no alcanzan esa antigüedad, desde una evaluación integral que es la que ordena la ley. Especialidad. Señala que en todos los concursos ya mencionados -salvo en estesiempre obtuvo el máximo puntaje tanto en antecedentes como en especialidad. Indica que supera con holgura el máximo de 40 puntos establecidos por este rubro, pero considera arbitrario que se lo equipara a todos los postulantes en el máximo y no se establece ninguna pauta correctiva para establecer las diferencias propias de un concurso. Publicaciones. Señala que se le asignan escasos puntos, lo que viene a consagrar otra nueva arbitrariedad. Sostiene que parecería más trascendente una publicación en alguna revista jurídica nacional, que la publicación de una sentencia que ha despertado el interés de la Comisión de Derechos Humanos de las Naciones Unidas, agregando que está claro que ningún concursante puede exhibir una publicación de esta naturaleza, posiblemente porque ninguno dictó una sentencia de esas características, ni logró una distinción de naturaleza internacional. Añade que la otra publicación fue prologada por el Dr. Eugenio Raúl Zaffaroni, que tiene un prestigio suficiente como para ser tenido en cuenta y para que se me otorgue un puntaje algo más significativo. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Trayectoria. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 25) Impugnante: REYNA DE ALLENDE, Javier Eduardo. Calificación: 106 puntos (Oposición: 45; Antecedentes: 61) Orden de mérito: 45° Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Respecto de la oposición: En este caso el impugnante funda su presentación en la existencia de arbitrariedad manifiesta. En primer lugar, sostiene que el tribunal ha establecido en el punto “C”, que se tomará en consideración el reconocimiento y desarrollo de cada uno de los principales planteos, en lo particular los referidos a:…Recurso fiscal: lo admite o no, con qué fundamentos; entiende que se violó el principio de congruencia: si o no…. Señala que de la sola lectura de este ítem se desprende que el tratamiento de la posible vulneración al principio de congruencia sólo exigía su tratamiento, previo determinar si la impugnación fiscal era procedente, ya que en ella se introdujo dicha cuestión. El concursante, tal como se consigna en el punto 47) Corrección de la resolución de ROX, declaró mal concedido el recurso interpuesto por el representante de Ministerio Público Fiscal, con desarrollo de doctrina y jurisprudencia. Afirma que resultan arbitrarios los dichos de los examinadores al manifestar que “olvidó cuestiones relevantes como el principio de la coherencia” (entendiendo que por un error material involuntario no se dijo congruencia), ya que ningún olvido hubo, sino que ajustó su respuesta jurisdiccional a los planteos introducidos por las partes formalmente admitidos, tal como debe realizar cualquier juzgador. Desechada como fue la impugnación del acusador público, toda consideración a los agravios por él introducidos son materia ajena al limitado conocimiento otorgado por las vías recursivas a los tribunales de alzada (con las salvedades que ha establecido la Corte Suprema de Justicia de la Nación -causas “Casal” y “Di Nunzio”, entre otras-, las que por las razones dadas para rechazarlo, con citas también del Alto Tribunal, no resultan aplicables) y ello no empece a su tratamiento como un “obiter dicta”, aunque no sea exigible. Alega que algo similar ocurre con la enunciación de las respuestas dadas a los temas de interés para ser analizados. Habiendo reconocido que es cierto que declaró inadmisible el planteo de inconstitucionalidad de la reincidencia introducido por la defensa en el término de oficina, los evaluadores han omitido referirse a que más allá de lo decidido sobre el punto, también agregó que “no obstante lo dicho, que sella la suerte de este planteo, cabe apuntar que la cuestión de la invalidez constitucional que se pregona, es un tema que ha recibido [respuesta] por parte de la Corte Suprema de Justicia de la Nación a partir del conocido precedente ‘Gómez Dávalos’. En dicho fallo y en los sucesivos dictados sobre el tema por el Alto Tribunal, se ha desechado la opinión de que el referido instituto vulnere los principios de culpabilidad y legalidad, por lo que, con remisión a dichos fundamentos, nada más queda por decir”. El cercenamiento efectuado por el tribunal de examen sobre el punto, no permite conocer si ello fue considerado o no. Y, de haberlo sido, en qué sentido. Lo cual también da pábulo al planteo que aquí se efectúa. En la misma directriz, ninguna referencia se ha efectuado a la decisión de haber considerado reincidente al imputado. En este aspecto y soslayado el tema de la inconstitucionalidad por las razones antedichas, sostiene que dio fundamentos suficientes al agravio introducido por el defensor oficial ante el tribunal oral sobre cuál es el tiempo necesario para que una persona condenada pueda ser considerada reincidente. Con cita de un fallo de la Sala I de Cámara Nacional de Casación Penal, al cual adscribe, formuló su respuesta. Ninguna referencia a ello se hizo por parte del tribunal examinador, lo que denota su falta de consideración o, cuanto menos, la omisión de explicitar su alcance. Ambos aspectos, como se viene diciendo respecto a otras cuestiones, revelan la arbitrariedad de la puntuación otorgada. Por último, destaca que a la anfibológica expresión de que “razona con cierta lógica”, el tribunal examinador concluye que “su visible reduccionismo impide que se satisfaga los estándares mínimos exigidos para una sentencia”. Culmina su relato refiriendo que, tal afirmación, que se enarbola como una frase carente de sustento, pone en evidencia su arbitrariedad, ya que no hay parámetros establecidos para que una sentencia sea válida, ni estándares estipulados para que su realidad y existencia dependan de su metraje o peso y, en este caso, nunca se cuestionó la solución alcanzada. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. 26) Impugnante: RODRIGUEZ VARELA, Ignacio. Calificación: 152 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 72) Orden de mérito: 25° Respecto de los antecedentes: Especialidad. Considera que en este rubro se le deberían haber asignado 40 puntos. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Sostiene que al menos le corresponderían 37,4 puntos según las pautas y planilla de fojas 8 del acta de evaluación, en razón de los 29 puntos establecidos para el ejercicio de hasta 10 años como funcionario judicial, sumados a los 5 años transcurridos desde entonces y hasta el cierre de la inscripción al concurso y el agregado del 10% establecido para el ejercicio por menos de tres años de cargos de empleado que no requieran título de abogado que, como surge de los antecedentes de su legajo, obtuvo un año antes, en el mes de mayo de 1992, cuando se desempeñaba como empleado en el Juzgado de Instrucción n° 19, desde julio de 1988. Destaca, en ese sentido, que la aplicación del porcentaje en cuestión por su desempeño mediando la obtención de título de abogado en funciones judiciales que no lo requerían, le fue reconocida recientemente en los concursos números 140, 168 y 170 –en este caso al hacerse lugar a su impugnación en ese sentido-. Señala que por alguna razón le fueron restados nada menos que 7,4 puntos para arribar a los exiguos 30 puntos totales con los que ha sido calificada su “especialidad”, puntaje equivalente a una trayectoria de poco más de la mitad de sus 15 años como funcionario. Indica que ha informado además el primer puesto en la evaluación de antecedentes para el cargo de Fiscal ante el mismo fuero para el cual aquí se postula como Juez (concurso número 51 de la Procuración General de la Nación, dos cargos de Fiscal ante los Juzgados de Instrucción), antecedente que actualiza señalando que ha ganado ese concurso al cabo de las pruebas de oposición y consiguiente orden de mérito, encabezando la terna elevada por el Procurador General de la Nación al Poder ejecutivo Nacional, publicadas por el Ministerio de Justicia en el mes de octubre de 2007. Señala que a diferencia de lo ocurrido con otros concursantes, la valoración en punto a la especialidad se ha limitado en su caso a subrayar la especificidad de sus funciones, sin referencia alguna a la estricta y completa correspondencia entre su carrera y la competencia y jurisdicción de la vacante, ni a sus iniciativas en materia de reforma judicial e instrumentos de política criminal, buena parte de ellos en vigencia y ratificados en resoluciones, decretos y Leyes Nacionales. Destaca que en el restante concurso para cargos de Camarista Nacional en el que han sido hasta el momento calificados sus antecedentes, se refiere al concurso número l68 para cubrir dos vacantes de Juez de Tribunal Oral en lo Penal Económico, en el rubro de especialidad le fueron asignados al mes de marzo de 2007 un total de 36,3 puntos. Posgrado. Sostiene que, considerando que la Comisión ha tenido en cuenta los 6 puntos que corresponden al título obtenido de especialista en Derecho Penal, más un punto extra por los cursos acreditados, se incurre aquí en un primer error, ya que debieron ser asignados, según los propios presupuestos señalados, al menos 2 puntos extra por los 6 cursos informados y documentados, entre los que se encuentra un curso anual en Derecho Penal de la empresa y el de Capacitación para Fiscales Criminales Federales, íntegramente cursado y aprobado en el extranjero (Centro Nacional de Abogacía, Office of legal Education, US Departmen of Justice, Columbia, EE.UU de Norteamérica. Añade que se ha omitido toda ponderación al estado avanzado del Doctorado donde, tal como lo documentó al inscribirse en los concursos del año pasado, le fue aprobado por la Universidad del Salvador el tema de tesis y su esquema, por lo que debió haberse considerado al menos 1 punto extra. Por lo expuesto, considera que debe verse esto reflejado en una mayor puntuación, dentro del margen reservado para el doctorado. Docencia. Señala que la comisión le asignó un total de sólo 6 puntos en este rubro. Sostiene que de esa manera se incurrió en un simple error material, ya que, tal como surge de su legajo, se desempeña como profesor en la Universidad Católica Argentina desde el año 1994, haciéndolo desde el año académico 2004 como Profesor Adjunto en las cátedras de Derecho Procesal Penal y Derecho Penal parte General. Agrega que, hace ya varios años y aún antes de ser promovido a la categoría de adjunto en la UCA -jerarquía en la que inicia en 2008 el quinto año consecutivo-, en el concurso 120 para el mismo cargo que aquí se postula y partiendo del total de 10 inicialmente asignados, al cabo de la resolución de las impugnaciones le fueron otorgados en el rubro un total de 8 puntos. Añade que no mereció puntuación alguna su desempeño como profesor de cursos de manera ininterrumpida en la Asociación de Magistrados de la Justicia Nacional desde el año 1993 y profesor titular en la Escuela de Policía Ramón Falcón por dos años, ambas debidamente documentadas y por lo que corresponde un máximo de 1 punto, según lo señalado en las pautas generales de evaluación. Indica que también se ha omitido su participación como conferenciante en 7 congresos, jornadas y seminarios relativos a cuestiones jurídico-penales, tal como surge del rubro “Conferencias/mesas redondas” de las planillas conformadas. Publicaciones. Indica que la comisión le asignó 4 puntos, es decir, se limitó a establecer unos 0,57 puntos por cada una de las 7 publicaciones, realizando una ponderación de sólo una de ellas cuando, además, dos artículos merecieron segundas publicaciones en Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial otras revistas y al menos uno de ellos fue citado en un trabajo de la Academia Nacional de Ciencias Morales y Políticas. Señala que teniendo en cuenta lo exiguo del promedio resultante, ha mediado un error, especialmente en el caso de los trabajos publicados en las revistas la ley, el derecho y prudencia iuris, lo que implicaría una arbitrariedad. Sostiene que no se han valorado los proyectos vinculados a la descentralización de la Justicia y a la media docena de programas federales de Justicia y Seguridad que ha documentado en detalle, incluyendo las resoluciones Ministeriales, Decretos Presidenciales y Leyes con los que fueron aprobados. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Posgrado. La puntuación asignada se ajusta a las pautas de calificación, puesto que de las diez unidades que prevé el rubro las últimas tres se encuentran reservadas para quienes acrediten la condición de doctor en derecho (v. punto I. 5. del informe de precalificación). Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el punto I. 4. del informe impugnado, por lo que no se estima reducida. A más, téngase presente que la designación del impugnante como Profesor Titular por designación directa de una materia de la especialidad no cuenta con la antigüedad mínima de tres años que se requiere para su cómputo. Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 27) Impugnante: RUSCONI, Maximiliano Adolfo. Calificación: 152,50 puntos (Oposición: 75; Antecedentes: 77,50) Orden de mérito: 24° Respecto de la oposición: Arguye un tratamiento desigual de los candidatos y una manifestación errática entre las pautas generales de la corrección y el proceso de evaluación individual. Indica que una lectura de su evaluación lleva a la conclusión de que la solución propuesta no sólo es correcta jurídicamente, sino que ha sido alcanzada a través de un camino encomiado por el Tribunal en la propia fundamentación que abunda en elogios, pero carece de expresión de las razones por las cuales los elogios no se manifiestan en el puntaje ideal o cercano a él. Sostiene que el jurado ha hecho un relevamiento de elogios a su examen, por lo que es difícil obtener certeza de las razones por las cuales ha merecido una quita de 25 puntos, alcanzando la calificación de 75. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Señala que se han omitido considerar importantes antecedentes como el haber sido Asesor de la Procuración Penitenciaria. Resalta que la valoración en este rubro es muy poco clara. Indica que si se consideran solamente los antecedentes en el ejercicio de la profesión arrojaría una suma total de 21,50 puntos, que con la resta de 5 puntos según la pauta correctiva arrojaría como saldo 16,50 puntos, que es el puntaje que efectivamente se le otorga, por lo que aprecia que se le computa como antecedente, solamente, el libre ejercicio de la profesión, pero no se le computa el resto de los méritos como el de Fiscal General de Política Criminal de la Nación, lo que hubiera sido correcto. Por ello considera que el puntaje luego de la quita de 5 puntos en concepto de la pauta correctiva debió resultar en 25 puntos. Especialidad. Considera que la valoración que se ha hecho en este ítem es difícil de comprender. Señala que el puntaje que le otorgaron se correspondería sólo con la especialidad propia del ejercicio de la abogacía, el cual sería correcto si no fuera por el hecho que ocupó durante 4 años el cargo de Fiscal General de Política Criminal de la Nación, por lo que considera que debería computarse como puntaje base, el de 30 puntos, sumándose a ello 1 punto por cada año en el cargo, es decir 4 puntos, lo que arrojaría un total de 34 puntos, y a eso sumarse 1 punto por cada año en el ejercicio de la profesión, lo cual arrojaría 41 puntos que se reducirían a 40 por ser el máximo. Agrega que el acta establece que “…se postula como criterio general que se otorgará el 100% del puntaje por especialidad a los magistrados que integren cámaras o tribunales de juicio colegiados nacionales…”, por lo que considera que por el hecho que el cargo que ostentara dentro del Ministerio Público es equiparable al de magistrado de Cámara, sin más ni más, le debería corresponder la asignación de los cuarenta puntos. Docencia. Indica que el puntaje que se le asigna se corresponde pura y exclusivamente con la cantidad de puntos que se otorga a los profesores adjuntos de la misma Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial especialidad por concurso, por lo que, considerando que es profesor adjunto de la misma especialidad, concluye en el hecho de que ningún otro antecedente fue valorado. Menciona que por razones de tiempo y de problemas administrativos no se ha podido acreditar formalmente su participación como docente de la Maestría en Derecho y Especialización en Derecho Penal en la Universidad de Palermo. Considera llamativo como no se otorga ninguna valoración al hecho que tiene más de 30 conferencias dictadas. Aclara que se ve sorprendido ya que otros colegas que ostentan iguales o menores antecedentes en la docencia que él, han obtenido puntajes mayores. Por ello considera que debió obtener el máximo puntaje, es decir 10 puntos. Posgrado. Considera que debió corresponderle la calificación de 10 puntos y no la de 9 unidades por este rubro, ya que como consta en el acta, las tesis doctorales en la especialidad, con nota mayor a 7, deben sumar el total de 10 puntos. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones particulares sobre la oposición. Antecedentes. Trayectoria. El puntaje otorgado denota una correcta aplicación de los modelos de calificación que asignan puntaje en forma progresiva (v. punto I. 1. del acta de precalificación) y de la incidencia propia de la implementación de la pauta correctiva fijada para el presente concurso. Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el punto I. 4. del informe impugnado. Nótese que el cargo docente de mayor jerarquía alcanzado por el postulante es el de Profesor Titular por designación directa de una materia de la especialidad. Posgrado. Asiste razón al postulante, puesto que por su condición de doctor en derecho (área derecho penal) con tesis calificada como distinguida le corresponde el máximo puntaje del rubro. En consecuencia, se asigna en este ítem un total de 10 unidades. 28) Impugnante: SAENZ, Ricardo Oscar. Calificación: 163 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 83) Orden de mérito: 12° Respecto de la oposición: Señala que en la corrección de la prueba del doctor Pablo Jantus, el jurado consignó que…”nada dice sobre la procedencia del recurso fiscal”…, mientras que en su evaluación se ponderó que tratara la cuestión. Agrega que tanto en su evaluación como en la de Pablo Vega y Pablo Jantus fue destacada la importancia de la violación al principio de congruencia, que el también se destacó que el concursante advirtiera la cuestión de la introducción extemporánea del pedido de inconstitucionalidad de la reincidencia y el no reenvío de la causa a la instancia anterior. Sostiene que es el único concursante que advirtió y desarrolló exhaustivamente el problema de la procedencia del recurso fiscal, indicando que los dos concursantes que obtuvieron 95 puntos la omitieron por completo. Agrega que Gustavo Bruzzone sostiene que no se ve afectada la congruencia, que Horacio Dias no advirtió el problema de la extemporaneidad del planteo defensista de la inconstitucionalidad de la reincidencia y que, por último, Días, Bruzzone y Jantus resuelven el caso sin reenviar a la anterior instancia, al igual que lo que él propuso en su examen. Por lo expuesto, señala que parece claro que su calificación es errada y solicita que se le asigne un puntaje entre los 85 y 90 puntos. Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Indica que se ha omitido considerar un año y 7 meses que se desempeñó como empleado en la justicia Federal de la Capital, por lo que considera que a su total habría que adicionarle 1 punto. Añade que además, en el cargo de Fiscal en lo Criminal de Instrucción, el certificado de su legajo consigna que se desempeñó en esa función desde el 1-9-90, con lo cual el tiempo es equivalente a 9 puntos, en lugar de los 6 que entiende se le han computado, por lo que serían 3 puntos más. Por lo expuesto, reclama que se le asignen 30 puntos en este acápite. Posgrado. Arguye que ha realizado cursos nacionales e internacionales en distintas especialidades del Derecho Penal, dentro de los que se destacan 7 cursos cortos. Su reclamo consiste en resaltar su asistencia a los eventos en el extranjero. Por ello sostiene que una calificación adecuada para este capítulo sería de 5 puntos. Docencia. Sostiene que se lo ha perjudicado en 1 punto ya que no se le han computado más de 30 conferencias como disertante. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Publicaciones. Indica que el aspirante Barroetaveña se le otorgó 1 puntos por un artículo publicado en La Ley, que al aspirante Becerra se le dieron 4 puntos por 6 artículos, que al concursante Cataldi se le calificó con 2 puntos un artículo, que al Dr. Diez Ojeda se le otorgaron 2 puntos por 2 artículos vinculados con la especialidad, que al aspirante Hergott, por 6 artículos publicados en La Ley, se le asignaron 4 puntos, que a la Dra. Larrandart se le dieron los 10 puntos de máximo, por 3 capítulos en 3 libros distintos, 8 artículos de su autoría, y 3 en coautoría, que al concursante Miles se le otorgaron 3 puntos por un artículo como autor y otros 5 en coautoría. Por ello considera que ha quedado demostrado que la evaluación que se ha hecho de sus antecedentes en el punto resulta arbitraria, en comparación con otros aspirantes, y entiende que 7 puntos serían los apropiados en el ítem en cuestión. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Trayectoria. Aun partiendo del cómputo propuesto por el impugnante, a partir de la incidencia de la pauta correctiva fijada en este concurso (88,175 unidades), la calificación final se mantiene en 29 puntos. Posgrado. La calificación asignada se ajusta a los criterios de evaluación que surgen del punto I. 5. del informe impugnado. Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el punto I. 4. del informe impugnado. Nótese que el cargo docente de mayor jerarquía alcanzado por el postulante es el de Profesor Adjunto interino de una materia de la especialidad. Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 29) Impugnante: SALAS, Luis Roberto José. Calificación: 155 puntos (Oposición: 70; Antecedentes: 85) Orden de mérito: 20° Respecto de la oposición: Indica que su examen fue analizado escuetamente. Señala que el último párrafo es un argumento que se repite calcado, como fórmula preestablecida, en todos los exámenes analizados por el jurado, por lo que considera que nada agrega al mérito o demérito de su examen. Arguye que en el primer párrafo se valora positivamente que ha analizado pertinentemente la afectación del principio de congruencia y que ha analizado todos los agravios introducidos, pero que se señala que no resultan claros sus argumentos al tratar los dos últimos agravios, en particular al declarar la reincidencia. Sobre ello sostiene que los dos últimos puntos que considera en su examen son justamente la individualización de la pena y el tema de la reincidencia, y que precisamente en el segundo párrafo de la corrección el mismo jurado señala que trata el tema de la individualización de la pena y de la reincidencia. Añade que también puede advertirse una clara incongruencia en la evaluación de su examen por parte del jurado, toda vez que se desvalora que “…no resultan claros los argumentos, en particular al declarar la reincidencia”, cuando justamente es lo que no hace en su examen, porque no estimó que el instituto de la reincidencia sea inconstitucional. Por ello, sostiene que puede advertirse claramente arbitrariedad en la corrección de su examen por cuanto los dos párrafos que destina el jurado en su evaluación son entre si contradictorios y porque se desvalora en su examen algo que no existe. Considera que puede advertirse que para evaluar otras pruebas, con mayores o menores notas que el del suscripto, el jurado ha sido mucho más minucioso al detallar su contenido. Indica que al examen de APO se le asignan 75 puntos pese a que se le critica que impone pena de tres años de prisión sin fundamento para determinarla, que al de CIF se le asignan 80 puntos pese a que se le critica que aborda un tema no introducido en el caso, la prisión preventiva, que al de CLO se le asignan 75 puntos pero se le achaca que interpreta que fue extratemporáneo el planteo de inconstitucionalidad, con cita del fallo Catrilaf sin conocer que en ese precedente la Corte sentó el criterio contrario, que a ERU se le asignaron 85 puntos criticándosele que nada dice del posible cuestionamiento al recurso fiscal y que nada dice respecto de la procedencia del recurso fiscal, que a FIR se le otorgaron 80 puntos, y que sin embargo se le critica que con relación al principio de congruencia su desarrollo es más escaso, que a FIX se le otorgaron 75 puntos pero que Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial se le critica que las citas doctrinarias son escasas, y que a OLI se le conceden 75 puntos pero que se le señala que respecto del quantum de la pena su argumentación es débil. Respecto de los antecedentes: Especialidad. Señala que acreditó una trayectoria de más de veinte años en cargos judiciales. Indica que al postulante Fedel le fueron otorgados 38 puntos habiendo acreditado menos antecedentes. Posgrado. Indica que se omitió considerar que le fue conferido el título de Master de la Universidad de Palermo con especialidad en Derecho Penal. Agrega que acreditó también la realización de numerosos cursos en universidades del exterior entre los cuales destaca la capacitación en la magistratura en la Escuela Judicial del Consejo General del Poder Judicial del Reino de España. Docencia. Señala que es actualmente Jefe de Trabajos Prácticos en la Universidad Nacional de Buenos Aires, en la que es docente desde el año 1998 y Profesor Regular Adjunto, por concurso, en la materia Derecho Penal II en la Universidad Nacional de La Pampa, desde el año 2005. Publicaciones. Arguye que acreditó la publicación de una obra colectiva en el tema “Criminalidad y Ciencias Penitenciarias” y diez artículos jurídicos en la especialidad penal. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Oposición. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Antecedentes. Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales. Posgrado. La calificación asignada se ajusta a los criterios de evaluación que surgen del punto I. 5. del informe impugnado. Docencia. La calificación asignada se ajusta a los criterios de evaluación que surgen del punto I. 4. del informe impugnado. Publicaciones. Considerando los antecedentes del postulante en función de la cantidad, extensión y trascendencia jurídica de todas las publicaciones acreditadas en el marco del presente concurso, la calificación asignada no se estima reducida. 30) Impugnante: SARRABAYROUSE, Eugenio Carlos. Calificación: 166,50 puntos (Oposición: 80; Antecedentes: 86,50) Orden de mérito: 7° Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Observa que no se ha valorado el primer premio que le otorgara la Junta Federal de Cortes y Superiores Tribunales de Justicia de las Provincias Argentinas en el año 1999, como tampoco la beca que le otorgara el Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD) que le permitió estudiar en la Ludwig-Maximilians Universidad de Múnich bajo la dirección del Prof. Dr. Claus Roxin y, posteriormente, finalizar si tesis doctoral en la Universidad de Buenos Aires. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Trayectoria. Corresponde remitirse a las consideraciones generales y agregar que los estudios en el exterior a los que hace referencia el impugnante han sido valorados en el rubro “Posgrado/Doctorado”, en el que ha obtenido la máxima calificación. 31) Impugnante: VEGA, Pablo Daniel. Calificación: 158,50 puntos (Oposición: 85; Antecedentes: 73,50) Orden de mérito: 16° Respecto de los antecedentes: Trayectoria. Indica que obtuvo el título de abogado en diciembre de 1993, y que desde ese entonces hasta el 19 de agosto de 1994, transcurrió un tiempo que debió ser computado en razón de configurar una fracción mayor a seis meses. En consecuencia, considera que debió sumársele cincuenta centésimos de punto. Especialidad. Señala que se omitió computársele un año en el empleo judicial, sobre lo cual añade que su ingreso al Poder Judicial de la Nación se produjo el día 31 de agosto de 1993, cuando fue designado en el cargo de Auxiliar Administrativo en el Juzgado Nacional en lo Penal Económico N° 7 de esta ciudad, siendo luego nombrado con fecha 5 de octubre de ese mismo año en el cargo de Auxiliar del Tribunal Oral en lo Penal Económico N° 2. Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Posgrado. Considera que merece sumar un punto más, por haber notado que su condición de Master en Derecho Penal y Criminología” no ha sido calificada como corresponde, en la medida en que fue equiparada a una especialización pese a que el reglamento es claro cuando asigna a la Maestría un punto más que a la especialización. A modo de ejemplo, menciona los casos de los colegas Jorge Ariel María Apolo, Sergio Delgado -quien suma la misma cantidad de puntos que él en el rubro, sobre la base de un posgrado en “Gestión y Administración Judicial” y de un curso de especialización en Ciencias Penales con una carga horaria de 70 horas-, Augusto Marcelino Diez Ojeda, Mauro Divito, Oscar Alberto Hergott, Alberto José Huarte Petite, entre otros. Destaca al respecto que ha acreditado haber concluido la Maestría en Derecho Penal y Criminología, en la Universidade Candido Mendes de Río de Janeiro, Brasil, con una carga horaria total de 544 horas, superando todos los módulos y materias mediante la aprobación de ocho exámenes con la más alta calificación (10 puntos), así como también ha acreditado la aprobación de la tesis presentada (La función del resultado en el tipo imprudente a partir de una teleología reductora del poder punitivo) con nota diez (10). Por todo ello, solicita se deje parcialmente sin efecto el dictamen sobre antecedentes, procediéndose a su corrección con la recalificación que se estime pertinente. Docencia. Señala que si bien es cierto que se valoró la circunstancia de haber sido designado adjunto en forma directa, omitió valorarse que su ingreso a la carrera docente se produjo por concurso de oposición y antecedentes en la Cátedra del profesor doctor E. Raúl Zaffaroni, en el que obtuvo el primer lugar en el orden de mérito, tal como se valoró respecto de otros postulantes. Añade que realizó y aprobó la totalidad de los cursos técnicos, pedagógicos e interdisciplinarios que fundaron sus sucesivos ascensos a Auxiliar de Primera y a Jefe de Trabajos Prácticos. Agrega que en el ámbito internacional también acreditó su carácter de conferencista miembro del cuerpo de docentes del Instituto de Pesquisa e Estudos Juridicos do Centro Universitário da Cidade do Rio de Janeiro (IPEJUR), lo cual tampoco fue computado dentro de sus antecedentes como docente. Considera que, al igual que se lo hizo con otros concursantes que se hallan en idéntica situación, debió sumársele un punto más en el rubro docencia en razón de lo expresado. AL RESPECTO CABE CONSIDERAR. Antecedentes. Trayectoria. Del análisis del informe de precalificación se desprende que el período que indica el postulante fue considerado en el detalle que presenta el acta: (“Trayectoria: Obtuvo el título de abogado el 31/12/93, fecha en la que ya se desempeñaba como empleado administrativo en el Poder Judicial…”), y que ha tenido incidencia en la puntuación del rubro, puesto que se valoró en forma conjunta con su desempeño como Escribiente Auxiliar (19-8-94 hasta el 2-11-94). Nótese, asimismo, que la puntuación asignada necesariamente debió contemplar esa fracción, pues su desempeño como Escribiente Auxiliar no alcanza los seis meses que se exigen para apreciar el antecedente. Especialidad. Corresponde remitirse a las consideraciones generales y agregar que, aun valorando el antecedente al que hace referencia el postulante, a partir del criterio sentado para este concurso, corresponde mantener la calificación asignada. Posgrado. La calificación propuesta para el rubro traduce una correcta aplicación de las pautas de calificación expuestas en el punto I. 4. del acta impugnada. A más, nos remitimos a lo expuesto en oportunidad de resolver la impugnación presentada en este rubro por el postulante Rodríguez Varela (número de orden 26). Docencia. La calificación asignada se ajusta a las pautas de calificación expuestas en el punto I. 4. del acta impugnada. En consecuencia, el orden de mérito resultante de la resolución de las impugnaciones es el siguiente: 1°) BRUZZONE, Gustavo Alfredo (189,5); 2°) YACOBUCCI, Guillermo Jorge (182); 3°) DÍAS, Horacio Leonardo (181); 4°) MAGARIÑOS, Héctor Mario (177,5); 4°) NIÑO, Luis Fernando (177,5); 6°) MAHIQUES, Carlos Alberto (174); 7°) GARCÍA, Luis Mario (168,5); 8°) SARRABAYROUSE, Eugenio Carlos (166,5); 9°) GARRIGÓS DE RÉBORI, María Laura (166); 10°) DIVITO, Mauro Antonio (165,5); 11°) JANTUS, Pablo (163,5); 12°) MORÍN, Daniel Emilio (163,5); 13°) SÁENZ, Ricardo Oscar (163); 14°) HUARTE PETITE, Alberto José (162); 15°) LLERENA, Patricia Marcela (159,5); 16°) VEGA, Pablo Daniel (158,5); 17°) BARROETAVEÑA, Diego Gustavo (156); 18°) LARRANDART, Lucila Esther (156); 19°) FEDEL, Daniel Bladimiro (155); 20°) DELGADO, Sergio (155); 21°) BECERRA, Alejandro Martín (155); 21°) SALAS, Luis Roberto José (155); 23°) GORDO, Guillermo Andrés (154,5); 24°) RUSCONI, Maximiliano Adolfo (153,5); 25°) ARNEDO, Fernando Javier (152,75); 26°) RODRÍGUEZ VARELA, Ignacio (152); 27°) OBLIGADO, Daniel Consejo de la Magistratura Comisión de Selección de Magistrados y Escuela Judicial Horacio (150); 28°) FIGUEROA LEONARDI, Ana María (145,5); 29°) HERGOTT, Oscar Alberto (145); 30°) RODRÍGUEZ, Marcela Mónica (142); 31°) DIETA DE HERRERO, Ana (142); 31°) VILLAR, Mario Alberto (142); 33°) CATALDI, Hugo Norberto (140,5); 34°) OJEDA, Alberto Elio (138); 35°) DIEZ OJEDA, Augusto Marcelino (137,5); 36°) LÓPEZ BISCAYART, Javier (137); 37°) APOLO, Jorge Ariel María (134); 38°) CONSOLE, José (133); 39°) DAUDET, María Gabriela Silvina (127); 40°) RAMOS PADILLA, Juan María (120); 41°) MARTÍN, Adrián Norberto (118); 42°) ABÁSOLO GUASTAVINO, Miguel E. (115); 43°) MARTÍNEZ LEDESMA, Horacio A. (112); 44°) LAIÑO DONDIZ, Magdalena (111,25); 45°) REYNA DE ALLENDE, Javier Eduardo (106); 46°) CASTAGNO, María Cristina (98,25); 47°) MALDONADO, Eduardo Gabriel (85,5); 48°) MILEI, Luis Fernando Javier (85,25), y 49°) SALAMA RIETTI, Gonzalo Carlos (84,5). Con lo que no siendo para más se da por finalizado el acto. Firmado: Diana B. Conti y Luis María Cabral.