I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Sumario • • • • - La titulización de activos en España José María Méndez CARTA DEL SECRETARIO DE ESTADO DE ECONOMÍA, DE ENERGÍA Y DE LA PEQUEÑA Y MEDIANA EMPRESA. D. José Folgado Blanco 3 CARTA DEL PRESIDENTE DEL CONSEJO, PRESIDENTE DE CVM DE BRASIL D. José Luis Osorio 4 CARTA DEL SECRETARIO GENERAL DEL INSTITUTO IBEROAMERICANO DE MERCADOS DE VALORES D. Santiago Cuadra 5 TITULIZACIÓN. - La Titulización de activos en el área iberoamericana Alberto Javier Tapia 7 - EXPERIENCIA IBEROAMERICANA La bursatilización en el mercado de Valores Mexicano José Luis Salazar 20 - Securitización en Chile Vivianne Rodríguez 28 - La titularización en Portugal Paulo Câmara 38 - La titularización en Argentina Juan Carlos Veiga 44 - La titulización de activos en Perú CONASEV 50 - Bases para la regulación de las emisiones provenientes de procesos de titulización Fiorella Carvaja 59 64 • CONCEPTOS GENERALES SOBRE EL DESARROLLO DEL MERCADO DE VALORES. LA EXPERIENCIA EN MÉXICO Hugo Contreras 70 • EL “NUEVO MERCADO” DE VALORES ESPAÑOL Rafael Mínguez 74 • IBEROAMÉRICA, O LAS CONSECUENCIAS DE UNA RECTIFICACIÓN Juan Velarde 84 • ACTIVIDADES DEL INSTITUTO IBEROAMERICANO DE MERCADOS DE VALORES 97 • CONCLUSIONES DE LAS PRIMERAS JORNADAS DE REGULACIÓN Y SUPERVISIÓN DE MERCADOS CENTROAMERICANOS DE VALORES (La Antigua-Guatemala) 102 • NOTICIAS SOBRE LOS MERCADOS DE VALORES DE CHILE, PARAGUAY, EL SALVADOR, VENEZUELA, URUGUAY, COSTA RICA Y NOMBRAMIENTOS EN LOS ORGANISMOS SUPERVISORES DE LOS MERCADOS DE VALORES DE ARGENTINA Y CHILE 111 • RESEÑAS BIBLIOGRÁFICAS 117 • PRINCIPALES INDICADORES ECONÓMICOS DE AMÉRICA LATINA 126 RIMV Nº 1 / 2000 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S D. José Folgado Blanco Secretario de Estado de Economía, de Energía y de la Pequeña y Mediana Empresa, y Presidente de la Comisión Permanente de la Fundación Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores. Con la publicación del primer número de la Revista Iberoamericana de Mercados de Valores, se cumple uno de los compromisos que se propuso con su creación hace poco más de un año, la Fundación “Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores”, de promover el intercambio de experiencias de los mercados de valores entre los distintos países que la conforman, discutir y difundir las nuevas regulaciones, reformas y avances tecnológicos que le afectan e impulsar la formación y el intercambio de conocimientos entre el personal relacionado con los organismos implicados. En un mundo cada vez más interrelacionado y en el que la liberalización de los movimientos y flujos de capital están adquiriendo un creciente protagonismo, el objetivo de la Fundación queda plenamente justificado y adquiere, si cabe, una mayor relevancia si se tiene en cuenta que su ámbito de actuación se hace extensivo a la cooperación entre los países Iberoamericanos, Portugal y España con la intención manifiesta de favorecer el desarrollo de los respectivos mercados de valores, hacerlos más transparentes, mejorar el conocimiento mutuo de su estructura y regulación, así como potenciar la armonización reguladora y la cooperación entre los agentes supervisores y reguladores. Quiero aprovechar esta oportunidad que me ofrece la revista para transmitir la convicción y resaltar la importancia que las innovaciones tecnológicas y la liberalización de los mercados están teniendo en la economía en general y en el ámbito de los mercados financieros en particular. Resulta fácil constatar cómo aquellos mercados más competitivos y transparentes, y los que incorporan más rápidamente las nuevas tecnologías, son también los más eficientes. Establecer una vía de debate y diálogo, en la que se pueda intercambiar y compartir estos logros y experiencias que están afectando a los mercados financieros y monetarios, y disponer de un vehículo para su difusión constituye toda una iniciativa y un logro que como Presidente de la Comisión Permanente del Patronato, estoy seguro de que redundará en beneficio de los países de Iberoamérica, así como de España y Portugal. J OSÉ F OLGADO B LANCO 3 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A José Luiz Osorio Presidente de CVM de Brasil y Presidente del Consejo de la Fundación Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores. Es un gran placer y una gran alegría para mí anunciar el lanzamiento de la Revista Iberoamericana de Mercado de Valores. En consonancia con el objetivo más importante de fomentar la cooperación entre los países iberoamericanos, esta publicación cuatrimestral se enmarca en el esfuerzo de difusión de aspectos relacionados al mercado de capitales como un todo y de cada país específicamente. A partir de este primer número, cada edición contará con artículos y materias de las más diversas jurisdicciones, enfocando aspectos jurídicos y financieros de interés de los organismos reguladores, profesionales del mercado y todos aquellos interesados en el mercado de capitales. Este número tendrá como principal tema la titulización, instrumento cada vez más utilizado como fuente de financiación de proyectos en todo el mundo. Al permitir el anticipo en la recepción de crédito a través de la emisión de valores mobiliarios con reservas en cuentas a cobrar, las operaciones de titulización les brinda la oportunidad a las sociedades originadoras de concentrarse en sus actividades objeto y de racionalizar sus flujos de fondos. Podremos ver la experiencia y las particularidades de algunos países en este asunto, así como un análisis sobre aspectos técnicos y jurídicos del tema. También en esta primera edición tenemos artículos sobre Nuevos Mercados y las Conclusiones de las Jornadas de Regulación y Supervisión de Mercados Centroamericanos de Valores, entre otras interesantes materias. La Fundación Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores promueve, además de acciones relacionadas al campo de la divulgación, en las cuales el lanzamiento de esta revista está insertado, actividades dentro de ámbito de capacitación y entrenamiento con la realización de seminarios y la celebración de una Reunión Anual para incentivar el intercambio, comunicación e integración entre sus miembros. Estoy seguro de que esta revista será un importante paso hacia adelante a fin de promover un mejor conocimiento y armonización de la estructura y de la regulación de los diferentes mercados de valores. JOSE LUIZ OSORIO RIMV Nº 1 / 2000 4 N O D E M E R C A D O S D E V A L O R E S En este número Nadie puede dudar a estas alturas de la importancia de contar con un mercado de capitales desarrollado como fuente de crecimiento económico y de impulso a la creación de riqueza en un país. Los mercados de capitales forman tradicionalmente parte esencial del sistema financiero de cada país proporcionando mecanismos de canalización del ahorro en inversión productiva, manejar la liquidez y el riesgo, y, en los últimos años, propiciar que los procesos de privatización se realicen con eficacia y transparencia. Pero el tradicional punto de vista que consistía en contemplar cada mercado como un fenómeno nacional, en el mejor de los casos, está siendo radical y apresuradamente transformado con la irrupción de las tecnologías y la progresiva desaparición de las fronteras económicas. Cierto es que los mercados organizados tradicionales tienen ante sí importantes retos de competitividad que amenazan incluso su actual pervivencia. Pero no lo es menos que las Autoridades Reguladoras y Supervisoras de tales Mercados son responsables de propiciar marcos normativos eficaces y flexibles en constante adaptación a las necesidades de unos mercados en continua evolución. La cooperación estrecha entre los supervisores de los mercados de cada país está adquiriendo un papel cada día más relevante. Es este contexto en el que nace hace poco más de año y medio el Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores, y en el que los 19 países miembros del mismo están colaborando con las actividades desarrolladas. La publicación de una Revista parecía inexcusable como vehículo de expresión, de difusión de conocimiento y de análisis y estudio. Con un planteamiento sencillo, esta publicación pretende contar con el mismo espíritu participativo del resto de actividades del Instituto y fomentar el estudio y el análisis de los mercados en Iberoamérica desde la perspectiva de la regulación y supervisión de los mismos. Cada número incluirá un estudio monográfico sobre una materia de especial interés para el conjunto de los países iberoamericanos. Sobre la base de un artículo introductorio, relevantes expertos escribirán sobre el tema objeto del trabajo. Este número inicial versa sobre la “Titulización”, un fenómeno financiero de gran interés y de evidente utilidad para los mercados de capitales, pero que todavía no ha tenido un desarrollo en Iberoamérica que permita aprovechar todas las posibilidades de esta forma de desintermediación financiera. Habrá también una sección para la que contaremos con una firma invitada, que corresponde inaugurar al Profesor Juan Velarde, al que además de su indudable prestigio y unánime reconocimiento, se une su especial dedicación e interés por Iberoamérica a lo largo de su carrera. Estaremos atentos a las novedades regulatorias de los mercados y se analizarán las reformas que se introduzcan o la aparición de nuevos segmentos de mercados. En este sentido, este primer número incluye un análisis de las reformas, operadas en el Mercado 5 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C de Valores de México a cargo de Hugo Contreras, así como un trabajo de Rafael Mínguez sobre los Nuevos Mercados que están naciendo al amparo de las nuevas tecnologías, deteniéndose especialmente en la experiencia española. Nos ocuparemos también de difundir las actividades del Instituto, o las iniciativas que las Autoridades de los mercados están llevando a cabo, en la medida en que puedan resultar de interés general. Las reseñas bibliográficas, no sólo de autores iberoamericanos, también tienen cabida en la Revista Iberoamericana de Mercados de Valores, así como los informes periódicos sobre los principales indicadores de la coyuntura económica de la región. En definitiva, con este número damos forma y comienzo a una de las iniciativas más representativas del ideario del Instituto, en la medida en que un proyecto de estas características sólo puede ponerse en marcha con el firme apoyo y colaboración tanto de las Autoridades Supervisoras de los Mercados Iberoamericanos como del sector privado. S ANTIAGO C UADRA Secretario General del IIMV RIMV Nº 1 / 2000 6 A N O D E M E R C A D O S D E V A L O R E S LA TITULIZACIÓN DE ACTIVOS EN EL ÁREA IBEROAMERICANA Alberto Javier Tapia Hermida Profesor Titular de Derecho Mercantil de la Universidad Complutense de Madrid PRESENTACIÓN Perú y en España, al de “titularización” en Portugal y en Colombia, al de “securitización” en Chile y al de “bursatilización” en México. Sin perjuicio de que estos diversos términos coinciden en designar un fenómeno financiero semejante y de la validez de todos ellos para identificarlo, hemos optado por identificar el fenómeno –consistente, esencialmente, en la cesión de créditos por su acreedor original a un fondo o compañía creada “ad hoc” que, sobre la base de los créditos cedidos, emite valores– con el término de “titulización”. Y lo hemos hecho no sólo porque es el término que mejor se aviene al idioma sino también porque es el que mejor concuerda con el Derecho. En efecto, con la lengua española concuerda el término “titulización” porque, si bien en ella no se admite el término en sí, en su seno se entiende por “título” un “documento jurídico en el que se otorga un derecho o se establece una obligación” 1. Y al hilo de este sentido gramatical, el término “titulización” concuerda también con el Derecho porque no olvidemos que la tradición mercantilista del “título-valor” identifica la incorporación de un derecho a un título o valor que es elemento esencial del fenómeno financiero descrito. Si a lo anterior añadimos que el término “titulización” es el utilizado en la mayoría de los Ordenamientos examinados, concluiremos que es el más adecuado. Y ello sin perjuicio de reconocer ciertas paradojas como es que, por ejemplo, en el Derecho español, los bonos de titulización deben representarse por medio de anotaciones en cuenta, con la consiguiente Al abordar, honrados por la invitación del Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores, la difícil –al tiempo que grata– tarea de realizar un estudio introductorio a los interesantes artículos que siguen al presente sobre la titulización de activos en algunos de los más significativos países del área iberoamericana, hemos de empezar por manifestar que nuestro objetivo consiste en identificar los aspectos comunes y las diferencias más notables entre tales países a la hora de regular tan multiforme fenómeno. Así pues, tratamos de informar sucintamente al lector de los mínimos comunes denominadores que encontrará en los Ordenamientos iberoamericanos en cuanto al fenómeno de la titulización de activos se refiere, amén de referirnos con cierto detalle a la regulación de la titulización en España. Con carácter previo, parece interesante detener la mirada, brevemente, en la terminología. Y tal interés obedece no sólo a la necesidad de identificar unívocamente un fenómeno financiero caleidoscópico sino también a la conveniencia de reflexionar sobre un asunto que importa al idioma que –cual cordón umbilical múltiple– nos une a gran parte de quienes habitamos en el área iberoamericana. El lector podrá apreciar cómo el fenómeno financiero examinado en este primer número de la Revista del Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores atiende al nombre de “titulización” en 1. Cuarta acepción según la vigésima primera edición del “Diccionario de la Lengua Española” de la Real Academia, Madrid 1992, tomo h/z, pág.1986. 7 RIMV Nº 1 / 2000 I N S desaparición del título entendido como documento físico. T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O dicho que la titulización es un proceso de conversión de un activo financiero poco líquido en otro u otros más líquidos, que pueden negociarse entre los inversores sin necesidad de ser ellos los originarios de tales títulos4. También se ha descrito como un mecanismo del que pueden valerse las empresas, sean o no entidades de crédito, para obtener financiación ajena mediante la emisión de valores, segregando de su patrimonio un número determinado de activos con cuyos rendimientos se atenderá el servicio financiero de los valores emitidos, constituyendo a su vez dichos activos la garantía básica del cumplimiento de las obligaciones de pago asumidas. Desde el punto de vista jurídico, la titulización es un proceso en virtud del cual un sujeto (acreedor originario) que ostenta una posición jurídica acreedora –actual o potencial– respecto de otro u otros sujetos (deudores) que deben hacer frente al pago de su deuda en uno o varios momentos futuros; cede (cedente) aquel derecho de crédito de manera onerosa mediante una compraventa a otro sujeto, con personalidad jurídica o sin ella, pero dotado, en todo caso, de autonomía patrimonial (cesionario), quien integra aquel crédito en su patrimonio y emite valores negociables con la garantía del derecho o derechos de crédito cedidos, valores que serán adquiridos por inversores, preferentemente institucionales 5. Podemos decir —recurriendo a una metáfora teatral— que la titulización se presenta, en la práctica internacional, como una obra de teatro en la que habitualmente intervienen tres personajes principales, que realizan las actuaciones esenciales; y dos actores secundarios, que realizan actividades accesorias (aunque financieramente imprescindibles): 1.º Los personajes principales son: el vendedor o cedente del crédito o créditos originales (el acreedor originario); el comprador o cesionario del crédito (SPV, Fondo), que emitirá valores negociables 1. FUNCIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICO DE LA TITULIZACIÓN Bajo el término de “titulización” (en España y Perú) –o “titularización” (en Portugal y Colombia), o “securitización”2 (en Chile) o “bursatilización” (en México)– se han identificado dos fenómenos acaecidos en los mercados financieros desarrollados de forma sucesiva y con diferente alcance: en un sentido extenso, mediada la década de los años ochenta, la titulización fue sinónimo de “desintermediación”, identificando el recurso creciente de las empresas a la emisión de empréstitos, con la consiguiente incorporación de sus posiciones deudoras a valores negociables en detrimento de los préstamos y créditos bancarios tradicionales. En un sentido estricto, desde principios de los años noventa, esta acepción amplia se circunscribe para identificar con el término de titulización la práctica de separar del balance de determinadas empresas los créditos –presentes o futuros– susceptibles de generar flujos dinerarios mediante su cesión a sociedades o fondos y su consiguiente incorporación a valores negociables 3. Así, la titulización es un proceso financiero complejo en el que varios sujetos desarrollan actuaciones sucesivas y coordinadas con una finalidad última común, consistente en actualizar créditos de vencimiento futuro mediante su cesión onerosa a una persona jurídica con forma de sociedad mercantil o a un fondo carente de personalidad (denominados, en la práctica anglosajona, «Special Purpose Vehicles» o SPV) y su fraccionamiento e incorporación a valores negociables. Desde el punto de vista financiero, se ha 2. Sobre la experiencia anglosajona, véanse, en lengua española, los trabajos de JABLANSKY, P., “La evolución del mercado de asset-backed securities en EEUU”, en Boletín de Estudios Económicos, vol. I, abril 1995, nº. 154, págs. 105 y ss.; AZAGRA BLÁZQUEZ, P., “Experiencia americana y europea en titulizaciones” en Información Comercial Española (en adelante, ICE), nº 742, junio 1995, “Titulización de activos, págs. 31 y ss.; y DE REMEDIOS, “Titulización y activos hipotecarios: reflexiones sobre la experiencia jurídica norteamericana”, en Revista de Derecho Bancario y Bursátil (en adelante, RDBB) nº. 58, 1995, págs. 427 y ss. 3. Para obtener una visión general de la titulización en Europa puede verse la obra colectiva de BAUMS T. / WYMEERSCH, E. (Eds.), “Asset-backed Securitization in Europe”, Londres/La Haya/Boston, 1996. Asimismo puede verse, en lengua española, la obra de ALMOGUERA GÓMEZ, A., “La titulización crediticia. Un estudio multidisciplinar”, Madrid, 1995. 4. Véase HERNÁNDEZ GARCÍA, A., “La titulización de activos. Aspectos económico-financieros” en ICE, nº. 742, junio 1995, “Titulización de activos”, págs. 7 y ss. y BRAVO OLACIREGUI, A., “La titulización: Concepto. Valoración”, en Boletín de Estudios Económicos”, vol. L, abril 1995, n.154, págs. 5 y ss. 5. Así la hemos definido en nuestra obra “Derecho del mercado de valores”, Barcelona, 2000, págs.157 y 158. RIMV Nº 1 / 2000 8 D E M E R C A D O S D E V A L O R E garantizados por el crédito o créditos cedidos; y los inversores que adquieren los valores negociables emitidos. 2.º Los actores secundarios son: las entidades de crédito, que pueden actuar como garantes del emisor de los valores o suministradores de liquidez para que el mismo pueda mantener en todo momento el equilibrio entre su activo (créditos cedidos) y su pasivo (valores emitidos ) 6; y las sociedades o agencias de calificación («rating») que dictaminarán sobre la calidad crediticia de los valores emitidos7. Como cualquier otro mecanismo financiero, la titulización, para que resulte factible en la práctica, debe ofrecer ventajas para quienes intervienen en ella. En efecto: 1.ª El primer acreedor (cedente) consigue «movilizar» su crédito con anterioridad a su vencimiento, haciéndolo líquido de manera anticipada y pudiendo integrar tales recursos líquidos en su particular proceso productivo; todo ello con un coste sensiblemente inferior a otros mecanismos de actualización de créditos. 2.ª El emisor (cesionario) —o, en el caso de que tal emisor sea un Fondo carente de personalidad jurídica, su Sociedad Gestora— obtiene una remuneración por su intervención en forma de comisiones de gestión. 3.ª Los adquirentes finales de los valores emitidos encuentran valores nuevos y seguros —por cuanto estarán previamente calificados en su calidad crediticia por agencias de calificación o «rating»— en los que invertir sus excedentes financieros, ampliación que resulta especialmente importante para los inversores institucionales (v.g. Fondos de Inversión y de Pensiones) dadas sus necesidades de inversión, continuas en el tiempo y crecientes en su cuantía. En el área iberoamericana, la titulización ha venido cumpliendo las funciones económicas indicadas hasta el momento y, en particular, ha compartido con la experiencia anglosajona la expansión desde el ámbito hipotecario, en el que se titulizan créditos con garantía real inmobiliaria; hasta un ámbito general, donde se titulizan créditos derivados de todo tipo de operaciones financieras (así, por ejemplo, operaciones de arrendamiento financiero, flujos futuros esperados provenientes de obras públicas, S etc.). En este sentido, se nos dice que, en Chile, los objetivos económicos perseguidos con la titulización han sido disminuir los costes de financiamiento de la construcción y obras de infraestructura en general y ampliar la gama de posibilidades de inversión a los inversores institucionales. También se nos dirá que, en México, la titulización ha servido como mecanismo de financiación de las empresas comerciales, industriales o de servicios que pretenden mejorar su posición financiera y obtener liquidez para realizar nuevos proyectos; destacándose, en particular, la importancia de las operaciones de titulización realizadas en el exterior como consecuencia de la inestabilidad económica y el alto costo de los fondos en México. En España, la mejor manera de mostrar qué función económica cumple la titulización en general consiste en describir el proceso de la titulización hipotecaria por ser este el ámbito donde el fenómeno cuenta con un mayor desarrollo en la práctica. Este proceso acaece, sintéticamente, conforme al siguiente programa de actuaciones: 1.º Un conjunto de personas físicas o jurídicas que pretenden adquirir inmuebles, solicitan de una o varias entidades de crédito préstamos bancarios garantizando sus obligaciones de restitución del principal del capital y de pago de intereses mediante las respectivas hipotecas de tal manera que, una vez celebrados los contratos, aquellas entidades son acreedoras cuyos créditos de restitución gozan de garantía hipotecaria. Tales contratos son los «préstamos hipotecarios». 2.º Con posterioridad, las entidades de crédito desean hacer líquidas sus posiciones acreedoras y, para ello, emiten un tipo de valores negociables característico del mercado hipotecario, denominados participaciones hipotecarias, en virtud de los cuales hacen participar a los adquirentes en determinados porcentajes de los créditos hipotecarios iniciales, cediéndoles parcialmente los mismos. 3.º Estas participaciones hipotecarias pueden ser suscritas, específicamente, por los Fondos de Titulización Hipotecaria, actuando a través de sus Sociedades Gestoras. Sobre la base de esta posición acreedora que adquieren dichos Fondos, emiten valores «de segunda 6. Como ejemplo de esta implicación bancaria puede verse nuestro estudio sobre “Las cooperativas de crédito ante la creciente regulación de los Fondos de Titulización de Activos”, en Banca Cooperativa nº.12, septiembre 1998, pág.23 y ss. 7. CARVAJAL CÓRDOBA, M., en su obra “Aspectos jurídicos de la titularización de activos”, Medellín, Colombia 1996, pág.54 y ss. identifica a las siguientes “partes en los procesos de titularización de activos”: el agente originador, el agente de manejo, el agente administrador, el agente colocador, la sociedad calificadora de valores y el representante de los tenedores de títulos mobilizadores. 9 RIMV Nº 1 / 2000 I N S generación» —denominados en la práctica «bonos de titulización hipotecaria»— que incorporan el derecho de sus titulares a percibir intereses y obtener la restitución de la cantidad aportada sobre la base de los rendimientos que producirán los créditos hipotecarios participados. Así pues, la función de estos Fondos es la propia de unos mecanismos de transformación de los conjuntos de participaciones en préstamos hipotecarios que adquieran de las entidades de crédito emisoras de aquellas en valores de renta fija homogéneos, estandarizados y susceptibles de negociación en el mercado de valores. A resultas de este efecto inmediato –consistente en facilitar la movilización de los préstamos hipotecarios– se incrementa la especialización y la competencia entre las entidades de crédito en este sector. Con ello, se persigue un resultado último de carácter social consistente en el abaratamiento de los préstamos para adquisición de viviendas. La función económica de la titulización de activos en España también puede ilustrarse con el proceso que subyace en los recientes Fondos de Titulización de Activos para favorecer la financiación empresarial (en adelante, FTPYME): a) Las entidades de crédito que hayan suscrito con el Ministerio de Economía y Hacienda los correspondientes “Convenios marco para determinar los créditos susceptibles de cesión a los Fondos de Titulización de Activos que se creen para favorecer la financiación empresarial” (conforme al modelo que figura en el Anexo II de la Orden de 28 de mayo de 1999), concederán préstamos o créditos de amortización inicial no inferior a un año a todo tipo de empresas no financieras domiciliadas en España de las que un mínimo del 40% serán pequeñas y medianas empresas (en adelante, PYMES), entendiendo por tales las definidas en la recomendación de la Comisión Europea de 3 de abril de 1996. b) Aquellas entidades de crédito cederán los créditos o préstamos señalados en el apartado anterior a un FTPYME cuya Sociedad Gestora ha debido suscribir un “Convenio tipo de colaboración sobre Fondos de Titulización de Activos” conforme al modelo que figura en el Anexo I de la Orden de 28 de mayo de 1999. Las entidades de crédito cedentes estarán obligadas a reinvertir la liquidez obteni- T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O da como consecuencia de aquella cesión en operaciones activas que cumplan los requisitos establecidos para las operaciones cedidas. c) El FTPYME, sobre la base del activo integrado por los préstamos o créditos cedidos por las Entidades de crédito en las condiciones antes señaladas, emitirá valores de renta fija que serán avalados por el Estado –mediante aval otorgado por el Director General del Tesoro y Política Financiera por delegación del Ministro de Economía y Hacienda– en distintos porcentajes sobre su valor nominal (para los de calificación crediticia BBB o Baa, hasta un 15%, para los de calificación crediticia A, hasta un 50% y para los de calificación crediticia AA o Aa, hasta un 80%). En todo caso, el FTPYME deberá establecer una mejora crediticia que reduzca el riesgo de los valores avalados hasta conseguir la calificación crediticia indicada y los valores emitidos pertenecientes a las series o clases avaladas por el Estado deberán negociarse en un mercado secundario oficial español de valores (art. 3º de la Orden de 28 de mayo de 1999). Estamos, en definitiva, ante una medida conducente a impulsar la titulización en el ámbito de financiación de las PYMES, que le es propio conforme a las finalidades de política legislativa que alumbraron la introducción de estas nuevas técnicas financieras en 1993 y donde sus efectos han brillado, hasta el momento, por su ausencia 8. Si de la función de la titulización pasamos a su desarrollo económico, debemos empezar por constatar las notables diferencias que se contemplan entre los países de las diversas regiones. Así, en Europa, se observan diferencias notables en el desarrollo económico de la titulización entre países como el Reino Unido, donde la titulización a través de entidades de crédito, aseguradoras, hipotecarias y de otro tipo está ampliamente desarrollada y otros como Grecia, Austria o Noruega en los que la titulización fuera de balance tiene un desarrollo escaso 9. En el área iberoamericana, los niveles de desarrollo económico de la titulización son muy diversos. Así, se nos indica que Chile presentaba, a 31 de diciembre de 1999 cinco sociedades securitizadoras, de las que dos habían emitido bonos de securitización por un valor de 56.718.924,– $. En México, se indica la crecien- 8. Para un mayor detalle sobre estos FTPYME puede verse nuestra noticia sobre “Fondos de Titulización de Activos para favorecer la financiación empresarial”, en la RDBB nº. 75, 1999, pág. 274 y ss. 9. Ver Grupo de Contacto del Comité Consultivo Bancario de la Unión Europea, “La titulización en el Área Económica Europea”, en el Boletín del Colegio de Registradores nº 20, noviembre 1996, pág. 2339. RIMV Nº 1 / 2000 10 D E M E R C A D O S D E V A L O R E te importancia de la bursatilización en la futura financiación de los créditos a consumo hipotecario en particular y para la adquisición de automóviles. Por su parte, en Perú las titulizaciones representaron el 2% del monto total de bonos colocados a diciembre de 1999. En todo caso y sin perjuicio de las cifras que en cada caso se darán, lo cierto y verdad es que la titulización es una corriente financiera innovadora como lo demuestra la reciente operación realizada en Colombia donde la Bolsa Nacional Agropecuaria, en nombre de un grupo de ganaderos, realizó una oferta pública de títulos crediticios de inversión ganadera por valor de 2.838 millones de $ que fue rápidamente colocada en el mercado10. En España, las emisiones de bonos de titulización dirigidas al mercado nacional han aumentado notablemente su volumen en los últimos ejercicios de tal manera que su importe pasó de cuarenta millardos de ptas. en 1997 a 540 en 1998 – de 117 a 844, si se considera también el tramo internacional– y la CNMV vaticinó, en 1999, que “el crecimiento de la actividad crediticia hipotecaria y la ampliación de las posibilidades de titulización contempladas en el Real Decreto 926/1998, auguran una presencia destacada en los mercados primarios a este tipo de emisiones”11. S la regulación de los respectivos mercados de valores. Así, Portugal regula la titulización de activos mediante un Decreto Ley específico y reciente, el nº.435/99, de 5 de noviembre. Chile reguló por vez primera su proceso de securitización mediante la Ley nº 19.301 que, en 1994, modificó la Ley nº 18.045 del Mercado de Valores; Ley que dedica su título XVIII –actualizado por la Ley nº 19.623, de 26 de agosto de 1999– a las sociedades securitizadoras 12. Por su parte, el marco normativo de la titulización en Perú se estableció con la promulgación de la Ley del Mercado de Valores mediante Decreto legislativo nº 861, de 22 de octubre de 1996; sin perjuicio de la existencia de antecedentes tanto en la legislación bancaria general como en la de sociedades que permitían la constitución de fideicomisos o compañías que podían servir como vehículos de titulización. En España, la regulación de los Fondos de Titulización se inicia en el año 1992 y pasa por las 4 etapas siguientes, que afectan a 4 tipos de Fondos13 : 1.ª Los Fondos de Titulización Hipotecaria (en adelante, FTH), cuyo régimen está contenido en los arts.5º y 6º de la Ley 19/1992, de 7 de julio, sobre régimen de Sociedades y Fondos de Inversión Inmobiliaria y sobre Fondos de Titulización Hipotecaria y en la Circular 2/1994, de 16 de marzo, de la CNMV, por la que se aprueba el modelo de folleto informativo para su constitución 14. 2.ª Los Fondos de Titulización de Activos (en adelante, FTA), cuyo régimen genérico esta contenido en la Disposición Adicional Quinta de la Ley 3/1994, de 14 de abril, y desarrollado por el RD 926/1998, de 14 de mayo, por el que se regulan los fondos de titulización de activos y las 2. REGULACIÓN DE LA TITULIZACIÓN En el área iberoamericana, existen algunos países que disponen de una normativa específicamente dedicada a la titulización, nacida en la década de los noventa y ubicada en el marco de 10. De esta operación daba cuenta el Diario “El Colombiano” el pasado 22 de junio de 2000 bajo el multívoco titular de “El ganado se entró a la Bolsa. Exitosa la primera titularización de semovientes”. 11. CNMV, “Informe Anual sobre los Mercados de Valores. 1998”, Madrid, 1999, pág.31. 12. Superintendencia de Valores y Seguros de Chile, “Legislación del Mercado de Valores 1999, pág.93 y ss. 13. Ver, en general, ALMOGUERA GÓMEZ, A. “El marco normativo de la titulización en España”, en IGLESIAS PRADA, J.L. (Coord.), “Estudios jurídicos en homenaje al Profesor Aurelio Menéndez”, Tomo I, Introducción y Títulos Valor, Madrid 1996, págs. 1083 y ss. y nuestros estudios –TAPIA HERMIDA, A.J.– en las obras siguientes: “Spain” en BAUMS T. / WYMEERSCH, E. (Eds.), ob. cit., pág. 207; “Sociedades y Fondos de Inversión y Fondos de Titulización”, Madrid 1998, pág. 279 y ss.; y “Derecho del Mercado de Valores” cit. pág.157 y ss. 14. Ver ALMOGUERA GÓMEZ, A. “Régimen de la cesión masiva de préstamos hipotecarios. La titulización hipotecaria” en NIETO CAROL (Coord.), Tratado de garantías de la contratación mercantil”, Tomo II, Volumen 2, “Garantías reales”, Madrid 1996, págs. 495 y ss.; ARRANZ PUMAR, G., “Los Fondos de Titulización Hipotecaria y sus Sociedades Gestoras”, en ALONSO UREBA, A./MARTÍNEZ SIMANCAS, J., “Derecho del Mercado Financiero”, T.I, vol.1, Madrid, 1994, págs. 601 y ss.; IDEM, “Los Fondos de Titulización Hipotecaria en España: Un enfoque jurídico”, en ICE, nº. 742, junio 1995, “Titulización de activos, págs. 67 y ss.; GUITARD MARIN, J., “Problemas jurídicos planteados por la titulización de préstamos hipotecarios”, en “Perspectivas del sistema financiero. Nº. 44, 1993. Titulización de activos financieros”, págs.48 y ss; GARCIA-LEGAZ PONCE, J., “La titulización hipotecaria en España”, en ICE, nº. 742, junio 1995, “Titulización de activos, págs. 41 y ss.; MADRID PARRA, A. “Marco legal de la titulización de activos financieros en España”, en “Perspectivas del sistema financiero. Nº. 44, 1993. Titulización de activos financieros”, págs. 7 y ss.; IDEM, “Cesión financiera de créditos hipotecarios (titulización)”, en “Estudios de Derecho Bancario y Bursátil, homenaje a EVELIO VERDERA Y TUELLS”, Madrid 1994, Tomo II, págs. 1571 y ss.; YSAS SOLANES, N., “El crédito hipotecario base de la titulización”, en Derecho de los negocios, año 7, nº 9, abril 1996, págs. 1 y ss. Pueden verse también nuestras noticias en la RDBB nº 46, 1992, págs. 567 y ss. y nº 54, 1994, págs. 539 y ss. 11 RIMV Nº 1 / 2000 I N S sociedades gestoras de fondos de titulización 15. 3.ª Los Fondos de Titulización de Activos resultantes de la Moratoria Nuclear (en adelante, FTAMN), regulados en el apartado núm. 7 de la Disp. Ad. Séptima de la Ley 54/1997, de 27 de noviembre, del Sector Eléctrico y en el RD 2202/1995, de 28 de diciembre16. 4ª. Los Fondos de Titulización de Activos para favorecer la financiación empresarial (FTPYME), creados conforme al art.53 de la Ley 49/1998, de 30 de diciembre, de Presupuestos Generales del Estado para 1999 (y actualizados en la cuantía del aval del Estado por el art.53 de la Ley 54/1999, de Presupuestos Generales del Estado para el año 2000) y a la OM de 28.5.1999, sobre los Convenios de Promoción de este tipo de Fondos17. T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O créditos titulizados (v.g. el préstamo bancario con garantía hipotecaria). 2.ª Mientras el negocio o negocios generadores de los créditos originarios tienen una finalidad específica y productiva (v.g., los préstamos bancarios con garantía hipotecaria tienen por finalidad permitir la adquisición de viviendas); la operación de titulización tiene una finalidad neutra e instrumental, consistente en fraccionar aquel crédito o créditos iniciales. 3.ª La titulización presenta un aspecto contractual complejo inherente a la idea de programación y de grupos de contratos; esto es, los negocios en los que se basa la titulización establecen programas de actuación de los sujetos implicados a través de una pluralidad de contratos coordinados. En el área iberoamericana, encontramos dos tipos de vehículos o instrumentos jurídicos para la titulización de activos que son las sociedades y los fondos. Algunos Ordenamientos contemplan ambos instrumentos, mientras que otros admiten, únicamente, los fondos: a) En el primer caso está Portugal donde se verá como se admiten tantos los fondos como las sociedades de titulización. En Chile el proceso de titulización puede instrumentarse mediante las sociedades securitizadoras, reguladas por la Ley nº 18.045 del Mercado de Valores, o bien a través de unos tipos especiales de fondos de inversión cerrados denominados fondos de créditos securitizados, regulados por la Ley nº 18.715 sobre fondos de inversión. También cabe incluir entre los países que contemplan la posibilidad de un doble instrumento a México en donde se contemplan como posibles vehículos de bursatilización bien a sociedades anónimas con objeto social exclusivo o bien a fideicomisos, señalándose en la ponencia respectiva las ventajas e inconvenientes que presenta cada tipo de vehículo. También la legislación de Perú contempla la posibilidad de que los patrimonios de propósito exclusivo creados por la Ley del Mercado de Valores de 1996 puedan adoptar la forma legal bien de patrimonios fideicomitidos mediante fideicomi- 3. ESTRUCTURA JURÍDICA DE LA TITULIZACIÓN En general, la titulización se nos presenta como una operación jurídica, en la que varios entes —con personalidad jurídica (acreedor originario) o sin ella (Fondo)— celebran de manera sucesiva un conjunto de contratos coordinados —de tipo bilateral (la cesión inicial del crédito o créditos entre el acreedor o acreedores originarios y la sociedad o el Fondo cesionario) o multilateral (el negocio de emisión de los valores por la sociedad o el Fondo)— con una finalidad común, cual es el fraccionamiento del crédito o créditos iniciales de características generalmente heterogéneas e importes considerables en otros créditos homogéneos de menores cuantías. Este fraccionamiento facilita la obtención del contravalor actualizado del crédito por el acreedor originario. A esta descripción genérica de la estructura jurídica común a la titulización cabe añadir tres precisiones complementarias: 1.ª Es presupuesto originario del proceso de titulización la realización del negocio o negocios jurídicos que dan origen al crédito o 15. Ver nuestro estudio sobre “Los Fondos de Titulización de Activos y sus Sociedades Gestoras. Comentario urgente del Real Decreto 926/1998”, en la RDBB nº. 77, 2000, págs.119 y ss. y el de GARCÍA CORTES, J.C., sobre el “Real Decreto 929/1998, de 14 de mayo, por el que se regulan los Fondos de Titulización de Activos y las Sociedades Gestoras de Fondos de Titulización”, en “Cuadernos de Derecho y Comercio” nº 26, septiembre 1998, pág. 205 y ss. 16. Véanse los estudios de GÓMEZ JORDANA, Y. y LAVILLA, J.J., “La titulización de los derechos de compensación por la denominada moratoria nuclear” en la RDBB nº.64, 1996, pág.945 y ss.; de PULGAR EZQUERRA, J., “Aspectos jurídico-mercantiles de la titulización de los costes de transición a la competencia en el sector eléctrico”, en Documentación Administrativa, 25, 2000, pág.63 y ss. y nuestra noticia sobre la “Nueva regulación de los Fondos de Titulización de activos resultantes de la moratoria nuclear por la Ley 54/1997, del sector eléctrico”, en la RDBB nº.68, 1997, pág. 1247 y ss. 17. Ver nuestra noticia en la RDBB nº 75, 1999, pág. 274 y ss. RIMV Nº 1 / 2000 12 D E M E R C A D O S D E V A L O R E sos de titulización o bien de patrimonios de sociedades de propósito especial, quedando incluso abierta la posibilidad legal de otros vehículos pendientes de regulación. b) En el segundo caso está España, donde hemos tenido oportunidad de exponer que los vehículos de titulización adoptan la forma jurídica de fondos en todo caso. En este segundo bloque de estructuras exclusivamente patrimoniales y no societarias podríamos situar a la argentina si bien advirtiendo que, según se nos dirá, la titulización puede seguir el camino de los Fondos Comunes Cerrados de Créditos o bien el del fideicomiso financiero. Cuando se opta por la estructura de sociedades, éstas se presentan, en todos los países iberoamericanos que cuentan con una regulación específica, como sociedades anónimas especiales caracterizadas esencialmente porque ese objeto consiste en adquirir activos crediticios y emitir valores de renta fija con el respaldo de su patrimonio. Así ocurre con las sociedades securitizadoras de Chile y con las sociedades de propósito especial de Perú. Cuando se opta por la estructura de fondos, es imprescindible la presencia de una sociedad gestora cuyo objeto social exclusivo consiste, precisamente, en la administración de este tipo de fondos de titulización. Ello sucede con los fondos de inversión de créditos securitizados en Chile y con los fideicomisos de titulización en Perú. También en España, la estructura jurídica común de estos fondos requiere la presencia de una sociedad gestora y opera sobre la base del siguiente esquema funcional: el acreedor o acreedores que quieren titulizar sus créditos los ceden onerosamente a un fondo de titulización, carente de personalidad jurídica y administrado por una sociedad gestora. Este fondo, cuyo activo esta constituido por S los créditos cedidos, actúa como un mecanismo de transformación financiera que, con cargo a dicho activo, emite valores de renta fija (bonos de titulización) que constituyen su pasivo. Según decimos, cuando se opta por configurar el vehículo específico de la titulización como un fondo, dado que se trata de un patrimonio carente de personalidad jurídica; es preciso que sea administrado por una persona jurídica dotada de la correspondiente capacidad para realizar los actos precisos para la vida del fondo. Esta persona jurídica es la sociedad gestora 18. Los fondos de titulización pueden ser cerrados (como sucede en España con los FTH) o abiertos (posibilidad contemplada en el Derecho español para los FTA). Un fondo de titulización cerrado es aquel cuyo patrimonio permanece inalterado desde el momento de su constitución y en cuanto a su contenido esencial, sin perjuicio de las alteraciones accesorias que pueda experimentar su activo. En España, la inmutabilidad de su patrimonio en su configuración fundamental afecta sin excepciones a su pasivo y admite excepciones de carácter accesorio o accidental en cuanto a su activo, que pueden referirse a dos tipos de activos: en primer lugar, a los activos agrupados en el momento de la constitución del FTA, respecto de los cuales se admite la amortización anticipada y la subsanación de vicios ocultos en relación con las características mencionadas en el folleto o en la escritura pública de constitución. En segundo lugar, a los activos que se puedan adquirir transitoriamente con posterioridad a la constitución del FTA a fin de cubrir los desfases temporales entre el calendario de los flujos de principal e intereses de los activos inicialmente incorporados y de los valores emitidos o créditos recibidos (art. 3 del Real Decreto 926/1998). Un fondo de titulización abierto es aquel cuyo patrimonio 18. En el Derecho español, el régimen general de estas Sociedades está contenido en el Capítulo II del RD 926/1998 que se ocupa de su objeto social (art.12); de su autorización por el MEH y posterior constitución e inscripción en el Registro Mercantil y en el Registro Administrativo especial de la CNMV (art.13); de los requisitos exigibles para ejercer su actividad (art.14); de los requisitos que debe reunir la solicitud de autorización y los documentos que deben acompañarla (art.15); de la eventual denegación de la autorización (art.16); del régimen de modificación estatutaria (art.17); de su renuncia (art.18) o sustitución forzosa (art.19); y del régimen de supervisión de las mismas (art.20). Se trata de sociedades anónimas especiales cuyo objeto social exclusivo consiste en la constitución, administración y representación legal de los Fondos de Titulización en sus diversas especies. Actúan como «gestoras de negocios ajenos» y asumen «la representación y defensa de los intereses de los titulares de los valores emitidos con cargo a los Fondos que administren». Como contraprestación al desarrollo de tales funciones, percibirán la correspondiente comisión de gestión, cuya fijación es libre, sin perjuicio de su completa transparencia en el folleto informativo del Fondo administrado. Sobre estas sociedades pueden verse los estudios de MÉNDEZ ÁLVAREZ-CEDRÓN, J.M. “El nuevo régimen jurídico de las Sociedades Gestoras de Fondos de Titulización de Activos”, en “Cuadernos de Derecho y Comercio”, nº 26, septiembre 1998, pág. 257 y ss.; MÍNGUEZ PRIETO, R., “Las Sociedades Gestoras de Fondos de Titulización de Activos”, en ICE, nº. 742, junio 1995, “Titulización de activos, págs. 75 y ss. ; y el nuestro sobre “La gestión de los Fondos de Titulización” en los “Estudios de Derecho Mercantil homenaje al Profesor Justino Duque Domínguez”, Vol.1, Valladolid 1998, págs. 887 y ss. 13 RIMV Nº 1 / 2000 I N S puede verse modificado esencialmente, con posterioridad al momento de su constitución, en su activo o su pasivo; sin perjuicio de que pueda experimentar las modificaciones accesorias previstas para los fondos cerrados. En España, la apertura del patrimonio de estos FTA puede establecerse en su escritura de constitución en tres direcciones: en primer lugar, por su activo si el mismo tiene carácter de renovable 19. En segundo lugar, por su pasivo cuando se prevea la emisión sucesiva de valores o la concertación de nuevos créditos. Por último, por ambos lados en los que la incorporación de nuevos activos de lugar a la emisión de nuevos valores o a la concertación de nuevos créditos. De lo expuesto en este epígrafe se deduce que, en el área iberoamericana, la estructura básica sobre la que se asienta la titulización es fruto de la combinación de mecanismos jurídicos tradicionales con raíces romanistas y de nuevas instituciones de procedencia anglosajona. Entre los primeros cabe citar la cesión de créditos que permite su aislamiento o separación como operación previa a su transformación; cesión genéricamente regulada en los Códigos decimonónicos (en España, por ejemplo, en los arts.1526 y ss. del Código Civil y en los arts. 347 y 348 del Código de Comercio). También los Códigos comerciales regulan la circulación de los créditos mediante títulos o valores (en España, por ejemplo, esta prevista en los arts. 544 y 545 del Código de Comercio). Más modernos son otros mecanismos jurídicos que sirven de base a los procesos de titulización, como la circulación de los créditos mediante valores negociables representados mediante anotaciones en cuenta y las estructuras jurídicas de fondos, fruto de la importación en sistemas jurídicos latinos del “trust” anglosajón; sin perjuicio de que estos fondos cuentan con la experiencia ya consolidada en los Ordenamientos iberoamericanos de los fondos de inversión y de pensiones. Aun cuando, en determinados países del área, como es el caso de España, la estructura jurídica de los fondos de titulización presenta características peculiares respecto de los fondos de inversión; comparten la nota común de constituirse como patrimonios de afectación a sus respectivas finalidades y separados a efectos de responsabi- T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O lidad y contables de los patrimonios de los diversos sujetos que actúan en su entorno (partícipes o bonistas, gestores, depositarios, etc.). 4. FUNCIONAMIENTO DE LA TITULIZACIÓN 4.1. EVOLUCIÓN DE LAS SOCIEDADES DE LOS FONDOS DE TITULIZACIÓN Dado que los fenómenos de titulización implican un apelación al ahorro del público y, por lo tanto, un riesgo para los inversores que adquieren los valores que emiten las sociedades o fondos de titulización como producto último del proceso, los diferentes Ordenamientos someten dichos procesos a controles públicos. En el área iberoamericana se contempla como el nacimiento de los procesos de titulización parte de la simultaneidad de dos actos jurídicos diferenciables que son la cesión de los créditos al activo de la sociedad o fondo de titulización y la emisión de valores que constituyen el pasivo de estos vehículos especiales de titulización. Pues bien, ambos actos están sometidos a control público que se traduce en el cumplimiento de los requisitos comunes a las emisiones y ofertas públicas de valores (fundamentalmente, la elaboración de un folleto informativo) ante las entidades supervisoras de los respectivos mercados de valores. Por otro lado, el desarrollo y la extinción de las sociedades o fondos de titulización también está supervisada por las autoridades públicas. Así, por ejemplo, en España, la constitución de los fondos de titulización se somete a un método de verificación y registro por la CNMV, con carácter previo, de una serie de documentos semejante al previsto con carácter general para las emisiones de valores en el Título III de la Ley del Mercado de Valores y en el Real Decreto 291/1992; que será aplicable con carácter supletorio20. En este sentido, la sociedad gestora del fondo de titulización deberá presentar ante la CNMV, para la verificación por parte de la misma y posterior incorporación a sus registros públicos, los siguientes 19. Así, por ejemplo, en la práctica española, el anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS SANTANDER 1 señala, bajo el epígrafe de “renovación”, que “el activo del Fondo se verá modificado como consecuencia de las sucesivas adquisiciones de activos titulizables hasta el límite de 200.000.000.000 ptas. de valor nominal en cada momento”. RIMV Nº 1 / 2000 14 D E M E R C A D O S D E V A L O R E documentos: una comunicación del proyecto de constitución del fondo; los documentos acreditativos precisos para su constitución y de los activos agrupados en el mismo; el proyecto de escritura pública de constitución; los informes sobre los activos que se integrarán en el fondo elaborados por la propia sociedad gestora, por los auditores de cuentas o por otros expertos independientes con aptitud suficiente a juicio de la CNMV; los informes sobre la calificación crediticia de los pasivos emitidos por el fondo, elaborados por las agencias reconocidas ante la CNMV 21 ; y un folleto informativo ajustado al modelo que apruebe la CNMV mediante Circular. Una vez verificados y registrados por la CNMV los anteriores documentos, la sociedad gestora deberá otorgar la escritura pública de constitución del fondo, en la cual deberán identificarse y describirse las características de su patrimonio tanto en los aspectos de su activo como de su pasivo, añadiendo las operaciones previstas a lo largo de su vida y las reglas para la liquidación del mismo. Una vez otorgada la escritura de constitución, la sociedad gestora podrá presentarla para su inscripción en el Registro Mercantil (art.5 y ss. del Real Decreto 926/1998). Durante la vida del fondo, su sociedad gestora deberá depositar sus cuentas anuales en el Registro Mercantil y aportar a la CNMV las mismas, sus informes de auditoría y los informes actualizados de expertos. En particular, los FTA de emisión sucesiva o ampliables deberán presentar certificaciones complementarias análogas para representar por medio de anotaciones en cuenta las sucesivas emisiones de valores (art.6.3 del Real Decreto 926/1998) 22. La extinción de los fondos de titulización comienza por su disolución, que puede obedecer a causas voluntarias (las previstas en la escritura de constitución o la amortización íntegra de su activo si se trata de un FTA cerrado) o a causas forzosas, que, a su vez, pueden afectar tanto al propio FTA (circunstancias excepcionales que imposibiliten su equilibrio financiero o impago indicativo de un desequili- S brio grave) como a su sociedad gestora (sustitución forzosa de la misma por suspensión de pagos o quiebra). Cuando concurra una causa de disolución del fondo, su sociedad gestora deberá proceder, previa información a la CNMV, a su liquidación conforme a lo previsto en la escritura de constitución (art.11 del Real Decreto 926/1998). 4.2. EL ACTIVO DE LAS SOCIEDADES O FONDOS DE TITULIZACIÓN El activo de los vehículos o instrumentos jurídicos de objeto específico que sirven para la titulización está integrado por los créditos que se quieren titulizar, procedentes del activo del acreedor originario que los cede onerosamente a la sociedad o al fondo de titulización. La contemplación de los procesos de titulización desde sus comienzos en los Estados Unidos de América, en la década de los setenta, nos permite percibir una tendencia expansiva común en lo que se refiere a los créditos cedidos; tendencia que va desde los créditos con garantía hipotecaria a los créditos dotados con otros tipos de garantías o con un origen no hipotecario. En el área iberoamericana, los créditos susceptibles de titulización son, predominantemente, los procedentes del mercado hipotecario, sin perjuicio de su extensión progresiva a otros ámbitos vinculados al consumo en general o a operaciones de arrendamiento financiero. Así, contemplamos que en Colombia la titulización se inicia con las carteras de créditos hipotecarios de las entidades financieras para seguir con los créditos procedentes de contratos de arrendamiento financiero o “leasing”, con la titulización inmobiliaria en general (de inmuebles construidos o de proyectos de construcción), etc. 23 También verá el lector cómo, en Portugal, el origen de la titulización se sitúa en la normativa de 1991 sobre emisión de obligaciones hipotecarias y contemplará, asimismo, cómo, en la actualidad, la normativa portuguesa limita la 20. Véase SÁNCHEZ DE LA PEÑA, R., “El proceso de verificación y registro de un Fondo de Titulización Hipotecaria”, en “Perspectivas del sistema financiero”. Nº. 44, 1993. “Titulización de activos financieros”, págs. 97 y ss.; ÍDEM, “El registro y verificación de Fondos de Titulización Hipotecaria en la normativa española”, en Boletín de Estudios Económicos, vol. I, abril 1995, n.154, págs. 79 y ss. 21. En la práctica, el anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS SANTANDER 1 señala que “existe un folleto informativo explicativo de la constitución del Fondo y del programa de emisión de pagarés nacionales a disposición del público de forma gratuita, en el domicilio social” de la Sociedad Gestora, así como en el Organismo rector del Mercado AIAF y en Banco Santander, pudiendo ser consultado en la CNMV. 22. El anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS SANTANDER 1 hace referencia a la “ampliación” del citado Fondo hasta un límite de 400.000.000.000 de ptas. 15 RIMV Nº 1 / 2000 I N S capacidad para ceder créditos en procesos de titulización a tres tipos de entidades que podríamos calificar, sintéticamente, como públicas, financieras y auditadas. En Chile, los activos titulizables (o securitizables) son las letras hipotecarias, los mutuos hipotecarios, y los créditos hipotecarios, sin perjuicio de la posibilidad de titulizar los activos derivados de imposiciones a plazo en entidades bancarias o de contratos arrendamiento financiero sobre bienes muebles e inmuebles. Mayor amplitud se observa en Perú en donde se nos dice que todo tipo de activos pueden ser titulizados mediante su oferta pública a través de los patrimonios fideicomitidos con las únicas excepciones de los activos embargados o sujetos a litigio. También en México se observa que la bursatilización ha estado vinculada, originariamente, a los créditos hipotecarios sin perjuicio de su progresiva extensión a los créditos al consumo. En España, también se observa cómo los créditos hipotecarios (a través de las participaciones hipotecarias) fueron los primeros activos susceptibles de titulización en virtud de la Ley 19/1992 y cómo el proceso se ha expandido a todo tipo de créditos, en la práctica, desde el Real Decreto 926/1998. Así, en España, los FTH se definen legalmente como «agrupaciones de participaciones hipotecarias» (art.5.º1 Ley 19/1992). Estas últimas son valores que representan los derechos que el emisor –que es una entidad participante en el mercado hipotecario– transmite a su titular (partícipe) sobre un crédito hipotecario de su cartera, expresándose la parte cedida en términos de un porcentaje sobre el crédito participado. Las participaciones hipotecarias que integran el activo de un FTH y que deben ser identificadas en la escritura de constitución del mismo han de corresponder a préstamos que reúnan los requisitos establecidos en la Ley del T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Mercado Hipotecario y tener un vencimiento igual al de los préstamos participados. Por lo tanto, la correcta comprensión del activo de los FTH exige tener en cuenta dos negocios jurídicos conexos: a) Los préstamos hipotecarios participados y su administración. b) Las participaciones hipotecarias y su emisión. Estas participaciones son emitidas por las entidades de crédito habilitadas y pueden ser adquiridas por los FTH tanto a título originario (por suscripción) como derivativo (mediante compraventa). Una vez adquiridas las participaciones, el FTH, como titular de las mismas, tendrá los derechos reconocidos por la legislación hipotecaria sobre los pagos recibidos por la entidad administradora del préstamo participado y emisora de aquellas participaciones en concepto de principal, intereses, seguros, penalizaciones, etc. de los deudores de los préstamos hipotecarios (v. art. 63 y ss. del Reglamento del Mercado Hipotecario) 24. Según decíamos anteriormente, el proceso expansivo de los créditos titulizables en España se refleja, desde 1998, en los FTA que pueden incorporar a su activo, en principio, todo tipo de derechos de crédito y, en particular, activos financieros (arts. 1.1 y 2.1 del Real Decreto 926/1998). Tradicionalmente se han enumerado como activos crediticios titulizables, junto a los derivados de préstamos hipotecarios, los derivados de préstamos para la adquisición de automóviles, las cuentas a cobrar de tarjetas de crédito, los derivados de operaciones de arrendamiento financiero, los derivados de la facturación empresarial en general, etc.25 En particular, el art. 16 del Real Decreto-Ley 3/1993 y la Disposición Adicional Quinta de la Ley 3/1994 aludieron a la “titulización de otros préstamos y derechos de crédito, incluidos los derivados de operaciones de leasing y los relacionados con las actividades de las pequeñas y medianas empresas”. 23. Véase CARVAJAL CÓRDOBA, ob.cit., pág.157 y ss. 24. Como ejemplo reciente podemos citar la emisión de bonos de titulización hipotecaria respaldados por préstamos hipotecarios originados por el Banco Zaragozano que realizó BZ HIPOTECARIO 2 FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA, constituido, administrado y diseñado por EUROPEA DE TITULIZACIÓN, S.A., SOCIEDAD GESTORA DE FONDOS DE FONDOS DE TITULIZACIÓN, cuyo anuncio fue publicado en la prensa económica el 29 de abril de 2000. 25. El anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS SANTANDER 1 antes citado señala que su activo estará integrado “por derechos de crédito que figuren en el balance de Banco Santander, surgidos de acuerdo con la denominada Política de Concesión de Créditos de Banco Santander, que cumplan con los criterios de titulización determinados por la Sociedad Gestora y que tengan su origen en alguna de las siguientes operaciones entre Banco Santander y sus clientes”, entre las que menciona el descuento por dicho Banco a sus clientes residentes en España de créditos en pesetas procedentes de operaciones comerciales o del pago aplazado de operaciones de exportación y representados en letras de cambio, pagarés o recibos o derivados; así como de anticipos concedidos a grandes empresas residentes en España surgidos de operaciones comerciales, comunicados en soporte magnético y cuya gestión de cobro se encomiende a aquel Banco. Recientemente, el anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS BBVA-1, constituido, administrado y diseñado por BBV TITULIZACIÓN, S.A. SOCIEDAD GESTORA DE FONDOS DE TITULIZACIÓN, publicado en la prensa económica el 25 de febrero de 2000 indica que la emisión de bonos de titulización de activos está respaldada “por préstamos y líneas de crédito a grandes empresas del BBVA”. RIMV Nº 1 / 2000 16 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Se exige que tales créditos tengan una “naturaleza homogénea”, exigencia que producirá una especialización objetiva de los FTA en determinados tipos de activos (créditos a corto plazo, créditos derivados de arrendamiento financiero, créditos derivados de operaciones de consumo, etc.)26. A su vez, dentro de estos derechos de crédito se establece una clara distinción –a los efectos de su potencial cesión a los FTA (art. 2.1 del Real Decreto 926/1998)– entre los derechos de crédito presentes, que en el momento de la cesión “figuran en el activo del cedente”; y los derechos de crédito futuros, que incorporan “ingresos o cobros de magnitud meramente conocida o estimada”. El tratamiento que otorga el Real Decreto 926/1998 a los dos tipos de créditos –los presentes y los futuros– es notablemente diferente porque, mientras los créditos presentes en el activo del cedente se contemplan como una categoría de activos, en principio, abierta, esto es, aptos para ser cedidos a los FTA sin restricciones, los créditos futuros constituyen una categoría de activos circunscrita a los derechos de los concesionarios al cobro de peaje de autopistas (en los términos del art. 2.1.b.1º) 27 y a los derechos análogos a los anteriores que se determinen específicamente por medio de una Orden ministerial (en los términos del art. 2.1.b.2º). La razón de este tratamiento diferenciado es clara porque, mientras los créditos presentes tienen una existencia actual y mensurable y el riesgo para el acreedor originario (cedente) o derivativo (FTA y bonistas) reside en la solvencia del deudor; los créditos futuros añaden a este último riesgo uno previo consistente en el naci- S miento del crédito en sí y en las condiciones de tal nacimiento. Este riesgo añadido justifica la adopción en el Real Decreto 926/1998 de precauciones adicionales respecto a la integración en los FTA de créditos futuros tanto en lo relativo a su admisibilidad (en los términos antedichos del art. 2.1.b) como en lo relativo a su evaluación por expertos (en los términos del párrafo 2º del nº 1 del art. 8). En definitiva, se pretende limitar la titulización de créditos futuros al objeto de evitar que todo el proceso desemboque en un gran –permítasenos la metáfora– “cuento de la lechera”. En todo caso, los créditos se integran en el activo del FTA a través de su cesión por parte del cedente que será, por regla general, el acreedor originario. Este negocio de cesión se producirá, por lo tanto, entre el cedente –quien adoptará, por regla general, la forma de una persona jurídica de naturaleza mercantil– y el cesionario, que será el propio FTA que actúa representado por su sociedad gestora. El Real Decreto 926/1998 establece un conjunto de requisitos especiales –de carácter imperativo– para la validez de la cesión de créditos a los FTA. Por último, cabe destacar las recientes emisiones de bonos de titulización por parte de FTPYMES respaldados con derechos de crédito derivados de operaciones de financiación a PYMES28. 26. Así, por ejemplo, el anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS BCL MUNICIPIOS I, constituido, administrado y diseñado por EUROPEA DE TITULIZACIÓN, S.A., SOCIEDAD GESTORA DE FONDOS DE TITULIZACIÓN, publicado en la prensa económica el 22 de junio de 2000 indica que la emisión de bonos de titulización de activos está respaldada “por préstamos cedidos por Banco de Crédito Local de España, S.A.”. mientras que el anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS UCI-6, promovido y administrado por BSCH DE TITULIZACIÓN, SOCIEDAD GESTORA DE FONDOS DE TITULIZACIÓN, publicado en la prensa económica el 20 de junio de 2000 indica que la emisión de bonos de titulización está respaldada “por derechos de crédito cedidos por Unión de Créditos Inmobiliarios, S.A., Establecimiento Financiero de Crédito, Sociedad Unipersonal, perteneciente al Grupo BSCH y BNP PARIBAS”. 27. El art.14.1 de la Ley 8/1972, de 10 de mayo, sobre construcción, conservación y explotación de las autopistas en régimen de concesión establece que “el concesionario podrá percibir de los usuarios, por la utilización de las instalaciones viarias, el peaje que corresponda por aplicación de las tarifas aprobadas” y la Disposición adicional introducida por el art.157.2 de la Ley 13/1996, de 30 de diciembre, añade que “el derecho del concesionario al cobro del peaje podrá tener la consideración de activo susceptible de integrarse en los Fondos de Titulización de Activos de conformidad con la normativa general reguladora de éstos. Dicha integración deberá contar, en cada caso, con la autorización previa del órgano concedente”. 28. Así, en el anuncio publicado en la prensa económica el 1 de marzo de 2000 de la emisión de bonos de titulización por FTPYME ICO-TDA 1, FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS, constituido y administrado por TITULIZACIÓN DE ACTIVOS, SGFT, S.A. se indica que “los activos transmitidos al fondo están constituidos por derechos de crédito derivados de operaciones de financiación a pequeñas y medianas empresas, instrumentadas en contratos de préstamo y de arrendamiento financiero, todas ellas adscritas a las Líneas Pymes del Instituto de Crédito Oficial”. 17 RIMV Nº 1 / 2000 I N S 4.3. EL PASIVO DE LAS SOCIEDADES T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O se nos dice que los fideicomisos de titulización pueden emitir valores que otorguen un derecho de crédito a ser cancelado exclusivamente con los activos titulizados, un derecho a participar en el flujo de efectivo generado por aquellos activos o una combinación de ambos derechos; pudiendo ser, además emitidos no sólo por la sociedad titulizadora que gestiona el fideicomiso de titulización, sino incluso por un tercero. Por su parte, las sociedades de propósito especial pueden emitir, en concepto de valores de titulización, tanto acciones comunes como preferentes, bonos simples o convertibles, etc. En México, se nos dice que la experiencia con las emisiones de valores de titulización ha sido positiva por cuanto las mismas han llegado a su vencimiento cumpliendo con los compromisos principales y accesorios de los valores emitidos al amparo de los activos bursatilizados. En España, el pasivo de los FTA puede clasificarse en dos categorías: pasivo principal, constituido por valores de renta fija (que deben representar más de un 50% del total del pasivo) y pasivo secundario, constituido por préstamos concedidos por entidades de crédito y aportaciones de inversores institucionales. Los valores deben cumplir dos requisitos específicos: a) Su riesgo financiero deberá ser objeto de evaluación por una entidad calificadora reconocida por la CNMV en los términos reglamentariamente previstos30. b) Deberán ser objeto de negociación en un mercado secundario organizado, salvo que se dirijan exclusivamente a inversores institucionales (art. 2.3 del Real Decreto 926/1998)31. Por su parte, el pasivo de los FTH está constituido por los valores que emiten, denominados bonos de titulización hipotecaria, exclusivamente representados por medio de anotaciones en cuenta, que pueden ofrecer características diversas en cuanto sus tipos de interés (fijo o variable) plazos y formas de amortización, prelación en el cobro, etc., O FONDOS DE TITULIZACIÓN El pasivo principal de las sociedades o fondos de titulización está integrado por los valores –generalmente, de renta fija– que emitan sobre la base de los activos que componen su patrimonio, sin perjuicio de que, en determinados casos, pueda integrarse ese pasivo, también, por préstamos otorgados por entidades de crédito o créditos de inversores institucionales. En el área iberoamericana el pasivo de los vehículos de titulización está integrado por valores de renta fija garantizados por los créditos cedidos a los respectivos vehículos y que integran sus patrimonios. Estos valores de titulización se emiten, por regla general, en forma de oferta pública y, por lo tanto, quedan sometidos al previo cumplimiento de los requisitos de verificación y registro por las respectivas autoridades supervisoras de los mercados de valores. Así sucede en Colombia donde los “títulos mobilizadores” –que pueden tener un contenido crediticio (porque incorporan el derecho a reclamar sumas de dinero en concepto de capital o intereses), participativo (porque incorporan la titularidad sobre una parte alícuota del patrimonio autónomo conformado por los activos objeto de titulización) o mixto– pueden ser objeto de oferta pública y, entonces, deberán cumplir los requisitos inherentes a dichas ofertas29. También sucede en Chile con los títulos de deuda de securitización cuya oferta pública se condiciona a su inscripción en el Registro de Valores que lleva la Superintendencia de Valores y Seguros en la que el vehículo emisor debe presentar, además de la solicitud, un contrato de emisión elevado a escritura pública, un prospecto o folleto y otros antecedentes adicionales. En Perú se observa una gran amplitud y flexibilidad en cuanto a los valores que pueden emitir los vehículos de titulización y ello porque 29. Véase CARVAJAL CÓRDOBA, ob.cit., pág.135 y ss. 30. Véase CACHÓN BLANCO, J.E., “Análisis jurídico del rating del mercado de valores”, en Derecho de los negocios, año 5, n. 48, págs. 1 y ss. En la práctica, el anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS SANTANDER 1 señala que el programa de emisión de pagarés nacionales ha sido calificado tanto por Standard & Poor’s España como por Moody’s Investor Service España, S.A. 31. Véase ARCE PORRES, F., “Implicaciones de la titulización sobre los mercados secundarios: caso español y comunitario”, en ICE, nº. 742, junio 1995, “Titulización de activos, págs. 93 y ss. En la práctica, el anuncio del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS SANTANDER 1 señala que el mismo emitirá pagarés nacionales destinados a inversores institucionales españoles “al amparo del programa de emisión aprobado por el Consejo de Administración de la Sociedad Gestora”. También en el ámbito de la práctica reciente interesa recordar que el anuncio del 25 de febrero de 2000 del FONDO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS BBVA-1 señala que se emiten cinco series de bonos, de la “A” a la “E”, sucesivamente subordinados y con calificaciones crediticias descendentes de tal manera que, mientras la serie “A” tiene la calificación de AAA/AAA por FITECH IBCA-STANDAR & POORS, la serie “E” tiene una calificación de BB/BB por la misma Agencia. Por su parte, el FTPYME ICO-TDA 1 emitió dos clases de bonos de titulización, la CA, con aval del Estado y la SA sin dicho aval. RIMV Nº 1 / 2000 18 D E M E R C A D O S D E V A L O R E cuyo riesgo financiero debe ser evaluado por una agencia autorizada y que debe negociarse en un mercado secundario oficial u organizado establecido en España (art. 5º de la Ley 19/1992). S nismos de la cesión de créditos, de su circulación mediante títulos o valores y de los instrumentos societarios (sociedades titulizadoras) o fiduciarios (fondos de titulización) que actúan como vehículos de objeto exclusivo. La evolución de las sociedades o fondos de titulización está estrechamente vigilada por las autoridades supervisoras de los respectivos mercados de valores porque en su nacimientos realizan, por regla general, una apelación al ahorro del público mediante la emisión de los valores de titulización. Posteriormente, el desarrollo y la extinción de aquellos vehículos titulizadores también se supervisa por las autoridades, puesto que el ahorro de los inversores sigue comprometido. El activo de las sociedades o fondos de titulización en el área iberoamericana esta integrado por los créditos cedidos por el acreedor originario que proceden, mayoritariamente, de préstamos con garantía hipotecaria, sin perjuicio de su posible origen en otro tipo de operaciones vinculadas al consumo, al arrendamiento financiero, a la construcción en general, etc. Los Ordenamientos consideran que son susceptibles de titulización los créditos existentes en el momento de su cesión, aunque también admiten, en ciertos casos y con carácter excepcional, la cesión de créditos futuros, si bien rodeando su titulización de garantías adicionales destinadas a evitar la especulación en el vacío. El pasivo de las sociedades o fondos de titulización en el área iberoamericana está constituido por los valores –generalmente de renta fija– que emiten y cuya garantía consiste en los créditos que integran el activo de aquellos vehículos. Dichos valores suelen ser ofrecidos al público inversor, por lo que deben cumplir los requisitos comunes de las emisiones en el mercados de valores; tienden a estar representados por medio de anotaciones en cuenta; deben negociarse en mercados secundarios organizados y su calidad crediticia debe estar evaluada por agencias de calificación independientes y acreditadas ante las autoridades supervisoras respectivas. 5. CONCLUSIONES Tras contemplar la titulización de activos en el área iberoamericana podemos concluir afirmando, en primer término y con carácter general, que también en este fenómeno financiero se muestra la homogeneidad de la cultura jurídica que subyace en un área geográficamente dispersa. Es ésta una suerte de paradoja por la que países separados en la distancia están próximos en el pensamiento jurídico (que no es sino una manifestación de la cultura general) y, por ello, regulan de forma análoga nuevas formas de financiación que importan de la experiencia anglosajona y encauzan por medio de estructuras jurídicas latinas. La función económica esencial que cumple la titulización en el área iberoamericana consiste en mejorar la financiación de las empresas mediante la cesión onerosa por éstas de créditos de vencimiento futuro y la consiguiente actualización de su valor que extraen de su balance para incluirlo en sus procesos productivos. Además de para las empresas que actúan como acreedores originarios y cedentes de los créditos, la titulización reporta ventajas sustanciales para las entidades financieras que intermedian en el proceso actuando, por ejemplo, como gestoras de los fondos de titulización y para los inversores, especialmente para los institucionales. El desarrollo económico de la titulización en el área iberoamericana se presenta como un proceso expansivo desde la cesión de créditos con garantía hipotecaria hacia la cesión de todo tipo de créditos, ya existentes en el momento de la cesión al vehículo titulizador e incluso futuros y esperados en aquel momento. La estructura jurídica de la titulización en el área iberoamericana se asienta en los meca- 19 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O LA BURSATILIZACIÓN EN EL MERCADO DE VALORES MEXICANO José Luis Salazar Camiña Secretaría Hacienda y Crédito Público de México INTRODUCCIÓN sociedades que a través de oferta pública bursatilizan las obligaciones de terceros que tienen a su favor, también conocidas como originadoras de los activos, son: Una de las innovaciones financieras en años recientes en el ámbito internacional ha sido la presentación en los mercados de valores de un mecanismo de financiamiento denominado titulización de activos (bursatilización). Este nuevo esquema de financiamiento ofrece numerosos beneficios a los participantes y se caracteriza por ser un refinanciamiento de activos, en el cual éstos se agrupan de una forma comerciable para la emisión de valores respaldados por los propios activos. En este sentido, la bursatilización en su aceptación más general implica que el titular de ciertos activos líquidos o liquidables (originador o causante) los concentre y traspase a otra persona denominada vehículo intermedio o de objeto limitado, cuyo patrimonio así constituido se independiza de su fuente y, con cargo a dicho patrimonio, emite valores de capital o de deuda destinados a colocarse por los intermediarios financieros entre el público inversionista, prestándose el servicio de cobro de los activos bursatilizados por parte del causante o de un tercero, o del propio vehículo intermedio debidamente asistido. En mercados de capitales internacionales, la bursatilización ha sido un importante mecanismo de financiamiento para las empresas comerciales, industriales o de servicios que pretenden mejorar su posición financiera y obtener liquidez para realizar otros proyectos a través de la negociación de sus cuentas por cobrar, los plazos de préstamos otorgados a su clientela, los ingresos por arrendamientos o cualquier otro tipo de activos que pudiera representarles una generación de efectivo. Algunas ventajas que pueden obtener las RIMV Nº 1 / 2000 i) la oportunidad de reducir el monto del servicio financiable a través de menores intereses, esto en virtud de que con dicho mecanismo es factible separar la calificación de los valores indirectos emitidos, respecto de los valores propios de cada originador, ya que al tenerlos aislados quedan protegidos de los riesgos que tuviera éste; ii) reforzar su posición de liquidez al disponer de los activos financieros que al salir de su propiedad dejan de formar parte de su balance, mejorando la relación rendimiento sobre capital y de capital sobre activos, toda vez que los recursos recibidos pueden usarse para disminuir otros pasivos o responsabilidades; y iii) mejorar su posición competitiva en el mercado, si parte de los beneficios que obtenga con la bursatilización los canaliza a reducir intereses a sus clientes, por los mismos plazos de pago o ampliando dichos plazos sin cargas extras. La bursatilización es el resultado de un cambio dinámico en el ámbito financiero debido a la globalización económica internacional y a la tendencia de desintermediación financiera motivada por los ahorradores que han diversificado el destino de sus ahorros, trasladándolos de los intermediarios tradicionales hacia fondos de inversión, fondos de pensiones y otros medios similares con el propósito de buscar mejores oportunidades de rendimiento. 20 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Como consecuencia de este cambio, los bancos y otras instituciones tradicionales de depósito no han podido fondear en su totalidad la demanda de crédito a través de depósitos y otros créditos de corto plazo. S derivados de los activos, los participantes tienen que ajustar sus actuaciones a las diversas disposiciones legales que les sean aplicables. Como se señala más adelante, en México las operaciones de bursatilización se realizan a través de un fideicomiso como vehículo intermedio para la emisión de Certificados de Participación Ordinarios (CPO’s) como valores, los cuales para ser colocados entre el gran público inversionista requerirían en primer término que el fideicomiso que los emita cuente con la autorización del Banco Central y su funcionamiento se ajuste a lo dispuesto por la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, asimismo, la emisión de los CPO’s como valores requieren ser autorizados, para su colocación, por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, autoridad que aprueba tanto su inscripción en el Registro Nacional de Valores como la oferta pública. Por lo que hace a la bursatilización de créditos hipotecarios, en México estas operaciones han encontrado diversos límites por la aplicación de las normas jurídicas vigentes en nuestro país, sobre todo por las consecuencias que origina dicha operación. A la fecha, en México se han procurado soluciones a los obstáculos que impiden los créditos hipotecarios, lo que ha implicado la motivación hacia las autoridades gubernamentales, estatales y congresos locales en donde aún no se llevan a cabo las reformas a los Códigos Civiles y Códigos de Procedimientos Civiles. También se ha hecho un llamado para que los organismos financieros, los institutos estatales de vivienda y la banca comercial estandaricen la información y los procedimientos de selección de créditos hipotecarios, y para que se establezcan las figuras jurídicas de los empaquetadores, cobradores maestros y aseguradores de crédito, lo anterior no ha dejado de lado la intención de que los esquemas financieros sean acordes a los niveles de ingreso de la población. Con dichas acciones se busca resolver ciertas limitantes como la cesión de hipotecas, es decir, que algunos créditos hipotecarios para cederse deben hacerse constar en escritura pública, notificarla al deudor e inscribirse en el Registro Público de la Propiedad, otra no menos importante, ha sido la dilación de los procedimientos judiciales para hacer efectivas las garantías que respaldan los créditos. Sin embargo, México ha avanzado en este sentido al realizar trabajos legislativos que permitieron reformas al Código Civil para Distrito Federal en materia común y para toda la República en DESARROLLO DE LA BURSATILIZACIÓN EN MÉXICO La bursatilización se ha desarrollado como un medio a través del cual se canalizan diferentes fuentes de capital de inversión, principalmente para el otorgamiento de créditos destinados al consumo y en menor medida para la adquisición de bienes muebles e inmuebles. De esa forma, la bursatilización como medio de financiamiento permite que se dé el nexo entre el mercado primario para crédito al consumo y los inversionistas. El mecanismo de la bursatilización transforma activos de préstamos ordinarios como hipotecas, créditos para el consumo, pagarés (vouchers) de tarjetas de crédito, flujos de efectivo por la prestación de servicios, así como carteras de instituciones de seguros, entre otros, en instrumentos que pueden ser ágilmente vendidos a los inversionistas, ya que de otra manera no podrían participar en el mercado. Para los inversionistas institucionales la bursatilización representa un medio para participar en préstamos tradicionalmente al consumo, aun cuando existe otro género de créditos, sin tener que originar o atender esos créditos, debido a que la mayoría de estos inversionistas (fondos de pensiones, aseguradoras y fondos de inversión) tienen restricciones en las inversiones que pueden llevar a cabo. En este esquema de la bursatilización, los bancos y otras instituciones que otorgan crédito se han convertido, en muchos casos, en originadores y administradores de préstamos al consumo, recibiendo ingresos adicionales por ese concepto. REGULACIÓN JURÍDICA DE LA BURSATILIZACIÓN La bursatilización en el sistema financiero mexicano, actualmente, no cuenta con una regulación específica para que como actividad sea desarrollada por alguna entidad financiera mexicana ni mucho menos extranjera, sin embargo a través de diversas figuras jurídicas que conllevan la colocación de instrumentos 21 RIMV Nº 1 / 2000 I N S materia federal, al Código de Procedimientos Civiles, al Código de Comercio y a la Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito, publicadas en el Diario Oficial de la Federación el 24 de mayo de 1996. De dichas reformas podemos destacar lo siguiente: ii) Se prevé el supuesto de que la inscripción de la hipoteca a favor del acreedor original se considerará hecha a favor del o los cesionarios referidos, quienes tendrán todos los derechos y acciones derivados de ésta. No obstante los avances obtenidos, aún persisten diversas normas que deben ser adecuadas a efecto de que la bursatilización hipotecaria cuente con un marco legal idóneo que permita plena seguridad a los participantes. Respecto a los procedimientos judiciales, éstos han tenido reformas con la finalidad de mejorar plazos y términos en el mismo. Uno de los trabajos más recientes (mayo de 2000) e importantes que permitirán ofrecer certidumbre y confianza en la solución de los conflictos entre acreedores y deudores ha sido la expedición de la Ley de Concursos Mercantiles, que tiene como principal motivo evitar que el incumplimiento generalizado de las obligaciones de pago ponga en riesgo la viabilidad de las empresas y de las demás con las que mantenga una relación de negocios. Dicho Ordenamiento Legal señala que para determinar la cuantía de los créditos a cargo del comerciante (deudor) se tendrán por vencidas sus obligaciones pendientes a la fecha de la sentencia dé concurso mercantil (situación jurídica que pone de manifiesto un incumplimiento generalizado en el pago de las obligaciones de un comerciante a dos o más acreedores distintos). Asimismo, los créditos en moneda nacional y extranjera sin garantía real dejarán de causar intereses, convirtiéndose los primeros a Nº 1 / 2000 I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Unidades de Inversión (UDI’s) y los segundos a moneda nacional al tipo de cambio determinado por el Banco de México, prosiguiendo después a su conversión a UDI’s. Por lo que respecta a créditos con garantía real se mantendrán en la moneda o unidad en la que estén denominados y sólo causarán los intereses ordinarios establecidos en los contratos. Por otra parte, la Ley de Concursos Mercantiles establece un período terminante para la conciliación entre el acreedor y deudor de 180 días, pudiéndose ampliar éste a juicio de la autoridad competente. Asimismo, el Juez podrá dictar las providencias precautorias que considere necesarias con el fin de proteger los intereses de los acreedores y a la empresa misma, como son, entre otras, la prohibición al comerciante de realizar operaciones de enajenación o gravamen de los bienes principales de su empresa, aseguramiento de bienes, intervención de la caja y la orden de arraigar al deudor. En el aspecto fiscal, se han tomado en cuenta las características esenciales de la bursatilización, así como el impacto tributario derivado de la compleja estructura de la misma, toda vez que se requiere del desdoblamiento de las operaciones que la conforman, porque de otra manera las cargas impositivas podrían impedir que se lleven a la práctica este tipo de operaciones. En la actualidad, al no existir normas especiales que regulen el financiamiento estructurado, el originador, el vehículo intermedio y los inversionistas se encuentran sujetos al régimen fiscal general aplicable a esta clase de operaciones entre las que destacan las relativas a la transferencia de activos, financiamiento intermedio, emisión de valores, pago de intereses a nivel del vehículo y de los deudores finales, retenciones, dividendos, amortización, ingresos acumulables y egresos deducibles, entre otros. Cabe comentar que particularmente cuando para la bursatilización de activos se emiten CPO’s, tanto los valores como los tenedores de éstos quedan sujetos a lo dispuesto por la Ley del Impuesto sobre la Renta. i) Se adiciona una norma que prevé que las instituciones del sistema bancario mexicano, actuando en nombre propio o como fiduciarias, las demás entidades financieras y los institutos de seguridad social, podrán ceder sus créditos con garantía hipotecaria sin la necesidad de notificación al deudor o de elaboración de escritura pública, ni de inscripción en el Registro Público de la Propiedad, siempre que el cedente lleve la administración de los créditos. En caso de que el cedente deje de llevar la administración de los créditos, el cesionario deberá únicamente notificar por escrito la cesión al deudor, y RIMV T ESTRUCTURA JURÍDICA DE LA BURSATILIZACIÓN La bursatilización requiere de una estructura especial para su instrumentación, en ésta se aprecia una relación compleja de tres sujetos principales y varios complementarios, así como de una previa determinación de los valores que 22 D E M E R C A D O S D E V A L O R E se emiten, la causa de asignación de los activos, los apoyos adicionales y la calificación del riesgo. De esta forma tenemos que los generadores de los activos que habrán de ofertarse o bursatilizarse requieren contar con una calificación o valuación y un vehículo intermedio, a través del cual se emitirán los valores y posteriormente se efectuará la colocación por medio de un intermediario financiero, así como del tipo de valor que se destinará para captar los recursos de los inversionistas. Como se comentó, para llevar a cabo la bursatilización en México se utiliza la figura del fideicomiso como vehículo intermedio donde la institución fiduciaria emite CPO’s, que representan el derecho de una parte alícuota de los frutos o rendimientos de los valores, derechos o bienes de cualquier clase que se hubieran recibido en fideicomiso irrevocable para ese propósito, o el derecho de una parte alícuota de la propiedad o de la titularidad de esos bienes derechos o valores, o bien el derecho de una parte alícuota del producto neto que resulte de la venta de dichos bienes, derechos o valores. Los CPO’s pueden ser amortizables o no amortizables. Los primeros, se consideran en realidad títulos de deuda y confieren a sus tenedores el derecho a percibir frutos o rendimientos, así como el reembolso del valor nominal de los títulos que los representen, ampliándose tales derechos a su participación en la propiedad o en el producto neto de la venta si no fueran pagados. Los segundos, son títulos de participación en un patrimonio o universalidad de bienes unificados por el fin al que se afectan en el fideicomiso. Los intermediarios financieros tienen una participación relevante para la bursatilización toda vez que a través de ellos el vehículo intermedio establece la oferta pública, la definición de los valores que serán colocados y la captación de los recursos. La oferta pública, de acuerdo con la Ley del Mercado de Valores, deberá hacerse por algún medio de comunicación masiva o a persona indeterminada para suscribir, enajenar o adquirir los valores o documentos emitidos para ese fin. Además dicha oferta debe ser aprobada por la Comisión Nacional Bancaria y de Valores, y los títulos a emitir requieren estar inscritos en el Registro Nacional de Valores e Intermediarios. Otro aspecto de especial relevancia que se ha convertido en un elemento básico para la adecuada difusión de las emisiones entre el gran público inversionista, es la calificación o evaluación de los valores que serán ofrecidos. Dicha calificación debe hacerse de manera obje- S tiva e imparcial por empresas o agencias profesionales independientes, actualmente en México existen empresas con presencia internacional que prestan este servicio. FUNCIONAMIENTO DE LA BURSATILIZACIÓN EN MÉXICO La bursatilización se ha venido practicando cada vez con más penetración en el mercado financiero pero sólo refiriéndose a activos sobre préstamos al consumo. Sin embargo, aún no se ha desarrollado totalmente como un mecanismo financiero para operarse por las instituciones de crédito (bancos) y otras instituciones financieras, debido a la falta de normas aplicables a los sujetos participantes en estas operaciones y a que la mayoría de los bancos mexicanos no cuentan con un capital suficiente para apoyar el crecimiento sostenido de su portafolio de créditos. En tal virtud, no se cuenta con medios o figuras creadas para tal fin, como pudieran ser las sociedades o fondos de inversión especializadas en el manejo y operación de estos activos, no obstante, muchos de los cambios y prácticas que han promovido la bursatilización en otras partes del mundo están ocurriendo en México. Un ejemplo de ello, es que se han buscado recientemente lugares fuera de los sistemas bancarios tradicionales para invertir los ahorros incluyendo sociedades de inversión y contratos de seguros de vida, más aun, cuando a través de mecanismos como el Sistema de Ahorro para el Retiro y el Instituto Mexicano del Seguro Social se generan recursos adicionales de ahorro fuera de los sistemas bancarios tradicionales. De tal manera que, la bursatilización necesitará ser desarrollada como un mecanismo para canalizar estas fuentes de capital de inversión al financiamiento de créditos y préstamos de forma que los bancos y otras instituciones financieras puedan continuar satisfaciendo la demanda creciente de créditos al consumo, hipotecarios y de otro tipo. El crédito al consumo se ha convertido en una variable crecientemente importante para las empresas comerciales al menudeo. No obstante que se carece de estadísticas disponibles, en general se conoce que los portafolios de crédito al consumo de dichas empresas han crecido significativamente en años recientes. El crédito también ha llegado a ser importante para las compañías automotrices en México, ofreciendo algún tipo de financiamiento a los 23 RIMV Nº 1 / 2000 I N S compradores de automóviles nuevos, algunas de esas empresas han establecido Sociedades Financieras de Objeto Limitado, específicamente para involucrarse en el financiamiento automotriz. Aun cuando la bursatilización de préstamos al consumo todavía no existe formalmente en México, han existido diversas operaciones que caen dentro de la más amplia definición de bursatilización, mediante transacciones típicamente dirigidas a los mercados internacionales de capital. Sin embargo, algunas instituciones financieras y sociedades han celebrado operaciones en el mercado doméstico, obteniendo resultados favorables. La mayoría de las operaciones de bursatilización registradas por sociedades mexicanas, en mercados foráneos, han sido transacciones sobre ingresos futuros, celebradas por medio de la venta de valores respaldados por flujos financieros que pueden ser estimados en función a la actividad del negocio productor de esos flujos. Dichas transacciones son estructuradas a efecto de que al momento de recibir los flujos futuros, éstos sean transferidos a una sociedad con un propósito especial o fideicomiso, los cuales emiten valores. En contraste con las operaciones de la bursatilización tradicional, no existen activos que respalden la transacción al momento de realizarse, por lo tanto, estas operaciones de flujos futuros involucran un grado de riesgo en el cual la compañía que busca esos ingresos debe continuar haciendo lo necesario para garantizar dichos flujos. Otra diferencia con la bursatilización tradicional es que los ingresos futuros son independientes de cualquier acción o falta de acción de parte del emisor o de una tercera persona. Estas operaciones han involucrado flujos de dólares fuera del territorio nacional. Dichas transacciones son respaldadas por esos ingresos, los que al momento de recibirse son puestos fuera del territorio nacional a través de un vehículo denominado “off shore” encargado de emitir los valores. Como resultado de esta operación, los flujos de recursos nunca llegan a México y debido a esta situación la sociedad originadora recibe, en la mayoría de los casos, una calificación de sus valores mayor que la calificación que hasta ahora ha alcanzado la deuda soberana mexicana. La ventaja de este tipo de transacciones es que el costo de financiamiento en dólares es más bajo y accesible. Las transacciones off shore son particularmente populares en tiempos de inestabilidad económica, cuando el costo de los fondos en RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O México con relación a otros países es más alto. La operación típica off shore en divisas es la bursatilización de pagarés de tarjetas de crédito hecha por las instituciones de crédito (banca múltiple o banca de desarrollo), de forma diferente a la bursatilización tradicional de tarjeta de crédito. Esta última es respaldada por cantidades adeudadas por los tarjetahabientes, mientras que las primeras involucran la bursatilización de los flujos futuros en dólares que se deben a los bancos mexicanos que han procesado cargos en tarjetas de crédito hechos por extranjeros en México. Las operaciones de bursatilización que han llevado a cabo las emisoras nacionales buscan en su mayoría colocarse en mercados extranjeros, debido principalmente a la aceptación que dichos mercados han mostrado por estas operaciones, aun cuando los valores que han sido emitidos se denominan en dólares y están dirigidos a inversionistas foráneos, por lo que estas operaciones no son reguladas por la legislación mexicana que sería aplicada a una bursatilización tradicional. Es importante destacar a la bursatilización carretera como otro ejemplo de operaciones que han involucrado a un vehículo de emisión mexicana. Las bursatilizaciones carreteras involucraron ingresos futuros, al igual que las transacciones off shore. Sin embargo, en estas bursatilizaciones carreteras, los ingresos en pesos fueron utilizados para respaldar bonos denominados en dólares. La bursatilización carretera de igual forma, se realizó a través de fideicomisos regulados por la legislación mexicana, los cuales emitieron títulos de crédito denominados CPO’s que ya hemos citado, estos certificados se destinaron a inversionistas fuera de México. Por lo que hace a la experiencia de México en la bursatilización de créditos hipotecarios, un primer intento consistió en la transferencia de las hipotecas a un fideicomiso que se encargaría de expedir certificados de participación, soportados con dichas hipotecas. Sin embargo, el proyecto no ha logrado aceptación en el mercado debido a las restricciones legales que limitan su operación. Otro medio que se ha utilizado para promover la bursatilización es el programa sectorial de vivienda. Dicho programa promueve un mayor flujo financiero a largo plazo a menores costos de intermediación y el mejoramiento de los esquemas financieros acordes a los ingresos de la población. Su finalidad es promover el mercado secundario de hipotecas para impedir la inmovilización de activos en las carteras hipotecarias actuales, lo que permitiría el uso de recursos de 24 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S los mercados nacionales y extranjeros. También se ha impulsado la participación de otro tipo de intermediarios especializados para que realicen la cobranza, valuación, estudios socioeconómicos e investigación de mercado, cuidando aspectos como los de capacidad, solidez operativa, solvencia moral y económica. de datos en registros, etc., sean sencillos y flexibles, a fin de perfeccionarlos y reducir los altos costos. Otro de los aspectos importantes en la originación de activos como elemento inicial del proceso de bursatilización es su empaquetamiento. A fin de lograr su adecuada agrupación, deben considerarse: ASPECTOS A CONSIDERARSE PARA LA BURSATILIZACIÓN DE ACTIVOS i) La capacidad de los activos para generar los flujos de caja suficientes para el pago del principal e intereses de los valores que se emitan con su respaldo; y A continuación se señalan algunos de los aspectos que podrían considerarse necesarios para alcanzar el eficaz desarrollo de las diversas etapas que caracterizan a todo proceso de financiamiento estructurado, no sólo en México sino en otros países en los que estas operaciones coadyuven al financiamiento de las sociedades. Para efecto de lo anterior, dichos aspectos se identifican con los temas siguientes: • Origen o creación de activos; • Transferencia de los activos; • Vehículo a utilizar para la captación de los activos y la posterior emisión de valores; • Requisitos de capitalización aplicables a las entidades financieras que intervienen; • Reglas de inversión aplicables a las entidades financieras; • Aspectos fiscales; y • Procedimientos de embargo de bienes y ejecución de garantías. ii) La aptitud de agruparlos atendiendo a criterios uniformes con relación al tipo de crédito, su vencimiento, monto, garantías, deudor, transmisión, así como algunas características inherentes al cumplimiento de obligaciones del activo. TRANSFERENCIA DE ACTIVOS Ahora bien, considerando que la transferencia de activos en los procesos de bursatilización de créditos es un elemento fundamental para poder distinguir entre el riesgo del emisor de los valores y el riesgo del originador de los activos a bursatilizar, resulta indispensable conocer y precisar el alcance jurídico de las normas que rigen los actos relacionados con la transmisión o cesión de derechos, observando en todo momento, las formalidades de tales actos como escrituración, inscripción, notificaciones, etc. De igual forma, debe hacerse énfasis en el estudio de las disposiciones legales que regulan el estado de insolvencia de los sujetos participantes en el aludido sistema de financiamiento, en especial, de aquellas normas que regulan la transmisión de los derechos de una persona insolvente. Asimismo, debe ser flexible la obligación que tienen las instituciones financieras de abstenerse de dar a conocer la información de carácter confidencial que sus clientes les proporcionen. O RIGEN DE ACTIVOS Por cuanto se refiere al origen o creación de activos, como etapa inicial en la bursatilización de créditos, y considerando que en dicho proceso el factor "crédito" es indispensable para su desarrollo, resulta necesario primeramente conocer quiénes son los sujetos participantes en la actividad crediticia del país. En este sentido, es de especial importancia precisar la normatividad aplicable no sólo a las instituciones de crédito o entidades financieras que conforme a su objeto social realizan operaciones que implican el otorgamiento de créditos, sino también, de aquellas sociedades que se dedican a la venta de productos o servicios a crédito. En segundo lugar, es conveniente cuidar que los requisitos contenidos en las leyes aplicables a los procesos de otorgamiento de créditos como la valuación de bienes inmuebles, la constitución de garantías, la inscripción VEHÍCULOS DE C APTACIÓN Y EMISIÓN La selección de la entidad que pudiera ser utilizada como vehículo para captar los activos del originador y emisor de valores dependerá del tipo de bursatilización de que se trate, cuidando en todo momento su independencia de los originadores de los activos. Por un lado, podrá adoptarse la figura del fideicomiso o 25 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O bien, la de una sociedad anónima que tenga como objeto social la emisión de valores. Con relación a los fideicomisos, si bien se han utilizado con éxito en la implementación de bursatilizaciones, existen algunos aspectos que, por sus características, son importantes considerar, por ejemplo: los servicios prestados por las instituciones fiduciarias son costosos, primordialmente, por la mínima experiencia que se tiene en torno a este medio alterno de financiamiento; además, con frecuencia el marco legal aplicable a las instituciones fiduciarias impone severas restricciones para la emisión de cualquier instrumento bursátil. Por otro lado, el uso de sociedades anónimas como vehículo emisor, principalmente reviste ventajas por su capacidad de poder emitir cualquier tipo de instrumento. Sin embargo, se presentan algunos inconvenientes para su uso, entre otros, los altos costos de establecimiento y operación que dichas sociedades deben cubrir los de tipo contable, fiscal y el riesgo de quiebra. No obstante, la viabilidad para la incorporación de estas sociedades dependerá, en todo caso, del marco regulatorio establecido en cada país. de fianzas, fondos de inversión y cualquier otro inversionista institucional cuya actividad se encuentra supervisada por la autoridad, resulta de vital importancia prever, dentro de su marco normativo, la posibilidad de que dichas entidades financieras adquieran valores respaldados por activos, a fin de propiciar la adecuada negociación de los mismos y conseguir el flujo de efectivo que toda bursatilización implica. C APITALIZACIÓN DE ENTIDADES EMBARGO Y EJECUCIÓN DE GARANTÍAS Otro aspecto importante que merece un detallado estudio es el relativo a los requisitos de capitalización que ciertas sociedades, principalmente las financieras, deben cumplir. Como se sabe, la transmisión de créditos entre sociedades implica la eliminación de activos de sus balances contables con el objeto de mejorar su nivel de capitalización. Así pues, resulta recomendable que las reglas de capitalización aplicables a dichas sociedades se adecúen a los objetivos perseguidos por el proceso de bursatilización, a fin de incentivar este medio alternativo de financiamiento entre las mismas. En relación con lo anterior, cabe destacar la importancia de conocer la legislación aplicable a los sujetos que intervienen en las operaciones de otorgamiento de créditos a fin de que los originadores de activos a bursatilizar den cumplimiento a los requisitos de capitalización impuestos a ellos. R EGLAS DE I NVERSIÓN Finalmente, con relación a los procedimientos de embargo de bienes y ejecución de garantías previstos en las leyes como medios para asegurar el pago de las obligaciones contraídas por los sujetos participantes en la multicitada bursatilización de créditos, deberá establecerse una legislación clara, precisa y expedita aplicable a los citados procedimientos, con la finalidad de dotar de mayor confianza y seguridad jurídica a los sujetos que intervienen en todo mecanismo de financiamiento estructurado. ASPECTOS F ISCALES Por otro lado y haciendo alusión al aspecto fiscal inmerso en el citado sistema de financiamiento, debe tomarse en cuenta que, con independencia de la política fiscal establecida en cada país, indudablemente, el correcto tratamiento del efecto impositivo para el originador de los activos, vehículo emisor e inversionistas, será determinante para alcanzar los beneficios esperados de dicho mecanismo financiero. De ahí que deba tenerse especial cuidado con respecto a la carga tributaria que grava, entre otros, la transmisión de derechos, la obtención de ingresos y la acumulación de activos. CONCLUSIONES Atendiendo al análisis que sobre la situación de México se expuso, se puede concluir que para implementar adecuadamente el mecanismo para la bursatilización de activos, se dependerá siempre de la situación financiera que en particular muestre cada sociedad originadora, del desarrollo del mercado financiero del país de origen de la sociedad, así como del avance que ese país tenga en materia de legislación bursátil y tributaria. En este sentido se Respecto a las normas que establecen los límites de adquisición y tenencia de valores aplicables al régimen de inversión de las sociedades como bancos, aseguradoras, instituciones RIMV Nº 1 / 2000 26 D E M E R C A D O S D E V A L O R E concluye que: S Al respecto, las autoridades financieras mexicanas continúan con los estudios necesarios para que en corto plazo pueda darse el ajuste legal requerido para instrumentar dicha operación como una opción más en el mercado de valores. Ejemplo de lo anterior es la aprobación y publicación de la Ley de Concursos Mercantiles, ordenamiento que permitirá contar con un marco jurídico apropiado que ofrezca certidumbre y confianza en la solución de los conflictos entre acreedores y deudores. Sin embargo, se requerirá de disposiciones complementarias que precisen el tratamiento de los valores que serían emitidos y respaldados por activos hipotecarios, así como las disposiciones que señalen el tratamiento contable sobre la bursatilización de los créditos hipotecarios. PRIMERA. Los activos, derechos o créditos susceptibles de ser bursatilizados son, entre otros, los provenientes de: • Préstamos comerciales para la compra de automóviles, maquinaria, mobiliario y equipo de oficina, etc. • Cuentas por cobrar originadas por empresas productoras de materias primas (mercaderías o commodities) o productos terminados; originadas por la compraventa en tiendas departamentales; por operaciones de arrendamiento financiero; por cuotas de peaje; por la prestación de servicios como telefonía, transporte y limpieza; así como por contratos de suministro de energía, electricidad, gas y otros. • Cuentas por cobrar, específicamente en relación con el uso de tarjetas de crédito. • Carteras de Instituciones de Seguros. • Créditos hipotecarios para la adquisición de conjuntos residenciales, casas prefabricadas, viviendas populares, así como propiedades comerciales. TERCERA . Por último, debe mencionarse como uno de los aspectos más importantes en el tema de la bursatilización, adicionalmente a los siete factores antes abordados, el grado de evolución del mercado de valores de cada país. El marco jurídico, la solidez de las instituciones y las condiciones de operación deberán ser las más idóneas para que la introducción de títulos producto de operaciones de bursatilización pueda alcanzar el desarrollo y contribución que les corresponde. S EGUNDA. La experiencia en México en esta materia ha sido aceptable, en virtud de que las emisiones colocadas en el mercado nacional han llegado a su vencimiento cumpliendo con el principal y los accesorios de los valores emitidos al amparo de los activos bursatilizados. Sin embargo y debido a la rigidez de los ordenamientos legales, estas operaciones no han alcanzado un nivel óptimo para su negociación prevaleciendo el ánimo de las sociedades originadoras para cotizar en mercados foráneos. BIBLIOGRAFÍA Código Civil para el Distrito Federal en Materia Común y para toda la República en Materia Federal. México, 1999. Código de Comercio. México, 1999. Código de Procedimientos Civiles para el Distrito Federal. México, 1999. Academia Mexicana de Derecho Financiero. Estudios de Derecho Bursátil. México, 1997, Editorial Porrúa. L EGISLACIÓN Ley del Impuesto sobre la Renta. México, 2000. Ley General de Títulos y Operaciones de Crédito. México, 1999. Ley de Concursos Mercantiles. México, 2000. Ley del Mercado de Valores. México, 1999. DISPOSICIONES DE CARÁCTER GENERAL Circulares de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores. México, 2000. 27 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O SECURITIZACIÓN EN CHILE Vivianne Rodríguez Bravo Superintendencia de Valores y Seguros Chile I. FUNCIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICO DE LA SECURITIZACIÓN EN CHILE de uso público o de las concesiones de estos bienes u obras. Con esto se pretendió alcanzar el logro de los siguientes objetivos económicos: • Disminuir los costos de financiamiento de la construcción y obras de infraestructura en general, fomentando además el flujo de inversiones hacia estos sectores. • Ampliar la gama de posibilidades de inversión de los inversionistas institucionales del país2 , particularmente Compañías de Seguros de Vida y Administradoras de Fondos de Pensiones, los cuales cuentan con un significativo nivel de recursos y alternativas limitadas de inversión en el mercado interno. Específicamente, a través de la securitización, se les permitió el acceso a algunos valores e instrumentos a los cuales por normativa, no podían acceder directamente. Cabe señalar que la securitización, por su naturaleza, presenta otras ventajas adicionales para el mercado chileno, que por sus características, son particularmente beneficiosas. Entre ellas cabe destacar las siguientes: • Otorga mayor liquidez. El originante cambia activos de escasa liquidez por otros más líquidos, como son los pagos que por sus activos le hace el vehículo securitizador. • Posibilita un uso más eficiente del capital. Habitualmente, quien otorga crédito mantiene cuentas por cobrar en su activo. Sin embargo, con la securitización se da utilidad a activos que, mientras no se hicieran exigibles, no le reportarían flujos de caja. La securitización 1 en Chile tiene su origen en el año 1994 con la promulgación de la Ley nº 19.301, la cual modificó la Ley nº 18.045 de Mercado de Valores. La citada Ley, entre otras materias, incorporó al mercado los títulos de securitización como una nueva alternativa de inversión, estableciendo como vehículo para ello, un tipo de sociedad de giro exclusivo, la sociedad securitizadora, cuya característica principal es su capacidad legal de formar patrimonios separados a partir de la emisión de títulos respaldados por determinados créditos. La función económica de la securitización en Chile, si bien no consta explícitamente en la Ley, en un comienzo se planteó como una posibilidad de disminuir el costo de financiamiento de las viviendas en el país y fomentar el desarrollo del sector inmobiliario, transfiriéndole recursos a través de la securitización de instrumentos, tales como letras y mutuos hipotecarios. Posteriormente, la función económica se amplió con la incorporación de nuevos activos susceptibles de ser securitizados, tales como contratos de leasing generales sobre bienes muebles e inmuebles, depósitos a plazo de bancos nacionales, bonos de la Tesorería General de la República y flujos futuros esperados provenientes de obras públicas, de obras de infraestructura de uso público, de bienes nacionales 1. Nombre con el que se conoce la titulización en Chile. 2. Conforme a la Ley de Mercado de Valores, se encuentran los bancos, sociedades financieras, compañías de seguros, entidades nacionales de reaseguro y administradoras de fondos autorizados por Ley. RIMV Nº 1 / 2000 28 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Cuadro 1 ACTIVOS QUE RESPALDAN LAS EMISIONES VIGENTES Sociedad Transa Securitizadora S.A. Patrimonio separado Activo Patrimonio 1 Mutuos Hipotecarios Endosables 100% Patrimonio 2 Mutuos Hipotecarios Endosables 100% Patrimonio 3 Mutuos Hipotecarios Endosables 100% Patrimonio 1 Mutuos Hipotecarios Endosables 100% 50% (aprox.) Patrimonio 2 Viviendas Arrendadas con Promesa de Compraventa y sus contratos Mutuos Hipotecarios Endosables 50% (aprox.) Santander S.A. Sociedad Securitizadora • Permite generar rentas adicionales por las prestaciones de servicios que pueden surgir en el proceso. Por ejemplo, comisiones por conceptos de administración de los créditos. A 31 de diciembre de 1999, existían cinco sociedades securitizadoras en el país, de las cuales sólo dos habían efectuado emisiones de bonos de securitización. Al respecto, si bien más adelante (específicamente en la cuarta sección de este artículo; “Evolución de la Securitización en Chile”) se describe el desarrollo presentado por las sociedades securitizadoras y los bonos por ellas emitidos, cabe mencionar que el valor par del total de las emisiones de bonos de securitización de tales entidades alcanzaba, a dicha fecha, a US$ 56.718.9243 y respaldadas por los activos presentados en el cuadro nº 1, cuyo valor a 31 de diciembre de 1999 asciende a US$ 58.644.000, según se expone en el cuadro nº 6. Porcentaje del Total del Patrimonio tener dichas sociedades, como también, las formalidades y límites que deben cumplirse en relación con el negocio. Asimismo, la Ley regula todo lo relativo a los activos subyacentes y a la operatoria; la emisión de los títulos de deuda; los derechos de los tenedores de los títulos; otros participantes que pueden intervenir en el proceso de securitización, como los representantes de los tenedores de bonos y administradores extraordinarios; y la oferta pública de valores e intermediarios. Adicionalmente, existen normas especia les que ha dictado la Superintendencia de Valores y Seguros de Chile 4, en adelante la S.V.S., referentes a la securitización, las cuales se detallan en el cuadro nº 2. Por otra parte, la Ley nº 18.815 que regula los Fondos de Inversión en Chile, contempla la existencia de un tipo de fondo de inversión cerrado, denominado Fondo de Créditos Securitizados, el cual, según se define en dicho cuerpo legal, tiene por objeto la inversión de sus recursos en determinadas carteras de créditos o de cobranzas, especificadas en el Título XVIII de la Ley de Mercado de Valores antes aludida. Entre ellos se encuentran, por ejemplo, las letras y mutuos hipotecarios y los bienes y contratos de arrendamiento con promesa de compraventa. Por su parte, el Banco Central de Chile 5, a través del Capítulo III de su Compendio de Normas Financieras, establece las condiciones y determina los créditos, inversiones y los dere- II. REGULACIÓN JURÍDICA Según se señaló con anterioridad, la securitización en Chile está regulada por la Ley nº 18.045 de Mercado de Valores. El citado cuerpo legal contempla un título especial referente a las sociedades securitizadoras (Título XVIII, actualizado por Ley nº 19.623 del 26.08.99), en el cual se señalan tanto las características que deben 3. Valor del Tipo de Cambio a 31.12.1999, $530 por dólar. 4. Organismo gubernamental dependiente del Ministerio de Hacienda, al que corresponde la superior fiscalización de los principales agentes económicos del mercado. 5. Entidad que por mandato constitucional debe velar por el equilibrio de las Cuentas Nacionales, contando para ello con la facultad de determinar la política monetaria del país y dictar normas en materia cambiaria. 29 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Cuadro 2 N ORMATIVA DICTADA POR LA SVS Norma Fecha de emisión Materia Norma de Carácter General nº 55 27.01.95 Regula los elementos mínimos que deben contener los contratos de administración de los bienes que conforman el activo de los patrimonios separados. Norma de Carácter General nº 57 02.02.95 Determina títulos de crédito susceptibles de ser adquiridos por sociedades securitizadoras, distintos a los establecidos en la Ley. Norma de Carácter General nº 58 02.03.95 Regula las emisiones de títulos de securitización, su inscripción en el Registro de Valores, la difusión y publicación de dichas emisiones y la información continua. Norma de Carácter General nº 59 02.03.95 Norma la contabilidad de las sociedades securitizadoras y los patrimonios separados. Circular nº 598 28.02.96 Establece normas de seguridad a adoptar en la confección de títulos, entre los cuales están los títulos de deuda de securitización. Norma de Carácter General nº 94 10.03.2000 Flexibiliza la emisión de contratos, los cuales pueden abarcar dos o más emisiones de similares características. chos sobre flujos provenientes de los mismos que pueden ser objeto de venta o cesión por los bancos o sociedades financieras a las sociedades securitizadoras o fondos de inversión de créditos securitizados. La fiscalización del cumplimiento de esta norma corresponde a la Superintendencia de Bancos e Instituciones Financieras de Chile 6. Cabe señalar, en última instancia, que existen otros cuerpos legales que abordan el tema de securitización desde distintos ámbitos, los que se presentan en el cuadro nº 3. Cuadro 3 OTRAS LEYES ATINGENTES Cuerpo legal Aspecto relevante Ley nº 19.281 sobre Arrendamiento de Vivienda con Promesa de Compraventa Esta ley incluye normas para la securitización de los activos de las sociedades inmobiliarias consistentes en los derechos que para éstas nacen de los contratos de arrendamiento con promesa de compraventa regulados por dicha ley. D.L. nº 3.500 sobre Administradoras de Fondos de Pensiones y D.F.L. nº 251 sobre Compañías de Seguros Facultan a dichos inversionistas institucionales para invertir en títulos de deuda de sociedades securitizadoras y en cuotas de fondos de inversión de créditos securitizados. Ley nº 18.046 de Sociedades Anónimas Aplicable de manera supletoria a las sociedades securitizadoras y a las sociedades administradoras de fondos de inversión de créditos securitizados, por ser ambas sociedades anónimas de objeto especial. D.F.L. nº 3, Ley General de Bancos Regula las actividades de los bancos, entre las cuales se encuentra la emisión de créditos susceptibles de ser securitizados. 6. Organismo gubernamental, dependiente del Ministerio de Hacienda, al cual corresponde la fiscalización de las entidades bancarias y financieras del país. RIMV Nº 1 / 2000 30 D E M E R C A D O S D E V A L O R E III. ESTRUCTURA JURÍDICA DE LA SECURITIZACIÓN EN CHILE S sentido, el originante transfiere los créditos, recibiendo a cambio habitualmente un valor que puede ser inferior al valor nominal de los activos, por el adelanto de la liquidez y dependiendo de la calidad de los mismos. Es frecuente que en el esquema de la securitización estos montos sean pagados al originante o recuperados por el securitizador, en parte con los fondos que este último obtiene de la colocación de los títulos emitidos. Finalmente, respecto al modo de adquirir, habitualmente se trata de la tradición la que en términos generales se encuentra determinada por la forma en que hubieren sido emitidos los títulos en que constan los créditos cedidos; es decir, si son al portador se transfieren por la mera entrega; si son a la orden, por el endoso que transfiere el dominio; y si son nominativos, mediante las reglas de cesión de créditos nominativos. La securitización es una forma de financiamiento, en la que se observan diversas actuaciones, algunas necesarias, otras eventuales, en las que intervienen diversos partícipes, entre los cuales destacan las “empresas originadoras ”, que son aquellas que crean los créditos a traspasar y los “vehículos securitizadores”, que son los que adquieren los activos para securitizarlos, es decir, para transformarlos en títulos de fácil negociabilidad y con plazos de vencimientos más atractivos para los potenciales inversionistas. Además, participan en este proceso los inversionistas o adquirentes de los nuevos títulos emitidos y otras entidades de actuación accesoria, tales como, agentes de valores, consultores financieros, empresas de depósito de valores y clasificadoras de riesgo. Cabe señalar que, por Ley, los emisores de títulos de deuda deben contratar los servicios de al menos dos clasificadoras de riesgo para que en forma continua y permanente, realicen la clasificación de riesgo de dichos títulos. b) Del vehículo securitizador Por vehículo se entiende la entidad que adquiere el activo del originante y lo ocupa de respaldo para la emisión de títulos. En Chile pueden ser de dos tipos: sociedades securitizadoras y fondos de inversión de créditos securitizados. a) De la empresa originadora Corresponde al acreedor original de los créditos que serán transferidos para respaldar la emisión y dar lugar así al proceso de securitización. Se trata de la transferencia del dominio de cosas incorporales como son los créditos, de manera que se requiere un título traslaticio y un modo de adquirirlo. En cuanto a la naturaleza del título, éste en general es de carácter oneroso, específicamente una compraventa de cosa incorporal; en este b.1) Sociedades securitizadoras b.1.1) Características generales Conforme a la legislación chilena, son sociedades que se constituyen como sociedades anónimas especiales, que están bajo la fiscalización de la S.V.S. y cuyo objeto exclusivo es la adquisición de créditos, la adquisición de derechos sobre flujos de pago7 y la emisión de Cuadro 4 ACTIVOS Y PASIVOS DE LAS S OCIEDADES SECURITIZADORAS EN C HILE Nombre Sociedad Securitizadora La Construcción, S.A. Transa Securitizadora S.A. Securitizadora Security S.A. Santander S.A. Sociedad Securitizadora Securitizadora Proyecta S.A. Activo US$ 31.12.1999 Pasivo US$ 31.12.1999 507.652 35.172 6.004.117 4.223.474 334.640 1.126 6.418.547 5.324.272 326.828 1.440 7. Entiéndase por flujo de pago, toda obligación existente o que se genere en el futuro, de pagar una o más sumas de dinero por la adquisición o el uso de bienes o por la prestación de servicios. 31 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Cuadro 5 ACTIVOS SECURITIZABLES Activos securitizables Letras Hipotecarias Mutuos hipotecarios endosables bancarios y de sociedades financieras; otorgados con recursos de los fondos de inversión inmobiliaria; y otorgados por asociaciones de ahorro y préstamos. Créditos hipotecarios de la Asociación Nacional de Ahorro y Préstamo. Mutuos de mediano y largo plazo con garantía hipotecaria o prendaria. Depósitos a plazo emitidos por bancos establecidos en Chile. Viviendas arrendadas con promesa de compraventa y sus contratos. Contratos de leasing sobre bienes muebles e inmuebles. Títulos de renta fija emitidos por la Tesorería General de la República. Pagarés originados por empresas de servicios sanitarios. Bonos de reconocimiento emitidos por el Instituto de Normalización Previsional. Bonos destinados al mercado de los Estados Unidos de Norteamérica. Créditos y derechos sobre pago emanados de la obra pública, de infraestructura de uso público, de bienes nacionales de uso público, o de las concesiones de éstos; y otros créditos y derechos que consten por escrito y que sean transferibes. títulos de deuda de corto o largo plazo, donde cada emisión origina la formación de patrimonios separados del patrimonio común de la emisora. Con relación a esto, cabe destacar que el patrimonio común debe, en todo momento, ser igual o superior a unos US$ 283.000 y no puede el 50% de este mínimo legal estar afecto a gravámenes, prohibiciones o embargos. En el cuadro nº 4 se muestra el total de activo y pasivo de cada una de las sociedades securitizadoras actualmente existentes en Chile, a 31 de diciembre de 1999. Los bienes que respaldan los patrimonios separados pueden ser directamente administrados por la sociedad, o bien, ésta puede encargar dicha gestión a un banco, sociedad financiera, administradora de mutuos hipotecarios endosables u otras entidades que autorice la S.V.S. Adicionalmente, los títulos de crédito y valores que integran el activo de los patrimonios separados deben necesariamente ser entregados en custodia a bancos, sociedades financieras, empresas de depósito y custodia de valores u otras entidades expresamente autorizadas por Ley. Las sociedades no pueden tener en cada uno de sus patrimonios separados, más de un RIMV Nº 1 / 2000 35% de activos que hayan sido originados o vendidos por un mismo banco o sociedad financiera relacionada a la sociedad securitizadora. b.1.2) Sobre la emisión de los títulos Las sociedades securitizadoras emiten títulos de deuda de corto o largo plazo, respaldados por activos de aquellos que se detallan en el cuadro nº 5. La emisión se encuentra regulada por las disposiciones establecidas para la emisión de títulos de deuda de largo plazo a que se refiere el título XVI de la Ley nº 18.045 de Mercado de Valores, que también son aplicables cuando se trata de títulos de corto plazo. Cabe precisar que la oferta pública de valores, de los denominados Títulos de Deuda de Securitización, requiere de su inscripción en el Registro de Valores que lleva la S.V.S. Para estos efectos, el emisor remite a dicha entidad, conjuntamente con la solicitud correspondiente, los siguientes documentos: • Un contrato de emisión (reducido a Escritura Pública): en el contrato de emisión de títulos de deuda con formación de patrimonio separado (que se celebra ante Notario), se individualizan, según su naturaleza, los bienes, con- 32 D E M E R C A D O S D E V A L O R E tratos, créditos y derechos que lo integran, o se indican sus principales características (grado de homogeneidad, número, plazo en que se adquirirán, etc.). Asimismo, incluye menciones especiales sobre determinadas materias, tales como la custodia de los títulos representativos de las inversiones de los patrimonios separados; la administración de los excedentes sobre los márgenes establecidos en el contrato de emisión y las formas y sistemas de comunicación de la sociedad con los tenedores de títulos. • Un prospecto: contiene la presentación esquematizada de todos los antecedentes relevantes para el público respecto de la emisión de los títulos y su colocación. Dentro de dicha información, cabe destacar lo siguiente: identificación del emisor (razón social, fecha de inscripción en la S.V.S.); descripción de la emisión (monto total, cantidad de títulos, clasificación de riesgo de los mismos, etc.); información sobre los representantes de los tenedores de títulos (nombre, relación con la sociedad securitizadora); descripción de la colocación (si es directa o a través de intermediarios, plazo de colocación, etc.) e información adicional respecto, por ejemplo, al número y fecha del certificado de inscripción de los títulos en el Registro de Valores de la S.V.S. • Antecedentes adicionales: entre éstos se encuentran, por ejemplo, el facsímil de los títulos de deuda de securitización (que posee una serie de menciones y debe cumplir con ciertas normas de seguridad), copia de la sesión de directorio en que se acordó la emisión y certificados de las sociedades clasificadoras de riesgo que efectuaron las clasificaciones de los valores. S • Respecto a la información a entregar al inversionista, el intermediario que ofrece al público los títulos, o la sociedad securitizadora en el caso de una colocación directa, debe entregar a todo inversionista interesado un prospecto o folleto igual al acompañado en la solicitud de inscripción. • En relación con el público en general, las sociedades securitizadoras o intermediarios en su caso, que participen en una emisión de títulos de deuda, deben tener a disposición del público información respecto de los emisores, de los valores ofrecidos y de la oferta. En cuanto a la publicidad de las emisiones, las sociedades, al menos el mismo día en que se inicie la colocación de los valores, deben publicar, por una sola vez en un diario de amplia circulación, un aviso dirigido al público inversionista, informando acerca de las principales características de la emisión. Por otra parte, tanto las sociedades securitizadoras como el representante de los tenedores de títulos, tienen obligación de remitir información en forma continua a la S.V.S. Entre aquella que debe remitir la sociedad securitizadora se encuentra, a modo de ejemplo, el estado de emisiones y colocaciones efectuadas. Finalmente, dado que las sociedades securitizadoras son sociedades especiales que se rigen por las disposiciones legales y reglamentarias aplicables a las sociedades anónimas abiertas, deben remitir periódicamente a la S.V.S.: antecedentes económicos y financieros (como los estados financieros, la memoria anual de la sociedad); hechos relevantes o esenciales (como por ejemplo, la disminución importante del valor de los activos de la sociedad, renovación del directorio, variaciones significativas en las condiciones del mercado que afecten a la sociedad), a los cuales la entidad les puede conferir el carácter de reservados; y otros antecedentes, tales como copia de toda comunicación que se remita a los accionistas. b.1.3.) Información al inversionista Las sociedades securitizadoras tienen que dar cumplimiento a diversas normas para la difusión y publicidad de emisiones de títulos. Entre las disposiciones más relevantes sobre difusión, cabe destacar las siguientes: • Una vez que la S.V.S. haya inscrito la emisión de los títulos de deuda de securitización, la misma información que se haya proporcionado para dicha inscripción, debe ser remitida a todas las bolsas del país, se encuentre o no inscrita en ésta la sociedad securitizadora correspondiente. A su vez, esa información también debe ser remitida a los intermediarios colocadores de dicha emisión, con anterioridad a la fecha en que se inicie la misma. En todos esos lugares, la información debe estar permanentemente a disposición del público. b.2) Fondos de inversión de créditos securitizados b.2.1) Características generales Un fondo de inversión (cerrado), ya sea de créditos securitizados u otro tipo, se define en la legislación chilena como un patrimonio integrado por aportes de personas naturales y jurídicas para su inversión en determinados valores y bienes que la Ley determina y que administra una sociedad anónima por cuenta y riesgo de los 33 RIMV Nº 1 / 2000 I N S aportantes. Dichos aportes quedan expresados en cuotas de participación no rescatables. Los fondos de créditos securitizados tienen por objeto la inversión de sus recursos en determinadas carteras de créditos o de cobranzas (las cuales se incluyen en el cuadro nº 5), especificadas en la Ley de Mercado de Valores y normas atingentes. Tanto los fondos de inversión como las sociedades que los administran son fiscalizados por la S.V.S. y se rigen por las disposiciones contenidas en la Ley nº 18.815 de Fondos de Inversión, el Reglamento de la Ley y en sus respectivos reglamentos internos, los cuales son aprobados por la misma Superintendencia. La administración de los fondos de inversión de créditos securitizados debe ser ejercida por sociedades anónimas cuyo objeto exclusivo sea tal administración. Para obtener la autorización de existencia, la sociedad administradora debe acreditar un capital pagado en dinero efectivo equivalente a lo menos a unos US$ 283.000 y mantener, en todo momento, un patrimonio a lo menos equivalente a ese monto o al 1% de la suma de los patrimonios promedios diarios de cada uno de los fondos administrados, si éste resulta mayor. Además, debe someter previamente a la aprobación de la S.V.S. el reglamento interno de cada uno de los fondos de la sociedad que va a administrar, los textos tipos de los contratos que suscriban con los aportantes y los facsímiles de los títulos de cuotas del o de los fondos que administrará. Cabe hacer presente que, a pesar de estar dadas las condiciones legales para el surgimiento de fondos de créditos securitizados, a la fecha éstos no se han constituido en Chile. T U T O I B E R O A M E R I C A N O c) De los inversionistas En el mercado chileno los potenciales inversionistas, tanto en títulos de deuda de securitización como en cuotas de fondos securitizados, son básicamente aquellos denominados inversionistas institucionales. Éstos son los bancos, sociedades financieras, compañías de seguros de vida y generales, entidades nacionales de reaseguro y administradoras de fondos autorizados por ley, tales como las administradoras de fondos de pensiones, de fondos mutuos, de fondos de inversión, entre otras. Los inversionistas cuentan con dos alternativas para acceder a la securitización: mediante la adquisición de títulos de deuda de securitización o a través de la adquisición de cuotas de fondos de inversión de créditos securitizados; ésta última, sin embargo, aún no es factible, dado que en la actualidad no se han constituido este tipo de fondos en Chile. Cabe hacer presente que al adquirir los títulos de deuda de securitización, los inversionistas tienen derecho al pago de la suma indicada en esos títulos, en los plazos, condiciones y con los reajustes e intereses que se estipulan. De existir fondos de inversión de créditos securitizados, los inversionistas, al adquirir las cuotas de participación, tendrían derecho a participar en la rentabilidad que se origine de las inversiones del fondo. d) De las otras entidades participantes Además de las entidades ya aludidas, existe otro tipo de agentes que pueden participar del proceso de securitización. Entre ellos se encuentran el administrador, el colocador, el custodio de los valores, el representante de los tenedores de bonos y la entidad clasificadora de riesgo. Los aportes de un fondo de inversión de créditos securitizados quedan expresados en cuotas de participación nominativas, unitarias, de igual valor y características que no pueden ser rescatadas antes de la liquidación del fondo. Las cuotas de participación, por ser valores de oferta pública, deben inscribirse en el Registro de Valores de la S.V.S. y además registrarse en una bolsa de valores. Para su inscripción, las administradoras de los fondos deben remitir a ese organismo regulador, conjuntamente con la solicitud, un prospecto de emisión de cuotas y otros antecedentes adicionales. Mediante el citado prospecto se debe informar al público respecto a la emisión de que se trate, debiendo incluir todas sus características Nº 1 / 2000 I relevantes, tales como monto y número de cuotas, precio y plazo de colocación, y agentes colocadores si los hubiere. b.2.2) Sobre la emisión de cuotas RIMV T d.1) Administrador Dentro del rol del administrador, se encuentra la entidad encargada de la administración de los activos transferidos y la encargada de la administración de los flujos originados. En Chile, la administración de los activos transferidos ha sido encomendada al originador de los mismos. Esta labor consiste en procurar el cobro de éstos y en su caso, facultado por el nuevo acreedor, gestionar los créditos impagados; rendir cuenta al nuevo acreedor e informar 34 D E M E R C A D O S D E V A L O R E tanto a éste como a los tenedores de los títulos emitidos, sobre los estados de los activos. Por su parte, en la práctica, la administración de los flujos percibidos y de los transferidos a los tenedores, ha sido asumida por la misma sociedad securitizadora. S Entidades fiscalizadas por la S.V.S., encargadas de la clasificación de riesgo de los bonos de securitización. Son elegidas por la misma sociedad securitizadora, que cubre los costos incurridos en la clasificación. d.2) Colocador Es el encargado del proceso de colocación de los bonos de securitización. Esta función la han desempeñado los intermediarios de valores designados por las propias sociedades securitizadoras. IV. EVOLUCIÓN DE LA SECURITIZACIÓN EN CHILE La securitización se inició en Chile con la promulgación de la Ley nº 19.301 en 1994, y a mediados del año 1995, fueron constituidas las primeras tres sociedades securitizadoras. Durante ese año, ninguna de estas sociedades emitió bonos de securitización. En el año 1996, una de estas sociedades efectuó la primera emisión de bonos de securitización, por un total de US$ 8.585.000 aproximadamente. Estos bonos fueron adquiridos en su totalidad por inversionistas institucionales. En el año 1997 y a objeto de otorgar un mayor impulso a este mercado, la legislación incorporó nuevos activos susceptibles de ser securitizados. A mediados de ese año, se crearon dos nuevas sociedades de securitización y tuvo lugar la segunda emisión de bonos de securitización, por un total aproximado de US$ 8.868.000. La tercera emisión, tuvo lugar el año 1998, por un monto aproximado de US$ 15.566.000 y durante el año 1999, se realizaron dos nuevas emisiones por un monto total aproximado de US$ 33.019.000 (ver gráfico nº 1). Al respecto, en el mismo gráfico nº 1 se d.3) Custodio de valores Si bien en Chile existe una entidad de depósito y custodia de valores, denominada Depósito Central de Valores, la custodia de los títulos ha sido encomendada en unos casos a la misma entidad encargada de la administración de los activos securitizados y en otros a un banco designado por cada securitizadora. d.4) Representante de los tenedores de bonos Es la entidad que hace de representante, para todos los efectos, de los tenedores de bonos de securitización. En Chile, la sociedad securitizadora antes de efectuar la emisión de bonos, define quien desempeñará esta función. Posteriormente, los tenedores de bonos mediante junta, pueden decidir mantener dicho representante o elegir a otro. Este rol, lo han desempeñado los bancos designados por las sociedades securitizadoras. d.5) Clasificadoras de riesgo Gráfico 1 EVOLUCIÓN DE EMISIONES DE B ONOS DE S ECURITIZACIÓN EN C HILE US$ 70.000.000– 60.000.000– 50.000.000– 40.000.000– 30.000.000– 20.000.000– 10.000.000– 0– 1995 | 1996 | 1997 Monto emitido en el año 35 | 1998 | 1999 | Monto acumulado RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Gráfico 2 PARTICIPACIÓN DE M ERCADO DE S OCIEDADES EN FUNCIÓN DE LOS ACTIVOS SECURITIZADOS EN C HILE, A DICIEMBRE DE 1999 PROYECTA 0,00% S ANTANDER 44,41% C ONSTRUCCIÓN 0,00% TRANSA 55,59% SECURITY 0,00% observa, a partir del año 1998, un claro aumento en los montos emitidos, incremento que no ha sido tal en el caso del número de sociedades securitizadoras existentes en el país. A diciembre de 1999, sólo dos de las cinco sociedades securitizadoras existentes habían efectuado emisiones de bonos de securitización. En el gráfico nº 2, se puede apreciar la participación de mercado de dichas sociedades en función de los activos securitizados en Chile, a igual fecha. Finalmente, cabe hacer presente que, a mediados del año 1999 y a objeto de otorgar un nuevo impulso a este mercado, la Ley de Mercado de Valores incorporó nuevos activos susceptibles de ser securitizados y la posibilidad de securitizar flujos futuros. A continuación en el cuadro nº 6 se muestra el valor de los activos de los patrimonios separados de las sociedades securitizadoras en Chile, a diciembre de 1999. El recién pasado 13 de abril de 2000, fue inscrita en la S.V.S. la primera emisión de títulos de deuda securitizados de “Securitizadora Security S.A.”, por un total de $US 13.967.000 aprox., respaldada sólo por viviendas arrendadas con promesa de compraventa y sus contratos. Finalmente, a la fecha de preparación del presente documento, se encuentra en proceso de aprobación otra emisión de la referida sociedad respaldada por el mismo tipo de activos, por un total aproximado de US$ 13.208.000, y una emisión de “Santander S.A. Sociedad Securitizadora” por un total aproximado de US$ 24.304.000, respaldada en su totalidad por mutuos hipotecarios endosables. I. CONCLUSIONES La securitización es una forma de financiamiento incorporada al mercado de valores chileno y que presenta interesantes perspectivas en Cuadro 6 VALOR DE LOS ACTIVOS DE LOS PATRIMONIOS S EPARADOS DE LAS S OCIEDADES S ECURITIZADORAS EN C HILE, A 31.12.1999 Securitizadora Transa Santander RIMV Nº 1 / 2000 Fecha Emisión Activos del Patrimonio Separado US$ 10.12.1996 8.565.315 30.05.1997 8.584.083 10.03.1998 15.450.085 25.07.1999 12.844.457 15.11.1999 13.200.947 36 Total Activos US$ 32.599.483 26.045.404 D E M E R C A D O S D E V A L O R E cuanto a su desarrollo en los próximos años. Si bien, hasta el momento, la emisión de bonos de securitización ha sido esencialmente respaldada por mutuos hipotecarios, canalizándose los recursos recaudados hacia el sector inmobiliario, se espera que en el futuro, al igual como ha ocurrido en otros países, las inversiones efectuadas en dichos bonos de securitización permitan hacer fluir los recursos hacia otras áreas de la actividad económica del país, tales como obras de infraestructura y bienes nacionales de uso público; servicios y el comercio, entre otras. Lo anterior, en consideración a la amplia gama de activos, distintos de mutuos hipotecarios, que actualmente pueden ser securitizados, como por ejemplo, los créditos y derechos sobre flujos de pago emanados de obras públicas, de bienes nacionales, de infraestructura o de sus concesiones y, en general, todo crédito o derecho que conste por escrito y tenga el carácter de transferible; depósitos a plazo emitidos por bancos establecidos en Chile; y S pagarés originados por empresas de servicios sanitarios. Los distintos cambios desde el punto de vista normativo, que han tenido lugar en estos últimos años, obedecen a un permanente esfuerzo legislativo a objeto de perfeccionar el proceso de securitización, enfocándose al logro de los siguientes objetivos: • Ampliar las posibilidades de financiamiento para las sociedades. • Diminuir los costos de financiamiento de viviendas y fomentar el sector inmobiliario del país. • Dar mayor profundidad al mercado y al mismo tiempo conferir a los distintos inversionistas institucionales nuevas alternativas de inversión. • Apoyar los proyectos de infraestructura. • Entregar mayor liquidez a ciertos instrumentos ilíquidos. 37 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O LA TITULARIZACIÓN EN PORTUGAL Paulo Câmara Director Adjunto de División de Emisores de Comisión de Mercado de Valores Mobiliarios (CMVM) 1. FUNCIÓN Y DESARROLLO DEL FENÓMENO su actividad. Por consiguiente, y en general, la emisión de valores mobiliarios en función de operaciones de titularización se considera positivamente. I. El mercado portugués comparte el interés que se siente en otros mercados con respecto al fenómeno de la titularización. La atracción por esta figura a partir de la década de los noventa se ha manifestado principalmente entre las empresas financieras, como respuesta al aumento del volumen de crédito concedido. En este marco, las empresas financieras descubren en la titularización una herramienta flexible para poder ceder una gran masa de créditos, sobre todo para poder liberarse con vistas a nuevas financiaciones. Las demás partes implicadas en el proceso de titularización también tienen razones para recibir con satisfacción este nuevo instrumento de circulación de riqueza y captación de ahorros. Los clientes de las empresas cedentes pueden beneficiarse indirectamente de la utilización de esta técnica, en la medida en que contribuye a reducir el coste de la financiación bancaria. Los inversores se dotan de un nuevo medio para la aplicación de ahorros, con la ventaja añadida de que, tal como se verá más adelante, implica una garantía para rodear el derecho que representan los valores mobiliarios emitidos en la secuencia de estos procesos. Las sociedades de rating, asimismo, encuentran aquí un factor que potencia la expansión de 1. 2. 3. 7; EILÍS RIMV II. El origen de la normativa portuguesa sobre titularización de créditos se remite a la experiencia de la normativa que preveía la emisión de obligaciones hipotecarias, aprobada en 1991 1. Las obligaciones hipotecarias son valores mobiliarios representativos de deuda cuya situación jurídica subyacente se ve reforzada mediante un derecho crediticio preferente especial sobre los créditos hipotecarios afectos a la emisión 2. Estos mecanismos menos sofisticados podría decirse que se asemejan a un esbozo de fenómenos de titularización 3 . No obstante, en este caso coexistirá, como regla, en una misma persona jurídica, el tenedor original de los créditos y el emisor de los valores mobiliarios. Este hecho, junto con las obligaciones y la demora que implican las inscripciones en los registros hipotecarios, ha contribuido a que este tipo de valor mobiliario no haya tenido éxito en Portugal. Entre la fecha de aprobación de la normativa y 1998 apenas si se han producido 10 emisiones, mientras que entre 1992 y 1995 el número de emisiones de este tipo de valor mobiliario fue nulo. 2. LA DISCIPLINA JURÍDICA Cfr. MATÍAS, A.S. (1998), 53. Cfr. Art. 6º del DL nº 125/90 de 16 de Abril. De la misma manera, incluyendo en la titularización estos mecanismos menos sofisticados: LEDERMAN (1990), FERRAN (1992). Nº 1 / 2000 38 D E M E R C A D O S D E V A L O R E DE LA TITULARIZACIÓN S ness). Sólo así es posible proceder a una anotación de riesgo que tome exclusivamente en cuenta la calidad de los derechos cedidos 5. I. El derecho portugués incluye actualmente un decreto específicamente dedicado a la titularización. De hecho, el DL nº 453/99, de 5 de noviembre, regula las operaciones de titularización, con inclusión de la cesión de créditos a efectos de titularización, la constitución y el funcionamiento de los medios admitidos para la titularización y la emisión de valores mobiliarios basada en este esquema4. Este régimen se sustenta en el esquema central de la titularización, apoyándose en la existencia de un cedente de créditos u originador (originator ) y de un cesionario distinto [Special Purpose Vehicle (SPV) o Special Purpose Entity (SPE)] que toma la iniciativa de emitir los valores mobiliarios basándose en los créditos cedidos. El DL nº 125/90 sobre emisión de obligaciones hipotecarias sigue estando en vigor. En este sentido, en Portugal cabe la posibilidad de escoger entre dos técnicas distintas de titularización, basadas bien en la coincidencia bien en la distinción entre el tenedor original del crédito y el emisor de valores mobiliarios. En la fecha en que esto se escribe, no se registran aún emisiones realizadas al abrigo del nuevo régimen referente a la titularización, ya que su plena entrada en vigor dependía de una Portaria (orden) ministerial sólo recientemente aprobada, que ha fijado el capital social mínimo de las sociedades gestoras de fondos de titularización y de las sociedades de titularización en 750.000 euros y 2.500.000 euros, respectivamente ( Portaria nº 284/2000, de 23 de mayo). III. La legitimidad para figurar como entidades cedentes de créditos para titularización se concede a tres categorías de instituciones: por un lado, figuran el Estado y otras personas colectivas públicas; en un segundo lugar, se incluyen las entidades de crédito, las sociedades financieras, las compañías de seguros, los fondos de pensiones y las sociedades gestoras de fondos de pensiones; por otro lado, se incluyen también, en el ámbito de las entidades cedentes, las personas colectivas cuyos documentos de presentación de cuentas hayan sido objeto, en los tres últimos ejercicios, de certificación legal por un auditor registrado en la CMVM. El régimen portugués demuestra ser sensible a la tendencia de creciente diversificación de los derechos titularizados6, al no poner requisitos generales en lo tocante a la susceptibilidad de titularización relacionados con la procedencia de los créditos. Lo anterior no será sólo válido para las empresas de seguros, fondos de pensiones y sociedades gestoras de fondos de pensiones, que en este contexto únicamente pueden ceder créditos hipotecarios, créditos garantizados por el Estado u otras personas colectivas públicas y créditos de los fondos de pensiones. Esta solución, por otra parte, parece resultar muy restrictiva, siendo difícilmente comprensible en lo tocante a la autorización de cesión de crédito hipotecario, considerando la naturaleza de las entidades cedentes de que se trata. Por lo demás, en la ley referente a la titularización apenas si se piden requisitos ligados al contenido del crédito, considerando su relación con una operación colectiva de inversión. En este sentido, los créditos han de ser libremente transmisibles y de índole pecuniaria; sin que se puedan condicionar ni puedan estar vencidos; ni, por último, ser litigiosos (art. 4º). En la economía de dicha ley, se ha de entender que la cesión de créditos vincula inmediatamente al transmisor, pese a que se trate de créditos futuros7. En cuanto a estos últimos, el art. 4º, nº 2, impone que, para que puedan II. La titularización implica siempre una cesión de derechos de crédito a favor del emisor de valores mobiliarios. En este marco, a la ley portuguesa no le bastan las promesas de transmisión de créditos, por lo que en el ámbito de la titularización impone una cesión efectiva e incondicional ( true sale ) (art. 4º, nº 4). Esta exigencia se explica por razones tendentes a reforzar la protección de los inversores, toda vez que la segregación del crédito hace que la titularización sea inmune al riesgo de insolvencia del cedente (bankruptcy remote- 4. Las referencias legislativas sin fuente se consideran incluidas en el Decreto. 5. LEDERMAN (1990), 41-42; WOOD (1995), 42, 59-60. 6. CÂMARA, P. (1999). 39 RIMV Nº 1 / 2000 I N S ser objeto de cesión en el ámbito de las operaciones de titularización, procedan de relaciones jurídicas constituidas y que su cuantía sea conocida. T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Visto a la luz de la trayectoria evolutiva del régimen de transmisión de créditos, este aspecto constituye un paso más en el sentido de aminorar la importancia del deudor cedido. Desde esta óptica, resulta muy interesante analizar cómo ha evolucionado la figura de la cesión de créditos, que antaño conoció la hostilidad del Derecho Romano –en cuyo seno se elaboró una modalidad de mandato para obtener resultados parecidos– y también hubo de afrontar la exigencia medieval de consentimiento para la eficacia de la transmisión, dada la idea de vinculación del crédito a la persona del acreedor 9. Lo cierto es que, retomando el régimen que consta en el Código Civil de 1867, el Código Civil actual, en cuanto al tratamiento de la cesión, afirma claramente la irrelevancia de la persona con quien ha de cumplir el deudor (art. 583º CC), excepto en casos de prestaciones estrictamente personales, que justamente por ello se consideran no transmisibles. Consecuentemente, en el régimen civil de la cesión de créditos no se exige el asentimiento del deudor cedido, siendo la notificación requisito de eficacia ante el deudor, aunque –como ahora se reconoce abiertamente– no funcione como requisito de perfeccionamiento del contrato de cesión10. El régimen de la cesión de créditos en el ámbito de la titularización se inscribe en esta tendencia, toda vez que, en los casos mencionados, deja de exigirse, como contempla nuestro Código Civil, que haya conocimiento por parte del deudor para que la cesión de créditos sea eficaz, incluso con respecto a éste. Los resultados de esta solución se ven amparados por la circunstancia de que la gestión de los créditos cedidos se mantiene en la esfera jurídica del cedente, cuando éste sea una entidad de crédito, una sociedad financiera o una compañía de seguros, conforme al art. 5º, nº 1. La forma de la transmisión de créditos para titularización, a su vez, comparada con la IV. Una de las consideraciones importantes del régimen lusitano sobre titularización se refiere a la adaptación que experimenta con respecto a las reglas generales de cesión de créditos de derecho civil. En el Código Civil portugués, la eficacia de la cesión de créditos en lo tocante al deudor depende de la notificación que se le haya hecho a éste (art. 583º CC), pudiendo el deudor, hasta que se conozca la cesión, oponer con respecto al cesionario los medios de defensa oponibles al cedente (art. 585º CC). Asimismo, la forma de la transmisión se ajusta a la que se exige para el negocio que subyace, sin que pueda prescindirse de escritura pública para la cesión de créditos hipotecarios (art. 578º CC)8. Por otra parte, en el ambiente macrojurídico de la titularización, no sería ejecutable notificar masivamente a los deudores cedidos, como tampoco resultaría práctico el otorgamiento de escritura pública siempre que los créditos que se hubieren de transmitir fueran créditos hipotecarios. Este problema ha planteado la necesidad de revisar varios ordenamientos europeos, a favor de una flexibilización de los mecanismos de transmisión. En Portugal, se mantienen los requisitos generales en cuanto a la eficacia de la cesión de créditos ante el deudor, salvo cuando se trate de una cesión de créditos cuyo cedente sea una entidad de crédito, una sociedad financiera, una compañía de seguros, un fondo de pensiones o una sociedad gestora de fondos de pensiones. En dicho caso, la cesión es eficaz simultáneamente ante los contratantes y ante el deudor, siendo necesario el conocimiento, la aceptación o la notificación con respecto a este último (art. 6º, nº 4). 7. El problema, en la doctrina civil, es discutido en el derecho alemán: v. en sentido negativo DIETER MEDICUS, Tratado de las Relaciones Obligacionales, I, traducción castellana, Barcelona, (1995), 331. 8. En general, en la literatura portuguesa, v. por ejemplo VAZ SERRA, Cesión de créditos y otros derechos, en BMJ nº especial (1955), 5-ss.; ANTUNES VARELA, De las Obligaciones en General, Coimbra, (1992), II, 292-332; CARLOS MOTA PINTO, Cesión de la Posición Contractual, Coimbra, (reimp. 1982), 110-114; MENEZES CORDEIRO, Derecho de las Obligaciones, Lisboa, (1980, ya con diversas reimpresiones posteriores), II, 89-97; RIBEIRO DE FARIA, Derecho de las Obligaciones, cit., 501-547. 9. LUDWIG ENNECCERUS/ HENRICH LEHMANN, Derecho de Obligaciones, traducción castellana, (1954), I 380-382. 10. DIETER MEDICUS, Tratado de las Relaciones Obligacionales, I, cit., 336-341; ANTUNE VARELA, De las Obligaciones en General, cit., 308-313; MENEZES CORDEIRO, Derecho de las Obligaciones, cit., 96-97; RIBEIRO DE FARIA, Derecho de las Obligaciones, cit., 516-521. RIMV Nº 1 / 2000 40 D E M E R C A D O S D E V A L O R E del art. 578º CC, se ha aligerado substancialmente, ya que el art. 7º del DL nº 453/99, de 5 de noviembre, permite que la cesión se realice mediante documento privado, aunque tenga por objeto créditos hipotecarios. S gués impone una especialización absoluta en el objeto de estos medios de titularización: de esta forma, el objeto de las sociedades gestoras de fondos de titularización es exclusivamente la gestión de este tipo de fondos, y el de las sociedades de titularización es exclusivamente la realización de operaciones de titularización. La ley describe a ambas como sociedades financieras (arts. 17º y 39º). 3. LAS ESTRUCTURAS JURÍDICAS DE LAS OPERACIONES DE TITULARIZACIÓN: ASPECTOS ESTÁTICOS 4. LAS ESTRUCTURAS JURÍDICAS DE LAS OPERACIONES DE TITULARIZACIÓN (CONTINUACIÓN): ASPECTOS DINÁMICOS I. El ordenamiento jurídico portugués es comedido en lo tocante al reconocimiento de las estructuras jurídicas de titularización, al consagrar un principio de tipicidad de entidades cesionarias. Asimismo, en virtud de la hostilidad continental hacia los trusts 11, ha acabado por reconocer tan sólo dos formas jurídicas que pueden servir como medios para operaciones de titularización: los fondos de titularización y las sociedades de titularización. I. La emisión de los valores mobiliarios emitidos en la secuencia de operaciones de titularización se ha de confrontar con una distinción fundamental, en cuanto a su tratamiento normativo, entre emisiones efectuadas a través de oferta privada y emisiones realizadas a través de oferta pública. En relación con estas últimas, se ha reforzado sensiblemente la obligación de informar sobre los derechos de crédito objeto de la titularización y sobre los valores mobiliarios emitidos. Por ello, conforme al art. 114º del Código de Valores Mobiliarios, la emisión está sujeta a un registro previo en la CMVM, con vistas a un control de la legalidad de la oferta y de los documentos acreditativos, especialmente en cuanto al cumplimiento de las obligaciones de carácter informativo referentes a la operación y en cuanto a la elaboración de la correspondiente prospecto. Ante los créditos bancarios –y, por consiguiente, debido a relaciones contractuales sujetas a la obligación de guardar secreto (art. 78º de la Ley Bancaria)– se planteaba la cuestión cicatera de saber cómo hacer posible la correspondiente transmisión sin violar la obligación de guardar secreto, sobre todo considerando la obligación impuesta en las ofertas públicas de informar en el prospecto. La respuesta de nuestra ley fue hacer que la transmisión se realice manteniendo cifrada la identidad de los deudores y depositando la llave del II. Los fondos de titularización son patrimonios autónomos, pertenecientes, en régimen de comunidad colectiva, a una pluralidad de personas y se dividen en porciones representadas mediante valores mobiliarios, que se designan unidades de titularización. Los fondos de titularización pueden tener un patrimonio fijo o un patrimonio variable. En este último caso, el reglamento de gestión ha de prever la adquisición de nuevos créditos o la emisión de nuevas unidades de participación. La gestión de los fondos de titularización está en manos de sociedades gestoras de fondos, que han de llevar a cabo todas las acciones necesarias para la buena gestión del fondo, de acuerdo con criterios elevados de diligencia profesional. Las sociedades de titularización, a su vez, son sociedades financieras que adoptan la forma de sociedad anónima y sólo pueden financiarse a través de fondos propios o a través de la emisión de obligaciones. III. Merece destacar que el derecho portu- 11. En crítica implícita a la opción legislativa portuguesa, cfr TOMÉ, M.J./ CAMPOS, D. L., (1999), 14-15, 308-311 y passim; CAMPOS, D. L., (1999), 113-119. 41 RIMV Nº 1 / 2000 I N S código en la CMV M 12 . En caso de incumplimiento, los acreedores obligacionistas solicitarán el código a la CMVM, para poder hacer valer sus pretensiones crediticias. Hasta ahí, aparte de este momento patológico, queda preservado el secreto bancario en cuanto a los créditos cedidos. La divulgación de las características generales de los créditos –que, desde el punto de vista informativo, es el aspecto más relevante– se lleva a cabo sin revelar la identidad de los deudores, siendo por tal motivo lícita, a la luz del art. 80º, nº 2 de la Ley Bancaria. T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O privada. III. Las obligaciones titularizadas tienen mecanismos más complejos de autonomía patrimonial. En dichos casos, antes de la emisión se ha de destinar al reembolso del préstamo obligacionista (art. 47º, nº 2) una porción de créditos, en la medida en que fuere necesario, sobre los cuales recae un derecho crediticio preferente especial a favor de los titulares de obligaciones titularizadas (art. 49º). Hecho esto, los derechos de crédito, según lo dispuesto en el art. 48º, quedan sometidos al principio de segregación, por lo que no responderán por otras deudas del emisor hasta reembolso íntegro de la cuantía adeudada a los titulares de las obligaciones titularizadas (nº 1). La autonomía patrimonial de este lote de créditos, sin embargo, no es absoluta. De hecho, el derecho portugués no consagra el principio del limited recourse, según el cual sólo los créditos y sus correspondientes frutos afectos a la emisión responderían del reembolso de las obligaciones 14. El patrimonio de la sociedad de titularización responde del reembolso de las obligaciones titularizadas, como es principio general de nuestro derecho patrimonial privado (art. 601º CC). Asimismo, el remanente de los créditos afectos al reembolso de las obligaciones titularizadas sirve de garantía patrimonial para los acreedores comunes de la sociedad de titularización (art. 48º, nº 2). Por otra parte, es cierto que en una ejecución promovida contra la sociedad de titularización, el ejecutante sólo puede ignorar el derecho al remanente si prueba la insuficiencia de los demás bienes de la sociedad (art. 48º, nº 3). Se pone de manifiesto, por consiguiente, que el régimen portugués duplica la tutela patrimonial del titular de obligaciones titularizadas, que, como garantía de su crédito obligacionista, no sólo tiene un derecho crediticio preferente II. La emisión de unidades de titularización, que debe asumir necesariamente la forma de escrituras (art. 31º, nº 1)13, exige que se recabe previamente la autorización de la CMVM para constituir el fondo de titularización (art. 27º). El régimen de responsabilidad patrimonial para el reembolso de los créditos que sirven de situación jurídica subyacente a los valores mobiliarios es diferente, según se trate de unidades de titularización o de obligaciones titularizadas. Para los fondos de titularización, el reglamento de gestión ha de prever un amplio margen de sujeción del contenido de los derechos inherentes a las respectivas unidades de titularización. El art. 32º, nº 1, prevé que las unidades de titularización puedan otorgar, exclusiva o acumulativamente, el derecho al pago de rentas periódicas, el derecho al reembolso del valor nominal de las unidades de participación y el derecho a la cuota de liquidación, tras haber pagado las rentas periódicas y los gastos a cargo del fondo. Es cierto que se deja a un lado la responsabilidad de la sociedad gestora por demora o por incumplir los derechos de crédito que integran el patrimonio del fondo (art. 32º, nº 4). Mas, salvo este aspecto, el establecimiento del régimen de responsabilidad patrimonial del fondo y de los derechos de cada titular de unidades de titularización se confía a la autonomía 12. Cf. art. 48º, nº 1 y nº 4 y arts 48º y 49º del Reglamento de la CMVM nº 10/2000 (disponible en www.cmvm.pt). 13. Se trata de una limitación que surge como consecuencia del actual Código de los Valores Mobiliarios, que pone en igualdad la representación través de forma titulada y la representación través de forma escritural, y que se manifiesta en la libre convertibilidad de formas de representación de valores mobiliarios (arts. 49º y 50º del Código de los Valores Mobiliarios, aprobado por el DL nº 486/99, del 19 de Noviembre). 14. Sobre el principio del limited recourse, cfr. Inter alia RUCELLAI, C., (1999), 413/1. RIMV Nº 1 / 2000 42 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S FERRAN, E., (1992): Mortgage Securitisation. Legal Aspects, London/ Dublin/ Edinburgh, Butterworths. FERREIRA, A. (1998): Direito dos Valores Mobiliários. Sumários das lições, Lisboa, AAFDL. LEDERMAN, J. (ed.) (1990): The Handbook of AssetBacked Securities, New York. MATIAS, A. S., (1998): Titularização. Um Novo Instrumento Financeiro, en Revista de Direito Mercantil nº 112, 48-54. RUCELLAI, C., (1999): La legge sulla cartolarizzazione dei crediti, en Giurisprudenza Commerciale (Jul./ Ag. 1999), 413/I. TOMÉ, M.J./ CAMPOS, D. L., (1999): A Propriedade Fiduciária (Trust), Coimbra, Almedina. WOOD, P. R., (1995): Title Finance, Derivatives, Securitisations, Set-Off and Netting, London. especial sobre un conjunto adecuado de créditos, sino también el patrimonio general del emisor. La diversidad de tratamiento entre los acreedores obligacionistas y los acreedores comunes se entiende fácilmente, considerando el objeto único al que se dedican estas sociedades: la realización de las operaciones de titularización. BIBLIOGRAFÍA CÂMARA, P. (1997): “Emissão e subscrição de valores mobiliários”, en AA.VV., Direito dos Valores Mobiliários, Lisboa, Lex. CÂMARA, P. (1999): “A Operação de Titularização”, en A Titularização de Créditos, edición organizada por el Banco de Portugal, (no prelo); disponible en <http://www.fd.ul.pt/licenciatura/dvm.htm>. CAMPOS, D. L., (1999): A Titularização de Créditos (Securitização), en Revista Brasileira de Direito Comparado , nº 17, 113-119. 43 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O LA TITULIZACIÓN EN ARGENTINA Juan Carlos Veiga Profesor de Derecho Comercial. Universidad Nacional de Tucumán. República Argentina 1. FUNCIÓN Y DESARROLLO ECONÓMICO DE LA TITULIZACIÓN EN ARGENTINA ding” o descalce financiero producido por la toma de fondos a corto plazo y la financiación a mediano o largo plazo; posibilita la atomización del crédito; otorga la posibilidad de obtener una ganancia diferencial entre la tasa del crédito y el precio de la titulización, al transmitirse los activos; permite al inversor un contacto directo con el tomador de los fondos, sin intermediación y favorece el desarrollo de los mercados secundarios; permite al pequeño ahorrista el ingreso a inversiones sofisticadas; otorga al inversor la posibilidad de hacer líquido el título en el mercado, utilizarlo como instrumento de pago o de garantía. El desarrollo económico de la titulización en Argentina se inicia a partir de la última década del siglo XX, recibiendo con la sanción de la Ley 24441 un fuerte impulso que en la segunda mitad del año 1999 se ha visto frenado por causas de orden interno y externo. Hasta la sanción de la Ley 24441 los Fondos Comunes de Inversión (FCI) se desarrollaron con lenta evolución, como podemos apreciar en los siguientes indicadores de la actividad económica de los mismos, a partir de 1991 (cuadro 1). A continuación, señalaremos esquemáticamente cuáles son las funciones económicas que se reconocen a la titulización, traducida en beneficio para sus intervinientes y los efectos que produce en la economía: otorga liquidez a un activo ilíquido, otorgándole valor de mercado; genera un instrumento de menor riesgo y de plazos mayores que los activos que lo respaldan; transforma en ganancia presente, los flujos de fondos futuros; contribuye al desarrollo del mercado de capitales, suministrando nuevos títulos a la oferta pública, ampliando la capacidad y variedad de los portafolios de inversión y genera nueva actividad a los operadores del mercado; aísla y diversifica el riesgo, ya que sólo se califica el riesgo del título y de los activos que lo respaldan con independencia de la calificación del originante; disminuye los costos de financiamiento, ya que posibilita el acceso a fondos del mercado de capitales a un costo menor a las alternativas tradicionales de financiamiento; diversifica la oferta al inversor, al posibilitar reorganizar el flujo de caja de los activos y crear instrumentos de acuerdo a los requerimientos del inversor; las entidades financieras recuperan su capacidad prestable, afectada por la inmovilización de sus carteras a largo plazo conforme a las normas del Banco Central de la República Argentina sobre relación entre capital y endeudamiento; impulsa el crédito, ampliando la capacidad de negocios y con efecto multiplicador en la economía del país; disminuye el costo de las estructuras tradicionales ya que el aislamiento del crédito y las garantías que se adicionan (colaterales) reduce el riesgo del negocio, mejorando el rendimiento de los bancos; elimina el “gap fun- RIMV Nº 1 / 2000 2. REGULACIÓN JURÍDICA DE LA TITULIZACIÓN EN LA ARGENTINA La titulización, como método de financiamiento a mediano y largo plazo, va mas allá de la movilización de los créditos hipotecarios del sector inmobiliario y que tiene como eje los fondos comunes de créditos bancarios del cual surgen sus componentes: la sociedad de gestión, la sociedad depositaria de los créditos para los inversores, el paquete de créditos unificados y titulizados bajo forma de cuota partes de un 44 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Cuadro 1 Año Cantidad de fondos Patrimonio neto global Patrimonio netro promedio Variación promedio de la cuotaparte 1991 34 288.307 8.479,61 499,95 1992 1993 40 48 184.147 234.572 4.603,68 4.886,92 42,48 24,51 1994 86 389.420 4.528,14 15,95 condominio. Los fondos comunes de inversión son grandes inversores institucionales que canalizan la inversión de pequeños y medianos ahorristas en carteras diversificadas de activos. La subespecie de fondos comunes cerrados, con objetos especiales de inversión, exige un haber integrado por conjuntos análogos u homogéneos de activos o derechos creditorios. La Ley 24083 introdujo novedosamente en el derecho argentino los fondos cerrados, que aparecen como una excepción al principio que hasta entonces caracterizaba a los Fondos Comunes de Inversión: la posibilidad de variar permanentemente el número de cuotaparte. Los fondos cerrados presentan la ventaja de controlar un activo determinado y cierto, que posibilita independizar la toma de decisiones del imprevisible proceso de rescate y adición de recursos que caracteriza un fondo abierto. Esta ventaja o característica potencia su importancia en los fondos cuyo objeto de inversión son activos de baja liquidez o que pertenecen a mercados muy volátiles. El art. 78 de la Ley 24441 agregó a la Ley 24083, la posibilidad de que los fondos cerrados emitan certificados globales, de manera que puedan emitir cuotapartes escriturales, carturales o representadas mediante certificados globales. Las características del mismo son las siguientes: gobierno de las cuotapartes; los inversores carecen de derechos políticos, sin voz ni voto, no estando prevista la posibilidad de deliberación en asamblea de los participantes; el deber de información: el debido cumplimiento de esta obligación agilizará la operación jurídica y otorgará seguridad. La evolución y desarrollo de este deber se ha traducido en informes periódicos (mensuales, bimestrales o trimestrales) a los inversores, acerca del comportamiento de los créditos comprometidos; los derechos de los inversores. La función esencial es la movilidad y la cotización en Bolsa impone la colocación pública. En la práctica lo que el Fondo distribuye son beneficios y no intereses o dividendos. La titulización ha sido objeto de estudio en la mayoría de los países desarrollados como una operación bancaria. Desde una visión contractualista y proyectada a su desarrollo en los mercados, puede concebirse como una operación bursátil. La normativa del mercado de capitales como hemos dicho había previsto en la ley 24083 del 18/6/92, la creación de fondos comunes para movilizar títulos bursátiles, sobre un esquema similar al de los Fondos Comunes de Créditos del derecho francés. Esta ley se constituyó en el sostén jurídico de los fondos comunes de inversión. Algunos autores sostienen que el embrión jurídico para la titulización en la Argentina, lo constituye el art. 23 de la Ley 21.526 de Entidades Financieras que en su art. 23 autoriza a los bancos hipotecarios a emitir obligaciones hipotecarias. Sin embargo es la resolución General 237 de la Comisión Nacional de Valores, dictada sobre la base del art.15 del Dto.147/93 reglamentario de la referida ley 24083, la que introduce la securitización en la Argentina. Este primer marco normativo especifico reguló los fondos comunes de inversión y ante la ausencia de normas que posibilitan la creación de vehículos, se valió de un instituto que llevaba mas de treinta años vigentes en el país. La experiencia del buen funcionamiento en el mercado francés llevó a la Comisión Nacional de Valores, organismo de fiscalización, a impulsar la sanción de una normativa que permitiera adaptar nuestras instituciones al mecanismo de titulización y que ya desarrollaban en América Latina Chile y Colombia. La ley 24441 plasmó esa iniciativa y posibilitó la adecuación de la Resolución 237 de la CNV que fue derogada en 1997, quedando regulado bajo la nueva resolución general 290. Los Fondos Comunes Cerrados de Crédito son fondos constituidos con una cantidad máxima de cuotas partes, las que una vez colocadas 45 RIMV Nº 1 / 2000 I N S no podrán ser rescatadas hasta la disolución del fondo o finalización del plan de inversiones determinado en el reglamento de gestión. Las cuotas partes de este tipo de fondos puede ser autorizada la oferta pública. Son fondos con objeto especial de inversión: activos financieros. La distinción entre cuotaparte de copropiedad y renta estaba ya prevista por la Resolución General de la C.N.V que reguló los F.C.C.D.C. Finalmente el 16/1/95 se publicó en el Boletín oficial de la Nación, la ley 24441 que trata sobre el financiamiento de la vivienda y la construcción y bosqueja tres esquemas de securitización: el primero bajo el fideicomiso; el segundo la letra hipotecaria y el tercero: el fondo común de créditos, mecánica de titularización en sentido estricto. La ley 24.441 posibilita la creación de fondos de inversión en activos reales, los que -a diferencia de la figura tradicional de F.C.I- importan la aptitud de participación directa del ahorrista o inversor en la financiación de la actividad productiva. Esta categoría de fondos de inversión, aunque recién introducida por la Ley 24441, contaba con antecedentes legislativos y un interesante desarrollo privado en el sector agropecuario, con patrimonios gestionados de aproximadamente US$ 20.000.000. A partir del 1 de Agosto de 1997 rige la Resolución 290 de la Comisión Nacional de Valores que modificó y ordenó los textos de toda la normativa sobre la materia, derogando las Resoluciones 271/95 y la 237/87. Hasta el dictado de la ley 24441 la doctrina no se había mostrado unificada frente a la problemática de la viabilidad de la titulización en la Argentina. Así Estoup puntualiza que el certificado del fondo común de inversión (en el marco de la ley 24083) carecía de la calidad de título autónomo que la estructura del securitie exige. Sostiene dicho autor que el certificado puede representar mas de una cuota parte, reduciendo su valor práctico al de una mera constancia de compra y así el certificado emitido por un fondo de inversión no tiene casi autonomía pues debe ajustarse a una fluctuación bursátil de los valores que representa. Los certificados por sí no significan una operación “titulizadora”, es decir, creadora de un nuevo instrumento de cambio. Este autor analiza luego a las obligaciones negociables (Ley 23962) que desde el aspecto de su presentación formal en el mercado se asemejan a los securities: ambos cotizan en mercados secundario, ambos son revisados y calificados, sometidos a técnicas de control y RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O ambos representan un producto autónomo financiero. Pero la obligación negociable es título de endeudamiento privado directo mientras los securities son instrumentos de refinanciemiento y de empréstito indirecto. El respaldo real material de aquellas es el capital social y un determinado giro comercial, mientras que en los segundos se constata la existencia de un pool de créditos. Coincide con este último enfoque la autorizada opinión de Highton- Mosset IturraspePaolantonio-Rivera que consideran que la emisión de deuda convencional mediante obligaciones negociables se excluye de la securitización en sentido estricto pero podrían ser securitizadas mediante la utilización de técnicas bursátiles (Reformas al D .Privado pág.60). Nuestro sistema jurídico no era el más apto para hacer viable procesos de securitización de activos en escala. La rigidez de nuestra estructura legal, el atraso normativo y la multiplicidad de fórmulas y trámites dificultaba el proceso de titulización hasta la llegada de la ley 24441. Las dificultades que la estructura jurídica presentaba afectaban principalmente tres etapas del proceso de titulización: la transmisión de los créditos; la aptitud de los vehículos existentes; barreras fiscales. El camino hacia una titulización “pura” requiere regulaciones que permitan la rápida circulación de los activos, con economía de medios y costos, un marco de confiabilidad para el inversor y la inexistencia (relativa) del riesgo. La ley 24441 y la Resolución 290 de la Comisión Nacional de Valores han proporcionado ese marco normativo. 3. ESTRUCTURA JURÍDICA DE LA TITULIZACIÓN EN ARGENTINA En Argentina, la titulización encuentra viabilidad jurídica a través de dos estructuras: a) fondos comunes de inversión, mediante la subespecie de Fondos Comunes Cerrados de Créditos y b) el fideicomiso financiero. El proceso de titulización reconoce como principios fundamentales, la seguridad jurídica y la defensa de la fe pública. La primera está garantizada por la existencia de un patrimonio separado que contiene los activos aislados y que asegurarán los fondos para atender las obligaciones que surgen de la emisión de títulos valores. 46 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Los Fondos Comunes y el Fideicomiso Financiero tienen numerosos puntos de contacto y están expresamente relacionados por la ley 24441, que introdujo modificaciones a la mencionada Ley 24083. Cualquiera de las dos estructuras jurídicas que se utilicen para el proceso de titulización reconocen la subordinación a las normas de la Comisión Nacional de Valores, contenidas en la Resolución 290. Los Fondos Comunes de Inversión como mecanismo de inversión colectiva surgen a partir de 1946, al desaparecer las cédulas hipotecarias como uno de los efectos de la reforma bancaria de aquel año. La ley 24083 fortaleció a los Fondos, como grandes inversores institucionales al permitir la mayor dispersidad de activos en los que la sociedad gerente puede canalizar la inversión de los cuentapartistas. La estructura de estos inversores institucionales es de base contractual, incorporándose así al sistema los aportes constituyendo una masa independiente, convirtiéndose en una copropiedad indivisa, en la que la dirección, representación y gestión recae en una sociedad llamada “gerente” y la guarda y depósito de valores que integran la cartera en otra sociedad, llamada “depositaria”. La estructura concebida respondió adecuadamente en la crisis bancaria de los años setenta y comienzos de los ochenta, cuando los ahorristas de los Fondos no sufrieron perjuicio ya que los bancos liquidados transfirieron la cartera que tenían por cuenta del Fondo, a otro depositario garantizando la continuidad sin consecuencias para los participantes. La explicación técnica repara en que los bienes en los cuales invierte el Fondo, constituyen una mera cuenta de orden, no integrando el activo de la depositaria ni de la gerente y por tanto no entran en la masa de la liquidación o quiebra. Jurídicamente los Fondos son “híbridos” en el derecho argentino, ya que no son personas jurídicas sino un “haber” separado del que hay varios copropietarios respecto de los beneficios, resultados y liquidación que son los tenedores de las cuotapartes. La doctrina señala que los bienes que integran los fondos de inversión contractuales, constituyen una masa de bienes indivisos, de la cual la gestión reviste el carácter de común, propia de toda inversión que exterioriza la situación jurídica de una o varias personas titulares de un derecho sobre un mismo bien o sobre un conjuntos de bienes, sin que exista división material de sus cuota partes. El certificado que les confiere la titularidad de la copropiedad de una indivisión patrimonial, S otorga el derecho a los cuotapartistas, y se califica el derecho de los mismos como derecho de condominio sujeto a las reglas específicas de los Fondos Comunes de Inversión y al patrimonio del Fondo como un patrimonio especial colectivo de los inversores. Estos fondos no constituyen sociedades, son creaciones jurídicas de contenido económico dotados de una diversificación exigida por la ley para atenuar el riesgo de la inversión. El Fondo nace de la decisión conjunta de dos sociedades que constituirán los órganos del Fondo: la sociedad gerente y la sociedad depositaria. Los órganos del Fondo suscribirán un reglamento de gestión, que se constituirán en la ley del Fondo donde se establecerán los derechos y obligaciones de los suscriptores originarios y la de los cuotapartistas que ingresaran mediante una adhesión al contrato que estructura el Fondo y regula las relaciones entre los órganos del mismo, entre estos y los cuotapartistas, las condiciones de la cartera, el término de duración, comisiones a pagar, honorarios de los órganos y las condiciones de la liquidación y distribución del Fondo. La resolución 290 de la CNV contempla que los Fondos Comunes de Inversión podrán ser: Fondos Comunes abiertos; Fondos Comunes Cerrados; Fondos Comunes Cerrados de Créditos; Fondos comunes de dinero. Los FCCC nos interesan como instrumento con viabilidad para la titulización, al exigirles la reglamentación un objeto especial de inversión e integrado por conjuntos homogéneos o análogos de activos o derechos creditorios, con o sin garantías, transmitidos a título onerosos. De esta manera se admite como objeto de inversión del fondo, distintos activos: créditos derivados de leasing, tarjetas de créditos, facturas, cheques diferidos, inmuebles. La reglamentación dispone la indivisibilidad del haber y que los activos se afectaran íntegramente al pago de las cuotapartes emitidas y al pago de los gastos relativos a la gestión del fondo. Se admite la enajenación de los activos o créditos que integran el haber del fondo, con las limitaciones y en las condiciones fijadas en el reglamento de gestión. Las cuotapartes podrán ser de condominio o de renta, deberán contar por lo menos con dos calificaciones de riesgo y deberán contener las exigencias comunes del certificado de copropiedad de los fondos comunes abiertos y en caso de existir, enunciar las garantías otorgadas por terceros. La naturaleza de las cuotapartes no está 47 RIMV Nº 1 / 2000 I N S definida en nuestro derecho y al posibilitarse la instrumentación del derecho de participación de los cuotapartistas mediante un certificado (representación material) o mediante vía escritural (cuentas a nombre del titular) permite sostener que se trata de un título-valor causal que otorga al titular de los mismos derecho a determinada fracción en la distribución de la renta proveniente de los activos que integran el haber del Fondo y solicitar el rescate en el tiempo y forma previsto en el reglamento de gestión y en el prospecto de emisión. Reglamenta el contenido del prospecto de emisión, fija las obligaciones de la sociedad gerente y de la sociedad depositaria como órganos del fondo y determina el contenido del reglamento de gestión de los FCCC. La ley 24441 en su Título I legisla sobre el contrato de fideicomiso y como especie del mismo, el fideicomiso financiero destinado al ámbito de la oferta pública y convertir al mismo en un vehículo con aptitud para la titulización. En efectos tenemos en cuenta el esquema de la titulización, el fideicomiso financiero es vehículo apto para el lanzamiento de títulos valores generados en un proceso de titulización de activos y destinados al público inversor. Los activos que el fiduciante transmite al fiduciario, constituirán como bienes fideicomitidos, un patrimonio separado, independiente, afectado solamente al cumplimiento de los fines contractualmente fijados. Dicho patrimonio de afectación que la ley consagra apartándose del principio romanista de patrimonio único para cada persona, estará exento de las acciones singulares o universales que pudieren intentar los acreedores del ficuciante o del fiduciario. La ley acota la figura del fiduciario solamente a las personas jurídicas y entidades financieras, buscando profesionalidad e idoneidad que garanticen el correcto manejo de los bienes fideicomitidos y que permitirán la aceptación en un proceso de titulización donde la transparencia es valor esencial. La ley ha previsto que la fiduciaria emita títulos valores que pueden ser: certificados de participación o títulos representativos de deuda.- Los certificados de participación marcan un punto de contacto importante con los fondos comunes de inversión por su similitud con las cuotaspartes de aquellos mientras que los títulos de deuda se asimilan a las obligaciones negociables. Pero no solo la creación de un patrimonio de afectación ha constituido un cambio sustancial en el derecho nacional; también el régimen RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O de la cesión de créditos, cuando hay pluralidad de derechos cedidos y éstos se ceden como componente de una cartera de créditos, ha debido ser modificado para posibilitar que la cesión de derechos del fiduciante al fiduciario se pueda efectuar en un acto único, con individualización del crédito por monto, plazo, intereses y garantías, prescindiéndose de la notificación al deudor cedido como forma de facilitar el proceso de titulización, disminuyendo el costo operativo del mismo. Finalmente se modifica los efectos de la cesión al disponer que sólo subsistirán contra el cesionario, la excepción fundada en la invalidez de la relación crediticia o el pago documentado anterior a la fecha. El fideicomiso financiero es jurídicamente un vehículo apto y seguro garantizado por el procedimiento de aprobación de la Comisión Nacional de Valores, a quien la ley 24441 confiriera el poder de reglamentación y lo hiciera a través de la ya mencionada Resolución 290 (Libro III Fideicomiso) que otorga el marco de transparencia que el mercado requiere y permite el financiamiento a menor costo, mejora la cartera de clientes de las entidades financieras, favorece el ingreso de inversores extranjeros y excluye la aplicación de la ley concursal para el caso de insuficiencia del patrimonio fideicomitido, concediendo a los titulares de los títulos y certificados, la posibilidad resolver en asamblea el mecanismo de administración y liquidación del fideicomiso. 4. FUNCIONAMIENTO DE LA TITULIZACIÓN El análisis de la evolución de la titulización en la Argentina en transacciones estructuradas nos muestra los siguientes datos: a) Los créditos titulizados o activos subyacentes han procedido de las siguientes fuentes: recibos de pasajes aéreos pagados mediante tarjetas de crédito, exportaciones futuras en general y de aluminio en particular, ventas futuras de petróleo, regadías de petróleo y de gas, contribuciones impositivas a los propietarios de inmuebles beneficiados por obras de infraestructura, hipotecas, préstamos en general, préstamos personales en particular, pagarés y cheques de pago diferido en dólares, convenios de flujos celebrados con entidades financieras, contratos de swap, títulos públicos del Gobierno Argentino, etc. 48 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S 5. CONCLUSIONES b) Han actuado como vehículos de titulización fondos comunes de inversión y fideicomisos financieros respecto de los cuales han operado como fiduciarios entidades bancarias multinacionales mediante sus sucursales en Argentina (así, por ejemplo, el First Trust Of New York o HSBC BANK). En otras ocasiones han actuado como emisores entidades públicas (así, por ejemplo, la Municipalidad de San Carlos de Bariloche o de Guaymallen de la provincia de Mendoza) o Corporaciones privadas (como Aluar Aluminio Argentino, S.A.I.C., Molinos Río Plata, S.A., YPF, S.A., etc.). La titulización en la Argentina ha iniciado su desarrollo a partir del cambio de política económica operado desde el inicio de la década del noventa, que entre otras grandes transformaciones, habilitó la incorporación del instrumentos financieros que le permiten insertarse en la globalización de las finanzas. No obstante, debe aún superar la dificultad mayor que dignifica un mercado de capitales de escaso volumen y cuya tendencia en los últimos meses ha sido decreciente. La implementación del fideicomiso financiero en nuestro sistema legal abre la posibilidad de utilizarlo con finalidades distintas, desde la declamada activación del mercado inmobiliario, a través de la construcción masiva de unidades de vivienda mediante la titulización hasta la generación de mercados secundarios que canalicen los ahorros hacia inversiones con fines productivos. La regulación legal pergeñada garantiza al inversor la necesaria transparencia y las ventajas impositivas que concede buscan atraer capitales externos en una coyuntura económica de extrema dificultad. El fideicomiso financiero ha sido diseñado desde la experiencia anglosajona adaptado a un sistema jurídico de raíz distinta, que saludablemente se ha flexibilizado para posibilitar un instrumento jurídico apto y que otorga seguridad jurídica a quienes lo utilizan. c) Los valores emitidos como pasivo en las operaciones de titulización han sido títulos de deuda, obligaciones negociables, garantizadas en determinados casos por cobranzas de exportaciones, valores públicos, certificados de participación, cédulas hipotecarias, títulos de deuda hipotecarios, títulos de obras públicas municipales, etc. d) Los plazos de amortización de los valores emitidos con cargos a las operaciones de titulización han variado notablemente desde un mínimo de tres años hasta máximos de quince años. Veamos también, reflejados en cifras los fideicomisos financieros constituidos a partir de la Ley 24441, es decir desde 1995 hasta Octubre de 1999 (cuadro 2). Cuadro 2 Tipo de créditos • • • • • • Cantidad Hipotecarios Prendarios Consumo Cheques pago diferido Comerciales Públicos –De Flujos de Fondos –Inmobiliarios –De Participaciones Empresarias –Forestales –Derivados (Estructurados) Monto Colocado Total (a Octubre 1999) Monto (miles u$s) 10 12 17 3 4 2 1 3 361.699 88.886 475.541 32.570 130.579 68.160 8.000 27.154 1 1 15.000 21.400 19 553.072 2.335.133 49 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O LA TITULIZACIÓN DE ACTIVOS EN EL PERÚ Comisión Nacional Supervisora de Empresas y Valores (CONASEV) LA TITULIZACIÓN DE ACTIVOS EN EL PERÚ estándares internacionales y alentando la creación de nuevos mecanismos para canalizar el ahorro a las actividades productivas. Precisamente, entre las principales innovaciones incorporadas en el Decreto Legislativo N° 861 se encuentra la figura de la titulización de activos 1, mecanismo mediante el cual un conjunto de activos, con flujos de caja predecibles y verificables, constituyen un patrimonio de propósito exclusivo que sirve de respaldo en la emisión de valores negociables a ser colocados en los mercados de valores a través de oferta pública o privada 2 . Las ventajas perseguidas con su regulación han sido dotar al mercado de un marco normativo moderno acorde con los principales estándares internacionales que contribuyan a promover el proceso de ahorro-inversión en la economía. El proceso de titulación permite, por ejemplo, a empresas bancarias y financieras ser originadoras de procesos de titulización sobre sus cuentas por cobrar derivadas de préstamos sobre vivienda, automóviles y tarjetas de crédito; a compañías de servicios, como las de teléfono, luz, agua, etc. ser originadoras, dentro de un esquema de titulización de sus cuentas por cobrar de dichos servicios. Si bien los procesos de titulización presentan un desarrollo reciente, consideramos de suma importancia dar a conocer a través de este artículo los principales avances experimentados en términos de legislación, así como describir el alcance de los procesos experimentados en nuestro mercado. I. ANTECENDENTES El mercado de valores en el Perú ha experimentado durante la última década un importante desarrollo, sustentado en la aplicación de las reformas estructurales que orientaron a la economía peruana hacia el libre mercado, la consecución de la estabilidad macroeconómica, el trato equitativo a los inversionistas nacionales y extranjeros, y la promulgación de normas legales y tributarias adecuadas para el desarrollo del mercado en un contexto de transparencia y modernidad. En el aspecto normativo, fue de particular importancia la promulgación de la Ley del Mercado de Valores, Decreto Legislativo N° 755 (1991), la cual sentó las bases para el posterior desarrollo del mercado. Dicha norma fortaleció los mecanismos de revelación de información en el mercado de valores y reguló por primera vez a instituciones que llegarían a asumir un rol estratégico, tales como los fondos mutuos de inversión en valores y las empresas clasificadoras de riesgo. Posteriormente, con el fin de perfeccionar los mecanismos introducidos por la referida Ley, se promulgó en noviembre de 1996 el Decreto Legislativo N° 861, Ley del Mercado de Valores, y el D.L. N° 862, Ley de Fondos de Inversión y sus Sociedades Administradoras, permitiendo la adecuación a la regulación a 1. Reglamento de los Procesos de Titulización de Activos: Resolución CONASEV nº 001-97-EF/94.10. 2. La Ley de Mercado de Valores ha contemplado que la constitución del Patrimonio de Propósito Exclusivo pueda ser operado a través de dos esquemas: a) Patrimonios Fideicomitidos, mediante fideicomisos de titulización, y b) Patrimonios de Sociedades de Propósito Especial. RIMV Nº 1 / 2000 50 D E M E R C A D O S D E V A L O R E II. MARCO LEGAL DEL PROCESO DE TITULIZACIÓN DE ACTIVOS EN EL PERÚ monios fideicomitidos mediante fideicomisos de titulización y patrimonios de sociedades de propósito especial; quedando abierta la posibilidad, en la Ley, para otras formas pendientes de regulación. El marco normativo para el desarrollo de la titulización en el mercado peruano se dio a partir de la promulgación, el 22 de octubre de 1996, mediante la promulgación de la Ley del Mercado de Valores, Decreto Legislativo nº 861. Antes de la aparición de dicha Ley, la legislación contemplaba la figura del fideicomiso en la antigua Ley General de Instituciones Bancarias, Financieras y de Seguros 3, Decreto Legislativo nº 770, y, por otro lado, la Ley General de Sociedades 4 no era opuesta a la eventual constitución de una sociedad cuyo objeto social exclusivo fuese la adquisición de determinados activos y la emisión de valores mobiliarios, respaldados en los flujos generados por dichos activos. Sin embargo, en dicha legislación, la figura del fideicomiso no se encontraba claramente determinada en la medida que los activos del mismo se encontraban en un patrimonio independiente (aunque sí se establecía la separación de los activos del patrimonio del originador), o se confundían con los demás activos del patrimonio o de la persona que los adquiría en fideicomiso. Asimismo, no existía norma que contemplara la emisión de valores mobiliarios con el respaldo de un fideicomiso, únicamente. Por otro lado, la Ley General de Sociedades exigía pluralidad de accionistas para la constitución de las mismas y capital mínimo, bajo el entendimiento que éstas se constituían para llevar a cabo una actividad económica y no para servir como un separador de activos. En este contexto se dio la nueva Ley del Mercado de Valores 861 y su consiguiente Reglamento de los Procesos de Titulización de Activos 5, estableciendo, como innovación en la legislación peruana, el concepto de los Patrimonios de Propósito Exclusivo, la emisión de valores mobiliarios respaldados únicamente por dichos patrimonios, así como la titulización de activos como mecanismo de financiamiento e inversión. Estos Patrimonios de Propósito Exclusivo adoptan, actualmente, dos formas legales: patri- 3. Orgánica 4. 5. S Fideicomisos de Titulización El fideicomiso de titulización es una relación jurídica por la cual el originador (fideicomitente) transfiere activos en fideicomiso a otra persona, denominada Sociedad Titulizadora (fiduciario) para la constitución de un patrimonio fideicomitido. Este patrimonio se encuentra sujeto al dominio fiduciario de la Sociedad Titulizadora y afecto al cumplimiento de un fin específico, el cual consiste en respaldar el pago de los derechos conferidos a los titulares de valores emitidos con cargo a dicho patrimonio, en favor del originador o de los terceros inversionistas (fideicomisarios). El patrimonio fideicomitido o fideicomiso de titulización es distinto al patrimonio de la Sociedad Titulizadora, del originador, o de los inversionistas y, en su caso, del destinatario de los bienes remanentes. Los activos que conforman el patrimonio autónomo fideicomitido no generan cargos al patrimonio efectivo correspondiente de la sociedad titulizadora, salvo el caso que por resolución jurisdiccional se le hubiera asignado responsabilidad por mala administración, y por el importe de los correspondientes daños y perjuicios. Una vez celebrado el contrato de fideicomiso, y cuando los valores mobiliarios a emitir serán objeto de oferta pública, se deberán cumplir ciertas formalidades, como la inscripción de dicho contrato de fideicomiso en los Registros Públicos, en forma similar a un contrato para la emisión de obligaciones. Asimismo, se deberá cumplir con las formalidades exigibles para la transferencia efectiva de los activos, las que dependerán de la clase de activos que se están transfiriendo. En caso de que se trate de una cartera de créditos, existe la posibilidad de perfeccionar su transferencia (lo cual es mandato del Código Civil) mediante la publicación de un aviso. Reemplazada, en diciembre de 1996, por la Ley General del Sistema Financiero y del Sistema de Seguros y de la Superintendencia de Banca y Seguros, Ley nº 26.702. Sustituida, en diciembre de 1997, por la Ley nº 26.887, actual Ley General de Sociedades. Resolución CONASEV nº 001-97-EF/94.10, publicada el 9 de enero de 1997. 51 RIMV Nº 1 / 2000 I N S Los tipos de activos susceptibles de ser titulizados (para oferta pública) a través de patrimonios fideicomitidos son todos, con la excepción de los embargados y, en general, los sujetos a litigio. Los valores a emitir pueden otorgar un derecho de crédito a ser cancelado exclusivamente con los activos titulizados, un derecho a participar en el flujo de efectivo generado por ellos, o una combinación de ambos derechos. Su emisión puede corresponder a la sociedad titulizadora, o a un tercero en el caso de valores representativos de un derecho de crédito, ello dependerá de lo que se hubiere pactado. En este último caso el originador tiene la posibilidad de utilizar su nombre mas no su patrimonio para la emisión de los valores, lo cual debe hacerse con el conocimiento de los inversionistas. Si los valores mobiliarios generados son emitidos por oferta pública, tales valores deberán estar inscritos en el Registro Público del Mercado de Valores de la CONASEV, para lo cual se deberá presentar toda la documentación relevante y lo que será el prospecto informativo de colocación, como en cualquier oferta pública tradicional. Es también posible estructurar un programa de emisión de estos valores e inscribirlo para acelerar el proceso de emisión de valores. Una vez colocados los valores, la sociedad titulizadora remite los recursos obtenidos al originador. En adelante, la sociedad titulizadora se encargará de recibir el flujo de efectivo generado por los activos titulizados, lo que puede ser también delegado (si el contrato lo permite) a una entidad especializada denominada servidor, que se encargará de hacer los pagos a los inversionistas. Asimismo, el originador también puede encargarse de la cobranza de los activos titulizados. Los inversionistas o fideicomisarios se reúnen en juntas para adoptar las decisiones que les competen, y puede otorgarse a ellos, en el contrato de fideicomiso, el derecho a remover a la Sociedad Titulizadora del dominio fiduciario sobre el patrimonio fideicomitido, si no cumple con las funciones u obligaciones que le son propias. Una vez pagados los derechos contenidos en los valores respaldados por el patrimonio autónomo, éste se extingue, si no se hubiere establecido cosa distinta y lo que hubiere quedado como remanente es entregado a la perso- T I T U T O I B E R O A Nº 1 / 2000 E R I C A N O na que se hubiere designado, en el contrato de fideicomiso, como su destinatario. Asimismo, debe señalarse que la Sociedad Titulizadora tiene también la opción de adquirir activos de terceras personas y formar ella misma, mediante acto unilateral, el patrimonio autónomo contra el cual emitirá los valores mobiliarios. Sociedad de Propósito Especial La titulización de activos a través del patrimonio de una sociedad de propósito especial, implica que el originador, o una tercera persona en interés de éste, constituya una sociedad anónima. A dicho efecto, la Ley del Mercado de Valores exime a estas sociedades de la pluralidad mínima de socios 6 exigida por la Ley General de Sociedades, y al constituirla, limita el objeto social de la misma a adquirir esencialmente activos crediticios y a emitir valores mobiliarios con el respaldo de su patrimonio. De este modo, los administradores de la sociedad deberán sujetar su actuación al cumplimiento del objeto social y no podrán incurrir en otras actividades; limitando, en gran medida, el riesgo, para la sociedad, de caer en insolvencia por factores ajenos a la estructura propia de titulización. Una vez constituida esta nueva sociedad, denominada sociedad de propósito especial, el originador adquiere los activos a titulizar, que serán los únicos que integrarán su patrimonio, además de los mínimos necesarios para su funcionamiento, sin que ello signifique crear una nueva modalidad societaria. Como parte del proceso, la sociedad emite los valores mobiliarios que se hubiera determinado emitir, pudiendo ser éstos acciones comunes, acciones preferentes, bonos, bonos convertibles, instrumentos de corto plazo, etc. De igual forma, si la sociedad constituida pretende efectuar la colocación de sus valores por oferta pública, deberá efectuar el trámite correspondiente ante la CONASEV; que es, en líneas generales, similar al establecido para el resto de sociedades anónimas. Luego, los recursos obtenidos por la colocación de los valores serán transferidos al originador. Las reglas entre la sociedad y los inversionistas serán aquellas que correspondan a los 6. En la actualidad son dos, pero en el momento de establecerse la exoneración eran tres. RIMV M 52 D E M E R C A D O S D E V A L O R E valores emitidos. Así, la sociedad se encargará de pagar los intereses y el principal, según se hubiere pactado, en el caso de emisión de bonos u otros valores que representen un derecho de crédito, o decidirá acerca de la repartición de dividendos si se hubieren emitido valores accionarios. Una vez efectuada la cancelación de los derechos contenidos en los valores emitidos, se puede proceder a efectuar una nueva emisión; si así se hubiere establecido en los estatutos de la sociedad o por acuerdo de sus órganos competentes, y una vez cumplidas las condiciones pactadas. S balance del fideicomitente para todo efecto tributario. En concordancia con lo anterior, la Ley del Impuesto General a las Ventas (IGV) considera que la transferencia fiduciaria y la devolución del remanente, cuando se extingue el patrimonio, no se consideran venta y por tanto se encuentran inafectos de dicho impuesto; sin embargo, mantienen el crédito fiscal generado, en el momento de su adquisición, por los activos que le corresponden. En cuanto a las Sociedades de Propósito Especial, las normas tributarias no han establecido ninguna disposición específica y, por tanto, se encuentran sujetas al régimen general de los impuestos antes tratados. Es decir, deben tributar como cualquier sociedad anónima que ejerce una actividad económica; esto ha dado lugar a que no sean elegibles como un vehículo de titulización competitivo con el fideicomiso de titulización. En general, para que pueda ser viable un proceso de titulización, es necesario que el vehículo para la autonomización del patrimonio sea totalmente transparente a la tributación; es decir, los impuestos no deberían afectarlo en modo alguno, por cuanto deben ser sólo conductos. Si esto no es así, es realmente difícil que la titulización pueda ser ventajosa, incluso frente a los mecanismos tradicionales de financiamiento e inversión. Aspectos Tributarios de la Titulización en el Perú En la Ley del Impuesto a la Renta y la Ley del Impuesto General a las Ventas, sólo se han considerado los procesos de titulización que se desarrollan a través de fideicomisos. En ese sentido, la Ley del Impuesto a la Renta considera a los patrimonios autónomos sujetos de tributación en tanto son tratados como personas jurídicas. Por tanto, los gastos en que incurran (por ejemplo pago de intereses) pueden ser deducibles de sus ingresos brutos; ésta sería la razón por la cual, hasta el momento, sólo se han emitido valores representativos de deuda en los procesos de titulización habidos. La misma Ley establece que las transferencias fiduciarias no se consideran transferencias reales plenas, disponiendo que el valor de los activos transferidos en fideicomiso a la Sociedad Titulizadora, se mantenga en el III. EVOLUCIÓN DEL PROCESO DE TITULIZACIÓN EN EL PERÚ En relación con el tamaño del mercado de valores de oferta pública en el país, observa- Cuadro 1 B ONOS DEL SECTOR PRIVADO VIGENTES AL CIERRE DEL PERÍODO (EN MILLONES DE US$) Bonos Dic 1993 Dic 1994 Dic 1995 Dic 1996 Dic 1997 Dic 1998 Dic 1999 142 202 291 371 450 679 768 Subordinados – 33 96 211 283 312 276 Corporativos De titulización 12 – 89 – 208 – 472 – 699 – 782 15 813 39 154 324 595 1.054 1.432 1.788 1.896 4.581 3,4% 6.333 5,1% 8.546 7,0% 11.266 9,4% 14.164 10,1% 14.916 12,0% 14.347 13,2% Arrend. Financiero TOTAL Crédito al sector privado % 53 RIMV Nº 1 / 2000 I N S mos que la titulización de valores viene mostrando un comportamiento favorable, aunque aún bastante reducido respecto de las ofertas públicas de bonos realizadas por el sector privado. Como se observa, en el cuadro nº 1 las titulizaciones en el país sólo representaron el 0,8% del monto total en circulación de bonos colocados a diciembre de 1998, y el 2% a diciembre de 1999. Son siete las sociedades titulizadoras inscritas en el Registro Público del Mercado de Valores7. Tal y como se observa en el cuadro siguiente, la mayoría de las sociedades titulizadoras pertenece en su totalidad a empresas bancarias, con excepción de Trust Sociedad Titulizadora, cuyo accionista es una Sociedad Agente de Bolsa. Conforme a la Ley del Mercado de Valores, el capital social mínimo actualizado a la fecha equivale a S/. 974.093,08 (aprox. US$ 278 mil). A la fecha se han colocado mediante oferta pública cuatro emisiones de valores titulizados en el mercado local, equivalente a un monto total de US$ 65.150.000. De las siete Sociedades Titulizadoras que cuentan con autorización de funcionamiento, sólo tres de ellas han realizado operaciones. En total se han realizado cuatro procesos de titulización por oferta pública, en uno de los cuales abunda- T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O remos por ser un esquema novedoso en nuestro medio. En el Anexo 1, se trata la experiencia de un programa de titulización sobre el flujo derivado de obligaciones futuras, lo que ha ocasionado que la empresa originadora establezca un esquema de reducción de riesgo en el que lo importante no es sólo garantizar el flujo de dinero para el pago del bono, sino también que se garantice que la relación deudor - acreedor permanezca en el tiempo, mediante la subsistencia de la empresa y de sus clientes. Por otro lado, otro programa innovador se encuentra en evaluación. Se trata de una titulización originada por Citibank N.A. Sucursal de Lima, consistente en la emisión de bonos por oferta pública hasta por US$ 100 millones respaldados por el patrimonio en fideicomiso, el cual está constituido por inversiones sobre Bonos Brady. La característica principal de esta emisión consiste en que estos bonos serán de tipo cupón cero, emitidos en dólares con un plazo de vencimiento de hasta 17 años. Emisiones Privadas de Titulización en el Perú Conforme a la normativa existente, se pueden realizar ofertas de valores de titulización de Cuadro 2 S OCIEDADES TITULIZADORAS Sociedad Titulizadora Fecha de inscripción Grupo Económico Capital (en soles) 8 Citicorp Perú Sociedad Titulizadora S.A. 23/10/97 Citibank 2.247.282 Progreso S.A. Sociedad Titulizadora Creditítulos Sociedad Titulizadora S.A. 31/12/97 12/02/98 Banco de Progreso Banco de Crédito 1.470.000 10.421.840 Continental Sociedad Titulizadora S.A. 01/03/99 Banco Continental 1.000.000 Trust Sociedad Titulizadora S.A. Wiese Sociedad Titulizadora S.A. 10/03/99 24/03/99 Argenta SAB. 9 Banco Wiese Sudameris 06/10/99 Interbank 500.000 21.763.722 Internacional de Títulos Sociedad Titulizadora S.A. 1.500.000 Fuente: CONASEV 7. El Registro Público del Mercado de Valores es aquel en el cual se inscriben los valores, los programas de emisión de valores, los fondos mutuos, fondos de inversión y los participantes del mercado de valores conforme a la Ley del Mercado de Valores, Decreto Legislativo nº 861, y sus respectivos Reglamentos, con la finalidad de poner a disposición del público la información necesaria para la toma de decisiones de los inversionistas y lograr la transparencia en el mercado. 8. Tipo de cambio a S/. 3, 498 soles por US dólares. 9. Para el caso de Trust Sociedad Titulizadora S.A., el capital mínimo exigido por Ley es de S/.400 000, por tratarse de una subsidiaria de una Sociedad Agente de Bolsa (SAB). RIMV Nº 1 / 2000 54 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Cuadro 3 PROCESOS DE TITULIZACIÓN POR O FERTA PÚBLICA EN EL PERÚ Emisor Originador Activos transferidos Citicorp S.T. Ferreyros S.A.A. Creditítulos S.T. Creditítulos S.T. Citicorp S.T. Ferreyros S.A.A. Cuentas por cobrar originadas de las ventas a crédito 180 Inmuebles ubicados en dos edificios de ofici- Cuentas por cobrar originadas de la venta de repues- de maquinarias y equipos nas tos y prestaciones de ser- Intertítulos S.T. Quimpac S.A. Ventas futuras de sal y productos químicos vicios Serie A: US$ 17.000.000 Monto de Emisión Serie B: US$ 3.000.000 US$ 10.150.000 US$ 15.000.000 US$ 20.000.000 05/02/1999 09/12/1999 28/01/2000 y colocación 21/07/1998 Fecha de colocación Tasa de interés Serie A: 7,9375% Serie B: 8,2500% 10,63% 7,96875% 9,75% Plazo Serie A: 2,5 años Serie B: 3,5 años 7 años 4 años 7 años Clasificación de riesgo: Serie A/ Serie B AAA/ AA Apoyo & Asociados AAA/ AA Duff & Phelps S.A. Equilibrium S.A. AA- AAA AA+ AAA AA+ AA+ Fuente: CONASEV manera privada, las cuales no son registradas en el Registro Público del Mercado de Valores. Son tres las sociedades titulizadoras que han desarrollado estos esquemas de titulización privados, Progreso Sociedad Titulizadora S.A., Trust Sociedad Titulizadora S.A. y Wiese Sociedad Titulizadora S.A. Como se observa en el cuadro nº 4 (ver página siguiente), estas emisiones se han caracterizado por ser de montos reducidos, captando un mercado de medianas empresas que buscan un menor financiamiento y que evitan incurrir en los costos de la estructuración de emisiones públicas. a nuestro entender, son varios los factores que todavía no han permitido utilizar este mecanismo de financiamiento. En primer lugar, podemos señalar el desconocimiento de este mecanismo o la lenta asimilación por parte de la mayoría de los participantes en el mercado de valores, por cuanto es una modalidad nueva de financiamiento que no ha tenido una difusión masiva. Ofrecer valores mediante procesos de titulización no es lo mismo que ofrecer valores más tradicionales como bonos y acciones, debido a que este proceso requiere un esquema más complejo. Un segundo factor han sido las crisis internacionales de los dos últimos años (crisis asiática, rusa y brasileña) que ocasionaron una salida de capitales de nuestro mercado y por consiguiente la elevación y fluctuación de las tasas de interés, lo cual desanimaba a las empresas a emitir obligaciones por períodos de largo plazo. Esto ocasionó una disminución de las inscripciones y colocaciones de valores II. PERSPECTIVAS DE LA TITULIZACIÓN EN EL PERÚ El número y monto de emisiones resulta pequeño en comparación al desarrollado en otros países de la región; ello es debido a que, 55 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O Cuadro 4 PROCESOS DE TITULIZACIÓN POR OFERTAS PRIVADAS EN EL PERÚ Denominación Activos transferidos I B E R O A M E R I C A N (D. Leg. nº 861, Título XI) Valor Monto (USS) Tasa de interés Plazo Progreso Sociedad Titulizadora S.A. Blockbuster Alquileres Patrimonio en Fideicomiso Activos crediticios originados a través del subarriendo de establecimientos. Bono 1.000.000 10% 3 años Mavila I Patrimonio en Fideicomiso Créditos derivados de la venta de artículos domésticos, motorizados, industriales y otros. Bono 850.000 13% 12 meses Mavila II Patrimonio en Fideicomiso Créditos derivados de la venta de artículos domésticos, motorizados, industriales y otros. Bono 1.131.000 18% 540 días Patrimonio Autónomo Inmuebles Norbank Patrimonio en Fideicomiso Primera Emisión Lotes de terrenos e inmuebles del Banco Norbank ubicados en Chiclayo, Lima y Piura. Certificado de participación 1.650.000 n.d. 1 año hasta tres meses Patrimonio Autónomo Inmuebles Norbank Patrimonio en Fideicomiso Segunda Emisión Lotes de terrenos e inmuebles del Banco Norbank ubicados en Chiclayo, Lima y Piura. Certificado de participación 2.300.000 n.d. 1 año hasta tres meses Inmuebles 1 – Banco del Progreso Patrimonio en Fideicomiso Lotes de terreno, locales industriales, oficinas comerciales y viviendas ubicados en Lima. Bonos 1.343.377 11% 720 días Inmuebles 2 – Banco del Progreso Patrimonio en Fideicomiso Lotes de terreno, locales industriales, oficinas comerciales y viviendas ubicados en Lima. Bonos 1.486.255 11% 720 días Tai Loy Créditos 1 Patrimonio en Fideicomiso Activos crediticios que se originan de las operaciones de venta de artículos en general. Bonos 1.000.000 11% 24 meses Bienes Inmuebles Tai Loy Patrimonio en Fideicomiso Tiendas, almacenes y oficinas ubicados en Lima. Bonos 99.461 11% 36 meses Terrenos y diversas construcciones y equipos ubicados en Lima. Bonos 4.000.000 10% 5 años (a) Bonos (b) Títulos valo res avalados (c) Certificado de participación 701.000.000 n.d. 7 años Trust Sociedad Titulizadora S.A. Patrimonio en Fideicomiso Agricorp U.S.A. Wiese Sociedad Titulizadora S.A. Patrimonio en Fideicomiso – Banco Wiese Ltdo., 1999-01 Bienes inmuebles y/o muebles adjudicados como pago de deudas derivadas de operaciones de crédito y/o sus colocaciones. Fuente: CONASEV RIMV Nº 1 / 2000 56 (a) 300.000.000 (b) 189 000 000 (c) 212 000 000 O D E M E R C A D O S D E V A L O R E mobiliarios por oferta pública, más aún en los casos de titulización, por ser un instrumento que recién entraba en el mercado de valores. Otros factores son los de carácter técnico, entre los cuales podemos señalar la escasez de grandes carteras de activos financieros que sean homogéneos y de suficiente calidad, asimismo, la carencia de un historial sobre el comportamiento de los activos (prepagos, pérdidas, morosidades, rotación, etc.). Los elevados costos que requiere la estructuración y colocación de dichos valores, lo cual limita su participación a emisiones por oferta pública con montos superiores a US$ 5.000.000, dependiendo en todo caso de la capacidad de negociación del originador con los diversos agentes a fin de lograr costos menores. Finalmente, se debe indicar que uno de los factores que limitó un mayor desarrollo de las titulizaciones fue el marco tributario, por cuanto las transferencias fiduciarias de bienes muebles al Patrimonio Fideicomitido estaban gravados por el IGV, lo que incrementaba los costos del proceso de titulización para dichos activos. Sin embargo, con la modificación del Impuesto General a las Ventas a fines de 1998, y las aclaraciones con respecto al carácter transitorio de los patrimonios fideicomitidos se ha eximido dicho impuesto, por lo que se espera que se incrementen significativamente las operaciones de titulización en los próximos años. Si bien la Titulización en el Perú aún se encuentra en su etapa de desarrollo inicial, ocasionada principalmente por los factores mencionados anteriormente, existen algunas perspectivas de crecimiento para el futuro. Por ejemplo, existe una demanda potencial interesante de este tipo de valores por parte de los fondos de pensiones, los cuales pueden invertir hasta en un 10% en bonos de titulización, lo que considerando que los fondos de pensiones ascienden actualmente a US$ 2.523 millones, representaría un potencial de US$ 242 millones para invertir en valores de titulización. Por el lado de la oferta de valores, existe un amplio potencial en la adopción de productos de índole hipotecaria; sin embargo, el interés no está aún claramente definido por parte del sector bancario para iniciar programas S de titulización con respaldo hipotecario que pudieran ayudar a dinamizar este sector. Anexo 1 TITULIZACIÓN DE FLUJOS FUTUROS: EL CASO DE QUIMPAC S.A. La última operación registrada ha sido la constitución del Patrimonio en Fideicomiso de Quimpac S.A.A. (el originador) 10, llevado a cabo en enero del presente año a través de Intertítulos Sociedad Titulizadora S.A. Ésta ha sido la primera experiencia en la titulización de flujos futuros para el mercado de valores local. La operación consistió en la transferencia de los derechos sobre los flujos en efectivo derivados de las ventas futuras de sal y productos químicos que efectúe Quimpac a un grupo de Clientes Elegidos 11. La emisión de obligaciones respaldadas por este patrimonio fue por un monto de US$ 20.000.000,00. A dicho efecto, los flujos comprenden todo importe que los clientes deban pagar por concepto de las ventas efectuadas por Quimpac, incluyendo el cobro de principal, intereses o penalidades que eventualmente puedan generarse, sean en efectivo o representadas en documentos de pago o instrumentos crediticios. Características de la emisión Se emitieron 2.000 bonos por un valor nominal de diez mil dólares (US$ 10.000,00), pertenecen a una sola clase y única serie por un valor total de veinte millones de dólares (US$ 20.000.000,00). Los bonos se colocaron mediante oferta pública, son nominativos, indivisibles, libremente negociables, tienen plazo de 7 años calendario, ofrecen 9,75% de interés anual en dólares y se encuentran representados por anotaciones en cuenta en Cavali ICLV S.A 12. Sistema de garantías de la operación Como medidas destinadas a asegurar el pago oportuno a los titulares de los bonos, se 10. Empresa dedicada a la producción y comercialización de sal, productos químicos y bobinas de papel. Organizada de conformidad con las leyes de la República del Perú. 11. Con el objeto de reducir los riesgos de los flujos futuros, los clientes elegidos generadores de los mismos serán seleccionados de acuerdo con diversos criterios de elegibilidad. 12. CAVALI S.A. es la Institución de Compensación y Liquidación de Valores, constituida conforme a la Ley del Mercado de Valores y se encarga del registro, compensación, liquidación y transferencia de valores. 57 RIMV Nº 1 / 2000 I N S incorporaron a la operación garantías específicas y adicionales. T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O 3. Posean alta dependencia respecto de los productos proveídos por el originado. 4. No tengan vinculación económica ni de propiedad o gestión con el originado. 5. No sean personas naturales, ni tampoco personas jurídicas no residentes en el Perú. En caso que los flujos generados por los clientes elegidos no resulten suficientes para asegurar el pago a los titulares de los bonos o en el caso que los mencionados clientes no mantuvieran los requisitos de exigibilidad descritos precedentemente, el Fiduciario podrá solicitar al originador en cualquier momento: 1. La sustitución de un cliente elegido por un elegible. 2. La complementación de un cliente elegido con uno o más clientes elegibles. Otros colaterales de la operación fueron la adopción de políticas de clientes y precios: 1. La adopción de una política de clientes, en la que Quimpac otorga preferencia a las obligaciones contraídas frente a los clientes elegidos en lo que respecta a los plazos de entrega y volumen de pedidos. 2. La adopción de una política de precios, en la que se busca mantener la participación de Quimpac en los mercados evitando el ingreso de nuevos competidores. Por otro lado, también se establecieron otros compromisos del originador como el establecimiento de los límites de endeudamiento permisibles, la adopción de una política para la distribución de dividendos, para la capitalización de resultados, para la realización de operaciones comerciales con empresas relacionadas, para el financiamiento de empresas relacionadas y de sus accionistas, así como la prohibición de la recompra de acciones. Además se optó por la adopción de un mecanismo de aceleración de la asignación de recursos destinados al Fondo de Reserva-Capital 13, de manera que se logre acumular el principal de los Bonos en un período menor a los 7 años. Garantías específicas: Se ha realizado una transferencia fiduciaria por causa de garantía de las concesiones de Sal de Quimpac y de las concesiones de la Empresa de la Sal S.A. (EMSAL) que generan todos los flujos por venta de sal, por un valor estimado de US$ 25.000.000,00 durante la existencia del patrimonio fideicomitido. De esta manera, los fondos obtenidos en la eventual enajenación de los bienes que conforman el Patrimonio Fideicomitido serán aplicados en el siguiente orden: 1. Para cubrir los gastos derivados de la ejecución de las garantías 2. Para el pago a los titulares de los bonos 3. Para devolver el remanente al originador y a EMSAL, según corresponda Por otro lado, se constituyó una fianza solidaria, limitada, irrevocable y de realización automática otorgada por el Banco Standard Chartered por la suma de tres millones quinientos mil dólares americanos (US$ 3.500.000) destinados a asegurar el pago a los titulares de los bonos ante la ocurrencia del supuesto de que se disuelva y liquide el Patrimonio Fideicomitido y los fondos que lo componen, y que incluida la cuenta de reserva no sean suficientes para cubrir el pago de intereses y capital derivados de los bonos de titulización. También se hará uso de la fianza en el caso que disminuya su nivel de clasificación y el Fiduciario no cumpla con reemplazar dicha fianza con otra; o en el caso que la fianza no se renovara. Garantías adicionales: Se implementaron también diversos colaterales como el establecimiento de un régimen de clientes elegibles, en el cual, los clientes que constituirán los flujos futuros que servirán para atender los Bonos de Titulización, están sujetos a determinados requisitos como son: 1. Cuenten con una calificación de riesgo normal, entendiéndose por ésta aquella que no registra pérdidas históricas en los últimos 24 meses. 2. Acrediten volúmenes de compra mayores a cien mil dólares US$ 100.000 como promedio de los últimos 12 meses. BIBLIOGRAFÍA 1. CONASEV (2000): “Memoria Anual”, Lima, Perú. 2. Quimpac (Enero 2000): “Prospecto Informativo”, Lima, Perú. 3. CONASEV (Abril 2000): “Revista Valores”, Número 34, Lima, Perú. 4. CONASEV (Enero 1997): “Revista Valores”, Número 23, Lima, Perú. 13. El fondo de Reserva-Capital es una cuenta bancaria abierta por el Fiduciario, de acuerdo con el originador, a nombre del Patrimonio Fideicomitido, en donde se depositarán los flujos provenientes de la cuenta de Recaudación, para el pago del principal de los Bonos de titulización al vencimiento de los mismos. RIMV Nº 1 / 2000 58 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S BASES PARA LA REGULACIÓN DE LAS EMISIONES PROVENIENTES DE PROCESOS DE TITULACIÓN Fiorella Carvaja Directora de la Asesoría Jurídica Superintendencia General de Valores, Costa Rica INTRODUCCIÓN les. La respuesta que cada regulador dé a estas preguntas dependerá en buena medida de las limitaciones que puedan derivar de su ordenamiento jurídico, así como del estado de desarrollo de los diferentes intermediarios y productos que intervienen en el proceso de titulación. La titulación de créditos presentes o futuros puede satisfacer las necesidades de papel de mediano y largo plazo en países emergentes donde el capital accionario no se encuentra lo suficientemente desarrollado. En Costa Rica se encuentra en discusión la normativa propuesta por la Superintendencia General de Valores para regular los procesos de titulación. En este artículo, se hace una reflexión sobre los principales temas que deben ser abordados cuando un país se enfrenta a la definición de políticas en este campo. Uno de los grandes desafíos para el órgano regulador de un mercado de valores lo constituye la promulgación de un marco regulatorio flexible que no obstaculice el desarrollo de nuevos productos o alternativas de inversión, pero que a la vez proteja adecuadamente a los inversores. Lógicamente para llegar a este equilibrio resulta necesario que el regulador realice un esfuerzo especial por entender la naturaleza y las características de la actividad que realizará los diferentes intermediarios para, a partir de allí, tomar decisiones en torno a cuáles aspectos de esa actividad deben ser regulados y de qué forma. En este ejercicio la revisión del derecho y la práctica internacional resultan de gran utilidad, sobre todo para países con un menor grado de desarrollo de sus mercados de valores. A continuación se analizan los temas que pueden derivarse de la emisión de valores provenientes de procesos de titulación que eventualmente requerirían regulación y cuáles son las alternativas que se presentan para cada uno de ellos, a la luz de las prácticas internaciona- ELEMENTOS DE LA REGULACIÓN DE LAS EMISIONES PROVENIENTES DE PROCESOS DE TITULACIÓN ENTIDAD ORIGINADORA Los procesos de titulación se inician con la financiación –entendida ésta en sentido amplio– otorgada por una entidad y es precisamente éste el primer tema sobre el cual debe el regulador tomar una decisión: ¿quién puede ser el originador de los activos objeto de titulación? ¿Necesariamente debe ser éste una entidad financiera? Un análisis de la práctica internacional permite concluir que los procesos de titulación trascienden los créditos originados por las entidades de crédito típicas, para extenderse a otras entidades como las aseguradoras o las proveedoras de tarjetas de crédito, e incluso a empresas suministradoras de servicios públicos. Igualmente administraciones públicas se han constituido en entidades originadoras. De manera que una regulación que contemple como entidades originadoras únicamente a las entidades financieras podría resultar una limitación para los procesos de titulación. No obstante, una regulación más amplia, que 59 RIMV Nº 1 / 2000 I N S no restrinja las entidades que puedan ser originadoras de estos créditos, debe ir aparejada de normativa que busque asegurar la idoneidad de los activos a titularizar, independientemente de su originador. La experiencia internacional muestra que es posible titularizar activos de muy diferente naturaleza. Así, por un lado se han titularizado créditos otorgados por entidades bancarias financieras y de seguros (créditos para el financiamiento de viviendas, tarjetas de crédito, obligaciones de pólizas de seguros), créditos para consumo y compra de bienes durables (vehículos, cocinas, refrigeradoras), créditos para la exportación, cuentas por cobrar de empresas de consumo masivo (agua, luz, teléfono). No obstante existen una serie de características comunes a estos créditos y derechos de cobro, las cuales son precisamente las que los hacen aptos para procesos de titulación. En este sentido y con diferentes énfasis se señalan en la práctica internacional como características que deben reunir los derechos de crédito o cobro a titularizar, las siguientes: a) Debe ser posible una agrupación de un volumen relevante en cuantía total y número de operaciones que facilite el análisis estadístico del riesgo crediticio del conjunto. T U T O I B E R O A M E R I C A N O C ESIÓN O ENAJENACIÓN DE LOS CRÉDITOS Debe destacarse la importancia que reviste la transmisión efectiva de los activos crediticios para el proceso de titulación; tanto desde el punto de vista del inversionista en la medida en que asegura la existencia de un patrimonio autónomo que responda por los valores adquiridos, como desde el punto de vista de la entidad cedente, en la medida en que la transmisión efectiva la liberará de cualquier obligación en relación con la cartera cedida. Incluso el tema de la transmisión cobra aún más relevancia en los casos en que el originador es una entidad financiera, pues incide en las condiciones en que podrá liberar recursos propios hasta ahora comprometidos en el mantenimiento de las hipotecas dentro de su balance. En este sentido, el prototipo de cesión que se ajusta a los fines de la titulación es la que se realiza sin posibilidad de apelación al cedente, sin necesidad de comunicación al deudor y sin que la cesión pueda ser invalidada por los acreedores del cedente. No obstante lo anterior, usualmente el tema de la cesión debe b) Debe existir homogeneidad en las operaciones. c) Debe existir diversificación geográfica y socio-económica de las operaciones a efecto de diluir el riesgo crediticio. d) Debe contarse con criterios de selección suficientemente evaluables que posteriormente faciliten la determinación y realización de la calificación. e) Los activos deben ser capaces de generar flujos periódicos y predecibles. En ese sentido, más que establecer una lista de activos a titularizar, la regulación debería poner énfasis en las condiciones que deben reunir los créditos para ser aptos para su titulación. No obstante lo anterior, es importante tener presente que el establecimiento de estas condiciones podría conllevar retos importantes para el desarrollo de los procesos de Nº 1 / 2000 I titulación. Así, por ejemplo, en países en donde la titulación se encuentra en un estado incipiente, es posible que no exista aún estandarización en los procesos de otorgamiento de créditos, lo que sin duda se convierte en una desventaja para el análisis del riesgo subyacente en las carteras a titularizar. Por otra parte, debe tenerse presente que el establecimiento de condiciones como las aquí enunciadas no elimina el riesgo de la “selección adversa”, esto es, que el originador seleccione y ceda su “peor cartera” dado que ésta no estará más en su balance. Es tal vez por esa razón que algunos países –si bien del estudio de derecho comparado estos son pocos– exigen en forma obligada el establecimiento de mejoras crediticias para las emisiones provenientes de procesos de titulación –tema al que se hará referencia más adelante. No obstante, si se parte de los principios que informan el mercado de valores, pareciera que la regulación más adecuada debería orientarse más bien hacia la revelación de riesgos, de modo que sea el inversionista el que decida si el nivel de riesgo de la emisión es adecuada a sus intereses. Así mismo, en los casos en que la calificación se estableciera como obligatoria, este riesgo se vería reflejado en la calificación otorgada a la emisión. A CTIVOS TITULARIZABLES RIMV T 60 D E M E R C A D O S D E V A L O R E reconducirse a la legislación común, de modo que normalmente el regulador de valores se ve constreñido por la normativa existente en materia de cesión en la legislación civil y comercial local. Aún así, para el caso de las entidades financieras, es conveniente que el regulador tome en cuenta los aspectos anteriores a la hora de determinar las condiciones bajo las cuales permitirá la liberación de recursos propios a la entidad originadora. S culo para la titulación dependerá en buena medida de las limitaciones que puedan derivar del marco jurídico general al cual deba ajustarse el regulador e incluso del marco fiscal, en la medida en que un tratamiento fiscal favorable privilegiará unas figuras sobre otras. No obstante, en principio es posible aceptar cualquier vehículo que reúna una característica fundamental: la separación de su patrimonio, constituido por los activos titularizables, del activo de la entidad cedente, de modo que el patrimonio del vehículo quede aislado de las posibles acciones y reclamaciones de los acreedores de la entidad cedente. Este aislamiento a la vez permite que se definan y delimiten los riesgos que se derivan exclusivamente de la cartera de operaciones crediticias, pudiendo ésta obtener incluso una mejor calificación que la de la entidad cedente. CREACIÓN DEL VEHÍCULO DE TITULACIÓN La creación de un vehículo de titulación, al cual se aportan los activos a titularizar y que emite contra ellos los valores a negociar es una constante en todo proceso de titulación. Sin embargo, es posible encontrar en cada país diferentes mecanismos jurídicos permitidos para la titulación. Así, por ejemplo, en España y Francia la titulación se realiza por medio de fondos (fondo de titulación o fondo común de créditos respectivamente), carentes de personalidad jurídica, con un valor patrimonial nulo y que son creados y administrados por una sociedad gestora. En ambas legislaciones el fondo se asemeja a una institución de inversión colectiva, si bien con mayor flexibilidad en la emisión de los valores. Se configuran básicamente como patrimonios cerrados, de modo que las operaciones crediticias que forman su activo quedan definidas desde la constitución del fondo. En Estados Unidos el vehículo o entidad emisora ha ido adoptado diferentes formas jurídicas. Inicialmente se utilizaron las figuras societarias, básicamente corporaciones de responsabilidad anónima o sociedades colectivas o también los trusts. A partir de 1987 entró en vigor la figura de los Real Estate Mortgage Investment Conduit, con una fiscalidad específica. En América Latina se utilizan diferentes vehículos. Así, en Colombia se admiten tres tipos de vehículos de titulación: los contratos de fideicomiso mercantil irrevocables, los fondos comunes y los fondos de valores. En Perú se utilizan los fideicomisos de titulación respecto a los cuales únicamente puede ser fiduciario una sociedad de titulación y las sociedades de propósito especial. Y en Argentina se utilizan tanto los fideicomisos como los fondos. Es claro que la adopción de uno u otro vehí- VALORES EMITIDOS La financiación de la compra de las operaciones crediticias por parte del fondo de titulación se hace posible mediante la emisión de valores negociables. En este tema el regulador debe ser especialmente cauteloso de no imponer regulaciones que desestimulen nuevas formas de ingeniería financiera. En ese sentido la regulación debería permitir desde esquemas “pass through” en los cuales el inversionista adquiere un derecho de propiedad proporcional sobre la cartera y con ello el derecho a percibir los flujos derivados de las operaciones que la componen, hasta esquemas “pay through”, en los cuales el inversionista recibe flujos atendiendo a un plan de amortización fijado para cada clase de emisión, de modo que se convierte en ellos en un acreedor frente al vehículo de titulación. RIESGOS Una titulación involucra riesgos de diferente naturaleza los cuales, para efectos prácticos, pueden agruparse en tres categorías atendiendo a que provengan de las operaciones crediticias originales, de la transformación realizada o que puedan tener origen en los participantes y colaboradores de la emisión. En forma resumida estos riesgos se refieren a: 1. Factores de riesgo derivados de los 61 RIMV Nº 1 / 2000 I N S contratos: T U T O I B E R O A M E R I C A N O En materia de riesgos el énfasis de la regulación debe centrarse en la revelación adecuada de los riesgos presentes en una emisión. Tal y como se señaló en apartados anteriores, adicionalmente el regulador podría considerar la conveniencia de exigir mecanismos de mejora crediticia como parte de los procesos de titulación. b) Mora o retraso en que incurran los prestatarios. c) Opción de cancelación anticipada, la cual se traslada directamente a la dinámica de los flujos que percibirán los inversionistas. MEJORA CREDITICIA 2. Factores de riesgo procedentes de la transformación de flujos En los mercados desarrollados la mejora crediticia se ha configurado como un elemento indispensable y fundamental de cualquier emisión de titulación. Para el emisor, por cuanto le permite conseguir una calificación de solvencia diferente a la de la entidad cedente y para los inversionistas, porque permite equiparar estas emisiones con las más frecuentes en el mercado. Si bien existen diferentes criterios para distinguir las mejoras el más utilizado las divide en técnicas de mejora crediticia interna y externa. Cobertura interna es la que se proporciona mediante el paquete titularizado, de modo que es suministrada por los flujos de caja que genera el paquete. Principalmente responden a esta acepción la sobrecobertura o sobrecolaterización, las cuentas o fondos de reserva y las emisiones de tipo principal/subordinada. La cobertura externa engloba aquellas que son prestadas sin apoyo en el activo traspasado y conllevan por tanto una contraprestación por un tercero. Muy pocas legislaciones establecen en forma expresa la obligatoriedad de la mejora. Un ejemplo de ello es Francia, en donde la normativa correspondiente establece que los tenedores de los valores emitidos deben ser protegidos del riesgo del impago procedente de los préstamos titularizados, mediante alguno de tres procedimientos: obtención de una garantía por parte de una institución de crédito o de seguros; emisión de una clase subordinada que soporte el riesgo crediticio, cuyos valores no pueden ser adquiridos por personas físicas o instituciones de inversión colectiva y mediante la sobrecobertura, de modo que se transfieran al vehículo de titulación operaciones cuyo importe nominal exceda el total de la emisión realizada o sus flujos sobrepasen los necesarios para atender el volumen de la deuda en circulación. a) Distinta naturaleza y referencia en los tipos activos y pasivos: se le ha denominado riesgo base y aparece como consecuencia de desajustes en los ingresos diferenciales previstos, esto es entre los intereses percibidos por los deudores y los pagados a los suscriptores de los valores emitidos, como consecuencia de la oscilaciones en los tipos de interés de mercado. b) Reinversión transitoria de los flujos intermedios: surge esencialmente cuando la estructura es de tipo pay through: es difícil que los excedentes de tesorería puedan colocarse a un tipo activo equivalente al considerado al diseñar la operación. c) Vencimiento de los valores emitidos anterior a la vida media de los préstamos titularizados: tiene lugar cuando se emiten valores destinados a los mercados de dinero respaldados por préstamos de largo plazo. d) Riesgo cambiario: la conveniencia de ampliar la base de inversionistas motiva el lanzamiento de valores en monedas diferentes a aquellas en las que los préstamos están concedidos. 3. Riesgos estructurales o de terceros Uno de los aspectos fundamentales que estudia la entidad calificadora es el riesgo estructural bajo el cual se incluyen todos aquellos elementos que pueden afectar la percepción prevista de pagos por los inversionistas y que tienen su origen en los agentes participantes. En este aspecto pueden citarse por ejemplo el vehículo utilizado para la titulación, la profesionalidad e independencia de la sociedad gestora, Nº 1 / 2000 I la solvencia de la entidad depositaria, etc. a) Impago por parte de los prestatarios que contrataron con la entidad originadora, riesgo que engloba tanto el pago del principal como de los intereses. RIMV T 62 D E M E R C A D O S D E V A L O R E CALIFICACIÓN S desarrollo del mercado de titulación el servicio de la cartera es realizado por entidades diferentes a la originadora, la práctica internacional muestra que es usual que éste servicio lo retenga el originador, pues es quien conoce y ha tenido cercanía con los deudores de los créditos. En cambio, sí hay una dirección clara en el derecho comparado en el sentido de exigir la independencia de la entidad administradora del vehículo de titulación tanto de la entidad originadora como de la entidad que realice el “servicio de la cartera”, pues dentro de sus obligaciones están precisamente la de evaluar la cartera recibida, así como de supervisar la gestión de esa cartera. Los procesos de titulación pueden contribuir de manera muy significativa al desarrollo del mercado de capitales y constituyen uno de los principales instrumentos para financiar grandes proyectos, públicos y privados, así como para mejorar la competitividad del sector bancario. No obstante, su complejidad y el conjunto de intereses que se encuentran en juego, hace que su regulación deba ser estudiada cuidadosamente y ampliamente discutida. La calificación crediticia es un aspecto esencial de la titulación. En este sentido se señala que la traducción de la complejidad del proceso a unas letras o códigos internacionalmente conocidos por los inversores ha contribuido al establecimiento y expansión de estos procesos. De allí que muchos países que no establecen la obligatoriedad de la calificación para otras emisiones de deuda, sí lo exijan tratándose de emisiones de titulación. Tal es el caso de España, Argentina, Colombia y Perú. GESTIÓN DEL VEHÍCULO DE TITULACIÓN Probablemente el tema que genera la mayor parte de los cuestionamientos de parte del regulador es el que se relaciona con la gestión del vehículo de titulación. ¿Puede ser éste la entidad originadora de los créditos o debe ser una entidad independiente de la primera? En este tema es importante diferenciar el “servicio de la cartera” de la gestión del vehículo de titulación. Si bien en países con un gran 63 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O LA TITULIZACIÓN DE ACTIVOS EN ESPAÑA José María Méndez Subdirector General de Legislación y Política Financiera, Dirección General del Tesoro y Política Financiera 1. FUNCIÓN Y REGULACIÓN JURÍDICA tres, en el grado de vinculación con la cartera hipotecaria presente en el balance de la entidad: desde la garantía económica de respaldo (cédulas) hasta la cesión jurídica segmentada de los préstamos hipotecarios concedidos (participaciones). La Ley 19/1992, de 7 de julio, sobre el Régimen Jurídico de las Sociedades y Fondos de Inversión Inmobiliaria y sobre los Fondos de Titulización Hipotecaria (en adelante, Ley 19/1992), regula por primera vez en España los Fondos de Titulización y, en particular, los de Titulización Hipotecaria (en adelante, FTH) y las Sociedades Gestoras de tales Fondos. La finalidad de dicha regulación es permitir una más fácil movilización de los préstamos hipotecarios en beneficio de tres objetivos interrelacionados: la competencia, la especialización y el abaratamiento de los préstamos para adquisición de inmuebles y, más en concreto, de viviendas. La Ley 19/1992 modifica la LMH introduciendo algunas reformas en el régimen de las participaciones hipotecarias. Así, en el supuesto de quiebra del emisor: 1. A ) TITULIZACIÓN Y MERCADO HIPOTECARIO La titulización nace en España en el ámbito del mercado hipotecario. Este mercado adquiere una configuración legal con la Ley 2/1981, de 25 de marzo de regulación del Mercado Hipotecario (LMH), y el RD 685/1982, de 17 de marzo, que la desarrolla. El conjunto normativo tiene su origen en los documentos suscritos con motivo de los Pactos de la Moncloa de 1977. Esta legislación, que con algunas modificaciones se mantiene hasta la actualidad, busca canalizar recursos financieros hacia la construcción o adquisición de bienes inmuebles, facilitando la rotación mediante la movilización de la inversión crediticia generada a través de unos valores diseñados con tal fin. Sólo las entidades financieras pueden operar en este mercado, concediendo financiación hipotecaria y emitiendo valores de la misma categoría. Las operaciones activas se concentran en la concesión de préstamos hipotecarios. Las operaciones pasivas de este mercado las integran, sobre todo, los valores hipotecarios. Mediante estos instrumentos negociables se permite a las entidades financieras refinanciar los créditos hipotecarios, asociando su emisión al respaldo que éstos suponen. Los valores creados en este proceso son la cédula, el bono y la participación hipotecaria, residiendo la diferencia fundamental entre los RIMV Nº 1 / 2000 a) el negocio de emisión de las participaciones hipotecarias sólo es impugnable en caso de que se demuestre fraude en dicho negocio de emisión, quedando en todo caso a salvo el tercero que no hubiera sido cómplice del mismo; y b) se reconoce un derecho absoluto de separación de acuerdo con los artículo 908 y 909 del Código de Comercio a los titulares de participaciones hipotecarias. Por tanto, se crea un régimen jurídico que 64 D E M E R C A D O S D E V A L O R E garantice el total aislamiento de las participaciones hipotecarias titulizadas. Se trata de garantizar una cesión plena de las participaciones que salen del balance del cedente y se incorporan al FTH. Es el avance definitivo hacia la “titulización en sentido estricto” o “titulización fuera de balance”. S nes con las sociedades ya en funcionamiento y duplicidades operativas se permite la transformación de las Sociedades Gestoras de Fondos de Titulización Hipotecaria en SGFTA. Esta habilitación se concretó en el Real Decreto 926/1998, de 14 de mayo, por el que se regulan los Fondos de Titulización de activos y las Sociedades Gestoras de Fondos de Titulización. 1. B) LA TITULIZACIÓN DE ACTIVOS Esta normativa tiene el objetivo que tradicionalmente reserva la teoría económica a la titulización: la desintermediación financiera, la búsqueda de alternativas en la financiación y la colocación de nuevos valores de renta fija. En general responde el proceso de innovación financiera de los países más desarrollados. De esta forma se cierra el marco de la titulización en España, estableciéndose un régimen común pero algunas diferencias en función del activo titulizado. Concretamente el régimen jurídico es común respecto de las gestoras, pero se mantienen algunas diferencias en cuanto al vehículo. El ejemplo más característico podría ser el carácter abierto de los FTA. La Titulización no Hipotecaria tiene sentido principalmente si se admite el posible carácter abierto del Fondo porque aquí no se titulizan préstamos hipotecarios sino activos diferentes de configuración jurídica bien distinta y con unas características y riesgo financiero de diferente naturaleza. CREDITICIOS NO HIPOTECARIOS El legislador pronto entendió que las posibilidades que ofrece la titulización no debían limitarse a las operaciones crediticias con garantía hipotecaria. En los mercados financieros internacionales gozaban ya de un importante volumen las emisiones basadas en financiaciones más dispares como obras públicas, bienes de consumo o tarjetas de crédito, y en general, de todo tipo de créditos, incluyendo los créditos futuros. Atendiendo a esta realidad, en el Real Decreto-Ley 3/1993, de 26 de febrero, de medidas urgentes sobre materias presupuestarias, tributarias, financieras y de empleo, se autorizó al Gobierno, previo informe de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y del Banco de España, a extender el régimen previsto en la Ley 19/1992, con las adaptaciones que resulten precisas a otro tipo de activos diferentes a los hipotecarios. Concretamente, se refiere a la titulización de otros préstamos y derechos de crédito, incluidos los derivados de operaciones de leasing y los relacionados en general con las actividades de las pequeñas y medianas empresas. Esta autorización se reproduce con posterioridad en la Ley 3/1994, de 14 de abril. Esta disposición introduce dos importantes novedades en el marco normativo del proceso: 2. ESTRUCTURA JURÍDICA 2. A ) VEHÍCULO. LOS FTA Y LOS FTH. Tanto los FTH como los FTA pueden definirse como patrimonios separados, carentes de personalidad jurídica, integrados, en cuanto a su activo, por los activos financieros que agrupen y, en cuanto a su pasivo, por los valores de renta fija que emitan. Esto es, se describe un esquema de Fondo con un valor patrimonial neto nulo. En el caso de los FTA el diseño es más flexible. Se admiten tanto estructuras cerradas como estructuras abiertas por el activo, por el pasivo o por ambos. Son fondos abiertos aquellos cuyo activo, pasivo o ambos puedan modificarse después de la constitución del fondo en alguna de las formas siguientes: emisión sucesiva de valores, modificación o ampliación del a) La creación de los Fondos de Titulización de Activos (FTA), que agruparán las operaciones crediticias distintas de las hipotecarias, coexistiendo con los FTH, que, por tanto, se reservan a la titulización de las participaciones hipotecarias. De esta forma se extiende el régimen de separación absoluta en favor de los activos agrupados en los FTA en caso de quiebra o situaciones concúrsales de la entidad cedente. b) Se crean las Sociedades Gestoras de FTA (SGFTA), que pueden administrar y representar tanto a los FTH como a los nuevos Fondos que se crean. Para evitar discriminacio- 65 RIMV Nº 1 / 2000 I N S activo. El activo puede estar integrado por activos financieros y por otros derechos, admitiéndose la cesión de créditos presentes y de créditos futuros. En cuanto al pasivo, se admite que esté también integrado, aunque con límites, por préstamos concedidos por entidades de crédito. En el caso de los FTH sólo se admiten estructuras cerradas. De tal forma que en estos fondos a partir del momento de su constitución, no será posible modificar ni su activo ni su pasivo. 2. B) L AS SOCIEDADES GESTORAS F ONDOS DE TITULIZACIÓN Los fondos, al no tener personalidad jurídica, necesitan de una persona dotada de capacidad jurídica y de obrar que le representen y gestionen. Surgen así, las Sociedades Gestoras de Fondos de Titulización de Activos (SGFTA), que tendrá como objeto exclusivo la constitución, administración y representación legal tanto de los FTA como de los FTH. Con carácter general, les corresponde en su calidad de gestor de intereses ajenos, la representación y defensa de los intereses de los titulares de los valores emitidos con cargo a los Fondos que administren y de los restantes acreedores ordinarios de los mismos. Las SGFTA están obligadas a contar con expertos de probada experiencia en la materia o a contratar los servicios de asesores independientes. Las SGFTA requieren la previa autorización del Ministerio de Economía y Hacienda, han de revestir la forma de sociedad anónima, constituirse de forma simultánea y con duración indefinida, con un capital social mínimo de 150 millones de pesetas, íntegramente desembolsado y en efectivo, representado por acciones nominativas. Asimismo, los accionistas significativos han de ser idóneos. Han de administrarse por un consejo de administración integrado por un mínimo de cinco miembros, y deben contar con una buena organización y los suficientes mecanismos de control interno. Las SGFTA, tienen la obligación de valorar los riesgos del activo con diligencia y rigor, redactar el folleto con transparencia y claridad, evitar conflictos de intereses y dar prioridad a los tenedores de los valores y financiadores. También le corresponde acordar los mecanismos de mejora crediticia para los Fondos que considerasen oportuno en el diseño de la operación. Nº 1 / 2000 I T U T O I B E R O A M E R I C A N O El Real Decreto contiene otras obligaciones orientadas a dar la mayor transparencia a la operación de titulización, entre éstas debe destacarse la de disponer de documentación detallada sobre las operaciones realizadas, y de cumplir las normas de información y de conducta del mercado de valores. Las SGFTA es responsable frente a los tenedores de valores y frente a los restantes acreedores por todos los perjuicios que les cause el incumplimiento de todas estas obligaciones. Genéricamente, las SGFTA están sometidas al régimen de supervisión, inspección y sanción de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). DE RIMV T 3. FUNCIONAMIENTO DE LA TITULIZACIÓN 3. A) C ONSTITUCIÓN DE LOS F ONDOS DE TITULIZACIÓN La constitución de un Fondo de Titulización en España implica la comunicación previa del proyecto de constitución del fondo de la CNMV. Además debe aportarse al supervisor otros documentos. Entre estos deben destacarse los precisos para la constitución del Fondo con mención de los activos a agrupar en el mismo, los informes reglamentarios sobre los activos que integrarán el activo del Fondo, los informes de “rating” y el folleto informativo, que es el documento ordinario de cualquier emisión de valores. El folleto se ajustará al modelo específico que apruebe la CNMV, que aprobará, igualmente, un folleto reducido para emisiones sucesivas en el caso de Fondos abiertos. Se admite que la CNMV pueda condicionar la constitución de un FTA a que el mismo se dirija únicamente a inversores institucionales. La publicidad y transparencia de los fondos está garantizada. Su constitución se documentará en escritura pública. La inscripción del fondo en el Registro Mercantil es potestativa, pero es obligatorio el depósito anual de cuentas en el Registro Mercantil. No obstante, la CNMV ofrece a todo el mercado información al hacer público el folleto y el resto de la información que las sociedades gestoras de los FTA deben aportar anualmente a la CNMV (cuentas anuales, informe de auditoría de los FTA que administren y, en su caso, los sucesivos informes sobre activos en el caso de actualización de éstos). 66 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Los fondos se pueden extinguir por las causas contempladas en la escritura pública de constitución. Asimismo, concurren causas de extinción cuando a juicio de la sociedad gestora se den circunstancias excepcionales que hagan imposible o de extrema dificultad el mantenimiento del equilibrio financiero del fondo; o cuando se produzca un impago indicativo de un desequilibrio grave y permanente en relación con alguno de los valores emitidos o con algún crédito; y cuando se produzca la amortización íntegra de su activo, en el caso de fondos cerrados. En el caso de los FTH se admite la posibilidad de liquidación anticipada cuando el importe de las participaciones hipotecarias pendiente de amortización sea inferior al 10% inicial. el de ser préstamos garantizados por hipoteca inmobiliaria constituida con rango de primera sobre el pleno dominio de la totalidad del inmueble, o que los bienes hipotecados deberán haber sido tasados por servicios habilitados al efecto. En cuanto a los activos integrables en un FTA, se admiten los derechos de crédito que figuren en el activo del cedente y los derechos de crédito futuros que, constituyendo ingresos o cobros de magnitud conocida o estimada, su transmisión se formalice contractualmente, probando de forma inequívoca la cesión de la titularidad. Se incluyen los derechos del concesionario al cobro de peajes de autopistas y otros análogos que se determinen mediante Orden Ministerial. 3.B) A CTIVO 3. C) PASIVO El activo de los FTH deberá estar integrado necesariamente por participaciones hipotecarias que deberán tener un vencimiento igual al de los préstamos participados. Los préstamos que agrupe la participación deberán cumplir una serie de requisitos que prevé la LMH. Estos requisitos son, entre otros, Los FTH emitirán unos títulos de renta fija denominados bonos de titulización hipotecaria. Estos valores podrán diferir en cuanto a tipo de interés, que podrá ser fijo o variable, plazo y forma de amortización, régimen de amortización anticipada en caso que se produzca la de las participaciones hipotecarias, Fecha de emisión BONOS DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA Importe efectivo ofertado Total Mercado nacional 6.469.400 5.068.400 TDA 6, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 27/01/99 351.500 269.500 TDA 7, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 12/03/99 1.051.700 824.400 TDA 8, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 9/04/99 150.200 108.200 BZ HIPOTECARIO 1, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 19/04/99 350.000 350.000 BANKINTER 1, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 12/05/99 600.000 600.000 TDA 9, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 19/05/99 332.400 287.900 FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA UCI 5 8/06/99 265.000 53.000 AY7.1, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 5/07/99 474.000 474.000 600.000 600.000 FONCAIXA HIPOTECARIO 1 FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOT. FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECAIRA, HIPOCAT 3 23/07/99 442.000 68.000 TDA 10, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 26/07/99 240.500 240.500 3/08/99 759.000 759.000 BANKINTER 2, FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA 25/10/99 320.000 320.000 FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA, HIPOTEBANSA IX 15/11/99 533.100 113.900 FONDO DE TITULIZACIÓN HIPOTECARIA, BANESTO 1 Importe en miles de euros. Fuente: CNMV 67 RIMV Nº 1 / 2000 I N S derecho de prelación en el cobro u otras ventajas especiales en caso de impago de las participaciones hipotecarias, o cualesquiera otras características. Sin perjuicio de las diferencias que puedan establecerse entre sus distintas series, los flujos de principal e intereses correspondientes al conjunto de valores emitidos con cargo al Fondo deberán coincidir con los del conjunto de las participaciones hipotecarias agrupadas en él, sin más diferencias o desfases temporales que los derivados de las comisiones y gastos de administración y gestión, primas de aseguramiento u otros conceptos aplicables. En cuanto al pasivo de los FTA, constará de los valores de renta fija que emitan y de préstamos concedidos por entidades de crédito. La financiación con valores deberá ser superior al 50% del total, pudiendo integrarse el pasivo también con aportaciones de inversores institucionales, a quienes corresponderá el derecho al remanente que, en su caso, se produzca con ocasión de la liquidación del fondo, una vez satisfechos los derechos de crédito de los restantes acreedores. Los valores emitidos por los FTA deben negociarse en mercados organizados y ser objeto de calificación crediticia por una entidad de “rating” reconocida. Las cesiones de crédito a un FTA deben A largo plazo T I T U T O I B E R O A M E R I C A N gencia de depósito de cuentas en el Registro Mercantil por parte del cedente e información de las cesiones de crédito en sus memorias anuales. Entre los requisitos objetivos, deben destacarse los que aseguran el total aislamiento de los créditos. Esto es, debe tratarse de una cesión plena, incondicionada, por la totalidad del plazo remanente hasta el vencimiento y en la que el cedente no conceda ninguna garantía al cesionario ni asegure el buen fin de la operación. No obstante, el cedente conserva la administración y cesión del crédito cedido, salvo pacto en contrario. 4. DESARROLLO ECONÓMICO Y CONCLUSIONES Como se ha destacado, sólo a partir de 1998 el ordenamiento jurídico español admitió la posibilidad de emitir bonos de titulización de activos. Desde entonces se ha hecho poco uso de esta nueva posibilidad y sólo a finales del año 1999 se registró el primer FTA que ofreció bonos por un importe de 200 millardos de pesetas, de los cuales 50 iban dirigidos al mercado nacional. 1995 1996 1997 1998 1999 6.873 8.331 8.318 13.429 22.372 600 4.416 Participaciones preferentes Cédulas hipotecarias 2.959 2.042 2.209 3.093 4.433 Bonos y obligaciones no convertibles 3.779 4.889 5.707 6.039 7.354 6 107 164 452 800 129 1.293 239 3.245 5.369 Emisiones a corto plazo 6.010 5.415 4.640 5.061 32.555 Pagarés de empresa 6.010 5.415 4.640 5.061 32.555 12.883 13.746 12.958 18.489 54.927 Bonos y obligaciones convertibles Bonos de titulización Total O Importes nominales en millones de euros. Fuente: CNMV cumplir dos tipos de requisitos. Como requisitos subjetivos, disponer el cedente de cuentas auditadas durante los últimos tres años, exi- RIMV Nº 1 / 2000 Precisamente para impulsar la titulización de activos y, al tiempo, tratando de buscar nuevos mecanismos de financiación a las Pequeñas 68 D E M E R C A D O S D E V A L O R E y Medianas Empresas (PYME), el Ministerio de Economía aprobó la Orden de 28 de marzo de 1999 sobre convenios de promoción de FTA para favorecer la financiación empresarial. Esta Orden permite que determinados tramos de las emisiones de FTA basados en la titulización de créditos a PYME, gocen de un aval del Estado. Los originadores se comprometen a reinvertir la liquidez obtenida en nueva financiación a PYME. Hasta el momento, tan sólo se ha realizado una operación de estas características (febrero del 2000). Su importe ascendió a 474 millones de euros. Los FTH tienen mayor tradición en nuestros mercados. En 1999 se constituyeron 14 FTH. El siguiente cuadro recoge el detalle por emisor de las titulizaciones hipotecarias en 1999. Los importes alcanzados por algunos de estos Fondos fueron elevados en este ejercicio, si los comparamos con los registrados en ejercicios pasados. Por ejemplo, en 1997 el fondo de mayor volumen fue de 39 millardos de pesetas. La titulización, ha reaccionado con lentitud a las posibilidades abiertas por la legislación que, como hemos visto, data de 1992. Esto demuestra que la titulización necesita un periodo de tiempo para asentarse en la cultura financiera tanto de los emisores como de los inversores. Tampoco puede desconocerse la necesidad de sistemas informáticos para el S control y seguimiento de las características de los créditos (o de los activos en general) que sólo lentamente van incorporándose a nuestras entidades financieras. Estos dos factores explican la gradualidad con que aún se están produciendo las emisiones en este segmento de la renta fija. Esta tendencia se observa claramente en el siguiente cuadro, que relaciona las emisiones y programas de renta fija registradas en la CNMV en los últimos años. En todos estos datos hay que tener en cuenta los efectos de la presente coyuntura económica: La disponibilidad de liquidez holgada o un coste no excesivo de los recursos propios de las entidades de crédito (potenciales cedentes) no ha contribuido, en los últimos ejercicios, a incentivar la aparición de propuestas de titulización de activos bancarios. No obstante, cabe esperar que este mercado vaya adquiriendo profundidad y liquidez en un horizonte próximo y así ofrecer estas nuevas oportunidades de inversión a los ahorradores y desarrollar, en suma, el mercado de valores. 69 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O CONCEPTOS GENERALES SOBRE EL DESARROLLO DEL MERCADO DE VALORES. LA EXPERIENCIA EN MÉXICO Hugo Contreras Pliego Asesor del Presidente de la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), México En los últimos años los mercados de valores, principalmente de los países en desarrollo, han adquirido especial importancia para los sistemas económicos. El crecimiento de las operaciones, la ampliación de sus funciones y el seguimiento de procesos de apertura los han colocado en posiciones destacadas como vehículos para el financiamiento del desarrollo. En un periodo relativamente corto, los mercados bursátiles han logrado avances relevantes en la canalización de financiamiento productivo a las empresas. De ahí el creciente interés por su evolución, por sus funciones de transferencia de recursos, y por su utilidad como herramienta de política económica. Para la mayoría de los países latinoamericanos esta situación ha tenido una importancia todavía mayor, en la medida en que las necesidades de financiamiento han aumentado, como consecuencia natural de la evolución económica. Hoy se siguen requiriendo crecientes recursos provenientes tanto del ahorro interno como del exterior, a cuya obtención los mercados de valores deben contribuir de modo cada vez más significativo, como mecanismos apropiados para la intermediación de capitales y la conversión del ahorro en medios de financiamiento. En años recientes se ha observado el aumento de la participación de emisores de países latinoamericanos en los centros financieros internacionales y de los flujos de inversión extranjera, así como la expansión interna de los mercados de valores y su vinculación con los procesos productivos, generadores de empleo y bienestar. RIMV Nº 1 / 2000 Esta importancia ha tenido su correspondencia en el plano de la cooperación técnica y el intercambio de experiencias, principalmente entre autoridades reguladoras y de supervisión. La participación en los organismos multilaterales, la suscripción de convenios de entendimiento y, sobre todo, la realización de foros de análisis acerca de los problemas y potencialidades de desarrollo de los sistemas bursátiles, como las primeras Jornadas de Regulación y Supervisión de Mercados Centroamericanos de Valores, organizadas por el Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores en diciembre de 1999, manifiestan el interés por estos fenómenos y sus repercusiones en los ámbitos financieros y económicos. Por ello debe reconocerse la trascendencia de la iniciativa tomada por las principales autoridades financieras españolas para la constitución del Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores, recordando las palabras de Don Juan Fernández-Armesto, distinguido Presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores de España, quien en mayo de 1999 afirmó que el Instituto pretende, entre otros aspectos, ayudarnos a ser mejores supervisores y reguladores por la vía de la colaboración, formación e investigación. Hablar del comportamiento de un mercado de valores resulta parcial si no se considera el entorno económico en el que éste se desenvuelve. Muchas de las naciones latinoamericanas han enfrentado en los últimos años problemas económicos, crisis financieras y bancarias, a veces acompañadas de fenómenos recesivos, y contagios de desequilibrios 70 D E M E R C A D O S D E V A L O R E financieros internacionales, que han requerido la incorporación de medidas diversas para superar estas etapas en el ámbito de las políticas económica y monetaria, procurando el control de la inflación, la reducción del déficit público en algunos casos y la mejor administración de la deuda pública, buscando incentivar además la confianza en los mercados financieros. A partir de 1995, México se vio en la necesidad de enfrentar retos importantes, como fueron la corrección al desequilibrio de la cuenta corriente; el pago de las obligaciones de corto plazo por más de 42 mil millones de dólares cuando se tenían graves dificultades para el acceso a los mercados internacionales de capital; el fortalecimiento del sistema financiero que ha conllevado un rescate bancario sin precedente; y la búsqueda de medidas para amortiguar los efectos de la crisis en los sectores menos favorecidos de la sociedad. Con base en un programa integral se lograron avances en la solución de estos retos, recobrando el acceso a los mercados internacionales de capital, lo que permitió una mejor administración de la deuda pública interna, y la estabilización de la deuda pública externa a niveles de alrededor del 17.5 por ciento del Producto Interno Bruto, nivel equivalente a poco más de la mitad del observado hace cuatro años. El programa económico instrumentado ha dado lugar a un profundo ajuste económico que ha puesto en equilibrio la cuenta corriente y las finanzas públicas. La política monetaria y el comportamiento de la demanda interna han contribuido a disminuir la inflación y las tasas de interés. Al igual que otros países latinoamericanos, México ha venido trabajando en la instrumentación de mecanismos que promuevan con eficiencia el ahorro interno, para que sea fuente primordial de financiamiento del desarrollo. A mayor ahorro interno mayor inversión, crecimiento y empleos. En estos esfuerzos la contribución del sistema bursátil como vehículo de canalización eficiente de recursos ha sido esencial. Por ello, los mercados de valores de Latinoamérica deben continuar perfeccionándose como valiosos instrumentos de interés público que, integrantes de los sistemas financieros, canalicen eficientemente recursos dentro de los procesos ahorro-inversión. En el camino a seguir, los distintos participantes de los sistemas bursátiles tendrán que seguir cumpliendo con las responsabilidades que a cada uno corresponden. S Las tareas a realizar variarán de acuerdo con el nivel de desarrollo de cada mercado, sin embargo, existen algunos factores comunes de atención permanente, los cuales pueden clasificarse básicamente en dos apartados: los que tienen que ver con la seguridad del mercado, y aquellos relativos a la competitividad. En el primero de ellos destaca por su trascendencia la revisión constante del marco jurídico, que resulta esencial para la formación de condiciones de certidumbre en el sector bursátil, así como un factor básico de orientación de la innovación e internacionalización de sus operaciones. La emisión y adecuación oportuna de las leyes y normas reglamentarias que componen el marco legal significa una etapa previa para el fortalecimiento de las estructuras institucionales, la actuación de las autoridades y, en general, el aumento de las capacidades para expandir las operaciones y hacer más eficiente el desempeño de sus funciones primordiales de captación de ahorro e inversión. Adicionalmente, la actualización del marco regulatorio representa un medio relevante de promoción de competitividad para enfrentar los retos de la interconexión, en el entorno de globalización y acelerada vinculación de los centros financieros mundiales. Exigencia para la incursión activa en los procesos internacionales lo constituye en la práctica un régimen jurídico moderno, que claramente establezca las reglas de cada participante y garantice los intereses de los inversionistas. En este proceso, las autoridades deben contar también con nuevos elementos, adecuados a las cambiantes características operativas del medio bursátil, para que puedan realizar una supervisión ágil y profunda, capaz de garantizar la permanencia del sistema y la viabilidad de sus funciones económicas, sin inhibir las potencialidades de crecimiento y la iniciativa de cambio de los participantes. De esta manera, las autoridades deben concentrar las acciones de regulación en aspectos esenciales como son el asegurar el orden y la transparencia en las operaciones, procurando la igualdad de oportunidades y evitando prácticas indebidas por el uso de información privilegiada y conflictos de interés. Asimismo, garantizar la seguridad jurídica y la confianza de los participantes; vigilar el régimen de capitalización y de operación de los intermediarios bursátiles; propiciar que la divulgación de información financiera y relevante sea eficiente, oportuna y representativa; y, desde luego, ejercer las acciones correctivas indispensables. 71 RIMV Nº 1 / 2000 I N S El segundo de los factores mencionados de atención permanente dentro de un mercado de valores es el incentivo a la competitividad, en cuyo ámbito se encuentra una amplia variedad de medidas a considerar, pero que básicamente podrían agruparse en dos: la disponibilidad y calidad de los instrumentos y mecanismos en el mercado, y el proceso de internacionalización del mismo. En el primer caso, las medidas tendientes a la introducción y actualización de instrumentos y mecanismos deben orientarse a satisfacer necesidades operativas y a apoyar los procesos de ahorro e inversión, por medio del incremento de la eficiencia y profundidad del mercado, el aumento de posibilidades de operación de los intermediarios, la reducción de costos y la ampliación de los tipos y plazos de financiamiento. En este sentido, es recomendable que se realice permanentemente una revisión del marco vigente de los instrumentos y esquemas de participación en los mercados, que puede abarcar desde la viabilidad y oportunidad de su incorporación, los obstáculos que se identifiquen en la práctica, su complementariedad con otras alternativas en uso, las coincidencias con tendencias internacionales, y hasta los efectos fiscales que de ellos derivaran. La rapidez con que evolucionan los sistemas bursátiles, las modificaciones en las prácticas de operación y el surgimiento de nuevos medios de negociación que en ocasiones pueden representar una competencia desleal para las bolsas establecidas, hacen necesario que se realicen constantes esfuerzos para actualizar, siempre que se requiera, los instrumentos, prácticas y mecanismos del mercado. Sobre el particular, podrían mencionarse una infinidad de temas y figuras importantes que en nuestros mercados son objeto de interés, y a veces de preocupación, dentro de los cuales se tienen a las transacciones que los intermediarios realizan por cuenta propia; los préstamos de valores; el fomento a la liquidez de los mercados; los sistemas de compensación y liquidación; las operaciones en los mercados de dinero; la calificación de valores; la divulgación de información; el fomento a la emisión de acciones, sobre todo de pequeñas y medianas empresas; las colocaciones de títulos accionarios en el exterior, y sus efectos en la intermediación local; así como los sistemas electrónicos en los cuales se pueden negociar valores sin fronteras, y que podrían considerarse como bolsas paralelas. Otros de los conceptos de gran importan- RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O cia sobre los cuales hay que trabajar se refieren al régimen de capitalización de riesgos para los intermediarios bursátiles; las técnicas de valuación de los instrumentos; los principios contables que deben utilizar principalmente los intermediarios para el registro y presentación de la información financiera; así como los mercados de productos derivados, la previsión de sus contingencias y la interrelación con los mercados subyacentes. La segunda de las medidas globales a considerar para el incentivo a la competitividad es la relativa a la internacionalización de los mercados. La interconexión de los centros financieros mundiales, los flujos de inversión, la presencia y operación de intermediarios financieros extranjeros, y las colocaciones de valores multi-regionales, son algunas de las realidades que justifican y demandan que los mercados de valores mantengan políticas o estrategias bien definidas para su interacción con el mundo. Esta orientación puede facilitar, entre otros aspectos, la obtención de recursos a través de colocaciones de valores en el exterior o su adquisición local por parte de inversionistas de otras latitudes y el conocimiento de nuevos esquemas de operación, que son comunes en centros financieros internacionales. La mayor participación en el ámbito mundial, además de servir como un medio de apoyo a la apertura e interconexión, también debe considerarse como una forma de estimular la modernización doméstica de los mercados. No existe duda de que una mayor vinculación demanda también niveles más elevados de eficiencia operativa y competitividad interna. Esta última idea puede servir de conclusión para sintetizar estas reflexiones en relación con los factores permanentes de atención en los mercados. Los esfuerzos que se realicen contribuirán a dotar a los sistemas bursátiles de mayores elementos para el cumplimiento de sus funciones, y en un círculo virtuoso, los avances domésticos propiciarán una mayor interconexión con el exterior y viceversa. En México el mercado de valores ha contribuido eficientemente al financiamiento del desarrollo, después de haberse implementado a lo largo de los últimos años una serie de políticas dentro del sistema financiero y bursátil, que con solidez y competitividad le prepararon para desempeñar mejor el papel que le corresponde dentro de los procesos financieros y económicos. Al igual que en México, otros mercados de 72 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Latinoamérica han evolucionado hacia mejores estadios, y han cumplido cabalmente con su función dentro de sus propios entornos, cuando las condiciones así lo han permitido. Al tiempo que las economías alcanzan los niveles de estabilidad y crecimiento requeridos para avanzar en el desarrollo, es necesario que en los mercados bursátiles se siga trabajando para fortalecerlos con certeza en el marco jurídico y en sus autoridades, con flexibilidad en la operación, con la confianza institucional como eje y con la conducta ética que se demanda a todos los participantes. El irrestricto cumplimiento de las normas, S la transparencia, la igualdad de oportunidades y la protección al inversionista deben ser premisas inamovibles que guíen los esfuerzos de las autoridades en las tareas de supervisión y regulación. Hace poco alguien reflexionaba que las crisis financieras generalmente son consecuencia de crisis económicas que a veces no se pueden evitar, pero fenómenos como una regulación y supervisión deficientes, e instituciones que no den cumplimiento a sus responsabilidades y antepongan sus intereses particulares a los de la sociedad, sin duda las pueden agravar. 73 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O EL “NUEVO MERCADO” DE VALORES ESPAÑOL Rafael Mínguez Prieto Doctor en Derecho. Socio de Cuatrecasas Abogados I. LA ADAPTACIÓN DE LOS MERCADOS FINANCIEROS A LA NUEVA REALIDAD ECONÓMICA necesidad de ofrecer una respuesta normativa o regulatoria para que, en suma, los mercados financieros sigan cumpliendo con su función económica primordial. De igual manera, el fenómeno jurídico deber ser fundamentado, como no puede ser de otro modo, en cuestiones de corte financiero, en tanto en cuanto es esta última circunstancia la que explica el nuevo bloque normativo que vamos a analizar. En la perspectiva indicada, en el caso español, bien podemos afirmar que la raíz del “Nuevo Mercado” hay que asentarla en los primigenios pilares 1. De una parte, en el resultante de las “salidas a Bolsa de nuevas empresas”, cuyas circunstancias o cualidad esencial era la de encontrarse en pérdidas. De otra, la aparición de las “empresas tecnológicas”, fruto de la “Revolución de Internet”. Lo normal, sí que es cierto, es que ambas circunstancias, y, especialmente, en los últimos tiempos, han confluido en los supuestos empresariales que pretendían acceder al mercado. Pero, con independencia de las razones aludidas, y, muy concretamente, en el caso del sistema financiero español, a mi particular juicio hay una cuestión clave en todo lo que venimos exponiendo. Ésta no es otra que la de que se ha roto, finalmente, la tendencia de que el mercado sólo financiaba a empresas con una trayectoria económica ya definida y con beneficios, especialmente. Teniendo en cuenta que la esencia del mer- 1. PLANTEAMIENTO FINANCIERO Parece que, finalmente, el nuevo “milenio” sí que está cambiando nuestra vida, o, al menos, así se percibe, por cuanto de la noche a la mañana hemos descubierto que en diferentes facetas, por no decir en todas, no podemos dar un paso sin toparnos con la “Nueva Economía” y con la “Red” (Internet). Quizás sea que la piedra filosofal era un fenómeno virtual que debía manifestarse en la nueva “realidad” que Internet nos ofrece. Dejándonos de reflexiones sesudas, y descendiendo ya a terrenos más materiales, el nuevo cambio que comentamos también se evidencia en el ámbito de los mercados financieros. De modo tal que podemos afirmar, sin equivocarnos mucho, que la nueva realidad financiera que se va evidenciando (como se diría acogiéndonos a expresiones del mercado, las “nuevas tecnologías” y sus “nuevas empresas”) reclama, y así se está construyendo, una nueva organización y funcionamiento de nuestros mercados financieros. Si la reflexión expuesta la trasladamos al ámbito jurídico, bien se puede concluir que, una vez más, la realidad social ha ido por delante de la norma, planteándose, en consecuencia, la 1. Vid. MÍNGUEZ PRIETO, RAFAEL, artículo en el Diario “Expansión” de los días 5 y 7 de 2000, sobre “El Nuevo Mercado Bursátil”. RIMV Nº 1 / 2000 74 D E M E R C A D O S D E V A L O R E cado es financiar a las empresas y a otros agentes económicos, en general, en el caso presente asistimos a la máxima o posible esencia de dicha realidad cual es la de servir de cauce de financiación a empresas de sectores punteros, económicamente hablando, y que, además, suelen ser empresas de reciente creación. Desde mi particular punto de vista, considero que ésta sí que es una auténtica novedad o revolución en nuestro sistema financiero que evidencia, una vez más, su madurez y adaptación a las nuevas pautas financieras a nivel internacional. En la línea expuesta, y después de tantos intentos y medidas adoptadas en los últimos años para mejorar y fortalecer la financiación empresarial, nos hallamos ante la auténtica financiación de “Capital Riesgo” o “Capital Inversión”, por cuanto se derivan recursos financieros a las empresas desde el momento inicial de su arranque. Ahora bien, aceptada la premisa principal comentada, desde nuestra óptica particular la nueva realidad viene cualificada por dos características. La primera es que nos encontramos ante empresas difíciles de valorar y, más en particular, en las empresas tecnológicas, por cuanto concurre una notable “intangibilidad” en el negocio desarrollado. La segunda, que es una consecuencia inmediata de la anterior, son las diferencias o especialidades en materia de contratación ante la, en principio, mayor volatilidad y ajuste de valoración por el mercado de estos nuevos valores tecnológicos. S proponiendo, a tal efecto, las medidas normativas necesarias para acomodarse a los nuevos tiempos. Pero en el caso español, al elemento emulador de otras realidades de mercados de nuestro entorno, se le añade la evidencia de que habían concurrido supuestos donde la ordenación de nuestros mercados se había mostrado insuficiente para dar cabida a empresas españolas innovadoras que habían acudido a otros nuevos mercados para financiarse. No obstante, el problema tiene una dimensión mayor. Como ya habían puesto de manifiesto ciertas instancias de la Unión Europea 2 , para competir en términos económicos con los Estados Unidos era una realidad evidente la de buscar todas las maneras que fortalecieran los mercados financieros europeos, y, muy especialmente, aquellas iniciativas que acercasen a las pequeñas y medianas empresas más innovadoras a la financiación de los mercados de capitales. Un resultado de dicha línea de planteamiento ha sido el marco de los “Nuevos Mercados”, donde tienen cabida la financiación a las empresas más innovadoras y económicamente más punteras. 3. EL MODELO DE LOS NUEVOS MERCADOS Como siempre suele suceder, la pauta de avance en todas estas iniciativas tiene su origen en los Estados Unidos. Efectivamente, ya a finales de los años 80 aparece el NASDAQ como mercado financiero de renta variable orientado a las empresas más innovadoras, tecnológicamente hablando. Todas ellas surgían, en buena medida, de la revolución informática de los 80 y que, ilustrativamente hablando, se localizaba en el entorno del “Silicon Valley”. Frente al modelo clásico de la Bolsa de Nueva York, surge una estructura más flexible en el marco del NASDAQ, pensada especialmente para un tipo de empresas que, por pertenecer a sectores económicos más recientes, tenían o presentaban unas particularidades de negociación y valoración que hallaron su sitio natural en el marco comentado. Abierta la nueva senda, la reacción europea no se hizo esperar, y ya en los 90 apare- 2. EL ELEMENTO COMPETENCIA En el contexto económico donde se desenvuelve nuestro marco regulatorio sobre mercados de valores, un elemento fundamental y condicionante de dicho marco es el elemento competencial. No es nada nuevo admitir que el elemento normativo, más concretamente, el “arbitraje regulador” es un arma más para competir en el mundo financiero. Con la pauta expuesta se comprende que la realidad de los mercados empuja a los reguladores a adaptarse a las nuevas realidades, 2. Vid. FINANCIAL SERVICES – Implenting the Framework for financial markets: Action Plan. Commision Comunication of 11.05.1999 COM. ( 1999) 232. 75 RIMV Nº 1 / 2000 I N S ce el ESDAQ que intenta replicar el modelo americano. Bien es cierto que su éxito no ha sido clamoroso, ya que, entre otras cuestiones, no ha podido competir en un mercado bursátil fragmentado a nivel de la Unión Europea. Como es bien conocido, a pesar de las alianzas habidas entre diferentes plazas financieras, queda todavía por conseguir una auténtica plataforma unitaria bursátil a nivel europeo. Quizás por esa razón, a la que hay que añadir, a mi particular entender, la abierta necesidad de dar respuesta a la nueva realidad económica que se iba gestando, surgen en el ámbito de las diversas plazas financieras bursátiles europeas diversos modelos de “Nuevos Mercados”. Así, podemos destacar el “Neuer Market” alemán, el “Nouveau Marché” francés, o el “Nuovo Mercato” italiano. Dado que el “Neuer Market” ha sido, a nuestro particular criterio, uno de los que más ha inspirado el modelo español, vamos a describirlo, en primer término, para desgranar sus principales caracteres. Para comenzar, debe señalarse que es un segmento especial de negociación dentro de la Bolsa de Frankfurt, caracterizado por establecer, principalmente, unos requisitos especiales de admisión a negociación. En estos términos, se exige que exista un flotante libre mínimo del 20 por 100 del capital social, de modo tal que, aunque se mantenga en poder de los accionistas originarios el control societario, sea una parte representativa del capital la que se negocia, jugando, a la vez, como factor demostrativo de la apelación a la financiación del mercado. Otra característica propia de este nuevo mercado son las denominadas “cláusulas lock up” de accionistas o cláusulas “ de permanencia”, una vez que las empresas comienzan a cotizar. Con ellas se pretende asegurar, en alguna medida, la estabilidad a futuro de la empresa, ya que una pieza clave de la misma es su base accionarial, así como la gerencial, que en los casos más generalizados van unidas, y ello porque confluyen en las mismas personas ambas cualidades. Otra regla propia es la necesidad de que la admisión a negociación sea mediando, previamente, una oferta pública de venta. De esta manera se afianza la voluntad de las empresas frente al mercado de obtener recursos financieros cara a sus proyectos empresariales de futuro. A renglón seguido, hay que mencionar la norma sobre exigencias de contar con “market- RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O makers” o “creadores de mercado”, que garanticen la liquidez del valor desde la admisión. Con este instrumento, se refuerza la vocación de mercado de la empresa, a la vez que se garantiza, de alguna manera, su liquidez. Del resto de requisitos (así, principios contables, información pública periódica, participaciones significativas, hechos relevantes, etc.) son los comunes exigidos por las normas clásicas sobre mercados regulados a nivel comunitario, quizás con una especialidad, cual es la obligatoriedad de que la empresa informe una vez al año, de modo especial, a los inversores en la sede del mercado, acerca de sus resultados y proyectos económicos y empresariales. II. LA REGULACIÓN ESPAÑOLA SOBRE EL NUEVO MERCADO 1. ANTECEDENTES Antes de entrar de lleno en el análisis de la normativa española sobre el “Nuevo Mercado”, conviene que nos detengamos, en un primer momento, en los precedentes inmediatos, ya que las fuentes de las nuevas disposiciones las debemos remontar a una discusión que tuvo lugar en 1997 acerca de los requisitos sobre admisión a negociación en las Bolsas de Valores. Así, en el año destacado, al socaire de la presión ejercida por empresas que querían salir al mercado para obtener recursos que financiaran su expansión empresarial, se introdujo una modificación normativa de notable transcendencia para el futuro del Nuevo Mercado. En el B.O.E. de 21 de junio de 1997, tenía lugar la publicación de la Orden Ministerial de 19 de junio de 1997, sobre variación del requisito de admisión a negociación en Bolsas de Valores, previsto en el artículo 32.1.c) del Reglamento de las Bolsas de Comercio. En este precepto, como un requisito ineludible para cotizar en Bolsa, se exige tener beneficios en los dos ejercicios anteriores o en tres, al menos, de los últimos cinco. Como puede apreciarse, además de ser una norma propia de un Reglamento previo a la Ley del Mercado de Valores, falto de modificación y adaptación a la misma, no estaba en consonancia ni con los requisitos que sobre el particular vienen dispuestos en la directiva comunitaria imperante en la materia. 3 76 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Como se puede apreciar, dicho requisito frenaba el acceso al mercado de empresas con gran potencial de crecimiento si se financiaban a través del mercado. Por ello, y a fin de enmendar de la manera más racional posible la cuestión, se dispuso una excepción a la exigencia comentada. Dicha excepción se caracterizaba por facultar a la CNMV para excepcionar la concurrencia de beneficios durante el procedimiento de admisión a negociación cuando concurriesen tres circunstancias. La primera, y más importante, integrada en la letra a), cuya discusión, a nuestro particular entender, fue el auténtico germen del Nuevo Mercado, y es el supuesto de cuando el emisor de los valores, al margen de que sea una empresa recién constituida, pudiera justificar la posibilidad de obtener beneficios en los ejercicios venideros. El resultado de ese requisito fue la necesidad de acompañar a la decisión de la entidad emisora un informe de experto independiente que avalase las proyecciones de negocio que justificasen la obtención de beneficios en los ejercicios próximos a los de la salida al mercado. Ahora bien, la práctica demostró también la dificultad de establecer un umbral delimitador del momento en que se entendía que, a partir del mismo, se perdía la inmediatez. A lo anterior, se añadió la resistencia, como es habitual, a que los expertos independientes dieran su respaldo a unas proyecciones sobre beneficios futuros. Con independencia de los problemas apuntados, lo que es cierto es que por primera vez en nuestro sistema financiero los mercados, con independencia de la situación en pérdidas que mostraban las entidades candidatas a salir a los parqués, apostaban por canalizar recursos hacia esas realidades empresariales por entender que la esencia del mercado es derivar financiación a proyectos empresariales con la suficiente transparencia e información que permitan tomar una decisión fundada sobre la inversión. Finalmente, y para completar los comentarios sobre este bloque, simplemente hacer la S mención a los otros dos supuestos recogidos en esta Orden que venimos comentando (integrantes de las letras b) y c), aún vigentes, que justifican, de igual modo, la excepción al requisito general mencionado). Éstos son: de una parte, la constitución reciente de una entidad por un proceso societario de escisión, fusión o aportación de ramas de actividad; de otra, supuestos de empresas en proceso de privatización o reordenación económica. En conclusión, el primer paso, y, a la postre, embrión del Nuevo Mercado, fue el planteamiento sobre la excepción a un requisito de admisión a negociación que, sin lugar a dudas, en una futura reforma normativa debería desaparecer. 2. EL M ODELO ESPAÑOL : SUS RASGOS DEFINIDORES 2.1. La Orden de 22 de diciembre de 1999 Con la presente disposición, a la vez que se corrige de forma más racional la excepción sobre admisión a negociación prevista en la Orden del 97, se instaura, y ésta es su verdadera finalidad, un “Nuevo Mercado” bajo unas pautas definidoras acordes con las fijadas en los mercados bursátiles ya anteriormente comentados.4 Como advertíamos, el problema se desplaza ahora a dar una respuesta satisfactoria a las nuevas empresas españolas, especialmente las que surgen en el marco de la prestación de servicios a través de Internet, y que son testimonio de una nueva era económica y tecnológica. Esta nueva realidad empresarial viene caracterizada (y así se afirma en el Preámbulo de la disposición), por pertenecer a sectores tecnológicamente punteros, ya de producto, ya de procesos productivos. Y, a su vez, se enmarcan en un ciclo económico o un mercado potencial sujeto a las incertidumbres de lo novedoso. Por tanto, a la vez que concurren unas “posibles” notas o rasgos de mayor riesgo, se presentan también unos niveles potenciales de crecimiento y, por ende, de ganancias mucho 3. Vid. Directiva del Consejo de 5 de marzo de 1979 sobre coordinación de las condiciones de admisión de valores mobiliarios a cotización oficial en una Bolsa de Valores (79/279/CEE). 4. Vid. TAPIA HERMIDA, ALBERTO J., “ La creación del nuevo mercado en las bolsas de valores por la Orden de 22 de diciembre de 1.999. Revista de Derecho Bancario y Bursátil, Año XIX, Enero-Marzo 2000, páginas 240 a 242. 77 RIMV Nº 1 / 2000 I N S mayores. Comentadas las grandes líneas de filosofía definidoras del Nuevo Mercado, debemos ahora abordar, separadamente –pues así es el doble contenido de la disposición que estamos analizando–, por un lado, los caracteres de aquél, y, de otro, la cuestión relativa a la flexibilización del requisito de admisión a negociación en materia de beneficios empresariales. Comenzando por lo primero, y como anuncia la propia disposición, el regulador español opta por crear un segmento especial de negociación dentro del Sistema de Interconexión Bursátil gestionado por la Sociedad de Bolsas. En suma, consideramos una decisión más que acertada el no incrementar la estructura de nuestros mercados, y, especialmente, la inflada organización bursátil; de ahí que la creación de un segmento o apartado de negociación especial para las empresas que venimos citando sea un acierto indudable, como se viene demostrando. En dicha tesitura, y como prescribe el número primero de la Orden, el Nuevo Mercado es definido objetivamente al señalarse que los valores que se negociarán en su marco son los de empresas pertenecientes, bien a sectores innovadores de alta tecnología, o bien a otros sectores con crecimiento a futuro. Pero en ambos supuestos, y así es la nota definidora de la norma, son valores de empresas de sectores con unos niveles de riesgo mayores a los de los sectores tradicionales. Piénsese que aquí está en juego el matiz diferenciador de un nuevo mercado, o un seg mento especial, por cuanto las reglas y particularidades que se establecen tienen su sentido último en tratar, desde el punto de vista regulatorio, de forma particular un riesgo de mercado cualificado por la actividad económica que soporta. Una vez definido el ámbito objetivo del mercado, a continuación, y habida cuenta de las diferentes competencias que convergen sobre el particular, la Orden atribuye alguna de las mismas a la CNMV y otras a las Bolsas de Valores. A la primera le reserva, por su función regulatoria por delegación del Ministro, en los términos de la Ley del Mercado de Valores, la determinación de las condiciones particulares de admisión y permanencia. A las segundas, se les encomienda, en particular, y acorde también con las funciones que les son propias, la competencia de determinar las reglas especiales de contratación o funcionamiento del nuevo seg mento. RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Ahora bien, en ambos casos, la pieza clave del Nuevo Mercado español, o, a nuestro particular entender, su rasgo definidor, es la apuesta por la transparencia como elemento definidor de su regulación. Ello explica las tres notas siguientes. En primera instancia, se obliga a las Bolsas a difundir una información específica y diferenciada de la que ofrecen, en general, sobre la negociación del resto de los valores bursátiles. Esto es, el segmento nuevo requiere, desde el punto de vista de difusión de información acerca del mismo, un caudal informativo para que los inversores sigan la evolución de los nuevos valores de una forma acorde con sus matices particulares. En dicha línea se enmarca la obligación especial establecida para los propios emisores que acceden al Nuevo Mercado de informar de un modo específico y adicional a los canales obligatorios que impone la regulación de mercados de valores. Y esta información pública tiene todo su sentido habida cuenta de los matices excepcionales con los que se ha entrado en el mercado, así como de las particularidades de los negocios que desarrollan dichas empresas. Pero, como complemento de lo anterior, y profundizando en los matices definidores de la transparencia necesaria para estas empresas, la Orden particulariza en los instrumentos de transparencia típicos las notas definidoras de la información que deben reportar al mercado estas nuevas empresas. Así, podemos comprobar cómo se exige que en el folleto informativo, en la publicidad y en el tríptico se recoja una mención especial a que la empresa es del segmento nuevo creado en los mercados bursátiles; todo ello para garantizar un adecuado conocimiento del inversor de ese matiz diferenciador de las pautas ordinarias. La norma también va más allá cuando predica la necesidad de trasladar dichos matices a la información pública periódica que efectúe la entidad emisora, así como a las cuentas anuales y en los folletos informativos que, con posterioridad a la entrada en el mercado, vaya aportando o registrando en la CNMV. Finalmente, en el presente análisis de los requisitos particulares sobre el Nuevo Mercado que establece la Orden, hay que destacar los de corte supervisor, y que no son más que una concreción de las competencias generales que tiene atribuida la CNMV en el marco presente. Y ello porque la Orden dispone que el supervisor español puede suspender o dejar sin efecto las normas o disposiciones específicas sobre el 78 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Nuevo Mercado cuando estime que atenten contra los principios ordenadores del funcionamiento de los mercados de valores españoles. En los términos anteriores se entiende, adecuadamente, la prescripción del apartado séptimo del número que venimos comentando cuando alude a la particular oposición a aquellas reglas y condiciones que “no reflejen adecuadamente las características de este segmento y la tipología de empresas que se negocian en el mismo”. Advertimos, una vez más, como venimos comentando, la esencia de la regulación en todas sus dimensiones y que no es otra que preservar la singularidad del riesgo empresarial que se está tomando en consideración y que, en suma, ha sido el que ha justificado estas nuevas disposiciones. Resta por comentar, aunque formalmente está en la disposición transitoria de la Orden, la prescripción en virtud de la cual ha empezado a funcionar a partir del 10 de abril pasado el nuevo segmento. Siendo consciente el legislador de que el fenómeno ya había presentado atisbos en el pasado más inmediato de empresas que habían accedido a los mercados con características iguales a las que ahora se concretan para definir el Nuevo Mercado, es por lo que en la disposición transitoria, de la que ya se ha hecho uso, se dispone la facultad de la CNMV de determinar qué empresas ya negociadas en Bolsa iban a ser las primeras en cotizar en el Nuevo Mercado. Con el uso hecho de la transitoria, además de ubicar en el sitio adecuado a estas empresas, por cuanto tienen los rasgos comentados para entrar en el nuevo segmento, se evita un sesgo diferenciador, sin mucha justificación, que se hubiera producido frente a las nuevas empresas que accedieran y que, especialmente, podría haber sido perjudicial para estas últimas. Efectivamente, y aunque se hubiera explicado sobradamente, los analistas de los mercados podrían haber apreciado un cierto sesgo negativo frente a las compañías que, teniendo una identidad parecida, se hubiesen mantenido en el mercado ordinario. Por ello, y a la vez que se ha homogeneizado el riesgo, ubicándolo materialmente en un mismo segmento, a la vez se cercenan posibles problemas de análisis de mercado, evitando matices negativos en pos del nuevo segmento por el que se apuesta regulatoriamente. Y entraríamos así en el segundo bloque normativo de la Orden, que viene representado, como habíamos avanzado, por una sustancial modificación de la Orden de 19 de junio de S 1997 sobre requisitos de admisión a negociación en Bolsas de Valores. Como hemos comentado, el principal problema que planteó la modificación del 97 era el de justificar de una forma mínimamente coherente la posible obtención de beneficios en ejercicios venideros. Concepto jurídico indeterminado que, como todos los de este orden, tiene una complejidad notable a la hora de su completa y coherente especificación. A fin de dar una respuesta más acorde con la realidad de nuestros mercados, el legislador ha optado por flexibilizar aún más el requerimiento de beneficios, postulando, abiertamente, por una solución en favor de la transparencia de la decisión de acudir al mercado. Recuérdese que hay notables factores jurídicos y de otra índole para soportar con toda fuerza la presente decisión. Desde el punto de vista jurídico, ni las disposiciones comunitarias vigentes en la materia, ni las contempladas a nivel comparado, tanto desde la perspectiva de los mercados bursátiles como desde la de los nuevos mercados, presentan este matiz definidor. Pero también desde la óptica más financiera, tampoco parece muy fundamentado el hecho de requerir para su financiación vía mercado el que salgan al mismo empresas con beneficios de reciente creación, máxime en sectores económicos de novedad mayúscula, como son los de nuevas tecnologías. Pero sobre todo, en este razonamiento financiero considero que sería imperdonable que se negase la entrada al mercado de empresas que representan el futuro del desarrollo económico para nuestro país, evitando que la desintermediación alcanzase con la debida transparencia y protección del inversor a las mismas. Pues bien, el legislador siendo consciente del reto que tenía entre manos, da un paso hacia delante caracterizado por lo siguiente: a) En primer término, se exige un informe a los administradores ya no justificando la obtención de beneficios en los ejercicios venideros sino las perspectivas de negocio y financieras de la entidad, y las consecuencias que, a juicio de aquéllos, pueden incidir en los resultados de los ejercicios venideros. Por tanto, ya no se pide una justificación de la obtención de beneficios, sino que se informe al mercado con el suficiente detalle por parte del órgano de administración acerca de cómo las proyecciones y perspectivas del negocio incidirán en los resultados futuros, sin precisión específica sobre obtención de beneficios. 79 RIMV Nº 1 / 2000 I N S Para concluir el presente apartado, considero necesario hacer una puntualización acerca de la responsabilidad que asumen los administradores. Si se comprueba la redacción del precepto, se advierte que en ningún caso los administradores asumen una obligación de resultado respecto a la obtención de beneficios, sino que asumen una obligación de medios, cualificada por la concreción de una adecuada transparencia frente al mercado y los inversores de modo tal que se garantice un conocimiento a los inversores de la realidad empresarial que van a financiar. Este tema no es tan baladí en otros ordenamientos como el norteamericano, donde este tipo de informes pueden traer consigo un incremento de la responsabilidad diferente a la obligación de transparencia que, a nuestro entender, concurre en el derecho español. 2.2. La Circular 1/2000, de 9 de febrero, de la CNMV, por la que se establecen las condiciones particulares de admisión y permanencia del «Nuevo Mercado» Habida cuenta de las competencias reservadas a la CNMV en lo concerniente a la precisión de las reglas del Nuevo Mercado, donde se puede decir, a modo introductorio, y como se refiere en su propio Preámbulo, que lo que se ha buscado, teniendo en cuenta los modelos imperantes en la materia, es adaptar y especificar para el segmento español las experiencias de otros nuevos mercados, sin perder las pautas habilitantes. La primera norma que nos encontramos (la relativa al “Tipo de empresas a las que se dirige el Nuevo Mercado”), concreta los perfiles y caracteres de las empresas cuyos valores van a ser objeto de negociación en el presente marco de mercado. Así, se destacan dos pautas definidoras, apelando, como no podía ser de otra forma, a criterios eminentemente económico-financieros. Por ello, y en primer término, se incluye a las Nº 1 / 2000 I T U T O I B E R O A M E R I C A N O empresas de sectores innovadores, desde un punto de vista tecnológico, comprendiéndose tanto las de producto como las de proceso productivo. Como segunda pauta definidora, se acude a la señalización de empresas que, atendiendo a su mercado, tengan un potencial de crecimiento superior al que es habitual. Pero he aquí, y ésta es una virtud de la norma, en lo que se refiere a pautas definidoras de las empresas que van a ser la base del Nuevo Mercado, que a renglón seguido, y como rasgo común a los dos segmentos empresariales que se intenta agrupar, se predican dos variables, desde un punto de vista más financiero. Por un lado, se alude al mayor nivel de riesgo, como carácter que define una pauta inversora. De otro, y desde una perspectiva más técnica de mercado, se hace referencia a que la cotización potencialmente puede estar sometida a una mayor variabilidad que la que cualifica de ordinario a valores más tradicionales. Y la razón de este último factor asienta la norma tanto en su proceso productivo, como en el ciclo económico, así como en el mercado potencial donde se desenvuelve, en tanto en todos estos casos hay una mayor incertidumbre por lo novedoso de la materia. Desde mi óptica particular, en estas últimas cuestiones radica la clave de los Nuevos Mercados, habida cuenta de los avances de la tecnología y la dificultad que están teniendo los mercados para definir nuevos modelos de valoración o nuevas reglas de contabilidad que nos expliquen el comportamiento y las previsiones de las expectativas de negocios de sectores empresariales en permanente evolución. En segundo término, nos encontramos con la norma relativa a las “condiciones de admisión al Nuevo Mercado”, donde bien podemos decir que no reina la novedad, incluso tomando en cuenta la modificación del requisito de exención de beneficios que ya hemos comentado. Ahora bien, esto no es óbice para que la experiencia alumbre algunas pautas reguladoras al legislador español cara a hacer uso de las posibilidades que le brindan las habilitaciones de los artículos 30 y 32 de la Ley del Mercado de Valores con el fin de establecer más adelante requisitos diferentes para la emisión y admisión a negociación de valores en los mercados españoles. Confío en que la situación de interconexión entre mercados determinará un modelo más homogeneizado a nivel internacional fruto de la aproximación aludida. La tercera norma (sobre requisitos de información y transparencia de los emisores), por una parte, no deja de ser una mera reproduc- b) Como consecuencia de la filosofía regulatoria de apuesta por la transparencia, se establece que dicha proyección e informe de los administradores será puesta a disposición del público por parte de la CNMV con ocasión del procedimiento de verificación de la salida al mercado, y siempre, como especifica el tenor de la regla, para que el inversor se forme un juicio fundado sobre la inversión en dichos valores. RIMV T 80 D E M E R C A D O S D E V A L O R E ción para los valores del Nuevo Mercado de las obligaciones que, con carácter general, se predican en la legislación de mercados de valores española para cualquier emisor de valores. Únicamente se dispone una particularidad, apelando a la técnica de hechos relevantes, a diferencia de lo que se exige en otros nuevos mercados, donde se obliga a una comparecencia física del emisor en sede del mercado para informar directa, y no virtualmente, de la marcha de la sociedad. Como señalábamos, en el sistema de “hechos relevantes” se obliga a poner a disposición del público una información que explique, sobradamente, la evolución y perspectivas del negocio, así como de los planes futuros de la compañía. En suma, si el negocio tan cambiante es determinante de la idiosincracia del segmento, con la presente norma se obliga a que el inversor, al margen de los hechos relevantes que haya que ir comunicando en el futuro, exista uno ad hoc de carácter anual que refleje y continúe con la obligación de “reporting” permanente al mercado sobre la marcha y evolución de la empresa. Entraríamos así en la norma cuarta sobre el “procedimiento de admisión” de valores en el Nuevo Mercado. En este campo, en primer lugar, se introduce un mecanismo de cooperación excepcional entre supervisor y mercados, en virtud del cual las Bolsas, en particular, a través de los representantes en la Sociedad de Bolsas, imaginamos, para favorecer el trámite, informan de la idoneidad de la empresa cotizante para negociar en el segmento. En buena lid, consideramos que tendrá que evaluarse el cumplimiento de los requisitos previstos en la norma primera de la Circular que perfilan el tipo de empresas. Este trámite debe cumplirse con anterioridad a la verificación del folleto informativo que ampare la admisión a cotización. Además de la particularidad destacada, la norma, una vez que vuelve a proclamar el cumplimiento de las disposiciones generales en materia de emisión, oferta pública y admisión a negociación, pone el acento, haciendo hincapié en la filosofía del “disclosure” o transparencia en el segmento, en la información necesaria a incorporar de modo específico en los diversos Capítulos del folleto de emisión y oferta pública. En la línea expuesta, y acorde con las informaciones contenidas en los capítulos de los folletos, en el IV se ha obligado a introducir descripciones particulares de aspectos económicos (ciclo económico, mercado potencial, ele- S mentos de riesgo) o de carácter más técnico (aspectos tecnológicos), con el fin de poner a disposición de los inversores una información lo más fidedigna posible, teniendo en cuenta las continuas novedades que asaltan a las empresas presentes en el desarrollo e impulso de su negocio. En concordancia con lo indicado, se explican las pautas específicas respecto de lo que exige su introducción en el Capítulo VII del folleto, en cuanto a las ulteriores operaciones y planes concretos de inversión y financiación, siempre que influyan sobre su estructura de capital y las perspectivas de la actividad. No podemos olvidar, según demuestra la experiencia, los abundantes y cambiantes proyectos en que se ven inmersas las empresas de la nueva economía, habida cuenta de los cambios tecnológicos que permanentemente existen en los negocios propios de las mismas. Todo ello aconseja una información específica como la que se precisa en este apartado de la disposición. Ya entrando en unos terrenos más subjetivos, pero de indudable importancia para valorar el presente y el futuro de la compañía, un factor de notable importancia es la permanencia del equipo directivo, que, habitualmente, está también muy vinculado al accionariado, sin perjuicio de los ejemplos que encontramos de presencia de inversores institucionales. Por dichas circunstancias, en el Capítulo II la Circular obliga a concretar los pactos de “lock up” o permanencia de los accionistas de referencia en la compañía y su vinculación con el órgano de administración. Piénsese que la apelación al mercado, tanto inicial como posterior, en muchos casos va a estar muy condicionada por el elemento personal de los nuevos gerentes de la nueva economía. Igual que surge un nuevo negocio, aparecen también unos nuevos “managers” del mismo, con la consiguiente necesidad de trasladar a los inversores esta información tan importante para la valoración de la inversión en toda su dimensión, tanto personal como de negocio o empresarial. Finalmente, y también en el marco del Capítulo II, se obliga, si los hubiese, a describir los compromisos del emisor con los miembros de las Bolsas con el fin de fomentar la liquidez de los valores. Esta circunstancia excepcional en el ámbito de nuestros mercados de valores puede que se convierta en habitual en este nuevo segmento, si bien habrá que esperar a las primeras experiencias para su valoración. 81 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Bolsa de Comercio de Santiago. referencia de cada sesión se admitirá, y aquí reside una importante diferencia, un 25 por 100 de variación respecto a los precios para cada sesión. Ahora bien, dicha variación se medirá tanto en términos individuales como en términos generales. Es decir, se permite una variación general o particular, teniendo en cuenta si las oscilaciones son comunes o meramente puntuales. En consonancia con la excepcionalidad de las reglas que comentamos, se establecen también unas pautas en materia de períodos especiales de ajuste en caso de ampliación de la variación máxima de precios. Es decir, se fija un tiempo de reacción y asimilación de las circunstancias por los miembros del mercado, de modo tal que se permita continuar, una vez consideradas las posibles vicisitudes particulares que han mediado en la materia. Y ello con la transcendente consecuencia de que el precio que se fije en estos períodos especiales de ajuste tendrá la virtud de su consideración como precio de referencia a todos los efectos. Profundizando en las particularidades 2.3. La Circular 1/2000 de la Sociedad de Bolsas Como ya habíamos destacado, en la distribución de competencias definidoras del Nuevo Mercado, a las Bolsas se les deja la precisión de las particularidades en materia de contratación y funcionamiento del segmento. En esta lid, y teniendo en cuenta la Norma 5ª de la Circular 1/2000, donde se fijan las pautas habilitantes para las Bolsas en la materia, éstas se han traducido en un conjunto de modificaciones de las normas de funcionamiento del Sistema de Interconexión Bursátil. Así, se añade un nuevo apartado 11, dentro de las normas aludidas para establecer las particularidades del segmento especial de negociación que representa el Nuevo Mercado, cuyo contenido se expone a continuación. En primer término, la fijación del precio inicial se efectuará tomando como referencia la oferta y demanda real de las propuestas introducidas en el sistema. Sobre dicho precio de RIMV Nº 1 / 2000 82 D E M E R C A D O S D E V A L O R E señaladas, y siendo conscientes de que los supuestos especiales se pueden presentar al final de las sesiones, es por lo que se introduce la posibilidad de prolongar excepcionalmente el período de sesión para hacer frente a dichas circunstancias. En consecuencia con las particularidades introducidas para el Nuevo Mercado, finalmente, en la Circular se reajusta su contenido para comprender las nuevas disposiciones. S más flexibles, el modelo clásico de mercado de renta variable a las necesidades de las empresas de la nueva economía. 3ª) Un factor importantísimo para evaluar el modelo es la apuesta por un esquema de potenciación de la transparencia, de modo tal que la seña de identidad que debe cualificar este segmento es el logro del conocimiento por parte del inversor de las particularidades de los negocios y de las empresas que van a acceder al segmento. Como siempre, el tiempo será el que dicte el veredicto final. No obstante, lo que sí es decisivo es que nuestros mercados se han adaptado a las pautas de los nuevos tiempos, y, sobre todo, a mi particular juicio, hay una conclusión muy importante para el devenir de nuestro sistema financiero y es que, casi por primera vez, los mercados van a financiar a las empresas desde su más rabioso origen, superando los obstáculos del pasado para que acaeciese este fenómeno. III. CONCLUSIONES Una vez analizado el modelo español de Nuevo Mercado, que no podemos olvidar que está en su fase de inicio, consideramos que pueden extraerse las siguientes conclusiones: 1ª) Ha sido un acierto la opción de crear un segmento de negociación en vez de un mercado nuevo, evitando reiterar experiencias de no muy buen resultado en la estructura de nuestros mercados financieros. 2ª) Lejos de considerar el mercado como una especie de segunda división de valores, la importancia de su creación estriba en adaptar, con normas más específicas y, en algún caso, 83 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O IBEROAMÉRICA, O LAS CONSECUENCIAS DE UNA RECTIFICACIÓN Juan Velarde Fuertes Catedrático de Estructura Económica en la Universidad de Barcelona y de Economía Aplicada en la Universidad Complutense de Madrid. Profesor emérito de este centro. Consejero del Tribunal de Cuentas. Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en 1992, Premio Rey Jaime I de Economía en 1996 y Premio de Economía de Castilla y León “Infanta Cristina” 1997. Académico de número de la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas, y Doctor “honoris causa” por las Universidades de Oviedo, Sevilla, Pontificia de Comillas, Alicante y Valladolid. Por muchos motivos la suerte económica de Iberoamérica interesa a los españoles. En primer término, por pura fraternidad. El viejo tronco común se escindió definitivamente a lo largo del siglo XIX. Sin embargo, entre sus diversos nuevos retoños existe tal afinidad, que les apetece tener las ramas entrelazadas, sabiendo muy a fondo los unos de los otros. En segundo lugar, porque el mundo de los negocios de España tiene un campo casi natural de expansión en toda la región iberoamericana. Al ser España un país exportador neto de capitales, aprovecha a fondo esta opción. Son tan patentes ciertas economías externas, que van incluso más allá del idioma en relación con estos países, y sería estúpido no aprovecharlas a fondo. Claro es que el beneficio puede ser alto si las cosas van bien en lo económico en el mundo hispano, y puede reducirse muchísimo, o incluso anularse, si la crisis galopa en estos países. Finalmente, el tercer motivo es pedagógico. Más de una vez, a lo largo de la edad contemporánea, España se ha encontrado en situaciones parecidas a las de estos pueblos. Los hispanos hemos recibido los mismos cantos de sirena, capaces de hacer estrellarse a cualquier economía y, cuando hemos reaccionado con sagacidad desoyéndolos, el hacerlo ha rendido buenos y muy parecidos frutos a un lado y otro del Atlántico. Por este triple motivo, éste pasa a ser el momento de la observación de la economía iberoamericana. Los tiempos dan la impresión de ser los adecuados. En 1991, comenzó a disiparse la tremenda crisis económica iberoamericana, que había estallado en el verano de 1982 y que en la historia económica recibirá el nombre de crisis de la deuda externa porque se manifestó alrededor de un colosal endeudamiento de Iberoamérica en los países más ricos. En 1992 parecía todo superado. El presidente del Banco RIMV Nº 1 / 2000 Interamericano de Desarrollo, Enrique V. Iglesias (1992), indicaba ese año por qué daba la impresión de haberse doblado el cabo de las Tormentas en Iberoamérica. En primer lugar, por el restablecimiento general de las instituciones democráticas. Como señala Iglesias, “ese renacer democrático trajo consigo, a la vez, la necesidad de actuar pronto y simultáneamente en varios frentes relacionados: la recuperación económica y el desarrollo sustentable a largo plazo; la solución de la deuda social y el establecimiento de condiciones permanentes de equidad distributiva, y la inserción de estas economías en el marco económico internacional”. Todo esto pudo haber fracasado si, como completa Enrique V. Iglesias, no hubiese surgido en muchos países “una nueva generación de líderes políticos, con ideas frescas, que pusieron en marcha uno de los procesos de cambio más profundos que ha tenido la región en lo que ha transcurrido de este siglo, guardando ciertas simetrías con aquellos cambios que han venido ocurriendo en el escenario económico mundial. Esos cambios se han proyectado, asimismo, hacia los empresarios privados, a la burocracia pública y, en general, a todos los sectores de la trama de las sociedades de nuestros países. La actitud generalizada en este proceso de renovación se caracterizó por el predominio del pragmatismo sobre las ideologías, resultante de una profunda reflexión crítica sobre el pasado. Ese análisis crítico identificó como elemento central la excesiva tolerancia de los países con: a) la inestabilidad, tanto económica como política; b) la inflación y los déficit fiscales; c) la ineficiencia asociada a las políticas proteccionistas y d) la desigualdad económica externa”, lo que, a su vez, exige “el ataque frontal a los déficit fiscales; la promoción de la eficiencia en las esferas de actividad privada y pública, y la búsqueda de soluciones de emergencia y estructurales a los problemas sociales”. 84 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Naturalmente que esto supuso abandonar en el baúl de los recuerdos –habría que decir, de los malos recuerdos– todo un haz de políticas económicas simultáneamente nacionalistas y populistas, que iniciaron su andadura hacia 1930 y que culminaron en las tesis del denominado estructuralismo económico latinoamericano. Casi podríamos decir que su crepúsculo matutino se halla en los populismos mexicanos que con Madero, derribaron a Porfirio Díaz; su otro se encuentra en los manifiestos, llenos de orgulloso nacionalismo económico, de los grupos políticos y de los oficiales jóvenes –dentro de un fenómeno típico de “jóvenes turcos”– que apoyaron en Argentina el triunfo del general Perón; su ocaso se encuentra en el fracaso estrepitoso en Perú del intento de Alan García de reconstruir su economía de acuerdo con el modelo estructuralista económico latinoamericano interpretado por Carbonetto. Durante más de sesenta años, una y otra vez, se ensayaron, desde el río Bravo al Cabo Hornos, mil variantes políticas y económicas heterodoxas que concluyeron por cristalizar en el crisol de la CEPAL. Es ésta una cuestión importante, porque bajo el impulso de Raúl Prebisch, esta singular institución pasó a ser una amalgama de una Comisión de las Naciones Unidas con mucho más. Era, por un lado, un centro de investigación y análisis económico. Incluso tenía mucho de entidad docente, tanto directamente en sus propios locales de Santiago de Chile, en el Instituto Latinoamericano de Planificación Económica y Social para América Latina (ILPES), que dirigió el propio Prebisch, como en proyecciones muy importantes. Pensemos en la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO). El estructuralismo económico latinoamericano se gestó en esos complejos despachos de CEPAL, de tal manera que esta ideología –el último de los retoños nacidos del ya añoso árbol del historicismo económico– orientó de forma progresiva la política económica de las naciones iberoamericanas. En los centros académicos del continente y en sus institutos de investigación, la difusión de tesis como las de la teoría de la dependencia fue extraordinaria. Como un reguero de pólvora, crecía en todas partes el convencimiento de que existían diferencias radicales entre las estructuras económicas de los países del centro y de la periferia. Con ello se había atacado, con proyectiles dirigidos a la santabárbara, todo el montaje teórico de la teoría del comercio internacional de origen en Ricardo, que había alcanzado finuras extraordinarias con los trabajos de los Taussig, los S Haberler, los Viner, los Machiup o los Leontief y, en especial, con los teoremas Heckscher-OhlinSamuelson que enlazaban con el resto del análisis neoclásico. Fue esencial para justificar tal ataque la famosa hipótesis Singer-Prebisch, del deterioro de la relación real de intercambio de la periferia. Desde ahí se había desprendido toda una importante formulación para orientar el proceso económico de los países en vías de desarrollo hacia una industrialización que pretendía, en primer lugar, poner remedio a un punto clave de la explicación de Prebisch: la elasticidad renta de las importaciones industriales de la periferia es superior a 1 y es mucho mayor que la del centro, mientras que la elasticidad precio para las materias primas y alimentos que suelen exportar los países del Tercer Mundo, es más baja que la de los productos industriales. Pero, en segundo término, con la industrialización se pretendía también aprovechar para el desarrollo las economías externas que se generan con un proceso de este tipo. Como éste no se pone en marcha de modo espontáneo, es preciso que lo impulse una amalgama de actividades estatificadoras y de reservas del mercado nacional unidas a procesos de sustitución de importaciones. No existen, pues, diferencias demasiado profundas con las recomendaciones de tipo populista-autoritario y populista-marxista que habían germinado en toda Iberoamérica. Todo esto provocó una controversia muy amplia en toda la región. El papel histórico de Enrique V. Iglesias fue, como Secretario Ejecutivo de CEPAL, conducir esta institución a través del largo período de su mandato, que duró de 1972 a 1985, de unas aguas en exceso tempestuosas –pues las políticas estructuralistas en buena medida, habían causado en buena medida, la crisis de la deuda externa de 1982– a otras más tranquilas, de progresiva aceptación de los modelos de desarrollo de raíz neoclásica que comenzaron planteándose por algunas formaciones políticas de la derecha iberoamericana y que, posteriormente, acabaron siendo asumidas, no ya por partidos de centro, como puede ser la Democracia Cristiana chilena, sino por partidos populistas como el Justicialismo o el PRI mexicano. La polémica parecía superada desde comienzos de los años noventa, y después de una serie de vacilaciones, dio la impresión de que el porvenir estaba despejado. Sin embargo, a partir de 1997 estalló de nuevo una crisis muy importante en la región que, en 1998, pareció asentarse con fuerza considerable. También ocupó una parte nada despreciable del impacto climático provocado por el Niño, que 85 RIMV Nº 1 / 2000 I N S originó sequías e inundaciones a inicios de 1998, con pérdidas de unos 15.000 millones de dólares, la mitad en la región andina, lo que a finales de 1998 se une a los huracanes Mitch y George, con destrucciones sin precedentes en este siglo en el Caribe y Centroamérica, y a comienzos de 1999 con un fuerte terremoto en Colombia, como se indica en el estudio del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Naciones Unidas, Estudio económico y social mundial 1999. Tendencias y políticas en la economía mundial. Desarrollo financiero en un orbe en proceso de mundialización (1999). Se combinó todo esto con una serie de perturbaciones económicas derivadas del contagio de las crisis asiática primero, de la crisis rusa, después y, finalmente, a comienzos de 1999, con la crisis del real en Brasil. La relación real de intercambio –caída en los precios del petróleo, los metales y los alimentos– empeoró gravísimamente. Así es como, según el documento citado de las Naciones Unidas, de produjo un lógico empeoramiento en la posición fiscal “debido a la desaceleración del crecimiento económico, al aumento de los pagos por concepto de intereses y a la reducción de los precios de los productos básicos. En países como el Brasil, el Ecuador y Venezuela, el déficit fiscal sobrepasó el 5% del PIB a finales de 1998. La política fiscal en el región ha pasado a ser más restrictiva... Varios países también tomaron medidas con respecto a los gastos y redujeron los relativos a la infraestructura y otros gastos de inversión. No obstante, estas medias no mejoraron el equilibrio fiscal porque quedaron contrastadas por el aumento de los pagos por concepto de intereses... Las políticas monetarias también han sido restrictivas... Los elevados tipos de interés frenaron la demanda y controlaron las presiones inflacionarias, pero también debilitaron a los sectores financieros en algunos países al hacer que aumentara el volumen de fallidos, lo cual socavó la calidad de los activos bancarios. Concretamente, el Ecuador tropezó con graves dificultades en el sector bancario... No obstante, la mayoría de los bancos latinoamericanos han resistido las recientes crisis financieras, debido en particular a que ya se habían introducido reformas estructurales en el sector y se habían mejorado los marcos normativos, sobre todo después de la crisis de México a principios de 1995. Las tasas de desempleo visible continúan siendo altas en América Latina a pesar de que el crecimiento se aceleró a principios del decenio de 1990. En varios países, la liberalización del comercio y la reestructuración RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O de las economías nacionales han contribuido a reducir la demanda de mano de obra en los sectores modernos, en particular en el sector de las manufacturas... La situación de la balanza externa empeoró en la mayoría de los países en 1998”. De ahí que interese escudriñar más a fondo cómo, en tres países fundamentales –Chile, Argentina y México– se produjo la rectificación de una política económica que en los tres parecía antaño bien asentada en torno al citado estructuralismo económico latinoamericano y de qué manera, de nuevo en los tres, se ha presentado una seria crisis económica. Desde estas tres naciones, como una mancha de aceite, el cambio de política económica se ha extendido por toda la región, y tras el auge ha sucedido lo mismo con la decepción reciente. El motivo original del progreso inicial hacia la ortodoxia se encuentra en que tres presidentes, Menem en Argentina, Aylwin en Chile y Salinas de Gortari en México, decidieron poner coto a la crisis de la deuda externa que zarandeaba a los tres países, con caídas en el PIB, agobios de las balanzas externas, inflaciones fortísimas y paros acusados. Sus correspondientes tres ministros, los notables economistas Cavallo, Foxley y Aspe, buscarán precisamente en la ciencia económica más rigurosamente académica, la inspiración para su actuación política. Los tres presidentes pasaron a contemplar, con gozo evidente, que al seguir los consejos de los técnicos, sus países renacían a la esperanza. Ellos, y de todo sus sucesores, tuvieron que hacer frente a las recientes crisis económicas. Tan importante es esto que bien merece la pena observarlo más de cerca. Comencemos por Chile. Ante esta nación es preciso comenzar con una interrogación. ¿Por qué, tras el traspiés colectivo de la crisis de la deuda externa, la recuperación fue rapidísima? Piénsese que, para el período que transcurre de 1981 a 1990, o sea, a lo largo de la década perdida y la recuperación originada por la nueva política ya relatada, Chile ocupa el segundo puesto de toda Iberoamérica en la tasa de desarrollo de su Producto Interior Bruto (PIB) real por habitante, detrás de Colombia. Cuba ofrece una tasa aún superior a la de Chile –un 1,3%, como promedio anual– y Colombia –un 1,6% como promedio anual–, con un 2,8%; pero este cálculo, sobre la base de pesos constantes cubanos no sigue la misma metodología que el resto de los países del área iberoamericana y del Caribe. Después de 1993, prosiguió ese vigoroso desarrollo 86 D E M E R C A D O S D E V A L O R E hasta 1998. Aun teniendo en cuenta la caída de 1999, para el período 1991-1999, el desarrollo económico chileno ofrece la tasa promedio anual más alta de toda la región, con el 4,4%; Colombia sólo crece, en el mismo promedio, un 0,5% y Cuba crece un 2,6%. Se ha situado así, según diversas estimaciones, ya en el tercero, ya en el cuarto puesto iberoamericano. No es posible ampliar demasiado estas comparaciones. Rodrigo Fuentes, investigador de la Facultad de Economía de la Universidad de Chile, puso en guardia sobre deducciones apresuradas, a causa, sobre todo a corto plazo, de movimientos en el tipo de cambio del dólar con las respectivas monedas del área. Pero, de todos modos, una reciente estimación del Banco Central de Chile, situó a este país, en ingresos por habitante, en el tercer lugar, y no en el cuarto, al haber sobrepasado a Uruguay. No nos entretengamos más en problemas de tan poca monta como es este tercer o cuarto puesto. Agreguemos, en cambio, la caída en el desempleo, y que le economía chilena quedó libre de riesgo en los mercados financieros internacionales, y que es la única de Iberoamérica que ha merecido ese galardón. Esta situación satisfactoria, no sólo en la marcha del PIB, sino en la del IPC, en cifras de ocupación y paro, en salarios, en las cuentas del Sector Público, en los balances exteriores, en el mercado de capitales, en la liquidación del lastre de la deuda externa, no se ha creado por casualidad. Es el resultado de un trabajo muy serio de rectificación de errores. El último de estos últimos fue el del Gobierno Allende de Unidad Popular, elegido en 1970. Como señaló Patricio Meller (1990): “la Unidad Popular estimaba que el patrón de desarrollo económico anterior era demasiado lento. Este crecimiento relativamente lento estaba asociado con el control de la economía, y específicamente, de la industria manufacturera, por monopolistas extranjeros y nacionales. Para acelerar el crecimiento se requerían profundos cambios estructurales, lo que significaba que el Estado debía tener un mayor control de la economía y transformarse en el Estado-planificador central. Pensaba también que ésta era una condición necesaria para la construcción de una nueva sociedad socialista”. Un trabajo de D. Hachette y R. Lüders (1987) nos muestra cómo las empresas estatales, que participaban en 1965 en la generación del 14,2% del PIB chileno, saltaron al 39,0% en 1973. Era el final de un proceso que había acertado a prever un célebre político español, Francisco Cambó, desde su observatorio argen- S tino de Mon Repós. Escribía Cambó (1982) el 22 de marzo de 1944 esta declaración que tenía mucho de profecía escalofriante: “Ahora en Chile, ante la situación terrible provocada por el match infernal de la puja constante entre los salarios y el incremento constante del coste de la vida, se les ha ocurrido a la agrupación de las izquierdas el siguiente programa: «Defensa del régimen democrático; adhesión del gobierno chileno a la Carta del Atlántico; establecimiento de relaciones comerciales y diplomáticas con la URSS; creación del Banco del Estado y del Consejo de Economía; defensa de las leyes sociales protectoras de empleados y obreros; medidas energéticas contra el constante aumento del coste de vida; plan agropecuario con intervención del Estado; subsidio familiar para los obreros, e indemnización a los obreros por años de servicio». Y esto lo han votado seriamente unos señores que gobiernan... y que pretenden seguir gobernando un país que, cuando no hacía demagogia, figuraba entre los primeros de América. No es posible que quienes han votado el programa no supiesen que de sus conclusiones, unas son totalmente inocuas; otras significan el agravamiento de las causas que han provocado la crisis actual... y otras serán, en caso de aplicarse, otro factor de miseria. No han votado por convicción, sino por cobardía. Y el régimen democrático chileno caerá por esta cobardía de los que se proclaman sus defensores”. A partir del final de la II Guerra Mundial, el proceso de desorden económico chileno se aceleró como consecuencia de la difusión de las doctrinas corrientes en la CEPAL. En el caso de Chile se creyó, como indica Carlos F. Cáceres (1992), que “el desarrollo se alcanzaría a través de un proceso de industrialización hacia adentro. Se protegió a la industria nacional (cada vez más ineficiente) con aranceles y todo tipo de barreras para-arancelarias y a los cultivos agrícolas tradicionales (trigo, arroz, remolacha, etc.) independientemente de si eran o no los procesos agrícolas más rentables. Para evitar las restantes alzas de precios de los bienes comestibles básico, se comenzaron a aplicar fijaciones generalizadas de precios, y el Gobierno actuó como proveedor del exceso de demanda de estos bienes a través de importaciones”. A partir de ahí todo se hizo trizas. El sistema tributario procuraba allegar recursos para esta situación, a través de un conjunto impositivo “desordenado y opresivo”. Cada vez más habitualmente, estos recursos se conseguían sencillamente a través de la inflación. El cambio entró en crisis y todo empujaba hacia arriba a 87 RIMV Nº 1 / 2000 I N S los tipos de interés, a lo que respondía la autoridad económica otorgando créditos selectivos directamente, ya a través del Banco Central, ya gracias a CORFO (Corporación de Fomento de la Producción, que juega un papel semejante a nuestro INI), o ya mediante otras instituciones bancarias públicas. La Administración Pinochet había defendido como modelo económico la concesión de un énfasis esencial en sector privado, el liberar el mercado, el liberalizar asimismo el sector externo y el desregular, en todos los sentidos, la economía. Añadamos la Reforma Previsional, realizada en Chile en 1980, que creó para los regímenes de pensiones por vejez, invalidez, viudedad y orfandad, un sistema de capitalización individual de administración privada, a través de las llamadas Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP), que sustituyó a una grandísima parte del sistema de reparto que imperaba en el sistema de pensiones de la Seguridad Social chilena. Como señala Luis Larraín A. (1991), a causa de la necesidad de invertir que experimentan estos fondos de pensiones, las AFP “se convirtieron en las mayores inversionistas institucionales del mercado”. Por supuesto que ahí se encuentra, también, uno de los puntos más delicados del nuevo sistema. Aun con el pesado choque que el modelo experimentó como consecuencia de la crisis de la deuda externa –el PIB cayó un 16% durante el período 1982-1983, el paro creció hasta situarse por encima del 30% en 1983 y por encima del 20% hasta 1986; los salarios reales se redujeron casi un 20% y, durante cinco años subieron muy poco–, el modelo se mantuvo y cuando Aylwin recibe los poderes en 1990, como señala Patricio Meller, respecto al resto del área iberoamericana, “Chile tiene una situación macroeconómicamente relativamente mucho mejor y ha alcanzado una base estructural más sólida para las perspectivas de crecimiento y desarrollo en la década de 1990”. La Administración Aylwin había considerado que la economía social de mercado era la “opción que garantizaba mejores oportunidades para un desarrollo sostenido”. Pero éste debía concretarse, tras la positiva experiencia económica anterior y el caos al que había conducido a Chile el Gobierno de Unidad Popular, en “un crecimiento estable, basado en la inversión y en las exportaciones, en lugar de bonanzas artificiales de corto plazo”. Para eso fue preciso, primero, combatir el excesivo crecimiento –casi un 10%– de 1989, que da la impresión que pudo deberse a exigencias electoralistas de BüchiPinochet; en segundo lugar, en 1990, resultó RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O obligado trasladar al mercado las alzas en el precio del petróleo y no acudir a subsidios del sector público para evitar momentáneos impactos inflacionistas. Se unió todo esto, que en el fondo podía estar en el programa opositor de la derecha (UDI-RN), con un planteamiento social original que constituyó el que se podría denominar sello de Foxley: una reforma tributaria que, por supuesto, no alteró en lo esencial la línea fiscal aprobada en 1984, heredera, a su vez, de la de 1974, capaz de financiar un mayor gasto social en áreas tales como la salud, la educación y la vivienda y, al mismo tiempo, para que este programa reformista no originase ninguna perturbación, que fuese suficiente para provocar un superávit fiscal. Durante los años de mandato de Foxley, efectivamente se generó “un superávit fiscal equivalente a un 2% del PIB en promedio, llegando a un 3% del PIB en 1992”. El impulso a la economía chilena procedió, sobre todo, del sector exterior. A pesar de la coyuntura depresiva, las ventas al exterior se incrementaron, en 1992, a una tasa real del 12%. Con legítimo orgullo pudo señalar Foxley “que la economía chilena compite hoy fuertemente con los más eficientes productores mundiales en una amplia variedad de rubros. Chile exporta hoy más de un tercio de su producción y un 70% de ella está constituida por bienes transables internacionalmente”. Japón es su primer socio comercial. “Aproximadamente”, dijo Foxley, “Chile distribuye sus exportaciones en proporción de... un tercio para cada uno, en los mercados de Asia, la CEE y América”. Finalmente, el modelo supuso la existencia de un alto grado de concierto –“una especie de obsesión nacional”, subrayó Foxley– entre el sector público y el privado; entre Gobierno y oposición; entre Ejecutivo y Congreso, y entre empresarios y sindicatos, lo que origina que “el número de días de huelga por trabajador y por año haya sido de los más bajos del mundo”. Todo el modelo económico chileno pasó a descansar en un complicado entramado que exigía una democracia ejemplar. Como señala Foxley, al no haber resuelto adecuadamente la democracia chilena el problema de la financiación de los partidos políticos y de las elecciones, ¿cómo hacer que el sistema –y es evidente que cuando hablaba de esto tenía que pensar, a la fuerza, en Italia y España– se convirtiese en invulnerable “a las irregularidades financieras y a la corrupción que ha irrumpido como una epidemia en las democracias más avanzadas”? Precisamente en esa apertura se agazapa- 88 D E M E R C A D O S D E V A L O R E ba un notable contratiempo. Como señala CEPAL (1999), “a fines de 1998 Chile entró en un ciclo recesivo que se prolongó por casi 12 meses. Ello redundó en una caída del PIB en 1999 del 1,5%. Este comportamiento fue consecuencia de las abruptas caídas de los precios y de la demanda de los principales productos de exportación, deterioro atribuible a la crisis asiática, la cual sorprendió a la economía chilena con un marcado rechazo cambiario y un elevado déficit externo. Las políticas destinadas a superar este último profundizaron la recesión, que resultó más intensa y prolongada de lo proyectado”. A comienzos de 2000 la recuperación ha aparecido, pero en ella se inician susurros crecientes de que gracias a la demanda interna se han podido resolver muchas cosas. La interrogación que inmediatamente se alza es si la exigente política económica de la etapa PinochetAylwin-Frei, se va a mantener, o no, con Lagos. Si la contestación fuese afirmativa, es seguro que Chile se encaminaría a un puesto señero en el mundo económico iberoamericano. Veamos ahora lo que le sucede a la economía argentina. A partir de un famoso estudio de Díaz Alejandro quedó muy claro que ésta había atinado al insertarse del modo más adecuado en la economía mundial en el siglo xIx. A su compás tuvo altísimas tasas de desarrollo y comenzó a comportarse como la de otros cuatro países que se han convertido en opulentos miembros de la OCDE: Estados Unidos y Canadá en América, y Australia y Nueva Zelanda en el Pacífico. Para siempre quedará en los argentinos el agradecimiento hacia Colin Clark porque en 1942, cuando redacta el librito La economía de 1960, aún apuesta a fondo por el futuro de su economía. Hoy, con unos 3.000 dólares de renta, si se apresta a participar en la dura carrera del desarrollo, debe volver la vista atrás para analizar por qué corrió desembarazadamente en ella de 1880 a 1930 y por qué, a partir de esta fecha y hasta ahora mismo, más que carrera, lo que se observa en el caso de Argentina es un continuo conjunto de caídas espectaculares y de cansinos progresos. En lo político, en 1880, con el presidente Julio Argentino Roca al frente del Partido Autonomista Nacional, se inaugura una nueva administración y, con ella, una etapa nueva en el país. Esto significaba la paz y la solución de una larga guerra civil que enfrentaba diversas concepciones del país. Eduardo Wilde sostenía, al contemplar esas conmociones: “No hay tal nación argentina ni la ha habido nunca; lo que ha habido es una ficción en la que las dos par- S tes, Buenos Aires y las provincias, se creían explotadas”. Roca fue capaz de resolver esta situación. Buenos Aires, como indicó José Arce, dejó de ser, de hecho, “la nación, porque las provincias del interior han reclamado la voz que les corresponde en el cónclave, y se convierte de derecho en la Capital de la Nación, lo que no es lo mismo”. Ha aparecido, pues, en 1880, la Nación argentina en su total integridad, y con ella el mensaje presidencial de Roca se pone en marcha con el lema, que casi parece de nuestros regeneracionistas, de Paz y Administración. Eso supuso, en el terreno económico, en primer lugar, la liquidación de una situación caótica monetaria. La ley 1.130 de 5 de noviembre de 1881, adhiere el peso al patrón oro. Por supuesto que acontecimientos económicos como los de 1884, supusieron cortes en la libre convertibilidad de los billetes. La energía de Carlos Pellegrini logró, en 1890 y 1891, que retomase, tras una dura estabilización, el patrón oro. La segunda acción de Roca se dirigió a la creación de una infraestructura capaz de soportar un fuerte desarrollo económico. En 1885, en el Congreso, exponía así la base más importante de su política: “Si se ha gastado mucho, ahí está como capital activo de la Nación. Los ferrocarriles concluidos o a concluirse, los telégrafos, puertos y puentes..., los edificios y obras exigidas por la evolución”. El tercer punto de apoyo fue la aceptación del librecambismo. La presidencia de Mitre (1862-1868) había hecho suyas las doctrinas del libre comercio que tanto habían jugado –recordemos a Manuel Belgrano– en el alzamiento independentista de 1810. El librecambismo no se puso en marcha sin polémicas. Recuérdese el debate de la Ley de Aduanas de 1876 y, en particular, la intervención en la Cámara de los Diputados de Vicente F. López, francamente vinculada a la tesis entonces tan corriente del “fomento del trabajo nacional”. Roca supo superar esas tentaciones y Argentina se incorporó al tráfico internacional especializándose en aquello en que tenía una mayor ventaja comparativa, la producción agropecuaria. El cuarto aspecto fue, de modo semejante a como sucedía entonces en los Estados Unidos, expulsar a la población india de las praderas. En los postreros años del último Virrey, Hidalgo de Cisneros, éstos aún acampaban en las proximidades de Buenos Aires. Fue decisiva en ese sentido la llamada Campaña del desier to llevada a cabo por Roca, quien hablaría con orgullo de “los millares de leguas conquistadas 89 RIMV Nº 1 / 2000 I N S al salvaje”. Así es como se crearon las condiciones para recibir una fuerte importación de capitales, de empresarios y de mano de obra. Como señala Hebe Noemí Campanella (1983), “el desarrollo económico –aprovechamiento intensivo de las vastas praderas, trazado de nuevas líneas férreas para favorecer la expansión del comercio, mejoramiento del ganado y de los servicios públicos– exigía no sólo poblar la nación, sino también movilizar capitales, y si lo primero se logró con el aporte del sur de Europa, lo segundo se obtuvo fundamentalmente del norte, en especial de Gran Bretaña”. Se rompió así la inercia latifundista que parecían imponer, a mediados del siglo xix, los dueños de enormes extensiones de tierra, que respondían a unos pocos apellidos legendarios; los Anchorena, los Unzué, los Alzaga, los Lastra, los Corcuera. La ganadería nueva se articula, desde 1885, en torno a la famosa Sociedad Rural. La actividad generada por las exportaciones de carne, cueros, lana y granos pasó a ser vertiginosa. Asombrado, John H. Williams escribía: “No es mucho decir que en esos diez años (1880-1890) Argentina tuvo un desarrollo mayor que en todas las décadas que le precedieron en ese siglo”. Hasta 1930, como ha probado el doctor Cavallo (1984), su ritmo de desarrollo se sitúa entre los más altos del mundo occidental. La tasa media anual de crecimiento real del PIB argentino a lo largo de los setenta años que van de 1860 a 1930, es la colosal del 5%. Cifra tan alta no la alcanza en ese período ninguna otra nación. Todo se altera precisamente a partir de 1930. El golpe del general Uriburu en septiembre de 1930 tuvo mucha importancia. Interrumpió una situación democrática que era bastante normal desde 1880. En 1930, el Ejército, que había sostenido, según parecía, sin fisuras al presidente Hipólito Yrigoyen, contempla en silencio cómo éste es depuesto por una oficialidad joven que intenta emular otros modelos extranjeros: los jóvenes turcos; la Dictadura de Primo de Rivera; el nacionalismo francés; el fascismo italiano; los complicadísimos nacionalismos germanos con sus organizaciones paramilitares, como los Cascos de Acero y las SA. Todo esto deja una huella muy honda en la oficialidad que sigue a Uriburu. Mientras el Ejército se depura de los militares yrigoyenistas, se nutre ideológicamente de literatura nacionalista, entre la que destacan las publicaciones del grupo FORJA. La oficialidad joven que participó en 1930 crea el núcleo de un auténtico tercer partido, al que debería lla- RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O marse partido militar, que, desde entonces, entra en la alternativa del poder; primero, con conservadores y radicales; después con radicales y peronistas. Desde la constitución del GOU –Grupo de Oficiales Unidos–, en el que es fuerte la influencia del coronel Perón, es evidente que este partido existe. Cuando Perón entra en el juego bipartidista, el Ejército lo rompe, al pasar a actuar contra Perón, como sucede con el levantamiento de Lonardi que derriba al justicialismo en 1955. Estos acontecimientos iniciados en 1930, causaron, en relación con la situación económica, una serie de consecuencias perturbadoras. Cavallo mencionó, como más importantes, la pérdida de la estabilidad política; la separación del sistema económico mundial, facilitado porque la Gran Depresión acentúa la ruptura del comercio internacional; el que se azuce en todas partes, incluida Argentina, a las posturas autorquizantes; el crecimiento a partir del mercado interior, que llevará a un creciente aislamiento político, incluso exhibido como una bandera, como sucedió con la famosa Tercera Posición peronista, que facilita, a su vez, el encapsulamiento económico; finalmente, la ampliación del tamaño del Estado, que incluso le va a conducir a adueñarse de empresas hasta los límites pintorescos de la relación que Sorrouille publicó en la revista Desarrollo Económico, lo que a su vez explica que el Estado comience a tener crecientes déficit fiscales. La consecuencia de esto es grave. Al perder el crédito el sector público ha de recurrir, una y otra vez, a la inflación, hasta llegar al paroxismo de 1989. Para Cavallo, el cambio se inició en 1983, al reinstaurarse la democracia, tras el descalabro experimentado por el Proceso, o partido militar, en el conflicto de Malvinas. Éste es el papel histórico del presidente Alfonsín. El país comienza a normalizarse en lo político, gracias a la puesta en marcha, de nuevo, de la Constitución de 1853. El cambio político no afecta sólo al interior, sino al exterior. En 1984 se acepta, en virtud del Laudo papal, la paz con Chile; en 1985 se inician buenas relaciones con Brasil, eliminando la costosa carrera nuclear entre las dos potencias, mientras comienza Mercosur a dar los primeros pasos. Menem acentuará la apertura; restablece las relaciones con el Reino Unido; firma el Tratado de Asunción, por el que Mercosur abarcará Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay; ratifica el Tratado de Tlateloico, de no proliferación de armas nucleares; participa en el conflicto de Irak, como un aliado más de Norteamérica. 90 D E M E R C A D O S D E V A L O R E Con el flanqueo de esta apertura al exterior se inicia el segundo cambio, el de la reorganización del Estado, para disminuir sus competencias. En este sentido desempeñó un papel fundamental un importante administrativista y veterano justicialista, José Roberto Dromi. Sin consultar su obra Reforma del Estado y privatización. Introducción, notas y texto ordenado, es imposible comprender lo sucedido. Previamente había expuesto un adelanto de estas ideas en un libro que firmó juntamente con Carlos Menem, publicado antes de alcanzar éste la presidencia, titulado Reforma del Estado y Transformación Nacional. La privatización de las empresas públicas tuvo una doble consecuencia: alivios presupuestarios por una parte y, en tanto en cuanto parte de estos activos pasan al extranjero, robustecimiento de la balanza de pagos y sostenimiento de la cotización de la moneda nacional. Esa disminución del Estado permitió reducir el gasto público en un 10%. La tercera pieza fue la liberalización del mercado, tanto respecto al exterior –disminuyen los aranceles y se eliminan controles de precios y de cambios, al aceptarse para el peso un patrón dólar, con convertibilidad plena–, como en el interior. Facilitan esta situación las privatizaciones de las empresas estatales de todo tipo, incluidas las de electricidad, puertos, gas y su distribución y transportes ferroviarios. Éstas tendrán que competir, en régimen de libertad de tarifas, con la carretera. Se piensa privatizar las centrales nucleares y los aeropuertos. Al final quedarán en manos del Estado, del sector empresarial público, únicamente el Banco de la Nación Argentina y el Banco Hipotecario. Todo se vendría abajo si el peso no fuese una moneda estable. Pasa a ser clave, por eso, el funcionamiento de una Caja de Conversión en el Banco Central para mantener perfectamente convertibles en dólares los pesos, que de esta manera pueden transformarse en una moneda aceptada con normalidad. También se había decidido alterar la estructura de la Seguridad Social con la nueva ley de subsidios y pensiones, que va a conducir a un sistema de capitalización que, de algún modo, se va a parecer al modelo chileno. Finalmente, Menem, gracias al conocimiento de las estructuras sindicales y al apoyo del aparato peronista –o, mejor dicho, neoperonista–, se atreve a S plantear la necesidad de flexibilizar el mercado del trabajo. Las consecuencias no pueden ser mejores. Se recupera la inversión, que se incrementa en un 30% anual, aunque hay que admitir que se partía de niveles muy bajos. Mejora la productividad en el seno de las empresas. Vuelven los capitales argentinos huidos al exterior. El aumento del ahorro interno permite prescindir del externo, con alivio para la situación de la deuda externa. Caen los índices de pobreza, y si crece el paro, al mismo tiempo que lo hace el empleo, al incremento del índice de actividad se debe. Como colofón, Argentina, que tuvo un muy buen sistema educativo en el pasado, se dispone a recuperarlo, con crecientes niveles de exigencias y de calidad. Sencillamente, para que toda esta honda transformación no se transformase en flor de un día. Con los problemas derivados de la crisis asiática, Argentina se enfrentó con tres cargas que impidieron que se pudiese mover con algún desembarazo en medio de la situación. En primer lugar, su moneda, el peso, se encuentra, como se acaba de decir, clavado en el dólar. Por tanto, la revaluación de éste como consecuencia de una creciente potencia de la economía norteamericana y como resultado de los altos tipos de interés fijados por la Reserva Federal, arrastra a la divisa argentina. Algo se habló de la posibilidad de una devaluación, pero dada la dolarización creciente de la economía argentina, eso constituiría para muchísimas personas una catástrofe, aparte de que, muy probablemente, haría prender la mecha inflacionista. La segunda carga se genera en Mercosur. Se eliminaron buena parte de las barreras arancelarias entre Argentina y Brasil, y al tener el primer país fijo su cambio con el dólar, y al aceptar el segundo una depreciación reptante, consolidada de vez en cuando con alguna devaluación fuerte, la balanza comercial entre ambos países tiende a deteriorarse con fuerza en contra de Argentina. Por eso, como señala CEPAL (1999), esta evolución negativa del comercio exterior de la República del Plata estuvo, en el año 1999, “acompañada de tensiones entre Argentina y Brasil a propósito del intercambio de diversos bienes (automoción1, siderúrgicos, lácteos, azúcar, calzado, textiles). Más allá de los temas sectoriales, quedaron planteados interrogantes acerca del funcionamiento del área en términos 1. En el texto aparece “automotores” como fruto de la “industria automotriz”; en España se suele hablar de “industria de la automoción”, como productora de vehículos automóviles: turismos y camiones. Los automotores, en España, se aplican sólo a elementos del transporte ferroviario. 91 RIMV Nº 1 / 2000 I N S de política comercial, mecanismos de incentivos a inversiones y, de manera saliente, después de la devaluación brasileña, gestión macroeconómica”. La tercera de las cargas es la fiscal. Es evidente que en el área iberoamericana, Argentina –como sucedió en 1998 y 1999 asimismo con Brasil, Colombia y Venezuela– aumentó los impuestos y mejoró el sistema de recaudación. Además, se observa una cierta política de restricción en los gastos de inversión, sobre todo en infraestructuras, con lo que se adivinan serios problemas de cara al futuro. Sin embargo, ni aun así se logró equilibrio presupuestario. La subida de los intereses norteamericanos, transmitida instantáneamente a la República Argentina, provoca un notable aumento del servicio de la Deuda. Además las provincias, recogiendo un viejo espíritu que va más allá del federalismo, iniciaron una política deficitaria, que exigió un creciente endeudamiento provincial, alterando así el equilibrio del sector público. Todo lo dicho, empujó hacia arriba los tipos de interés y creó unas típicas condiciones deflacionistas. Como señala CEPAL (1999), se estima que en 1999 la contratación del PIB será del orden del 3,5%, provocada por una caída en la demanda agregada, que condujo a que en los once primeros meses de 1999, el IPC argentino disminuyese un 1,7%. Por eso, continúa CEPAL (1999), “los movimientos de precios y cantidades actuaron así en el mismo sentido de reducir el producto y el gasto nominales, lo que a su vez repercutió sobre la recaudación tributaria. Los términos del intercambio externo –o si se prefiere el léxico corriente en España, la relación real de intercambio– declinaron por tercer año consecutivo y siguió en alza la incidencia de los pagos a factores del exterior, con el efecto negativo consiguiente sobre el ingreso nacional. La baja de las importaciones –originada por el inicio de la crisis–, redundó en una disminución del déficit comercial, lo que compensó holgadamente la subida de los egresos por servicios financieros. Así la brecha en cuenta corriente disminuyó, si bien su significación rondó el 4,5% del PIB. Aunque en algunos momentos el crédito externo se retrajo apreciablemente, las necesidades de financiamiento fueron cubiertas sin tensiones extremas. Considerando las cuentas del sector público nacional, y antes de privatizaciones, el déficit fiscal aumentó hasta superar el 2% del PIB, erigiéndose a fines de año la reducción de ese desequilibrio en el 2000 en tema prioritario de la política económica”. RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O La nueva Administración de la Rúa tiene ante sí un dilema: acceder a presiones populistas que suceden de parte de los vinculados al conglomerado que llevó a la victoria al nuevo presidente, o bien seguir la política económica ortodoxa, que proclaman los economistas más afines al partido radical. Todo esto va a acabar por ser decisivo. Y ahora, México. Jesús Silva-Herzog, un notable economista mexicano que ha sido, hasta fecha no demasiado lejana, embajador de México en España, prácticamente casi iniciaba su conferencia México hoy, en el nuevo entorno internacional, de clausura del programa México hoy, de la Tribuna Americana en la Casa de América con estas palabras: “Hace diez años éramos un país en crisis. Nos tocó el difícil papel de hacer estallar la crisis de la deuda externa. La inflación amenazaba con caer en cauces hiperinflacionarios, el desequilibrio fiscal era mayúsculo, las reservas internacionales se habían agotado y, lo más importante, la sociedad había perdido la confianza no sólo en la moneda, sino en las instituciones y en el futuro”. Como contrapunto a todos y cada uno de estos durísimos problemas, nos encontramoscon que la cuenta de capital de México pasó a registrar una considerable afluencia de recursos externos. Esto contribuyó a una clara mejoría en las cotizaciones de los pagarés de la deuda externa en el mercado secundario. La inflación se redujo espectacularmente. Además, como señalaba Silva-Herzog con legítimo orgullo, “el enorme déficit gubernamental de hace diez años (17% del PIB) se ha convertido en un superávit estimado en algo menos del 1% del PIB para 1992. Este hecho nos coloca en la lista de los muy pocos países del mundo que tienen saldos positivos en sus finanzas públicas. Por supuesto que este resultado ha requerido actuar del lado del gasto y del ingreso; en este último campo han tenido lugar enormes avances, sobre todo en los últimos años, en la mayor conciencia fiscal de los contribuyentes”. En el mantenimiento de un nivel saneado de divisas también ha participado el proceso de privatización de las empresas públicas. Su ritmo ha sido tan fuerte en los últimos años que mereció de Silva Herzog el calificativo de tal vez excesivo. Como subrayó éste, “hemos vendido las aerolíneas, los ingenios azucareros, las empresas siderúrgicas, la compañía de teléfonos, los bancos y seguros, las minas, etc.” agregando que, “con toda la justificación económica que se quiera y después de largas décadas de una estrategia contraria, el cambio ha 92 D E M E R C A D O S D E V A L O R E sido radical y, en ocasiones, ha resultado difícil de absorber por parte de la sociedad”. Sin embargo, con todas las salvedades que se quieran, gracias a estas ventas, que pronto alcanzaron una cifra cercana a los 20.000 millones de dólares, se ha podido financiar una reducción de “la deuda pública, interna y externa, de modo considerable”. Pero, además, el viejo déficit se debía al que tenía el sector público. Como es natural, esta financiación no dejaba recursos exportables. Posteriormente, en cambio, el déficit externo se debe a un exceso de inversión privada sobre el ahorro interno, que es muy capaz de generar recursos dentro del marco de la competencia internacional. Es evidente que una reacción tan fuerte ha tenido que causar costes importantes y, también, ha debido abrir nuevas posibilidades de avance. En el fondo, lo sucedido es tan revolucionario que es preciso preguntarse si responde a algún planteamiento casual aprovechando alguna situación coyuntural, o si pretende alcanzar resultados muy permanentes y, en el fondo, llegar a un nuevo México. Según Pedro Aspe, tres grandes transformaciones se han procurado para orientar el modo más adecuado posible el “profundo proceso de cambio estructural” emprendido en México. La primera ha sido la reforma macroeconómica que pretendía “abatir la inflación y el sobreendeudamiento, así como... eliminar las distorsiones que inhiben el crecimiento y, a partir de un nuevo piso económico y de concertación social, estar en condiciones de crear un mejor nivel de vida y mayores oportunidades para los mexicanos”. Inició esta transformación Miguel de la Madrid y se aceleró con Salinas de Gortari. Como dato espectacular de la misma, se indica que la inflación que fue del 18,9% en 1991 y que en 1993 se situó en el 8%, –la más baja de las últimas dos décadas, o lo que es igual, la más reducida que han conocido “la mitad de los mexicanos, que nacieron precisamente durante esos años” (aún se redujo en 1994) un 7,1%– pero inmediatamente repuntó con fuerza: en 1995 se volvió a los malos viejos tiempos con un incremento del IPC del 52,1%. De ahí ha vuelto a descender lentamente: en 1999 se situó alrededor del 14%. La liberalización del sistema financiero permitió que las tasas de interés respondiesen “con mayor flexibilidad a los cambios en las condiciones del mercado”, al regularse el sistema financiero “con base en criterios de capitalización comparables con los estándares internacional- S mente aceptados”. Esto, que lisa y llanamente supuso el abandono “de un marco institucional de tasa de interés deprimida y niveles elevados de encaje legal”, buscaba apoyar el proceso de desaceleración de la inflación. A estas políticas restrictivas fiscal y monetaria se unió la liquidación de “un contexto de fuerte indización salarial”. Apoyándose, como señaló explícitamente Aspe, en la experiencia española del Pacto de La Moncloa, surgió en 1987 el Pacto de Solidaridad Económica, que se transformó por la Administración Salinas de Gortari en Pacto para la Estabilidad y el Crecimiento Económico, con el que se atajó esta peligrosa situación. Si es importante esta gran transformación macroeconómica, no lo es menos la transformación microeconómica. Confluye con la macroeconomía, en primer lugar, en la reforma del Estado. Ésta, exigía a su vez, para empezar, una modernización del sistema fiscal que “consistió en la drástica reducción de las tasas máximas del impuesto sobre la renta de las personas físicas –del 50% al 35%– y a las empresas –del 42 al 35%–”; en “la ampliación de la base gravable, eliminando privilegios que recibían ciertos sectores en detrimento del resto de la sociedad”; en fin, “en vigilar el estricto cumplimiento de las obligaciones fiscales”. También el proceso de privatización, ampliado con “la participación de la inversión privada en la construcción y operación de obras de infraestructura, a través de diversas modalidades de concesión o arrendamiento”, al crear “un Gobierno más sólido y compacto”, al mismo tiempo que una economía más competitiva, acelera la modernización del conjunto del sistema económico mexicano. Con todo ello, la política industrial, que en el pasado “descansaba en subsidios y protección”, pasó a apoyarse en un sector privado cada vez más competitivo y en una reducción del papel de las instituciones del sector público a “aquellas áreas en las que el mercado no funciona adecuadamente o donde se requiere una mejor distribución de oportunidades”. Lo impulsó el auxilio de la Banca de desarrollo, al sacarla de la ayuda “a grandes empresas ineficientes que en muchos casos eran propiedad del Gobierno”, para llevarla a la financiación de “pequeñas empresas privadas, eficientes y flexibles”. Lo completó la creación en 1992, como alternativa al viejo sistema de jubilaciones de la Seguridad Social, del Sistema de Ahorro para el Retiro (SAR), “mediante el cual los patronos depositan en las cuentas bancarias individualizadas de más de 10 millones de trabajadores, 93 RIMV Nº 1 / 2000 I N S el 2% de la nómina, a fin de que el ahorro que se acumula en dichas cuentas permita complementar su pensión”. La liberalización del comercio exterior, en fin, buscó ampliarse con la firma de Tratados de Libre comercio, no sólo con Estados Unidos y Canadá –el TLC por antonomasia– sino también con Costa Rica, con Chile, y, en el futuro, con nuevas áreas, aparte de ingresar en la OCDE. Esta reforma estructural es la que, como veremos, ha acabado por hacer sobrenadar la crisis a la economía mexicana. Todo acabó teniéndose que completar con la reforma puramente microeconómica, esto es, con ese “lado difuso del desarrollo” que se puede vislumbrar a través del aumento de la formación bruta del capital fijo en las empresas privadas y en la productividad del trabajo, que permite diferenciar tres tipos de empresas en México: las que pertenecen al sector pujante y competitivo, “que representan aproximadamente una quinta parte del total del sector manufacturero”; las empresas condenadas, porque “para ellas los efectos de la desregulación y la corrección macroeconómica representan un reto difícil de superar”, que son otra quinta parte; finalmente, los tres quintos restantes pertenecen a las que inician ahora su reconversión y modernización. La tercera reforma es la puesta en marcha del llamado liberalismo social enfrentado tanto con el paternalismo como con el populismo, “que cobra sus intervenciones con deuda, inflación, y mayor miseria”. Pretende esta filosofía que, a través del gasto social y del Programa Nacional de Solidaridad, se procuren mejorar, prioritariamente, las condiciones sociales de los mexicanos. Por la confluencia de estos cambios, ha surgido un nuevo espíritu en México. Como señaló bellamente Silva Herzog, “existe una actitud nueva, diferente. No es necesariamente mejor, sino sólo distinta. Hace unas semanas recibí en mi oficina de Madrid a un artesano-zapatero de un pequeño pueblo del Estado de México. Venía a ver las instalaciones y los medios de producción de Valencia y Alicante y a platicar con posibles socios. A pesar de sus años, nunca había salido del país. Me reiteró su convicción de que era necesario salir, ver otras cosas, aprender. Sólo así podría competir y sobrevivir”. Al contemplar la situación de 1999, se observa que durante tal año la economía mexicana se desaceleró algo: de crecer un 4,9% el PIB en 1998 se bajó a un 3,5%. El enlace con la economía norteamericana, que se encontraba a lo largo de estos años en expansión, comu- RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O nicó este auge a México, aparte de que, en 1999, para evitar cualquier eventualidad de un choque financiero, como indica CEPAL (1999) “las autoridades contrataron créditos con organismos financieros internacionales (FMI, Banco Mundial, BID, Eximbank de Estados Unidos), por un monto de 16.900 millones de dólares, además de recursos contingentes del Acuerdo Financiero de América del Norte por 6.800 millones”. La recuperación del precio del petróleo y la fortaleza de la economía estadounidense da la impresión de que introducen un elemento de tranquilidad cuando se aproximan unas elecciones presidenciales que en lo político amenazan un predominio del PRI que se remonta –a través de sus antecesores ideológicos evidentes– a la caída del porfiriato, en 1911. Providencialmente, el porvenir mexicano está lo suficientemente despejado –incluso admitiendo que el sistema bancario del país adolece de serias debilidades– sin que sea previsible adivinar ninguna perturbación importante. En el fondo lo que esto supone es que los Estados unidos, que como decía Rubén Darío, “son potentes y grandes”, al contrario de lo que creía Porfirio Díaz, están muy cerca de México. Sería suicida para el vecino del Norte permitir un hundimiento mexicano y, como se observó durante el tequilazo, efectivamente no lo permitió. Estos tres casos –y podríamos ampliarlos a los casi heroicos de Bolivia, al esfuerzo de reforma de Nicaragua, al reto colombiano en medio de un feroz ataque al Estado por parte de guerrilleros y narcotraficantes, o al cambio de dirección y el estallido económico de Ecuador, y así sucesivamente– nos prueban la magnitud del cambio que se experimenta en la región. Se apuesta, con denuedo, a un desarrollo logrado gracias a la inserción en la economía internacional. También a que la competitividad debe lograrse con la aceptación de las reglas del mercado libre. Asimismo, a que el Estado tiene la tarea primordial de disminuir y de aceptar como un lema el del “santo temor al déficit”, mientras aumenta su eficacia, para dejar un amplio espacio a la iniciativa privada. La reforma de la Seguridad Social, hacia sistemas cada vez más relacionados con técnicas de capitalización del seguro privado, debe unirse a una política de rentas que, mediante acuerdos de solidaridad nacional, haga disminuir las presiones salariales que contemplaron, e incluso azuzaron, los populistas de antaño. Y es preciso hacer todo esto de acuerdo con las reglas democráticas, poniendo en el centro de los afanes el culto a la Constitución, sin el que, sencillamente, no se 94 D E M E R C A D O S D E V A L O R E explican estos pueblos. Los populismos no han muerto. Por otro lado, Iberoamérica es la región del mundo con los ingresos peor distribuidos. Esto explica espartaquismos como los de Chiapas en México que tienen, probablemente una enjundia superior a la de un simple alzamiento momentáneo. Todos los movimientos de este tipo están condenados a esfumarse, si sólo son eso; pero constituyen el preludio de alteraciones más profundas si reciben aliento de la opinión pública. En la actual situación iberoamericana, existe un muy alto riesgo de crisis económica, por una parte a causa de motivos endógenos, pero también debido a potentes causas exógenas. Lo esencial de los primeros se liga al cansancio, porque el camino hacia la tierra que mana leche y miel está resultando más arduo de lo que supusieron la mayor parte de los ciudadanos. El que la alternativa sea la esclavitud en Egipto casi siempre a olvidar Lo fundamental de las causas externas radica en la persistencia de riesgos y tensiones que hacen merodear la posibilidad de una crisis económica mundial. Tendría que denominarse a esta etapa, la de la mala suerte iberoamericana. A partir de 1982, cuando la economía mundial comienza a desperezarse, se inicia la violenta crisis de la deuda externa que, al provocar el abaratamiento de los productos iberoamericanos, afianza la prosperidad de los países industriales, aunque para salir de esta crisis de pagos internacionales, ¿cabría otra solución que la de vender al exterior lo más posible, aunque fuese envileciendo las cotizaciones? La prosperidad occidental avanza poderosamente hasta 1990 y cuando, por fin, hacia esa fecha, Iberoamérica decide poner en marcha la política económica que había estúpidamente rehuido por la presión de los populismos, un freno al desarrollo económico mundial importante hizo que se dilatase en el tiempo la expansión que siempre acaba de ser el fruto de una política económica seria. Cuando, en 1997, esto parecía despejado, el choque sucesivo de la situación del Asia del Pacífico, de la crisis rusa y de las propias dificultades iberoamericanas, especialmente visibles en 1999 al ofrecer un escaso crecimiento, así como los efectos retardados de unas altas tasas de interés y depreciaciones de las monedas, con algún país en condiciones tan angustiadas como ocurre con Ecuador y situaciones tan tensas como las vividas en Venezuela y las que amenazan con desarticular a Colombia. Pero estas economías se han abierto, y la mejoría en Estados Unidos, en Europa y en el Asia del Pacífico, e incluso en Rusia, repercutirá S con fuerza en Iberoamérica si sus gobernantes son capaces de mantener firmes las riendas de la política económica. Por eso CEPAL pronostica un crecimiento regional del 3,6%, pero con notable dispersión: un 4,5% en México; un 4,7% en Centroamérica; un 3,5% en Brasil, un 2,9% en el Cono Sur y un 2,8% en los países andinos. La mejoría de la relación real de intercambio actúa de modo muy positivo. Pero hay que decir que existen como freno fuerzas potentes y preocupantes, derivadas, de una parte, de una lucha agotadora contra la inflación; y de otra, de una más agotadora todavía para exportar, sobre todo cuando los potenciales mercados compradores siguen manteniendo –de modo, además, muy comprensible– colosales barreras proteccionistas. Por eso vastas capas de población se sienten cansadas. El escritor mexicano Carlos Fuentes se hace portavoz de la postura de su compatriota, el politólogo Jorge Castañeda (1994), que escribió esta frase: “Los éxitos macroeconómicos... no se han transformado en condiciones mejores de vida para la mayoría”. Gabriel Zaid, también mexicano, dirá que tales éxitos se consiguen “a costa de la sociedad: con mayores impuestos, ventas de patrimonio social, salarios castigados para los trabajadores, réditos castigados para los ahorradores”. Con ambos se solidariza Carlos Fuentes. También existen ataques furibundos a esta política económica, como por ejemplo, el de Tito Drago (1993) en su ensayo, Chile. Un doble secuestro. En él sostiene que “el fracaso del neoliberalismo económico queda demostrado por su propia experiencia, sin atenuantes”, pero que “no se puede decir lo mismo del modelo de cambios económicos y sociales, impulsado por Salvador Allende”, que se basaba, lo dice Tito Drago un poco después, en este falsísimo postulado que el presidente Allende expuso en su primer mensaje al Congreso Pleno del Parlamento de Chile, en mayo de 1971: “Es éste un tiempo inverosímil, que provee los medios materiales de realizar las utopías más generosas del pasado. Sólo nos impide lograrlo el peso de una herencia de codicias, de miedos y de tradiciones institucionales obsoletas”. Una y otra vez, surge la teoría de una especie de conspiración norteamericana. Ignacio Ramonet (2000) fantasearía sobre el poder económico de los Estados Unidos, que para dominar ha buscado el camino de “instalarse pacíficamente en las cabezas de todos los nonorteamericanos y de seducir pacíficamente sus corazones”. Esto es, cuando ya se veían los confines de la tierra prometida, muchos hispanoamerica- 95 RIMV Nº 1 / 2000 I N S BIBLIOGRAFÍA ASPE, PEDRO, Crisis and adjustment in Mexico (MIT, 1987). CÁCERES, CARLOS F., Transición económica: la experiencia chilena, en Revista del Instituto de Estudios Económicos, nº 4, 1992. CAMBÓ, Meditacions-Dietari (1941-1946) (Alpha, 1982). CAMPANELLA, HEBE NOEMÍ, La generación del 80. Su influencia en la vida cultural argentina (Tekne, 1983). CASTAÑEDA, JORGE, La utopía desarmada. La izquierda latinoamericana después de la guerra fría (Alfred Knopf, 1994). CAVALLO, DOMINGO F., La Argentina que pudo ser (Manantial, 1989). CAVALLO, DOMINGO F., Volver a crecer (SudaméricanaPlaneta, 1984). CEPAL, Balance preliminar de la economía de América Latina y el Caribe. 1992. (Naciones Unidas, 1992). CEPA L, Balance preliminar de la economía de América Latina y el Caribe. 1992. (Naciones Unidas, 1993). CEPAL, Balance preliminar de la economía de América Latina y el Caribe. 1992. (Naciones Unidas, 1999). CHERESKY, ISIDORO. Argentina, ¿hacia una democracia tranquila?, en Política Exterior , marzo-abril 2000, vol. XIV, nº 74. Departamento de Asuntos Económicos y Sociales de las Nº 1 / 2000 I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Naciones Unidas, Estudio económico y social mundial 1999. Tendencias y políticas en la economía mundial. Desarrollo financiero en un orbe en proceso de mundialización (Naciones Unidas, 1999). DÍEZ DE LA GUARDIA BUENO, CARLOS. La economía boliviana 1982-1985: la hiperinflación y la política económica (Universidad Complutense de Madrid. Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales, septiembre, 1991). DRAGO, TITO. Chile. Un doble secuestro (Editorial Complutense, 1993). DROMI, JOSÉ ROBERTO. Reforma del Estado y privatización. Introducción, notas y texto ordenado (tres tomos, Astrea, 1991). DROMI, JOSÉ ROBERTO Y MENEM, CARLOS. Reforma del Estado y Transformación Nacional (Editorial Ciencias de la Administración, 1990). FERNÁNDEZ OLANO, JAVIER. Cuba, una crisis dentro de la crisis, en Expansión , 3 de enero 1994. FOXLEY, ALEJANDRO. El Chile y su futuro. Un país posible. (Cieplan, 1987). FUENTES, CARLOS. Una nueva izquierda latinoamericana, en El País, 27 de diciembre 1993. HACHETTE, D. Y LÜDERS, R. El proceso de privatización de empresas en Chile. 1974-1982 , en Boletín Económico nº 22 de 1987 del Instituto de Economía de la Universidad Católica. IGLESIAS, ENRIQUE V. La transición económica latinoamericana. Perspectivas para los noventa en Revista del Instituto de Estudios Económicos, nº 4 de 1992, monográfico titulado El resurgimiento de la economía iberoamericana. LARRAÍN A., LUIS. Sector previsión en el libro dirigido por Cristián Larroulet V., Soluciones privadas a problemas públicos (Instituto Libertad y Desarrollo, 1991). Latin America. The fight against latin poverty. Governments are trying novel solutions in partnership with business and the poor themselves, en Business Week, 1 de mayo 2000. MELLER, PATRICIO. Una perspectiva de largo plazo del desarrollo económico chileno, 1880-1990, en el volúmen, coordinado por Meller y Magnus Blomström, Trayectorias divergentes. Comparación de un siglo de desarrollo económico latinoamericano y escandinavo (CIEPLAN-Hachette, 1990). RAMONET, IGNACIO. L’Amérique dans les têtes. Un dèlicieux despotisme, en Le Monde Diplomatique, mayo 2000, año 47, nº 554. RAMOS, JORGE ABELARDO, La era del peronismo. 19431976 (Ediciones del Mar Dulce, 1981). ROSENTHAL, GERT. La CEPAL ayer y hoy, en El Mercurio de 26 de marzo de 1993. SEPÚLVEDA M., EDUARDO. Crisis del carbón: ¿Muerte natural o eutanasia? en El Mercurio , 21 de marzo de 1993. SPOERER, SERGIO. La nueva agenda chilena , en Política Exterior, marzo-abril 2000, vol. XIV, nº 74. VELARDE FUERTES, JUAN. Corrupción: realidad económica y control fiscalizador, en Revista Española de Control Externo , septiembre 1999, vol. I, nº 3. VELARDE FUERTES, JUAN La Globalización internacional y sus crisis, en Foro de Madrid. Unión Europea, América Latina y Caribe. Una relación en la cumbre, Fundación Popular Iberoamericana, Madrid, 1999. WILLIAMS, JOHN H. El comercio internacional argentino en un régimen de papel moneda convertible (1880-1900) (la edición en inglés es de 1917; en español es la de la Universidad Nacional de Córdoba, 1965). nos pueden volver hacia Egipto, hacia un atroz pasado. La irresponsabilidad de los Carlos Fuentes, de los Zaid, de los Jorge Castañeda, de los Ignacio Ramonet, de los predicadores de la Teología de la Liberación, de las mil y una organizaciones de ecologistas, vetero y neomarxistas, de indigenistas, de los atacantes ignaros del fenómeno de la globalización, sencillamente escalofría. Frente a estas actitudes, donde se mezclan la ineficacia de muchas políticas económicas, una corrupción considerable en muchos lugares, así como la demagogia y la frivolidad, es preciso volver a una frase del economista español Cabarrús, escriba en su Discurso sobre la libertad de comercio concedido por S.M. a la América meridional presentado a la Sociedad Económica Matritense de Amigos del País el 28 de febrero de 1778: “Haga lo que quiera el error para defender su imperio... podrá acaso sacrificar, en la sombra de la noche, a algún sabio a su furor, pero el fruto de nuestras meditaciones fermentará en el silencio, y sus efectos serán la época feliz que disipe las preocupaciones nocivas”. Esperemos que las “meditaciones silenciosas” de los mejores economistas iberoamericanos permitan que, definitivamente, esos países comiencen a atisbar “la época feliz” que les fue arrebatada por error hace sesenta, setenta, ochenta años, y en el que pueden reincidir malos políticos y peores consejeros en la actualidad. RIMV T 96 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Actividades INSTITUTO IBEROAMERICANO DE MERCADOS DE VALORES Las actividades desarrolladas por la Fundación Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores desde su creación, en mayo de 1999, tienen como fin el propiciar un mayor conocimiento de la estructura y las normas que regulan los mercados de capitales, promocionar la investigación aplicada al desarrollo y transparencia de dichos mercados, y, especialmente, la formación de técnicos de los distintos organismos supervisores y reguladores de los países miembros del Instituto. En cumplimiento del primer objetivo mencionado, la difusión del marco regulatorio, el Instituto diseñó su página en internet, www.iimv.org, en la que tienen cabida todos los organismos y normativas de los mercados de valores de los países iberoamericanos. De una forma sencilla y rápida, que contribuye a acortar las distancias entre países, se puede acceder y consultar país por país los organismos reguladores y supervisores, las normativas vigentes, así como obtener información puntual sobre el Instituto Iberoamericano y sus actividades. Con respecto a las actividades dedicadas a la capacitación y formación, se han realizado diversos Cursos, Seminarios y Jornadas. De los ocho eventos celebrados en algo más de un año de vida de esta Fundación, cuatro de ellos han tenido lugar en diferentes países iberoamericanos. En primer lugar mencionaremos la celebración en Madrid, en mayo de 1999, del Primer Curso de Regulación y Supervisión para Supervisores de Mercados de Valores. El objetivo del mismo fue analizar los distintos elementos de los mercados de capitales, la regulación del mercado de deuda pública y de los mercados de derivados, así como los aspectos esenciales de la supervisión y el papel de las instituciones de inversión colectiva en el desarrollo actual de los mercados de valores. Además, entre otros temas, se trataron los requisitos que deben cumplir todos los participantes del mercado para garantizar su integridad, en cuanto a la información esencial de los emisores, las normas de conducta y los sistemas de control interno de los intermediarios. Dada la excelente acogida que tuvo la primera edición de este curso, el Instituto Iberoamericano organizó nuevamente en Madrid la Segunda Edición del Curso de Regulación y Supervisión para Supervisores de Mercados de Valores, celebrada en julio de este año. Este segundo curso se ha destacado por el alto nivel de participación alcanzado, 46 asistentes de 11 países iberoamericanos, y por las destacadas ponencias impartidas. Por otro lado, al tomar parte tanto el personal técnico de los organismos supervisores y reguladores iberoamericanos como profesionales del sector privado, fue una magnífica oportunidad para facilitar el conocimiento mutuo contribuyendo además a un mejor diseño de la supervisión. Por lo que respecta a los programas específicos de formación celebrados en Iberoamérica, el Instituto organizó en octubre del año pasado, en Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), el Primer Curso de Regulación y Supervisión de Mercados Sudamericanos de Valores. En sus contenidos se dio una especial relevancia al análisis de las normas prudenciales que evitan los conflictos de interés y prácticas no deseadas; a los mecanismos de control y el establecimiento de reglas de difusión de información y la adopción de estándares inter97 RIMV Nº 1 / 2000 I N S nacionales. Los principales temas que presidieron las sesiones de trabajo de este curso fueron los aspectos regulatorios de las Ofertas Públicas de Adquisición, el fenómeno de la Titulización, y los elementos principales de la supervisión de los mercados y las Instituciones de Inversión Colectiva. El objetivo, en definitiva, fue promover la reflexión sobre los mecanismos que deben implementarse para garantizar la seguridad jurídica de los inversores y las reglas de actuación de los agentes intervinientes en los mercados de valores de América del Sur. El interés suscitado no sólo se confirma por el alto nivel de par- T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O clusiones finales de esta reunión se acordó coordinar junto con el Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores, un futuro plan de actividades de capacitación para los funcionarios de los distintos Organismos Reguladores y Supervisores de los mercados de valores miembros del Consejo de la Comunidad Andina de Naciones. La segunda actividad que tuvo lugar en Iberoamérica, fue la celebración de las Primeras Jornadas de Regulación y Supervisión de Mercados Centroamericanos de Valores, organizadas en La Antigua (Guatemala) en diciembre de Acto de clausura del Primer Curso de Regulación y Supervisión de Mercados Sudamericanos de Valores. Santa Cruz de la Sierra (Bolivia) ticipación y la excelente cualificación profesional de los asistentes y ponentes –se dieron cita 22 técnicos de 9 países de América del Sur e intervinieron como expositores 7 profesionales de reconocido prestigio en Iberoamérica–, sino que, paralelamente a la celebración del curso, tuvo lugar también en Santa Cruz de la Sierra la “II Reunión de Autoridades Reguladoras de la Comunidad Andina de Naciones”. Mencionamos este importante evento, dado que en las con- RIMV Nº 1 / 2000 1999, a las que asistieron 21 participantes de 5 países centroamericanos, México y la República Dominicana. La finalidad de estas Jornadas fue la puesta en común de experiencias en cuanto a principios y normas de supervisión de mercados primarios, intermediarios e instituciones de inversión colectiva, así como a la adopción de estándares internacionales, –contemplados en 98 D E M E R C A D O S D E V A L O R E organismos tales como IOSCO, COSRA, o en escenarios regionales como la Unión Europea–, aplicados al desarrollo de sistemas de información para el control interno de operaciones, así como a la difusión de información y protección al inversor. Asimismo, se analizaron las principales características y operativa existente de la Titulización de activos. En las sesiones se alternaron las ponencias de destacados expertos y las intervenciones de los asistentes que realizaron, para cada materia tratada en las Jornadas, presentaciones de la situación de sus respectivos mercados de valores. En este sentido, se realizó un profundo examen y reflexión por parte de los representantes de cada país que ha quedado reflejado en un documento de conclusiones. El Instituto Iberoamericano ha considerado oportuno publicar estos trabajos en su página web (http://www.iimv.org/actividades/curso_guatemala.htm). Una de las conclusiones de este documento es la necesidad de fortalecer las actuales infraestructuras institucionales. La mayor complejidad de las operaciones y productos negociados requieren y exigen, por un lado, una mayor especialización y mayor cualificación profesional de los mercados, y por otro lado, el aumento de la actividad y el crecimiento de los niveles de información obligan a un continuo proceso de innovación de mecanismos y herramientas de supervisión. En dicho documento, también se hace mención a la necesidad de contar con eficientes sistemas de liquidación y compensación que fomenten tanto la liquidez y la profundidad de los mercados de valores, y a la importancia que en la región están adquiriendo instrumentos de inversión colectiva ( fondos de inversión y de pensiones), cuyo desarrollo implica una exigencia de supervisión de las empresas administradoras y depositarias. Además, se reflexionó respecto a los cambios tecnológicos que están abriendo nuevos caminos en el mundo de los negocios y de los mercados de capitales. El fenómeno Internet, abre nuevas posibilidades a los participantes de los mercados de valores, al mismo tiempo que supone un desafío a los reguladores para llevar a cabo un nuevo tipo de supervisión moderno y eficiente. Por esta razón, y en virtud de estas áreas de común interés que se mencionan en el Documento de Conclusiones de las Jornadas de Guatemala, el Instituto Iberoamericano ha organizado en este año, durante el mes de mayo y junio, dos seminarios que tratan, de forma monográfica, las tecnologías y los mercados de S capitales, y los sistemas de compensación y liquidación. En efecto, durante el pasado mes de mayo, se celebró en Madrid las Primeras Jornadas Iberoamericanas sobre Tecnología y Mercados de Valores. Si en los últimos tiempos los factores tecnológicos están teniendo a nivel mundial una extraordinaria importancia e influencia en el desarrollo económico y social, los mercados de capitales no son ajenos a este fenómeno. La tecnología y, especialmente, Internet, son elementos dinamizadores de los mercados y, al mismo tiempo, suponen para los organismos reguladores y supervisores un reto, por cuanto esta nueva realidad les exige una constante actualización y modernización de la normativa vigente. El objetivo de estas Jornadas en las que han participado directivos y técnicos de 14 países iberoamericanos, ha sido el intercambio de experiencias que, en el campo tecnológico, se están desarrollando en los Mercados Iberoamericanos de Capitales, en concreto, en cuanto a Plataformas Tecnológicas de Negociación, Seguridad, Supervisión, e Intermediación y Difusión. Respecto al segundo seminario monográfico mencionado anteriormente, promovido a iniciativa de los países miembros del Instituto, se celebró en Cartagena de Indias (Colombia) durante el pasado mes de Junio, un seminario específico sobre sistemas de compensación y liquidación. Este Seminario de Mercados de Valores: Custodia y Sistemas de Compensación y Liquidación, ha tratado específicamente y en profundidad el estudio y análisis de las principales técnicas de regulación y supervisión de las entidades depositarias y custodios de los mercados de valores, así como los sistemas de compensación y liquidación, elementos fundamentales en el desarrollo de los mercados de valores eficientes. Asistieron a este seminario 23 funcionarios iberoamericanos pertenecientes a 11 países miembros del Instituto. Por lo que respecta a la organización de otro tipo de eventos, merece una mención especial la jornada celebrada al inicio del mes de febrero de este año, y que se desarrolló en la Bolsa de Madrid, sobre la Regulación y Supervisión del Mercado Latinoamericano de Valores, Latibex. El Instituto Iberoamericano no ha querido dejar de aprovechar la oportunidad de difundir y exponer las características de este nuevo mercado, el Latibex, basado en tres premisas básicas innovadoras en los mercados de valores: el reconocimiento mutuo, la autorregulación y la 99 RIMV Nº 1 / 2000 I N S colaboración internacional entre supervisores. Este sistema organizado de negociación promovido por las bolsas españolas, se basa en la confianza en la normativa y la supervisión de los países latinoamericanos origen del emisor, y por tanto abre amplias posibilidades al desarrollo de la regulación y a la asunción de T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Latibex, serán capaces de acometer nuevos proyectos y propiciar el desarrollo de sus economías. Las mesas de trabajo que se celebraron contaron con la participación destacada de los Presidentes de la Comisión de Valores de Brasil y Venezuela, así como con representantes de la Acto inaugural de las Jornadas sobre el Buen Gobierno de las Sociedades, Buenos Aires (Argentina). responsabilidad por parte de las bolsas y de sus miembros. La importancia de este mercado no reside solamente en las nuevas posibilidades de financiación que se abren para las empresas latinoamericanas al permitirles acceder con más facilidad a los inversores europeos, sino que en la medida que las empresas iberoamericanas puedan captar recursos financieros a través del RIMV Nº 1 / 2000 Secretaria de Hacienda y Crédito Público de México y de la Comisión Nacional de Argentina. Los principales temas tratados fueron los mecanismos de supervisión; la transparencia del mercado en cuanto a la difusión de la información esencial; la liquidación y compensación de valores; y la resolución de controversias. Por último, destacar las Jornadas que sobre el Buen Gobierno de las Sociedades 100 D E M E R C A D O S D E V A L O R E se han organizado a finales del pasado mes de febrero en Buenos Aires, en colaboración con la Comisión Nacional de Valores de Argentina. Por primera vez, se reunio a destacadas personalidades y expertos internacionales en el ámbito jurídico de las sociedades, para tratar y reflexionar sobre un tema de tanta actualidad como son las normas de conducta ética en las empresas cotizadas, la importancia que tienen en la toma de decisiones de inversión, y la información relacionada con el gobierno de las mismas. En efecto, durante las sesiones y mesas redondas fueron analizados, desde diferentes ámbitos y experiencias internacionales, la función del Consejo de Administración, el papel que deben desempeñar sus consejeros, la remuneración de los equipos directivos, así como los distintos modelos de implantación de las reglas o recomendaciones recogidas en los Códigos de Buen Gobierno de las Sociedades que están surgiendo en los últimos tiempos. Para concluir este artículo, en el que se ha repasado sucintamente las actividades llevadas a cabo por la Fundación, señalar que todas y cada una de ellas se han realizado gracias al apoyo y la colaboración prestada por diversas S instituciones y organismos, en especial, la Comisión Nacional de Mercado de Valores de España, la Agencia Española de Cooperación Internacional y sus Centros Iberoamericanos de Formación, la Dirección General del Tesoro y Política Financiera de España, el Instituto de Estudios Fiscales, la Bolsa de Madrid, y los organismos supervisores y reguladores de Iberoamérica miembros del Instituto. Esta Fundación continuará trabajando desde el convencimiento de que uno de los aspectos fundamentales en el logro de un mayor desarrollo económico de los países, es la existencia de un mercado de valores sólido. El nivel de confianza es un factor esencial en estos mercados, por lo que el papel que desempeñan los reguladores y supervisores, cobra una extraordinaria importancia ya que entre sus obligaciones está la de fomentar la justicia, transparencia y la eficiencia de los mismos. 101 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O CONCLUSIONES DE LAS PRIMERAS JORNADAS DE REGULACIÓN Y SUPERVISIÓN DE MERCADOS CENTROAMERICANOS DE VALORES La Antigua, Guatemala, diciembre de 1999 Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y República Dominicana INTRODUCCIÓN GUATEMALA Durante el pasado año, se desarrollaron en el Centro Iberoamericano de Formación de la Antigua (Guatemala), las Primeras Jornadas de Regulación y Supervisión de Mercados Centroamericanos de Valores, organizadas por el Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores (IIMV). Durante las sesiones de trabajo de las mismas, se intercambiaron opiniones y experiencias en cuanto a los principios y normas de supervisión de mercados primarios, intermediarios e instituciones de inversión colectiva, además de tratar otros temas tales como la adopción de estándares internacionales en el desarrollo de sistemas de información, tanto para el control interno de operaciones como para la difusión de información , la protección al inversor, y las principales características y operativa de la Titulización. Esta puesta en común de conocimientos tiene especial relevancia por cuanto no sólo promueve la cooperación entre organismos supervisores y reguladores, sino que pueden resultar de gran utilidad a la hora de acomodar las reformas legislativas de manera progresiva a la realidad económica de cada país. En este sentido, los participantes de las Jornadas realizaron un profundo análisis y reflexión de la situación de sus mercados de valores de acuerdo a las materias expuestas. A continuación, presentamos un resumen de los trabajos realizados por cada uno de los representantes de Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México, Nicaragua y República Dominicana. En el mes de Junio de 1996, se promulgó el Decreto 34-96 del Congreso de la República, Ley del Mercado de Valores y Mercancías, la cual cobró vigencia a partir del 23 de Diciembre de ese año. No obstante, el Registro del Mercado de Valores y Mercancías, órgano adscrito al Ministerio de Economía, y creado en esa Ley, inició sus funciones el 1 de Agosto de 1997. El Registro fue concebido como un ente eminentemente de inscripción de Bolsas de Comercio, Agentes Intermediarios, Ofertas Públicas de Valores (Bursátiles y Extrabursátiles), Contratos de Fondo de Inversión y Calificadoras de Riesgo. No se le dotó de facultades de vigilancia y fiscalización, limitándolo únicamente a poder recabar información de las entidades inscritas en el Mercado Extrabursátil. Dicha Ley determinó el principio de autorregulación de las Bolsas de Comercio, con lo cual, las tres Bolsas de Comercio que operan en Guatemala ( dos de valores y una de mercancías), han emitido sus propios reglamentos de funcionamiento. Durante 1999, se han realizado esfuerzos por reformar el marco jurídico vigente con miras a fortalecerlo y hacer más seguro y confiable el Mercado de Valores. A partir del pasado mes de Diciembre, con ocasión de la firma de un convenio entre el Gobierno de Guatemala y el Banco Interamericano de Desarrollo, se implementó un programa de apoyo para el desarrollo del mercado de capitales en Guatemala. A tal efec- RIMV Nº 1 / 2000 102 D E M E R C A D O S D E V A L O R E to, se ha contratado a una firma consultora internacional, para que analice la situación del mercado de valores guatemalteco y su marco jurídico, con el fin de elaborar proyectos viables que permitan el desarrollo transparente, eficiente y dinámico del mercado. S De manera específica, el marco jurídico del Mercado de Valores del país se fundamenta básicamente en la Ley Nº 3553 de fecha 15 de mayo de 1953, mediante la cual se creó la Bolsa Nacional de Valores, cuyo objetivo era estimular las inversiones de capitales privados en títulos de renta fija emitidos por el Estado y otras instituciones públicas, sin embargo esta Bolsa nunca operó. Asimismo, conforman el referido marco jurídico la Ley Nº 550 y sus modificaciones, de fecha 23 de diciembre de 1964, la cual regula a las compañías que ofrecen en venta, emiten al público o introducen en el mercado dominicano, acciones, obligaciones o títulos de cualquier naturaleza. También conforman este marco las diferentes leyes de las instituciones financieras que autorizan a las mismas a emitir bonos y otros instrumentos propios de dicho mercado. El Mercado de Valores de la República Dominicana, aún con la existencia del referido marco legal, no es sino hasta inicios de los años 90 que comienza a despertar el interés de los agentes económicos, cuando mediante el decreto del Poder Ejecutivo Nº 554-89 de fecha 20 de febrero de 1989, se crea la Bolsa de Valores de la República Dominicana (BVRD) como una entidad sin fines de lucro, operando como una institución autoreguladora desde octubre de 1991. La BVRD cuenta con 17 puestos de bolsa, de los cuales 10 son vinculados a entidades bancarias y hasta la fecha fundamentalmente ha negociado papeles comerciales a no más de 90 días de plazo. En el marco de la globalización de las economías, de los tratados de libre comercio, y del proyecto de armonización de los mercados de valores centroamericanos y del caribe, del cual la República Dominicana es parte integral, el Banco Central de la República Dominicana como parte del proceso de reformas en el que está inmerso el país, elaboró un proyecto de ley de mercado de valores que se encuentra actualmente en proceso de aprobación en las Cámaras legislativas, en el cual se establecen las disposiciones que en adelante, normarán y regularán la oferta pública de valores, creando las figuras institucionales que son necesarias para garantizar el desarrollo de dicho mercado. En el referido proyecto se contempla la creación de la Superintendencia de Valores como entidad supervisora del mercado de valores, la cual será un organismo autónomo del Estado, y cuyo objeto principal es supervisar y regular el mercado de valores, contando I NSTITUCIONES DE INVERSIÓN COLECTIVA En la Ley del Mercado de Valores y Mercancías de 1996, se determinan las figuras del contrato de Fondo de Inversión, Sociedades de Inversión, Fideicomisos de Inversión y Depósito colectivo de Valores. El contrato de Fondos de Inversión, por ser una figura nueva, ha sido poco utilizada y, en algunas oportunidades, ha sido mal administrada. Generalmente se han manejado como numerosas carteras individuales. La Sociedad de Inversión tiene la dificultad de que debe capitalizarse a través de la emisión de acciones, y el mercado para este tipo de títulos es casi inexistente en Guatemala. La figura del Depósito colectivo de Valores, en la actualidad está siendo tema de polémica por algunos problemas surgidos en aquellas entidades que ofrecen tal servicio, por lo que deberá ser tema de reforma en una nueva Ley. El Fideicomiso de Inversión tiene la característica de que crea la figura del fiduciario delegado, que puede recaer en un agente intermediario. Finalmente señalar que, en la actualidad, no existe normativa aplicable a la Titulización, si bien será una figura que deberá contemplarse en la reforma que se prevé para este año. REPÚBLICA DOMINICANA El mercado financiero de la República Dominicana se fundamenta en un conjunto de leyes que regulan las actividades financieras, bajo el esquema de especialización que imperó en nuestro país hasta los inicios de la década del 90, cuando se aplicó un amplio programa de reformas económicas que abarcó el sector financiero en su conjunto. Este programa de reforma contempla la Ley Orgánica del Banco Central, la Ley General de Bancos, y la Ley de Inversión Extranjera, entre otras leyes que conforman el marco jurídico financiero de la República Dominicana. 103 RIMV Nº 1 / 2000 I N S para ello con un Consejo Nacional de Valores compuesto por 7 miembros, quien dictará las normas y regulaciones que sean necesarias para el buen funcionamiento del mercado en adición a las disposiciones de la propia ley. De este modo, este organismo puede actuar libremente en el mercado ejerciendo una función de supervisión y control de las operaciones que se realicen en el mismo, otorgándole además, la facultad de sancionar a los que infrinjan sus disposiciones, así como las de la propia ley. T U T O I B E R O A M E R I C A N O Nicaragua cuenta con un marco jurídico básico, suficiente y adecuado, de reciente promulgación. Como normas más destacables de dicho marco, podemos mencionar: • Ley General de Bancos, Instituciones Financieras no Bancarias y Grupos Financieros. (Ley No. 314, del 18 de octubre de 1999) • Ley de la Superintendencia de Bancos y de otras Instituciones Financieras. (Ley No. 316, del 14 de octubre de 1999) • Reglamento General sobre Bolsas de Valores, Decreto 33-93 del 21 de junio de 1993. (del 29 de junio de 1993). • Normativa Regulatoria del Registro de Emisores, Valores, Sociedades de Bolsa y de Agentes de Bolsa. Resolución SIBOIF-II-3-94, del 5 de enero de 1994. • Ley General de Títulos Valores, Decreto No.1824. Las instituciones de Inversión Colectiva, no existen en el mercado dominicano, por lo que tampoco existe regulación al respecto. Sin embargo, el Proyecto de Ley de Mercado de Valores, actualmente en discusión, crea las figuras de Fondos Mutuos o Abiertos y Fondos de Inversión cerrados, ambos administrados por sociedades Administradoras de Fondos o Gestoras. Las Administradoras de Fondos o Sociedades Gestoras, serán compañías por acciones, supervisadas por la Superintendencia de Valores quien deberá aprobar los reglamentos internos de los fondos y los contratos de participación de los mismos. Asimismo el Proyecto de Ley crea el Depósito Centralizado de Valores, el cual tendrá por objeto, custodiar, transferir, compensar y liquidar los valores que se negocien en el mercado, así como registrar tales operaciones. Por otra parte, mediante la Ley de Seguridad Social, también en discusión en el Congreso, se crean los Fondos de Pensiones y sus administradoras. La Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras tiene a su cargo autorizar, supervisar, vigilar y fiscalizar el funcionamiento de las Bolsas de Valores y Otras Instituciones semejantes que operen con bienes y dinero del público previamente calificadas como tales por la Superintendencia. Además, supervisa las actividades de la Bolsa misma, los Puestos de Bolsa, los Agentes Corredores, Centrales de Custodia y los Emisores. La Bolsa de Valores ejerce una función autoreguladora de la actividad bursátil, dicta y modifica su propio reglamento interno con previa aprobación de la Superintendencia. Las normas que la Bolsa dicte sobre liquidación de operaciones en Bolsa y contratos en Bolsa, así como cualquier otra normativa, como parte de su Reglamento Interno, debe ser informado a la Superintendencia quien está facultada para objetar al respecto. La fiscalización a los agentes en el mercado se efectúa con base al análisis de la información periódica que suministran los intermediarios de valores, entidades de apoyo, emisores y Bolsa de Valores, obligados conforme a la Ley. Se elabora un programa donde se incluyen revisiones contables y de registro de operaciones bursátiles, de inversiones propias y por cuenta de sus clientes. Por otro lado, se ha puesto en marcha un programa de modernización del sistema financiero, auspiciado por el BID. T ITULIZACIÓN En el proyecto de Ley de Mercado de Valores se concibe a las titulizadoras, como compañías por acciones, que tendrán como objetivo único la adquisición de activos no líquidos para fines de titulización. Dicha actividad podrán ejecutarla además, las personas jurídicas que autoricen la Ley a ejercer tales funciones. Serán fiscalizadas y reguladas por la Superintendencia de Valores y deberán regirse por la Ley y el Reglamento del mercado de valores. Nº 1 / 2000 I NICARAGUA I NSTITUCIONES DE I NVERSIÓN C OLECTIVA RIMV T 104 D E M E R C A D O S D E V A L O R E I NSTITUCIONES DE INVERSIÓN COLECTIVA S visor y a los inversionistas, etc; la Ley Temporal de Estabilización Financiera en la que se establece la jurisdicción de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros sobre los puestos de Bolsa y se forma el Fondo de Liquidez y Garantía (FOLIGA) que se constituirá con un porcentaje aplicado al monto de cada transacción efectuada en bolsa. Este fondo se ha creado con el propósito de proteger a los inversores en bolsa. El ente regulador ha enfrentado una serie de problemas para supervisar a los puestos de bolsa, ya que el marco legal no lo especificaba claramente y fue demandado por los puestos de bolsa, dictaminando la Corte Suprema de Justicia a favor de los últimos. Sin embargo, a pesar de todas estas oposiciones en el transcurso del presente año se logro realizar supervisión a las dos bolsas y a los puestos de bolsa inscritos, detectando los siguientes problemas: Nicaragua actualmente no dispone de un marco jurídico que norme y regule las IIC, sin embargo, en la Ley de Mercado de Valores que se implantará el próximo año se incluirán dichas Instituciones. Si bien es cierto que no se dispone de tales leyes, Reglamentos y Normativas aplicables a las IIC, sí existe en un gran interés en su desarrollo, fundamentalmente en la creación de Fondos de Capital de Inversión Turística, destinados a desarrollar proyectos turísticos en áreas de interés en el país, previamente seleccionadas y autorizadas por el Instituto de Turismo. Asimismo, existe un gran interés y se espera que empiecen a operar próximamente, los Sistemas Privados de Pensiones. La expectativa es que durante su primer año de operaciones, el Sistema Privado de Pensiones administre alrededor de US$ 50 millones. Finalmente señalar que, respecto a la Titulización, no existe una regulación normativa del citado instrumento, sin embargo, se considera que su implantación puede resultar de gran interés en el futuro. • Transacciones realizadas fuera de bolsa • Transacciones de emisores no inscritos en bolsa • Emisores con graves problemas de endeudamiento • Intermediación financiera en la que los puestos de bolsa se convierten en emisores HONDURAS Debido a la supervisión realizada y debido a que varios emisores comenzaron a presentar problemas para hacer frente al pago de intereses y capital, se creo una seria crisis que ha ocasionado la pérdida de confianza en los inversores y por ende que las transacciones bursátiles se hayan reducido aproximadamente en un 60%. A pesar de los problemas que se enfrentan, se considera que la situación se estabilizará con la aprobación de la Ley de Mercado de Valores y con la buena intención de acogerse a la Ley por parte de las bolsas y los puestos de bolsa. Como antes se explicó en la actualidad el mercado de valores hondureño no es mas que una mesa de dinero. Sin embargo, el proyecto de ley contempla aspectos no considerados en el marco legal actual, como por ejemplo: El registro público del mercado de valores; el Fondo de Garantía; las Casas de Bolsas y la intermediación de valores de oferta pública; la Contratación bursátil; la Inscripción de las bolsas de valores y casas de bolsa en el registro público del mercado de valores; los Fondos Mutuos; los Fondos de Inversión: las Sociedades administradores de fondos; los Depósitos centralizados de custodia, compen- El mercado de valores de Honduras está constituido por dos bolsas de valores y aproximadamente 30 puestos de bolsa inscritos. Las principales transacciones realizadas en bolsa son el pagaré bursátil y los bonos del Estado. En Honduras no existe una Ley de Mercado de Valores. Actualmente sólo está en un nivel de Proyecto y se encuentra pendiente de su aprobación por parte del Congrego Nacional. El marco legal actual referente al mercado bursátil está constituido por: la Ley de Instituciones Financieras; la Ley del Banco Central de Honduras; la Ley de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros; el Decreto 11588 del 24 de febrero de 1988 estableciendo el Reglamento de Bolsas de Valores; el Reglamento Interno de cada una de las bolsas de valores. Regula el funcionamiento de las bolsas y puestos de Bolsa; las Resoluciones y circulares emitidas por el Banco Central de Honduras y por la Comisión Nacional de Bancos y Seguros en las que se regulan aspectos tales como: auditoría de las empresas emisoras por auditores externos, limitación de endeudamiento de emisores, deber de informar al ente super- 105 RIMV Nº 1 / 2000 I N S sación y liquidación de valores; los Valores representados por anotaciones en cuenta: las Sociedades clasificadoras de riesgo; las Obligaciones y acciones; y los Grupos Económicos y partes relacionados. La Ley reguladora del Mercado de Valores (LRMV) vigente desde el 27 de marzo de 1998, establece, en sus artículos 3 y 5 la obligación de la Superintendencia General de Valores (SGV) debe regular, supervisar y fiscalizar los mercados de valores a través de actos tales como: autorización de participantes, aprobación de estatutos de bolsas, clasificadoras y sociedades de compensación y liquidación, autorización de aumentos de capital, establecimiento de normas contables y de auditoría, exigencia de información, realización de visitas de auditoria. Adicionalmente, la LRMV contempla un título constituido por un total de 11 artículos que regula los mercados primarios (título V, artículos 10 al 21). En éste se establecen normas para la regulación de la oferta pública de valores, entre las cuales se incluye la estandarización de las emisiones como condición para la realización de oferta pública de valores. Además, se establecen los requisitos de autorización de emisores, se permite la colocación de valores tanto por bolsa como por ventanilla (siempre que no se discrimine a los inversionistas en trato, acceso a información o condiciones de la emisión), se establece la obligación de los emisores de suministrar información veraz y que no induzca a error y se estipula, como obligación de la Superintendencia, velar porque los riesgos y características de cada emisión queden suficientemente explicados en los prospectos de emisión. Finalmente, se faculta a la entidad reguladora para incluir notas firmadas por ella misma en dicho prospecto si el emisor no deja claros los riesgos. Lo anterior se complementa con los siguientes reglamentos: (I) Reglamento para la autorización de Oferta Pública (II) Reglamento sobre el contenido mínimo del prospecto de emisores. (III). Reglamento sobre el suministro de información periódica, hechos relevantes y otras obligaciones de información. En materia de puestos de bolsa, la LRMV contempla, en el título IV (art. 53 a 60) las regu- Nº 1 / 2000 I T U T O I B E R O A M E R I C A N O laciones respectivas. En éste si bien la ley otorga la potestad de autorización de funcionamiento de los puestos a la Bolsa, se establecen los requisitos de dicha autorización así como las actividades permitidas a los puestos de bolsa y sus obligaciones para efectos de supervisión. En el artículo 58 se especifica la potestad de la Superintendencia de fiscalizar los puestos de manera directa, incluyendo la realización de auditorías que permitan la verificación de cualquier aspecto que se considere conveniente, independientemente de las acciones de supervisión y fiscalización que ejecute la bolsa bajo el principio de autorregulación. Esta regulación es complementada con los siguientes reglamentos: I) Normativa Prudencial aplicable a los puestos de bolsa II) Normativa contable de puestos de bolsa. III) Reglamento sobre el suministro de información periódica, hechos relevantes y otras obligaciones de información. En lo que se refiere a las bolsas de valores, la LRMV faculta a la Superintendencia para autorizar su funcionamiento (art. 28) y establece los requisitos correspondientes, incluyendo la aprobación, por parte de la Superintendencia, de los proyectos de estatutos, reglamentos y procedimientos para la operación de estas entidades. En el capítulo II del título III de esta misma ley se establecen las funciones y atribuciones de las bolsas (art 29), entre las cuales se contempla la obligación de colaborar con las funciones supervisoras de la Superintendencia. Complementariamente, la Superintendencia ha desarrollado reglamentos relaciones con las reglas para la negociación de las emisiones y para el funcionamiento de mercados de futuros organizados por las bolsas. COSTA RICA RIMV T I NSTITUCIONES DE I NVERSIÓN C OLECTIVA La LRMV contempla en el Título V, Capítulo II, la regulación sobre el tema. En ésta se establece la figura de sociedad administradora de fondos de inversión, cuya regulación se complementa con los siguientes Reglamentos : (i) Reglamento General sobre Sociedades Administradoras y Fondos de Inversión, (ii) Normativa Prudencial de inversión financiera y Sociedades Administradoras, (iii) Guía para la elaboración de prospectos de fondos de inversión financieros, (iv) Normas sobre la publicidad de fondos de inversión, (v) normativa contable, (vi) Reglamento sobre Fondos Inmobiliarios, (vii) Reglamento para la inversión colectiva de los recursos de los fondos de inversión en títulos o valores extranjeros. 106 D E M E R C A D O S D E V A L O R E En el Capítulo III, del Título VII de la LRMV, se contemplan las normas relativas a la custodia de valores. Se introduce la figura de entidad de custodia, con potestad de custodiar tanto los títulos físicos como las anotaciones en cuenta. En relación con las entidades gestoras de fondos de inversión, se autoriza a dicha entidad a custodiar y administrar el efectivo, ingresos y gastos de fondos de inversión, siempre que sea con cuentas independientes de cada fondo, con el fin de garantizar la protección de los inversionistas. Los conflictos de interés se regulan por vía reglamentaria. En el art. 134, se establece como función de la Superintendencia, la supervisión y determinación de normas prudenciales y la sanción de entidades que brinden los servicios de custodia en los términos establecidos por Ley. Además, el Capítulo comprende normas que facultan a la Superintendencia para dictar reglas para la circulación de títulos valores y elaborar reglamentos para la prestación del servicio de custodia y establece disposiciones respecto a la constitución del depósito, la emisión de documentos para comprobar la existencia de valores y la restitución de títulos, entre otras cosas. Recientemente, la Superintendencia ha desarrollado un reglamento al respecto que todavía se encuentra en proceso de discusión. S do los objetivos de la bolsa los siguientes: desarrollar el Mercado de Valores y proveer los medios para realizar transacciones de valores; fomentar el ahorro y la inversión; incentivar a los ahorradores a invertir sus fondos y, propiciar la participación del mayor número de personas en el Mercado Bursátil. El marco legal del Mercado de Valores está conformado por la Ley del Mercado de Valores (en proceso de reforma), la Ley Orgánica de la Superintendencia de Valores, la Ley de Sociedades de Seguros, la Ley de Bancos y Financieras, la Ley del Sistema de Ahorro para Pensiones, la Ley Orgánica de la Superintendencia del Sistema Financiero, la Ley Orgánica de la Superintendencia de Pensiones. (Banco Central de Reserva). Los participantes del Mercado de Valores salvadoreño son: la Bolsa de Valores, 23 Casas de Corredores de Bolsa, 42 Agentes Corredores de Bolsa, la Sociedad de Depósito y Custodia de Valores (CEDEVAL), 3 Sociedades Clasificadoras de Riesgo, 32 Auditores Externos, 7 Almacenes Generales de Depósito, 68 Emisores de títulos valores, y la Superintendencia de Valores, entidad supervisora del mercado. Los Bancos son los más importantes participantes en el mercado de valores. Las principales operaciones realizadas en el mercado son de corto plazo, particularmente operaciones de reporto de 1 a 7 días. Se negocian otros títulos de deuda como los Certificados de Inversión, Certificados de Depósito a Plazo para la Vivienda, Certificados Corporativos, Papeles Bursátiles y Acciones. Desde hace unos años ha habido un desarrollo de procesos de privatización de instituciones publicas, lo cual ha fortalecido el mercado de valores, y por otro lado, aún no están operando los fondos de inversión, pero está en estudio su Ley. La Superintendencia de Valores es una Institución Autónoma, que cuenta con su Ley Orgánica del 4 de Octubre de 1996, e inició sus operaciones en enero de 1997. Se creó mediante el Decreto Legislativo No. 806, del 11 de Septiembre de 1996, y tiene como misión, velar por los intereses del público inversor mediante una supervisión efectiva, emisión de normas adecuadas y divulgación de información útil, respecto a los entes e instrumentos del mercado bursátil. ADMINISTRACIÓN DE C ARTERA T ITULIZACIÓN Respecto a la titulización, la Superintendencia está facultada en términos generales para regular, supervisar y fiscalizar cualquier acto o contrato relacionado con los mercados de valores, así como la actividad de las personas físicas o jurídicas que intervengan en ellos, por lo que cualquier actividad de titulización estaría supervisada por la Superintendencia. Sin embargo, en la actualidad, no se cuenta con reglamentación al respecto. Se planea el desarrollo de la normativa correspondiente durante el año próximo. EL SALVADOR En 1989 se constituyó la sociedad “Mercado de Valores de El Salvador, S.A”, siendo en abril de 1992, que se inician las negociaciones de títulos valores y en 1994 es aprobada la Ley del Mercado de Valores, sien- Sólo puede ser ejercida por las Casas de 107 RIMV Nº 1 / 2000 I N S Corredores de Bolsa autorizadas por la Superintendencia de Valores, que actualmente son seis. La administración de Cartera, está regulada por un Reglamento de Administración de Cartera emitido por la Superintendencia de Valores, siendo ésta también quien autoriza los portafolios de inversión, así como sus correspondientes formatos de contratos. La valorización de los activos de la administración de Cartera se realiza de manera diferente por cada casa corredora, sin embargo, existen algunos elementos comunes a todas las casas, como por ejemplo: la mayoría cuenta con programas especiales para el control de los portafolios; el cálculo del rendimiento lo hacen ya sea diario o mensual; el diferencial del valor del título se amortiza en la vida útil del título; la ganancia o pérdida por venta del título se reconoce el día de la operación; el período de capitalización es mensual; el rendimiento pagado al cliente resulta de la tasa efectiva del título. La Ley establece el funcionamiento de la Central de Depósito y Custodia de Valores (CEDEVAL), cuyas características principales son: celebra contratos con Bancos nacionales a fin de que éstos sean sub-custodios; para mayor efectividad posee el Sistema Electrónico de Custodia y Administración de Valores (SECAV); no efectúa aún ninguna labor de supervisión; la liquidación de Operaciones la sigue efectuando la Bolsa de Valores. De acuerdo a la Ley del Mercado de Valores las sociedades que presten servicios de depósito y custodia de valores podrán: recibir valores en custodia de casas de corredores, de bolsas de valores, de instituciones de crédito, de seguros y otros intermediarios financieros; cobrar amortizaciones, dividendos o intereses de valores depositados; ofrecer el servicio de transferencia, compensación y liquidación sobre operaciones que se realicen respecto de los valores objeto de custodia. En cuanto a la información a inversores, las Casas de Corredores autorizadas como administradoras de Carteras, tienen para con sus clientes las siguientes obligaciones mínimas: informar al menos mensualmente a cada cliente sobre la gestión desarrollada; remitir mensualmente los Estados de Cuenta correspondientes; detallar en forma trimestral y en anexo a cada Estado de Cuenta, la totalidad de los valores adquiridos por los portafolios administrados; proporcionar a los inversores el prospecto para determinado portafolio, a efecto de darle a conocer las características y el funcionamiento del mismo. Estos prospectos de los Portafolios de RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Inversión, deberán contener como mínimo: la identificación del portafolio, naturaleza y características, la política de inversiones, así como porcentajes de inversión por cada instrumento, las prohibiciones de la Casa de Corredores autorizada para Administrar Cartera, los criterios para la determinación de los rendimientos, las comisiones, aplicación de otros gastos, etc, la información que se entregará a los inversores, los requisitos y el procedimiento, para el ingreso y el retiro del portafolio, y los derechos y obligaciones de la Casa y de los inversionistas. MÉXICO En México, la Ley del Mercado de Valores (LMV) es la principal disposición legislativa que regula la actividad del Mercado de Valores. También se cuenta con otras leyes entre las que destacan principalmente, las leyes General de Sociedades Mercantiles, de Sociedades de Inversión y de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV), así como las Disposiciones de carácter general que emite dicha Comisión y el Banco de México. La supervisión y seguimiento de las operaciones bursátiles y de la actuación de los intermediarios, sociedades emisoras y otras entidades que participan en el mercado de valores está a cargo de la CNBV, organismo dependiente de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). A la fecha, la supervisión de los participantes del mercado es efectuada de manera oportuna y con un alto grado de confiabilidad, mediante sistemas automatizados que permiten revisar con mayor alcance las transacciones realizadas, interfiriendo menos en la operación de los intermediarios bursátiles; a través de estos sistemas se da seguimiento a la calidad de la administración, al análisis financiero y los reportes ejecutivos. Con dichos mecanismos se tienen implementados y relacionados entre sí a dos tipos de controles, el interno y el de inspección. Con estos sistemas se obtiene en forma directa de los registros de los intermediarios, la información que permite monitorear a tiempo real cada operación, lo que coadyuva a dar seguimiento directo del mercado para detectar desviaciones y aplicar las correcciones necesarias, o bien, determinar oportunamente visitas de inspección o la aplicación de sanciones. 108 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S sociedades de inversión, en México se conocen con el nombre de Sociedades Operadoras de Sociedades de Inversión y encuentran su marco jurídico en la LSI y en las Disposiciones Complementarias que emite la CNBV, organismo al que compete su supervisión, inspección y vigilancia. Las sociedades operadoras pueden ser Casas de Bolsa, Instituciones de Crédito y sociedades anónimas independientes. También existen las sociedades operadoras de las SIEFORES, las que son reguladas por la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro y son supervisadas y vigiladas por la CONSAR. En México existe sólo una entidad depositaria denominada S.D. Indeval, S.A. de C.V., Institución para el Depósito de Valores, creada desde 1979. Se trata de una sociedad anónima en la cual, de acuerdo con la LMV, sólo podrán ser socios de la institución, el Banco de México, las casas de bolsa, especialistas bursátiles, bolsas de valores, instituciones de crédito, así como compañías de seguros y de fianzas. Su objetivo fundamental es el de contribuir al funcionamiento del Mercado de Valores en México, mediante la prestación de los servicios de guarda, administración, compensación, liquidación y transferencia de valores, a través de la inmovilización física de los títulos. Esta sociedad encuentra su regulación básicamente en la LMV y demás disposiciones complementarias emitidas por la CNBV, organismo al que compete ejercer la supervisión y vigilancia de esta sociedad depositaria. I NSTITUCIONES DE INVERSIÓN COLECTIVA La existencia de las sociedades de inversión en México se regula bajo un marco legal desde 1950, la actual Ley de Sociedades de Inversión (LSI) busca que la operación y funcionamiento de estas instituciones atienda oportunamente las demandas tanto de inversionistas locales como foráneos, en el marco de la globalización del sector financiero, y de una mayor desregulación acorde con las políticas que se han instrumentado a todo el mercado de valores. Las sociedades de inversión se clasifican en tres tipos: sociedades de inversión comunes; sociedades de inversión en instrumentos de deuda, para personas físicas y para personas morales, y sociedades de inversión de capitales. Asimismo, dentro de estas sociedades, se prevé la especialización o diversificación en la adquisición de valores de emisoras enfocadas a diferentes ramas de la actividad productiva. Además de la LSI, la operación de estos fondos se regula por las Disposiciones complementarias emitidas por la CNBV. Dicha regulación comprende el régimen de inversión, estructura accionaria, valuación de sus activos, elaboración de prospectos de información, entrega de información financiera, así como, la obligación de someterse a la supervisión y vigilancia de la citada Comisión. Esta Comisión, con fundamento en la Ley específica que la crea, ejerce sus atribuciones mediante sistemas automatizados aplicables a todo el mercado de valores, de tal forma que se da seguimiento a las actividades de valuación de carteras, registro de inversionistas, operaciones efectuadas, entre otras, obteniendo información oportuna para el seguimiento de este sector. Por otra parte, existen las Sociedades de Inversión Especializadas de Fondos para el Retiro (SIEFORES), cuyo objetivo exclusivo es invertir los recursos provenientes de las cuentas individuales de los trabajadores, que reciban en términos de las leyes de seguridad social. Estas sociedades se encuentran reguladas por la Ley de los Sistemas de Ahorro para el Retiro, conjuntamente con las reglas de carácter general que emite la Comisión Nacional del Sistema de Ahorro para el Retiro (CONSAR), siendo esta última la dependencia gubernamental de la SHCP que las supervisa. En cuanto a las sociedades gestoras de CONCLUSIONES FINALES DE LAS JORNADAS Existe una coincidencia general en fomentar y propiciar la cooperación entre los países iberoamericanos miembros del IIMV. Asimismo, entre las principales tareas señaladas para conseguir objetivo común de impulsar el desarrollo de los Mercados Centroamericanos de Valores, podemos mencionar las siguientes: • Promover el fortalecimiento de la infraestructura institucional de los mercados, dentro del contexto de integración y de armonización legislativa, así como la adopción de estándares internacionales. • Apoyar políticas encaminadas a la formación y capacitación de funcionarios de los Organismos Reguladores y Supervisores. 109 RIMV Nº 1 / 2000 I N S • Establecimiento de sistemas y normas prudenciales de Intermediarios que faciliten la transparencia y eviten conductas no deseadas. Para ello son necesarios sistemas de control que detecten estas situaciones, y favorezcan la sistematización de información requerida. • Impulsar el desarrollo de las Instituciones de Inversión Colectiva, mediante una regulación estandarizada. • Establecer criterios adecuados para la supervisión de las gestoras y depositarios o custodios. • Profundizar en el desarrollo de tecnologías de sistemas de información para el análisis y la supervisión de los mercados. • Favorecer el desarrollo de Sistemas de Liquidación y Compensación eficientes. • Promover el mecanismo de la Titulización, como instrumento de financiamiento alternativo de las instituciones financieras y empresas de todos los sectores económicos. Al mismo tiempo, debe de desarrollarse un marco legal que facilite una eficiente operación y supervisión de los agentes implicados en la Titulización. • Impulsar la investigación de los efectos RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O que Internet pueda tener en los mercados de capitales, así como del desarrollo de los mecanismos de regulación y supervisión de las actividades y operaciones que se vienen realizando a través de ese medio. AUTORES Dña. Ana Ercilia Méndez Queliz del Banco Central de la República Dominicana, Dña. Berta Martínez Castillo, de la Superintendencia de Bancos y Otras Instituciones Financieras de Nicaragua, Dña. Belia Martínez Sosa de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros de Honduras, Dña. Gladys González Rodríguez, SUGEVAL de Costa Rica, D. José Genero Serrano, SUPERVAL de El Salvador, D. José Luis Salazar, Secretaria de Hacienda y Crédito Público de México, D. Juan Carlos Ovando, Registro de Valores y Mercancías de Guatemala y D. Santiago Cuadra, Instituto Iberoamericano de Mercados de Valores (IIMV). 110 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Noticias cir los costos de transacción de los títulos externos y facilitar a los agentes nacionales invertir en valores extranjeros. Además, permitirá a las empresas extranjeras, captar recursos desde Chile mediante emisiones que realicen y otorgar mayor liquidez a las cuotas de fondos de inversión internacional constituidos en Chile. En la “Bolsa Off-Shore”, las transacciones Chile CHILE: BOLSA “OFF SHORE”, UNA NUEVA OPCIÓN PARA LOS INVERSIONISTAS El 18 de enero de 1999, mediante la promulgación de la Ley nº 19.601, se permitió en Chile la oferta pública y colocación de valores extranjeros y certificados representativos de éstos, a través de la creación de una figura denominada “Bolsa OffShore”. La citada Ley también estableció que junto a estos valores, podrían transarse los ADR representativos de valores chilenos y cuotas de fondos de inversión internacional constituidos en Chile. Para lo anterior, es requisito que estos valores se inscriban en el registro especial que lleva la Superintendencia de Valores y Seguros (S.V.S.) para tales efectos, denominado Registro de Valores Extranjeros. La inscripción obliga al solicitante a proporcionar a la S.V.S. y a las bolsas en que se coticen, información respecto del emisor y de sus valores. La creación de esta “Bolsa OffShore” tiene por objetivo promover una nueva forma de exportación de servicios de intermediación de valores; otorgar mayores alternativas de inversión a los inversionistas institucionales del país, tales como, fondos de pensiones y compañías de seguros; redu- Bolsa Chile 111 RIMV Nº 1 / 2000 I N S de los valores y su posterior liquidación se efectúan en dólares de los Estados Unidos de Norteamérica, en Euros u otras monedas autorizadas por el Banco Central de Chile, lo que permite a los inversionistas extranjeros disminuir el riesgo cambiario. Además, para estos inversionistas, quedan sin efecto las restricciones a la entrada y salida de flujos de capital (encajes y permanencia mínima) y se les exceptúa del pago de impuestos por las ganancias de capital generadas con las transacciones realizadas en este mercado. Actualmente, se han inscrito en el Registro T U T O I B E R O A M E R I C A N O Ley 1.284/98 de "Mercado de Valores", en vigencia desde el 4 de agosto de 1999 y que reemplazó a la Ley 94/91, adecuando de esta manera la legislación del Mercado de Valores en Paraguay a las exigencias propias de un mercado ágil y moderno. De igual forma, está prevista la reglamentación de las Leyes N° 1.163 de "Bolsas de Productos" y N° 1.036 de "Sociedades Securitizadoras". Asimismo, conscientes de la importancia que tiene el desarrollo de la inversión colectiva para el fortalecimiento y consolidación de los mercados de capitales, la Comisión Nacional de Valores va a propiciar el desarrollo normativo de estas figuras a través de la reglamentación de la Ley N° 811 de "Fondos Patrimoniales de Inversión", que regula los fondos mutuos, los fondos de inversión y fondos de capital extranjero. Por otro lado, se encuentra en curso la consultoría para la reglamentación de la Ley N°1.056 de Sociedades Calificadoras de Riesgo, que además incluirá propuestas de modificación a la citada Ley dada la necesidad de adaptarla a estándares internacionales y flexibilizar el sistema. De esta manera, con el desarrollo reglamentario de la legislación existente que regula el mercado de valores en Paraguay se pretende dar mayor agilidad y alcance a las actividades bursátiles en un marco de transparencia, seguridad y credibilidad. NOVEDADES LEGISLATIVAS: REGLAMENTACIÓN DE LEYES En la actualidad, la Comisión Nacional de Valores de Paraguay se encuentra inmersa en el proceso de reglamentación de las leyes vigentes del mercado de valores, al efecto de definir con carácter específico las disposiciones legales contenidas en ellas, que permitan facilitar su aplicación. En concreto, desde el pasado mes de mayo y por espacio de cuatro meses, se está llevando a cabo la consultoría que tiene por objeto el desarrollo reglamentario de la nueva Nº 1 / 2000 I de Valores Extranjeros de la S.V.S., cuotas de diecinueve fondos cerrados extranjeros; dos fondos de inversión internacional y acciones de dos sociedades anónimas chilenas. El monto transado en la “Bolsa Off-Shore” desde su inicio, el 23 de febrero de 2000 hasta el 31 de marzo de 2000, es de aproximadamente US$ 2 millones. Paraguay RIMV T 112 D E M E R C A D O S D E V A L O R E El Salvador S requerimientos de información de las entidades fiscalizadas, con lo que se ha mejorado la eficiencia en el manejo de la información recibida. NOTICIAS Y NOVEDADES LEGISLATIVAS PARTICIPACIÓN DE LA S UPERINTENDENCIA VALORES EN LA F ERIA DEL PROGRESO DE Del 27 de mayo al 4 de junio del año 2000, el Gobierno de la República de El Salvador organizó la “Feria del Progreso”, evento en el que tomaron parte todas las instituciones del Estado para dar a conocer las actividades realizadas y su contribución al desarrollo económico y social del país, con el fin de acercar las instituciones públicas a la sociedad de El Salvador. La Superintendencia de Valores, como ente regulador del mercado de valores participó activamente a través de conferencias y charlas que trataron diversos temas relacionados con su papel de fiscalizador e impulsor del desarrollo del mercado de valores salvadoreño. Mediante estas actividades se ha pretendido alcanzar un doble objetivo, en primer lugar elevar el nivel de conocimiento que los inversores tienen de la institución, y en segundo lugar, informar sobre los criterios necesarios para la adecuada toma de decisión en las inversiones de valores. El resultado ha sido sumamente positivo, ya que solamente en el stand de la Superintendencia de Valores se atendió diariamente a unas 5.000 personas aproximadamente. Entre los principales temas de las charlas destacaron “ El mercado de valores de cara al nuevo milenio”, “El papel del ente supervisor en las operaciones bursátiles”, “La perspectiva del mercado de valores en el nuevo milenio”, “El manejo del riesgo en las inversiones bursátiles”, “Compensación y Liquidación”, “El Lavado de Dinero”. La labor de la Superintendencia de Valores de El Salvador respecto a la normativa que regula los aspectos operativos del mercado de valores, ha sido crucial para el desarrollo transparente del mismo. En la actualidad se está discutiendo el proyecto de Ley de Anotaciones en cuenta que permitirá una mayor agilidad y protección a los títulos valores que se negocien en el mercado de valores. Asimismo, se está analizando la posibilidad de regular la titularización de activos ya que constituye para las empresas un mecanismo adicional de financiación y amplia la oferta de valores a los inversores. Por otro lado, se está promoviendo la integración de los mercados de valores centroamericanos, para lo cual habrá que emitir la normativa respectiva. En cuanto a los procedimientos que la Superintendencia de Valores ha implementado para la fiscalización del mercado de valores cabe destacar el sistema de monitoreo en línea de operaciones bursátiles que permite , con la ayuda de más de 100 indicadores, la realización de una fiscalización preventiva del mercado. Además se ha desarrollado el Registro Público Bursátil Electrónico, otorgando un mayor dinamismo tanto a la inscripción de los participantes como a las consultas de los interesados en el mercado de valores. Por último señalar que se ha implantado un Sistema Electrónico de Transferencia de Información (SETI), que permite unificar los Venezuela NOTICIAS Y NOVEDADES LEGISLATIVAS La última reforma de la Ley de Mercado de Capitales de 22 de octubre de 1998, amplió las facultades normativas, de promoción, y sanción de la Comisión Nacional de Valores de Venezuela, a la vez que se le dotaba de personalidad jurídica como Organismo Público Colegiado y de autonomía financiera. Con esta reforma se pretende alcanzar el objetivo de 113 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O lograr la modernización del mercado de valores, para lo cual la CNV está llevando a cabo una serie de reformas y dictámenes de normativas jurídicas. En concreto, las normativas recientemente dictadas por este Organismo son: 3. Instructivo para proceder a la liquidación administrativa de sociedades de corretaje y casas de bolsa. 1. Normas sobre Actividades de Intermediación de las Sociedades de Corretaje y las Casas de Bolsa ( Resolución 012-99). Se ha celebrado en la ciudad de Caracas, en el mes de Octubre, la Mesa Redonda Año 2000 del Consejo de Organismos Reguladores de las Américas (COSRA), en la que se trataron los siguientes temas: 1. Gobierno Corporativo; 2. Informe del Grupo de Trabajo de Compensación y Liquidación; 3. Seguimiento de la Campaña Educacional sobre el Mercado de Capitales; 4. Desafíos de los Mercados para enfrentar la tendencia a la Concentración de los Mercados de Capitales e Internet, implicaciones legales y técnicas. REUNIÓN DE COSRA 2. Manual de Contabilidad y Plan de Cuentas – El cual establece las responsabilidades de las contralorías financieras de las sociedades de corretaje, las sociedades administradoras de entidades de inversión colectiva, los fondos mutuales de inversión de capital abierto y las compañías inversoras. En los boletines informativos de la Bolsa de Valores de Montevideo deberán indicarse las operaciones denominadas oficializaciones o las órdenes directas. Estas son operaciones cursadas a un solo corredor por ambas partes (compradora y vendedora) y se oficializan en la Bolsa de Valores. Uruguay El Banco Central de Uruguay es la entidad reguladora del mercado de valores, con competencias de reglamentación, fiscalización, y la supervisión de las Bolsas de Valores y demás agentes intervinientes en el mercado. 2. CIRCULAR N° 1.686 - Actualización del Prospecto de Emisión en casos de Oferta Pública Continua. En caso que un emisor de valores objeto de oferta pública realice su ofrecimiento continuado en el tiempo, deberá mantener actualizado su prospecto de emisión, comprendiendo proyecciones financieras, la última información contable disponible, acompañada de informe de auditoría o de revisión limitada, El gobierno y dirección del Banco Central del Uruguay está a cargo de un Directorio, responsable de la política y la administración general. En abril asumió el nuevo Directorio del Banco Central del Uruguay constituido por: Presidente: Cr. César Rodríguez Batlle. Vicepresidente: Dra. Eva Holz Directora: Cra. Rosario Medero 3. CIRCULAR N° 1.685 - Régimen de información sobre rentabilidades de los fondos y capital de las sociedades. Rentabilidad.- Cuando se publiciten rentabilidades de los Fondos de Inversión el cálculo deberá realizarse según las pautas que proporcione el Banco Central del Uruguay. Capital de la sociedades administradoras. Mensualmente deberán informar el capital integrado y los correspondientes activos radicados en el país. NOVEDADES NORMATIVAS En el primer cuatrimestre del 2000 el Directorio del Banco Central del Uruguay aprobó las siguientes normas relativas al Mercado de Valores: 1. CIRCULAR N° 1.691 - Informes sobre oficialización u órdenes directas. RIMV Nº 1 / 2000 114 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S 4. CIRCULAR N° 1.684 - Régimen de información contable de los emisores. Al menos los estados contables correspondientes al último ejercicio económico deberán estar acompañados de informe de auditoría externa o Dictamen del Tribunal de Cuentas de la República. Los estados contables anuales, deberán estar acompañados de informe de auditoría externa o Dictamen del Tribunal de Cuentas de la República en su caso. Si el emisor fuere una sociedad controlante o controlada respecto de otras mediante participaciones patrimoniales directas, deberá además presentar estados contables anuales consolidados, acompañado de informe de compilación. En su lugar, se podrá presentar los estados contables anuales consolidados del conjunto económico, a que pertenezca, acompañado de informe de compilación. Si la única actividad de la entidad controlante es la de control del emisor, sus estados contables podrán presentarse sin consolidar. La consolidación de estados contables de instituciones de intermediación financiera deberá realizarse de acuerdo con la normativa específica establecida por el Banco Central del Uruguay para dichas entidades. Semestralmente deberá presentarse la siguiente información: Dentro del plazo de dos meses, contados desde la fecha de cierre del respectivo semestre, estados contables semestrales, acompaña- dos de informe de revisión limitada, según lo estipulado en al artículo 8 de la presente Recopilación. A la fecha de la inscripción del emisor o del valor en el Registro de Valores, la información contable no podrá tener una antigüedad superior a seis meses. Si los últimos estados contables auditados, tuvieran una antigüedad superior a la establecida en el inciso que antecede, deberá presentarse además el estado contable al cierre del trimestre con el cual se cumpla el requisito de antigüedad máxima señalada, acompañado de informe de revisión limitada. Los estados contables semestrales correspondientes al ejercicio en curso, deberán ser presentados en la forma y plazos previstos en el literal B del artículo 41º de esta Recopilación, exonerándose de esta obligación al semestre que se encuentre incluido en la definición del inciso anterior. Si el emisor fuere una sociedad controlante y/o controlada (artículo 49 de la ley 16.060) respecto de otra u otras sociedades, en virtud de participaciones sociales o accionarias, deberá además presentar estados contables anuales consolidados, acompañado de informe de compilación. En su lugar, se podrán presentar los estados contables anuales consolidados del conjunto económico al que pertenezca, acompañado de informe de compilación. Si la única actividad de la entidad controlante es la de control del emisor, sus estados contables podrán presentarse sin consolidar. Costa Rica La normativa vigente desde 1998, año en que entró en vigor la nueva Ley Reguladora del Mercado de Valores, establece dos tipos de trámites de autorización: el trámite ordinario y el trámite simplificado. La diferencia entre ambos, parte de la premisa de que los valores provenientes de los mercados comprendidos en el régimen simplificado han cumplido ya con requisitos de autorización de oferta pública en su mercado de origen, bajo un marco normativo y de supervisión que ofrece al menos una protección similar a la del mercado costarricense. La modificación propuesta de esta normativa va en dos direcciones: por una parte, aumentar el ámbito de los valores que pueden beneficiarse del trámite simplificado; por otra parte, reducir los requisitos documentales, EN DISCUSIÓN MAYOR APERTURA DEL MERCADO COSTARRICENSE Actualmente se está estudiando una propuesta de desregulación de la autorización de oferta pública y negociación de títulos extranjeros. Con esta reforma a la normativa existente, la Superintendencia General de Valores de Costa Rica pretende dar un paso bastante audaz en la apertura del mercado de valores, gracias principalmente a una notable simplificación de los trámites requeridos para hacer oferta pública de valores extranjeros. 115 RIMV Nº 1 / 2000 I N S tanto para el trámite abreviado como para el trámite ordinario. En cuando al ámbito de los valores sujetos a trámite abreviado, el nuevo reglamento propone que en el caso de mercados homologados se incluyan no sólo los valores registrados ante el órgano regulador sino igualmente aquellos que se encuentren calificados por una calificadora de riesgos internacional, lo cual podría constituir una diferencia importante para muchos de los valores que cotizan en los mercados de NASDAQ. En el caso de los mercados no homologados, el reglamento propone que se incluyan los valores que cumplan simultáneamente con ambas condiciones: estar registrados ante el órgano regulador correspondiente y encontrarse calificados por una calificadora de riesgos internacional. En cuanto a la documentación exigida para la autorización de oferta pública, se está considerando razonable flexibilizar las reglas relativas a los medios para obtenerla. En ese sentido, la reforma autorizaría que la información requerida para efectos del trámite de autorización de oferta pública provenga de sistemas de información internacional reconocidos para tal efecto por la Superintendencia. Requisitos documentales tales como el prospecto, pueden ser obtenidos de uno de esos sistemas de información y presentados ante la Superintendencia acompañados por una declaración jurada del puesto de bolsa solicitante en el sentido de que dicha información efectivamente provie- T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O ne del sistema de información correspondiente. La bolsa de valores será la encargada de mantener disponible para el público inversionista la misma información que el emisor está obligado a suministrar a los inversionistas en su país de origen, para lo cual deberá verificar la existencia de medios para obtener tal información y asumir por escrito el compromiso correspondiente. Finalmente, la normativa propuesta permite que todos los valores privados que benefician del régimen simplificado sean negociados por los puestos de bolsa tanto en el mercado local como en el mercado de origen, con lo cual el país podría ahorrar parte de las comisiones cobradas por los intermediarios extranjeros para realizar las negociaciones en sus propios mercados. Este reglamento facilitará las inversiones de los costarricenses en el extranjero. No obstante, como señaló recientemente el Presidente del Banco Central, el proceso de apertura de nuestro mercado “debe ir acompañado de medidas efectivas para desarrollar el mercado interno. No deseamos, en efecto, que nuestros puestos de bolsa y sociedades de fondos de inversión terminen en meras sucursales de los “brokers” extranjeros. La supervivencia a largo plazo de los intermediarios nacionales de valores está relacionada con el desarrollo de un mercado local seguro y con opciones de inversión competitivas, tanto para el nacional como para el extranjero”. Nombramientos en los Organismos Supervisores de los Mercados de Valores de Argentina y Chile ARGENTINA CHILE Durante el pasado mes de Julio, el Dr. Carlos Eduardo Weitz asumió la Presidencia del Directorio de la Comisión Nacional de Valores de Argentina. El nuevo Directorio está constituido por: Presidente: Carlos Eduardo Weitz Vicepresidente: Hugo Luis Secondini Directora: María Silvia Martella Director: Juan Andrés Hall Director: Jorge Lores El Dr. Alvaro Clarke fue nombrado Superintendente de Valores y Seguros en marzo del presente año, sustituyendo en su cargo al Dr. Daniel Yarur. La Superintendencia de Valores y Seguros de Chile es el organismo supervisor del mercado de valores. El Dr. Clarke ha sido anteriormente Subsecretario del Ministerio de Hacienda. RIMV Nº 1 / 2000 116 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Reseñas bibliográficas “DERECHO DEL MERCADO DE VALORES” zación creciente de los Mercados de Valores se ha visto acompañada de un acceso cada vez más notable de las economías familiares a la inversión en valores, especialmente a través de fondos de inversión; lo que requiere instrumentos de información clara, concisa y asequible para sujetos no especializados. Esta importancia ascendente del Mercado de Valores ha tenido su reflejo en la aparición de asignaturas especializadas en las Facultades de Ciencias Económicas. Es en este ámbito docente donde se sitúa la obra “Derecho del Mercado de Valores” del Profesor Tapia que se refiere, como su propio título indica, a la regulación jurídica de aquel Mercado. El contenido de esta obra de finalidad didáctica se explica como un “ajedrez mobiliario” con una referencia sucesiva a las piezas y sus movimientos y a las aperturas y desarrollos de las partidas. En este sentido, tras abordar en los capítulos introductorios las cuestiones generales del concepto, caracteres y principios del Alberto Javier Tapia Hermida J. M. Bosch Editor Manuales Universitarios de Bolsillo. Serie de Derecho. 302 páginas. Barcelona, 2000. La creciente importancia de la actividad financiera en la economía se ha reflejado especialmente en un Mercado de Valores cada vez más globalizado, inestable y complejo. En este sentido, tanto la prensa económica especializada como la de información general ha dado cuenta, en los últimos tiempos, de la inestabilidad de los índices bursátiles arrastrados por los valores tecnológicos, de la creación de nuevos mercados para estos valores de gran rendimiento y gran riesgo y de los abusos de informaciones privilegiadas con ocasión de la realización de ofertas públicas de adquisición (OPA) o de venta (OPV). Por otro lado, la globali- 117 RIMV Nº 1 / 2000 I N S Derecho del Mercado de Valores y de sus fuentes comunitarias y españolas; a continuación se explican los elementos que componen la estructura del Mercado de Valores empezando por los objetivos que se negocian en dicho Mercado (los valores negociables y los instrumentos financieros) y continuando con los sujetos que componen la cadena de producción, intermediación y adquisición de aquellos valores e instrumentos (que son los emisores, los intermediarios y los inversores). En este último sentido, se presta una atención especial a los inversores institucionales y, dentro de ellos, a las Instituciones de Inversión Colectiva, dada la importancia adquirida por los fondos de inversión. La descripción de la estructura del Mercado de Valores acaba con el análisis de los fondos de titulación de activos y de las entidades de capital riesgo y con el examen del sistema de control público de aquel Mercado que corre a cargo, fundamentalmente, de la Comisión Nacional de Mercado de Valores. Una vez explicada la estructura jurídica del Mercado de Valores, la obra trata de sus aspectos funcionales ocupándose del Mercado primario o de colocaciones y de los Mercados secundarios o de negociación. Dentro de estos T I T U T O I B E R O A M E R I C A N últimos se presta una especial atención a los Mercados Secundarios Oficiales de Valores como son las Bolsas de Valores, el Mercado de Deuda Pública en Anotaciones y los Mercados de Futuros y Opciones. Asimismo, se dedica un capítulo al régimen de las Ofertas Públicas de Adquisición de Valores (OPA). La obra acaba con una referencia a las normas de actuación que deben regir la conducta de los intermediarios financieros que actúan en el Mercado de Valores (especialmente, las empresas de servicios de inversión y las entidades de crédito), de las sociedades cotizadas cuyos valores se negocian en las Bolsas y, en general, de todos aquellos sujetos que actúan en dicho Mercado, aun cuando dicha actuación tenga un carácter ocasional (así, se presta una especial atención a la prohibición de abusos de información privilegiada). En definitiva, se trata de una obra didáctica que explica de manera clara y concisa el complejo régimen jurídico del Mercado de Valores y que, por ello, puede ser útil tanto para los estudiantes a los que se dirige de manera preferente como para los profesionales de la Economía o del Derecho que quieran tener una visión general de dicha regulación. GUÍA PARA EL MERCADO DE VALORES EN ESPAÑA. MERCADOS, VALORES Y REGULACIÓN Francisco Luis de Vera Santana Biblioteca Cívitas Economía y Empresa Febrero 2000 La euforia bursátil desatada en los últimos tiempos permite prever la parición de numerosos volúmenes dedicados a proporcionar ideas sobre como operar en bolsa, abarcando desde lo que se denomina análisis fundamental, o de los métodos de valoración de empresas, hasta el análisis técnico, o de movimientos en los propios precios de las acciones. Otro tipo de libros, que se incluyen dentro de los que intentan expli- RIMV Nº 1 / 2000 118 O D E M E R C A D O S D E V A L O R E car los mercados de valores, se enmarcan dentro de los libros descriptivos de la estructura financiera. Estos libros suelen centrarse en las características de cada uno de los aspectos del entramado institucional. No es extraño que muchos de estos libros aporten referencias históricas que ayuden a comprender la situación actual. Pero más allá que el mero interés coyuntural por los mercados, o de la curiosidad intelectual por cual ha sido el desarrollo hasta llegar a la situación actual, el panorama reciente de los mercados está planteando un cambio fundamental en la forma de entender, de definir qué son los mercados, y en definitiva cual debe ser la regulación de los mismos. La expresión “mercados de valores” provoca, en una primera aproximación, la identificación con la bolsa en general, o con un conjunto de mercados de valores que abarcan a los valores de renta fija y de renta variable. El aspecto primordial parece considerarse la negociación de los valores y la fijación del precio, y por tanto la atención se suele concentrar en los mercados centralizados o al menos organizados. Resulta menos habitual que los trabajos sobre los mercados de valores realicen un análisis detallado sobre los mercados primarios, o de los procesos requeridos para que las empresas puedan tomar financiación del público. Sin embargo, la realidad que se va imponiendo cada vez con mayor fuerza es la disminución de la importancia de la ubicación de la contratación. Los mercados centralizados se ven amenazados por la competencia de otras vías de contratación, apoyadas en mecanismos tecnológicos de dirección y cruce de órdenes o en mecanismos de difusión de la información. Todo este proceso de aparente “fragmentación” de los mercados no es tal si consideramos que lo que da carta de naturaleza a un mercado es la formación de un precio único. Las tecnologías están permitiendo que este precio pueda formarse por la confluencia de órdenes de compra-venta realizadas por numerosos agentes, localizados en cualquier lugar. Estas tendencias están quitando importancia a la diferenciación de los mercados de valores centralizados. La discusión sobre las ventajas de los mercados dirigidos por órdenes o dirigidos por precios está cayendo en desuso. Las principales bolsas de los países desarrollados están confluyendo en un mercado-tipo, dirigido por precios y con negociación electrónica. Un segundo aspecto que está registrando un cambio en los mercados de valores se refiere a su regulación. También este cambio responde a la transformación que está registrado el entorno financiero. Las instituciones S financieras están realizando actividades que ya no responden a la clara clasificación tradicional entre negocios o productos bancarios, de seguros o de valores. Esta tendencia es resultado del desarrollo de técnicas de computación que permite “separar” los productos entre componentes de rentabilidad y riesgo y, por tanto, construir productos combinando ambas características de forma ad-hoc. También en esta confluencia de actividades tiene que ver el desarrollo de los fondos de inversión que, en los mercados americanos, han mostrado estrategias de inversión, a veces agresivas, en productos cotizados y no cotizados, llegando a ser inversores institucionales con voz en el gobierno de las empresas. Y en parte, este resultado también es fruto de procesos de desregulación que ha eliminado, por ejemplo, en Estados Unidos la distinción entre banca comercial e industrial. Precisamente una de los aspectos más destacados en el libro que se reseña es el aná lisis de los mercados primarios españoles y de la regulación de los valores. El título de este libro recoge sus principales características. Es una obra de carácter completo, que analiza todos los aspectos relativos a los mercados de valores. Su ámbito es el mercado español. Y el libro analiza, junto con las características de los diferentes mercados y su operativa, la regulación en España. Pero todos esos rasgos no permiten apreciar la principal cualidad del libro, que es su inteligibilidad. La denominación de “guía” hace referencia, no a una mera relación de descriptores de cada mercado o de pasos requeridos para operar en cada uno de ellos. En este caso parece más bien que la palabra se refiere a la utilidad del libro para “guiar” el conocimiento del trasfondo de cada uno de los aspectos de los mercados de valores. Cada uno de los capítulos se inicia con una referencia a la problemática teórica que subyace en el tema, apuntando en muchas ocasiones a lo que ocurre en otros países occidentales. Después se pasa a describir las características de la situación española, -mercados, intermediarios o valores-, en la que se incluye como punto relevante siempre, su regulación actual. Nuevamente, en este punto hay que destacar que el autor explica y justifica las razones que se encuentran en el tratamiento normativo que los mercados de valores tienen en el caso español. Resulta también muy interesante que los capítulos suelen tener una referencia a la situación europea y a su normativa. Más allá de la estructura de cada capítulo, el carácter de libro inteligible se debe a la forma en cómo está escrito. El lenguaje es claro, sencillo y directo. No hay que pensar, sin embargo, 119 RIMV Nº 1 / 2000 I N S que sea una obra menor: es un manual completo de los mercados de valores. Su tratamiento es riguroso y profundo, pero en el que se ha dejado deliberadamente de lado todo tecnicismo gratuito o academicismo que pudiera menoscabar la comprensión del tema por un público objetivo amplio. Gran parte de las características del libro derivan de su autor. Francisco de Vera ha formado parte del Consejo de la Comisión Nacional del Mercado de Valores entre 1992 y 1998 y su experiencia de primera mano en la regulación de los mercados de valores le permite explicar el trasfondo que hay tras cada una de las normas. El libro está dividido en once capítulos que tratan los principales temas en que se puede diseccionar el análisis de los mercados de valores. Tras el primer capítulo introductorio, vienen los capítulos dedicados a los instrumentos financieros (II), intermediarios (III), mercados primarios (IV), mercados secundarios: la bolsa (V), mercados de renta fija (VI) y mercados de productos derivados (VII). Tras estos capítulos, los siguientes son menos frecuentes en los libros de texto sobre los mercados de valores. El capítulo VII trata sobre las OPA, el IX sobre el gobierno societario, el X sobre titulización de activos, y el último (XI) sobre supervisión y regulación de los mercados. Todos los capítulos contienen epígrafes que el lector habituado a otros manuales o libros sobre los mercados de valores no suele encontrar. Así, por ejemplo, en el capítulo sobre la bolsa se analizan los requisitos de remisión de información a los que están obligadas las empresas cotizadas así como las prácticas abusivas que pueden deteriorar estos mercados, como es el caso de la información privilegiada. El capítulo sobre los instrumentos financieros incluye apartados sobre la valoración de las empresas. Cuando se habla de los intermediarios, además de considerar los requisitos de solvencia, se consideran las normas de conducta que tienen que cumplir y sus relaciones con la clientela. En el caso de los mercados de productos derivados se explica, entro otros temas organizativos u operativos, el proceso de formación del precio de las opciones y el tipo de operaciones que cabe realizarse con futuros. Estos son ejemplos de aspectos novedosos en algunos de los capítulos. Sin embargo, se pueden destacar como especialmente interesantes y completos los capítulos dedicados a los mercados primarios, OPA, gobierno societario, titulización y regulación. Los mercados primarios suelen estar olvidados en la mayor parte de las obras sobre mercados de valores que se suelen centrar en los mercados secundarios o de nego- RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N ciación. En este caso se dedica a este tema más de 40 paginas. Comienza el capítulo comentando el proceso que lleva desde la decisión de emitir hasta la decisión de hacer una oferta de valores al público. El autor se centra a continuación en la regulación de la oferta, haciendo especial énfasis en el folleto de emisión. El proceso de la oferta en sí, con la fijación del precio de salida al mercado y adjudicación, y con la explicación del papel de los distintos agentes intervinientes completa el capítulo. El capítulo referido a las OPA comienza pasando revista al supuesto efecto positivo de la existencia de un mercado de control societario sobre la eficiencia económica; también se habla de las medidas anti-OPA que pueden existir. La explicación de los objetivos que teóricamente tiene la regulación de las OPA da paso al análisis de la normativa española y al proyecto de Directiva europea al respecto. Se encuentra en plena actualidad el capítulo dedicado al gobierno societario. Tras analizar los mecanismos de control interno y externo de las sociedades, se estudian las relaciones que pueden darse entre la estructura de la propiedad y el gobierno de la sociedad. Se termina con la situación del gobierno societario en diversos países, haciendo especial hincapié en la situación española. La titulización de activos es relativamente reciente en España, aunque la titulización hipotecaria cuenta con un pasado superior a la de otro tipo de activos. El capítulo dedicado a la misma comienza repasando sus ventajas y los factores que la favorecen. Se estudia el proceso de titulización, así como su regulación, pero también se dedican dos epígrafes a explicar la práctica tanto de la titulización hipotecaria como la de otros activos. Por último, el capitulo dedicado a la supervisión y regulación de los mercados pone un punto final al libro. Los objetivos de la regulación muchas veces no se tienen en cuenta a la hora de analizar las normas que atañen a los mercados. Sin embargo, si no se considerara que es imprescindible dotar a los mercados de mecanismos de protección de los inversores para que estos confíen en ellos, o de mecanismos que los hagan seguros y solventes, de forma que se conjure el peligro de un riesgo sistémico, las normas podrían ser discutibles. Partiendo de la aceptación de esos objetivos, en el capítulo se analizan los principios que sustentan la regulación de los principales participantes en los mercados (emisores e intermediarios) así como la de los mercados en sí mismos. Un punto al que se dedica un apartado y que irá incrementando su importancia en el futuro es a la cooperación 120 O D E M E R C A D O S D E V A L O R E entre reguladores, tanto dentro de cada país como con otros países. S autor se centra en mostrar que los desarrollos en los mercados financieros durante los años 80, que dieron lugar a la aparición de burbujas especulativas, pueden ser entendidos como una respuesta a las restricciones reales y de demanda existentes en los Estados Unidos y probablemente también en otros países industrializados. Consecuentemente, la co-evolución entre los sectores real y financiero en la economía ha incrementado su complejidad, dado que las burbujas especulativas también influyen en el nivel de actividad de la economía real. Explica así como el exceso de capacidad en la industria y la saturación de los mercados de la economía norteamericana provocaron una reestructuración del tejido empresarial en forma de fusiones y adquisiciones. Ello tendió a desplazar la generación de beneficios desde las actividades reales a las transacciones en los mercados financieros. Las innovaciones y cambios organizativos en el sector financiero supusieron una relajación de las restricciones de tipo financiero. Se facilitó e impulsó la afluencia de fondos a los mercados, y como consecuencia se produjeron fuertes subidas de los precios de los activos. Una consecuencia de esta “acumulación” de dinero en los mercados financieros se manifestó en una relación menos directa entre expansión monetaria e inflación, en el sentido de que la creación de dinero puede llevar a un incremento de los precios de los activos financieros sin que ello se manifieste en un aumento de los precios de los bienes de inversión y de consumo. Incorpora así el autor un efecto potencial positivo en la influencia de las burbujas sobre la economía real, derivado de la reducción de las presiones inflacionistas. La evidencia empírica confirmaría esta interpretación, en la medida que de hecho niveles de inflación elevados parecen haber desaparecido en Estados Unidos desde principios de los años 80 a pesar de los extensos períodos de políticas monetarias expansivas. El autor refuta el tradicional argumento de que las burbujas especulativas necesariamente incrementan la inestabilidad o se desarrollan a expensas de la actividad real. Argumenta que en un contexto en que los proyectos de inversiones rentables son escasos, las burbujas se pueden constituir en alternativas de inversión. Su efecto potencial sobre la economía puede ser, interpretado dentro de la teoría general de equilibrio intertemporal, de un incremento de la eficiencia dinámica, es decir, que permite que toda persona pueda alcanzar un nivel de consumo más elevado que en ausencia de la burbuja. Sin embargo, los positivos efectos potenciales se encuentran condicionados a la sostenibilidad de la burbuja, a su pervivencia durante NURIA BAENA TOVAR Servicio de Estudios CNMV “STOCK MARKETS, SPECULATIVE BUBBLES AND ECONOMIC GROWTH: NEW DIMENSIONS IN THE CO-EVOLUTION OF REAL AND FINANCIAL MARKETS”. Mathias Binswanger Editorial Edward Elgar, 1999 En este libro, el autor ofrece nuevas perspectivas de análisis sobre las burbujas especulativas en los mercados financieros. Se trata de un fenómeno se viene manifestando en los mercados norteamericanos ya desde hace un par de décadas, y que en la actualidad parece haberse extendido a los mercados de los países industrializados europeos a raíz del desarrollo del sector de nuevas tecnologías y telecomunicaciones. La sostenibilidad de las mismas, y sus efectos sobre la economía real y sobre la estabilidad de los mercados son algunos de los principales aspectos desarrollados por M. Binswanger, catedrático de Economía de la Universidad de Olten (Suiza). El estudio se centra en Estados Unidos, donde la evidencia empírica sugiere que en la década de los años 80 se produjo una ruptura en la relación entre los rendimientos de los mercados bursátiles y la actividad real futura. Sin embargo, sus conclusiones son extensibles a cualquier otro país, cuyo sistema financiero y mercados de valores hayan alcanzado un grado de sofisticación elevado. El análisis parte de la interpretación de que la evolución de las economías capitalistas se trata de una constante búsqueda de nuevas formas de superar las limitaciones al crecimiento económico. En concreto, establece tres categorías de restricciones: (i) financieras, o de falta de fondos suficientes para financiar la inversión, (ii) reales, o de escasez de proyectos de inversión con beneficios potenciales, y (iii) de demanda insuficiente para la inversión y/o el consumo. Uno de los aspectos destacados por el 121 RIMV Nº 1 / 2000 I N S largos periodos de tiempo, lo que es posible sólo en economías con un sector financiero altamente desarrollado. Uno de los requisitos más importantes que se señalan es la existencia de un sistema bancario flexible, que no esté sometido a restricciones en sus actividades de préstamo. En este sentido, el autor señala la importancia de las recientes reducciones en la influencia sobre la oferta monetaria de los bancos centrales en las economías con modernos sistemas de crédito. Describe así el proceso de creación de dinero en base a las “teorías de creación endógena de dinero”. La endogeneización del dinero supone una relajación de las restricciones de crédito en el sector financiero, cuya capacidad en la concesión de préstamos no se encuentre efectivamente limitada por el banco central ni por fondos previamente depositados en él. Este contexto proporciona un contexto favorable para la expansión de la inversión en activos financieros. Además de los cambios institucionales, el autor otorga un papel importante en la relajación de las restricciones financieras, y por tanto, en la sostenibilidad de las burbujas financieras, a las innovaciones financieras derivadas de la desregulación, globalización y alto nivel de competencia en el sector financiero. Sin embargo, apunta un factor adicional sin el que no es posible que se mantengan las burbujas: un elevado nivel de confianza en las inversiones financieras, que reduzca el nivel de aversión al riesgo de los inversores. En este sentido, señala al carácter de prestamista en última instancia del banco central como un elemento que ha contribuido a reforzar la confianza de los participantes en los mercados financieros. Ello parece haber cambiado la valoración de los mismos sobre la probabilidad de que se produzca un crack en el mercado bursátil, y permite mantener las posiciones pese a que las medidas tradicionales de valoración fundamental de acciones (como la relación precio-beneficios y precio-dividendos) se encuentren en niveles máximos históricos. El autor explica así la sostenibilidad de las burbujas especulativas en la década de los años 80 en Estados Unidos, diferenciándolos de anteriores episodios de “boom” de los mercados con una elevada actividad especulativa, los cuales terminaron todos en un crash. Señala además, que la evidencia empírica confirma la hipótesis de que las burbujas especulativas se han convertido en la actualidad en un fenómeno regular en los mercados bursátiles, y no sólo en una mera aberración temporal de la valoración fundamental. Sin embargo, el autor aclara que dicha sostenibilidad sería aplicable únicamente a las burbujas que se desarrollan RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N en los mercados bursátiles, y no en mercados de la economía real. La causa se encuentra en las condiciones específicas en que se desarrollan los mercados financieros: el alto grado de información asimétrica entre participantes, y la incertidumbre sobre los fundamentos subyacentes en los mismos. Este contexto resulta propicio para el desarrollo de burbujas. El libro se organiza en cuatro partes. En la primera parte se concentra en los desarrollos recientes más importantes en relación al papel de las finanzas y el dinero en el proceso económico. El capítulo 1 sirve de estudio rápido sobre las aproximaciones Keynesianas y no Keynesianas que sirven de base teórica amplia para los argumentos posteriores. Las teorías de “creación endógena de dinero” son desarrolladas en el capítulo 2 como un instrumento útil en la descripción del proceso de creación de dinero en las economías modernas. El capítulo 3 desarrolla un modelo que ofrece una nueva interpretación del proceso financiero de acumulación de dinero. La segunda parte tiene un carácter teórico, y en ella se presentan algunos modelos que describen bajo qué condiciones las burbujas pueden persistir en los mercados bursátiles y cómo evolucionan. La tercera parte tiene un carácter empírico. Se muestra la evidencia existente en relación con los desarrollos recientes en Estados Unidos. La cuarta parte, de conclusión, une las diferentes partes del libro y proporciona la interpretación del autor. NURIA BAENA TOVAR Servicio de Estudios CNMV 122 O D E M E R C A D O S D E V A L O R E SOBRE LA NUEVA ARQUITECTURA FINANCIERA INTERNACIONAL Por último muchos organismos internacionales de sectores específicos han puesto sobre la mesa propuestas que ya existían con anterioridad pero que la crisis trajo a plena actualidad. Son organismos como los Comités de Supervisión Bancaria de Basilea, la International Organization of Securities Commissions (IOSCO) o el (IAIS),y sus propuestas se refieren tanto a los estándares que recomiendan a las entidades privadas referentes a diversos temas (gestión de riesgo, publicación de información, contabilidad de operaciones con derivados, etc) como a los estándares que recomiendan a los organismos supervisores nacionales sobre buenas prácticas de supervisión. El numeroso conjunto de propuestas para modificar la arquitectura financiera internacional en muchas ocasiones son contradictorias, e incluso incompatibles. En gran medida este es el resultado de su diferente punto de vista sobre como funciona el mundo y por tanto su distinta definición del problema al que se enfrentan. Un punto común, quizá, es que consideran que las crisis económicas más probables son de naturaleza financiera, más que los de naturaleza macroeconómica. Por lo tanto, para reducir la probabilidad de que se produzcan crisis, que puedan convertirse en sistémicas, hay que conseguir un marco financiero global más estable y ello lleva a la necesidad de reformar las instituciones, las estructuras y las políticas económicas. Las propuestas por lo tanto pretenden contribuir a que se limite la probabilidad de que se genera una crisis y que se extienda por tanto el marco internacional. También se realzan propuestas para facilitar la resolución de la crisis una vez generadas, que en general consideran, casi de forma anónima, que es conveniente y necesario que aumenta la participación privada (tanto en acuerdos como en apoyo financiero). El libro de Huw Evans, Plumbers and Architects pasa revista a las propuestas nacidas de los diferentes organismos y presenta las relaciones entre las propuestas y organismos de forma sencilla y clara. La tesis del libro es que si bien es positivo que los distintos organismos hayan establecido estándares de buenas prácticas, el siguiente paso, es hacer cumplir estos estándares. Este paso es mucho más difícil de hacerse realidad, debido a la ausencia de una autoridad competente o a la existencia de mecanismos de disciplina. Según H. Evans se hacen necesarias tres etapas: (i) la evaluación del cumplimiento de los estándares; (ii) la publicación de esa evaluación de forma que los resultados estén al alcance de todos los participantes; y (iii) el uso de esas valoraciones para Toward a new international financial architecture. A practical post-Asia agenda. Barry Eichengreen. Institute for International Economicas. Washington. February, 1999. · Plumbers and Architects. A supervisory perspective on international financial architecture. Huw Evans. Financial Services Authority Occasional Paper nº 4. January 2000 · A new regulator for the new millenium. Financial Services Authority. January 2000. S La crisis financiera que comenzó con los desequilibrios en loa países del sudeste asiático en 1997 y que tuvo su punto álgido con los problemas del fondo apalancado Long Term Capital Management en 1998 ha provocado un aluvión de propuestas para modificar la arquitectura financiera internacional. Las propuestas tuvieron su inicio en las declaraciones que hizo el G7 en la cumbre celebrada a principios de 1997 que luego se concretaron en una petición formal en octubre de ese año a todos los países y organismos internacionales para que centraran esfuerzos en reforzar la estabilidad financiera del mundo de forma que no se repitieran crisis como las vividas. A partir de entonces comienzan a publicarse propuestas, con distinto contenido y procedentes de distintas fuentes. Por una parte se constituyó un grupo de trabajo ad-hoc con ese cometido, el G-22, que aglutinaba tanto a países desarrollados como emergentes. Fruto de su trabajo fueron tres informes, sobre transparencia y responsabilidad, sobre Reforma en los sistemas financieros y sobre Resolución de crisis. Estas propuestas fueron avaladas por el FMI, por la OCDE y por el Banco Internacional de Pagos de Basilea. A parte de apoyar estos informes, el FMI, a través de discursos de su director general, Michael Camdessus, ha puesto sobre la mesa otras propuestas sobre transparencia en las políticas económicas y en los datos económicos y financieros y sobre el desarrollo de buenas prácticas en esos ámbitos. También han revisado sus propuestas sobre la liberalización de los flujos de capitales y sobre los regímenes cambiarios. También ha habido propuestas de los Gobiernos de Estados Unidos, Gran Bretaña, Francia y Canadá, y de un cierto universo de economistas, a título privado, entre los que se pueden destacar Henry Kaufman, Meltzer, Calorimis, entre un conjunto amplio. 123 RIMV Nº 1 / 2000 I N S que ese generen incentivos para el cumplimiento de los estándares. Como el autor reconoce, lograr el cumplimiento de los estándares constituye un reto para los supervisores. Hasta la fecha no se han logrado muchos cambios en términos de arquitectura nueva, pero si se ha realzado un extenso trabajo en la infraestructura de la misma, en las “cañerías”, según el símil utilizado por el autor. Los retos que quedan para conseguir nuevos comportamientos son importantes pera el fin de reducir el riesgo de nuevas crisis es suficientemente importante. El libro contiene diez capítulos y un pequeño anexo sobre los principales grupos de supervisores. Los tres primeros capítulos están dedicados a la presentación del problema: cual es el coste de la crisis (capítulo ¡), como funcionan los mercados (capítulo 2) y quienes son los supervisores (capítulo 3). Los tres capítulos centrales son los que desarrollan la tesis del autor. En el capítulo 4 se descubren los principales estándares de buena práctica emanados por los diferentes organismos. El capítulo 5 se dedica a reflexionar sobre cuales son, y cuales podían ser, los mecanismos de disciplina para hacer cumplir los estándares. Dicha reflexión concluye en el capítulo 6 dedicado a la creación de incentivos para su cumplimiento. Los capítulos 7, 8 y 9 están dedicados al papel de las distintas instituciones, con especial atención al Financial Stability Forum (capítulo 8) y a las instituciones europeas (9). Una breve conclusión constituye el capítulo 10. El libro de Barry Eichengreen “Toward e new international financial architecture” constituye una referencia imprescindible para entender lo lógica del cúmulo de propuestas existentes sobre reformas de políticas y de organismos financieras. El libro contiene 7 capítulos y tres anexos, y todos loa apartados son de lectura obligatoria. En los capítulos 3 a 7 realiza una amplia descripción y análisis de las diferentes propuestas existentes, por temas. El resumen de las propuestas por instituciones o por los economistas que las han hecho se recoge en el anexo 1. El capítulo 3 se dedica a los estándares internacionales de conducta, que supone una forma de resaltar aquellas prácticas de ámbito nacional que tienen repercusiones internacionales. Constituyen un puente entre la regulación nacional y el ámbito internacional en el que operan las instituciones. El autor enfatiza la idea de que los estándares nacen de la experiencia del sector privado, que por lo tanto resaltan en mejores recomendaciones que los que pueden nacer de organismos oficiales como puede ser el FMI. El capítulo 4 considera los problemas que tiene la operativa bancaria, y los RIMV Nº 1 / 2000 T I T U T O I B E R O A M E R I C A N riesgos que supone una gestión del riesgo inapropiado a la falta de una supervisión adecuada o la cultura de garantías explícitas a los bancos. Este problema se desarrolla más en el capítulo 5 dedicado al rescate de instituciones privadas. En este tema se reconoce la dificultad de implicar al sector privado para se haga cargo con parte del coste de la crisis de una institución. Con este tema el autor propone que la implicación debe ser mayor ex - ante a la crisis, en la inclusión de claúsulas que facilitan posteriormente la resolución de la crisis. En el capítulo 6 se analizan de forma crítica otras propuestas existentes respecto a la reforma de la arquitectura financiera que son consideradas por el autor como no realistas e impracticables. Un análisis similar se extiende en el capítulo 7 a las propuestas hechas para reformar el FMI. En contra de ellas, el autor propone una cierta limitación de su papel. En todos los temas considerados, no sólo se analizan las propuestas existentes, sino que el autor proporciona su misión crítica y aporta sus propias propuestas. Estas se encuentran resumidas al inicio del libro, en el capítulo 2. La primera conclusión que ofrece Eichangreen es que lo mejor es evitar que se genere una crisis. Las reformas necesarias para ello son la mejora de los estándares financieros internacionales, entre los que se aumenta la información financiera y otras cuestiones como por ejemplo las prácticas contables y de auditoría. También contribuiría a que se reduzca el riesgo de crisis en que los bancos llevaran a cabo una mejor gestión del riesgo (y que estuvieran suficientemente capitalizados) y que la supervisión de esas prácticas fuera eficaz. Si ambos condicionantes no se dan, la propuesta del autor es radical: se deben limitar las entradas de capital, hasta que el sistema financiero ofrezca un grado de desarrollo que haga compatibles los flujos de capital con la estabilidad financiera. La segunda conclusión del autor es que, si no son inevitables, las crisis deberían ser predichas. Sin embargo la experiencia no es positiva y el autor considera que no se deben gastar recursos en modelos predictivos. La conclusión tercera es que siempre se producirán crisis y que la comunidad internacional tiene que haber desarrollado mecanismos de respuesta. Nuevamente la propuesta del autor parece desafiante con la opinión generalizada. Se pronuncia a favor de que el FMI sí lleva a cabo rescate de países y de instituciones, ya que es la única forma de impedir el contagio. Sin embargo los esfuerzos se deben dirigir a que los contratos de préstamos entre entidades privadas incluyan cláusulas que faciliten la reestructuración de deudas. Una buena idea sería que el 124 O D E M E R C A D O S D E V A L O R E FMI sólo prestara si tuviera evidencia que los receptores de fondos estuvieran realizando sus propias negociaciones. Según el autor estas conclusiones sobre las propuestas no crean un mercado ideal, pero son más realistas que otras muchas. En el capítulo 1 se ofrecen los supuestos que Barry Eichengreen considera que explican el funcionamiento del sistema financiero internacional y una valoración del conjunto de sus propuestas. Precisamente, en el caso de que se disponga de poco tiempo se aconseja la lectura de los capítulos 1 y 2 así como de los tres anexos. A parte del comentado anexo 1, los anexos 2 y 3 se dedican a explicar la crisis financiera de 1997 – 1998. El último documento que se comenta recoge la propuesta del regulador británico, la Financial Services Authotity para modificar su operativa, para, según el título crear un nuevo regulador para el nuevo milenio (“A new regulator for the new millenium”). Se puede considerar que el nuevo enfoque que a guiar la regulación y supervisión de valores en el Reino Unido adopta muchas de las propuestas incluidas en la nueva arquitectura financiera internacional. El nuevo enfoque se enmarca en la unificación plena de toda la supervisión financiera en la FSA que será plenamente operativa en el año 2001. El enfoque nace de los principios que la Ley señala para la regulación y que ya sugieren las actividades y la forma de operar de la FSA. Se pretende que la actuación de la FSA sea realista, en el establecimiento de sus fines y que por lo tanto reconozca, y explique a la sociedad los límites de la regulación. Esta apertura a la sociedad señala que cada año se identificarán los temas que la regulación quiera abordar y que se explicarán a las empresas, a los mercados, a los consumidores. También se pretende que la transparencia y el reconocimiento de los límites en la regulación vaya acompañada de una mayor responsabilidad de los consumidores y de los órganos de administración de las empresas en su actividad en los mercados de valores. La regulación basará su enfoque en el riesgo que conllevan todas las actividades de todas las instituciones que caen bajo el ámbito de la FSA. Es decir el tratamiento de un problema tendrá el mismo enfoque según su riesgo, e independientemente de si se trata de un banco, de una sociedad de valores o de una campaña de seguros. Dentro del principio de corresponsabilización de todos los participantes de la estabilidad del mercado financiero se generan incentivos para que las empresas gestionen de forma adecuada sus riesgos, pudiendo reducir- S se el peso de la regulación como compensación a una buena gestión privada. Por último el nuevo enfoque también conlleva un importante cambio respecto a cual es el momento en que interviene el supervisor. Así se cambia desde el énfasis anterior de reaccionar cuando ya se habían puesto en evidencia problemas a un enfoque preventivo, en el que se pretende evitar precisamente que los riesgos financieros afecten negativamente a los consumidores o a otras entidades. En resumen, se trata de un enfoque más discrecional en el que habrá que valorar cada hecho o cada actividad de la entidad financiera en función de un conjunto de parámetros que sirvan para delimitar (i) el impacto de una mala gestión sobre la sociedad (ii) la gestión de ese riesgo que ya lleva a cabo la entidad. Por otra parte la propia FSA adopta los estándares de transparencia y de dar cuenta y razón de sus propias actividades al plantearse explicar sus objetivos y el cumplimiento de los mismos, señalando sus éxitos y sus fracasos. Un punto importante también es la valoración que hará la FSA antes de decidir una regulación del coste de la misma (para la propia FSA y para las entidades) y de los beneficios esperados. En definitiva supone un enfoque sumamente novedoso del papel del regulador financiero, y por tanto de su operativa. La efectividad de este enfoque, por otro lado exige una madurez del propio sistema financiero y de los consumidores. Puede ser difícil exigir un comportamiento corresponsable de las entidades privadas cuando se pueden obtener beneficios de un comportamiento estratégico y cuando se perciben los límites operativos del regulador en un mundo financiero sin fronteras. El documento está dividido en cuatro capítulos dedicados a (1) explicar los objetivos legales y los principios de una buena regulación, (2) describir el nuevo marco operativo de la FSA, (3) señalar las herramientas regulatorias con que contará la FSA, y (4) explicar la forma de aplicación del nuevo marco. También se incluyen cuanto apéndices interesantes en que se ofrecen ejemplos sobre la valoración del grado de éxito de la regulación. 125 RIMV Nº 1 / 2000 I N S T I T U T O I B E R O A M E R I C A N O Principales indicadores económicos en América Latina Tabla 1 PRODUCTO INTERNO BRUTO, INDICE DE PRECIOS AL CONSUMO, DESEMPLEO URBANO PIB (2) INFLACIÓN (3) 1997 1998 1999 2000 2001 DESEMPLEO 1997 1998 1999 2000 2001 (4) 1997 1998 1999e América latina (1) 5,4 2,1 0,4 4,3 4,5 10,4 10,3 9,6 8,9 7,0 7,5 8,1 8,7 Argentina 8,0 3,9 –3,0 1,7 3,7 0,3 0,7 –1,8 0,7 0,5 14,9 12,9 14,3 Bolivia 4,9 5,4 0,8 6,7 4,4 3,1 5,2 4,4 4,1 6,1 Brasil 3,5 0,1 1,0 4,0 4,5 4,3 3,2 4,9 7,5 5,0 5,7 7,6 7,6 Chile 6,8 3,1 0,0 6,0 6,8 6,0 4,7 2,3 3,7 3,5 6,1 6,4 9,8 Colombia 3,4 0,4 –4,5 3,0 3,8 17,7 16,7 9,2 9,7 8,8 12,4 15,3 19,4 Costa Rica 5,6 7,7 8,0 11,2 12,4 10,1 10,5 5,9 5,4 6,2 Ecuador 3,9 1,0 –9,4 30,6 43,4 60,9 103,0 9,3 11,5 14,4 El Salvador 4,2 3,5 2,6 1,9 4,2 –1,0 3,7 7,5 7,6 0,3 Guatemala 4,4 5,3 3,4 7,1 7,5 4,9 7,2 5,0 5,9 – Honduras 5,0 3,3 –2,0 12,7 15,6 10,9 11,9 5,8 5,2 5,3 México 6,8 5,0 3,6 15,7 18,6 12,3 9,4 3,7 3,2 2,5 Nicaragua 5,4 4,1 6,9 7,3 18,5 7,2 14,0 14,3 13,2 10,7 Panamá 4,7 4,4 3,5 –0,5 1,4 1,5 1,1 15,5 15,2 14,0 Paraguay 2,4 –0,6 0,2 6,2 14,6 5,4 10,5 7,1 6,6 9,4 Perú 8,6 0,1 1,9 4,0 6,0 6,5 6,0 3,7 3,2 3,5 9,2 8,4 9,1 Rep. Dominicana 7,1 6,0 7,6 8,4 6,5 8,4 7,6 5,1 5,5 8,4 15,9 14,3 13,8 Uruguay 4,5 4,3 –2,4 2,0 4,0 15,2 8,6 4,2 4,8 4,5 11,5 10,1 11,3 Venezuela 7,4 0,4 –7,5 2,5 3,0 37,6 29,9 20,0 15,4 16,0 11,4 11,3 14,9 0,5 3,6 6,5 3,5 3,0 4,8 30,0 7,6 8,2 Fuentes: FMI (WEO sept. 2000), CEPAL (*) El sombreado indica previsión. (e) Estimulación preliminar. (1) Engloba a los países de América del Sur, América Central, México y El Caribe. (2) % variación anual real. (3) % variación anual del índice de precios al consumo. (4) Desempleo urbano, tasas anuales medias; América Latina no incluye a los países del Caribe. RIMV Nº 1 / 2000 126 D E M E R C A D O S D E V A L O R E S Tabla 2 B ALANZA DE PAGOS ( EN PORCENTAJE DEL PIB) BALANZA COMERCIAL (2) BALANZA CUENTA CORRIENTE BALANZA DE PAGOS (Global) 1998 1999c 1998 1999c 1998 1999c América Latin a (1) –2,6 –0,9 –4,5 –3,1 –0,9 –0,3 Argentina –2,5 –1,7 –4,9 –4,3 1,4 0,4 Bolivia –9,9 –8,1 –7,9 –6,6 1,2 –0,5 Brasil –2,1 –1,3 –4,4 –4,4 –2,2 –1,9 Chile –3,6 2,0 –5,7 –0,1 –2,9 –1,1 Colombia –4,0 0,5 –5,3 –1,4 –1,4 –0,4 Costa Rica –1,2 6,1 –3,6 –3,2 –1,1 3,2 Ecuador –7,1 10,8 –11,0 6,8 –4,6 –6,2 El Salvador –12,8 –12,2 –0,7 –1,7 2,5 1,6 Guatemala –8,1 –8,6 –5,3 –6,0 1,3 –0,7 Honduras –6,1 –13,8 –0,8 –3,3 2,7 5,5 México –2,0 –1,5 –3,7 –3,1 0,8 0,9 –38,8 –51,7 –38,4 –47,2 –10,8 –4,0 Panamá –9,3 –8,5 –13,3 –13,9 –5,1 –1,5 Paraguay –2,6 –2,1 1,7 –1,7 0,9 2,2 Perú –4,8 –1,9 –6,1 –3,6 –2,2 –1,4 Rep. Dominicana –9,1 –8,5 –2,1 –3,0 0,1 1,0 Uruguay –1,5 –2,3 –2,1 –2,9 1,6 0,1 Venezuela –0,9 6,6 –2,7 5,2 –3,1 1,0 Nicaragua Fuentes: CEPAL sobre la base de cifras oficiales y del FMI. (c) Cifras preliminares. (1) Engloba a los países de América del Sur, América Central, México y El Caribe. (2) % PIB, estimaciones sobre la base de cifras en dólares a precios corrientes. 127 RIMV Nº 1 / 2000