• Referencia bibliográfica ♦ Blanco, R. (1999): “La atención a la diversidad en el aula y las adaptaciones del currÃ−culo”, en A. Marchesi, C. Coll y J. Palacios (Comps.): “Desarrollo psicológico y educación, III. Trastornos del desarrollo y necesidades educativas especiales (pp. 411-437). Madrid, Alianza. • Breve resumen de la lectura El capÃ−tulo plantea la respuesta educativa a la diversidad de los alumnos y en él se presta una especial atención a las adaptaciones curriculares individuales. El primer apartado tiene un carácter más amplio y aborda la educación en la diversidad desde el currÃ−culo escolar y desde el centro docente. Posteriormente, se reflexiona sobre la tarea educativa en el aula. En el tercer apartado se desarrolla el significado, las caracterÃ−sticas y las fases de las adaptaciones curriculares. Finalmente, se apuntan las caracterÃ−sticas de un modelo de intervención que facilita la respuesta educativa a los alumnos con necesidades educativas especiales. • Ideas principales • Existen unas necesidades educativas comunes, compartidas por todos los alumnos que están expresadas en el currÃ−culo. El concepto de diversidad nos remite al hecho de que todos los alumnos tienen unas necesidades educativas individuales. Ahora bien, no toda necesidad individual es especial. Algunas necesidades individuales pueden ser atendidas a través del trabajo habitual. En algunos casos, sin embargo, determinadas necesidades individuales no pueden ser resueltas por los medios señalados, pudiendo hablar de necesidades educativas especiales, que requieren modificaciones en la organización y el funcionamiento del centro, asÃ− como adaptaciones en el currÃ−culo. La consideración de las adaptaciones curriculares como una medida extraordinaria implica que ha de ser justificada. • El currÃ−culo: Un currÃ−culo abierto y flexible es una condición fundamental para dar respuesta a la diversidad, pero no es una condición suficiente. La respuesta a la diversidad implica además un currÃ−culo amplio y equilibrado en cuanto al tipo de capacidades y contenidos que contempla. Los grandes fines de la educación han de ser los mismos para todos los alumnos para asegurar la igualdad de oportunidades. Por tanto, el currÃ−culo ha de ser el referente de la educación, haciendo las adaptaciones que sean precisas y proporcionando las ayudas y recursos necesarios para ello. • El centro: La respuesta a la diversidad, como todo proceso de innovación educativa, afecta a la globalidad del centro, e implica tomar decisiones compartidas. Uno de los factores de éxito de la integración es que ésta sea debatida ampliamente y asumida por toda la comunidad educativa, hecho imprescindible para crear las condiciones necesarias que favorezcan una educación personalizada en el aula. • El aula: dar respuesta a la diversidad significa romper con el esquema tradicional en el que todos los niños hacen lo mismo, en el mismo momento, de la misma forma y con los mismos materiales. La cuestión es cómo organizar las situaciones de enseñanza de forma que sea posible personalizar las experiencias de aprendizaje comunes. Cuanto más flexible sea esta organización, más fácil será la incorporación de los profesores de apoyo. • Competencia de los profesores: conocer bien a los alumnos implica una intensa interacción y comunicación con ellos, una observación constante de sus procesos de aprendizaje y una revisión de la respuesta educativa que se les ofrece. • Organización de la enseñanza: se trata de que aquellos que tienen objetivos o contenidos distintos a los del grupo de referencia no trabajen en paralelo, sino que participen lo máximo posible en las actividades del aula. • Adaptaciones curriculares individuales: constituyen el último nivel de ajuste de la oferta educativa común, por lo que habrá que realizarlas cuando la programación diversificada del aula no sea 1 suficiente. Se trata de construir un currÃ−culo a la medida del alumno, tomando decisiones respecto a qué tiene que aprender y con qué secuencia, cómo hay que enseñarle, cuáles van a ser los criterios para evaluar sus avances y cómo hay que evaluarle. A diferencia de la elaboración de programas individuales, las adaptaciones curriculares tienen una concepción más educativa que rehabilitadora. Es necesario tener claro que no se pueden establecer a priori las modificaciones a realizar porque los alumnos y los contextos educativos son diferentes. • Clasificación de las adaptaciones curriculares: (1) “Medios de Acceso al currÃ−culo”: medios, recursos o ayudas técnicas que permiten seguir el currÃ−culo común, como por ejemplo modificación de las condiciones fÃ−sico-ambientales, uso de materiales, equipamiento o ayudas técnicas, y aprendizaje de códigos de comunicación; (2) “Adaptaciones en los componentes del currÃ−culo”: son modificaciones o ajustes que se realizan en relación con los objetivos, contenidos y su secuenciación, la metodologÃ−a y los criterios y procedimientos de evaluación. Se distingue entre adaptaciones significativas y adaptaciones no significativas en la medida en que modifican o no los elementos prescriptivos el currÃ−culo. • Fases del proceso de adaptación curricular: (1) evaluación inicial psicopedagógica; (2) identificación de las necesidades educativas especiales; (3) propuesta curricular para responder a las necesidades del alumno; (4) provisión de recursos, ayudas y apoyos; (5) colaboración con la familia; (6) seguimiento de las adaptaciones realizadas. • Respuesta a la diversidad - Trabajo en colaboración: el problema más importante no es tanto la variedad de figuras que realizan apoyo, sino el modelo que orienta su intervención. Es fundamental que todos los profesionales que realizan funciones de apoyo especializado y los docentes compartan el mismo modelo de intervención para asegurar la continuidad y coherencia del proceso educativo de los alumnos y el entendimiento entre todos los profesionales. • Reflexión personal En un sentido amplio, hoy en dÃ−a tanto la reflexión como la práctica de la integración en nuestro paÃ−s se sitúa en el cumplimiento de uno de los objetivos de la reforma que es justamente hacer de los centros educativos un entorno comprensivo capaz de acoger y atender adecuadamente a la diversidad de necesidades de los alumnos. La opción a favor de un currÃ−culum básico para todos los alumnos y, por tanto, de una escuela comprensiva exige tomar en consideración las distintas necesidades presentes en el alumnado con objeto de que no se conviertan en fuente de discriminación sino que se perciban como indicadores del tipo de apoyos que van a necesitar con objeto de facilitar su progreso y, en última instancia, el logro de los objetivos establecidos para cada una de las etapas educativas. La integración de los alumnos con algún tipo de discapacidad no puede sustraerse a este concepto amplio de diversidad sino que en él encuentra pleno sentido, dado que este planteamiento nos lleva a centrar la atención no tanto en lo que tienen de diferente estos alumnos -aunque lógicamente sin menoscabo de sus caracterÃ−sticas personales sino en la naturaleza de la respuesta educativa, es decir en el tipo y grado de ayuda que necesitan para progresar. 2 2