La Negociación Colectiva Transnacional Europea con Ford y General Motors¤ Isabel da Costa* Udo Rehfeldt** La Negociación Colectiva Transnacional Europea (NCTE) es un fenómeno relativamente reciente y, por sobre todo, poco estudiado. Cuando hablamos de negociación colectiva transnacional nos referimos a los niveles de acuerdos comunitarios (interprofesionales, sectoriales y de empresas). Hasta el momento, se produjeron relativamente pocos acuerdos a nivel interprofesional, un número más consecuente con alcance limitado en el nivel sectorial y a un tercer nivel, en el de empresas, surgido desde hace algunos años en mayor número. Su desarrollo se debe a la iniciativa de organizaciones sociales. La legislación europea ha fijado las reglas sólo para los niveles interprofesionales y sectoriales, mientras que la Comisión Europea estudia actualmente la posibilidad de adoptar un cuadro jurídico “opcional” a nivel de empresas, respetando la diversidad de prácticas y la autonomía de las partes. Además, los textos firmados a nivel europeo para la puesta en marcha de los Comités de Empresas Europeas (CEE),1 en la mayoría de los casos, la NCTE a nivel de empresas, llevan cláusulas referentes a la responsabilidad social de las empresas (RSE). En el ámbito mundial la NCTE ha concluido a veces en la firma de acuerdos con empresarios internacionales (ACI) y con las federaciones sindicales internacionales. Un tercio de 46 acuerdos firmados hoy en día han sido con la FIOM (Federación Internacional de las Organizaciones de Trabajadores de la Metalurgia). Presentamos aquí los resultados concernientes a Ford Europa y a General Motors Europa2 a partir de una encuesta que hemos realizado sobre las actividades negociadoras de los comités de empresas europeas y mundiales en el sector automotriz. Estas firmas ilustran las negociaciones alcanzadas dado el número y alcance totalmente significativo de los acuerdos firmados sobre las reeestructuraciones y la salvaguardia del empleo. n El rol de los Comités de Empresas Europeas en el sector automotriz Las siete principales constructoras automotrices mundiales son: Daimler Chrysler, Ford Motor, General Motors, Nissan Motor, Renault, Toyota Motor y Volkswagen. Sus rangos varían según lo que se tome en cuenta: la cifra de tra- ¤ Traducción realizada por la Lic. El Bakly, Mona. * Da Costa, Isabel (CEE), economista, investigadora del Centre d’ Etudes del’ Emploi de Francia. ** Rehfeldt, Udo (IRES), politólogo miembro del Instituto de Investigaciones Económicas y Sociales (IRES), Francia. Autor de numerosas publicaciones en diversos idiomas (alemán, italiano y francés) que analizan las distintas características de los sistemas de relaciones de trabajo vigentes en Europa. 1 En cada una de estas empresas hemos entrevistado en 2004 y 2005 a los miembros del CEE y también a los de la dirección de recursos humanos europea. También hemos integrado a los responsables sindicales tanto en el ámbito nacional (comprendiendo a los Estados Unidos) como en el europeo y el internacional. La verificación de la aplicación de los acuerdos europeos a escala nacional ha recaído sobre los siguientes países: Alemania, España, Reino Unido, Italia y Portugal. Esta investigación fue financiada por la Comisaría General del Plan, en el marco de su llamado a oferta sobre las relaciones profesionales. 2 El informe final (Da Costa y Rehfeldt 2006) estará próximamente disponible en el sitio de CEE: www.cee-cherche.fr. Revista de Trabajo • Año 2 • Número 3 • Julio - diciembre 2006 85 Isabel da Costa / Udo Rehfeldt bajos, el número de vehículos producidos o la capitalización. El mercado regional más grande sigue siendo el de Europa del Oeste, con más de un tercio de las ventas regionales en el mundo. En la “Europa de los Quince”, el sector automotriz empleaba alrededor de 1,9 millón de asalariados en 2002, lo que representaba del 6 al 8% del total del empleo industrial. Esta situación es muy distinta según los países (EIRO, 2003). Los cinco principales países, por orden: Alemania, Francia, España, el Reino Unido e Italia, representan, ellos solos, el 82% del empleo total europeo en el sector automotriz, cuya mitad se encuentra en Alemania. Las dos evoluciones marcadas son la tendencia a la baja del empleo y la disminución relativa del empleo en el montaje, con relación al empleo en la fabricación de partes (FIOM 2004; Jürgens, 2005). Estas evoluciones han tenido importantes repercusiones para los sindicatos y las instituciones representativas del personal en el ámbito nacional pero también en el europeo, particularmente desde las reestructuraciones y deslocalizaciones. La presencia sindical en este sector, que en muchos países ha sido un bastión del sindicalismo y un importante lugar de las reivindicaciones obreras, es muy fuerte. La Federación Europea de Metalúrgicos (FEM) ha jugado un rol importante en las negociaciones para la creación de los CEE que ella coordina. En la industria automotriz, casi exclusivamente compuestos por miembros de sindicatos y todas las constructoras, los han puesto en marcha. Las prácticas de estas instituciones han conocido grandes transformaciones, siendo una de las más importantes la evolución del rol de los CEE de empresas Ford y GM con un simple ejercicio del derecho de información y de consulta hacia la NCTE. n Los comités de empresas europeas 86 La dirección de los Comités de Empresas Europeas (CEE) ha sido adoptada por el Consejo de Ministros Europeos el 22 de septiembre de 1994. Ella concierne a la constitución de una instancia de información y de consulta en las empresas transnacionales que emplean al menos 1.000 trabajadores en el interior del espacio económico europeo (Unión Europea y Noruega, Islandia y también Liechtenstein), y al menos 150 trabajadores en más de un país miembro. A la demanda de al menos 100 asalariados (o de sus representantes) en solo dos países, la dirección del grupo trasnacional debe comprometerse a realizar las negociaciones para poner en su lugar un CEE o un procedimiento de información-consulta equivalente. La dirección no prescribe, como tampoco la estructura ni las competencias de los CEE, y no excluye una evolución de las prácticas de los CEE en dirección de la NCTE. Según el censo del Instituto Sindical Europeo (Kerckhofs, 2003), las grandes empresas multinacionales tienen, casi todas, puesta en práctica, un CEE, mientras que la mayoría de las medianas empresas, tardan en realizarlas. Se constata una gran diversidad en el funcionamiento de los CEE. Algunos sólo tienen una existencia simbólica y la mayoría han tenido un impacto limitado sobre las decisiones tomadas por los grupos transnacionales, dado que no siempre son informadas en su debido tiempo (Kerckhofs, 2003). Otras como el CEE de Ford y GM Europa son, por el contrario, ejemplos de buenas prácticas. n Un primer acuerdo transnacional concluido con Ford Europa El primer acuerdo negociado por un CEE en la industria automotriz en el ámbito europeo fue aquel firmado el 25 de enero de 2000 entre el CEE y la dirección de Ford Europa para proteger a los asalariados de Ford transferidos a Visteon en el momento de la externalización de esta firma, que reorganizaba las antiguas actividades grupales de Ford. El acuerdo fue concluido luego de que un acuerdo similar fuera firmado por los Estados Unidos con la Unión Auto Workers (UAW), el sindicato americano automotriz. Este estipula que todos los asalariados de Ford devengan asalariados de Visteon beneficiándose de los salarios, ventajas sociales y otras condiciones de empleo equivalentes a aquellas de los asalariados de Ford; ellos conservan su antigüedad y sus derechos a jubilación y podrían (antes del retiro definitivo) solicitar el reintegro a Ford. A fin de tornarlo jurídicamente obligatorio, el acuerdo marco ha sido retomado y puesto La negociación colectiva transnacional europea con Ford y General Motors en práctica en el ámbito nacional, pero el CEE de Ford asegura su continuidad con la dirección de la empresa. Un adelanto del acuerdo fue negociado en 2003 en el momento del Plan de Crecimiento de Visteon. El acuerdo Ford es el primer acuerdo sustancial concluido por una empresa multinacional en Europa. No contiene solamente principios generales, sino reglas contundentes y concretas, tocando a la vez al empleo y a la producción. Es un acuerdo juzgado exitosamente por el CEE dado que todas las sedes transferidas a Visteon están aún operativas, a pesar de las importantes reducciones del empleo. Las relaciones establecidas en su oportunidad entre la dirección y el CEE han abierto una vía a la negociación de otros acuerdos europeos en el seno de la firma, tal como el acuerdo GFT (Getrag Ford Transmissions, 2000) o el acuerdo IOS (International Operation Synergies, 2004), que protegen por igual al personal concerniente en el momento de las reestructuraciones, pero también los acuerdos estipulan algunas cuestiones relevantes del nivel europeo en comparación al nivel nacional, y un acuerdo sobre los Principios de los derechos sociales y responsabilidad social semejante a los ACI, pero con una aplicación limitada en Europa. n El Comité de Empresa Europeo de Ford (CEEF) El CEEF fue creado en 1996. Sus miembros fueron designados según las costumbres nacionales, por ejemplo, por los sindicatos del Reino Unido y por los consejos de empresas en Alemania. El CEEF está actualmente compuesto por un miembro asalariado y por tres expertos sindicales externos pertenecientes a los siguientes cinco países: Alemania (5 miembros y un experto sindical), el Reino Unido (5 y un experto sindical), Bélgica (3), España (2) y Francia (1). El experto alemán es un miembro permanente de la IG Metall que ha sido nominado coordinador sindical del CEEF por la FEM. El secretario del CEE es actualmente un asalariado alemán, de tiempo completo y miembro de la IG Metall. Un comité restringido de tres miembros está compuesto por un presidente, que es al mismo Revista de tiempo presidente del Consejo Central de la empresa Ford de Alemania, un vicepresidente británico y un tercer miembro que es compartido por rotación bienal entre Bélgica, España y Francia. Estos últimos países comparten también el tercer experto sindical externo. n Los aspectos innovadores de las negociaciones transnacionales con General Motors Europa El primer acuerdo entre la dirección de General Motors y el CEE fue firmado el 4 de mayo de 2000, en el mismo momento de la alianza entre GM y Fiat. Este fue negociado en cooperación con la IG Metall, que producía por cuenta de la FEM, y tras la coordinación con el CEE de Fiat. El acuerdo protegía a los empleados de GM transferidos hacia los joint-ventures de GM y Fiat. En caso de fracasar la alianza ente la GM y Fiat, sobrevenida efectivamente en 2005, los asalariados podrían retornar a sus empleos precedentes. En marzo de 2001, el CEE firmó un segundo acuerdo sobre la reestructuración de la GM Europa. Este era innovador en dos aspectos: en primer lugar, otorgaba las garantías al conjunto de asalariados del grupo en Europa, y no solamente a aquellos concernientes a una operación específica (como en el caso de Ford-Visteon y GM-Fiat). Fue firmado luego del desencadenamiento de una huelga coordinada en el ámbito europeo. El origen del acuerdo fue el anuncio de un programa de reestructuración hecho por la dirección de GM, lo que implicaba la supresión de 10.000 empleos a nivel mundial, de los cuales 6.000 pertenecían a Europa, previendo el cierre de la sede de GM Vauxhall en Luton (Reino Unido). Los casos precedentes de reducción de empleos habían estado regulados por acuerdos locales del Reino Unido y Alemania. Ahora bien, esta vez el CEE había rehusado una lógica de negociación local que favorecía la igualdad de situaciones para hacer jugar la solidaridad transnacional. Los representantes de los asalariados, en colaboración con la FEM, llamaron a una “jornada de acción europea” el 25 de enero de 2001. Más de 40.000 asalariados del grupo participaron. El acuerdo firmado el 5 Trabajo • Año 2 • Número 3 • Julio - Diciembre 2006 87 Isabel da Costa / Udo Rehfeldt 88 de marzo de 2001 obligó a la dirección a evitar los despidos y a encontrar alternativas de negociación (trabajo de tiempo parcial, retiros voluntarios, pre-jubilaciones, transferencias hacia otras sedes de GM, etc.) con los representantes de los empleados de las sedes. La dimensión transnacional de las reestructuraciones quedó como recurso del CEE de GM. Un tercer acuerdo europeo entre la dirección de GM y el CEE fue firmado el 1º de octubre de 2001, luego del anuncio del Plan Olimpia de reducción de empleos suplementarios hecho por la dirección. Este plan proyectaba la reducción de las capacidades de producción de las sedes Opel, Vauxhall y Saab. Una vez más, las divisiones nacionales y los cierres de las sedes fueron evitados. Los dos interlocutores fueron llamados a tener “una común comprensión de principios importantes”. Esto significaba que el CEE de GM sostenía los objetivos del Plan Olimpia y comprendía las medidas para acrecentar la productividad. La dirección se vio obligada a realizar los ajustes de capacidad sin cerrar sedes y sin despidos en seco. En septiembre de 2004, GM Europa anunciaba un nuevo proyecto de cierre de una sede, luego de la supresión de 12.000 empleos (20% efectivos) en Europa. En reacción, la FEM puso un “grupo europeo de coordinación sindical” compuesto por miembros de su secretaría, representantes concernientes a las organizaciones sindicales nacionales y miembros del CEE de GM –que organizaría una jornada de acción europea el 19 de octubre de 2004– por la dirección de GM Europa, la FEM, las organizaciones sindicales nacionales y el CEE, que reconocerían los problemas económicos de GM y comprenderían la necesidad de reducir los costos y disminuir los efectivos de manera significativa, pero reafirmando los principios de acuerdos precedentes consistentes en evitar los cierres de sedes y los despidos en seco (FEM, 2005). La toma de la reestructuración fue repartida por el conjunto de las distintas sedes en Europa y debía estar elaborada en permanente consulta con los representantes de los asalariados a escala nacional, y el comité restringido del CEE seguía teniendo una función de supervisión y de continuidad del acuerdo. Tal es el resultado de la estrategia transnacional de coordinación sindical, caracterizada con la orden de “repartir la carga” de Klaus Franz, presidente alemán del CEE de GM. En junio de 2006 la dirección de GM Europa anuncia un nuevo proyecto de cierre de una fábrica, la de Azambuja en Portugal. En reacción, de nuevo, los representantes de los asalariados organizaron acciones comunes en todas las fábricas europeas, esta vez en forma de huelgas escalonadas. La dirección aceptó no cerrar la fábrica antes de la conclusión de un nuevo acuerdo europeo. Este acuerdo está actualmente en curso de negociación. La evolución muestra otra vez la fuerza de una estrategia sindical coordinada en toda Europa, pero también la fragilidad de los anteriores acuerdos, sobre todo teniendo en cuenta las dificultades económicas de la empresa y la ausencia de validez jurídica de los acuerdos de empresas europeas. n El Comité de Empresa Europeo de GM El CEE de GM, oficialmente llamado GM European Employée Forum, ha sido creado en 1996. Está actualmente compuesto por 29 miembros (número de representantes al prorrateo de su contribución a los efectivos del grupo en Europa) pertenecientes a: Alemania (6 miembros), el Reino Unido (4), Bélgica (3), España (3), Suecia (3), Austria (2), Francia (2), los Países Bajos (1), Portugal (1), Polonia (1), Hungría (1), el “reagrupamiento nórdico” –Dinamarca, Finlandia, Irlanda, Noruega– (1), “el reagrupamiento Sudeste” –Grecia, Italia– (1). Los reagrupamientos representan los organismos de comercialización. El CEE dispone de dos expertos sindicales externos, un alemán de la IG Metall y un suplente británico de la Transport y General Workers’ Union (TGWU). Se puso en práctica un comité restringido compuesto por dos miembros alemanes, un británico, un español y un sueco. Actualmente está presidido por un alemán, también presidente del Consejo Central de Empresas de Opel. n Conclusión El importante número de acuerdos firmados (ocho con Ford y cinco con GM) y sus aplicacio- La negociación colectiva transnacional europea con Ford y General Motors nes reales a escala nacional muestran la pertinencia de este procedimiento para las organizaciones sociales. Esta evolución revela un cambio de actitud por parte de aquellos que estaban, como otras multinacionales, en oposición a la dirección de los CEE antes de su adopción en 1994, pero también por parte de los sindicatos. Su coordinación en el ámbito europeo, en efecto, ha progresado principalmente a través del rol más importante que ellos acordaron con la federación europea en una industria fuertemente sindicalizada. La implicancia sindical externa reside cada vez más fuertemente en GM, donde la FEM es reconocida como socia en las negociaciones en Europa. El funcionamiento de estos dos CEE, con numerosas reuniones de comités restringidos y con los contactos sucesivos entre sus miembros, ha permitido establecer, incluso, relaciones de confianza que contribuyeron a esa evolución. En los dos casos esta evolución hacia la NCTE fue facilitada, por un lado, por el hecho de que se trató de empresas en las cuales la casa matriz está ubicada en Estados Unidos y no en un país europeo, lo que aumentó considerablemente las presiones ejercidas en el ámbito nacional; y por otro lado, por la fuerte concentración del empleo en el sector automotriz en Alemania, que les dio a los representantes de los asalariados un gran número de puestos y la presidencia de dos CEE, lo que les permitió tener un papel importante en la elaboración de una estrategia sindical transnacional. Las especificaciones sectoriales, institucionales y geográficas hacen que la difusión de este tipo de NCTE hacia los sectores y empresas donde los sindicatos son débiles, y en los cuales el CEE tiene poca influencia, pareciera difícil, excepto que las direcciones de los grupos transnacionales encuentren un interés o que la Comisión Europea decida sostener la NCTE, por ejemplo, reforzando la dirección de los CEE en los cuales la revisión esté siempre a la orden del día. n Bibliografía Da Costa, Isabel et Rehfeldt, Udo “Syndicats et firmes américaines dans l’espace social européen: des comités d’entreprise aux conseils mondiaux?” Rapport pour le Commissariat Général du Plan, Noisy-le-Grand, Centre d’Etudes de l’Emploi, Janvier 2006, disponible prochainement sur le site du CEE, http://www.cee-recherche.fr <http://www.cee-recherche.fr>. EIRO. “Les relations industrielles dans l’industrie automobile”. 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