cateo. la omisión de la autoridad que lo practica de asentar en el

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163220. VII.1o.(IV Región) 9 P. Tribunales Colegiados de Circuito. Novena Época. Semanario Judicial de la Federación y su Gaceta. Tomo XXXIII, Enero de 2011, Pág. 3158.
CATEO. LA OMISIÓN DE LA AUTORIDAD QUE LO PRACTICA DE ASENTAR EN
EL ACTA RESPECTIVA SI A LOS OCUPANTES DEL LUGAR CATEADO SE LES
MOSTRARON LOS OBJETOS ASEGURADOS PARA QUE LOS RECONOCIERAN NO
CAUSA SU INVALIDEZ. La legislación mexicana no autoriza la nulidad de pleno derecho,
y si bien es factible para el juzgador decretarla, primero debe estar prevista en la ley, aún más
si se trata de la materia penal en la que rige el principio de estricta interpretación y aplicación
exacta de las normas; de ahí que si las únicas exigencias que la ley establece para que el cateo
tenga el valor probatorio que le confiere el artículo 284 del Código Federal de
Procedimientos Penales son las que prevé el numeral 61 del mismo ordenamiento, esto es,
que se solicite la diligencia por escrito o por cualquier medio; se expresen su objeto y
necesidad, la ubicación del lugar a inspeccionar y la persona o personas que han de
localizarse o aprehenderse, los objetos que se buscan o han de asegurarse y, al concluirla, se
levante acta circunstanciada en presencia de dos testigos propuestos por el ocupante del lugar
cateado o, en su ausencia o negativa, por la autoridad que la practique; y por así haberlo
dispuesto expresamente el legislador, será la inobservancia de algunos de estos requisitos la
que conllevará a la sanción de que tal diligencia carece de valor probatorio de conformidad
con el penúltimo párrafo del precepto citado en último término. En consecuencia, dicha
descalificación no puede hacerse extensiva a otros supuestos contemplados en diversos
dispositivos, como la omisión de asentar en el acta si a los ocupantes del domicilio cateado se
les mostraron los objetos recogidos para que los reconocieran en términos del artículo 70 del
propio código, pues tal situación no lleva a considerar a la diligencia carente de eficacia, en
tanto que esa circunstancia, se insiste, no la exige el referido precepto 61 como requisito para
la validez del cateo, precisamente, porque la nulidad estatuida en éste no alcanza a
comprender otras hipótesis de causación diferentes a las que en él se contemplan, ya que esa
no fue la intención del creador de la norma.
PRIMER TRIBUNAL COLEGIADO DE CIRCUITO DEL CENTRO AUXILIAR DE LA
CUARTA REGIÓN.
Amparo en revisión 211/2010. 2 de septiembre de 2010. Unanimidad de votos. Ponente:
Jorge Sebastián Martínez García. Secretario: José Vega Luna.
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